Norma de Conflicto y Norma de Derecho Material
Norma de Conflicto y Norma de Derecho Material
Norma de Conflicto y Norma de Derecho Material
Derechos adquiridos
Según el artículo 5 de la Ley "las situaciones jurídicas creadas de conformidad con un
Derecho extranjero que se atribuya competencia de acuerdo con criterios
internacionalmente admisibles, producirán efectos en la República, a no ser que
contradigan los objetivos de las normas venezolanas de conflicto, que el Derecho
venezolano reclame competencia exclusiva en la materia respectiva, o que sean
manifiestamente incompatibles con los principios esenciales del orden público
venezolano".
La disposición copiada tutela los llamados "derechos adquiridos", es decir, las situaciones
jurídicas creadas al amparo de un derecho extranjero; sería absurdo que la "lex fori" los
desconociese, como si su sistema legal fuese el único en el mundo capaz de validar tales
situaciones. Un aislamiento de ese tipo sería inconcebible.
Mas, el reconocimiento de tales "situaciones" -término más amplio y extenso que el de
"relaciones"- no es incondicional, pues se halla sujeto al cumplimiento de ciertos
requisitos. Es necesario, primero, que el Derecho extranjero, creador de la situación, se
haya atribuido "competencia" de acuerdo con criterios internacionalmente admisibles; no
se puede admitir una competencia arbitraria, inconexa con el supuesto de hecho
constitutivo de la situación jurídica creada. Se exige, en segundo término, que dichas
situaciones no contradigan los objetivos de las normas venezolanas de conflicto, lo cual,
en mi parecer, constituye una suerte de reiteración ampliada de lo dicho anteriormente,
pues se presume que el objetivo de las normas venezolanas de conflicto se halla fundado
en criterios internacionalmente admisibles. Finalmente, las situaciones que se reconocen
no pueden ser manifiestamente incompatibles con los principios esenciales del orden
público venezolano. Se consagra así el concepto de "orden público internacional", pero
referido a las "situaciones jurídicas" creadas de conformidad con un sistema legal
extranjero, lo cual es distinto al mismo concepto de "orden jurídico internacional" como
causa de exclusión del derecho extranjero declarado aplicable, prevista en el artículo 8?
de la Ley.
La adaptación
Pudiera darse el caso de que varios sistemas legales puedan ser competentes para regir
diversos aspectos de una misma relación jurídica, hipótesis en la cual se plantea la
necesidad de aplicarlos sin interferencias ni desajustes. Es esta hipótesis la que regula el
artículo 7? de la Ley, al disponer que "los diversos derechos que puedan ser competentes
para regular los diferentes aspectos de una misma relación jurídica, serán aplicados
armónicamente, procurando realizar las finalidades perseguidas por cada uno de dichos
Derechos. Las posibles dificultades causadas por su aplicación simultánea se resolverán
teniendo en cuenta las exigencias impuestas por la equidad en el caso concreto".
Del modo que precede la Ley regula lo que en la dogmática internacional privatista se
denomina "adaptación". En la hipótesis planteada por la disposición legal en comento,
debe procederse elásticamente, acomodando o ajustando los diferentes ordenamientos
aplicables a diversos aspectos de una misma relación jurídica, de manera que su
aplicación resulte armónica y congruente. La "equidad", que es siempre un "desiderátum"
de la Ley, es el norte que se señala.
La institución desconocida
El artículo 9? de la Ley regula la llamada "institución desconocida", en estos términos:
"Cuando el Derecho extranjero declarado aplicable al caso establezca instituciones o
procedimientos esenciales para su adecuada aplicación que no estén contemplados en el
ordenamiento jurídico venezolano, podrá negarse la aplicación de dicho Derecho
extranjero, siempre que el Derecho venezolano no tenga instituciones o procedimientos
análogos".
La institución desconocida es la prevista en el Derecho extranjero declarado aplicable por
la norma de conflicto y no prevista ("desconocida") en el ordenamiento jurídico al cual
dicha norma pertenece. Si en la "lex fori" -que ordena aplicar una ley extranjera- no
existen las instituciones, mecanismos o procedimientos necesarios para su apropiada
ejecución, mal puede pretenderse que el Derecho extranjero sea obedecido. Sin embargo,
el legislador ha querido evitar que tal circunstancia sea una fácil excusa para excluir la
aplicación del Derecho extranjero; de allí que la negativa a aplicar este Derecho no sea
procedente cuando en el ordenamiento jurídico de la "lex fori" existan instituciones o
procedimientos análogos, es decir, semejantes. Queda a criterio del Juez determinar si la
semejanza entre las instituciones o procedimientos de la "lex fori" y los de la ley extranjera
permiten alcanzar los objetivos perseguidos por la norma de conflicto al remitir la solución
del caso al "derecho material" foráneo.
La calificación
La Ley guarda también silencio sobre el espinoso problema de la "calificación",
considerado como el más complejo de todo el Derecho Internacional Privado. La
Exposición de Motivos dice al respecto: "La Ley ha preferido formular simples normas
generales de orientación, a través de la adaptación (artículo 7), que alertan al intérprete
sobre el sentido general de los problemas. A esto se debe la ausencia de la regulación
expresa de la calificación, probablemente la más difícil y problemática cuestión de todo el
Derecho Internacional Privado".
"La calificación" tiene que ver, a grandes trazos, con el ordenamiento jurídico competente
para definir tanto el supuesto de hecho como el factor de conexión de la norma de
conflicto, existiendo, para ello, tres sistemas: el de la "lex fori", el de la "lex causae" y de la
llamada "calificación autónoma". El silencio de la Ley en la materia, le permite al Juez
escoger entre las opciones existentes.
Colofón
Las reflexiones que anteceden permiten darse una idea de las principales orientaciones
de nuestra primera Ley de Derecho Internacional Privado. Nos hacía falta un estatuto de
esa especie, porque la profusión de la codificación internacional en la cual ya hemos
participado contrastaba con la pobreza del derecho interno sobre la materia. La nueva Ley
no es perfecta, pero sí perfectible. Aguardemos a los esclarecimientos y comentarios que
de sus disposiciones seguramente harán la doctrina y la jurisprudencia.