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Resumen Del Curso de OPS de ChatGPT

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Resumen del curso de OPS de ChatGPT

Unidad 0.
Promoción de la Salud: Concepto y Abordajes Claves
La promoción de la salud es un proceso social y político que busca fortalecer las
habilidades de las personas y comunidades para mejorar su bienestar, y también modificar
las condiciones sociales, ambientales y económicas para impactar positivamente en la
salud individual y colectiva. Este enfoque propone que todas las personas logren su máximo
potencial de salud considerando las condiciones sociales subyacentes, que suelen
distribuirse de forma inequitativa.

El objetivo es redistribuir el poder y los recursos para alcanzar la equidad en salud, lo


cual requiere cinco abordajes clave: 1) Identificar y actuar sobre las causas profundas de
la salud, 2) Ver la salud como un concepto positivo, 3) Establecer procesos participativos, 4)
Adoptar una acción intersectorial y 5) Implementar múltiples estrategias en diversos niveles.

Causas de las causas de la salud


Los determinantes sociales de la salud —factores como la educación, el empleo, la
vivienda y el entorno— influyen en el estado de salud de una persona. Estas condiciones
suelen estar fuera del control individual y son afectadas por la distribución del dinero, el
poder y los recursos a nivel global, nacional y local, lo que genera inequidades en salud.

Abordar estos determinantes implica que los individuos y comunidades tomen más control
sobre su salud y trabajen colectivamente para modificar las políticas que afectan los
determinantes de salud. Esto se hace particularmente relevante para aquellas personas en
situaciones de vulnerabilidad. La promoción de la salud aboga por intervenciones que
cambien las políticas y mejoren las condiciones estructurales para un entorno saludable.

Salud como un Concepto Positivo


La promoción de la salud se diferencia de la prevención de enfermedades en que enfatiza
la salud como un recurso positivo en lugar de centrarse en la enfermedad. La salud, en
este contexto, no es solo ausencia de enfermedades, sino que incluye recursos sociales y
personales y fortalezas físicas y mentales de las personas y comunidades. Además, este
enfoque es participativo, intersectorial, y sensible al contexto, y se adapta a las
necesidades de cada población.
Enfoques en Promoción de la Salud: Salutogénico vs.
Patogénico
El enfoque salutogénico de la promoción de la salud se centra en identificar y potenciar
factores positivos o protectores de la salud, es decir, aquello que fortalece el bienestar. Este
enfoque destaca los recursos y capacidades de las personas, considerando la salud como
un estado que se construye en conjunto con la comunidad y el entorno.

En contraste, el enfoque patogénico —habitualmente utilizado en la prevención de


enfermedades— busca identificar y minimizar los factores de riesgo que causan problemas
de salud. Aunque ambos enfoques coexisten, el salutogénico es el que impulsa la
promoción de la salud, orientando el esfuerzo hacia un fortalecimiento continuo de las
capacidades y entornos saludables.

Procesos Participativos y Compromiso de la Sociedad Civil


La participación de la sociedad civil es fundamental en los procesos de promoción de la
salud. Lograr que los individuos participen en la formulación de políticas y en la toma de
decisiones facilita el control sobre los factores que afectan su salud. Esto implica un
proceso inclusivo que considera a todos los sectores de la población, en especial a aquellos
que suelen quedar fuera de las decisiones.

Este enfoque participativo permite que las personas influyan directamente en las políticas y
acciones que inciden en sus condiciones de vida. El involucramiento de todos los miembros
de la sociedad es clave para planificar y ejecutar políticas de salud efectivas y, en última
instancia, para alcanzar una verdadera equidad en salud.

Acción Intersectorial
La salud está fuertemente influenciada por factores más allá del ámbito de la salud misma,
tales como el empleo, la educación, las condiciones de vivienda y el acceso a espacios
públicos y servicios esenciales. En este sentido, la acción intersectorial es un principio
central en la promoción de la salud, pues permite abordar los múltiples factores que afectan
el bienestar de las comunidades.

Para que estas políticas tengan un impacto real en la salud, es necesario un enfoque
coordinado entre todos los sectores del gobierno y la sociedad. La participación de los
gobiernos locales es crucial, ya que estos pueden implementar políticas adaptadas a las
necesidades específicas de cada comunidad. Esto requiere una colaboración efectiva
entre sectores y la capacidad de adaptar las intervenciones de acuerdo con los contextos
locales.

Implementación de Múltiples Estrategias en Múltiples Niveles


La promoción de la salud emplea una variedad de estrategias para alcanzar a diferentes
grupos de la población. Estas intervenciones deben adaptarse a las necesidades
específicas de cada grupo, considerando las diferencias culturales, socioeconómicas y
contextuales de la población.

Para lograr un impacto efectivo, es fundamental identificar los objetivos de cada


intervención y seleccionar cuidadosamente los aliados o socios que contribuyan al éxito de
la estrategia. En función de las necesidades y características de cada grupo, se
implementan intervenciones en distintos niveles, desde el individual hasta el comunitario,
integrando siempre la perspectiva de equidad en salud.

La Carta de Ottawa: Un Pilar en la Promoción de la Salud


La Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud es un documento clave que surge de
la Primera Conferencia Internacional para la Promoción de la Salud en 1986. Este texto
establece tres estrategias centrales: reducir inequidades en salud, mediar con otros
sectores para tratar los determinantes de la salud, y abogar por condiciones sociales,
políticas y ambientales favorables a la salud.

Además, la Carta identifica cinco áreas de acción prioritarias para estructurar la promoción
de la salud:

Políticas públicas saludables: Desarrollar normativas que promuevan el bienestar


general.
Entornos saludables: Crear ambientes que favorezcan la salud.
Fortalecimiento de la acción comunitaria: Impulsar la participación activa de las
comunidades en decisiones de salud.
Desarrollo de habilidades personales: Capacitar a las personas para que tomen
decisiones informadas sobre su salud.
Reorientación de los servicios de salud: Adaptar los sistemas de salud para
centrarse en la prevención y la promoción del bienestar.

Estas áreas de acción han orientado los esfuerzos en promoción de la salud en múltiples
contextos y son aún hoy una base fundamental para la creación de políticas y estrategias
en salud pública.
La Conferencia Mundial sobre los Determinantes Sociales de
la Salud
Celebrada en Río de Janeiro en 2011, esta conferencia impulsó un compromiso mundial
para reducir las inequidades en salud mediante el abordaje de los determinantes
sociales. Las áreas clave de acción incluyen:

Promover una mejor gobernanza para la salud y el desarrollo.


Fomentar la participación en la formulación de políticas.
Reorientar el sector salud hacia la reducción de inequidades.
Fortalecer la gobernanza mundial y la colaboración internacional.
Monitorear el progreso y mejorar la rendición de cuentas para asegurar un enfoque
sostenible.

Este compromiso internacional busca consolidar el trabajo en salud pública con un enfoque
centrado en la justicia social y en la reducción de brechas en salud.

Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)


La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible representa un esfuerzo global para
integrar los determinantes sociales de la salud en las políticas nacionales, abordando la
salud desde una perspectiva integral. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
incluyen metas de salud, educación, reducción de desigualdades, y protección ambiental,
subrayando la interrelación entre salud y bienestar social y económico.

Estos objetivos buscan crear sociedades más equitativas y sostenibles, promoviendo un


crecimiento económico que priorice el bienestar y la salud de las personas y del planeta.
La promoción de la salud en este marco global se presenta como una herramienta
fundamental para lograr sociedades saludables y sostenibles.

La Evolución de la Promoción de la Salud y Principales Hitos


Internacionales
Desde la Declaración de Alma-Ata en 1978, que declara la salud como un derecho
humano fundamental, hasta la Carta de Ottawa en 1986, se han dado pasos significativos
en el reconocimiento de la salud como un bien común. Estos documentos iniciales sentaron
las bases para que, en años posteriores, se desarrollaran nuevos marcos y compromisos
internacionales, como la Declaración de Shanghái (2016), que vincula la salud con la
Agenda 2030 y los ODS.
Otros hitos incluyen la Declaración de Astaná (2018), enfocada en la atención primaria de
salud como base para el bienestar a lo largo de la vida, y la Carta de Ginebra para el
Bienestar (2022), que enfatiza la creación de “sociedades del bienestar” que busquen
equidad en salud sin comprometer el equilibrio ecológico.

Estrategias Regionales y Planes de Acción (2019-2030)


En la región de las Américas, se ha adoptado un Plan de Acción para la Promoción de la
Salud en línea con la Agenda 2030, buscando una acción social, política y técnica que
reduzca las desigualdades en salud mediante intervenciones intersectoriales. Este plan se
centra en fortalecer la promoción de la salud como una herramienta para mejorar las
condiciones de vida y asegurar el acceso a servicios de calidad, ajustados a las
necesidades de la población.

El objetivo general es renovar la promoción de la salud con acciones dirigidas a abordar los
determinantes sociales y a desarrollar políticas inclusivas que aseguren un bienestar
sostenible y equitativo en todos los niveles de la sociedad.

Unidad 1.
Introducción a la Promoción de la Salud
La promoción de la salud es un enfoque positivo y holístico que considera la salud como
un recurso y no solo como la ausencia de enfermedades. Su objetivo es permitir que las
personas desarrollen su máximo potencial de salud mediante el fortalecimiento de los
factores positivos y la reducción de los factores negativos en su entorno social, económico y
ambiental. En este sentido, busca la equidad en salud, asegurando que todas las
personas, sin importar su contexto, puedan alcanzar un estado óptimo de bienestar.

Enfoque de la Promoción de la Salud


El enfoque promotor de la salud es participativo e intersectorial, adaptado a las necesidades
y contextos de las comunidades. Este enfoque incluye:

Colaboración entre comunidades, organizaciones e instituciones para mejorar las


condiciones de vida y salud.
Promoción de habilidades, empoderamiento y participación activa de la población.
Consideración de los determinantes sociales de la salud, los cuales incluyen factores
como la educación, ingresos y condiciones de vivienda.

Diferencias con la Prevención de Enfermedades


Aunque a menudo se confunden, la promoción de la salud y la prevención de
enfermedades tienen enfoques distintos. Mientras la prevención se centra en reducir
riesgos específicos y evitar la aparición de enfermedades, la promoción busca crear
condiciones que favorezcan la salud integral de las personas. Ambos enfoques son
complementarios y pueden incluir tanto factores de protección como de riesgo.

Antecedentes y la Carta de Ottawa


Uno de los principales antecedentes de la promoción de la salud es la Carta de Ottawa
(1986), que establece un marco global para mejorar las capacidades de individuos y
comunidades. La carta señala cinco áreas claves de acción:

Crear entornos saludables.


Fortalecer la acción comunitaria.
Desarrollar habilidades personales.
Reorientar los servicios de salud hacia un enfoque preventivo.
Defender políticas públicas saludables.

El Modelo del Iceberg


Este modelo visualiza la promoción de la salud como un iceberg. La punta, que representa
acciones individuales como el fomento de estilos de vida saludables, solo constituye una
pequeña parte. La base del iceberg, menos visible, incluye factores más amplios y
estructurales que determinan la salud poblacional, tales como políticas de salud y las
condiciones de vida.

Informe Lalonde y los Determinantes de la Salud


El informe Lalonde (1974) señala que solo el 25% de nuestra salud depende de los
servicios sanitarios, mientras que el 50% está influenciado por el entorno social y
económico. A pesar de estos datos, se destina más inversión a los servicios de salud que a
la promoción de la salud pública. Los determinantes sociales (ingresos, educación,
ambiente laboral) son elementos cruciales para el bienestar, lo que resalta la necesidad de
políticas públicas que prioricen estos factores.

Ejemplos y Acciones Preventivas


Caso del Zika

El Zika ejemplifica cómo las condiciones sociales y ambientales influyen en la salud


pública. El virus, transmitido principalmente por mosquitos, tiene mayores probabilidades de
propagación en áreas con escaso saneamiento y condiciones climáticas favorables para los
vectores. Las principales acciones preventivas incluyen:

Control de vectores y uso de repelentes.


Evitar acumulación de agua.
Educación sobre prevención y detección de síntomas.

Caso de la Hipertensión
La hipertensión representa un enfoque individual y poblacional en la promoción de la
salud. En un nivel individual, se recomienda la modificación de estilos de vida, mientras que,
desde una perspectiva poblacional, se adoptan políticas como la reducción de sal en
alimentos y prohibiciones al tabaquismo en espacios públicos.

Actividad Física y Entornos Seguros


La falta de actividad física es un factor de riesgo que depende en gran medida de las
condiciones sociales. Personas con acceso limitado a espacios seguros y tiempos
flexibles encuentran mayores barreras para mantenerse activas, destacando que la salud
física está condicionada por el entorno y los recursos disponibles.

Conclusión
La promoción de la salud es un proceso intersectorial y de justicia social que busca mejorar
el bienestar general de la población, no solo en su estado físico, sino en la capacidad de
alcanzar un nivel de vida digno. Con un enfoque integral que incluye educación,
empoderamiento y condiciones equitativas, la promoción de la salud propone un cambio de
paradigma desde el enfoque biomédico hacia un enfoque basado en los determinantes
sociales de la salud, con miras a una mejora sostenible y equitativa.

Introducción al Enfoque Salutogénico


El enfoque salutogénico de la salud pública enfatiza los factores que originan y
promueven la salud, en lugar de centrarse únicamente en la prevención de enfermedades
(enfoque patogénico). Este cambio de enfoque permite no solo evitar los riesgos, sino
también desarrollar condiciones que generen salud y bienestar en las poblaciones.

Teoría Salutogénica y Origen de la Salud


La teoría salutogénica, desarrollada por el sociólogo Aaron Antonovsky, se basa en la idea
de que la salud surge de la interacción entre los individuos y su entorno. Antonovsky
formuló esta teoría tras investigar cómo algunas personas mantenían su salud a pesar de
situaciones extremas. De este modo, estableció dos conceptos claves:

Recursos generales de resistencia: factores que ayudan a enfrentar el estrés y las


adversidades, como el apoyo social y los recursos personales.
Sentido de coherencia: capacidad de las personas para identificar y aprovechar estos
recursos para mantener la salud.

Metáfora del Río y el Curso de la Vida


La metáfora del río ilustra cómo las personas navegan por el curso de la vida y se
enfrentan a riesgos y recursos. Aquellos nacidos en contextos favorables, cercanos a la
orilla de la salud, encuentran más recursos para mantener su bienestar. Por el contrario,
quienes nacen cerca de la “cascada de la enfermedad” enfrentan mayores desafíos. Este
modelo refuerza la importancia de aprender a “nadar” (identificar y utilizar los recursos de
salud) para mejorar el estado de salud de la población.

Activos para la Salud y el Modelo Basado en Activos


Los activos para la salud son factores que promueven el bienestar y reducen las
inequidades en salud. Estos activos pueden clasificarse en diferentes niveles:

Individuales: incluyen la resiliencia, autoestima y habilidades para la vida.


Comunitarios: como redes de apoyo, cohesión social y solidaridad intergeneracional.
Organizativos: seguridad laboral, vivienda y justicia social.

Un modelo de salud basado en activos busca identificar estos recursos en diversos


niveles para potenciar el máximo bienestar posible. Además, un desarrollo adecuado en la
infancia es un activo fundamental para asegurar salud y equidad a lo largo de la vida.

Mapeo de Activos Comunitarios


El mapeo de activos permite identificar los recursos disponibles en una comunidad,
visibilizando factores internos (redes de apoyo) y externos (parques, servicios). Este
proceso se realiza de forma participativa, promoviendo comunidades resilientes y
fortaleciendo la gobernanza para la salud, al asegurar una distribución equitativa de los
recursos y mejorar las intervenciones de salud pública.

La Isla de la Salutogénesis
La isla de la salutogénesis representa visualmente los factores que generan salud en tres
niveles:

1. Nivel superficial: activos individuales, como educación y habilidades de vida.


2. Nivel intermedio: activos comunitarios, necesarios para el bienestar colectivo, como
cohesión y apoyo mutuo.
3. Nivel profundo: contextos socioeconómicos favorables que sustentan los demás
activos, como justicia social y servicios universales.

Conclusión
Fortalecer la salud pública desde un enfoque salutogénico requiere integrar los activos a
nivel individual, comunitario y estructural, y asegurar que los determinantes sociales, como
la educación y la justicia social, estén presentes para garantizar una salud sostenible y
equitativa para todos.
Introducción a los Determinantes Sociales de la Salud
Los determinantes sociales de la salud (DSS) son factores que afectan el estado de
salud y bienestar de las personas, incluyendo las condiciones en las que nacen, crecen,
trabajan, viven y envejecen, junto con los sistemas y políticas económicas, sociales y
políticas que influyen en estas condiciones. Se ilustran como un iceberg: en la punta se
observan los factores individuales, mientras que en la base están las “causas de las
causas” o DSS estructurales, que son los factores sociales profundos que influyen en la
salud.

Antecedentes y Modelos de los DSS


El concepto de DSS ha ganado importancia en las últimas décadas. La Comisión sobre
Determinantes Sociales de la Salud de la OMS se creó en 2005 para analizar y generar
conciencia sobre los DSS y su impacto en la equidad en salud. En 2008, esta comisión
propuso tres recomendaciones clave:

1. Mejorar las condiciones de vida.


2. Luchar contra la distribución desigual del poder y los recursos.
3. Medir y evaluar los impactos de las intervenciones en salud.

En 2011, la Declaración de Río destacó la importancia de adoptar políticas de salud que


consideren los DSS. En 2021, la OMS instó a los países a reforzar las acciones en DSS
para mejorar la equidad.

Modelo Socioecológico y la Comisión sobre Determinantes


Sociales
El modelo socioecológico (Dahlgren y Whitehead, 1991) representa los DSS en cuatro
capas que influyen en la salud. Estas capas incluyen factores individuales, redes sociales,
condiciones de vida y factores estructurales. Otro modelo importante es el Marco de la
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (Solar e Irwin, 2010), que destaca
la conexión entre los DSS estructurales (posición socioeconómica y políticas) y los
determinantes intermedios (acceso a servicios y condiciones materiales) como factores que
impactan en la equidad en salud.

Estrategias para Abordar la Desigualdad en Salud


Existen tres enfoques principales para reducir la desigualdad en salud:

1. Intervenciones selectivas: Dirigidas a grupos vulnerables específicos.


2. Reducción de brechas: Enfocadas en disminuir la disparidad de salud entre los
grupos socioeconómicos altos y bajos.
3. Abordaje de todo el gradiente: Incluye a toda la población, promoviendo la salud
equitativa y medidas estructurales como políticas de empleo y condiciones de vida
seguras.

Cada estrategia tiene sus limitaciones, y la elección de la más adecuada depende del
contexto y los objetivos específicos.

Ejemplos de DSS en la Práctica


La educación es un DSS clave que impacta en la salud, pues una mayor educación está
relacionada con mejores conductas de salud y menor mortalidad infantil. Otro ejemplo es la
ubicación geográfica, que afecta la disponibilidad de recursos de salud y condiciones de
vida. En zonas remotas, la falta de acceso a servicios de salud y agua potable impacta
significativamente en el bienestar.

Conclusión
Para abordar los DSS de manera efectiva, se requieren estrategias integrales y un enfoque
intersectorial, priorizando intervenciones que se adapten a las necesidades específicas de
la población y fomentando la participación comunitaria. La combinación de políticas
poblacionales y selectivas puede lograr un mayor impacto en la reducción de inequidades
en salud.

Unidad 2.
Introducción
Esta unidad aborda la relación entre equidad, derechos humanos y salud. El objetivo es
analizar cómo los derechos humanos y las políticas de salud se vinculan y afectan el
bienestar, así como identificar los derechos clave relacionados con la salud.

Derechos Humanos y Salud


Los derechos humanos son principios universales aplicables a todas las personas, sin
importar nacionalidad, sexo, origen étnico, religión, idioma o género. Estos derechos están
protegidos por tratados y legislación internacional. La Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 1948 afirma que toda persona tiene derecho a un nivel de vida
adecuado que garantice salud y bienestar, incluyendo acceso a alimentación, vivienda y
asistencia médica. La Constitución de la OMS también reconoce la salud como un derecho
humano, aunque los avances en derechos económicos y sociales han sido limitados desde
estas declaraciones.

Equidad en Salud
La equidad en salud se define como la ausencia de diferencias evitables o injustas entre
grupos, según factores sociales, económicos o geográficos. Esto significa que no solo se
trata de acceso a recursos, sino de enfrentar las desigualdades que afectan la justicia y los
derechos humanos. La mayoría de las diferencias en salud no son biológicas, sino que se
originan en factores sociales y económicos que crean barreras de acceso.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) promueve la equidad como uno de sus


valores fundamentales, liderando esfuerzos estratégicos entre países para mejorar la
equidad en salud.

Diferencias entre Equidad e Igualdad


La equidad reconoce que cada persona tiene circunstancias distintas y asigna recursos de
forma proporcional a sus necesidades para lograr resultados equitativos. Por el contrario, la
igualdad asigna los mismos recursos a todos, sin considerar las diferencias individuales. La
justicia busca llevar la equidad más allá, desarrollando sistemas que permitan un acceso
equitativo a largo plazo y sostenible para futuras generaciones.

Desigualdades en Salud y Derechos Humanos


Las desigualdades en salud están directamente vinculadas con los derechos humanos, ya
que las brechas en indicadores de salud reflejan violaciones a derechos como el acceso a
la educación, salud y condiciones de vida dignas. Los derechos sexuales y
reproductivos, el derecho a la educación y al trabajo son algunos de los afectados cuando
existen inequidades. Estas desigualdades también pueden manifestarse en indicadores de
mortalidad materna y mortalidad infantil, especialmente entre poblaciones vulnerables
como mujeres en áreas rurales y comunidades pobres.

Estrategias para Superar Desigualdades


Para enfrentar estas desigualdades, es necesario un trabajo simultáneo e integral en
varios niveles:

Identificación de determinantes de la salud para intervenir en factores de riesgo


específicos.
Participación de partes interesadas de diversos sectores, promoviendo colaboración
para soluciones efectivas.
Reconocimiento de activos sociales y comunitarios que apoyen la equidad.
Priorizar a los grupos menos favorecidos mediante soluciones equitativas.

Unidad 3.
Introducción a los Entornos Saludables
Esta unidad analiza los entornos saludables y los principios clave para su creación. La
Promoción de la Salud, especialmente desde la Carta de Ottawa, enfatiza la importancia
de crear espacios de vida cotidianos que promuevan el bienestar. Los entornos saludables
clave incluyen escuelas, universidades, viviendas, lugares de trabajo, mercados y entornos
digitales, tanto en áreas urbanas como rurales.

Concepto de Entornos Saludables


Un entorno saludable se define como el contexto social donde las personas realizan sus
actividades diarias y donde interactúan factores ambientales, organizacionales y
personales, influyendo en su salud. Este enfoque permite alcanzar a toda la población,
incluyendo a los grupos vulnerables. Tradicionalmente, los municipios se consideraban
entornos saludables, pero hoy se destacan como una entidad de acción específica.

Principios de los Entornos Saludables


Para promover la salud en diferentes entornos, es esencial aplicar ciertos principios clave:

1. Involucrar a todos los actores y partes interesadas: Esto implica incluir a sectores
diversos en el análisis de la salud, evaluando fortalezas y activos, y definiendo
acciones.
2. Adoptar una visión holística de la salud: Considerar el entorno como un sistema
integrado donde los distintos elementos interactúan, abordando los determinantes
sociales de la salud de manera integral.
3. Implementar diversas estrategias en diferentes niveles: Involucrar a distintos
sectores permite abordar un espectro amplio de problemas con soluciones adaptadas
a los niveles individual, comunitario, organizacional, político y económico.
4. Llevar a cabo una evaluación participativa: Este proceso de recopilación y análisis
de información incluye a las partes interesadas y permite medir avances y realizar
ajustes en las estrategias.

Ejemplo: Escuelas Promotoras de Salud


El marco de Escuelas Promotoras de Salud de la OMS es un ejemplo práctico de entorno
saludable que favorece tanto el derecho a la salud como a la educación. Este enfoque
mejora la salud, bienestar y resultados de aprendizaje, reduciendo inequidades y
desarrollando recursos para una vida más saludable.

Un caso ejemplar es la Escuela Primaria Santa Catarina en la República Dominicana.


Tras identificar problemas de alimentación y falta de agua potable, se implementaron
medidas como la construcción de un jardín, la desinfección del agua y el reemplazo de
alimentos poco saludables por opciones nutritivas. Esta intervención permitió mejorar la
salud y asistencia escolar de los estudiantes mediante el esfuerzo conjunto de toda la
comunidad.

Introducción a la Participación Comunitaria, Empoderamiento


y Compromiso de la Sociedad Civil
Esta unidad explora cómo la participación comunitaria, el empoderamiento y el
compromiso de la sociedad civil son fundamentales en la promoción de la salud. Estos
elementos permiten a las personas influir en decisiones que afectan su comunidad y salud,
potenciando la identificación de sus capacidades y activos.

Participación Comunitaria
La participación comunitaria implica que los miembros de la comunidad se reúnan para
identificar prioridades y estrategias en función de sus fortalezas y necesidades. Es un
proceso democrático que fomenta el intercambio de conocimientos y valores, lo que permite
tomar decisiones colectivas. Un ejemplo destacado es la Convención sobre los Derechos
del Niño, que promueve el derecho de los niños a ser escuchados y participar activamente.

Tipos y Funciones de la Participación


Existen varias formas de participación, cada una con una función específica, desde el nivel
nominal o funcional hasta el transformador:

Nominal o funcional: Se centra en garantizar el cumplimiento de proyectos.


Instrumental: Busca delegar responsabilidades para mejorar la eficacia.
Representativa: Recoge opiniones y valores de la comunidad.
Transformadora: Empodera a las personas para exigir sus derechos y mejorar la
rendición de cuentas.

Importancia de la Participación Social


La participación es esencial para:

1. Aumentar el autocuidado y control sobre la salud.


2. Fomentar la ciudadanía y empoderar a los participantes.
3. Mejorar la administración pública y promover la buena gobernanza.
4. Generar salud al fortalecer el control individual y colectivo sobre la salud,
promoviendo cohesión social y equidad.

Para ser efectiva, la participación debe ser significativa, inclusiva y desarrollarse en todas
las fases del proceso, desde la planificación hasta la evaluación.

Ejemplos y Desafíos de la Participación


La movilización social ha sido fundamental en iniciativas como la lucha contra el VIH/SIDA
en EE. UU., que promovió la prevención mediante redes de apoyo y movimientos contra la
estigmatización. Sin embargo, existen desafíos, como la movilización de personas y la
dificultad para gestionar la información de manera inclusiva y transparente. Además, es
necesario evitar la manipulación y asegurar que los grupos vulnerables no queden
excluidos.
Empoderamiento en la Promoción de la Salud
El empoderamiento implica dar poder a las personas para participar en la transformación
de los determinantes sociales de la salud. Aumenta la conciencia colectiva, permite una
participación activa en la toma de decisiones y fomenta la autonomía. Las acciones
empoderantes incluyen:

Crear espacios de participación y fomentar la inclusión.


Desarrollar redes y alianzas para el fortalecimiento de capacidades.
Redistribuir el poder para incluir a grupos tradicionalmente excluidos.

Un ejemplo es la campaña “Get the message” en el Caribe, que usó redes sociales para
educar sobre enfermedades crónicas y empoderar a los jóvenes en su autocuidado.

Compromiso de la Sociedad Civil


La sociedad civil organizada incluye asociaciones y ONG independientes del gobierno
que defienden intereses comunes. Desde la Declaración de Alma-Ata y la Carta de
Ottawa, se ha reconocido su papel en la promoción de políticas de salud y el desarrollo
sostenible. Las organizaciones de la sociedad civil han impulsado cambios y reformas para
una vida digna y el bien común, aumentando el poder ciudadano y la capacidad de las
comunidades para abogar por sus necesidades.

Gobernanza para la salud y acción intersectorial


Introducción a la gobernanza en salud
La gobernanza para la salud representa la gestión organizada de instituciones y prácticas
públicas para el bienestar colectivo, sustentándose en los derechos humanos y en la salud
como un deber universal. Este enfoque incluye actores gubernamentales y no
gubernamentales y se guía por el modelo de buena gobernanza. La buena gobernanza,
promovida por instituciones como el Banco Mundial y la OCDE, demanda transparencia,
eficacia y equidad en el desarrollo de políticas a nivel global, nacional y local, con el objetivo
de mejorar la vida de la sociedad en su conjunto.

Gobernanza y salud en todas las políticas (HiAP)

El enfoque Salud en Todas las Políticas (HiAP) propone integrar la salud en todas las
decisiones políticas para mejorar el bienestar general y reducir desigualdades. Este enfoque
enfatiza que las políticas de sectores no sanitarios (como transporte, vivienda, educación)
pueden afectar directamente la salud. La implementación de HiAP se fortalece con
acciones intersectoriales, es decir, colaboraciones entre diferentes sectores (salud,
educación, medioambiente) para un abordaje integral de los problemas de salud.

Abordaje de los determinantes sociales de la salud (DSS)


Los determinantes sociales de la salud (DSS) son factores externos al sector salud que
influyen en el bienestar, como la educación, el empleo y el entorno físico. Para enfrentar
estos determinantes, HiAP promueve una acción intersectorial que involucre a sectores
diversos para que las políticas sanitarias se implementen de manera transversal y generen
impactos positivos en la salud pública.

Fortalecimiento de la gobernanza para la salud


El fortalecimiento de la gobernanza en salud implica establecer una diplomacia de salud
eficaz y asegurar la colaboración entre sectores de alto nivel. Para ello, son clave los
procesos de toma de decisiones democráticos y participativos, donde todos los actores
se involucren en igualdad de condiciones. Además, es crucial realizar evaluaciones
integrales y conjuntas para medir el impacto de las políticas en los DSS y ajustar las
estrategias.

Niveles de intensidad de la acción intersectorial

La acción intersectorial varía en intensidad según la relación entre el sector salud y otros
sectores:

Información-Cooperación: Nivel básico donde el sector salud lidera y otros sectores


cooperan con base en la información proporcionada.
Cooperación-Coordinación: Prevención de enfermedades mediante coordinación
entre salud y otros sectores.
Integración-HiAP: Nivel avanzado en el que todos los sectores colaboran para
estructurar políticas de salud en beneficio colectivo, priorizando la equidad y los DSS.

Gobernanza local y participación en la salud


Los gobiernos locales juegan un papel fundamental en la promoción de la salud, ya que
están en una posición privilegiada para impulsar la colaboración intersectorial y la
participación comunitaria en políticas públicas. Esta gobernanza local permite incorporar la
salud y el bienestar en todos los sectores y fortalece el Movimiento de Municipios,
Ciudades y Comunidades Saludables (MCCS), el cual fomenta la mejora de los entornos
físicos y sociales para apoyar la salud de las comunidades.

Movimiento de Municipios, Ciudades y Comunidades


Saludables (MCCS)
El MCCS es una plataforma de gobiernos locales orientada a mejorar el bienestar de los
ciudadanos mediante la creación de políticas locales de salud. Liderado por alcaldes y
alcaldesas, busca reducir las inequidades en salud abordando los DSS, generando
proyectos que van más allá del ámbito sanitario e integrando recursos comunitarios en las
estrategias de promoción de la salud.
Conclusión
La unidad destaca la importancia de una gobernanza integral, donde la salud en todas las
políticas y la colaboración intersectorial permiten abordar los DSS y promover la equidad.
La buena gobernanza para la salud, apoyada en la acción local y en plataformas como el
MCCS, es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en
particular el ODS 3, que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos.

Fortalecer los sistemas y servicios de salud integrando la


promoción de la salud
Introducción y objetivos
La integración de la promoción de la salud es crucial para fortalecer los sistemas de salud,
mejorando así la respuesta a las necesidades de la población. En esta unidad, se
profundiza en cómo la atención primaria y los sistemas de salud pueden beneficiarse
mediante políticas y programas que integren la promoción de la salud en todos los niveles.

Principios fundamentales de los sistemas de salud

Los sistemas de salud deben basarse en los valores de equidad, solidaridad y derecho a
la salud. A pesar de los avances, persisten desigualdades en salud que requieren aumentar
la inversión pública y optimizar el gasto en salud, que debería ser al menos el 6% del PIB
en cada país.

Importancia de la promoción de la salud


La promoción de la salud asegura que todas las personas tengan una oportunidad justa
de alcanzar su potencial de salud, proporcionando sistemas capaces de prevenir
enfermedades y abordar de manera equitativa los determinantes sociales.

Elementos clave para fortalecer el sistema de salud


Fortalecer los sistemas de salud mediante la promoción de la salud requiere:

Desarrollar políticas y programas que integren la promoción de la salud en el


sistema sanitario, respondiendo a necesidades comunitarias.
Capacitar al personal de salud para incluir actividades preventivas y promocionales
en su trabajo.
Reconocer a los promotores de salud como miembros clave de los equipos de
atención.
Abogacía y coordinación multisectorial para promover políticas públicas de salud
intersectoriales.

Integración de la promoción de la salud en el sistema sanitario


La promoción de la salud debe incluirse en todos los niveles de atención (salud pública,
atención primaria, hospitalaria y académica), abordando tanto a personas sanas como a
enfermas. Las prioridades estratégicas para lograrlo incluyen:

Fortalecer el acceso y cobertura universal de salud, garantizando servicios


integrales y accesibles sin distinciones ni barreras económicas.
Mejorar la salud pública mediante la promoción de la salud como un pilar central.
Apoyar la atención primaria de salud (APS), esencial para la proximidad y eficacia
en la atención sanitaria.

Acceso universal y cobertura de salud


El acceso y cobertura universales implican garantizar a todos servicios integrales y de
calidad. Esta estrategia, adoptada en 2014 por la OPS, destaca la importancia de fortalecer
los sistemas para reducir inequidades, facilitando el acceso a medicamentos y servicios sin
suponer cargas financieras.

Sinergias de la promoción de la salud con la estrategia de


cobertura universal
Las políticas de promoción de la salud deben recibir financiamiento adecuado y promover la
participación comunitaria y la acción intersectorial para abordar los determinantes sociales
y reducir las inequidades en salud.

Promoción de la salud como pilar de la salud pública


La promoción de la salud es fundamental para un sistema de salud pública integral y
efectivo. Para potenciar la salud pública, se deben implementar:

1. Políticas de salud pública en todas las fases, incluyendo recursos y evaluaciones.


2. Integración de promoción en servicios de salud, colaborando con comunidades
para mejorar condiciones de vida.
3. Acciones que aborden los determinantes sociales y promuevan la participación
comunitaria.

Atención primaria de salud (APS)


La APS es el enfoque más inclusivo y efectivo para mejorar tanto la salud física como
mental y el bienestar social. Su organización considera la salud de manera holística, desde
un enfoque biopsicosocial y se sustenta en principios de equidad y justicia social. Las
inversiones en APS aumentan la accesibilidad y el rendimiento del sistema, preparándolo
mejor para responder en situaciones de crisis como la pandemia de COVID-19.

Declaraciones de Alma-Ata y Astaná


La Declaración de Alma-Ata (1978) y la Declaración de Astaná (2018) subrayan la
importancia de la APS para la cobertura de salud universal y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible. Estos valores han guiado a la OPS en la transformación de los sistemas de
salud, apoyando la justicia social, participación y acción multisectorial.

Redes integradas de servicios de salud


Las redes integradas de servicios de salud son el medio por el cual la APS se
materializa, ofreciendo cobertura universal, atención continua y colaboración intersectorial.
Estas redes mejoran la accesibilidad y proporcionan atención integral y coordinada entre
distintos niveles del sistema.

Integración de la promoción de la salud en la práctica diaria


La promoción de la salud debe integrarse en el centro de salud y extenderse al entorno
comunitario:

En el centro de salud, cada contacto es una oportunidad para considerar el contexto


de vida del paciente y conectar con recursos comunitarios.
Más allá del centro de salud, se promueven redes comunitarias y la colaboración con
gobiernos locales, mejorando la calidad de vida a través de intervenciones
comunitarias y el fortalecimiento de entornos saludables.

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