Sufragio Transnacional y Extraterritorial
Sufragio Transnacional y Extraterritorial
Sufragio Transnacional y Extraterritorial
Transnacional
y Extraterritorial
Experiencias Comparadas
Rector General
Dr. Salvador Vega y León
Secretario General
M. en C. Q. Norberto Manjarrez Álvarez
Unidad Iztapalapa
Rector
Dr. J. Octavio Nateras Domínguez
Secretario
Dr. Miguel Ángel Gómez Fonseca
Directora
de la División de Ciencias Sociales y Humanidades
Dra. Juana Juárez Romero
Asistente Editorial
Departamento de Sociología
Mtra. Erika Granados Aguilar
Sufragio
Transnacional
y Extraterritorial
Experiencias Comparadas
Textos de
Víctor Alarcón Olguín, Anastasia Bermúdez, José Antonio Carrera Barroso,
Aníbal Corrado, Eduardo E. Domenech. Gustavo Ernesto Emmerich,
Isabel Estrada Carvalhais, Alfonso Hinojosa Gordonava, Jean-Michel Lafleur,
Abel Muñoz Pedraza, Bodgan M. Popescu, Jacques Ramírez Gallegos,
Amalia Stuhldreher y María Laura Tagina.
México, 2016
Primera edición, mayo de 2016.
Tiraje de la edición: 1,000 ejemplares.
Las opiniones expuestas por los autores de la presente obra no reflejan nece-
sariamente los puntos de vista de IIDH-CAPEL. Los programas y actividades del
Instituto Interamericano de Derechos Humanos son posibles por el aporte de
agencias internacionales de cooperación, fundaciones, organizaciones no guber-
namentales, agencias del sistema de Naciones Unidas, agencias y organismos de
la Organización de Estados Americanos, universidades y centros académicos. Las
diferentes contribuciones fortalecen la misión del IIDH, reforzando el pluralismo
de su acción educativa en valores democráticos y el respeto de los derechos hu-
manos en las Américas.
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En este contexto, y como parte de su estrategia de investigaciones y publi-
caciones, se creó la Serie Cuadernos de CAPEL como una línea de publicacio-
nes dentro IIDH. Está colección iniciada en 1985 recoge el pensamiento libre y
argumentado de especialistas empeñados en el estudio del derecho electoral y
de los procesos electorales, con una mirada multidisciplinaria y multinacional.
En la actualidad el IIDH/CAPEL edita, publica y distribuye importante
material sobre temas electorales, incluyendo textos destinados a generar un
mayor apoyo para la realización de elecciones libres y fortalecimiento de la
democracia. La mayor parte de las publicaciones académicas y demás infor-
mación se encuentran en la página Web de CAPEL que abarca la Red Electoral
Interamericana.
En esta oportunidad, el IIDH/CAPEL tiene el honor de publicar en coedi-
ción con la Universidad de Autónoma Metropolitana (UAM) de Iztapalapa, el
título Sufragio Transnacional y Extraterritorial. Experiencias Comparadas,
preparado bajo la dirección intelectual de Gustavo Ernesto Emmerich y Víctor
Alarcón Olguín. Este rico volumen aborda uno de los campos que más desa-
rrollo ha tenido desde fines del siglo XX: la votación de los ciudadanos desde
el exterior, y también aborda el menos conocido voto de los extranjeros en las
elecciones nacionales.
La presente publicación responde muy bien a la inspiración general de
la investigación que apoya y promueve una mirada amplia de los procesos
políticos y estudia las elecciones desde múltiples ángulos. Sin embargo, tam-
bién innova porque los casos estudiados no sólo pertenecen a América Latina
sino a Europa, cuyos retos en la votación en el exterior presenta sugerentes
similitudes.
Los trabajos de Anastasia Bermúdez, José Antonio Carrera Barroso, Aníbal
Corrado, Eduardo E. Domenech. Isabel Estrada Carvalhais, Alfonso Hinojosa
Gordonava, Jean-Michel Lafleur, Abel Muñoz Pedraza, Bodgan M. Popescu,
Jacques Ramírez Gallegos, Amalia Stuhldreher y María Laura Tagina, llegan
en momento propicio para continuar alimentando una agenda de investiga-
ción, una mesa de debate, un espacio de hallazgos y resultados que enrique-
cen nuestra comprensión sobre el voto ciudadano más allá de las fronteras
nacionales.
9
libro homenaje elaborado por quienes fuimos sus colegas, discípulos y amigos,
reunidos ahora en forma modesta, y bajo el objetivo común de dejar un testi-
monio en torno a su enorme impronta intelectual; pero sobre todo, expresar
un reconocimiento a su honestidad y compromiso como ser humano.
Igualmente resulta importante agradecer a la Universidad Autónoma Me-
tropolitana, Unidad Iztapalapa, en especial al rector de la Unidad, Dr. José
Octavio Nateras Domínguez, a la directora de la DCSH, Dra. Juana Juárez Ro-
mero y los jefes del Departamento de Sociología, los doctores Enrique Cuna
Pérez y Juan Manuel Herrera Caballero, por su invaluable apoyo para facilitar
la edición de este libro en las condiciones en que fuera pensado originalmente
por el Dr. Emmerich. Y de manera especial, el agradecimiento se extiende
a los colaboradores del texto, por su paciencia, comprensión e interés por
seguir participando en este proyecto. Igualmente, nuestro agradecimiento se
extiende a los dictaminadores anónimos del volumen, quienes con mucho
rigor hicieron observaciones para que los trabajos contenidos tuvieran una
mayor coherencia y unidad interna
Finalmente, resulta muy afortunado mencionar que en el proceso de cons-
trucción de este volumen, pudo darse la posibilidad de que el Instituto Inte-
ramericano de Derechos Humanos (IIDH), a través de su prestigiado Centro
para la Asistencia Electoral (CAPEL), con sede en San José, Costa Rica, mostrara
su interés por valorar la inclusión de este volumen como parte de su oferta
editorial, lo que constituye sin duda un referente de enorme aval académico
para todos quienes nos dedicamos a los estudios electorales en el espacio la-
tinoamericano. Nuestro reconocimiento por ello a los señores doctores Joseph
Thompson y Salvador Romero Ballivián, responsables respectivos de las ins-
tancias antes mencionadas, y quienes nos confieren la deferencia de escribir
una presentación al volumen.
Cerramos este pequeño prefacio invitando al lector para que recorra y ob-
serve por sí mismo la enorme riqueza y complejidad con que se expresa la
presencia del sufragio transnacional y extraterritorial. Seguramente, ello es
la mejor recompensa que se le puede dispensar a un autor, especialmente
cuando éste se encuentra con nosotros en el corazón y en la memoria.
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competentes, a menudo en la vanguardia de la modernización institucional y
de la extensión de derechos, capaces de encarar un reto técnico, económico
y logístico como el voto más allá del espacio nacional.
Pesó la aceleración de la globalización y de las migraciones, que condujeron
a millones de latinoamericanos a buscar mejores oportunidades de vida en
otros países: persistió el tradicional poder de atracción de Estados Unidos so-
bre mexicanos, centroamericanos y caribeños; los vecinos prósperos atrajeron
a ciudadanos de colindantes países menos desarrollados, como Costa Rica con
los nicaragüenses o República Dominicana con los haitianos; y, fenómeno más
reciente, en el sur europeo se asentaron millones de latinoamericanos, sobre
todo provenientes de la región andina y del Cono Sur.
Por último, el exponencial desarrollo de las tecnologías acercó de manera
clara a los emigrantes y las familias que quedaron en los países, facilitó el
envío de las remesas, soporte clave de algunas economías, como las centroa-
mericanas, hizo más fácil seguir la coyuntura política del país, y ofreció nuevos
instrumentos para asumir el desafío del voto afuera.
El voto en el exterior se convirtió en objeto de apasionados debates políti-
cos, de rompecabezas técnicos para los organismos electorales y de investiga-
ción para los académicos con el propósito de contribuir a una reflexión amplia,
plural, comparada sobre los principales asuntos de la democracia y las eleccio-
nes en América Latina. Esto es lo que refleja en esta oportunidad, el fruto de
la feliz alianza entre el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y su
organismo especializado, el Centro de Asesoría y Promoción Electoral (IIDH-
CAPEL) con la Universidad Autónoma Metropolitana –sede Iztapalapa– con el
presente volumen que el lector tiene en sus manos. La investigación ha sido el
fruto de la coordinación de un proyecto de investigación pensado y realizado
por los profesores e investigadores Víctor Alarcón Olguín y Gustavo Ernesto
Emmerich, éste último lamentablemente fallecido antes de la publicación de
esta obra. Con justo homenaje, el presente libro le está dedicado.
Cada uno de los artículos, más allá de sus distintos abordajes metodoló-
gicos, comparte centros de interés comunes alrededor de la problemática del
voto en el exterior, en América Latina e incluso en Europa. Y llegan sorpren-
dentemente, o no tanto, a hallazgos y conclusiones próximas. Esta es la fuerza
de este libro. Detrás de las investigaciones nacionales, permite discernir los
ejes de las evoluciones, las tendencias de fondo, los puntos de tensión, los re-
Introducción • 13
La tercera lección es que la complejidad del fenómeno migratorio hace que
las estimaciones sobre la población en el exterior sean imprecisas, con cálculos
que pueden ir del simple al doble, incluso al triple, según las fuentes. Esta si-
tuación es frecuente en América Latina y también en países europeos del Este,
que recién se integran a la Unión Europea, como lo demuestra el estudio de
Rumania, a cargo de Bogdan Popescu, “Out – of – Country – Voting. Electoral
Participation of Romanian Diaspora”. Las cifras oficiales decían que había
unos 150.000 rumanos en el exterior, pero en Alemania e Italia por separado,
se superaba esa cifra. Esta fragilidad para conocer números más reales se da
sobre todo cuando la emigración acumula décadas; los Estados ofrecen pocas
razones a sus ciudadanos para reportarse ante los servicios diplomáticos u
otras oficinas; o cuando a los emigrantes les cuesta ponerse en conformidad
con la legislación migratorio del país de acogida.
En cuarto lugar, una vez alcanzado el derecho al voto en el extranjero,
los niveles de inscripción y de participación no suelen responder ni a las
expectativas de sus partidarios ni a los temores de sus adversarios. Entre las
estimaciones de la población en el exterior y la cantidad de registrados, las
brechas suelen ser muy amplias. A veces pesan las restricciones que imponen
los mismos Estados, como sucedió en Rumania, cuando el gobierno elevó los
requisitos para la inscripción, temeroso de un voto de castigo, según se com-
prueba en el texto de Popescu. En otros casos, juegan factores distintos: difi-
cultades para inscribirse (exigencias elevadas en documentos que presentar),
temores en el caso de los inmigrantes en situación ilegal de ser detenidos en
las etapas de inscripción o votación, desconocimiento de los procedimientos
y plazos por escasas campañas de información, o desinterés por los asuntos
políticos del país de origen.
La siguiente tendencia se enlaza con la anterior. Además de niveles bajos de
registro, las tasas de participación son modestas. En términos absolutos, tam-
bién en porcentaje. La tónica general es la escasa movilización, como muestra
las cifras latinoamericanas ofrecidas por Gustavo Ernesto Emmerich y José
Antonio Carrera en “Sufragio transnacional: votantes argentinos, ecuatoria-
nos, peruanos y venezolanos en México 2011-2013”. Entre los pocos países
participativos, destacan Perú y Bolivia, caso estudiado por Alfonso Hinojosa,
Eduardo Domenech y Jean Michel Lafleur en “The external voting right of
Bolivians Abroad: What Role for Emigrants in Regime Transformation in their
Homeland?”. Los autores relatan la intensa movilización de la comunidad bo-
Introducción • 15
subnacionales han decidido poner en práctica el voto en el exterior para la
elección de autoridades de ese nivel. Varios estados de México dieron los
primeros pasos en esa dirección, en especial Michoacán, el Distrito Federal y
Chiapas, casos analizados por Abel Muñoz Pedraza en “Experiencias de su-
fragio extraterritorial en México en el ámbito local”. Este paso probablemente
requiere que las unidades político–administrativas subnacionales tengan una
identidad fuerte, recursos altos para concretar la iniciativa y una cantidad
relevante de personas viviendo en el exterior.
De manera adicional, este voto se acompaña de novedades suplementarias.
Chiapas llevó incluso a establecer la elección de diputados para el Congreso
del Estado que representen a los chiapanecos en el exterior, en tanto que el
Distrito Federal hizo un paso audaz hacia la votación por internet (una moda-
lidad aplicada únicamente por Panamá en el nivel nacional). Fue interesante
que la decisión fuese dejada sin efecto por el Tribunal Electoral del Distrito
Federal, por no encontrarla segura, pero revalidada por el Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, que estimó satisfechos los criterios de se-
guridad. Tal vez fuese, en apariencia, más sorprendente que la participación
resultó más baja entre los inscritos para esa modalidad que entre los que op-
taron por el método presencial. Quizá sea el recordatorio que el voto, un acto
que expresa profundamente la consciencia individual, se inscribe también en
un ritual colectivo, de pertenencia a una comunidad.
Las investigaciones también muestran otra faceta del vínculo entre voto y
presencia en el exterior: la posibilidad para que los extranjeros voten en ciertas
elecciones del país anfitrión, por lo general de carácter local. Esa opción lleva
ya décadas de aplicación en numerosos países. Ella constituye una de las fa-
cetas estudiadas por Anastasia Bermúdez en “The Participation of Colombians
in “home” and “host” Country Elections” a propósito de los colombianos en
España. El trabajo muestra que la participación suele ser limitada y con un
escaso sentimiento de ser adecuadamente representados por los partidos. Esta
línea también interesa a la investigación de Stuhldreher sobre Uruguay, que
al haber sido un país de inmigración, permitió el voto de los extranjeros aún
en elecciones presidenciales, un derecho que empero resulta poco conocido
y poco usado.
Los capítulos aportan la riqueza de casos nacionales y ofrecen elementos
poco habituales pues recuperaron la voz de los votantes en el exterior así
como su perfil sociodemográfico y político. La investigación de Emmerich y
Introducción • 17
Capítulo 1
En estas páginas, que pretenden ser apenas una introducción básica para
contextualizar a un importante objeto de estudio como lo es la evolución
de la ciudadanía política transnacional y los procesos que se enfrentan para
encarar el ejercicio particular del derecho al sufragio fuera del territorio de
origen, se presenta una agenda de discusión acerca de la importancia de la
extensión del derecho político de votar fuera de las fronteras convencionales
de los estados, tanto en relación a los procesos de integración supranacional,
como en aquellas experiencias donde ciudadanos migrantes no desean perder
vínculo ni presencia dentro de las decisiones políticas y / o selección de au-
toridades electas en sus naciones de origen. De igual forma interesa detectar
las condiciones que permiten incorporar el voto de ciudadanos extranjeros
en el marco jurídico vigente en su país de adopción. A partir de estas situa-
ciones, se trata de ver cómo este nuevo marco de participación política se ha
venido adaptando y aplicando en el contexto latinoamericano, y cuáles son
las expectativas a futuro de dicho proceso. En este sentido, no pretendemos
agotar de inicio lo que una importante serie de autores han trabajado en el
tiempo reciente, aunque precisamente vale remitirse a ellos para que el lector
pueda captar y entender la riqueza y la complejidad de este fascinante campo
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surgido a la par de los procesos mismos de la globalización y el desarrollo del
capitalismo en su faceta neoliberal.1
La estructura del trabajo pretende realizar en primer lugar, un breve análi-
sis teórico-jurídico sobre la importancia de los derechos políticos y humanos,
respecto a la existencia del llamado sufragio transnacional o derecho al voto
desde el exterior, en tanto éste se enmarca como una garantía de carácter
extensivo para no privar a un ciudadano de la oportunidad de seguir par-
ticipando dentro de los asuntos públicos tanto de su país de origen, ya sea
porque tiene una situación de tránsito o residencia; u bien porque se trata de
la adopción de una nueva condición política que incluso le permita intervenir
en los procesos políticos de su país de adopción. (Presno Linera, 2012)
En segundo término, se analizarán las condiciones evolutivas que han
permitido dentro de América Latina la implementación de estos procesos
de transnacionalización del voto en contextos similares a los existentes en
Europa, especialmente con el caso de la elección de autoridades locales y de
los representantes al Parlamento Europeo, (Shaw, 2007) los cuales permiten
ubicar en forma comparativa a nuestros procesos regionales en una etapa
muy primaria, aunque no por ello irrelevantes para las condiciones en que
dichos procesos pueden situarse desde el punto de vista de sus impactos para
la evolución cualitativa de sus sistemas políticos y en su caso, para permitir
avances en la construcción de estructuras de mayor poder compartido, como
podrían darse a partir de las uniones políticas, económicas y comerciales del
tipo de las que se han venido estructurando desde el siglo pasado, como lo
son el Parlamento Latinoamericano, el Parlamento Centroamericano, u bien
instancias como Mercosur y / o las Cumbres Iberoamericanas, en donde las
acciones de coordinación y apoyo mutuo puedan derivar a procesos de in-
tegración más profundos, tales como la libre movilidad de mercancías y per-
sonas, pero igualmente facilitar la participación política en los procesos de
elección de autoridades y / o representantes populares. Retomando una de
las reflexiones finales que guiaron a la obra última de Guillermo O´Donnell,
los trabajos reunidos por Pablo Mateos (2015) en torno a la idea de la llamada “ciudadanía
múltiple” y la migración; la lectura de Pedro Pablo Delgado (2013) sobre la condición de los
apátridas, refugiados y migrantes en el contexto del “derecho a la libre circulación”; o bien
la perspectiva de José Carlos Luque Brazán (2013 y 2014) en torno a la idea del ejercicio de la
ciudadanía posnacional como marco de diferencia entre lo internacional y lo transnacional
de los fenómenos migratorios.
Por principio de cuentas, aquí cabe rescatar la idea expuesta por Sonia Picado
(2007: 50-51) de que los derechos políticos, en tanto expresión de una titulari-
dad especifica de los atributos que los ciudadanos se reconocen a sí mismos,
son factores de garantía progresiva y efectiva para que los individuos puedan
decidir de manera libre, voluntaria y sin condicionamiento alguno, acerca de
las decisiones sustanciales que les afectan y para lo cual tienen la posibili-
dad de expresarlo mediante el uso del sufragio, mismo que debe ser secreto,
universal e igualitario en sus condiciones de emisión y peso de validez en su
cómputo.
De esta manera, se evidencian dos factores importantes que usualmente
se hallan delimitados por los expertos en la materia de la ciudadanía trans-
nacional y extraterritorial: los individuos y grupos se vuelven visibles gracias
a la presencia de instrumentos constitucionales debidamente sancionados, y
eventualmente reconocidos más allá de sus propios ámbitos de origen inicial,
con lo cual se ataca un segundo problema que ocasionan los fenómenos mi-
gratorios, en tanto se disminuye su exclusión y vulnerabilidad, la cual deriva
precisamente en situaciones de explotación e impide su adaptación y asimi-
lación en el nuevo marco de convivencia a donde se incorporan. (Peirone,
2012; Silva Quiroz, 2014).
Esto significa un elemento muy importante que nos permite inferir que sin
restricción alguna, todo ciudadano nacional o extranjero debe estar protegido
bajo el principio “pro persona”, y ello no impide que un Estado pueda conce-
derle a un individuo no nacional el derecho al sufragio pasivo u activo dentro
de sus límites territoriales, en tanto beneficio que precisamente le permita un
pleno ejercicio de sus capacidades políticas, con las cuales, dichos individuos
podrán entonces tener posibilidad de asociarse, reunirse y ejercer su libertad
de expresión, (ver por ejemplo, los artículos 15 y 16 de la propia Convención).
Lo anterior propicia que en forma recíproca, dichas personas deben adquirir y
reconocer las obligaciones que el Estado receptor les imponga en forma equi-
tativa, por ejemplo, en materia de pago de impuestos o de cumplir con requi-
sitos de elegibilidad como podrían ser cuestiones de atributos profesionales;
o bien no estar sujetos a algún tipo de proceso u condena judicial que haga
entonces imposible su libre participación u opinión en los asuntos públicos
de su país de origen u receptor, si éstos afecten al propio respeto y aplicación
de dicha legalidad. (Véanse las consideraciones expuestas en el artículo 23 de
la Convención).
Figura 1
Tipos de votación transnacional y extraterritorial.
Voto Transnacional
para elegir una
entidad supranacional
Voto de
Voto de residentes
residentes nacionales
extranjeros desde el
en procesos exterior para
nacionales procesos
internos nacionales
internos
Sin embargo, resulta interesante observar que elementos tales como la pre-
servación de discriminación, marginación u exclusión no pueden convertirse
en argumentos que faculten a los legisladores nacionales a mantener orde-
namientos y acciones electorales que sirvan entonces para evitar el ejercicio
de los derechos de personas que pudieran quedar excluidas so pretexto de su
asociación directa u indirecta con integrantes de otras culturas u tradiciones,
incluyendo a aquellos que tuvieran un elemento de pueblo originario. (San-
taloaya, 2013)
A partir de estos criterios, pensar en una idea de sociedad civil y represen-
tación adscrita sólo a ciertos márgenes resulta cada vez menos plausible, con-
siderando incluso la facilidad con que las tecnologías de la información y las
Al momento presente, una gran mayoría de los países de América Latina con-
tinental y caribeña (las excepciones formales se reducen ahora sólo a Cuba,
Guatemala, Paraguay y Uruguay) ya cuentan con alguna modalidad que per-
mite votar desde el exterior (si bien esencialmente sólo permite votar para
las elecciones del Poder Ejecutivo y en un segundo rubro para las elecciones
legislativas de alcance nacional), y en cambio, sólo unos pocos apenas han
emitido alguna disposición de corte recíproco para que ciudadanos de otros
países puedan votar en la elección de autoridades locales de corte municipal
sin menoscabo u obligación de la pérdida de su nacionalidad original (Chile
o Argentina, p.ej.).
Los trabajos de conjunto recientes como los que venía emprendiendo Gus-
tavo Emmerich (+) con diversos colaboradores nos señalan con cierta pre-
cisión las condiciones y secuencia cronológica en que se han dado dichos
ordenamientos legales, aunque cabe decir hasta ahora que sus dimensiones e
impactos desde el punto de vista estrictamente decisorio han sido poco signi-
ficativo, por no decir que nulos. Esto llama a reflexionar que usualmente los
ciudadanos interesados en ejercer dicho derecho son regularmente motivados
por algún tipo de postura regularmente oposicionista (ya sea en condición
de refugiado político y desplazado económico), con lo que sus expresiones
se orientan a apoyar a dicho tipo de candidaturas y / o partidos. En varios
casos, dichos ciudadanos tienen la oportunidad de regresar de manera oca-
5 Destacan sus artículos en la materia publicados junto con Xiomara Peraza Torres en
2011 y el que apareció de manera póstuma con Carlos Moreira en 2013.
Figura 2
Dinámica de Integración y Legitimación Nacional / Transnacional.
Contexto
Transnacional
Distribución Adopción de
Contexto Estructura y del poder la Política
Político- red de
Institucional vinculación
política Tipo de Concenso y
Interrelación Legitimidad
Contexto
Nacional
Fuente: Elaboración propia.
A manera de conclusión
Fuentes consultadas
a) Bibliografía
b) Legislación internacional
Introducción
* El presente trabajo fue escrito por los autores en el año 2012 y posteriormente modi-
ficado durante 2013 y 2014, intentando conservar la esencia inicial. Sirva como un pequeño
homenaje para el Dr. Gustavo Emmerich “desde este llano, hasta la cúspide de tu altura”. (Nota
de José Antonio Carrera Barroso).
** Fue profesor de Ciencia Política en el Departamento de Sociología en la Universidad
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, México. Investigador Nacional Nivel II en el Sistema
Nacional de Investigadores. Coordinador (con Ludger Pries) del libro “La transnacionalización,
Enfoques teóricos y empíricos” (2011), México, UAM-I y Miguel Ángel Porrúa. Responsable
inicial del proyecto “Sufragio transnacional en México, América Latina y Europa. Experien-
cias comparadas”, apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
*** Maestro en Estudios Sociales (especialidad en Procesos Políticos) y estudiante del
doctorado en el posgrado de Estudios Sociales de la Universidad Autónoma Metropolita-
na-Iztapalapa, México. Becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Actualmente
está realizando investigación sobre gobernanza electoral en torno al voto extraterritorial en
México. Contacto: joseantonio_carrera@hotmail.com
37
autoridades electorales nacionales correspondientes, y encuestas de salida
realizadas en sus respectivos centros de votación en la Ciudad de México.
En la actualidad, alrededor de 217 millones de personas residen fuera de
sus países de nacimiento, incluyendo 27 millones de latinoamericanos: 4,5
millones en otros países de la región, y 22,5 millones en el “Norte global”
(PNUD, 2013). En su mayoría, son trabajadores migrantes que buscan un mejor
empleo en el extranjero. Otra parte está compuesta por refugiados militantes
políticos o religiosos que huyen de la opresión en sus países de origen. Una
parte más pequeña es una “elite” de profesionales transnacionales: diplomá-
ticos, militares y empleados gubernamentales; empresarios y empleados de
empresas transnacionales; miembros de organizaciones no gubernamentales
y eclesiásticas; académicos y estudiantes, etcétera.
Dejando de lado los motivos por los que viven en el extranjero, hay una
condición común a muchas de estas personas: la dificultad para ejercer sus
derechos políticos. Por un lado, aunque su respectivo país de origen les conce-
da el derecho al voto, sin embargo con frecuencia el ejercicio de este derecho
está ligado a la residencia (o al menos a la presencia física en el momento de
sufragar) en ese país.1 Por otro lado, el país que los acoge no suele conceder-
les derechos de voto a menos que previamente hayan adquirido legalmente
su ciudadanía, lo que –por lo general– es cada vez más difícil en muchas
naciones; además, no todas las personas que residen en el extranjero desean
adquirir una nueva ciudadanía.2
Para hacer frente a esta situación de manera democrática, se ha desarro-
llado una nueva concepción de los derechos políticos, e incluso de la nacio-
nalidad o la concepción de ciudadanía, que atraviesa las fronteras nacionales
con el fin de incluir a los migrantes en los procesos electorales democráticos.
Así, muchos países o territorios han otorgado a sus ciudadanos el derecho a
votar desde el extranjero (sufragio desde el exterior o voto extraterritorial).
Un número menor de países o territorios han otorgado el derecho de voto a
Sufragio transnacional • 39
política en su país de origen, o bien que residentes extranjeros pueden ser
electos para similares posiciones en su país huésped.
Ahora, es preciso centrar la atención en el término transnacional. Tanto
el sufragio desde el exterior como el sufragio de los extranjeros pueden ser
llamados acertadamente transnacionales porque implican la construcción de
espacios políticos transnacionales a través de una serie de flujos multidirec-
cionales y transfronterizos de personas, información e influencia políticas,
votos, representación y valores, flujos que están por lo general arraigados sis-
temáticamente, es decir, que no son ocasionales ni circunstanciales.
En este marco, es importante señalar que el término sufragio no es equi-
valente al de ciudadanía. En este artículo, se está hablando de lo primero, y
no de lo segundo. Para clarificar este punto, téngase en cuenta que algunos
países ciudadanía y nacionalidad son exactamente lo mismo. En estos casos:
(Nacionalidad = Ciudadanía) > Sufragio. Por ejemplo, la Enmienda 14 a la
Constitución de Estados Unidos de América (EUA) dice en su primer punto:
3 Más tarde, otras enmiendas prohibieron negar el derecho de votar por razones de
color o sexo, y redujeron la edad para votar a 18 años (EUA, Constitución de 2012).
“Artículo 6.- Todas las ecuatorianas y los ecuatorianos son ciudadanos y go-
zarán de los derechos establecidos en la Constitución.
La nacionalidad ecuatoriana es el vínculo jurídico político de las personas
con el Estado, sin perjuicio de su pertenencia a alguna de las nacionalidades
indígenas que coexisten en el Ecuador plurinacional.
La nacionalidad ecuatoriana se obtendrá por nacimiento o por naturaliza-
ción y no se perderá por el matrimonio o su disolución, ni por la adquisición
de otra nacionalidad”.
Sufragio transnacional • 41
Artículo 62.- Las personas en goce de derechos políticos tienen derecho al voto
universal, igual, directo, secreto y escrutado públicamente, de conformidad
con las siguientes disposiciones:
1. El voto será obligatorio para las personas mayores de dieciocho años.
Ejercerán su derecho al voto las personas privadas de libertad sin sen-
tencia condenatoria ejecutoriada.
2. El voto será facultativo para las personas entre dieciséis y dieciocho
años de edad, las mayores de sesenta y cinco años, las ecuatorianas y
ecuatorianos que habitan en el exterior, los integrantes de las Fuerzas
Armadas y Policía Nacional, y las personas con discapacidad”..
“La ciudadanía británica es [sólo] una de las seis diferentes formas de na-
cionalidad británica… Las formas de nacionalidad británica son: ciudadanía
británica; ciudadanía británica de ultramar; ciudadanía de los territorios
británicos de ultramar; nacionales británicos residentes en el extranjero;
persona protegida por el Reino Unido; y súbdito británico”. (Home Office,
2014).
Artículo 34: Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, te-
niendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos:
Sufragio transnacional • 43
Artículo 8: Los argentinos nativos, por opción o naturalizados que tengan
dieciocho años son ciudadanos pudiendo ejercer los derechos políticos.”
“Artículo 30°.- Son ciudadanos los peruanos mayores de dieciocho años. Para
el ejercicio de la ciudadanía se requiere la inscripción electoral.
Artículo 40. Los derechos políticos son privativos de los venezolanos y vene-
zolanas, salvo las excepciones establecidas en esta Constitución.”
Sufragio transnacional • 45
del “deber ser”, es decir, como tipo ideal, por lo que para este estudio pudiera
ser impreciso.
De esta manera, es importante situar un enfoque que considere al Estado-
nación sin prever la residencia en el mismo para el debate en torno al tér-
mino ciudadanía, en donde los autores (Castro y Tejera 2010) afirman que la
ciudadanía se refiere a la relación entre el individuo y el Estado, es decir, a
la relación regida con base en derechos y obligaciones. En ese sentido, es el
conjunto de protecciones que el Estado garantiza a los actores y las responsa-
bilidades entre los actores de una sociedad. Dicha relación, desde el concepto
de Estado-nación, el ciudadano tiene naturaleza adscriptiva, es decir, se es
ciudadano por el hecho de haber nacido en el territorio que le es propio. Cuali-
dad o estatus que de ninguna manera se pierde por el hecho de residir en otro
Estado-nación, pues dicha condición no está ligada al origen o a la pertenencia
(intrínsecamente ligados a la nacionalidad), sino al ejercicio de los derechos
civiles, políticos y sociales, así como (en una escala menor) a la residencia.
Entonces, podemos inferir que el ejercicio de la ciudadanía se encuentra
adherido a la nacionalidad (es decir, al origen de un individuo) pero no supe-
ditado a una delimitación fronteriza o territorial, sino más bien a la idea de
reconocer un tipo de membresía política a quienes no pertenecen formalmen-
te a un territorio nacional. De esta manera Smith (2003), define que el Estado,
como una estructura política, tiene un papel esencial en lo que muchos au-
tores llaman “procesos transnacionales de los migrantes”. Al mismo tiempo,
ofrece un marco de referencia para el análisis de las prácticas de membresía
de los migrantes, las cuales el autor relaciona con cuatro factores: “la política
doméstica del país de procedencia, la relación con el sistema mundial, la polí-
tica semiautónoma de los migrantes y el contexto de incorporación en Estados
Unidos”. Para Besserer (2013: p 24) hoy existen dos cambios importantes que
afectan la definición de ciudadanía: uno tiene que ver con su condición como
migrante y la otra con su representación. Regularmente son sociedades inclu-
yentes y no excluyentes, por lo que han consolidado y mantenido integrada
su comunidad a través de redes transnacionales con una gran movilidad y
escasa jerarquía.
Es decir, dos temas fundamentalmente políticos que pueden ser abordados
por la propuesta teórica del sufragio transnacional (Emmerich, 2011) y con las
cuatro formas de extensión del voto de Smith (2003), mencionadas en líneas
anteriores. De manera ideal, la condición transnacional reclama otra amplia-
Sufragio transnacional • 47
Figura 1:
La conformación de un espacio político transnacional
en el caso del voto desde el extranjero
PAÍS
RECEPTOR A
Inculca sus valores
propios a los inmi-
grantes. Los inmi-
grantes envían votos
e influencia política a
su país de origen
PAÍS DE
ORIGEN
Envía migrantes,
valores e
información
política
PAÍS PAÍS
RECEPTOR B RECEPTOR N
Inculca sus valores Inculca sus valores
propios a los inmi- propios. Los inmi-
grantes. Los inmigran- grantes encían votos
tes envían votos y la e influencia política
influencia política a a su país de origen
su país de origen
Sufragio transnacional • 49
2. Breve panorama mundial del voto desde el exterior
Figura 2:
Algunos casos de voto desde el exterior
según alcance y extensión del sufragio
Bolivia3 Argentina
Honduras3 Brasil
Algunas
Alcance
Panamá4 México
elecciones
Paraguay3 Perú
República Dominicana3 Venezuela
Chile
Ninguna
Nicaragua1
elección
Uruguay
Extensión
(cuáles ciudadanos)
Sufragio transnacional • 51
del sufragio: uno de los derechos políticos democráticos reconocidos de ma-
nera universal es el derecho ciudadano a participar en elecciones libres,4 en
donde se implica el sufragio como medio para incidir en la dirección de los
asuntos públicos.5 En ese sentido, América Latina, al ser una zona de alta mi-
gración internacional, ha incorporado paulatinamente los derechos políticos
a sus ciudadanos en el exterior (ver cuadro 1).
Cuadro 1:
Características de voto desde el exterior en países latinoamericanos
Los autores todavía no logran formular una explicación general para estas
fuertes diferencias en la participación electoral desde el exterior según las
naciones involucradas. La investigación empírica realizada hasta el momento
Sufragio transnacional • 53
por los autores, por la comunidad académica en general y por las instituciones
electorales interesadas, permite apuntar algunas hipótesis. La disparidad en la
participación desde el exterior parece responder positivamente a factores ins-
titucionales como: a) la facilidad del registro y emisión del voto en el exterior
(particularmente cuando ésta se realiza en forma presencial, lo que da lugar
a la reunión física de emigrados en los centros de votación); b) a la existencia
de representación política para los emigrados; c) la realización de campañas
electorales en el exterior por parte de partidos políticos del país de origen; pero
sobre todo responde positivamente a un factor social transfronterizo, que es la
constitución informal de espacios políticos transnacionales con flujos densos
de personas, valores e información, como se definió en la primera sección de
este artículo.
6 La encuesta de salida a los peruanos se llevó a cabo el 5 de junio de 2011 a las puertas
de una escuela que sirve como centro de votación, incluyendo 66 de los 813 votantes efectivos.
La encuesta de salida a los argentinos se llevó a cabo el 23 de octubre de 2011 a las puertas
del consulado argentino en la Ciudad de México, abarcando a 77 de cerca de 300 votantes.
La encuesta de salida a los venezolanos se llevó a cabo el 7 de octubre de 2012, y comprendió
a 116 de los 1,913 votantes. La encuesta de salida a los ecuatorianos se llevó a cabo el 17 de
febrero a las puertas de la Embajada del Ecuador en la Ciudad de México, encuestando a 115
de los 456 votantes desde México.
Sufragio transnacional • 55
Cuadro 2
Registro Electoral y participación de los argentinos, peruanos y venezolanos en el exterior
Fuentes: Para Argentina hasta 2009, Menegazzo (2011: Figura 2), y para Argentina 2011, Cámara Nacional Electoral
(2011: 175); para Ecuador, CNE (2013); para Perú, ONPE (2012); para Venezuela, CNE (2013)
Sufragio transnacional • 57
vuelta de las elecciones presidenciales de 2011 en Perú, de los cerca de dos
millones de peruanos en el extranjero, hubo 754,154 registrados y 378,792
(50,25%) votaron, es decir, los votos depositados en el exterior ascendieron
a 2.3% del total de 16,466,397 votos emitidos. En 2009, había 6,552 peruanos
(incluyendo menores de edad) en México, de los cuales 3,688 en el Distrito
Federal y el Estado de México, áreas de influencia del centro de votación es-
tablecido en Polanco, Ciudad de México (INAMI, 2009).
Finalmente, desde 1998 los venezolanos pueden votar desde el exterior
en elecciones presidenciales y en consultas nacionales (Ley Orgánica para el
Sufragio y la Participación Política, 1997). El sufragio se emite en persona en
la embajada venezolana, y sólo pueden votar los ciudadanos con residencia
u otro régimen legal de permanencia fuera de Venezuela, que cuenten con su
cédula de identidad. Tanto el número de votanes registrados como de votos
emitidos se elevó considerablemente luego de que Hugo Chávez alcanzó la
presidencia de Venezuela. Con relación a los 521,620 venezolanos emigrantes
(cifra para 2010; Banco Mundial: 2010), el registro en el exterior para las elec-
ciones presidenciales del 7 de octubre de 2012 fue de 100,309, con una parti-
cipación real de 70,951 (70.73%) votantes. En 2009, había 10,067 venezolanos
(incluyendo menores de edad) en México, de los cuales 5,115 en el Distrito
Federal y el Estado de México, áreas de influencia de la embajada domici-
liada en Ciudad de México (INAMI, 2009). (Véase el Cuadro 2 para comparar
las cuatro naciones en aspectos de participación electoral desde el exterior).
Las encuestas de salida encontraron que las trayectorias migratorias de
gran parte de los ciudadanos analizados que votaron desde México son largas
y complicadas. Probablemente esto se debe en parte a las difíciles circunstan-
cias políticas durante los años 1970s y 1980s en Argentina y Perú, que forzaron
a algunos a la expatriación; situación que en Venezuela ha sido replicada en la
primera década del siglo XXI. Respecto a Ecuador, es notable que se replique
la emigración en la primera década del año 2000, pero con motivos ajenos a
los políticos.
Los votantes de las cuatro naciones son en promedio de edad madura,
mayores que la media de los votantes en sus respectivos países de origen o
en México. Los de Argentina y Perú han residido en promedio más de una
década en México, siendo los ecuatorianos y venezolanos de arribo más re-
ciente. Entre un tercio y una mitad –según la nación que se considere– han
residido además en terceros países. Argentinos y peruanos han votado en
Cuadro 3
Demografía y trayectorias migratorias de votantes argentinos, ecuatorianos,
peruanos y venezolanos en México
Sufragio transnacional • 59
Los datos recabados apuntan a que los votantes en México de las naciones
consideradas en este estudio, responden a una pauta mixta de votantes de
élite y de emigrantes políticos. Esto fue confirmado por algunas entrevistas
en profundidad realizadas a votantes de las cuatro naciones (con excepción
de Ecuador), en que los entrevistados coincidieron en señalar que el motivo
principal de su emigración a México fue político, y que su alta escolaridad
les había facilitado insertarse laboralmente de manera exitosa en este último
país; sin embargo, algunos pocos entrevistados indicaron ser estudiantes de
posgrado en México, con intención de retornar pronto a su país de origen.
El cuadro 4 abunda sobre peculiaridades de los votantes en México de las
naciones bajo estudio. Una proporción superior a dos tercios de ellos, cercana
en el caso venezolano al 100%, se mantiene frecuentemente informados sobre
los acontecimientos políticos de sus países de origen, y utilizan principalmen-
te el Internet (en segundo lugar, la familia, no mostrada en el Cuadro 3 para
este propósito). También están bien informados sobre los acontecimientos
políticos en México, aunque el uso de Internet para este fin es menor, debido
al uso (no mostrado en el cuadro) de televisión, radio y prensa escrita para
este fin.
Cuadro 4:
Fuentes de información y comportamiento político reciente
Sufragio transnacional • 61
Cuadro 5
Argentina, resultados del 23/X/2011: total de votos, votos desde el exterior,
y votos reportados en encuesta de salida (porcentaje de votos o
respuestas afirmativas.7)
Desde el Encuesta
Coalición Candidato presidencial Total
exterior de salida
Frente para la Victoria Fernández de Kirchner 55.42 38.23 54
Frente Amplio Progresista Binner 14.65 29.46 23
Unión Desarrollo Social Alfonsín 10.11 22.89 8
ARI Carrió 1.82 7.18 8
Frente Popular Duhalde 8.02 6.95 3
Compromiso Federal Rodríguez Saa 7.95 4.26 2
Frente de Izquierda y de
Altamira 2.03 1.99 2
los Trabajadores
Nota: Argentina no particulariza datos sobre votaciones localizadas en el exterior.
Fuente: Cámara Nacional Electoral (2011: 22 y 179-234) y encuesta de salida.
Cuadro 6:
Ecuador, resultados del 17/II/2013: total de votos, votos desde el exterior, votos en
Ciudad de México, y votos reportados en encuesta de salida (porcentaje
de votos o respuestas afirmativas.8)
7 Es decir, descontando los votos en blanco y los votos nulos, y las no respuestas en
la encuesta de salida.
8 Es decir, descontando los votos en blanco y los votos nulos, y las no respuestas en
la encuesta de salida.
Cuadro 7:
Perú, resultados del 5/VI/2011: total de votos, votos desde el exterior, votos en
Ciudad de México, y votos reportados en encuesta de salida (porcentaje de votos o
respuestas afirmativas10)
9 La página electrónica del CNE de donde se obtuvieron los anteriores datos, presenta
cantidades diferentes en los totales que haciendo la suma de manera análoga. La suma de los
totales que presenta el CNE da como resultado 133,045 votos, sin embargo la suma análoga de
los votos por candidatos más votos en blanco más votos nulos da 133,007, el cual restando los
votos no válidos nos da 121,728, el cual se tomó como 100% de votos válidos al exterior, pues
dichos vienen desglosados por candidato.
10 Es decir, descontando los votos en blanco y los votos nulos, y las no respuestas en
la encuesta de salida.
Sufragio transnacional • 63
Respecto de Venezuela, el voto de sus ciudadanos residentes en el exterior
favoreció abrumadoramente al candidato de centro-derecha Henrique Capri-
les, mientras que la votación total favoreció la reelección del socialista Hugo
Chávez. Desde la Ciudad de México, la preferencia por Capriles, candidato
de la Mesa de Unidad Democrática, fue casi unánime, tanto en resultados
oficiales como de la encuesta de salida. (Véase cuadro 8 para detalles).
Cuadro 8:
Venezuela, resultados del 7/X/2012: total de votos, votos desde el exterior, votos en
Ciudad de México, y votos reportados en encuesta de salida (porcentaje de
votos o respuestas afirmativas11)
De los datos reportados en esta sección, se puede inferir que los votantes
argentinos, ecuatorianos, peruanos y venezolanos residentes en México son
migrantes de “elite” (véase Introducción más arriba), con altos nivel de esco-
laridad, ocupaciones de prestigio y edad madura, que llevan bastante tiempo
en México (excepto los ecuatorianos y venezolanos, de arribo más reciente) y
que se mantienen bien informados sobre los acontecimientos políticos tanto
en México como en sus respectivos países de origen, y que tienen acceso
a tecnologías de información –que utilizan principalmente para informarse
acerca de sus naciones de origen. Además, los votantes peruanos, argentinos
y venezolanos en el exterior –y no sólo los que residen en México– tienden a
Sufragio transnacional • 65
Algunos autores insisten en la idea de “simultaneidad”: las migraciones
no son sólo procesos unidireccionales, ya que sus protagonistas han creado
formas de vida que les permiten participar tanto en las comunidades emisoras
como en las receptoras (Levitt y Glick Schiller, 2004).
Como se ha visto anteriormente, el sufragio transnacional construye es-
pacios políticos auténticamente transnacionales, que involucran actividades
sistemáticas y densas –a diferencia de casuales u ocasionales–, que van más
allá de las fronteras nacionales. Esto ha sido evidenciado por: a) los muchos
años que los votantes peruanos y argentinos (en menor medida los venezo-
lanos) en Ciudad de México han vivido fuera de sus países de origen, b) la
frecuente información que obtienen de los mismos, c) las muchos veces que
en promedio han votado (otra vez, en menor medida los venezolanos) en sus
respectivas elecciones, y d) el hecho de que la orientación general de sus su-
fragios difiere de la registrada en sus territorios nacionales. O sea que con su
experiencia se convalida el modelo teórico esquematizado en la figura 1, que
señala la existencia de flujos de personas, valores e información desde el país
de origen, que mediados por valores del país de recepción dan lugar a un flujo
inverso de votos e influencia política.
Para finalizar, es de mencionarse la definición de espacios sociales trans-
nacionales proporcionada por Ludger Pries, en la que –a juicio de los autores–
encajan encajan bien los fenómenos analizados en este artículo:
Sufragio transnacional • 67
Earnest, David. (2003): “Noncitizen Voting Rights: A Survey of an Emerging
Democratic Norm”, Disponible en <www.odu.edu/~dearnest/pdfs/ear-
nest_apsa_2003.pdf> [Consultada el 21 de Julio de 2008].
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nacional. Experiencias latinoamericanas de voto desde el exterior y voto
de los extranjeros”, en Gustavo Ernesto Emmerich and Ludger Pries, La
transnacionalización. Enfoques teóricos y empíricos, México, Universi-
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Sufragio transnacional • 69
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tion Information Source (Migration Policy Institute), en <http://www.
migrationinformation.org/Feature/display.cfm?id=313> [Consultada el
17 de enero de 2007].
Introduction
The electoral participation of migrants vis-à-vis the home and host countries,
defined by some authors as “transnational suffrage” (see Emmerich in this
volume), is receiving increased attention. Recent studies highlight how more
and more states are extending political rights to their nationals residing abroad
through the practice of ‘external voting’, often as part of broader strategies
to strengthen links with their diasporas (see Calderón Chelius, 2003; Collyer
and Vathi, 2007; Gamlen, 2009; IDEA/IFE, 2007; Nohlen and Grotz, 2000). On
the other hand, the expansion of political rights to non-nationals within the
borders of the nation-state (generally through ‘alien voting’), together with
growing naturalisation rates, is boosting interest on the political attitudes and
behaviour of immigrants in host societies (see De Rooij, 2011; Earnest, 2003,
2006; Hayduk and Wucker, 2004; Moya Malapeira and Viñas Ferrer, 2011).
But concern about these “two sides of transnational citizenship” (Bauböck,
2007: 2394) is not limited to the academic world; policy-makers, institutions
and civil society at the local, regional, national, supranational and interna-
tional levels have also shown increased consideration. Initiatives like the ‘Im-
* The data and discussion in this chapter is based on several research projects con-
ducted in 2006-2010. These include doctoral research on the transnational political practices
of Colombian migrants in the UK and Spain (funded by the ESRC), postdoctoral research on
the political engagement of Latin Americans in Spain (funded by the Junta de Andalucía
(principal investigator Dr. Escriva) and JISLAC) and a British Academy-funded project on the
transnational vote of Colombian migrants in the UK and Spain (led by Prof. McIlwaine).
** Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones, Instituto de Estudios Sociales
Avanzados (IESA-CSIC). Contact: platyplus@telefonica.net
71
migrant Voting Project’, for instance, promotes discussion of this issue inter-
nationally,1 while for some time the European Union has been stressing the
need for greater migrant civic and political participation in host countries.2
In the Spanish context, in recent years there have been frequent media refer-
ences to the electoral impact of Spaniards abroad on home elections, and to
immigrant participation in local and home country polls. Finally, at the local
level, initiatives like ‘Cities of Migration’ include a wide array of “good ideas
in integration” relating to the civic and political participation of migrants.3
Although transnational suffrage is not new, it is undeniable that its rele-
vance is rising as international migration flows and settled migrant popula-
tions, as well as democratic political systems, expand. One of the consequenc-
es of this is the emergence and/or consolidation of transnational political
fields or spaces connecting migrants, political systems and civil societies
across national borders in a “dense and systematic” way (see Emmerich, this
volume).4 These new political spaces are also contributing to revise key clas-
sical political concepts, such as those of citizenship and/or nationality.5
In this chapter, I explore such issues in the case of recent migration from
Colombia to Spain. These flows offer an ideal context in which to explore
transnational suffrage for several reasons. First, Spain has become one of the
main recipients of Colombian, and more generally Latin American, migration.
1 See <http://immigrantvoting.org/ivp/index.php?option=com_content&task=sec-
tion&id=7&Itemid=32> (Consulted on 14/10/12).
2 One of the Common Basic Principles on integration adopted by the European Coun-
cil in 2004 establishes that “The participation of immigrants in the democratic process and
in the formulation of integration policies and measures, especially at the local level, sup-
ports their integration” (CBP 9) <http://ec.europa.eu/ewsi/en/EU_actions_integration.cfm>
(02/10/12).
3 See <http://citiesofmigration.ca/good-ideas-in-integration/connect/> (Consulted
on 14/10/12).
4 For more on the wider concepts of “transnational fields of action” or “transnational
social fields”, see Basch, et al. (1994), Guarnizo and Díaz (1999), Itzigsohn, et. al. (1999), Levitt
and Nyberg-Sørensen (2004).
5 The terms “citizenship” and “nationality” are often used interchangeably, although
in theory they do not mean the same. Generally, nationality is legal status linking a person
to a sovereign state, while citizenship refers to the rights that a group of people residing in a
territory hold. In this text, unless otherwise expressed, both terms will be used as synonyms
to refer to “a legal status linking individuals to a territorial political entity” <http://eudo-cit-
izenship.eu/citizenship-glossary/terminology#.UHro167EziQ> (Consulted on 14/10/12).
72 • Anastasia Bermúdez
Second, such flows are part of a larger picture involving centuries of human,
economic, social, cultural and political exchanges between the two countries.
Third, a significant proportion of Colombian migrants in Spain have acquired
formal political rights, whether through naturalisation or via reciprocal trea-
ties allowing foreign residents to vote in local elections. Finally, Colombian
nationals abroad enjoy wide political rights with regard to the home country,
as will be shown below. The next section focuses on the historical context
that explains current migration flows from Colombia and the political rights
that Colombians abroad have acquired. This will be followed by an analysis
of the electoral participation of Colombian migrants in Spain, both vis-à-vis
home and host country polls, based on research conducted by the author. The
final section discusses some of the implications of this data for the debates on
transnational suffrage and the emergence of new forms of citizenship.
1. Historical setting
6 Data taken from the web pages of the official programme Colombia Nos Une and
the National Administrative Department of Statistics (DANE): <http://www.cancilleria.gov.
74 • Anastasia Bermúdez
Despite this, external voting rates have been generally low and declining, as
the research carried out in Spain shows.
Colombian migration to Spain in large numbers is a fairly recent phenom-
enon. Up until the end of the 1980s, only around 4,000 Colombians resided
in the country, but ten years later they numbered more than 100,000 and by
2005 they reached over 280,000. According to the 2007 National Immigrant
Survey, a large majority of Colombians residing in Spain arrived in the country
between 1997 and 2001, with most of the rest migrating from 2002 onwards
(Actis, 2009). Official data shows that by the end of 2011 there were some
244,670 Colombian nationals living in Spain, and an additional 128,533 peo-
ple born in Colombia with Spanish nationality.8 The latter figure reflects the
fact that it is relatively easy for Latin American migrants to naturalise,9 and
means that a significant proportion of migrants originating in Colombia have
acquired the same political rights as native Spaniards. In addition, following
new electoral legislation, Colombian nationals who had been legally resident
in Spain for at least five years, were able to vote in local elections for the first
time in 2011.10
8 See provisional data from the municipal registries (Padrón Municipal) as of 1st Jan-
uary, 2012: <http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=%2Ft20%2Fe245&file=ine-
base&L=0> (17/06/1012).
9 Latin American citizens residing legally in Spain can apply for Spanish nationality
after two years, rather than ten years as demanded to most other foreigners (see OPAM, 2012).
10 Spanish legislation allows citizens from countries with reciprocal rights for Spaniards
abroad to vote in local elections. These include EU nationals, as well as citizens from third
countries with which Spain has signed treaties, among them Colombia (see Alarcón Requejo,
2009; Cebrián et al., 2011; Zapata-Barrero and Zaragoza, 2009).
11 The fieldwork carried out as part of the PhD research involved qualitative interviews
with 40 Colombians residing in Spain (Madrid and Barcelona); as part of the postdoctoral
research, an additional 23 qualitative interviews (in Madrid, Barcelona, Sevilla and Huelva)
Table 1:
Registered electors and turnout in Colombian presidential elections (2002-2010).
and a survey of an additional 400 Colombian migrants (in Madrid) were carried out.
12 Registration and turnout tend to be lower for congressional elections.
76 • Anastasia Bermúdez
In the 2010 presidential elections, Colombian migrants in Spain registered
some of the lowest turnout rates: of the slightly more than 55,000 registered
voters,13 only around 16% voted in the first round, and less than 14% did so in
the second round. Considering the three main countries of reception for Co-
lombian migrants, turnout was slightly higher among nationals voting from
Venezuela (15% in the second round) and more than double within the mi-
grant community in the United States (29%) (see table 2). One of the main
explanations for the low rates of participation in home country polls among
Colombians in Spain could be the fact that this is a very recent migrant flow;
in addition, the geographical distance between home and host countries could
difficult communications and engagement. This would help explain the higher
turnout registered in the United States (but not in Venezuela). Nevertheless,
voting turnout was also considerably higher in other European countries with
much smaller but equally recent communities of Colombian migrants, such
as France, Belgium or Germany. Therefore, other factors should be taken into
account.
Table 2
Rates of participation in the 2010 (second round) presidential election
in Colombia from migrants in main host countries.
The survey conducted in Madrid in 2010 shows that the main explanations
for the low levels of participation were ‘lack of interest’ on the part of migrants,
“I never liked politics, nor in Colombia, when I was there, and even less
here… I don’t like to be involved in politics, I have never liked it… in Co-
lombia I managed to vote once… but they are all liars, so no, we don’t vote,
and here in Spain even less” (Colombian woman, Madrid, 2006).
78 • Anastasia Bermúdez
from Bilbao “no one will go to vote”. Interestingly, among those respondents
who said they had never voted in Colombian elections when they lived there,
lack of interest was also the main reason for it, often related with a mistrust
of the political system.
On the other hand, during the fieldwork in 2010, a total of 200 Colombian
voters were interviewed (100 on the day of the congressional elections, and
another 100 on the day of the first round of the presidential poll). In general,
they were more likely than non-voters to have higher education levels, work
in professional and managerial occupations, be married and have naturalised
or hold legal residential status. The issues of length of residence and level of
general contact maintained with the home country seem to be ambivalent,
since the research found that voters were more likely to have resided in Ma-
drid for less time than non-voters and to travel to Colombia more often, but
were less likely to send remittances (see McIlwaine et al., 2011). Also important
to consider is the fact that voters were more likely to be involved politically or
civically in other ways (apart from voting). As mentioned above, a significant
number of the Colombians who participated in the elections did so due to
some sense of responsibility or a desire to change the situation in the home
country:
“I don’t believe in the country any more. I vote because I have to, because
change is needed” (Colombian woman, Madrid, 2010).
In this case, there were also coincidences in the main reasons why Colom-
bians voted, whether from abroad or while living in the home country, since
among those who had previously voted in Colombia, a majority said they did
so to “support ideas”, including the need to support the democratic system and
to exercise their rights as citizens, while less mentioned they voted to support
a political party or a specific politician.
Regarding the political orientation of Colombians abroad, a comparison of
the 2006 and 2010 polls shows interesting differences. While in 2006 there was
Votes for Uribe Votes for the PDA Votes for Santos Votes for Mockus
(2006) % (2006) % (2010) % (2010) %
SPAIN 77.8 15.1 56.0 41.9
UK 74.7 18.4 47.9 50.2
FRANCE 47.3 40.7 25.0 72.6
GERMANY 53.0 33.9 21.6 76.2
BELGIUM 52.6 38.5 32.2 64.1
ITALY 73.4 15.3 44.8 51.7
US 90.7 5.2 82.0 17.2
CANADA 72.7 19.3 48.7 49.0
VENEZUELA 78.6 16.3 85.3 14.1
ECUADOR 81.8 7.3 71.7 26.7
TOTAL
84.2 10.1 74.2 24.7
ABROAD
TOTAL
62.2 22.0 74.7 27.5
COLOMBIA
80 • Anastasia Bermúdez
since in the latter the support for Uribe and Santos was much higher. This
could be due largely to differences in the main characteristics of the migration
flows going to one country or another, but also to the impact of the electoral
campaigns in each place (see below).
In Europe, Spain was the country where a greater percentage of Colombi-
ans voted for the official candidate (both in 2006 and 2010), which would give
the impression that the Colombian community there is more conservative
politically. However, regarding political affilitation, the survey conducted in
2010 shows that only 11% of Colombians considered themselves to be right-
wing, 21% said they were centrist, and 28% left-wing, while 36% did not know
(many found the issue of political alignment difficult to pinpoint). Neverthe-
less, it is important to highlight that in general identification with individual
politicians was much higher than with specific parties, which indicates that
there is the potential for large mobilization of voting power between different
parties or ideological positions.
82 • Anastasia Bermúdez
Image 1:
Sympathisers of presidential candidate Fajardo outside
the Colombian consulate in Madrid on election day, 2010.
both voters and non-voters, those who voted were more likely to identify with
MIRA and the PDA. In addition, around one-quarter of interviewees said they
were not following the election campaign at all, while slightly less than a third
were following it intensively. The internet was by far the most common me-
dium for Colombians in Madrid to obtain information about the campaigns,
followed by the press and television. “Magdalena”, a 33-year old woman from
Bogotá explained that she had searched the internet for information on the
proposals of the different presidential candidates and after following Mockus’
(Green Party) campaign in Spain on Facebook, she had joined a group of peo-
ple seeking to boost support for this candidate among migrants. Around 22%
of Colombians in the sample said they had been approached from Colombia to
try and get them to vote, whether by parties, friends or family, and a majority
of were contacted by email or in person, while less were contacted using more
traditional methods such as the post or telephone.
Colombians abroad, including those settled in Spain, have also participated
in the election of their own representative to the lower chamber, and have
“the idea is to choose a representative who knows not only about migration,
but also has the necessary parliamentary initiative in Colombia to fight for
better conditions, not only for migrants abroad, but also inside the country,
since our families are back there”.
17 Colombia is one of the very few countries that allow their nationals abroad to elect
their representative to Congress, in this way “enabling promotion of their own legislative
agenda and direct intervention from an overseas viewpoint in the debate and processes of
political decision making on topics of national interest.” (IDEA, 2006: 5).
18 According to Østergaard-Nielsen (2003: 762-763), the first refers to when “migrants
work towards the institutionalization of their transnational status as residents abroad who
are economically, socially and politically engaged in their country of origin”, and the second,
to “the political activities that migrants or refugees undertake to better their situation in the
receiving country”.
84 • Anastasia Bermúdez
came once again second).19 These results led to renewed demands on the part
of Colombians abroad for a reform of the international circunscripción so that
other segments of the diaspora (and not just the US-based electorate) are rep-
resented at ‘home’ (see Bermudez et al. in this book).
19 The information contained in this paragraph comes from the websites of Conexión
Colombia and Votebien.com.
20 The scant literature on this has concentrated mostly on more ‘informal’ types of
political participation, such as through migrant associations (for the Latin American case and
some general references, see Moraes et al., forthcoming).
21 Less than half a million foreigners were registered in the electoral census prior to
the 2011 municipal poll, including EU citizens and those potential voters from third countries
that had acquired the right to vote in local elections.
22 For some media references on this, the reader can see: <http://www.elmundo.es/
elmundo/2011/05/22/madrid/1306076328.html>, <http://elpais.com/elpais/2011/01/25/
actualidad/1295947035_850215.html> (Both consulted on 15/10712).
86 • Anastasia Bermúdez
igin to occupy an elected post in 2007, after she was elected to the Madrid
assembly with the Socialist Party. However, as ‘Jacinto’, a Colombian man in-
terviewed in Seville in 2008 argued, it was difficult to get involved politically
since “there are no opportunities, no political party accommodates immigrant
people”. Nevertheless, as a young Colombian man interviewed in Madrid in
2006 showed, despite all these obstacles, for those who consider voting as a
duty, there are other ways to fulfill it:
“I have Spanish citizenship. During the last elections I was already Spanish,
but had not received my identity card yet, which meant that I could not
vote. But my boyfriend, with whom I lived for five years, was not interested
in voting, so I asked him to vote for me. On other occasions, friends have
also voted for me. I find it incredible that people do not vote if they can,
it is a shame. Since they were not voting, I asked them to do it for me and
told them who to vote for”.
Despite this perceived lack of interest on the part of the main political par-
ties in Spain, the little research that has been conducted on this issue suggests
that in the future party efforts to attract this new electorate will be key to ex-
plain the migrant vote (Morales and San Martín, 2001). The survey conducted
in 2010 suggests that a majority of Colombians in Spain support the centre-left
PSOE party, with 17% stating that they identified with the conservative PP and
a smaller minority choosing smaller parties; around 11% of respondents said
they supported no-one party. These results coincide with other similar re-
search with the migrant population in Spain, which suggests that a lot remains
to be done in order to give migrants the opportunity to participate politically
in the host country in equal conditions as the native population.
The empirical material detailed in the previous sections offers some pointers
as to how concepts like suffrage and citizenship or nationality are evolving in
the context of the emergence of transnational political fields of action linked
to international migration. Despite the reservations that transnational suffrage
still raise among academics, policy makers and civil society in general, many
of the Colombian migrants who participated in this research found no contra-
“It is a necessity because it lets you travel and work but I don’t feel proud to
have it… I would never say I am Spanish as others do and forget where they
come from; that is mediocrity. Denying your nationhood is like denying
your mother.” (Colombian man, Madrid, 2010).
These findings highlight, on the one hand, how transnational suffrage and
political engagement on the part of migrants is giving way to new, “hybrid”
modes of political incorporation (see Guarnizo, 2006) that go beyond tradi-
tional conceptualisations, and in which nationality, citizenship and belonging
combine in different manners. For instance, rates of participation in home
country elections from abroad might be low, thus limiting the political influ-
ence of migrants, but at the same election day can serve as symbolic events
that help migrants sustain feelings of “patriotism”, diminish their homesick-
ness and “reproduce their social milieu abroad” (Boccagni, 2011: 76). However,
88 • Anastasia Bermúdez
it is also important to realise that this does not necessary lead to greater polit-
ical participation or the strengthening of democratic systems. The precarious
situation in which many international migrants find themselves, together with
the fact that many of the transnational political rights are still granted at the
level of the nation-state (i.e. only if a person is recognised as a national or
citizen of a country(ies)) and the bureaucratic and other obstacles that many
migrants face to be able to exercise their transnational voting rights, means
that actual levels of political participation are still low (see, for instance, La-
fleur, 2012, on the Bolivian external vote; Lafleur and Calderón, 2011, for a
study of the Mexican case). Thus, whether they have or not formal political
rights, the reality is that many international migrants still remain politically
disenfranchised.
Despite this, the expansion of transnational political rights and interna-
tional migration flows is having certain influences, not only for migrants, but
also in terms of the emergence and/or strengthening of transnational political
fields with the potential to link political systems and civil societies. This might
seem a normal consequence of living in an increasingly globalised world. On
the other hand, it remains to be seen how this growing transnationalisation or
globalisation of politics is affected by the current economic crisis.
References
90 • Anastasia Bermúdez
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92 • Anastasia Bermúdez
Capítulo 4
Introducción
93
gistro o empadronamiento. La ley regulará el ejercicio de este derecho” (Título
III, Capítulo 3, artículo 27, inciso tercero).
Pese a que los flujos migratorios se pueden rastrear hace más de seis dé-
cadas, el hecho de que recién en la Constitución de 1998 se traten –y muy
pocos– artículos sobre migración no hace más que confirmar la escasa prio-
ridad y mínima consistencia con que históricamente el Estado ecuatoriano
ha actuado frente al “problema migratorio” en su política internacional. Si
bien en la Constitución de 1998 se indicó que “el Estado procurará proteger
a los ecuatorianos que se encuentran en el extranjero” (Art. 11, Capítulo 1, Tí-
tulo II), no se establecieron oportunamente los mecanismos que garantizaran
su cumplimiento; ni se observó el surgimiento de un organismo rector que
desarrollara los asuntos relativos a la temática migratoria, dando una mirada
integral para su tratamiento, así como no existió la determinación de los re-
cursos necesarios para la atención, promoción y protección de los derechos
y oportunidades que tienen los ciudadanos y ciudadanas establecidos en el
exterior.
Por otro lado, la tardía implementación del derecho al voto en el exterior
(la primera elección se dio en el 2006 ocho años después de estipulado) dejó
ver los déficit institucionales tanto del consejo electoral como de la cancillería
en lenta modernización, la frágil importancia política que las elites guberna-
mentales de aquel entonces asignaron al tema de la movilidad humana o, más
simplemente, que para ellas lejos estaba la cuestión migratoria de representar
algo parecido a un asunto público, en donde los temas de los derechos políticos
concernientes a los migrantes no fueron abordados.
Vale la pena recordar, a manera de comparación, que la primera ley que
permitió el voto en el exterior a nivel mundial data de finales del siglo XIX,
y se dio en Nueva Zelanda en 1890. A inicios del siglo XX fue permitido en
Australia (1902) y hasta mediados de dicho siglo se permitió en países como
Canadá (1915), Francia (1924), Estados Unidos (1942) y Reino Unido (1945).1
A partir de la década de los cincuenta nos encontramos con los primeros
casos en los cuales se permitió el voto en el exterior a los ciudadanos emigran-
1 Para los dos primeros casos (Nueva Zelanda y Australia), la ley estaba pensada para
permitir que los marineros puedan sufragar. En los otros casos estaba restringido exclusiva-
mente a ciudadanos que servían al interés nacional en el exterior (por ejemplo diplomáticos y
militares). Para un análisis de la historia del voto en el exterior ver Ellis (2007), Laflaeur (2012).
“La tendencia global hacia el voto desde el exterior no deja suponer que
reciba siempre atención desde el punto de vista político o tenga un im-
pacto significativo. La vuelta de votantes es casi siempre menor entre los
expatriados que entre los votantes residentes en el país… la relevancia po-
lítica del voto desde el exterior será mayor donde ha sido recientemente
introducido, donde muchos de los expatriados compartan una identidad
de diáspora, donde las preferencias políticas de los expatriados se desvíen
significativamente hacia aquella de los votantes residentes y donde el sis-
tema electoral prevea incentivos para una campaña política desde exterior”
(Bauböck, 2007: 446).
8 El cual se ha producido más por la crisis global, que se sintió y se siente con fuerza a
los principales lugares de destino de nuestros compatriotas (Estados Unidos, España, Italia)
que por el ‘efecto llamada’ que hizo la SENAMI. Cabe recordar que se han dado más retornos
forzados (tanto económicos como políticos) que voluntarios. Sobre los programas de retorno
en Ecuador ver Moncayo (2011)
9 Son estos problemas de índole más operativo y de recursos los que obligaron al gobier-
no de Bolivia a realizar el voto en el exterior solamente en 4 países: Argentina, Brasil, Estados
Unidos y España. El Estado Ecuatoriano, a través del CNE, asignó para los cuatro primeros
procesos electorales en el exterior la cifra de 4’668.478,68 (Fuente: CNE en Bassante 2010). Solo
para las elecciones presidenciales del 2009 el montó fue de 2’950.000 USD (Fuente: CNE).
10 Se preguntó a través de la página web de la asamblea: “La participación política ha
sido uno de los temas que más interés despierta en las ecuatorianas y los ecuatorianos resi-
dentes en el exterior. Muchos de ellos y ellas desean que la ‘Quinta Región’, de la cual forman
parte, tenga mayor incidencia en la vida de su país, permitiéndoles participar en la toma de
decisiones de asuntos trascendentales para su patria. En torno a ello, se ha abierto un debate
en la Asamblea Constituyente que cuestiona la condición obligatoria o voluntaria del voto de
los ecuatorianos y ecuatorianas residentes en el exterior. Por esto, las y los asambleístas por
los migrantes, hemos querido ampliar el debate y escuchar opiniones directas de nuestros
compatriotas que se encuentran en distintas partes del mundo. Les invitamos a brindarnos su
opinión respondiendo a lo siguiente: ¿Cree usted que el voto para ecuatorianos y ecuatorianas
en el exterior debe ser obligatorio o voluntario?”
12 Sólo 12 países en el mundo permiten a sus ciudadanos votar directamente por aquellos
políticos a los que se les denomina ‘diputados migrantes’ y 11 han creado circunscripciones
electorales externas (Navarro Fierro et. al 2007; Lafleur, 2012). Para un análisis más detallado
del articulado constitucional en materia migratoria ver Ramírez y Quezada (2010).
13 Para elecciones a nivel local o parlamentario hay más, tales como Nueva Zelanda,
Malawi, Noruega, Cabo Verde. De la región Venezuela, Argentina, Bolivia. Brasil tiene políticas
de reciprocidad con Portugal (tratado de casi-ciudadanía de 1971) que les otorga los mismos
derechos tanto a brasileños en Portugal como a portugueses en Brasil que incluye el voto a
nivel local. A nivel municipal está permitido entre los países pertenecientes a la Unión Euro-
Gráfica 1.
Ecuatorianos Empadronados en el exterior
pea. España tiene tratados bilaterales de reciprocidad que les permite votar a nivel local con
ciertos países no comunitarios, varios de ellos de Sudamérica (incluido Ecuador). El sufragio
de los extranjeros ha sido un tema menos estudiado a nivel académico y requiere mayor
análisis.
Como señala Calderón (2007), más allá del peso o la representatividad del
sufragio de los migrantes y la variedad geográfica, no son correctos los ar-
gumentos que indican que dado que la abrumadora mayoría viven en dos
o tres países, un par de votos desde otros lugares son irrelevantes, porque
precisamente cada voto representa una historia migratoria, una decisión de
vida. Cada comunidad de ecuatorianos por pequeña se sea, cada ecuatoriano
es una historia por contar, y merece que se respeten sus derechos políticos.
Las elecciones del 2013 fueron la sexta en la que participaron los ecuato-
rianos residentes en el exterior. Como se observa en la siguiente gráfica las
elecciones que han despertado mayor interés han sido las presidenciales del
2006 y 2013. La última contienda electoral fue en términos absolutos donde
más personas acudieron a votar llegando a la cifra de 133.045 migrantes. Sin
embargo, si hacemos el análisis en relación al total del padrón, sigue siendo
las primeras elecciones de 2006 las que más porcentaje de votantes tuvo en
relación al número de empadronados. En aquel año representó el 59, 86% del
padrón, mientras que el 2013 fue el 52.77%. Donde menos participación hubo
fue en las elecciones para elegir asambleístas constituyentes del 2007, al cual
acudieron solo el 26% del padrón, seguido de las elecciones del referéndum y
consulta popular del 2011 donde acudió a sufragar el 27%.
Bibliografía
Within migration studies, the relations between sending states and their cit-
izens abroad have received major attention in recent years. Different works
have demonstrated how the frontiers between exclusion and inclusion in
the political community are being redefined (Smith 2003; Calderón Chelius
2003; Gamlen 2008; Dufoix, Guerassimoff, and de Tinguy 2010). Historically,
academic interest in the extension of political rights to nationals residing
abroad was located within the context of South-North migration. Mexico, in
particular, is a country about which a significant amount of the literature on
external voting has been produced (Carpizo and Valadés 1998; Santamaría
Gómez 2001; Espinoza Valle 2004; McCann, Cornelius, and Leal 2006; Smith
2008; Calderón Chelius 2010; Lafleur 2013). In the case of Bolivia, socio-po-
litical studies on the relations between the homeland and the diaspora have
been scarce.
In this chapter, we propose to analyze the development of the external vot-
ing issue in the Bolivian political context between 2003 and 2009. Examining
the evolution of relations between the Bolivian Government and its diaspora
(particularly after the coming to power of Evo Morales Ayma in 2006), we will
demonstrate how the topic has progressively become central within Bolivian
politics and how emigrants have played an active part in their own enfran-
chisement. In particular, we will see how “the process of change” instigated by
the Morales government has found an extension among citizens abroad. To do
so, we will analyse different government documents, public interventions and
interviews of civil servants and representatives of civil society organizations.
115
After the first part of this article on the path to the adoption of the 2009 elec-
toral law enfranchising citizens abroad, we shall proceed to an analysis of the
electoral behaviour of citizens abroad based on an exit-poll survey conducted
with citizens abroad during the Presidential Election on 6th December 2009.
Except for limited intra Latin American migration that took Bolivia as a final
destination, the history of international migration in Bolivia is characterized
by the emigration of Bolivian citizens. Different estimates suggest that be-
tween 20% and 30% of the Bolivian-born population currently resides abroad.
According to the few sources available such as the 2007 Mesa Técnica de
Bolivia, the phenomenon has significantly accelerated in the past decade: the
1976 census estimated the emigrant population to 250,000 in 1976, to 380,000
in 1992 and 1.2 million in 2001. Today, because of the important variations in
the different estimates realized by the Bolivian Government, international
organizations and NGOs, it is usually considered that the Bolivian population
abroad ranges between 1.5 and 2 million citizens.
Argentina is the historical destination country of Bolivian migrants. Boliv-
ian migration to Argentina first concentrated in rural areas around the border
but started to expand to large Argentine urban areas in the second half of the
20th century. During the 1980s, Buenos Aires became the biggest point of con-
centration of Bolivian migrants occupied in construction, manufacture, ser-
vices and horticulture. The United States is the second favourite destination of
Bolivian migrants where migrants proceeding from the region of Cochabamba
and Santa Cruz de la Sierra have started to move during the 1970s. Bolivian
migration to Brazil happened mainly during the 1980s and 1990s is mostly a
masculine migration occupied in manufacture. Spain is the most recent des-
tination country for Bolivians. Most of the emigrants who decided to move
there had previous emigration experience or close family connections with
Argentina, the United States and Brazil (Hinojosa Gordonava 2008).
In opposition to what these population movements suggest, the Bolivian
State has traditionally been more concerned about regulating foreign migra-
tion to Bolivia. For this reason, it long limited its emigration policy to trying
to reduce and control the number of citizens leaving the country through
‘Even though you are far away, we feel you are close, because Bolivia is
made of us all, those who live here and those, like you, who went abroad
looking for better living conditions. […] Be certain that we will make ef-
forts. From Bolivia, we will continue to work and fight for your rights to be
recognized worldwide’ (Message of President Evo Morales, August 2007).
‘Dear brothers and sisters, you have to help me build a more democratic
Bolivia, with the largest participation of us all. Our commitment as Govern-
ment is to let you decide the destiny of the country by voting from wher-
ever you are. It is not only about respecting your constitutional obligation
[to vote] but rather to strengthen our democracy with the participation of
different sectors of the population and especially the brothers who live
abroad’ (op. cit.).
‘The emigrant population has a particularly important weight for the new
Government because of its political affinities. In other words, we are talking
about a population that identifies itself with their political project […]’.
Despite the lack of interest of Bolivian authorities for citizens abroad during
most of the 20th century, the Electoral Code of Bolivia recognizes the right
of its citizens abroad to take part in presidential elections since 1991 (article
97). The Electoral Code however mentioned that an additional law had to be
adopted to implement this right. Due to the absence of political willingness to
adopt such law, a collective of Bolivians in Argentina filed a complaint with
the Supreme Court of Justice in La Paz in 2005 which, in turn, gave the order
to Congress to adopt such law. When MAS came to power in 2006, the emi-
grants pressured it immediately to act on this matter. Many within Congress
had traditionally opposed the enfranchisement of citizens abroad on the basis
of financial, logistical or legal arguments.
On 21st May 2008, the MAS-dominated House of Representatives managed
to adopt the Law on the Vote of Bolivian Citizens Residing Abroad and sent
it to the Senate for final approval. In the Senate, the main opposition party
Social Democratic Power (PODEMOS, Spanish acronym) managed to block the
adoption of the law until April 2009. This party’s main fear was that, once
enfranchised, citizens abroad would massively support MAS. Their view was
later supported by the fact that symbolic elections abroad held on the Day of
the 2008 Constitutional Referendum showed strong support in favour of MAS.
One PODEMOS Senator summed up his party’s position as such:
The first experiment of external voting took place on the Day of the Presiden-
tial Election on 6th December 2009. Previously, the National Electoral Court of
Bolivia had registered 169,096 voters residing abroad (less than the 6% limit).
Comparing this figure to the estimated total number of Bolivians abroad of
around 1.7 to 2 million (according to consular authorities), this figure seems
rather limited.
73.9 per cent of the registered external voters ultimately cast a vote in poll-
ing stations abroad on Election Day on 6 December 2009. With over 75 per
cent of votes abroad cast in the MAS’s favour, emigrants proved to be more
supportive of this party than domestic voters. This figure, however, hides the
disparities between three different electoral realities abroad. Indeed, Bolivians
in Argentina and Brazil expressed almost unanimous support for the MAS,
while Bolivians in the United States strongly supported the right-wing oppo-
sition’s electoral list. Bolivians in Spain, on the contrary, were nearly equally
split between the two biggest electoral lists.
These results, which confirmed that the right-wing fears toward external
voters was founded, came as little surprise to most observers in Bolivia. In-
deed, as we showed, many emigrants had proved supportive of Evo Morales’
government during the years preceding the election. But why emigrants were
more supportive of MAS than PODEMOS? Is it related to their socio-economic
1 Table 1 only presents the electoral results of Bolivia’s two largest parties which, to-
gether, collected 90,6% of the votes casts by emigrant and domestic voters.
References
Introducción
133
diferentes y con sus consiguientes códigos de lealtad (Levitt y Jaworsky, 2007;
Portes y Guarnizo et al., 1999; Guarnizo y Smith, 1999). Asimismo, las activi-
dades transnacionales abarcan múltiples dimensiones, siendo hasta ahora las
dimensiones económica y cultural de las prácticas transnacionales las que ha
recibido mayor atención por parte de los investigadores en comparación con
la dimensión política (Smith, 2003: 468).
En relación a esta última, el fenómeno de la vinculación transnacional de
los migrantes pone de manifiesto una escisión cada vez menor entre la es-
fera doméstica y la internacional. Considerando el impacto de la dimensión
política transnacional, es claro que las prácticas políticas transnacionales de
los migrantes cuestionan supuestos tradicionales sobre ciudadanía y comu-
nidades políticas ligadas al Estado (Østergaard-Nielsen, 2009). Así, para algu-
nos autores es la entidad misma del Estado que ve relativizada su autonomía
por el influjo de las migraciones tanto legales como ilegales (Held y McGrew,
2002). Para otros son las competencias estatales las que son objeto de refor-
mulación, en forma paralela a la redefinición de los criterios de pertenencia
de sus miembros al momento en que los ciudadanos se vuelven transnacio-
nales: Remarcando la simultaneidad, se señala que los migrantes se encuen-
tran situados dentro de campos sociales en múltiples grados y en múltiples
lugares que abarcan a los que migran pero también a los que quedan, ya que
la incorporación de los individuos a los Estados no colida con sus conexiones
transnacionales (Levitt y Glick Schiller, 2004: 61-62).
Más que la desaparición de los Estados, estudios de casos muestran que
las políticas estatales en diferentes niveles efectúan una mediación diferen-
ciada pero ubicua de los flujos migratorios transnacionales, de la producción
cultural y de las prácticas políticas a través de las fronteras. Así, las políticas
estatales, los discursos legitimatorios y las prácticas institucionales constitu-
yen elementos centrales a través de los cuales se construye la denominada
ciudadanía transnacional al momento en las redes de migrantes se posicionan
frente a actores estado-referenciados (Smith, 2003). En esa dirección, también
se ha señalado la diversidad de formas de pertenencia a una comunidad po-
lítica en términos de ciudadanía o de membrecía (Soysal, 1994; Smith, 2003;
Bauböck, 2003, 2005; Fox, 2005).
A fines de enmarcar el presente trabajo, resulta significativa la referencia
a Bauböck, para quien la ciudadanía transnacional se entiende por un lado
como un proceso de desnacionalización de la ciudadanía política que habilita
1 Las entrevistas realizadas abarcan por un lado una serie de informantes calificados,
cuya elección radica en su rol como funcionario de una repartición estatal determinada. En
ese caso, en el curso del trabajo se explicitan sus nombres, cargo o función, así como la fecha
2 Según el país se diferencia el alcance del sufragio desde el exterior según el tipo
de elección que se trate. Así, en Argentina se lo permite para las elecciones presidenciales y
legislativas, en Bolivia para las presidenciales, en Brasil para las presidenciales, en Colombia
para las presidenciales, legislativas y consultas nacionales (habiendo además representación
legislativa desde el exterior), en Ecuador para las presidenciales, legislativas y nacionales
(habiendo además representación legislativa para ciudadanos en el exterior), en Honduras
para las presidenciales, en México para las presidenciales y para el Estado de Michoacán, en
Nicaragua para las presidenciales y legislativas, en Panamá para las presidenciales, en Perú
para las elecciones generales y consultas, en Puerto Rico para todas las elecciones incluyendo
las primarias de partidos, en República Dominicana para las presidenciales, y en Venezuela
para las presidenciales y para los referéndum para remover al presidente. Como se menciona
arriba, otros países como Chile, Paraguay y Uruguay no habilitan el voto desde el exterior.
3 La Corte Electoral es un organismo público autónomo de la República Oriental del
Uruguay, al que le compete organizar y fiscalizar los actos electorales (elecciones, referéndums
sobre leyes y plebiscitos constitucionales), que en la actualidad la Corte está encabezada por
nueve Ministros. Es en la Corte Electoral del respectivo distrito donde todo ciudadano mayor
de 18 años debe registrarse para obtener su credencial cívica. Dependiendo del lugar donde
viva le corresponderá un código de tres letras seguidas por un número de hasta cinco dígitos.
Una vez expedida la credencial cívica, el ciudadano queda inscripto en el Registro Cívico
Nacional, un padrón electoral de los ciudadanos con derecho a voto.
4 En términos relativos, Uruguay constituye el país de América Latina con mayor pro-
porción de población residiendo en el extranjero. Así, se estima una emigración de 580.000
personas entre 1963 y 2004. Aunque el período de mayor expulsión se extendió entre 1963 y
1975 (480.000 emigrados), la mayor tasa de emigración se registró en los años de la crisis de
2002-2003, cuando la emigración superó el crecimiento natural de la población (Cabella y
Pellegrino, 2005). Actualmente se calcula el 18% de la población (unas 600.000 personas) vive
fuera de Uruguay (PNUD Uruguay, 2009: 11), de los que debieran descontarse los menores de
7 Puede mencionarse el apoyo otorgado por Juan Raúl Ferreira (dirigente del Partido
Nacional e hijo del emblemático Wilson Ferreira Aldunate), Diego Fau (presidente de la Agru-
pación Hugo Batalla, del Partido colorado y dirigente del “Grupo Colorados por el Sí”), así
como Federico Olascuaga (Partido Independiente), aunque éste último integrara la Comisión
“a título personal”. Por el oficialismo se puede mencionar a Brenda Falero.
8 De acuerdo al apartado B del Art. 331, la Corte electoral convocó a pronunciarse
respecto a la siguiente modificación: “Agréguese al Artículo 77 de la Constitución el siguiente
numeral: 13º. Los ciudadanos uruguayos habilitados para votar tienen derecho a ejercer el
sufragio en elecciones, plebiscitos o referéndum, desde cualquier país donde residan o se
encuentren. A tales efectos la Corte Electoral reglamentará el envío de las hojas de votación
a los ciudadanos inscriptos, al domicilio donde residan. Adoptará asimismo los criterios de
seguridad necesarios para garantizar la autenticidad del voto. Este derecho podrá ejercerse,
indefectiblemente, a partir de las elecciones de 2014” (Sesión de la Asamblea General, Diario
de Sesiones de la Asamblea General. 1º de abril de 2009).
16 Según Trobo, esta propuesta representaba una salida más justa y equilibrada, res-
petando a los residentes y a los no residentes. Se remarcaba aquí la necesidad de alcanzar un
acuerdo político respecto al mecanismo de representación a implementar, de forma de evitar
que la discusión se redujera a las respectivas ventajas para cada corporación política. También
se pronunciaba a favor de mantener el Departamento 20 si era elegido presidente el candidato
del Partido Nacional. A su vez, el diputado Washington Abdala del Partido Colorado apoyó la
iniciativa planteada por Trobo, exhortando a evitar politizar el tema (El País, 12/4/2009).
17 Entrevista a Javier Vidal Alaggia, Secretario Ejecutivo de la Dirección de Vinculación
(6/9/2010), así como al Senador del Partido Nacional, Eber Da Rosa (15/9/2010).
20 Según el país en cuestión es diferente el alcance del voto según el tipo de elección.
Así, en Argentina se lo permite en algunas elecciones municipales y/locales, en Bolivia en
las municipales, en Brasil en las nacionales, en Chile en todas las elecciones y consultas, en
Colombia en las municipales, distritales y consultas, en Ecuador en todas las elecciones, en
Paraguay en las municipales, en Uruguay en todas las elecciones y consultas (cumpliendo los
requisitos que se indican arriba) y en Venezuela en las estatales y municipales. Por el contrario
en Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Ricoy República Dominicana no se
permite el voto de los no ciudadanos residentes.
24 Según datos de la Corte Electoral, en la elección de 2009 el total de los habilitados as-
cendió a 2.563.397. En la primera vuelta los que efectivamente votaron fueron 2.304.686 (27.149
votos fueron nulos). En la segunda vuelta sufragaron 2.285.958 personas (40.170 votos nulos).
yo que sea? Si se fue para buscar una mejora económica, para vivir bien... Entonces, si está
viviendo bien, ¿qué tiene que votar acá?. Si quiere volver a su país, pues que vuelva. ¿Qué se
tiene que meter con las decisiones de acá, si está pasando bien allá?. Si alguno se fue porque
lo corrieron, ahora puede volver, no hay problema, ya no lo van a perseguir.”
Conclusiones
Bibliografía
Introduction
One aim of this chapter is to analyse how the Portuguese political elite deals
with the denationalisation of political citizenship at the local level. While
most political actors would claim that depriving non-national residents from
political citizenship serves less to demonstrate the supposed uselessness of
citizenship’s political dimension, than to show how that dimension still helps
keeping citizenship encapsulated in the modern paradigm of nationality, there
are undeniable distances between their politically correct discourses and their
practices.
A second aim of this chapter is to demonstrate how the postnational logic
can be seriously challenged in its noble intentions of fostering the quality
of democracy as a regime of people’s empowerment, by people’s actual be-
haviours. In fact, non-nationals’ practices in regard to granted political rights
may contribute to reinforce conservative arguments that sustain the useless-
ness of granting political rights to non-nationals. Having this in mind, the
chapter will thus analyse the political performance of Brazilian immigrants
in Portugal, trying to grasp possible explanations for their residual presence
both as voters and as elected people at the local level.
While the passive rights (rights to be elected) cannot be read without look-
ing at the behaviour of political parties in regard to a postnational reading
of local politics,1 the use of active rights (the rights to vote) cannot be totally
161
understood without looking at the Brazilian community in pursuit of answers
that may help to explain its lack of participation.
Political participation can occur in two basic forms: through the formal exer-
cise of voting rights, and through the unconventional politics of social move-
ments and groups. Here we will take into account only the first basic form. In
the gradual construction of political citizenship for non-national residents in
Portugal we highlight:
a. The consecration of immigrant associativism by Law 115/99, leading
to the legitimation of immigrant associations as both de facto and de
jure political actors.
b. The access to active and passive local electoral rights, as first estab-
lished by Declaration 2-A/97, updated by Declaration 10/2001, Decla-
ration 9/2005 and Declaration 252/2009.
In 2005, the residents who could vote and be elected for local elections
were the national citizens from EU member-states (including the new mem-
ber-states), the national residents from Brazil, Cape-Verde, Uruguay, and Peru.
As for those who could only vote, the active electoral capacity compre-
hended all legal residents from EU member states, as well as from Brazil,
Cape-Verde, Uruguay and Peru, Argentine, Israel, and Norway.
As residence conditions, the law established two years for Brazil, Cape-
Verde; and three years for all other cases. Estonia, Venezuela and Chile had
updated the list in 2001 as announced by Declaration 10/2001. By 2005, and
according to the Declaration 9/2005, Iceland entered the list of active rights,
while Israel was out as well as Estonia buy in this case because it is now an
EU member-state.
and ethnic diversity within their internal structures may be found in a research conducted
in Portugal by Carvalhais & Oliveira (2015, forthcoming) integrated in DivPol - Diversity in
Political Parties’ Programmes, Organization and Representation, a project co-funded by the
European Commission’s European Integration Fund and which gathers eight European-mem-
ber states
Although the 1997 Local Elections were the first elections ever open to immi-
grants, there are not enough available data for that year and therefore, we will
take into account only the local elections from 2001 on.
When analysing the results of the 2001 Local Elections, we found that only
five individuals in 23 670 non-national residents registered to vote, had been
elected for local organs. To stress that for one to be elected, he or she must
be positioned in an eligible place in the lists of candidates presented by the
political party or group of citizens (system of proportional representativity,
with the D´Hondt formula).
In the 2005 Local Elections, the results were even less inspiring, as only
three in 27 978 non-national residents were elected for local organs. Finally,
in the 2009 Local Elections, and according to the lists provided by the DGAI
2 Article 15 of the Constitution declares ‘rights not grant to foreigners may be granted
to citizens of Portuguese Speaking Countries with permanent residence in Portugal, according
to the Law and under reciprocity conditions […]. Law may grant to foreigners residents in the
national territory, under reciprocity conditions, active and passive electoral capacity for the
election of local power offices. Law may also grant, under reciprocity conditions, nationals
from EU-member states, residents in Portugal, the right to elect and to be elected deputies to
the European Parliament.’ (Canotilho and Moreira, 2003: 16)
3 In the 2009 local elections, and despite all the persisting difficulties in fulfilling
correctly the lists of the elected, we noticed however a progress sin regard to previous years.
For instance, until 2005, it was still frequent to find Africa tout cours, as birth place, or simply
specific places with no further reference to the Continent/country (e.g. Luanda, Lobito, Ma-
lange, Diu). In 2009, information was much more accurate. In parallel, other problems persist.
For instance, Angolan, Mozambican, Canadian, Australian, Colombian born were frequently
marked as ‘Foreigners’, which was obviously a misinterpretation based on the evaluation of
their place of birth, since none of these nationalities have reciprocity agreements with Portu-
gal in regard to political citizenship. To note also, as a curiosity, that one UK born Portuguese
citizen was marked as ‘foreigner’, not even as an EU citizen.
Previous work (Carvalhais, 2007a), and recent field work (Carvalhais & Ol-
iveira, 2015), have helped to set a profile on the Portuguese political elite’s
sensitivity to the idea of opening political citizenship to denationalisation. In
The possible explanations we enounced for the 2001, 2005 and 2009 results in
regard to the residual numbers of non-nationals elected for local organs, have
somehow put too much burden on political traditional actors (mostly political
parties), while the low rates of electoral registration relied on a combination
of variables that made non-nationals’ behaviour ultimately forgivable and not
totally self-responsible.
Our next step in this communication is to look at the Brazilian case and
try to go a bit beyond those initial explanations. Before we proceed, it is im-
portant that we retain a few demographic details on the Brazilian presence
in Portugal.4
The amount of legal Brazilians was in 2007 of 66 354 individuals, 55 665
holding residence titles. This was by then the second biggest immigrant com-
munity in Portugal, right after the Capeverdeans. In 435 712 legal immigrants,
15 per cent were Brazilians, and in 401 612 long-term immigrants with resi-
dence titles, 13,8 per cent were Brazilians. In the mean term, the Brazilian
community met an extraordinary increase in 2008, escalating from 66 354
4 When we say ‘Brazilian community’ we are using a rather simplified expression with
little sensitivity to the sociological specificities that exist in a universe of thousands of peo-
ple. Brazilians in Portugal are though very far from being a homogeneous group. Individuals
come from different parts of Brazil, with different social, economic and regional backgrounds,
different professions, and of course, different expectations in regard to this receiving society.
For the sole purposes of this chapter we will nevertheless use the broad term ‘Brazilian com-
munity’.
Following the Convention of Brasilia of 1972, and more recently the Treaty of
Friendship and Cooperation signed in the year 2000 between Portugal and
Brazil, citizens from both countries may be entitled, upon voluntary expres-
sion, with the special regime of rights and duties of Brazilian residents in Por-
tugal and Portuguese residents in Brazil. The special regime is responsible for a
special status (estatuto especial) of citizenship rights and duties that functions
in accordance to very specific legal rules and under the principle of reciprocity.
The regime of equality of rights and duties of Brazilians and Portuguese is a
specific legal figure that allows, under reciprocity, the expansion of citizenship
rights only for those Brazilian residents who consider that their bound to this
country justifies that they acquire higher and wider political rights, such as
5 In 2003, in the context of a visit to Portugal of the Brazilian president, Lula da Silva,
the two countries celebrated the Lula Agreement, which foresaw the extraordinary regulari-
sation of all Brazilians with valid labour contracts who had come to Portugal until the date of
the agreement’s celebration, 11 July 2003. The total of individuals in this situation was then
estimated in 30 thousand. The agreement helped to regularise only 18 thousand individuals,
which lead to several critiques from the Brazilian migrant associations in the country. In
2006, the Portuguese government lead by prime minister (PM) José Sócrates refused to go
on with the extraordinary legalisation of the community under the Lula Agreement after it
would expire in 2008, arguing that it would be unfair to keep this positive discrimination in
regard to other communities in the country that were facing similar conditions to the Brazilian
community. This did not prevent however the announcement by the Portuguese PM during
an official visit to Brasilia, of more 6 500 permits of temporary residence to Brazilians that
were still in the country with pending applications and no labour contracts. The interest in
keeping good relations with the brother country (país irmão) was also evident during the first
EU-Brazil Summit in 4 July 2007, with the symbolic announcement of the new Portuguese
immigration law (Law 23/2007 of 4 July), presented as a law designed to make regularisation
faster and easier. The PM Sócrates stressed then that according to the new law, applications
for visas no longer needed to be supported on labour contracts, being sufficient to possess a
declaration of intent of an employer to offer a job.
Table 1
Registered to vote by Nationality – European Union
Austria 93
Belgium 499
Bulgaria 151
Check Republic 9
Cyprus 1
Denmark 89
Estonia 3
Finland 65
France 1.186
Germany 2.109
Greece 11
Hungary 8
Table 2
Registered to vote by nationality –
other resident foreign citizens.
Norway 42
Iceland 1
Cape Verde 11.067
Argentine 60
Brazil 4.308
Peru 15
Uruguay 9
Venezuela 141
Chile 13
TOTAL ER’s= 15.656
Original Source: DGAI, 2012 (as provided under written request)
A first limitation with the previous frame is that it needs further verifica-
tion.
A second limitation is that it tends to over-exempt the citizen from her
share of responsibilities.
A third limitation is that it seeks to find a general explanation for Brazilians’
behaviour which nevertheless does not tell us much about why registration
to vote is also significantly low among other communities of non-national
residents.
A fourth limitation is that none of the advanced explanations helps to
determine what defines stronger or weaker commitments with public affairs
and political citizenship. Non-nationals who register to vote, and who actually
exercise that right (which is quite another step in the ladder of democratic
participation) are neither individuals with easier lives and lighter working
days, nor people with a naïve reading about political elites as good promise
6 To have an exact idea of what these amounts of applications represent in the context
of the new law, it is important to stress under the legal frame of the previous law of nationality,
Law 37/81, the amount of requests for acquisition of nationality by naturalisation were quite
low and constant. Indeed, here was a constant balance between the amount of positive and
negative answers emanated from the SEF, with very few exceptions. However, the entrance
into force of the new law of nationality in 2006 brought a substantial increase in the amount
of requests for naturalisation. According to the SEF’s 2008 Report on Immigration, Borders
and Asylum, 34 326 applications for acquisition of nationality through naturalisation received
assenting opinions (pareceres) by this service (SEF, 2008: 80). These new numbers seem clearly
the result of less administrative bureaucracy but most importantly of the substantial reform of
the requirements for the acquisition of nationality by naturalisation that lead to an increase
of the total of foreign people eligible (Carvalhais, 2010).
Portugal has met significant progress in building a policy of integration for its
immigrant communities, composed of several legal instruments, combining
access to social rights, protection of minority rights, access to political rights,
and access to nationality that has been made particularly easier since Law
2/2006.
In parallel to this, political elites still linger between opting for a more liber-
al, open and postnational reading of citizenship and for a more conservative,
exclusionary and national reading of citizenship, the ideological opposition
being stronger when it comes to discuss access to political rights.
Since the 2001 local elections (considering that in the 1997 local elections,
many immigrants still unaware of the new political rights didn’t register or
weren’t legally able to do so yet), and until 2009, the presence of immigrants
as elected officers is but residual. Brazilians are almost absent, except for the
double nationality cases which we did not consider for the purposes of our
study. This is in part a consequence of the lack of commitment of political
parties in bringing non-national citizens into local politics. But, as we tried
to show in the last part of this chapter, the absence from local politics is Ja-
nus-faced. Brazilians are the biggest immigrant community in the country
and one of the two lusophone communities with broad access to political local
rights. However, looking at the rates of those registered to vote one would not
suspect of such demographic relevance. The lack of interest in registering to
vote is far from being a sole characteristic of the Brazilian community, hence,
generalist explanations must be avoided.
In the particular case of Brazilians, the lack of interest seems to rest on
many reasons enfolded in each person’s life experiences, as much as on the
quality of the individual’s social integration, and on her/his level of education,
which in turn will determine the variety and quality of her/his labour, social,
and economic opportunities. Should this mean that selection of highly quali-
fied immigrants should go one being encouraged as the best way to successful
integration and stronger political interest among immigrants?
That is not our argument. We argue instead that if education is one major
variable in determining the quality of the non-national resident with his/her
postnational citizenship, the receiving country must be profoundly commit-
ted with the quality of education of all its residents, as this will prove to be
References
Introducción
181
se llevaron a cabo en Baja California Sur y Colima, los emigrantes oriundos de
esos estados tuvieron la posibilidad de emitir su voto de manera electrónica
en la modalidad de internet para la elección de Gobernador, agregándose así
a la lista de entidades federativas que celebran elecciones extraterritoriales
en México, como son los casos del Distrito Federal, Chiapas y Michoacán.
Fue a finales de la década de los ochentas cuando el sufragio extraterrito-
rial en México adquirió un papel más relevante en el ámbito social, político y
académico, considerando que ese periodo estuvo marcado por las crisis eco-
nómicas registradas en años anteriores, los altos flujos migratorios de mexi-
canos hacia Estados Unidos y la elección presidencial de 1988, en donde sus
resultados desencadenaron un fuerte cuestionamiento al régimen por parte
de un amplio sector de la sociedad que sostenía una auténtica demanda de-
mocratizadora en el país.
En aquel entonces, las posturas que se mostraban en contra de la extensión
del voto de los mexicanos radicados en el extranjero partían de la creencia de
que un porcentaje elevado del sufragio proveniente de Estados Unidos favore-
cería a la izquierda antes que al Partido Revolucionario Institucional (pri) y al
Partido Acción Nacional (pan), debido a la influencia que tuvo el cardenismo
en gran parte de la comunidad migrante asentada al otro lado de la frontera.
Para entender lo anterior, es necesario mencionar que en aquellos años
la conformación del grueso de la comunidad migrante mexicana en Estados
Unidos estaba integrada por personas provenientes de entidades en donde la
figura del general Lázaro Cárdenas había permeado de manera significativa
en la población, tales son los casos de Michoacán, Zacatecas, Guanajuato
y Jalisco. Asimismo, es necesario destacar que estos estados contaban con
que se han empleado en la literatura académica para hacer referencia al objeto de estudio
que estamos abordando, tales como voto migrante, voto a distancia, voto remoto y voto en
ausencia, entre otros, los cuales se prestan a múltiples interpretaciones. De esta manera, el
sufragio extraterritorial activo se presenta cuando las personas originarias del lugar A, que
radican en el lugar B, emiten su voto para elegir a autoridades que los representarán en el lugar
A. La cara pasiva del sufragio extraterritorial cuenta con dos variantes: 1) cuando una persona
que radica en el lugar B, siendo originaria del lugar A, tiene la posibilidad de ser votada por
personas originarias del lugar A que residen en el lugar B, para representarlos desde el lugar
A; 2) cuando una persona que radica simultáneamente en los lugares A y B, siendo originaría
del lugar A, es votada por personas que residen en el lugar A para representar a las personas
que residen en el lugar B desde el lugar A.
3 En agosto de 1996 se reformó el artículo 36, fracción III y en diciembre del mismo
año, los artículos 30, 32 y 37 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
eliminándose así el requisito territorial para votar dentro de los límites del distrito electoral de
pertenencia y la no pérdida de la nacionalidad mexicana en caso de adquirir doble o múltiple
nacionalidad, respectivamente.
Gráfica 1.
Voto de los michoacanos proveniente del extranjero para la elección
de Gobernador del Estado de Michoacán de 2007, por partido político
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Electoral de Michoacán (iem).
Cuadro 1.
Principales diferencias normativas entre el proceso federal 2006
y el proceso en Michoacán 2007
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Electoral de Michoacán (iem).
7 Gaceta Oficial del Distrito Federal, No. 993, décima séptima época, 20 de diciembre
de 2010 (disponible en <http://www.consejeria.df.gob.mx//uploads/gacetas/4d0ed9631853b.
pdf)>.
8 Acuerdo del Consejo General del Instituto Electoral del Distrito Federal por el que se
designa a las consejeras o consejeros electorales que integrarán el Comité que coordinará las
actividades tendentes a recabar el voto de los ciudadanos del Distrito Federal residentes en el
extranjero para la elección de Jefe de Gobierno de 2012, México, 2011 (disponible en <http://
www.iedf.org.mx/taip/cg/acu/2011/02.php>).
9 Sala de prensa del Tribunal Electoral del Distrito Federal (tedf), 14 de enero de 2012
(disponible en: <http://www.tedf.org.mx/sala_prensa/sintesis/sfs2012/ene/120114/120114_
tedf_retoman.pdf>).
10 Loc. cit.
Gráfica 3.
Voto de los defeños proveniente del extranjero para la elección
de Jefe de Gobierno del Distrito Federal de 2012, por partido político
Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Distrito Federal (iedf).
por el que se determina la modalidad de voto que garantice el ejercicio del derecho al sufra-
gio de los ciudadanos chiapanecos residentes en el extranjero en el proceso electoral local
2012, México, 2012 (disponible en <http://www.iepc-chiapas.org.mx/nw_consejo_general/
documentos/acuerdos_2012.php>).
18 Ibid., p. 3
19 Acuerdo del Consejo General del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana,
por el que se expiden los Lineamientos para Garantizar el Ejercicio del Derecho al Voto de
los Ciudadanos Chiapanecos Residentes en el Extranjero en el Proceso Electoral Local 2012,
México, 2012 (disponible en <http://www.iepc-chiapas.org.mx/nw_consejo_general/docu-
mentos/acuerdos_2012.php>).
20 Ibid., p. 18
Gráfica 4.
Voto de los chiapanecos proveniente del extranjero para la elección
de la fórmula especial de Diputado de 2012, por partido político
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto de Elecciones y Participación Ciudada-
na-Chiapas (iepc-Chiapas).
bién contempla que los mexicanos en el extranjero podrán votar para elegir al Jefe de Gobierno
del Distrito Federal mientras quede determinado por el Estatuto de Gobierno del Distrito
Federal, no obstante, como ya se sabe y se ha sido abordado en este trabajo, lo anterior ya está
estipulado y se ha llevado a cabo, únicamente esto se está plasmando en la ley.
24 Véase: Artículo 136 y 334 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Elec-
torales
The citizens that take part in elections abroad represent an important part of
the active Romanian population having the right to vote. They have different
statutes: some of these have dual citizenship according to the legislation of
that specific country, others have only Romanian citizenship.
The official data are in a way contradictory, making a difficult mission
to estimate the actual size of Romanian Diaspora. For example, on the 2002
population census, a little over 150.000 Romanian citizens appeared as living
abroad, and in the same time, the official data of the German Minister of In-
terior show that between 1950 and 1989 around 240.000 Romanian citizens
established themselves in Germany, and after 1990 around 190.000 Romanian
citizens did the same thing. The official data from Italy (Istat) indicated that
there were 625.000 Romanian citizens living there at the end of 2007. Accord-
ing to Eurostat, in 2006 there were 230.000 migrant Romanian citizens in the
EU countries (8% of the total number of immigrants) representing the second
largest group after the Polish citizens. In 2006, Romanian citizens were on
the first place concerning immigration from Hungary (35% from the total of
immigrants), Italy (19%), and Spain (16%).
211
According to statistics available at the Department of Policies for the Rela-
tions with Romanians Abroad (Ministry of Foreign Affairs) in 2011 the Roma-
nian Diaspora around the world raised to around 4,3 mil. persons, of whom 3,3
mil. were residing in Europe, not all of them having Romanian citizenship. Ac-
cording to this source, the data available country by country are the following:
Table 1:
Romanians living abroad by region
Table 2
Romanian citizens in voting age residing in other Member States
1 See the website of the Department of Policies for the Relations with Romanians
Abroad: <www.dprp.gov.ro>, functioning under the Romanian Ministry of Foreign Affairs.
Source: Data obtained by courtesy of European Commission following the meeting of the
European Electoral Expert Group, Brussels, 14 February 2011.
By comparing the data of all available sources, it comes out that more than
half of Romanian Diaspora around the world is concentrated in two countries,
namely Italy and Spain, both EU countries.
The most recent data published by Permanent Migration Observatory
(Ministry of Labor in Spain) showed that on September 30th 2012, the Roma-
nian community in Spain counted 913.405 persons. On the other hand, the
data of the last census in Italy published in December 2013 indicate that the
Romanians represent one fifth of the total number of foreigners i.e. 823.000
persons, in fact less than previously reported by different other sources (Istat,
Caritas, Dossier Immigrazione).
2. Legal provisions
After 1989, a complex reform at the institutional level took place which
led to the revision of the legal electoral framework. On the basis of the new
Constitution of 1991, revised in 2003 by the introduction of some extremely
important changes in order to facilitate the accession to the Euro-Atlantic
structures (NATO - 2004 and European Union - 2007), several electoral laws
have been adopted concerning: the election of the Parliament, of the President
Table n.3
Political representation in national legislatures
for external voters
3 Andrew Ellis et al, Voting from Abroad. The International IDEA Handbook, p. 28.
In the following charts, it can be seen the evolution of the number of foreign
polling stations, of the number of voters from the foreign polling stations and
the participation of the Romanian living abroad in 3 election-type events
during 2007-2009:
Graphic 1
The evolution of the number of voters from the foreign polling stations
A
Despite the increased number of polling stations abroad and the information
campaigns organized by Romanian authorities, the turnout was not satisfacto-
ry against its potential represented by the total number of Romanian citizens
living abroad.
The reasons for low turnout are various and of different nature: personal,
political, administrative, institutional, financial, etc.
On the personal side, one possible cause mentioned in the literature on
this topic is that: many “external voters, particularly if they are permanent
residents abroad and/or hold multiple citizenships, may feel detached or ap-
athetic regarding political events in their home state. This may be exacerbated
if the decisions made by that state have little or no impact on the everyday
life of the voter or the voter’s family.”4 However, this phenomenon could par-
ticularly become chronic if it is accompanied, as often happens, by a lack of
information about the political actors and the developments on the political
stage of home country. In fact, some reports consider that “this is probably
the main reason, an extension of the Romanians’ general disinterest in poli-
tics. As happens within the country, probably half of Romanians manifest no
interest in politics.”5
4 Andrew Ellis et al, Voting from Abroad. The International IDEA Handbook, p. 33.
5 Reprezentarea Diasporei şi votul românilor din străinătare, Fundaţia Soros, May
2009, p. 6, 7.
Graphic 2
The participation of the Romanian living abroad in 3 election-type events
2007-2009
Final remarks
Even if one of the provisions of the electoral law adopted in 2008 was to
ensure the parliamentary representation of the Romanians living abroad by
the allocation of two mandates of senator and four of deputy for them, the
voting turnout showed that the level of representation of the Romanians living
abroad is still low.
As the majority of political parties in Romania publicly expressed their
dissatisfaction with the existing electoral system, a new electoral reform is
envisaged in order to be in place for the next parliamentary election of 2016.
One controversial effect of the electoral law was the unanticipated supple-
mentation of number of mandates (with 1 extra mandate at the elections of
2008) and more than 100 at the last elections in December 2012) as a result of
the redistribution algorithm.
It is expected that in the near future the debates related to our electoral
system will intensify after the announced constitutional reform takes place.
In the actual EU context, the Romanian Diaspora has a huge unexplored po-
tential which no political party can ignore.
Ellis, Andrew et. al, (2007): Voting from Abroad. The International IDEA
Handbook, International Institute for Democracy and Electoral Assis-
tance, The Federal Electoral Institute of Mexico.
OSCE/ODIHR Limited Election Observation Mission Final Report on Presiden-
tial Election of 22 November and 6 December 2009, available on-line at:
<http://www.osce.org/odihr/elections/romania/66916>.
Reprezentarea Diasporei şi votul românilor din străinătare, Fundaţia So-
ros, May 2009, available on-line at: <http://www.soros.ro/ro/publicatii.
php?cat=21#>
Romanian Permanent Electoral Authority’s election reports available on-line
at: <http://www.roaep.ro/ro/section.php?id=85>
Introducción
225
gentinización” del electorado1 (Devoto, 2006), la vitalidad de sus asociaciones
y las imbricaciones de intereses económicos y políticos de los italianos con
los locales, han ido generando una dinámica política propia, distinta de la de
otros países.
En este trabajo nos proponemos revisar la experiencia del voto de los italia-
nos desde Argentina. Para ello, en primer lugar presentamos los antecedentes
históricos de la extensión del derecho al voto de los ciudadanos italianos resi-
dentes en el exterior, y las líneas argumentales que se enfrentaron en este de-
bate. Luego explicamos la noción de ciudadanía establecida por la legislación
italiana, la cual es fundamental para comprender a quiénes involucra el voto
desde el exterior. A continuación describimos los alcances, características y
procedimientos del voto desde el exterior. En el siguiente apartado analizamos
la experiencia del voto en el contexto argentino, presentando datos electorales
y los resultados de entrevistas en profundidad realizadas a inmigrantes ita-
lianos residentes en Argentina. Finalmente, planteamos un análisis político e
institucional del impacto que esta experiencia ha tenido en Italia.
9 Traducción nuestra del texto original: “Delega legislativa in materia di esercizio del
diritto di voto degli elettori italiani residenti all’estero”.
10 En los debates sobre los proyectos que contemplaban el derecho al sufragio para
los residentes en el exterior solían manejarse 3 hipótesis técnicas respecto de la modalidad
del voto: el voto por correspondencia; el voto personal en el país de residencia o a través de
secciones electorales especiales; e hipótesis mixtas según los casos. Lo que siempre se exclu-
yó fue la posibilidad de votar por mandato o delegación mediante un poder, ya que entra en
contradicción con el principio del voto personal y secreto establecido en el artículo 48 de la
Constitución (Colucci, 2002: 606).
11 En ese caso las agrupaciones políticas que se pronunciaron en contra fueron Ri-
fondazione, Comunisti italiani y Marco Boato de la Federazione dei Verdi, en tanto que la
Lega Nord no participó de la sesión (Diario La Repubblica: “Voto degli italiani all’estero, alla
Camera ricomincia l’iter”. 24 febrero 1999. Disponible en: <http://www.repubblica.it/online/
fatti/estero/via/via.html?ref=search> [Fecha de consulta: 3 de febrero de 2012]).
12 Diario La Repubblica: “Italiani all’estero: slitta il voto”. 29 julio 1999. Disponible en:
<http://www.repubblica.it/online/fatti/estero/slitta/slitta.html> [Fecha de consulta: 3 de
febrero de 2012].
13 En tal sentido se expresaba –por ejemplo– el presidente de la comisión Esteri del
Senado, Giangiacomo Migone (DS), al referirse a la creación de la Circunscripción Exterior:
“Sería injusto crear un cuerpo de electores de dimensiones no definidas, en su mayoría no
integrados a la vida nacional, que no contribuirían pagando impuestos, pero que competirían
para formar gobiernos y leyes que no se verán obligados a observar” (Diario La Repubblica: “Le
ragioni del dissenso”. 29 de julio de 1999. Disponible en: <http://www.repubblica.it/online/
fatti/estero/slitta1/slitta1.html> [Fecha de consulta: 3 de febrero de 2012] La traducción desde
el italiano es nuestra.
14 Diario La Repubblica: “Gli italiani all’estero potranno votare”. 29 septiembre 1999.
Disponible en: <http://www.repubblica.it/online/fatti/estero/approvato/approvato.html?re-
f=search> [Fecha de consulta: 3 de febrero de 2012].
15 Sobre las particularidades de la ley volveremos en el apartado 3.
16 La sanción contó con 406 votos afirmativos, siendo para ello determinantes el Polo
per le Libertà (de centroderecha), el Ulivo (de centroizquierda) y Alleanza Nazionale, de Mirko
Tremaglia. En cambio, los 49 votos en contra correspondían a Refondazione Comunista (PRC),
Comunisti italiani (PDCI), Autonomisti per l’Europa (APE), y disidentes de Lega Nord, Democra-
tici di Sinistra (DS) y del Partito Popolare Italiano (PPI) (Maurizio Caprara: “È legge il voto degli
Italiani all’ estero”. En: Diario Il Corriere della Sera. 19 octubre 2000. Disponible en: <http://
archiviostorico.corriere.it/2000/ottobre/19/legge_voto_degli_Italiani_all_co_0_001019606.
shtml> [Fecha de consulta: 6 de febrero de 2012]).
También: Diario La Repubblica: “Diventa legge il voto degli italiani all’estero”. 18 octubre
2000. Disponible en: <http://www.repubblica.it/online/politica/voto/approvato/approvato.
html?ref=search> [Fecha de consulta: 3 de febrero de 2012]
17 Ver el apartado 3 de este trabajo.
entre las dos guerras, y un 57% después de la Segunda Guerra Mundial. Más de la mitad de
los emigrantes volvió a Italia al menos una vez (Rosoli, 1992). Los datos para la Argentina son
también elocuentes: “el saldo de italianos que quedan en Argentina durante el período 1880-
1930 alcanza el 53,2% del total de la emigración italiana en dicho período, es decir 1.375.807.
Esto nos habla de la fuerza que ha tenido el movimiento de retorno…” (Cacopardo y Moreno,
2000: 68).
21 Leyes posteriores (N° 151/1975 y N° 123/1983), siguiendo las directivas de la Corte
Constitucional en su interpretación de la Constitución, establecieron la paridad entre el hom-
bre y la mujer y el reconocimiento de la voluntad como algo fundamental para la adquisición
24 En este sentido, si bien fue promulgada en 1992, la ley no logra captar o no toma en
consideración los fenómenos migratorios recientes. Se ocupa de la relación con los emigrados
y sus descendientes, pero no de la nueva realidad italiana, que hace de ese país un sitio al
cual llegan flujos de extranjeros sin previos vínculos con el país. De hecho queda rezagada
respecto de la legislación de otros países de la Comunidad Europea (Ministero dell’Interno,
2002). Muchos se quejan sobre la permisibilidad de la ley respecto de los descendientes de
los emigrados y de la rigurosidad para con los extranjeros residentes (Tarli Barbieri, 2007:129).
Estos argumentos también estuvieron presentes en el debate sobre el derecho al voto desde
el exterior (Collucci, 2002).
El derecho al voto nunca les fue privado a los italianos residentes en el exte-
rior, ya que mantenían la posibilidad de ejercitarlo retornando a Italia, y es-
pecíficamente votando en la comuna de su última residencia. En efecto, la ley
40/1979 brindaba a los residentes permanentes en el exterior la posibilidad de
permanecer inscriptos en los padrones electorales de la comuna de su última
residencia (Tarli Barbieri, 2007:133). Sin embargo, las leyes constitucionales
del 2000 y 2001 permitieron que los connacionales que viven en el extranjero
puedan participar votando desde su lugar de residencia en una Circunscrip-
ción Exterior (CE), para la conformación de las cámaras del Parlamento y en
25 Debe quedar en claro que existe una diferencia entre los residentes permanentes
en el exterior y aquellos que se encuentran fuera de Italia temporalmente. Para la legislación
electoral italiana este último grupo está comprendido aquellos ciudadanos que se encuen-
tran en el exterior por motivos de servicio o misiones internacionales: (a) personal de las
Fuerzas Armadas y policiales en el extranjero temporalmente debido a misiones internacio-
nales; (b) empleados de los departamentos gubernamentales, temporalmente de servicio en
el extranjero, si la duración prevista de su estancia en el exterior es mayor a seis meses y, si
no está inscrito en los registros del AIRE; y, (c) profesores universitarios e científicos que se
encuentren desarrollando actividades en institutos de educación superior o de investigación
del exterior con una duración de por lo menos 6 meses. A estos grupos se les permite ejercer
su derecho al voto por correspondencia. Para conocer los procedimientos del voto por correo
previstos para este grupo de ciudadanos, consultar: Ministero dell’Interno, “Voto dei cittadini
temporaneamente all’estero per motivi di servizio o missioni internazionali”. Disponible en:
<http://www.interno.it/mininterno/export/sites/default/it/sezioni/sala_stampa/notizie/
elezioni/0838_2008_02_14_voto_temp_estero.html>
26 Traducción nuestra del texto original en italiano.
27 Traducción nuestra del texto original en italiano.
cabe preguntarse cuántos ciudadanos han sido privados de su derecho al voto debido a las
diferencias en las bases.
35 Otros requisitos son: Para la presentación de las listas de candidatos y de los sím-
bolos partidarios, a las leyes vigentes para Italia se agregan algunas especificidades: (a) las
listas de candidatos deben presentarse por cada una de las reparticiones que componen la
CE (art. 8.1.); (b) los candidatos a ocupar bancas deben residir y votar en la reparación por la
que se presentan (art. 8.1.); (c) la presentación de cada lista debe estar avalada como mínimo
por 500, y no más de 1000 votantes que residan en la repartición (art. 8.1.); (d) varios partidos
o grupos políticos pueden presentar listas conjuntas de candidatos, debiendo utilizar en tal
caso un símbolo compuesto, formado por de todas las listas que componen la coalición (art.
8.2.); (e) las listas deben conformase por un número de candidatos como mínimo igual a la
cantidad de asientos que se adjudicará en la repartición y no más de doble de la misma (art.
8.3.); y (f) los electores residentes en el extranjero que no hayan ejercido la opción de votar en
Italia, no puede ser candidatos en las circunscripciones del territorio nacional (art. 8.4.). Dado
que la ley italiana brinda la posibilidad de mantener la doble ciudadanía, el legislador esta-
blece como impedimento para ejercer el cargo de diputado, senador o miembro del gobierno
a aquel ciudadano italiano que por su residencia tenga además otra nacionalidad e integre
órganos legislativos o ejecutivos, nacionales o regionales, en los Estados extranjeros (art. 10).
Las penalidades previstas para aquellos ciudadanos italianos que, residiendo en territorio
extranjero, comentan delitos electorales, son las que indica la ley italiana (art. 18).
Tabla n. 1.
Fecha Tipo de elección
15/06/2003 Referéndum
12/06/2004 Elecciones europeas
12/06/2005 Referéndum
09/04/2006 Cámara de Diputados y Senado
25/06/2006 Referéndum
13/04/2008 Cámara de Diputados y Senado
07/06/2009 Elecciones europeas
21/06/2009 Referéndum
12/06/2011 Referéndum
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’Interno
Tabla n. 2
Variación inter-censal de la población italiana nativa en Argentina
CENSO 2001 216.718 99.963 694 42.809 56.460 116.755 729 45.286 70.740
CENSO 2010 147.499 65.021 966 20.226 43.829 82.478 1.011 21.597 59.870
- - - - - -
Variación - 69.219 + 272 + 282
34.942 22.583 12.631 34.277 23.689 10.870
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del INDEC (censos 2001 y 2010)
Tabla 4
Fuerza política ganadora por repartición comparado con Italia (2006 y 2008)
Tabla 5
Fuerza política ganadora en América del Sur discriminada por países (2006 y 2008)
PARTIDO GANADOR
PAÍS
2006 2008
Associazioni Italiane in Movimento Associativo
Argentina
Sud America Italiani all’Estero
Partito Democratico/ Il
Bolivia L’Unione
Popolo della Liberta’
Associazioni Italiane in
Brasil Partito Democratico
Sud America
Chile L’Unione Il Popolo della Liberta’
Associazioni Italiane in
Colombia Il Popolo della Liberta’
Sud America
Associazioni Italiane in Sud
Ecuador L’Unione
America
Associazioni Italiane in
Paraguay Il Popolo della Liberta’
Sud America
Associazioni Italiane in Sud
Perú Per Italia nel Mondo
America
Associazioni Italiane in Movimento Associativo
Uruguay
Sud America Italiani all’Estero
Venezuela Forza Italia Il Popolo della Liberta’
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Tabla 6
Diputados electos en la CE discriminados por repartición (2006 y 2008)
4.2.2. El Senado
En el caso de los senadores, los seis que resultan electos por la CE se distribu-
yen entre tres fuerzas políticas en ambas elecciones: la Associazioni Italiane in
Sud America, Forza Italia y L’Unione en 2006, y Partito Democratico, Il Popolo
della Libertà y Movimento Associativo Italiani all’ Estero en 2008 (Tabla 7).
Tabla 7
Número de Senadores electos en la CE por fuerza política (2006 y 2008)
Tabla 8
Fuerza política ganadora por repartición comparado con Italia (2006 y 2008)
PARTIDO GANADOR
PAÍS
2006 2008
Argentina L’Unione Il Popolo della Libertà
Bolivia L’Unione Il Popolo della Libertà
Brasil Associazioni Italiane in Partito Democratico
Sud America
Chile Forza Italia Associazioni Italiane
in Sud America
Colombia Associazioni Italiane in Il Popolo della Libertà
Sud America
Ecuador Associazioni Italiane Associazioni Italiane in
in Sud America Sud America
Paraguay Associazioni Italiane in Il Popolo della Libertà
Sud America
Perú Per Italia nel Mondo Associazioni Italiane
in Sud America
Uruguay Associazioni Italiane Partito Democratico
in Sud America
Venezuela Forza Italia Il Popolo della Libertà
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’Interno
2006 2008
Nº de Nº de
REPARTICIÓN NOMBRE Y
esca- esca- NOMBRE Y PARTIDO
PARTIDO
ños ños
Europa 2 Antonella Rebuzzi 2 Claudio Micheloni
(Forza Italia) (Partito Democratico)
Claudio Micheloni Nicola Paolo Di Girolamo
(L’Unione) (Il Popolo della Liberta’)
América del Sur 2 Luigi Pallaro 2 Esteban Caselli
(Associazione Italia- (Il Popolo della Liberta’)
ne in Sudamerica) Mirella Giai
Edoardo Pollastri (Movimento Associativo
(L’Unione) Italiani all Estero)
América del Norte 1 Renato Guerino 1 Basilio Giordano
y Central Turano (Il Popolo della Liberta’)
(L’Unione)
Asia, África, 1 Nino Randazzo An- 1 Nino Randazzo Antonino
Oceanía y Antár- tonino Detto Detto
tida (L’Unione) (Partito Democratico)
TOTAL 6 6
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno y de los perió-
dicos Il corriere della sera y La Nación.
Tabla 11
Cantidad de electores de la CE discriminados por repartición (2006 y 2008)
2006 2008 INCREMENTO
% sobre % sobre N° elec- % elec-
REPARTICIÓN
Nº de el total Nº de el total tores de tores de
electores de la electores de la 2006 a 2006 a
CE CE 2008 2008
Europa 1.579.543 58,34 1.633.658 55,87 54.115 3,31
América del Sur 693.522 25,62 838.373 28,67 144.851 17,30
América del Norte
282.249 10,42 296.661 10,14 14.412 4,90
y Centroamérica
África, Asia,
Oceanía y 152.068 5,62 155.486 5,32 3.418 2,20
Antártida
TOTAL CE 2.707.382 100,00 2.924.178 100,00 216.796 7,41
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Tabla 12
Cantidad de votantes de la CE discriminados por repartición (2006 y 2008)
2006 2008 INCREMENTO
Nº %
REPARTICIÓN % sobre el % sobre el
Nº de Nº de votantes votantes
total de total de
votantes votantes de 2006 de 2006
electores electores
a 2008 a 2008
Europa 569.319 36,04 578.548 35,41 9.229 1,54
América del Sur 326.003 47,00 414.810 49,48 88.807 27,24
América del Norte
97.943 34,70 103.097 34,75 5.154 4,01
y Centroamérica
África, Asia, Ocea-
60.599 39,85 58.956 37,92 -1.643 -2,78
nía y Antártida
TOTAL CE 1.053.864 38,93 1.155.411 39,51 101.547 9,63
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
ABSTENCIÓN
VOTANTES
% SOBRE
% SOBRE
ELECTORES VOTANTES ABSTENCIÓN TOTAL DE
TOTAL DE ELECTO-
ELECTORES
RES DEL PAÍS
DEL PAÍS
PAÍS 2006 2008 2006 2008 2006 2008 2006 2008 2006 2008
Argentina 357.595 443.847 180.900 252.719 176.695 191.128 50,59 56,94 49,41 43,06
Bolivia 1.406 1.655 624 503 782 1.152 44,38 30,39 55,62 69,61
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Tabla 13
Porcentaje de votos totales, inválidos y en blanco sobre el total de electores
(2006 y 2008)
Gráfico 1
Porcentaje de electores sobre el total de la repartición
discriminado por país (2006)
2.37 H J A Series 1
I 8.91 51.56
0.48 G A Argentina
6.70
0.83 F B Bolivia
1.02 E C Brasil
3.88 D
D Chile
C E Colombia
24.05
F Ecuador
G Paraguay
H Perú
I Uruguay
J Venezuela
B
0.20
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Gráfico 3
Porcentaje de votantes sobre el total de la repartición
discriminado por país (2006)
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
1.71 H J
6.73 A Series 1
0.32 G I 60.92
A Argentina
0.55 F 7.44
.69 E B Bolivia
1.63 D C C Brasil
19.89 D Chile
E Colombia
F Ecuador
G Paraguay
H Perú
I Uruguay
B
0.12 J Venezuela
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Tabla 15
Número efectivo de partidos electorales discriminado
por reparticiones de la CE e Italia (2006 y 2008)
NEP ELECTORAL
Reparticiones de la CE + Italia
2006 2008
Italia 5,65 3,80
Europa 2,89 3,47
América del Sur 4,69 5,59
América del Norte y Central 4,23 2,48
África, Asia, Oceanía y Antártida 2,56 2,45
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
ELECCION
País
2006 2008
Argentina 4,36 5,55
Bolivia 4,39 4,43
Brasil 3,47 4,55
Chile 4,82 4,84
Colombia 4,86 4,74
Ecuador 3,42 4,64
Paraguay 3,24 3,97
Perú 3,77 3,75
Uruguay 3,58 5,90
Venezuela 5,18 2,00
Fuente: Elaboración de los autores en base a datos del Ministero dell’ Interno
Tanto por el volumen del electorado italiano, como por las dimensiones geo-
gráficas de Argentina en las que se distribuyen los electores, la prensa gráfica
de cobertura nacional constituyó uno de los escenarios privilegiados para el
desarrollo de las campañas políticas.39 Dada las características del electorado,
especialmente su “argentinización”, resulta evidente que una de las principales
fuentes de información (además de las asociaciones y del contacto personal
con políticos e intermediarios)40 han sido los medios nacionales, que se vuel-
ven productores de marcos cognitivos y simbólicos para los electores.
Ante tal evidencia, Acosta (2011) analiza los frames activados por la prensa
gráfica argentina en las campañas italianas de 2006 y 2008.41 La investigadora
periodístico y por lo tanto del propio mensaje materializado en la noticia misma, quedando
fuera de la investigación el estudio en recepción.
42 De acuerdo a las cifras del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), en 2006
Clarín tenía una tirada diaria promedio de 407.352 ejemplares, mientras que la de La Nación
alcanzaba los 166.178. En 2008, año de las segundas elecciones políticas italianas en las que
participan los migrantes desde Argentina, Clarín sumaba una tirada de 379.596 y La Nación
de 157.932 (Acosta, 2011: 4).
En ambos casos, las notas explicitan la idea de la pelea por los votos, pri-
vilegiando los aspectos de la contienda y remitiendo permanentemente a
las posiciones que ocupan los candidatos en la carrera electoral. (Acosta,
2011:12-13)
[…] había una lista de las Asociaciones Italianas, con una organización ca-
pital en cada parte del continente, especialmente en Argentina; contaba con
la ventaja inestimable de haber iniciado la campaña electoral con mucha
anticipación, a lo que sumó medios financieros y el privilegio de poseer
una completa homogeneidad de línea y de conducta, habiendo sido creada
y dirigida por un auténtico ‘padre patrone’, Luigi Pallaro, persona activa
y con décadas de actuación en la comunidad ítalo-argentina… (Iannuzzi,
2008:14-15).
Uno no está al tanto para saber a quien tenés que votar. Pregunto a alguien
que sepa más que yo, así de Italia, tengo una referencia, pero saber saber,
no. (Idem)
[…] gente que está más o menos informada de lo que pasa allá puede más
o menos votar, pero hay gente que no, entonces, viste, no se si votarán o
no. (Idem)
[...] el voto llegó muy tarde, cuando llegó, acá hay un desconocimiento total
y encima el sistema electoral es muy malo, es tremendamente malo y terri-
blemente vulnerable. Estuvieron muchas denuncias de manipulación que
Hay asociaciones que te piden la carta. ¿Para qué te piden la carta, la busta?
Para mí tiene que ir al consulado y echarla en el consulado, no que las aso-
ciaciones, los presidentes te piden la busta. ¿Qué hacen con la busta ellos?,
¿A dónde la llevan, eh? (Proyecto LASVIMIA)
[Sobre el voto por correspondencia] […] tendría que ser más selectivo en
cuanto a que la scheda llegue a quien corresponda, no a los representantes
o a determinados organismos y después distribuirlas. Acá por ejemplo el
voto de nosotros lo reparte Andreani [empresa de correo privado]. (Idem)
50 Además, cabe destacar que la mayoría de los ciudadanos nacidos en Italia que resi-
den en Argentina (y que no se nacionalizaron argentinos), carecían de experiencia electoral, ya
que la mayoría de ellos nunca había votado y lo hicieron por primera vez en el referéndum de
2003 o en las elecciones políticas de 2006 y 2008. Esto quiere decir que estamos en presencia
de personas que rondan los 70 años de edad emitiendo su primer voto (si bien en la provincia
de Buenos Aires, donde se realizaron las entrevistas, los extranjeros pueden participar en las
elecciones municipales y provinciales).
Cómo está hecha ley y cómo se maneja, si alguien quiere crear, se puede
crear una organización y fabricar miles de votos si querés. Entonces si no
hay otra cosa mejor, que se vote en los consulados.
Hay que ver cada consulado qué estructura tiene para poder manejar esto
[…] hay miles de formas para alterar este proceso y hay gente especializada
para hacer este trabajo. Hecha la ley hecha la trampa. Ese es un tema que
para darle garantía tiene que ser pensado bien […] Se dice que se distribuyó
el 40 por ciento, ¿y lo otro dónde va a parar? ¿Todas esas fichas para votar
dónde fueron a parar, se las devolvieron al correo, las quemaron como dice
la ley? (Proyecto LASVIMIA, entrevista de Stefania Pedrini y Aníbal Corrado,
15/06/2011).
¿Cree que esté bien que hijos de tres generaciones que tienen la ciudadanía
voten por Italia, que tienen por ahí 18 años? No, que tenga el pasaporte,
puede tener todos los derechos menos el derecho electoral de interferir en
la política que se hace en Italia. El día que no haya más gente nacida en
Italia, no tiene más sentido sostener una ley de este tipo, de esta forma.
Debe ser reformada. (Senador Luigi Pallaro. Proyecto LASVIMIA: entrevista
de Stefania Pedrini y Aníbal Corrado, 15/06/2011).
Por último, resulta de interés considerar la visión que tienen los entrevista-
dos respecto del impacto que la experiencia electoral ha tenido en la mayor red
asociativa italiana a nivel mundial. En una etnografía sobre la vida de las or-
ganizaciones civiles italianas en Buenos Aires se ha identificado lo siguiente:
[…] lo que han hecho es dividir la colectividad italiana... Porque ahora hay
una guerra, todos quieren ser candidatos, todos quieren ganar. De este
modo, antes estábamos muy unidos los italianos, la colectividad ahora está
desunida. –‘Ah, apoyas a Merlo es un...’– […] ‘Y tu apoyas a Pallaro, ese es
56 Diario Popular: “Prodi salvó su gobierno con ayuda de Argentina”. En: Prensa
Cancillería. 1 de marzo de 2007. Disponible en: <http://prensa.cancilleria.gov.ar/noticia.
php?id=14177361> [Fecha de consulta: 17 enero 2012].
57 Julio Algañaraz: “Polémica por el voto a Prodi de un senador italoargentino”. Cla-
rín. Diario [en línea]. Actualizado: 2 marzo 2007. Disponible en: <http://old.clarin.com/dia-
rio/2007/03/02/elmundo/i-03501.htm> [Fecha de consulta: 17 enero 2012].
58 En palabras de Cossiga: “Un muy influyente amigo argentino cercano a la Casa
Rosada me dice que en la elección del voto del senador Luigi Pallaro ha sido determinante
la intervención sobre él del jefe de gabinete del presidente Kirchner. Le pregunté por qué y
no ha querido responderme. Es muy extraño”. Diario Popular: “Prodi salvó su gobierno con
ayuda de Argentina”. En: Prensa Cancillería. 1 de marzo de 2007. Disponible en: <http://prensa.
cancilleria.gov.ar/noticia.php?id=14177361> [Fecha de consulta: 17 enero 2012].
enero 2012]
62 Julio Algañaraz: “Polémica por el voto a Prodi de un senador italoargentino”. Diario
Clarín. 2 de marzo de 2007. Disponible en: <http://old.clarin.com/diario/2007/03/02/elmun-
do/i-03501.htm> [Fecha de consulta: 17 de enero de 2012].
63 La traducción desde el italiano es nuestra.
Fuentes consultadas
Bibliografía
64 Diario Perfil. “Sin respaldo, Romano Prodi renunció a su cargo”. 24-01-2008. <http://
www.perfil.com/contenidos/2008/01/24/noticia_0045.html> [Fecha de consulta: 12 de oc-
tubre de 2012]. Diario La Nación. “Crisis en Italia: cayó el gobierno de Prodi”. 25-01-2008.
<http://www.lanacion.com.ar/981702-crisis-en-italia-cayo-el-gobierno-de-prodi> [Fecha de
consulta: 12 de octubre de 2012].
Legislación
Entrevistas personales
Otras fuentes
Seminario a cargo del diputado Ricardo Merlo: “El voto de los italianos en el
exterior y el sistema político italiano”. Università di Bologna – Repre-
sentación Buenos Aires. 05 de agosto de 2009.
Presentación
Joseph Thompson y Salvador Romero Ballivián. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Prefacio
Víctor Alarcón Olguín. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción
Experiencias, lecciones y orientaciones latinoamericanas
alrededor del voto en el exterior
Salvador Romero Ballivián. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1. Tendencias y lecciones del voto en el exterior . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. Las nuevas orientaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Capítulo 1
El sufragio transnacional y extraterritorial en América
Latina. Tendencias recientes y nuevos escenarios
Víctor Alarcón Olguín. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1. Votar en y desde el exterior. Un derecho político
de lenta construcción y asimilación.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2. El voto desde el exterior. Panorama latinoamericano.. . . . . . . . 26
A manera de conclusión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Fuentes consultadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Capítulo 2
Sufragio transnacional: Votantes argentinos, ecuatorianos,
peruanos y venezolanos en México, 2011-2013
Gustavo Ernesto Emmerich y José Antonio Carrera Barroso. . . . . . . . 37
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
1. Sobre el concepto de sufragio transnacional. . . . . . . . . . . . . . . . . 39
2. Breve panorama mundial del voto desde el exterior. . . . . . . . . . 50
3. La experiencia de los votantes argentinos, ecuatorianos,
peruanos y venezolanos en México, 2011-2013. . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Conclusión: Pertenencia, sufragio transnacional y
espacios transnacionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Capítulo 3
The participation of Colombians in Spain
at ‘home’ and ‘host’ country elections
Anastasia Bermúdez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Introduction . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
1. Historical setting . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
2. The 2006 and 2010 Colombian elections from Spain . . . . . . . . . 75
2.1 Active suffrage . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
2.2 Other types of electoral participation . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
3. Colombian participation in Spanish politics . . . . . . . . . . . . . . . . 85
4. Implications for the debate on transnational suffrage
and citizenship . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
References . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Capítulo 4
Democracia y participación más allá de las fronteras:
Análisis del sufragio migrante en Ecuador
Jacques Ramírez Gallegos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
1. Revisión crítica de la literatura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
2. Derechos políticos para las personas en movilidad.. . . . . . . . . . 103
3. “Mi voto es crucial para el futuro de la patria”. . . . . . . . . . . . . . . 106
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Capítulo 5
The external voting right of Bolivians abroad: What role
for emigrants in regime transformation in their homeland?
Alfonso Hinojosa Gordonava, Eduardo E. Domenech y
Jean-Michel Lafleur. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
1. State responses to Bolivian emigration:
a historical perspective. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
2. The increasing visibility of “Bolivians abroad”. . . . . . . . . . . . . . . 117
3. Bolivians abroad: The construction of the political
project of MAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
4. How was the external voting law passed?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
5. Lessons from the 2009 Presidential elections. . . . . . . . . . . . . . . . 125
Conclusion: The role of Bolivian emigrants in the
political transformation of the home country. . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
References. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Capítulo 6
Sufragio transnacional en Uruguay: Contexto
histórico-legal, dimensiones e impacto
político-institucional
Amalia Stuhldreher. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
1. Sufragio transnacional en Uruguay: Historia y
situación legal actual.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
1.1 El voto desde el extranjero: la recurrencia
de una discusión no laudada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
1.2 El voto de los extranjeros: particularidades
de una tradición. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
2. Dimensiones cuantitativas y cualitativas del
sufragio transnacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
2.1 Voto desde el exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
2.2 Voto de los extranjeros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
Capítulo 7
Immigrants’ political rights in Portuguese democracy: Brief
reflections on the Brazilian case
Isabel Estrada Carvalhais. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Introduction . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
1. Political rights of non-national residents in Portugal. . . . . . . . . 162
2. Non-national residents and the Local Elections:
from 2001 to 2013. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
3. Portuguese political parties and non-national
residents’ political participation. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
4. Political rights of Brazilians in Portuguese politics . . . . . . . . . . 170
5. The special status (Estatuto Especial) of Brazilians
in Portugal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Conclusion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
References. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
Capítulo 8
Experiencias de sufragio extraterritorial en el ámbito local
mexicano: Los casos de Michoacán, Distrito Federal y Chiapas
Abel Muñoz Pedraza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
1. Michoacán: Procesos electorales extraterritoriales de 2007
y 2011 para la elección de Gobernador del Estado. . . . . . . . . . . . . . 185
2. Distrito Federal: Proceso electoral extraterritorial de 2012
para la elección de Jefe de Gobierno del Distrito Federal. . . . . . . . 192
3. Chiapas: Proceso electoral extraterritorial de 2012 para
la elección de la fórmula especial de Diputados. . . . . . . . . . . . . . . . 195
A manera de conclusión: El futuro de las elecciones
extraterritoriales a nivel local en México. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
Capítulo 9
Out-of-country voting. Electoral participation of
Romanian diaspora
Bogdan M. Popescu. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
1. The distribution of Romanian Diaspora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
2. Legal provisions. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
3. The dynamics of participation and turnout. . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
4. The typology of the problems affecting the participation
in elections of the Romanian voters abroad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220
Final remarks. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
References. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
Capítulo 10
El voto de los ciudadanos italianos desde el exterior: La
experiencia en Argentina
Aníbal Corrado y María Laura Tagina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
1. El largo camino hacia el derecho al voto de los italianos
residentes en el exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
2. Emigración masiva y la construcción de
la ciudadanía italiana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
3. Alcances, características y procedimientos
del voto desde el exterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238
4. La experiencia del voto desde el exterior en
el contexto argentino. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
4.1 Características del electorado italiano en la Argentina. . . 246
4.2 Las elecciones de 2006 y 2008: Resultados de los
comicios, participación electoral y sistemas de partidos. . . . . 248
4.2.1. La Cámara de Diputados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
4.2.2. El Senado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252
4.2.3. La participación electoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
4.2.4. El sistema de partidos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
4.2.5 Las campañas italianas en los periódicos argentinos. . . 263
5. Políticos, intermediarios y electores italianos en Argentina . . 265
Conclusión. El impacto de la implementación del voto desde
el exterior en el sistema político italiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 274
Fuentes consultadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
Instituto Interamericano de Derechos Humanos
Asamblea General 2015-2020
Presidencia Honoraria
Thomas Buergenthal (Estados Unidos)
Pedro Nikken (Venezuela)
Sonia Picado (Costa Rica)
Presidente
Claudio Grossman (Chile)
Vicepresidente
Rodolfo Stavenhagen (México)
Vicepresidenta
Margaret E. Crahan (Estados Unidos)