U.1 Lorenzo Luzuriaga. Historia de La Educación, La Educación Griega.
U.1 Lorenzo Luzuriaga. Historia de La Educación, La Educación Griega.
U.1 Lorenzo Luzuriaga. Historia de La Educación, La Educación Griega.
Página N° 1
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA
El libro
PEDAGOGÍA” texto transcrito por el profesor y abogado Dr. David
Torruella Placencia, para lectura facultativa de sus alumnos, a través de la
busqueda de los personajes asignados. El alumno (a) obtendrá de este libro el
aporte pedagógico o educativo de la mayoría de ellos.-
“HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA
PEDAGOGÍA”
Lorenzo Luzuriaga
Introducción
1. La educación china
2. La educación india
3. La educación egipcia
4. La educación hebrea
1. La educación heroica
2. La educación espartana
3. La educación ateniense
4. La educación helenística
1. Los sofistas
2. Sócrates
3. Platón
4. Isócrates
5. Aristóteles
1 . La educación estatal
2. La educación nacional
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Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
3. La educación en España y en Hispanoamérica
4. La educación en Norteamérica
1. Francia
2. Alemania
3. Inglaterra
4. España
5. Estados Unidos
6. Repúblicas Hispanoamericanas
1. Alemania
2. Francia
3. Inglaterra
4. Estados Unidos
5. Rusia
6. Italia
7. España
1. Las instituciones
2. Las escuelas nuevas inglesas
3 Tas escuelas nuevas alemanas y austriacas
4. Las escuelas nuevas francesas y belgas
5. Las escuelas nuevas suizas e italianas
6. Las escuelas nuevas españolas
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no sobresalieron los hebreos particularmente, ya que como se ha visto estaban -sobre todo
basados, como en todos los pueblos orientales, en el aprendizaje de memoria.
1 Meinhold, Geschicke des jüdische Volkes, citado por Kricck, en Bildungs systeme der KuIturvölker,
Leipzig, Quele u. Meyer.
CAPÍTULO IV
LA EDUCACIÓN GRIEGA
Con Grecia empieza una nueva era en la historia de la humanidad, la era de nuestra
cultura occidental. Mientras que la de los pueblos anteriores sólo ha influido indirectamente
en ella, la cultura griega es su progenitora directa. De ella se derivan, en gran parte, nuestra
educación y nuestra pedagogía.
No es fácil trazar una línea de los rasgos característicos de la cultura griega, pero,
aun a riesgo de simplificarlos, podemos decir que son los siguientes:
Todo esto y mucho más creó el pueblo griego en unos pocos siglos, aunque su
influencia durara mucho más en la historia. Mientras que en los pueblos orientales el
desarrollo cultural fue lento y vacilante, en el griego se realizó como un relámpago que ha
iluminado toda la historia humana.
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Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
En la historia de la educación griega se pueden distinguir cuatro períodos
esenciales:
El ideal de educación de esta época está, como siempre, en relación con los ideales
o aspiraciones de la sociedad, y siendo tina época de carácter heroico y guerrero, la
educación habría de tener ese mismo carácter. Así aparece expresado en las obras
fundamentales de este período, la Ilíada y la Odisea, escritas hacia el siglo VIII a. de C. (la
Odisea más tarde), aunque reflejan una sociedad anterior en lucha con la cretense o
minoica. Homero ha sido llamado por Platón "el educador de la Hélade"
Conforme a estos ideales, la educación del joven guerrero constaba de dos partes
esenciales. En primer lugar, se ejercitaba en el manejo de las armas, del arco y la flecha, y
practicaba diversos juegos y deportes caballerescos; es decir se le daba una educación física
completa. Pero también se le enseñaba al mismo tiempo las artes musicales (canto, lira,
danza) y la oratoria. Finalmente, se cultivaba en él el sentido de la cortesía, de las buenas
maneras, así como el ingenio y la astucia para salir de los apuros.
Hablando de esta época heroica dice Dilthey: "Amplios espacios para los ejercicios físicos,
que debía cultivar no sólo la fuerza, sino también la belleza; juegos festivales en los que se
demostraban éstas; la enseñanza de la poesía y el canto, acompañada con instrumentos
musicales; relatos y memorias de Homero; las leyes, la sabiduría vital depositada en poesías
morales; tales son los elementos mediante los cuales se cultivaba al joven griego para estar
preparado, para la guerra y la elocuencia en las asambleas" 1.
2 Werner Jäger Paideia, Los ideales de la cultura griega. México, Fondo de Cultura Económica, 1942, Vol.
1°.
Respecto la educación de la mujer, sabemos poco, si bien existen datos para ver que
estaba poco atendida, quedando limitada a las faenas domésticas, aunque en esta cultura
sobresalieran mujeres tan delicadas como Nausicaa y Penélope.
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2. LA EDUCACIÓN ESPARTANA
El Estado espartano es el que más se acerco a los Estados totalitarios modernos. Sus
ciudadanos, que eran minoría, estaban sometidos incondicionalmente a sus autoridades; no
podían tener relación con el exterior, y en toda su vida se hallaban al servicio del Estado.
Los espartanos vivían en un campamento permanente. Y ello fue posible porque de su
subsistencia cuidaban los "periecos" y los ''ilotas'', que estaban sujetos a la tierra.
Pero al mismo tiempo que militar, la educación espartana era también deportiva y
musical. Sabido es que en los Juegos Olímpicos, Esparta alcanzó el mayor numero de
victorias, debido al entrenamiento especial de sus atletas. Asimismo, los espartanos
sobresalieron en la música y la danza. Pero en estos aspectos, Esparta quedó detenida por
las necesidades militares, renunciando a la participación en los juegos olímpicos y a las
artes y acentuando, el predominio de las actividades guerreras.
La educación espartana clásica, la del siglo IV a. de C., en que triunfa Esparta sobre
Atenas, estaba totalmente en manos del Estado. La intervención de éste comienza con el
nacimiento del niño, que es sacrificado en caso de no ser robusto. Hasta los siete años el
Estado delega la crianza del niño en la familia, y a partir de esta edad hasta los 20, la
educación la realiza directamente el mismo Estado. El niño pasa por una serie de
organizaciones juveniles, que recuerdan las de los países totalitarios modernos. Todo,
estaba subordinado a la instrucción militar. Y a ella se dirigían todas las pruebas y los
ejercicios. No existían escuelas propiamente dichas, sino más bien campamentos para la
educación de los muchachos.
1 W. Jäger, Paideia.
Según Plutarco: "De letras no aprendían (los espartanos) más que lo más preciso;
toda su educación se dirigía a que fuesen bien mandados, sufridos en el trabajo y
vencedores en la guerra; por eso, según crecían en edad, crecían también las pruebas,
rapándolos hasta la piel, haciéndolos andar descalzos, y jugar por lo común desnudos.
Cuando ya tenían doce años, no gastaban túnica ni se les daba más que una ropilla para
todo el año ... Dormían juntos en fila y por clases sobre mullido de ramas que ellos mismos
traían rompiendo con las manos sin hierro alguno las puntas de las cañas que se crían a la
orilla del Eurota ... A los más pequeños les mandaban traer leña y verduras y para traerlo lo
hurtaban; y el que se dejaba tomar llevaba muchos azotes con el látigo, haciéndoseles cargo
de desidioso y torpe en el robar. Robaban también lo que podían de las cosas de comer,
estando en acecho de los que dormían o se descuidaban en su custodia, siendo la pena del
que era tomado azotes y no comer; y en general su comida era escasa para que por sí
mismos remediaran esta penuria y se vieran preciados a ser resolutos y mañosos"1.
3. LA EDUCACIÓN ATENIENSE
Atenas pasó por las mismas fases de desarrollo que Esparta, pero mientras ésta
quedó detenida en la fase guerrera autoritaria, Atenas llegó a un estado superior, el de la
vida política democrática.
1 Plutarco, Vidas Paralelas, Licurgo, XVI. Buenos Aires, Losada, "Las cien obras maestras".
2 ídem, XIV.
La polis, la ciudad, es el centro de esta cultura. Mientras que en Esparta los hombres
viven en aldeas y campamentos, en Atenas surge la vida urbana: "La polis es la fuente de
todas las normas de vida válidas para el individuo", dice Werner Jáger 1. "La polis, la
ciudad que hubo de prolongarse a lo largo de toda su historia; la ciudad como organización
de la vida externa e interna., como estructura social de su desarrollo espiritual, como unión
cultural no sólo de índole militar y política, sino como algo que abarca la totalidad de la
existencia", dice Alfred Weber 2. Así se convierte la polis en el educador de la juventud; es
el lugar de educación cívica y espiritual. Allí adquiere aquélla la conciencia cívica, el
espíritu democrático, la libertad política propia de la vida ateniense.
La educación era más un asunto social que estatal, y se recibía en diversas formas.
En primer lugar, como en todas partes, en la familia, aunque ésta no tuviera tanta
importancia como en la fase anterior. A partir de los siete años comenzaba su educación
propiamente dicha, la cual comprendía dos partes esenciales: la gimnástica y la musical. La
educación física la adquiría el muchacho con el "paidotriba" en campos de deportes
llamados "palestras"; después, pasaba a los "gimnasios" que ya eran sostenidos por la
ciudad. Allí practicaba los ejercicios físicos básicos del salto, la carrera, la lucha, la jabalina
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y el disco. Pero como ya se ha dicho esta educación gimnástica no sólo tenía un aspecto
físico, sino que también contribuía a la formación del carácter.
A los 18 años el joven entraba en la efebia, especie de servicio militar, pero también
de carácter cívico, en la que se preparan para el uso de las armas. Al cabo de un año
recibían éstas en forma de espada y escudo y prestaban el juramento siguiente, que revela
el espíritu de su educación: "No deshonraré estas armas sagradas, ni abandonaré a mi
compañero de filas; combatiré por los dioses y los hogares y no dejaré mi patria
disminuida, sino que la dejaré más grande y más fuerte que la he recibido sea solo sea con
los compañeros, y obedeceré a los que sucesivamente ejerzan la autoridad con sabiduría, y
respetaré las leyes existentes y las que el pueblo establezca de común acuerdo; si alguno
trata de destruirlas o de desobedecerlas no lo permitiré, sino que combatiré por ellas sea
solo, sea con mis compañeros y yo los cultos de mis padres. Sean testigos: Aglauros,
Ares, Atena, Zeus, Heracles, las fronteras de la patria, sus trigos, cebadas, viñas, olivos e
higueras". Después el efebo pasaba otro año en el servicio militar como, guardián de las
fronteras en forma de milicias.
4. LA EDUCACIÓN HELENÍSTICA
Finalmente, viene la enseñanza superior, la dada a los efebos, que ya no tiene sólo
carácter premilitar sino más bien de cultura general y científica, dándose en los colegios y
academias en la llamada Universidad de Atenas y en el famoso Museo de Alejandría,
aunque éste tenía más carácter científico que pedagógico. En estos centros se cultivan la
retórica y la filosofía sobre todo y en el último las ciencias.
CAPÍTULO V
LA PEDAGOGÍA GRIEGA
1. LOS SOFISTAS
Ante todo conviene destruir el prejuicio corriente respecto a los sofistas, a quienes
se considera algo así como a embaucadores o tergiversadores de las ideas. En realidad, son
los primeros profesores, los primeros educadores profesionales conscientes que ha tenido la
historia. Su descrédito obedeció, como se ha dicho, a que fueron contra la educación
tradicional, a que percibieran retribuciones por sus enseñanzas y a que entre ellos hubo
alguno de carácter arbitrario y fraudulento.
Así surgió un grupo de hombres, los sofistas, que sin conexión entre sí, perseguían
sin embargo la misma finalidad: la educación para la vida pública, la formación del
político, del orador. Esos hombres eran de diverso linaje, unos serios y responsables y otros
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frívolos y utilitarios. Entre los primeros, que son los que interesan, figuran Protágoras,
Trasímaco, Gorgias e Hippias, especial mente el primero.
Más que científicos o filósofos originales, los sofistas son ante todo profesores, y su
influencia fue considerable en la cultura y la educación de su tiempo. Contra ella, sin
embargo. se dirigieron Sócrates y Platón, como veremos oportunamente.
Las ideas pedagógicas de los sofistas, tal como las podemos colegir de las
referencias que tenemos de ellos, pues apenas escribieron nada o nos han llegado poco de
sus escritos, podemos sintetizarlas en las siguientes:
En primer lugar, los sofistas acentuaron el valor de lo humano, del hombre, y mas
concretamente del individuo en la educación, según la conocida fórmula de Protágoras: "El
hombre es la medida de todas las cosas". Así rompieron los moldes rígidos de la
organización estatal, de la polis, colocando en su lugar la vida del hombre individual.
Por todo esto se ha considerado a los sofistas como los fundadores de la educación
autónoma. "En efecto -dice Jäger - pusieron los fundamentos de la pedagogía, y la
formación intelectual sigue en gran parte todavía los mismos senderos" 1.
En otras palabras, los sofistas fueron los fundadores del intelectualismo, del
individualismo y del subjetivismo en la educación con todos los beneficios y los perjuicios
que han producido estos conceptos.
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2. SÓCRATES
1. Jäeger, Paideia.
Sócrates nació en Atenas 469 a. de C., de una familia de artesanos, aunque libres; su
padre fue cantero o escultor y su madre, partera. Murió o le hicieron morir en 399 a. de C.,
o sea cuando tenía setenta años 1. Su vida entera fue una vida ejemplar, tanto en el aspecto
cívico como en el intelectual; participó en la actividad política de Grecia y también en la
militar, interviniendo en las tres batallas más importantes de su tiempo. Vivió, pobremente,
ascéticamente, aunque frecuentó la mejor sociedad de su tiempo. Influyó grandemente en
ésta y en sus mejores hombres: Jenofonte, Platón, Aristóteles, y fue atacado también por
alguno de los escritores de la época, como Aristófanes. Su poder de atracción, no obstante
su fealdad física, fue extraordinario, como lo demuestra la afluencia de jóvenes que acudían
a él en busca de orientación y consejo. Su mayor placer consistía en conversar y discutir
con sus amigos y discípulos. A pesar de su enorme influencia nunca se aprovechó de ella
para fines egoístas, personales; no se enriqueció ni ocupó ningún cargo en el gobierno
ateniense. Murió como vivió, pobre. De su grandeza moral da una idea su muerte relatada
por Platón en su Apología de Sócrates, en la que sus últimas palabras se refirieron,
precisamente, a la educación de sus hijos, recomendando a sus amigos que "los hostiguen,
como yo lo he hecho a vosotros, si se preocupan por la riqueza u otra cosa, más que por la
virtud o, si pretenden, ser algo cuando no son realmente nada" 2.
Sócrates tenía algunos puntos en común y muchos en divergencia con los sofistas. Como
ellos, su actividad educativa la realizó por medio de la conversación, de la palabra hablada;
como ellos, estaba en disconformidad con la educación de su tiempo, sometida a la
influencia excesiva del Estado; como ellos insistía en el valor del hombre, de la vida
personal, y como ellos creía, que la virtud, la areté, no era patrimonio de la aristocracia,
sino, que debía serlo de todos, pues era comunicable, enseñable.
1 Sobre Sócrates, véase el mejor estudio publicado en castellano, de Antonio Tovar, Vida de Sócrates,
Madrid, Revista de Occidente.
2 Platón, Apología de Sócrates, ed. inglesa de Jowett.
3 Jenofante, Memorables, 4.
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Pero las diferencias de Sócrates con los sofistas son aún mayores que las
coincidencias. En primer lugar, Sócrates no hizo, de la educación una profesión
remunerada, utilitaria, ni trató de buscar adeptos, sino que éstos acudían a él
espontáneamente. En segundos lugar, su educación no tenía un carácter práctico, de
provecho personal, sino que era de tipo espiritual, moral. En tercer lugar, mientras que los
sofistas emplean el diálogo y su enseñanza para imponer sus ideas o para servir a fines
egoístas, Sócrates lo utiliza para convencer y descubrir la verdad. Finalmente, mientras que
los sofistas permanecen indiferentes a las ideas morales, Sócrates se preocupa ante todo de
la vida ética.
El fin último de la educación era para Sócrates la virtud, el bien, y no el Estado como lo era
para la antigua educación, ni el provecho individual corno para los sofistas, sino la
personalidad moral. Ahora bien, como la virtud es igual al conocimiento, y por tanto,
comunicable, lo decisivo en la educación es la enseñanza de la virtud.
Mas para que esta enseñanza sea efectiva no basta transmitir conocimientos
aislados, información, como hacen los sofistas, sino que debe haber en aquellos unidad y
precisión, convirtiendo las opiniones en conceptos. Para ello es necesario ante todo enseñar
a pensar. La educación intelectual es así la base de la educación moral.
En el diálogo socrático se trata, claro es, de una especie de ficción o convención por
la cual el interrogado cree llegar a descubrir la verdad que el interrogador le sugiere. Tiene
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una gran importancia pedagógica, porque el alumno es estimulado a pensar, a descubrir las
cosas por sí mismo en una forma activa, no receptiva.
3. PLATÓN
Platón estuvo toda su vida preocupado por los problemas políticos. La situación de
su país, después de una tiranía, pero con una democracia que condena a Sócrates, le impide
participar activamente en la vida política. En cambio, dedica a ésta gran parte, de sus
escritos, entre ellos sus dos obras maestras, La República y Las Leyes, que aunque no
ejercieron una influencia inmediata sobre su país, lo han hecho en el mundo a lo largo de
los 25 siglos transcurridos desde que fueron escritas. Platón tampoco abandonó nunca su
interés por la poesía, como lo demuestra el bello estilo de la mayoría de sus obras. A estas
preocupaciones unió la no menos intensa por la pedagogía.
En Platón la educación está al servicio del Estado, pero a la vez éste se halla al
servicio de la educación. No hay educación sin Estado, pero tampoco hay Estado sin
educación. El Estado es como el individuo en grande. Éste se halla constituido por tres
estratos o capas: la de los apetitos o instintos, de carácter irracional y biológico; la del valor
o voluntad combativa, y la racional o espiritual. A estas tres partes del hombre
corresponden tres clases sociales en el Estado: a la de los apetitos e instintos, la de los
productores o trabajadores; a las del valor, los guerreros guardián es y a la racional los
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gobernantes. Cada una de estas clases tiene un tipo especial de educación dentro de la
organización general educativa del Estado. Ésta se halla expuesta como se ha dicho en La
República de carácter más utópico y en Las Leyes, escritas después y de carácter más
realista. Aquélla está orientada en la dura educación espartana, sin duda para contrarrestar
el carácter individualista de la sociedad en que vivía Platón; la última tiene más en cuenta la
realidad v es menos rigurosa. En La República se llega a la comunidad de mujeres e hijos,
en beneficio del Estado, pero en detrimento de la vida familiar. En Las Leyes se organiza
una educación estatal, pero se respeta la vida individual. Aquélla recuerda a los Estados
totalitarios actuales, en ésta predomina una concepción democrática.
El fin de la educación para Platón es, como para Sócrates. la formación del hombre
moral, y el medio para ello es la educación del Estado, en cuanto éste representa la idea de
la justicia. El Estado no es, pues, un fin en sí, sino un medio para realizar la justicia y la
educación conforme a ella.
La educación para él comienza antes del nacimiento con la eugenesia e incluso con la
regulación de los matrimonios. En la primera infancia predominan los juegos educativos
practicados en común por los niños de uno y otro sexo. La educación propiamente dicha
empieza a los siete años con la gimnástica y la música, como se ha dicho. Aquí sólo queda
añadir la gran importancia que asigna en la educación a las narraciones y cuentos y en
general a la literatura, que quiere que se cuide para evitar perturbaciones. Esa educación
continúa hasta los 18 años en que comienza la "efebia" o preparación cívico-militar. Los
mozos más capaces continúan su educación después de los 20 años ya con carácter superior
y basada en las matemáticas y la filosofía. De entre ellos se seleccionan a los futuros
gobernantes, prosiguiendo su educación hasta los 50 años. En realidad ésta continúa
durante toda la vida.
Para Platón lo decisivo en la vida del Estado es, sobre todo la educación, más que
las leyes o la forma de gobierno. Así dice "que el mando esté en manos de uno solo o en la
de muchos, esto no alterará en nada las leyes fundamentales del Estado, si los principios de
educación que hemos establecido son rigurosamente observados" 1.
4. ISÓCRATES
5. ARISTÓTELES
En la vida de Aristóteles hay dos momentos de gran interés para la educación. Uno,
como educador, o preceptor durante cuatro años de Alejandro, con lo que inicia lo que
después ha de llamarse educación del príncipe. Aristóteles educó a Alejandro conforme a la
tradición helénica heroica, basándose en Homero, pero dando un gran lugar también en las
ciencias, a la ética y a la política. El segundo momento de la actividad educativa de
Aristóteles está representado por su Liceo, que era a la vez, como la Academia, un centro
de educación y de investigación, pero con una mayor participación de las ciencias que en
aquélla. En efecto, ,en el Liceo reunió Aristóteles un material científico y bibliográfico
enorme. Pero no se descuidaba tampoco la enseñanza. A ésta se dedicaban las mañanas,
reduciéndolas a pequeños grupos de alumnos seleccionados, que seguían cursos de estudios
regulares; las tardes se dedicaban a un público más amplio, dándose conferencias ,,obre
temas generales de filosofía y política. Tanto la Academia como el Liceo son, con el Museo
de Alejandría, las instituciones más altas de la cultura y la educación helénicas y quizás de
todos los tiempos.
Para Aristóteles hay, en efecto, tres cosas que pueden hacer al hombre bueno: la
naturaleza, el hábito y la razón. La primera nos es dada, pero puede ser modificada por el
hábito, como éste a su vez debe ser dirigido por la razón. Pero es preciso que las tres cosas
se armonicen, aunque siempre predominando el elemento racional. A estos tres elementos
corresponden tres momentos en la educación: la educación física, la educación del carácter
y la educación intelectual, que deben realizarse en forma sucesiva. "Es necesario -dice-
ocuparse del cuerpo antes de pensar en el alma; Y después del cuerpo es preciso pensar en
el instinto, bien que en definitiva no se forme el instinto sino para servir a la inteligencia, ni
se forma el cuerpo sino para servir al alma" 1.
Para Aristóteles, como para Platón, la educación es una función del Estado, aunque
no llega al radicalismo de éste, ya que reconoce a la familia como lugar de la primera
infancia. Pero la educación es necesaria para el Estado: "Donde quiera que la educación ha
sido desatendida, el Estado ha recibido un golpe funesto", dice en su Política 2. Y esta
concepción estatal la acentúa aún más al pedir su monopolio por el Estado frente a la forma
privada de educación: “Como el Estado todo sólo tiene un solo y mismo fin, la educación.
debe ser tina e idéntica para todos sus miembros ... En nuestra opinión es de toda evidencia
que por la ley debe arreglarse la educación, y que ésta debe ser pública" 3. Y por ello regula
en su obra minuciosamente la educación de los niños empezando por la celebración del
matrimonio y por la generación de los hijos.
Según su plan, hasta los cinco años los niños reciben en sus casas una educación que sólo
consiste en reglas higiénicas de vida y en someterles al endurecimiento. De los cinco a los
siete años deben asistir a ciertas lecciones, y de los siete en adelante la educación debe
comprender dos períodos: el primero desde los siete años a la pubertad y el segundo desde
la pubertad hasta los veintiún años.
1 Política, Libro IV
Las dos partes esenciales de la educación para Aristóteles, como para todos los
griegos, son la gimnástica y la música. La primera no tiene por fin formar atletas, sino
desarrollar el valor, el coraje, y hasta la adolescencia los ejercicios deben ser ligeros para
no detener el crecimiento del cuerpo; después deben ser más rudos y severos. La música
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 49
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tiene por fin ejercer una influencia moral, aunque también debe servir para el recreo, y el
placer. Además de la gimnástica y la música, la educación comprende las letras y el dibujo.
CAPÍTULO VI
LA EDUCACIÓN ROMANA
Aunque la cultura y la educación romanas se han desarrollado más tarde que las
griegas, ambas han seguido una marcha semejante, como parte de un mismo todo, que
Tovnbee y otros historiadores han llamado la "civilización helénica". Sin embargo, la
educación romana posee, a nuestro juicio, una importancia tan destacada y su influencia ha
sido tan grande en el mundo occidental, sobre todo en los países latinos, que merece ser
estudiada independientemente.
La cultura romana tiene como fondo, igual que la griega, una civilización anterior,
en este caso la etrusca, que alcanzó un gran desarrollo y que ha influido grandemente en
aquélla, sobre todo en su arte y su religión, y se sospecha que también en su educación,
aunque carecemos de datos suficientes para demostrar es lo último.