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Derecho Penal II

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1. ¿Cuál es el bien jurídico titulado?

2. Estructura del delito. ¿Contiene elementos subjetivos? “el que con…”

HOMICIDIO
Homicidio Simple - 79 C.P. Tipo básico
Homicidio Agravado - 80 C.P. Tipo dependiente
Homicidio Atenuado - 81 C.P.
Homicidio Preterintencional
Homicidio Culposo - 84 y 84 bis C.P.
Homicidio/Lesiones en riña - 95 C.P.

Homicidio Simple
ARTÍCULO 79. - Se aplicará reclusión o prisión de ocho a veinticinco años, al que matare a otro siempre que en
este código no se estableciera otra pena.

- Sanción: 8 - 25 años. Reclusion o prision (pena alternativa)


- Sujeto activo común
- Sujeto pasivo común
- Núcleo: simple (matare)
- Tipo activo/Acción positiva. Doloso.
- Admite tentativa
En nuestro derecho el homicidio consiste en matar a otro y ese otro debe ser un ser humano nacido con
vida del vientre de una mujer. Sus elementos típicos son: una acción u omisión, un resultado material y
un elemento sujeto (dolo) que supone la voluntad de suprimir a un ser humano.
La acción consiste en matar a otro; es un delito de comisión, pero, en ciertos supuestos, también puede
cometerse por omisión (impropia), de resultado material o de lesión del bien jurídico vida humana. Es un
delito de tipo resultativo/prohibitivo de causar, es decir, la ley se limita solo a prohibir la producción de un
resultado, sin determinar la clase del comportamiento típico; no se especifica el modo de ejecución, sino
que se limita a exigir la producción de un resultado, sin indicar cómo o de qué modo debe arribarse a el.
El delito puede cometerse por cualquier medio, estos pueden ser:
● Directos, cuando actúan hacia o contra la víctima de modo inmediato, sin la interferencia de
ningún factor extraño, o
● Indirectos, cuando actúan hacia o contra la víctima pero de modo mediato (por incidencia de un
factor extraño que expone a la muerte al individuo). También pueden ser
● Materiales, cuando actúa físicamente sobre el cuerpo o la salud de la víctima, a través de vías de
hecho; puede tratarse de objetos o instrumentos capaces de ofender la integridad física de la
persona. Dentro de esta categoría están los llamados medios “mecánicos”, que son todos aquellos
instrumentos o aparatos predispuestos para funcionar automáticamente y producir un daño en el
cuerpo o en la salud de la víctima o su muerte.
● Morales, son aquellos que actúan sobre la psiquis del individuo, concretandose en fuertes
sacudimientos morales o psicológicos que producen la muerte debido a la influencia de aquello
sobre lo orgánico.
Los sujetos activo y pasivo pueden ser cualquier persona. Los individuos sin vitalidad, esto es, sin la
posibilidad de prolongar la vida fuera del seno materno, también pueden ser sujeto pasivo de homicidio.
En la actualidad, se determina la muerte de una persona por comprobaciones que evidencien el cese
total e irreversible de las funciones cerebrales.
El homicidio simple solo admite la imputación subjetiva dolosa, pero es suficiente con el dolo eventual.
Si el error de tipo es vencible, el autor deberá responder por el homicidio a título de culpa.

Homicidio Agravado
ARTÍCULO 80. - Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto en el artículo
52, al que matare:
1º A su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una
relación de pareja, mediare o no convivencia.
2º Con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso.
3º Por precio o promesa remuneratoria.
4º Por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su
expresión.
5º Por un medio idóneo para crear un peligro común.
6º Con el concurso premeditado de dos o más personas.
7º Para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad
para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito.
8° A un miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o penitenciarias, por su función, cargo o condición.
9° Abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o del
servicio penitenciario.
10 A su superior militar frente a enemigo o tropa formada con armas.
11. A una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género.
12. Con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación en
los términos del inciso 1°.
Cuando en el caso del inciso 1° de este artículo, mediaren circunstancias extraordinarias de atenuación, el juez
podrá aplicar prisión o reclusión de ocho (8) a veinticinco (25) años. Esto no será aplicable a quien anteriormente
hubiera realizado actos de violencia contra la mujer víctima.

- Sanción: perpetua. Reclusion o prision.


- Inc. 1: parricidio (del ascendiente); filicidio (del descendiente); uxoricidio (del cónyuge). En el 2012
se suma: ex-cónyuge/relación de pareja con o sin convivencia.
El delito consiste en matar a un otro, expresamente señalado en la ley: ascendiente, descendiente,
cónyuge, ex cónyuge o individuo con quien se tiene o ha tenido una relación de pareja. por
consiguiente, estamos frente a un delito especial impropio (tipo especial de autor calificado),
limitado solo a un determinado círculo de autores.
En los casos de ex cónyuge, de la pareja o del conviviente estamos ante un delito común de
sujetos indiferenciados.
Sujetos activo y pasivo sólo pueden ser aquellos expresamente mencionados en la ley.
Si la muerte se produce en un contexto de violencia de genero y la victima es del sexo masculino,
el hecho queda enmarcado en esta figura, mientras que si la victima es femenina y el autor
masculino, el hecho se traslada a la figura del inciso 11 de este articulo (femicidio).
La ley no comprende a aquellas personas que, aunque ostenten la calidad de parientes, no
reúnen la condición exigida normativamente; en consecuencia, quedan al margen los hermanos
(unilaterales o bilaterales), el parentesco por afinidad (suegros, cuñados, yernos, nueras,
padrastros, etc) y el parentesco por adopción.
La calidad de cónyuge se adquiere con el matrimonio legítimo y válido, celebrado de acuerdo
con las leyes del país; aunque quedarán comprendidas en la fórmula “relación de pareja con o sin
convivencia”.
El autor debe conocer de manera asertiva, categórica, el vínculo con la víctima.
La figura requiere dolo directo respecto del vínculo pero es claramente posible el dolo eventual
en relación con el resultado.
- Inc. 2 : el ensañamiento siendo definido como el “aumento deliberado e inhumano del dolor del
ofendido”; conforma una causal de agravación del homicidio de carácter esencialmente subjetivo
ya que requiere la concurrencia de un componente psíquico (el autor quiere causar
deliberadamente el mayor mal posible, en forma perversa y cruel, innecesario para la
consumación del delito); requiere una idea, una circunstancia subjetiva que consiste en el
propósito de causar el mayor daño.
Alevosía, definida como “la muerte dada ocultamente a otro, asegurando su ejecución por
evitación de todo riesgo o peligro e imposibilitando la defensa de la víctima”. Se admite diferentes
modalidades de ella:
● Proditoria, caracterizada por la trampa, emboscada o acecho.
● Aleve o Súbita inopinada, es decir, por sorpresa, repentina, imprevista.
● Aprovechamiento de una especial situación de desvalimiento o indefensión, o sea,
muerte de seres indefensos, niños, ancianos, enfermos graves o víctimas embriagadas en
fase comatosa o letárgica.
Son elementos de la alevosía:
I. Ocultamiento del agresor o de la agresión misma. El ocultamiento del cuerpo constituye
el “acecho” o la emboscada, mientras que el ocultamiento moral se refiere a la intención
del agente, pudiendo ambos coincidir o no en la ejecución de la muerte.
II. Falta de riesgo para la persona del autor. Supone una situación que ha sido procurada por
el autor, no basta la ausencia de peligro o riesgo en sí, es decir, que existe aunque el agente
lo ignore.
III. Estado de indefensión de la víctima. Debe haber estado en la mente del autor procurarla;
no es suficiente una mera situación objetiva de indefensión, sino que resulta menester que
el sujeto haya intencionalmente buscado y logrado ese estado y luego le haya dado
muerte.
El texto actual reprime al que matare a otro “con… veneno u otro procedimiento insidioso”. Por
veneno debe entenderse toda sustancia animal, vegetal o mineral, sólida, líquida o gaseosa, que,
introducida en el cuerpo humano, mata cambiando su naturaleza por acción química o
bioquímica. Una sustancia solo puede ser categorizada como veneno cuando adquiere ese
carácter por influjo de su propia naturaleza o cuando la ciencia particular que de ella se ocupa así
lo decide. No tienen categoría de veneno aquellas sustancias que, aun cuando poseen capacidad
para matar y pueden ser usadas insidiosamente, solo actúan en el cuerpo bajo efectos fisicos,
mecanicos o termicos, tales como el vidrio molido, el plomo derretido, los alfileres, etc., ni aquellas
otras, generalmente inocuas o que producen daños a la salud por la especial condición de la
víctima.
La insidia sólo resulta aplicable si el veneno ha sido empleado insidiosamente, esto es, en forma
oculta o subrepticiamente. Por consiguiente, están fuera del marco los actos gobernados por la
emoción o la irreflexión, por la violencia o por conductas advertidas o manifiestas.
- Inc. 3: el fundamento de la agravante radica en el pacto infame sobre el precio, que representa la
causa por la que el autor material interviene y comete el hecho. El delito requiere de los
siguientes elementos:
I. La intervención de, al menos, dos personas. El mandante o autor moral, y el mandatario o
autor material. En los casos de exceso del mandato (ej. el mandante encomienda lesionar y
el mandatario mata), cada parte responde, una por aquello que comisionó y la otra por el
hecho cometido. El error in personam por parte del ejecutor material carece de relevancia;
la agravante subsiste.
II. La existencia de un pacto. Por sí solo no es suficiente, es necesario que el hecho haya
comenzado a ejecutarse para generar responsabilidad. El pacto o acuerdo debe ser
expreso, pudiendo ser verbal o escrito, pero nunca tácito o presumido.
III. El precio o promesa determinantes de la acción homicida. Por “precio” debe entenderse
tanto el precio en dinero como cualquier otra ventaja que sea apreciable
económicamente. Toda otra retribución queda fuera del concepto y no genera la
agravante. En tanto se entienda el vocablo “precio” como comprensivo de ánimo de lucro,
será de aplicación la pena de multa conjunta prevista en el art. 22 bis del Cód. Penal.
- Inc. 4: el homicidio por placer es el crimen del sádico y del perverso. La agravante comprendería
el placer de la sangre y el propósito de satisfacer impulsos sexuales. Para Nuñez, sin embargo, la
agravante comprende casos de impulso de perversidad brutal (ej. el placer que deriva del hecho
mismo de matar) y otras clases de sensaciones, como la sola contemplación de la muerte.
“Codicia” es todo apetito desmesurado y desordenado de riqueza o beneficios. La codicia no
equivale a ánimo de lucro, aunque lo comprende. El ánimo de lucro generalmente se agota con el
propio delito; la codicia importa un ánimo o anhelo de ganancias o beneficios indeterminados,
que pueden permanecer en el sujeto aun después del hecho delictuoso. La codicia, podríamos
decir, es un estado de ánimo; el ánimo de lucro, en cambio, una mera intencionalidad.
Odio racial o religioso. Requiere que el autor experimente una profunda aversión hacia
determinada persona o grupo de personas, por pertenecer o no a una determinada raza, o por
profesar o no un determinado credo. No es suficiente que se mate solo por odio o porque el
individuo pertenece o no a un tipo de raza o religión, sino que ese odio debe estar estrechamente
vinculado a la pertenencia o no del individuo a una raza o religión determinadas.
Matar por odio de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión. La
agravante se caracteriza por el móvil del autor, que es el odio o la aversión que siente por la
víctima, por su condición de pertenecer a un determinado género, por su orientación sexual o
bien por su identidad de género.
- Inc. 5: la agravante exige:
● la muerte de una persona
● el empleo de un medio capaz de crear un peligro común, y
● una relación causal que vincule ese medio con el resultado producido.
Se requiere un peligro colectivo, que afecte a un número indeterminado de individuos o bienes
en general. La fórmula comprende no solo a los medios catastróficos, sino a aquellos que no
tienen tales características pero poseen potencialidad para crear el peligro exigido por la norma
9ej. la liberación de gases venenosos). La agravante se consuma con la muerte de la persona y
admite la tentativa y todas las formas de participación criminal.
- Inc. 6: la agravante del concurso premeditado de dos o más personas exige:
● La muerte de una persona
● Que la muerte haya sido efectuar, como mínimo, por tres individuos
● La existencia de un concurso premeditado, previo al delito.
Los participantes del acuerdo deben ser capaces penalmente. Teniendo en cuenta que la ley
exige el concurso premeditado (acuerdo previo al homicidio), la ratificación posterior al hecho no
conduce a la agravante.
- Inc. 7: Criminis Causa. La naturaleza de la agravante es eminentemente subjetiva. El autor debe
obrar con una motivación especial que es la determinante de su conducta. Se comete el
homicidio para o por otro delito. Además del dolo propio de todo homicidio, la ley incorpora un
elemento subjetivo especial que obra como intención final del autor. La agravante exige para su
configuración una conexidad subjetiva o ideológica que funciona como un eslabón que une el
homicidio con el otro delito. Los dos hechos están conectados psicológicamente entre sí. La
conexión ideológica o subjetiva puede manifestarse como conexión final (el sujeto actúa “para”,
con un motivo proyectado hacia el futuro) o como conexión impulsiva (actúa “por”, es decir, por
un motivo surgido del pasado; ej. mata por sentirse frustrado en sus fines o planes, vengando el
fracaso ya sufrido).
- Inc. 8: el tipo se estructura sobre la base de un aspecto objetivo y otro subjetivo. El tipo objetivo
exige que el autor mate a una persona que, en el momento del hecho, revista la condición de
miembro de las fuerzas de seguridad pública, policiales o penitenciarias; el tipo subjetivo requiere,
por su parte, que la conducta típica vaya acompañada de una conducta específica: matar porque
la víctima “pertenece” a alguna de estas instituciones del Estado.
- Inc. 9: Se caracteriza por la condición del sujeto activo y por la relación funcional con el hecho. Se
trata de un tipo especial impropio que solo puede ser cometido por un sujeto que reúna las
condiciones exigidas por el precepto legal. En cuanto a la relación funcional requerida
típicamente, el autor debe, al momento de ejecutar la muerte de la víctima, estar en función
activa, pues solo así podría abusar de ella. Pero no es suficiente que se encuentre en servicio
activo sino que debe abusar de la función o cargo que inviste, es decir, debe hacer un mal uso,
excesivo, arbitrario, contrariamente a lo que establecen la ley o los reglamentos, del poder o
facultades otorgados legalmente. El delito solo es compatible con el dolo directo.
- Art. 10: Consiste en dar muerte a un “superior militar frente al enemigo o una tropa formada con
armas”. Al no hacer el texto ninguna distinción, la acción puede ser cometida por el sujeto activo
en el propio ámbito de una unidad militar o fuera de ella. Vale decir, que el tipo penal admite la
muerte de la víctima durante o en ocasión de una situación de conflicto armado o durante
periodos de paz, pero, en cualquier caso, el hecho debe haberse cometido frente a un enemigo o
frente a la tropa formada con armas, que puede conformarse en cualquier momento del
desarrollo de la actividad militar.
- Art. 11: el femicidio implica la muerte de una mujer en un contexto de género. No se trata del
homicidio de cualquier mujer, sino de una mujer por el hecho de serlo. Se lo puede definir como
“la muerte de una mujer, causada por un hombre, en un contexto de género, por su pertenencia
al género femenino”. Siempre la víctima debe ser una mujer y la muerte debe haber sido
provocada en un ámbito situacional específico, que es aquel en el que existe una situación de
subordinación y sometimiento de la mujer por el varón, basada en una relación desigual de
poder. La perfección típica exige:
● Que el autor del homicidio sea un hombre
● Que la víctima sea una mujer
● Que el agresor haya matado a la víctima “por ser mujer”
● Que el asesinato se haya perpretado en un contexto de violencia de genero.
- Art. 12: el delito requiere que se ocasione la muerte de “una persona” para que otra sufra por esa
muerte. No interesa el vínculo o relación que esta persona haya tenido con la víctima del
homicidio, ni que haya experimentado sufrimiento o dolor por su muerte. Lo que caracteriza al
delito es su configuración subjetiva: la finalidad del agresor (causar sufrimiento) siendo suficiente
para la perfección típica que se haya matado con dicha finalidad, aunque no se haya logrado el fin
propuesto. Se trata de un homicidio “transversal”, porque implica la eliminación física de un
individuo a quien el autor de la agresión ni siquiera pudo haber llegado a conocer, pero que lo
mata “con el propósito de lograr el dolor o sufrimiento ajeno o herir a esa persona íntimamente
en sus sentimientos”. El tipo penal no requiere para su consumación que la persona damnificada
por el homicidio sufra “realmente” por la muerte del ser querido. Es suficiente que el autor mate
“para” que la otra persona sufra por el homicidio del otro sujeto, aunque no logre el fin propuesto.
Tratándose de un delito de resultado material, la tentativa es admisible.

Homicidio en Estado de Emoción Violenta


Elementos:
A. Psicológico. La emoción es un proceso que se desarrolla en el interior del sujeto por cuanto
nunca deja de ser una cualidad de los sentimientos que gobiernan la vida de los individuos. Lo
que interesa, desde una primera perspectiva, es la intensidad de la emoción. La emoción es
intensa cuando produce una conmoción psicológica en el individuo, de tal magnitud que debilita
su capacidad de frenar frente al hecho externo que la estimula. Sin embargo, esta intensidad no
debe hacer perder el poder de inhibición al sujeto. La emoción violenta no es compatible con la
premeditación. No puede tener origen en el propio carácter del agente, sino que debe encontrar
su estímulo en una causa externa, fuera de él. Debe ser eficiente, esto es, con la suficiente entidad
como para provocar la reacción anímica violenta en el autor.
B. Temporal. El momento exacto en que deben coincidir el arrebato emocional y su fuerza
impulsora puede transcurrir un tiempo, corto o largo, y no obstante ser de aplicación la atenuante.
Lo importante es que la reacción tenga su causa en la emoción sin interferencias de otros motivos
o circunstancias que impliquen una interrupción de la cadena causal. El tiempo es un criterio
relativo, que debe ser evaluado en el caso concreto y en todo su contexto.
Homicidio Preterintencional
Se lo puede definir como el hecho en el que la voluntad del reo está dirigida a un suceso determinado,
pero el evento que se produce es más grave; el evento ha sobrepasado el delito que el agente tenía en
miras, ha excedido el fin que el culpable se había propuesto. La opinión prevaleciente con referencia al
aspecto subjetivo de la preterintencionalidad considera que esta tiene naturaleza mixta de dolo y culpa,
esto es, dolo en el delito base y culpa en el resultado excedente. La tesis predominante entiende que
estamos frente a un delito autónomo. Nuñez destaca que el homicidio preterintencional no deriva del
homicidio simple, porque su elemento anímico no es una modalidad del dolo propio de este delito, sino
un estado psicológico que implica su negación. Es un auténtico delito autónomo, con sus propios
elementos constitutivos, objetivo y subjetivo.
El elemento objetivo está representado por el medio que el autor utiliza para agredir, el cual, según la
disposición penal, no debe razonablemente ocasionar la muerte. Si el medio empleado “debía”
razonablemente ocasionar la muerte, desaparece la posibilidad del homicidio preterintencional para dar
lugar al homicidio doloso. Cuando el medio carece de eficacia letal, el hecho solo será homicidio
preterintencional si otras pruebas no acreditan que el autor obró con dolo respecto de la muerte de la
víctima.
El delito es doloso y el dolo está constituido por el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud
de otra persona. Es suficiente el dolo eventual. Se consuma con la muerte de la víctima, no resultando
admisible la tentativa.

Homicidio Culposo
ARTÍCULO 84 bis. - Será reprimido con prisión de dos (2) a cinco (5) años e inhabilitación especial, en su caso,
por cinco (5) a diez (10) años el que por la conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo
con motor causare a otro la muerte.
La pena será de prisión de tres (3) a seis (6) años, si se diera alguna de las circunstancias previstas en el párrafo
anterior y el conductor se diere a la fuga o no intentase socorrer a la víctima siempre y cuando no incurriere en la
conducta prevista en el artículo 106, o estuviese bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel de alcoholemia
igual o superior a quinientos (500) miligramos por litro de sangre en el caso de conductores de transporte público o
un (1) gramo por litro de sangre en los demás casos, o estuviese conduciendo en exceso de velocidad de más de
treinta (30) kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho, o si condujese estando
inhabilitado para hacerlo por autoridad competente, o violare la señalización del semáforo o las señales de tránsito
que indican el sentido de circulación vehicular o cuando se dieren las circunstancias previstas en el artículo 193 bis,
o con culpa temeraria, o cuando fueren más de una las víctimas fatales.

Sus elementos estructurales, en lo fundamental, coinciden con los del delito-tipo de homicidio. El delito
ha sido estructurado bajo la forma típica cerrada de imputación o de numerus clausus. El sistema
vigente permite estructurar el homicidio culposo sobre la base de formas específicas de la culpa:
imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia de los reglamentos o deberes del cargo. Para
nuestra ley la culpa aparece como una violacion del deber del cuidado, el cual se estructura
directamente sobre la previsibilidad del resultado típico. El tipo objetivo está dado por el verbo “causar”
que representa la acción material punible. El hecho culposo sin resultado es irrelevante para el derecho
penal. Entre la acción y el resultado debe mediar un nexo de causalidad, una relación entre la conducta
realizada y el resultado producido, sin interferencia de factores extraños, como es propio de todo delito
cuya acción provoca una modificación en el mundo exterior. La culpa requiere la infracción del deber
objetivo de cuidado (desvalor de acción), la lesión o, en ciertos tipos, el peligro para el bien jurídico
(desvalor de resultado) y la imputación objetiva del resultado. El tipo subjetivo se satisface con la
realización de las formas culposas previstas en la ley:
● Imprudencia: obrar ligero, precipitado o peligroso.
● Negligencia: sinónimo de descuido, desatención, falta de precaución en el obrar.
● Impericia: configura un obrar deficiente de una profesión, arte u oficio. E,
● Inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo: configura un supuesto de culpa
punible que puede derivar de cualquier normativa de orden general emanada de autoridad
competente. Se trata de la inobservancia de disposiciones expresas (ley, reglamento, ordenanza,
etc.) que prescriben determinadas precauciones que deben observarse en actividades de las
cuales pueden derivar hechos dañosos.

Homicidio Culposo y Siniestralidad Vial

Elementos:
A. Vehículo con motor: el término comprende a “todo tipo de vehículo cuyo desplazamiento sea
propulsado por motor y que sea utilizado para el transporte de personas o cosas, con
independencia de la vía de circulación”.
B. Conduccion del vehiculo con motor: se conduce un automotor mediante el dominio de los
mecánicos de dirección y el desplazamiento mínimo “a impulsos de su motor”, haciéndolo ir de
un lugar a otro, situación que implica el descarte de todo movimiento del vehículo por energía
humana o animal, como así la mera puesta en marcha o encendido del motor sin que se haya
puesto en movimiento. Por lo tanto, si se está desplazando por una pendiente, por la acción del
conductor y sin el motor encendido y causa un resultado, estaremos dentro del delito de
homicidio o de lesiones culposos, según el daño que se haya producido.
C. Ámbito espacial de la conducción: lo que aquí interesa no es tanto por qué lugar se produce la
conducción del automotor, sino si ha producido o no un resultado lesivo para una persona.
D. El resultado muerte o lesión: la pluralidad de resultados solo podría tener virtualidad en términos
de pena de acuerdo a la propia escala penal del art. 84 y no funciona, a la vez, como una
agravante adicional.
Fuga del conductor. Reprime al conductor que, habiendo causado la muerte de otra persona por la
conducción negligente, imprudente o antirreglamentaria de un vehículo con motor, se debe a la fuga del
lugar del siniestro. Lo que la ley pretende es que el autor del hecho permanezca en el lugar una vez
producido el accidente de tráfico pensado, no solo en lograr que se determine con mayor facilidad y
precisión la autoría del hecho sino en la propia situación de la víctima, quien podría recibir del propio
autor socorro inmediato evitando mayores riesgos de muerte. Pero esta agravante va a generar
problemas en su aplicación, pues la fuga debe ser una consecuencia posterior al accidente de tráfico, lo
cual implica la presencia de una víctima muerta. Permanecer en el lugar del hecho le puede acarrear al
productor del accidente de tráfico el reconocimiento de su propia autoría, esto es, algo similar a una
situación de autoincriminación en violacion del principio de inocencia.
Socorro a la víctima. El artículo requiere, como elemento negativo, que el autor no haya incurrido en la
conducta prevista en el artículo 106 de CP, cuyo texto regula el delito de abandono de persona. Pero aquí
nos encontramos con un problema, el delito del art. 106 presupone que la víctima debe ser una persona
viva (algo imposible en el homicidio), que se halla en una determinada situación y que no tiene
posibilidades de evitar por sí misma la situación de peligro en la que se encuentra. Pero, en la hipótesis
del art. 84 bis el sujeto pasivo de la infracción necesariamente debe estar muerto, razón por la cual
resulta prácticamente imposible incurrir en el delito del art. 106 cuando el conductor provoca el
accidente de tráfico realizando una conducta negligente, imprudente o antirreglamentaria.
Conducción bajo los efectos de estupefacientes. “estupefacientes” son aquellas sustancias que, según
prescribe el artículo 77 del CP, son susceptibles de producir dependencia física o psíquica y que se
encuentran incluidas en la lista que se elaboran y actualizan periódicamente por el PEN. Quedan
incluidos tanto los estupefacientes como los psicotrópicos y los psicofármacos. En cualquier caso, estas
sustancias deben haber provocado en el agente activo efectos que hayan sido el factor determinante del
accidente de tráfico. Por el influjo de estas sustancias es que se tienen que haber alterado negativamente
la capacidad de conducción del agente activo (atención, percepción, concentración, disminución de
facultades, etc.).
Conducción bajo determinado nivel de impregnación alcohólica. Requiere que el autor haya
provocado la muerte de una persona, conduciendo un vehículo con motor con un nivel de alcoholemia
igual o superior a un parámetro predeterminado en la norma legal, que el legislador ha establecido en
500 mg por litro de sangre en conductores de transporte público y 1 g por litro de sangre “en los demás
casos”. En esta figura no es necesario a los fines típicos que el alcohol haya provocado efectos negativos
anulando o disminuyendo la capacidad de conducción del sujeto activo. La obtención forzada de la
prueba de alcoholemia, aun contra la negativa del agente activo, constituiría una especie de confesión de
la autoría del delito obtenida sin el consentimiento del acusado, por cuanto el principio constitucional de
no autoincriminación alcanza a la garantía a favor del imputado en no verse obligado a colaborar en la
obtención de una prueba que obrara en su contra en el proceso judicial. Por lo tanto, cualquier tipo de
colaboración obtenida bajo presión o coacción, es ilícita y no debe tener ningún efecto como prueba
válida en el proceso. El test de alcoholemia implica una especie de declaración autoinculpatoria que no
puede ser considerada como válida en el proceso, salvo que se cuente con el consentimiento del
imputado.
Conducción a velocidad excesiva. “Conduciendo en exceso de velocidad de más de 30 km por encima
de la máxima permitida en el lugar del hecho”. Los límites de velocidad para automóviles con motor
están regulados en la Ley Nacional de Tránsito, con su modificatoria Ley de Tránsito y Seguridad Vial. Con
arreglo a la fórmula descrita en el art. 84 bis, a la velocidad máxima establecida por la Ley Nacional de
Tránsito en las distintas zonas del país, se le debe agregar 31 km.p/h para incurrir en la agravante. Aun asi,
se debe considerar el margen de tolerancia (hasta diez por ciento sobre el límite máximo permitido
reglamentariamente) establecido en el art. 77 de la Ley Nacional de Tránsito, para que resulte aplicable la
mayor penalidad.
Inhabilitación por autoridad competente. La agravante consiste en causar la muerte de una persona
conduciendo un vehículo con motor de forma negligente, imprudente o antirreglamentaria, estando
inhabilitado por autoridad competente para conducir automotores.
Violacion de las indicaciones del semáforo. Cuando no respeta las reglas establecidas en las normas
de tránsito, por ej. cruzar un semáforo cuando está encendida la luz roja. Carece de justificación, pues la
violacion de una señal semaforizada implica, en sí misma, una conducta negligente o antirreglamentaria,
modalidades conductuales que ya están previstas como formas de la culpa en el párrafo primero del art.
84 bis.
Violacion de la señal de tránsito que indica el sentido de circulación. Lo punible penalmente es
causar la muerte o el daño físico o psíquico a una persona por circular de contramano.
Picadas Ilegales. Remisión. A la muerte culposa ocasionada por la conducción negligente cuando el
autor del homicidio o de la lesión culposos se encuentre en alguna de las situaciones contempladas en el
art. 193 bis, en los momentos previos a la colisión de tráfico del que ha resultado la muerte de una o más
personas.
Conducción con culpa temeraria. “Temeraria”, tradicionalmente, ha sido entendida como equivalente a
“imprudencia”. Para el CP, temeraria significa culpa, debiéndose entender por dicha fórmula una grave
infracción de las normas de cuidado, “un evidente incumplimiento de los más elementales deberes de
prudencia en la conducción de un automotor”. Conducta temeraria equivale a imprudencia “grave” y
conducta imprudente es siempre una conducta temeraria.
Pluralidad de resultados. La agravante concurre cuando el conductor ha provocado la muerte de dos o
más personas, sin que para ello tenga alguna incidencia que el hecho se haya consumado conduciendo
el automotor con exceso de velocidad, bajo la influencia de tóxicos o bebidas alcohólicas, no respetando
las señales de tránsito, etc. Es suficiente con la pluralidad de resultados, pero la concurrencia de dos o
más agravantes no multiplica la penalidad, sino que la gravedad del hecho habrá de medirse con arreglo
a la escala penal de la nueva disposición penal.

LESIONES
El bien jurídico tutelado es la incolumidad personal, entendida esta en el doble aspecto de integridad
fisica o psíquica. En CP clasifica las lesiones en tres categorías: leves, graves y gravísimas, estableciendo
un criterio de distinción en base a la gravedad del resultado (daño sufrido por la víctima).

Lesiones Leves

ARTÍCULO 89. - Se impondrá prisión de un mes a un año, al que causare a otro, en el cuerpo o en la salud, un
daño que no esté previsto en otra disposición de este código.

Los delitos de lesiones son delitos de resultado material, que pueden ser cometidos por via de
comportamientos activos u omisivos, por cualquier medio y por sujetos indeterminados. El sujeto activo
puede ser cualquier persona. El sujeto pasivo puede ser, en principio, también cualquier persona, distinta
del autor.
La acción material del delito consiste en causar (provocar, ocasionar, etc.) a otro daño en el cuerpo o en
la salud. Cualquier medio de comisión es admisible.
El delito puede cometerse por acción o por omisión (omisión impropia). La lesión es un delito de
resultado material e instantáneo. La tentativa resulta irremisiblemente, pero, frente a los casos concretos,
no debe perderse de vista la disposición del art. 104 del CP (abuso de armas) que, en sus dos hipótesis,
tipifica el disparo de arma de fuego contra una persona sin herirla y la agresión con toda arma aunque
no se cause herida.
La magnitud del daño causado carece de importancia a los fines de la consumación del delito.
El concepto básico de lesión que describe el art. 89 se obtiene, normativamente, por exclusión: todo
daño en el cuerpo o en la salud que no esté previsto en otra disposición de este Código es lesión leve.
Por lesión, debe entenderse, todo menoscabo de la integridad corporal o de la salud física o mental de
una persona.
➢ Daño en el cuerpo. Toda alteración anormal en la estructura física o anatómica de una persona. El
daño puede ser externo o interno. El detrimento en la contextura física debe tener incidencia real
en la eficacia vital del cuerpo humano. Por lo tanto, la alteración de una parte del cuerpo que no
afecte esta vitalidad o que no tenga incidencia en ella, no constituye lesión, aunque su comisión
puede dar lugar a otra figura delictiva (injuria real).
➢ Daño en la salud. Es un desorden de carácter fisiológico o psíquico, que afecta el desarrollo
funcional del organismo humano, sea en su aspecto físico como mental. Por lo tanto, cualquier
detrimento o perturbación en el organismo que afecte su desarrollo o equilibrio funcional
constituye un daño en la salud, criterio este que habrá de tenerse en cuenta en la calificación de
hipótesis que pueden generar dudas. Sobre la incidencia del dolor en el tipo de lesión no existe
acuerdo; el dolor, cuando es agudo y prolongado, constituye una verdadera alteración de la salud.
En nuestra opinión, la cuestión debe ser determinada en cada caso en particular.

Lesiones Graves
ARTÍCULO 90. - Se impondrá reclusión o prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una debilitación
permanente de la salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de la palabra o
si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado para el trabajo por más de un mes o le
hubiere causado una deformación permanente del rostro.

La nota característica de este tipo de lesión es el debilitamiento permanente que el daño causa en el
organismo de la víctima.
➢ Debilitamiento permanente de la salud. Es una disminución de la capacidad funcional del
sujeto por un periodo considerable de tiempo. Se trata de una disminución de la vitalidad del
sujeto, que se traduce en la pérdida del vigor o del poder de resistencia de su organismo. El
debilitamiento debe ser permanente, lo cual significa un suceso que si bien tiene relación con
una cuestión temporal, debe ser materia de diagnóstico médico y no sujeto al exclusivo
transcurso del tiempo. La perpetuidad no es condición de la permanencia.
➢ Debilitación permanente de un sentido. Cuando la lesión afecta la aptitud de la función
sensorial que permite la comunicación con el mundo exterior, estamos frente a una debilitación
del sentido.
➢ Debilitación permanente de un órgano. “Órgano” es en un sentido funcional, no anatómico. El
concepto comprende al conjunto de las partes que integran una determinada función. De
manera que si la lesión produce, en determinados casos, la eliminación del órgano pero la función
sigue subsistiendo, resulta encuadrable en el art. 90.
➢ Debilitación permanente de un miembro. Al hablar de miembro, nos referimos a las cuatro
extremidades del cuerpo (con exclusión de la cabeza y el miembro viril). El concepto es
anatómico-funcional y la protección legal se discierne en forma individual para cada miembro, no
por pares. El debilitamiento se produce cuando, con motivo de la lesión, se pierde parcialmente la
función del miembro o su capacidad de servicio.
➢ Dificultad permanente de la palabra. Inconvenientes duraderos que la lesión produce en la
aptitud de las personas para comunicarse con sus semejantes a través del lenguaje oral.
➢ Peligro para la vida del ofendido. El peligro a que alude la norma es un peligro realmente corrido
por la víctima, no presunto. Debe tratarse de un riesgo inmediato de muerte. Debe tenerse en
cuenta, en el juicio de verificación, no necesariamente el medio empleado por el autor en el caso
concreto, sino la lesión misma, es decir, lo que ya se ha producido y no lo que pudo haberse
producido.
➢ Inutilidad para el trabajo. Implica la afectación de la capacidad laboral de la víctima, además de
constituir el límite temporal entre la lesión leve y la grave. El CP utiliza una escala que puede
esquematizarse de la siguiente manera:
○ Inutilidad para el trabajo menor a un mes: lesión leve
○ Inutilidad para el trabajo mayor a un mes: lesión grave
○ Inutilidad para el trabajo permanente: lesión gravísima
El criterio legal es objetivo y hace referencia al trabajo en general, comprensivo del laboral y el
transitorio. No están comprendidos los meros pasatiempos o recreos, ni las actividades
consideradas ilícitas. El término mínimo requerido por la ley debe ser computado de acuerdo con
lo establecido en el art. 6 de CCyCN. El término de un mes puede estar compuesto por más o
menos días según el mes de que se trate.
➢ Deformación permanente del rostro. Es necesario una desfiguración de la fisonomía por
alteración de la simetría del rostro o de una de sus partes. Por “rostro” debe entenderse la parte
anterior de la cara. La deformación del rostro implica, en cualquier caso, la afectación de su
armonía con el cuerpo humano, aun cuando no resulte repugnante para la sociedad.

Lesiones Gravísimas
ARTÍCULO 91. - Se impondrá reclusión o prisión de tres a diez años, si la lesión produjere una enfermedad
mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad permanente para el trabajo, la pérdida de un
sentido, de un órgano, de un miembro, del uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de
engendrar o concebir.

Se caracterizan por la pérdida y la perpetuidad, aspectos que las diferencian de otros tipos de lesiones.
➢ Enfermedad cierta o probablemente incurable. Se entiende por enfermedad, desde el punto de
vista jurídico, toda alteración temporal o permanente del normal funcionamiento de un
organismo humano que precise de asistencia sanitaria y/o de un periodo apreciable de
recuperación espontánea. La ley exige, además, que la enfermedad sea cierta o probablemente
incurable. La persistencia de la enfermedad incurable que desemboca en la muerte de la víctima
no transforma automáticamente el hecho en homicidio, pues la incurabilidad implica un estado o
proceso patológico que comprende la posibilidad de la muerte.
➢ Inutilidad permanente para el trabajo.
➢ Pérdida de un sentido, órgano o miembro o del uso de un órgano o miembro.
➢ Pérdida de la palabra. Pérdida de la posibilidad de articulación, aunque puedan emitir sonidos,
pues lo que verdaderamente importa es el hecho de la comunicación mediante el lenguaje oral,
pudiendo tener su origen en una lesión física o psíquica.
➢ Pérdida de la capacidad de engendrar o concebir. Hace referencia a la eliminación o
desaparición de la función reproductora. Estas consecuencias pueden producirse a través de la
castración, que consiste en la ablación (extirpación) o destrucción de los órganos genitales que
producen en el sujeto la pérdida de la capacidad coeundi o generandi, o por cualquier otro medio
que lleve a idénticos resultados. La agravante alcanza la capacidad reproductora futura o en
formación, pero no a los ancianos o impotentes. No obstante, si la afectación se produce por
ablación de los genitales, la lesión igualmente es gravísima porque implica la pérdida del órgano
de reproducción.

Figuras Agravadas
ARTÍCULO 92. - Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo 80, la pena será: en el caso
del artículo 89, de seis meses a dos años; en el caso del artículo 90, de tres a diez años; y en el caso del artículo
91, de tres a quince años.

Para la aplicación de la agravante es suficiente con que concurra una de las situaciones previstas en el
art. 80; si fueran varias en el mismo hecho, la punibilidad se mantiene (la agravante no se multiplica).

Figuras Atenuadas
ARTÍCULO 93. - Si concurriere la circunstancia enunciada en el inciso 1º letra a) del artículo 81, la pena será: en
el caso del artículo 89, de quince días a seis meses; en el caso del artículo 90, de seis meses a tres años; y en el
caso del artículo 91, de uno a cuatro años.

Se trata de lesiones cometidas en estado de emoción violenta, por lo que resultan de aplicación las
consideraciones realizadas con motivo de analizar este delito.

Lesiones Culposas
ARTÍCULO 94. - Se impondrá prisión de un (1) mes a tres (3) años o multa de mil (1.000) a quince mil (15.000)
pesos e inhabilitación especial por uno (1) a cuatro (4) años, el que por imprudencia o negligencia, por impericia
en su arte o profesión, o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo, causare a otro un daño en el
cuerpo o en la salud.
Si las lesiones fueran de las descriptas en los artículos 90 o 91 y fueren más de una las víctimas lesionadas, el
mínimo de la pena prevista en el primer párrafo, será de seis (6) meses o multa de tres mil (3.000) pesos e
inhabilitación especial por dieciocho (18) meses.

ARTÍCULO 94 bis. - Será reprimido con prisión de uno (1) a tres (3) años e inhabilitación especial por dos (2) a
cuatro (4) años, si las lesiones de los artículos 90 o 91 fueran ocasionadas por la conducción imprudente,
negligente o antirreglamentaria de un vehículo con motor.
La pena será de dos (2) a cuatro (4) años de prisión si se verificase alguna de las circunstancias previstas en el
párrafo anterior y el conductor se diese a la fuga, o no intentare socorrer a la víctima siempre y cuando no
incurriera en la conducta prevista en el artículo 106, o estuviese bajo los efectos de estupefacientes o con un nivel
de alcoholemia igual o superior a quinientos (500) miligramos por litro de sangre en el caso de conductores de
transporte público o un (1) gramo por litro de sangre en los demás casos, o estuviese conduciendo en exceso de
velocidad de más de treinta (30) kilómetros por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho, o si
condujese estando inhabilitado para hacerlo por autoridad competente, o violare la señalización del semáforo o las
señales de tránsito que indican el sentido de circulación vehicular, o cuando se dieren las circunstancias previstas
en el artículo 193 bis, o con culpa temeraria, o cuando fueren más de una las víctimas lesionadas.
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD
SEXUAL
ARTÍCULO 119. - Será reprimido con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare
sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza,
abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que
la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción.
La pena será de cuatro (4) a diez (10) años de reclusión o prisión cuando el abuso por su duración o circunstancias
de su realización, hubiere configurado un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima.
La pena será de seis (6) a quince (15) años de reclusión o prisión cuando mediando las circunstancias del primer
párrafo hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u oral o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o
partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías.
En los supuestos de los dos párrafos anteriores, la pena será de ocho (8) a veinte (20) años de reclusión o prisión
si:
a) Resultare un grave daño en la salud física o mental de la víctima;
b) El hecho fuere cometido por ascendiente, descendiente, afín en línea recta, hermano, tutor, curador, ministro de
algún culto reconocido o no, encargado de la educación o de la guarda;
c) El autor tuviere conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave, y hubiere
existido peligro de contagio;
d) El hecho fuere cometido por dos o más personas, o con armas;
e) El hecho fuere cometido por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus
funciones;
f) El hecho fuere cometido contra un menor de dieciocho (18) años, aprovechando la situación de convivencia
preexistente con el mismo.
En el supuesto del primer párrafo, la pena será de tres (3) a diez (10) años de reclusión o prisión si concurren las
circunstancias de los incisos a), b), d), e) o f).

Abuso Sexual Simple


Está previsto en el INC. 1. El bien juridico protegido en este tipo de abuso sexual es la libertad sexual de
las personas, que se ve agredida en el derecho que cualquiera tiene de realizar su actividad sexual de
acuerdo con su propia voluntad y con relacion a sus propias preferencias personales. Cuando éste recae
sobre un menor de 13 años o de una persona afectada de incapacidad, el atentado menoscaba la
sexualidad en su desarrollo potencial, en el futuro desarrollo personal en el ámbito de la sexualidad.
El abuso sexual es una agresion sexual violenta, distinta del acceso carnal, ejecutada sobre una persona,
contra su propio querer consciente.
Elementos:
I. una conducta abusiva de contenido sexual
II. contacto corporal directo entre el agresor y la víctima
III. que este contacto corporal afecte las partes sexuales del cuerpo de la víctima; no es suficiente la
simple implicación del cuerpo del sujeto pasivo en una acción de contenido sexual
IV. ausencia de consentimiento en la víctima respecto del acto sexual en que se ve involucrada por la
conducta del autor.
Todo abuso sexual supone una conducta de contenido o significacion sexual ejecutada sobre las partes
sexuales de otra persona y, un aprovechamiento, exceso, cosificacion, instrumentalizacion de la victima.
El delito excluye la realización de acceso carnal con la víctima, o la intención de llevarlo a cabo, en cuyo
caso estaríamos en el ámbito de la consumación o de la tentativa del delito previsto en el párrafo 3 del 119
o en el 120.

Son circunstancias de criminalidad del abuso sexual:


A. Que la víctima sea menor de trece años. El legislador ha considerado que una persona menor de
trece años está incapacitada para comprender el sentido del acceso carnal, por el cual no puede
prestar válidamente su consentimiento.
B. Que el delito se haya cometido mediante violencia, amenaza, abuso coactivo o intermediario de
una relación de dependencia, de autoridad o de poder, o aprovechándose de que la víctima no
haya podido consentir libremente la acción.

Abuso Sexual Gravemente Ultrajante


El tipo requiere un comportamiento sexual abusivo que, ya sea por su duración o por ciertas
circunstancias de tiempo, modo, lugar, medio empleado,etc., haya significado un sometimiento
gravemente ultrajante para la víctima. Un sometimiento sexual es gravemente ultrajante para la víctima
cuando afecta su dignidad como persona humana o cuando tiene un particular signo degradante y
envilecedor. Lo que caracteriza a conductas de esta clase es la humillación que causan en sus víctimas.

Abuso Sexual Agravado por el Acceso Carnal (Violacion)


El bien jurídico protegido es la libertad sexual de las personas. El núcleo rector del tipo es el acceso
carnal, que puede ser definido como la penetración del miembro viril del actor en cavidad receptiva de
naturaleza orgánico-funcional, o en el conducto rectal de la víctima, con el propósito de lograr el coito. La
nocion abarca el acceso carnal vaginal y el anal, heterosexual y homosexual.
La penetración forzada del pene en la boca de la víctima configura una hipótesis de violacion, pero el
acto no constituye acceso carnal.
Tanto el sujeto activo como el pasivo de este delito son indiferenciados, sin que importe la edad o el sexo.

Agravantes
1) Por el resultado. Comprende el grave daño en la salud y la muerte de la persona ofendida (art. 124)
a) Grave daño. Es un concepto normativo y, por lo tanto, es siempre una lesión grave o
gravísima. Desde el punto de vista subjetivo, la agravante es de naturaleza
preterintencional, vale decir, que el resultado más grave (culposo) no debe haber sido
querido ni buscado por el autor. Por lo tanto este debe ser entendido, de mayor entidad
que lesiones leves (siempre será una lesión grave o gravísima) y que debe afectar el cuerpo
de la víctima o su salud mental.
b) Muerte de la víctima. Se trata de un resultado preterintencional no conectado
subjetivamente al autor. Esta debe resultar de algunas de las conductas previstas en los
arts. 119 y 120, esto es, debe ser una consecuencia del propio abuso sexual, del
sometimiento sexual gravemente ultrajante o del acceso carnal y en todas estas hipotesis
no debe haber estado prevista por el autor.
2) Por el parentesco con la víctima.
3) Por la calidad del autor. Queda comprendida en la agravante cualquier actividad ministerial
religiosa, de cualquier jerarquía, careciendo de relevancia el que haya sido o no reconocida como
tal por el Estado. Lo que fundamenta el mayor castigo es la simple calidad del sujeto activo; por lo
tanto, la víctima debe conocer su calidad de tal. En cuanto a la agravante de haber sido el hecho
cometido por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad, el fundamento de la
mayor penalidad reside en la posición de poder o de dominio que representa la autoridad policial
ante los terceros, que ven debilitadas sus defensas frente al ataque sexual de que son objeto. La
agravante solo resulta aplicable si el abuso sexual se lleva a cabo por la autoridad publica, en
ocasion de sus funciones.
4) Por la existencia de ciertos deberes especiales. El fundamento de la agravante debe buscarse en
la violacion de los deberes particulares inherentes al cargo o a las obligaciones asumidas
voluntariamente por el autor.
a) Encargado de la educación.
b) Encargado de la guarda. Es aquel a cuyo cargo está el cuidado del sujeto pasivo, sea que la
relación provenga de un acto jurídico o de una mera situación de hecho. Esta relación
puede ser transitoria o permanente, pero no meramente circunstancial. El encargo
significa tener a cargo o bajo el propio dominio o poder el cuidado de la víctima.
5) Por la patología del autor. Tiene relación con los párrafos 2 y 3 del art. 119 (sometimeinto sexual
gravemente ultrajante y abuso sexual agravado por el acceso carnal) y no con el abuso sexual
simple. El autor debe tener conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión
sexual grave contagiosa y que se encuentra en actividad. Además, la conducta sexual tuvo que
haber creado concretamente el peligro de contagio en la otra persona. Se trata de una figura de
peligro concreto.
6) Por el número de autores. Para que resulte aplicable en el hecho deben haber intervenido como
mínimo dos personas, sin límite de máximo. El fundamento de la agravante debe buscarse en la
menor posibilidad de defensa que experimenta la víctima frente a un hecho de plural
participación y en la mayor potencialidad lesiva para el bien jurídico que importa el ataque de un
grupo de personas. Lo que importa es el número, no la capacidad penal de los intervinientes. Es
suficiente con que solo uno de ellos haya cometido la agresión sexual.
7) Por el medio empleado. El fundamento reside en el incremento del peligro corrido por la víctima
del ataque sexual, no sólo en relación con el bien jurídico específico protegido, sino con otros
bienes cuya integridad también corre peligro. La agravante comprende las armas propias e
impropias, de fuego o de disparo.
8) Por la edad y situación de la víctima. Para su configuración requiere un menor de 18 años, una
situación de convivencia con el sujeto pasivo que sea preexistente al hecho mismo, y el
aprovechamiento de tal situación por parte del autor. La situación de convivencia puede ser
transitoria o permanente. La convivencia implica algo más que el “estar o permanecer en el
mismo lugar que el autor”, se trata de una situación que tiene como presupuesto una comunidad
de intereses, de afectos y de situaciones compartidas que son similares a las de una familia, que
puede estar formalmente constituida o conformar simplemente una unión de hecho
convivencial. La agravante solo resulta aplicable en la medida en que el autor se aproveche de la
situación de convivencia, vale decir, se prevalezca o utilice las ventajas que tal situación le brinda
para consumar el abuso sexual. Se trata de un elemento subjetivo que acompaña el obrar del
autor, sin el cual la figura resulta excluida.

Delitos relativos a la corrupción y prostitucion de menores.


ARTÍCULO 125. - El que promoviere o facilitare la corrupción de menores de dieciocho años, aunque mediare el
consentimiento de la víctima será reprimido con reclusión o prisión de tres a diez años.
La pena será de seis a quince años de reclusión o prisión cuando la víctima fuera menor de trece años.
Cualquiera que fuese la edad de la víctima, la pena será de reclusión o prisión de diez a quince años, cuando
mediare engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier otro medio de intimidación o coerción, como
también si el autor fuera ascendiente, cónyuge, hermano, tutor o persona conviviente o encargada de su educación
o guarda.

Desde una perspectiva jurídica, podría definirse la corrupción como un estado, que implica la
deformación del sentido naturalmente sano de la sexualidad. El acto corruptor implica la realización de
actos sexuales prematuros (antes de su debido tiempo, precozmente), perversos (significación depravada
o lujuriosa) y excesivos lujuria desmedida o extraordinaria).
La corrupción no implica en sí misma una acción física sobre el cuerpo de la víctima; no es un hecho, un
acto material, sino una acción de contenido psicológico que produce una alteración en la psique de la
persona con relación a su sexualidad natural.
Las conductas típicas consisten en promover o facilitar la corrupción de un menor de dieciocho años de
edad. Promover significa incitar o llevar inicialmente a la víctima hacia una actividad sexual depravada o
desviada de su sentido natural.Es susceptible de grados (puede corromperse lo que ya está corrupto). La
promoción de la corrupción es siempre activa (delito de pura actividad). La conducta admite tanto
acciones de tipo material (sobre el cuerpo de la víctima) como intelectuales (p. ej., consejos, ejemplos,
exhibiciones, enseñanzas), siempre que estén directamente conectadas al acto corruptor. Facilitar
significa hacer
más fácil o posible la corrupción del menor. La conducta puede representarse a través de diversas
modalidades. La facilitación admite las formas activa y omisiva (omisión impropia) y sólo es posible a
partir de una víctima que busca su autocorrupción. Sujetos activo y pasivo puede ser cualquier persona.
Se trata de un delito de consumación anticipada, de peligro concreto. Por su propia naturaleza, la
conducta debe ser idónea para pervertir el instinto sexual del menor, pero ello no es suficiente. El delito
se satisface con el dolo directo. Aun tratándose de un delito de pura actividad, para la perfección típica no
es suficiente con la realización de una acción potencialmente peligrosa para la sexualidad del sujeto
pasivo, sino que a ello debe sumarse una finalidad concreta: el logro de la corrupción de la víctima. La
tentativa no es posible. El consentimiento de la víctima carece de relevancia en la figura básica. Ahora
bien, si el consentimiento es arrancado por el empleo de alguno de los medios previstos en el párr. 3° del
art. 125, el hecho se desplaza hacia esta agravante. 1) el engaño, que consiste en las maniobras o
maquinaciones realizadas eficazmente por el autor, que determinan un error en el sujeto pasivo y
permiten el logro de los actos de depravación; 2) la violencia y la amenaza; 3) el abuso de autoridad, que
supone una relación de poder o mando entre el autor y la víctima, que coloca a ésta en una situación de
inferioridad y de la cual se aprovecha o abusa el agente para someterla a su accionar depravador; se trata
de un caso de temor frente a la figura de la autoridad jerarquizada, y 4) cualquier otro medio de
intimidación o coerción, expresión que hace referencia a una actitud similar a la amenaza que hemos
estudiado en los abusos sexuales. La coerción implica siempre un acto compulsivo hacia la víctima, que
la obliga o somete, por el temor de sufrir el daño anunciado, a la acción corruptora del autor.

La Explotacion de la Prostitucion Ajena


La prostitución puede ser definida como el trato sexual, promiscuo, habitual y por precio. El simple
ejercicio de la prostitución no es punible como delito en nuestro ordenamiento (aunque puede significar
una contravención).

ARTICULO 125 bis — El que promoviere o facilitare la prostitución de una persona será penado con prisión de
cuatro (4) a seis (6) años de prisión, aunque mediare el consentimiento de la víctima.

La aplicación de una pena a la promoción o al favorecimiento del ejercicio "voluntario" de la prostitución


de una persona mayor de 18 años de edad, sea por ofrecimiento de un tercero (proporcionar el lugar:
tercería locativa) o por pedido del propio sujeto prostituido, sin que en la realización de las conductas
típicas el autor haya empleado algún medio que anule o limite la voluntad o libertad del sujeto pasivo en
el proceso de toma de decisión, vulnera el principio de reserva o de autonomía personal establecido
como principio cardinal del Estado de Derecho en el art. 19 de la Const Nacional. El bien jurídico
protegido es la libertad de autodeterminación sexual de la persona titular de ese tal bien jurídico. el art.
125 bis del Cód. Penal, en su actual redacción, no comprende un supuesto de explotación sexual coactiva
o abusiva de la prostitución ajena, particularmente por dos razones: una, porque bien puede suceder que
el autor no persiga ninguna ventaja o interés (ni lucrativo ni de otra naturaleza) al facilitar el ejercicio de la
prostitución del tercero; la otra razón reside en que el tipo penal no exige a concurrencia de ningún
medio que implique la anulación o restricción de la voluntad de la persona prostituida, de manera que
pudiera justificarse, por tal motivo, la intervención penal. Desde nuestro punto de vista, la intervención
-lucrativa o no- en el ejercicio de la prostitución adulta consentida, que por definición excluye la
concurrencia de medios engañosos, violentos o abusivos (caso previsto por el art. 125 bis), debe quedar al
margen de la intervención del derecho penal.

ARTÍCULO 126 — En el caso del artículo anterior, la pena será de cinco (5) a diez (10) años de prisión, si
concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima.
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o conviviente, tutor, curador,
autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de la educación o de la guarda de la víctima.
3. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15) años de prisión.

ARTICULO 127 — Será reprimido con prisión de cuatro (4) a seis (6) años, el que explotare económicamente el
ejercicio de la prostitución de una persona, aunque mediare el consentimiento de la víctima.
La pena será de cinco (5) a diez (10) años de prisión, si concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso de
autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima.
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o conviviente, tutor, curador,
autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de la educación o de la guarda de la víctima.
3. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15) años de prisión.

El bien jurídico tutelado es la libertad sexual de la persona que ejerce la prostitución, interés que sólo
puede ser disponible por su titular, y como el tipo regula un caso de "ejercicio libre de dicha actividad'. El
tipo básico que estamos analizando no prevé el uso abusivo, fraudulento o forzado de la prostitución
ajena, sino que, por el contrario, la conducta de "explotar" implica, simplemente, el aprovechamiento, no
de una situación de necesidad o vulnerabilidad en que podría encontrarse la persona prostituida, sino de
las ganancias o ventajas económicas que surge del ejercicio de dicha actividad, que son conocidas y
consentidas por aquella. Por lo tanto, el tipo penal no contiene (o exige) un plus adicional de lesividad
mayor que el que deriva del mero lucro o ventaja económica que se obtiene de la prostitución
ajena, todo lo cual conduciría a la atipicidad de la conducta por inexistencia de ofensa al bien jurídico
protegido.

En lo que respecta al rufianismo y al proxenetismo -y, en general, a los delitos relacionados con la
prostitución, se tiene dicho que: Estas conductas no implican, aunque puedan concurrir, las de
forzamiento,
tráfico, tercería coactiva, en la prostitución; si así sucediera, bastaría con castigarlas de ese modo.
Por lo tanto, interpretamos que la situación que regula el primer párrafo del artículo 127, consistente en
una actividad sexual retribuida realizada por una persona mayor de edad, debe quedar marginada del
derecho penal.

Grooming
ARTÍCULO 131. - Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de
comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a
una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.

son elementos del delito:


1) Contactar (comunicarse, relacionarse, conectarse, etc.) a un menor de edad, que es la acción que
nuclea el tipo penal.
2) Recepción (tomar conocimiento) de la comunicación por parte del menor.
3)Uso de Internet, teléfono o de cualquier otra tecnología de información y comunicación.
4)Finalidad de cometer un delito sexual, de los previstos en los arts. 119 a 130 CP.

En cuanto a los sujetos del delito, se infiere del texto del art. 131 que se trata de un delito de titularidad
indiferenciada, que puede ser cometido por cualquier persona (adulta o no), sin que se requiera en el
autor cualidades o condiciones especiales. Sujeto pasivo debe ser un menor de edad (menor de
18 años).
Los medios de comunicación son las comunicaciones electrónicas, de telecomunicaciones y/o cualquier
otra tecnología de transmisión de datos.

Subjetivamente el grooming es un delito doloso, de dolo directo, pero -por tratarse de un delito de
tendencia, mutilado de dos actos- demanda para su perfección la concurrencia de un elemento subjetivo
del tipo, ultraintencional, que acompaña al dolo: la finalidad de cometer un delito sexual en perjuicio del
menor de edad. No obstante tratarse de un acto preparatorio de un delito sexual convertido en delito, se
consuma con el logro del contacto con el menor. El ejercicio de la acción penal es pública (art. 71 CP),
pudiendo ser promovida de oficio por el Ministerio Público Fiscal. La prescripción de la acción penal se
produce a los cuatro años.
Delitos contra la Propiedad
En términos penales el concepto propiedad es más amplio que el civil; también abarca la tenencia,
posesión, de la cosa.
La cosa mueble comprende tanto las cosas muebles que define el CCyC como determinados bienes
inmuebles por su naturaleza (ej. tierra) y cosas muebles por accesión.
Ajena: que no sea propia y pertenezca a alguien.
● Res Nullius
● Res Derelictae
● Cosas perdidas/olvidadas
Excusa Absolutoria: en determinados casos (Art. 185), no hay punibilidad. El legislador prioriza los
vínculos ante delitos no tan graves. No se aplican a los extraños que participen en el delito.
Hay delitos no punibles.

HURTO

Hurto Simple
ARTÍCULO 162. - Será reprimido con prisión de un mes a dos años, el que se apoderare ilegítimamente de una
cosa mueble, total o parcialmente ajena.-

El bien protegido es la tenencia de las cosas muebles. El delito requiere el actual mantenimiento
corporal de la cosa, que constituye la tenencia, por parte de alguien. Tenencia quiere decir “tener la cosa
bajo poder”, lo cual implica que, para la perfección del delito, debe haberse operado la transferencia de la
cosa del “poder” del tenedor al “poder” del ladrón. Esta situación de poder se manifiesta en el preciso
instante en que el agente tiene la “posibilidad inmediata de realizar materialmente sobre la cosa actos
dispositivos, posibilidad de la que se carecía antes de la acción, porque la cosa estaba en poder de otra
persona, fuese poseedor o simple tenedor”.
● Para la teoría de la disponibilidad, el apoderamiento exige que el autor haya tenido la posibilidad
de “disponer” de la cosa, aunque sea por breve tiempo. La conducta importa la posibilidad
inmediata de realizar materialmente sobre la cosa actos dispositivos. En consecuencia, el
desplazamiento de la cosa en el espacio no es el criterio del hurto, sino el desplazamiento del
sujeto que puede realizar actos de disposición. El hurto exige el desplazamiento o traspaso
material de este a aquel, no ya de la cosa sino de su disponibilidad física, esto es, de la posibilidad
de ejercer sobre ella actos dispositivos o de disposición material. Todo lo que no alcance este
resultado podrá o no ser tentativa, pero seguro no es delito consumado de hurto.
● La teoría del desapoderamiento, considera que es suficiente para que se perfeccione el delito que
el ladrón haya privado a otro de la posesión corporal de la cosa, con la intención de apoderarse de
ella. Para esta teoría el delito consiste en quitar la cosa de quien la poseía, con la intención de
disponer de ella.
En nuestra opinión, creemos que la teoría de la disponibilidad consulta con mayor precisión las
exigencias del tipo delictivo.
- Tiene los elementos normativos “cosa mueble” y “ajena”
- La cosa debe ser total o parcialmente ajena
- Verbo típico: apoderare ilegítimamente
- Figura dolosa
- Momento consumativo:
- Teoría Aprehensión Rei: puesta de mano sobre la cosa.
- Teoría Amotio: tocar y remover la cosa.
- Teoría Ablatio + disponibilidad: el autor saca la cosa de la esfera de custodia o vigilancia de
quien la tiene, y desapodera a la persona de ese objeto. Dispone de la cosa a su
voluntad/ejerce poder de disposición.
- Apoderamiento ilegítimo: sin derecho.
- Hurto de uso: tiene la cosa y la usa.
- Propio: apoderamiento legítimo y uso de la cosa.
- Impropio: hurta con intención de devolver la cosa.

Hurtos Agravados
ARTÍCULO 163. - Se aplicará prisión de uno a seis años en los casos siguientes:
1º Cuando el hurto fuere de productos separados del suelo o de máquinas, instrumentos de trabajo o de productos
agroquímicos, fertilizantes u otros insumos similares, dejados en el campo, o de alambres u otros elementos de los
cerco.
2º Cuando el hurto se cometiere con ocasión de un incendio, explosión, inundación, naufragio, accidente de
ferrocarril, asonada o motín o aprovechando las facilidades provenientes de cualquier otro desastre o conmoción
pública o de un infortunio particular del damnificado;
3º Cuando se hiciere uso de ganzúa, llave falsa u otro instrumento semejante o de llave verdadera que hubiere
sido substraída, hallada o retenida;
4º Cuando se perpetrare con escalamiento.
5º Cuando el hurto fuese de mercaderías u otras cosas muebles transportadas por cualquier medio y se cometiere
entre el momento de su carga y el de su destino o entrega, o durante las escalas que se realizaren
6º Cuando el hurto fuere de vehículos dejados en la vía pública o en lugares de acceso público.
➔ Hurtos Campestres. Los objetos deben ser:
I. Hurto campestre propiamente dicho, cuando el hurto se relaciona con productos
separados del suelo, dejados en el campo. Para la ley es suficiente con que estén
“separados” del suelo, es decir, juntados, amontonados, cosechados, etc. Queda fuera de la
disposición todo aquello que no sea un producto del suelo, como la miel de las colmenas o
los productos de los animales. La separación debe ser obra humana. Para que concurra la
agravante, los productos separados del suelo deben haber sido dejados en el campo, es
decir, en situación en la que el tenedor no pueda ejercer la vigilancia inmediata sobre el.
Por “campo” debe entenderse todo lugar fuera del radio poblado y alejado de sitio
habitado, o de sus dependencias y recintos habitados: corrales, establos, galpones,
pequeños cercados inmediatos a la casa.
II. Hurto de maquinarias o instrumentos de trabajo. La acción recae sobre “las máquinas o
instrumentos de trabajo”, que puede tratarse de distintos elementos de cualquier
naturaleza, incluso automotores, pero deben estar destinados a las tareas propias del
campo. También comprende el hurto de cualquier otro instrumento que no cumpla
mecánicamente la función de multiplicar o desplegar la fuerza humana (ej. guadañas,
hoces, puntales, lonas), siempre que estén destinados a la producción, recolección,
extracción o separación, de los productos del suelo. La acción furtiva puede afectar a la
totalidad o parte de la maquinaria o del instrumento. Al momento del apoderamiento la
cosa debe haberse encontrado en el campo por haber sido dejada en tal lugar.
III. Hurto de productos agroquímicos, fertilizantes u otros insumos similares. Se trata de una
regulación abierta que permite la incorporación de nuevos productos o especialidades que
la ciencia y la técnica vayan descubriendo y elaborando.
IV. Hurto de elementos de los cercos. Tiene su razón de ser en la función rural que cumplen
los cercos, y no en la función demarcatoria o de deslinde natural de los fondos. De manera
que la agravante sólo concurre cuando el cerco está cumpliendo esa función y no otra.
Comprende todo tipo de cerco, no solo aquel que está hecho de alambre. La norma
vigente no requiere la destrucción total o parcial del cerco para tener por consumado el
hurto calificado; es suficiente con el apoderamiento ilegítimo de sus elementos, “aunque
con la conducta típica se produzca la destrucción total o parcial”, de manera que también
se configura un hurto simple si el apoderamiento recae sobre un cerco que estaba ya
destruido total o parcialmente.
➔ Hurto Calamitoso. La agravante tiene en cuenta la menor defensa privada frente a estos
infortunios y, la mayoría criminalidad subjetiva que muestra quien se vale de miserables
ocasiones para robar a las víctimas de la calamidad. La ley prevé dos hipótesis: el hurto cometido
con ocasión y aprovechamiento las facilidades provenientes de un desastre o conmoción pública,
y el hurto cometido con ocasión y aprovechamiento las facilidades provenientes de un infortunio
particular ( ni antes ni después, sino mientras se está produciendo el desastre o la conmoción
pública). el “desastre público” es un suceso dañoso de grandes proporciones, cuyos efectos recaen
sobre un número indeterminado de bienes y personas. La “conmoción pública” es también un
acontecimiento de gran magnitud que se caracteriza por hechos violentos, perturbaciones,
alborotos, corridas, etc., que originan confusión y pesadumbre en un vasto sector de la
comunidad. El “infortunio particular” es una situación de desgracia o aguda aflicción, física o
espiritual, por la que atraviesa una persona. El infortunio debe ser del “damnificado” por el hurto,
no de otra u otras personas. El hurto se califica si el autor ha aprovechado las facilidades que esas
situaciones le ha brindado.
➔ Hurto con Ganzúa o Llave Falsa. La cosa objeto del delito debe encontrarse en un lugar cerrado o
unida a otros elementos que impidan o dificulten su apoderamiento. Es un presupuesto de la
agravante que la cosa esté protegida por una cerradura con la llave echada. Después de la
reforma de la ley puede tratarse de un lugar, que sea un recinto de cualquier material, o un
contenedor de cualquier especie, así como cualquier instrumento que se oponga a la sustracción
por medio de cerraduras que unen la cosa a otras. Ganzua es todo objeto o instrumento que, sin
ser llave, permite, mediante maña o destreza abrir las cerraduras (ej. un alambre doblado en la
punta o bien de otros objetos que cumplen la misma función de abrir la cerradura). Llave falsa es
aquella que no está específicamente destinada por su dueño para abrir la cerradura, pero
también es falsa la “llave verdadera” sustraída, hallada o retenida. Se realiza la agravante cuando
se emplean estos instrumentos tanto para penetrar al lugar en donde se encuentra la cosa objeto
de la sustracción como para salir de este con la cosa sustraída.
➔ Hurto con Escalamiento. La agravante se funda en la inutilidad de la defensa privada, frente a la
habilidad del ladron para violar el recinto donde se encuentra la cosa, que revela su mayor
peligrosidad al vencer las defensas opuestas para evitar el apoderamiento. El código no define el
escalamiento pero ha prevalecido la idea de que abarca a “toda penetración por una vía que no
está destinada a servir de entrada”. Lo que importa para que concurra esta calificante es “vencer”
una defensa, un obstáculo que ha sido predispuesto como resguardo de la cosa y para lo cual el
ladrón debe realizar un considerable esfuerzo, habilidad o maniobra. Subjetivamente, el
escalamiento debe haberse hecho para hurtar. No se da la agravante si se escala para salir con
una cosa hurtada. La defensa de la cosa debe ser real, efectiva, no meramente simbólica o
decorativa; tampoco debe verse debilitada por la propia obra del dueño. Determinar cuál es la
altura o la profundidad apropiadas, así como el esfuerzo realizado o la maña empleada para
vencer los obstáculos, constituyen cuestiones de hecho que deben ser apreciadas en cada caso
en particular.
➔ Uso de Cosas Transportadas. La razón de la agravante radica en la menor protección que ciertas
cosas tienen por el lugar en donde se encuentran y por el momento en que se lleva a cabo el
ilícito, circunstancias que aumentan los riesgos propios de una viaje y que impiden una eficaz
vigilancia privada. El delito requiere la concurrencia de distintos elementos: uno, que la
sustracción recaiga sobre “mercaderías” o bien sobre otras cosas muebles transportadas y el otro
elemento reside en que el hurto se cometa entre el momento de la carga de las cosas y el de su
destino o entrega, o durante las escalas que se realicen. No califica el hurto de las mercaderías
que aún se encuentren en el depósito, mientras no haya dado comienzo el proceso de carga. No
están comprendidos el transporte a pie o por medio de animales o artefactos mecánicos.
➔ Hurto de Vehículos Dejados en la Vía Pública o en Lugares de Acceso Público. “Vehículo” es todo
artefacto o medio de traslación que se utiliza para el transporte de personas o cosas y que se
desplaza por tierra, aire o agua. El término abarca a toda clase de vehículos, aunque no sean de
los propulsados a motor, por ejemplo, la bicicleta o el triciclo, siempre que sirvan para el
transporte de objetos o de personas. El hurto se agrava sólo si el vehículo fue dejado por su dueño
o tenedor, en la vía pública o en un lugar de acceso público, sin ningún tipo de custodia que
implique una defensa de la cosa. Si el vehículo está estacionado en la vía pública con una persona
en el interior, no se da el agravante.

ARTÍCULO 163 bis — En los casos enunciados en el presente Capítulo, la pena se aumentará en un tercio en su
mínimo y en su máximo, cuando quien ejecutare el delito fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad,
policiales o del servicio penitenciario.
➔ Agravante por la condición del Sujeto Activo. La razón del agravante no reside únicamente en la
calidad del autor, sino en la circunstancia de que dicha investidura facilita la perpetración del
delito y dificulta las tareas de investigación. Pueden ser autores quienes se encuentren fuera de
servicio, de licencia o sometidos a algún procedimiento administrativo o judicial, no así los que
han sido exonerados de la fuerza o dados de baja, lo que han renunciado al cargo o función
pública desempeñados o están gozando del retiro efectivo, pues han perdido la calidad que los
califica; no quedando alcanzados los meros partícipes, los instigadores y los encubridores, porque
estos no ejecutan el hecho sino que solo intervienen, en algún grado o tiempo, en su comisión o
con posterioridad a él.

ROBO
El robo es un delito que responde típicamente a la estructura básica del hurto (apoderamiento,
ilegitimidad, cosa mueble ajena), y a cuya textura se agregan, como modalidades comisivas, la fuerza en
las cosas y la violencia física en las personas.

Figura Básica
ARTÍCULO 164. - Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que se apoderare ilegítimamente de una
cosa mueble, total o parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o con violencia física en las personas, sea que la
violencia tenga lugar antes del robo para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar
su impunidad.
La acción típica en el robo consiste en apoderarse ilegítimamente de una cosa mueble, total o
parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o violencia física en las personas.
I. Fuerza en las cosas. La fuerza no se ejerce en la cosa sino en razón de la cosa. La fuerza es una
energía física, que puede ser humana o artificial, y que produce en la cosa un cambio, un daño o
un movimiento. Con arreglo al texto legal, la fuerza en las cosas sólo convierten el hurto en robo
cuando se ejerce durante los actos de apoderamiento, quedando excluida aquella que es
desplegada después del apoderamiento, quedando excluida aquella que es desplegada después
del apoderamiento para lograr la impunidad o para obtener la cosa. La idea de fuerza requerida
por la ley exige la coexistencia de una cosa que le oponga resistencia, sin que importe si el uso de
esa fuerza es ordinaria o extraordinaria. La fuerza que transforma el hurto en robo es toda aquella
“necesaria” para vencer materialmente la resistencia al apoderamiento.
II. Violencia física en las personas. El concepto abarca los medios hipnóticos y narcóticos. La
violencia implica el desarrollo de una actividad física “efectiva”, real, sobre la víctima. Con arreglo
al texto legal, la violencia puede tener lugar antes del robo, en el acto de cometer el robo o
después de cometido el robo para procurar su impunidad. La violencia implica siempre un
despliegue de energia para vencer materialmente la resistencia opuesta por el sujeto pasivo, sea
en actual ejecucion (para hacerla cesar) o destinado a evitar que la persona sobre la que recae
pueda, de manera eventual, ponerla en ejecucion cuando todavia no lo ha hecho, con lo cual el
robo se da igualmente cuando el agente ejerce violencia sobre quien esta incapacitado para
desplegar resistencia.

AGRAVANTES

Robo con Homicidio


ARTÍCULO 165. - Se impondrá reclusión o prisión de diez a veinticinco años, si con motivo u ocasión del robo
resultare un homicidio.
Latrocinio. Es compatible con el dolo de homicidio simple; el autor debía prever que de su accionar
(violencia física, disparo de arma, etc.) “podía resultar” un homicidio (dolo eventual). Si frente a esa
previsión, el autor continuó con su obrar ignorando la posible consecuencia, el homicidio resultante
encaja en los límites de la agravante, por aplicación del dolo eventual. Los resultados culposos no quedan
abarcados por la disposición, sino que deben ser resueltos mediante la aplicación de los principios
generales del concurso de delitos. Las diferencias entre las figuras de los arts. 165 y 80 inc 7, solo pueden
establecerse desde un plano subjetivo. En ambas hipótesis, el agente mata. Pero, si ha matado “para”
robar, el hecho encuadra en la figura del homicidio agravado por conexidad con otro delito; si en cambio,
al robar ha matado, la figura aplicable es la del robo agravado del art. 165. La participación criminal es
posible y se rige por las reglas comunes. La tentativa, en cambio, es difícil de imaginar.

Agravantes
ARTÍCULO 166. -Se aplicará reclusión o prisión de CINCO a QUINCE años:
1. Si por las violencias ejercidas para realizar el robo, se causare alguna de las lesiones previstas en los artículos
90 y 91.
2. Si el robo se cometiere con armas, o en despoblado y en banda.
Si el arma utilizada fuera de fuego, la escala penal prevista se elevará en un tercio en su mínimo y en su máximo.
Si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse de ningún modo por
acreditada, o con un arma de utilería, la pena será de TRES a DIEZ años de reclusión o prisión.

➔ INC. 1: Sólo las lesiones graves y gravísimas califican el robo. Las lesiones leves quedan absorbidas
por la violencia propia que importa la comisión del delito contra la propiedad. El tipo abarca tanto
las lesiones dolosas como culposas, incluso las preordenadas al robo y los resultados
preterintencionales. Producida la lesión, el delito queda consumado, aunque el robo haya
quedado en grado de tentativa. La diferencia con las lesiones agravadas del art. 92 reside en el
tipo subjetivo. En el delito contra la integridad personal, el autor lesiona “para” preparar, facilitar,
consumar u ocultar otro delito, asegurar sus resultados o procurar impunidad, o “por” no haber
logrado el fin propuesto. En esta modalidad, el autor lesiona para consumar el robo (quiere la
acción y el resultado); en el delito contra la propiedad, el autor quiere el robo (la cosa), pero
pueden no figurar en su previsión los resultados más graves.
➔ INC. 2: Con respecto al fundamento de la agravante, la doctrina desarrolló una teoría subjetiva (el
fundamento del mayor reproche estaría dado por el mayor poder intimidatorio que produce el
empleo de un arma y el mayor estado de indefensión que provoca en la víctima, sin que adquiera
relevancia la capacidad operativa-funcional del arma) y otra objetiva (atiende al “peligro concreto
y real” corrido por la víctima, ante el empleo de un arma que aumenta el poder ofensivo del
agente, circunstancia que requiere la concurrencia de un instrumento funcionalmente operativo
(arma apta para el disparo) y que se encuentre cargada al momento del hecho o con
posibilidades de ser cargada al momento del hecho o con posibilidades de ser cargada en tal
momento). Para nosotros, las razones que se conjugan para intensificar la pena son, por un lado, el
mayor poder intimidante del arma y, por otro, el peligro que constituye para el agravio la
utilización del arma por parte del agente. No resulta suficiente para configurar la agravante la sola
portación del arma, salvo que ella sea significativa o se encuentre exhibida de modo ostensible
que demuestra que va a ser usada. La utilización del arma con anterioridad a esos actos ejecutivos
o con posterioridad, no sirve para calificar, sino que deja vigente la figura del art. 164.

ARTÍCULO 167. - Se aplicará reclusión o prisión de tres a diez años:


1º. Si se cometiere el robo en despoblado;
2º. Si se cometiere en lugares poblados y en banda;
3º. Si se perpetrare el robo con perforación o fractura de pared, cerco, techo o piso, puerta o ventana de un lugar
habitado o sus dependencias inmediatas;
4º. Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en el artículo 163.

➔ INC. 1: la razón del incremento en la penalidad se debe al mayor desamparo que tienen las
personas o las cosas en lugares que, por sus propias características, revelan una menor posibilidad
de auxilio o socorro. La noción de despoblado admite una concepción absoluta (exige que el lugar
donde se cometió el delito esté fuera del radio poblado) y otra relativa (requiere que el lugar, fuera
del radio poblado, por sus características impida que la víctima pueda recibir el auxilio de otras
personas). Despoblado quiere significar que el lugar de comisión del delito, además de estar fuera
del radio poblado, debe revelar una carencia de posibilidades de asistencia o apoyo a la víctima o
a las cosas por parte de otras personas.
➔ INC. 2: la razón de agravación es la situación de indefensión de la víctima o de la cosa, se une el
mayor poder vulnerable de la actuación de la banda. Por banda debe entenderse el conjunto de
tres o más individuos que integran una asociación criminal, con objetivos preconcebidos para
cometer toda clase de delitos en forma indeterminada. El grupo de personas que constituye la
banda, debe participar en los actos ejecutivos del robo para que resulte aplicable la agravante. El
robo tiene que haber sido “cometido” en banda. Un lugar poblado es todo sitio dentro del radio
urbano en los cuales la víctima o sus bienes pueden contar con el auxilio o el apoyo de otras
personas.
➔ INC. 3: la fractura o efracción solo califica el robo si se lo comete en un lugar habitado o en sus
dependencias inmediatas. Esto es por un doble motivo: porque se trata de una exigencia expresa
del tipo y porque el fundamento de la mayor penalidad no radica en la sola destrucción de la cosa
sino en la violacion del derecho a la intimidad de la víctima, que se ve afectado por los actos de
fuerza provenientes del accionar del ladrón que vencen las defensas materiales predispuestas
para su resguardo. Lugar habitado es aquel que está destinado o sirve efectivamente de morada,
permanente o transitoria, a una persona, aunque ésta esté ausente al momento de producirse el
robo. El abandono del lugar, sea temporario o definitivo, excluye la agravante. Las dependencias
inmediatas son aquellos espacios accesorios a la vivienda, que forman parte integrante de ella.
Por perforación debe entenderse la acción de agujerear una cosa, atravesándola totalmente, de
lado a lado. Por fractura, la acción y efecto de romper o quebrar con esfuerzo una cosa. La
efracción que califica el robo es la que se realiza tanto para entrar como para salir del domicilio. La
acción destructora del ladrón puede producirse sobre la totalidad de estos elementos o sólo sobre
alguna de sus partes. Tanto el tipo consumado como la tentativa de robo calificado absorben el
daño causado en las cosas. El daño queda consumado típicamente cuando se independiza de los
actos de apoderamiento.
➔ INC. 4: encuentra su configuración típica en la fuerza o en la violencia anterior, concomitante o
posterior al apoderamiento en cuanto estén preordenadas a él.

ARTÍCULO 167 bis — En los casos enunciados en el presente Capítulo, la pena se aumentará en un tercio en su
mínimo y en su máximo, cuando quien ejecutare el delito fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad,
policiales o del servicio penitenciario.
➔ Justifica el mayor reproche penal teniendo en cuenta no solo la cualificación del sujeto pasivo,
sino la circunstancia de que dicha investidura facilita la perpetuación del delito y dificulta las
tareas de investigación.

EXTORSIÓN

Extorsión Básica o Común


ARTÍCULO 168. - Será reprimido con reclusión o prisión de cinco a diez años, el que con intimidación o simulando
autoridad pública o falsa orden de la misma, obligue a otro a entregar, enviar, depositar o poner a su disposición o
a la de un tercero, cosas, dinero o documentos que produzcan efectos jurídicos.
Incurrirá en la misma pena el que por los mismos medios o con violencia, obligue a otro a suscribir o destruir
documentos de obligación o de crédito.

La acción típica consiste en obligar a otro. La conducta no consiste en intimidar a la víctima sino en
“obligar” a ésta, a través de los medios típicos, a realizar una prestación con significado patrimonial.
La intimidación, la simulación de autoridad pública o la simulación de falsa orden de autoridad pública
son los “medios” de que se vale el autor para compeler a la víctima y lograr la prestación deseada. Lo
relevante es que la intimidación sea “idónea” para atemorizar, es decir, que tenga la aptitud suficiente
para crear en la víctima ese estado de miedo que la obliga a realizar la prestación exigida por el autor.
Además, debe ser “ilegítima”. Pero, si el daño amenazado es en sí mismo justo pero la prestación
indebida es injusta, estaremos ante el tipo de extorsión. El daño amenazado tiene que ser “futuro”. La
simulación de autoridad pública consiste en fingir o aparentar una calidad funcional que no se posee. En
la simulación de falsa orden de autoridad pública, el autor finge la existencia de una orden (mandato o
prohibición) que proviene de una autoridad pública.; en este la autoridad pública puede existir pero la
orden debe ser falsa, ya sea porque la autoridad pública no es verdadera o porque la orden invocada no
corresponde a su competencia funcional.
Los objetos sobre los que recae la extorsión son las cosas, el dinero y los documentos que produzcan
efectos jurídicos. Están comprendidos los documentos informáticos, pero quedan al margen los escritos
o documentos que no poseen efectos jurídicos o que tienen otro efecto distinto, aun cuando
eventualmente puedan ser utilizados en juicio o posean algún valor para el derecho.
Sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, al igual que el sujeto pasivo. Es un delito doloso,
reclamando únicamente el dolo directo, se consuma con el perjuicio patrimonial causado a la víctima. La
consumación no implica necesariamente el logro de provecho alguno por parte del autor o de un
tercero, ni que la cosa haya llegado a su poder. La tentativa es admisible.

Extorsión de Documentos
La diferencia con el tipo básico reside en el empleo de violencia como medio para cometer el ilícito y en
los actos exigidos a la víctima, esto es, la suscripción o la destrucción de documentos de obligación o de
crédito.
La violencia exigida es violencia física.
El documento puede ser público o privado y en cualquiera de ambos supuestos la destrucción o
suscripción de ellas da lugar a un concurso ideal de delitos entre la extorsión que estamos analizando y la
falsedad ideológica del art. 293 o la falsedad impropia del art. 294.
Si se trata de la acción de destruir un documento, el delito se consuma cuando la destrucción se ha
producido. Si se trata, en cambio, de la acción de suscribir un documento, la consumación se realiza
cuando el documento ha salido del poder del firmante.
En ambos casos, la tentativa es posible.
Extorsión Mediante Amenazas al Honor o de Violencia de Secretos
ARTÍCULO 169. - Será reprimido con prisión o reclusión de tres a ocho años, el que, por amenaza de
imputaciones contra el honor o de violación de secretos, cometiere alguno de los hechos expresados en el artículo
precedente.

La diferencia con la figura básica reside en el medio empleado por el autor: se emplean amenazas de
imputaciones contra el honor o de revelación de secretos. carece de importancia que la imputación con
la que se amenaza sea verdadera o falsa.
La criminalidad de la conducta radica en los efectos que el acto extorsivo importa: el temor del sujeto
pasivo a que un aspecto de su vida íntima adquiera notoriedad por la indebida divulgación.
El secreto puede ser verdadero/existente o no. Este, además, puede pertenecer a la víctima o a un
tercero.

Secuestro Extorsivo
ARTÍCULO 170. - Se impondrá reclusión o prisión de cinco (5) a quince (15) años, al que sustrajere, retuviere u
ocultare a una persona para sacar rescate. Si el autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a ocho
(8) años.
La pena será de diez (10) a veinticinco (25) años de prisión o reclusión:
1. Si la víctima fuese una mujer embarazada; un menor de dieciocho (18) años de edad o un mayor de setenta
(70) años de edad.
2. Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente; de un hermano; del cónyuge o conviviente; o de otro
individuo a quien se deba respeto particular.
3. Si se causare a la víctima lesiones graves o gravísimas.
4. Cuando la víctima sea una persona discapacitada; enferma; o que no pueda valerse por sí misma.
5. Cuando el agente sea funcionario o empleado público; o pertenezca o haya pertenecido a alguna fuerza de
seguridad u organismo de inteligencia del Estado.
6. Cuando participaran en el hecho tres (3) o más personas.
La pena será de quince (15) a veinticinco (25) años de prisión o reclusión si del hecho resultare la muerte de la
persona ofendida, como consecuencia no querida por el autor.
La pena será de prisión o reclusión perpetua si se causara intencionalmente la muerte de la persona ofendida.
La pena del partícipe que, desvinculándose de los otros, se esforzare de modo que la víctima recupere la libertad,
sin que tal resultado fuese la consecuencia del pago del precio de la libertad, se reducirá de un tercio a la mitad.

Es un delito pluriofensivo que se caracteriza por una ofensa al patrimonio a través de un atentado a la
libertad individual. Puede ser sujeto activo o pasivo cualquier persona.
La acción material del delito consiste en sustraer, retener u ocultar a una persona para obtener un
rescate.
★ Sustraer: apartar a la persona del sitio en donde se hallaba como sacarla o separarla de la esfera
de custodia en la que se encontraba.
★ Retener: mantener a la persona fuera de esa esfera de custodia.
★ Ocultar: esconder a la víctima.
El precepto exige que el secuestro se materialice para sacar rescate, esto es, obtener un precio (dinero u
otra prestación económica) por la libertad del secuestrado. El tipo se satisface con la sola finalidad del
agente de lograr el rescate esperado, se trata de un tipo subjetivamente configurado que requiere de un
elemento subjetivo específico de índole tendencial o finalista.
Se tratara de un tipo mutilado de dos actos o de un delito de resultado cortado. El delito es compatible
solo con el dolo directo, y se consuma con el secuestro de la persona. La obtención del rescate, desplaza
la figura básica al tipo agravado previsto en la segunda parte del art. 170. La tentativa resulta admisible en
todas las formas típicas.

Atenuante
El párrafo 6 reduce la pena del partícipe de un tercio a la mitad. Se trata de buscar una solución
“normativa” para aquellos que tienen cierta intervención en el secuestro, instándolos a prestar una
colaboración activa en la liberación de la persona secuestrada. La norma solo beneficia a los partícipes y
dicho beneficio se encuentra condicionado a que las personas “delatadas” tengan una responsabilidad
mayor en el hecho que la del aportante de la información. La reducción de la pena solo tiene
operatividad si la víctima ha recuperado su libertad como consecuencia del accionar del arrepentido.

Sustracción de Cadáveres
ARTÍCULO 171. - Sufrirá prisión de dos a seis años, el que substrajere un cadáver para hacerse pagar su
devolución.

La acción material del delito está dada por el verbo “sustraer”, que quiere decir tanto como apoderarse,
apropiarse, quitar, tomar el cadáver del lugar en que se encuentre, etc. No es indispensable que el
agente conserve el cadáver de modo que pueda devolverlo.
Es cadáver, el cuerpo muerto momificado; no así el esqueleto que se encuentra en exposición para su
venta o exhibición, por ejemplo, en librerías especializadas en ciencias médicas, o para observación o
estudio del público en general.
Sujeto activo como pasivo puede ser cualquier persona. Cualquier otra finalidad que no sea la de
obtener un precio en dinero u otro valor de contenido patrimonial excluye el delito.
La sola sustracción sin que concurra el móvil subjetivo previsto en la norma es atípica. La tentativa
resulta admisible.

ESTAFA

El Tipo Penal de Estafa


ARTÍCULO 172. - Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que defraudare a otro con nombre
supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza o aparentando bienes, crédito,
comisión, empresa o negociación o valiéndose de cualquier otro ardid o engaño.

La acción material del delito consiste en defraudar a otro, en emplear un fraude con una finalidad
concreta y determinada: lograr de un tercero una disposición patrimonial que se traduce en la obtención
de un beneficio indebido para el autor y en un perjuicio económico para la víctima o para un tercero. La
defraudación no es más que la causa de un perjuicio patrimonial injusto y el fraude es el medio de que se
vale el autor para conseguir ese resultado.
La “defraudación” es la ofensa a la propiedad que se traduce en una frustración de contenido pecuniario,
vale decir, una disposición de propiedad pecuniariamente perjudicial para la víctima o para un tercero. El
“fraude”, es el ardid o engaño, pero, para que tenga por efecto un acto dispositivo de propiedad
perjudicial, debe operar a través del error del disponente.
Los elementos son:
● Una conducta engañosa que constituye el elemento central del delito
● el error de otra persona, causando por el comportamiento engañoso
● una disposición patrimonial que tiene su causa en el error
● un perjuicio económico para el sujeto pasivo o para un tercero, que es consecuencia del acto de
disposición.
A. El ardid y el engaño. El “ardid” es un artificio empleado hábil y mañosamente para el logro de
alguna cosa; el “engaño”, en cambio, es la falta de verdad en lo que se dice, piensa o hace. Son dos
formas distintas de suscitar un error mediante la modificación de la verdad objetiva, en forma
parcial o total. Que el ardid haya sido o no idóneo para defraudar, no tiene demasiada
importancia. Lo que sí tiene relevancia en la dinámica del delito es que el medio empleado
configure un medio engañoso y que ese medio engañoso haya causado los resultados esperados
por el autor. En cada caso debe establecerse aquella idoneidad en relación a la mentalidad y
condiciones personales de las víctimas. En la estafa, el destinatario del engaño siempre debe ser
una persona física. Cuando la disposición patrimonial ha tenido su causa en un acto derivado de
la negligencia del sujeto pasivo, no se estará ante un ardid o engaño. No habrá estafa por falta de
engaño suficiente, aunque se haya producido un error y, como consecuencia, un perjuicio
patrimonial, si con una diligencia adecuada con las circunstancias el sujeto pasivo hubiera podido
descubrir el ardid y poner al descubierto la acción engañosa. El engaño puede recaer sobre
hechos y también sobre juicios de valor.
B. El error. Es el conocimiento falso sobre algo. Si la conducta engañosa no suscita (crea o refuerza)
un error en la víctima, no es posible hablar de estafa. Solo pueden padecer el error las personas
que tengan el discernimiento necesario para realizar un juicio crítico acerca de la verdad o
falsedad de un hecho. El aprovechamiento del error ajeno preexistente no es típico de estafa,
salvo que concurran las exigencias del art. 175, inc. 2. También queda al margen de la tipicidad el
permanecer indiferente frente a un error precedente, ya que el error no ha sido “causado” por la
conducta del autor. Tanto el sujeto activo como el pasivo deben ser personas físicas. Las máquinas
no pueden ser engañadas ni padecer el error.
C. El acto de disposición. Este debe ser la consecuencia del error padecido por la víctima y la causa
del perjuicio patrimonial. El acto de disposición no exige capacidad jurídica de disponer en el
engaño sino que es suficiente con una simple relación de hecho entre la persona que dispone de
la cosa y el patrimonio ajeno.
D. El perjuicio patrimonial. Implica la disminución de un patrimonio. La estafa requiere, para su
consumación, la producción de un perjuicio económico cierto y real, no meramente hipotético o
de posible concreción. Para su perfección no es necesario que el autor se beneficie con la
defraudación, ni que la lesión patrimonial vaya precedida de un ánimo de lucro. Lo que interesa es
el perjuicio o disminución del patrimonio ajeno. El monto de lo defraudado carece de relevancia a
los fines de la consumación del delito. Solo puede tenerse en cuenta como dato relevante a los
fines de la cuantificación de la pena. El perjuicio puede recaer sobre todo tipo de cosas y
derechos, bienes y créditos, incluso sobre las expectativas (o ganancias esperadas). La
compensación patrimonial elimina el perjuicio y el delito de estafa.

Estafa Procesal
La estafa procesal carece de tipificación autónoma en el Código Penal, pero no deja de ser una forma de
fraude que se desarrolla en un proceso y quien padece el engaño es el juez con competencia para dictar
la resolución de la que deriva el perjuicio patrimonial para la parte contraria o un tercero. Configura un
caso de desdoblamiento entre la víctima del fraude y el ofendido por el delito, en el que la víctima es el
juez y el ofendido es la parte o el tercero sobre quien recaen las consecuencias económicamente
perjudiciales del fallo judicial. Se trata de un caso de "estafa en triángulo", esto es, una modalidad
defraudatoria en la que el agente engaña a otra persona para que le haga entrega de una cosa
perteneciente a un tercero. El sujeto activo del delito, en principio, es el demandante. Sujeto pasivo
puede ser, el demandado o un tercero. Toda estafa procesal existe sólo cuando la parte se vale de
elementos de prueba fraudulentos.

Estafa de servicios o alimentos


Conocida tradicionalmente como "petardismo"o "gorronería", esta modalidad de fraude consiste en el
hecho de consumir alimentos o bebidas en un restaurante, bar, café, etc., sin pagar la consumición,
sabiendo de antemano que no se abonará la deuda o con la intención de no hacerlo, aunque también
este concepto se extendió posteriormente a otras situaciones, por ej., hacerse alojar en hoteles con el
propósito de no pagar, hecho que se conoce actualmente como "estafa de hospedaje"; utilizar un
transporte público o un vehículo de alquiler con el mismo fin, que recibe el nombre de "estafa en los
servicios de transporte", etc. Esta especie no es más que una estafa del art. 172 en la modalidad de
apariencia de bienes.
Tipos Especiales de la Estafa
ARTÍCULO 173.- Sin perjuicio de la disposición general del artículo precedente, se considerarán casos especiales
de defraudación y sufrirán la pena que él establece:
1. El que defraudare a otro en la substancia, calidad o cantidad de las cosas que le entregue en virtud de contrato
o de un título obligatorio;
2. El que con perjuicio de otro se negare a restituir o no restituyere a su debido tiempo, dinero, efectos o cualquier
otra cosa mueble que se le haya dado en depósito, comisión, administración u otro título que produzca obligación
de entregar o devolver;
3. El que defraudare, haciendo suscribir con engaño algún documento;
4. El que cometiere alguna defraudación abusando de firma en blanco, extendiendo con ella algún documento en
perjuicio del mismo que la dio o de tercero;
5. El dueño de una cosa mueble que la sustrajere de quien la tenga legítimamente en su poder, con perjuicio del
mismo o de tercero;
6. El que otorgare en perjuicio de otro, un contrato simulado o falsos recibidos;
7. El que, por disposición de la ley, de la autoridad o por un acto jurídico, tuviera a su cargo el manejo, la
administración o el cuidado de bienes o intereses pecuniarios ajenos, y con el fin de procurar para sí o para un
tercero un lucro indebido o para causar daño, violando sus deberes perjudicare los intereses confiados u obligare
abusivamente al titular de éstos;
8. El que cometiere defraudación, substituyendo, ocultando o mutilando algún proceso, expediente, documento u
otro papel importante;
9. El que vendiere o gravare como bienes libres, los que fueren litigiosos o estuvieren embargados o gravados; y el
que vendiere, gravare o arrendare como propios, bienes ajenos;
10. El que defraudare, con pretexto de supuesta remuneración a los jueces u otros empleados públicos;
11. El que tornare imposible, incierto o litigioso el derecho sobre un bien o el cumplimiento, en las condiciones
pactadas, de una obligación referente al mismo, sea mediante cualquier acto jurídico relativo al mismo bien,
aunque no importe enajenación, sea removiéndolo, reteniéndolo, ocultándolo o dañándolo, siempre que el derecho
o la obligación hubieran sido acordados a otro por un precio o como garantía;
12. El titular fiduciario, el administrador de fondos comunes de inversión o el dador de un contrato de leasing, que
en beneficio propio o de un tercero dispusiere, gravare o perjudicare los bienes y de esta manera defraudare los
derechos de los cocontratantes;
13. El que encontrándose autorizado para ejecutar extrajudicialmente un inmueble lo ejecutara en perjuicio del
deudor, a sabiendas de que el mismo no se encuentra en mora, o maliciosamente omitiera cumplimentar los
recaudos establecidos para la subasta mediante dicho procedimiento especial;
14. El tenedor de letras hipotecarias que en perjuicio del deudor o de terceros omitiera consignar en el título los
pagos recibidos
15. El que defraudare mediante el uso de una tarjeta de compra, crédito o débito, cuando la misma hubiere sido
falsificada, adulterada, hurtada, robada, perdida u obtenida del legítimo emisor mediante ardid o engaño, o
mediante el uso no autorizado de sus datos, aunque lo hiciere por medio de una operación automática.
16. El que defraudare a otro mediante cualquier técnica de manipulación informática que altere el normal
funcionamiento de un sistema informático o la transmisión de datos.

Estafa en la sustancia, calidad o cantidad de las cosas


La acción típica consiste en defraudar a otro en la entrega de una cosa en virtud de un contrato o un
título obligatorio. Esta clase de defraudación exige que la víctima abone un precio por una cosa en la
creencia (error) de que lo que adquiere responde a las verdaderas características que el autor pregona
respecto de esa cosa (engaño). La figura supone siempre un autor que se encuentra obligado a dar en
virtud de un contrato u otro título obligatorio jurídicamente válido y entrega una cosa inferior en
sustancia, calidad o cantidad respecto de la que debió entregar. El ardid que despliega el autor debe
recaer sobre la sustancia de una cosa, esto es, sobre su naturaleza o esencia; sobre su calidad, que es el
modo de ser mejor o peor, o bien el conjunto de propiedades inherentes a una cosa que la caracterizan
frente a otras de su misma especie (p. ej., leche mezclada con agua por leche pura), o sobre su cantidad,
que hace referencia al número, peso o medida. Debe tratarse de un negocio jurídico válido, que obligue a
entregar la cosa, y de carácter oneroso. La cosa sobre la que recae el delito puede ser mueble o inmueble
(arts. 225 y ss. CCyCN). Se trata de un delito doloso, de dolo directo, que se consuma con la entrega de la
cosa y el pago del precio, siempre que dicha entrega haya causado un perjuicio económico cierto y
determinable en el patrimonio del sujeto pasivo. La tentativa es admisible.
Estafa mediante suscripción de Documento
El delito no consiste en el mero hecho de hacerse suscribir por otro, mediante engaño, algún
documento, sino en defraudar a otro a través de ese engaño, vale decir, en causarle un daño real, de
naturaleza patrimonial. Vale decir, que el tipo requiere una conducta engañosa que induce a otra
persona
a suscribir (fumar) un documento, de lo cual deriva un perjuicio patrimonial para el sujeto pasivo. Debe
darse una relación causal entre la conducta del sujeto activo (que debe emplear engaño) y el perjuicio
provocado a la víctima (que es quien suscribe el documento). El error se vincula directamente con la
esencia del documento, que debe ser de naturaleza tal que pueda producir efectos jurídicos en el orden
patrimonial. El objeto del delito es un documento, que puede ser de cualquier naturaleza, pública o
privada, que pueda producir efectos jurídicos. Se trata de un delito doloso, resultando admisible sólo el
dolo directo. Se consuma con el perjuicio para el patrimonio del sujeto pasivo. La tentativa es admisible
en cualquiera de las modalidades.

Estafa por Abuso de firma en blanco


Implica el uso indebido del mandato dado por el otorgante para extender sobre el documento un texto
escrito según sus propias instrucciones. Si el autor excede este marco, escribiendo sobre el papel un texto
distinto en perjuicio del otorgante, el abuso es delictivo. El documento debe haberse entregado
voluntariamente para extender sobre él la escritura. La obtención del documento por medio de violencia,
engaño o coacción, o por la comisión de otro delito (p. ej., hurto), o por haber sido encontrado en blanco,
excluye esta especie de defraudación, pudiendo cometerse la estafa del art. 172 (si se lo completa y se lo
usa para defraudar), sin perjuicio de que su llenado pueda implicar algún tipo de falsedad documental. Si
se realizan agregados en los espacios en blanco del documento que no responden a la voluntad del
firmante y le causan un perjuicio de carácter patrimonial, estamos ante el abuso defraudatorio. El delito
en examen configura un tipo doloso, que sólo puede cometerse por dolo directo. Por tratarse de un caso
de estafa, el momento consumativo debe coincidir con el momento del perjuicio patrimonial efectivo y
real producido
en la propiedad del fumante o de un tercero.

Hurto Impropio
Consiste en sustraer una cosa mueble propia que se encuentra legítimamente en poder de un tercero.
No es un hurto porque la cosa objeto de la acción delictiva es propiedad de quien la realiza (no existe
cosa ajena); ni configura un tipo de estafa porque faltan el engaño, el error y el acto de disposición
patrimonial del sujeto pasivo. Es presupuesto del delito que la cosa sea tenida por un tercero por un título
legítimo y el propietario o dueño sea el autor de la sustracción. Puede tratarse de un título cuyo origen
provenga de una convención entre partes (comodato, depósito, locación, prenda, etc.), de un acto de
autoridad (depósito o embargo judicial) o del ejercicio de un derecho (derecho de retención), oneroso o
gratuito. Pero, no configura el delito la sustracción de la cosa a quien la detenta ilegítimamente o a quien
ejerce una retención sin derecho. El empleo de fuerza, violencia o intimidación no dan lugar a un delito
de hurto o robo. Sujeto activo sólo puede ser el dueño de la totalidad de la cosa (delito especial propio). El
condominio sobre la cosa podría dar lugar, según los casos, a un hurto o a un tipo de defraudación.
Sujeto pasivo es quien tiene legítimamente en su poder la cosa sustraída. El objeto del delito es una cosa
mueble. Se trata de un delito doloso que admite únicamente el dolo directo, y se consuma con el
perjuicio efectivo en el acervo patrimonial del sujeto pasivo. El delito es de daño efectivo, por tanto
resulta admisible la tentativa.

Estafa mediante el otorgamiento de un contrato simulado o falso recibo


Consiste en otorgar (suscribir) un contrato simulado o un falso recibo, en perjuicio de otro. Se trata de un
caso de codelincuencia, en el que dos personas fingen un acto (el contrato o el recibo) para perjudicar a
otra. La simulación es el medio engañoso empleado para perjudicar económicamente a otra persona. La
La falsedad puede tener relación con cosas o personas. El acto simulado sólo tiene relevancia penal
cuando defrauda a otra persona, esto es, cuando la perjudica en su patrimonio. Subjetivamente sólo
resulta admisible el dolo directo, y se consuma con la producción del perjuicio. El momento consumativo
coincide con el otorgamiento del contrato o falso recibo, siempre y cuando éstos tengan carácter
dispositivo. Si no tienen este carácter (sólo crean una obligación), la consumación requiere el uso exitoso
de ellos. La tentativa aparece como admisible.

Estafa mediante Sustitución, Ocultación o Mutilación de Documento


Consiste en defraudar a otro mediante la sustitución, ocultación o mutilación de un proceso, expediente,
documento u otro papel importante. Se trata de un tipo de estafa que requiere la concurrencia de todos
los elementos esenciales que atañen a la estafa del art. 172. El acto de disposición perjudicial para la
propiedad ajena se produce como directa derivación de la sustitución, supresión o mutilación de los
documentos mencionados en el precepto legal, y deben conducir hacia un acto dispositivo consecuente
que realiza el sujeto pasivo en perjuicio de un tercero. La dinámica del tipo permite que pueda
cometerse por acción o por omisión (impropia). El delito tiene la estructura propia de los tipos penales
abiertos. Los medios empleados por el autor de la defraudación deben tener por destino un proceso, esto
es, un conjunto de actuaciones de naturaleza judicial, en el que se dirimen cuestiones de diversa índole
entre particulares o instituciones. Un expediente es también un conjunto de actuaciones concernientes a
un asunto que tramita en la misma sede en que se desarrolla el proceso, al cual y por lo general, se lo
identifica como "actuaciones administrativas". Un documento es una pieza escrita y firmada por una o
varias personas. El otro papel importante a que hace referencia la norma debe entenderse como papel
productivo de efectos jurídicos patrimoniales. El delito requiere sólo dolo directo.. Se consuma con la
producción del perjuicio que deriva de las conductas típicas lesivas para la propiedad ajena; es necesario
el perjuicio patrimonial. El delito es material, de resultado y admite la tentativa.

Estelionato
El delito -que es una forma de estafa- puede cometerse de dos maneras posibles: vendiendo o gravando
como bienes libres los que fueren litigiosos o estuvieren gravados o embargados, y vendiendo, gravando
o arrendando como propios bienes ajenos. Lo que la ley exige es que el bien sea litigioso, que esté
embargado o gravado, o que sea ajeno. El bien es litigioso cuando está sometido a una contienda judicial
de cualquier naturaleza. Está embargado cuando se encuentra afectado al pago de un crédito. El bien
está
gravado cuando pesa sobre él un derecho real de garantía. Es ajeno cuando no pertenece, total o
parcialmente, al autor. Se concreta en el momento en que el sujeto pasivo efectúa su prestación: si se
trata de venta, en el momento del pago del precio o de la transferencia de la cosa; en el caso de arriendo,
cuando se paga el precio pactado y, en el caso de gravamen, cuando se realizó la prestación patrimonial
que aquél aseguraba o, si ya estaba realizada, cuando se lo constituyó. El estelionato es un delito doloso,
que se comete con dolo directo, y por tratarse de un delito de resultado material, se perfecciona con el
perjuicio patrimonial para la propiedad ajena; coincide el momento consumativo con la recepción de la
prestación por parte del autor, que le causa un perjuicio patrimonial al sujeto pasivo (p. ej., en la
compraventa, con el pago del precio). La tentativa resulta admisible.

Estafa Mediante Supuesta Remuneración a Jueces o Empleados


Se trata de una estafa cuyo núcleo reside en una defraudación a otro. En el contexto que demanda la
acción típica, el engaño aparece, precisamente, en el momento en que el autor alega fingidamente que
debe efectuar una remuneración al juez o al empleado público para obtener el acto esperado. De este
modo, el agente logra una prestación económicamente perjudicial para la víctima. El ardid es el pretexto
(afirmación falsa) de remuneración. La remuneración debe ser fingida ("supuesta", dice la ley)de lo que se
deduce que no sólo se trata de una remuneración no debida al empleado o funcionario, sino que el
agente no está dispuesto a entregarla.Sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, incluso un
funcionario público (ya que el funcionario también puede estafar en los términos del art. 172); sujeto
pasivo también puede ser cualquiera. Los destinatarios de la supuesta remuneración deben ser un juez o
un
empleado público. Se trata de un delito doloso, que se consuma con la producción de un perjuicio
patrimonial, que se concreta con el acto de entrega de la remuneración al autor por parte del sujeto
pasivo. Por tratarse de un delito de resultado material, la tentativa es perfectamente posible.

Estafa mediante Uso de Tarjeta Magnética o de sus Datos


1) Uso de una tarjeta verdadera para defraudar.
2) Uso de una tarjeta verdadera obtenida mediante ardid o engaño.
3) Uso de una tarjeta falsificada o adulterada para defraudar.
4) Uso de una tarjeta hurtada o robada para defraudar.
5) Uso de una tarjeta perdida para defraudar.
6)Uso de una tarjeta verdadera por su titular una vez agotado el crédito concedido.
7)Uso de una tarjeta verdadera por parte de un tercero autorizado una vez agotado el crédito concedido.
8) Uso de una tarjeta verdadera cancelada o caducada.
9) Uso de una tarjeta verdadera por persona no autorizada.
10) Uso de una tarjeta codificada o instrumento similar provisto de banda magnética, para obtener
distintos servicios (telefónico, de una fotocopiadora, de una gasolinera, etcétera).
11) Uso de los datos contenidos en una tarjeta magnética.

Estafa Informática
La diferencia con la estafa tradicional reside en que el engaño y el error son reemplazados por el empleo
de cualquier técnica de manipulación informática. Se trata de un tipo de acción, por lo que la acción por
omisión no parece posible. El tipo exige, como medio comisivo, el empleo de una técnica de
manipulación informática, esto es, cualquier modificación del resultado de un proceso automatizado de
datos, sea que se produzca a través de la introducción de nuevos datos o de la alteración de los existentes
en el computador, en cualquier de las fases de su procesamiento o tratamiento informático. Cualquier
persona puede ser sujeto activo del delito, mientras que el sujeto pasivo es el titular del patrimonio
perjudicado por la acción delictiva. Al tratarse de una estafa, es necesario el perjuicio patrimonial del
patrimonio del sujeto pasivo. El “otro" a que hace referencia el precepto legal. Es la persona física que
entrega la cosa o presta el servicio, como consecuencia de la manipulación informática. Se trata de un
delito doloso, que admite únicamente el dolo directo, y se consuma con el perjuicio patrimonial que
resulta de la maniobra informática. Todo indica que, como en los supuestos de estafas propias, aquí
también caben las formas imperfectas de ejecución.

Administración Fraudulenta
El precepto legal describe las clases de acciones punibles, denominadas respectivamente "tipo de
abuso" y
"tipo de infidelidad".
I) Tipo de abuso. El abuso defraudatorio exige que el autor se exceda, se extralimite, en el ejercicio del
cargo encomendado, de modo que comprometa los intereses confiados más allá de lo normal, necesario
y tolerable en relación con el movimiento económico-financiero de su gestión. El tipo de abuso implica
siempre una actuación en el marco de un negocio jurídico o acto jurídico. El autor, en el modo abusivo,
obra "violando sus deberes".
II) Tipo de infidelidad. La infidelidad es residual, obra como complemento del abuso para los casos que no
tienen cabida en él. Toda acción que causa un daño a los intereses confiados puede ser subsumida
dentro del amplio concepto de infidelidad. El quebrantamiento de fidelidad puede manifestarse a través
de
una conducta activa u omisiva (omisión impropia) y, contrariamente al tipo de abuso, no es necesario
que la acción defraudatoria se materialice bajo la forma de un negocio o acto jurídico sino que es
suficiente con una acción de hecho.
Sujeto activo sólo puede ser la persona a quien se le ha confiado el manejo, la administración o el
cuidado de bienes e intereses pecuniarios ajenos, sea por disposición de la ley, de la autoridad o por un
acto jurídico. El sujeto activo debe tener a su cargo el manejo, el cuidado y la administración de bienes e
intereses pecuniarios ajenos. autor. El tipo penal requiere la causación de un perjuicio a los intereses
patrimoniales confiados, que debe ser real, concreto y efectivo y de contenido económico. Se trata de un
delito doloso, que admite sólo el dolo directo, exigiendo que el agente actúe con fin de lucro o con el
propósito de causar un daño. Basta con la finalidad, sin que sea necesario que el logro se concrete. Por
tratarse de un delito de resultado material, se consuma con la producción del perjuicio para el
patrimonio del sujeto pasivo. La tentativa es admisible.

Estafas Agravadas
ARTÍCULO 174. - Sufrirá prisión de dos a seis años:
1º. El que para procurarse a sí mismo o procurar a otro un provecho ilegal en perjuicio de un asegurador o de un
dador de préstamo a la gruesa, incendiare o destruyere una cosa asegurada o una nave asegurada o cuya carga o
flete estén asegurados o sobre la cual se haya efectuado un préstamo a la gruesa;
2º El que abusare de las necesidades, pasiones o inexperiencia de un menor o de un incapaz, declarado o no
declarado tal, para hacerle firmar un documento que importe cualquier efecto jurídico, en daño de él o de otro,
aunque el acto sea civilmente nulo;
3º. El que defraudare usando de pesas o medidas falsas;
4º. El empresario o constructor de una obra cualquiera o el vendedor de materiales de construcción que cometiere,
en la ejecución de la obra o en la entrega de los materiales, un acto fraudulento capaz de poner en peligro la
seguridad de las personas, de los bienes o del Estado;
5º. El que cometiere fraude en perjuicio de alguna administración pública.-
6°.- El que maliciosamente afectare el normal desenvolvimiento de un establecimiento o explotación comercial,
industrial, agropecuaria, minera o destinado a la prestación de servicios; destruyere, dañare, hiciere desaparecer,
ocultare o fraudulentamente disminuyere el valor de materias primas, productos de cualquier naturaleza,
máquinas, equipos u otros bienes de capital.
En los casos de los tres incisos precedentes, el culpable, si fuere funcionario o empleado público, sufrirá además
inhabilitación especial perpetua.

La ley describe un tipo de estafa, en la que el engaño inicial reside en la propia destrucción de la cosa
asegurada, pues con ello se provoca el error del asegurador quien cree en la causación fortuita (siniestro)
del hecho. Se trata de una hipótesis en la cual la acción material (incendio o destrucción) coincide con la
consumación típica, sin que sea necesario que el autor intente el cobro del seguro. Este elemento
subjetivo del tipo reside en la frase para procurarse a sí mismo o procurar a otro un provecho ilegal. El
"provecho" a que hace referencia la norma es el cobro de la indemnización o prima por parte del
asegurado, o la pérdida de la suma prestada por el dador. El provecho es "ilegal" porque tiene su origen
en un obrar doloso sobre una cosa cuyo menoscabo sólo es imaginable de manera incierta o fortuita. El
daño puede ser total o parcial, pero no son suficientes a los fines típicos la mera sustracción u
ocultamiento de la cosa. Los "objetos" sobre los que puede recaer el delito son las cosas muebles o
inmuebles. El artículo describe un delito de daño potencial (de peligro concreto) a la propiedad ajena,
configurando el perjuicio patrimonial del sujeto pasivo una secuela extra típica que en nada influye en el
tipo, salvo en las posibilidades de aumentar la pena de acuerdo con los principios comunes (arts. 40 y 41,
Cód. Penal). La tentativa resulta posible.

EXPLOTACIÓN DE INCAPACES (2do párrafo). Consiste en abusar explotar, aprovechar, obtener una
ventaja, etc. de las necesidades, pasiones o inexperiencia del menor o incapaz. El abuso puede provenir
del aprovechamiento de una situación previa en la víctima o de una actitud inicial del autor que produce
la situación de debilidad. El agente debe explotar la necesidad, la pasión o la inexperiencia del sujeto
pasivo. Puede tratarse de algo material (vivienda, vestido, alimentos, dinero) o inmaterial (servicios,
afectos, conocimientos, entretenimientos); de algo elemental, suntuario o superfluo; puede ser ocasional,
transitorio, contingente o permanente. La necesidad puede ser simplemente aprovechada por el autor o
creada por éste. ”Pasión" son los apetitos o afecciones vehementes a una cosa; es un estado especial que
se traduce en entusiasmo o fogosidad y que sintetiza una intensidad de los afectos, ya sea pasión por el
juego o amorosa. importa que el abuso tenga un resultado: la firma del documento (Navarro). El sujeto
pasivo debe fumar el
documento; si no lo hace, podrá hablarse de tentativa o de un hecho atípico, por ejemplo, la explotación
que resulta de meros tratos verbales. El efecto jurídico del documento es un efecto de carácter
económico. El delito se configura aunque el acto sea civilmente nulo. La referencia es innecesaria, ya que
el delito se consuma con la mera suscripción del documento. Sujeto activo puede ser cualquier persona.
Sujetos pasivos sólo pueden ser un "menor" o un "incapaz". El delito es doloso, de dolo directo, el cual
abarca no sólo el conocimiento de la situación de la víctima sino la finalidad de explotar esa situación
("para" hacerle firmar), aun cuando la incapacidad no sea notoria o manifiesta. El tipo requiere un
elemento subjetivo especial, el "abuso" o explotación de la situación por la que atraviesa la víctima. Es un
delito de peligro concreto que se consuma con la firma del documento, sin importar si el perjuicio se
produjo o no, aun cuando la destrucción del documento impide que el daño ocurra.

ESTAFA MEDIANTE EL USO DE PESAS O MEDIDAS FALSAS (3er inciso). El delito importa la causación de
un perjuicio patrimonial mediante fraude. Las pesas o medidas falsas son aquellas que no se
corresponden con su exacto peso o medida y que están destinadas a ser usadas en las operaciones
normales de entrega de cosas. Son falsas porque están adulteradas en su peso o medida y deben ser
usadas con conocimiento
de esa adulteración. El tipo exige una "defraudación", vale decir, un obrar engañoso, que reside en el uso
de las pesas o medidas falsas, tendiente a suscitar un error en la víctima y del cual deriva un perjuicio de
contenido económico. A diferencia de la defraudación del art. 173, inc. I°, el autor puede ser tanto el que
entrega la cosa como el que la recibe. En el primer caso, el fraude consiste en entregar menor cantidad
de
cosas; en el segundo, en recibir en mayor medida que la debida. El delito es doloso y el dolo abarca el
conocimiento de la falsedad de las pesas o medidas y la voluntad de usarlas en perjuicio ajeno. El delito
se consuma con la producción del perjuicio.

ESTAFA EN LOS MATERIALES DE CONSTRUCCION (inciso 4). El delito es una forma de estafa porque
requiere la concurrencia de un actuar engañoso y de un perjuicio económico a la víctima. La acción
material consiste en cometer un acto fraudulento (usar fraude en los materiales de construcción) capaz
de poner en peligro la seguridad de las personas, de los bienes, o del Estado. El fraude se manifiesta,
como hemos dicho, en la sustancia, calidad o cantidad de los materiales empleados en la construcción
de la obra o en los que se han vendido para ser utilizados en la ejecución de ella. Sujeto activo sólo
pueden ser el empresario o el constructor de una obra o el vendedor de los materiales de construcción.
Sujeto pasivo, cuando el autor del delito es el empresario o constructor, es el propietario de la obra;
cuando es el vendedor
de los materiales de construcción, sujetos pasivos pueden ser el empresario o el propietario, según sobre
quien haya recaído el perjuicio económico. El acto fraudulento del autor, además de causar un daño
patrimonial a la víctima, debe poner en peligro la seguridad de personas y bienes en general. Se trata de
un peligro abstracto. Se consuma con la producción del perjuicio económico para la víctima.

FRAUDE A LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (5to inciso). Sujeto activo puede ser cualquier persona,
inclusive un empleado o un funcionario público. Sujeto pasivo es la Administración Pública, expresión
que abarca tanto al Estado nacional como al provincial y municipal, y dentro de él a las entidades
autónomas o autárquicas, en suma, a toda entidad dotada de personalidad de derecho público. El objeto
del delito son los bienes de pertenencia de la Administración Pública. El perjuicio a estos debe ser de
naturaleza patrimonial, quedando excluida la infracción cuando el daño recae sobre otros intereses del
Estado, por ejemplo, su reputación o prestigio. El delito se consuma con la lesión al patrimonio del
Estado.

VACIAMIENTO DE EMPRESAS (6to inciso). El delito de vaciamiento de empresa es un tipo de abuso de


confianza, que requiere como presupuesto la existencia de una "empresa" cuyo normal
desenvolvimiento se afecta con posterioridad a su constitución, mediante las conductas previstas en el
tipo legal.
Estafa Atenuadas
ARTÍCULO 175. - Será reprimido con multa de mil pesos a quince mil pesos:
1º. El que encontrare perdida una cosa que no le pertenezca o un tesoro y se apropiare la cosa o la parte del
tesoro correspondiente al propietario del suelo, sin observar las prescripciones del Código Civil;
2º. El que se apropiare una cosa ajena, en cuya tenencia hubiere entrado a consecuencia de un error o de un caso
fortuito;
3º. El que vendiere la prenda sobre que prestó dinero o se la apropiare o dispusiere de ella, sin las formalidades
legales;
4º. El acreedor que a sabiendas exija o acepte de su deudor, a título de documento, crédito o garantía por una
obligación no vencida, un cheque o giro de fecha posterior o en blanco.
Delitos contra la Libertad
La protección penal de la libertad abarca tanto el libre despliegue (capacidad de acción) de la conducta
humana como las zonas más íntimas y espirituales del hombre, en cuyo ámbito la injerencia del Estado
sería arbitraria e ilegítima.
Podemos concebir la libertad personal como la facultad de todo individuo de poder conducirse de un modo
o de otro, o de abstenerse de hacerlo, conforme con sus propias determinaciones, así como el
derecho a que nadie (persona o Estado) interfiera arbitraria o ilegítimamente en la esfera de reserva o de
intimidad personal, con la sola limitación que imponen el ejercicio de la libertad del otro y el imperio de la
ley.

Reduccion a Esclavitud o Servidumbre


ARTÍCULO 140. - Serán reprimidos con reclusión o prisión de cuatro (4) a quince (15) años el que redujere a una
persona a esclavitud o servidumbre, bajo cualquier modalidad, y el que la recibiere en tal condición para
mantenerla en ella. En la misma pena incurrirá el que obligare a una persona a realizar trabajos o servicios
forzados o a contraer matrimonio servil.

A partir del desarrollo del concepto de esclavitud en el derecho internacional y de la prohibición


establecida en el articulo 6 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Corte observa que
este concepto ha evolucionado y ya no se limita a la propiedad sobre la persona. Al respecto, la Corte
considera que los dos elementos fundamentales para definir una situación como esclavitud son: i) el
estado o condición de un individuo y i) el ejercicio de alguno de los atributos del derecho de propiedad,
es decir, que el esclavizador ejerza poder o control sobre la persona esclavizada al punto de anular la
personalidad de la víctima para determinar una situación como esclavitud en los días actuales, se deberá
evaluar, con base en los siguientes elementos, la manifestación de los llamados "atributos del derecho de
propiedad":
a) restricción o control de la autonomía individual;
b) pérdida o restricción de la libertad de movimiento de una persona;
c) la obtención de un provecho por parte del perpetrador;
d) la ausencia de consentimiento o de libre albedrío de la víctima, o su imposibilidad o irrelevancia
debido a la amenaza de uso de la violencia u otras formas de coerción, el miedo de violencia, el
engaño o las falsas
promesas;
e) el uso de violencia física o psicológica;
f) la posición de vulnerabilidad de la víctima;
g) la detención o cautiverio;
i) la explotación.
El art. 140 recoge dos formas de conductas: reducir a una persona a esclavitud o servidumbre o recibirla
para mantenerla en idéntica condición.
I) Reducir a esclavitud o servidumbre. A estas situaciones el autor puede llegar por cualquier medio
siendo indiferente el propósito perseguido. Lo que importa es que, valiéndose de cualquier medio, el
autor logre un estado de subordinación o sometimiento de la víctima. En esta modalidad, el delito es
material y de carácter permanente. La infracción es dolosa, de dolo directo y resultan admisibles las
formas imperfectas de comisión.
II) Recibir en tales condiciones. La figura requiere la concurrencia de un particular elemento subjetivo
que especializa el tipo: la intención del autor de mantener al sujeto en la misma condición en que lo
recibió. El delito, a diferencia del tipo anterior, es de carácter instantáneo y se consuma en el momento
en que el agente recepta a la víctima. La tentativa es admisible. La infracción es dolosa, siendo
compatible únicamente con el dolo directo.
IlI) Bajo cualquier modalidad. Se debe entender que estas prácticas admiten cualquier medio de
comisión, no sólo las que presuponen el uso de violencia o amenaza (engaño, persuasión, abuso de
autoridad o de poder, etc.). Precisamente, bajo esta expresión se agrupan, entre otras prácticas análogas
a la esclavitud, la servidumbre por deudas, el matrimonio forzoso o servil, la servidumbre de la gleba y la
explotación de niños y adolescentes.
IV) Obligar a otro a trabajar o contraer matrimonio. "todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo
la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente". El
matrimonio servil, por su parte, implica un matrimonio precoz y forzado, sin que se permita ningún tipo
de elección de la pareja, situación que supone una forma de explotación laboral y/o sexual de un
miembro de la pareja, implicando situaciones de esclavitud, asilamiento, control, violencia física, sexual y
reproductiva.

Atentados contra la Libertad Personal

Privación Ilegal de Libertad Personal


ARTÍCULO 141. - Será reprimido con prisión o reclusión de seis meses a tres años; el que ilegalmente privare a
otro de su libertad personal.

Se tiene en cuenta la libertad en un sentido físico o corporal, como libertad de movimientos. Esta
conducta puede llevarse a cabo con o sin el traslado de la víctima de un sitio a otro (abducción),
encerrándola en algún lugar, constriñendo su facultad de locomoción o imponiéndole un determinado
comportamiento. Es suficiente con que se restrinja cualquier dimensión de la libertad de movimiento.
El delito, que generalmente requiere una actividad, puede cometerse por omisión (impropia), cuando el
agente está obligado a hacer cesar una situación de privación de libertad preexistente y no lo hace.
La ley no limita los medios de comisión, de manera que, salvo aquellos que impliquen un agravamiento,
cualquiera es admisible (por ej., coerción, engaño, sujeción, mantenimiento en estado de error). El
consentimiento, libremente prestado, excluye el delito. Sujeto activo puede ser cualquier persona, incluso
un funcionario público, siempre que no actúe en el ámbito propio de su actividad funcional, pues, siendo
así, la conducta se desplazaría hacia el art. 144 bis, inc. I°, del Cód. Penal. Sujeto pasivo puede ser
cualquier persona, siempre que en el momento del hecho pueda expresar su voluntad.
Algunos autores, sin embargo, entienden que no es preciso que el sujeto pasivo tenga posibilidad de
movimientos, si es trasladado contra su voluntad, o la de sus representantes. También pueden ser sujetos
pasivos aquellas personas a las que, estando ya privadas de su libertad legítimamente, como sucede con
los
reclusos, se les incrementa el estado de su detención al margen de las normas establecidas en el
régimen penitenciario, produciéndose, de tal manera, una nueva afectación del bien jurídico, que
convierte la conducta en delictiva.
Subjetivamente el delito es doloso, siendo suficiente el dolo común. Es de carácter material e
instantáneo y se consuma en el momento mismo en que se produce la privación de libertad de la
víctima, por muy breve que ésta haya sido. Como esta situación puede prolongarse en el tiempo, el delito
adquiere la particularidad de ser, en ciertos momentos, un delito de carácter permanente. Son
admisibles las formas imperfectas de ejecución.

Agravantes
ARTÍCULO 142. - Se aplicará prisión o reclusión de dos a seis años, al que privare a otro de su libertad personal,
cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:
1. Si el hecho se cometiere con violencias o amenazas o con fines religiosos o de venganza;
2. Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente, de un hermano, del cónyuge o de otro individuo a
quien se deba respeto particular;
3. Si resultare grave daño a la persona, a la salud o a los negocios del ofendido, siempre que el hecho no
importare otro delito por el cual la ley imponga pena mayor;
4. Si el hecho se cometiere simulando autoridad pública u orden de autoridad pública;
5. Si la privación de la libertad durare más de un mes.
1. La violencia es la fuerza o energía física aplicada sobre el cuerpo de la víctima, o de un tercero que
interviene para impedir u obstaculizar la realización del hecho. No está comprendida la energía
física indirecta, ejercida sin contacto físico La amenaza es la intimidación o violencia moral (vis
compulsiva), consistente en el anuncio de un mal grave para la víctima, o un tercero, que la coloca
en el dilema de aceptar el estado de privación de libertad o de someterse al daño anunciado. El
fin religioso debe ser entendido en un sentido amplio, esto es, como comprensivo de cualquier
privación de libertad inspirada en un móvil religioso. La agravante se caracteriza subjetivamente:
el móvil del autor debe ser religioso, más allá de que logre o no con su conducta el fin propuesto.
El fin de venganza implica una reacción o represalia del autor con respecto a una conducta
anterior de la víctima o de un tercero. El delito obedece a una finalidad de estas características
cuando, para retribuir un agravio, real o supuesto, se priva de su libertad al ofensor (venganza
directa) o a un tercero unido a aquél por algún afecto o algún vínculo (venganza transversal).
2. Esta agravante no se funda en el vínculo de sangre entre el autor y la víctima. La razón de ser del
agravamiento reside en el menosprecio al respeto particular que el autor le debe a la persona
privada de su libertad. No obstante, cabe aclarar que la mayor penalidad no alcanza al parentesco
por afinidad (suegros, cuñados, yerno, nuera, padrastros, etc. (art. 536 CCyCN) ni al vínculo
derivado de la adopción (art. 535 CCyCN); pero los hermanos, unilaterales o bilaterales (art. 534,
CCyCN), quedan comprendidos. Con respecto al cónyuge, la agravante no alcanza a las uniones
extramatrimoniales (concubinos), ni a aquellas que impliquen amancebamiento, a los
matrimonios simulados o aparentes. Con respecto al individuo a quien se deba respeto particular,
la doctrina menciona a los tutores y maestros. El dolo del autor debe abarcar el conocimiento del
vínculo que lo une a la víctima.
3. Se trata de un resultado de naturaleza preterintencional no abarcado por el dolo del autor. Las
consecuencias señaladas por la ley deben ser el resultado de la privación de la libertad personal.
La agravante es subsidiaria Sólo resulta aplicable en la medida en que el hecho no importe otro
delito por el cual la ley imponga pena mayor, en cuyo caso, se aplica este último.
4. La simulación es el ardid que el autor emplea para crear o inducir en error a la víctima y, como
consecuencia de ese error, privarla de su libertad. La autoridad pública a que hace referencia el
precepto debe tratarse de una autoridad con competencia para privar legítimamente de la
libertad a una persona en el caso concreto.
5. Si la privación ilegal se prolongó por un tiempo que no alcanzó el mes o duró un mes exacto, el
hecho no sale de los límites de la figura básica. El término "mes" no equivale a treinta días.
Pueden ser más o menos, según el mes calendario en el que se haya consumado la detención.
Por lo tanto, el mes es el tiempo que transcurre entre un día de determinado mes y el mismo día
del mes siguiente, cualquiera haya sido el número de días transcurridos entre ambos.

Secuestro, Agravantes, Reagravantes y Atenuantes


ARTÍCULO 142 bis. - Se impondrá prisión o reclusión de cinco (5) a quince (15) años, al que sustrajere, retuviere
u ocultare a una persona con el fin de obligar a la víctima o a un tercero, a hacer, no hacer, o tolerar algo contra su
voluntad. Si el autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a ocho (8) años.
La pena será de diez (10) a veinticinco (25) años de prisión o reclusión:
1. Si la víctima fuese una mujer embarazada; un menor de dieciocho (18) años de edad; o un mayor de setenta
(70) años de edad.
2. Si el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente; de un hermano; del cónyuge o conviviente; o de otro
individuo a quien se deba respeto particular.
3. Si se causare a la víctima lesiones graves o gravísimas.
4. Cuando la víctima sea una persona discapacitada, enferma o que no pueda valerse por sí misma.
5. Cuando el agente sea funcionario o empleado público o pertenezca o haya pertenecido al momento de comisión
del hecho a una fuerza armada, de seguridad u organismo de inteligencia del Estado.
6. Cuando participaran en el hecho tres (3) o más personas.
La pena será de quince (15) a veinticinco (25) años de prisión a reclusión si del hecho resultara la muerte de la
persona ofendida, como consecuencia no querida por el autor.
La pena será de prisión o reclusión perpetua si se causare intencionalmente la muerte de la persona ofendida.
La pena del partícipe que, desvinculándose de los otros, se esforzare de modo que la víctima recupere la libertad,
sin que tal resultado fuese la consecuencia del logro del propósito del autor, se reducirá de un tercio a la mitad.
Las acciones típicas son las de sustraer (tomar a la persona, apoderarse de ella, quitándola de una
determinada esfera de poder), retener (tener, mantener, guardar, conservar a la persona en un sitio
determinado y por un lapso más o menos prolongado) u ocultar (esconder al retenido de la vista o
vigilancia de los demás de manera que se impida o dificulte su reintegro al ámbito del que ha sido
sustraído). Las últimas dos conductas típicas carecen de autonomía propia, pues requieren como
presupuesto la existencia de una persona sustraída.
Sujeto activo puede ser cualquier persona, incluso un funcionario público. Sujeto pasivo también puede
ser cualquiera. sólo es compatible con el dolo directo.

1. Cuando la víctima fuera una mujer embarazada, cualquiera fuese su edad, condición o estado civil
(salvo que esté casada con el autor, en cuyo caso el hecho se desplaza a la figura agravada del inc.
2° de la misma disposición, sin que ello importe multiplicación delictiva). También se agrava el
hecho si la víctima es un menor de dieciocho años de edad, sin que importen su sexo u otras
condiciones, con excepción de las situaciones que están previstas en el art. 142 bis, inc. 2°
(hermano, cónyuge), en cuyo caso se produciría una concurrencia de agravantes sin implicancias
multiplicadoras. Por último, también concurre la agravante si la víctima tiene más de setenta años
de edad.
2. Cuando la víctima fuera un ascendiente, hermano, cónyuge, conviviente o una persona a quien se
deba respeto particular.
3. El inc. 3° fundamenta la mayor penalidad, al igual que el texto derogado, en el resultado lesivo,
pero se diferencia de él en que la agravante hace referencia ahora a las lesiones graves o
gravísimas de los arts. 90 y 91 del Cód. Penal. Se trata de resultados que deben haber sido
"causados" por el autor a la víctima privada de su libertad personal, ya sea por el hecho del
encierro mismo (como derivación de él -p. ej., en el estado de salud física por falta de
alimentación-) o por haberlas causado el autor intencionalmente sobre el cuerpo de la víctima (p.
ej. golpes, torturas, disparo de arma de fuego), con motivo del secuestro o durante el tiempo de
duración de la privación de libertad.
4. En el inc. 4° se describe una agravante que tiene en cuenta la condición o estado en que se
encuentra la víctima privada de su libertad personal: debe tratarse de una persona enferma,
discapacitada o valetudinaria. Creemos que debe tratarse de una situación o estado que le
otorgue al autor mayores facilidades para la comisión del delito. Se impone, por lo tanto, una
interpretación restrictiva del precepto, razón por la cual sólo tendrán cabida en la mayor
penalidad aquellas situaciones que le impidan a la víctima *valerse por sí misma".
5. Con arreglo al inc. 5° del artículo, reformulado por la Ley N° 26394, la privación de la libertad se
agrava cuando el agente sea un "funcionario o empleado público o pertenezca o haya
pertenecido al momento de comisión del hecho a una fuerza armada de seguridad u organismo
de inteligencia del Estado". Se trata de una agravante fundada en la calidad del sujeto activo.
6. La circunstancia prevista en el inc. 6° agrava el hecho cuando en su comisión participaren tres o
más personas. La agravante se funda en la pluralidad de personas que intervienen o participan en
el hecho que según la ley deben ser tres, como mínimo, sin límites en su máximo. En estos casos,
la mayor penalidad se justifica por la mayor indefensión que sufre la víctima frente a
manifestaciones de la criminalidad plural.

Cuando se produjere la muerte de la víctima. Se trata de una circunstancia agravatoria que funciona
subjetivamente: si la muerte de la persona ofendida fuere un resultado no querido por el autor, la pena
es de quince a veinticinco años de prisión o reclusión, mientras que si tal resultado es causado
intencionalmente, la pena es de prisión o reclusión perpetua. En nuestra opinión, creemos que lleva
razón la tesis restrictiva, en el sentido de que queda fuera de la agravante la muerte producida en forma
accidental.

El último párrafo del artículo, se trata, en definitiva, de un "premio" al arrepentimiento de uno de los
partícipes en el secuestro. Sin embargo, la ley condiciona la imposición de la atenuante sólo para
aquellos casos en que la libertad de la víctima no fuere obra de algún autor, vale decir, que el beneficio
sólo será aplicable cuando la libertad de la víctima es la consecuencia directa de la intervención del
partícipe en el secuestro. Como expresa De Langhe, es la "intención" (el esfuerzo) del colaborador con la
liberación de la víctima y no la eficacia del aporte, con lo que no parecería necesario de que la liberación
de la persona
secuestrada sea el resultado del accionar del agente, pero sí de su esfuerzo en lograrlo. Sin embargo,
creemos que la conclusión debe ser la contraria: la atenuante sólo puede resultar aplicable si la víctima
ha recuperado la libertad.

Desaparicion Forzada de Personas


ARTÍCULO 142 ter. - Se impondrá prisión de DIEZ (10) a VEINTICINCO (25) años e inhabilitación absoluta y
perpetua para el ejercicio de cualquier función pública y para tareas de seguridad privada, al funcionario público o
a la persona o miembro de un grupo de personas que, actuando con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del
Estado, de cualquier forma, privare de la libertad a una o más personas, cuando este accionar fuera seguido de la
falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la
persona.
La pena será de prisión perpetua si resultare la muerte o si la víctima fuere una mujer embarazada, una persona
menor de DIECIOCHO (18) años, una persona mayor de SETENTA (70) años o una persona con discapacidad. La
misma pena se impondrá cuando la víctima sea una persona nacida durante la desaparición forzada de su madre.
La escala penal prevista en el presente artículo podrá reducirse en un tercio del máximo y en la mitad del mínimo
respecto de los autores o partícipes que liberen con vida a la víctima o proporcionen información que permita su
efectiva aparición con vida.

Se trata de un delito complejo de acciones acumulativas, cuya conducta central está dada por la
privación de la libertad de la víctima. El delito presupone una situación de secuestro o sustracción
(clandestina o
manifiesta) de la víctima, haciéndola "desaparecer" del ámbito social y familiar. La fórmula legal castiga
*cualquier forma" de la detención. Lo que caracteriza a esta figura es la falta de información acerca del
paradero de la víctima. Sujeto activo puede ser un funcionario público o agente estatal o una persona
que actúe en complicidad con el Estado. Sujeto pasivo es la persona privada de su libertad individual. Se
trata de un delito doloso, de dolo directo. Tratándose de un delito complejo y de carácter permanente, la
consumación se produce cuando se omite brindar información respecto del paradero de la víctima o
sobre el reconocimiento de su detención. La tentativa no se muestra como posible.

El delito se agrava: 1) por la muerte de la víctima, que debe ser la consecuencia de la privación de
libertad (resultado preterintencional) o producirse en cualquier momento del cautiverio, por lo que está
comprendida la muerte producida dolosamente, y 2) por la especial situación de la víctima (mujer
embarazada, menor de 18 años, mayor de 70 años y víctima con discapacidad).

El último párr. del art. 142 ter establece una escala reductora de la pena (un tercio del máximo y la mitad
del mínimo) para *los autores o partícipes que liberen con vida a la víctima o proporcionen información
que permita su efectiva aparición con vida". Debe ser liberada "viva", en cuyo caso la escala penal será de
5 a 8 años y 3 meses de prisión.

Atentados contra la Libertad Personal cometidos por Funcionarios


Públicos
ARTÍCULO 143. - Será reprimido con reclusión o prisión de uno a tres años e inhabilitación especial por doble
tiempo:
1º. El funcionario que retuviera a un detenido o preso, cuya soltura haya debido decretar o ejecutar;
2º. El funcionario que prolongare indebidamente la detención de una persona, sin ponerla a disposición del juez
competente;
3º. El funcionario que incomunicare indebidamente a un detenido;
4º. El jefe de prisión u otro establecimiento penal, o el que lo reemplace, que recibiera algún reo sin testimonio de
la sentencia firme en que se le hubiere impuesto la pena o lo colocare en lugares del establecimiento que no sean
los señalados al efecto;
5º. El alcaide o empleado de las cárceles de detenidos y seguridad que recibiere un preso sin orden de autoridad
competente, salvo el caso de flagrante delito;
6º. El funcionario competente que teniendo noticias de una detención ilegal omitiere, retardare o rehusare hacerla
cesar o dar cuenta a la autoridad que deba resolver.

[Art. 77] Por los términos “funcionario público” y “empleado público”, usados en este código, se designa a todo el
que participa accidental o permanentemente del ejercicio de funciones públicas sea por elección popular o por
nombramiento de autoridad competente.

ARTÍCULO 144. - Cuando en los casos del artículo anterior concurriere alguna de las circunstancias enumeradas
en los incisos 1, 2, 3 y 5 del artículo 142, el máximo de la pena privativa de la libertad se elevará a cinco años.
A. Retención ilegal de detenido o preso. El delito presupone una persona legalmente privada de su
libertad, sea bajo la calidad de "detenido" (arrestado, detenido, aprehendido, demorado, etc.) o
"preso" (condenado). Se trata de un caso de detención legítima por su origen, pero que se torna
ilegítima por la posterior retención que realiza el autor. La materialidad del delito consiste en
retener (mantener bajo la esfera de poder o guarda) al sujeto en un estado de detención, no
obstante concurrir la obligación legal de disponer su libertad. El delito es doloso, siendo suficiente
el dolo eventual. Se trata de un delito de omisión impropia que se consuma con la retención del
detenido o preso, y es de carácter permanente.
B. Prolongación indebida de la detención. Se trata, de un delito que requiere como presupuesto una
persona legalmente detenida, detención que se vuelve ilegítima por su continuación al margen
de una disposición legal que obliga a ponerla a disposición del juez competente. También aquí
estamos en presencia de un delito de comisión por omisión. El delito consiste, precisamente, en
prolongar (mantener, continuar, etc.) el estado de detención de un sujeto sin ponerlo a
disposición (bajo la guarda, conocimiento o autoridad) del juez competente juez de instrucción).
El delito es doloso y participa de las mismas características que el que analizamos en el apartado
anterior. Se consuma cuando, vencido el plazo para poner al detenido a disposición del juez
competente, el funcionario no ha cumplido con esa obligación. No admite tentativa.
C. Incomunicación indebida. La incomunicación, según nuestra doctrina procesal, es una medida de
coerción personal por la que se le impide al imputado encarcelado mantener todo contacto
(verbal o escrito) con terceros, para evitar que estorbe la investigación. 197). La autoridad
competente para decretar una incomunicación es el juez de instrucción. Cuando la autoridad
policial ejerce esta facultad -según nos parece, sólo lo puede hacer con conocimiento del juez de
la causa, que es quien, en definitiva, debe adoptar las medidas que el caso requiere. El delito
consiste en incomunicar indebidamente a un detenido, vale decir, privarlo de comunicación en
forma ilegítima, al margen de lo que establecen las leyes procesales sobre el particular. El sujeto
puede encontrarse legal o ilegalmente privado de su libertad. La incomunicación es indebida
cuando se la decreta sin motivos o causa bastante (no existen motivos suficientes que la
justifiquen), o por quien carece de competencia para ordenarla (p. ej., un funcionario policial sin
conocimiento del juez), o por quien, teniendo competencia para ordenarla, se excede en los
plazos máximos de duración establecidos por la ley, o bien, cuando no resulta procedente en el
caso concreto (p. ej. por delitos que no admiten la prisión preventiva). Pero no comete este delito,
sino abuso de autoridad (art. 248, Cód. Penal), el funcionario que dispone de manera indebida la
incomunicación, no teniendo la guarda del detenido. Sujeto activo, en principio, sólo puede ser un
juez. Excepcionalmente puede ser la autoridad policial, si concurrieran las circunstancias
anteriormente explicadas. Sujeto pasivo es la persona detenida. 250). El delito es doloso,
compatible con el dolo eventual y se consuma cuando se incomunica indebidamente al detenido.
Se trata, por ende, de un delito de resultado, que admite la tentativa.
D. Recepción y colocación indebida de reos. Ambas modalidades tienen en común al sujeto activo
del delito, que debe tratarse de un jefe de prisión (director de la cárcel penitenciaria, jefe del
penal, etc.) o de un establecimiento penal semejante (alcaidía policial, de tribunales, etc.), o de
quien fuese el reemplazante, aunque lo sea sólo transitoriamente. Por tanto, son delitos especiales
propios.
a. 1) Recepción indebida. El delito consiste en recibir a un reo (condenado, privado de su
libertad), sin el testimonio (copia autenticada) de la sentencia condenatoria. La infracción
es dolosa y se consuma en el momento en que se recibe al reo sin el testimonio de la
sentencia fume, sin que sea necesario típicamente su alojamiento en el establecimiento.
b. Colocación indebida. El delito consiste en colocar (alojar, poner, internar, etc.) al reo en un
lugar del establecimiento (cárcel, alcaidía) que no sea el que corresponde en razón de la
naturaleza de la pena impuesta o la infracción administrativa cometida durante el
cumplimiento de la condena, en la medida en que ello suponga un empeoramiento de su
situación carcelaria. La infracción es dolosa e instantánea, y se consuma en el momento en
que se coloca (aloja) al reo en el sitio no señalado al efecto. El tipo, a diferencia del
supuesto anterior, requiere la internación o alojamiento del reo.
E. Recepción ilegal de presos. La materialidad del delito consiste en recibir un preso, sin la
correspondiente orden escrita expedida por la autoridad competente y de acuerdo con las
formalidades legales. La excepción (recepción sin orden escrita) está dada sólo en los casos de
flagrancia delictiva. El autor del delito puede ser el alcaide (jefe de la alcaidía o cárcel de
encausados) o un empleado de la cárcel de detenidos y seguridad, y debe tratarse de un
empleado con facultades para recibir presos. Es un delito especial propio. El delito es doloso, de
carácter instantáneo y se consuma en el momento en que se produce la recepción del detenido
en el establecimiento penal.
F. Omisión, retardo o negativa de hacer cesar una detención ilegal o de denunciarlo. Se trata de un
tipo mixto alternativo. En todos los casos, el funcionario debe ser competente para hacer cesar la
detención ilegal y, en el marco de esta competencia, llevar a cabo los comportamientos previstos
como típicos. La infracción es dolosa de dolo directo. Se consuma cuando se llevan a cabo las
acciones descritas en la ley.

ARTICULO 144 bis. - Será reprimido con prisión o reclusión de uno a cinco años e inhabilitación especial por
doble tiempo:
1. El funcionario público que, con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley, privase a
alguno de su libertad personal;
2. El funcionario que desempeñando un acto de servicio cometiera cualquier vejación contra las personas o les
aplicare apremios ilegales;
3. El funcionario público que impusiere a los presos que guarde, severidades, vejaciones, o apremios ilegales.
Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en los incisos 1, 2, 3 y 5 del artículo 142, la pena privativa
de la libertad será de reclusión o prisión de dos a seis años.

ARTICULO 144 ter.- 1. Será reprimido con reclusión o prisión de ocho a veinticinco años e inhabilitación absoluta
y perpetua el funcionario público que impusiere a personas, legítima o ilegítimamente privadas de su libertad,
cualquier clase de tortura.
Es indiferente que la víctima se encuentre jurídicamente a cargo del funcionario, bastando que éste tenga sobre
aquélla poder de hecho.
Igual pena se impondrá a particulares que ejecutaren los hechos descritos.
2. Si con motivo u ocasión de la tortura resultare la muerte de la víctima, la pena privativa de libertad será de
reclusión o prisión perpetua. Si se causare alguna de las lesiones previstas en el artículo 91, la pena privativa de
libertad será de reclusión o prisión de diez a veinticinco años.
3. Por tortura se entenderá no solamente los tormentos físicos, sino también la imposición de sufrimientos
psíquicos, cuando éstos tengan gravedad suficiente.

Tortura: Todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya
sean físicos o mentales. con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de
castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar
a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos
dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de
funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán
torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que
sean inherentes o incidentales a éstas.
Apremio Ilegal: todo acto cruel, inhumano o degradante, que no llegue a ser la tortura definida en el art.
1°. tratamientos crueles, inhumanos o degradantes, cuando adquieren una particular intensidad y
persiguen otras finalidades distintas a las previstas para la tortura.
En opinión de la jurisprudencia europea, los tratamientos degradantes son aquellos que humillan al
individuo gravemente ante los demás o ante sí mismo o le obligan a actuar contra su voluntad o
conciencia", mientras que los tratamientos inhumanos son aquellos que provocan grandes sufrimientos
mentales o físicos injustificables que alcanzan cierta intensidad.
El delito previsto en el art. 144 tercero consiste en imponer (aplicar, infligir, ocasionar, producir, etc.) a una
persona privada de su libertad ambulatoria cualquier especie de tortura. Sujeto activo del delito puede
ser un funcionario público u otra persona "en el ejercicio de funciones públicas" quedando alcanzado
también el particular. El autor del delito, entonces, puede ser cualquier funcionario público, tenga o no
competencia para privar de la libertad. Lo importante es que actúe como tal. Sujeto pasivo puede ser
cualquier persona que se encuentre privada, legítima o ilegítimamente, de su libertad. El delito es doloso,
compatible sólo con el dolo directo (infligir intencionalmente, dice el art. 1° de la Convención) y de
resultado, debido, precisamente, a la exigencia del concepto internacional de la causación de dolores o
sufrimientos graves (desvalor de resultado). Puede cometerse por acción u omisión (impropia) y se
consuma con la producción de los graves sufrimientos padecidos por la víctima, independientemente de
que se logre o no el fin propuesto. La tentativa resulta admisible.

La figura se agrava si, como consecuencia de la tortura (con motivo u ocasión, dice la norma), se produce
la muerte de la víctima o se le causan lesiones gravísimas. Se trata de un resultado preterintencional que
no queda abarcado por el dolo del agente.

ARTÍCULO 144 quater. - 1º. Se impondrá prisión de tres a diez años al funcionario que omitiese evitar la
comisión de alguno de los hechos del artículo anterior, cuando tuviese competencia para ello.
2º. La pena será de uno a cinco años de prisión para el funcionario que en razón de sus funciones tomase
conocimiento de la comisión de alguno de los hechos del artículo anterior y, careciendo de la competencia a que
alude el inciso precedente, omitiese denunciar dentro de las veinticuatro horas el hecho ante el funcionario,
ministerio público o juez competente. Si el funcionario fuera médico se le impondrá, además, inhabilitación especial
para el ejercicio de su profesión por doble tiempo de la pena de prisión.
3º. Sufrirá la pena prevista en el inciso 1º de este artículo el juez que, tomando conocimiento en razón de su
función de alguno de los hechos a que se refiere el artículo anterior, no instruyere sumario o no denunciare el
hecho al juez competente dentro de las veinticuatro horas.
4º. En los casos previstos en este artículo, se impondrá, además, inhabilitación especial perpetua para
desempeñarse en cargos públicos. La inhabilitación comprenderá la de tener o portar armas de todo tipo.

ARTÍCULO 144 quinto.- Si se ejecutase el hecho previsto en el artículo 144 tercero, se impondrá prisión de seis
meses a dos años e inhabilitación especial de tres a seis años al funcionario a cargo de la repartición,
establecimiento, departamento, dependencia o cualquier otro organismo, si las circunstancias del caso permiten
establecer que el hecho no se hubiese cometido de haber mediado la debida vigilancia o adoptado los recaudos
necesarios por dicho funcionario.

Amenazas y Coacción
El bien jurídico tutelado es la libertad individual en su esfera psíquica, es decir, en el ámbito de la
facultad que toda persona tiene de obrar conforme a su propia voluntad, o bien de optar, libre de
injerencias externas, por aquello que sus deseos más íntimos le aconsejan hacer o no hacer.

ARTÍCULO 149 bis. - Será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para
alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso la pena será de uno a tres años de prisión si se
emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas.
Será reprimido con prisión o reclusión de dos a cuatro años el que hiciere uso de amenazas con el propósito de
obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad.

Amenazas
El delito consiste en hacer uso de la amenaza para infundir miedo o temor a otro. Sin esta dirección final
de la acción, el hecho no resulta punible a este título. La simple expresión de deseos de que a alguien le
ocurra un mal (p. ej. "'ojalá te maten") queda fuera de la tipicidad. Para concretar su tipicidad, debe reunir
ciertas características: debe ser grave, vale decir, tener entidad para infundir alarma o temor en la víctima;
futura, es decir, que debe hacer referencia a un hecho o circunstancia de ocurrencia futura; determinada
(o determinable); injusta o ilegítima: la persona amenazada no está obligada a sufrirla; posible, es decir,
que el daño que se anuncia pueda ocurrir en la realidad (los daños anunciados de imposible realización
son atípicos); debe depender de la voluntad del que la profiere o de un tercero (gobernabilidad del daño);
serias, es decir, atendibles, por lo que quedarían al margen de la punición aquellas proferidas en estado
de ebriedad, en el transcurso de una discusión o como consecuencia de un exabrupto. Por último, la
idoneidad
de la amenaza (exigida por algunos autores) es una cuestión esencialmente relativa que debe
considerarse acudiendo a criterios de razonabilidad y merituando el caso concreto.
La amenaza no es punible por el daño que la víctima pueda o no creer que ocurrirá en su persona o
sus intereses, sino por el peligro de que ello realmente ocurra. El daño contenido en la amenaza puede
ser de cualquier naturaleza (v. gr., físico, económico, moral, espiritual); puede recaer sobre cosas o bienes
de pertenencia del sujeto amenazado o de un tercero. La ley no selecciona medios de comisión. Sujeto
activo puede ser cualquier persona, incluso aquella sobre la que recaerá el propio daño amenazado.
Sujeto pasivo también puede ser cualquiera, siempre que pueda comprender el significado y alcance de
la amenaza que se le profiere.
Son admisibles las formas activas y omisivas. Subjetivamente, la infracción es dolosa, de dolo directo, con
la concurrencia de un elemento subjetivo específico, consistente en usar la amenaza con la finalidad de
infundir temor en la víctima (para alarmar o amedrentar, dice la ley). Sin esta dirección final de la acción,
queda excluida la culpabilidad típica. Se trata de infracciones configurativas de delitos de intención
"mutilados en dos actos", en los que una acción dolosa (o acción básica) es realizada por el sujeto activo
como medio efectivo para una ulterior actuación del propio autor, que es el fin subjetivo que pretende
alcanzar. Tratándose de una infracción de pura actividad y de peligro concreto, se consuma cuando la
amenaza llega a conocimiento del sujeto pasivo, independientemente de su real y efectiva
atemorización. La tentativa resulta admisible.
La amenaza se agrava sólo en dos supuestos: cuando se emplearan armas o si fueran anónimas.

Coacciones
Es un delito que atenta contra el libre desenvolvimiento de la voluntad a través de la libre elección de
una conducta entre varias posibles. La acción material del delito consiste en hacer uso de amenazas para
obligar al sujeto pasivo a hacer, no hacer o tolerar algo en contra de su voluntad. Aun cuando el sujeto
esté obligado a realizar la conducta exigida por el autor, es suficiente para perfeccionar el tipo que la
amenaza coarte su libre voluntad de decisión. Queda abarcada en el tipo la vis compulsiva, vale decir, la
violencia ejercida a través de la psique del individuo, sea que haya recaído sobre la propia víctima, sobre
un tercero o sobre cosas. El tipo exige un elemento subjetivo especial: que el autor obre con el propósito
de obligar al sujeto pasivo a hacer, no hacer o tolerar algo. Por lo tanto, la conducta sólo es compatible
con el dolo directo.
La coacción se agrava por el empleo de armas o cuando las amenazas fueren anónimas. También se
agrava la coacción por la específica finalidad del autor: obtener alguna medida (disposición, resolución,
etc.) o concesión (otorgamiento de algo) por parte de cualquier miembro de los poderes públicos
(nacional, provincial o municipal). Por último, el precepto prevé una agravante que se caracteriza
subjetivamente:
El autor debe haberse propuesto, a través de la amenaza, compeler (obligar) a la víctima a hacer
abandono (alejamiento definitivo) del país (de la República), de una provincia o de los lugares de su
residencia habitual o de trabajo.

Violacion de Domicilio
ARTÍCULO 150. - Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, si no resultare otro delito más
severamente penado, el que entrare en morada o casa de negocio ajena, en sus dependencias o en el recinto
habitado por otro, contra la voluntad expresa o presunta de quien tenga derecho de excluirlo.

El concepto abarca no sólo los lugares de asiento permanente de la persona, sino también la residencia
accidental o temporaria. Los objetos del delito son la morada, la casa de negocio ajena, sus dependencias
y el recinto habitado por otro.
MORADA: Es el hogar o residencia en donde el hombre desarrolla su vida privada o familiar.
CASA DE NEGOCIO: Es todo lugar en el que la persona realiza, temporaria o definitivamente, una
actividad comercial, científica, artística, profesional, etc., lucrativa o no, al que tiene acceso el público en
forma indeterminada.
DEPENDENCIAS: ámbitos o espacios que, sin constituir morada o casa de negocio, se encuentran
materialmente unidos con aquéllos y responden a las necesidades de la actividad allí desplegada en el
local principal, o bien se emplean para servicio o complemento de la habitación, o del lugar de
permanencia privada.
RECINTO HABITADO: todo espacio o lugar habitado u ocupado que no puede ser considerado morada o
casa de negocio.

El delito consiste en entrar, contra la voluntad expresa o presunta del morador, en alguno de los sitios
protegidos por la ley. La acción presupone la introducción o penetración total, de cuerpo entero, en
alguno de esos recintos. No es suficiente a los fines típicos la introducción de una parte del cuerpo (p. ej.,
un brazo o un pie), o de un elemento que prolongue el alcance natural del brazo, como alambres,
cuerdas, caños, o asomarse a alguno de los espacios abiertos de las paredes, o ejecutar actos como
espiar, arrojar objetos o servirse de cosas. La titularidad del derecho a excluir puede recaer en quien mora
en la casa en el momento en que se produce el hecho o en otra persona en forma accesoria. La voluntad
de exclusión es expresa cuando así ha sido manifestada o hecha conocer al agente, ya sea a viva voz, por
escrito o por gestos. En cambio, es presunta cuando, no habiendo sido manifestada, puede deducirse de
las circunstancias que la evidencian.
Sujeto activo puede ser cualquier persona. Sujeto pasivo sólo puede ser quien tiene el derecho de
exclusión. El delito es de carácter subsidiario, esto es, que sólo resulta aplicable en tanto y en cuanto no
resultare otro delito más severamente penado. Se trata de un delito doloso, compatible sólo con el dolo
directo y se consuma con la entrada al domicilio ajeno (la persona de cuerpo entero), resultando
admisible la tentativa. El ejercicio de la acción penal es público.

Allanamiento Ilegal del Domicilio


ARTÍCULO 151. - Se impondrá la misma pena e inhabilitación especial de seis meses a dos años, al funcionario
público o agente de la autoridad que allanare un domicilio sin las formalidades prescriptas por la ley o fuera de los
casos que ella determina.

El delito consiste en allanar (entrar, ingresar, penetrar) un domicilio sin observar las formalidades legales
o fuera de los casos expresamente establecidos por la ley. El allanamiento implica la penetración a un
recinto determinado, contra o sin la voluntad del titular, por lo que sólo es legítimo cuando lo practica la
autoridad en los casos determinados por la ley y con las formalidades requeridas por ella. La orden de
allanamiento debe reunir los siguientes requisitos: debe ser escrita, resuelta por auto o decreto judicial
fundados, se debe mencionar el lugar, día y hora en que se cumplirá, el nombre de la persona
comisionada y la determinación específica del domicilio a allanar. Salvo casos excepcionales particular, el
allanamiento debe
practicarse de día. Además, debe notificarse al titular del domicilio o a quien lo reemplace. La prevención
policial sólo podrá practicar un allanamiento por propia autoridad y sin orden judicial cuando concurran
algunas de las situaciones de excepción que en forma taxativa prescriben las leyes locales a saber: a)
cuando existiera peligro para bienes y personas, causado por incendio, inundación u otros desastres
semejantes; b) cuando personas extrañas entraran en un local con signos evidentes de ir a cometer un
delito, y el hecho ha sido visto o denunciado por terceros; c) cuando un imputado de un
delito grave, al ser perseguido para su aprehensión, se introduzca en un local; d) cuando voces
provenientes de una casa anunciaran que allí se está cometiendo un delito o pidieran socorro; y e)
cuando, en casos de suma urgencia, deba ingresar a predios rurales privados, en horario diurno, o a
cualquier hora cuando lo autorice o consienta el interesado o su representante.
Los autores de este delito sólo pueden ser un funcionario público o un agente de la autoridad (que actúa
en nombre o por mandato de la autoridad), en ejercicio de sus funciones. Sujeto pasivo es quien, en el
momento del allanamiento, ejerce el derecho de exclusión. Se trata de un delito doloso, de dolo directo y
se consuma con el ingreso del funcionario al interior del domicilio. La tentativa resulta admisible.
Casos de justificación
ARTÍCULO 152. - Las disposiciones de los artículos anteriores no se aplicarán al que entrare en los sitios
expresados, para evitar un mal grave a sí mismo, a los moradores o a un tercero, ni al que lo hiciere para cumplir
un deber de humanidad o prestar auxilio a la justicia.

Violacion de Secretos y de la Privacidad


El secreto no es un bien jurídico sino un elemento del tipo objetivo de los delitos descritos en los arts.
156, 157, 157 bis, mientras que la privacidad sí es un bien jurídico protegido contra ciertos
comportamientos, entre los que se cuenta, ciertamente, la violación o el descubrimiento de secretos.

Atentados contra la Correspondencia


ARTÍCULO 153. - Será reprimido con prisión de quince (15) días a seis (6) meses el que abriere o accediere
indebidamente a una comunicación electrónica, una carta, un pliego cerrado, un despacho telegráfico, telefónico o
de otra naturaleza, que no le esté dirigido; o se apoderare indebidamente de una comunicación electrónica, una
carta, un pliego, un despacho u otro papel privado, aunque no esté cerrado; o indebidamente suprimiere o
desviare de su destino una correspondencia o una comunicación electrónica que no le esté dirigida.
En la misma pena incurrirá el que indebidamente interceptare o captare comunicaciones electrónicas o
telecomunicaciones provenientes de cualquier sistema de carácter privado o de acceso restringid
La pena será de prisión de un (1) mes a un (1) año, si el autor además comunicare a otro o publicare el contenido
de la carta, escrito, despacho o comunicación electrónica.
Si el hecho lo cometiere un funcionario público que abusare de sus funciones, sufrirá además, inhabilitación
especial por el doble del tiempo de la condena.

El delito, que se encuentra previsto en la primera parte del art. 153, consiste en abrir indebidamente
(romper, cortar, despegar la correspondencia) una carta (papel escrito introducido en un sobre destinado
a
la comunicación con otra persona), un pliego cerrado (papel escrito doblado sobre sí mismo y cerrado),
un despacho telegráfico (telegrama), un despacho telefónico (pieza escrita en la que se asienta una
comunicación telefónica), o de otra naturaleza (p. ej.; grabación fonográfica), que no ha sido dirigida al
autor. La Ley N° 26388 ha incorporado una nueva conducta -acceder indebidamente a una
comunicación electrónica-, esto es, ingresar, introducirse, penetrar, etc., a una correspondencia digital. La
expresión correspondencia, debiéndose entender por tal toda comunicación escrita entre dos
interlocutores, que uno de ellos envía, hace enviar, deja o hace dejar en poder de otro y que contiene la
expresión de su pensamiento, cualquiera sea el procedimiento de escritura de que se valga. Por su parte,
la comunicación electrónica abarca diversos medios tecnológicos, e-mail, chat, mensajes de texto en
teléfonos móviles,
así como cualquier otro sistema o programa electrónico o informático, actual o que pueda inventarse en
el futuro, que implique interlocución, diálogo o comunicación entre personas.
Sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, siempre que no sea el destinatario de la
comunicación (que no le esté dirigido, dice la ley). El delito es doloso, de dolo directo. Sin embargo, el
error sobre el destinatario puede excluir la culpabilidad.

La figura prevista en la segunda parte, del art. 153, que incrimina a quien se apodere indebidamente de
una carta, pliego, despacho o de otro papel privado, aunque no esté cerrado. La Ley N° 26388 agregó la
"comunicación electrónica" como nuevo objeto del delito. Aquí, el concepto de apoderamiento implica
una expresión de amplio contenido que abarca tanto el apoderamiento furtivo, cuanto el que se realiza
mediante engaño, retención o apropiación de la correspondencia. En relación con la comunicación
electrónica,el autor debe haberse impuesto del contenido de la comunicación, que vendría a constituir
un modo de apoderamiento de ésta. El precepto comprende las cartas y los papeles privados, resultando
indiferente que estén cerrados o abiertos y la comunicación electrónica.
Sólo puede ser autor del delito cualquiera que no sea destinatario de la correspondencia o de la
comunicación electrónica, o quien no haya expuesto el pensamiento o la referencia particular en el papel
privado o en la correspondencia digital. El delito es doloso, compatible sólo con el dolo directo.
La figura descrita en la última parte del art. 153 y consiste en suprimir (afectar la existencia material,
destruir, sacar del curso definitivamente, ocultar, etc.) o desviar de su destino (cambiar el curso, dándole
un destino distinto) una correspondencia o una comunicación electrónica que no esté dirigida al autor.
Ambas modalidades presuponen una correspondencia en curso, esto es, una pieza en camino a su
destinatario. Respecto de la "comunicación electrónica", también es posible su desvío o supresión, pero si
alguna de estas conductas se concreta mediante la introducción de virus o programas que impliquen la
desaparición o inutilización de la información, la figura se desplazaría al delito de daño informático
previsto en el art. 183, párr. 2°. El delito es doloso y se admite el dolo eventual. Se consuma en el momento
en que se suprime o desvía la correspondencia, independientemente de que, por cuestiones ajenas al
autor, la pieza retome su curso, por ejemplo, por la acción de un tercero.

La figura prevista en el segundo párrafo del art. 153 consiste en interceptar (tomar conocimiento,
acceder, descubrir, interrumpir, obstruir, perturbar, etc.) o captar (atraer, escuchar, aprehender
intelectualmente, etc.), comunicaciones electrónicas o telecomunicaciones privadas o de acceso
restringido. Se trata de un delito doloso, de dolo directo, de pura actividad, que se consuma con la
realización de las conductas típicas.

Las agravantes están previstas en el art. 153, párr. 3º, y alcanza a los tipos previstos en los párrafos 1° y 2°
de la misma disposición. se agravan si el agente comunicare a otro (hacer saber a un tercero o a un
número determinado de personas), o publicare el contenido (hacer saber al público en general) de la
carta, el escrito, el despacho o la comunicación electrónica. La doctrina es uniforme en aceptar que
estamos frente a un delito de doble actividad: la agravante exige que el autor haya cometido alguno de
los tipos previstos en el primer párrafo de la norma para, posteriormente, comunicar o publicar el
contenido de la carta, escrito o despacho.

Acceso no autorizado a un sistema informático


ARTÍCULO 153 BIS. - Será reprimido con prisión de quince (15) días a seis (6) meses, si no resultare un delito
más severamente penado, el que a sabiendas accediere por cualquier medio, sin la debida autorización o
excediendo la que posea, a un sistema o dato informático de acceso restringido.
La pena será de un (1) mes a un (1) año de prisión cuando el acceso fuese en perjuicio de un sistema o dato
informático de un organismo público estatal o de un proveedor de servicios públicos o de servicios financieros.

El delito consiste en acceder (ingresar, penetrar, entrar) en forma indebida o no autorizada, o excediendo
una autorización concedida, a un sistema de tratamiento automatizado de la información de acceso
restringido. Se trata de una figura subsidiaria, es decir, una figura que se encuentra condicionada a que
no
resulte un delito más severamente penado. El delito admite cualquier medio de comisión y, por lo
general, el autor (el hacker) es una persona con conocimientos en materia informática, experto en
computación, cuya capacidad le permite vencer los obstáculos que presenta el sistema.
Sujeto activo puede ser cualquier persona, sin importar el sexo ni la edad, ni el nivel de conocimiento
informático que posea. Sujeto pasivo es el titular del sistema o dato informático violado. El delito es
doloso, de dolo directo. Es un delito de pura actividad, de peligro abstracto, que se consuma con el mero
acceso indebido al sistema informático. La tentativa no parece posible.

El delito se agrava si el acceso no autorizado se realiza a un sistema o dato informático de un organismo


público estatal o de un proveedor de servicios públicos o de servicios financieros.

Violacion de Correspondencia calificada por la calidad del autor

ARTICULO 154. - Será reprimido con prisión de uno a cuatro años, el empleado de correos o telégrafos que,
abusando de su empleo, se apoderare de una carta, de un pliego, de un telegrama o de otra pieza de
correspondencia, se impusiere de su contenido, la entregare o comunicare a otro que no sea el destinatario, la
suprimiere, la ocultare o cambiare su texto.
Sólo puede ser cometido por una limitada clase de autores: empleados de correos o telégrafos. La
perfección típica requiere que el sujeto activo obre abusando de su empleo, vale decir, aprovechándose
del cargo que ocupa o de las facilidades que le brinda la función que desempeña. Subjetivamente, el
delito es doloso compatible sólo con el dolo directo.

Publicación Indebida de Correspondencia


ARTICULO 155. - Será reprimido con multa de pesos un mil quinientos ($ 1.500) a pesos cien mil ($ 100.000), el
que hallándose en posesión de una correspondencia, una comunicación electrónica, un pliego cerrado, un despacho
telegráfico, telefónico o de otra naturaleza, no destinados a la publicidad, los hiciere publicar indebidamente, si el
hecho causare o pudiere causar perjuicios a terceros.
Está exento de responsabilidad penal el que hubiere obrado con el propósito inequívoco de proteger un interés
público.

"Hacer publicar" quiere decir dar a conocer, difundir, etc., el contenido de la correspondencia. de la
comunicación electrónica, del pliego cerrado, etc., a un número indeterminado de personas, de modo
que éstas puedan llegar a tomar conocimiento real de ellos. La publicación debe ser indebida, vale decir,
sin derecho a que el contenido de los objetos protegidos sea divulgado, ya sea porque el remitente no lo
ha autorizado, por no concurrir alguna causa de justificación en particular o por cualquier otra causa que
legitime la difusión pública. Autor del delito puede ser cualquier persona, sea el destinatario o quien
tenga en su poder alguno de estos objetos. Sin embargo, la condición de autoría exige un presupuesto:
tener bajo el propio poder la correspondencia o los otros objetos. Sobre el sujeto pasivo se discute. Para
algunos autores, el ofendido por el delito es el remitente (Núñez, Soler); para otros, puede ser tanto el
remitente como el destinatario o un tercero (Fontán Balestra, Gómez, Díaz). La publicidad in-debida, para
que sea punible, debe haber causado un perjuicio a un tercero o haber concurrido la posibilidad de su
producción. Es suficiente con el perjuicio potencial, que puede ser de cualquier naturaleza (material,
moral, patrimonial, público, privado, etcétera). El delito es doloso y se consuma en el momento de
producirse la publicación de los objetos protegidos.

Violacion del Secreto Particular


ARTICULO 156. - Será reprimido con multa de pesos mil quinientos a pesos noventa mil e inhabilitación especial,
en su caso, por seis meses a tres años, el que teniendo noticia, por razón de su estado, oficio, empleo, profesión o
arte, de un secreto cuya divulgación pueda causar daño, lo revelare sin justa causa.

El bien jurídico es la libertad del individuo en su manifestación relativa a su esfera de reserva o intimidad.
La acción consiste en revelar un secreto, vale decir, descubrirlo, ponerlo de manifiesto, darlo a conocer a
una o a varias personas, quedando comprendida la divulgación de lo reservado. El delito admite
cualquier medio de comisión. La revelación del secreto sólo es punible si su divulgación puede causar
daño, o sea, que de la conducta derive la posibilidad de un perjuicio para un tercero. El detrimento puede
ser de cualquier naturaleza, físico, moral, patrimonial, social, etcétera.
Además, el tipo se completa cuando la revelación ha sido hecha sin justa causa, vale decir, en forma
ilegítima . El acceso al secreto debe realizarse por razón del estado, oficio, empleo, profesión o arte.
Estado es la especial condición social, de hecho o de derecho, en que se halla un individuo, aunque no
ejerza una profesión en sentido estricto, para poder ser elegido como depositario del secreto. Sujeto
activo del delito sólo puede ser quien reúne una determinada condición o ejerce una específica actividad
o función. Se trata de un delito especial propio, de autor calificado. Sujeto pasivo es el titular del secreto.
Subjetivamente, el delito es doloso, siendo suficiente el dolo eventual. Por tratarse de un delito de mera
actividad y de peligro concreto, la consumación coincide con la acción de revelar el secreto a un tercero.
Delitos Contra la Administración Pública
ARTÍCULO 245. - Se impondrá prisión de dos meses a un año o multa de pesos setecientos cincuenta a pesos
doce mil quinientos al que denunciare falsamente un delito ante la autoridad.

La denuncia consiste en la actividad de poner en conocimiento de la autoridad pública competente, por


los medios y modos establecidos en el ordenamiento procesal, la comisión de un delito, la cual debe
reunir las formalidades requeridas por la legislación procesal respectiva. Se puede denunciar por
cualquier medio, escrito o verbal, en forma personal o por medio de mandatario. La denuncia anónima,
sin que de ninguna manera pueda identificarse a su autor, no es denuncia a los fines típicos. La falsa
denuncia implica la simulación de un delito sin imputación. El delito denunciado debe ser falso, es decir,
inexistente o que, de existir, no se haya cometido en la forma denunciada, o cuando se modifican o
deforman sus circunstancias de tal modo que implique un mudamiento de su especie, cualificación o
gravedad.
"Denuncia falsa" no es lo mismo que "denuncia incompleta o inexacta"; si lo denunciado contiene
circunstancias que modifican esencialmente el hecho acaecido en la realidad, el tipo penal queda
configurado. La denuncia falsa debe realizarse ante la autoridad, que es aquella que tiene competencia
para
promover la investigación de un delito, que en nuestro ordenamiento vigente se limita a la autoridad
policial, al agente fiscal y al magistrado judicial. Sujeto activo puede ser cualquier persona. Sujeto pasivo
es la administración de justicia. Es un delito de simple actividad y de peligro abstracto.

ARTÍCULO 246. - Será reprimido con prisión de un mes a un año e inhabilitación especial por doble tiempo:
1 El que asumiere o ejerciere funciones públicas, sin título o nombramiento expedido por autoridad competente;
2 El que después de haber cesado por ministerio de la ley en el desempeño de un cargo público o después de
haber recibido de la autoridad competente comunicación oficial de la resolución que ordenó la cesantía o
suspensión de sus funciones, continuare ejerciéndolas;
3 El funcionario público que ejerciere funciones correspondientes a otro cargo.
El militar que ejerciere o retuviere un mando sin autorización será penado con prisión de uno (1) a cuatro (4) años
y, en tiempo de conflicto armado de dos (2) a seis (6) años, siempre que no resultare un delito más severamente
penado.

Cohecho y tráfico de influencias

ARTÍCULO 256. - Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua, el
funcionario público que por sí o por persona interpuesta, recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una
promesa directa o indirecta, para hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones

ARTICULO 256 bis — Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua
para ejercer la función pública, el que por sí o por persona interpuesta solicitare o recibiere dinero o cualquier otra
dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer valer indebidamente su influencia ante un
funcionario público, a fin de que éste haga, retarde o deje de hacer algo relativo a sus funciones.
Si aquella conducta estuviera destinada a hacer valer indebidamente una influencia ante un magistrado del Poder
Judicial o del Ministerio Público, a fin de obtener la emisión, dictado, demora u omisión de un dictamen, resolución
o fallo en asuntos sometidos a su competencia, el máximo de la pena de prisión o reclusión se elevará a doce años.

ARTÍCULO 257. - Será reprimido con prisión o reclusión de cuatro a doce años e inhabilitación especial perpetua,
el magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público que por sí o por persona interpuesta, recibiere dinero o
cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta para emitir, dictar, retardar u omitir dictar una
resolución, fallo o dictamen, en asuntos sometidos a su competencia

ARTÍCULO 258. - Será reprimido con prisión de uno a seis años, el que directa o indirectamente diere u ofreciere
dádivas en procura de alguna de las conductas reprimidas por los artículos 256 y 256 bis, primer párrafo. Si la
dádiva se hiciere u ofreciere con el fin de obtener alguna de las conductas tipificadas en los artículos 256 bis,
segundo párrafo y 257, la pena será de reclusión o prisión de dos a seis años. Si el culpable fuere funcionario
público, sufrirá además inhabilitación especial de dos a seis años en el primer caso y de tres a diez años en el
segundo.

ARTICULO 258 bis — Será reprimido con prisión de un (1) a seis (6) años e inhabilitación especial perpetua para
ejercer la función pública el que, directa o indirectamente, ofreciere, prometiere u otorgare, indebidamente, a un
funcionario público de otro Estado o de una organización pública internacional, ya sea en su beneficio o de un
tercero, sumas de dinero o cualquier otro objeto de valor pecuniario u otras compensaciones tales como dádivas,
favores, promesas o ventajas, a cambio de que dicho funcionario realice u omita realizar un acto relacionado con el
ejercicio de sus funciones públicas, o para que haga valer la influencia derivada de su cargo en un asunto vinculado
a una transacción de naturaleza económica, financiera o comercial.
Se entenderá por funcionario público de otro Estado, o de cualquier entidad territorial reconocida por la Nación
Argentina, a toda persona que haya sido designada o electa para cumplir una función pública, en cualquiera de sus
niveles o divisiones territoriales de gobierno, o en toda clase de organismo, agencia o empresa pública en donde
dicho Estado ejerza una influencia directa o indirecta.

ARTÍCULO 259. - Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación absoluta de uno a seis años, el
funcionario público que admitiere dádivas, que fueran entregadas en consideración a su oficio, mientras
permanezca en el ejercicio del cargo. El que presentare u ofreciere la dádiva será reprimido con prisión de un mes
a un año.

ARTÍCULO 259 bis - Respecto de los delitos previstos en este Capítulo, se impondrá conjuntamente una multa de
dos (2) a cinco (5) veces del monto o valor del dinero, dádiva, beneficio indebido o ventaja pecuniaria ofrecida o
entregada.

La dinámica del delito admite dos modalidades: Recibir dinero o cualquier otra dádiva, quiere decir
entrar en la tenencia material del ,dinero o la dádiva, aceptar una promesa, directa o indirecta, ( quien
admite, consciente o presta acuerdo), respecto de una propuesta o promesa de recibir en el futuro dinero
o dádivas con miras a hacer, retardar u omitir algo relativo a sus funciones. El objeto del delito puede
estar constituido por dinero o por una dádiva. El dinero es la moneda nacional o extranjera de curso legal.
La dádiva es, en general, lo que se da sin retribución económica, es decir, sin contraprestación de la otra
parte.

El cohecho pasivo se agrava por la concurrencia de dos circunstancias: una, por la condición del sujeto
activo, es decir, en aquellos casos en que el autor es un magistrado del Poder Judicial (jueces y
conjueces, de cualquier fuero, instancia y jurisdicción, no así los árbitros y los arbitradores amigables
componedores) o del Ministerio Público y, otra, por la naturaleza de los actos, retardos u omisiones
funcionales tenidos en mira por los agentes al momento de consumar el ilícito.

El cohecho activo hace referencia a la conducta de los corruptores, vale decir, de los terceros que inducen
a funcionarios, mediante la oferta (Promesa) o entrega ( dar) de dádivas, a la realización de algunas de las
conductas tipificadas en los arts. 256, 256 bis y 257. A diferencia del pasivo, el cohecho activo es un delito
unilateral.

El cohecho activo se agrava si la dádiva se da u ofrece a un juez o a un magistrado del Mlinisterio Público,
para que emita, dicte, retarde u omita dictar una resolución, fallo o dictamen en asuntos sometidos a su
competencia.

El tráfico de influencias es un delito autónomo que consiste en solicitar o recibir (pedir, requerir una
cosa) dinero o dádivas o en aceptar una promesa directa o indirecta "para" hacer valer indebidamente su
influencia ante un funcionario público (la influencia debe ser "real", existente), "a fin" de que éste haga,
retarde o deje de hacer algo relativo a sus funciones. El tipo presupone la realización de un acuerdo entre
alguien que da o promete dinero o dádivas, para que otro (quién es el que recibe o acepta 1a promesa),
haga valer indebidamente su influencia ante un funcionario público, a fin de que éste haga, deje de
hacer o retarde algo relativo a sus funciones. La influencia es el predominio moral que se ejerce sobre
otra persona que posibilita que ésta actúe de determinada manera y debe hacerse valer indebidamente
(ilegítima), esto es, al margen de lo establecido por las leyes y reglamentos, lo cual significa que la
actividad conocida como lobby no se encuentra comprendida •por la normativa penal. El tráfico de
influencias pasivo, en todas sus manifestaciones, se proyecta siempre hacia actividades futuras y puede
ser cometido por cualquiera, por sí
o por interpósita persona (testaferro o prestanombre) incluso un funcionario público. Es un delito doloso,
subjetivamente configurado, de resultado cortado.

El art. 256 bis, párr. 2º, agrava la escala punitiva para el agente que solicita o recibe dinero o dádivas, o
acepta una promesa directa o indirecta para hacer valer indebidamente una influencia ante un
magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público, a fin de obtener la emisión, dictado, demora u
omisión.

Malversacion de Caudales Públicos


ARTÍCULO 260. - Será reprimido con inhabilitación especial de un mes a tres años, el funcionario público que
diere a los caudales o efectos que administrare una aplicación diferente de aquella a que estuvieren destinados. Si
de ello resultare daño o entorpecimiento del servicio a que estuvieren destinados, se impondrá además al culpable,
multa del veinte al cincuenta por ciento de la cantidad distraída.

El delito consiste en dar a los caudales o efectos administrados por el autor una aplicación diferente
(distinto al asignado legalmente) de aquella a la que estuvieran destinados. Sin la existencia de un
destino predeterminado no puede haber malversación.
Los términos caudales y efectos, comprenden toda clase de bienes, incluido el dinero, y pueden ser de
cualquier naturaleza, no sólo económico. El concepto"caudales" abarca a los muebles y útiles de oficina,
mientras que "efectos", comprende los valores de papel (títulos, sellos, estampillas) emanados del Estado
(efectos públicos), que representan un valor económico y tienen el carácter de negociables. Los caudales
y efectos deben ser públicos.

El delito es doloso, compatible sólo con el dolo directo. Por lo general, se admite la tentativa

ARTÍCULO 261. - Será reprimido con reclusión o prisión de dos a diez años e inhabilitación absoluta perpetua, el
funcionario público que sustrajere caudales o efectos cuya administración, percepción o custodia le haya sido
confiada por razón de su cargo. Será reprimido con la misma pena el funcionario que empleare en provecho propio
o de un tercero, trabajos o servicios pagados por una administración pública.

El delito consiste en sustraer (separar, apartar, quitar los bienes de la esfera de actividad patrimonial de la
Administración pública) caudales o efectos públicos cuya administración, percepción o custodia le ha
sido confiada a un funcionario público por razón de su cargo. La conducta típica no implica apropiación
de los caudales o efectos públicos (animus rem sibi abendi), pero la comprende. El bien debe ser
separado
de la esfera de custodia ( del funcionario) en la que se encontraba. El objeto del peculado está constituido
por los caudales y efectos públicos, cuya administración (facultad de disposición de los bienes),
percepción (facultad para recibir bienes) o custodia ( cuidado y vigilancia de los bienes) le ha sido
confiada al funcionario por razón de su cargo. Los caudales o efectos públicos deben haber sido
confiados al funcionario por razón de su cargo, para que los administre, perciba o custodie, es decir que
deben haberle sido entregados con dicha finalidad. La relación de confianza debe estar determinada en
razón del cargo que inviste el funcionario; se trata, por lo tanto, de una relación objetiva y no en razón de
la persona del funcionario.

Prevaricato
ARTÍCULO 269. - Sufrirá multa de pesos tres mil a pesos setenta y cinco mil e inhabilitación absoluta perpetua el
juez que dictare resoluciones contrarias a la ley expresa invocada por las partes o por el mismo o citare, para
fundarlas, hechos o resoluciones falsas.
Si la sentencia fuere condenatoria en causa criminal, la pena será de tres a quince años de reclusión o prisión e
inhabilitación absoluta perpetua.
Lo dispuesto en el párrafo primero de este artículo, será aplicable, en su caso, a los árbitros y arbitradores
amigables componedores.

El delito consiste en dictar una resolución (pronunciamiento de carácter jurisdiccional, sentencia, auto,
decreto, etc.) que debe reunir las siguientes características: ser contraria a la ley expresamente invocada
por las partes y encontrarse fundada en hechos o resoluciones falsas. El delito presupone la existencia de
un proceso jurisdiccional en curso, de cualquier naturaleza o carácter (por. ej. civil, penal, laboral,
contencioso administrativo, voluntario o contradictorio), el que se dicte una resolución que tenga
carácter decisorio o dispositivo, acerca de un conflicto suscitado en un proceso según las reglas
prescritas en el ordenamiento jurídico. La resolución debe "decidir" la suerte de un litigio. Existen dos
clases de prevaricación judicial:
1. Prevaricato de derecho. Consiste en dictar una resolución contraria a la ley (ley y su
reglamentación) expresa invocada por las partes o por el mismo juez (alegada, citada, por quien
pretende su aplicación), lo que sucede cuando manda o prohíbe lo contrario de lo que de modo
claro prohíbe o manda la ley aplicable al caso. El delito exige una abierta y efectiva oposición entre
lo que se resuelve y la ley aplicable al caso.
2. Prevaricato de hecho. El pronunciamiento judicial también puede ser prevaricador cuando
contiene en sus fundamentos citas de hechos o resoluciones falsas, situación que se da cuando el
magistrado, en los fundamentos del fallo, invoca hechos o resoluciones falsas que tienen la
virtualidad de decidir acerca de la cuestión planteada. Los hechos y las resoluciones son falsos
cuando no existen, cuando se les da una interpretación que realmente no tienen o cuando
existan pero no constan en los autos en los que se resuelve y deben se invocados (citados) para
fundar el fallo, toda vez que deben tener incidencia en el decisorio de la nueva resolución.
Sujeto activo sólo puede ser un juez ( del Poder Judicial), no así los llamados "Jueces Municipales·' o "de
faltas", por cuanto son funcionarios administrativos. Se trata de un delito especial y de propia mano. Es un
delito doloso que se satisface únicamente con el dolo directo.

ARTÍCULO 271. - Será reprimido con multa de pesos dos mil quinientos a pesos treinta mil, e inhabilitación
especial de uno a seis años, el abogado o mandatario judicial que defendiere o representare partes contrarias en el
mismo juicio, simultánea o sucesivamente o que de cualquier otro modo, perjudicare deliberadamente la causa que
le estuviere confiada.

La doble representación requiere que el sujeto activo representa o defiende a un cliente y,


posteriormente, pase a representar a otro que tiene intereses contrarios con el primero en el mismo
asunto judicial. El consentimiento juega aquí un rol preponderante, que excluye el tipo penal pero, es
preciso, también,
el consentimiento, expreso o tácito, del segundo cliente. La duplicidad de la intervención puede
concretarse mediante un acto de defensa de las partes contrarias, la cual comprende tanto el patrocinio
como la constitución formal en parte, en asunto de cualquier naturaleza, incluso en causa penal, o de su
representación en el mismo juicio, la cual exige, en cambio, el otorgamiento de un mandato
exclusivamente judicial, esto es, el que es dado por medio de un poder para estar enjuicio. La conducta
típica puede llevarse a cabo en forma simultánea o sucesiva de manera directa y manifiesta o de modo
encubierto, mediante persona interpuesta.

Perjudicar de cualquier modo la causa. Esta modalidad se configura cuando se pierde o disminuye la
posibilidad procesal o de fondo de la acción ejercida sea por medio de una conducta activa u omisiva. y
en detrimento de la parte que el autor representa o defiende, aunque también la acción haya
perjudicado los intereses de las demás partes del juicio. El perjuicio, que no necesariamente debe tener
carácter económico, puede traducirse en la pérdida de la causa (sentencia contraria) o de otras
alternativas procesales.

Sólo pueden ser sujetos activos del delito los abogados y los mandatarios judiciales. El abogado es aquel
que defiende los intereses de la parte, ya sea actuando como patrocinante o como defensor en una
causa penal. El mandatario judicial es la persona que representa a otro en juicio, mediante el
otorgamiento de un mandato (poder), que lo faculta a estar en juicio e, incluso, a abogar por el otorgante.
Se trata de un delito doloso, de dolo directo.

ARTÍCULO 272. - La disposición del artículo anterior será aplicable a los fiscales, asesores y demás funcionarios
encargados de emitir su dictamen ante las autoridades.

Falso Testimonio
ARTÍCULO 275. - Será reprimido con prisión de un mes a cuatro años, el testigo, perito o intérprete que afirmare
una falsedad o negare o callare la verdad, en todo o en parte, en su deposición, informe, traducción o
interpretación, hecha ante la autoridad competente.
Si el falso testimonio se cometiere en una causa criminal, en perjuicio del inculpado, la pena será de uno a diez
años de reclusión o prisión.
En todos los casos se impondrá al reo, además, inhabilitación absoluta por doble tiempo del de la condena.

El delito consiste en afirmar una falsedad, negar una verdad o callar una verdad, ante la autoridad
competente. Afirmar una falsedad quiere decir asentir, confirmar, asegurar, una situación, un hecho o
una circunstancia como verdadera, cuando se sabe o se conoce que es falsa. La falsedad puede ser total
o parcial. pues las alteraciones que hace un testigo en su declaración no siempre son índice de falsedad;
puede ir asociando recuerdos y sentir la necesidad de rectificar sus afirmaciones. Lo que importa, en
definitiva, es la incidencia que esa deformación de la verdad ha tenido en la resolución de la causa. El
delito se concreta sólo si la declaración mendaz puede influir en el pronunciamiento del juez, con
prescindencia de las consecuencias ulteriores del juicio. Negar la verdad es una conducta activa., que
consiste en afirmar o asegurar que un hecho o una circunstancia no es verdadero sabiendo o conociendo
que en realidad lo es. Callar la verdad es la ocultación de la verdad. conocida también como reticencia, y
equivale a silencio u omisión acerca de una circunstancia significativa para el resultado de la causa. Calla
la verdad aquel que, por silencio, oculta la verdad de lo que sabe verdadero.

Sujetos activos sólo pueden el testigo, el perito y el intérprete. El traductor sólo podrá ser autor del delito
si reúne la condición de testigo en su declaración ante la autoridad.
Testigo. Es “toda persona física que, en un juicio o procedimiento declara sobre los hechos que han caído
bajo la acción de sus sentidos·'.
Perito. Los peritos son aquellas personas que poseen determinados conocimientos especiales
relacionados con una práctica. una ciencia, una técnica, una industria o un arte, y que son llamadas por la
autoridad competente para emitir un dictamen o dar su opinión sobre un punto o cuestión que se
pretende
dilucidar en el proceso.
Intérpretes y traductores. El intérprete es aquella persona que interpreta, explica o busca el sentido de
una palabra, un texto o un documento que está expresado en un idioma extranjero, en clave o en signos,
mientras que el traductor es aquel que vierte una declaración o un texto redactado en un idioma a otro
distinto.
Autoridad competente. La autoridad competente es aquella que, de conformidad con las leyes y
reglamentos, está facultada para recibir declaraciones testimoniales, informes, interpretaciones o
traducciones, a fin de resolver un conflicto de carácter jurídico. Comprende no sólo a la autoridad judicial
sino a toda aquella que posea competencia para recibir un testimonio, por ej. la policía judicial o
administrativa.

El falso testimonio es un delito doloso, compatible sólo con el dolo directo. Es un delito especial y de
propia mano, de pura actividad y de peligro abstracto, que se consuma con la realización de la
deposición, el informe, la traducción o la interpretación falsos, sin que se requiera 1a producción de
perjuicio alguno, ni a las partes del juicio ni a la administración de justicia.

ARTÍCULO 276. - La pena del testigo, perito o intérprete falso, cuya declaración fuere prestada mediante
cohecho, se agravará con una multa igual al duplo de la cantidad ofrecida o recibida.
El sobornante sufrirá la pena del simple testigo falso.

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