14 12 23 Epilepsia
14 12 23 Epilepsia
14 12 23 Epilepsia
FAREM - Chontales
Facultad Regional Multidisciplinaria
“Cornelio Silva Arguello”
Programa Universidad en el Campo
Carrera: Medicina
Epilepsia
Integrantes:
Introducción ........................................................................................................................................ 2
Justificación......................................................................................................................................... 2
Objetivos ............................................................................................................................................. 3
Desarrollo ............................................................................................................................................ 3
Conceptos básicos ........................................................................................................................... 3
Historia de la Epilepsia ................................................................................................................... 3
Epidemiología ..................................................................................................................................... 6
Etiología de la Epilepsia...................................................................................................................... 8
Fisiopatología .................................................................................................................................... 10
Clasificación de las Epilepsias .......................................................................................................... 11
Clasificación de las crisis epilépticas ILAE 1981 ............................................................................. 12
Crisis Generalizadas (convulsivas o no convulsivas)........................................................................ 13
Clasificación Internacional de Epilepsias y Síndromes Epilépticos ILAE 1989............................... 16
Diagnóstico ....................................................................................................................................... 21
Tratamiento ....................................................................................................................................... 22
Epilepsia Mioclónica Juvenil (EMJ) ................................................................................................. 26
Manifestaciones clínicas ............................................................................................................... 26
Diagnóstico ................................................................................................................................... 26
Tratamiento ................................................................................................................................... 27
Epilepsia Refractaria ......................................................................................................................... 27
Etiología ........................................................................................................................................ 27
Diagnóstico ................................................................................................................................... 28
Tratamiento ................................................................................................................................... 28
Lineamientos para el tratamiento quirúrgico de la Epilepsia ............................................................ 29
Cirugía ........................................................................................................................................... 29
Estimulación del Nervio Vago ...................................................................................................... 30
Calidad de Vida ................................................................................................................................. 30
Aspectos Psicosociales y Epilepsia ................................................................................................... 32
Aspectos Psicológicos ....................................................................................................................... 33
Cognición .......................................................................................................................................... 34
La Familia ......................................................................................................................................... 34
El Trabajo .......................................................................................................................................... 36
Calidad de Vida en pacientes con epilepsia ...................................................................................... 36
Conclusiones ..................................................................................................................................... 38
Bibliografía ....................................................................................................................................... 38
Bibliografía ....................................................................................................................................... 38
Anexos............................................................................................................................................... 39
1
Introducción
A través de la historia de la humanidad desde Hipócrates (460 a 355 a.C.) hasta la actualidad,
pocos padecimientos han acumulado tantas creencias erróneas, basadas en la superstición,
prejuicio o ignorancia como la epilepsia; misma que ha sido vista como castigo, hechizo,
posesión demoníaca, enfermedad contagiosa o locura.
Debido a estas consecuencias la calidad de vida del paciente con epilepsia, puede resultar
menguada debido a factores médicos, así como prejuicios y estigmatización de la sociedad
misma hacia la enfermedad, ya que el desconocimiento social de la epilepsia puede repercutir
en la dinámica familiar, psicológica y laboral del individuo. Por lo que se deben brindar
oportunidades en el ámbito social y laboral que permitan al paciente epiléptico desenvolverse
adecuadamente y tener una vida productiva y emocionalmente estable.
Justificación
General
Específicos
Desarrollo
Conceptos básicos
Epilepsia Idiopática: Este término debe de reservarse para ciertos síndromes epilépticos
parciales o generalizados con características clínicas bien definidas y hallazgos
electroencefalográficos específicos.
Historia de la Epilepsia
La palabra epilepsia viene del griego “epilembalein” y quiere “ser tomado o sorprendido”.
Se tiene indicios de la existencia de la epilepsia desde el código de Hammurabi (2080 a.C.)
que es uno de los documentos más antiguos relacionados con la medicina.
Los primeros conocimientos que definen a la epilepsia como una enfermedad, fundado en un
análisis serio y completo, se encuentra en Hipócrates, médico griego (460 a 355 a.C.), en su
3
época se mencionaba que la epilepsia era una enfermedad demoníaca, dándole una
connotación mágicoreligiosa, sobrenatural, lo cual provocó que los enfermos fueran aislados
y que la población en general sintiera temor hacia ellos.
Hipócrates tenía el convencimiento de que “la epilepsia era una enfermedad que afectaba al
sistema nervioso y sobre todo al cerebro”, dando lugar a que la enfermedad llamada sagrada
(epilepsia) no le parecía ni más sagrada ni más divina que las otras; y mencionó: “se
reconocerá por el hecho de que el enfermo pierda la voz, le sale espuma por la boca, rechina
los dientes, las manos se le tuercen, la mirada se le extravía, pierde el conocimiento y algunas
veces se produce salida de excrementos. A los hombres les causa asombro, pues no se parece
nada a las enfermedades ordinarias”. Por lo tanto, se entendía que toda persona que cuente
con un cerebro esta propensa a padecer de epilepsia.
Hipócrates continuó con sus descripciones y afirmaciones pues especificó varias formas de
ataques, signos premonitorios y auras, separo las verdaderas crisis epilépticas de la histeria
que en la actualidad conocemos y no solo eso, pues adelantándose varios siglos logro ver la
diferencia entre la epilepsia idiopática y las crisis sintomáticas.
Claudio Galeno (210-130), definió a la epilepsia como: “una caída súbita, es una convulsión
de todo el cuerpo junto a trastornos de importantes funciones. Al igual que Hipócrates la
consideró como una enfermedad que tenía su origen en el cerebro y se debía a causas
naturales. También describió diversas clases de crisis, incluyendo signos premonitorios y
auras.
“Corría el año 1255, estamos en plena Edad Media y en una aldea situada al norte de
Alemania, entre la ciudad de Koln (Colonia) y Bonn, a orillas del río Rhin, hay conmoción
entre los habitantes. Una joven mujer embarazada, honesta, religiosa y de noble corazón,
casada con un honrado labriego está sufriendo convulsiones. El parto esta próximo y el niño
es ansiosamente esperado por sus padres, así como por toda la familia. Pero hay una tragedia,
si está embarazada y convulsionando, no hay duda que es un engendro diabólico; en el vientre
de esa mujer se agita un íncubo y por lo tanto, es de imperiosa necesidad ajusticiar a la madre
para evitar que nazca un hijo del demonio. La pequeña comunidad, ciega por el fanatismo,
procede a la ejecución y la infeliz mujer es ahogada en el río”.
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Quizá esta mujer padecía epilepsia en forma de gran mal o a lo mejor estando embarazada y
con el feto a término, sufría de eclampsia. Pero estos fanáticos desconocían las conclusiones
sobre la epilepsia que Hipócrates había descubierto y enunciado mil setecientos años atrás.
Es a finales de este siglo (XIII) cuando los epilépticos fueron considerados como enfermos.
En la era cristiana, Charles Le Pois (1563-1636), quien volvió a confirmar que es el cerebro
donde se debe situar el origen de la epilepsia y ninguna “brisa fría” puede ser la causa de un
ataque. El aura solo es el comienzo. No hay duda que tanto Hipócrates como Galeno dejaron
conocimientos imborrables con sus estudios y conceptos médicos, en especial sobre la
epilepsia.
En la Época Moderna (siglo XVII) fue acuñado el término de neurología por Thomas Willis
(1621-1675) quien cumpliendo con patrones científicos estudio la fisiología, la patología y
la circulación cerebral y confirmó el origen cerebral, tanto del ataque como del aura,
quedando descartada la magia y las posesiones demoníacas.
La historia de la epilepsia está ligada a la historia de los estudios del sistema nervioso y en
especial del cerebro, sobre todo a la investigación de la actividad eléctrica y de las
localizaciones cerebrales.
Con respecto a la actividad eléctrica del cuerpo humano y del cerebro, en particular, Luigi
Galván (1737-1798) fisiólogo y anatomista italiano, realizando estudios en músculos de rana
descubrió en 1771 la “electricidad animal” publicando en 1790 su descubrimiento en el libro
titulado “La electricidad animal”.
En 1870 Fritsch y Hitzing con sus experimentos en perros descubrieron la corriente eléctrica
cortical, al estimular la corteza cerebral utilizando corriente eléctrica, confirmarían por
primera vez que dicha estimulación era seguida por contracciones de determinados grupos
musculares; con esto demostraron que en la corteza cerebral hay “centros motores aislados”.
En cuanto al cerebro, fue el inglés Richard Caton quien publicó en 1875 sus principales
descripciones sobre la actividad eléctrica cerebral en animales y señalo que entre dos puntos
de la corteza cerebral se aprecian variaciones eléctricas que pueden ser espontáneas o bien
provocadas por la actividad funcional del órgano.
A principios del siglo XIX (1815) Heberden, describió algunas características clínicas con
diferente presentación de crisis convulsivas tanto en los niños como en los adultos. Por otra
parte, Esquirol acuñó los términos gran mal y pequeño mal, que por tantos años
predominaron en las clasificaciones de epilepsia. El estudio moderno de la epilepsia se inició
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con John Hughling Jackson (1835- 1911), quien tomando en cuenta las investigaciones de
Thomas Willis y las propias, fue el primero en aclarar las crisis focales y las localizaciones
cerebrales, describió a la epilepsia como: “una descarga ocasional, súbita excesiva, rápida y
local de la sustancia gris” (1860). Jackson amplió este concepto y mencionó que “la
convulsión es el final de un síntoma que implica que solo haya una descarga ocasional,
excesiva y desordenada del tejido nervioso en los músculos, hay muchas variaciones de
descarga. De acuerdo con el lugar de descarga (lesión) varían los síntomas del paroxismo”.
Para Jackson el pequeño mal y el gran mal están incluidos en la concepción de la epilepsia
focal.
La difenilhidantoína fue sintetizada por Bilts en 1908; pero fue hasta 1938, después de los
trabajos de Merrit y Putnam, que se recomendó su uso como tratamiento antiepiléptico. En
1933 Sternback sintetizó las benzodiazepinas, las cuales se utilizaron en 1959 por primera
vez como medicina psicoterapéutica. La epilepsia de ausencias se vio beneficiada con la
introducción del trimetiloxazolidiona. El valproato de sodio fue sintetizado por Burton desde
1882, pero su efecto terapéutico se conoció hasta 1962 y fue introducido en Francia en 1967.
El clordiazepóxido y el diazepam tienen buen efecto antiepiléptico; sobre todo el diazepam,
que se usa en estados convulsivos o status epiléptico. Por otra parte, se inicia el tratamiento
quirúrgico de la epilepsia, siendo Horsley el primero en reportar dicha práctica en las formas
resistentes a medicamentos.
Las primeras técnicas fueron resección del foco y callostomía; Wagenen y Herren reportaron
el 1940 la sección del cuerpo calloso. Esta sección podía ser total o parcial. También se
empleó la hemisferectomía en hemisferios atróficos congénitos. Foerster en 1935 empleó la
electrocortigrafía para localizar focos epilépticos y resecarlos quirúrgicamente. En la década
de los 50’s tomó auge la cirugía de la epilepsia, decayendo debido a los resultados poco
satisfactorios y sobre todo por el avance farmacológico, esta práctica no prospero por un
tiempo.
Epidemiología
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a partir de los 20 años. Según diferentes estudios la tasa general de prevalencia de epilepsia
varia de 5 a 8 por cada 1000 habitantes en países industrializados, mientras que en los
subdesarrollados es de 8 a 57 por cada 1000 habitantes.
Epilepsia y Embriología
La información genética puede ser utilizada, tanto para clarificar el diagnóstico en personas
que ya saben que padecen, o en aquellas en las que se sospecha una epilepsia.
Adicionalmente, una de las áreas más promisorias de la pesquisa genética de las epilepsias
es la fármaco-genómica, que consiste en la búsqueda de variantes genéticas asociadas a la
eficacia y a la tolerancia a los tratamientos. El uso de pruebas genéticas en variantes asociadas
a respuesta a tratamientos, podrían tener beneficios clínicos evidentes.
Las nuevas tecnologías en el área de la genética molecular han permitido, por ejemplo, la
genotipificación a gran escala de SNPs (polimorfismos de base única) y el secuenciamiento
paralelo en masa. El análisis de variaciones del número de copias génicas, las llamadas CNVs
(del inglés copy number variation) forman parte de este progreso en los estudios moleculares.
Fanciulli y colaboradores, el 2012, identificaron micro-deleciones en el gen LGI1 a través
del análisis de CNVs en familias con epilepsia del lóbulo temporal autosómico dominante
con síntomas auditivos, que eran negativas para mutaciones puntuales en la secuenciación
directa de los exones de ese gen.
En tres niños las variantes estaban en genes con funciones que son posiblemente relevantes
en epilepsias (KCNH5, CLCN4 y ARHGEF15). Los autores sugieren que WES sería de
utilidad en el diagnóstico genético molecular de epilepsias esporádicas en niños,
especialmente en crisis de inicio precoz y de difícil control.
7
epileptogénesis, sino que además podría tener una gran repercusión en el diagnóstico,
pronóstico y tratamiento de las crisis
Etiología de la Epilepsia
Detrás de cada trastorno convulsivo, existe una causa específica, sin embargo, la mayoría de
las epilepsias (55 a 89%, según los estudios) son de causa desconocida. En aproximadamente
un tercio de los enfermos puede identificarse una causa en cuyo caso se trata de epilepsias
secundarias o sintomáticas.
De acuerdo con la edad de inicio de las crisis, la etiología más frecuente es:
4 meses a 3 años: convulsiones febriles, parálisis cerebral, infección o trastorno vascular del
SNC, errores congénitos del metabolismo como la deficiencia de vitamina B6,
intoxicaciones, enfermedades postraumaticas, Facomatosis.
8
55 a 75 años: isquemia cerebral, neoplasia primaria o metastásica, uremia, insuficiencia
hepática, desequilibrio hidroelectrolítico.
Factores Genéticos
Los factores genéticos se encuentran involucrados en casi todas las formas de trastornos
epilépticos. Las epilepsias idiopáticas están sumamente relacionadas con una predisposición
genética, probablemente de origen multifactorial. La expresión fenotípica característica es la
aparición de crisis epilépticas espontáneas o recurrentes.22 Se menciona que más de 140
enfermedades genéticamente determinadas conllevan como manifestación importante las
crisis epilépticas. El modo de transmisión puede ser autosómico dominante o más frecuente
autosómico recesivo.
Factores Infecciosos
Factores Traumáticos
Desde la antigüedad se conoce que, después de los traumatismos craneales, pueden aparecer
crisis convulsivas. Las crisis pueden desarrollarse, ya sea, en la fase aguda o como secuela
tardía del traumatismo. Las crisis en la fase aguda son raras, pero en la fase subaguda o tardía
la aparición de las crisis puede llegar a ser hasta del 27 %. Las crisis que se presentan en la
fase tardía (3 meses a 2 años posterior al traumatismo) se deben a la presencia de una
formación cicatricial, la cual tiene un efecto epileptogénico. Aparentemente, la zona más
susceptible de presentar este tipo de lesiones es lóbulo frontal y las áreas centrales del
cerebro. El tipo de crisis más frecuentes son las crisis tonicoclónicas, aparentemente
generalizadas desde el inicio.
Factores Vasculares
9
Factores Metabólicos
Factores Tumorales
Las epilepsias tumorales son muy poco frecuentes en la infancia y adolescencia, mientras
que constituye del 10 al 15% de las epilepsias en el adulto joven y del paciente senil.
Aparecen crisis epilépticas en el 50% de los casos de tumores cerebrales supratentoriales.
Los tumores cerebrales más epileptógenos son los tumores lentamente progresivos que
afectan muy pronto las regiones corticales frontales y centrales. Por orden creciente en cuanto
a capacidad epileptógena, los tipos histológicos son: glioblastomas, meningiomas,
matástasis, astrositomas y oligodendrogliomas.
Fisiopatología
Fisiología del impulso nervioso eléctrico neuronal. Las señales eléctricas de las neuronas se
producen de dos formas:
a) a partir del potencial de acción, que se propaga a lo largo del axón de la neurona de forma
centrífuga desde el soma y permite el transporte de la señal dentro de la neurona y,
b) mediante la transmisión sináptica, que permite la transmisión de la señal entre neuronas y
consiste en impulsos químicos que se convierten en señales eléctricas.
Epileptogénesis
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Los procesos a través de los cuales una neurona puede excitarse o inhibirse tienen bases
químicas, que se dan por:
Los neurotransmisores se definen como una sustancia producida por una célula nerviosa
capaz de alterar el funcionamiento de otra célula de manera breve o durable, por medio de la
ocupación de receptores específicos y por la activación de mecanismos iónicos y/o
metabólicos. Existen muchos neurotransmisores que puede excitar o inhibir una célula
dependiente de la parte del cerebro en que se encuentra. Este desequilibrio produce un
potencial eléctrico anormal, que si se presenta en varias neuronas a la vez se propaga en el
sistema nervioso, ocasionando una crisis epiléptica.
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Clasificación de las crisis epilépticas ILAE 1981
12
Crisis Generalizadas (convulsivas o no convulsivas)
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15
Clasificación Internacional de Epilepsias y Síndromes Epilépticos ILAE 1989
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18
Las clasificaciones de las Epilepsias y Síndromes Epilépticos son cambiante debido no solo
a los avances científicos si no a causa de la historia natural de ciertas epilepsias, que pueden
implicar cambios de categoría.
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Históricamente, la Liga Internacional Contra la Epilepsia (ILAE) ha realizado grandes
contribuciones mediante propuestas de estandarización de terminología y clasificaciones de
las epilepsias que hasta ahora han sido muy importantes para el trabajo clínico y de
investigación.
Diagnóstico
- Historia clínica: Él termino médico necesita obtener una descripción clara sobre las crisis,
la historia personal y familiar.
- Exploración física general: Con el fin de identificar si existen otros problemas causales o
asociados.
- Examen neurológico: Exploración detallada para identificar signos focales o evidencia de
procesos neurológicos progresivos.
- Exámenes auxiliares de diagnóstico:
Electroencefalograma (EEG)
Estudio de neuroimagen (TAC o IRM)
Líquido cefalorraquideo (LCR)
Química sanguínea y Electrolitos séricos.
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Tratamiento
La farmacocinética de cada una de los MAE debe de tenerse en cuenta en el manejo del
paciente, principalmente la vida media de cada fármaco ya que de ella depende el número de
dosis diarias que requiera el paciente, recordando que deben de alcanzarse cuatro vidas
medias para alcanzar un “estado estable, necesario para que el MAE sea eficaz.
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24
25
Epilepsia Mioclónica Juvenil (EMJ)
Los estudios de biología molecular han permitido la identificación de varios genes en las
epilepsias generalizadas idiopáticas (EGI) particularmente la epilepsia de ausencias de la
niñez. Las epilepsias generalizadas idiopáticas más frecuentes son: la Epilepsia mioclónica
juvenil (EMJ), la Epilepsia de ausencias de la niñez (EAN) la Epilepsia gran mal al despertar.
Manifestaciones clínicas
Actualmente se sabe que la EMJ representa la forma más común de la epilepsia de inicio en
la adolescencia, con un rango de edad de 80 a 30 años, con una media de 14.2 años con
predominio en el sexo femenino (3:2). Se caracteriza por episodios de sacudidas mioclónicas
bilaterales, aisladas o repetitivas, arrítmicas, irregulares de predominio en miembros
superiores, que generalmente ocurren al despertar y son desencadenadas por la falta de sueño,
y/o consumo de alcohol. Puede acompañarse de caídas. Se asocian frecuentemente a crisis
clónico-tónico-clónico o tónico-clónico generalizadas mientras que las ausencias son poco
frecuentes. También pueden presentar fotosencibilidad. Usualmente los pacientes no
mencionan las mioclonías, las cuales pueden pasar inadvertidas a menos que se realice un
interrogatorio dirigido o se practique un video-EGG. Es frecuente que las mioclonías se
confundan con nerviosismo, tics faciales, faríngeos o vocales y suspiros.
Diagnóstico
La mayoría de los pacientes (90%) tiene un EEG durante la vigilia (Janz 1957). El trazo ictal
inicia con trenes de puntas, continua con complejos de polipunta-onda y termina en ondas
lentas (Janz 1973); el 30% de los pacientes son fotosensibles. Los complejos de punta-onda
lenta son influenciados por los ciclos vigilia-sueño, muestran fluctuaciones circadianas y son
más frecuentes durante las primeras horas de la mañana.
El EEG ictal muestra complejos de polipunta-onda lenta de alta amplitud durante las
mioclonías y el EEG interictal muestra complejo de polipunta-onda lenta de 3.5 a 6 ciclos
por segundo.
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Tratamiento
Hasta el momento no existe un medicamento ideal para el tratamiento de las crisis epilépticas.
Sin embargo, aquellos que más se aproximan a este punto de equilibrio serán los que tengan:
a) mecanismo de acción identificado,
b) farmacocinética simple,
c) eficacia comprobada,
d) efectos secundarios limitados.
Lo anterior tendrá como objetivo primordial reducir el número de crisis con las que se logrará
mejorar la calidad de vida en el paciente.
En general, la EMJ responde bien al ácido valproico, que en ocasiones debe administrarse
toda la vida, 50 debido a que se ha confirmado la reaparición de las crisis hasta en un 90%
de los casos al suspender el tratamiento.
Epilepsia Refractaria
Otros autores consideran que la epilepsia refractaria es la presencia de crisis repetidas por
años en un paciente que recibe tratamiento adecuado a dosis altas y que no logran controlar
su enfermedad.
En sí, podría ser un paciente con crisis epilépticas que no es controlado con fármacos bien
seleccionados un año después de que inicio, a pesar de un adecuado diagnóstico y cuidadosa
monitorización del tratamiento. La incidencia es de 17 a 40% de los pacientes con epilepsia.
Factores de refractariedad
Etiología
Las razones más importantes por las que una epilepsia es refractaria al tratamiento son
múltiples, son las anormalidades antogénicas de maduración, alteraciones gliales o
neuronales especialmente relacionadas con problemas de displasias o hesterotipias
neuronales que mediante una descarga repetitiva
27
sincrónica neuronal anormal facilitan la presencia de un fenómeno de Kindling en el paciente
que lleva finalmente una reorganización neuronal que también puede estar asociada a otros
problemas como la hipoxia.
Es posible que en estos pacientes existan también mecanismos genéticos que llevan a la
inadecuada penetración, farmacocinética y farmacodinamia de los medicamentos
antiepilépticos.
Diagnóstico
El diagnóstico del paciente con crisis refractarias debe ser cuidadoso en la monitorización de
fármacos, en el registro prolongado de la actividad eléctrica cerebral del paciente espontánea
o inducida por deprivación de sueño, drogas o incluso con la utilización de sustancias
facilitadoras de crisis, preferentemente, dicho registro debe ser con video-EEG y mapeo
digital aunque en pocos sitios es factible un estudio anatómico y funcional como el SPECT
o el PET sería ideal para este tipo de pacientes, además un estudio de imagen con TAC o de
preferencia con IRM de cráneo.
Tratamiento
Una vez que se ha determinado el diagnóstico se realiza una revaloración farmacológica que
permite de acuerdo al tipo de crisis, patrón electroencefalográfico, manejos previos, costos,
efectos indeseables, etc.
Seleccionar el fármaco más adecuado, el cual se prescribirá a las dosis recomendadas.
El primer punto en el tratamiento de la epilepsia refractaria es definir si realmente es
resistente al medicamento, especialmente considerando si se ha usado el medicamento
apropiado a las dosis adecuadas y si el manejo es con polifarmacia, que la combinación sea
la mejor seleccionada de acuerdo al caso.
Idealmente, se debe iniciar con monoterapia, los fármacos que se pueden usar, dependerán
del tipo de crisis, por ejemplo en el las crisis parciales, se puede usar: carbamazepina (CBZ),
difenilhidantoína (DFH) oxcarbamazepina (OXC), lamotrigina (LTG), fenobarbital (FBM),
o ácido valproico (AVP), entre otros.
Una vez seleccionado el fármaco, administrado a dosis adecuadas con los parámetros
indicados previamente y si el paciente no responde, se deben descartar otras cusas de
resistencia, por ejemplo haber diagnosticado crisis cuando en realidad son pseudocrisis o
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haber equivocado el diagnóstico de crisis parciales, también se debe de estar seguro de que
haya habido un apego al tratamiento.
Existen una serie de factores que pueden modificar la respuesta del paciente al fármaco
seleccionado, entre ellos el uso de otros fármacos concomitantes (antihistamínicos,
antidepresivos, antipsicóticos, hipoglucemiantes), la deprivación de sueño, el exceso de
ejercicio, vivir situaciones de estrés, o tener factores que favorezcan la ansiedad, aunque
frecuentemente se ha demostrado que la exposición a cambios de luminosidad de la
televisión, videojuegos, computadora, o asistir a discotecas pueden ser elementos
disparadores para algunos pacientes. El abuso o abstinencia de alcohol y en la actualidad a
cocaína, o fármacos como las benzodiacepinas también pueden desencadenar crisis
convulsivas.
Entre los puntos clave que se mencionan para la selección del antiepiléptico, están:
a) Definir si son crisis epilépticas (descartar pseudocrisis, crisis fisiológicas) por medio de
video electroencefalograma.
b) Determinar tipo de crisis epilépticas (parcial simple, compleja o generalizada: tónica,
mioclónica, atónica, tónico-clónica, astática).
c) Definir si existe una lesión estructural: IRM
d) Si el paciente está tomando otros fármacos que bajen el umbral para las crisis (tricíclicos,
teofilina, butirofenonas, fenotiacinas).
e) El mecanismo de acción del fármaco.
f) La eficacia del fármaco.
g) La farmacocinética del fármaco.
h) Efectos adversos del fármaco.
i) Individualizar cada paciente de acuerdo a sus características propias.
Cirugía
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b) Hemisferectomía: El procedimiento se aplica en pacientes con epilepsia parcial por
un síndrome hemisférico, por una lesión vascular hemisférica o en el síndrome de
Rasmussen.
En un estudio de seguimiento, después de tres años, hubo una reducción del 20 al 30% de las
crisis en el 30% de los pacientes que fueron sometidos a este procedimiento.60 Aunque su
mecanismo de acción no esta completamente definido, en animales se ha demostrado
desincrinización de las regiones corticales interconectadas lo que llevaría a romper la
descarga sincrónica neuronal anormal que ocurre en la epilepsia, aunque no se ha logrado
demostrar por EEG.
Calidad de Vida
El interés por la Calidad de Vida (CV) de los individuos ha existido desde tiempos
inmemorables. Sin embargo, la aparición del concepto como tal y la preocupación por la
evaluación sistemática y científica del mismo es relativamente reciente. La idea comenzó a
popularizarse en la década de los 60’s hasta convertirse hoy en un concepto utilizado en
ámbitos muy diversos, como son la salud, la educación, la economía, la política y el mundo
de los servicios en general.
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a) Físicos: es la percepción del estado físico o la salud, entendida como ausencia de
enfermedad, los síntomas producidos por la enfermedad, y los efectos adversos del
tratamiento.
b) Psicológicos: es la percepción que el individuo tiene acerca de su estado cognitivo y
afectivo como el miedo, la ansiedad, la incomunicación, la perdida de autoestima, la
incertidumbre del futuro.
También incluye las creencias personales, espirituales y religiosas como el significado de la
vida y la actitud ante el sufrimiento.
c) Social: es la percepción del individuo de las relaciones interpersonales y los roles sociales
en la vida como la necesidad de apoyo familiar y social, la relación enfermera-paciente y el
desempeño laboral.
- Enfoques Cualitativos, que adoptan una postura de escucha mientras relata sus
experiencias, desafíos y problemas y como los servicios sociales pueden apoyarle
eficazmente.
Por otra parte Devinsky y cols en 1995 refieren la CV como el bienestar general y
funcionamiento diario de un individuo. Con respecto a lo anterior, entendemos por bienestar
a ese estado de salud óptimo posible, resultado en parte de las actividades y comportamientos
adecuados; es decir, el proceso activo encaminado a lograr el equilibrio dinámico en las
dimensiones anteriormente descritas; esto implica que se puede experimentar el bienestar, ya
sea que se esté sano o enfermo.
La reacción inicial ante el diagnóstico de la epilepsia tanto por el paciente como por la familia
es de gran incredulidad y temor, algunos llegan a rechazar el tratamiento y van en busca de
otras opiniones médicas, en espera de que alguien les ayude a desechar esta realidad. Se
produce frustraciones en las aspiraciones de los pacientes, para llevar una vida productiva y
se modifica la dinámica familiar, generando reacciones de rechazo que suele venir
acompañada de la sobreprotección de la familia e incluso del cónyuge, llegando a provocar
la desintegración familiar, etc.
Por otra parte, el paciente se desenvuelve en diferentes contextos y juega a la vez varios roles
como el ser miembro de una familia, ser pareja, ser padre o madre, trabajador etc. Estos roles
pueden ir cambiando dependiendo de los hechos, circunstancias y las interacciones con la
sociedad y la cultura (Okum 1984). Algunas investigaciones demuestran que los factores
sociales, culturales e históricos intervienen en la definición de las expectativas de un
individuo y afectan de manera radical las transiciones cruciales de la vida del paciente
(Hagestad, 1990: Stoller y Gibson, 1994).
Por lo tanto, la sociedad es un factor que influye que el individuo se sienta aceptado o
rechazado por una afección. La percepción que el paciente epiléptico tiene de la severidad de
32
sus crisis, tiene una relación de mayor dificultad en el ajuste psicosocial que con el
padecimiento en sí, siendo pos tanto más difícil tratar problemas psicosociales que el control
de las crisis epilépticas (Smith y cols. 1991).
El epiléptico para la sociedad es completamente normal hasta el momento que presenta una
crisis, con lo cual es desacreditado o en ocasiones sobreprotegido por la familia. El prejuicio
que existe hacia la persona epiléptica se encuentra asociado con la falta de conocimiento y
manejo acerca del padecimiento (Hopkins y Appleton, 1996).
Se ha demostrado que el apoyo social que el epiléptico tenga, es un factor indispensable para
el adecuado manejo de su padecimiento encontrándose que existe una mayor aceptación
personal cuando son aceptados por la sociedad (Rider, 1996)
Aspectos Psicológicos
De acuerdo con Portellano y cols. (1995), varias investigaciones confirman que el ocultarla
epilepsia provoca en quienes la padecen conflictos emocionales como inseguridad,
dependencia de otros, pocas relaciones sociales además del estrés relacionado con el temor
de ser descubiertos en su condición de epilépticos.
Los adultos con epilepsia son más propensos a tener baja autoestima, altos niveles de
depresión y ansiedad que personas que no tienen epilepsia, siendo estos niveles no solo
debido a la ocurrencia repentina de las crisis sino a las secuelas negativas de las mismas como
la pérdida neuronal (Baker y cols., 1997; Dan y cols., 1998 y Leydy y cols., 1999).
La falta de control de las crisis, puede causar problemas psicológicos importantes como estrés
emocional, problemas de conducta y aislamiento social, así como la ansiedad y la depresión
que son los dos más frecuentes problemas en los adultos con epilepsia (Dan, 1998).
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Por otra parte, algunos desordenes y rasgos de personalidad han sido vinculados con la
epilepsia. Como dependencia, poca flexibilidad y estabilidad (Sorensen, 1989; Ahern, 1993).
Cognición
Según Dickmen (1978) las descargas eléctricas subictales en la epilepsia temporal afectan la
memoria, debido a que se interrumpe directamente el almacenamiento de la misma. Según
Dan (1998) existe una relación directa entre el número de crisis y la pérdida de células en el
hipocampo, estructura esencial en muchos procesos de memoria.
La Familia
La familia es una influencia importante para el ajuste psicosocial de una persona y también
en su rehabilitación cuando existe una discapacidad. La epilepsia no solo afecta a quién la
padece, sino también a la familia. El impacto de la epilepsia en una familia dependerá en
parte del tipo y la frecuencia de las crisis. Las crisis epilépticas mal controladas pueden
desestabilizar y acabar con sus recursos emocionales y financieros de una familia.
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tipo de padecimiento que aparece en forma repentina, generando emociones de miedo para
quien la presencia y que posteriormente desaparece abruptamente.
A menudo las actitudes familiares y sociales provocan que el epiléptico tenga baja
autoestima, poca independencia y se sienta discriminado y restringido.
Por otro lado, las familias que no aceptan el padecimiento pueden paralizarse por tiempo
indefinido en alguna de sus fases creando sentimientos inadecuados como negación,
confusión acerca de la aceptación del padecimiento y sobreprotección a quién lo padece
(Daurella y cols., 1983). La familia en ocasiones también puede desarrollar sentimientos de
hostilidad hacia el paciente epiléptico, debido al tiempo que deben invertir en la atención a
los cuidados que estos requieren (Rubio, 1991). Este enojo y falta de aceptación por parte de
la familia en invertir parte de su tiempo en el familiar epiléptico provoca efectos negativos
en el ajuste psicosocial del que la padece causando estrés emocional que es un factor principal
de las crisis.
Las familias en ocasiones se preparan por lo que pueda pasarle al epiléptico durante una crisis
cuando ellos no se encuentran. La ansiedad que les produce en ocasiones se va a los extremos,
la sobreprotección puede ser peor que las crisis al no permitirles llevar a cabo actividades por
si solos, ni tomar decisiones acerca de su propio tratamiento farmacológico, de esta manera
no desarrollan habilidades necesarias para ser independientes.
La familia puede vivir con un temor constante ante la ocurrencia de las crisis o del
padecimiento en sí, este miedo que les provoca es claramente detectado por parte del
paciente. De igual manera, el temor de la familia a provocar o facilitar una crisis los lleva a
actuar como incubadoras emocionales e intentan sumergir al paciente en un ambiente
afectivo artificialmente estable.
La familia que se avergüenza del padecimiento puede restar oportunidades en la vida del
paciente epiléptico y contribuir a limitar sus expectativas, así como las oportunidades de
participación social. Los adultos que viven una vida sedentaria son más propensos a tener un
mal funcionamiento del organismo más aun cuando se presenta una enfermedad.
Los familiares deben de estar alertas a la manera como la epilepsia es usada; el epiléptico al
saber la ansiedad que representa para la familia, puede manipular y hacer peticiones
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irracionales. Por otro lado, la familia puede utilizar el padecimiento para cuestiones que no
puede controlar.
El Trabajo
La relación de trabajo y las familiares son centrales para casi todos los individuos dentro de
su entorno. La epilepsia, sigue siendo una desventaja considerable en el mercado de trabajo.
Existe un prejuicio especial en el campo laboral basado en la falta de conocimiento de la
epilepsia, especialmente en los individuos que presentan crisis tónico-clónio generalizadas.
El lugar más común del ocultamiento de la epilepsia es el trabajo, en tanto las crisis no se
hagan presentes (Baker 1997).
Actualmente el concepto de calidad de vida (CV) está surgiendo como un aspecto de gran
interés en el cuidado de la salud. La Liga Internacional contra la Epilepsia en 1992 en
Portugal determina que la medición de la calidad de vida en este padecimiento podría cubrir
una importante necesidad para valorar a la población de pacientes epilépticos.
1) El área física como: la salud general del paciente, la frecuencia y severidad de las
crisis, las condiciones adversas del paciente. Cabe señalar que en ocasiones la
epilepsia se puede presentar conjuntamente con otros padecimientos, enfermedades
o síndromes que deben de ser también evaluados y tratados como el retraso mental,
el autismo, algunas demencias como el Alzheimer, padecimientos psiquiátricos como
la esquizofrenia y síndromes como las afasia.
4) El área social como: las relaciones familiares, las relaciones sociales, de trabajo así
como el estigma y la discriminación (Cramer, 1993).
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Existen evidencias que confirman que los adultos con epilepsia tienen significativamente
menor CV que adultos con otros padecimientos físicos y mentales, de acuerdo Wagner y cols.
Esto se puede ver reflejado en el desenvolvimiento social, emocional, físico y en la
percepción que se tiene en cuanto a la salud en general.
La CV en adultos con epilepsia se afecta por la frecuencia y severidad de las crisis; los
efectos colaterales de los medicamentos antiepilépticos, la poca adherencia al tratamiento
farmacológico así como por aspectos psicosociales teniendo estos últimos gran relevancia
debido a que algunas investigaciones demuestran que llegan a ser igual o más devastadores
que las crisis per se (Dodrill y cols., 1980).
1) los aspectos directamente relacionados con las crisis como el tratamiento de estas y;
2) los aspectos psicosociales.
Los resultados de varios estudios indican que los pacientes que se encuentran libres de crisis
por lo menos en un año tienen mejor CV que los que si han presentado crisis durante este
periodo de tiempo con diferencias claras en la salud mental, en el funcionamiento físico, en
la actividad social y el percepción de la salud en general (Leydy y cols., 1999).
Se han realizado estudios en pacientes con epilepsia donde se ha reportado que la afección
en la CV del paciente está estrechamente relacionada con factores de tratamiento: la falta de
este, problemas con su cumplimiento o la falta de acceso a nuevos antiepilépticos que serían
de gran ayuda en epilepsias de difícil control y estos problemas aumentan el riesgo del
deterioro del paciente a largo plazo. También la preocupación de nuevas crisis es un
componente de la vida diaria del paciente epiléptico, teniendo influencia sobre el desarrollo
personal en áreas como el trabajo, la educación y sobre todo oportunidades sociales lo cual
provoca alteración en su estado emocional.
Tomando en cuenta que también la edad del paciente (adolescente, adulto joven), el género
femenino y un nivel bajo de educación son factores que se correlacionan fuertemente con la
CV de estos pacientes.
También se menciona que las mujeres con epilepsia y en la edad reproductiva (25 a 35 años)
y el deseo de tener hijos y formar una familia; están en alto riesgo de sufrir depresión dando
como resultado implicaciones físicas, psicológicas y sociales.64 Por otra parte, la situación
económica por falta de empleo, las deficientes interacciones con otras personas producen
gran prevalencia de desórdenes psicosociales en estos pacientes.
Dichos estudios describen que no solo los problemas en relación con el número de crisis y el
tratamiento farmacológico son un obstáculo para que su CV no se vea afectada, sino que en
ocasiones, las características sociodemográficas están más relacionadas a los problemas que
presentan y los lleva a una deficiente CV.
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Conclusiones
Bibliografía
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Anexos
Caso Clínico
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