Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cultivando Una Mentalidad de Reino

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

CUL T I VANDO UNA MENTALIDAD DE REINO

2 Corintios 10:4-6 (RVC)


4 Las armas con las que luchamos no son las de este mundo, sino las
poderosas armas de Dios, capaces de destruir fortalezas 5 y de desbaratar
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
de llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 6 Estamos listos
para castigar toda desobediencia, una vez que la obediencia de ustedes
llegue a la perfección.

Solo fue un comentario que alguien escuchó y me lo dijo, acerca de una persona
quien había dejado nuestra iglesia e hizo algunas acusaciones acerca de mí y la
iglesia sin fundamento. Antes de que tuviera oportunidad de recuperar el aliento,
mi mente ya estaba corriendo, imaginándome siendo demandado en las cortes,
siendo atacado por abogados meticulosos, siendo presionado por reporteros que
quieren difamarme en los medios nacionales. La verdad es que todo era ridículo y
fui recordado de nuevo de que nuestra mente es un campo de batalla.

La Biblia es muy clara acerca de la importancia de tener una mentalidad dirigida


por el Espíritu. Si lo tenemos tendremos plenitud de vida y paz. Por otro lado, si
permitimos que una mentalidad carnal tome el control producirá muerte. Estoy
convencido cada vez más que cada día el desarrollar una mentalidad de reino
debe ser mi prioridad número uno. Es mi decisión pensar con la mente de Cristo,
y que mi perspectiva de las cosas sea de acuerdo al punto de vista de Dios en los
cielos. Yo puedo escoger ver a la gente, las circunstancias, y aún a mí mismo
desde la perspectiva de Dios. Puedo escoger “llevar cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo.”i

Yo necesito ser intencional con esto. He aprendido que el desarrollar una


mentalidad de reino es como aprender un idioma extranjero. No solo puedo
leer acerca de ello, escucharlo, o decir “ojalá supiera ese idioma.” Debo estudiarlo
y repetir ese idioma una y otra vez hasta que un día ya me lo aprenda. Es lo
mismo con la verdad de quien soy en Cristo y la perspectiva de Dios hacia el
mundo que es revelada en la Escritura. Cuando pienso en cuantas veces he
permitido que mi mente, mi imaginación, mi memoria piense y crea en mentiras,
no puedo sorprenderme si me toma mucho para “reprogramar” mi mente a pensar
en la verdad.

Lo emocionante es que al trabajar en este proceso, veo que Dios no solo me


ayuda a obtener una nueva perspectiva sino que también redime mi mente los
propósitos del reino y su victoria. Por ejemplo, así como mi imaginación puede ser
usada para crear temor, bajo el control del Espíritu Santo mi imaginación puede
ser usada como una herramienta increíble para crear fe, victoria, y planes para
cumplir los propósitos de Dios. Puedo imaginar como podría ser un futuro basado
en las promesas de Dios y en el hecho de que soy un hijo de Dios viviendo en Su
justicia. Puedo imaginar que el Padre me sostiene y que me dice todas las cosas
que Su Palabra dice acerca de cuánto me ama y cuánto el quiere bendecir mi
vida. Puede decidir repensar cada situación negativa que viene a mi vida.

Aquí hay algunas prácticas buenas para establecer una mentalidad de reino en tu
vida hoy.

1. Usa tu memoria para ayudarte a recordar y ser agradecido en cómo Dios ha


sido tan bueno contigo. Es triste, pero muy cierto, de como nuestra mente
recuerda más fácilmente las cosas negativas. Alguien dijo, “Lo negativo se pega a
tu mente como velcro, mientras que lo positivo tiende a caer en teflon.”ii Para que
lo positivo se pegue, necesitamos construir una plataforma para ello. He visto que
me toma 10 minutos o más de enfocarme en las cosas positivas que Dios ha
hecho por mí antes de poder sentir cualquier emoción cálida. En cambio, puedo
sentirme mal por un recuerdo negativo en unos cuantos segundos.
2. Escoge ponerte los lentes del amor al decidir cómo es que vas a ver a la
gente con las cuales te topas en tu vida hoy. Me gusta tomar Filipenses 4:8 y
decir que decido pensar en “aquello que es verdadero, puro, digno de admiración,
en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.” iii A veces si estoy teniendo
una situación difícil con una persona, le pido a Dios que me de una imagen en mi
imaginación de esa persona en los brazos de Jesús, y Jesús diciéndoles que es lo
que Él desea de ellos.
3. Usa tu imaginación para imaginar el resultado que, basado en las promesas
de Dios, esperas para tu vida. Aparte de la esperanza que esto trae, a veces
también permite a Dios revelarte el camino y las opciones para alcanzar esos
resultados. Como dijo Stephen Covey, siempre es sabio empezar con un fin en
mente.
4. Escoge tus declaraciones. Es simplemente un hecho que tu mente te va a decir
muchas cosas durante el día. Sin duda algunas de esas cosas serán dardos de
fuego que Satanás te lanzará para tentar, desanimar y querer derrotarte. Antes de
que tu mente tenga la oportunidad de decirte que es lo que debes pensar,
deberías de decirle tú a tu mente que es lo que Dios quiere que piense. Yo
recomiendo por lo menos 10 declaraciones al día que hagas en voz alta, así como
Jesús declaró las escrituras en voz alta cuando Satanás lo tentó. La Biblia dice
que la lengua es un timón. Tu puedes establecer el rumbo de tus pensamientos,
de tus actitudes, y de tus emociones al hacer estas declaraciones. Te animo a
que las hagas altamente personal. Si eres una persona que tiende a ser tentada
con pensamientos impuros, podrías decir, “Soy una persona que detesta
pensamientos sucios. Amo pensar en las personas del sexo opuesto en maneras
honrosas, con dignidad y respeto hacia ellas.”
5. Crea optimismo al declarar que tu esperas que las promesas de Dios se
cumplan. “Hoy yo espero que la misericordia y la bondad se presenten en mi vida
en cada esquina. Espero favor con Dios y con el hombre en todo lo que intento
hacer.” Recuerda que Dios te promete un “yelmo de salvación” que le da al
Espíritu Santo el derecho de gobernar completamente en tu mente, y proteja tu
mente de los pensamientos del mundo, la carne y el diablo.

También podría gustarte