Lactancia
Lactancia
Lactancia
Tema: Lactancia
Grupo: 3
Las niñas y los niños que son alimentados al seno materno tienen menor riesgo de mortalidad en
el primer año de vida
Por otro lado, también se ha observado que la lactancia materna se asocia con el desarrollo
cognitivo a largo plazo y el coeficiente intelectual que, a su vez, está asociado con el nivel
educativo y los ingresos que una persona percibe
La lactancia no sólo beneficia a los bebés sino también a las mamás, ya que a corto plazo ayuda
a su recuperación física, por ejemplo, disminuye el riesgo de hemorragia después del nacimiento
y reduce el riesgo de depresión post- parto.
A largo plazo contribuye a disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer de ovario, cáncer
de mama, diabetes tipo II, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis.
Grasas: En cada 100 mililitros de leche hay 3,5 gramos de grasa, aunque la cantidad que recibe
el lactante varía a lo largo de la toma. La grasa se concentra especialmente al final de la toma,
por lo que la leche presenta una textura más cremosa que al inicio. Las grasas de la leche
materna son importantes para el desarrollo neurológico del niño.
Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta que en otro tipo de leches
y sirve como fuente de energía. Otros hidratos de carbono presentes en la leche materna son los
oligosacáridos, importantes para combatir infecciones.
Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de proteínas que la leche
normal, lo cual la hace más adecuada para los lactantes. Algunas de estas proteínas son la
caseína o la alfa-lactoalbúmina. La beta-lactoglobulina, una proteína presente en la leche de
vaca y que puede provocar intolerancia a la lactosa, no está presente en la leche materna.
Factores bioactivos: Algunos de ellos son la lipasa, que ayuda a la digestión de la grasa en el
intestino delgado; o el factor epidérmico de crecimiento, que estimula la maduración de las
células de la mucosa del intestino para mejorar la absorción y digestión de los nutrientes.
Periodos de lactancia
Se establecen dos periodos de la lactancia materna. La lactancia puede extenderse hasta que el
niño cumpla los dos años o incluso durante más tiempo si así lo desea la madre.
Durante este periodo la leche materna debe ser el único alimento del bebé, excepto si necesita
algún tipo de suplemento vitamínico. La leche materna tendrá variaciones durante este periodo
en cuanto a su composición y cantidad, adaptándose a las necesidades del recién nacido.
Se llama calostro a la leche materna que se producen durante los dos o tres primeros días tras el
parto. Esta leche contiene una mayor cantidad de proteínas y minerales. En adelante, la leche va
reduciendo su porcentaje de proteínas y aumenta el contenido en grasas y lactosa. En este
periodo no hay que establecer un horario para amamantar, sino que el bebé tiene que ser
alimentado cuando lo necesite. Generalmente se dan entre 10 y 12 tomas diarias que duran entre
10 y 20 minutos.
A partir de los seis meses, el niño comenzará a necesitar más alimento que el proporcionado por
la leche materna. Esta sigue siendo igual de necesaria, y el aporte mínimo diario no debe bajar
de los 500 mililitros. Las tomas suelen ser de cuatro o cinco por día hasta el primer año, y a
partir de entonces se irán reduciendo de forma progresiva. Se recomienda que la lactancia
materna se mantenga un mínimo de dos años.
Una vez pasados estos años de recomendación, la madre puede seguir amamantando a su hijo
todo el tiempo que desee. En el momento en que se decida llevar a cabo el destete, no se debe
hacer de inmediato, sino que se tiene que reducir paulatinamente la frecuencia.
Lactancia a demanda
Lactancia a demanda significa ofrecer el pecho siempre que el bebé lo pida y todo el tiempo que
pida. No es conveniente retirar al bebé del pecho, sino que es preferible que suelte el pecho
espontáneamente.
Los bebés necesitan agarrarse al pecho no sólo para comer sino también para tranquilizarse. Por
otro lado, cada vez que succiona del pecho, las hormonas de la lactancia se ponen en
funcionamiento, incluso aunque el niño no esté sacando leche. Para evitar interferencias no se
recomiendan el empleo de chupetes ni tetinas, hasta que la lactancia esté bien instaurada al
menos las primeras 4-6 semanas. Además las tetinas pueden favorecer un mal agarre y la
aparición de grietas.
Conservacion de la leche
La leche de la madre puede extraerse de las mamas y conservarse, de forma que el bebé pueda
alimentarse si la madre no puede estar presente en el momento en que lo pida. Además, cuando
se produce más leche de la que el bebé necesita, es recomendable extraerla para evitar
problemas como la ingurgitación o la mastitis.
• A 15º: un día.
Pezón plano o invertido: No impide al bebe succionar la leche, pero lo dificulta. Se puede usar
una pezonera o un sacaleches para conseguir la leche.
Dolor o grietas en la mama: Surgen a causa de una mala postura al amamantar o porque el
bebé presente problemas para succionar, como un frenillo lingual corto. Para aliviar el dolor, se
recomienda aplicar la propia leche sobre la grieta, o tratar de amamantar con el pecho no
dolorido primero.
Ingurgitación: Es el dolor que se produce en las mamas por acumulación de leche. Para aliviar
el dolor se debe extraer la leche, para lo que se puede recurrir a un sacaleches si el bebé no
quiere tomarla. Para facilitar este proceso se puede aplicar calor sobre los senos, ya que se
produce una vasodilatación que permite que la leche fluya mejor.
Mastitis: Cuando se retiene leche durante mucho tiempo, los lóbulos de la mama pueden llegar
a inflamarse, provocando lo que se conoce como una mastitis. Puede presentar síntomas
parecidos a los de una gripe: fiebre, escalofríos, malestar general, cefaleas, etcétera. Es una
infección que no puede trasmitirse al bebé, y la forma de tratarla es extrayendo la leche y
reposar.
Un buen agarre
Una buena técnica de lactancia evita la aparición de complicaciones como grietas y dolor, vacía
correctamente el pecho y permite una producción de leche adecuada para cada bebé.
Para un buen agarre es importante que todo el cuerpo del bebé esté enfrentado a la madre, y que
al abrir la boca introduzca gran parte de la areola, especialmente por la parte inferior para que al
mover activamente la lengua no lesione el pezón. Los signos que nos indicarán un buen agarre
son: que el mentón del bebé toca el pecho, que la boca está bien abierta, el labio inferior está
hacia fuera y las mejillas estén redondas o aplanadas cuando succiona. Además se tiene que ver
más areola por encima de la boca que por debajo. Si el bebé está bien agarrado, la lactancia no
duele. El dolor es un signo que, en la mayoría de los casos, indica un agarre o una postura
incorrecta.
Se ha comprobado que la madre que amamanta, cuando duerme con su bebé, adopta una postura
de protección instintiva que asegura la lactancia, el sueño de ambos y la protección frente a
problemas como la muerte súbita.
También está demostrado que la práctica del colecho favorece la lactancia materna y que, salvo
en casos de riesgo, la lactancia protege al bebé de la muerte súbita del lactante.
Tampoco existen alimentos obligatorios durante la lactancia. Se recomienda una dieta sana y
variada, como en cualquier otra época de la vida, y saciar el hambre, sin recurrir a un exceso de
dulces o picoteo. El ejercicio físico suave, como un paseo de una hora al día, contribuirá a
mejorar la salud de la madre y a la recuperación del peso previo al embarazo.
No se ha demostrado que algún alimento ayude a producir más leche. El mejor estímulo para
tener una producción adecuada de leche es que el bebé mame a demanda sin restricciones.
La mayoría de los fármacos habituales son compatibles con la lactancia y en muy pocas
ocasiones es necesario suspender la lactancia.
Cafeína: Se debe evitar el consumo en exceso de café, bebidas con cola, té y chocolate. Y en
todo caso, consumirlos justo después de la toma de pecho.
Tabaco: el humo del tabaco es muy perjudicial para la salud y el momento del embarazo y la
lactancia puede ser una buena excusa para dejar de fumar.
Alcohol: el alcohol también es perjudicial para la salud de la madre y del bebé. El alcoholismo
crónico es incompatible con la lactancia. Aunque tomar vino o cerveza con moderación no
perjudica la salud de la madre, puede perjudicar al bebé amamantado y es preferible evitarlo.
Bibliografia
https://cuidateplus.marca.com/familia/bebe/diccionario/lactancia-materna.html
https://www.unicef.org/mexico/lactancia-materna
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/
10665/44310/9789275330944_spa.pdf;jsessionid=DEB00C0818BF05CA57362C8D28DF6274?
sequence=1
https://www.aeped.es/comite-nutricion-y-lactancia-materna/lactancia-materna/documentos/
recomendaciones-sobre-lactancia-materna