1.7 Radiación
1.7 Radiación
1.7 Radiación
B. Radiación No Ionizante
La radiación no ionizante tiene menos energía que la ionizante y no tiene la capacidad de
ionizar átomos. Sin embargo, puede causar otros tipos de daño, como el calentamiento de
tejidos, lo cual es el principio detrás del funcionamiento de los hornos de microondas. En el
contexto de la salud, la exposición a la radiación no ionizante proviene de dispositivos como
láseres, ultrasonido y algunos equipos de fisioterapia. Aunque generalmente es menos peligrosa,
la exposición prolongada o intensa puede causar daños como quemaduras o lesiones oculares.
EFECTOS EN LA SALUD
Efectos Agudos
Los efectos agudos de la radiación se manifiestan rápidamente después de una exposición a
dosis altas. Esto incluye:
Síndrome de Radiación Aguda (SRA): Una condición grave que ocurre cuando una persona
recibe una dosis muy alta de radiación en un corto período. Los síntomas incluyen náuseas,
vómitos, diarrea, y caída del cabello, que pueden progresar a daño orgánico grave y muerte.
Quemaduras Radiológicas: Pueden aparecer en la piel y los tejidos subyacentes después de una
exposición intensa, similar a las quemaduras térmicas pero causadas por la radiación.
Efectos Crónicos
Estos efectos se desarrollan a lo largo del tiempo con exposiciones repetidas o prolongadas a
radiación a niveles más bajos. Algunos ejemplos incluyen:
Cáncer: La exposición crónica a radiación ionizante aumenta el riesgo de desarrollar cáncer,
especialmente leucemia y cáncer de tiroides.
Cataratas: La exposición continua a radiación, como la de los rayos X, puede opacificar el
cristalino del ojo, llevando a la formación de cataratas.
Problemas Reproductivos: Exposiciones elevadas pueden afectar la fertilidad y aumentar el
riesgo de malformaciones congénitas en la descendencia.
MEDIDAS DE PROTECCIÓN
Principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable)
Minimización de la Exposición: Este principio guía todas las prácticas relacionadas con la
radiación en medicina. Implica ajustar los protocolos para reducir la exposición tanto para los
pacientes como para el personal médico, utilizando solo la radiación necesaria para lograr los
objetivos diagnósticos o terapéuticos.
Tecnología Avanzada: Los equipos modernos están diseñados para usar la menor cantidad de
radiación posible sin comprometer la calidad de la imagen o la efectividad del tratamiento.
Equipos de Protección Personal
Delantales y Gafas de Plomo: Son esenciales para proteger las partes del cuerpo que no están
siendo estudiadas o tratadas de la radiación dispersa.
Dosímetros Personales: Estos dispositivos miden la cantidad de radiación que ha recibido un
trabajador de la salud, permitiendo monitorear y gestionar su exposición acumulada.
Capacitación y Protocolos
Formación Continua: Los profesionales de la salud que trabajan con radiación deben recibir
capacitación regular para mantenerse al día con las mejores prácticas de seguridad y nuevas
tecnologías.
Protocolos de Emergencia: Es vital que existan protocolos claros para manejar situaciones de
sobreexposición accidental o incidentes radiológicos, incluyendo la descontaminación y el
manejo médico de los afectados.
Así como existen acciones empleadas para la protección de este procedimiento también existen
normas básicas internacionales de seguridad para la protección contra la radiación ionizante y
para la seguridad de las fuentes, patrocinadas conjuntamente por:
a. La Agencia para la Energía Nuclear de la Organización de Cooperación y desarrollo
económicos.
b. El Organismo Internacional de Energía Atómica.
c. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
d. La Organización Internacional del Trabajo.
e. La Organización Mundial de la Salud y
f. La Organización Panamericana de la Salud.