Percepcion Del Riesgo
Percepcion Del Riesgo
Percepcion Del Riesgo
Slovic et al, 1981, y Lindell, 1994 (citados en Mendoza, 2005), clasifican las
variables que determinan si una persona percibe mayor o menor riesgo. La lista se
muestra a continuación.
Relación costo-beneficio. Cuando un riesgo es el costo que hay que pagar
por un beneficio derivado de correrlo, la magnitud de este último determina
la tolerancia al primero. Es decir, la gente corre riesgos porque hay una
ganancia asociada a ello.
Control. Los eventos sobre los cuales consideramos que tenemos mayor
control se perciben como de menor riesgo.
Origen del peligro. Los eventos de origen natural suelen conllevar menor
percepción de riesgo que los eventos generados por actividades humanas.
Confianza. Cuando se confía en las personas o instituciones encargadas del
auxilio, hay una menor preocupación por los riesgos.
Temor. Los eventos que suscitan mayor temor se perciben como de mayor
riesgo.
Capacidad de elección. Los eventos que nos imponen suelen ser percibidos
como de mayor riesgo que aquellos que elegimos, nuestras decisiones se
autojustifican como “seguras”.
Efectos en la niñez. Aquellos fenómenos que afectan al grupo infantil
suelen generar mayor conciencia de riesgo e indignación en la población que
aquellos que afectan a los adultos, posiblemente por su relación con la
reproducción del grupo.
Riesgos nuevos. Los eventos nuevos generan mayor percepción de riesgo
que otros que nuestra experiencia colectiva o individual han ayudado a poner
en perspectiva.
Posibilidad de impacto personal. Aquellos eventos que nos afectan de
manera directa son percibidos como de mayor riesgo.
Los puntos anteriores te brindan un panorama de la multitud de variables que
intervienen en la percepción de un riesgo, sin embargo, continuaremos revisando
autores para que tengas más elementos y puedas comprender mejor los factores
que intervienen en ese proceso.
Factores que condicionan la percepción del riesgo
Para Vallejo y Vélez (1997), la percepción del riesgo difiere de un individuo a otro y
está condicionada por los siguientes factores:
Sociales. Al depender de cómo la persona asocia y estructura su función
dentro de una comunidad.
Culturales. Donde se evidencia toda una carga ideológica, religiosa y
tradicional.
Económicos. Donde el nivel de representación del riesgo varía conforme a la
calidad de vida de las personas, ya que existe una alta probabilidad de que la
comunidad preste mayor atención a los riesgos diarios que enfrentan. Por
ejemplo: el desempleo, la falta de alimento, el déficit en educación y
vivienda, etc., que a los posibles riesgos ambientales o de origen natural que
le circundan.
Políticos y de familiaridad con la amenaza que se presenta. La gente
que habita en un lugar determinado ubica los riesgos y las amenazas a los
que están más expuestos, por ejemplo vivir cerca de una planta nuclear,
cerca de un volcán activo, cerca de una presa, en una ladera, etcétera.
Ahora, al hacer la revisión de los elementos anteriores, puedes entender que la
percepción del riesgo es un producto socio-cultural complejo que influye en el grado
de participación de la población en cuanto a la prevención, la preparación, la
respuesta y la recuperación de una situación de emergencia. También es un proceso
cognitivo (es decir, relacionado con el conocimiento) y emocional que depende de
la disposición mental para que una persona reciba y decodifique que el mensaje
que está recibiendo es de alerta. Y que también debe ser muy importante la
credibilidad de las fuentes y del foco emisor. La información de alerta para prevenir
desastres es de una gran relevancia debido a que involucra a la comunidad
científica, a los medios de comunicación, a los tomadores de decisiones y a la
población a la que eventualmente se le destina la información de alerta (Macías,
1999).
La información y la percepción del riesgo
Ahora, es importante que comprendas la importancia de que, si bien existen
muchos factores que influyen en la percepción del riesgo, uno muy importante en el
ámbito de la protección civil es contar con información que se caracterice por ser
oportuna, clara, confiable (es decir, que provenga de fuentes oficiales), y accesible.
La disponibilidad de la información es un elemento importante que influye en la
percepción de un riesgo; la toma de decisiones requiere comparar situaciones con
la información que tengamos a la mano, la más rápidamente disponible y fácil de
recordar. Cuanto más se disponga de información sobre un evento es más probable
que se formule el juicio adecuado sobre él (Macías, 1999).
Pero en ocasiones el mensaje sobre el riesgo se inhibe: algunos individuos no están
acostumbrados a ver la televisión, tienen una fuerte resistencia a lo que acontece, o
tienen una percepción selectiva al oír solamente lo que se quiere oír por la
predisposición humana a mantener la rutina en la vida o minimizar el peligro de la
amenaza ante un fenómeno perturbador. Pero cualquier razón en los fallos del
mensaje que se quiera transmitir puede llevar a no poner en práctica planes de
autoprotección (García, Gil y Valero, 2007).
Fitzpatrick y Mileti (1994) (citado en García, Gil y Valero, 2007) hablan de dos tipos
de factores que muestran una relación entre sí e influyen en la percepción de riesgo
y la respuesta al mismo. El primero es la fuente de información y el segundo es la
persona que recibe el mensaje de aviso y el contexto en el que se desenvuelve. La
siguiente imagen te muestra los factores que influyen en la respuesta de aviso ante
un desastre.
La información y la percepción del riesgo
Si analizamos la sección correspondiente a la percepción individual, podemos
apreciar que los individuos, de acuerdo con diversas variables confirman un aviso,
formulan una idea respecto a éste y toman una decisión.
También podemos sugerir que lo importante es que, ante el aviso de un riesgo, se
tome la respuesta adecuada; lo que implicará que la percepción ante un riesgo fue
la pertinente.
Finalmente, diremos que la percepción del riesgo implica que diferentes grupos, en
función de sus características socio culturales, tendrán diferentes interpretaciones
de un mismo hecho y diferentes necesidades de información, por lo tanto,
responderán de manera distinta a los estímulos que genera su exposición al riesgo
y a los mensajes que reciban. Por ello, la comunicación del riesgo y los procesos de
culturización en protección civil para sectores tan distintos de la población deben
considerar sus creencias, experiencias, diversidad de realidades y preocupaciones.
Recuerda que para modificarlas positivamente se requiere que estos grupos se
apropien del conocimiento e información sobre los riesgos a los que están
expuestos y con ello se detonen acciones concretas para reducirlos y enfrentarlos
responsablemente.