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U.1 Lorenzo Luzuriaga. Historia de La Educación, La Educación Griega.

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Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga.

Página N° 1
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia

DR. DAVID TORRUELLA PLACENCIA


PROFESOR TITULAR UNIVERSIDAD MAYOR
Agente Comercial y Viajante
Profesor de Estado en Historia y Geografía
Bachiller en Ciencias Sociales
Licenciado en Educación
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales.
Magíster en Ciencias de la Educación con Mención en Adm. y Gestión Educacional.
Magíster y post. Título en Administración Educacional
Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación.
ABOGADO
www.torruellaabogados.cl

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA
El libro
PEDAGOGÍA” texto transcrito por el profesor y abogado Dr. David
Torruella Placencia, para lectura facultativa de sus alumnos, a través de la
busqueda de los personajes asignados. El alumno (a) obtendrá de este libro el
aporte pedagógico o educativo de la mayoría de ellos.-

El libro se titula “Historia de la Educación y de la Pedagogía” del autor


Lorenzo Luzuriaga, texto apropiado para la asignatura “Fundamentos
Históricos Socio-Antropológicos y Filosóficos de la Educación.-

“HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA
PEDAGOGÍA”

Lorenzo Luzuriaga
Introducción

CAPÍTULO I. HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA PEDAGOGÍA.

1. Concepto de la historia de la educación y de la pedagogía


2. Factores de la historia de la educación
3. Etapas de la historia de la educación
4. Fuentes para el estudio de la educación
5. Valor de la historia de la educación

CAPÍTULO II. LA EDUCACIÓN PRIMITIVA


Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 2
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
1. Cultura y sociedad de los pueblos primitivos
2. La educación en los pueblos primitivos
3. La educación en los pueblos indoamericanos

CAPÍTULO III. LA EDUCACIÓN ORIENTAL

1. La educación china
2. La educación india
3. La educación egipcia
4. La educación hebrea

CAPÍTULO IV. LA EDUCACIÓN GRIEGA

1. La educación heroica
2. La educación espartana
3. La educación ateniense
4. La educación helenística

CAPÍTULO V. LA PEDAGOGÍA GRIEGA

1. Los sofistas
2. Sócrates
3. Platón
4. Isócrates
5. Aristóteles

CAPÍTULO VI LA EDUCACIÓN ROMANA

1. La educación en la época heroica-patricia


2. La educación romana bajo la influencia griega
3. La educación romana en la época del Imperio
4. La pedagogía romana
5. Quintiliano

CAPÍTULO VII. LA EDUCACIÓN CRISTIANA PRIMITIVA

1. La primera educación cristiana


2. Los primeros educadores y pedagogos cristianos
3. San Agustín

CAPÍTULO VIII. LA EDUCACIÓN MEDIEVAL

1. La educación monástica y catedral


2. La educación palatina y estatal
3. La educación caballeresca
4. La educación universitaria
5. La educación gremial y municipal
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 3
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
6. La educación de los árabes
7. La pedagogía medieval

CAPÍTULO IX. LA EDUCACIÓN HUMANISTA

1. La educación humanista en Italia


2. La educación humanista en los países nórdicos
3. La educación humanista en España
4. La educación humanista en Inglaterra
5. La educación humanista en Francia

CAPÍTULO X. LA EDUCACIÓN RELIGIOSA REFORMADA (PROTESTANTE)

1. La educación religiosa luterana


2. La educación religiosa calvinista
3. La educación religiosa anglicana
4. La pedagogía de la religión reformada

CAPÍTULO XI. LA EDUCACIÓN RELIG10SA REFORMADA (CATÓLICA)

1. La educación de los jesuitas


2. La educación de las otras órdenes religiosas
3. Pedagogos y educadores de la educación católica

CAPÍTULO XII. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XVII

1. Desarrollo de la educación pública


2. La educación de carácter católico
3. La educación religiosa pietista
4. La educación en España
5. U educación en la América hispánica
6. La educación en la América británica

CAPÍTULO XIII. LA PEDAGOGÍA EN EL SIGLO XVII

1 . La pedagogía realista: Ratke


2. Comenio
3. Locke
4. La pedagogía femenina: Fenelón

CAPÍTUL0 XIV. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XVIII

1 . La educación estatal
2. La educación nacional
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 4
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
3. La educación en España y en Hispanoamérica
4. La educación en Norteamérica

CAPÍTUL0 XV. LA PEDAGOGÍA EN EL SIGLO XVIII

1. La pedagogía sensualista: Condillac, Diderot, Helvetius


2. La pedagogía naturalista: Rousseau
3. La pedagogía filantrópica: Basedow
4. La pedagogía política: La Chalotais y Condorcet
5. La pedagogía idealista: Kant
6. Pestalozzi

CAPÍTULO XVI. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XIX

1. Francia
2. Alemania
3. Inglaterra
4. España
5. Estados Unidos
6. Repúblicas Hispanoamericanas

CAPÍTULO XXVII. LA PEDAGOGÍA EN EL SIGLO XIX

1. La pedagogía idealista: Fichte, Hegel, Schleiermacher


2. Goethe
3. Froebel
4. Herbart
5. La pedagogía positivista: Spencer

CAPÍTULO XVIII. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XX

1. Alemania
2. Francia
3. Inglaterra
4. Estados Unidos
5. Rusia
6. Italia
7. España

CAPÍTULO XIX. LA EDUCACIÓN NUEVA

1. Las instituciones
2. Las escuelas nuevas inglesas
3 Tas escuelas nuevas alemanas y austriacas
4. Las escuelas nuevas francesas y belgas
5. Las escuelas nuevas suizas e italianas
6. Las escuelas nuevas españolas
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 30
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
no sobresalieron los hebreos particularmente, ya que como se ha visto estaban -sobre todo
basados, como en todos los pueblos orientales, en el aprendizaje de memoria.

1 Meinhold, Geschicke des jüdische Volkes, citado por Kricck, en Bildungs systeme der KuIturvölker,
Leipzig, Quele u. Meyer.

CAPÍTULO IV

LA EDUCACIÓN GRIEGA

Con Grecia empieza una nueva era en la historia de la humanidad, la era de nuestra
cultura occidental. Mientras que la de los pueblos anteriores sólo ha influido indirectamente
en ella, la cultura griega es su progenitora directa. De ella se derivan, en gran parte, nuestra
educación y nuestra pedagogía.

No es fácil trazar una línea de los rasgos característicos de la cultura griega, pero,
aun a riesgo de simplificarlos, podemos decir que son los siguientes:

1º El descubrimiento del valor humano, del hombre en sí, de la personalidad,


independientemente de toda autoridad religiosa o política.

2° El reconocimiento de la razón autónoma, de la inteligencia crítica, liberada de


dogmas o consideraciones externas.

3º La creación del orden, de la ley, del cosmos, tanto en la naturaleza como en la


humanidad.

4º La invención de la vida ciudadana, del Estado, de la organización política.

5° La creación de la libertad individual y política dentro de la ley y del Estado.

6º La invención de la poesía épica, de la historia, de la literatura dramática, de la


filosofía y de las ciencias físicas.

7º El reconocimiento del valor decisivo de la educación en la vida social e individual.

8º El principio de la competición y selección de los, mejores en la vida y la educación.

Todo esto y mucho más creó el pueblo griego en unos pocos siglos, aunque su
influencia durara mucho más en la historia. Mientras que en los pueblos orientales el
desarrollo cultural fue lento y vacilante, en el griego se realizó como un relámpago que ha
iluminado toda la historia humana.
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 31
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
En la historia de la educación griega se pueden distinguir cuatro períodos
esenciales:

1º La educación heroica, caballeresca, representada por los poemas homéricos.

2º La educación cívica, representada por Atenas y Esparta.

3º La educación humanista, representada por Sócrates. Platón y Aristóteles.

4º La educación helenística, enciclopédica, representada por la cultura alejandrina.

1. LA EDUCACIÓN HEROICA O CABALLERESCA

La historia de Grecia comienza aproximadamente en el tercer milenio a. de C. con


una cultura mediterránea que se llama cretense o minoica y que llega a alcanzar un alto
grado de desarrollo. Desde el siglo XVI a. de C. comienzan las invasiones de pueblos arios,
los aqueos, procedentes del centro de Europa, que se asimilan la civilización minoica.
Después, en el siglo XII a. de C., ocurren las invasiones de los dorios, también
centroeuropeos, que destruyen aquélla en forma parecida a como lo hicieron más tarde los
bárbaros al invadir al Imperio Romano. Desde aquella época la cultura de Grecia sufre un
colapso, hasta el siglo IX a. de C., en que vuelve a surgir bajo una nueva forma,
constituyendo la auténtica civilización helénica.

La sociedad helénica primitiva estaba constituida en forma aristocrática, basada en


las hazañas bélicas. En ella, los nobles o guerreros más sobresalientes alcanzaban la
dignidad de la realeza, aunque los reyes no eran más que los primeros entre, sus pares.
Éstos constituían una especie de consejo donde se debatían las cuestiones de la paz y de la
guerra. Con ellos vivían los jóvenes nobles en calidad de familiares o pajes. Por debajo de
todos quedaba la masa del pueblo formada por los trabajadores manuales y los labriegos en
calidad de siervos o esclavos. La familia era de carácter patriarcal.

El ideal de educación de esta época está, como siempre, en relación con los ideales
o aspiraciones de la sociedad, y siendo tina época de carácter heroico y guerrero, la
educación habría de tener ese mismo carácter. Así aparece expresado en las obras
fundamentales de este período, la Ilíada y la Odisea, escritas hacia el siglo VIII a. de C. (la
Odisea más tarde), aunque reflejan una sociedad anterior en lucha con la cretense o
minoica. Homero ha sido llamado por Platón "el educador de la Hélade"

Esta educación heroica o caballeresca estaba basada esencialmente en el concepto


del honor y del valor, en el espíritu de la lucha v del sacrificio, así como en el de la
capacidad y la excelencia personales. Todo esto aparece expresado en la idea de la arete
que significa en esta época, según Werner Jäger "el más alto ideal caballeresco unido a una
conducta selecta y cortesana" 2.
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 32
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
Otro rasgo esencial de esta educación es el espíritu de competición, la aspiración a
sobresalir entre los demás, a figurar entre los primeros, en ser superior, en una especie de
competición deportiva. Así lo dice Néstor en la Ilíada: "Ser siempre el mejor y distinguirse
de los demás". Tal es el ideal agonal.

Un carácter esencial de la educación helénica de esta época y de las siguientes es su


atención a la totalidad de la persona. Así aparece expresado sintéticamente en la Ilíada en
las palabras de Fénix, el educador de Aquiles, al recordarle que lo ha educado "para ambas
cosas, para pronunciar discursos y para realizar hazafias"; es decir, para hablar en los
consejos e intervenir en la política de su país, y para hacer la guerra.

Conforme a estos ideales, la educación del joven guerrero constaba de dos partes
esenciales. En primer lugar, se ejercitaba en el manejo de las armas, del arco y la flecha, y
practicaba diversos juegos y deportes caballerescos; es decir se le daba una educación física
completa. Pero también se le enseñaba al mismo tiempo las artes musicales (canto, lira,
danza) y la oratoria. Finalmente, se cultivaba en él el sentido de la cortesía, de las buenas
maneras, así como el ingenio y la astucia para salir de los apuros.

La educación no se daba en esta época en escuelas o instituciones especiales, sino


que se recibía en los palacios o castillos de los nobles, a donde se enviaban los jóvenes en
calidad de escuderos. Aparte de esto existían también preceptores que acompañaban a los
jóvenes en sus guerras y viajes como aparece Fénix respecto a Aquiles, o Mentor respecto a
Telémaco.

Hablando de esta época heroica dice Dilthey: "Amplios espacios para los ejercicios físicos,
que debía cultivar no sólo la fuerza, sino también la belleza; juegos festivales en los que se
demostraban éstas; la enseñanza de la poesía y el canto, acompañada con instrumentos
musicales; relatos y memorias de Homero; las leyes, la sabiduría vital depositada en poesías
morales; tales son los elementos mediante los cuales se cultivaba al joven griego para estar
preparado, para la guerra y la elocuencia en las asambleas" 1.

1 Platón, La República, Libro X.

2 Werner Jäger Paideia, Los ideales de la cultura griega. México, Fondo de Cultura Económica, 1942, Vol.
1°.

Respecto la educación de la mujer, sabemos poco, si bien existen datos para ver que
estaba poco atendida, quedando limitada a las faenas domésticas, aunque en esta cultura
sobresalieran mujeres tan delicadas como Nausicaa y Penélope.
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 33
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia

2. LA EDUCACIÓN ESPARTANA

Como es sabido, Grecia se hallaba dividida en diversos Estados o mejor Estados-


Ciudades, de los cuales los dos -más conocidos son los antagónicos Esparta y Atenas.
Pasada la época heroica, guerrean los Estados-Ciudades griegos y logran un gran desarrollo
a costa de las organizaciones feudales de esa época. Surge entonces una organización
política nueva en la que de una u otra forma intervienen todos los ciudadanos libres y con
ella un nuevo tipo de vida, de cultura y educación.

Esparta ha alcanzado un gran renombre en la historia de la cultura como un pueblo


militarizado, rudo e inculto. Pero en realidad no fue siempre así, y sobre todo no lo fue en
los comienzos de su historia, en los siglos VIII y VII a. de C., en que alcanzó un elevado
grado de cultura, antes que la misma Atenas. Pero después a causa de sus conquistas
políticas, y debiendo mantener sumisos a los pueblos conquistados, todos los ciudadanos
libres de Esparta tuvieron que convertirse en soldados. Esto le dio la rigidez y la severidad
que la han caracterizado a lo largo de la historia. Como dice H. 1. Marrou: "La educación
del espartano no es va la de un caballero, sino la de un soldado; se sitúa en una atmósfera
política y no ya señorial”2.

Al mismo tiempo, Esparta desarrolla, en sustitución del guerrero individual homérico, la


formación de líneas o cuerpos de infantería en orden cerrado para el combate, y en lugar de
las bandas o agrupaciones de nobles, el ideal colectivo del Estado, al que se subordina todo.

El Estado espartano es el que más se acerco a los Estados totalitarios modernos. Sus
ciudadanos, que eran minoría, estaban sometidos incondicionalmente a sus autoridades; no
podían tener relación con el exterior, y en toda su vida se hallaban al servicio del Estado.
Los espartanos vivían en un campamento permanente. Y ello fue posible porque de su
subsistencia cuidaban los "periecos" y los ''ilotas'', que estaban sujetos a la tierra.

1 Dilthey, Historia de la pedagogía.

2 H. 1. Marrou, Histoire de L'éducation dans l'antiquité, 2a ed., París.

La educación espartana ha quedado como modelo de severidad y dureza. En este


sentido ha sido admirada por muchos pensadores, como Platón, que en cierto modo la
reproduce en su República como una solución al individualismo y a las divisiones de su
época. Licurgo, el supuesto autor de la mítica Constitución espartana, ha pasado a la
historia como ejemplo de legislador ejemplar. Pero, tanto o más que él influyeron en la
educación espartana las elegías, de Tirteo, que según Werner Jäger "se hallaban
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 34
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
impregnadas de un ethos pedagógico de estilo grandioso. El ideal homérico en la areté
heroica es transformado en el heroísmo del amor a la patria". En sus poesías dice: "Yo no
juzgaré a un hombre digno de memoria, ni haré caso de él en las carreras a pie o en la
lucha... sí no tiene el valor militar, si no es hombre que se mantenga firma en la batalla" 1.

Pero al mismo tiempo que militar, la educación espartana era también deportiva y
musical. Sabido es que en los Juegos Olímpicos, Esparta alcanzó el mayor numero de
victorias, debido al entrenamiento especial de sus atletas. Asimismo, los espartanos
sobresalieron en la música y la danza. Pero en estos aspectos, Esparta quedó detenida por
las necesidades militares, renunciando a la participación en los juegos olímpicos y a las
artes y acentuando, el predominio de las actividades guerreras.

La educación espartana clásica, la del siglo IV a. de C., en que triunfa Esparta sobre
Atenas, estaba totalmente en manos del Estado. La intervención de éste comienza con el
nacimiento del niño, que es sacrificado en caso de no ser robusto. Hasta los siete años el
Estado delega la crianza del niño en la familia, y a partir de esta edad hasta los 20, la
educación la realiza directamente el mismo Estado. El niño pasa por una serie de
organizaciones juveniles, que recuerdan las de los países totalitarios modernos. Todo,
estaba subordinado a la instrucción militar. Y a ella se dirigían todas las pruebas y los
ejercicios. No existían escuelas propiamente dichas, sino más bien campamentos para la
educación de los muchachos.

1 W. Jäger, Paideia.

Según Plutarco: "De letras no aprendían (los espartanos) más que lo más preciso;
toda su educación se dirigía a que fuesen bien mandados, sufridos en el trabajo y
vencedores en la guerra; por eso, según crecían en edad, crecían también las pruebas,
rapándolos hasta la piel, haciéndolos andar descalzos, y jugar por lo común desnudos.
Cuando ya tenían doce años, no gastaban túnica ni se les daba más que una ropilla para
todo el año ... Dormían juntos en fila y por clases sobre mullido de ramas que ellos mismos
traían rompiendo con las manos sin hierro alguno las puntas de las cañas que se crían a la
orilla del Eurota ... A los más pequeños les mandaban traer leña y verduras y para traerlo lo
hurtaban; y el que se dejaba tomar llevaba muchos azotes con el látigo, haciéndoseles cargo
de desidioso y torpe en el robar. Robaban también lo que podían de las cosas de comer,
estando en acecho de los que dormían o se descuidaban en su custodia, siendo la pena del
que era tomado azotes y no comer; y en general su comida era escasa para que por sí
mismos remediaran esta penuria y se vieran preciados a ser resolutos y mañosos"1.

La educación de la mujer estaba especialmente atendida pero en vista de su función


de madre. El mismo Plutarco dice a este respecto: "Ejercitó (Licurgo) los cuerpos de las
doncellas en correr, luchar, arrojar el disco y tirar con el arco para que el arraigo de los
hijos, tomando principio en unos cuerpos robustos, brotase con más fuerza ... Removiendo
por otra parte el regalo, el estarse a la sombra y toda delicadeza femenina acostumbró a las
doncellas a presentarse desnudas igualmente que los muchachos en sus reuniones ... “2.
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 35
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia

3. LA EDUCACIÓN ATENIENSE

Atenas pasó por las mismas fases de desarrollo que Esparta, pero mientras ésta
quedó detenida en la fase guerrera autoritaria, Atenas llegó a un estado superior, el de la
vida política democrática.

En su fase guerrera, aristocrática, Atenas reproduce el tipo de sociedad heroica y


caballeresca de la época de Homero. Pero hacía el siglo VII a. de C., sufre un cambio
radical en el sentido ciudadano, y la cultura y la educación adquieren en ella un lugar
preeminente quedando en segundo término el guerrero.

1 Plutarco, Vidas Paralelas, Licurgo, XVI. Buenos Aires, Losada, "Las cien obras maestras".

2 ídem, XIV.

La polis, la ciudad, es el centro de esta cultura. Mientras que en Esparta los hombres
viven en aldeas y campamentos, en Atenas surge la vida urbana: "La polis es la fuente de
todas las normas de vida válidas para el individuo", dice Werner Jáger 1. "La polis, la
ciudad que hubo de prolongarse a lo largo de toda su historia; la ciudad como organización
de la vida externa e interna., como estructura social de su desarrollo espiritual, como unión
cultural no sólo de índole militar y política, sino como algo que abarca la totalidad de la
existencia", dice Alfred Weber 2. Así se convierte la polis en el educador de la juventud; es
el lugar de educación cívica y espiritual. Allí adquiere aquélla la conciencia cívica, el
espíritu democrático, la libertad política propia de la vida ateniense.

En la primera parte de su cultura, en los siglos VII a VI a. de C., en la época de la


llamada educación antigua, Atenas no tiene una organización educativa propia; pero posee
una institución que estimula las actividades educativas: los concursos nacionales
deportivos, que sustituyen a los torneos guerreros de la época homérica, y para los que se
prepara a la juventud desde su primera infancia.

La educación era más un asunto social que estatal, y se recibía en diversas formas.
En primer lugar, como en todas partes, en la familia, aunque ésta no tuviera tanta
importancia como en la fase anterior. A partir de los siete años comenzaba su educación
propiamente dicha, la cual comprendía dos partes esenciales: la gimnástica y la musical. La
educación física la adquiría el muchacho con el "paidotriba" en campos de deportes
llamados "palestras"; después, pasaba a los "gimnasios" que ya eran sostenidos por la
ciudad. Allí practicaba los ejercicios físicos básicos del salto, la carrera, la lucha, la jabalina
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Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
y el disco. Pero como ya se ha dicho esta educación gimnástica no sólo tenía un aspecto
físico, sino que también contribuía a la formación del carácter.

La educación musical comprendía no sólo la música, sino también la poesía, y la


daba el "citarista" unas veces en las palestras mismas y otras en lugares especiales. Más
tarde se desarrolló una educación de tipo más instructivo, escolar. dada por el didaskalos o
maestro elemental, al que seguía el grammatikos que daba instrucción en gramática y
retórica. A estos educadores hay que añadir el pedagogo que acompañaba a los muchachos
y que cuidaba de su conducta.

1 Werner Jäger, Paideia.


2 Alfred Weber, Historia de la cultura.

"La preparación musical y la gimnástica -dice Dilthey- se hallan unidas en la paideia


para este fin común: la bella conformación de toda la persona, el desarrollo de la energía
guerrera y amante de la vida lo cual constituye el ideal educativo de estas politeien
[Estados-Ciudades] que luchan entre sí y en las que el trabajo corresponde a los esclavos"'.

El espíritu de esta educación quizá lo exprese mejor que nada la palabra


kalokagathía, es decir la educación moral y estética unidas, en lo cual se comprende tanto el
cultivo de] cuerpo, la belleza física, como el sentido moral y social. Ambos aspectos
predominan aquí sobre el intelectual y técnico. Los juegos y deportes, el canto, y la poesía
son los instrumentos esenciales de esta educación de tipo todavía minoritario, aunque con
un espíritu cívico y en cierto sentido democrático, por ser patrimonio de todos los hombres
libres.

A los 18 años el joven entraba en la efebia, especie de servicio militar, pero también
de carácter cívico, en la que se preparan para el uso de las armas. Al cabo de un año
recibían éstas en forma de espada y escudo y prestaban el juramento siguiente, que revela
el espíritu de su educación: "No deshonraré estas armas sagradas, ni abandonaré a mi
compañero de filas; combatiré por los dioses y los hogares y no dejaré mi patria
disminuida, sino que la dejaré más grande y más fuerte que la he recibido sea solo sea con
los compañeros, y obedeceré a los que sucesivamente ejerzan la autoridad con sabiduría, y
respetaré las leyes existentes y las que el pueblo establezca de común acuerdo; si alguno
trata de destruirlas o de desobedecerlas no lo permitiré, sino que combatiré por ellas sea
solo, sea con mis compañeros y yo los cultos de mis padres. Sean testigos: Aglauros,
Ares, Atena, Zeus, Heracles, las fronteras de la patria, sus trigos, cebadas, viñas, olivos e
higueras". Después el efebo pasaba otro año en el servicio militar como, guardián de las
fronteras en forma de milicias.

En el siglo V la sociedad y la cultura ateniense sufren un cambio aún más radical


que el anterior que da origen a la llamada "educación nueva". Por una parte, el Estado-
Ciudad ateniense pasa de la fase agrícola y en parte minoritaria, aristocrática, a la comercial
y marítima, dando lugar a una nueva clase social y a una democracia más extensa. En
segundo lugar, ocurren las guerras de liberación frente a Persia, que aumentan el poder
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 37
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
ateniense. Finalmente se desarrolla la cultura en un sentido cada vez más intelectual, y da
lugar a una educación de carácter más elevado.

1 Dilthey, Historia de la Pedagogía.

Aunque los cambios más intensos ocurrieron en la enseñanza superior, no dejaron


de tener su influencia en la educación elemental. En ella se acentúa la intervención del
didaskalos, que sustituye al citarista de la época anterior, y con ello aumenta la instrucción
ampliándola a otros aspectos de la vida cultural como la aritmética y las letras,
independientemente de la música. Parece también que la rígida disciplina anterior se hace
más flexible y que la música misma se enriquece con nuevas modalidades.

Pero los cambios más profundos se experimentaron en la educación de la juventud.


La mayor complejidad de la vida política y Social hizo necesaria una mayor preparación
para ésta, sobre todo para la intervención en las asambleas. Así surgió un tipo de
profesores, los solistas, que mediante retribuciones elevadas se encargaban de preparar a la
juventud para la oratoria. Estos sofistas, que después fueron mal calificados, eran personas
de gran cultura y elocuencia, y proporcionaban la instrucción que necesitaba el hombre
político no sólo en oratoria sino también en ciencias. Pero tenían en cambio un defecto:
prescindiendo de toda objetividad acomodaban su enseñanza a los deseos y triunfos
personales, es decir, sacrificaban la veracidad a la subjetividad. Mas de ellos se hablará mas
adelante.

Otra innovación producida en la educación ateniense de la nueva época es la


formación de comunidades o fundaciones de cultura superior como la Academia de Platón
y el Liceo de Aristóteles a las que hay que añadir la escuela de Isócrates. En ésta se
cultivaba especialmente la retórica, mientras que en aquéllas se atendía especialmente a la
filosofía y a las ciencias. Respecto a las ideas pedagógicas de unos y otras se tratará
después.

4. LA EDUCACIÓN HELENÍSTICA

La última fase de la educación helénica comienza con la formación del Imperio de


Alejandro en el siglo iv a. de C. y con la debilitación de los Estados-Ciudades griegos. La
cultura helénica se universaliza y se convierte en helenística; pero por otra parte pierde la
intensidad de la época clásica de Sócrates, Platón y Aristóteles. Gana también en contenido:
la paideia se convierte en Enkyk1ospaideia, en enciclopedia.

En este período la educación deja de ser asunto de la iniciativa privada y se


convierte en educación pública, aunque no del Estado, sino de los municipios, de las
ciudades; sólo la efebia, la preparación de los efebos, queda función del Estado como en las
épocas anteriores. Existe también la enseñanza privada dada en escuelas particulares
sostenidas con las retribuciones de los alumnos. El papel de "pedagogo" se eleva también
ahora. La educación escolar sigue siendo más o menos la misma que en las épocas
anteriores, sólo que con mayor acentuación del aspecto intelectual y con una minoración
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 38
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia
del físico y estético. La lectura, la escritura y el cálculo se desarrollan más, pero los
métodos son constantemente los castigos corporales.

Adquiere ahora mayor desarrollo la que podríamos llamar enseñanza secundaria, la


escuela de grammatikos, en la que se estudian ya los clásicos, sobre todo Homero, Hesíodo
y Solón, así como los poetas líricos y dramáticos posteriores: Alceo, Píndaro, Safo,
Esquilo, Sófocles y Eurípides, finalmente también los historiadores: Herodoto, Jenofonte y
sobre todo Tucídides. En cambio, las ciencias ocupan un lugar secundario, aunque se
enseñan las matemáticas y la astronomía.

Finalmente, viene la enseñanza superior, la dada a los efebos, que ya no tiene sólo
carácter premilitar sino más bien de cultura general y científica, dándose en los colegios y
academias en la llamada Universidad de Atenas y en el famoso Museo de Alejandría,
aunque éste tenía más carácter científico que pedagógico. En estos centros se cultivan la
retórica y la filosofía sobre todo y en el último las ciencias.

Lo importante de esta época es que deja establecido con su enciclopedia el


programa de estudios que va a seguir después el mundo occidental, durante muchos siglos,
con el trivium y el quadrivium; aquél comprendía la gramática, la retórica y la filosofía o
dialéctica; éste la aritmética, la música, la geometría y la astronomía; es decir, la división en
materias humanistas y realistas que ha perdurado en el mundo.

Hablando de la cultura helenística a la que llama "religión de la cultura", dice H. I.


Marrou: "La civilización helenística asigna tanto precio a los valores culturales que no
puede concebir la felicidad suprema de otro modo que bajo la forma de la vida del letrado o
del artista. La imagen depurada que se hace de la vida eternamente bienaventurada que
disfrutan las almas de los héroes de los Campos Elíseos nos lo muestra entregados a las
alegrías supremas del arte y del pensamiento"

1 H. I. Marrón. Historie de L'éducacion dans L’Antiquité.

CAPÍTULO V

LA PEDAGOGÍA GRIEGA

Si la pedagogía es la reflexión de la actividad educativa, la pedagogía tiene su


origen en Grecia, que es donde primero se comenzó a meditar sobre la educación. Ya la
misma palabra "pedagogía" surgió allí, y lo mismo ocurrió con las ideas pedagógicas. No se
trata todavía, claro es, de una ciencia propiamente dicha., pero sí de una teoría de la
educación que tiene valor aún en nuestros días.
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 39
Transcrito por el Profesor y abogado Dr David Torruella Placencia

Los principales representantes de la pedagogía griega son los sofistas, Sócrates,


Platón, Isócrates y Aristóteles que significan en la teoría o reflexión pedagógica helénica lo
que Homero, Hesíodo y Píndaro significaron para la inspiración de su actividad educativa.

La principal característica de esta naciente pedagogía es su claridad y transparencia,


como ocurre con todas las corrientes cuando se las toma de sus fuentes. En ella aparecen las
ideas expuestas en una forma esencial, elemental, es decir, en sus fundamentos. De aquí su
valor pedagógico, didáctico, clásico.

No existe, sin embargo, en la pedagogía griega un tratado sistemático, unitario,


como los hay para la filosofía y para la política. Las ideas pedagógicas de los griegos
aparecen íntimamente unidas con aquéllas; pero se distinguen claramente de ellas. Platón y
Aristóteles, los dos grandes clásicos de la pedagogía griega, expresaron sus ideas
educativas en sus obras de filosofía y de política.

Finalmente, la pedagogía griega ha tenido una enorme energía procreadora.


Periódicamente la civilización occidental ha vuelto la vista a ellas, como ocurrió en el
Renacimiento y en el siglo XVIII y como ocurre en parte de nuestros días. Esta facultad
creadora ha sido interpretada de diversas formas, pero casi todas ellas coinciden en
reconocerle un fervor humanístico, de afirmación de la personalidad libre sobre todas las
circunstancias políticas.

1. LOS SOFISTAS

Ante todo conviene destruir el prejuicio corriente respecto a los sofistas, a quienes
se considera algo así como a embaucadores o tergiversadores de las ideas. En realidad, son
los primeros profesores, los primeros educadores profesionales conscientes que ha tenido la
historia. Su descrédito obedeció, como se ha dicho, a que fueron contra la educación
tradicional, a que percibieran retribuciones por sus enseñanzas y a que entre ellos hubo
alguno de carácter arbitrario y fraudulento.

Los sofistas desarrollaron su actividad docente como profesores ambulantes en la


segunda mitad del siglo V a. de C. en el momento de la gran transformación social y
política de Atenas, cuando se convirtió en una gran potencia económica y comercial y
cuando se sustituyó el régimen aristocrático por el democrático. Entonces, frente a la areté
de la nobleza surge la areté política, es decir, la formación de minorías directoras de la Polis
de entre la masa de los hombres libres. Esto a su vez exigía tina preparación, una educación
más alta, más intelectual que la tradicional de la música y la gimnástica.

Así surgió un grupo de hombres, los sofistas, que sin conexión entre sí, perseguían
sin embargo la misma finalidad: la educación para la vida pública, la formación del
político, del orador. Esos hombres eran de diverso linaje, unos serios y responsables y otros
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frívolos y utilitarios. Entre los primeros, que son los que interesan, figuran Protágoras,
Trasímaco, Gorgias e Hippias, especial mente el primero.

De ellos dice Dilthey: "Oradores sobresalientes. estas personas sabían comunicar


una verdadera elocuencia. Espíritus para la profesión del hombre político. Así se separó la
instrucción superior de la profesión, de exigencias moderadas, del maestro elemental, del
gramático y del maestro de música" 1.

Más que científicos o filósofos originales, los sofistas son ante todo profesores, y su
influencia fue considerable en la cultura y la educación de su tiempo. Contra ella, sin
embargo. se dirigieron Sócrates y Platón, como veremos oportunamente.

Las ideas pedagógicas de los sofistas, tal como las podemos colegir de las
referencias que tenemos de ellos, pues apenas escribieron nada o nos han llegado poco de
sus escritos, podemos sintetizarlas en las siguientes:

1 Dilthey, Historia de la pedagogía.

En primer lugar, los sofistas acentuaron el valor de lo humano, del hombre, y mas
concretamente del individuo en la educación, según la conocida fórmula de Protágoras: "El
hombre es la medida de todas las cosas". Así rompieron los moldes rígidos de la
organización estatal, de la polis, colocando en su lugar la vida del hombre individual.

En segundo lugar reconocieron que la areté, la virtud, la capacidad, no es privilegio


de una minoría aristocrática, sino que es transmisible, enseñable. De esta manera, por la
enseñanza pueden tener acceso al gobierno todos los capaces debidamente preparados.

En tercer lugar, organizaron un sistema y unos métodos de educación para la


intervención de la vida pública, para la formación del político y el orador. En este sentido
crearon una dialéctica y una oratoria de gran eficacia basada en cierto modo en la sicología.

En cuarto lugar, dieron cabida en la educación a la cultura -general, al saber


múltiple, universal, no sólo retórico o dialéctico, elevando el nivel de la instrucción a
alturas no conocidas en su tiempo.

Finalmente, y como consecuencia de todo esto, fueron los creadores de la educación


intelectual, independientemente de la gimnástica y musical, predominante hasta su tiempo.

Por todo esto se ha considerado a los sofistas como los fundadores de la educación
autónoma. "En efecto -dice Jäger - pusieron los fundamentos de la pedagogía, y la
formación intelectual sigue en gran parte todavía los mismos senderos" 1.

En otras palabras, los sofistas fueron los fundadores del intelectualismo, del
individualismo y del subjetivismo en la educación con todos los beneficios y los perjuicios
que han producido estos conceptos.
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2. SÓCRATES

Si los primeros educadores profesionales fueron los sofistas, el primer gran


educador espiritual en la historia ha sido Sócrates. Tanto como un pensador o un filósofo,
con serlo en alto grado. Sócrates ha sido sobre todo eso, un educador, el educador por
excelencia.

1. Jäeger, Paideia.

Sócrates nació en Atenas 469 a. de C., de una familia de artesanos, aunque libres; su
padre fue cantero o escultor y su madre, partera. Murió o le hicieron morir en 399 a. de C.,
o sea cuando tenía setenta años 1. Su vida entera fue una vida ejemplar, tanto en el aspecto
cívico como en el intelectual; participó en la actividad política de Grecia y también en la
militar, interviniendo en las tres batallas más importantes de su tiempo. Vivió, pobremente,
ascéticamente, aunque frecuentó la mejor sociedad de su tiempo. Influyó grandemente en
ésta y en sus mejores hombres: Jenofonte, Platón, Aristóteles, y fue atacado también por
alguno de los escritores de la época, como Aristófanes. Su poder de atracción, no obstante
su fealdad física, fue extraordinario, como lo demuestra la afluencia de jóvenes que acudían
a él en busca de orientación y consejo. Su mayor placer consistía en conversar y discutir
con sus amigos y discípulos. A pesar de su enorme influencia nunca se aprovechó de ella
para fines egoístas, personales; no se enriqueció ni ocupó ningún cargo en el gobierno
ateniense. Murió como vivió, pobre. De su grandeza moral da una idea su muerte relatada
por Platón en su Apología de Sócrates, en la que sus últimas palabras se refirieron,
precisamente, a la educación de sus hijos, recomendando a sus amigos que "los hostiguen,
como yo lo he hecho a vosotros, si se preocupan por la riqueza u otra cosa, más que por la
virtud o, si pretenden, ser algo cuando no son realmente nada" 2.

De Sócrates ha dicho Jenofonte, el gran historiador griego "Todos los discípulos le


echamos de menos porque era el mejor para cuidar la virtud. Era piadoso, pues en todo
obraba según el pensamiento de los dioses; justo, pues fue el más útil a quienes le trataron;
continente, pues nunca prefirió lo cómodo a lo mejor; prudente, pues no se equivocó
juzgando lo bueno y lo malo; capaz de juicio, de consejo y de responder a los que se
equivocaban. Por todo lo cual era considerado el mejor y más feliz de los hombres" 3.

Sócrates tenía algunos puntos en común y muchos en divergencia con los sofistas. Como
ellos, su actividad educativa la realizó por medio de la conversación, de la palabra hablada;
como ellos, estaba en disconformidad con la educación de su tiempo, sometida a la
influencia excesiva del Estado; como ellos insistía en el valor del hombre, de la vida
personal, y como ellos creía, que la virtud, la areté, no era patrimonio de la aristocracia,
sino, que debía serlo de todos, pues era comunicable, enseñable.

1 Sobre Sócrates, véase el mejor estudio publicado en castellano, de Antonio Tovar, Vida de Sócrates,
Madrid, Revista de Occidente.
2 Platón, Apología de Sócrates, ed. inglesa de Jowett.
3 Jenofante, Memorables, 4.
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Pero las diferencias de Sócrates con los sofistas son aún mayores que las
coincidencias. En primer lugar, Sócrates no hizo, de la educación una profesión
remunerada, utilitaria, ni trató de buscar adeptos, sino que éstos acudían a él
espontáneamente. En segundos lugar, su educación no tenía un carácter práctico, de
provecho personal, sino que era de tipo espiritual, moral. En tercer lugar, mientras que los
sofistas emplean el diálogo y su enseñanza para imponer sus ideas o para servir a fines
egoístas, Sócrates lo utiliza para convencer y descubrir la verdad. Finalmente, mientras que
los sofistas permanecen indiferentes a las ideas morales, Sócrates se preocupa ante todo de
la vida ética.

Filosóficamente, la aportación mayor de Sócrates corresponde en efecto, al dominio


de la moral, de la ética. Para él, el saber y el conocimiento no, sólo conducen a la virtud,
sino que el saber y la virtud son idénticos. Ahora bien, el saber no consiste en meros
conocimientos u opiniones, como en los sofistas, sino en el razonamiento preciso, en los
conceptos exactos. Como ha dicho, Ortega y Gasset: "Antes de Sócrates se había razonado;
en rigor se llevaba dos siglos razonando dentro del orbe helénico. . . Sócrates es el primero
en darse cuenta de que la razón es un nuevo universo perfecto y superior al que
espontáneamente hallamos en torno nuestro. Esto lleva consigo que en el orden intelectual
debe el individuo reprimir sus convicciones espontáneas que son "'opinión" -doxa- y
adoptar en vez de ellas los pensamientos de la razón pura que son el verdadero "saber",
episteme. Parejamente, en la conducta práctica tendrá que negar y suspender todos sus
deseos y propensiones para seguir dócilmente los mandatos racionales" 1. Se trata en suma
de someter la vida emotiva y volitiva a la razón, y esto lleva naturalmente al racionalismo
posterior.

El fin último de la educación era para Sócrates la virtud, el bien, y no el Estado como lo era
para la antigua educación, ni el provecho individual corno para los sofistas, sino la
personalidad moral. Ahora bien, como la virtud es igual al conocimiento, y por tanto,
comunicable, lo decisivo en la educación es la enseñanza de la virtud.

1 J. Ortega y Gasset, La rebelión de las masas, Obras, Vol. III.

Mas para que esta enseñanza sea efectiva no basta transmitir conocimientos
aislados, información, como hacen los sofistas, sino que debe haber en aquellos unidad y
precisión, convirtiendo las opiniones en conceptos. Para ello es necesario ante todo enseñar
a pensar. La educación intelectual es así la base de la educación moral.

Como método para esta educación intelectual, Sócrates emplea fundamentalmente


el diálogo, con sus dos momentos de la ironía y la mayéutica. La ironía la usa como punto
de partida haciendo ver al interlocutor su propia ignorancia. Con la mayéutica hace surgir
del alma de éste, como una partera, ideas que estaban latentes en él.

En el diálogo socrático se trata, claro es, de una especie de ficción o convención por
la cual el interrogado cree llegar a descubrir la verdad que el interrogador le sugiere. Tiene
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una gran importancia pedagógica, porque el alumno es estimulado a pensar, a descubrir las
cosas por sí mismo en una forma activa, no receptiva.

El diálogo tiene también un aspecto inductivo ya que en él se parte de hechos o


ideas concretas, particulares, para llegar a una conclusión general, que se expresa en una
definición.

Finalmente, el diálogo tiene la ventaja de su vivacidad. Frente al aprender frío de la


palabra escrita, que nunca usó Sócrates, la palabra viva se adapta a la peculiaridad
individual; es en cierto modo un método pedagógico, aunque de carácter intelectual.

La aportación de Sócrates a la educación puede sintetizarse diciendo que es el


primero en reconocer como fin de ella el valor de la personalidad humana, no la
individualidad subjetiva, sino de carácter universal. Con ello comienza el humanismo en la
educación. Ahora bien, como lo decisivo en el hombre es la virtud, el fin inmediato de la
educación es la formación ética, la moral. Pero la educación tiene también un aspecto
social, aunque subordinado al humano, y en este sentido ha de estar de acuerdo con las
leyes y tradiciones del Estado. La educación religiosa no figura entre las preocupaciones
socráticas, como en general tampoco en la educación helénica. Asimismo, la educación
científica, naturalista, tampoco sobresale en las ideas pedagógicas de Sócrates, que se
refieren más al aspecto literario, intelectual. En este sentido, la pedagogía de Sócrates es
intelectualista, unilateral. En cuanto a sus procedimientos educativos, ya se ha dicho en qué
consiste el método, forma viva y activa de la educación, con cierto carácter psicológico.
Pero tan importante o más que las ideas de Sócrates es su propia vida, su actividad
educativa y la repercusión que ha tenido en los otros dos grandes filósofos de Grecia,
Platón y Aristóteles, que lo consideran como su maestro e inspirador. Sócrates ha sido, en
efecto, ante todo, más que un pedagogo, un educador.

De él ha dicho Dilthey: "Sócrates fue un genio pedagógico que no ha tenido igual en


la antigüedad. Esto se halla confirmado por la impresión inmediata de sus contemporáneos
y se puede deducir igualmente de sus efectos. Con él se introduce un elemento nuevo en la
historia de la educación: la penetración en lo más íntimo de la juventud. En él se hallaba
indisolublemente unido el eros platónico, el amor pedagógico, la intención de liberar
mediante la conversación los conceptos que se hallaban en su espíritu y la tendencia a hacer
del saber y de las verdades en ellos el poder directivo de su obrar. ¡Cuán grande fue el
encanto que ejerció!"1

3. PLATÓN

Si Sócrates fue el primer gran educador de la historia, Platón ha sido el fundador de


la teoría de la educación, de la pedagogía. Mientras que en aquél predominó la actividad
educativa, en éste sobresalió la reflexión pedagógica unida a la política.
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Platón nace en Atenas en 427 a. de C. de una familia noble, a diferencia de la popular de
Sócrates. Fue discípulo de éste, quien le indujo o al estudio de la filosofía, abandonando la
poesía a la que se había dedicado antes. A la muerte de Sócrates, se retira con otros
discípulos suyos a Megara, donde se entrega al estudio y a escribir sus primeras obras. Más
tarde emprende viajes a la Magna Grecia (Italia) y Egipto, poniéndose en contacto con la
vida y la cultura de estos países, y a Sicilia, donde entra en relación con el tirano de
Siracusa, Dionisio, en la esperanza de poder influir en su gobierno. Fracasado en su intento
fue puesto a la venta como esclavo y después rescatado; vuelve a Grecia, y a los 40 años
funda su célebre Academia, en un terreno que compró en Atenas cerca de un santuario
dedicado a Akademos y de un gimnasio del mismo nombre. Allí concretó su actividad
pedagógica, durante 40 años, y después de otro viaje sin éxito a Siracusa, falleció en 347, a
los 80 años de edad.

1 Dilthey, Historia de la Pedagogía.

A diferencia de Sócrates, Platón organizó una enseñanza y una investigación


sistemáticas, pues tal era la finalidad de la Academia. Ésta se hallaba constituida en forma
de corporación o comunidad de alumnos y maestros, en la que se realizaban estudios
superiores de carácter filosófico y político. En ella participaron los más destacados hombres
de la época, entre ellos Aristóteles, que pasó allí 20 años dedicados al estudio.

Platón estuvo toda su vida preocupado por los problemas políticos. La situación de
su país, después de una tiranía, pero con una democracia que condena a Sócrates, le impide
participar activamente en la vida política. En cambio, dedica a ésta gran parte, de sus
escritos, entre ellos sus dos obras maestras, La República y Las Leyes, que aunque no
ejercieron una influencia inmediata sobre su país, lo han hecho en el mundo a lo largo de
los 25 siglos transcurridos desde que fueron escritas. Platón tampoco abandonó nunca su
interés por la poesía, como lo demuestra el bello estilo de la mayoría de sus obras. A estas
preocupaciones unió la no menos intensa por la pedagogía.

La pedagogía de Platón está basada en su filosofía, la cual a su vez descansa en su


concepción de las ideas. Éstas son el último fundamento y esencia de la realidad. Son como
los arquetipos o modelos de las cosas, a las que éstas aspiran, como la auténtica realidad,
sobre la puramente sensible, tal como se ve en la famosa alegoría de la caverna platónica.
Lo esencial para nosotros es que en Platón, corno en Sócrates, predominan las ideas éticas,
la preocupación por la justicia. De aquí surgen sus dos obras citadas, en las que expone sus
ideas políticas y pedagógicas.

En Platón la educación está al servicio del Estado, pero a la vez éste se halla al
servicio de la educación. No hay educación sin Estado, pero tampoco hay Estado sin
educación. El Estado es como el individuo en grande. Éste se halla constituido por tres
estratos o capas: la de los apetitos o instintos, de carácter irracional y biológico; la del valor
o voluntad combativa, y la racional o espiritual. A estas tres partes del hombre
corresponden tres clases sociales en el Estado: a la de los apetitos e instintos, la de los
productores o trabajadores; a las del valor, los guerreros guardián es y a la racional los
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gobernantes. Cada una de estas clases tiene un tipo especial de educación dentro de la
organización general educativa del Estado. Ésta se halla expuesta como se ha dicho en La
República de carácter más utópico y en Las Leyes, escritas después y de carácter más
realista. Aquélla está orientada en la dura educación espartana, sin duda para contrarrestar
el carácter individualista de la sociedad en que vivía Platón; la última tiene más en cuenta la
realidad v es menos rigurosa. En La República se llega a la comunidad de mujeres e hijos,
en beneficio del Estado, pero en detrimento de la vida familiar. En Las Leyes se organiza
una educación estatal, pero se respeta la vida individual. Aquélla recuerda a los Estados
totalitarios actuales, en ésta predomina una concepción democrática.

El fin de la educación para Platón es, como para Sócrates. la formación del hombre
moral, y el medio para ello es la educación del Estado, en cuanto éste representa la idea de
la justicia. El Estado no es, pues, un fin en sí, sino un medio para realizar la justicia y la
educación conforme a ella.

Como toda la educación helénica, Platón considera a la gimnástica y a la música


como los instrumentos esenciales de la educación, pero asigna a ambas un papel más
amplio que la educación tradicional. En la gimnástica incluye no sólo los ejercicios físicos
y la higiene, sino también la formación del carácter, el cultivo del valor; en tanto que la
música comprende a más de la música, la danza y el canto, las letras y por primera vez las
matemáticas. Pero unas y otras puestas al servicio del espíritu. Los dioses -dice- han hecho
a los hombres el presente de la música y la gimnástica, no con el objeto de cultivar el alma
y el cuerpo (pues si éste saca alguna ventaja es sólo indirectamente) sino para cultivar el
alma sólo y perfeccionar en ella la sabiduría y el valor, concertándolos, ya dándoles
expansión, ya conteniéndoles en sus justos límites" 1.

Platón define a la educación diciendo "que debe proporcionar al cuerpo y al alma


toda la perfección y belleza de que uno y otra son. susceptibles" 2.

La educación para él comienza antes del nacimiento con la eugenesia e incluso con la
regulación de los matrimonios. En la primera infancia predominan los juegos educativos
practicados en común por los niños de uno y otro sexo. La educación propiamente dicha
empieza a los siete años con la gimnástica y la música, como se ha dicho. Aquí sólo queda
añadir la gran importancia que asigna en la educación a las narraciones y cuentos y en
general a la literatura, que quiere que se cuide para evitar perturbaciones. Esa educación
continúa hasta los 18 años en que comienza la "efebia" o preparación cívico-militar. Los
mozos más capaces continúan su educación después de los 20 años ya con carácter superior
y basada en las matemáticas y la filosofía. De entre ellos se seleccionan a los futuros
gobernantes, prosiguiendo su educación hasta los 50 años. En realidad ésta continúa
durante toda la vida.

1 La República, Libro III.


2 Las Leyes, Libro VI.
Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga. Página N° 46
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En Las Leyes, Platón atenúa su radicalismo pedagógico y se atiene más a la realidad
ateniense. En ellas, sin embargo, se sigue manteniendo la educación igual para los hombres
y las mujeres, incluso en la gimnástica, aunque separadamente. Unos y otras se dedicarán
desde los 10 a los 13 años al estudio de las letras y después otros tres al de la música, la lira
principalmente. A éstos se añaden dos cursos de 3 años cada uno dedicados a la aritmética,
a la geometría y a la astronomía, terminando su educación como se ha dicho en la dialéctica
y filosofía. Es interesante observar que Platón pide ya aquí la creación de su comisario de
educación encargado de inspeccionarla y dirigirla y de maestros especiales para ella.

La educación, como la sociedad de Platón, está basada en la diferenciación de clases


sociales; pero ésta no es una separación fija, de tipo aristocrático, sino que surge de los
caracteres y talentos de los individuos. Así, los hijos de los gobernantes son incapaces "no
quiere [el dios] que se les dispense ninguna gracia., sino que se les relegue al estado que les
conviene, sea el de artesano, sea el de labrador".

Para Platón lo decisivo en la vida del Estado es, sobre todo la educación, más que
las leyes o la forma de gobierno. Así dice "que el mando esté en manos de uno solo o en la
de muchos, esto no alterará en nada las leyes fundamentales del Estado, si los principios de
educación que hemos establecido son rigurosamente observados" 1.

Platón emplea como Sócrates, el diálogo como forma de educación, y no se puede


diferenciar las modalidades de uno y otro, ya que Platón es el que las expone en sus obras
sin establecer distinciones entre ellas. Pero se supone que el diálogo platónico es más
sistemático y encaminado a fines fijados de antemano. En uno y otro la educación tiene el
mismo carácter intelectualista, al referirse en último término a los conceptos y las ideas,
aunque en Platón se acentúa más el aspecto de la belleza.

1 La República, Libro IV.

Si después de todo lo expuesto quisiéramos resumir la idea esencial de la pedagogía


de Platón, podríamos decir que es la formación del hombre moral dentro del Estado, en
cuanto éste representa la justicia.

4. ISÓCRATES

Dentro de la educación y la pedagogía griegas representa Isócrates (436-338 a. C.)


un papel singular, el de la retórica frente a la filosofía. Se conocen pocos detalles de su
vida, pero ideológicamente procede de los sofistas, a quienes tanto se parece, aunque los
ataca, como lo hace también con Platón. Isócrates aparece, en efecto, como la antítesis más
completa de la filosofía platónica. Según Dilthey, lo mismo que existió una lucha entre
Sócrates y los sofistas, hubo otra entre la escuela de retórica de Isócrates y la escuela
platónica decidiéndose, con gran perjuicio para el desarrollo espiritual griego, a favor de las
escuelas de retórica. Isócrates fue también un educador; fundó en Atenas hacia 380 una
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escuela que tuvo muchos alumnos, que pagaban elevadas sumas por la enseñanza. En ella
se enseñaba sobre todo la retórica, la elocuencia y las disciplinas necesarias para la política
y la vida. Isócrates desdeñaba , la filosofía y la pedagogía platónica, diciendo: "Yo
desapruebo la paideia llegada en nuestros días, a saber la geometría , la astronomía y la
discusión de cuestiones litigiosas. La joven generación encuentra en esto un gran placer.
Entre los ancianos nadie lo sentirá más que como algo insoportable". Lo importante de
Isócrates es la influencia que ejerció no sólo en su tiempo, sino en los posteriores. Pues
muchos de los pedagogos romanos y del Renacimiento humanista se inspiraron en su
retórica más que en los filósofos clásicos La lucha entre la retórica y la filosofía ha llegado
hasta nuestros días.

5. ARISTÓTELES

Como Sócrates y Platón, Aristóteles une a la reflexión pedagógica una gran


actividad educativa; fue no sólo un gran filósofo, sino también un educador, un maestro. De
aquí el interés de sus ideas -pedagógicas, aunque desgraciadamente se hayan perdido parte,
de sus escritos más importantes sobre ellas.

Nacido en 384 a. de C., fuera de Grecia, en Estagira, hijo de un médico, ingresa a


los 18 años en la Academia platónica, donde permaneció hasta los 38 en íntima relación
con su maestro. A la muerte de éste abandona la Academia, y después de pasar tres años en
Misias, donde se casa, marcha a Macedonia a encargarse de la educación del hijo de Filipo,
del que después había de ser Alejandro Magno. En 334 vuelve a Atenas y funda, como
Platón, una escuela en un bosquecillo dedicado a Apolo Licio, de donde toma su nombre de
Liceo. Allí estuvo 8 años, pero al morir Alejandro, Aristóteles como Sócrates, fue acusado
de impiedad y tuvo que refugiarse en la isla de Eubea, donde murió en 322, a los 62 años de
edad.

En la vida de Aristóteles hay dos momentos de gran interés para la educación. Uno,
como educador, o preceptor durante cuatro años de Alejandro, con lo que inicia lo que
después ha de llamarse educación del príncipe. Aristóteles educó a Alejandro conforme a la
tradición helénica heroica, basándose en Homero, pero dando un gran lugar también en las
ciencias, a la ética y a la política. El segundo momento de la actividad educativa de
Aristóteles está representado por su Liceo, que era a la vez, como la Academia, un centro
de educación y de investigación, pero con una mayor participación de las ciencias que en
aquélla. En efecto, ,en el Liceo reunió Aristóteles un material científico y bibliográfico
enorme. Pero no se descuidaba tampoco la enseñanza. A ésta se dedicaban las mañanas,
reduciéndolas a pequeños grupos de alumnos seleccionados, que seguían cursos de estudios
regulares; las tardes se dedicaban a un público más amplio, dándose conferencias ,,obre
temas generales de filosofía y política. Tanto la Academia como el Liceo son, con el Museo
de Alejandría, las instituciones más altas de la cultura y la educación helénicas y quizás de
todos los tiempos.

La finalidad de la educación para Aristóteles es el bien moral, el cual consiste en la


felicidad, que no hay que confundir con el placer, aunque éste sea una condición necesaria
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para aquélla Por felicidad entiende Aristóteles la plenitud de la realización de lo humano en
el hombre. Ahora bien, para conocer el bien no basta con conocerlo, con el saber como
quería Sócrates, sino que hay que practicarlo, realizarlo. No basta adquirir las ideas morales
sino que hay que partir de los actos, de la formación de hábitos, del dominio de las pasiones
para llegar a las voliciones completas, racionales. Con esto Aristóteles se aleja del
intelectualismo socrático y crea la dirección voluntarista en la educación.

Para Aristóteles hay, en efecto, tres cosas que pueden hacer al hombre bueno: la
naturaleza, el hábito y la razón. La primera nos es dada, pero puede ser modificada por el
hábito, como éste a su vez debe ser dirigido por la razón. Pero es preciso que las tres cosas
se armonicen, aunque siempre predominando el elemento racional. A estos tres elementos
corresponden tres momentos en la educación: la educación física, la educación del carácter
y la educación intelectual, que deben realizarse en forma sucesiva. "Es necesario -dice-
ocuparse del cuerpo antes de pensar en el alma; Y después del cuerpo es preciso pensar en
el instinto, bien que en definitiva no se forme el instinto sino para servir a la inteligencia, ni
se forma el cuerpo sino para servir al alma" 1.

Para Aristóteles, como para Platón, la educación es una función del Estado, aunque
no llega al radicalismo de éste, ya que reconoce a la familia como lugar de la primera
infancia. Pero la educación es necesaria para el Estado: "Donde quiera que la educación ha
sido desatendida, el Estado ha recibido un golpe funesto", dice en su Política 2. Y esta
concepción estatal la acentúa aún más al pedir su monopolio por el Estado frente a la forma
privada de educación: “Como el Estado todo sólo tiene un solo y mismo fin, la educación.
debe ser tina e idéntica para todos sus miembros ... En nuestra opinión es de toda evidencia
que por la ley debe arreglarse la educación, y que ésta debe ser pública" 3. Y por ello regula
en su obra minuciosamente la educación de los niños empezando por la celebración del
matrimonio y por la generación de los hijos.

Según su plan, hasta los cinco años los niños reciben en sus casas una educación que sólo
consiste en reglas higiénicas de vida y en someterles al endurecimiento. De los cinco a los
siete años deben asistir a ciertas lecciones, y de los siete en adelante la educación debe
comprender dos períodos: el primero desde los siete años a la pubertad y el segundo desde
la pubertad hasta los veintiún años.

1 Política, Libro IV

2 ídem, Libro VIII.

3 Política, Libro VIII.

Las dos partes esenciales de la educación para Aristóteles, como para todos los
griegos, son la gimnástica y la música. La primera no tiene por fin formar atletas, sino
desarrollar el valor, el coraje, y hasta la adolescencia los ejercicios deben ser ligeros para
no detener el crecimiento del cuerpo; después deben ser más rudos y severos. La música
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tiene por fin ejercer una influencia moral, aunque también debe servir para el recreo, y el
placer. Además de la gimnástica y la música, la educación comprende las letras y el dibujo.

Por desgracia, Aristóteles no nos ha dejado un escrito exponiendo su plan de


educación intelectual, que sin duda debería alcanzar un gran desarrollo. Pero dadas sus
ideas filosóficas y científicas es de presumir que las ciencias ocuparían en él un lugar muy
importante, como ocurría en el Liceo, y que entre ellos figuraran no sólo las matemáticas
sino también las ciencias naturales en las que fue también un maestro. Lo mismo podemos
decir respecto al método. Siendo Aristóteles el fundador del método inductivo hay que
suponer que lo aplicaría también ampliamente en la educación. Aristóteles cultivó también
la retórica en su escuela. Pero, a diferencia de Isócrates, la basaba en la lógica y la
dialéctica, dándole un carácter objetivo científico.

La influencia de Aristóteles en la educación y la pedagogía se debe no tanto a sus


ideas pedagógicas, que no desarrolló ampliamente, como a sus concepciones filosóficas y
científicas. Éstas influyeron grandemente en las épocas posteriores sobre todo en la Edad
Media y el Renacimiento, y aún lo hacen en nuestros días.

CAPÍTULO VI
LA EDUCACIÓN ROMANA
Aunque la cultura y la educación romanas se han desarrollado más tarde que las
griegas, ambas han seguido una marcha semejante, como parte de un mismo todo, que
Tovnbee y otros historiadores han llamado la "civilización helénica". Sin embargo, la
educación romana posee, a nuestro juicio, una importancia tan destacada y su influencia ha
sido tan grande en el mundo occidental, sobre todo en los países latinos, que merece ser
estudiada independientemente.

La cultura romana tiene como fondo, igual que la griega, una civilización anterior,
en este caso la etrusca, que alcanzó un gran desarrollo y que ha influido grandemente en
aquélla, sobre todo en su arte y su religión, y se sospecha que también en su educación,
aunque carecemos de datos suficientes para demostrar es lo último.

A pesar de su estrecho parentesco, existen bastantes puntos de divergencia entre la


cultura y la educación griega y la romana. A nuestro juicio, y expuestas muy
sintéticamente, las principales características de la cultura y la educación romanas, son las
siguientes

1º En lo humano, la valoración de la acción, de la voluntad sobre la reflexión y la


contemplación.

2° En lo político, la acentuación del poder, del afán de dominio, de imperio.

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