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Epidemiologia Trabajo 1 2do Módulo

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Área de Medicina Veterinaria
Zaraza-Guárico

Profesor: Bachilleres:
MV. Juan Olivares Headly María.
Laucho Mikelly.
Laya Susje.
Machado Daniela.
Martínez Erick.
Medina Miguel.

Marzo, 2024.
Epidemiologia
Medidas de morbilidad
La enfermedad puede medirse en términos de prevalencia o de incidencia. La
prevalencia se refiere al número de individuos que, en relación con la población total,
padecen una enfermedad determinada en un momento específico. Debido a que un
individuo sólo puede encontrarse sano o enfermo con respecto a cualquier enfermedad,
la prevalencia representa la probabilidad de que un individuo sea un caso de dicha
enfermedad en un momento específico.
La incidencia, por su parte, expresa el volumen de casos nuevos que aparecen en
un periodo determinado, así como la velocidad con la que lo hacen; es decir, expresa la
probabilidad y la velocidad con la que los individuos de una población determinada
desarrollarán una enfermedad durante cierto periodo.

Incidencia
En los estudios epidemiológicos en los que el propósito es la investigación
causal o la evaluación de medidas preventivas, el interés está dirigido a la medición del
flujo que se establece entre la salud y la enfermedad, es decir, a la aparición de casos
nuevos. Como ya se mencionó anteriormente, la medida epidemiológica que mejor
expresa este cambio de estado es la incidencia, la cual indica la frecuencia con que
ocurren nuevos eventos. A diferencia de los estudios de prevalencia, los estudios de
incidencia inician con poblaciones de susceptibles libres del evento en las cuales se
observa la presentación de casos nuevos a lo largo de un periodo de seguimiento. De
esta manera, los resultados no sólo indican el volumen final de casos nuevos aparecidos
durante el seguimiento sino que permiten establecer relaciones de causa-efecto entre
determinadas características de la población y enfermedades específicas. La incidencia
de una enfermedad puede medirse de dos formas: mediante la tasa de incidencia (basada
en el tiempo-persona) y mediante la incidencia acumulada (basada en el número de
personas en riesgo). La tasa de incidencia (también denominada densidad de incidencia)
expresa la ocurrencia de la enfermedad entre la población en relación con unidades de
tiempo-persona, por lo que mide la velocidad de ocurrencia de la enfermedad. La
incidencia acumulada, en cambio, expresa únicamente el volumen de casos nuevos
ocurridos en una población durante un periodo, y mide la probabilidad de que un
individuo desarrolle el evento en estudio. La incidencia acumulada, por esta razón,
también es denominada riesgo.
Prevalencia
La prevalencia es una proporción que indica la frecuencia de un evento. En
general, se define como la proporción de la población que padece la enfermedad en
estudio en un momento dado, y se denomina únicamente como prevalencia (p). Como
todas las proporciones, no tiene dimensiones y nunca puede tomar valores menores de 0
o mayores de 1. A menudo, se expresa como casos por 1 000 o por 100 habitantes. En la
construcción de esta medida no siempre se conoce en forma precisa la población
expuesta al riesgo y, por lo general, se utiliza sólo una aproximación de la población
total del área estudiada. Si los datos se han recogido en un momento o punto temporal
dado, p es llamada prevalencia puntual.
Prevalencia puntual.
La prevalencia puntual es la probabilidad de un individuo de una población de
ser un caso en el momento. La prevalencia de una enfermedad aumenta como
consecuencia de una mayor duración de la enfermedad, la prolongación de la vida de los
pacientes sin que éstos se curen, el aumento de casos nuevos, la inmigración de casos (o
de susceptibles), la emigración de sanos y la mejoría de las posibilidades diagnósticas.
La prevalencia de una enfermedad, por su parte, disminuye cuando es menor la duración
de la enfermedad, existe una elevada tasa de letalidad, disminuyen los casos nuevos, hay
inmigración de personas sanas, emigración de casos y aumento de la tasa de curación.
En resumen, la prevalencia de una enfermedad depende de la incidencia y de la
duración de la enfermedad. Dado que la prevalencia depende de tantos factores no
relacionados directamente con la causa de la enfermedad, los estudios de prevalencia no
proporcionan pruebas claras de causalidad aunque a veces puedan sugerirla. Sin
embargo, son útiles para valorar la necesidad de asistencia sanitaria, planificar los
servicios de salud o estimar las necesidades asistenciales.
Indicadores de mortalidad
Como bien se ha dicho, la mortalidad y la fecundidad son los principales
determinantes del cambio demográfico en una población. Los nacimientos y las
defunciones son los principales agentes de la dinámica de una población y delimitan su
campo de acción. El estudio de la mortalidad, se basa en la observación de las
defunciones que ocurren en una población durante un tiempo determinado y su
evolución.
Tasas generales y específicas.
Tasa de letalidad.

La tasa de letalidad abreviado como TL (o CFR del inglés: Case Fatality Rate)
es la proporción de personas que mueren por una enfermedad entre los afectados por la
misma en un periodo y área determinados. Es un indicador de la virulencia o de la
gravedad de una enfermedad.
Es difícil de realizar porque es preciso registrar todos los casos de una
enfermedad y en muchas enfermedades los casos asintomáticos o leves no son
declarados.1
Fórmula:

 L: tasa de letalidad.
 F: Número de muertes por una enfermedad en un periodo y área
determinados.
 E: Número de casos diagnosticados por la misma enfermedad en
el mismo periodo y área.
En las enfermedades infecciosas no todos los casos diagnosticados (E)
representan el total de enfermos debido a que pueden presentarse infecciones
subclínicas o sin evidencia de enfermedad.
Es diferente de la tasa de mortalidad en que se da la proporción de muertes
por una o varias enfermedades entre una población general en un periodo, que
pueden estar afectados o no por la enfermedad, y por ello más fácil de establecer. Si
es por una causa es la tasa de mortalidad específica y si es por todas las causas
es tasa bruta de mortalidad.
Tasa de mortalidad.
La tasa de mortalidad general es la proporción de personas que fallecen respecto
al total de la población en un período de tiempo, usualmente expresada en tanto por mil
(‰) por año.
La tasa de mortalidad particular se refiere a la proporción de personas con una
característica particular que mueren respecto al total de personas que tienen esa
característica.
Ambas tasas de mortalidad se expresan por fórmulas de la forma:
Tasa de ataque
Número de personas que contraen la enfermedad en relación con todo el grupo
expuesto a dicha enfermedad. Se utiliza especialmente en brotes para conocer la
capacidad de contagio.
Tasa de mortalidad y tasa de letalidad, diferencia
La tasa de mortalidad se calcula tomando como referencia a la población total,
mientras que la de letalidad solo tiene en cuenta a las personas afectadas por una
determinada enfermedad, por lo que no conviene confundir ambas expresiones.
Epidemia
Epidemia (del griego epid, por sobre y demos, pueblo) es una descripción en la
salud comunitaria que ocurre cuando una enfermedad infecta a un número de individuos
superior al esperado en una población durante un tiempo determinado. Para evitar el
sensacionalismo que conlleva esta palabra, en ocasiones se utiliza el sinónimo del brote
epidémico o brote.
En la actualidad el concepto es una relación entre una línea de base de una
enfermedad, que puede ser la prevalencia o incidencia normales, y el número de casos
que se detectan en un momento dado. En este sentido, si una comunidad se encuentra
libre de una determinada enfermedad, un solo caso constituye una epidemia. En otras
palabras, es un incremento significativamente elevado en el número de casos de una
enfermedad con respecto al número de casos esperados.

En el caso de que la epidemia se difundiera por varias regiones geográficas


extensas de varios continentes o incluso de todo el mundo, se trataría de una pandemia.
En caso de enfermedades que afectan en una zona mantenida en el tiempo, se trataría de
una endemia.
Aunque por su etimología griega (demos significa pueblo) la palabra se aplica
originalmente a las enfermedades que afectan a los humanos, también suele emplearse
en el lenguaje cotidiano para hablar de las enfermedades que afectan a grupos de
animales (zoonosis).

De hecho, el término adecuado, epizootia, es menos conocido, y es común que


para fenómenos médicos idénticos entre animales y humanos sean designados por las
mismas palabras en el lenguaje cotidiano.

El uso del término en el lenguaje cotidiano tiende asimismo a ignorar o


confundir a la incidencia y la prevalencia de la enfermedad. Así, por ejemplo, el
calificativo de epidemia es a menudo erróneamente limitado exclusivamente a los casos
en que la prevalencia es importante, cuando hay numerosos individuos enfermos sin
tener en cuenta su número inicial, haciendo caso omiso de la incidencia normal.
Fases de la epidemia
Endemia, epidemia, pandemia
Una endemia es la presencia habitual de una enfermedad en una zona geográfica
(la prevalencia positiva incidencia (estable) puede convertirse en una epidemia si las
condiciones ambientales lo permiten).
Posteriormente:
Puede que la epidemia se extienda y se convierta en una pandemia
Puede que la epidemia disminuya, la incidencia se convierte en muy baja, cero o
negativa. Si se mantiene localizada en el espacio, se convierte en una endemia limitada
a ciertas regiones (caso actual de la poliomielitis). También puede llegar a desaparecer
al final.
Umbral epidemiológico
Un umbral epidemiológico, que corresponde a un número mínimo de enfermos
en el momento, se establece para las principales enfermedades, a fin de comparar las
tendencias epidemiológicas entre ciudades, regiones, países o continentes en diferentes
momentos.
Debajo de este umbral, no se habla de una epidemia. Por encima, las autoridades
sanitarias pueden adoptar o solicitar medidas de prevención y de precaución. El número
de pacientes en ese tiempo describe, por lo general, una curva con forma de campana.
La epidemia corresponde al crecimiento de una enfermedad endémica o la
aparición de un gran número de pacientes donde la enfermedad estaba ausente. Puede
también reflejar la identificación de la mutación de un patógeno que hace visible la
gravedad de los síntomas de una enfermedad que antes era asintomática.
Tratamiento y prevención
Prevención del contagio, que pasa históricamente por el aislamiento de los
pacientes (p.ej. cuarentena), que pueden ser objeto de medidas más específicas, según el
modo de contaminación
o La vacunación de sujetos sanos
o La búsqueda de tratamiento de fondo
o El almacenamiento preventivo de vacunas y de tratamientos por los
Estados.
Endemia
Proceso patológico que se mantiene de forma estacionaria en una población o
zona geográfica determinada durante períodos de tiempo prolongados
En epidemiología, endemia (del francés endémie, y este del griego ἔνδημος,
transliterado éndēmos, «del territorio propio») es un término utilizado para hacer
referencia a un proceso patológico que se mantiene de forma estacionaria en una
población o espacio determinado durante períodos prolongados [1]. Puede tratarse de
enfermedades infecciosas o no infecciosas, ya que el vocablo puede usarse para diversos
padecimientos o condiciones fisiológicas. La enfermedad se puede mantener en la
población de hospedantes de una región geográfica determinada a lo largo del tiempo
(años) en un nivel estable, incluyendo variaciones estacionales.
El grado de endemia de una enfermedad se clasifica según la intensidad de la
transmisión:

o Hipoendémica: Significa que la transmisión de la enfermedad es mínima


y sus efectos no son importantes.
o Meso endémica: Significa que la enfermedad se establece en
comunidades pequeñas. La intensidad de la transmisión es variable,
según las circunstancias locales.
o Hiperendémica: Significa que la intensidad de transmisión de la
enfermedad en el área de referencia es persistente pero temporal. La
inmunidad resulta insuficiente para prevenir los efectos de la
enfermedad.
o Holoendémica: Significa que la enfermedad tiene un alto grado de
intensidad. Su transmisión es perenne, con distribución geográfica
amplia, como resultado de una respuesta inmune en los diferentes grupos
etarios, en particular los adultos.
o Por orden de importancia en cuanto al grado de extensión de una
enfermedad o el número de personas afectadas se habla de endemia,
epidemia y pandemia (esta última cuando afecta a más de un continente).
Pandemia
Una pandemia (del griego πανδημία, de παν, pan, "todo", y δήμος, demos,
„pueblo‟, expresión que significa „todo el pueblo‟)[1] es una epidemia de una
enfermedad infecciosa que se ha propagado en un área geográficamente extensa, por
ejemplo, en varios continentes o en todo el mundo, afectando a un número considerable.
Es una enfermedad que se extiende a muchos países y continentes, traspasa gran
número de fronteras, supera el número de casos esperados y persiste en el tiempo;
además, ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. Una pandemia es
una epidemia que ocurre a una escala que cruza las fronteras internacionales y que
generalmente afecta a personas a escala mundial. Una enfermedad o afección, por el
hecho de estar extendida o que causa muchas muertes no es una pandemia, ya que debe
tener un carácter infeccioso. Por ejemplo, el cáncer es responsable de muchas muertes,
pero no se considera una pandemia porque la enfermedad no es contagiosa (es decir,
fácilmente transmisible) y tampoco es infecciosa.
Diferencia entre endemia, pandemia y epidemia
Endemia: una amenaza constante
Una enfermedad que tiene lugar con regularidad en determinadas regiones se
denomina endémica. Cuando una enfermedad se vuelve endémica, el número de
personas que se enferman permanece relativamente constante a lo largo del tiempo.
Epidemia: solo en una región
La propagación de una enfermedad se denomina epidemia cuando ocurre con
una frecuencia inusual en una determinada región y durante un período de tiempo
limitado.
Pandemia: propagación mundial
Si una enfermedad se propaga por países y continentes, los expertos se refieren a
ella como una pandemia.
Caso índice
En epidemiología, se llama caso índice, caso primario, caso inicial, paciente uno
o paciente cero (del inglés patient zero) al primer caso que da lugar a la atención del
investigador y origina una serie de acciones, visitas y pasos necesarios para conocer un
foco de infección o un brote epidémico.
Puede ocurrir que el caso sea primario, coprimario o secundario dentro del foco,
pero la definición está dada desde el punto de vista de la investigación epidemiológica.
El caso índice tiene hasta cierto punto un carácter administrativo, porque corresponde al
primer caso notificado a la autoridad sanitaria y conduce (indica) hacia un brote
localizado
Caso índice: Es el primer caso que llama la atención del investigador
por lo que determina una serie de acciones necesarias para conocer un foco de
infección. Puede coincidir que sea un caso primario, co-primario o secundario.
Brotes
En los glosarios epidemiológicos brote se define como: el episodio en el cual dos
o más casos de la misma enfermedad tienen alguna relación entre sí, teniendo en cuenta
el momento de inicio de los síntomas, el lugar donde ocurrieron o por las características
de las personas enfermas. También es la ocurrencia de dos o más casos similares, los
cuales están epidemiológicamente relacionados. Además, suele llamarse brote al
episodio en el cual dos o más casos tienen alguna relación entre sí atendiendo al
momento de inicio, lugar y las características de las personas implicadas.
Caso secundario:
Caso nuevo de una enfermedad transmisible, surgido a Partir del contacto con un
caso primario en el período de Transmisibilidad, en un lapso compatible con el período
de incubación de La enfermedad.

Cálculo del índice endémico


Procedimiento:
Determinar la morbilidad de la enfermedad a estudiar, en los siete años previos,
especificados por semanas o meses, según convenga.
-Por cada mes o semana se ordena los casos de menor a mayor, para los años
escogidos, con el f n de calcular: la mediana, el primer y el tercer cuartil.
¿Por qué se utiliza la mediana y no el promedio?
Pues su valor no se altera cuando las cifras incluyen uno o dos años epidémicos.
Sin embargo, como ella está sujeta a fluctuaciones de un año a otro, deben calcularse el
1º y 3º cuartil
La mediana debe ser utilizada, cuando entre los valores que se estudian hay
algunos muy diferentes de los otros.
Percentiles y cuartiles:
Percentil deriva de “por ciento y por lo tanto, una serie de observaciones no debe
tener mas de 100 percentiles.
Cada Percentil indica el porcentaje de observaciones que en determinada serie
están por debajo de él.
El 25 percentil es el valor por debajo del cual se encuentran el 25% de las
observaciones.
El término cuartil se emplea para indicar que el conjunto de observaciones se ha
dividido en cuatro partes (cuartos).
Primer cuartil valor por debajo del cual se encuentra el 25% de las observaciones
y en consecuencia se corresponderá el 25° percentil.
75° percentil tercer cuartil, por debajo de él se encuentran las tres cuartas partes
de las observaciones.
Determinación de los cuartiles: Q = X (N+1) 4
X cuartil deseado N= Número de años
Mediana = n+1 2
La mediana y los cuartiles permitirán dibujar la curva endémica y determinar sus
cuatro zonas que son
o ZONA DE ÉXITO
o ZONA DE SEGURIDAD
o ZONA DE ALARMA
o ZONA DE EPIDEMIA
Epidemia
Epidemia (del griego epid, por sobre y demos, pueblo) es una descripción en la
salud comunitaria que ocurre cuando una enfermedad infecta a un número de individuos
superior al esperado en una población durante un tiempo determinado. Para evitar el
sensacionalismo que conlleva esta palabra, en ocasiones se utiliza el sinónimo del brote
epidémico o brote.
En la actualidad el concepto es una relación entre una línea de base de una
enfermedad, que puede ser la prevalencia o incidencia normales, y el número de casos
que se detectan en un momento dado. En este sentido, si una comunidad se encuentra
libre de una determinada enfermedad, un solo caso constituye una epidemia. En otras
palabras, es un incremento significativamente elevado en el número de casos de una
enfermedad con respecto al número de casos esperados.
En el caso de que la epidemia se difundiera por varias regiones geográficas
extensas de varios continentes o incluso de todo el mundo, se trataría de una pandemia.
En caso de enfermedades que afectan en una zona mantenida en el tiempo, se trataría de
una endemia.
Aunque por su etimología griega (demos significa pueblo) la palabra se aplica
originalmente a las enfermedades que afectan a los humanos, también suele emplearse
en el lenguaje cotidiano para hablar de las enfermedades que afectan a grupos de
animales (zoonosis).
De hecho, el término adecuado, epizootia, es menos conocido, y es común que
para fenómenos médicos idénticos entre animales y humanos sean designados por las
mismas palabras en el lenguaje cotidiano.
El uso del término en el lenguaje cotidiano tiende asimismo a ignorar o
confundir a la incidencia y la prevalencia de la enfermedad. Así, por ejemplo, el
calificativo de epidemia es a menudo erróneamente limitado exclusivamente a los casos
en que la prevalencia es importante, cuando hay numerosos individuos enfermos sin
tener en cuenta su número inicial, haciendo caso omiso de la incidencia normal.
Fases de la epidemia
Endemia, epidemia, pandemia
Una endemia es la presencia habitual de una enfermedad en una zona geográfica
(la prevalencia positiva incidencia (estable) puede convertirse en una epidemia si las
condiciones ambientales lo permiten).
Posteriormente:
Puede que la epidemia se extienda y se convierta en una pandemia
Puede que la epidemia disminuya, la incidencia se convierte en muy baja, cero o
negativa. Si se mantiene localizada en el espacio, se convierte en una endemia limitada
a ciertas regiones (caso actual de la poliomielitis). También puede llegar a desaparecer
al final.
Umbral epidemiológico
Un umbral epidemiológico, que corresponde a un número mínimo de enfermos
en el momento, se establece para las principales enfermedades, a fin de comparar las
tendencias epidemiológicas entre ciudades, regiones, países o continentes en diferentes
momentos.
Debajo de este umbral, no se habla de una epidemia. Por encima, las autoridades
sanitarias pueden adoptar o solicitar medidas de prevención y de precaución. El número
de pacientes en ese tiempo describe, por lo general, una curva con forma de campana.

La epidemia corresponde al crecimiento de una enfermedad endémica o la


aparición de un gran número de pacientes donde la enfermedad estaba ausente. Puede
también reflejar la identificación de la mutación de un patógeno que hace visible la
gravedad de los síntomas de una enfermedad que antes era asintomática.
Tratamiento y prevención
Prevención del contagio, que pasa históricamente por el aislamiento de los
pacientes (p.ej. cuarentena), que pueden ser objeto de medidas más específicas, según el
modo de contaminación
o La vacunación de sujetos sanos
o La búsqueda de tratamiento de fondo
o El almacenamiento preventivo de vacunas y de tratamientos por los
Estados.

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