El Cuerpo en Terapia - M.A.
El Cuerpo en Terapia - M.A.
El Cuerpo en Terapia - M.A.
1. Resumen
Una psicoterapia basada solamente en los procesos psicológicos y que ignora los
procesos corporales no es una terapia integrativa. Al igual que el trabajo corporal
que se concentra en el cambio físico y resta importancia a la emoción y su
significado, es unilateral y no integrado.
Breuer habló a Freud del procedimiento de “Cura de charlas” con la paciente Anna
O. Era una paciente histérica muy grave, padecía contracturas, parálisis, ceguera y
deterioro del habla. Breuer se dio cuenta del hecho de que cuando ella le hablaba
del origen del síntoma, éste tiende a desaparecer. La “Cura de charlas” se
convierte entonces en la base de toda psicoterapia.
Los pacientes con enfermedades nerviosas se les trataban con medidas físicas de
contención, haciéndoles dar vueltas en una silla hasta marearles, sumergirles en
baños de agua fría, aguas minerales, electroterapia e incluso el propio Freud probó
con sesiones de magnetismo en las que transfería síntomas de una parte del
cuerpo a otra.
Freud encontró una prueba en la histeria para justificar que lo psíquico produce
síntomas orgánicos como parálisis o ceguera y, de esa manera, se abre la puerta a
la causalidad psíquica en el mundo de la causalidad orgánica con la aprobación de
la comunidad médica.
La perspectiva Dualista considera que cuerpo y mente están separados. Por tanto
para los problemas mentales se requeriría terapia verbal y para tratar el malestar
corporal se recurriría a la terapia física. Así la terapia psicoanalítica o la terapia
centrada en el cliente de Rogers utilizan intervenciones que son casi
exclusivamente verbales. Por otro lado, la integración estructural de Rolf, la técnica
Alexander o la de Feldenkrais utilizan el trabajo con lo somático como si estuviera
esencialmente separado de lo mental. Una tercera perspectiva mantiene la
separación mente-cuerpo pero con afectación mutua de uno sobre otro. De tal
forma que en la práctica terapéutica se combina el trabajo mental y el corporal
alternándose en distintos momentos como ocurre por ejemplo, en las terapias que
utiliza Gestalt y Rolfing y no se intenta trabajar simultáneamente con el proceso
corporal y el proceso psicológico como una unidad.
Cuando Perls decía a las personas que exageren sus movimientos y voces, estaba
trabajando para profundizar su experiencia, para llegar a los sentimientos, para
llegar a una experiencia alejándose del mero hablar.
El lenguaje corporal nos puede informar del tipo de emoción que está sintiendo un
paciente aunque no nos lo verbalice.
Por ejemplo, una cura de una herida quirúrgica no se limita a la preparación del
material estéril necesario y aplicación de analgésicos, sino que siempre que sea
posible, establecer un diálogo previo con el paciente para informarle del
procedimiento, repercute positivamente disminuyendo, en la medida de lo posible,
la ansiedad que ya de por sí está elevada al estar ingresado en un hospital. Que el
paciente participe controlando su respiración o mediante relajación muscular
ayuda en el procedimiento enfermero. Finalizar reconociendo su valentía y dando
ánimos para la pronta recuperación repercute positivamente en el bienestar físico
y emocional. El objetivo principal de los cuidados de enfermería es favorecer el
bienestar psicofísico de los pacientes para lograr el autocuidado integral. En esto
puede verse un paralelismo con el objetivo psicoterapéutico integrativo, cuando
desde los cuidados psíquicos se integra la terapia corporal.
Siegel propone que la actitud de consciencia plena (mindfulness) sobre los estados
y procesos internos es una forma de auto-relación, una forma interna de sintonía
con uno mismo, que crea los mismos efectos que la sintonía interpersonal. Sitúa
esta capacidad de mindfulness en el área prefrontal del córtex, aquí reside la
capacidad de la mente de volverse sobre sí misma y observarse. Podríamos decir
que la persona se dispone a estar plenamente presente observando con respeto y
aceptación su mundo interno.
Conclusiones
El trabajo corporal forma parte de la psicoterapia integrativa teniendo en cuenta al
organismo en su totalidad y no simplemente su pensamiento o emoción a través de
la voz (conducta verbal) o de la acción (conducta motora).
“El psicoterapeuta tiene que no temerle al cuerpo, tiene que saber que se puede
contar con él, porque está hecho de tal modo que es óptimo para lo que de él
esperamos. Para que realmente podamos facilitarle a otra persona que se conecte
con su cuerpo, tenemos que empezar a vivenciar el propio” (Adriana Schnake).
Bibliografía.
▪ Chias, M. y Zurita, J. Emocionarte con los niños. Sevilla: Desclée de
Brouwer (2010).
▪ Gallwey, W.Timothy El juego interior del tenis. Barcelona. Sirio(1997)
▪ Lowen, A. El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Herder (1985).
▪ Rolf, Eric. La medicina del alma. Valencia: Terapion (1997).
▪ Sarno, John E. Curar el cuerpo, eliminar el dolor. Málaga: Sirio (1998).
▪ Schnake, Adriana. Los diálogos del cuerpo. Santiago de Chile: Cuatro
vientos (1995).
▪ Scnake, Adriana. La voz del síntoma. Ed. Cuatro vientos (2001).
▪ Apuntes del módulo “La incorporación del cuerpo al proceso
terapéutico” del Master de Psicoterapia Humanista Integrativa.
Instituto Galene de Psicoterapia (2012).
▪ Salvador, Mario C. Apuntes “El guión de vida en el cuerpo: las
decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención”.
Master Psicoterapia Humanista Integrativa. Instituto Galene de
Psicoterapia (2012).