Anatomia e Histologia de Cuello Uterino
Anatomia e Histologia de Cuello Uterino
Anatomia e Histologia de Cuello Uterino
La porción intravaginal es el llamado hocico de tenca, que asoma en la vagina como un badajo
de campana de superficie redondeada; la cara anterior es algo más corta (por la disposición de
la inserción vaginal) que la posterior. Los espacios entre cuello y vagina forman los fondos de
saco vaginales (fórnix) anterior, posterior y laterales.
El estroma del cuello uterino consiste en un tejido denso, fibromuscular, atravesado por la
compleja trama de un plexo vascular, linfático y nervioso.
Lo sostienen el ligamento redondo y los ligamentos uterosacros, que van de las partes laterales
y posterior del cuello uterino a las paredes de la pelvis ósea.
La vascularización arterial del cuello uterino procede de las arterias ilíacas internas, a través de
las divisiones cervical y vaginal de las arterias uterinas. Las ramas cervicales de las arterias
uterinas descienden por las paredes laterales del cuello uterino en posición de las 3 y las 9 del
reloj. Las venas del cuello uterino discurren paralelamente a las arterias y desembocan en la
vena hipogástrica. Los vasos linfáticos del cuello uterino desembocan en los ganglios ilíacos
comunes, externo e interno, obturador y parametriales. La inervación del cuello uterino
procede del plexo hipogástrico.
La porción del cuello uterino exterior al orificio externo se llama exocérvix. Es la parte más
fácilmente visualizable en la exploración con espéculo. La porción del cuello uterino interior al
orificio externo se denomina endocérvix, para cuya visualización es preciso estirar o dilatar el
orificio externo. El conducto cervical, se extiende del orificio interno al externo. Su longitud y
anchura varían según la edad y el momento del ciclo hormonal de la mujer. Es más ancho en
las mujeres en edad fecunda: alcanza de 6 a 8 mm de anchura.
El cuello uterino está recubierto por epitelio escamoso estratificado no queratinizante y por
epitelio cilíndrico. Estos dos tipos de epitelio confluyen en la unión escamoso-cilíndrica.
Normalmente el exocérvix está recubierto en gran parte por epitelio escamoso estratificado no
queratinizante que contiene glucógeno. Es opaco, tiene muchas capas celulares (de 15 a 20) y
es de color rosado pálido.
La arquitectura histológica del epitelio escamoso del cuello uterino presenta, en el fondo, una
única capa de células basales redondas, con núcleos grandes de coloración oscura y poco
citoplasma, pegadas a la membrana basal, que separa el epitelio del estroma subyacente. La
unión epitelioestromal suele ser rectilínea. A veces es ligeramente ondulada, con cortas
proyecciones de estroma a intervalos regulares denominadas papilas.
Las células basales se dividen y maduran para formar las siguientes capas celulares, llamadas
parabasales, que también tienen núcleos relativamente grandes y oscuros, y citoplasma
basófilo de color azul verdoso. Estas células siguen diferenciándose y madurando hasta
constituir capas intermedias de células poligonales con citoplasma abundante y núcleos
redondos pequeños que forman un entramado como una cesta. Al proseguir la maduración, se
forman las células grandes y sensiblemente planas, de núcleo pequeño, denso y picnótico y
citoplasma transparente, de las capas superficiales. En términos generales, de la capa basal a la
superficial, estas células aumentan de tamaño mientras se reduce el de su núcleo.
La maduración del epitelio escamoso del cuello uterino depende de la presencia de estrógeno,
la hormona femenina. En ausencia de estrógeno no se producen maduración ni glucogénesis
totales. En consecuencia, después de la menopausia, las células no maduran más allá de la
capa parabasal y no se acumulan en capas múltiples de células planas. El epitelio se vuelve
delgado y atrófico.
Epitelio cilíndrico
A la inspección visual su color es rojizo, pues una sola y delgada capa celular permite que
aparezca la coloración de la vascularización subyacente. En su límite distal o superior se
fusiona con el epitelio endometrial en la parte inferior del cuerpo del útero. En su límite
proximal o inferior se fusiona con el epitelio escamoso en la unión escamosocilíndrica.
El epitelio cilíndrico no forma una superficie aplanada en el conducto cervical, sino que forma
pliegues longitudinales múltiples que sobresalen en la luz del conducto, dando lugar a
proyecciones papilares. También forma invaginaciones en el estroma cervical, dando lugar a la
formación de criptas endocervicales (a veces llamadas glándulas endocervicales). Las criptas
pueden llegar a tener entre 5 y 8 mm desde la superficie del cuello uterino..
El crecimiento localizado del epitelio cilíndrico endocervical puede verse a veces como una
masa rojiza que sobresale por el orificio externo. Esto es lo que se llama un pólipo cervical.
Empieza generalmente con el engrosamiento localizado de una única papila cilíndrica, que se
presenta como una masa conforme aumenta de volumen. Está compuesto por una parte
central del estroma endocervical revestida de epitelio cilíndrico con sus criptas subyacentes. A
veces pueden surgir pólipos múltiples del epitelio cilíndrico.
La unión escamoso-cilíndrica se presenta como una línea bien trazada con un escalón, por la
diferente altura del epitelio escamoso y del cilíndrico. La ubicación de la unión
escamosocilíndrica con relación al orificio cervical externo varía en la vida de una mujer y
depende de factores como la edad, el momento del ciclo hormonal, los traumatismos del
parto, el uso de anticonceptivos orales o el embarazo
Ectropión o ectopia
El ectropión o ectopia se define como la eversión del epitelio cilíndrico endocervical hacia el
exocérvix. Se presenta como una zona rojiza grande en el exocérvix que rodea el orificio
externo. La eversión del epitelio cilíndrico es más pronunciada en los bordes anterior y
posterior del exocérvix y menos en los laterales. Es un proceso normal, fisiológico, en la vida de
una mujer.
Metaplasia escamosa
A medida que continúa el proceso, las células escamosas metaplásicas inmaduras evolucionan
a epitelio metaplásico estratificado maduro. Para efectos prácticos, este último se asemeja al
epitelio escamoso estratificado original.
En el epitelio escamoso metaplásico maduro pueden verse unos folículos, los llamados quistes
de Naboth. Los quistes de Naboth se forman por retención de moco, como resultado de la
oclusión de una cripta endocervical por el epitelio escamoso metaplásico que se superpone. El
epitelio cilíndrico enterrado sigue secretando moco, que con el tiempo llena y distiende el
quiste. El moco atrapado confiere al quiste un color blanco marfil amarillento visualizable.
El epitelio metaplásico incipiente puede evolucionar de dos modos. En la gran mayoría de las
mujeres, se convierte en epitelio metaplásico escamoso maduro, similar, para todos los
efectos prácticos, al epitelio escamoso original normal que contiene glucógeno. En una minoría
muy pequeña de las mujeres, puede evolucionar a epitelio atípico displásico. Algunos tipos de
papilomavirus humanos (VPH) oncógenos pueden infectar persistentemente las células
metaplásicas escamosas basales inmaduras y transformarlas en células atípicas con anomalías
nucleares y citoplasmáticas. La proliferación y la expansión no controladas de estas células
atípicas pueden conducir a la formación de un epitelio displásico anormal que puede volver a
su estado normal, persistir como displasia o evolucionar a cáncer invasor al cabo de varios
años.
Zona de transformación
La zona del cuello uterino donde el epitelio cilíndrico ha sido reemplazado o está
reemplazándose con el nuevo epitelio escamoso metaplásico se denomina zona de
transformación (ZT). Corresponde al área del cuello uterino limitada distalmente por la UEC
original y proximalmente por el límite más lejano del epitelio metaplásico, definido por la
nueva UEC. En las mujeres premenopáusicas, la zona de transformación está plenamente
ubicada en el exocérvix. A partir de la menopausia, el cuello uterino se reduce de tamaño,
conforme descienden los niveles de estrógeno. En consecuencia, la zona de transformación
puede desplazarse, primero parcialmente y luego plenamente, al conducto cervical.