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Tello Psic

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T
THA

LATIN AMERICAN COLECTION


THE LIBRARY
OF
THE UNIVERSITY
OF TEXAS
AT
AUSTIN

BF
5
R543
LAC
UNIVE
RSITY OF TEXAS AT AUSTIN - UNIV LIBS
19.
302
312
302
591 159 312
R 50
4 V 7 1 9 6 159
BF 5 3 .1 18 6

LAC
R 494

BF
R543
LAC
19188

Revista de Psiquiatría
y disciplinas conexas
1
Revista de Psiquiatría
y disciplinas conexas
Publicación trimestral de Psiquiatria ,
Neuropatologia , Psicologia , Psicoanálisis , Pedología ,
Sociologia , Medicina Legal,
Criminologia e Historia de la Medicina

Fundada y publicada por

HERMILIO VALDIZAN

HONORIO F. DELGADO

AÑO I
( Comienza en julio de 1918)

LIMA
Gremios 435, altos
(

1
Indice del año 1 . A

ARTICULOS ORIGINALES

La hipocondría en el siglo XVIII . Autor Anónimo.. 5


El mutismo. Luis D. ESPEJO 11
Acerca del infantilismo. HERMILIO VALDIZAN 25
La nueva faz de la psicología normal y clínica. HONORIO F.
DELGADO 37
Leyenda de la génesis de los amueshas.Julio C. Tello. 51
Educación de un epiléptico . E. Ponce RODRIGUEZ... 56
La chicha, bebida de los primitivos peruanos. HERMILIO Val
DIZAN 62
El psicoanálisis en sus aplicaciones extrapsiquiátricas. Ho
NORIO F. DELGADO 78
El señor Victor Larco Herrera y el Asilo - Colonia de Magda
lena . Editorial .. 129
Psicosis polineurítica. MAX. GONZALEZ OLAECHEA 133
Trastornos mentales en el paludismo. CARLOS A. BAMBAREN . 137
La psiquiatría psicológica. HONORIO F. DELGADO .. 146
Un imbécil criminal (Peritaje ). HERMILIO VALDIZAN .. 166
Los problemas nacionales de sanidad mental. HONORIO F.
DELGADO 203
Nuestro Seminario Pedológico. Editorial . 212
Un caso de paraplejia de origen traumático . ERNESTO ODRIO
ZOLA 214
La supervivencia (Cuestión médico - forense ). L. AVENDAÑO .. 220
El nuevo curso de Derecho Penal en la Universidad de San
Marcos. Oscar MIRO - QUESADA 226
Interdicción por paranoia crónica ( Paritaje) HERMILIO Val
DIZAN 237
- 2

NOTICIA DE LIBROS

Franco da Rocha, Hospicio e Colonias de Juquery 44


Julio C. Tello , El uso de las cabezas humanas artificialmente
momificadas y su representación en el antiguo arte pe
ruano .. 112
Waldemar de Almeida, O diagnostico, as remisoes e o trata
mento dos dementes precoces ... 114
Mariano Alurralde, Disgnóstico topográfico de los tumores
cerebrales ... 114
Smith Ely Jelliffe, The Techmique of Psychoanalysis 177
Sante de Sanctis, Come vanno a finire gli anormali assistiti? .. 178
Sante de Sanctis, Utilizzacione dell'uomo in pace en in guerra 179
C. G. Jung, On the importance of the Unconscious in Psy
chopathology 180
181
C. G. Jung, On Psychologycal Understanding 182
Leonidas Avendaño, La medicina Legal en el Perú..
Guillermo Fernández Dávila, La autopsia médico-legal . Pro
yecto de reglamentación 183
José Ingenieros. La evolución de las ideas argentinas. Libro
I : La Revolución ... 261
Sante de Sanctis, A Fantini e L. Ciampi, Contribuiti psicolo
gici del Laboratorio di Psicologia Sperimentale della R.
Università di Roma. Vol . III ... 262
Carlos Enrique Paz -Soldán, Las bases médico-sociales de la
legislación sanitaria del Perú. Vol. II ..... 263

REVISTA DE REVISTAS

Del número 2 116


3 184
4 261

PSICOPATOGRAFIAS

Los amores de un poeta ... 46


Las iras de un socialista . 48
Nuestros inventores 125
--

-
- 3

Desahogos de un filosofo .. 126


Un loco moral, agitador político . 199
Amores de manicomio . 201

NECROLOGIA

James Jackson Putmam 282


Arturo Galcerán y Granés ... 283

CRONICA

El conflicto suscitado en el Asilo-Colnia de Magdalena por


el personal religioso de asistencia .... 284
ANTIGUALLAS MEDICAS

La Hipocondria en el siglo XVIII

(MANUSCRITO ANONIMO)

Documento inédito, que de


bemos a la cultura y a la bon
dad del Dr. Francisco Moreyra
y Paz -Soldán .

« 1.-La hipocondría es una enfermedad en que el espíritu pa


edece tanto y acaso más que el cuerpo. Suele acometer desde 25
sasta ( 1 ) los 50 años, y de aquí arriba ya respira visos de maniaca
(2) . A esta suelen agregarse la gota (3) y el escorbuto o quedan
( 1).- Nos ha parecido conveniente mantener la ortografía del
hermoso original.
( 2 ).- Estos visos de maniaca, señalados por el autor anonimo,
aluden a la posibilidad de ocurrir, pasados los 50 años, accidentes
análogos a los accidentes hipocondríacos.
( 3).— La gota mirada por el anónimo como factor etiológico
da la hipocondría: la idea es muy semejante a la de aquellos que
se empeñan en patentizar siempre la asociación de una diátesis
artrítica a una diátesis neuropática.
-
6 Revista

por sucesores (4). Por la mayor parte los Hipocondriacos son gen
ete de espíritu con invencible inclinación a la meditación, soledad
ky estudios profundos (5). Sus causas más ordinarias son : Disposi
« ción hereditaria (6), contratiempos (7), pesadumbres, aplicación
casidua a estudios profundos ( 8 ) y de pendencias serias: Vida seden
ataria, pasiones de Espíritu, celibato forzado (9), voluntad repri
erida, Manía amatoria ( 10), supuraciones y evacuaciones desme
didas ( 11 ), gonorrea y fluxos blancos envegecidos: Uso de alimen

(4).- La gota y el escorbuto, considerados como reliquia de


la hipocondría. Mirada la gota como enfermedad vinculada a re
tardo del metabolismo, nada de particular que ella fuera , sino un
derivado inmediato, un efecto de la hipocondría, un estado mor
boso que aprovechara para hacer su aparición solemne el estado
de deficiencia nutritiva concomitante o consiguiente al trastorno
nervioso producido en la hipocondría.
(5 ).- Es de creer que el autor anónimo ha invocado estos es
tudios profundos como un exponente de concentración atenta y
no como una verdadera inclinación fatal de los hipocondríacos a
semejante género de trabajo mental. Ha querido decir que los hi
pocondríacos ofrecen , en ocasiones, el aspecto de personas que vi
vieran dedicadas a profundos estudios y que a las veces, en la so
ledad de su retiro, fijan la mirada en el espacio, como si en él halla
ran escrita la clave del argumento que les preocupa.
(6 ).- Los factores etiológicos de la hipocondría: la herencia.
El anónimo se anticipaba a la búsqueda de los antecedentes etio
lógicos de la neurosis y consignaba uno de ellos, aceptado sin vaci
laciones en la actualidad .
( 7).— Los contratiempos: es el equivalente anticuado de los
modernamente llamados traumatismos psíquicos.
(8).-La aplicación a los estudios profundos sólo podía ser
considerada como factor etiológico de la hipocondría como un ele
mento provocador de fatiga mental .
:9 ).— l'na alusión a la importancia del.problema sexual en la
etiología , sin tomatología y terapéutica de la hipocondría .
( 10) .--La manía amatoria etiquetaba muchas veces la incli
nación sexual de la pubertad. Y el anónimo ha debido intentar
decir maniacos amatorios de aquellos sujetos que, en la primavera
de la vida , gustaban de las mozas que constituyen el mayor en
canto de esa y otras edades humanas.
( 11).- Las supuraciones estarían a representar procesos in
fecciosos o tóxicos y no sería otra la representación de las evacua
DE PSIQUIATRIA 7

stos piperinos y licores espirituosos, remedios activos: abuso de


eté café, tabaco y Chocolate ( 12): Cursos habituales ( 13), bolcillo
« vacío sin recurso, tales son el todo o parte de los principios
ten las enfermedades nervosas y de su conservacións.
2. - Envejecido el mal con sus sucesores la Hidropesía ( 14)
tatsma ( 15 ), fiebre lenta, atrofia y marrasmo ( 16). Se ha observado
«que el fluxo de las venas hemorroidales ha facilitado felices termina
«ciones ( 17) a esta enfermedad; y así el provocarle es remedio muy
tapropiado. Dicen que los hipocondriacos son exentos de las enfer
medades epidemiales ( 18), y aún de la peste; pero que son incons
<tantes, impertinentes y enfadosos aún a si mismos ( 19)
ciones repetidas. Y ambos factores tenían derecho a ser considera
dos como tales en la etiología del afecto hipocondríaco.
(12 ).- Toda una alusión a los tóxicos exógenos.
( 13 ).— Idéntica interpretación que las supuraciones y evacua
ciones a que hace referencia la nota 11 .
(14 ).-- La Hidropesía sucesor de la hipocondría representa un
vestigio de la hipótesis hepatógena de la melancolía, a menos que
la acción ejercida por la hipocondría sobre la nutrición hubiera
sido causa lejana de ciertos estados anasárquicos.
(15).- Es la relación entre asma y neuropatía, cuya expresión
más intensa está constituida por el asma nerviosa.
( 16).-Hace alusión el anonimo a una verdadera caquexia,
a la cual podría conducir incuestionablemente, una hipocondría
prolongada por mucho tiempo, el necesario para que el anóimo
tuviera derecho de hablar de un «mal envejecidos.
( 17 ).- Es la relación establecida entre neuropatía y hemorroi
des. Todos los autores peruanos de la época colonial, singularmen
se los profanos, hacen alusión a los trastornos nerviosos y psíqui
cos a que daba orígen la supresión brusca de «las almorranas»,
como ellos llamaban a los hemorroides.
(18 ).- Sólo hallamos una explicación a esta inmunidad en el
hecho de ser los hipocondríacos buscones de soledad y fugitivos
del contacto de los hombres: es, probablemente, en este alejamien
to que debe buscarse el secreto de aquella resistencia a las enfer
medades epidémicas y aun a la peste. Fuera de esta explicación
debiera haber sido más frecuente el hecho inverso , o sea la mayor
facilidad con la cual los hipocondríacos, sujetos debilitados por
acaión nerviosa, contraían las enfermedades epidémicas y aun la
peste.
( 19).-Inconstancia, impertinencia y enfadosidad no signi
focan motivo legítimo para dudar de la naturaleza histérica de la
8 REVISTA

« 3. - Es tan vaga la infección vaporosa ; y sus símptomas oca


« sionan por lo regular ahogo en la garganta, dificultad de tragar,
« privación de loquela, sofocación , sueño profundo, a veces repen
«tinamente se privan y pueden equivocarse con un ataque apoplé
«tico si no se atiende al estado de las mandíbulas, que quedan con
«vulsas en el Histerismo de las mujeres o en el afecto hipocondría
«co en los hombres (20 ). Suele ofender la cabeza de varios modos.
«En las Mujeres aparenta la sensación de un clavo (21 ) hincado en
«ella. Algunas se quexan de batimientos de arterias, otras de frío
«en la mollera, silbidos de oídos, temores, dolor, estupor, lascitu
« des, delirios, sopores, supresión, & y la melancolía, tristeza, flatos
«y desconfianza, son siempre sus fieles e inseparables compañeros.
«4.- Es un vicio general o particular del género nervoso, pro
« ducido por el encojimiento o arrugación de las fibras nervosas.
« Se llama hystérico en las mujeres porque se han mirado los dife
« rentes desórdenes del útero, por causa de estas enfermedades.
« Llámase Hipocondríaco o Melancólico en los Hombres, porque
«así mismo han establecido su causa en los hypocondrios, y visce
« ras del vientre inferior (22).
« Son tan varias las señales de esta enfermedad, que confun
«den al más diligente observador. Algunas quedan insinuadas en
« el número 3; pero, así mismo se han observado las siguientes: La
« respiración a veces es tal, que ni bambolea la luz de la vela, ni
« empaña al espejo ( 23 ). La frialdad del cuerpo suele a veces pre

Hipocondría, cuya descripción del anónimo permite creer que


nuestros prácticos de la época colonial confundieron, bajo la co
mún etiqueta de Hipocondría, la Histeria masculina, la neuras
ténia , la psicasténia y, por último, los estados hipocondríacos de
ciertas psicopatías.
(20 ).- Confirmación de nuestra sospecha de la nota anterior:
el anónimo establece el diagnóstico diferencial del «ataque histé
rico y del «ataque apopléticos. En verdad que los modernos sólo
establecen la posibilidad de confusión del ictus apoplético con el
ataque epiléptico; pero, para justificar la confusión a que alude
el anónimo, debemos recordar que la separación neta entre histe
ria y epilepsia no se había operado sodavía .
( 21 )—El «clavo histérico » ?
(22).-Una explicación orgánica de la histeria, que, no desde
ña la intervención uterina e hipocondriaca, aún cuando sók la
admite como consecuencia de la arrugación de las fibras nerviosas
y no como causa de la enfermedad.
(23).-Método primitivo de espirometría: él ha quedado rele
DE PSIQUIATRIA

« sentarse de tal modo que algunos con plaza de muertos han sido
kenterrados (24). Sin embargo hay algunos que oyen y entienden
«cuando se habla y maniobra (25) .
«5. - Parece que con lo insinuado y después de una competente
relación de los enfermos, sobre el modo de vida, se sacarán sufi
«cientes indicios para el conocimiento de la enfermedad y teniendo
« presente que en el número 3 se dejan enunciadas las causas que
«dan origen a estas enfermedades y producen la evaporación del
asurco nervoso , y linfático: vendremos en conocimiento del porqué
«de tantos desórdenes en las funciones vitales, animales y natura
cles de estos enfermos (26) .
6. - Sobre estos principios se establece por causa inmediata al
despasmo, eretismo, arrugación o acortamiento general o particu
dlar en los géneros musculoso y nervoso : cuya causa es la que se
edebe combatir, porque las demás que se suelen acusar, deben re
« putarse por efectos. Así el útero en las Mujeres no tendrá más
aderecho que los vasos espermáticos en los Hombres . Es verdad
& que alguna vez el útero, por razón de su estructura y uso de sus
( líquidos, será más incomodado. La obstrucción de cada víscera
«del vientre inferior será producto y efecto de este espasmo, acor
atamiento o arrugación y el curso irregular de los espíritus será
efecto de la irritabilidad y excesiva sensibilidad del género nervoso
(27).
« 7. - Examínense todos los símptomas y recórranse exquisita
emente las partes sometidas a esta disposición, y hallaremos que
« las partes musculosas nervosas y membranosas son siempre las
«más afectas; por lo que el estómago y vísceras de las hystéricas,
«y hypocondriacos, son los que primeramente padecen, como son
las cardialgias, flatos regueldos (? ) , borborigmos, cólicos vómi
etos, &. 'Las Meninges también padecen vértigos y desvanecimien
«tos. El diafragma afecto lo presenta la sufocación, y el toque del
gado a la constatación de la muerte y constituye número impres
cindible de esta averiguación en la medicina doméstica .
(24) .-Alusión a la frecuencia de la muerte aparente en los
histéricos.
(25).- La conservación de la conciencia en el ataque histérico .
( 26 ).- 'Alusión al proteismo de los síntomas de origen neuró .
sico , de los trastornos neurósicos viscerales que, a título de tras
tconos funcionales neurósicos, han sido tan admirablemente estu
diados por DUBOIS, de Berna, por DEJERINE y otros.
(27 ).- Ratificación de nuestras aseveraciones de la nota an
terior.
10 REVISTA

«corazón, y pericardio, se manifiesta por la palpitación (28).


8.-La vexiga afecta o retocada se conoce por la retensión
de orina: los cordones espermáticos en su retracción, el género
«musculoso y nervoso en los movimientos convulsivos y convul
«ciones generales de toda la máquina: y en fin todas las partes, que
sean sometidas a la potencia de los nervios, serán por consiguien
«te sometidas al mismo bamboleo, al espasmo, al eretismo y al
carrugamiento. Así mismo se hallarán los espíritus alborotados y
«desordenado su movimiento ; porque los nervios que les conducen
y conservan se hallarán irritados y eretizados.
9 ,-Para combatir y curar metódicamente a esta verdadera
« causa de las enfermedades vaporosas, se deberá apartar de la or
dinaria y común senda del uso de los remedios antihystéricos y
« antiespasmdicos, con mira de entonar el systema nervoso y co
erregir el vicio de los líquidos; porque la constante experiencia
spresenta muchos sucesos adversos de este método, al paso que
clos vemos muy felices y continuos por el método y uso de los hu
«mectantes, refrigerantes, y diluyentes; v. g.; los baños domésticos
« tibios o fríos: pediluvios, lavativas frescas de agua común y aún
«de nieve, según los casos y urgencias fomentos, tisanas frescas,
«aguas de pollo o de ternera y sueros clarificados, o destilados .
*Caldos sencillos de pollo, galápago, de cuello de borrego, de rana.
« Bebidas dulcificantes, oleosas y mucilaginosas: y al fín aguas mi
« nerales, ligeramente acidulas. Todo esto dirigido por el método
«que se especificará en cada una de las enfernedades, alguna san
igría y rara vez purga; es quanto contiene todo el aparato de la
experimentada Therapéutica. (29)
« 10. — Estos son los únicos, y poderosos remedios que convie
«nen a todo afecto, vaporoso, espasmódico, de irritación, sumo ca
«lor, &, y en caso que algunos de estos símptomas se complique con
«otras enfermedades se deberá hacer uso de los dichos remedios,
sin hacer caso de los pretendidos antihystéricos.

(28 ).- Alusión más amplia a los trastornos funcionales de la


neurosis.
( 29).— Este capítulo terapéutico constituye un exponente de
la terapéutica de transición entre las curas uterinas e hipocondríacas
de la Histeria y las curas químicas: el anónimo reacciona en contra
de la cura netamente antihystérica, consistentes en masajes fija
dores del útero y de los hipocondrios, en la aplicación de emplas
tos y pomadas que procuraban la fijación de las vísceras ambula
torias. Y recomienda una medicación poco eficaz, pero en armonía
con el concepto etiológico de la arrugación de la fibra nerviosa ,
DE PSIQUIATRIA 11

El mutismo

NOO drome,
es nuestra intención ofrecer un estudio completo de este sin
harto importante por cierto: queremos, solamente, pre
sentar algunos casos - tres de los cuales, los primeros, por su con
junto , tienen un interés documental indiscutible - con ligero co
mentario .
El mutismo que DEJERINE define como «la imposibilidad de
articular y de emitir un sonido» ( 1 ) , es un estado que se debe, a
veces, a condiciones de orden orgánico, a veces, a causas puramen
te funcionales. Su etiología y su patogenía son , por consiguiente,
múltiples. El mutismo puede ser consecutivo a la sordera congé
nita o adquirida, principalmente en los niños, pues, como sabemos,
el centro auditivo es el primero que se desarrolla en la evolución
ontogénica del lenguaje y el que preside al funcionamiento de los
otros centros del lenguaje. Este sordo-mutismo puede ser causado
por afecciones primitivas del oído, por otitis determinadas por en
fermedades infecciosas o por afecciones cerebrales, que comprimen
o destruyen los centros auditivos; sin embargo, como dice Deje
RINE, «la anatomía patológica cerebral del sordo -mutismo está
muy lejos de haberse hechos. Según LACHEIT DE LACHARRIERE,
la mayor parte de casos de sordo -mutismo son adquiridos, y todo
niño que ensordece antes de los ocho años cae en el mutismo.
El Dr. H. VALDIZAN ha tenido la bondad de suministrarnos
trea interesantes historias clínicas de sordo -mitismo familiar ho
(1 ) DEJERINE, Semiologie des affections du systeme nerveux, Paris, 1914, p. 161 .
12 REVISTA

mócrono, que no hemos encontrado señaladas en la bibliografía que


poseemos.
Obs. No. 1. - Asunción Pingo, de 9 años de edad, natural del
Callao, solicitó los servicios del Consultorio de Enfermedades Ner
viosas del «Hospital 2 de Mayo», el 28 de octubre de 1916.
Antecedentes familiares. - El padre vive; ha sido escrofuloso
antes de su matrimonio; después ha sufrido enfermedades de la
piel, alopecía, dolores osteocopos, & . Tiene tremor y otros sínto
mas de alcoholismo (también tiene tremor lingual) .
El abuelo paterno murió de una cardiopatía; la abuela pater
na murió de un « cólico»; tenía una hernia umbilical'( cobstrucción
intestinal? ). La madre padecía de « ataques» que le daban cada
ocho días, cuando concibió a la primogénita. La madre ha tenido
nueve hijos: una muerta de «consunción a los ocho meses; después
ha tenido un aborto; luego a Asunción; en seguida un varoncito
muerto de asfixia en momento de lactarlo; después un varón, que
tiene actualmente siete años y habla perfectamente; luego a Luz;
después un varoncito de cuatro años que habla bien ; en seguida
una mujercita muerta con tos convulsiva a los seis meses, y, por
último, a Tomasa.
El abuelo materno es alcohólico; la abuela materna es convul
sionaria .
Sus tíos paternos han sido veintidos: el padre es el cuarto ;
hubie on varios abortos violentos. Sus tíos maternos han sido die
ciseis; doce viables y cuatro abortos.
Antecedentes personales. - Su gestación fué llena de sinsabores.
Nació a término, muy diminuta. La lactancia materna duró hasta
los nueve meses. Sus primeros dientes aparecieron a los ocho me
ses. Sus primeras palabras fueron emitidas a los nueve meses. Sus
primeros pasos después de doce meses.
Ha padecido de oftalmia purulenta; aún en la actualidad con
serva trazas, pues la madre dice que amanece con « telitas blancas).
A los pocos meses de nacida, sufrió de sarampión y de enteritis; y
a los 18 meses de « chupos» en la cabeza.
Hasta los dieciocho meses hablaba varias palabras y oía per
{ ectamente. Fué consecutivamente a la aparición de los «chuposs
que perdió primero el oído y después las palabras.
Notas antropológicas. - Peso: 48 libras. Estatura : 1 m.13 cm.
Vida vegetativa . — Ganglios cervicales abundantes, Pulso: 84.
Vida de relación . - Motilidad y sensibilidad: Hiperreflexibidad.
Expresión.- Aspera , ruda.
Notas psicológicas. - Afectiva, irritable. A veces voráz. 1

OBs. N °, 2.-Luz Pingo, de 5 años de edad, natural del Callao,


DE PSIQUIATRIA 13

solicitó los servicios del Consultorio de Enfermedades Nerviosas del


« Hospital 2 de Mayo» el 28 de octubre de 1916.
Antecedentes familiares.- Los mismos que la anterior.
Antecedentes personales.-- Durante la gestación la madre su
frió contrariedades. Nació pequeña.
Ha padecido de « iebres» y del «estómago»; ha sufrido golpes
y «sustos).
Comenzó a hablar a los ocho meses y a caminar a los dos años
y medio. Como en la anterior, Asunción , a la edad de dieciocho meses
aparecieron «chupos en la cabeza: perdió el oído.
Notas antropológicas.-Sin importancia.
Vida vegetativa. - Riqueza ganglionar como la anterior.
Vida de relación . - Nada de particular.
Expresión . - Mamá, papá , babá .
OBs. No. 3. – Tomasa Pingo, natural del Callao, de dos años
de edad , solicitó los servicios del Consultoriu de Enfermedades Ner
viosas del «Hospital 2 de Mayo », en la misma fecha que las dos an
teriores.
Antecedentes personales. - Comenzó a hablar a los ocho meses,
decía: papá, mamá, dáme teta .
No ha tenido enfermedad alguna hasta que aparecieron «chu
pos en la cabeza, en la misma época que las anteriores poco más
o menos; después perdió el oído y luego la palabra.
Estas tres interesantes observaciones nos obligan a hacer al
gunas consideraciones. ¿Cuál ha sido el proceso mórbido que ha
determinado la sordera, y, como consecuencia fatal, el mutismo?
Ante todo, hay tres factores etiológicos muy importantes, que no
debemos perder de vista en este género de dolencias: el alcoholis
mo y la lués del padre, clínicamente diagnosticadas; la epilepsia o
la histeria de la madre; la herencia atávica neuropática, pues la
abuela es una convulsionaria; y, por último, sobre estos tres fac
tores, no debemos desdeñar la emoción ( susto) que indudablemen
te debe considerarse como un factor secundario muy importante,
pues, evolucionando sobre un terreno neuropático, la emoción en
gendra trastornos psico -sensoriales. ¿Cuál de estos factores ha de
terminado la sordera ? Nosotros creemos que dada la alta virulen
cia del gérmen sifilítico y la frecuencia de las manifestaciones here
do- luéticas, sobre las cuales han insistido todos los dermatolo
gistas y sifilógrafos, no es de dudar que el treponema pallidum es el
responsable, en los tres casos, de la sordera aludida. Bajo la deno
minación vulgar genérica de «chupos» pueden ocultarse muchas
manifestaciones externas de la sífilis. ¿ En nuestros tres casos, se
14 REVISTA

trata de una sifilide? Nosotros no tenemos suficientes datos para


afirmarlo; puede ser que se haya tratado de una simple furuncu
losis del cuero cabelludo, independiente de las lesiones sifilíticas
del centro auditivo o del aparato periférico que ha determinado
la sordera definitiva .
El mutismo puede presentarse en la alienación mental; en los
melancólicos se observa un largo mutismo y al mismo tiempo una
inmovilidad completa; igualmente, en la demencia precoz.
Los idiotas presentan a veces mutismo, y, como tales, entran
en la tercera categoría de la clasificación de los idiotas de
ESQUIROL.
En los grados más acentuados de la afasia motriz, y de la di
sartria (anartría ) se observa, también, el mutismo. El diagnóstico
se funda sobre los antecedentes del enfermo.
De entre todas las modalidades de los trastornos de la palabra
en la histeria, el mutismo y la afonía son los más frecuentes.
El mutismo histérico ha sido observado desde los más lejanos
tiempos, y ha sido objeto de particular estudio por CHARCOT, CAR
TAZ, JANET, & .
El mutismo aparece generalmente a consecuencia de una emo
ción o de un ataque histérico y reemplaza casi siempre a otra ma
nifestación histérica: parálisis, contracturas, anestesias, &, &. Tam
bién se establece a consecuencia de un traumatismo o una lesión
local, o bien consecutivamente a una enfermedad laringea o infec
ciosa. Lo que caracteriza el mutismo histérico es la perfecta inte
gridad del juego del aparato l'aringeo, coincidiendo con el mutis
mo más absoluto. De la misma manera, los movimientos de los
labios, de la lengua y del 'velo del paladar están conservados, sin
que sea posible asociar sus movimientos para la articulación de
las palabras. Generalmente, están conservadas las diversas mani
festaciones del lenguaje: no hay sordera ni ceguera verbales y rara
vez agrafia. La inteligencia es conservada en perfecto estado; la
mímica se exalta y suple la pérdida de la paiabra (integridad de
la inteligencia y de la mímica que contrasta con as manifestacio
nes orgánicas de la afasia motora). Además, bajo la acción hipnó
tica, el mudo histérico puede hablar durante el sueño, así como
durante la anestesia; JACOB, citado por :BASTIAN ( 1 ), cita el caso
de un sujeto que bajo la anestesia etérea comenzó a hablar después
de cinco años de mutismo. Al despertar desapareció la afección .
No en todos los casos el mutismo es completo. Algunas veces
el sujeto puede pronunciar algunas sílabas o palabras. Otras ve

(1) ALBUTT, Trattato delle malattie del sistema nervoso, Torino, 1905, vol. II, p. 232.
DE PSIQUIATRIA 15

ces, más curiosas, el enfermo habla perfectamente durante algu


nas horas del día fuera de toda simulación , como en el caso de MEN
DEL, citado por DEJERINE ( 1 ), que podía hablar de seis a nueve
de la mañana .
Así como el mutismo se instala, ya sea pasando por las fases
de tartamudez , de afonía o súbitamente, de la misma manera tiene
lugar la curación : se inicia, ya sea por una de las fases menciona
das, o bruscamente recupérase la palabra.
La patogenia del mutismo histérico ha sido objeto de estudio
de parte de CHARCOT, MAURY, Wylie y BASTIAN . Para CHARCOT
el mutismo histérico sería el resultado de la incapacidad funcional
de la circunvolución de Broca. El diferenciaba el mutismo de la
afonía; esta última sería la consecuencia de una parálisis parcial
de los músculos abductores de la laringe. Para otros autores, como
WYLIE y FISTER , el mutismo sería consecutivo a la falta de coor
dinación de los mecanismos oral y laríngeo. El primero de los
autores citados dice que el trastorno funcional reside en el
centro de Broca, que él extiende hasta el pié de la cir
cunvolución frontal ascendente. Nosotros sabemos hoy que los
movimientos de la laringe, de los labios y del velo del paladar
tienen una localización bilateral, como lo han demostrado hace
tiempo las investigaciones de Simon ,HORSLEY y'Russell. Ahora
bien, si el mutismo''fuera la consecuencia del trastorno o aniquila
miento funcional de estos centros, deberíamos aceptar un trastor
no bilateral, y la paralización de los movimientos de las cuerdas
vocales para otros actos distintos de la voz, así como de los órga
nos de la fonación : labios, lengua, velo del paladar, que sabemos
se encuentrant indemnes en el mudo histérico. Lo más probable es
que se trate de un trastorno de la representación mental, como lo han
observado diferentes autores en la actual guerra; a una amnesia
que determina una disociación funcional como cree JANET; 0, por
fín, a una psico -neurosis sensorio-motriz.
La patogenía del mutismo no siempre obedece a los dos me
canismos enunciados; fuera de toda acción local, sobre la cual no
insistiremos, las recientes observaciones de guerra sobre los tras
tornos de la palabra, hechas, principalmente, por 'BENON , GRASSET,
GUILLAIN , MAIRET,' ROUSSY y LIEBAUL, revelan que al lado de los
trastornos por representación mental, y por lo que GRASSET llama
psiconeurosis sensorio -motriz, hay que añadir una tercera moda
lidad patogénica muy frecuente: el trastorno motor, verdadera
Siscinesia funcional, según la expresión de BENON, que puede que

( 1 ) DEJERINE Loc. cit. Pag . 164 y 165 .


16 REVISTA

dar localizado a los grupos motores respiratorios y fonadores. Así,


LIEBAUL, ha podido comprobar en multitud de casos de mutismo
una acinesia de los músculos glóticos y una disminución consi
derable de la capacidad respiratoria . Según la naturaleza de estos
trastornos discinésicos será el carácter que presente el trastorno
de la palabra. Estas discinesias, desde luego , se producen en suje
tos neuropáticos. La terapéutica instituída ( gimnasia respiratoria,
educación de los resonadores, educación laringea, &) , ha dado re
sultados sorprendentes.
Nosotros hemos tenido la oportunidad de observar algunos
casos de mutismo histérico, que tenemos el agrado de ofrecer.
OBS. No. 4. - Felipa B. , de dieciseis años de edad, natural de
Ayacucho, ingresó al «Hospital de Santa Ana» el 28 de Julio de
1917, y ocupó la cama No 14 de la sala de «San Miguel».
Antecedentes hereditarios. - El padre murió de neumonía; la
madre falleció de «verrugas». Han sido cuatro hermanos; todos han
muerto, uno de ellos de « verrugas », como la madre.
Antecedentes personales. - A la edad de cuatro años padeció
de «verrugas». El 27 de Julio del año 1917 tuvo un «ataques, prece
dido de «temblores», como «tercianas», con pérdida del conocimien
to y convulsiones. Atribuye este ataque a la pena originada por la
muerte del padre, acaecida el 5 de Julio del año en referencia. An
tes de esa fecha tuvo grandes contrariedades, por aislamiento en el
hospital, en calidad de sirvienta, donde cobró gran afecto por una
hermana de caridad que la quería mucho. Refiere que en su tierra
natal tuvo varias crísis nerviosas, acompañadas de profuso llanto;
además, dice que cuando quiere « contener el llanto que le oprime
el corazón , le dan « ataques ». El día de su ingreso al «Hospital
de Santa Ana» tuvo un nuevo «ataque» con pérdida de la palabra:
mutismo. Mutismo absoluto en el cual permaneció tres días; cuando
se le exigía que hablara, respondía por medio de movimientos mí
micos, de los labios y de la cara (mímica de esfuerzo). Después
del tercer día, comenzó a hablar, haciendo grandes esfuerzos, al
gunas palabras: estas eran emitidas en forma explosiva ». En esta
condición permaneció varios días. Fué sometida al tratamiento
antiespasmódico.
EXAMEN DE LA ENFERMA.-- Notas antropológicas. - Ligera
asimetría facial; sistema piloso desarrollado; pabellón auricular
izquierdo implantado más adelante que el derecho. Tubérculo dar
winiano izquierdo, implantación viciosa de los incisivos inferiores,
bordes escotados. Paladar normal. Aumento apreciable del cuerpe
tiroides . Lengua escotada en la punta, muy manifiesta en la pro
pulsión .
DE PSIQUIATRIA 17

Expresión.- Mímica agresiva, desconfiada, recelosa. Estilo


cortado, francés.
Sensibilidad y reflectividad.- Sensibilidad tactil disminuida,
Reflectividad normal.
Este caso es sumamente interesante porque nos prueba, feha
cientemente, el rol de la emoción en un terreno neuropático franco
(histeria ), y con estigmas antropológicos de cierta importancia.
Respecto al mecanismo de la emoción la mayoría de los auto
res están de acuerdo. Las excitaciones emotivas pueden ser de dos
clases: de origen externo e interno. En el caso que nos ocupa pode
mos prescindir, por el momento, de las emociones exteriores.
La emoción de origen interno puede provocar manifest acio
nes inmediatas o tardías. En el caso que nos ocupa ha habido un
período de incubación , que caracteriza a muchas manifestaciones
histéricas; esta manifestación también es propia de la emoción in
terna, pues ésta está en estrecha relación con la mentalidad del
sujeto; un acontecimiento cualquiera , para el cual no está suficien
temente adaptada la vida intelectual y, principalmente, sentimen
tal del individuo provocará trastornos más o menos serios, en
relación con la capacidad de adaptación progresiva del sujeto. En
otros casos, «un hecho, causa de emoción , puede ser al principio
aceptado por el sujeto, como un simple hecho de conocimiento,
para no convertirse sino tardiamente en hecho causal de emoción .
Hay una adaptación primitiva al hecho mismo, y es solo más tarde
que el conocimiento profundo del hecho, por el choque interior
que causa, se convierte en factor emotivo» ( 1 ) Tal sucede en las
diversas manifestaciones histéricas, dentro de las cuales hay que
considerar el mutismo.
La emoción no sólo actúa en el estado de vigilia, sino también,
en el estado onírico. MAURY, TAINE, FERE, DE SANCTIS, GRASSET,
SOLIER, Regis y HESNARD (2 ) &, &, han estudiado el rol patogé
nico de la emoción durante el sueño. ¿ Cómo la emoción experimen
tada durante el sueño puede realizar efectos patológicos que no
habría producido al estado de vigilia? se preguntan Rekis
y HESNARD . Se debe a qué la emoción onírica está aban
donada así misma y no existe nada que pueda refrenarla como al
estado de vigilia ?, ¿o es porque en todos los histéricos la vida onírica
es más fecunda en emociones intensas o actuantes que la vida real,

( 1) DEJERINE et GAUCKLER, Les manifestations fonctionnelles des Psychone


vroses, 1911,p. 346.
( 2) REgis et HESNARD, Un cas d'aphonie hysterique d'origine emotive. Le role
pathogene des emotions oniriques. « Journal de Psychologie normale et pathologique,
1913 , p . 177 .
18 REVISTA

y, por consiguiente, el histérico se emociona más en el sueño?. Es


indudable que durante el ensueño la emoción generada en el estado
de vigilia o en el mismo ensueño, abandonada así misma, desor
ganiza la vida sentimental profunda del enfermo. De otra manera
no se explicaría los casos de afonía y de mutismo instalados duran
te el sueño en sujetos de temperamento histérico. VASCHIDE ( 1 )
ha estudiado este problema. Para este autor, «la emotividad' sería
la característica dominante del ensueño. Durante el ensueño, dice,
se realiza un fenómeno psicológico en el cual la sensibilidad se de
sencadena automática y expontáneamente, haciendo estallar las
trabas sociales é individuales para convertirse en imágenes de
finitivas). En los niños en los cuales el poder frenatriz del centro
psíquico superior no está desarrollado, se explica facilmente este
desencadenamiento emotivo que constituye los terrores nocturnos.
Por otra parte, CHARCOT, PITRES y otros observadores han insis
tido sobre la influencia más o menos inconciente del ensueño sobre
las ideas, sentimientos y actos conscientes de la vida ordinaria del
histérico .
En nuestro sujeto, es indudable que la emoción de pena o de
disgusto, o ambas a la vez, han sido incubadas durante algún tiem
po en el estado de vigilia y durante el ensueño, que como sa
bemos y lo revela el psico-análisis, se constituye con los elemen
tos psicológicos de la vida en vigilia. Efectivamente, la crisis se
operó meses después de su separación del hospital y pasados va
rios días de la muerte del padre, acontecimiento que parece ha ju
gado un papel muy secundario en la vida emocional de la enferma.
OBs. Nº. 5.- Olga O. B., de cuatro años de edad, natural del
Callao, ingresó al «Hospital de Santa Anas en noviembre de 1917,
y ocupó la cama Nº. 36 de la sala de «San José».
Antecedentes familiares. — El padre es sano; la madre
de constitución débil, anémica; ha tenido cuatro hijos. La tía abue
la, que la ha criado, ha sido muy enferma desde pequeña; siempre
fué calificada por los médicos de «muy nerviosas. Desde hace 22
años padece de «ataques al corazón » acompañados de crisis de pal
pitaciones. Refiere que antes del ataque sentía en los miembros
hormigueos y que «todo el cuerpo se le aflojaba». Estos ataques se
reproducían a consecuencia de alguna emoción. El primer ataque
le dió con motivo de unos amores contrariados y poco tiempo después
le repitió con motivo de la muerte de su sobrinito. El día del falleci
miento de la madre tuvo un nuevo ataque acompañado de riea
espasmódica. A veces, estos ataques se hacían subintrantes, prece
(1) VASCHIDE Le sommeil et les reves, Paris, 1911 .
DE PSIQUIATRIA 19

didos o seguidos de risa y llanto. Hace tres años con motivo de la


muerte de su sobrino, cayó en mutismo absoluto durante tres
días; no podía pronunciar una sola palabra.
Actualmente tiene hiperestesia en los miembros inferiores.
Anestesia faringea. Anorexia. El olfato y la vista están en buenas
condiciones.
Antecedentes personales.- Lactancia mercenaria hasta la
edad de ocho meses; después lactancia artificial y alimentación
mixta .
No hay datos res ecto a su dentición .
Comenzó a dar sus primeros pasos a la edad de un año; en la
misma fecha se'inició el lenguaje.
Hace nueve meses tuvo dos ataques, con pérdida del conoci .
miento y convulsiones tónicas y clónicas, sobre cuya naturaleza es
muy difícil pronunciarse.
En el mes de Mayo fué atacada de «perniciosa», enfermedad
de la cual curo merced al tratamiento quínico. Hace poco más o
menos cuatro meses tuvo un nuevo ataque que trajo como conse
cuencia la pérdida de la visión, del oído y de la palabra. Después
de algunos días recupero la visión, luego la audición, y, en último
término, la palabra pero no en su integridad funcional pues ado
lece de dos vicios de pronunciación: la dislalia y el tartajeo; es de
cir, cierta debilidad en la pronunciación y cambios de una letra
por otra , como por ejemplo lar por la l, la t por la s y la 2, ya se
encuentre al comienzo o al fin de la palabra.
Así dice, por ejemplo:
lata por rata
pelo por pero
santo por tanto
saco por taco
cabeta por cabeza.

Después del ataque mencionado, ha tenido otros, cuyo carác


ter no hemos podido precisar, Además tiene varios « tics . Es de
carácter muy alegre, y hasta locuaz, apesar de su palabra difícil.
¿Se trata de una histeria infantil , en uno de cuyos ataques ha
sufrido una parálisis de su aparato psico-sensorial? Es muy pro
bable pues es demasiado raro que este sindrome (? ) se presente en
la epilepsia. Estas manifestaciones psiconeurósicas se han produci
do bajo la influencia de diversas emociones, principalmente en la
guerra actual; psiconeurosis sensorio -motriz, sobre la cual ha in
sistido GRASSET en repetidos artículos. Parece que la marcha y
evolución de los síntomas se efectúan como en nuestro caso: pér
20 REVISTA

dida simultánea de la visión , del oído y de la palabra; y retorno su


cesivo de estas funciones en el mismo orden de su desaparición .
Abona nuestra opinión a favor de la histeria la herencia; pues
desde BRIQUET se sabe que « toda histérica procede de otra histéricas
y, por otra parte, el no escaso número de niños histéricos entre no
sotros.
Algunos autores creen que en caso de histeria el retorno de la
palabra es «ad integrums, pero observaciones numerosas han pro
bado la existencia de balbucie, tartamudez u otros defectos de la
palabra durante un tiempo más o menos indefinido.
OBS. No. 6. - Rosa T. v. de J. , natural de Lima, de cincuenta
y dos años de edad , ingresó al «Hospital de Santa Ana» el 28 de
Julio de 1917 y ocupó la cama No. 30 de la sala de «Sta. Isabel ».
Antecedentes hereditarios. - El padre murió cuando ella estaba
en la infancia; tenía hábitos alcohólicos. La madre murió de neu
monía, y, como el padre, era también alcohólica y abusaba del
café; no recuerda nada respecto a las enfermedades que adoleciera
la madre.
Ha tenido seis hermanos; dos de ellos han muerto: uno «se dió
al licor» por la pena de la muerte de la madre, y una hermana «be
bía mucho » a consecuencia del dolor que le produjo la muerte del
esposo. Los que viven son sanos, lo mismo que los hijos de éstos.
Antecedentes personales fisiológicos. - Nació a término; la lac
tancia materna fué muy corta, de cinco meses poco más o menos.
A partir de esta edad , la madre le daba «cucharaditas de café con
leches. Sus primeras palabras según refiere la enferma, fueron emi
tidas a los siete meses ( ? ) decía: mamá, papá. Durante su infancia
no ha padecido de trastornos de la dicción .
Se inició su pubertad a los catorce años. Sus menstruaciones
eran dolorosas (dismenorrea ); en veces se suspendían (amenorrea).
Ha tenido trece hijos; dos han muerto. Ha tenido un parto
prematuro (seis meses y medio); esta hija « sufre mucho de la cabe
za », La cuarta hija padece de cefaleas acompañadas de náuseas y
vómitos ( zjaqueca ? ).
Antecedentes personales patológicos. - En la infancia ha sufrido
de sarampión ; niega haber tenido en su juventud enfermedad al
guna. La hija refiere que ha tenido accesos convulsivos cuya natu
raleza no es posible precisar.
El 13 de octubre fué operada de histerectomía. Es a partir de
esa fecha que se acentuaron los accesos convulsivos.
Enfermedad actual.-El domingo 27 de julio de 1917, surria
un gran « susto » con motivo de un choque entre dos carros eléctri
cos. Al llegar a su domicilio, en estado casi de choc, experimento
DE PSIQUIATRIA 21

un traumatismo psíquico: una nietecita, que hacía días se encon


traba enferma, agonizaba y pocos minutos después fallecía. Re
pentinamente sufrió una terrible cefalea de intensidad insólita, y,
al mismo tiempo, se le drabó la lengua»: hizo grandes esfuerzos para
hablar y no pudo: había caído en el mutismo. Al mismo tiempo
veía el a biente «nublado», y diversas lucecillas amarillas y verdes.
Una gran laxitud le invadió el cuerpo y quedó postrada. Tal es el
cuadro que hemos 'escuchado de labios de la enferma.
Después de algunos días - no precisa el número - comenzó a
hablar «enredado», y luego tartamudeando. Cuando quería pedir
un objeto le daba distinto nombre: «decía una cosa por otra».
Exámen clinico de la enferma. - Mujer de constitución mediana ,
de peso regular, de aspecto triste y pensativo.
Vida vegetativa - Nada de particular .
Vida de relación . -a) Motilidad; astenia nervo-muscular, re
flejos disminuidos; b) Sensibilidad : anestesia faringea; hipoestesia
laringea; la sensibilidad tactil disminuída; las demás formas de
sensibilidad no ofrecen nada que consignar; c) Lenguaje: ecolalia .
Las palabras largas y las esdrújulas las balbucea: in -du-da-ble
men - te, naú -fra-go, &, &.
Afasia amnésica.—: no recuerda el nombre de los objetos fa
miliares. Recuerda a veces por asociación, por ejemplo, el botón,
señalándole el ojal, &.
Esta observación es, sin duda, la más compleja que hemos
hecho. Se trata de una enferma de antecedentes alcohólicos y de
herencía francamente neuropática ; pues dos de sus hermanos no
han podido adaptarse a las condiciones ordinarias de la vida: dé
biles a la influencia del dolor, han caído víctimas del alcoholismo;
y para mayor abundamiento , han trasmitido esta tara a su descen
dencia. Además, es lógico creer, que apesar de sus cincuenta y dos
años, la operación que probablemente le ha ocasionado la pérdida
de los ovarios, ha determinado trastornos endocrinicos a consecuen
cia de la falta de suplencia de las glándulas vasculares sanguíneas,
encargadas de mantener el equilibrio del metabolismo orgánico.
No de otra manera se explica la frecuencia de los accesos convul
sivos» después de la intervención quirúrgica.
En cuanto a la naturaleza de los trastornos de la palabra y del
lenguaje en general es indudablemente su naturaleza histérica,
fenómenos que se han desarrollado con ocasión del choc emotivo.
El mutismo histérico, en este caso, ha reemplazado al «gran
ataque» puesto que no ha habido ninguna manifestación convul
siva. Además, es de notar, como muy curioso , los trastornos de
origen central y periférico del aparato del lenguaje verbal: amne
22 REVISTA

sia y parafasia de origen central; espasmos de la lengua, tartamu


dez y balbucie de origen periférico.
Obs. Nº. 7.— Justina N. de dieciseis años de edad, natural
de Caraveli (Arequipa), ingresó al «Hospital de Santa Ana, en oc
tubre de 1917, y ocupó la cama No. 15 de la sala « San Miguel».
Antecedentes hereditarios.Sus padres fueron sanos. La madre
murió sepultada por el terremoto de Caravelí el año 1913. Ha te
nido nueve hermanos; dos de ellos han muerto de viruela , los
otros son sanos.
Antecedentes personales. - Su infancia no ofrece nada de par
ticular. El año de 1913 se encontraba en el pueblo de Caravelí,
cuando ocurrió el terremoto que asoló la débil población. La casa
que habitaban se derrumbó y la madre fué sepultada por los es
combros, como consecuencia de este accidente falleció la madre.
Refiere la enferma que sufrió un conato de ataque, pero del cual
se repuso rápidamente. Trasladada a otro lugar, el recuerdo del
desgraciado suceso no la abandonó, y crísis de llanto frecuentes
entristecían sus existencia. Tenía ensueños terroríficos, y, al des
pertar, se hallaba intensamente emocionada.
El 29 de Julio del año 1915 tuvo el primer ataque, con moti
vo de la muerte de una tía muy querida, que le trajo el recuerdo
de la muerte trágica de la madre. El día anterior al ataque,-día
en que falleció la tía , fué presa de inefable angustia, « tenía el
llanto reprimido en el pecho»; sentía, además, la extraña sensación
de una bola que de la región epigastrica ascendía hasta el cuello.
El ataque del día 29 fué precedido de llanto; luego comenzó a
ver animales (Zoopsia) y a escuchar ruídos lejanos; después no
recuerda nada; dice haber oído que se puso rígida y le dieron con
vulsiones. El ataque duró cerca de 20 segundos.
Después de esta gran crísis la enferma experimentó un cam
bio notable en su vida mental . Ideas suicidas, con tenacidad obse
sionantes, la perseguían; y a cada rato lloraba inconsolable.
El segundo ataque tuvo lugar meses después, con motivo de
una molestia con el marido; y otro ataque ocho días después, pre
cedido de gran aburrimiento.
Cuenta la enferma que sufría en esa época de dolores al ovario
que la obligaron a un tratamiento loco dolenti.
Antes de estallar el último ataque, tuvo cefalea, vómitos y
gran agitación, con logorrea. En la noche de aquel día de octubre
en que ingresó al hospital, Justina Navarro fué víctima de un gran
ataque, que durante el día se había incubado: perdió el conocimies .
to súbitamente; luego, se desencadenaron contracciones tónicas y
clónicas, grandes movimientos de extensión'y flexión de los miem
DE PSIQUIATRIA 23

bros y de bilateralidad de la cabeza, realizando la fase clásica


del clownismo.
Al llegar al hospital, el interno de guardia constató el ataque,
pues este fué de larga duración . Al exámen clínico comprobó una
gran dilatación pupilar (midriasis ); movimientos de los miembros,
&. Después del ataque, la enferma entró en coma (coma histérico)
en el cual permaneció durante tres días consecutivos. Al tercer día
de esta crísis extraordinaria, recobró completamente el conoci
miento, pero estaba muda: se había instalado el mutismo. La en
ferma daba pruebas de perfecta inteligencia dentro de este estado,
y respondía por una mímica muy expresiva las preguntas que se
le hacían, lo mismo que por medio de la escritura. Al exámen se
comprobó la integridad de las imágenes motrices de la palabra y
la conservación de los movimientos de los labios, lengua, velo del
paladar, &. No habían signos paralíticos de lado de los miembros.
La enferma, el día que la vimos por vez primera , nos refirió
por medios hipermímicos, un ensueño, que se lo traducimos ver
balmente, y que, más tarde, cuando recuperó el uso de la palabra,
nos contó detalladamente, relato que coincidió con nuestra inter
pretación.
Nos refirió , igualmente, la enferma que durante su mutismo
shablaba en sueños», prueba irrecusable de la conservación de las
imágenes kinestésicas de la palabra.
Al término de quince días la enferma recuperó la palabra
gracias a los felices ensayos de hipnotismo y sugestión del interno
del servicio, el Sr. FELIPE CHUECA, a quien agradecemos su bon
dadosa e inteligente colaboración en esta historia clínica.
Del mutismo la enferma pasó a la locu acidad. La hipermimia
se redujo a los límites naturales de la expresión facial.
Sometida a un examen prolijo, pudimos anotar los siguientes
datos:
Vida vegetativa . — Nada anormal.
Vida de relación . - a) Motricidad: ligera paresia de los miem
bros; reflejos exagerados. b) Sensibilidad: hiperestesia alternando
con zonas de anestesia errática.
Aparatos sensoriales. - Normales. No hay discromatopsia .
No se investigó el campo visual.
¿Qué comentarios nos sugiere el caso que acabamos de des
cribir? Ante todo, debemos declarar que nos hallamos en presen
cia de un caso típico de histeria, de la forma calificada por CHAR
SCOT con el nombre de epileptoidea ( 1 ), pués al lado de los síntomas
(1) CHARCOT, Maladies du systeme Nerveaut, T. I. p. 491 .
24 REVISTA

descritos, netamente pitiáticos, para usar la expresión de BABINSKI ,


presenta otros que bien pueden encuadrar dentro del marco de
la epilepsia.
En esta enferma no podemos desde luego, hacer jugar papel
importante a la herencia como factor principal, determinante de
la histeria, sobre el cual ha insistido la escuela de la Salpetriere,
pero no obstante hacemos hincapié sobre la emoción , y su papel
patógeno probable en el estado onírico, evolucionando y desarro
llándose en un terreno francamente neuropático. Por último, como
prueba categorica de la naturaleza histérica de sus diversos tras
tornos, tenemos la curación por medio del hipnotismo y la suges
tión. Tuvimos ocasiones frecuentes de asistir a varias sesiones de
hipnotismo y comprobar, cuando la enferma volvía a recuperar la
conciencia, sus benéficos resultados. No vamos a discutir, porque
no nos incumbe, el valor terapéutico de este procedimiento cuyos
peligros no ignoramos; solo hacemos mención de él para demostrar
el carácter pitiático de la dolencia, ya que como dice BABINSKI, «la
histeria es una enfermedad que nace por sugestión y cura por per
suación ». Esta persuación se lleva al enfermo en el estado subcons
ciente, introduciendo en su mecanismo psicológico ideas nuevas
destinadas a destruir asociaciones peligrosas para la vida mental
del individuo .
La curación de esta enferma por el método aludido nos obliga,
pues, a calificar este caso de mutismo histérico .

LUIS D. ESPEJO .
DE PSIQUIATRIA 25

Acerca del Infantilismo

SEN T cinco casos de « Infantilismo». Pobre es la contribu


PRERESENTAMOS
ción al estudio de entidad nosográfica que cuenta con una tan
rica literatura; pero, entre los casos presentados, hay algunos que
ofrecen un particular interés y proyectan alguna luz respecto al
origen' endocrínico de los infantilismos. Pese esta consideración en
el ánimo de quienes lean .
OBS. 1.-L. A., de 21 años de edad, de raza blanca, nacido en
Lima, empleado.
Padre luético, con accidentes secundarios anteriores a la con
cepción de L. A. y modificados por una cura mercurial intensiva;
con R. W. positiva en el mes de marzo de 1916, o sea veinte años
después de la infección y siete después de abandono de todo trata
miento. Hace actualmente una cura neosalvarsánica .
Madre «nerviosas, prematuramente reglada (a los 9 años de
edad) con períodos menstruales dolorosos, irregulares y precedidos
y seguidos de intensa irritabilidad . Ha tenido tres embarazos, el
primero y tercero de los cuales terminaron por aborto.
Abuelos paterno y materno alcohólicos.
Un tío paterno paralítico general.
Una tía materna monja.
Gestación normal, alumbramiento normal. Lactancia al seno
materno y hasta los 15 meses de edad del lactante.
Aparecieron en época normal los primeros dientes y tuvieron
plugar, en época normal, los primeros intentos válidos de marcha.
Las primeras palabras fueron pronunciadas tardiamente (a los
27 meses ).
26 REVISTA

Desde la época de pronunciación de las primeras palabras


llamó la atención de la familia la lentitud del crecimiento del niño,
que fué interpretada por el médico como originada por «debilidad
orgánicas que se procuro combatir mediante preparados a base de
fósforo y de aceite de bacalao.
A pesar de este tratamiento y a despecho de una verdadera
sobrealimentación a que el niño fué sometido, la familia observó
que los contemporáneos de L. A. le «dejaban atrás» y crecían rápi
damente en tanto que el pequeño parecía no ganar en estatura.
L. A. ingresó a la Escuela a los seis años de edad: fué un esco
lar mediocre; pero hizo, sin dificultades insuperables, los cursos
correspondientes a la Instrucción Primaria y a la Comercial, que los
padres del sujeto eligieron por razón de brevedad. Terminados
sus estudios, hace hoy cinco años, se colocó en la empresa comer
cial a la cual presta sus servicios.
La antropometría de L. A. permite colocarle como viviendo
una edad comprendida entre los 13 y 14 años de las tablas de QUE
TELET, más adaptables a nuestra raza que las cifras de BowdITCH,
KOTELMANN, Rusow, CONCETTI , MONTI , PORTER (para sujetos
normales) y que aquellas de CIAMPI -VALDIZAN (para frenasténicos).
El examen de los órganos y funciones de L. A. no ofrece datos
dignos de especial mención.
El examen psicológico permite constatar una cierta movilidad
de atención y una cierta pobreza asociativa. Memoria mediocre.
Afectividad casi exclusivamente orientada hacia sus padres y ha
cia su casa, así como también hacia un perrillo que es objeto de las
mayores devociones del sujeto. La vida de L. A. es de una mono
tonía ejemplar: su ocupación , en cuyo desempeño es escruploso
hasta la exageración; el arreglo de «sus cosas», como él llama a las 1

mil chucherías de las cuales es coleccionador infatigable; y la edu


cación del perrito, que lleva a cabo con el mayor empeño. Tales
son los números constituyentes del programa de vida, programa
invariado desde hace cinco años, que vive el joven L. A.
El joven L. A. supera airosamente las pruebas DE SANCTIS
para la medida de la insuficiencia mental. A los reactivos BINET
SIMON , para la medida de la inteligencia, aparece L. A. como su
jeto de 15 años netos.
L. A. tiene sus órganos genitales bien desarrollados. Refiere
haber tenido algunas erecciones y una sola eyaculación, ocurrida
en la noche, en el curso de un sueño cuyo contenido dice no recor
dar. L. A. mantiene relaciones de amistad con algunas señoritas
que visitan la casa de sus padres y es con ellas amable y obsequio
DE PSIQIATRIA 27

so, pero no manifiesta hacia ninguan de ellas inclinación sexual


apreciable.
L. A. ha practicado dos cuaras bien regladas: una cura mer
curial que le fué impuesta hace cinco años, con motivo de una der
matosis a la cual el médico tratante consideró como de naturaleza
sifilítica y una cura tiroidiana que se prolongó por espacio de un
año y no produjo beneficio alguno al enfermo.
Nosotros hemos instituído una cura a base de hormonas com
binadas, hace unos seis meses: no nos permitimos aventurar opi
nión respecto a algunas apreciaciones subjetivas de bienestar
que nos han sido comunicadas.
OBS. 2.-J. C. de 18 años de edad, natural de Lima, estudian
te. Padres consanguíneos. El padre alterna su voz de persona adul
ta normal con verdaderos períodos de voz eunucoide, que le con
trarían visiblemente. Dos hermanos del sujeto, a uno de los cuales
se refiere la observación III , han sufrido, al inicio de la pubertad,
crísis albuminúricas post-infecciosas que se han prolongado por
espacio de dos y tres años; que se han caracterizado por una ver
dadera suspensión de desarrollo y que no han dejado otra reliquia
que la alternativa de voz gruesa y de voz eunucoide que dejamos
señalada en el padre de los sujetos.
J. C. nació a término, en alumbramiento fácil y después de
tranquila y sana gestación. Nació en buenas condiciones de peso y
de estatura y se desarrolló normalmente. Primeros dientes, pri
meros pasos y primeras palabras en época normal . Hasta los 10
años los médicos sólo vieron en J. C. un niño débil, sujeto al cual
obsequiaron el epíteto de «constitución grácil»; pero respecto a cu
yo buen desarrollo no abrigaron la más leve sospecha.
A los 10 años sufrió J. C. una tifoidea grave, con posterioridad
a la cual se presentó una verdadera suspensión de desarrollo esta
tural. La madre del sujeto, aleccionada por el médico, cuidaba de
tomar las cifras mensuales de peso y estatura y recuerda que tras
currían cinco o seis meses sin que la cifra de estatura experimenta
se la más leve variación, en tanto que la cifra de poso oscilaba leve
mente.
Hácia esa época se constato en el sujeto la presencia de una
albuminuria que se ha mantenido durante cinco años, con oscila
ciones cualitativas vinculadas a las alternativas de sujeción al
régimen alimenticio y de abandono de este régimen y que no ha
beneficiado de las curas habituales de la albuminaria.
Nosotros hemos examinado al sujeto durante el año último
de su albuminaria: J. C, no representaba más de 12 años de edad
y ya había cumplido 15, si bien la familia ocultaba la verdadera
28 REVISTA

cifra de sus años a sujeto cuya inteligencia hubiera podido preo


cuparle vivamente respecto del hecho fácilmente constatable de
la suspensión de desarrollo.
Desde el punto de vista físico J. C. no ofrecía de particular
nada más que su pequeña estatura y la deficiente pilosidad de
los tegimentos. Organos genitales bien desarrollados. Tiroides no
palpable.
La voz de J. C. ofrecía el contraste de voz ronca y de voz eunu
coide, la cual comparecía imperiosamente bajo la influenca der cier
tos estados emotivos y cada vez que el sujeto cambiaba, la inflex
ción vocal.
J. C. producía la impresión de un niño precoz: su atención
fácilmente gobernable e intensa , sus asociaciones rápidas, su me
moria muy eficaz, causaban la más grata impresión en los médicos
que creían hallarse en presencia de un sujeto de 12 años. Superó
airosamente y en períodos de tiempo singularmente rápidos las
pruebas de Binet-SIMON correspondientes a su verdadera edad de
15 años.
J. C. no tenía, en aquella época, una historia sexual: tenía
adquiridas algunas nociones tomadas a préstamo a la erudición
de alagún camarada; pero eran nociones de fé y ninguna de ellas
era propia.
A los 16 años, época en la cual el sujeto sólo hacía una cura a
base de glicerofosfatos, se suprimió la albuminuria; J. C. comenzó
a «crecer», entrando en un período de rápido « alargamiento ». Al
mismo tiempo inició J. C. su vida sexual y su voz eunucoide co
menzó a tener una menor participación en su expresión fonética .
OBS. 3.-E. C. , de 23 años de edad , natural de Lima, de raza
blanca, estudiante. Hermano mayor del sujeto de la segunda ob
servación .
E. C. tiene una historia clínica que no ofrece interés alguno
hasta la intervención de una escarlatina seguida de albuminuria,
la cual hizo presa en el enfermo cuando contaba 15 años de edad .
Durante dos años disminución considerable del ritmo de desarro
llo físico, predominio de la voz eunucoide, abolición de una sexua
idad ya en vigencia al inicio de la infección escarlatinosa. Cura
reconstituyente, a base de glicerofosfatos. A los 17 años extinción
de la albuminuria , retorno al ritmo normal de desarrollo esquelé
tico, disminución de la voz eunucoide, retorno a la vida sexual.
OBS. 4.-R. A. , de 18 años de edad, de raza mestiza, natural
de Cerro de Pasco, estudiante.
Padre alcohólico, fallecido por hemorragia cerebral. Madre
viviente, sujeta a crísis del hipoovarismo que le han sido mitiga
DE PSIQIATRIA 29

das merced a la administración prolongada de productos ovaria


nos y pluriglandulares ( Hormotone).
Una hermana, mayor que el sujeto, ha sufrido, a la aproxima
ción de sus primeras reglas, crísis nerviosas intensísimas, que hi
cieron necesario el aislamiento en una Clínica y que desaparecie
ron sin dejar reliquia apreciable, al establecimiento del catamenio .
Un hermano, menor que el sujeto, adenoideo, que había sido
considerado por algunos médicos como un frenasténico poco edu
cable, ha sido operado de sus vegetaciones y ha realizado muy li
sonjeros progresos educativos, mejorando, al mismo tiempo, sus
condiciones físicas y psíquicas.
R. A. ha desarrollado suficientemente bien hasta los 11 años
de su edad: en esta época sufrió una enteritis a evolución lenta
que se prolongó por espacio de cinco meses y que lesionó hondamene
te la nutrición. Al abandonar el lecho, R. A. había ganado en esta
tura; pero había perdido en « inteliegncia» y en «vivacidad » de ca
rácter. Durante el 120. años de su vida, R. A. creció minimamente;
pues el creci iento alcanzó la modesta cifra de 30 milímetros. El
año siguiente este aumento fué un tanto mayor, ya que alcanzó a
la cifra de 40 milímetros; pero al siguiente año, 140, de edad del
enfermo, la estatura se mantuvo estacionaria . Al mis o tiempo,
la incapacidad mental del sujeto se hizo tal que en los exámenes
finales del año fué desaprobado en la mayoría de sus cursos, que
debió repetir.
En el 15º año de su vida, R. A., presentó una alteración de su
carácter, que la familia atribuyó al éxito desventurado de sus exá
menes; el médico llamado a verle constaté que el sujeto ofrecía
una taquicardia cuya naturaleza no le fué posible establecer con
seguridad. Los antecedentes de familia y el hecho sospechable de
la alteración tiroidea del sujeto, decidieron al médico al empleo
de la tiroidina: después de seis meses de cura , el sujeto consiguió
readquirir su perdida capacidad para el trabajo, volvió a su buen
humor primitivo y el desarrollo estatural se verificó en condicio
nes satisfactorias; pues el sujeto ganó cincuenta milímetros en
sólo seis meses de tratamiento. Desde entonces el sujeto ha ofre
cido alternativas de hipertrofia y de disminución de volúmen de
la tiroides, coincidiendo la primera con crisis pasajeras de taqui
cardia y de «mal humors.
La vida sexual de R. A. se ha iniciado tímidamente a los 16
años : sus órganos sexuales están poco desarrollados,
La cara de R. A. es redonda y llena de arrugas que le dan un
cierto aspecto de senilidad; los labios son gruesos las cejas escasas.
El vientre es voluminoso .
30 REVISTA

Atención espontánea deficiente; al comando, mediocre. Po


breza asociativa. Memoria mediocre, hipoafectividad. Sugestiona
bilidad . Impulsibidad .
R. A. sometido a las pruebas de De SANCTIS es un insufi
ciente mental de leve grado.
Obs. 5.-F. Z. de 56 años de edad, natural de Lima, de raza
blanca, rentista.
Hijo de padres nerviosos,' tiene una hermana mística y ha te
nido un hermano frenasténico.
Retardado en su marcha, iniciada a los 4 años de edad, no
hay en su historia anamnéstica nada de particular: ha conseguido
llevar a cabo sus estudios de instrucción Primaria y Media.
El examen físico del sujeto sólo ofrece de notable un acentua
dísimo proñatismo inferior. Organos y funciones en buen estado.
La expresión mímica del sujeto tiene algo de sardónico que
se acentúa sobremanera cuando se halla en presencia de personas
a las cualesconceptúa como ocupando una posición social inferior,
La expresión gráfica es perfectamente infantil: son caracteres
muy grandes para los cuales parece pequeño el campo virgen de
la hoja de papel; caracteres imprecisos en cuyo conjunto se ad
vierte la falta de una disciplina motriz: algunas letras ofrecen ras
gos de amaneramiento .
La exptesión fonética es ligeramente declamatoria . Voz eu
nucoide.
La atención es móvil pero ella se constituye fácilmente y se
prolonga por tiempos apreciables cuando e estimulante interesa
al sujeto, cuando se trata de asunto que puede perjudicarle o serle
fuente de un beneficio o da una satisfacción.
Las asociaciones son pobres y lentas: predominan en el sujeto
las asociaciones fonéticas.
La memoria es buena, singularmente la retrógada; la antero
grada se ejercita en buenas condiciones respecto a imágenes muy
íntimamente relacionadas con el yo del sujeto.
La capacidad de crítica es modesta; ejércese dentro de un cír
culo bastante estrecho de nociones; pero , el sujeto se defiende de
esta pobreza crítica ocultándola bajo la máscara de una discreción
exagerada con la estereotipia de frases como ésta : « en boca cerra
da no entran moscas» . No es un refranero.
La afectividad de F. Z. es de un egoismo perfectamente infan
til: dícese un altruista y, en ciertas ocaciones solemnes, habiéndose
visto obligado a improvisar, ha explotado facilmente el arguntento
de su amor al prójimo. Pero nada más falso que este amor, ni más
sujeto a taxativas de índole egoista: F. Z. quiere a su hermana, que
DE PSIQIATRIA 31

le sirve de verdadera madre, pero no vacilaría en sacrificarla a la


satisfacción de una necesidad cualquiera. Este su egoismo es tal
que le escuché, durante un viaje, expresar el deseo de que naufra
gara el bote que llevaba a su abordo a unos niños que le eran rivales
en el consumo de dulces y pasteles a la mesa .
F. Z. es un «pagado de si mismo , como reza la familiar expresión,
y esta su egofilia es tal que no toma muy en broma la alusión que
se hace a su probable designacion a cargos públicos de una cierta
importancia. Se cree hábil y hermoso, fuerte y noble y mira con
desden a sujetos que tributan , en presencia suya, mayor homenaje
a otras personas.
F , Z. es un'onanista y es, no sabemos si teórica y practicamen
te o sólo en teoría, un homosexual. Le hemos visto tambien, du
rante un viaje, en actitud francamente erótica a la vera de un niño
de pocos años.
F.Z. pasa tranquilamente en la vida, sin que su déficit psíquico
llegue a impresionar desfavorablemente a un observador superfi
cial: él tiene bastante con lo que tiene para defenderse y pasar como
un mediocre, como el eternamente venturoso «uno de tantos), cu
yas debilidades psiquicas constituyen un secreto para los más.

El sujeto de la primera observación no merecía la etiqueta


clínica de raquitismo que le fuera adjudicada: su suspensión de de
sarrollo físico, que la familia había constatado comparando el rit
mo de desarrollo en L. A. y en los contemporáneos de éste, movía
más a pensar en el infantilismo distrófico de ANDRAL Y LASEGUE,
ent'aquel déficit estatural que venía considerado como obra distro
fica de las causas más diversas.
L. A. es, indudablemente, un infantil de la estatura; pero es
también un infantil psiquico, puesto que en él hay retardo del de
sarrollo psíquico y por consiguiente supervivencia de caracterís
ticas psíquicas correspondientes a una edad en algunos años infe
rior a la edad del sujeto. Y a estos dos hechos, infantilismo estatu
ral e infantilismo psíquico, agrégase el elemento ofrecido por la
vida sexual del sujeto: en posesión de órganos genitales bien desa
rrollados, en ausencia de toda anomalía o vicio orgánico capaz de
justificar una falta de iniciativa funcional de dichos órganos, el
sujeto no ha iniciado todavía la satisfacción de necesidades sexua
les que no han hecho aparición en él. Hemos inquirido prolijamen
te un origen psíquico consciente a esta anafrodisia y no nos ha sido
posible constatarlo. Dice el sujeto que, así como no ha aprendido
32 REVISTA

a fumar viendo fumar a sus compañeros de Oficina, no les ha apren


dido tampoco sus aficiones eróticas traducidas en el relato placen
tero de aventuras más o menos picantes. Sabe de estas aventuras
pero no tiene deseo de ir a ellas: la «voz de la especies de SHOPEN
HAUER ng 'ha hablado todavía en L. A. Y este sujeto vive sus 21
años de vida, época en la cual nuestros precoces y aún nuestros
modestos normales ya han saboreado las amarguras de un amor
romántico o las incomodidades de algún contagio venéreo.
Los dolorosos privilegios de la heredolues de L. A. se han deja
do sentir prematuramente: el sujeto ha sido un « atrazados de la
palabra y un atrazado de su desarrollo esquelético atribuído por
el médico que le asistía a «debilidad orgánica». Y es en este factor
heredoluético que debemos buscar el origen de este infantilismo.
No es fácil de establecer si la heredoluesha actuado inicialmente
sobre la tiroides, como pretende HERTOGHE en la explicación del
infantilismo distrófico, o si la tiroides 'ha sido atacada con poste
rioridad al compromiso de alguna otra glándula endocrina, arras
trada en el trastorno por solaridaridad funcional. Respecto al in
suceso de la cura tiroidea, lél, sólo es susceptible de dos explicacio
nes: o las lesiones luéticas de la glándula son irreparables, lo cual
armonizaría con el fracaso anteriormente obtenido con la cura
mercurial intensiva, o el compromiso glandulaſ es más amplio, 'y
la actitud opoterápica debe ser más ampliamente ejercida, hipó
tesis esta última en cuyo sentido hemos iniciado nuestra cura a
base de hormonas asociadas.
El caso de L. A. encuadra bien en la descripción clínica del
infantilismo completo: hay en él los elementos requeridos para
formular categóricamente un diagnóstico de infantilismo comple
to: desarrollo físico inferior a la edad del sujeto, retardo del desa
rrollo psicosexual, mentalidad infantil.
L. A. es, en resúmen, un infantil heredoluético, distrófico ;
un infantil completo de la clasificación de mi sabio maestro el
Prof. DE SANCTIS. Es un infantil heredo luético, distrófico, ge
neral, de la clasificación de ANTON, posterior a la del maestro de
Roma.
R. A., el sujeto de la cuarta observación , es miembro de una
familia muy interesante: Sin llevar mis sospechas hasta el extre
mo de creer en el origen endocrínico de la hipertensión que deter
minó la hemorragia cerebral de que fué víctima el padre del
sujeto, 'hallo en la familia de R. A. una verdadera predisposición
familiar a los trastornos endocrínicos: madre hipoovariana, y ma
dre de tres hijos ninguno de los cuales escapa a la tara maternal :
hija hipoovariana, hijo adenoideo, hijo tiroideano .
DE PSIQUIATRIA 33

Los antecedentes familiares, el tipo de evolución del desarro


llo del sujeto , los beneficios obtenidos con la cura tiroideana, auto
rizan a justificar las sospechas del médico tratante, orientadas en
el sentido de un mixedema frustrado . Y autorizan asimismo, a incluir
el caso en el grupo de los infantilismos completos, mixedematosos
de BRISSAUD , mixinfantilismos de DE SANCTIS.
F. Z. el sujeto de la quinta observación, sujeto al cual he co
nocido y tratado durante dieciseis años y acerca del cual he reco
gido informaciones que me han autorizado a incluirle entre mis
sujetos de infantilismo, no ofrece, como los sujetos de las obser
vaciones primera y cuarta, los caracteres de un infantilismo com
pleto: hay en él un infantilismo psíquico, psicosexual y aún vocal;
pero el desarrollo físico del sujeto se ha llevado a cabo normalmen
te y, por tanto, falta el elemento dependiente de la estatura infe
rior a la estatura correspondiente a la edad del sujeto.
El infantilismo de F. Z. es preferentemente psiquico: atención
movil, pobreza de los contenidos asociativos, emocionabilidad
considerable y considerable sugestionabilidad, mitomanía perpe
tua y frecuente caída en contradiciones vinculadas al olvido de las
mentiras anteriormente formuladas. Hay en F. Z. la mitomanía
de los infantiles psíquicos de DUPRE y toda la egofília y todo el
egoísmo de los infantiles de Levi .
Son casos de infantilismo incompleto, como el anterior, aque
llos a los cuales corresponden las observaciones segunda y tercera .
Son casos que caben bien dentro de las combinaciones de infanti
lismos parciales que pueden presentarse.
Llama la atención en el caso de los hermanos C. el episodio
familiar de una verdadera crisis del ritmo de desarrollo:
En el caso de J. C. (Obs. II ), con posterioridad a la infección
eberthiana, se establece una suspensión de desarrollo , principal
mente físico, coincidiendo con una albuminúria rebelde a todo tra
tamiento y levemente tributaria de las severidades dietéticas. En
J.'C . el desarrollo psíquico no sufre menoscabo alguno: el ritmo de
desarrollo psíquico no se hace solidario de la perturbación llevada
sobre el ritmo de desarrollo físico. La sexualidad retarda su apari
ción y la voz eunucoide familiar se hace predominante. Y todo este
cuadro de infantilismo incompleto — incompleto por ausencia de
deficiente desarrollo psíquico - compañero de la albuminuria re
belde, desaparece con esta, sin dejar huella alguna de su paso,
exceptuada la presencia de la voz eunucoide que subsiste, aunque
muy atenuada, en J. C., como en su hermano y en su padre.
E. C. (Obs. III), hermano del anterior, es sorprendido por el
episodio de infantilismo, si me es permitido llamarlo así, en un mo
34 REVISTA

mento más avanzado de su desarrollo; cuando el sujeto se había


iniciado en las satisfacciones de la heterosexualidad. Y se opera en
él, coincidiendo con la misma albuminuria, reliquia de una escar
latina, una suspensión de desarrollo físico, con abolición de la acti
vidad sexual y cori predominio de la voz eunucoide familiar en la
expresión fonética del sujeto. Y , como en el caso anterior, a albu
minuria ida, todo vuelve a su curso normal: el sujeto crece, vuelve
a su actividad sexual y la voz eunucoide viene a menos .
Es, precisamente, el hecho de este retorno a la normalidad de
su vida sexual, unido al de la no existencia de atrofia testicular y
al de la no entrada en escena de una atenuación de otros caracte
res sexuales secundarios, el que permite establecer una diferencia
ción entre el caso de E. C. y el infantilismo reversivo de GANDY.
En estas dos observaciones falta el elemento psíquico para la
integración de la fórmula clínica del infantilismo completo: los het
manos C. son, pues, dos intantiles incompletos o parcicles ( De SANC
TIS, Anton).
Estos dos casos son particularmente interesantes. El hecho de
la albuminúria no nos sorprende tratándose de sujetos sobrevivien
tes a procesos infecciosos en los cuales es tan frecuente la albumi
núria; pero no deja de llamar la atención la circunstancia de coin
cidir en tres miembros de una misma familia, en tres hermanos,
la desaparición de esta albuminuria con la cesación de lo que he
mos llamado, no sabemos si indebidamente, un episodio de infan
tilismo.
¿ Como interpretar estos hechos?
¿ La albuminúria y el infantilismo coexistentes han constitu
do una mera coincidencia ?
¿ Han tenido una causa única o dos causas diversas?
Es posible admitir el hecho de un proceso infeccioso como fac
tor etiológico único de dos series fenoménicas independientes: una
relativa a la albuminúria y una relativa al compromiso endocrí
nico. Y aún sería posible aceptar el mecanismo único del daño in
feccioso, aceptando, como hay tendencia a aceptar, una función
endocrínica renal. En este caso , los hermanos C. habrían ofreccido
una albuminúria, signo ostensible de un trastorno pluriglandular
a iniciación renal .
Pero aún sin aceptar la función endocrínica renal - aún en
discusión - cabe una explicación al hecho interesantísimo de los
hermanos C. Sabiendo, como sabemos, que las cápsulas suprarre
nales son, al mismo tiempo que eficaces reguladoras de la presión
sanguínea, poderoso elemento destructivo de las sustancias tóxi
cas fabricadas en el organismo, durante el trabajo muscular, no
DE PSIQUIATRIA 35

habría argumento formal que oponer a la hipótesis de haber sido


suprarrenal el inicio del trastorno pluriglandular, de los hermanos C.
La albuminúria habría constituido un verdadero toxicómetro y
habría desaparecido cuando el organismo hubiera logrado, merced
a labor prolongada y eficaz ,sustraerse a la acción nociva de los agen
tes tóxicos debidos a la tifoidea y a la escarlatina.
Siendo tan frecuente como es en la tifoidea, como en la escar
latina, el compromiso esplénico que algunos autores han invocado
como copárticipe, cuando no como responsable primario, de los
trastornos endocrínicos del infantilismo, nada de particular que
en los hermanos C. hubiera sido esplénico el inicio de los intere
santes fenómenos que en ellos han tenido lugar.
En apoyo de la acción autodesintoxicante está el hecho de
haberse operado la cesación de la albuminúria y extinción de los
fenómenos de infantilismo, en época en la cual los sujetos hacían
una cura de glicerofosfatos que, en rigor de verdad , traducía las
incertidumbres del médico tratante frente a frente de los acciden
tes que presenciaba.
El carácter episódico de estos dos casos de infantilismo es,
quizá, la clave de muchos accidentes de orden psíquico y de orden
sexual que suelen hacer molestosa aparición con posterioridad a
infecciones e intoxicaciones de una cierta gravedad y que vienen atri
buidas a legados de estos procesos. Si estas sospechas se confirman,
el porvenir aconsejará al médico ofrecer a sus enfermos los benefi
cios de una opoterapia profiláctica: en presencia de una infección
o de una intoxicación , el médico deberá pensar en llevar un apoyo
válido al dinamismo de aquellas entidades endocrinas que hayan
sufrido más rudamente la acción del daño de los agentes tóxicos o
infecciosos.

HERMILIO VALDIZAN
Catedrático de Psiquiatria en la Facultad de Medicina,
Médico Residente del Asilo -Colonia de la Magdalena.

BIBLIOGRAFIA

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BARKER:
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DE PISQUIATRIA 37

La nueva faz de la psicologia

normal y clínica

el momento presente se comenta con amargo escepticismo la


ENNmultiplicidad de criterios que reina en el estudio de la psiquis;
se abomina de la discordancia babélica de las doctrinas y de las
miras de las diversas escuelas; be lamenta la esterilidad de tanta
investigación sistemática y de tanta publicación pedantesca; se
habla, en fin, de una crisis de la psicología. Todo ello con harto
fundamento; pero, si en verdad son tan desoladoras como legíti
mas las primeras actitudes de espíritu, la última, la constatación
de la crisis, no es menos alentadora que real. Hay, positivamente,
una crisis, una crisis que es eficaz y fecunda, pues que de ella se ve
nacer la orientación hacia el verdadero dominio de la ciencia de la
vida mental : en efecto, en medio del desconcierto, se vuelve la cara
en dirección al objetivo fundamental del conocimiento del alma
humana.
La reacción es poligénica, aparece en diversos puntos del ho
rizonte científico, al lado de las particulares diferenciaciones dog
máticas; pero , no obstante su diversidad de orígenes, ella tiene ten
dencias que considero que la definen perfectamente como movi
miento general. La vida psíquica contemplada en su unidad fun
cional integral, dinámica y evolutiva: tal es lo que encuentro en la
psicología y en la piscopatología de hoy como característica nueva
de importancia basal.
Y no es, sin duda, el concepto dinámico-evolutivo privativo
de la renovación de la psicología; parece, por el contrario, que co
rresponde a un fenómeno general en la evolución de las diversas
38 REVISTA

disciplinas: se presenta como una fase de la historia contemporá


nea del pensamiento científico. En efecto, en física, en biología y
en sociología se siente la misma influencia . El átomo, no es consi
derado ya como partícula indivisible e inmutable, sino como foco
de energía, como centro de incesante quinetismo, que tiene histo
ria, que se transforma indefinidamente en virtud de sus determi
nantes internos. De otro lado, el ser vivo, deja de ser un tipo fijo,
petrificado, de organización concebida según un plan regido por
leyes de una morfología geométrica trascendental, para ser estu
diado como plástica unidad funcional, de estructura condicionada
por la evolución ancestral. Asimismo, las instituciones sociales
cesan de ser concebidas desde el punto de vista estático: cada vez
se da mayor importancia al sentido genético, al poder formador
derivado de las acciones pasadas, a las fuerzas históricas: más que
la composición y estructura del organismo social actual, interesan
ahora los factores determinantes de su devenir. Pero volvamos a
nuestro asunto .
El criterio psicológico que caduca, debe su esterilidad a la
voluntaria limitación de su materia de estudio, que lleva a no to
mar en cuenta sino aspectos parciales de la actividad psíquica,
desadvirtiendo lo esencial, lo que a esta da su cualidad genuina.
Realmente, el estudio sistemático de sensaciones, recuerdos, ideas,
emociones, voliciones, etc.-que tiene indiscutible pero limitada
importancia-, como dirección exclusiva, como fin último de la
psicología, es causa del vicio de simplificación artificial, de indivi
dualización de cosas que no son más que elementos disgregados;
vicio que acarrea otro peor: la incapacidad de descubrir y compren
der la naturaleza del conjunto que dichos elementos integran. La
naciente y ya vigorosa tendencia que señalo, se endereza a corre
gir tan lamentable aberración, probando la necesidad de apode
rarse de la realidad psicológica importante, tomando los particu
lares fenómenos mentales únicamente como medios para su con
secución . El centro de gravedad del interés de la piscología se des
plaza, pues, del fenómeno mental puro, desarticulado, a la vida
mental substantiva.
La técnica del estudio integral de la actividad psíquica, re
quiere otro camino que el estrecho que ofrece el método matemáti
co de la psicología experimentalista, ya que tiene que operar con
valores cuantitativos; pues no se trata sólo de computar objetiva
mente coeficientes de relaciones inmediatas entre el individyo y
el mundo exterior. El elemental, antiquísimo y hasta el presenta
no bien explotado procedimiento de observación subjetiva, es el
que, permitiendo la autoespectación de la conexión actual íntima ,
DE PSIQUIATRIA 39

de la sinergía funcional vivida, dará acceso a la conquista de las


leyes del trabajo psíquico. En este terreno, ya puede hablarse de
labor realizada: los estudios de la escuela de KULPE, los de STUM
PF, los de HUSSERL, Y, más abiertamente, los de RiGNANO y Cla
PAREDE, sobre la psicología del razonamiento y de la inteligencia,
encarnan aproximaciones apreciables; pero es, indudablemente,
en el futuro que dará sus mejores frutos esta psicología natural,
de cuyo advenimiento recién se toma conciencia.
Si para el estudio de los procesos psicológicos en conjunto,
como unidad actual articulada, es importante atender a su cone
xión , tórnase este cuidado en condición previa absoluta cuando
se trata de apreciar el significado de la existencia psíquica indivi
dual; pues es en su continuidad coherente donde asienta lo verda
deramente irreductible del cosmos subjetivo. La personalidad se
difine por su historia; y, en la historia, no son las motivaciones
exteriores de cada instante el factor decisivo de sus episodios: son
condicionamientos endógenos fruto de la peculiar estructura
nativa y de la experiencia adquirida - los que conforman la orga
nización y el desarrollo de la individualidad a través de toda la
existencia; organización y desarrollo, que es lo concreto y natural,
y , por ende, el conocimiento más humanamente necesario e impor
tante. La razón del interés de la investigación de la sucesión y tra
bazón de los fenómenos mentales, radica, además, en que con sus
averiguacion se consigue la mayor aproximación de la fundamental
unidad íntima del quid sintético que constutuye la clave de la eco
nomía de la psiquis, lo que es, en el terreno científico, el objetivo
cenital de la psicología . Y todo esto , que, como digo, debería ser
la materia principal de esta disciplina, si se la quiere empírica, ha
sido apenas considerado por los investigadores, que tanto tiempo
han permanecido empantanados en el jaral de las nimiedades ,
víctimas del exclusivismo que se podría llamar merofilia.
Sólo varios años después que DILTHEY señalara la necesidad
de ver la vida subjetiva con criterio histórico, es que ha nacido
la orientación eficaz en tal sentido. JAMES, por su concepción de la
corriente de la conciencia; SOMMER, que favorece la iniciación del
análisis de las características psicológicas personales; BERGSON,
con la estimación del poder compulsivo de la experiencia
adquirida; STERN, que se esfuerza por dar las bases metodo
lógicas de una psicología diferencial apliacada: la psicografía;
BECHTEREW, que, con su modo de comprender la psicología como
refizjología, da peso al principio del determinismo psicológico au
tónomo, explicando la actividad espontánea presente como resul
tante necesaria de procesos psicológicos iniciados en el pasad ; o
40 REVISTA

HOFFDING , con su hipótesis de trabajo de la energía psíquica laten


te: así, estos psicólogos, en forma más o menos diferente, han con
tribuído a fraguar la nueva vía de los estudios del alma humana.
Pero, son, sin duda, los psicoanalistas quienes han llevado al más
alto grado de desarrollo este magnífico método, que erige la com
prensión del sistema dinámico persona en soberano motivo
de la investigación psicológica; por esto de ser los psicoanalistas
los más representativos, y porque sus descubrimientos tienen su
principal importancia en la piscopatología, será aparte, al termi
nar este artículo, que me ocuparé de ellos. Antes quiero contem
plar otro punto tributario de la nueva faz, el cual se relaciona ínti
mamente con el de la continuidad individual, o sea el punto de
vista filogenético.
Las funciones psicológicas, no sólo son inconcebibles como
puros productos anhistóricos, sino que el venero de causalidad
endógena no se limita a la historia personal, antes bien, tiene sus
más profundas raíces en el terreno de la antigüedad remota de la
actividad mental del género humano. La fuerza viva del pasado,
que es como ley de gravedad en el dominio general de la biología,
se manifiesta en la esfera psíquica en forma precisa, no como vago
influjo, sino como prehistoria escrita, estructuralizada, capaz de
expresarse reactualizando los diversos períodos de su recorrido iti
nerario, pues es la psiquis, a la vez, caminante y camino. La expe
riencia de cada momento, en la larga sucesión de generaciones, ha
ido substanciándose, convirtiéndose en positiva arquitectura inter
na, pero de suerte que, por las necesidades inmediatas de adapta
ción, no todas las substanciaciones han podido coexistir igualmen
te activas u ostensibles: por el contrario, han tenido que sobrepo
nerse unas a otras, entrañando más o menos las de nueva adquisi
ción a las primarias, más no destruyéndolas.
Esta nueva perspectiva, la paleopsicologia, según la adecua
da expresión de JELLIFFE, es ya más que columbrada por los psi
cólogos de larga vista. No es posible hoy por hoy una psicología
que no sea genética; y, como bien lo ha patentizado INGENIEROS,
es del método genético del que hay razón para esperar los resul -
tados más valiosos y completos. Recién, con la adquisición de este
punto de mira, la ciencia de las funciones mentales se hace explica
tiva, como se hace descriptiva con el método dinámico -integral. La
conducta humana resulta un jeroglífico sin clave si se desconoce la
dinamogénesis filética y las vías profundas del desarrollo ontogenético
del yo. ¿ Cómo, por ejemplo, se podrá comprender el significado de
las peculiares inclinaciones de los niños, si no se acepta, con LAM
PRECHT, STANLEY HALL y KRETZSCHMAR, que la ley de recapitu
DE PSIQUIATRIA 41

lación ontogenética de la evolución filética se verifica en piscolo


gía con valores psicológicos, como en biología con manifestaciones
fisiomorfológicas? ¿ Cómo explicar, tampoco, el valor psicofisio
lógico de las emociones — que para la psicología que crepuscula no
son más que meras sensaciones esplácnicas — como explicar el va
lor psicofisiológico de las emociones si no se piensa que son revi
viscencias abortivas de acciones que se realizanban completas en
remotos antecesores — puesto que, según la figura de CRILE, como
civilizados vivimos en autocautiverio ? ¿Como, en fin, dar cuenta
del contenido y de la causalidad de productos mentales como los
ensueños, las neurosis y las psicosis funcionales, sin admitir la ley
de continuidad psicológica onto y filoge nética ?
Este último interrogante me da pié para significar la invalo
rable contribución que con sus descubrimientos y doctrinas han
prestado JANET y FREUD a la renovación de la psicología y a la
fundación de la psiquiatría psicológica. Pues el psicoanálisis es la
encarnación genuina y completa de los conceptos de integralidad,
de coherencia dinámica y de sentido genético. Empero, como quie
ra que la escala de valores que ha revelado - que da cabida a todas
las cuestiones de importancia solar de la fisiopatología mental-es
radicalmente original con respecto a la de la psicología tradicional,
y a pesar de su base clínica intachable, no ha tenido la acogida
que merece, ni se ha juzgado con serenidad la inmensidad de sus
alcances. Pero se explica: un descubrimiento que ex abrupto, des
truyendo dogmas y creando problemas, cambia de organización
a una ciencia y pone en claro la insignificancia de los progresos
antes realizados en ella, un descubrimiento que tiene tales coefec
tos representa demasiado para merecer de los espíritus misoneistas
la exención del triunfo inmediato .
Es integral por excelencia la orientación dada por FREUD a la
psicología, ya que toma en cuenta, no solamente todos los elemen
tos y factores de la conciencia, con la compleja urdimbre de sus
relaciones propias, si que también todo el sistema de estructuras
y fuerzas psíquicas sobre que ella asienta; pues, con JANET, ha
dado base real a la doctrina de la subconsciencia - que para la ma
yoría de los psicólogos todavía no es más que, o un pasivo reser
vorio mnemonico, o acaso un mero nombre aplicado a las condi
ciones fisiológicas de la actividad mental- ;de donde nace la faci
lidad de la comprensión causal, científica, de procesos que antes
se creía sin ley. A la luz de la doctrina freudiana, aparece el psi
quismo como un sistema heterogéneo cuyos elementos, en incesan
te conflicto, se dividen en dos campos antagónicos, con contenido
propio: el campo de la conciencia, donde priman los valores de
42 REVISTA

pendientes de la realidad exterior contemporánea, y el más vasto de


la subconsciencia , en cuya reconditez se debaten las tendencias
egoárquicas concupiscentes; cuyo conjunto implica un equilibrio
global de la parsonalidad, variable con el tiempo, ya que se trata
de un mecanismo en marcha.
Es también fundamentalmente genética esta nueva discipli
na, tanto respecto al desarrollo individual, como a la evolución de
la especie. Es característica relevante de las investigaciones de
FREUD haber reconocido de portentosa entidad fenómenos de apa
riencia somera . Un caso particular de esto se verifica en el descu
briniento del incontrastable valor prospectivo de las impresiones
infansiles, de las de la prehistoria personal, que no siquiera se vis
lumbraba, antes bien, se consideraba los acontecimientos psico
lógicos de esta época de la vida como pura vanidad. En efecto, ha
puesto en claro el psicoanálisis que las primeras experiencias del
niño tienen el carácter de graves perturbaciones del equilibrio de
adaptación del sujeto; de suerte que el estado inicial es el de mayor
estabilidad, y por ende el que incesantemente tiende a reintegrar
se: de aquí que la primeras imágenes y las primeras impulsiones,
que son substancial y cronologicamente las más afines al equili
brio primordial, tengan, durante toda la vida, el poder de canali
zar la actividad psíquica del individuo, y que esta actividad sea
en buena parte un retorno a las primeras actitudes subjetivas.
Los ensueños, los procesos neurósicos y psicósicos funcionales
resultan ser consecuencias de la hegemonía de los equilibrios ori
ginarios, conservados en la subconsciencia, sobre las necesidades
conscientes mesológenas (particularmente sociógenas): lo que equi
vale a decir que tales manifestaciones psicológicas son productos
de la mentalidad infantil. Semejantes hechos justifican la hipóte
sis heurística del libido, o sea el principio de psicoenergética según
el cual nuestra vida interior implica una corriente que se genera
sin cesar y'que se deriva, o por la vía de la actividad consciente,
en el estado eupsíquico, o se acumula interiormente, retornando
por los canales profundos, abandonados ya, que siguiera en la in
fancia, cuyos mecanismos dinamiza, lo cual sucede en los estados
dispsíquicos.
En este terreno del determinismo psicológico en la historia
del individuo, es ADLER, discípulo de FREUD , quien ha encarado
con mayor resolución la cuestión de la unidad funcional biográfica,
que presenta como condicionada por líneas directrices, sojuzga
doras de todos los procesos de la actividad espiritual del honebre,
aun los que parecen accidentales. Exalta, pues, el fundador de la
psícologia individual comparada, la trascendencia de la causali
DE PSIQUIATRIA 43

dad endógena en la vida mental y la intercoherencia de todos sus


fenómenos, que no serían otra cosa que elementos de la persona
lidad o instrumentos a su servicio .
Y, por último, desde el punto de vista del valor de las influen
cias paleogénicas, los estudios de los psicoanalistas, particular
mente los de JUNG, ABRAHAM y SPIELREIN, marcan un sentido
tan genético, que para dar idea de él basta decir que han consta
tado prácticamente que el contenido de la subconsciencia del
hombre de hoy ofrece en abundancia material propio de la psico
logia étnica, no habiendo desemejanza ninguna entre ciertos deli
rios, por ejemplo, y mitologías protohistóricas. Tal hallazgo es, en
verdad, la más palmaria de las demostraciones de la ley de para
lelismo onto - filogenético. El psiquismo individual resulta no ser
propiamente tal - individual - sino en parte, el resto pertenece por
completo al pasado de la raza : en el fondo de la subconsciencia,
como en un relicario, duermen organizadas las actitudes subjeti
vas arcaicas, en desarmonía ya con la experiencia social del presen
te; pero que, no obstante, intervienen como concausas ocultas, in
tangibles para el observador superficial, como concausas de la ac
tividad mental normal, y que se reactivan de manera más franca
cuando los conflictos interiores, entre estos motivos preexistentes,
filetógenos, y los imperativos del momento, terminan por la inca
capcidad de estos últimos, como sucede en los accidentes psico
páticos funcionales, según dije antes.
En conclusión: caracterízase la psicología normal y mórbida
de hoy, por orientarse en el sentido de la mayor estimación de la
conexidad de los fenómenos psicológicos, tanto en su aspecto actual,
como mecanismo funcional integral, cuanto en su aspecto temporal,
como unidad histórica coherente. Tiende, pues, a hacerse realidad
el anhelo profético de NIETZSCHE: una psicología de las profundi
dades como « Morfología y evolucionismo de la voluntad de dominan.

HONORIO F. DELGADO .
44 REVISTA

Libros y Revistas

FRANCO DA Rocha:Hospicio e Colonias de Juquery . - Un folle


to de 72 páginas, con 36 grabados, Tipogr. Brazil, Rothschild &
Co. , Sao Paulo, 1912.
El cultísimo y laborioso director del Hospicio y de las Colo
nias de Juquery ha sintetizado, en un precioso volumen, los diver
sos problemas médico - sociales de la asistencia de alienados en el
estado brasilero de Sao Paulo .
Inicia el doctor ROCHA su interesante estudio haciendo la
historia de la evolución operada en la asistencia de alienados del
Brasil durante los últimos veinte años, desde la época en la cual el
Autor fuera llamado por el Gobierno para desempeñar el cargo de
asesor técnico en la reforma de la asistencia de los enfermos de
mente: la elección de la sede del nuevo Hospicio, el plan de cons
trucción de éste, la forma como fueron llevados a cabo los trabajos,
la organización de los diversos servicios que comprende el nuevo
Instituto, todo ello está expuesto clara y elegantemente.
La colonia agrícola de Juquery fué inaugurada en 1898, con
un personal de 80 enfermos; en el año 1901 fueron trasladados al
Hospicio los 200 enfernos varones que hasta entonces continuaban
asilados en el viejo Hospicio de Sao Paulo. Las enfermas sólo fue
ron trasladadas dos años después.
El doctor da Rocha puede estar satisfecho de la obra por él
realizada en el progresista estado de Sao Paulo : ha sido merced a
él que se ha operado una radical reforma en la asistencia de aliena
dos, hasta llegar al término de perfección alcanzado en el Hospicio
y Colonias de Juquery, que nada tiene que envidiar a los asilos
colonias mejor organizados del Viejo Mundo, y en el cual se lle
van a cabo los modernos procedimientos de curación y de a
sistencia de los enfermos de mente.
El doctor da Rocha ha empleado veinte años de su laboriosa
existencia en la obra práctica, en la obra médico - social de la asis
tencia de alienados: y es solamente ahora cuando comienza a es
perar los beneficios de la labor cientifica. Debemos esperar, que
ella será jugosa y abundante y nos lo auguramos .
DE PSIQUIATRIA 45

Publicaciones recibidas

Los libros y revistas que reciba la Redacción de nuestra Re


vista, serán anunciados en esta sección , consignándose su sumario
o indice, cuando el espacio lo per mita. Sólo serán analizados los
artículos originales de las Revistas y los libros enviados en doble
copia .
46 REVISTA

Psicopatografias del Asilo-Colonia


de la Magdalena

SUPLEMENTO DE LA REVISTA DE PSIQUIATRIA Y DISCIPLINAS


CONEXAS».- Nº.1 - Julio de 1918.
LOS AMORES DE UN POETA .

L. P., de 38 años de edad , natural de


Lima, mecánico , ingresó al Asilo en 13
de setiembre de 1915 .
Diagnóstico: Demencia paralítica .
Estado presente: Disociación intrapsi
quica; tono sentimental sujeto a fuertes
y rápidas oscilaciones; abolición de la
autocritica . Megalomanía a contenido
erótico .
Trastornos paralíticos muy acentua.
dos: Disartria muy intensa , disgrafia
casi agráfica .
En la producción de L. P. hay reminis
cencias de poesia (?) popular.

A Rosa .

Bien venida, novia mía,


Consuelo de mi prisión.
Yo te adoro, amor mío,
Con todo mi corazón.

Comprendieras mi sufrir
Si supieras tu mi amor.
Mucho tiempo lloro yo
Sin poderlo remediar
Esperando tu venida
Para tener libertad .
-
DE PSIQUIATRIA 47

Tu esposo contento está ,


Ya tiene su libertad
Y te abraza con amor
El Ingeniero Pomar.

Preso con locos estoy


Sin tener ningún delito
Por una papaya verde
Que quiere mi malcriado pajarito.

En lo profundo del mar


Suspiraba una ballena
Y en sus suspiros decía:
Quien tiene amor, tiene pena.

En este bello jardín ,


Cuidado por un doctor,
Me dicen que hay florecitas
Para curar mal de amor.
Su existencia es positiva,
Su curación es realidad;
Pero falta que lo riegue
Esa gran novia del Ingeniero Pomar.

PENSAMIENTO

«Cuando la divinidad sucumbe, no importa que la humanidad


se bambolees.

IMPROVISACION

Este joven tan formal me divertía de noche y no me dejaba


dormir oyendo una gran flauta que tocaba no medejaba dormir y
siempre le preguntaba sigue sigue la flauta ....
REVISTA

LAS IRAS DE UN SOCIALISTA .

J. T., austriaco , de 49 años de edad,


mecánico, ingreso al Asilo el 17 de agos
to de 1916.
Diagnóstico: Paranoia expansiva .
Antecedentes y estado actual: En el año
de 1915 ha realizado un atentado contra
.

el Consul alemán en Iquitos: armado de


dos revólveres, de docientos proyectiles
envenenados con curare, de un puñal
también envenenado y de una lata de
petróleo, con propósitos incendiarios, Ha
subido las escaleras de la casa de su vic
tima de elección , anunciando sus propo
sitos de muerte , que no ha logrado rea
lizar.
En la actualidad , un tanto olvidado de
sus enemigos de fuera, limita sus protes
tas al mal trato de los enfermeros y del
personal de asistencia .

« Al señor Hompler:

«Hacen algunos días que usted me quería cobrar en plena calle


la pequeña deuda que tengo con usted.
Y estos dos pesos quería usted cobrarme sabiendo exactamente
que yo había sufrido tanta desgracia de intento por los alemanes y
que no había ganado un solo centavos desde el 12 de marzo .
«Cuando yo trabajé donde Wesche, el cuñado de Bome en con
junto con el borrachón crónico Wilhelm (Fundidor y espia de la
Oficina) enfurecían todos los obreros contra mí, utilizando y defor
mando mi criterio referente a los peruanos. Pero el cuñado de Bo
me a pesar de todo se hacía odioso con todos, así que todos los
obreros convenían entrar en huelga si no se le despachaba a él ,
porque el contaba todo lo que sucedía a su cuñado.
(Refiere en seguida, haber redactado el memorial y haberlo
hecho traducir al castellano por Anders; refiere, asimismo, la ne
gativa de los obreros a firmar el documento, como ya lo había he
cho Tetzlaff. Da cuenta, después, del inicio de sus labores foto
gráficas y hace este comentario :)
«Bome y su cuñado contaban a todos los alemanes y también
a los peruanos que mis fotografías no valían nada y que no las que
rían ni regaladas .
DE PSIQUIATRIA 49

(Refiere el episodio de la negativa del ingeniero Reuthe,de la


estación radiotelegráfica, y dice:)«Pero apesar de tener mi dirección ,
contrató a un borrachón crónico para montar su maquinaria , segu
ramente porque Strassberger, Bome y su cuñado me habían reco
mendado mucho .
(Aludiendo a la negativa de Lewin para formar parte de la
sociedad explotadora de la fábrica de cerveza , dice ):
«Este aceptó todo pero visitó antes a Hintze y después de la
visita se enfrió, me consolo de un día a otro que yo noté que ya no
quería saber más, por consiguiente Hintze le había desaconsejado.
(Refiere el episodio de la negativa del italiano dueño de un ne
gocio en la calle «Próspero» y dice):
« Pero antes de llegar a cerrar el contrato Hintze sabía de la his
toria y al momento le desaconsejó a este hombre, el italiano se reti
ró porque él no podía hacer un negocio con un hombre del cual le
desaconsejaron sus mismos paisanos.
( Inmediatamente después de este párrafo vienen los siguientes:)
«Estos son los patriotas de la muerte alemanes, los cuales en el
día del cumpleaños del Kaiser lanzan discursos patrióticos de la
unión del pueblo alemán y escriben y hablan al respecto del buen
carácter del « Deutschen Michel» y los que en cada almuerzo qui
sieran comer una media docena de socialistas ingleses, franceses y
americanos.
« ......pero los alemanes, como verdaderos traidores ( Judases)
se van donde los extrangeros y me deshonran .
& ...... en el discurso fúnebre llamó (se refiere a D. Federico Ste
phan ) a su Dios, 4 días después apareció el diablo en él, un verda
dero jesuita. Y este bribón aún quería el aparato fotográfico de
August para venderlo en plaza y para crearme una competencia,
para obligarme de este modo a salir de Iquitos, porque no había tra
bajo suficiente ni para un aparato. Además este vagabundo aún
hubiera aconsejado al comprador de hacer los retratos por la mitad
del precio para hacerme salir de aquí lo más pronto posible. Nunca
ha querido enseñarme la ley que le obligaba a proceder de este modo,
a pesar de haberle suplicado yo dos veces, y no podía recibir yo de
él una liquidación teniendo yo el derecho más grande para exijirla.
« Que nación tiene un Strassberger que por un motivo insignifi
cante (se refiere a la redacción del memorial ) da la orden de despa
charme ?
«Un espíritu de casta domina entre los alemanes llenos de
preocupaciones que cualquiera oficial de la guardia alemana ten
dría su mayor alegría si lo pudiera ver como estos escritorcitos,
autorcitos y comerciantillos se portan aquí.
50 REVISTA

> «Porque se matan los alemanes constantemente en tiempos de


revoluciones ? Primero por que siempre están al lado de la reacción;
segundo, no pueden adquirir estima porque se mezclan con las mu
jeres de razas inferiores de las indígenas; tercero, se deshonran re
cíprocamente ante los indígenas, de donde puede venir la estima ?
« Si un obrero alemán se presenta donde un patrón alemán para
pedir trabajo , entonces lo interroga como un policía y le da trabajo
sólo si no puede encontar a un indígena y seguro le ofrece el suel
do menor posible y lo tråta como un verdugo prusiano a sus reclutas.
(Hace, en seguida, el elogio de los ingleses y de los norteameri
canos, de quienes dice que no interrogan al obrero cuyos servi
cios contratan y que se toman el cuidado de salvar al hombre si
está empantanado. Después continúa la carta en la siguiente forma:)
«Porqué tiene Alemania el mayor número de procesos de espías
en los cuales alemanes son enjuiciados por traición de la patria ?
Porque el alemán se puede comprar muy rápido con dinero y con bue
nas palabras, sólo hay que invitarlo a tomar un vaso de cerveza
y se le tiene a su disposición como una puta vieja, él no tiene sen
timiento interior de derecho, esto se ve en mi caso, nadie tiene una
palabra de crítica contra estos 3 bribones de patente Strasseberger,
Stephan y Hintze que me han arruinado, al contrario ellos son de
fendidos de todos lados porque se espera de cualquier modo conse
guir una ventaja y si no es más que un vaso de cerveza, porque el
alemán no tiene sentimiento de honor, pero a todos los alemanes
les deseo, los que defienden a estos tres Judases y no les piden ex
plicaciones sobre el crimen cometido conmigo que les crezca un
rabo de perro bien largo como señal de sujeción a qué raza pertenecen .
«Una proposición mía es : cambiar el nombre de Club del Pa
litroc en « Club de patriotas alemanes de la muerte , borrachones,
Judases, Ladrones, etc , etc». Sólo se acepta como socio a los que
tienen todas estas cualidades y las proteje. No hay que pagar cuo
ta ninguna, porque hay por lo pronto las £. 13 del carpintero y
además £. 30 de Juan Tetzlaff. La bandera tiene los colores de la
raza de Israel. Viva Guillermo II !»

J. T. ( *)

( * ).-- La letra cursiva corresponde a un subrayado nuestro y no del autor de


la carta.
.

FOLK - LORE INDIANO

Leyenda de la génesis de los amueshas

Esta tradición , de un interés


psicológico incalculable - tanto des
de el punto de vista general del
Folk - Lore, cuanto del particular de
la mitologia aborigen , -la debemos
al distinguido antropólogo Dr. Ju
LIO C. TELLO , quien la obtuvo direc
tamente de un curaca amuesha de la
colonia del Perené.
El Dr. TELLO conserva en su

poder el original en el dialecto pri


mitivo. Presentamos, pues, una
versión inédita de autenticidad ga
rantizada .

Dice la añeja tradición que, en tiempos muy remotos , en la


edad inmemorial en que la tierra de los Amueshas no había sido
aún hollada por la planta humana , los lagartos y los jaguares
eran los reyes de la creación, que tenían , por tanto, bajo su do
minio a todos los demás seres entonces existentes.
f En aquel tiempo mitológico existió una pareja de lagartos
Psharep) gemelos; llamábase Yatash la hembra, y Yachur, el macho.
Por su incomparable 'belleza, por su gracia verdaderamente des
lumbradora y por el amor purísimo que ambos se profesaban, cua
52 FOLK- LORE INDIANO

lidades que les ponían muy por encima de sus congéneres, los pre
ciosos hermanos eran objeto de la general admiración.
La bienaventurada pareja era inseparable: siempre juntos co
mían , juntos dormían, juntos paseaban por las hermosas selvas; y
por las a'pacibles playas .
En el curso de uno de sus acostumbrados paseos por el campo ,
una mañana célebre, encontraron en su camino unas flores de sin
gular hermosura, que Yatash, encantada, se apresuró a guardar
en su seno virginal . Motivada por este solo hecho, acaeció , en ese
preciso instante, una cosa prodigiosa e inaudita: el cielo, que un
momento antes deslumbraba por su claridad matinal , tornóse,
sin transiciones, oscuro cual las tinieblas.
Asombrados de tal prodigio, y no poco medrosos , los dos ge
melos, en precipitada carrera, retornaron a su choza; a cuya llega
da desencadenóse horrible tempestad, que culminó en el estallido
de un rayo, con el cual desaparecieron del seno de Yatash las flo
res cuya poseción causara tales acontecimientos cataclísmicos.
En seguida sobrevino la tranquilidad en los elementos y en los es
píritus la calma: aclaró de nuevo el día , y , acompañando a la au
rora, sobre sus cabezas, apareció un arco iris, que ostentaba igua
les colores que los que ornaban a las desaparecidas flores miste
riosas. Sólo Yatash no pudo volver a su pristina felicidad: notó
angustiada que algo extraño acontecía en sus entrañas, y con te
mor y verguenza, hizo a sus padres confesión ingenua y completa
de lo acontecido.
Sorprendidos, disgustados y acaso indignados, los severos
padres de Yatash, después de oír el relato de los infaustos sucesos,
convocaron a todos los lagartos y jaguares de la comarca amuesha .
Tras madura deliberación, el concilio de los ancianos resolvió dar
muerte a Yachur, el inocente hermano. Mas para dicha de éste, un
viejo curaca, el más sabio de todos , que había adivinado la verdad
de los hechos, se dirigió a sus compañeros en estas o parecidas pa
labras:
-No estáis compañeros en lo cierto, les dijo, cuando preten
deis inculpar a Yachur. No es él el autor del hecho cuya realización
ha motivado nuestra reunión actual: se trata de una hazaña de
nuestro propio dios Jaguar. Gracias a la sobrenatural intervención ,
Yalash dará a luz un dios macho, la Luna, y un dios hembra, el Sol.
Ante la inesperada y lisonjera revelación del tan autorizado
curaca , la tribu quedo maravillada, y su contento no tuvo límites .
Como es natural, días y días se sucedieron de continuo holgorio,
en que el licor de masato se bebió sin medida.
JULIO C. TELLO 53

Algún tiempo después de estos memorables días, la muchacha,


futura madre de dioses, yendo a la fuente próxima en busca de
agua, encontró en el camino a una jaguar, la vieja Patonille,
que, sabedora del tesoro que ella guardaba en su vientre, la atacó
con ánimo de devorarla. Al realizar su siniestra empresa, de las
tiernas entrañas de la indefensa niña, brotó un manantial de agua,
tan abundante que, al derramarse por la tierra, formó un río. Gra
cias a ello salváronse los engendrados dioses, pues fugaron a favor
de la corriente y acabaron por alojarse, discreta y sigilosamente,
en el oculto fondo del nuevo cauce .
Mientras tanto, las gentes, llenas de abatimiento y de deses
peración, buscaban afanosas a Yatash, que había desaparecido.
No obstante la diligencia de todos en la búsqueda, ésta fué por
completo infructuosa . Desesperados ya, y necesitando hacer a al
guien responsable de pérdida tan irremediable, lagartos y jaguares
nuevamente hicieron al sharep Yachur víctima de sus injustas
inculpaciones. Le acusaron de descuido, por no haber vigilado asi
dua y celosamente la persona de su hermana, ya que ello azás re
quería quien había de dar al mundo el Sol y la Luna, cosa que
él estaba muy lejos de ignorar. El pobre Yachur, triste y desolado,
buscaba sin descanso y por doquiera a la hermana adorada , a la
compañera inolvidable. Rendido al fin por la fatiga de tanto ca
minar en vano, se sentó a orillas del río, y, en medio de lágrimas y
sollozos, la llamó a gritos , sin cesar, duranse cinco días. Hasta que,
cuando menos lo esperaba, descubrió asombrado que el Sol y la
Luna resplandecían en el fondo del río sobre el cual había vertido
tantas y tan amargas lágrimas. A partir de ese momento, todos
los días, sin faltar uno solo, iba puntual a visitar de lejos a los con
sanguineos dioses; iba a contemplarlos desde la orilla, ya que le era
imposible llegar hasta ellos.
Una mañana, a la hora en que apenas clareaba la aurora, vió
Yachur, a la distancia, que los dioses habían abandonado su flu
vial morada para revolcarse en la arena de la playa. Corto fué, sin
embargo, el momento durante el cual pudo disfrutar de semejante
espectáculo, pues los dioses se fueron retirando más y más hacia
su escondite, a medida que él se les aproximaba.
Yachur dio a conocer a sus padres su valioso descubrimiento,
y éstos, pasado algún tiempo, dieron de ello noticia al curaca , quien
reunió a la tribu y la informó de la fausta nueva . Es ocioso decir
que con motivo tan halagüeño, tuvieron lugar interminables fes
tejos, en los cuales no cesaron las animadas 'danzas y las copiosas
libaciones de masato.
Germinó entonces en las mentes el anhelo de poseer a los ni
54 FOLK- LORE INDIANO

ños dioses, de cogerlos, de apropiárselos . Dominados por este


ambicioso sentimiento, los tipos más lozanos y valientes de la tri
bu , despreciando al caído Yachur, intentaron sacar al Sol y a la
Luna de su inaccesible retiro , no lográndolo, como era de esperar
se. En vista de su impotencia para proseguir tan insensata em
presa, decidieron recurrir a Yachur, de quien poco antes prescin
dieran ; le buscaron con tal fin , y él , de todo corazón, y con ejem
plar constancia, se dedicó a llamar la atención de los dioses con un
palo provisto de un aro. Al cabo de cinco días logró atraerlos a la
orilla. Entonces Yachur, en un ímpetu de indecible intrepidez,
apoderóse del Sol : a pesar del terrible fuego que despedía, se abra
zó de él y no lo abandono . En estas circunstancias, no hicieron es
perar su colaboración todos los miembros de la tribu: con su po
derosa ayuda, Yachur logró amarrar a los niños divinos en las
copas de unos árboles muy elevados.
La vieja jaguar Patonille , tan ambiciosa como desvergonzada,
queriendo ha cerse de los dioses , alegó que ella estaba obligada a
criar a los niños , por haber sido quien mató y devoró a la madre.
Y, cosa sorprendente hoy , entonces los miembros todos de la tri
bu , como la cosa más natural del mundo , consintieron en ello, y
descolgando de los árboles a los dioses , los entregaron a la victi
maria de su madre.
Empero Patonille no se figuró cuan mal le iba a salir el nego
cio. Los niños resultaron ser en extremo traviesos y retozones;
cosa que causó tal irritación y aburrimiento a la vieja jaguar , que
la decidió a hacer de ellos lo mismo que poco tiempo antes hiciera
con su madre. Al efecto tomó sus disposiciones , como para reali
zar un banquete, al que invitó a todos los patonilles de la selva .
Listo ya todo para la gran comilona; preparada ya hasta la
gran olla con agua hirviente, la muy taimada, con fingido cariño,
pidió a los niños que le quitasen los piojos de la cabeza, cosa que
ya les era habitual. Durante la higiénica tarea, el sueño se'a poderó
de la vieja, y, entonces, como por encanto, los pequeños se trans
formaron en dos hermosos mancebos, muy engalanados con plu
mas de diversos colores y con vistosas chaquiras, quienes, sin pér
dida de tiempo, se apoderaron de Patonille y la instalaron , no muy
cómodamente por cierto, en la olla que ella misma había prepa
rado con gozoso afán . Después de cocinarla, arrojaron sus huesos
a todos los vientos y se quedaron en la casa como dueños y únicos
señores .
Ignorantes de todo lo acaecido en la casa de la amiga Patonille
los invitados sorprendiéronse de no encontrar a su anfitrión espe
rándoles: llamáronla dando grandes voces, a las cuales ella respon
JULIO C. TELLO 55

dió con voz que salía de todos los sitios donde yacían sus huesos
abandonados.
Los chasquedos jaguares , en el vértigo de la indignación y de
la rabia, quemaron entonces la casa de Patonille, con intención
de que perecieranlos chicos;lo cual no se realizó,a pesar de que los in
cendiarios lo creyeron, pues las astutas divinidades infantiles su
pieron escapar y hasta lograron cruzar rápidamente el río, para
situarse en la opuesta orilla, donde se creían seguros e intangibles.
Pero los patonilles, tan veloces como furiosos, se precipitaron en
su persecución y lograron construir, con la rapidez del rayo, un
puente, sobre el cual inmediatamente se lanzaron los jaguares,
uno de los cuales alcanzó la lejana orilla, logrando coger a la Luna
y comerle buen trozo . Ante peligro tan enorme, el Sol supo defen
derse con la acción más eficaz: salvó la grave situación rompiendo
en mil pedazos el improvisado puente. Todos los patonilles - y fué
el mayor número-que se hallaban sobre el puente, cayeron al
agua del río, cuya inexorable corriente les arrastro después de
ahogarles.
Los poquísimos sobrevivientes de la catástrofe son los pro
genitores de los Amueshas. Es por esa razón que este pueblo adora
hoy al Sol y a la Luna, ya que tales divinidades, cediendo a sus
fervientes ruegos, les otorgaron el perdón.

Setiembre 10 de 1918 .
Educación de un epiléptico

ACE poco más de tres años que fuimos solicitados para encar
Haeaprovechaba
garnos de la educación de un niño enfermo, de un niño que «no
en la escuela» común y cuyos progresos bajo el
régimen de una enseñanza individualizada deseaban ensayar los
padres del sujeto. Es el resultado de nuestra labor el que vamos a
sintetizar en estas líneas; debiendo advertir que hemos sido efi
cazmente auxiliados en ella por el consejo y colaboración del Doc
tor VALDIZAN, médico tratante del niño a que vamos a hacer refe
rencia .
G. L. , de 10 años de edad, natural de Lima , es hijo de padres
enerviosos» y cuenta con algunos otros nerviosos entre sus herma
nos . Sin manifestaciones ostensibles de retardo en su desarro
llo físico, muy enfermizo, y , como tal , muy sujeto a los
achaques de la infancia, G, ha llamado la atención de los autores
de sus días por la persistencia de su expresión fonética de los pri
meros años de la vida y por la persistencia , paralela a la anterior,
de su originaria pobreza de vocabulario: educado bajo la vigilan
cia inmediata de una aya inglesa, G. ha agregado a las pocas pala
bras de su vocabulario algunas , como la de motor-car, tomadas a
préstamo al vocabulario de su institutriz.
Desde el punto de vista médico, G. es un epiléptico : desde la
edad de tres años está sujeto a ataques, que se repiten con interva
los variables de tiempo, habiéndolos tenido desde unisemestra
les hasta multinictemerales, con diversidad de intensidades y
en diversidad de formas, desde el gran ataque completo hasta acen
tuados bosquejos de equivalencia psíquica. La cura médica ha
ensayado todas las orientaciones terapéuticas, y todas ellas han si
do análogamente desventuradas : la cura brómica, conveniente
E. PONCE RODRIGUEZ 57

mente reglada, racionalmente llevada a cabo, la cura opotfrápica ,


la cura de desintoxicación sistemática , todas ellas han dado resul
tados idénticamente desconsoladores y sólo se ha conseguido al
gunos resultados favorables merced al régimen de vida que, cui
dadosamente llevado a la práctica, coloca al enfermo en las mejo
res condiciones compatibles con la enfermedad de que adolece.
El resultado de nuestro primer examen fué el siguiente:
Expresión fonética: El vocabulario de G. sólo consta de seis
palabras con significado directo . Son seis palabras emitidas con
fatigoso balbuceo y con timidez que se torna en irritabilidad cuando
el sujeto es obligado a repetirlas o cuando se cree no comprendido.
Juzgando algunas veces la no comprensión de sus palabras como
una manifestación de burla o como que exterioriza una agresión,
busca refugio en el regazo materno o hace una mueca que revela
bien a las claras su vivo desagrado .
Percepción: Atención espontánea muy móvil ; atención al
comando fácil de constituirse, pero sumamente fatigable. Orga
nos sensoriales no habituados a la percepción : el sujeto es vaci
lante cuando se le llama al manejo de los objetos y los abandona
facilmente, tanto visual como táctilmente.
Procesos ideativos: G. pasa , con rapidez desconcertante, de
una idea a otra y sus procesos mentales hacen la impresión de
procesos truncos, que no llegaran a realizarse por completo. Esta
misma movilidad ideativa se traduce en la expresión fonética de
G. , que, mediante gestos o mediante las pocas palabras de su po
bre vocabulario, traduce este pasaje de una idea a otra, aun antes
de haber «redondeados aquella, si se nos permite la expresión.
Actividad motora: La actividad motora de G. es considerable
y , en no pocas ocasiones, aun lejos de sus crísis epilépticas, se tra
duce en actitudes de franca acometividad. Impulsivamente se
precipita sobre los objetos que le son presentados; pero los toma
y los deja sin haberlos observado, casi como si los músculos se sin
tieran inclinados a la contracción aprehensiva y el sujeto satisfi
ciera esta impulsión sin provecho psíquico alguno. A pesar de ello ,
el niño es un curioso intermitente.
Otras observaciones: Sin que exista trastorno alguno de orden
neurológico, G. ofrece una cierta deficiencia funcional de su brazo
y de su pierna del lado izquierdo; no hay lo que llaman los médicos
una « parálisis» o una «paresiav; pero es lo cierto que G. es menos
dueño de estos miembros que de los homólogos del lado opuesto.
Verificado este examen, sometimos a la consideración del
doctor VALDIZAN el programa de nuestra labor de pedagogía en
58 EDUCACION DE UN EPILEPTICO

mendativa, que fué ampliamente aprobado y que hemos seguido


con el resultado que indicaremos más adelante.
Un programa de sugestión directa y en pleno juego fué con
siderado como elemento preparatorio de la enseñanza . Nos propo
níamos aprovechar de la función recreativa como medio de conse
guir la simpatía del niño, concretar convenientemente su interés
y utilizarlo en el desrrollo paulatino de sus actividades psíquicas.
Iniciamos nuestra labor procurando fijar la atención del niño
y aprovechamos para ello algunos argumentos que le eran singu
larmente simpáticos: el tren, el automóvil , algunos animales do
mésticos (gato, perro, gallo), algunos juguetes, como la pelota , al
gunas herramientas , como el martillo, nos sirvieron grandemente.
Cada uno de estos objetos fué para nosotros un admirable núcleo
de concentración de interés, y para mantener éste e intensificarlo ,
si fuere posible, hicimos , en torno a dichos núcleos, algunos ejer -
cicios manuales, algunas canciones, algunos cuentos. Aprovecha
mos todos estos ejercicios para la insinuación de algunos fonemas
de que carecía G. y los aprovechamos, asimismo , para iniciar al
niño en la experimentación de emociones compasivas hacia los
pequeños animales y hacia las plantas.
Adoptamos por disciplina la de cooperación y halago; traba
jamos pacientemente a órdenes del pequeño, a todas las favora
bles a su educación , cediendo en mucho a sus antojos aprovecha
bles y a sus caprichos que podían ser fuente de una enseñanza. En
esta forma, sin dificultades, sin reacciones mortificantes del su
jeto, llegamos a hacernos colaboradores que él prefería a todos los
demás y que él llegó a considerar como indispensables. La única
forma punitiva que empleamos fué la de expresarle, sin exagera
ciones, nuestro dolor y nuestra poca voluntad de continuar siendo
sus colaboradores. Estas primeras manifestaciones de nuestro do
lor , excitaron vivamente su curiosidad ; pero no tardaron en produ
cirle una favorable reacción afectiva : su mímica ofreció una acen
tuada expresión de sufrimiento y sus manecitas torpes nos acari
ciaron como pretendiendo desagraviarnos. Este despertar a la vida
sentimental del niño fué una de las mayores satisfacciones de nues
tra labor modesta .
La mejor educación de los órganos sensoriales del niño nos
impulsó a iniciarle en toda una serie de ejercicios: Ejercicios tác
tiles sobre superficies diversas, manejo de juguetes y reconocimien
to de estos por el tacto, verificación de encajamiento de muescas
de diferentes formas , ordenación de discos y cilindros de dimensio - e
nes progresivamente diversas, imitación de dibujos aprovechando
granos de diversos colores, diferenciación de ruidos, descrimina
E. PONCE RODRIGUEZ 59

ción de sonidos, diferenciación de colores , recortes a las tijeras, etc.


Con el objeto de mantener la atención del niño y de conservar
su interés, teniendo en cuenta la sugestión favorable en él ejercida
por el movimiento, le iniciamos en el laboreo de la arcilla y en el
de la arena: comenzamos a fabricar pequeñas casas y caminos, a
hacer algunos muñecos representando hombres y animales, que co
locábamos en las casas y en los caminos y cuya traslación intere
saba tanto al pequeño que le hacía olvidar las molestias de la fa
bricación de aquellos grotescos personajes destinados a tan infa
tigable peregrinación . Cuando el niño comenzó a mirar con menos
afecto estas figuras de arcilla, comenzamos a trabajar en madera:
hicimos piezas de tren y de automóvil y empleamos como pasaje
ros de estos vehículos figuras de cartón , recortadas por el niño,
cuyas manos habían adquirio ya una cierta habilidad que le per
mitía realizar una la bor constructiva bastante intensa.
En nuestro deseo de corregir en cuanto fuera posible aquella
excesiva actividad motora intensa , le iniciamos en una serie de
juegos infantiles que reclaman una verdadera disciplina de dicha
actividad : a ese grupo pertenecen los juegos rítmicos de control
muscular , tan conocidos de los maestros, llamados «El caballito»,
« El tren», « Los marineros ), etc. Con la misma finalidad , iniciamos
algunos juegos de pelota y emprendimos algunas labores de indo
le educativa también, tales como el cuidado de las plantas y de los
animales domésticos .
Finalmente, para corregir aquella parcial claudicación de su
brazo, y de su pierna izquierda, adquirimos el «Brequet», sistema
de locomoción que reclama el empleo de ambos brazos y ambas pier
nas e iniciamos una serie de ejercicios musculares que llenaban la
misma indicación pedagógica.
Respecto a la balbucencia y a la pobreza de vocabulario, co
menzamos por exigir de la familia fuera cumplida una prescrip
ción médica que hasta entonces no lo era muy severamente:
impusimos el respeto y el socorro de aquella balbucencia; exigimos
que no se riera de los errores fonéticos del niño y se le corrigiera de
ellos, acentuando mucho los fonemas de la corrección y procuran
do que ellos correspondieran a la representación del objeto, de la
cosa o de la persona, siempre que dicha presentación fuera posible.
Aparte de esta medida, iniciamos la lectura labial , que entusiasmo
mucho al niño, que logró fijar su atención y le fué de bastante
provecho, singularmente en la ecolalia y en la rectificación de sus
errores fonéticos.
Con el mismo objeto iniciamos la fonetización de las palabr
60 EDUCACION DE UN EPILEPTICO

fáciles, la repetición de palabars onomatopéyicas, la dramati


zación de cuentos , etc.
Con la misma finalidad educativa que guió todos nuestros
pasos en la asistencia de G. , inisistimos con los padres con el ob
jeto de quitar al ambiente familiar cuanto éste tuviera de hostil
para el niño : Validos de la autoridad del médico, dimos a la hipe
ractividad de G. el significado de una anormalidad que debía ser
afectuosamente tratada.
Después de tres años de asidua labor, nos es posible comparar
las condiciones de G. , antes y después de nuestra asistencia y lle
var a cabo un balance pedagógico.
G. se ha hecho «más travieso », en opinión de la familia, y noso
tros creemos que la opinión es acertada; pero creemos también
que en las travesuras de la actualidad hay un predominio de la
inteligencia, en tanto que anteriormente era predominio de la ac
tividad motora: la travesura ha dejado de ser muscular y se ha
hecho psíquica. Esta circunstancia ha prestado servicios impor
tantes en los últimos tiempos de la labor educativa y ella ha per
mitido , en no pequeña escala, que el círculo de observaciones por
interpretar haya aumentado considerablemente en el niño.
La atención espontánea fué despertándose lenta y gradual
mente y pocas veces debimos trabajar sin contar con la valiosa
cooperación de ella. Sólo que sufría alternativas vinculadas a las
crisis epilépticas: a las aproximaciones de estas crisis, el trabajo
mental sufría una baja apreciable y la atención fatigable era uno
de los primeros elementos de apreciación de esta baja. Fuera de
las crisis ella mejoró notablemente, como dejamos dicho.
La asociación de ideas ha beneficiado idénticamente: G. aso
cia enérgicamente y sus procesos asociativos ofrecen característi
cas en un todo semejantes a las de los niños normales de su misma
edad .
La vida afectiva de G. ha despertado bajo nuestra dirección
y ha continuado desarrollándose favorablemente: existen en el
una simpatía muy acentuada, una piedad intensa, aunque , como
es natural , expresada con una cierta asper eza; es un entusiasta de
la música .
El vocabulario de G. se ha enriquecido notablemente. Ya le
es posible hacerse entender de los suyos y de los extraños y aun
ha podido permanecer , sin molestias , en el «Instituto Pedagógicos
de mi dirección, colocado, a título de prueba de capacidad de adap
tación a la vida escolar, entre niños normales: no ha llegado a la
altura de ellos, pero tampoco ha sido una nota escandalosamente
discordante.
E. PONCE RODRIGUEZ 61

Las crisis epilépticas de G. se anunciaban por una disminu


ción notable de la aptitud para el trabajo y por la baja de la curva
habitual del rendimiento de trabajo mental : muchas veces no se
presentaron los « grandes ataques ), pero se presentaron equivalen
tes diversos o ataques frustrados. Después de los grandes ataques »
sucedía un período de tiempo, que era a veces de veinticuatro
horas y raramente era de dos o tres días , durante el cual el niño
trabajaba mentalmente a un ritmo perezoso y con escasísimo pro
vecho. Pasado este período, el niño volvía a lo que llamaremos
su normal.
Cada crísis convulsiva tenía el significado de una pérdida pe
dagógica indiscutible: algunas nociones adquiridas antes de las cri
sis aparecían palidecidas, como semiborradas en la conciencia del
niño; pero era fácil volverlas a su anterior intensidad . Si fuera
posible algebraizar el déficit psíquico de G. consecutivo a sus cri
sis convulsivas , nosotros nos permitiríamos asegurar que el niño
perdía, con ellas , un treinta o cuarenta por ciento de su capital
psíquico.
Los resultados obtenidos en la asistencia de G. nos satisfacen :
ellos no constituyen , indudablemente, un éxito deslumbrador;
pero ellos son argumento bastante para revelarnos que, aun en
casos como el presente, en el cual el médico sospecha un origen
cerebropático de los trastornos que ofrece el niño en su lenguaje y
en sus miembros izquierdos , la obra continuada del maestro , com
binada a la imprescindible del médico, puede obtener mejoramien
tos que contribuyan a hacer del frenasténico un miembro menos
oneroso para la familia , y un sujeto menos inválido en las lu
chas por la vida.
E. PONCE RODRIGUEZ
La chicha, bebida de los primitivos peruanos

L Oselementos
primitivos habitantes del Perú contaron, en el número de sus
de goce, el empleo de una bebida fermentada, aná
loga a las múltiples preparaciones confeccionadas con vegetales
más o menos ricos en glucosa, que han constituido la predilecta
bebida de muchos pueblos primitivos.
Llamaron Akha a esta bebida, los Khetsuas, llamáronla Asiva ,
los Tsintsaysuyus; y llamáronla Khusa, los Collas. ( 1 ) La palabra
chicha, con que los españoles designaron la bebida peruana, tiene
para TSCHUDI , un origen antillano ; para FERRAZ, citado por BAR
BERENA (2), la palabra chicha, que en nahuatl, significa escupir,
deriva de dos raíces quichés: chi (con) y chal ( gargajo ). Así consti
tuída, la palabra chicha significaria, literalmente, con gargajo y de
signaría una bebida «preparada con saliva o por acción de la sali
va» . Para el mismo BARBERENA, la palabra azua, con que la chicha
fuera designada y lo es aún en ciertas regiones del Perú, está for
mada de las raíces at o ah (agua) y zu (chupar), significando, en
conjunto, «agua o líquido que se chupar.
2-Habiendo sido el maiz objeto de tan general y de tan gran:
de estima por parte de los primitivos peruanos y aún de adoración
en algunas regiones, según nos informa Garcilaso (3) cuando nos
refiere la variedad de Dioses que tuvieron las tribus anteriores al
advenimiento de los Incas, compréndese que fuera la más estima
da de las chichas aquella que hoy llamamos de Jora (corrupción
fonética de la palabra kechua Sora, que, en el citado GARCILASO
encontramos escrita Zora) , o sea la chicha de maíz.
Es de creerse que los primitivos peruanos adoptaron, aparte
del maíz, algunos otros vegetales en la preparación de chichas.
Adoptaron la quinua, (Chenopodium quinoa), el maguey (agave
( 1 ) TSCHUDI: Contribuciones a la Historia , Civilización y Linguistica del Perú
antiguo , Lima, 1918. ,
(2) BARBERENA: Quicheismos, San Salvador, 1895 .
(3 ) GARCILASO DE LA VEGA: Los comentarios reales de los Incas, Lima, 1918.
HERMILIO VALDIZAN 63

americana) que los europeos llamaron aloe americana y del cual se


hacía chicha, según CALANCHA (4) y vino según ACOSTA (5), el mo
lle, que los europeos llamaron «Lentisco del Perú» y los mexicanos
«arbol del Perú», según información del Padre ACOSTA. Debieron
empiear asimismo el huarango ( Prosopis dulcis ), singularmente
las poblaciones de la costa.
3 — Cree TSCHUDI que la preparación de la chicha por los pri
mitivos peruanos ha atravesado tres períodos: un primer período
en el cual se pulverizaba el maíz, se trataba estos polvos por el agua
hervida, se mezclaba el producto obtenido con una cantidad va
ri able de agua fría, se procedía a una nueva ebullición y se aban
donaba el todo a la fermentación . El segundo período habría co
rrespondido al empleo del maiz germinado, reducido a papilla y di
suelto en el agua para su fermentación. En un tercero y último pe
ríodo, los primitivos peruanos, aconsejados por el instinto, habrían
introducido la práctica de mascar el maíz como mejor medio de
llegar a la elaboración de un producto agradable.
No es del caso poner en tela de juicio el orden cronológico asig
nado por TSCHUDI a las diversas etapas de la elaboración de la
chicha. Primitiva o secundariamente, los antiguos peruanos, a la
manera de los polinesios mascadores de Kawa ( Piper methisti
cum), mascaron el maíz y confeccionaron, con el producto de esta
masticación, la akha que fué bebida favorita.
Dice el mismo TSCHUDI que «en tiempo de los Incas, los que
se ocupaban de masticar el maíz eran mujeres y muchachas) y que
«durante todo el tiempo de la operación, que a veces duraba varios
días seguidos, estaban obligadas a ayunar, es decir que no debían
comer sal ni ají y las casadas debían apartarse del lecho marital .
La akha destinada al consumo del Inca y de la familia real era pre
parada por doncellas escogidas). Como puede verse, no eran po
cas las precauciones adoptadas con el objeto de conseguir el pro
ducto más limpio dentro de las circunstancias desagradables de la
preparación de la akha destinada al consumo del monarca y al de
los suyos, ya que el ayuno significaba, en buena cuenta, una su
presión de alimentos que debían hacer menos pura la saliva, que
tenía que mezclarse con el grano preferido.
4-No tuvieron los primitivos peruanos, a semejanza de los
mexicanos, un dios de la embriaguez: si la Mitología mexicana tuvo
en Ome tochtli una divinidad protectora de la ebriedad (6), esta
(4) CALANCHA: Crónica Moralizada del orden de San Agustin en el Perú , con su
cesos ejemplares en esta Monarquia, Barcelona , 1639 .
(5) Acosta: Histoire Naturelle et Morale des Indes, & ', Paris, 1600 .
( 6 ) GARCILASO : Ob. cit .
64 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

faltó en absoluto entre las muchas divinidades del politeismo pe


ruano. Pero ni por esta circunstancia, la chicha dejó de desempe
ñar un papel importante en el ceremonial religioso.
Existió , entre los cañaris, una leyenda, según la cual una mu
jer de origen divino, que cumplía una misión cerca de dos varones
escogidos , entre sus ocupaciones domésticas, contaba la de la fa
bricación de la chicha. Referíase, entre los cañaris , que sólo los
dos hermanos libraron al diluvio universal. Vivían los tales humilde
mente en una choza y marchaban diariamente a buscar el susten
to que les era indispensable. Un día que volvieron los hermanos a
su vivienda, hallaron que manos misteriosas les habían preparado
de comer y de beber . Viendo tal maravilla, el hermano menor se
quedó en la casa , con el objeto de conocer a su misterioso protec
tor: asombróse y mucho al observar que dos guacamayas eran las
que tal obra de bien llevaban a cabo. Procuró coger a las dos aves
y sólo alcanzó a tomar entre sus manos a una de ellas : hubo con
ella unión carnal y de ella descendía todo el género humano poste
rior al diluvio universal . Esta guacamaya de la leyenda cañari no
podía tener otro origen que divino y , por consiguiente, eran manos
divinas las que confeccionaban aquella chicha que bebían los her
manos sobrevivientes a la mundial catástrofe. (7 )
La chicha era un elemento importantísimo en el ceremonial
religioso y no lo era de importancia menor en la vida social de los
primitivos peruanos:
En las festividades religiosas que tenían lugar en la época del
año correspondiente a nuestro mes de agosto, el Inca vertía chicha,
especialmente preparada para el acto, en un vaso destinado al Sol
y era de este vaso que la tomaban los sacerdotes . (8)
En el mes de octubre preparábase, con destino a las fiestas
del Capac Raymi, una chicha según un procedimiento especial
que se llamaba Cantaray: en el mismo mes confeccionaban los in
dios «muchas diferencias de chichas». (9)
Cuando hacían sacrificios de criaturas, sólo ahogaban a éstas
después de haberlas dado a berber chicha, con el objeti
de «que no llegasen descontentas ante el Hacedor ».
Muchas de las numerosas fiestas que tenían lugar durante el
año, eran precedidas o seguidas de grandes « borracheras», las mis
mas que solían poner término a los taqui (bailes) de que fueron
tan amigos.

(7) CRISTOBAL DE MOLINA: Relación de las fábulas y ritos de los Incas, Lima,
1916 .
( 8) CRISTOBAL DE MOLINA: Ob. cit.
( 9) CRISTOBAL DE MOLINA: Ob . cit .
HERMILIO VALDIZAN 65

Una noticia muy interesante respcto al papel desempeñado por


la chicha en las ceremonias del culto de los primitivos peruanos ,
nos es ofrecida por la información del Licenciado FELIPE DE MEDI
NA, consignada por el distinguido historiógrafo chileno señor Medi
NA: « .... era ( el ídolo) de piedra extraordinaria, y no como las
de por allá, sino traido de muy lejos ; noté que tenía de largo tres
varas y media y de ancho tres : los ojos tenía muy pequeños y casi
en confuso el hocico o boca era como de puerco grabada y hecha
al propósito; tenía también grabados dos cuernos muy grandes,
que desde arriba venían como retorcidos y en forma de canales
de hondo como cuatro dedos, a rematar en el mesmo hocico , por
donde derramaban la sangre y chicha que le ofrecían en sacrificio
y allí se dieron las señales del... ». (10 )
La gran mayoría de las más modestas manifestaciones de
vida social fueron para los primitivos peruanos , otras tantas oca
siones de entregarse a la bebida favorita: el Quiruchico (fiesta mo
tivada por la aparición del primer diente en el niño), el Rutuchico,
fiesta en celebración del primer corte de pelo del niño , el Quicochi
co, fiesta con motivo de la aparición de las primeras reglas en
la mujer , el Ayuscay, fiesta que celebraba un feliz alumbramiento,
todas ellas constituyeron motivo para que la Akha fuera bebida
con la avidez que tanto había de sorprender a los españoles .
En las ceremonias de «armar orejones», representación incaica
de la armadura de caballeros de otros pueblos , los candidatos eran
embriagados hasta un extremo tal , que, según BETANZOS ( 11 ) «ya
no tenían sentido». Era atenuante de esta manera de tratar a los
aspirantes a tan honrosa posición la circunstancia de serles ofre
cida la chicha por las más apuestas doncellas y en los vasos más
primorosos , como premio al esfuerzo vencedor.
5 - Creyendo, como creían los primitivos peruanos , en una
vida posterior a la muerte, cuidaban de colocar en las tumbas los
alimentos y bebidas de que los muertos habían menester en su pe
regrinación ultraterrena y creían que tales alimentos y tales be
bidas sustentaban a los muertos ( 12 ). Algunos autores han preten
dido hallar comprobación plena de la costumbre de los primiivos
peruanos de enterrar sus cadáveres con estas provisiones entre
las cuales se contó en primer lugar la chicha , declarando haber
hallado esta bebida en varios sepulcros' de la época incaica:
Dice Pentland: «En la cumbre del cerro hay muchas huacas,
( 10) MEDINA : La Imprenta en Lima, Santiago.
( 11 ) BETANZOS: Suma y narración de los Incas. Madrid, 1886.
( 12) POLO DE ONDEGARDO: Informaciones acerca de la Religion y Gobierno de
los Incas, Lima, 1916.
66 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

y en ellas encontré calaveras con el hueso frontal chato y ojos osi


ficados, hilo de algodón de varios colores en buen estado, chicha,
vasijas de barro .... ( 13)
En Guañape y Macabí, según personas que informaron al
malogrado historiógrafo señor GONZALEZ DE LA Rosa ( 14) , se ha
lló asimismo, chicha , entre las momias y objetos curiosos que fue
ron encontrados bajo el huano aglomerado en esas localidades.
6 - Las « muchas diferencias de chichas» a que alude Cristo
BAL DE MOLINA , nos dan una idea de la diversidad de ellas que fa
bricaron los primitivos peruanos: a aquella hecha según la manera
cantaray, que dice el Cronista, habría que agregar algunas otras:
El yale, considerado como gozando de propiedades de una to
xicidad excepcional, estaba constituido por una mezcla de chicha
de maíz mascado y « el palo de una fruta seca en forma de almen
dra que los españoles l'aman espingo». Este yale producía tal efecto
sobre los indios que hay informador como el Ilustrísimo Villa
GOMEZ que asegura que «los volvía como locos» .
El texte era una chicha muy espirituosa y tenía la consisten
cia de una mazamorra: era bebida más frecuente en la sierra que
en los llanos y sólo era bebida en celebración de algunas fiestas.
Tal vez si era la misma o semejante a una chicha que, según Cris
TOBAL DE MOLINA, bebían en la época del año correspondiente a
nuestro mes de julio, durante el cual « no bebían chicha sino tur
bia , que llamàn conchos.
En MARKHAM ( 15 ) hallamos noticia que, a pesar de referirse a
los últimos años del siglo XVII , tal vez sea exponente de costum
bre antigưa de los primitivos peruanos: Refiriéndose a los Coca
mas dice de éstos que tenían el «hábito de comer el cuerpo de sus
parientes y moler sus huesos para hechar el polvo en un líquido
fermentado». Si bien esta costumbre no armoniza con el respeto
que los peruanos tenían por sus muertos, es posible que ella haya
existido exclusivamente reservada para los cadáveres de enemigos
muertos en el campo de batalla.
Por lo demás, si los primitivos peruanos no imitaron a los Co
camas, ellos se dieron, en más de una oportunidad el placer de be
ber chicha en los craneos de sus enemigos: en el año de 1750 los
indios de Huarochirí, exasperados por los abusos del corregidor
( 13 ) PENTLAND: De Quilca a Puno, « Boletin de la Sociedad Geográfica de
Lima, Vol. X.
( 14 ) GONZALEZ DE LA ROSA: Estudio de las antigüedades peruanas halladas bajo
el huano, « Revista Histórica Vol. III .
( 15) MARKHAM : A list of the tribes of the Valley of the Amazones including those
of the banks of main strem and of all the tributaries, Journal of Anthropological Ins
titutes, London , 1910.
HERMILIO VALDIZAN 67

Villa de Moros, le mataron, le cortaron la lengua y bebieron


chicha en sus cráneo. ( 16)
7 - Respecto a la representación del alcoholismo entre los pri
mitivos peruanos, llevada a cabo por los alfareros, ya he manifes
tado en otra oportunidad, ( 17) que ella dista mucho de ser pobre
y he mencionado los autores que consignan o reproducciones grá
ficas de vasos representando sujetos bebedores de chicha o refe
rencia descriptiva de estos vasos.
Entre estos vasos hay algunos, como el sujeto fálico reprodu
cido en mi estudio «La alienación mental entre los primitivos perua
nos) , que significan verdadero ingenio de los alfareros y que esta
ban destinados a imponer a los bebedores una práctica de perver
sión sexual en el momento de la libación . Trátase de cántaros fa
bricados de manera tal que el bebedor debía tomar el líquido apri
sionando entre sus labios el miembro viril del sujeto representado
en el falo.
Es posible que tales representaciones de perversión sexual
correspondan al deseo del artista de representar la perversión co
mo producto de trastornos mentales provocados por la embriaguez
o al deseo de suministrar a la euforia alcohólica un material de hi
laridad desbordante; pero si con criterio psicológico juzgamos de
la imaginación de los alfareros peruanos, deberemos hallar en la ce
rámica pornográfica de los vasos para chicha una prueba de la exis
tencia o de la leyenda de la perversión sexual .
8 – Los salvajes peruanos se manifiestan muy devotos de la
chicha y sólo comparten esta devoción hacia las bebidas espirituo
sas, con otra bebida fermentada, el masato, y los licores extranje
ros que los blancos han introducido en aquellas apartadas re
giones de nuestro territorio .
Los amueshas y los campas usan indistintamente la chicha y
el masato: «En sus chacras, que son pequeñas, siembran maíz,
yucas y camotes, que constituyen su principal alimentación. Como
bebidas toman la chicha de maiz y la de yucas mascadas (masha
to) que echan después en una vasija para su fermentación. Esta
bebida es repugnante para las personas que se informan de la as
querosa manera como se prepara». ( 18 )
Los cashivos mantienen aquella costumbre de los Cocamas,

( 16 ) MENDIBURU: Diccionario histórico biográfico del Perú, tomo V, articulo:


«Manso don José Antonio , Lima, 1885 .
( 17) VALDIZAN : La alienación mental entre los primitivos peruanos, tesis de Lima,
1915.
( 18) CARRANZA: Geografia descriptiva'y estadistica industrial de Chanchamayo,
•Boletin de la Sociedad Geográfica de Lima' , Vol. IV.
68 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

que MARKHAM dice existía en los últimos años del siglo XVII :
«Cuando han muerto a alguno y comido sus carnes, reducen a
cenizas sus huesos y los beben en chicha; lo mismo hacen con los
cadáveres de sus parientes». ( 19)
Y no es entre los salvajes sino entre los civilizados de las pro
vincias del interior que se acostumbra a echar carnes de gallina o
de vaca y huesos pulverizados de estos y otos animales en una chi
cha a la cual se desea conceder propiedades tónicas considerables.
Entre las tribus del Marañón, agrégase al masato el empleo
de un vegetal llamado Ayahuasca (cordel de la muerte): «De re
pente salió de la montaña una partida de ellos, medios ebrios, ves
tidos en traje de guerra, pues habían estado tomando un vegetal
llamado Ayahuasca, en castellano «cordel de la muerte» . Narcoti
zados con esta planta ven visiones y según como éstas se presen
tan auguran el resultado de la guerra .... Fraternizaron mucho
con nosotros y brindamos bastante masato». (20 )
El relato de un viajero que ha recorrido estas mismas regiones
nos dá informaciones interesantes respecto al masato y a las prác
* ticas que con la dicha bebida tienen relación :
«Nos convidó (un curaca) a entrar en uno de los tambos, donde
se sentó sobre un asiento bajo de madera, y nos hizo señas de que
lo imitáramos. Luego nos invitó masato, bebida hecha de yuca y
a la que son muy aficionados los infieles; el nombre propio en agua
runa es Nijamanchi, el primer nombre es usado por los cristianos,
pero ya los infieles lo emplean mucho también. A una orden del
curaca, desfilaron las mujeres cada una con su taza de masato:
había que tomar de todas ellas. Esta bebida de que nos habían he
cho tanto asco por ser de yuca mascada, no me pareció tan mala
como me la habían pintado. Tiene gusto un poco agrio, semejante
al sabor de la leche que queda después de sacar la mantequilla, y
a la que también se parece en el aspecto ....En la noche visité el
tambo de nuestro popero Haichape y otro que existía más aden
tro en el monte. En ambos tambos se notaba ya el efecto del masa
to. Los hombres de dos en dos , con paso algo inseguro, daban la 1

vuelta en el tambo. Estaban vestidos de gala y cada uno de ellos


llevaba una flauta larga de caña brava en la que tocaban una to
nada monótona y acompañándose con la cual cantaban unas tris
tes canciones. Otros estaban sentados sobre sus camas o asientos
y algunos, ya rendidos, yacían sobre sus lechos originalísimos. Las

(19) SOTOMAYOR: Relación de los infieles del Ucayali ,« Boletin de la Sociedad Gea
gráfica de Lima , Vol . X.
(20) MESONES MURO: Vias al Oriente del Perú, « Boletin de la Sociedad Geográ
fica de Limas, Vol . XIII .
HERMILIO VALDIZAN 69

mujeres, bajo la misma influencia del masato, cantaban , a su vez,


y daban también la vuelta llevando en las manos las piningas
llenas de esa bebida que ofrecían incesantemente a los hombres.
Todo el cuadro tenía algo de fantástico .... (21 )
Refiriéndose al masato, dice VON HASSEL : es una bebida
conocida de todas las tribus y la fabrican del modo siguiente: La
yuca cocida se machuca o muele por medio de un palo hasta que
se forma una mazamorra y se pone luego en grandes tinajas mez
cladas con yuca mascada que le sirve de fermento; se deja así fer
mentando por algún tiempo hasta que tiene lugar la producción
de una mayor o menor cantidad de alcohol. El mismo procedimien
so se emplea con el maíz. La preparación de estas bebidas es una
ocupación especial de las mujeres y , particularmente de las vie
jas . Se consume grandes cantidades de estas bebidas , principal
mente en las fiestas, matrimonios , festejos para iniciar una campa
ña o una guerra, etc. En los viajes llevan siempre una cantidad
de masato, el que mezclado con agua es una bebida fresca y ali
menticia. También se prepara un masato de plátanos maduros y
es una bebida agradable mezclada con agua». (22)
9 -Probable rezago de la época incaica, conservóse durante
mucho tiempo en el Perú y es de creer que aún se conserva en de
terminadas regiones en las cuales la tradición se mantiene, la in
tervención de la chicha en las prácticas de hechicería , como se
conservaba la de la bebida favorita en los ceremoniales de curación
que llevaban a cabo los machis de Arauco. (23)
Debemos al doctor UNANUE la siguiente interesante noticia:
«Los agoreros peruanos consultan sus divinidades destrenzándose
el pelo , que lo traen muy largo, cubren con parte de él la cara ,
beben chicha, mascan coca, se introducen en cavernas subterráneas
y oscuras y, en medio de un silencio espantoso, entonan cantos
fúnebres». (24 )
El mismo autor nos proporciona una interesante noticia res
pecto a los hechizos «para el amor» que venían designados con el
nombre de Carimun achi:
«El carimunachi de Venus se forma de una figurita de piedra
imán, un papelito delgado que parece ser de culantrillo, un frijol
u otra semilla semejante que sea colorada y tenga la cabeza negra
(21) BRUNING: De Chiclayo a Puerto Melendez, en el Marañon , «Boletin de la So
ciedad Geográfica de Lima , Vol . XIII .
(22) VON HASSEL: Las tribus salvajes de la región amazónica del Perú , «B0
Istin de la Sociedad Geográfica de Limas, Vol. XVIII .
(23) FERRER: Historia General de la Medicina en Chile, Talca, 1904 .
(24 ) UNANUE: Disertación sobre el aspecto , cultivo, comercio y virtudes de la famo
sa planta del Peru , nombrada coca, «Mercurio Peruanos, Vol. V, 1861.
70 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

a quien nombran guairuru , y unas hojas de coca. De todo


esto hacen un envoltorio que coloca el agorero en la mano de quien
desea ser amado, que regularmente son las mugeres mozas, les
hace cerrar moderadamente la mano, dice unos ensalmos y asper
gia la mano y el envoltorio con chicha». (25)
Es muy interesante en esta información del ilustre UNANUE
la circunstancia , que anota a continuación del párrafo que hemos
copiado , de que el carimunachi debe practicarse siempre con chi
cha, si se trata de amor y que puede ser llevado a cabo con aguar
diente, si se trata de dinero o de otra finalidad cualquiera. Posible
es que se trate tan sólo de una exigencia de charlatán; pero no es
improbable que viva vida de tradición cuidadosamente velada,
entre los indios del Perú, alguna fábula respecto a la chicha , seme
jante a aquella tradición hermosa sobre la coca que está consig
nada en un libro de TELLO. (26)
10 - Los conquistadores tuvieron perfecta noción de la gene
ralidad del vicio de la bebida entre sus conquistados: el elemento
religioso procuró averiguar si la chicha era factor determinante
de la idolatría , esto es , si bajo la influencia de la chicha entraban
los sacerdotes peruanos en relación con el espíritu de las tinieblas.
El elemento civil , por su parte, dictó severísimas leyes tendentes
a suprimir la chicha. Entre las ordenanzas del Virrey D. FRANCIS
CO de Toledo en el título XXI , « De las borracheras y tabernas
del vino que usan los Indios » , se lee:
«Por cuanto una de las cosas más perjudiciales a esta repú
blica, son las borracheras y juntas que los indios hacen los Domin
gos y fiestas, y algunas veces de ordinario, los unos en casa de los
otros , porque allende de servicio perjudicial a la salud, porque mue
ren muchos, y gastan cuanto cogen en beber y les falta después
comida al mejor tiempo, de lo cual resulta otro inconveniente, y
es que con el vicio no comen , ni se mantienen de manjares de sus
tancia y están débiles...... Ordeno y mando que ningún español ,
negro , ni mulato, ni indio, pueda hacer chicha para vender ni tener
taberna de ella en su casa, ni consientan que sus negros o indios o
mulatos la hagan, so pena que si fuere español, por la primera vez
pague cincuenta pesos , aplicados según dicho es; y por la segunda
otro tanto, y desterrado desta ciudad y sus términos porlcinco años
precisos y si el vino de los dichos indios o chicha se hiciere en casa
de algún español aunque no sea el interés para él pague la dicha
pena, y lo mismo se entienda si la borrachera se hiciere èn su ca
(25) UNANUE: Ob. cit.
( 26 ) TELLO : Antigüedad de la sifilis en el Perú , tesis de Lima, 1909.
HERMILIO VALDIZAN 71

sa, y que sean quebradas todas las botijas, y si fuere negro negra
mulato o indio, incurran en pena de doce pesos y les sean dados
cien azotes públicamente, y si fueren horros los mulatos y negros
sea la pena doblada y desterrados desta ciudad y sus términos por
cinco años precisos.... ;27 )
En esta ordenanza que hemos copiado, existe el mismo espí
ritu que animaba al Ilustrísimo LIZARRAGA, cuando atribuía la
destrucción del elemento indígena de la población del Perú a la
obra nefanda de la chicha. (28 ) El ilustre obispo domínico no pier
de oportunidad de hacer notar que es obra exclusiva de la extin
ción de los habitantes de poblaciones enteras la generalización de
la bebida y se anuncia una extinción más rápida y más completa
aún, a no tomarse medidas que puedan remediar tanto daño.
No era menos alarmante la palabra de ULLOA (29), cuando
refería que en el Perú era tan general el vicio que a los niños «an
tes de despertar a las luces del conocimiento los acostumbran a
la embriaguez» y cuando manifestaba que en Quito las mujeres
estaban prohibidas de beber para poderse dedicar a la piadosa
faena de recoger a sus maridos embriagados.
Dejaremos para adelante estudiar el fundamento de estas
alarmas.
11 - Refiriéndose a la época en la cualescribía, dice Tschudi :
«En algunas poblaciones de la sierra la mascan con sus dientes
(la jora) : hombres y mujeres se sientan alrededor de un montón
de jora, la mascan y la arrojan en un vaso : la masa es hervida con
agua y abandonada a la fermentación; es la chicha mascada. Cuan
do la quieren hacer más agradable y más fuerte, la colocan en una
jarra con trozos de carne, se cierra bien y se entierra y se deja por
varios años. Acostumbran enterrarla cuando nace un niño y la
sacan cuando el niño, hecho hombre, se casa. Es muy fuerte y un
solo vaso puede intoxicar a un bebedor acostumbrado a las insi
dias de la chicha». ( 30 )
Esta manera de fabricar la chicha existe todavía: sólo que es
muy limitado el número de regiones en las cuales se conserva tal
tradición incáica: en algunas poblaciones del sur y del centro del
Perú es posible todavía beber el Akha que tanto halagó a los pri
mitivos habitantes del Perú : todavía se halla sujetos que tienen
(27 ) Relaciones de los Virreyes y Audiencias que han gobernado el Perú , Lima,
1867. Vol. I.
(28)LIZARRAGA: Descripción y población de las Indias,«Revista Histórica de Limas,
Vol . II , 1907 .
(29) ULLOA: Noticias americanas, Madrid , 1792,
(30) TSCHUDI: Travels in Peru during the years 1838-1842 on the Coast, in the
Sierra, across the Cordillera and the Andes into the Primeral Forests, London , 1847.
72 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

una verdadera práctica en el mascado del maíz y que se entregan


a esa faena con algún provecho pecuniario. En Huarochirí, según
referencias de mi amigo el Doctor Tello , se conserva todavía la
manera primitiva de elaboración de la chicha; a la vasija en la cual
se lleva a cabo la ebullición dan el nombre de pampana y se llama
macma aquella en la cual tiene lugar la fermentación. Mi tío el in
geniero DARIO VALDIZAN, que ha recorrido, por razones de orden
profesional, casi todo nuestro territorio, me ofrece información
idéntica respecto a algunas localidades del departamento de Aya
cucho,
Fuera de estos centros, el número de chichas ha aumentado
considerablemente: aparte de la chicha de jora, que es la más cono
cida y también la más estimada, se preparan bebidas fermentadas
de toda una serie de productos, entre los cuales debemos citar los
siguientes: el maní, la quinua, los garbanzos, el maíz tierno (cho
clo), el maíz morado (chicha morada), el pan, el bizcocho, la harina
de trigo, el maní y el maiz tostado, la piña, etc. Muchas veces los
bebedore solicitan la mezcla de estas diferentes chichas, aseveran
do que mejora el gusto de ellas y aumenta su tenor en alcohol : en
las poblaciones de la costa se dice «cabeceada» a la mezcla de dos
o más chichas.
Al número de las chichas petenece una bebida, muy popular
entre los elementos más humildes de la población de Lima, y es
conocida con el nombre de chinchivi: Pulverízase finamente una
nuez moscada, un par de onzas de «sal de limón», una pequeña
cantidad de jengibre, de flor de sauco y de clavos de olor. Redu
cidas a polvo estas sustancias, se aprisionan en un pedazo de tela
y, así aprisionadas, se introducen en una vasija de agua hervida,
de capacidad de un quintal. Después de 24, horas la fermentación
ha tenido lugar y el chinchivi está listo para ser embotellado y ven
dido . Este producto es hecho tóxico por la adición de alcohol que
llevan a cabo los bebedores.
Teniendo en cuanta las pésimas condiciones de higiene en
que suele prepararse el chinchiví, el Doctor Carlos ALBERTO
GARCIA había propuesto su prohibición en un «Proyecto de
ordenanzas municipales para la venta de sustancias aliménti
cias y bebidas y para algunas otras cuestiones de higiene» ( 31 ).
Es de creer que esas ordenanzas no entraron en vi
gencia ; pues continúa Lima ofreciendo el espectáculo desagradable
de puestos de venta de chicha en los cuales la higiene es totalmen
( 31 ) En « Crónica Médicas, Vol. XX, 1903.
HERMILIO VALDIZAN 73

te desconocida y el chinchiví sigue contando con legión de incon


dicionales devotos.
Fuera de Lima, hay centros en los cuales la chicha tiene un
número considerable de consumidores: en Arequipa, en Piura y en
algunas otras poblaciones el comercio de chicha alcanza cifras ver
daderamente sorprendentes. En Arequipa este comercio está estre
chamente unido al comercio de los guisos preparados a base de
ají, que sirven como de verdadero anzuelo para los bebedores y
que como tal no es abonado en forma alguna. En Piura se hace
un consumo extraordinario de la chicha de jora llamada claro tan
sólo por haber sido cuidadosamente filtrada o decantada y por
ofrecer un aspecto de mayor claridad que la chicha común .
Si existe en algunos centros del Perú , en el momento actual,
la costumbre de mascar el maíz de idéntica manera a como lo ha
cían los primitivos peruanos, en la mayoría de las poblaciones se
adopta el maíz germinado, reducido a fina papilla y presentado en
el comercio, con el nombre de jora, bajo la forma de una masa pul
verulenta de color oscuro, ya pronta para la preparación de la be
bida fermentada. La preparación de las demás chichas que hemos
mencionado, difiere poco, en la técnica, de la preparación de la
de maíz: trátase, siempre, de la fermentación producida por
sustancias azucaradas natural o artificialmente.
12 – Respecto a los daños ocasionados por la chicha a la raza
indígena en el Perú, las opiniones no están completamente de
acuerdo. Hay autores que sostienen, en cierta forma, la alarma del
Obispo LIZARRAGA y creen que los primitivos peruanos se alcoho
lizaron con la chicha, como se alcoholizaron otros pueblos merced
al empleo de bebidas fuertemente fermentadas. Otros opinan, en
cambio, que dada la pobreza alcohólica de la chicha, ( 1 a 11 %, se
gún TSCHUDI) la intoxicación ha debido requerir la ingestión de
dosis enormes de chicha para producir daño apreciable.
Cabe manifestar, en el deseo de aclarar esta cuestión, que si
la chicha es una bebida inofensiva en los primeros momentos de
su fermentación, no lo es tanto en los últimos estadíos de esta , en
los cuales aumenta el tenor alcohólico y aún se forma una ptomai
na de gran poder tóxico, descubierta en Colombia ,hace unos vein
te años, por el profesor ZERDA, cuyas interesantes investigaciones
lamento no conocer sino por referencia bibliográfica . El Doctor
TORRES UMAÑA, estudiando la «influencia de la chicha sobre el
metabolismo azoado» ( 32 ), ha llegado a conclusiones que no esta
(32) TORRES UMAÑA: Influencia de la chicha sobre el metabolismo azoado, «Pro
ceedings of the Second Pan American Scientific Congress), Vol. X, Washington , 1917.
74 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

rían en favor de quienes desdeñan la acción ejercida por la chicha


sobre el elemento indígena de nuestra población. Refiriéndose a la
acción de la chicha retardante de la nutrición, dice este autor: «No
sucede lo mismo con el vaso de chicha, la cual debe muy proba
blemente su acción retardante sobre la nutrición a la tomaina des
cubierta por el doctor ZERDA y que, a la manera del fósforo, del
óxido de carbono, del arsénico, de la morfina, etc. , determina va
riaciones inmediatas en el funcionamiento químico normal del or
ganismo en los procesos de nutrición general y, por consiguiente
en las excreciones urinarias, en particular».
En ocasión anterior (33) he expuesto mis ideas sobre el parti
cular y he manifestado entonces inclinarme a creer que la chich
no careció de acción en la degeneración de la raza indígena. Sa
bemos que bebían en cantidades considerables; sabemos que be
bían chichas en períodos avanzados de fermentación, como aque
lla depositada en las cuevas de que habla CRISTOBAL DE MOLINA;
sabemos que procuraban añadir a las chichas ya preparadas pro
ductos de una cierta toxicidad y destinados a hacerlas «más fuer
tes». Y sabiendo todo esto, no es posible aceptar que la chicha que
bebían los primitivos peruanos, aquella que les emborrachaba hasta
dejarlos «como locos», sea la misma chicha dulce y suave que bebe
mos en nuestros días y cuya probreza alcohólica es tradicional
entre nosotros.
13—Los libros del «Asilo Colonia de la Magdalena» ofrecen
una sorpresa al investigador, en cuanto a chicha se refiere. Apenas
habrá 14 o 15 sujetos en cuyos antecedentes personales sea posi
ble constatar el chichismo. De entre esos sujetos hemos escogido
aquellos en los cuales la acción etiológica de la chicha es menos
discutible. Y, aún después de practicada esta selección, no nos
es posible presentar un solo caso de toxifrenia debida a la bebida
de los antiguos peruanos :
Obs. I ( página 197 del libro IV de la sección varones, corres
pondiente a los años 1908-1915 ) M. H. natural de Olmos, de 35
años de edad, soltero, doméstico, católico, ingresó al Asilo el 12 de
junio de 1911 , remitido por la Subprefectura de Lambayeque, con
certificado del Dr. JUAN UGAZ.
Padres alcohólicos, dos hermanos «neurasténicos).
Mal ambiente físico y mal ambiente moral.
Consumidor de chicha y de cañazo (aguardiente de caña). Fu
mador .

( 33) VALDIZAN : El cocainismo y la raza indigena, «La Crónica Médicas, N.° 591 ,
1913 .
HERMILIO VALDIZAN 75

El 5 de febrero de 1911 ha sufrido una herida contusa de la


región parietal izquierda, con hemorragia abundante. El día 10 ha
ofrecido una crisis de agitación que obligó a la familia à conducirle
al Hospital de Chiclayo: allí agredió violentamente a los enferme
ros y aumentó tanto su agitación que se creyó conveniente ponerle
una « camiseta de fuerza» . Una vez «asegurado», como es de regla,
continuó la agitación: el sujeto cantaba cánticos religiosos que al
ternaba con freses injuriosas dirigidas al enfermero que le acom
pañaba .
Bien orientado, medianamente lúcido, este sujeto ha mejo
rado considerablemente durante su permanencia en el Asilo: tanto
que ha sido dado de alta el día 2 de diciembre de 1911 .
Diagnóstico: Toxifrenia alcohólica.

Obs. II . ( página 448 del mismo libro citado en la historia an


terior) J. A. y D. , de Chiclayo, de 26 años de edad, soltero, carpin
tero, católico, ingresó al Asilo el 28 de Enero de 1915, enviado por
la Junta Departamental de Chiclayo, con certificado del Dr. U.GAZ.
Padre alcohólico .
Bebedor de chicha y de café. Onanista.
La enfermedad se inició en el año de 1914, con cambio de
carácter, depresión y bosquejo de ideas delirantes.
En la actualidad ofrece ideas delirantes parcialmente siste
matizadas acerca de la guerra europea e ideas de persecución que
toman como núcleo de la exoagresividad a las personas del am
biente.
Diagnóstico: Delirio sistematizado alcohólico ?

Obs. III . ( página 46 del libro IV de la sección mujeres, corres


pondiente a los años 1908-1915) P. P., natural de Arequipa, de 36
años de edad, soltera, católica, ingresó al Asilo.el 13 de setiembre
de 1909.
Ningún antecedente hereditario digno de mención.
Uso exagerado de chicha.
Hace seis meses sufrió varias crisis convulsivas.
Ideas delirantes a contenido místico : los frailes le han «meti
do en el cuerpo » un espíritu que es diverso del espíritu humano,
que tiene algo de divino por ser obra de Dios. Este espíritu intruso
distinto del suyo, la atormenta considerablemente, dejándola
pocos momentos de tranquilidad. Ella reclama insistentemente
che le «saquen este espíritu que la pone en riesgo grave de aten
tar contra su vida, y mira con alguna aversión a los frailes que se
niegan a acceder a sus deseos de exorcismo.
76 LA CHICHA, BEBIDA DE LOS PRIMITIVOS PERUANOS

Esta enferma permanece en el Asilo : sus ideas delirantes pa


lidecieron y fueron reemplazados por episodios francos de psico
sis histérica, confirmatorios del diagnóstico de psicosis neurósica
que le había sido adjudicado.

Obs. IV. ( página 146 del mismo libro que la observación


anterior ) E. A. , de 37 años de edad, de Chiclayo, soltera, católica ,
de raza blanca, ingresó al Asilo en 12 de Junio de 1911 , con certi
ficado de los doctores DELGADO Y UGAZ.
Padres alcohólicos, un hermano « neurasténico ».
Traumatismos psíquicos intensos y con posterioridad a ellos
abuso de alcohol de maíz (chicha), y de caña y de uva.
La enfermedad se inició hace 9 años , con una crisis de agita
ción motora intensa y de coprolalia ver borreica .
A su ingreso al Asilo : agitación motora intensa, alucinacio
nes terroríficas, zoopsia .
Estado presente: depresión profunda.
Diagnóstico: Melancolía

Obs. V. ( página 342 del mismo libro de la observación ante


rior ) N. Ch. de R. , de 46 años de edad, viuda, natural de Cajamar
ca , cocinera, católica, ingresó al Asilo el 10 de diciembre de 1913,
enviada por la Junta Departamental de Trujillo, con certificado
de los doctores BLONDELL y PEÑARANDA.
Ningún antecedente hereditario que valga la pena de tomar
en consideración .
Mal ambiente físico y moral .
Paludismo grave. Abuso del alcohol de maíz y de caña.
La enfermedad se inició hacía un mes (en le época de su in
greso ) por ideas de persecución: creía que los vecinos de la casa
intentaban hacer daño a sus hijos .
A su ingreso en el Asilo : Insomnios; alucinaciones visuales a
contenido místico (cree ser visitada por la Virgen Santísima), agi
tación nocturna. Algunas ideas de grandeza referidas a los bienes
de fortuna .
Terminación : Falleció por neumonía doble, el 6 de enero de
1914 .
Diagnóstico: Toxifrenia alcohólica.

En los cinco casos cuya historia extractada hemos consigna


do , la chicha debe ser considerada como un factor etiológico; pero
no debe serlo con la misma importancia: En el primer caso , el sujeto
ha abusado de la chicha y del aguardiente de caña; en el segundo
HERMILIO VALDIZAN 77

de la chicha y del café; en el tercero de la chicha solamente; en el


cuarto, de la chicha y de los aguardientes; en el quinto de la chi
cha y del aguardiente de caña. Como puede verse, en un solo ca
so, la chicha se ha contado como factor etiológico único de orden
tóxico y este caso ha sido el de una histeria que, como sabemos,
tan facilmente es puesta en exhibición por causas menos graves que
una exointoxicación .
Respecto a los otros casos, la descriminación de responsanili
dades etiológicas ofrece una mayor dificultad: trátase de sujetos ta
rados neuropáticamente o de sujetos que han abusado de prepara
dos alcohólicos más tóxicos que la chicha, a la cual es lícito asignar
un papel mínimo en la intoxicación, si se compara este con el que
puedan haber jugado los otros asociados.
14 - El hecho de esta rareza de una toxifrenia chichica, si se
nos permite el neologismo, en un país esencialmente consumidor
de la chicha, como es el Perú, que no cuenta con otro Asilo para la
asistencia de alienados que éste de Magdalena al cual correspon
den las observaciones recogidas, es muy sugestivo: ello indica una
de dos explicaciones:
O la chicha''es perfectamente inofensiva, como pretenden quie
nes desdeñan su acción en el proceso de degeneración de la raza
indígena.
O la chicha, produciendo los trastornos de la nutrición a que
hace referencia el doctor TORRES UMAÑA , actúa en forma distinta
a como actúan los habituales agentes de las toxifrenias alcohólicas.

HERMILIO VALDIZAN
Catedrático de Psiquiatria de la Facultad de Medicina,
Medico residente del Asilo- Colonia de la Magdalena.
El psicoanálisis en sus aplicaciones
extrapsiquiátricas ?
«Peu d'objets en médecine sont aussi
féconds que la manie en points de contact
nombreux, en raprochemens nécessaires
entre cette science , la philosophie morale
et l'histoire de l'entendement humain. N
y en a bien moins encore sur les quels il y
ait autant de préjugés á rectifier et d'e
rreurs á détruire .
PH. PINEL, Traité médico -philosophique
sur l'aliénation mentale, 2a . Ed., Paris,
1809 , p . XXIII - XXIV .

el psiconálisis es- como modestamente lo define su au


AUNUNQUE
O
tor -un método médico que trata de obtener la curación de
las neurosis por medio de una técnica psicológicas, sin embargo,
todo producto de la actividad estética, práctica e intelectual de la
humanidad, tanto en su aspecto individual como en el institucio
nal , cae dentro de su dominio ; pues es, no sólo una ciencia de rai
gambre netamente inductiva, si que también un instrumento in
tegral de investigación e interpretación-todo un novum orga
num-, cuyas revelaciones, verdaderamente tremendas, están
llamadas a subvertir la escala de valores de la superestructura
conceptual tradicional .
No hace mucho que BERGSON decía: « Explorar los más sagra
dos caminos de lo inconsciente, trabajar en lo que he llamado el
subsuelo de la conciencia, tal será la principal tarea de la psicolo
gía en la centuria que comienza . No dudo de que admirables des
cubrimientos le aguardan ahí , tan importantes, tal vez, como han
sido los descubrimientos de las ciencias físicas y naturales de las
precedentes centurias». La tierra que el conspicuo metafísico pro
mete para días venideros, en realidad, ha sido ya explorada por el
más hábil e intrépido de los psicólogos, SIGMUND FREUD, profesor
1 Publicamos este artículo tal como debió aparecer en el 3er. número de 1917
de la Revista Universitaria .
2 SIGM. FREUD, Das Interesse an der Psychoanalyse. I Teil: Das psychologis
che Interesse, «Scientiar XIV, XXXI, 1913 .
-
HONORIO F. DELGADO 79

de la Universidad de Viena, a quien, con razón, se ha comparado


por la importancia de sus descubrimientos — con HERACLITO, con
KEPLER, con DARWIN ; y quien también, como todo grande innova
dor-y por ende iconoclasta-, ha sido víctima de sañudos detrac
tores y de verdaderas persecuciones
« Lidée est peu comprise á son avénement;
Elle monte un calvaire et marche lentements .
Si hacer nada más que la reseña histórica del freudismo es
obra de largo aliento, ¡cuánto mayor no será la de señalar sus con
quistas y columbrar los horizontes que ilumina! Nosotros, en este
artículo, que, dada la vastedad de los asuntos que pretende encarar,
de todos modos resultará demasiado corto, abstracto e incompleto ,
queremos dar una ligera idea de las enseñanzas que la nueva dis
ciplina nos suministra en las diversas esferas del saber humano, e
indicar su acción posible; pues no obstante de que no son pocos
los misterios cuya clave ha sorprendido, muchísimas son las ver
dades qus le quedan por revelar y los errores que ha de rectificar,
dado que es reciente su nacimiento, vario el material cuyo signi
ficado ha de transmutar y corto el número de sabios que la profe
san - una élite de espíritus poderosos y emancipados de las aberra
ciones de la tradición. La importancia, pues, del tema y su total
desconocimiento entre nosotros, son la justificación de nuestro
audaz intento, que, más que ilustrar sobre el psicoanálisis, es des
pertar interés por él : No creo lejana la fecha en que se reconozca
que las investigaciones de FREUD marcan un hito entre las dos
épocas más importante de la historia de las ciencias psicológicas:
no conocer este nuevo punto de vista, es poco decoroso para la gen
te culta ¡Felix qui potuit rerum cognocere causas!
2. La patologia mental ofrece un grupo importantísimo de
desórdenes que se consideran de naturaleza funcional, sin lesión
orgánica, las neurosis, una de cuyas variedades es la histeria, que
tiene una gama de formas tan abigarrada y extensa que desafía
todo intento de descripción unitaria. Hasta hace poco tiempo se
tenía las manifestaciones neurósicas como actos desordenados
carentes de toda finalidad . A PIERRE JANET se debe el primer en
sàyo de interpretación psicológica; pero FREUD es quien ha pre
cisado la existencia y la esencia del significado intencional que
oculta la sintomatología de estas enfermedades.
Lejos de ser vacías de sentido e intención las manifestaciones
de unhistéricoo deun psicasténico, son la expresión efectivade
deseos íntimos que atañen a lo más vital de la personalidad, aun
80 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

que ajenos a su conciencia. Las manifestaciones neurósicas son la


escena resultante de un conflicto entre los deseos que pugnan por
realizar su satisfacción y la acción de la conciencia que trata de re
primirlos por ser opuestos a los principios morales que son la razón
de ser de ésta. La índole de tales deseos reprimidos es , pues, sobre
todo, sexual. 3 Como son dos las actividades que entran en juego
en el conflicto: la tendencia a la satisfacción del deseo , de una par
te, y, de otra, la acción de represión o censura de la conciencia, el
resultado de su interación forzosamente ha de participar de am
bas: por eso es que el cuadro clínico expresa sí la satisfacción del
deseo, pero de manera disimulada, modificada, que directamente
no ofende a la moralidad del individuo; en una palabra, la expre
sión final del deseo primitivo se efectúa simbólicamente.
3. Para la mejor comprensión del asunto , es menester dar una
ojeada a la ontogenia de la sexualidad . La sexualidad juega en la
vida mental del individuo , desde la más tierna infancia , un papel
de la mayor importancia. Nace con el individuo y pasa en su evo
lución hasta la madurez genital , propiamente reproductiva, por
una serie de estapas. Al principio las fuentes de placer sexual son
múltiples y elementales; tienen su substracto en una serie de zonas
erógenas, situadas de preferencia en la superficie de las aberturas
naturales del organismo. La que domina en importancia es la de
la boca y su estímulo es pecfico es la succión de la leche. La acti
vidad de las zonas erógenas extragenitales, va perdiéndose poco a
poco , y la energía dispersa que las anima como entidades aisladas,
parciales , se va concentrando y unificando en la esfera genital,
cuyo máximo desarrollo alcanza en el período de la pubertad. Así
la vida psicosexual pasa gradualmente de la fase de autoerotismo,
en que 'el individuo halla en su propio organismo los factores nece
sarios para la satisfacción de sus necesidades de orden sexual, a la
fase de heteroerotismo, en que su impulso sexual se dirige a objetos
(personas) extraños a su propio cuerpo.
Una etapa de transición muy importante entre las fases de
impulsión autoerotica y heteroerótica , es aquella en que el niño
siente atracción por sus parientes más cercanos: sobre todo la
madre, las hermanas , o la persona encargada de su nutrición y
3 En el mecanismo psicológico de las neurosis, intervienen , además de las sexua
les, otras tendencias: las hay relativas a la necesidad ingénita de la afirmación del
yo, cuya importancia reconoce la escuela de FREUD , pero que un miembro disidente
de ella, ALFRED ADLER, de Viena, la extrema hasta casi eclipsar el factor sexual. La
fenomenologia de la neurosis es para el un conjunto de manifestaciones del ego, agi
gantado subjetivamente, como supercompensación de la propia inferioridad orgá,
pica, que protesta contra el poder del mundo dela realidad por medio de defensas
y reacciones ilusorias, en guarda del sentimiento de seguridad personaly de omnipo
tencia . (v. A. ADLER, The Neurotic Constitution , New York , 1917. )
HONORIO F. DELGADO 81

cuidado, aunque sea un hombre, su padre, particularmente, pues


entonces el niño no distingue los sexos ; pero una vez que sabe dis
tinguir el sexo ajeno, y que el propio se ha definido ( el de la mu
jer es en cierto modo masculino al principio ), su hambre sexual
-libido 4, según la terminología psicoanalítica , -- se oriente hacia
aquel de sus generadores que tiene sexo opuesto al suyo, y puede
sentir celos y odio por el otro: a esta formación psicológica se da
el apropiado nombre de complejo de Edipo, o de Electra , según que
se trate de un varón o de una niña. Esta impulsión incestuosa,
como los demás componentes de la sexualidad infantil , sufre la ac
ción inhibitoria de la represión, la cual, a su vez, es un producto
de la civilización, cuyos factores integrativos son tanto heredita
rios, como de causa actual: sentimiento de asco , de vergüenza , de
una parte, y de simpatía, de respeto , etc. , de otra. Por acción de
la represión , no sólo se debilitan las tendencias sexuales inferiores,
sino que también se olvidan en la gran mayoría de los casos.
En determinadas condiciones, varios componentes sexuales
se reunen simultáneamente en una época dada del desarrollo del
libido, y, entonces, el niño ostenta las actividades sexuales que en
el adulto constituyen las aberraciones, es en ese caso polimorfa
mente perverso .
La constitución psicosexual del adulto es el resultado de una
de tres eventualidades posibles , en cuya determinación intervie
nen condicionamientos hereditarios de predisposición y causas
mesológicas ocasionales de provocación : o el libido, en su desarro
llo, sigue un proceso de unificación y progresión para culminar en
la instalación definitiva de la aptitud generadora normal, hétero
sexual , quedando sólo como latentes los componentes parciales
primitivos , que, sin embargo, son factores decisivos del carácter
del individuo; o el libido , en vez de completar el ciclo de sus mu
4 C. G. JUNG, de Zurich, el más prominente discipulo de FREUD, que, sin aban
donar los principios básicos enunciados porsu maestro,es un innovador del Psicoa
nálisis, ha ampliado el significado del concepto de libido: Siendo genéticamente
sexual , al convertirse en energia de defensa de la prole se hace parasexual, adapta
ción que, a su vez, transfiere la actividad biopsíquica del individuo hacia el mundo
exterior, convirtiéndose en función de la realidad : así termina, a través de la evo
lución filogenética y ontogenética, por convertirse el libido, de apetito sexual puro ,
en la energía «que comprende -- como dice JUNG - que comprende todas las desco
nocidas e innumerables manifestaciones de la Voluntad en el sentido schopenhaue
riano , (Wandlung und Symbole der Libido: A la traducción inglesa Miss B. M. HIN
KLE acaso arbitrariamente titula: « Psychology of the Unconscious ,New York , 1916) . En
otra de sus obras ,JUNG se expresa asi del concepto de libido :«Nos engañamos al creer
que podremos hacer siempre del libido sexualis el soporte de la concepción energé
tica de la vida psíquica , y muchos de la escuela de FREUD que todavia creen poseer
Ina concepción bien definida y casi completa del libido, desconocen que esta con
cepción ha sido usada más allá de los límites de su definición sexual . ( C. G. JUNG,
The Theory of Psychoanalysis, New York, 1915)
82 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

taciones, se estabiliza en un momento dado y fija e intensifica una


constitución psicosexual que debió ser transitoria : entonces tene
mos las perversiones; o , por último, las tendencias infantiles no
regresionan pari passu con la instalación de la sexuaidad defini
tiva, sino que son simplemente reprimidas, siendo su desaparición
una mera apariencia en la esfera de la conciencia: este es el caso en
que se produce la neurosis. Siendo , pues , la neurosis la consecuen
cia de una falsa vía del libido, se comprende que la acción tera
péutica se reduce a ponerlo en buen camino, para que compleie su
evolución : en efecto, esa es la tarea del psicoanalista como tera
péuta . La enunciación del principio es sencilla , pero su realzación
técnica es arduísima. En este artículo no es denuestro resorte ocu
parnos del psicoanálisis como agente psicoterápico , aunque ahí
reside precisamente su importancia práctica inmediata , al par que
la comprobación experimental del valor pragmático de sus hipó
tesis . (Por el contrario, con la incursión en el terreno psiquiátrico
hemos abusado de la paciencia y buena fé del lector: lo cual aun
que está en desarmonía con el título de estas notas, era necesario
para la mejor comprensión de las ideas psicoanalíticas en su domi
nio aparte de la psicologia morbosa )
4. Hemos dicho que, según el psicoanálisis , en su afán de
evitar el des placer , la conciencia tiene a su servicio un mecanimo
censor encargado de excluir de su horizonte todo deseo entre cu
yos elementos integrativos , ideas y sentimientos, haya alguno que
no aprueban las normas eticosociales; pero no hemos fijado la
atención en el paradero de estos proscritos. En realidad, ellos son
los obreros ignorados de un vasto taller subterráneo, de un mundo
pobladísimo que, o no se sospechaba, o se creía intangible, cuya
estructura va conociéndose gracias los buceos de FREUD y su es
cuela : es la subconsciencia . 5

No sólo existe la subconsciencia como foco de actividad men


tal de influencia desconocida para el individuo, sino que también
por ella ha esclarecido el psicoanálisis que todos los actos de nues
tra conducta, faltos en apariencia de causa , que atribuímos al
azar, obedecen en realidad a un riguroso determinismo . En el pro
ceso dinámico de los acontecimientos psíquicos, como en el mundo
cosmico, todos los fenómenos están enlazados por nexos causales;
ningún estado mental , así como ningún movimiento material , nace
ex nihilo . El aforismo célebre de LAVOISIER: « Rien ne se perd, rien
ne se crée», es tan valedero en la economía del espíritu como en la
5 FREUD, Anote on the unconscious in Psycho-Analysis, «Proceedings of Socie
ty for Psychical Research », LXVI , 26, 1912 .
HONORIO F. DELGADO 83

de la materia . El libre arbitrio y la espontaneidad no son, pues,


sino trampantojos , que satisfacen, enorgullecen y consuelan a es
píritus ilógicos .
El estado mental y el comportamiento de un individuo, en
cualquier momento , está condicionado por dos órdenes de causas :
1º, las que actúan de una manera actual y proceden del mun
do exterior, son las percepciones; 2º, las que proceden del pasado
y son procesos mentales que no han terminado con una total ex
presión . Las primeras, normalmente, en su totalidad, están bajo
el control de la conciencia ; las otras, que son legión, son en su gran
mayoría huéspedes de la subconsciencia. Como quiera que las ten
dencias eliminadas por la censura respoden precisamente a los
instintos más arraigados y fuertes, la inclinación a actualizarse, a
convertirse en acción o en representación consciente, que las ani
ma, es también poderosa e indomable; es por eso que, a pesar de
la energía inhibitoria de la represión, jamás se extinguen .
Las tendencias o deseos de que venimos hablando , en reali
dad tienen cierta organización : sus elementos psíquicos son un
sistema coherente de ideas ligadas por una afectividad común,
tendiendo hacia un fin en la esfera de la acción. Se designa este
conjunto, según la terminología psicoanalítica, con el nombre de
complejo ideo - afectivo ( JUNG) . La estructura de los complejos pue
de ser muy complicada, así, todo lo que se refiere directamente a
la personalidad del individuo , forma el inmenso complejo del yo o
«Ego-complex); el que tiene por centro de cristalización los senti
mientos sexuales infantiles hacia los padres, como ya hemos visto,
se llama complejo de Edipo en el hombre y de Electra en la mujer,
En general, la sistematización de cada deseo con su historia cons
tituye un complejo.
Los complejos actúan de diverso modo en la subconsciencia,
según la intensidad compulsiva propia, y la represiva de la censu
ra; esquemáticamente, se reducen a cuatro los resultados posibles
de la interacción de estos dos factores psicológicos: 1º, el complejo
y la acción censora se neutralizan de modo que la acción del pri
mero no tiene traducción alguna.ni en la corriente de la concien
cia ni en la conducta: es el caso de un complejo totalmente repri
mido, de vida absolutamente latente, y cuyo contenido forma una
laguna en la memoria; 2º, el complejo, como en el caso anterior,
es totalmente rechazado, pero su fuerza dinamógena es de tal en
tidad que, escindiendo la personalidad del sujeto , se incorpora en
Idacción de él : este fenómeno es patente en los estados sonambú
licos; 3º, otro caso es aquel en que el complejo no es inhibido com
84 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

pletamente: entonces logra exteriorizarse siguiendo un camino


desviado, por el cual elude la resistencia de la censura , engañán
dola verdaderamente por el uso de símbolos que tienen parentesco
analógico con los elemegtos reales del complejo, y cuyo mecanis
mo mental no es más que una forma inferior y arcáica de los pro
cesos intelectuales, como veremos después: estas son las forma
ciones compensatorias; 49, la última modalidad es aquella en que
la censura compensa en exceso , hipercompensa, el complejo , pues
no se limita a impedir que el contenido reprimido siga su curso
hacia la actividad consciente, sino que, empleando una fuerza psi
cológica mayor que la necesaria para anularlo, por su misma
demasía defensiva se traduce como cualidad negativa, opuesta:
esto constituye las formaciones reactivas.
Es cosa de todo momento la realización de estas cuatro even
tualidades. De mil hechos que la psicología clásica atribuía al olvi
do,la distracción, a la extravagancia, y ahí los dejaba como en un
caput mortuum , el psicoanálisis ha revelado su razón de ser, su
causalidad, su sentido, su conexión con los antecedentes históri
cos de la personalidad. Un ejemplo aclarará estos conceptos: Cuen
ta JUNG 6 que daban dos amigos un paseo por los alrededores de
una aldea, y en el momento en que sonaban las campanas de una
iglesia, uno de ellos sintió viva indignación contra ellas; expresó
que le irritaba lo desagradable de su sonido, la falta de gracia en
la harmonía, y concluyó afirmando que el sentimiento de despla
cer que experimentaba obedecía a la calidad objetiva del sonido.
Semejante juicio pareció extraño a su interlocutor, pues no sólo
había gozado con la hermosura del tañido que acababa de escuchar,
sino que sabía que era proverbial la fama que tenían de magnífi
cas dichas campanas, y se propuso indagar la verdadera causa de
la rareza de su amigo; al efecto, dirigió la conversación en el sentido
más conveniente para coger el origen real de ese modo de pensar.
El amigo reveló que no solamente las campanas eran malas, sino
que el cura era también un mal poeta. Atando cabos, sacó al fín
en limpio el investigador, que su compañero, que era también poe
ta, en la crítica de unas composiciones suyas, hecha por un perio
dista, había sido comparado desfavorablemente con el cura,
quien él respetaba por razones de orden religioso. La expresión
indirecta del complejo es aquí patente: la rivalidad que sentía por
el cura, a quien consideraba intelectualmente subalterno, le hizo
encontrar desagradable el magnífico sonido de las campanas de
su iglesia. €

6 JUNG, The Psychology of Dementia Praecox, New York, 1909.


HONORIO F, DELGADO 85

Así, en la vida mental ordinaria hay infinidad de achos que


sólo a la luz de las enseñanzas de la « psicología profundas se nos
presentan como productos de causas efectivas. «Ciertas imperfec
ciones - dice FREUD -de nuestras aptitudes mentales y ciertos
hechos aparentemente no intencionales dan prueba de ser bien
motivados cuando se les somete a la investigación psicoanalítica,
y son determinados en la conciencia por motivos a ella desconoci
das» . 7 El hecho más trivial, el olvido de los nombres propios,
por ejemplo, obedece con mucha frecuencia a la acción de la re
presión: en efecto, la circunstancia de que el nombre no recordado
corresponda, o sea simplemente parecido al de una persona que
por algún motivo está relacionada con un episodio desagradable
de nuestra historia, es razón suficiente para que la censura, ejer
ciendo su función esencial, interfiera, no dejándolo transpnoer el um
bral de la conciencia. La sustitución de palabras, los lapsus, los
equívocos en la pronunciación de las voces corrientes como de las
pertenecientes a lenguas extranjeras, el desorden en la construc
ción de las frases y en general los errores al hablar, leer o escribir,
en gran parte están supeditados a la misma acción: son producto
del conflicto psiquico. Sucede, además, que las expresiones incorrec
tas usadas son la revelación involuntaria de deseos secretos. El
mecanismo, pues , de tales fenómenos no es regido en la mayoría
de los casos por leyes fonéticas, sino por determinantes histórico
psicológicos.
De igual índole son los olvidos de conocimientos y resolucio
nes: « nuestra torpeza frecuentemente no es sino el manto bajo el
cual se disimulan nuestras intenciones secretas . Hay todavía
otros hechos de la vida cotidiana que se explican por el psicoaná
lisis: de un lado, el afán de guardar objetos inútiles, de coleccio
narlos, que sirve para apaciguar el deseo de poseción o de uso de
algo que los objetos seleccionados simbolizan ; o, si no se trata de
determinada especie de obejtos, sino de la «manías de coleccionar
en general, el fin de tal propensión es entonces, simplemente , te
ner una ocupación activa y constante de la inteligencia, para así
evitar el conflicto psíquico : por lo demás , este es un expediente
muy usado por la mente , y del cual es sólo un caso particular la
manía de hacer colecciones. De otro lado, la pérdida intencionada ,
aunque inconsciente , de determinados objetos : en semejante caso ,
la desaporición sirve para hacer olvidar algo que trae a la memoria
el recuerdo de la cosa; o la pérdida significa , sencillamente , el me
dio Interlope de conseguir un sustituto mejor o nuevo .
dio
7 FREUD , Psychopathology of Everyday Life, New York, 1916.
86 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

El chiste, y el ingenio en general, es también una manera de


expresar disimuladamente los complejos. Por su uso, tanto el hu
morista como el repetidor y los oyentes, logran con frecuencia ex
presar deseos particularmente eróticos, cuyo significado es enmas
carado por los artificos de la forma, que son a veces tan compli
cados que confunden a la razón . El mecanismo por el que el deseo
sexual de la subconsciencia se transforma en un gracioso juego de
palabras, que suscita sentimientos de placer - inocente hilaridad
en apariencia- , y que la conciencia tolera perfectamente, es com
plicado en su detalle; su estudio ha requerido de Freud una obra
integra, que es monumental . 8 Los cambios que sufren los símbo
los verbales en la psicogénesis del chiste son muy semejantes a los
que experimentan las imágenes de los sueños, cuyo proceso vamos
a revisar en seguida.
5. En los sueños es donde se revela en toda su amplitud el
trabajo profundo de la psiquis, cuyo descubrimiento es el mayor
mérito ee FREUD . Aunque a través de toda la historia de la huma
nidad se manifiesta la fé en la existencia de sentido concreto en
los ensueños, y el afán de interpretarlos llega a erigirse en arte
autónoma-contando en muchos pueblos, sobre todo entre los
persas, caldeos, griegos aztecas, y acaso los incas, con cultores es
pecializados , verdaderos profesionales de la onirocricia, -nunca
se llega a descubrir las leyes a que su fenomenismo está supedi
tado, hasta que el formidable psicólogo vienés, siguiendo, natu
ralmente, caminos distintos a los de los magos y ástrólogos de
otrora, revela el misterio, hasta entonces insondable, y precisa las
reglas para descifrar su significado . 9 Nada de arbitrario tienen
los procedimientos que emplea Freud : en su labor de exégesis,
aplica solamente el método científico de comparación, teniendo
como material de estudio, no sólo la estructura onírica, sino tam
bién toda la historia del soñador.
Veamos, pues, esquemáticamente, cual es el mecanismo de
la vida de los sueños: Cuando cesan las solicitaciones actuales de
la actividad mental de adaptación, o mejor dicho, cuando la fun
ción del sueño libra a la subnsciencia de la acción interferente
del mundo exterior, instálanse entonces los procesos representa
tivos de actos que son la consumación de deseos no satisfechos o
reprimidos durante la vigilia. La ininteligibilidad de los sueños no
es sino aparente: detrás de las escenas preposteras y complicadas
8 Freud, Der Witz und sein Beziehung zum Unbewussten, Leipzig, 1905.
9 Para convencerse del escaso valor de las más recientes investigacion ,
ajenas a FREUD, basta leer la popular obrita de VASCHIDE, Le Sommeil et les Reves,
Paris, 1911 .
HONORIO F. DELGADO 87

se oculta una idea clara, una intención definida. El ensueño, tal


como lo percibe el soñador, es simplemente su substancia ma
nifiesta, sin gran valor psicológico en sí, en tanto que el sentido in
teligible,lógico, las ideas que son el leitmotiv de la mise en scène ,
constituyen el contenido latente; el ptoceso por el cual se convierten
las ideas latentes en substancia manifiesta, constutiye el trabajo
onírico, que es precisamente inverso al que tiene que realizar el
onirocrita al efectuar el análisis. En el mecanismo del trabajo oni
rico, los cambios ocurridos, que obedecen al principio de la censura,
cuya presión, aunque atenuada, no deja de ejercerse durante el
sueño denotan la existencia de los procesos de dramatización ,
condensación y desplazamiento, que son la causa efectiva de la obs
curidad y caos aparente del ensueño ; por el primero, se truecan
en alucinaciones los pensamientos del contenido latente; por la
condensación se fusionan, se superponen, varias imágenes, que,
no obstante su ostensible desemejanza, tienen un parentesco
psicológico y la combinación de sus elementos encarna una inten
ción que es del mayor valor para el psicoanalista; por el despla
zamiento, las imágenes y las escenas oníricas que tienen escasa
signifiéación en el contenido latente se exhiben en el contenido
manifiesto como las más importantes: es decir que en virtud de
esta acción se transmutan o sustituyen los valores psicológicos,
robando intensidad, viveza y tono emocional los elementos que
realmente son indigentes de significado y de representación .
Fácil es comprender cuál es la naturaleza de los deseos que
por acción de la censura se realizan solapadamente durante los
sueños. Hemos dicho ya que las tendencias que más repugnan a la
conciencia son las de origen sexual y que las experiencas de esta
índole yacen sepultadas en la subconsciencia desde la infancia.
En verdad , para FREUD, fuera de los sueños de tipo infantil , que
son la simple visión de una hazaña o acontecimiento clara y com
pletamente realizado, cuyo origen en estado de vigilia no es más
que una inocente posibilidad halagüeña, la gran mayoría de los
ensueños son la satisfacción de impulsos eróticos y que general
mente se remontan a la riñez . « El deseo consciente- dice FREUD
- llega a ser incitador de ensueños solamente cuando consigue
despertar uno similar en la subconsciencia». 10
Visto sintéticamente el trabajo de elaboración del ensueño:
la dramatización, la condensación y el desplazamiento, se redu
cen a simples aspectos de un proceso único : la simbolización , que
no es exclusivamente peculiar a los ensueños, pues es también la
10 FREUD, The Interpretation of Dreams, 3a. Ed. , New York 1916 .
88 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

clave de las neurosis , de algunas psicosis y en general es el modus


operandi de la vida subconsciente en su flicto eterno con la
censura .
Los símbolos de que hablamos no tienen de común con el ob
jeto o el hecho que representan sino una semejanza remota , y sólo
su génesis, en muchos casos, puede establecer el nexo , que es de
naturaleza afectiva más que intelectual. La única base de relación
entre el símbolo y la cosa o acción que encarna puede ser la existen
cia de una conexión asociativa incidental anterior, de cualquier
índole, que cuando tuvo lugar estableció una paridad eventual,,
transitoria en el pensamiento consciente, pero que sobrevive como
secuela criptomnésica en la subconsciencia, hasta que ésta, cuando
llega la ocasión, se sirve de ella y engaña a la censura presentán
dole sólo el miembro inocense del par asociativo , cuyo miembro
retenido, no revelado, representa el verdadero objeto del deseo.
Primitivamente, el niño establece semejanza entre su orga
nismo y su ego endopsíquico, que es lo más imporante para él,
de una parte, y el mundo exterior , el fenomenismo del no-yo , de
otra; así se originan dos clases de símbolos: símbolos somáticos y
símbolos funcionales, según que presenten plásticamente las for
mas corporales o los estados subjetivos. Durante buena parte de
la vida infantil , el pensamiento es esencialmente antropomórfico
y egocéntrico, por consiguiente, todas las cosas exteriores tienen
sexo: esta pansexualización del universo es la causa de la riqueza
de símbolos eróticos de que hace gala el soñador y el neuropata.
Se ha criticado al psicoanálisis porque según sus principios « la
subconsciencia ve un pene en cada objeto convexo y una vagina
o un ano en cada objeto cóncavo. Esta sentencia, sin embargo,
caracteriza bien los hechos. La inteligencia del niño (y las tende
cias de la subconsciencia que son la supervivencia de aquélla en el
adulto) se relaciona exclusivamente con su propio cuerpo, y des
pués con la satisfacción de sus instintos, con la satisfacción del
placer de mamar , de comer, de los contactos con las regiones ge
nitales , y el que las funciones de excreción le procuran ¿ por qué
admirarse, entonces, si su atención también se fija sobre todos
aquellos objetos y procesos del mundo exterior que en el fondo con
servan una semejanza que le recuerda sus más queridas experien
cias?». 11
La veracidad de la simbolización sexual no sólo se funda en
el estudio comparativo del material de observación , que por sí
sólo es apodíctico, sino que tiene su comprobación experimental.
11 FERENCZI, Contributions to Psycho - Analysis, Boston , 1916.
HONORIO F. DELGADO 89

En efecto, si a un individuo que ignore por completo las teorías


psicoanalíticas, poniéndole en estado hipnótico, se le ordena que
sueñe determinada aventura sexual, y al despertar se le pide una
relación detallada de sus sueños , se verá que la substancia mani
fiesta no exhibe nada que de una manera literal se relacione con
el libido, pero sí que las imágenes y su secuencia corresponden tor
tuosamente, en tanto que símbolos, a la aventura sugerida y que el
proceso de esta smbolización coincide exactamente con las leyes
constatadas en el de los sueños no provocados artificialmente.
Además de la acción deformadora del trabajo onírico, en la
reproducción in mente durante la vigilia o en el relato de los sueños
a segunda persona, tiene lugar otro proceso : la elaboración secun
daria, resimbolización que los hace más ininteligibles aún; de suer
te que la acción de la censura sobre el ensueño de la noche no se
limita al momento de su formación , no termina al despertar.
6. Como hemos expresado anteriormente, la simbolización
es un procedimiento que la subconsciencia emplea en todas sus
manifestaciones : es su verdadero lenguaje. El psicoanálisis ha des
cubierto que este también ha sido primitivamente el proceso men
tal único, que nuestros más remotos predecesores poseían como
pensamiento fisiológico exclusivo; resultando así que los sueños y
demás manifestaciones de la subconsciencia son supervivencias
de una esructura psíquica anacrónica, prelógica, y que la razón
y el pensamiento consciente son superestructuras de adquisición
relativamente reciente en la historia de la psiquis humana. Y no
puede ser de otra manera, pues es imposible que las funciones
mentales, rompiendo totalmente sus vínculos con el pasado, no
conservasen las huellas de su evolución y que sus formaciones
originarias se hubiesen extinguido como por encanto con la civi
lización. En la vida de la especie, los siglos de socialización de la
mente - que en la duración total de aquella son un pestañeo - no
puden haber bastado a romper la conexión con organizaciones
plasmadas y consolidades en períodos multimilenarios. Posi
tivamente, pues, lo más sólido y estable, y el factor principal en
las determinaciones de nuestra conducta, es el subsuelo , la roca
viva de adquisiciones de fecha inmemorial .
Así vemos ligarse el psicoanálisis a los estudios de «Paleopsi
cología », 12 la ciencia de los fósiles de la inteligencia, en cuyos do
minios entran el folklore,la etnología, la mitología, la religión, los
sistemas filosóficos, la historia, la filología, el arte, etc. Con sólo
jesta enumeración puede formarse una idea el lector de la extensión
(12) SMITH ELY JELLIFFE Y ELIDA EVANS, Psoriasis as an hysterical conversion
symbolization, New York Medical Journals, CIV, 23, 1916.
90 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

de la estera de acción del psicoanálisis en las ciencias antroposo


ciológicas. En las líneas que siguen , trataremos de señalar in
abstrato los principales jalones de la interpretación psicoanalítica
en esos dominios , sin descender a los casos concretos ni señalar
las confirmaciones aportadas, ni mencionar siquiera los resultados
a que se ha llegado siguiendo otros métodos.
7. La clave de la génesis, del desarrollo y de las vicisitudes
de las leyendas , tradiciones y mitos no está , según ha descubierto
el psicoanálisis, en su significado literal, que generalmente es har
to ambiguo y confuso, ni en una representación solar o lunar, sino
en su contenido psicológico profundo. La causa que determina su
creación y variaciones coincidentes en diversas épocas y en luga
res aislados - que ha hecho pensar a muchos investigadores que
se trata de una creación única que después se ha universalizado
por relatos directos — la causa de su creación y variaciones coin
cidentes es la existencia de una constitución mental semejante ,
en harmonía con las diversas etapas del progreso social del hombre
primitivo. Son los mitos productos naturales de la inteligencia,
que revelan simbólicamente la realización de los más hondos an
helos del alma humana. Sucede en esto que, si bien en aquella épo
ca feliz, en que la coerción social era tan débil que permitía que fue
se casi libre el juego de las tendencias naturales, de modo que se
podían apaciguar todos los deseos satisfaciéndolos a medida de la
tentación y de la oportunidad ; después, cuando la acción interpsi
quica plasmó las instituciones de la primera cultura , el individuo
perdió la libertad de practicar ampliamente todos sus instintos.
Pero , como quiera que la represión no se estableciese de golpe, al
comenzar su acción nacieron los mitos, que representaban clara
mente la práctica de deseos sexuales, pero por personajes imagi
narios; consistiendo, pues, la represión en una prohibición diri
gida sólo a la persona, no al acto mismo ; de suerte que el individuo
compensaba su falta de autonomía real por la libre acción de su
imaginación, atribuyendo à otros seres sus complejos con sus efec
tos , fenómeno que es un recurso corriente de la subconsciencia ,
llamado proyección. La intensificación de la represión de genera
ción en generación tiene por consecuencia el aumento de disimulo
en el texto del mito, y por consiguiente la simbolización llega a
ser gradualmente ininteligible, sin previa explicación . Siguiendo
esa transformación, el mito llega a convertirse en simple tradición
o cuento, o en verdadera religión, si se ha desarrollado paralela
mente un proceso de teologización.
KARL ABRAHAM (de Berlín), después de un análisis minucioso
de los mitos más universales, parafraseando un postulado de la
HONORIO F. DELGADO 91

onirocricia freudiana, sostiene que « el mito es un fragmento repri


mido de la vida psíquica infantil de la raza; que contiene, en forma
disimulada, los deseos de la niñez de la raza». 13 El paralelo se
puede llevar adelante, hasta el extremo, teniendo , naturalmente,
en cuenta las diferencias substanciales entre el inividuo y la enti
dad gregaria. En el proceso de desnaturalización del contenido
libidinoso del mito, interviene directamente la cultura, que desem
peña el mismo papel que la censura en el ensueño del individuo,
haciendo sufrir al mito una transmutación secundaria a su crea
ción, que es la paralela filogenética de la elaboración secundaria
de los sueños .
El héroe del mito, tanto en el individuo que lo encarna , como
en sus adoradoras, es la proyección del ego infantil , cuya fantasía
le hace omnipotente. Asimismo, las leyendas no son sino traduc
ciones de un acontecimiento endopsíquicamente real de la vida
del niño: ia del paraíso perdido, por ejemplo, es el recuerdo del
mundo encantado creado por la imaginación en la edad en que es
dominante el principio del goce máximo, con desmedro de la adap
tación al mundo objetivo; la pérdida del paraíso es el resultado
de la supremacía del sentido de la realidad.
Sargon , Moisés, Jesús, Karna, Edipo, Paris, Hércules, Lo
hengrin, etc. , 14 realizan en su vida lo que todos hacen sólo en su
imaginación durante la infancia, y algunos, en el delirio vesánico,
en la mayor edad. El renunciamiento y el sacrificio son la manifes
tación extrema de la represión del libido infantil, y la vida eterna
el símbolo del anhelo de volver al estado primario de omnipoten
cia en el seno de la madre, y la idea de resurrección, se relaciona
con este mismo deseo, no siendo sino una alegoría del renacimiento.
Hechos et nológicos menos complicados connotan también un
significado profundo, que el psicoanálisis ha podido puntualizar.
Las costumbres, ceremonias, supersticiones, fiestas, etc., de las
colectividades prehistóricas, o salvajes, salvo complementos y
degeneraciones decorativas, son sencillamente simbolismos co
Irespondientes a la satisfacción directa de deseos eróticos, o indi
recta , por el desplazamiento de libido al mundo exterior - esto
sucede particularmente en las fiestas agrícolas-- ,atribuyendo a
la naturaleza tendencias que en realidad son puramente endopsí
quicas. « En las costumbres y prácticas de varios pueblos-dicen
OFTO Rank y HANNS SACHS ( de Viena ) —se repite con absoluta

(13) ABRAHAM , Dreams and Myths, A Stuy in Race Psychology. New York , 1915.
(14) OTTO RANK , The Myth of the Birth of the Hero (A Psychological Interpre
tation of Mythology ), New York, 1914.
92 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

fidelidad el simbolismo determinado en la interpretación de los


ensueños». 15
Señalaremos de pasada que las costumbres y las prescripcio
nes prohibitivas de los bárbaros, y su ritual, conocidas por los
antropólogos con los nombres de tabu, totemismo , mana, exo
gamia, según minuciosos estudios de parte de FREUD, 16 parecen
tener su fons et origo en el complejo del incesto. El totem , por
ejemplo, represenra psicológicamente un sustituto del padre, de
donde el tabu de su muerte, el concepto de consanguinidad, el
sentimiento de respeto , la prescripción de exogamia , etc. ( Hay que
tener presente que el jefe de la tribu corresponde genéticamente
al padre de la familia)
Siguiendo con la psicología étnica, diremos, que la magia, el
animismo, la brujería, el fetiquismo y las cosmogonías de los pue
blos de cultura inferior, no se escapan tampoco de la interpretación
psicoanalítica. Una revisión sumaria de la marcha que siguen en
la prehistoria del individuo sus cɔncepciones del yo y del no-yo
nos permitirá comprender los fenómenos de sociología primitiva
que acabamos de nombrar. Bien, pues , durante la vida intrauteri
na, el individuo goza de la satisfacción completa de todas sus nece
sidades, se considera, naturalmente, con un sentimiento obscu
ro, indiferencido, se considera omnipotente; lo mismo le su
cede, recién nacido , durante los primeros sueños, que son « la feliz
reproducción de su situación uterina», a despecho de los estímulos
exteriores. Al principio de la vida extrauterina, la circunstancia
de que sus necesidades sean satisfechas por su familia, a medida
de su deseo, le hace conservar casi intacto el sentimiento de omni
potencia: «período de omnipotencia mágicoalucinatorias. Más tar
de, cuando al sentir el desplacer de no ser realizados inmediata -
mente sus deseos, sino después de reaccionar con movimientos
que se manifiestan a la familia como reclamo de cuidado, a cu
yas manifestaciones mímicas atribuye él un poder mágico, pues
por un error de apreciación , semejante al post hoc, ergo propter hoc,
le resultan la causa eficiente de la provisión a sus necesidades:
entonces se halla en el «período de omnipotencia por la ayuda de
gestos mágicos». Después, cuando piensa menos oscuramente y
manifiesta sus necesidades por palabras, y estas expresiones son
subjetivamente interpretadas como el poder suficiente, com a
15 OTTO RANK and HANNS SACHS, The Signifiance of Psychanalysis for the
Mental Sciences, New York, 1916 .
16 FREUD, Ueber einige Uebereinstimmungen im Seelenleben der Wilden und
der Neurotiker, « Imagor, I, 1, 1912. (Después ha publicado el autor cuatro ensayos
sobre el asunto , con el título: Totem und Tabu , Leipzig und Wien, 1913).
HONORIO F. DELGADO 93

el deus ex machina para conseguir lo que su voluntad demanda ,


está el niño en el período de pensamientos y palabras mági
cas ». Pero , con el tiempo y la experiencia, se va haciendo sen
tir algo la indiferencia del mundo exterior en el alma del niño ,
comprueba que muchas cosas no obedecen a su voluntad;
constata que los fenómenos exteriores son independientes de sus
estados mentales; en tales circunstancias el individuo comienza a
cambiar su concepción de la realidad: reconoce el mundo exterior
como ajeno en parte y le atribuye mucho de su ego , lo asimila a
su personalidad mental y somática, se proyecta al exterior, emple
ando la expresión precisa; de ese modo concibe el mundo a su pro
pia imagen, tal es el «período animístico», que es esencialmente an
tropomórfico y egocéntrico; por último, con el aumento del domi
nio sobre las fuerzas naturales y el progreso del pensamiento lógi
co , el individuo llega a la concepción objetiva del mundo, general
mente de manera incompleta, como veremos enseguida, al tratar
de la religión y de la metafísica.
Hemos trazado el curso de la evolución ontogenética de la con
cepción subjetiva del mundo, que nos manifiesta la involución del
principio del placer, desde el estado primario de sentimientos de
omnipotencia absoluta, amenguando al impulso del creciente de
sarrollo del sentido de la realidad , que llega a su culminación en
el espíritu perfectamente racionalista del ateo. Y todo esto no es
fuera de lugar, pues la historia de la psiquis individual es la reca
pitulación de la historia de la psiquis colectiva, la que partiendo
de la mentalidad de las sociedades inferiores , impermeable a la
experiencia, prelógica y mística - para usar las apropiadas ex
presiones de LEVY -BRUHL - llega al pensamiento científico de
la época presente de cultura intelectual superior. El paralelo
pierde, naturalmente, su absoluta precisión si se desciende al de
talle, por las particularidades inherentes a las condiciones natura
les en que se realiza el drama individual y aquellas en que se ha
realizado el drama gregario ancestral. 17
8. Mucho de lo dicho explica por sí solo algunos de los aspectos
del fenómeno religioso, que, en cualquiera forma que se presente,
es, en lo que tiene de fundamental , un producto de la concurren
cia de las dos grandes fuerzas psíquicas. La magia , el animismo,
son las primeras piedras de las teogonías , pues ahí está el origen
del polidemonismo; y el poder que adquieren algunos demonios

17 Comienzan ya a reconocer los sociólogos la importancia que tiene el psicoa


thálisis para su disciplina: si no ,véaseelrecientearticulo de E. R.GROVES:Sociology
and Psycho-analytic Psychology, " American Journal of Sociology', July , 1917.
94 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

para vecer a otros nos da la clave del nacimiento del politeismo,


del que, a su vez, se deriva el monoteismo . Por otra parte, la idea
de pecado obedece a la represión y la de purificación no es, como
a primera vista parece, exenta de placer libidinoso, masoquista.
La dogmatización de la religión es un proceso por el que se
roba a la simbología míticoreligiosa toda su fuerza sentimental .
La labor de los teólogos, en su afán de intelectualizar las creencias ,
hace degenerar el culto en árido verbalismo; hasta que aparece
un espíritu dotado de una fuerte tonalidad emocional : el profeta,
que, por la regresión de su libido, consigue la vigorosa palingenesia
de un mito primitivo y sencillo, casi olvidado, que alivia a sus con
temporáneos del peso de las dificultades de la vida de la realidad
objetiva, y que los convence porque les reactualiza lo que para
ellos en otra época ha sido lo más precioso y que yace rechazado,
desde la infancia , en el fondo de su espíritu: les procura, así , el me
dio de satisfacer disimuladamente las demandas del libido, porque
«la esencia de la religión como manifestación de los poderes sobre
naturales es meramente un sensualismo super normal, un psicoe
rotismo espiritualizado, trascendentalizado, apoteosizado». 18 No
es, por lo demás, un descubrimiento original del psicoanálisis el
hecho de que el sentimiento propiamente religioso ( distinto de la
débil y fría creencia, quizás interesada , falta de tono emocional ,
que es lo que pasa por espíritu religioso en la gran mayoría de la
gente devota) sea de naturaleza erótica: en esto coincide con los
conceptos adquiridos por la ciencia siguiendo otros caminos: por
lo menos, el éxtasis místico ha sido ya asimilado al goce venereo y
considerado como desprovisto de todo significado misterioso, pre
ternatural o suprafísico .
El cristianismo, que es una de las religiones que más reprime
la sensualidad, manifiesta una inmensa riqueza en símbolos libi
dinosos; el complejo de Edipo es particularmente frecuenta en la
mitología cristiana, a tal punto que se puede afirmar que no hay
«misterio » en que no se descubra el libido infantil .
La función del símbolo míticosexual en la evolución de la
mentalidad y de las costumbres pretéritas es harto fecunda,y , en
gracia a la brevedad, señalaremos solamente un caso , que es en
verdad bastante demostrativo de la importancia del psicoanálisis
en los estudios de sociología genética.
La historia de las religiones nos enseña, en efecto, que en las
teogonías de los albores de la civilización se presenta con sorpren
18 THEODORE SCHROEDER, The Wildisbruch Crucified Saint, « The Psychoana
lytic Reviews, I, 2 , 1914 .
HONORIO F. DELGADO 95

dente frecuencia la adoración de símbolos del acto sexual. La cu


riosidad que despierta el coito y sus resultados , que por ser incom
prensibles se reputan como misteriosos , suscita el culto de su me
canismo visible, y como quiera que el órgano ostensiblemente ac
tivo es el instrumento masculino, es a él al que se atribuye el poder
creador y , por consiguiente, se le considera como principal objeto
divino. No es otro el origen del culto fálico y de diversos productos
sociales que tienen una importancia tal que ultrapasa los límites
del fenómena únicamente religioso, para influir en la organización
práctica del agregado humano. Es así que en una de las más mar
cadas diferenciaciones de nuestra vida social , reinante en pleno
estado actual de cultura democrática, resulta como mero producto
de la interpretación grosera y de la consagración que de las fun
ciones sexuales hicieran nuestros humildes abuelos de la época pa
triarcal ; nos referimos a la supremacía social y política del hombre,
a nuestra antropocracia. 19 Indudablemente que si hubiera sido
más general atribuír mayor valor a los genitales femeninos - como
sucede en algunas tribus salvajes , que tienen una organización gi
nocrática - el aspecto general y las orientaciones de nuestra civi
lización serían muy diversos, por el dominio de la mujer.
9. Al tratar del origen y evolución de los mitos, dijimos que,
bajo la acción de los diversos grados de la cultura reinante, podían
seguir en su desenvolvimiento dos caminos : o terminar formando
el cuerpo de doctrina de un sistema religioso , o sufrir una depre
ciación como valores psicológicos y degenerar poco a poco en le
yendas, tradiciones, cuentos, fabulas, llenando fines más modes
tos que la religión , pero, sin embargo, apreciables. «Es el caso seme
jante al de las armas primitivas, por ejemplo, arcos, flechas, que
han sido reemplazadas por otras correspondientes a pueblos civi
lizados , pero que sirven sin embargo como juguetes a los niños ..
Así al niño, con una rica fantasía, llena de afectos primitivos, la
leyenda aparece como una realidad objetiva, pues conserva inti
ma relación con el tiempo en el cual se cree en la realidad mental
de los impulsos similares a los suyos propios».
En los cuentos de hadas , que existen en todos los lugares del
globo, con semejanzas notables -- que explica perfectamente el
psicoanálisis — , y que son estimados hasta por los pueblos más
avanzados en la civilización, se revela con disimulo escaso la perso

19 La androcracia es la consecuencia natural de aquel misticismo de ignoran


Cra que sincrónicamente produjo el culto fálicos SCHROEDER, Psycho -Genetics of
Androcratic Evolution , « The Psychoanalytic Review , II, 3, 1915.
96 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

nalidad infantil, que, con su concepción de la propia omnipoten


cia , prescinde de la realidad tangible, creando su imaginación do
minadora, para la que no hay nada imposible, un universo donde
son nulas las dificultades materiales; en que se resuelven los pro
blemas del tiempo, del espacio , de la fuerza y de la vida con sim
ples palabras mágicas o con signos cabalísticos; donde todo lo que
se desea se alcanza sin dificultad. El factor sexual se halla general
mente muy bien disimulado ; pero con frecuencia se revela en los
cuentos de hadas las más perversas tendencias, sobre todo el algo
lagnia, en forma no rara vez, llevada a su grado máximo ,
sanguinaria. No carecen , pues, a pesar de su aparente inocencia y
simplicidad , de un significado psicológico inferior. Son -- según dice
FRANZ Riklin , que los ha analizado a fondo , — «invenciones de
experiencias del alma humana primitiva , directamente utilizadas,
de acuerdo con la tendencia general del hombre hacia la satis
facción del deseos. 20
10. Antes de dejar el terreno sociológico y etnológico de las
aplicaciones del psicoanálisis, haremos rápidos atisbos del lado del
lenguaje, de la moral y de la ley , lo que contribuirá a arraigar en
el ánimo del lector la verdad que se desprende de las siguientes
palabras de FREUD: «El conocimiento de las afecciones neurósicas
de los individuos - dice nuestro autor - ha prestado un gran ser
vicio a la concepción de las grandes instituciones sociales, pues las
mismas neurosis se han revelado como otras tantas tentativas de
resolver individualmente los problemas de la com pensación del
deseo, que deben ser resueltos por las instituciones sociales. El
retroceso (Zurucktreten ) del factor social y la dominación del fac
tor sexual transforman estas soluciones neurósicas del trabajo
psicológico en caricaturas utilizables solamente para nuestra ex
plicación de estos importantes problemas». 21
El lenguaje, cuya importancia es tan grande en el progreso
intelectual de la humanidad, pues --como ya expresó ABELARDO:
« Sermo generatur ab intellectu et generat intellectum » 22 — es, forman
do algo así como un círculo vicioso, su condición principal , al par
que su consecuencia indirecta; el lenguaje, decíamos , no sólo ofrece
abundante material al ejercicio de la disciplina psicoanalítica ,
sino que a esta le suministra pruebas irrecusables en apoyo de sus
hipótesis, al extremo de que un conspicuo pioneer de la nueva

20 RIKLIN , Wishfulfillment and Symbolism in Fairy Tales, New York, 1915 .


21 FREUD , Das Interesse an der Psychoanalyse. Il Teil: Ihre Interesse fur die
nicht Psychologischen Wissenchaften , « Scientiar, XIV, XXXII , 1913 .
22 « Lapalabra es creada por lainteligencia y a su vez es creadora de inteli
gencia .. (Cita de JUNG, Psychology of the Unconscious, New York, 1916).
HONORIO F. DELGADO 97

psicología ha podido afirmar que «todas las objeciones contra la


teoría sexual de FREUD se deshacen en la nada con sólo examinar
nuestra lengua materna».
El problema del origen del lenguaje, que tanto ha acuciado la
sagacidad de los investigadores --y cuya dificultad ha hecha re
nunciar a todo intento de solución al mismo WILHELM WUNDT - ha
sido abordado y dilucidado de la manerà mas feliz por un presti
gioso filólogo sueco , HANS SPERBER, 23 quien, siguiendo un método
netamente cartesiano en el estudio de las relaciones intercerebra
les que han hecho posible el fenómeno superorgánico, ha llegado a
la conclusión de que la actividad sexual es, lógicamente, la ge
neradora del lenguaje :
Dadas las condiciones de vida y el bajo nivel de la capacidad
mental de nuestros bastos hermanos de aquella época prehistórica
a que hay que remontarse en la búsqueda del nacimiento del len
guaje, sólo dos situaciones reunen las circunstancias necesarias
para la formación del producto social que estudiamos; estas situa
ciones son: la de la madre y el hijo que lacta, y la de la hembra y
el macho , en su interación como tales. Como quiera que los gritos
reflejos del niño son reducidísimos en número, y como la madre
no tiene palabras que enseñarle, el valor de este manantial lingüís
tico es insignificante, prácticamente despreciable. No sucede lo
mismo con el de las relaciones sexuales: en este caso se llenan to
dos los requisitos que permiten el establecimiento de un sistema
convencional de signos fonéticos para la intercomunicación. Las
circunstancias cuya reunión es indispensable a la génesis y alimen
tación del lenguaje son, según SPERBER, las siguientes: un indivi
duo que, bajo la acción de una emoción intensa, emita un sonido
simple o un grito; otro sujeto, capaz de ser afectado por tal sonido,
que se halle a distancia necesaria para oír; que intervenga un mo
tivo de placer , o al menos de utilidad , que junte a los dos indivi
duos en un propósito común . Necesariamente la situación ha de
tener un caracter sencillo, que haga fácil la asociación y , por últi
mo , que esta situación se repita con frecuencia , lo que favotece el
establecimiento de ulteriores asociaciones.
Hay razones fundadas para conjeturar que los primeros soni
dos empleados como símbolos fonéticos serían una imitación de
los ruidos que acompañan a los actos que expresan ; en los prime
ros determinantes de la formación de las lenguas, juega , pues, sin

23 SPERBER, Ueber den Einfluss sequeller Moment auf Entstehung und Entwi
cklung der Sprache, « Imago , I, 5, 1912.
98 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

duda, un papel importante el esfuerzo imitativo, la representación


por analogía, en una palabra el mimetismo acústico .
Se comprende que la palabra articulada del hombre se redujo
en un principio, probablemente durante varias generaciones, a la
esfera de las necesidades exclusivamente sexuales. Más tarde, en
el curso de milenios, al nacer y desarrollarse las primeras y rudi
mentarias industrias , se extiende al ejercicio de ellos el empleo de los
signos fonéticos libidinosos ; pues por un proceso de transfert con
dicionado por la inteligencia, necesariamente antropomórfica, de
los primitivos, se asimila la acción del hombre sobre la naturaleza
al mecanismo de la acción masculina sobre la hembra. Las investi
gaciones filológicas más autorizadas , corroboran este aserto ; en
efecto, la acción de cavar la tierra , de arar , de encender fuego, de
navegar, son designadas en los dialectos más antiguos por pala
bras que en su origen pertenecieron al léxico erótico y que gradual
mente han sufrido una desnaturalización más o menos grande,
por acción de la creciente cultura .
Es por demás sugestivo que en todas las lenguas primitivas
y en la mayoría de las más complejas hoy en uso, tengan género
las palabras , y que las raíces de muchos verbos comporte una ge
nealogía libidinosa. Ello no se explica sino por la tendencia pan
Sexualizadora del hombre, por la potencia del instinto erótico,
que una vez nacidas las vallas de la civilización , sobre todo las pro
hibitivas del incesto , no puede ejercitarse ampliamente en forma
concreta, por lo cual queda una excitación interior sin empleo in
mediato , pero que, buscándose salida o apaciguamiento, trabaja
en la imaginación y en el modo de interpretar, y consigue su ob
jeto - satisfacer en algún modo el deseo ---sexualizando, no sólo
los animales y las plantas, lo que está de acuerdo con la realidad ,
sino también las cosas inanimadas . La existencia del género gra
matical demuestra , pues, el dominio absoluto del punto de vista
sexual en la actividad mental del hombre.
En un estado de cultura superior , juega un papel importante
en la evolución de las lenguas el hecho de que la aplicación de
términos sexuales a lo nosexual tiene su inversa, la aplicación de
vocablos inocentes a cuestiones lúbricas: para disimular -bajo la
acción de la represión - la expresión de deseos vedados , se usa el
eufemismo, que a la larga determina una ampliación de sentido de
las palabras y a veces su cambio de significación. Es particular
mente frecuente el hecho de aludir a los órganos genitales y su
actividad con palabras que se refieren directamente a los órganos
y sus funciones que se hallan situados por encima de ellos, en la
HONORIO F. DELGADO 99

mitad superior del cuerpo: a este expediente del simbolismo sexual


denomina FREUD «desplazamiento de abajo hacia arriba».
El proceso de asociación por semejanza - formación de sím
bolos a figura cualitas - que en el terreno psicológico corresponde
al tropo de la retórica, obedece a la acción de la represión , que se
intensifica con el desarrollo de la civilización y hace que el indivi
duo, en la vida consciente, se aleje de los instintos inferiores o los
disimule, con el empleo de palabras que literalmente sólo implican
objetos o acciones que no agravian a la censura o no causan des
placer. Idéntico al factor dinámico que condiciona el desarrollo
del lenguaje es el que determina el proceso de las neurosis , cuyos
síntomas son símbolos «desviados fuera de su significado original»,
como dice TRIGANT BURROW , «que representan metáforas orgáni
cas, expresiones de filologia orgánica subsconciente, análogas a los
disimulos figurados que son el principio universal del lenguaje». 24
El origen del pensamiento abstracto está supeditado también
al dominio del libido en el trabajo de ideación . Los primeros con
ceptos estan indudablemente muy lejos de ser el resultado de la
verificación o constatación en los objetos o fenómenos tangibles
de atributos que los hagan equivalentes con respecto a un crite
rium experimental , mecánico; por el contrario, las primeras gene
ralizaciones tienen por nexo unitivo una cualidad netamente sub
jetiva: el símbolo libidinoso representa una particularidad común
de varios objetos considerados con relación a los deseos del indi
viduo, mas no con relación a las constantes intrínsecas de los ob
jetos mismos. Sin embargo, el símbolo del libido , perteneciente a
la actividad subconsciente, es, históricamente la primera etapa
en la vida del pensamiento abstracto -lógico.
De otro lado , la aplicación de la disciplina psicoanalítica al
estudio del lenguaje escrito, esta llamada a tener grandes éxitos
en el futuro , cuando la adopten los filólogos especializados en la
comprensión de las formas elementales y primitivas del lenguaje
escrito . Siendo , de una parte, la escritura ideográfica y pictográ
fica (cuya influencia en la formación del lenguaje, al menos en los
pueblos orientales, es innegable) un producto genuino de la psiquis
primitiva, expresión pura del simbolismo subconsciente, y , de
tra parte, siendo el ensueño una representación plástica cuya es
tructura está formada principalmente por imagenes visuales, que
corresponde a un «sistema de expresión arcáico en sumo grado»,
cabe establecer el parentesco de ambos modos de simbolizar , y ,
24 BURROW , The Philology of Hysteria, « The Jour. of Am. Med. Ass'n., LXVI ,
11 , 1916.
100 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

así, es razonable considerar semejantes, si no idénticos, los proce


dimientos empleados para descifrar jeroglíficos y para analizar
ensueños , correspondiendo ambos a un proceso único .
Al hacer el estudio de los textos egipcios se había constatado
que muchos de los signos estampados no representan precisamente
objetos a cuya figura corresponden directamente. lo que parecería
natural , sino objetos cuyo nombre fonéticos es similar al del sim
bolizado en los jeroglíficos. Idénticamente, este curioso fenómeno
se observa en los sueños: seria ridículo atribuírlo a extraña coin
cidencia; hay que considerarlo, por el contrario, como la prueba
crucial de que son procesos a los cuales preside idéntico determi
nante.
10. No necesitamos decir mucho para convencer de la impor
tancia del psicoanálisis en el estudio de la génesis y desenvolvi
miento de la morai : los principios basicos de la doctrina freudiana
implican la cuestión mora' ; más aún, los efectos de ésta son la ra
zón de ser del psicoanálisis.
Como quiera , pues, que el material que estudia el psicoanálisis
es tributario de los productos del confiicto entre los principios
normativos eticosociales de la entidad superorgánica y las tenden
cias egoísticosensuales del individuo, claro es que hay que remon
tarse al origen de tal conflicto para hallar el del campo de acción
del psicoanálisis . La formación de la familia es el fenómeno que ha
ce surgir el prob'ema ; es de ahí que nace la moralidad ; e induda
blemente, la primera barrera que se opone al libido es la pro
hibición del incesto. Este simple tabu es la piedra fundamental y
el eje de toda la moralidad: toda la compleja superestructura de
esta institución humana no es más que la proyección de la prime
ra imposición de renunciamiento sexual.
La vedación del incesto, que primitivamente sólo fué exterior ,
inter psíquica, es la causa, el quid novum de la coerción intrapsí
quica, de la «censura», que en un principio reprime la acción , y
después rechaza de la conciencia hasta la sola tentación. Así se
genera el Homo duplex; nace así el dualismo psíquico, la división
y la oposición de las dos hemipersonalidades: la individal y la so
cial ; la primera egoísta e instintiva, la otra moral y conceptual.
Con el trascurso de la edades, la oposición de las dos hemipersona
lidades llega a hacerse en buena parte constitucional, hereditaria,
cuestión de organización.
La moral de cada individuo , según las investigaciones del psi
coanálisis, es el conjunto organizado de las formaciones reacti
vas opuestas al libido y que en el curso de la historia se ha plas
HONORIO F. DELGADO 101

mado por la acción artificial de la civilización, con desrdedro de


las tendencias biológicas del ser . En este sentido es verdadera la
concepción de NietzsCHE - uno de los más ilustres precursores
del psicoanálisis -,que considera «la moral como manifestación
contra Naturaleza ».
El psicoanálisis en esta cuestión de la ética, no sólo nos ilu
mina el estudio de su pasado y su presente, lo que ya es bastante,
sino que tiene gran valor prospectivo; pues su técnica ofrece los
medios de dar al hombre una alta moralidad , ajena a la religiosa,
que tiene por base una fijación de la mentalidad infantil , que si
bien es útil en el estado de bajo nivel cultural, en que el individuo
es inépto para afrontar directamente la acción de la realidad y
emplearla de manera apropiada a sus necesidades, es , al contrario ,
perjudicial para la perfecta adaptación a la realidad - condición
primordial para el progreso superior --en un estado de cultura
como el actual, que nos permite prescindir de las supersticiones
teológicas. La técnica psicoanalítica, en efcto, libra al individuo
de los conflictos interiores que malgastan sus energías vitales y
lo hacen Idesdichado , y , echando un puente entre la conciencia y
la subconsciencia , entre lo actual y lo pasado que vive aún , con
sigue introducir al armonía en la personalidad, favoreciendo con
ello su desarrollo moral y por consiguiente una mayor conformi
dad a las condiciones de la existencia y una mayor suficiencia
en la acción .
El libido , como ya sabemos, puede seguir una marcha progre
siva o regresiva: en el primer caso tenemos la eupsíquis ; en caso de
regresión se produce la neurosis, la psicosis; pero entre ambos es
tados extremos hay infinidad de matices intermediarios, de que
es víctima apreciable parte de la humanidad (seguramente la ma
yor ! ), que se queja de infelicidad, de malestar interior , de no - con
formidad, etc., productos todos de la antinomia endopsíquica .
Ahora bien , el psicoanalista , confesor laico, purificado de toda
gazmoñería y en poseción de una moralidad fundada en valores
positivos - quien puede decir con más derecho que nadie: homo
sum : humani nihil a me alienum puto - el psicoanalista, es el solo
capaz de atacar el mal en su raiz, encausando el libido hacia fines
éticamente superiores, sublimizándolo, según el léxico psicoanali
tico , realiza la redención interior del sujeto y lo pone en las con
diciones más ventajosas para la batalla de la vida .
11. Pasando a la ley , que no es otra cosa que la puesta en
práctica de los principios normativos de la moral , tenemos que
sigue, como es natural , un camino paralelo, en la evolución histó
102 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

rica, al de esta institución social. No nos detendremos en su estudio;


anotemos solamente, de pasada, que la génesis de la ley en mate
ria criminal está en la necesidad de impedir el parricidio, mani
festación del conflicto de Edipo mal reprimido , que es genética
mente el arquetipo del crimen , pues el padre representa la prime
ra autoridad social.
En el estado actual de la evolución social, el criminal es u na
verdadera anomalía reversiva de la psiquis : lo cual ha sido soste
nido, desde el punto de vista morfológico , particularmente por la
escuela de criminalogía italiana.
Los procedimientos que usa el psicoanálisis en el estudio y
tratamiento de los enfermos de la mente tiene sus aplicaciones en
la criminología práctica. Por el método de asociaciones experimen
tales de JUNG, 25 que permite reconocer los complejos de la sub
consciencia del neurópata, aun contra su voluntad , se puede, tam
bién, descubrir en el criminal los complejos relativos a la acción
delictuosa, pues éstos, naturalmente, tienen una fuerte carga emo
cional, y así es posible confirmar o descartar sospechas en presun
tos reos.

El psicoanálisis, no sólo es utilizable para el descubrimiento


del delito y para el estudio del delincuente, sino también para el
conocimiento de los móviles y afinidades subconscientes de los
funcionarios de la justicia , pues éstos en sus fallos y determina
ciones son víctimas, sin saberlo, de su afectividad reprimida: se
abre, aquí , pues , un nuevo campo de aplicación de la disciplina
psicoanalítica .
12 . El arte en sus múltiples formas y efectos, y la psicología
de esteta, son cosas que directamente atañen al psicoanálisis; aun
que no resuelve, por el moemento, en todo su detalle, los numero
sos y asaz variados problemas que ofrece la creación artística, ex
plica, sin embargo, muchas cuestiones que ni siquiera se habían
planteado antes .
El hombre halla belleza en el ritmo de los movimientos y de
los sonidos, porque el ritmo es el epifenómeno necesario e inapar
table del acto sexual principal , del placer erógeno infantil de la
succión , y , remontándonos más, del de la vida intrauterina, es de
cir del período más feliz de la existencia , de absoluta omnipoten
cia, el cual se añora inconscientemente de manera constante y al
cual inconscientemente también se quiere retornar eternamente.
25 Jung, Die psychologische Bedeutung des Associationserperimentes „ Archit
fur Kriminalanthropologies, Vol. 22.
3
HONORIO F. DELGADO 103

La belleza, en el fondo, no es tan pura como se soñaba; tiene un


fuerte sedimento de sensualidad.
Se halla belleza en crear y contemplar figuras e imagenes ,
porque representan el cuerpo humano, cuya visión es una fuente
de placer, rezago de la curiosidad del niño y que conservan en todo
su vigor primitivo ciertos tipos anómalos conocidos en el nombre
de voyeurs. El paisaje, y la escultura que no representa el cuerpo
humano desnudo, es fruto reciente de la civilización .
El arte, es , pues, un producto superior del compromiso entre
las dos actividades rivales de la psiquis: la represión y el libido; y
el artista es el feliz vocero de los instintos , que, por fuerza de la
censura , al expresarlos los ennoblece y dulcifica; con lo cual con
sigue apaciguar, evadiendo la realidad por medio de la ficción , las
concupiscencias de que está lleno el bajo fondo de su espíritu .
«Por medio de la sublimación, dice FREUD , las poderosas excita
ciones de los surtidores sexuales del individuo , son descargadas y
utilizadas en otras esferas, así es que un considerable incremento
de la capacidad psíquica resulta de una predisposición, peligrosa
en sí misma. Esta constituye uno de los manantiales de la activi
dad artística, y , según que la sublimación sea completa o incom
pleta, el análisis del carácter de las personas altamente dotadas,
especialmente de las personas que tienen disposición para el arte,
manifestará una mezcla proporcionada de habilidad productiva,
de perversión y de neurosis ». 26
Toda la competencia técnica del artista consiste en conseguir
el engaño de su hemipersonalidad subconsciente y el engaño de la
de los demás, que es la condición necesaria para que se tome por
realidad lo que no es más que imágenes. «En tanto que realidad
aceptada y realidad en la cual, gracias a la ilusión artística , los
símbolos y las formaciones substitutivas pueden provocar emo
ciones verdaderas, el arte constituye un reino intermediario entre
la realidad incapaz de realizar los deseos y el mundo de la fantasía
que los realiza, un reino en el cual las tendencias de la omnipoten
cia de la humanidad primitiva han quedado, por así decirlo, en
vigor».
Puesto que los mismos deseos ineludibles, las mismas aspira
ciones insaciables, los mismos conflictos secretos, agitan el alma de
los hombres, creadores y admiradores, visionarios y espectadores,
poetas, cantores y lectores, todos, todos con el arte y por el arte,
en virtud de su rico simbolismo, emancipanse momentanea e ilu
26 FREUD , Three Contributions to the Theory of Sex , New York, 1916.
104 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

soriamente, y liberan y alivian las tensiones producidas por las


necesidades.
La manifestación de los deseos personales es tanto más libre
cuanto mayor es el dominio que la materia de arte permite a la
imaginación; en esta virtud , la poesía y la literatura, son las que
más claramente permiten expresar las tendencias de la subcons
ciencia, pues en ellas las trabas de la técnica artística son mínimas
y la realidad a enfrenar en veces no existe: muy al ontarrio en las
artes plásticas, con cuyo ejercicio el esteta ha de encarnar sus sím
bolos en forma material , doblegando su inspiración antes las leyes
de hierro de la realidad exterior: de esta suerte, la mise en scéne de
la consecución del deseo, corresponde a la fórmula intermediaria
entre la realización efectiva en la practica de la vida y del acaba
miento de la quimera inalcanzablede lo irreal.
La poesía , que es el arte imaginativa por excelencia , difiere
del ensueño sólo en el detalle: la ficción en aquélla soporta más
duramente el yugo de la experiencia sensible y tiene que servirse
de la palabra, que es un medio menos plástico que las imágenes
puras ; por lo demás, ambos son productos de la misma actividad
subconsciente, idéntico mecanismo de transmutación de ideas la
tentes reprimidas en símbolos de transacción con la censura. Al
igual que en el proceso onírico , en la poesía la imaginación creado
ra retorna hacia los primeros años de la infancia del individuo y
le hace eliminar o expresar las emociones retenidas desde enton
ces en la subconsciencia, realizando así la satisfacción sublimada
de los primeros deseos. La influencia del genio literario sobre la
sociedad es inapreciable, pues permite la satisfacción ineluctable,
y por consiguiente saludable, de los instintos reprimidos , y lo hace
en nobleciéndolos, purificándolos. « Es, como dice el ilustre 27 profe
sor PRESCOTT, un bien para el individuo y para la especies.
Y no se juzgue que el psicoanálisis , por la circunstancia de
que asimila la psicología del arte a la del ensueño y la neurosis,
considere que en sí la producción artística sea un producto morbo
so. No. Hay que distinguir lo que el ingenioso CHARLES Lamb lla
maba «Sanity of true genius», de ese hibridismo inarmonico de que
antes nos habló FREUD , muy frecuente sobre todo en los poetas y
escritores subalternos, cuya desfachatez con harta frecuencia des
lumbra a los intonsos, que por desgracia son el mayor número . El
poeta bien equilibrado está muy lejos de ser —por lo menos en tan
to que poeta - está muy lejos de ser un neurópata: el genio lite

27 P. C. Prescott, Poetry and Dreams, «Journal of Abnormal Psychology ,


VII , 2, 1912.
HONORIO F. DELGADO 105

rario no siempre involucra taras degenerativas. RANK , queha he


cho un estudio que, tanto por su amplitud como por su profundi
dad , casi deja exhausto el material literario por analizar, dice a
este respecto «que la ejecución del artista .... es marcadamente
diferente de la incapacidad para la ejecución propia del neurópa
ta, que, no obstante la más íntima relación en las condiciones pre
requeridas, no se puede obliterar estas distinciones plenamente vi
sibles .» 28
Con respecto al estudio de la psicología del artista, inmensa
es la contribución del psicoanalisis, que ha puesto, en primer lu
gar, de manifiesto que el artista creador retrata generalmente en
su producción, a veces de manera poco velada, su propia persona
lidad interior, proyectando en personajes ficticios sus más repri
midos complejos. Pongamos un ejemplo:
Existe una obra de arte en que su autor , después de sondear
el abismo de su alma, ha pintado con caracteres prodigiosos e!
conflicto más solemne de la vida del hombre; es la tragedia Edipo
Rey de SOFOCLES, que, es oportuno recordarlo , ARISTOTELES --
que ya reconocía a la poesía su virtud catártica consideraba
como el nec plus ultra del arte antiguo. Es ella, indudablemente,
como resultado de una profunda y precisa visión interior, la ex
presión plástica fiel de un drama real de la vida infantil. Edipo
( la etimología de cuyo nombre implica un símbolo del pene! ) , que
mata a su padre Layo y se casa con su madre Yocasta , es el sím
bolo del impulso iucestuoso del libido al buscar fuera del propio
organismo el objeto de su ímpetu sexual.
Los personajes de esta tragedia encarnan, además, las dos
grandes actitudes del espíritu humano ante el mundo objetivo: el
principio de la realidad y el principio del placer: Edipo, que con
tesón incontrastable investiga la pavorosa verdad de su destino,
con sacrificio dera propia felicidad y de la paz del resto de su vida,
él, representa al primero; Yocasta , que siguiendo la menor resis
tencia, según la fórmula ignoramus, ignorabimus, y limitando su
interés a lo que hay de confortable y grato en la existencia, ella
incorpora el principio del placer.
Y para que no falte la imagen de la reacción máxima de la cen
sura en la riquísima alegoría de la vida subconsciente de Edipo
Rey, su insigne autor hace que el héroe se salte los ojos, acto sím
bólico de la autocastración, que en términos psicológicos significa
el renunciamiento total y definitivo que hace el ego del libido que
le impulsó al incesto.
28 RANK, Das Inzest-Motiv in Dichtung und Sage, Wien , 1912.
106 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

artista no sólo proyecta en su obra los complejos generales


del alma humana, como el caso del trágico de Colono en su pieza
magna, SHAKESPEARE en Hamlet (encarnación de la moderna ma
nera de reaccionar contra el complejo del incesto ), sino que ella,
(la obra del artista) en su entidad psicológica, involucra conflic
tos de la vida íntima de su autor, manifestaciones de su propia
historia, expresiones de su situación personal. Como no podemos
pasar aquí de las ideas generales, nos contentaremos con indicar
un modelo de exégesis de esta índole, y ninguno es más apropiado,
entre los muchos estudios que se han hecho , que el de FREUD SO
bre el egregio pintor de la Gioconda. 29 La labor de este orden , que
constituye crítica de arte verdaderamente científica, ha sido lle
vada a cabo en gran escala, particularmente por los discípulos de
ADLER cuando constituyeron el Verein fur freie Psichoanalitische
Forschung.
13. La filosofía, en tanto que producto mental condicionado
en parte por factores subconscientes, es, como el arte , objeto de
estudio para el psicoanálisis.
Hay que distinguir en la filosofía lo que tiene de lógico, pro
ducto del razonamiento constructivo, experimental, de lo que es
una manifestación irracional de las aspiraciones íntimas, a des
pecho de los desmentidos sensoriales. La filosofía científica, la
única filosofía sostenible hoy en día, es el producto supremo del
proceso primeramente señalado; son dominantemente del domi
nio del otto proceso los sistemas metafísicos, que casi en su to
talidad puede considerárseles de valor solamente desde el punto de
vista de la historia de la filosofía; en los cuales, ocultamente, no
tratan los autores de investigar la verdad, como lo hace la ciencia,
y probablemente creen hacerlo ellos, sino de defender, de salvar
valores míticos subjetivos. En una palabra, en la labor del filósofo
hay que ver no solamente la actividad del principio de la reali
dad, sino también, y principalmente, la intervención del princi
pio del placer.
En los sistemas se revela, a veces, con gran nitidez, actitudes
psicológicas infantiles: si no, reflexiónese sobre la frecuencia de la
concepción antropomórfica del mundo. La supervaluación del yo,
típica de la etapa de omnipotencia, tiene su representante en el
idealismo metafísico : « el solipsismo que niega en absoluto el mun

29 FREUD, Leonardo da Vinci, A psychosexual study of an infantil reminiscek.


ce, New York , 1916 .
HONORIO F. DELGADO 107

do exterior, colocandole en el ego, es el más alto estado de intro


yección ». 30
Buena parte de la actividad intelectual del filósofo se reduce,
pues, a construir y coordinar los materiales que le aporta la inspi
ración subconsciente .
El hombre de ciencia, cuyos conceptos deben ser fruto exclu
sivo de la experiencia, tampoco está libre de la influencia de los
complejos en la elaboración de sus hipótesis; sofistica entonces la
verdad a pesar suyo. Para evitar este grave inconveniente, acon
seja el notable psicoanalista de Budapest, SANDOR FERENCZI, que
«todo aquel que trabaje en la Ciencia se someta previamente a un
psicoanálisis metódicos. 31
El hecho solo de filosofar, en cualquier forma que sea , como
ya lo consideraba el más ilustre filósofo de la antigüedad, PLATON ,
tiene mucho de ejercicio erótico; por lo menos , es un medio de su
blimización del libido, como lo comprueba ampliamente la clínica.
El esfuerzo introspectivo del filósofopsicólogo, puede tam
bién tener por resultado el conocimiento de la realidad interior,
como sucede en NIETZSCHE , y ,más veladamente, en SCHOPENHAUER,
precursores de FREUD Y JUNG: aun en tal caso hay algo de incli
nación erótica, de voluptuosidad en la propia contemplación, en
una palabra, algo de narcisismo.
Por otra parte , el psicoanálisis está más íntimamente ligado
a la filosofía, en tanto que ciencia; pues , si se considera a la psico
logía como una de sus ramas, la nueva disciplina forma parte de
su dominio. La contribución que FREUD y sus discípulos han apor
tado , es inmensa y proficua, como lo ha reconocido Th. Ribot, 32
una de las más altas autoridades de la psicología clásica.
14. La significación del psicoanálisis para la pedagogía, a
parte de la educación sexual , que es de su inmediato dominio, es,
por lo menos desde el punto de vista práctico, mucho mayor que
para cualquiara otra disciplina extramédica. Para que el lector se
forme una idea de la trascendencia de la aplicación del psicoaná
lisis a la educación , citaremos las palabras del pedagogo más expe
rimentado en la materia, y que primero fué adverso a las enseñan
zas de FREUD: « Debo confesar - dice OSKAR PFISTER , profesor
del Seminario de Zurich, a quien aludimos , -debo confesar fran
camente que la labor analítica me ha hecho ganar una profundi
dad en la comprensión de la inteligencia de los pupilos incompara
30 FERENCZI , Philosophie und Psychoanalyse, « Imago , I , 5 , 1912.
31 FERENCZI, Contributions to Psycho- Analysis, Boston, 1916.
32 RIBOT, La logique affective et la Psycho -analyse, «Revue Philosophiques,
XXXIX , 8, 1914 .
108 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

blemente superior a todos los otros métodos juntos, y que he obte


nido del psicoanálisis los mejores consejos en los casos más impor
tantes en la dirección del objeto de la educación que de cualquier
clase de textos, porque los últimos no valúan, por lo menos lo bas
tante, los más pesados determinantes de la vida». 33
Las normas educativas que se derivan de los principios psico
analíticos, rechazan todo procedimiento que anule las tendencias
naturales, por el contrario , el fin que persiguen es aprovechar to
das las energías psicovolitivas del educando, empleándolas de la
manera más provechosa al amplio y armonioso desenvolvimiento
de la personalidad intelectual y moral , «por la libertad y para la
libertadº, según la clásica fórmula del viejo ROUSSEAU . La edu
cación es el proceso por el que se favorece en el espítitu del indivi
duo la atrofia del principio del placer por el desarrollo intensivo y
bien dirigido del sentido de la realidad, que adapta al sujeto al
mundo exterior y a la vida social de su época.
El libido, por la labor del pedoanalista , que evita toda repre
sión brusca - la que sólo hace malgastar energías y preparar inep
titudes y mor bosis para más tarde -- es sublimificado: las tenden
cias inferiores son obligadas a transferir su quantum potencial a
cualidades y hábitos superiores higiénica, moral y socialmente.
Constituye hoy una rama importante del psicoanalisis, el estudio
del carácter, la caracterología, y sus enseñanzas nos iluminan hori
zontes nuevos, que alientan fundado optimismo. La formación
del carácter, que es la cuestión de mayor trascendencia en la vida
del hombre, depende de las primeras oriantaciones , depende de la
amalgama de los componentes sexuales de los primeros años: el
psicoanálisis nos ha revelado este mundo, y como saber es poder
y poder es prever, está en nuestras manos hacer a nuestros hijos
superiores en todo al hombre actual.
15. Saltan a la vista las relaciones que tiene el psicoanálisis
con la biología, pues uno de sus primeros pasos, el decisivo, ha dado
FREUD en pleno terreno biológico; nos referimos al estudio de las
funciones sexuales, que propiamente constituye un capítulo de la
biología general. Además de esto, los descubrimientos de FREUD
han puesto de manifiesto la limitación del valor vital de los instin
tos exclusivamente de autoprotección , ante los del potente servi
dor de la especie.
Por los trabajos de los psicoanalistas se ha venido a confirmar
el concepto de que la ley biogenética fundamental de Haeckel, O
principio de Fritz MULLER, según la cual el desarrollo ontogenéti
33 PFISTER, The Psychoanalytic Method , New York , 1917.
HONORIO F. DELGADO 109

co es la recapitulación sumaria de la evolución filogenésica, es


igualmente valedero para la psiquis: realmente, las diversas etapas
del desenvolvimiento mental del individuo son la repetición de es
tructuras psicológicas ancestrales, de la raza . Ya hemos exami
nado este asunto al tratar de la paleopsicología y psicología étnica .
Se ha querido asimilar las teorías pansexualistas de FREUD a
la hipótesis del plasma germinal de WeisMANN, cuyas ideas hemos
tenido ocasión de refutar. 34 También lo cual viene a ser en el
fondo la misma comparación - se ha relacionado la concepción
del libido a la del élan vital de BERGSON «lo que el psicoanálisis
es al individuo - ha osado decir PAUL SCHRECKER, secuaz de AD
LER , - la filosofía intuitiva de Bergson lo es a la humanidad». 35
Estos son errores, pues ni la teoría del libido (al menos como noso
tros la interpretamos) es finalista, ni la concepción de BERGSON ,
ni la de WEISMANN , pasan de ser una ilusión: el progreso de la vida
no se debe a un impulso interior que lleva adelante, sino que es la
consecuencia de las acciones exteriores que dan lugar a modifica
ciones adaptivas, que efectúa el organismo siguiendo la tendencia
del menor esfuerzo , que es la de la estabilidad, de la invariación,
de la persistencia, como lo hemos dicho en nuestro artículo recién
citado. Asimismo, consideramos , según el axioma de la causali
dad, el libido como el resultado de la suma de la energía de impul
sos no derivados ( deseos no satisfechos ): el principio del placer es
como una cuerda que tira al individuo hacia atrás, tendiendo a un
perpétuo retorno a lo reprimido.
16. Aunque parezca imposible, la economía política puede
beneficiar de los descubrimientos del psicoanálisis. Si la ciencia
económica pura estudia « las relaciones que existen entre los deseos
humanos y entre éstos y los obstáculos que se oponen a su satis
faccións, o si se la considera como «la teoría abstracta de los gustos
humanos, especie de mecánica racional de los deseos» 36, como con
ceptúa la escuela de economistas de Lausana, hoy en boga, es in
discutible la vinculación de esta ciencia con la de FREUD; pero hay
una relación más directa: parece, efectivamente, que el psicoaná
lisis da en el quid ignotum del espíritu capitalístico. 37
El análisis del interés por el dinero a través de la historia del
34 DELGADO, La herencia de los caractere adquiridos, « Revista Universitarias,
X , 1, 1915 .
35 SCHRECKER, Henry Bergsons philosophie der Personlichkeit, Munich, 1912 .
36 A. OSORIO, Theorie mathematique de l'echange, Paris, 1913 .
37 Otro notable economista — el doctor A. W. Shaw - habla de la necesidad
de que el hombre de negocios tenga en cuenta, para la réclame, los deseos no expre
Ados y potenciales: llega a decir: « the subconscious demando - Shaw , Some Problems
in Market Distribution , Cambridge ( U. S. A. ) , 1915) .
110 PSICOANALISIS EXTRAPSIQUIATRICO

individt , ha revelado que en él , no sólo intervienen factores lógi


cos, puramente prácticos, o de apreciación utilitaria, como afirma
el conocimiento vulgar, sino que también entran en juego tenden
cias subconscientes, netamente libidinosas, cuyo punto de partida
se relaciona con el erotismo anal ; resultando entonces el aprecio
por los valores una manifestación sublimada del complejo copro
fílico. Así se nos presenta el hecho paradójico e inaudio de que
la cosa que más estima el hombre se confunde, en su origen ,con la
que más desprecia . Quizás no ignoraban esto los antiguos babilo
nios , que calificaban al oro como «estiercol del infierno»!
El niño es en un comienzo ajeno a todo interés por el dinero,
pero éste se va desarrollando en su espíritu a medida que va per
diendo el interés erótico de la defecación: realízase esta transmu
tación a través de una larga cadena de transferencias simbólicas,
que sería ahora largo especificar. Además, existen pruebas de or
den clínico. La curación de ciertos casos de constipación, por ejem
plo, que efectúa el psicoanálisis, sin más que llevar a la luz de la
conciencia el « complejo dinero», es una prueba de valor. Por otra
parte, es muy sugestiva la circunstancia de que los individuos que
conservan fijado ese componente infantil de la sexualidad, es de
cir , los homosexuales pederastas, ésos' no tienen apego al dinero:
al menos esto afirma un sexólogo experimentado en el asunto: A.
A. BRILD, quien a este propósito dice: «Todos aquellos (pederastas)
que yo conozco , son muy generosos de verdad ». 38
Refiriéndose al interés simbólico del dinero, desde el punto de
vista psicoanalítico, FERENCZI dice así: «Todo sociólogo y econo
mista que examine los hechos sin prejuicios , tiene que contar con
este elemento irracional. Los problemas sociales sólo pueden ser
resueltos descubriendo la psicología real del ser humano: las espe
culaciones acerca de las condiciones económicas solas, nunca al
canzarán el fíns .
17. El panorama que acabamos de contemplar, sin duda,
lleva al espíritu la convicción de que estamos ante una gran reve
lación: FREUD se nos presenta como un Colon sin rival en toda la
historia de la ciencia; es el feliz explorador del mundo de los mis
terios del alma, tierra firme donde hunde sus raíces todo lo que
tiene mayor significación en la vida humana; él ha osado penetrar
de veras en el Temple Enseveli de que habla MAETERLINK.
Con justicia conceptúa el sabio sueco, Poul BJERRE (que al
principio acogió con escepticismo el psicoanálisis) que «FREUD de
38 Brill,Psychanalysis,Its Theories and Practical Applications, 2a. Ed!!
Philadelphia , 1914 .
HONORIO F. DELGADO 111

un golpe ha dado al estudio de la vida del alma tal aliendo y tal


seguridad, que nos ha permitido obtener los cimientos sobre los
cuales se construira para todos los tiempos. 39

No se crea , sin embargo, que la nueva psicología pretende ha


cer tabla rasa de todas las adquisiciones de la ciencia de las funcio
nes mentales, «solamente reclama que sus descubrimientos sean
usados para la integración y corrección de los conocimientos ad
quiridos en cualquiera otra partes . 40
Las objeciones que se han hecho al psicoanálisis son sobre
todo reacciones sentimentales, porque se ha tocado el punto más
débil del hombre, lo más «bajo» de la criatura hecha a imagen de lo
perfecto. No hay que admirarse, pues es ello muy humano: « No
cree el sentimiento ver una paradoja o una blasfemia cada vez que
se le muestra la historla exacta de un origen ? » Mas, tratándose de
cuestiones científicas, los reclamos del sentimiento no tienen carta
de ciudadanía: es el caso en que la neutralidad moral es forzosa:
en las investigaciones de las ciencias naturales no tiene cabida el
punto de vista ético . Por lo demás, los que más moral exigen en es
ta materia son, tal vez, los que menos la observan en su conducta.
No hay que aceptar tampoco con horror los descubrimientos
del psicoanálisis. Algunos de nuestros lectores - aquellos que tran
sigen , aquellos con quienes no reza lo de veritas odium parit - con
vencidos de la realidad de los asertos de la nueva enseñanza , me
drosos, probablemente se repetirán la frase ya célebre de Remy
DE GOURMONT: « Ce qu'il y a de terrible, quand on cherche la verité,
c'est qu'on la trouves : a ellos les recoinendamos sometan su inteli
gencia al psicoanálisis, que al fin les hará exclamar, con MARCO
AURELIO: « busco la verdad, que jamás ha hecho mal a nadie; y
si experimenta un mal el que permanece en su error y en su ignoran
cias!

HONORIO F. DELGADO
Jefe de Clinica de la Facultad de Medicina

39 BJERRE, The History and Practice of Psychanalysis, Boston, 1916.


40 FREUD , The History of the Psychoanalytic Movement, New York, 1916.
Noticia de Libros

JULIO C. Tello, El uso de las cabezas humanas artificialmente mo


mificadas y su representación en el antiguo arte peruano . - Un
folleto de 60 páginas con 11 láminas y 37 grabados. Casa edi
tora de Ernesto R. Villarán, Lima, 1918.
En varios de los pueblos aborígenas de la América austral, fué
y es costumbre estimar y usar diversas partes del organismo huma
no como objetos de culto fetiquista, de seguridad personal supers
ticiosa, de símbolos de triunfo bélico o de decoración artística,
cuando no de simple alimento o medicina. Las más usadas son los
huesos, los dientes y la piel, entre las piezas histológicas; y los de
dos, los brazos, los pies y sobre todo la cabeza, entre las piezas ana
tómicas .
El uso de las cabezas momificadas, según una técnica espe
cial, ofrece un gran interés, pues es peculiar de las tribus Mundu
rucús y Jivaros, de la hoya amazónica, conservarlas como trofeos
de guerra y también - particularidad psicológica digna de aten
ciòn — como objeto de cariñoso culto. Los Mundurucủs momifican
la cabeza toda, en tanto que los Jivaros la despojan cuidadosa
mente de toda su armazón ó sea , procurando siempre se conserven
los rasgos característicos del semblante de la persona, aunque en
dimensiones reducidas. Según varias informaciones, los Mundu
rucús momifican tanto las cabezas de los enemigos victimados por
ellos, cuanto las de los deudos queridos; siendo tenidas por sagra
das sólo durante el período de cuatro años; al terminar los cuales,
después de una fiesta especial, son enterradas o abandonadas. Lo
dicho se refiere a las tribus salvajes hoy existentes: Las enseñan
zas de ahí sacadas sirven al autor de base, de hilo conductor para
sus bien fundadas interpretaciones en el terreno escabroso de la
arqueología», que es el de la parte cardinal del trabajo .
Los pueblos del Perú, precolombino, que por la diferenciada
culminación de su cultura, pueden distinguirse en Incas, Collas,
Chimús y Nascas, usaron todos de momificar y estimar las cabezas
humanas. Hay documentos históricos que prueban que las cabezas
trofeos eran acostumbradas entre los Incas. En el Tiahuanaco ,
el cementerio - ese «gran archivo» que «encierra los más legítimos
y auténticos documentos de la historias - así como las ruinas, ofre
ce restos de la industria humana que permiten asegurar la exis
tencia de la misma costumbre entre los Collas. La cultura Chimú ,
por lo avanzado de su civilización, y por el alto grado de desarrollo
que ahí alcanzaron las artes plásticas, ofrece abundante material
probatorio del favor de que en ella gozaron las cabezas momifi
NOTICIA DE LIBROS 113

cadas. Se halla representada como símbolo constante en manos


de sus personajes, animales o humanos. Las cabezas monfficadas
entre los Chimús, eran motivo de culto ferviente, pues, lo mismo
que sus copias, las consideraban depositarias de todas las virtu
des que animaron a los seres a quienes pertenecieron o de quienes
fueron retrato; y parece que esta representación mágica era valo
rizada en proporción con el parecido de los rasgos fisonómicos.
La rica cultura de los Nascas, que ha sido preferentemente estu
diada por el Dr. Tello, es la que ofrece más abundante y variado
contingente arqueológico confirmatorio de la misma tesis: Hay
cabezas naturales momificadas del tipo Mundurucú, y hay datos
históricos referentes al uso de las del tipo Jivaro, y sobre todo hay
gran copia de sus representaciones pictóricas: Aquí, en esta cultu
ra , la cabeza momificada es más que un símbolo banal: es la ima
gen matriz, es el verdadero eje de la motivación estética de esos
pueblos. «Las cabezas momificadas descubiertas en los cementerios
precolombinos de Nasca - dice nuestro sabio-tienen, pues, una
importancia especialísima en la etnología peruana; considerada la
cabeza como un fetiche o revestida de atributos o poderes miste
riosos o mágicos, influyó marcadamente en la vida intelectual y
afectiva del hombre pre-histórico; por esto ella fué representada
intensa y profusamente en las más excelentes manifestaciones de
su arte, y constituyó por sí sola, como se verá en seguida, la base
física del desenvolvimiento de un motivo ornamental vigoroso ,
puesto que estuvo sujeta en su carrera evolutiva al poderoso im
pulso de la religión, que en el Perú, como en todo el mundo, ha sido
siempre el más importante factor en el desenvolvimiento del arte».
En el arte de Nasca está representada tanto la cabeza de
tipo Mundurucú, como la del tipo Jivaro . Las representaciones
del primer tipo son realistas, simbólicas y ornamentales: Las pri
meras se caracterizan por que lo que ha servido de incentivo al
artista es, no conservar el parecido con algún individuo, como
pasa en el Chimú, sino ostentar la gala de los colores; por eso la
forma es descuidada casi por completo. Como representación sim
bólica , «la cabeza momificada es compañera inseparablede los dio
ses de Nasca, así como de la mayoría de las divinidades del panteón
aborigen del Perú». Como el dios Titi Wiracocha representado en
las ruinas de Tiahuanaco , el dios Jaguar casi siempre está repre
sentado con una o varias cabezas en las manos: En los infinitos
modelos de imágenes de esta divinidad, muchos en extremo con
vencionalizados, se ven cabezas unidas a sus apéndices naturales
y a las diversas piezas de sus vestiduras. Como dibujo de adorno,
la cabeza momificada tiene una ingente representación en la alfa
rería y en las telas de Nasca, donde se la encuentra tanto en posi
aunque
ción frontal como de perfil. La cabeza de tipo Jivaro , quente
no se ha encontrado en natural, es también de uso frecue en el
arte de Nasca, y su representación es infinitamente variada, desde
la cuasi-copia hasta el tipo geométrico extremo; habiendo evolu
cionado por modificación, por imcremento, por atrofia o por des
plazamiento de sus particulares elementos. La disposición de va
rias cabecitas en torno de una máscara, sugiere al utor el aserto
114 NOTICIA DE LIBROS

de que elcélebre disco de oro que, con MARKHAM, es unánimemente


considerado como calendario incásico, no implica sino una másca
ra de jaguar rodeada de cabecitas imperfectamente gravadas, y
no el sol rodeado de los signos del zodíaco .
La cabeza momificada, que probablemente en un principio
no tuvo más significado que el de un simple trofeo, ha sido en las
civilizaciones del Perú precolombino fuente fecunda de la activi
dad mental de sus pueblos, habiendo determinado muchas de las
características de su vida religiosa , de su estructura estética y de
su actividad práctica. La generalidad de su uso hace pensar que
su origen se remonta a unaedad en que aún no se habían; segrega
do los diversos pueblos en que él se presenta.

WALDEMAR DE ALMEIDA, O diagnostico, as remisoes e o tratamen


to dos dementes precoces. Folleto de 72 paginas. Typ. e Enc.
do Hospital Nacional de Alienados, Río de Janeiro , 1918.

Este interesante tema de la demencia precoz, que ha aborda


do el doctor ALMEIDA, tiene una rica y buena literatura en el Bra
sil : Moreira y Austregesilo, Peixoto y Fontes, Carneiro y Moura
Brito y otros más han tratado tan inagotable argumento psiquia
trico y, precisa convenir en ello, lo han hecho con brillo y con
acierto.
El autor inicia su trabajo haciendo la presentación de la de
mencia precoz y sintetizandó, rapidamente, las opiniones de de
votos y adversarios de la creación kraepeliana. Y , hecho un rapido
recorrido de la obra llevada a cabo, plantea las cuestiones por re
solver, los puntos por estudiar y las dudas por desvanecer, en to
dos los dominios nosográficos de la dementia praecox.
El autor termina su trabajo planteando el problema practico
de la demencia precoz: hace un generoso llamamiento a los alie
nistas, instándoles al más prolijo estudio de los dementes precoces
e invitándoles a no abandonarles a sus ideas delirantes, guiados
por alguna concepción etiopatogénica pesimista. Cree que los de
mentes precoces deben ser instalados en nuestras colonias agríco
las, para recibir en ella los innumerables beneficios de la vida «au
grand air » y los nunca bastante elogiados de la reeducación por el
trabajo, de la « vuelta a la razón por el trabajo», que constituye
toda una valiosa orientación terapéutica.

MARIANO ALURRALDE, Diagnóstico topográfico de los tumores cere


brales. Tirada aparte de la «Revista de la Asociación Médica
Argentina », Buenos Aires , 1918.

El Dr. ALURRALDE, de Buenos Aires, hace un estudio sintético


de las dificultades que se oponen al diagnóstico topográfico de los
tumores cerebrales y señala los factores de su indeterminación.
Estos factores pueden resumirse en siete casos
10, No hay signo focal alguno, por desarrollo del tumor en una
NOTICIA DE LIBROS 115

zona «muda o silenciosa del cerebro» (centro oval, frontal anterior


y superior, cuerpo calloso, sustancia blanca de los hemisferios ce
rebrales ).En este caso el diagnóstico se hace sólo por los signos de
compresión, sin determinar la ubicación del tumor. 2°, Hay signos
focales secundarios; estos aparecen por extensión del neoplama ya
a la corteza ya a las cavidades ependimarias. 30, Los signos foca
les secundarios son debidos únicamente a la compresión de zonas
vecinas reaccionales. 40, Los signos focales primitivamente netos
han sido enmascarados por los signos de compresión general, por
hipertensión craneana, consecuencia del desarrollo rápido del tu
mor . 50, La síntomatología no corresponde a una localización fo
cal, como lo hacen sospechar la fisiología experimental y clínica.
69, Los signos focales son al principio netos, durante la marcha del
proceso neoplásico se añaden síntomas secundarios que confirman
el diagnóstico topográfico. 70, El tumor por su localización debiera
dar signos focales precisos, pero debido al desarrollo lento del
neoplasma y a su consistencia blanda su diagnóstico es casi impo
sible .
El A. ofrece dos observaciones clínicas interesantes en
las cuales hace resaltar la dificultad del diagnóstico topográfico;
una de ellas , por haberse enmascarado los signos focales primiti
vos cerebelosos, que una anamnesia prolija pudo hacer sospechar
primero, y confirmar a la autopsia después; y, la otra, a causa del
desarrollo lento de un glioma que se extendía desde la médula cer
vical hasta el triangulo superior del cuarto ventrículo.
Por último , el autor hace el estudio de los diversos síndromes
en relación con la topografía de las regiones encefálicas, y termina
su trabajo con las siguientes conclusiones:
19, «Presumida la existencia de una neoformación intracra
neana, el deber del clínico es agotar todos los medios de examen
parallegar a una localización topográfica lo más precoz posibles.
20, «El tratamiento específico debe ser tentado siempre,
antes de una intervencións.
30, «Hecho el diagnóstico topográfico, la intervención qui
rúrgica es lo único que puede salvar al enfermo, a menos que el tu
mor se juzgue inoperable por su naturaleza o por su asientos.
Revista de Revistas

American Journal of Psychology, Julio 1918, 1. PAUL THO


MAS YOUNG , « An experimental Study of Mixed Feelings» (Estudio
experimental de los sentimientos mixtos ).-- El problema es saber
si simultáneamente pueden ser experimentados los sentimientos
de placer y desplacer . El análisis de las pruebas experimentales
permite al autor contestar negativamente: los sentimientos opues
tos no son sentidos al mismo tiempo. La creencia en los sentimien
tos mixtos-estado psíquico que no es frecuente - nace de un error
que consiste en tomar por sentimiento lo que sólo es una idea co.
rrespondiente al sentimiento, es decir, su significado intelectual.
En la vida mental normal , las experiencias subjetivas que semejan
la mezcla de sentimientos son : los estados en que alternan rápi
da y sucesivamente el placer y el desplacer, las dudas afectivas, la
interrupción corta de una disposición de ánimo que se consideraba
como permanente, y el estado psíquico en que, teniendo concien
cia del significado placentero de un objeto, se experiementa coe
táneamente el sentimiento opuesto, o viceversa.– 2. HENRY JONES
MULFORD , « The Human Mind: A Suggestion as to the Constitution
of Normal, Subnormal and Supernormal Mind» (La mentalidad
humana: Una sugestión acerca de la constitución de las mentali
dades normal, subnormal y supernormal).- La inteligencia hu
mana, como su substracto orgánico, el cerebro, no es más que
una estructura animal sublimada a lo largo de las edades. En su
origen, la actividad psíquica tiene por unidad el reflejo, que im
plica un acto inmediato, limitado e inflexible; en tanto que cuando
alcanza su más alto desarrollo, la reacción psíquica elemental es
el pensamiento, proceso tardío, plástico y flexible. El cerebro del
animal es motor, no puede reaccionar a los estímulos externos de
otro modo que por movimientos, ya que no posee ni lenguaje ni
memoria consciente. Cuando ésta es posible gracias a la repetición,
en proporción abrumadora, de estímulos queno llegan a traducirse
en actividad motora, y que dejan impresiones durables, entonces
comienza la etapa más interesante de la evolución mental, cuya
culminación es la inteligencia humana. Las especies precursoras
de la huam na fueron de seres cuya actividad mental se reducía
al trueco inmediato y pasivo de la excitación sensorial en respues
ta muscular. A consecuencia de las crecientes dificultades opuestas
por el medio , se hizo condición de vida para el animal prehumano
el uso de sus extremidades superiores, después el predominio de la
derecha, y, más tarde, por los nuevos usos de estos mismos ór4
ganos, nació el pensamiento : factores que han encarnado, al mis
REVISTA DE REVISTAS 117

mo tiempo que la inmediata persistencia individual, el progreso


psicobiologico del filum. Es, sin duda, el miedo el factor que ha ge
nerado el pensamiento en las condiciones de vida del hombre pri
mitivo, « el temor lo asedia por todos los costados». El hombre tiene
que pensar para salir triunfante en la incesante lucha contra el
medio ; la sola acción refleja es deficiente en tan peligrosas y varia
das circunstancias. «La asociación de ideas provocada por el medio
crea la reacción pensada». Los resultados de la anatomía compara
da del cerebro y de la fisiologia experimental, concuerdan con esto :
por ejemplo, los centros motores voluntarios, derivados funcio
nalmente de los centros motores reflejos, se hallan superpuestos
a estos . La existencia de diversos centros da lugar a conflictos
en su funcionamiento; conflictos en que por regla general los cen
tros de más reciente formación son los que salen perdiendo, pues
forzosamente no son los más poderosos:« El pensamiento que se ha
desarrollado por medio del reflejo permanece solamente como pen
samiento reflejos, como expresión de la experiencia del pasado.
El pensamiento más emancipado de la influencia de los centros
inferiores, se caracteriza por significar una respuesta consciente
mente dirigida: tiene lugar cuando la parte más humana del cere
bro gobierna a la parte bestial del mismo: el presente al pasado.
Tres equilibrios son, pues, posibles en la mentalidad : a) el presente
contrabalancea al pasado; b) el pasado domina al presente; y c) el
presente es el poder dominante; de aquí los tres tipos de mentali
dad: normal, subnormal y supernormal. En el desarrollo ontogé
nico del hombre, el progreso psíquico tiene dos grandes períodos:
el antenatal y el postnatal; el primero corresponde filogenética
mente a la evolución puramente animal, cuya duración probable
es de un millón de años; el segundo corresponde al período de hu
manización cerebral, que ha debido durar muchos milenios. Si el
desarrollo individual se retarda, tendremos, pues, un hombre de
mentalidad anacrónica, incapaz, por consiguiente, de una adap
tación perfecta a las condiciones actuales: tal es el sub normal, en
él «el pasado es inflexible y no puede avanzar más allá de sus pro
pios limites»; por ello el esfuerzo para su mejoramiento -- forzo
samente restringido - ha de encaminarse en el sentido de acelerar
el desarrollo, dentro de lo posible, siguiendo en la educación un
orden cronológico en armonía con el de las adquisiciones filéticas.
Si la evolución mental del individuo se efectúa en forma tal que
la estimulación actual sustituye gradualmente, en el dominio de
las reacciones, a la actividad primaria, tendrá lugar entonces la
formación de una mentalidad normal, por ende, educable en al
to grado, puesto que «el presente es flexible y puede ser modela
dos. Si, por último, el desarrollo mental del sujeto se acelera,
alcanzando la inteligencia una madurez prematura, lo que im
plica que « el presente devora al futuro », tendremos el caso de
mentalidad supernormal; en su educación debe tener se por objeti
vo, no explotar la hiperflexibilidad del futuro, sino hacer lento el
desarrollo para que sea estable y sólido, pues, de otro modo, el peli
gro de la ruptura del equilibrio, de la destrucción de la higidez, es
Inminente .
118 REVISTA DE REVISTAS

Anales de la Facultad de Medicina, julio -agosto 1918 : HONO


RIO F. DELGADO, «El Psicoanálisis. Capítulo II: Etiopatogenia de
las neurosis y de las psicosis funcionales».- El autor, que es el
primer médico de habla castellana que ha reconocido al Psicoa
nálisis la importancia que tiene, en esta parte de su trabajo presen
ta el mecanismo del origen y del proceso que la práctica clínica de
la nueva disciplina ha permitido descubrir en las neurosis actua
les ( neurosis de ansiedad [ Freud ) y neurastenia), en las psico
neurosis de defensa (histeria y neurosis conpulsivas: obsesiones,
fobias, dudas), en la epilepsia , y en las psicosis cuya causalidad im
plica proceso funcional , por lo menos en su inicio, a saber: esqui
zofrenia, paranoia, psicosis maniacodepresiva y psicosis aluci
natoria.

Crónica Médica, julio 1918 : Luis D. ESPEJO, « Algunas con


sideraciones sobre tartamudez».- El autor hace algunas considera
ciones sobre tartamudez con motivo de cuatro observaciones per
sonales. La tartamudez es un trastorno de la palabra de orden mo
tor, caracterizado por una incoordinación funcional o discinesia de
los músculos de los aparatos respiratorio, fonador y articulador. El
trastorno principal sería respiratorio y localizado al músculo dia
fragma. Las formas clínicas de la tartamudez pueden revestir tres
tipos, aceptados por CHERVIN : tipo inspiratorio, tipo expiratorio
y tipo mixto , atendiendo al tiempo del ritmo respiratorio durante
el cual tiene lugar el trastorno discinésico . El A. hace algunas
consideraciones sobre la tartamudez histérica, y establece con Gui
LLAIN, el diagnóstico diferencial con la forma ordinaria, basado
en la ausencia de trastornos respiratorios y de intermitencia y en la
edad de la aparición de la enfermedad en la primera. Respecto a
la tartamudez epiléptica, el A. la considera ya como un verdadero
« aura ), ya como un equivalente epiléptico. La tartamudez se desa
rrolla y evoluciona sobre un terreno neuropático y tiene como
factor etiológico importante la emoción. La terapéutca consiste
en la reeducación de los movimientos respiratorios, particularmen
te de la respiración diafragmática y en la sugestión ejercida por
el médico. Se ha obtenido felices resultados en la guerra actual,
con estos procedimientos.

Journal of Applied Psychology, junio 1918 : 1. R. M. OG


DEN , « The Training Course for Psychological Examiners at Cornell
Universy» (Cursos para la preparación de peritos psicólogos en la
Universidad de Cornell). -- En el departamento de Psicología y
Educación de la Universidad de Cornell, se dictan tres cursos de
Psicología para preparar técnicos que se encarguen de realizar la
práctica de los tests mentales en la selección del personal para el
ejército ; estos cursos son: Psicologia elemental, Psicología experi
mental (curso de laboratorio) y Psicología de la educación. El au
tor vitupera la opinión de que, en vista de la gran necesidad de psic
cólogos, se aligere los estudios teóricos de psicología, para abreviar
REVISTA DE REVISTAS 119

el aprendizaje y tener un personal más numeroso . La experiencia


cita casos concretos- ha evidenciado que no es posible nacer un
buen técnico si no se le adoctrina suficientemente, familiarizándole
ampliamente con los métodos y principios científicos. La profe
sión de psicólogo , que durante la guerra presta tan valiosos ser
vicios, tanto para la selección de los soldados, como para la reedu
cación de los inválidos de la mente y las víctimas de shock, está lla
mada a tener el más grande desarrollo en tiempo de paz: « Los psi
cólogos son cada vez más necesarios en los campos de la educación,
del comercio y de la industria . El feliz éxito del psicólogo en las
filas del ejército se acrecentará inmensamente con el prestigio que
alcance con sus prosecuciones en tiempo de paz. Las legislaturas
se ocuopan ya de decretar leyes que requieren el examen mental de
los niños de las escuelas y de todos los pupilos del estado, el cual
implica subsecuente segregación y especial educación para los de
ficientes y delincuentes». El puesto del psicólogo en las institucio
nes para insanos, para atrasados de inteligencia, para criminales,
para ciegos, sordos y mudos es unánimemente reconocido de impor
tancia fundamental: apenas se concibe una institución de tal in
dole en la que los psicólogos no estén en primera fila. En general ,
es el «estado extraacadémico del psicólogo de gran significación
para la felicidad de nuestra vida común». Lo que conviene es que
los sólidamente preparados sean quienes desempeñen tan múltiples e
importantes servicios sociales.- 2. RUDOLF PINTNER and HERBERT
A. Toops, «A Drawing Completion Test» (Test de acabamiento de
dibujos).- A pesar de la gran utilidad y eficacia de los tests de com
pletamiento de una idea aplicados al lenguaje, hay casos de medi
da de la inteligencia en que no son aplicables, como sucede cuando
se trata de individuos sordos, o de los que hablan en idioma extran
jero, o, más corrientemente, de los que tienen un léxico pobre y
torcido por causas dependientes de su medio; en estos casos tie
ne su aplicación feliz el test de acabamiento de dibujos. Consiste
en presentar una serie seleccionada de dibujos incompletos, de
tal naturaleza que no sea necesario ningún conocimiento técnico
especial, para que el sujeto sometido a la prueba llene los vacíos
dejados, hecho que encarna la realización de una idea. Los auto
res proponen un modelo original compuesto de veinticinco figu
ras apropiadamente ordenadas. La práctica enseña que los resul
tados obtenidos con estos tests concuerdan con los obtenidos por
los demás métodos de valorización de la capacidad intelectual; lo
cua, demuestra que ponen en juego las mismas actividades menta
les que los tests que utilizan el lenguaje. Con respecto a la diferen
ciación métrica de la inteligencia, el test de acabamiento de di
bujos es de valor hasta para el tipo correspondiente al niño nor
mal de doce años.

Journal of Philosophy, Psychology and Scientific Methods,


agosto 15, 1918 : B. H. BODE, «Consciousness as Behavior (La con
aciencia como comportamiento). —En este artículo, que es de po
lémica, el autor sostiene el concepto epifenoménico de la concien
120 REVISTA DE REVISTAS

cia. Con el auxilio del clásico ejemplo de la amante automática ,


imaginado por W. JAMES, llega a la conclusión de que por la con
ducta, es decir, todas las manifestaciones tangibles, de la tal aman
te sin espíritu , y la de una amante dotada de conciencia , no se po
dría establecer diferencia alguna entre ambas, pues en las dos vel
mecanicismo llega a ser la última palabra de la explicación, y el
misterio del eterno femenino adquiere el mismo carácter que el
misterio de las matemáticas superiores». La conducta deliberada,
intencional, debe considerarse objeto tan digno de consideración
y de explicación, como lo son los fenómenos relativos a la gravedad,
al magnetismo, a la acción refleja o al instinto. Sus hechos, deben
ser, pues, estudiados como se hace en psicología comparada; sin
pretender tampoco, por más que sea evidente que «la concepción
tradicional de la conciencia haya probado en varias ocasiones su
egregia ineptitud», sin pretender, dice, que la neurología y la bio
química agotan los aspectos del material de estudio.Ante todo, es
menester estudiar la conducta consciente en tanto que conducta
consciente.

Journal of Race Development, abril 1918 : JOHN DEWEY,


Internal Social Reorganization after the War» (La reorganización
social inserna posterior a la guerra). -El autor, aunque considera
algo exagerado el concepto vertido por los miembros del comité
del partido del trabajo de Inglaterra - concepto que concuerda
con la opinión de diversos pensadores -de que la guerra actual,
tanto como las vidas de los combatientes, está consumiendo las
bases del orden social existente cuando ella se iniciara, piensa que
hay síntomas ciertos de que la civilización «mecanica » en que vivi
mos ha de sufrir hondas transformaciones, en las que se traduci
rá de manera efectiva la fecunda experiencia ganada con las du
ras lecciones de la emergencia actual. En la nueva organización
social deberá tratarse de remediar el grave vicio de no « utilizar la
energía física, intelectual y moral de los miembros que desean pres
tar alguna clase de servicios, la producción de alguna clase de co
modidad útil y deseada» . Esto , que encarna el problema del tra
bajo en general , no tiene una importancia puramente económica,
sino que atañe directamente a los valores morales y del carácter.
En las cuestiones de salarios y de falta de trabajo, hay que ver algo
más importante que sólo la pobreza y el sufrimiento, hay que ver
«la viciación general, el deterioro general de la escala de la vida de
una gran parte de la población». A ello contribuye también la insu
ficiencia de la educación y del cuidado del hombre en la época de
su formación. (Y que en los E.E. U.U. la organización de la ins
trucción y del cuidado del naciente ciudadano está tan avanzada !)
Otra esfera que clama reforma, es la de la producción y de la distri
bución. Se ha avanzado mucho en materia de eficiencia, pero pro
porcionalmente a las ventajas que nos ofrecen las conquistas de
la ciencia, poco superamos en eso a nuestros antepasados: no apro
vechamos en toda su amplitud los poderes conquistados a la natu
raleza, y mucho menos la eficiencia de lospoderes humanos .No
REVISTA DE REVISTAS 121

está el secreto del progreso en atender solamente a la ecorymía de


la energía cósmica , sino en saber usar de la energía humana. Esto ,
en el fondo, implica un problema psicológico: « bajo el sistema ac
tual , las inteligencias, los corazones, los pensamientos, los intere
ses de ios hombres no estan empeñados en el trabajo que realizan
y por consigiente hay una enorme, incalculable pérdida de eficien
cia». El gran secreto para el progreso de la humanidad y para el
bienestar del individuo, está en dar a cada uno la ocupación que
armoniza con sus aptitudes y aficiones . En el estado social presen
te, se deja esteril una proporción inmensa de capacidad, de talen
to, de preparación intelectual y aun técnica. La reorganización
que se impone después de la guerra, naturalmente que no se efec
tuará de suyo: habrá, tal vez ,un período de transición , de tanteos,
de agitaciones, de intranquilidades. Conviene trazar de antemano
un programa inteligente y plástico para la determinación de la
nueva estructura interna de la sociedad: su realización no es una
utopía, pues, precisamente, la lección más fecunda y trascenden
tal de esta guerra es que los hombres pueden manejar y modelar
los fenómenos y las instituciones humanas . Esperar que el progre
so se realice por el proceso de evolución espontánea: eso sí es alea
torio y acaso utópico. De todos modos , el resultado no puede ser
inmediato; pues atacar los vicios sociales señalados, implica curar
enfermedades crónicas. El programa que, quebrantando «la auto
cracia económica e industrial», provea a los fines de una mejor
subsistencia física, moral, intelectual y estética, ha de inspirarse
en estos principios: « lº, Asegurar para todos una ocupación o em
pleo constante; 2º, Alzar y mantener en un nivel más elevado, ba
jo los auspicios del estado y de las municipalidades, el tipo medio
o modelo de vida; y , 39, La continua , firme y aun si tardía promo
ción de la democracia industrial , self- government industrial, en las
varias líneas principales de la actividad económica de la sociedad..
Pedagogical Seminary, junio 1918 : 1. Helen M. DOWNEY,
« Old and Young Teachers» (Profesores ancianos y profesoresjóvenes).
Como resultado general de una encuesta promovida por Prof. Dr.
G. Stanley Hall, sobre las características más importantes de los
profesores de todas las categorías, desde los de kindergarten hasta
los de Universidad, de los extremos de la edad, se ha sacado en
limpio una conclusión de importancia pedagógica , a saber, que los
maestros ancianos frecuentemente son más metódicos, más pro
fundamente informados, más definidamente orientados que los
jóvenes, pero también, menos plasticos, con menos aptitudes.
De suerte que el desideratum son los maestros de edad que, al mis
mo tiempo que han enriquecido su capital de experiencia y de cono
cimientos, han conservado las aptitudes: estos son siempre jóvenes
por el espíritu, es decir, verdaderamente jóvenes. — 2. PING LING,
School Children and Food Production » ( La escuela y la producción
de materias alimenticias).- Tan importante como la fabricación
de municiones y el adiestramiento de soldados, es el problema de
la provisión de alimentos. Para incrementar ésta, sería, sin duda, de
ao poco valor la labor de organizar y desenvolver la agricultura en
Tas escuelas; la cual sería, no sólo un bien material inmediato para
122 REVISTA DE REVISTAS

la nación, sino también un progreso fecundo en materia de educa


ción pública. La idea no es nueva, pero ha sido necesaria la guerra
para que se plantee su realización práctica. La agricolización de la
escuela cambiaría radicalmente sus actuales condiciones de vida.
Es una innovación cuyo valor sobrepasa el de un expediente tran
sitorio para salvar las condiciones anómalas creadas por la guerra:
implica un medio de educación que debe seguirse en tiempo de
paz. Lo que sí debe ser una medida de guerra, es privar a los niños
de la instrucción para dedicarlos exclusivamente a las tareas del
campo. Termina el autor su artículo - cuya significación es la de
la indicación de una reforma de aplicación, no sólo local y actual,
sino general y universal - termina repetiendo las frases que hoy
están en boca de todos los ingleses patriotas y juiciosos: « The child
is the nation's greatest treasure. Wehave no right to handicap these
children because of the State's necesities of the moment» ( El niño es el
tesoro más apreciable de la nación. No tenemos derecho de obsta
culizar a estos niños a causa de las necesidades momentáneas del
estado).- 3. RUDOLF PINTNER, « Aesthetic Apreciation of Pictures
by Children » (Apreciación estética de las pinturas (cuadros ) por
los niños ).-La estadística del estudio experimental llevado a ca
bo por el autor, indica una conformidad entre el modo precoz de
juzgar las pinturas por los niños y el del término medio convencio
nal. «Hay indicaciones de que esta conformidad se ha desarrollado
gradualmente, y que, para los cuadros del tipo con el cual han te
nido lugar estos experimentos, se ha presentado justamente en la
mayoría de los niños a la edad de siete años , y ha alcanzado su
completo desarrollo en la mayoría de los niños de diez ».
Publicaciones recibidas

De las revistas de medicina general,


sólo consignamos aquellos artículos que
se relacionan con la Psiquiatria o COD
las disciplinas a ella anexas.

THE JOURNAL OF RACE DEVELOPMENT, Vol. 8, No. 4, abril


1918 :John Dewey, Internal Social Reorganization afer the War;
Masujiro Honda, The 'Far Eastern Diplomacy and America ; Fre
derick Wells Willians, The Mid -Victorian Attitud of Foreigners
in China;George Trumbull Ladd, The Development of Korea in most
Recent Times; George W. Ellis, The Negro and the War For De
mocracy; David S. Spencer, Some Thoughts on the Political Deve
lopment of the Japanese People; F. H. Hankins, Is a Permanent
Peace Possible?; George H. Blakeslee, Will Democracy Alone ma
ke the World Safe?.

THE JOURNAL OF APPLIED PSYCHOLOGY, Vol II, No. 2, junio


1918: Harold E. Burtt, The Perception of Slight Changes of Equi
librium , with Especial Reference to Problems of Aviation; Henry
Goldmann, The Appliedd Psychology of Hugo Münsterberg; Ed
ward K. Strong, Jr., Work of the Committee on Classification of
Personnel in the Army; Charles R. Sturdevant, Training Coure of
the American Steel and Wire Company; Elsie Oschrin, Vocational
Test for Retail Saleswomen ; Eleanor Rowland Wembridge and
Edgar R. Means, Obscurities in Voting upon measures Due to Dou
ble -Negative; Rudolph Pintner and Herbert A. Toops, A Drawing
Completion Test; Communications Regarding « A Plan for the Tech
nical Training of Consulting Psychologistsi; R. M. Ogden , The
Training Course for Psychological Examiners at Cornell University.
THE PEDAGOGICAL SEMINARY , Vol XXV, No. 2, junio 1918:
Helen M. Downey, Old and young Teachers; Margaret Norse Nice,
Ambidexterity and Delayed Epeech Development; Ping Ling,
School Children and Food Production; Pin Ling, The Public School
and Food Conservation; Thomas A. Storey, The Preparation of
the Teacher of Physical Training; Rudolf Pintner , Aesthetic Appre
ciation of Pictures by Children; Louis' N. Wilson, Clark Library
War Collection .

THE AMERICAN JOURNAL OF PSYCHOLOGY, Vol. 29, NO. 3, ju


lio 1918: Paul Thomas Young, An Experimental Study of mixed
Feelings; Henry Jones Mulford, The Human Mind; Margaret Otis,
Aesthelic Unity. An Investigation into the Condictions that Fa
124 PUBLICACIONES RECIBIDAS

vor the Apperception of a Manifold as a Unit ; Garry C. Myers, So


me Variabilities and Correlations in Learning; Margaret Montagne,
M. M. Reynolds and M. F. Washbrun , A Fusther Study of Fres
hmen; Margaret E. Cobb, Margaret Kincaid and M.F. Washburn,
Further Tests of the Verbal Ability of Poor Spellers ; Judith Ca
ttell, Josephine Glascock and M. F Washburn , Exeriments on a
Possible Test of Aesthetic judgment of Pictures; Minor Studies
from the Psychologycal Laboratory of Cornell University: Comu
nicated by E. B. Titchener and H. P. Weld : De Laski, The Psycho
logical Attitude of Charles Dickens Toward Surnames; Clyde B.
Moore, Notes on the Presidents of the American Psychological
Association .

REVISTA DE PSIQUIATRIA , NEUROLOJIA y MEDICINA LEGAL,


año I , No. 6, mayo 1918: Hugo Lea Plaza , Tumor del cerebelo ; Ra
fael Sierralta, El Síndrome de Basedow ; Austregésilo y Esposel, Las
cenestopatías, Honorio F. Delgado y Carlos A. Bambarén , La infe
rioridad del primogénito; Maestre y Lecha -Marzo, Diferenciación
de esperma.

THE JOURNAL OF PHILOSOPHY , PSYCHOLOGY AND SCIENTI


FIC METHODS, Vol. XV, No. 17 , agosto 15, 1918: B. H. Bode,
Consciosness as Behavior, Henry Bradford Smith, Non-Aristote
lian Logic.

--N.º 18 , agosto 29, 1918: Hartley B. Alexander, Meta


physics as a Fine art: M. T. McClure, Pragmatism and Democra
cy; Wesley Raymond Wells, On Religious Values: A. Rejoinder.
LA CRONICA MEDICA, año XXXV , No. 661 , julio 1918 : Ernesto
Odriozola, Miopatía progresiva sistematizada ; Luis D. Espejo,
Algunas consideraciones sobre tartamudez .
-No. 662 , agosto 1918: Ernesto Odriozola, Sobre un caso
de enfermedad de Basedow .

ANALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA, año I , No. 4, julio


agosto 1918: Honorio F. Delgado. El Psicoanálisis: Capítulo 1
( Continuará).
Psicopatografias del Asilo-Colonia
de la Magdalena

NUESTROS INVENTORES

S. R. A. de 20 años de edad, estudiante.


Diagnostico: La fórmula psicológica es
muy compleja: hállase el sujeto , a justo
titulo, dentro del marco nosográfico co
rrespondiente a la « personalidad psicopa
ticas; pero , razones de indole nomencla
tural, nos invitan a adjudicarle la etique
ta de Locura moral.
Antecedentes y estado actual: infancia
de hiperactivo rebeldía a toda disciplina,
inestabilidad, tendencias macrobióticas,
empeños de teatralización de la vida. Ha
ideado una combinación de rayos X y de
cinematógrafo que expresa en el dibujo
que publicamos. El inventor deja al cu
rioso la interpretación del mecanismo y
sus ventajas.

Radio Foro de luz pan ,


dentro del aparate

Cinews Freo de lur


para observar por

Aplicación del Cinema a los rayos X.


1

DESAHOGOS DE UN FILOSOFO

H. S., natural de Lima, de 10 años de


edad , estudiante .
Diagnóstico: Demencia precoz .
Antecedentes y estado actual: al término
del cuarto año escolar de Instrucción Me
dia , H. S. comienza a hacerse un mal alum
no. Después de un periodo de apatia, de
breve duración , exterioriza sus trastornos
psíquicos pretendiendo llevar a cabo una
operación cesárea en una señora amiga de
la casa . Es a esta señora que dirige li car
ta que copiamos
En el documento: Exageración del con
cepto de la propia personalidad, amanera
miento , fuga de ideas, perseveraciones.

« No creáis que soy un animal que no padece, y todo lo que digo


es inspirado porDios. No sigo porque me falta espacio suficiente
Una prueba la del apóstol Pedro. Supongo que no falta ni medio
siglo para la terminación. No quiero romperme el cerebro por si
acaso o es inútil trabajo. He dicho. H. Š. ( Evangelista) por H.
Valdizán.
Dr. o X = Coco = Judio
Antes tenía miedo
« Por que antes no valia ni un bledo .
«No os digomás . Dios quiera que sanéis; sería un milagro ....
todo lo puede. Bienaventurados aquellos que creyeron; y sin em
bargo no vieron y todo lo hablo porque sé y Dios me hace sabio.
« A. P.
« En caso de que no saliese bien la operación , que yo creo im
posible, repito otra vez , no se me culpe a mí, lo que creo imposible
Rp. de Receptor.
« Me parece que Ud. haría un sacrificio por el amor, no es cierto ?
El mismo Todo esto lo hago porque os quiero, Irmita mía! Aparta
ejército! Raro sería que un judío se convirtiera. Y os diré la verdad
todos tenemos esos achaques , todos no podríamos vivir bien sin
tenerlos, no sigo por que quiero estar fuerte. H. S. (Hammartom ).
«Por eso toda la vida es un contínuo murmullo por eso las
olas del mar no se pueden estar quietas. (Hammartom ).Se me aca
ba o se me acabe el fósforo.
« Los antiguos cristianos sacrificados por Neron por satisfacer
sus inauditos. No lo contéis a nadie ni a la misma familia. Ud. no
sabe lo que son: incrédulas, etc. Neron era un emperador demasiado
cruel que seguía al pié sus inclinaciones y toda clase de vicios port
satisfacer sus deseos (el solo gusto ). A veces al mejor cazador se
127 DESAHOGOS DE UN FILOSOFO

le va la paloma. A nadie le gusta que le digan la verdad, ni a mi


mismo (Hammartom ) o también puede ser del Caracter por E. Zola .
«"La honra es lo que vale” (Hammartom ) Esto es un bien no
solo para mi que lo necesito forzosamente porque no hay cosa más
pura que vuestro esperma cera o mejor dicho semen: H. S. (O. P. S. )
Y apuesto lo que querrais contra vos (cien ) Creo en vos
« y en vos confio
« dandoos lo mío .
« Supongo que esta carta le habrá impresionado y me alegro de
ello. Suyo para siempre y siempre os quiere como ya tubiese mo
tivo de manifestárselo .Sedespide su amigo H.S. (a) Hammartom .»
1
SIC
T

Señor don Victor Larco Herrera


Inspector del Asilo- Colonia de Magdalena
Que ha hecho un donativo de doscientos mil soles en beneficio del Instituto
El señor Dictor Larco Herrera

y el Asilo - Colonia de Magdalena

L ejercicio de la caridad , como el de otras virtudes , sufre


Ettambién
annetficioladelacaridad.comesindie strasdedeintendes
influencia, a las veces inofensiva, Sufre
la moda :orien
tada en un sentido dado, la caridad llega a tomar esta orien
tación como sendero único y va por él , derramando el bien a to
rrentes;pero olvidada de otros senderos idénticamente necesitados
o más que aquel inicial trillado.
Esto ha sucedido entre nosotros: la idea de caridad ha sido
tan vinculada a la idea de infancia, que ha llegado un momento
de nuestra acividad colectiva en el cual hemos creído que ningu
na obra de colaboración social era desvinculable de la infancia
130 EL SEÑOR VICTOR LARCO HERRERA

pobre o enferma o abandonada. Las modestas generosidades del


ambiente han sido benéficas para la primera edad de la vida y
solamente para ella ;los modestos donativos fueron destinados siem
pre a los niños y, si bien nunca fueron excesivos, ellos no tomaron
jamás otras rutas que aquella de las cunas frías y aquella de las
cunas tristes.

Desconocimiento de necesidades que nadie tomaba empeño


en mostrar , o escasa benevolencia hacia esas necesidades, moti
varon la concentración de toda la filantropía criolla en beneficio
de la infancia . Beneficio legítimo, que somos los primeros en recono
cer y aplaudir, conociendo como conocemos todos los derechos de
niño en el dinamismo social contemporáneo; pero cuyo exclusi
vismo, en sí, hemos conceptuado injusto .
Era necesario hacer en beneficio del niño, en bien del hombre
de mañana-y más todavía se debe hacer por él -- ;pero era nece
sario también no sacrificarle todo y no sacrificartotalmente al por
venir un presente cuyos lamentos son suficientemente intensos y
suficientemente legítimos para turbar las conciencias.Era necesaro
a la filantropía no olvidar, beneficiando al niño, que había asimismo
otras colectividades dignas de auxilio generoso y de piedad sincera:
era necesario , al mismo tiempo que se cumplía el deber imperioso
de velar por el mejor vivir del niño, no echar en olvido el vivir do
1 oroso de quienes superaron aquella dichosa primera edad de la
vida y cayeron después en el sendero amarguísimo de la enfermedad.
El Sr. D. Víctor Larco Herrera, que ya había obsequiado 250.000
soles para la obra del Asilo de la Infancia; el señor Larco Herrera,
que ha debido perder cuenta de los beneficios que viene prestando
a su país y de las lecciones de civismo y de cumplimiento de sus
deberes de orden moral que viene ofreciendo, ha roto con la tradi
ción y ha roto con ella hermosamente: En una visita al Asilo - Co
lonia de Magdalena, pudo darse cuenta de las necesidades nume
EL SEÑOR VICTOR LARCO HERRERA 131

rosísimas de este establecimiento, único con que cuenta el país


para asistir a los enfermos de mente. Y fué tal el espectáculo ofre
cido a sus ojos , y fué tal la impresión que sufriera su espíritu
magnánimo sin alardes, que se decidió a ofecer a la Casa necesi
tada el generoso concurso de su actividad infatigable y el de su
filantropía sin límites. Inspector del establecimiento, ha hecho el
donativo de doscientos mil soles de plata, que serán empleados en
la ejecución de obras indispensables para la mejor asistencia de
los seiscientos enfermos que aloja el Asilo-Colonia de Magdalena .

El generoso donativo del señor Larco Herrera coincide con


el 600 aniversario de la inauguración del «Hospicio de la Miseri
cordia» ,al cual llevó un día el espíritu generoso de José Casimiro
Ulloa al medio centenar de alienados que yacían sepultados en
las mazmorras de los hospitales de Santa Ana y San Andrés. En
aquella oportunidad un Director de Beneficencia, hombre culto y
de afectividad altruística ejemplar, pronunció palabras dignas de
los labios de Pinel y de Chiarugi: Dijo cuán imperioso era el deber
de beneficiar a los enfermos de la más dolorosa de las enfermeda
des, de aquella que es muerte en vidas y coloca a los enfermos en
condición de reclamar de sus benefactores una acción más amplia
y más compleja que aquella reclamada por los enfermos a quienes
la enfermedad les dejó la salud del espíritu .
A través de 60 años, el señor Larco renueva la obra de aquel
bondadoso Director de Beneficencia y en su gesto de piedad hacia
los alienado y en su acción benéfica en el Asilo-Colonia de Mag
dalena , nos da prueba evidente de la elevación de sus sentimientos
y de la solidez de su cultura : gracias a él es hoy posible sus
traer el Asilo-Colonia de Magdalena a los vacíos y deficiencias a
que parecía condenado.
En nombre de los infelices que vinieron a la vida condenados
la pobreza de espíritu ; en nombre de los desventurados a quie
132 EL SEÑOR VICTOR LARCO HERRERA

nes la caricia traidora del tóxico sumió en las tinieblas de la inte


ligencia; en nombre de los vencidos en la lucha por la vida; en nom
bre de los náufragos de la jornada; en nombre de esos seiscientos
enfermos cuyas familias bendicen hoy al señor Larco Herrera, le
expresa la Revista de Psiquiatria y discirlinas conexas la gratitud
de los redactores de ella y la de aquellos compañeros de especiali
dad que, por piedad a estos enfermos , con desprecio de personales
espectativas y de egoístas intereses, emprendieron en el Perú el
estudio de la Psiquiatria .

0
Psicosis Polineuritica

como es sabido, ha llamado la atención, hace


varios años, sobre un síndrome caracterizado por perturba
ciones psíquicas y trastornos nerviosos en la periferia, que la
mayoría de veces tendría como causa eficiente la intoxicación
alcohólica cronica .
Las manifestaciones psíquicas consistirían sobre todo en per
turbaciones de la memoria: el enfermo pierde el recuerdo de los
hechos recientes, es incapaz de fijarlos,es decir, tiene amnesia
anterógrada; también olvida los acontecimientos pasados, compren
didos en un espacio de tiempo más o menos largo, presenta
pues amnesia retrógrada. Además, experimenta alucinaciones e ilu
siones visuales y auditivas, y, de acuerdo con ellas, ideas deliran
tes que pueden tomar distintas formas, no llegando nunca a la
sistematización. En otros casos hay confusión mental con estu
por, ausencia de manifestaciones intelectuales. Según el predo
minio de las manifestaciones psíquicas, se denominan las for
mas: amnésicc, delirante y demencial.
Conjuntamente con las perturbaciones cerebrales, aparecen
trastornos en los nervios periféricos, que toman el tipo de una po
lineuritis motriz, sensitiva o mixta; pudiendo ser o no generali
zada, y evolucionar simultánea o sucesivamente en los miembros
Superiores e inferiores.
El pronóstico, por lo general, no es grave, pues los diversos
síntomas desaparecen progresivamente con el tratamiento ; sin
embargo, en algunos casos, las lesiones pasan al estado crónico,
evolucionando hacia la demencia; en otros termina por la muerte,
que sobreviene por caquexia, por insuficiencia hepática o renal,
o por otra afección intercurrente.

El síndrome de KORSAKOFF puede no sólo revelarse por alte


faciones psíquicas y de los nervios periféricos, sino también puede
134 PSICOSIS POLINEURITICA

afectarse la médula espinal: prueba de ello es el interesante caso


que vamos a historiar.
El 10 de setiembre de 1915 vimos a la Srta. N.N.,de 60 años,
soltera, de mediana constitución y de raza blanca. No ha sufrido
anteriormente de ninguna enfermedad ; la cultura y la apariencia
de buenas costumbres de la paciente, no hacían pensar que tuviese
hábitos alcohólicos.
Desde algún tiempo atrás sufría de anorexia y vómitos, lo
que daba lugar a que su alimentación fuese deficiente, razón por
la que se le notaba marcada dema cración; no tuvo en ningún mo
mento fiebre.
Examinada, acusaba sensibilidad exquisita en la región epi
gástrica; el vómito persistía y era de aspecto mucoso, no contenía
sangre. Presentaba alternativas de constipación y diarrea; la colo
ración de las heces era más o menos normal , tampoco contenían
sangre.
El análisis de la orina manifestaba disminución en conjunto
de los principios normales; contenía, además, urobilina e indican.
El aparato circulatorio no manifestaba ninguna anormalidad ,
salvo una ligera depresión, pues , al oscilómetro, la presión máxima
era 11 y la mínima 6.
En el aparato nervioso cerebro - espinal no se notaba nada
que pudiera llamar la atención.
Ante el conjunto de síntomas que se tenía a la vista, se pensó
en una gastritis, cuya causa , por el momento, se nos escapaba.
Durante veinte días estuvo sometida a un tratamiento medi
camentoso y dietético adecuado, siendo su resultado casi ineficaz.
En el transcurso de los últimos días la emaciación y la adinamia
se pronunciaron marcadamente, al extremo de no poderse levantar
del lecho , como lo efectuaba durante los primeros días, en que de
ambulaba por toda la casa . Entonces comenzó a acusar dolores en
los miembros inferiores y superiores, marcados, sobre todo a la
presión, en el trayecto de los nervios periféricos, y especialmente
en aquellos puntos donde son más superficiales, como el hueco
popliteo, la cabeza del peroné , el pliegue del codo, la gotiera de
torsión del húmero, etc. , siendo también dolorosas a la presión las
masas musculares de la pantorrilla, del muslo , del brazo y del
antebrazo .
Se notaba, asimismo, ligera hiperestesia y exageración aprecia
ble de los reflejos tendinosos ( reflejos patelar y del triceps braquial) .
Los movimientos de flexión y extensión los ejecutaba con al.
guna dificultad , pero en toda su amplitud .
MAX. GONZALEZ OLAECHEA 135

Se podía apreciar el cuadro de síntomas de una polineuritis


periférica mixta, a predominio sensitivo.
En vista de la marcha del proceso patológico, y de no existir
ninguna infección como causa patogenética, procuramos extremar,
con la debida discreción , nuestra búsqueda de informaciones, y
pudimos obtener se nos dijese confidencialmente que la enferma
tenía, desde mucho tiempo atrás, hábitos de alcoholis mo muy
arraigados, pues ingería diariamente vino en las comidas, y, en di
ferentes horas del día, un cuarto de botella de licor anisado. No
había, pues, lugar a duda: tanto la gastritis cuanto la polineuritis
tenían como causa eficiente el alcoholismo crónico.
Después de cinco días de la última manifestación morbosa ,
se observaron signos de contractura en los miembros, que aumen
taron rápidamente y dieron lugar a la flexión completa de la pier
na sobre el muslo y de ésta sobre la pelvis, y a semiflexión en los
miembros superiores. Estos fenómenos de contractura desapare
cían después de un masaje suave y prolongado , pero para rea
parecer casi inmediatamente.
Conjuntamente con los trastornos anteriores, comenzaron a
aparecer perturbaciones psíquicas: pérdida completa de la memo
ria, tanto de los acontecimientos recientes, como de todos aquellos
correspondientes a gran parte de su vida pasada; acusaba, pues ,
amnesia anterógrada y retrógrada, y esta amnesia se refería tanto
a los diferentes actos de su vida , como al recuerdo de las personas
con quienes tuvo que tratar.
Sufría alucinaciones visuales y auditivas, pues manifestaba
ver a su madre y a otros miembros de familia o amigos fallecidos
mucho tiempo antes, que le hablaban, contestando ella a sus inte
rrogaciones. Casi todo el delirio se refería a las épocas de su niñez
y juventud , relatando los sucesos , con notable exactitud , según
decían las personas que la rodeaban .
Por momentos era presa de excitación, como consecuencia
de las ilusiones que sufría. A las personas que la rodeaban las con
sideraba como intrusas o como encargadas de martirizarla, para
lo que, según creía, la ataban de piés y manos . El delirio que pre
sentaba era en relación con las alucinaciones e lusiones que la
afectaban; era el delirio onírico de REGIS
Durante todo el tiempo en que evolucionaban los diversos
trastornos de que hemos hablado , y con motivo del vómito, que
aunque menos frecuente que al principio, impedía la debida
alimentación , la enferma fué debilitándose paulatinamente,
llegando a un estado tan avanzado de a dinamia, que determinó
136 PSICOSIS POLINEURITICA

su muerte, treinta días después de iniciados los trastornos del sis


tema nervioso .
El cuadro cuya sucinta historia hemos trazado, que corres
ponde a una Psicosis polineuritica de origen alcohólico perfecta
mente establecido, nos enseña que el tóxico puede actuar con pre
ferencia sobre ciertas partes del sistema nervioso , como ha pasado
en el caso presente, en que han sido lesionadas las zonas de la cor
teza cerebral que corresponderían a lo que GRASSET denomina cen
tro psiquico superior o de la personalidad consciente, el que habría
dejado de ejercer su influjo sobre los centros psíquicos inferiores,
que han actuado únicamente por excitaciones de origen inter no o
externo, dando lugar al delirio onirico, que, como dice Regis, se
asemeja al fenómeno que pasa en los ensueños, en que estando en
reposo el centro psíquico superior, deja de ejercer control sobre
los inferiores, que actuan mediante excitaciones de diferente orí
gen ; produciéndose así cuadros casi siempre absurdos en su
asociación y encadenamiento de ideas.
El príncipio tóxico ha actuado también sobre el arco reflejo
inferior, habiendo sido atacado el neurona sensitivo periférico,
como lo comprobaban la hiperestesia cutánea, los dolores muscu
lares y de los nervios y la exageración de reflejos, como pudo ob
servarse perfectamente en los primeros días.
Hecho notable: se han presentado en nuestro caso fenómenos
de contractura precoz, que no se observan en las polineuritis, en las
que hay hipotonia . La contractura se ha presentado, seguramente,
debido a que la lesión se ha extendido a los cordones piramidales
laterales, los que, como consecuencia, han dejado de trasmitir la
acción inhibitoria sobre el tono muscular, que todo hace suponer
tiene su punto de partida en los centros superiores; sólo que, en
nuestro caso, la contractura se ha mostrado sobre los músculos
flexores sin duda porque, como consecuencia de la lesión que no
ha sido muy intensa en el neurona motor periférico , los flexores
de los miembros superiores e inferiores han sufrido menos que los
extensores y, por lo tanto, ha habido predominio de la función
tónica de aquéllos.
Si nuestras presunciones son exactas, tal vez se podría
aceptar un síndrome que se denominaría Psicosis polineuro-mie
lítica , variedad del síndrome de KORSAKOFF.

Max . GONZALEZ OLAECHEA


Catedrático de la Facultad de Medicina ,
Jefe de servicio en el Hospital « Dos de Mayo
Trastornos mentales en el paludismo

L ASdasperturbaciones psíquicas en el paludismo han sido señala


desde épocas remotas por diversos observadores, pudiendo
considerarse a SYDENHAM y HOFFMAN como los primeros que re
firieron los trastornos mentales en la fiebre intermitente. Sinem
bargo, su personalidad clínica no se afirmó hasta que se caracteri
zaron perfectamente las psicopatías de las enfermedades infeccio
sas y aún así, la duda de la realidad de psicosis propias al paludis
mo ha sido expresada por CHAVIGNY en su relatorio sobre «Com
plicaciones nerviosas y mentales del paludismo» presentado al
XXII ° Congreso de Médicos alienistas y neurologistas de Francia
y de los países de lengua francesa, reunido en Tunes en abril de 1912.
Estas reservas eran el resultado del dominio que ejercían las
opiniones de algunos frenopatólogos, (Marandon de Montyel,
Kraepelin etc) para quienes la malaria sólo producía psicosis des
pertando delirios latentes en los predispuestos o en los alcohólicos ,
siendo, por consiguiente, considerados los trastornos psíquicos del
paludismo, como psicosis ficticias o prestadas.
Ha sido necesario que el concepto sindromático «confusión
mentalı, expuesto magistralmente por el profesor Regis de Bur
deos y sostenido de manera brillante por sus discípulos CHASLIN Y
HESNARD , particularmente, fuera aceptado en Psiquiatría , «cons
tituyendo la forma habitual e inicial de todas las psicopatías in
fecciosas», para que las psicosis palúdicas fueran reconocidas como
tales, habida cuenta, además, de que la malaria no podía constituir
excepción entre las enfermedades infecciosas para no producir
sindromas psicopaticos que, como sabemos, tienen gran parecido
con las perturbaciones mentales tóxicas, por la similitud de la
sintomatología psicosica.
Es el paludismo la infección que permite demostrar la impor
tancia del factor somático en la génesis de los trastornos mentales
-sin que al decir esto creamos en la hegemonía de este elemento
er las morbosis psíquicas - pues, son bien conocidas las pertur
138 TRASTORNOS MENTALES EN EL PALUDIS MO

baciones que acarrea en el organismo, ya sobre el medio interior,


ya sobre los emunctorios hepático y renal, cuyo rol importante ha
demostrado KLIPPEL en la génesis de los delirios. Por otra parte,
permite que se sigan paso a paso las diversas variaciones del tras
torno psicótico y del estado general, de tal manera que se pueden
adelantar opiniones, siempre con las reservas consiguientes, sobre
el futuro del enfermo.

Las modalidades clínicas que revisten las perturbaciones


mentales palúdicas son numerosas.
Regis las agrupa en psicosis del paludismo agudo y psicosis
del paludismo crónico, subdividiendo cada grupo , según el momen
to del paludismo en que se presentan los trastornos mentales, en
trastornos psiquicos del acceso febril y trastornos psiquicos post fe
briles.
HESNARD , que se ha ocupado únicamente del estudio de las
psicosis palustres prolongadas, las divide en psicosis prolongadas
simples, curables y formas demenciales.
FEDERICO AZPURU ESPAÑA que ha estusiado en Guatemala
las « Psicopatías de origen palúdico», sobre todo « las perturbacio
nes más profundas de las facultades intelectuales » acaecidas en
palúdicos crónicos ( solamente una observación sobre quince reco
gidas, recayó en paludismo agudo) agrupa las formas clínicas por
orden de duración, empezando por las mas cortas : manía aguda,
confusión mental simple, manía aguda intermitente, delirio siste
matizado y confusión mental melancólica.
Teniendo en cuenta el concepto etiológico y la evolución clí
nica, A. Porot y R. A. GUTMANN dividen los trastornos mentales
palúdicos en dos grupos: 10. accidentes mentales agudos efímeros,
que acompañan al acceso malárico y alcanzan pocos días de dura
ción (dos a cuatro días según nuestras observaciones) y 2º. psico
patías agudas o subagudas de evolución mas o menos larga (sema
nas y aún meses) que curan casi siempre, aunque pueden originar
también desagregaciones más o menos profundas de psiquismo
que facilitan la eclosión de accesos vesánicos latentes.
Las psicosis palúdicas pueden presentar, según estos autores,
las siguientes formas clínicas:

I PsicosIS CONFUSIONALES AGUDAS SIMPLES:


a. formas confusas estúpidas;
b. formas oníricas y alucinatorias ;
c. formas recidivantes (pseudo periódicas).
CARLOS A. BAMBAREN 139

II PSICOSIS PROLONGADAS :
10. por pasaje al estado contusional crónico :
formas demenciales catatónicas
20. por asociación de síntomas orgánicos:
a. estados asténicos y de presivos simples (mal estado general
y paludismo no curado).
b. psicopolineuritis palúdica, pseudo parálisis general palú
dica ( coexistencia de síntomas neuromusculares ).
30. por persistencia onírica y delirio sistematizado secunda
rio: formas delirantes post-oníricas.
40. por desarrollo de un estado vesánico constitucional :
a. melancolia de origen palúdico.
b . manías de origen palúdico.
c . demencia precoz (hebefrénica ).

De todas las exposiciones de sistemática, ia de Porot y GUT


MANN es la más completa y la que está fundada sobre un concepto
evolutivo y genético.

Nuestras observaciones personales sólo se refieren a acciden


tes mentales del período agudo, de duración pasajera, pues sólo
alcanzaron , er el caso que más, cuatro días. Expondremos las his
torias clínicas a medida que describamosla sintomatología general ,
pues, las formas clínicas no son sino el resultado del predominio
de uno de los factores del síndroma « confusión mental». A propó
sito de una de nuestras observaciones que ofreció el cuadro clínico
que ha descrito CHAVIGNY con el nombre de aprosexia mental,
describiremos sus particularidades.

Todas las psicopatías agudas así como las psicosis de las exo
y autoi ntoxicaciones, realizan un cuadro clínico igual y constante:
queremos referirnos a la confusión mental que el profesor REGIS
la caracteriza por la «tor peza, el embotamiento tóxico de la activi
dad psiquica superior llevada a las veces hasta la suspensión y
acompañada o no de automatismo onírico delirantes.
La torpeza intelectual y la actividad onírica automática,
subconsciente, son los dos factores que la tipifican clínicamente.
El predominio de uno de ellos, ya por la intensidad de la infección
ya por el período de la misma en que se desarrolla la psicopatía,
genera las variantes clínicas que es costumbre individualizar aun
que sólo se trate de una mayor tonalidad , de cuestión de grado ,
que por lo demás no afecta al fondo mismo de la entidad psicótica.
140 TRASTORNOS MENTALES EN EL PALUDISMO

Entre estas variaciones clínicas de la confusión mental hay dos


que mencionan los psiquiatras: la confusión mental simple y la
confusión mental delirante.
Caracteriza la confusión mental simple, la torpeza cerebral
que se revela por la indiferencia, la inacción psíquica , que lleva a
estos enfermos a un estado de som nolencia que semeja una narco
sis tóxica. Esta bradipsiquia tiene sus gradaciones: puede ir desde
la simple distracción intelectual hasta la estupidés que significa
ausencia completa de psiquismo, ya que no determinan la menor
reacción los estimulantes habituales de la psiquis. Al lado de esta
lentitud de la inteligencia se observa la desorientación , la confu
sión del espíritu , que nace de la falta de asociación en las ideas,
razón por la cual se expresan incoordinadamente sin poder reco
nocer el sitio donde se encuentran, la época del tiempo y aún los
datos más someros sobre su persona. Como consecuencia de la dis
minución de la sensopercepción, la memoria está disminuída y
aún abolida. Esta amnesia es, sobre todo, de fijación, de manera
que después del episodio psicótico no se recuerda nada del acceso,
se trata , pues, de una amnesia lagunar.
La indiferencia emocional más completa, la falta de actividad
expontánea y provocada, la apraxia denominada ideatoria, la au
sencia de la mímica de acción y de expresión, son otros de los datos
psicopáticos que pueden encontrarse.
El automatismo onírico en esta forma, es rudimentario, casi
no existe .
He aquí una observación de este tipo:
M. A. de 22 años, soltero, de raza mestiza, ingresa al Hospital
«Dos de Mayos el 4 de agosto de 1918, ocupando la cama No. 18 del
Servicio del Profesor Ernesto Odriozola.
El sujeto se encuentra en su cama en la inercia más completa,
no delira; al interrogarlo se nota torpeza cerebral, pues, no res
ponde al interrogatorio, siendo necesario alguna energía para es
cuchar algunas palabras que se suceden sin hilación. Se encuentra
en estado de somnolencia. Hay confusión de ideas, pues, las res
puestas no corresponden a las preguntas; es imposible fijar su
atención,
Cuando se insiste sobre la historia de su enfermedad, dice
« no sés; al pedirle su nombre y apellido sólo da su nombre, pues,
dice que no recuerda su apelativo. No pudo conseguirse que escri
biese no obstante que no había perturbación de la fuerza muscu
lar, ni de la actividad senso -perceptiva, había, pues, apraxia , que
según Regis es un trastorno de la actividad voluntaria como conse
CARLOS A. BAMBAREN 141

cuencia de la pérdida de las imágenes motrices necesarias para la


ejecución de un acto .
Una perseveración fonética pudimos apreciar en el curso del
exámen clínico: la palabra « Jose» la repetía con mucha frecuencia
en lugar de las respuestas (ecolalia por automatismo delirante).
La fiebre era moderada, pues, el termómetro marcó 37° 8 la
tarde anterior y 37º en la mañana que lo examinamos; el bazo es
taba hipertrofiado; la lengua saburral.
El examen de la sangre demostró la presencia de plasmodium
falsiparun. El tratamiento por la quinina dió magníficos resul
tados; se prescribió ese día 2 gramos de bicloruro de quinina
por vía intramuscular, que se sumaron a i grm que había recibido
al momento de su ingreso . Al día siguiente el sujeto era otro, la
torpeza intelectual desapareció, las respuestas se conseguían, aun
que con alguna lentitud, pero eran coordinadas y precisas. La
continuación del tratamiento quínico logró devolverlo a su per
fecta integridad psíquica, que nos permitió averiguar antecedentes
de su morbosis y otros datos, de verdadero interés.
Negó hábitos alcohólicos; refiriendo que había sido atacado
por el paludismo hacía ocho días; queéste se manifestaba con fiebre
muy alta e intensa cefalalgia; no recordaba en qué momento
había ingresado al hospital.
Después de algunos días, el enfermo abandonó el Hospital en
higidez mental completa.
La confusión mental delirante se encuentra toda ella mono
polizada por el delirio onirico , delirio que es un verdadero estado
sonambúlico, un estado segundo. Corresponde al profesor Regis
el mérito de haber demostrado que es característico de las psicosis
tóxicas e infecciosas. Se llama onírico porque se inicia y evoluciona
durante el sueño; está sustentado por reviviscencias alucinatorias,
de imágenes y recuerdos de la vida cotidiana, que se combinan
de manera extraña y llegan, no obstante su instabilidad, a formar
convicción. Nocturno en las formas débiles, se prolonga en las
formas intensas durante la vigilia, aunque incompletamente.
Como consecuencia de las alucinaciones, el enfermo delirante
puede ser presa de paroxismos de agitación y de impulsiones pe
ligrosas.
El monoideismo onírico es a veces de tal intensidad, que, no
obstante de ser la expresión de la actividad psíquica inferior o
automática, se conserva después que ha desaparecido, constitu
yendo lo que se conoce con el nombre de ideas fijas post-oniricas.
142 TRASTORNOS MENTALES EN EL PALUDISMO

Dos observaciones de confusión mental delirante hemos po


dido reunir . Hé aquí la primera.
Y. P. V. de 23 años de edad , natural de Cajamarca, es un ofi
cial distinguido de la Escuela Militar. Soltero, y sin hábitos alco
holistas, no ofrece entre sus antecedentes hereditarios nada digno
de mensión. Entre sus datos personales figura una particular inte
ligencia y gran aptitud para dominar el conocimiento de las cien
cias matemáticas y una particular constitución emotiva, pues,
reacciona a veces desproporcionadamente a la intensidad del exi
tante, bien por exceso , bien por defecto.
Recuerda en su pasado mórbido, paludismo hace seis años y
y blenorragia hace dos.
En los primeros días del mes de abril del presente año, se
presenta muy de mañana en la Enfermería acusando cefalalgia
fronto orbitaria. Como en esa época no escaseaban los casos de
paludismo, pensamos en la posibilidad de un equivalente malárico
y en tal virtud le prescribimos sulfato de quinina y aspirina. No
tardó mucho la confirmación de nuestra sospecha diagnóstica;
a las 5 de la tarde fué acometido de un violento e intenso escalo
frío, que lo obligó a ponerse en cama, seguido de elevación térmica
que alcanzó a 4102 ; como medida terapéutica se le inyectó por vía
intramuscular 1 grm . de bicloruro de quinina y se repitió la dosis
de aspirina dada la intensidad de la cefalalgia.
Cuando lo observamos a las 11 de la noche se encontraba in
quieto y confuso , un sobresalto originó nuestra presencia e inme
diatamente pudimos constatar que era presa de ilusión, pues no
nos reconoció no obstante que estuvimos algún rato examinando
lo y le aplicamos una inyección de igrm , de bicloruro de quinina.
La temperatura que marcó el termómero fué de 3904; había lige
ro delirio tranquilo que se exteriorizaba por una especie de rumea
ción articulatoria en voz débil . Dado su estado quedó vigilándolo
un enfermero .
A la mañana siguiente pudimos enterarnos que durante toda
la noche había monologado, que su onirismo había girado alrede
dor de temas profesionales y que algunas veces había pretendido
descender de su cama para dirigirse, según decía , al aula de
clases.
Al pretender interrogarlo sobre el estado de su salud no contes
tó, dandi pruebas inequívocas del estado confusional en que se en
contraba, cuando ante nuestra insistencia balbució algunas pala
bras ilógicas desde el punto de vista de nuestras preguntas. La
temperatura era de 3702. Una nueva inyección de 1 grm . de
CARLOS A. BAMBAREN 143

bicloruro de quinina le pusimos, on obstante la resistencia que


opuso, diciendu que queríamos matarlo.
Se le prescribió régimen lácteo absoluto, un purgante salino y
una poción polibromurada, además de 1 gr. de sulfato de quinina
con urotropina .
Por la tarde entró a la apirexia completa, el estado delirante
amenguo y pudo conciliar un sueño tranquilo, del cual despertó
al día siguiente, en perfecto estado mental.
Interrogado por nosotros si recordaba lo sucedido durante
la fase de hiperpirexia de su ataque malárico, nos respondió que
no, y más bien creyó que inventábamos una hstoria que aceptó ,
después de una breve discución persuasiva ,
Un cuidadoso tratamiento antipalúdico lo puso a cubierto de
un nueve ataque malárico .

La segunda observación, interesante por más de un concepto,


es la siguiente:
L. M. de 24 años de edad, de raza india , de una sección de
la Escuela Militar, ingresó a la Enfermería el 6 de junio; es llevado
por sus camaradas, presa de gran agitación y con temperatura de
3907. Dado el ambiente epidémico se le inyecta 1 grm . de biclo
ruro de quinina.
Como antecedentes personales señalaremos, viruela en la in
fancia , dos ataques maláricos posteriormente, el último hace un
año e inclinación a las bebidas alcohólicas en forma inmode
rada .
Durante la noche el enfermo fué atacado de gran agitación
ambulatoria, verborrea y alucinaciones de carácter terrorífico que
demandaron extrema vigilancia.
Al día siguiente se encontró apirético ( 3608) pero en estado
confuso, no respondía a las preguntas y cuando pronunciaba algu
nas palabras, lo hacía en quechua; se les prescribió i grm . de
bicloruro de quinina mañana y noche y régimen hidrolacteo. Por
la noche, continuando en apirexia, reapareció el delirio onírico, con
hiperkinesia, automatismo ambulatorio e incoordinaciónde ideas,
no obstante los bromuros y el cloral que se le prescribió.
En el día subsiguiente la apirexia continuó lo mismo que el
estado de obnubilación psíquica y el delirio onírico, aunque en
menor intensidad. Tratamiento quínico.
El cuarto día persistiendo la apirexia se mantenía el estado
confusional, pero el delirio onírico, casi había desaparecido. Tra
tamiento como en los días anteriores.
144 TRASTORNOS MENTALES EN EL PALUDISMO

Al día siguiente el enfermo se encuentra completamente res


tablecido, no había obtusión psíquica; al examen somático se apre
ció tinte ictérico en las conjuntivas oculares. La am nesia era com
pleta para todo lo pasado en el interregno de su ataque de palu
dismo.

Con el nombre de aprosexia CHAVIGNY ha descrito una forma


especial de confusión mental que ha tenido oportunidad de ob
servar en los ejércitos, en la última guerra. Se trata de una per
turbación mental caracterizada por un estado de absoluta indife
rencia psíquica, revelable por la facies inexpresiva, acompañada
de aptitud para recibir las excitaciones exteriores, pero sin poder
fijar la atención, de tal manera que no son el elemento inicial para
un trabajo cerebral. Estos enfermos, en efecto, ofrecen al lado de
la disminución de la actividad psíquica, gran interés por todas las
excitaciones, sin que éstas logren detener la atención; así, cual
quier ruído producido en su vecindad hace que busque con la mi
rada su procedencia, pero no bien ha inquirido, cuando un nuevo
excitante le demanda su atención , que de esta manera no fija en
objeto permanente.
La siguiente observación por nosotros seguida reproduce el
cuadro clínico bosquejado .
N. N. de 28 años, de profesión cargador y antecedentes alco
hólicos, ingresa al hospital « Dos de Mayo» el 6 de agosto de 1918
ocupando la cama No. 33 del servicio del profesor Odriozola.
Refiere que ingresa por fiebres intermitentes, pero lo hace en
tal forma de expresión que dá la impresión de ser un imbécil. Este
concepto al principio formulado tenemos que modificarlo bien
pronto , pues aparecen signos de confusión mental y delirio onírico.
El hipofuncionamiento psíquico se hace manifiesto, las respues
tas escasean y se exteriorizan la desorientación y el automatis
mo onírico .
Además de estos signos hay fabulación , pues pretende mani
festar que conoce la lengua inglesa, e imposibilidad de fijar la aten
ción,para todos los exitantes que lo impresionan en forma vertigi
nosa: un ruído, la palabra de los otros entermos, todo despierta en
él movimientos para enfocar la excitación, pero no llega a elaborar
una sensación como consecuencia de su gran instabilidad.
El examen de la sangre reveló su infección por el plasmodium
vivax .
Como su actividad poligonal onírica fuera en aumento se le
iba a trasladar al « Asilo Colonia de la Magdalena, cuando fué reti
CARLOS A. BA MBAREN 145

rado por su familia. Posteriormente lo hemos visto en la calle,


perfectamente apto para desempeñar su oficio.
Tales son las observaciones que hemos reunido de palúdicos
con trastornos mentales; en todos la infección malárica ha estado
en actividad y la afirmación diagnóstica se encuentra fundada en la
la clínica, en la epidemiología y en la comprobación microscópica
del hematozoario de Laveran, siempre que ha sido posible. Sólo
en una de nuestras observaciones existe la concomitancia del alco
holismo que demandaría un diagnóstico diferencial, harto difícil.
Regis dice que puede ayudar al diagnóstico diferencial la clase
del delirio: en el paludismo el delirio «está constituído por escenas
de sueño, más profesionales y más fantasmagóricas que zoópsicas».
HESNARD dice que el delirio palúdico es «monótono, de memoria y
de base mucho más confusa que el delirio alcohólico». Estas dos
opiniones nos permiten decidirnos para conceptuar el automatismo
onírico de ese enfermo, como dependiendo principalmente de su
infección malárica , factor que posiblemente fué reforzado por su
etilismo.

Carlos A. BAMBAREN .
Jefe de Clinica de la Facultad de Medicina .

BIBLIOGRAFIA

AZPURU ESPAÑA FEDERICO . - Psicopatias de origen palúdico.


«Revista Frenopática Españolas. — Barcelona 1914.
CHAVIGNY P. - Psychiatria aux Armées — «París Medical» — To
mo XVII –1915
POROT A. et GUTMANN R. A. - Les psychoses du paludisme. Aperçu
géneral.— «París Medical .» -- Tomo XXV.- 1917.
POROT et GUTMANN R. A. - Les psychoses du paludisme. Formes
cliniques.— « París Medical».— Tomo XXVI .- 1918.
Regis E. - Présis de Psychiatrie. - París 1914.
La Psiquiatria Psicológica
«Psychoanalysis is as important
for the understanding of the construc
tion of the psyche as dissection is for
the understanding of the structure of
the body, or chemical analysis for the
understanding of the constitution of
the molecule .»
S. E. JELLIFFE and W. A. WHITE ,
Diseases of the Nervous System , 2a. Ed . ,
Philadelphia , 1917, p. 20.

A:Strinal
ISTIMOS a una renovación radical del criterio clínico y doc
en materia de medicina mental; asistimos al crepúsculo
de lo que se podría llamar psiquiatría agnosticista, ya que sus
cultores renuncian a la posibilidad de que los procesos dispsíquicos
sean comprendidos como valores activos; trasponemos, pues, el
umbral de la era científica de la patología del espíritu.
No obstante de que, por el método que apareja, y por sus
resultados prácticos, el punto de mira de la nueva psiquiatría di
fiere fundamentalmente del de la que caduca, él no es absoluta
mente nuevo: en cierto modo, es un retorno. El origen de la idea
elemental que lo justifica, se remonta, en realidad , a la infancia
de la psiquiatría; de suerte que la orientación agnosticista no viene
a ser más que el desgraciado producto de un descarrío, de una
aberración: PH. Pinel trazo el camino , orientó la psiquiatría en
el sentido de la interpretación psicológica; pero sus sucesores,
deslumbrados, sin duda, por los descubrimientos de la época, y
sin pensar que la neurona, o el centro nervioso, es secundario, y no
anterior, a la actividad funcional de adaptación, cayeron en el
callejón sin salida del concepto pseudocientífico del determinismo
anatomofisiológico de los desórdenes psíquicos, intentando su
estudio en términos que no le corresponden; y en tan frustránea
condición los sucesores de PINEL han permanecido durante un siglo.
Todo el que lea a PINEL,quedará profundamente asombrado de
que, a pesar de lo que él dijo, haya prevalecido, de manera exclų
HONORIO F. DELGADO 147

siva, durante tanto tiempo, lo que sagazmente calificó de « im


pericia presuntuosa ». No podemos resistir a la tentación de tradu
cir algunos pasajes de su gran obra ", que demuestran la agudeza
y el alcance de su videncia, pues lo que entonces era mera afirma
eión por inferencia, es hoy , como veremos después, verdad confir
mada por la experiencia clinicopsicológica: «Qué de puntos de
contacto », exclama - como si columbrara ya la anastomosis de l'a
paleopsicología con la psiquiatría ,« que de puntos de contacto
tiene, a este respecto , la medicina con la historia de la especie hu
mana!» ( Ps. II - III ). En otro lugar, en contraste con la aserción
triunfal a ' hace la psiquiatría oficial dela incoherencia y esterilidad
del contenido mental psicósico, dice: «Los alienados son , además,
de una finura (finesse) extrema, a menos de un extravío completo
de la razón, y habría torpeza en omitir una intención directa de
observarlos y de penetrar los secretos de sus pensamientos.» ( P.
VIII ) .
Pinel se dio también clara cuenta de que la cultura sesqui
pedal de cualquier médico es insuficiente para el dominio de la
disciplina psiquiátrica. Avistando lo que hoy es de necesidad
imperiosa para el médico psicólogo, es decir, amplios conocimien
tos en materia de biología general , etnografía, filología, sociología,
historia de la civilización, estética y psicología del artista, histo
ria biográfica, erotología, psicología individual, caracterología,
filosofías morales y sistemas del mundo, etc., - avistando estas
exigencias de preparación intelectual, se pregunta el padre de la
psiquiatría: « No parecen redoblarse las dificultades, desde la en
trada de esta carrera, por la extensión y la variedad de los cono
cimientos accesorios necesarios de adquirir? ¿El médico puede
quedar extraño a la historia de las pasiones humanas más vivas,
pues que son las causas más frecuentes de la alienación del espíritu ?
Y entonces, ¿ no debe estudiar las vidas de los hombres más céle
bres por la ambición de la gloria, los descubrimientos de la ciencias,
el entusiasmo de las bellas artes, las austeridades de una vida so
litaria, los desvíos de un amor desgraciado ? ¿ Podrá trazar todas
las alteraciones o las perversiones del entendimiento humano, si
no ha meditado profundamente los escritos de Locke y de Con
dillac, y si no se le ha hecho familiar su doctrina? ¿Podrá darse
1

1809 .
PINEL, Tratté Médico-philosophique sur l'aliénation mentale, 2a. Ed., Paris,
Notas.-- Las páginas, de las indicadas en el texto, que se encuentran comprendi
das entre IX y XXXII,corresponden a la primera edición de la obra de PINEL.
Todo lo que aparece en el texto con letra cursiva, ha sido puesto en esa forma
por nosotros.
148 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

cuenta exacta de los hechos sin cuento que pasarán bajo sus ojos,
si se arrastra servilmente sobre las rutas trilladas, y si está igual
mente desprovisto de un juicio sólido y de un deseo ardiente de
instruirse? » (Ps. X-XI ). En otro lugar, a este respecto, dice: «Las
funciones de vigilancia deben comunicar necesariamente a hom
bres inteligentes y celosos los múltiples conocimientos y vistas de
detalle que faltan al médico que generalmente se limita, a menos
de una afición dominadora, a visitas pasajeras.» (P. XXVIII ).
En materia de patogénia, de métodos de examen y de trata
miento, PINEL es, en muchos puntos, un precursor casi literal
del psicoanálisis. Es así que habla de « las lesiones orgánicas que
son el efecto o la causa de la alienación » (P. XXVI ); de la influen
cia patógena de las primeras experiencias de la vida: « pues recor
damos con interés las escenas de nuestros primeros años , las locu
ras de la juventud, las emociones antiguamente experimentadas.
(P. XXII ). Asimismo, no desadvierte el significado de la cuestión
ética en la génesis de los desarreglos de la mente, y el valor de la
psicoterapia en harmonía con la naturaleza del agente patógeno.
«El origen de la alienación-ha dicho - está a veces en lesiones
físicas o en una disposición originaria, lo más generalmente en afec
ciones morales muy vivas y fuertemente contrariadas. » ( P. 10).
«La medicina estaba pues destinada a realizar en parte las opi
niones de los antiguos sabios que, en sus especulaciones sutiles
sobre las afecciones morales, las miraban como una enfermedad
del alma. Cualquiera que sea la acepción que se dé a este término,
es aun más cierto que ellas son las causas más frecuentes de las
enfermedades; y la alienación mental (no me ha ofrecido ejemplos
sin cuento, sea en los establecimientos públicos o pariculares que
le están consagrados, sea en las memorias consultadas, llenas de
detalles auténticos? » (Ps.12-13). En alguna parte habla de «la feliz
aplicación de los remedios morales» ( P. X) , y en otra execra la
«ciega rutina de un gran número de médicos que giran sin cesar
en el círculo estrecho de las sangrías múltiples, de los baños fríos
y de los duchas fuertes y repetidas, sin prestar casi ninguna aten
ción al tratamiento moral.» (P. XXIV) . En otro punto se aproxi
ma todavía más a los conceptos que hoy son básicos del psicoana
lisis: así, cuando afirma enfáticamente las variedades de la cons
titución individual!» (P. V); y cuando dice que «no se debe olvidar
que la naturaleza sigue las reglas generales con variaciones indi
viduales, y que la verdadera doctrina médica consiste sobre todo
en la historia fiel de sus síntomas, cualquiera que sea el aconteci
miento, favorable o contrario. » (P. 9). Pero nunca revela mayor
HONORIO F. DELGADO 149

buen sentido psicoanalítico que cuando escribe: « Importa .... que


se quiera proceder con más orden en la observación de los fenó
menos de la alienación, aplicar con más éxito a esta enfermedad
el método analitico y hacer hacer nuevos progresos a su historia
general .» ( P. 5) .
La persistencia de la medicina mental postpineliana en la inmo
vilidad de los estrechos moldes de una consideración puramente
somera del fenómeno psicopatológico, no carece de justificación;
afirmar lo contrario sería arbitrar sin el sentido de la realiadad
histórica. Tiene, en efecto, una disculpa de mucho peso, cual es,
que no ha existido una psicología útil con que operar, no había
una psicognosis metódica, pues las ciencias (? ) mentales perma
necían también petrificadas dentro de la viciada órbita del nomen
claturalismo escolástico, por consiguiente, no muy distintas de las
que LEONARDO DA VINCI llamó le bugiarde scientie mentali. Es cierto
también , que tal grave vacío ha sido fomentado por culpa del
mismo médico, que ha permanecido casi siempre alejado del co
mercio de los valores del espíritu y de las disciplinas ajenas a su
patología terre a terre. Por eso es doblemente benemérita la reno
vación operada por SIGMUND FREUD y su escuela: ha organizado
un método, una técnica psicognóstica y psicoterápica, y ha des
cubierto las leyes que presiden al fenomenismo integral de la men
talidad humana, en el estado hígido como en el mórbido.

«La science de l'esprit humain,c'est l'histoire de l'esprit humains,


ha escrito Renan, y el apotegma es verdadero ,tanto para el indi
viduo como para la especie. Y este concepto tiene también su apli
cación en el estudio de la psiquis mórbida: la enfermedad mental
psicógena es un producto esencialmente condicionado por el pa
sado del sujeto, y configurado según la evolución filogenética de
la conducta humana: la neurosis y la psicosis funcional son la con
clusión activa, la reacción económica, por decirlo así, que liquida
un proceso de defensa del equilibrio intrapsíquico. Aquí el elemen
to patógeno, tanto como el factor defensivo, es producto autógeno,
por ende, dinamismo histórico; de donde el mayor relieve que al
canza la preponderancia del criterio de enfermo sobre el de enfer
medad , del de personalidad mórbida sobre el de especie nosográfica:
mayor en psicopatología que en somatopatología, donde, por re
gla general, el único factor verdaderamente histórico es el defen
sivo , pues el patógeno es externo. En efecto, un desorden de la
150 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

vida psicológica se debe a que se segrega un sistema de ideas y


tendencias, que, como verdadera infección, va asimilando menta
lidad y robando energía; pero, a diferencia de la verdadera in
fección, el factor invasor aquí es consubstancial al defensivo, es
parte de la misma individualidad : los elementos antagónicos tie
nen, pues, un punto de partida común y una coadaptación radical
desde su origen. Es esto suficientemente explicativo de la gran di
versidad de estados mórbidos, y justifica lo subsidiario del valor
de la etiqueta diagnóstica en la nueva psiquiatría.
Por esa misma razón, nosotros, ahora, al exponer los nuevos
puntos de vista, no trataremos de las entidades clínicas en parti.
cular - cosa que hemos hecho en otra ocasión - más bien re
feriremos, esquemáticamente, la evolución de las funciones psí.
quicas y daremos idea del determinismo que preside a la psicogé.
nesis y al psicomecanismo de los desórdenes mentales que tales
tienen ; pues aunque para el médico psicologo cada enfermo es un
problema sin par, un teorema original, para su resolución o demos
tración hay, sin embargo, como en matemáticas, procedimientos
generales, cuya eficacia referida a la materia de estudio, es formu
lable bajo la forma de principios generales. Es este también el
modo más sintético de exposición; por eso lo preferimos para esta
corta disertación .

El proceso de la evolución de la humanidad no es, en último


análisis, otra cosa que la prosecución de una creciente complica
ción y refinamiento de la adaptación funcional a las condiciones
de vida. En cada momento del progreso , los motivos actuales con
dicionan una configuración tal de las funciones psicobiológicas,
que implica una subordinación de las configuraciones engendradas
por las condiciones del pasado; la cual nueva configuración se di
ferencia de ellas por sus mayores y más especializadas relaciones
con el medio .
En esta evolución de la especie, hay un período de suma im
portancia, en que interviene un factor nuevo en la historia de
nuestro filum zoológico, cual es la socialización, la interacción de
las mentalidades individuales, que desde sus primeras etapas im
plica coacción, violencia sobre la actividad adaptativa, antes es
pontánea y constructiva . Los determinantes endógenos de la con
• DELGADO , El Psicoanálisis, Capitulo II, Anales de la Facultad de Medicinas,
II, 1 , 1918.
HONORIO F. DELGADO 151

ducta son inhibidos por las normas nacidas del equilibrio superor
gánico: de aquí la moralidad como una anomalía biológica, como
expresión de un desacuerdo entre los instintos del individuo y las
necesidades gregarias; moralidad o normlidad que, al decir de
TRIGANT BURROW , «no es más que una exresión de la neurosis del
género humanos , pues, como veremos en seguida, científicamen
te considerado, este fenómenos es de semejante naturaleza a la del
morboso aludido,
En la subconsciencia de cada individuo persisten estructura
lizadas las actitudes psíquicas primarias, vale decir, los modos de
adaptación en desuso, que han sido ya sustituidos por otros más
complicados al par que más frágiles. Ahora bien, mientras que las
estructuras psíquicas arcaicas, fruto de la experiencia de la espe
cie, persisten en el individuo de hoy probablemente sólo como vir
tualidades funcionales, las actitudes mentales propias de la histo
ria del sujeto, desde su nacimiento, persisten en la subconsciencia
como contenido concreto, como valores reactivables. Veamos co
mo, según esto, se realiza la derivación de la subconsciencia par
tiendo de la experiencia subjetiva:
Cuando recién nace el indivduo, tiene como actividad psíqui
ca exclusiva la que se relaciona directamente con la satisfacción
de sus necesidades fisiológicas; el contenido de su mentalidad está
formado de tendencias afectivas elementales, de significado pura
mente subjetivo, «autístico» (E. BLEULER), es decir, solamente
interior: la escala de sus valores tiene por polos el placer y el
dolor. Todas las relaciones con el medio no tienen más entidad que
la hedonistica, generada en el organismo mismo. Así , por ejemplo,
las relaciones del niño con su madre tienen como único equivalente
endopsíquico la emoción nacida de la satisfacción o de la necesidad
de satisfacción de deseos puramente biológicos. De suerte, pues,
que la madre representa para el niño solamente un objeto de deseo
un instrumento de placer.
Al poner en juego sus diferentes órganos, el niño, por el hecho
de gastar la energía acumulada por la asimilación, por el hecho de
ejercitar una capacida de acción, no sólo experiementa el senti
miento del vivir intenso, o sea el placer , sino también tiene la im
presión más o menos clara de poder personal , impresión cuyo re
manente mnemonco es un verdadero testimonio simbólico de capa
cidad de acción , de voluntad de dominio, que acicatea la bús
queda de la repetición de la acción placentera. Esta es la edad en
• BURROW , The Origin of the Incest-awe, Psychoanalytic Review , V, 3, 1918,
P. 253.
152 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

que los motivos de acción son egoístas y sensuales, en que libidine,


non ratione agere.
Como quiera que la satisfacción de las necesidades a medida
de su aparición no es el hecho constante, sino durante la vida in
trauterina, más tarde, el individuo experimenta también, como
producto de la no satisfacción de sus deseos, el sentimiento de des
placer o dolor, el cual despierta en él , al mismo tiempo que la con
ciencia de sí mismo, el sentido de la realidad: entonces, el niño co
mienza a conocer distintamente su yo y el mundo exterior ; cesa
de estar encerrado en su mundo de valores exclusivamente emo
cionales ,autohedonítiscos, y de ilusiones y alucinaciones egoárqui
cas; sale poco a poco de las profundas opacidades de la existencia
hermética; y su actividad psíquica se ejercita en otros dominios,
se objetiviza, adquiriendo una nueva escala de valores, de orden
superior , intelectual : comienza entonces el reinado del principio
de lasrealidades cósmica y social-la edad de ratione facere.
Toda esta transformación de la personalidad del individuo,
no tiene lugar sino en su yo actual, en la esfera consciente, es decir,
en la parte más elevada, nueva y dinámica del ser, la cual, con su
incesante desarrollo constructivo, encubre lo inactual o inferior
de las funciones de adaptación. Decimos que encubre solamente,
porque los modos primitivos de adaptación sobreviven como sub
bases, como actividades ocultas en la subconsciencia . Persisten
porque tienen la estabilidad de lo que fué activo durante mucho
tiempo y que no ha sido más que superado, sin ser destruído, pues
to que, como dice el gran poeta antropognosta, desde la cuna has
ta el sepulcro, ningún hombre puede digerir la antigua levadura
Dass von der Wiege bis zur Bahre
Kein Mensch den alten Sauerteig verdaut!

Este psiquismo oculto, que no por tener su razón de ser en el


pasado cesa de ser activo, se expresa - ya que no puede hacerlo
de manera autónoma y franca - se expresa influyendo en el psi
quismo de actualidad, en forma tal , que, sin desor bitarlo ,le incor
pora sus valores convirtiéndolos en actividades de tipo superior.
Así, pues, las fuerzas inferiores se ejercitan e influencian el flujo
de la conciencia, sublimándose.
El estado de adaptación actual, que es el de lucidez, requiere
esfuerzo, atensión psicológica o elevación del nivel mentals, como
bien dice PIERRE JANET, pues ela aprehensión de la realidad bajo
todas sus formas, es la operación más difícil , la que desaparece más
HONORIO F. DELGADO 153

rápidamente y más frecuentemente en las depresiones .» * Por con


siguiente, estas depresiones del nivel mental, cuyas consecuencias
vamos a examinar en seguida, pueden ser causadas, de una parte,
por todas aquellas motivaciones de origen exógeno que acrecien
tan la dificultad de la harmonía entre la actividad interna y las
condiciones objetivas, sea por una mayor solicitación de trabajo
directamente aplicado a la aprenhensión de la realidad, sea por la
demanda de una mayor inhibición de las funciones inferiores. De
otra parte, el descenso del nivel mental puede ser causado por mo
tivos endógenos: vigor exagerado o reforzamiento de las funciones
de adaptación inactual , que consumen la energía necesaria al pro
ceso sintético e integrativo de la adaptación conforme a las causas
presentes, que requiere el dominio hegemónico de los valores de
la conciencia .
Esa cuestión del nivel mental es, desde otro punto de vista ,
la misma que la de la lucha de los valores psicológicos; por consi
guiente, es expresable en términos de ésta : Así, de las relaciones
entre las funciones superiores y las funciones inferiores, se puede
hablar como de un conflicto entre la conciencia y la subconscien
cia; del dominio hegemónico de la primera, como de una represión
o acción censora ; y del descenso del nivel mental, como de un
triunfo de los complejo's ideoafectivos reprimidos en la subcons
ciencia. Este modo de expresar tiene su justificación en el hecho
de que las actividades inactuales, no sólo corresponden a meca
nismo de adaptación vital menos adecuados que los superiores,
sino que , particularmente, todos aquellos mecanismos anacroni
cos que han sido puestos en receso por la interferencia social, son
de contenido o significado psicológico antagónico a los de dominio
actual.
Toda dificultad de adaptación, toda imposición de esfuerzo
que supere el límite de la capacidad funcional superior, tiene por
consecuencia la rehabilitación de los modos de ser, de l'as actitudes
mentales infantiles, ya que lo más estable de la psiquis es lo menos
diferenciado, lo que dinámicamente implica menor esfuerzo, lo
cual viene a ser, como ya lo hemos dicho, la conducta conforme
al principio del placer. Esto quiere decir que si un individuo no
puede estar a la altura de sus actuales problemas de vida, se com
portará usando de mecanismos mentales válidos en sus condicio
nes de existencia del pasado: no pudiendo vivir la realidad presen
te, se refugia en el pasado; retrogradando al pasado, se defiende del

• JANET, Les Névroses, Paris, 1910, P. 362.


154 LA PSI QUATRIA PSICOLOGICA

presente: de todos modos, logra persistir, que es lo esencial. El re


fdgfo más remoto y seguro de l pasado, a la vez que el que está en
mayor desarmonía con el presente, es el nivel mental correspondiente
al estado de óptimo confort, de somnipotenciar (SANDOR FI RENCZI),
propio de la vida intrauterina. Posterior a ese estado es el de bie
nestar debido a los cuidados de la familia, que satisface las
exigencias y los deseos a medida de su aparición, lo que da al niño
la halagadora y engañosa impresión de poder mágico, es decir, con
seguido con poco esfuerzo ( con sólo los gestos y gritos que expresan
deseo de alimentos, de abrigo, de halago, etc. ) . La regresión
hacia estos modos de ser, y los que corresponden a otras etapas de
la evolución del sentido de la realidad, ulteriores a las indicadas,
será proporcional a las dificultades actuales; o dicho de otro modo:
el individuo rehabilitará modos de ser hedonistas tanto más re
motos cuanto mayor sea su dificultad de adaptación actual. Esta
forma de reacción protectora de la mente, es lo que apropiadamen
te denomina William A. WHITE « instinto por lo familiar - el mo
tivo de seguridadı.
Los desórdenes psicopatológicos no son otra cosa que una
quiebra de la adaptación actual, y, por ende, una regresión a la
mentalidad de otrora, en discordancia con la realidad insuperable,
pero que es salvadora para el individuo, pues implica un equilibrio
de fuerzas psíquicas y no una aniquilación total . La neurosis es
una forma de regresión poco acentuada, superficial, diríamos; la
psicosis, en cambio, implica una regresión hacia las más remotas
maneras de adaptación. Esto explica la mayor inestabilidad y cu
rabilidad de la primera, pues apenas tiene raíces en lo más
orgánico, en lo más estable y cerebralizo de las funciones psico
16gicas.
En la enfermedad psicógena, hay, según lo dicho, una susti
tución parcial o total de los elementos aperceptivos por los del
contendido de la subconsciencia; sustitución que se debe a una
causa que antes ha impedido la actividad de las funciones inferio
res, como resultado de obstáculos externos o deficiencias inter
nas en la adaptación ». ? Se trata, pues, de un cambio de equili
brio que no difiere esencialmente de la normalidad: en este último
estado hay siempre influencia de la subconsciencia sobre la con
ciencia, pero aqui el yo, regido por la realidad, impone la escala de

. Vide FERENCZI, Entwicklungsstufen des Wirklichkeitssinnes, Internationale


eitschrift für Aertzliche Psychoanalyses, I, 2, 1913.
• WHITE, Principles of Mental Hygiene, New York, 1917, P. 39.
? FREUD , Ueber Psychoanalyse, 2a . Ed ., Wien , 1912, P. 54.
(
HONORIO F. DELGADO 155

valores conscientes a todos los elementos que toman parte en su


dinámica; en tanto que en el proceso psicopatológico, en virtud
de un « estrechamiento del campo de la concienciar ", según la
expresión de PIERRE JANET, el yo cesa de ser regido de manera
abrumadora por la acción del mundo exterior. Por eso es justa la
afirmación freudiana de que « el mecanismo psíquico usado por las
neurosis no es creado por una perturbación mórbida de la vida
psíquica, sino que se halla ya en la estructura normal del aparato
2
psíquico».
La manera como el contenido de la subconsciencia logra su
expresión, a despecho de la actividad censora de la conciencia,
cuya corriente es muy difícil que sea totalment paralizada, tiene
caracteres particulares, que es indispensable conocer para poder
comprender el significado de los síntomas psicógenos.
Ante todo, se puede sentar como ley, que el lenguaje o modo
de expresión de la subconsciencia, es esencialmente emblemático :
los símbolos son para ella lo que los conceptos y palabras son para
la inteligencia. Este contraste se ve claro en el siguiente ejemplo,
que sacamos de nuestro libro de onirogramas.
Antes de dormir , pensaba en una utopía de Hamerton, que
había leído en el día; ella consistía en la fundación de una escuela
para el aprendizaje del latín, en una isla italiana, donde se revi.
viera el clásico idioma, ejercitándolo como habla exclusiva Al
pasar la atención hacia la mala suerte que correría el latín fuera
dela isla, es decir, los malos cambios de la alocución de los jóvenes
humanistas por la corrupción y acaso por el olvido de la lengua
gloriosa al retornar a los colegios modernos - al pasar a esta parte
del asunto , decía , el curso del pensamiento consciente fué sustituido
y continuado por alucinaciones hipnagógicas que incorporaron
las ideas correspondientes en la alegoría siguiente: de un surtidor
saltan centrifugamente flores de laurel, cada una de las cuales, al tocar
el suelo, es atravesada por una groseraflecha de caña .
Este ejemplo nos indica solamente que el pasaje a la alucina
ción simbólica «constituye un fenómeno de fatiga y una regresión
de un modo de pensar difícil a otro de tipo más fácil y primitivo ;
denota un desplazamiento dela forma abstracta a la forma picto
gráfica del pensamiento». Es una ilustración del modus dicendi
de la subconsciencia, mas no de la naturaleza del contenido intere

• JANET, L'Automatisme psychologique, Paris, 1910 , P. 195.


• FREUD, Dte Traumdeutung, 3a.Ed ., Leipzig, 1911, p .411 .
1. SILBERER , Phantaste und 'Mythos. Vornehlich vomGesichtspunkte der punk
ftonalen Kategorie ausbetrachtet,« Jahrbuch für psychoanalytische und psychopatho
logische Forschungen ), II, 2, 1910. P. 605.
156 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

sado, reprimido del símbolo. Ello si se ve claro en la siguiente


alucinación hipnagógica de un sujeto en estudio, la cual relatamos
casi con sus propias palabras:
Pensando en las palabras que mi abogado debía poner como
introito a una solicitud, con la imagen verbal de la palabra introito
en la mente, sobrevino el sueño y en él vi la escena siguiente: me
llego yo a una muchacha dándole disculpas por mi audacia .... en
una palabra, hago el introito a una aventura galante. El sitio donde
serealiza esta escena es precisamente el mismo en que vi, hace dos
años, a un amigo abrazando a un mujer, en circunstancias en que
yo estaba al frente, conversando con la que hoy es mi esposa. Creo que
esta visión fué tan rápida que no duró más tiempo que el necesa
rio para pronunciar la palabra «introito », pues estoy casi seguro
de que desperté de nuevo articulando la última sílaba de ella .

Aquí se ve ya claramente la vena hedonística del producto


de la represión, aún sin descender al análisis; no sólo se hace grá
fica la idea « introito», sino que las imágenes que a tal fin concurren ,
se relacionan directamente con la vida erótica del sujeto ,que domina
durante el sueño por ser regida por el principio del placer; es,
pues, una regresión hacia el pasado deleitoso.
Los símbolos de la subconsciencia tienen genarlmente múlti
ples significados, que, con el análisis.se pone a descubierto: por eso
se dice que son superdeterminados. Por ejemplo, el síntoma histé
rico o psicasténico, que es una simbolización de la subconsciencia,
lleva el sello de algo más que del último conflicto que le dió na
cimiento; por medio de asociaciones espontáneas, st puede descu
brir en él la encarnación de deseos de antigua fecha; de suerte que
estas experiencias reprimidas han venido, en cierto modo, acumu
lando material para el síntoma, que, cuando se hace ostensible,
resulta un producto sintético, rico de reminiscencias. En el sueño
pasa cosa análoga: muchas de las imágenes oníricas son productos
complicados de la condensación de varios elementos representa
tivos de intenciones ocultas. A veces, en lugar de unificarse en un
solo símbolo varias determinaciones subconscientes, sucede lo
contrario, que en varias imágenes o manifestaciones se expresa
una sola determinación: tal proceso se conoce con el nombre de
disyección ( OSKAR PFISTER) .
La simbolización, con frecuencia, tiene por base la afirmación
subconsciente de una semejanza, interesada ,con algo ajeno al su
jeto: en esto consiste el proceso de identificación o introyección,
muy observado en las neurosis. El proceso contrario , no menos
usual, es el de proyección : gracias a él, el individuo atribuye a otras
HONORIO F. DELGADO 157

personas caracteres y tendencias que en realidad no son sino carac


teres y tendencias endopsíquicas, esto es, partes de su yo, que la
censura no le permite ver directamente como cosa propia: esta
mecanismo da la clave da la paranoia, y también es el camino psi
cológico necesario para la cura psicoterápica, como veremos al
ocuparnos de la transferencia,
Hay otro modo de simbolización, que es , en realidad , una pro
yección dentro del individuo mismo, me refiero a la conversión :
consiste esta en la expresión del complejo reprimido por medio
de manifestaciones somáticas, es la conversión de valores pura
mente mentales en valores de la inervación periférica; tal es el
caso de los síntomas histéricos, como parálisis, anestesias, al
teraciones cutáneas, etc.
Los modos de simbolización son de lo más variados, cambian
con cada caso , en función con la particular arquitectura mental
del sujeto y de la historia de su dolencia; de suerte que no es posi
ble formular leyes absolutamente precisas sobre el asunto . Por lo
demás, lo poco que hemos dicho, se refiere nada más que a los ex
pedientes generales a que con mayor frecuencia recurren, para ex
presarse , los complejos reprimidos.
Como el condicionamiento de la manera de simbolización,
el condicionamiento del mecanismo seguido, y el condicionamiento
de la categoría nosográfica de los síntomas psicopatológicos de
cada caso, indudablemente que es doble: la naturaleza del elei
mento patógeno y la particular constitución psicológica del sujeto.
Respecto a esto último, C. G. JUNG establece dos tipos bien defi
nidos: el carácter de introversión y el carácter de extraversión. “
El primero, cuya expresión patológica paradigmática es la esqui
zofrenia, tiene lugar en el individuo que alimenta como centro de
su interés su propia vida interior; la extraversión, cuya manifes
tación extrema es la histeria, tiene lugar cuando lo esencialmente
importante para el sujeto está en el mundo objetivo. El individuo
perteneciente al tipo de introversión se adapta principalmente
por el pensamiento, queda en él poco diferenciado el sentimiento;
en tanto que el individuo del tipo de extraversión, que pone su
alma en las cosas exteriores, se adapta dominantemente por el
sentimiento, quedando el pensamiento como función inadaptada.
Los medios terapéuticos que pone a nuestro alcance el cono
cimiento del psicomecanismo de las enfermedades mentales fun
11
JUNG, Contribution a l'étude des types psychologiques, « Archives de Psycholo
gies , XI, 4, 1913.
158 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

cionales, se enderezan a poner el psiquismo del sujeto en harmó


nica e integral adaptación a la realidad, desterrando la discordia
intrapsíquica según la técnica de la autognósis exhaustiva. En esta
tarea, el médico desempeña el papel de instrumento intermediario
entre la realidad actual y el contenido mental anacrónico, entre
el mundo objetivo y el fantástico de las seguridades ilusorias.
El tratamiento psicoanalítico, que se debe llevar a cabo des
pués de una anamnesia extremadamente minuciosa, consiste en
procurar que los productos de la represión sean sacados a luz y
claramente reconocidos por el paciente. La dificultad estriba en
conseguir de la censura que autorice la presencia y que permita
la palabra a todos los componentes del yo, lo cual hay que intentar
con la mayor maña. La técnica, que en su esencia es un examen
catam nésico , consiste en provocar las asociaciones espontáneas
de los símbolos sintomáticos o de los símbolos de los sueños que
se haya selecconado convenientemente en vista de su vinculación
con el conflicto patógeno ,- provocar con ellos las asociaciones
espontáneas que delatan el contenido profundo de la mente; de
suerte que poco a poco , y a veces muy penosamente, se va sacando
a la superficie de la conciencia los monstruos de los abismos, el
material patógeno, porque el símbolo o síntoma no es más que el
extremo ostensible de una cadena cuyo otro extremo es la raiz
madre del mal, el monstruo abismal. Así se logra desvanecer el
caos, la anarquía, cuya existencia es la causa primaria del estado
patológico de incapacidad de síntesis mental para la adaptación
eupsíquica.
Está lejos de ser una metáfora nuestro dicho de que el médico
sirve de instrumento intermediario entre el presente y el pasado
a que por sus síntomas está adherido el paciente: en verdad, es de
manera positiva que el psicoterapeuta desempeña esta función.
For una violencia directamente ejercida sobre la censura de la
conciencia , no se consigue que ella deje pasar los materiales repri
midos; es inespugnable a un intento de esa especie, opone una re
sistencia, la cual generalmente se manifiesta por medio de reaccio
nes que la encubren bastante bien: es decir, que, gracias al proceso
de racionalización ( ERNEST JONES) , muy usado por la psiquis
normal y morbida, el individuo evita la penetración en sus inte
rioridades, en sus parties honteuses, dando razones más o menos
plausibles, basadas en motivos postizos, completamente alejados
u vlde DELGADO , La rehabilitación de la interpretación de los sueños, Revista
de Criminologia, Psiquiatría y Medicina Legal .

1
HONORIO P. DELGADO 159

del real, cual es la defensa de lo reprimido. Para reducir al mini


mun esta resistencia, hay que dirigirse a la subconsciencia por
caminos tortuosos: el intento de llevar a la superficie lo abis
mal, es coronado por el éxito sólo cuando se desciende al abismo, y
para ello es menester asimilarse al contenido de este nivel: tal fin
se logra sin esfuerzo gracias al proceso de transferencia (del ale
mán: Uebertragung).
Por la transferencia el médico realiza — con respecto a la acti
vidad subjetiva del pacienterealiza el vicariamiento de las per
sonas a las cuales, en el pasado, éste estuvo fuertemente ligado por
el" afecto: encarna, pues, sucesivamente, yendo del presente al
pasado, todos los seres que, en equivalentes endopsíquicos, signi
fican apoyos regresivos, objetos de adaptación conforme al prin
cipio del placer.
La búsqueda inconsciente de lo que puede satisfacer el senti
miento de seguridad personal, es un elemento bastante activo en
el neuropata, de aquí la facilidad con que se puede establecer esta
clase de relación entre él y otra persona; facilidad que es infinita
mente mayor aún si esa persona es el psicoterapeuta, pues a ello
coadyuva la particular actitud mental relativa al médico, consi
derado implícitamente como salvador, como protector, como de
fensor, cuyas raíces profundas, sumidas en los más trascendentales
intereses del individuo y de la vida, ha puesto de manifiesto G.
STANLEY HALL .
Por tales razones, el psicoanalista debe tener como primer
objetivo, al iniciar la cura, el hacer la conquista franca y completa
de la confianza del enfermo, que así éste facilmente le hará objeto
de la aplicación de su interés afectivo, de suerte que en él se
proyectarán, actualiza ndose, las fantasías de la subconsciencia,
las cuales sabrá desapoderar de su patogenicidad, a medida
que surjan, gracias al poder disolvente del análisis. Así, gradual
mente, se consigue adaptar a la realidad actual el contenido
reprimido, conquistado valiéndose del señuelo de las fantasías
infantiles.
Por otra parte, no es privativo de la disciplina psicoanalítica
el aprovechamiento de la transferencia con fines terapéuticos - que,
por lo demás, es un fenómeno tan general y frecuente, que ultra
pasa los linderos de la terapéutica, extendiéndose en el ilimitado
campo de las simpatías por el contrario, es la base de toda psi
coterapia, aunque de ello no se den cuenta sus beneficiarios, y
side Hall, Thanatophobia and Immortality, The Amenran Journal of Psy
chology ', XXVI, 4, 1915.

I
160 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

aunque sus efectos varían en calidad y duración. " Esta situa


ción psicológica «da cuenta - como escribe SMITH ELY JELLI
FFE-da cuenta de muchos de los éxitos indudables, por lo menos
parciales, obtenidos con el uso de toda clase de terapia, se puede
decir, con cualquiera forma de terapia, desde el manifiesto charla
tanismo hasta las formas más ortodojas aprobadas en la enseñanza
médica de las escuelas. No es necesariamente, sin embargo , la vía
recta o la mejor vía, para que, como regla, represión, desplaza
miento y transferencia, de que usa el neurósico, no tenga éxito de
finitivo. Enteramente el cincuenta por ciento de los neurósicos y
seguramente muchos de los casos psicósicos que he investigado
en los ocho o diez años pasados fueron alguna vez « curados por
operaciones, por hidroterapia, por Weir -Michellismo, etc. Sus pri
meros conflictos fueron reprimidos a través de sus primeras trans
ferencias a los muchos médicos que los habían tratado, pero el
intento de curación radical fué esencialmente desastroso . Ellos
hicieron ,muy costosamente, substituciones, las cuales en los años
posteriores se han destruido en parte o en totalidad ». *
La ventaja irrecusable de la técnca psicoanalítica, es que
maneja este precioso y en ocasiones asaz peligroso instrumento
de la transferencia con plena conciencia de su existencia, y con la
condición deliberada de desembarazarse de él cuando ya consti
tuye un obstáculo para la prosecución última de la cura ; pues
llega, en efecto, un momento en que la transferencia implica nada
más que una sujeción al médico, que obsta a la libertad completa
del sujeto analizado, que le hace imposible la total posesión de sí
mismo: rehabilitado el cordón umbilical psicológico con fines te
rapéuticos, debe cortarse cuando constituye un impedimiento a
tales fines regeneradores: si tal no se hiciese, se dejaría al paciente
todavía refugiado en la regresión y no adaptado a la realidad. Por
lo demás, la disolución de la transferencia no es una maniobra
propia de la última escena de la cura, sino delicado trabajo que
se realiza pari passu con el análisis, pues éste se ejercita destru
yendo los símbolos de la tranferencia actual de cada momento.
Lo que sucede es que a medida de que se desvanece una fase de la
11 Siendo la condición de sugestibilidad una de las más triviales manifesta
ciones tributarias de la transferencia, se ve bien claro la indigencia de significado
de la concepción pitiática de la histeria - que para la mayoría es la última palabra
en materia de mecanismo de la histeria — y lo infundado de la pretensión de su au
tor al decir que «ella conviene al objetodefinido todo entero (sic) y noconviene sino
a él.-J. BABINSKI et J. FROMENT, Hysterie, Pithiatisme et Troubles nerveux d'
ordre réflex , 2a. Ed. , Paris , 1918, p . 21 .
15 JELLIFFE, The Technique of Psychoanalyse, New York and Washington,
1918, p. 120.
HONORIO F. DELGADO 161

transferencia, se sucede otra: por eso se habla de la situcaión en


cuestión como de un proceso dinámico: no es una transferencia
sino una sucesión de transferencias.
El fin de la transferencia tiene lugar cuando ya el paciente no
tiene más imágenes reprimidas que proyectar sobre el médico,
cuando éste se presenta a su actividad subjetiva simplemente tal
cual es, es decir, sólo como un objeto de la realidad actual; para
conseguir esto , es menester que el médico, durante el desempeño
de su papel de vicariante de los espectros del pasado, no ponga
nada de sí, nada personal en sus relaciones con el paciente: «El
médico, como dice FREUD, será opaco a la manera de un espejo
para los pacientes analizados y no manifestará nada que no sea
lo manifiesto a él. 16
No termina su misión el psicoterapeuta con anular los sínto
mas del enfermo gracias a la investigación de la causa histórica
oculta y de su correspondiente evolucionismo; debe trabajar adap
tando el individuo actual a la realidad, de manera integral, no sólo
por destrucción de las adaptaciones de índole inactual, lo cual es
tratamiento retrospectvo , sino capacitándolo para poder domi
nar la disciplina de la función de lo real, pues la posesión del pre
sente por la posesión del pasado, al terminar la cura, no es garan
tía suficiente para que el neuropata pueda afrontar los problemas
vitales del futuro sin recurrir a la regresión como medio defensivo .
Hemos dicho antes ( P. 150) que hay una interinfluencia on
tre la conciencia y la subconsciencia, por la cual los productos de
valor de la actividad psíquica llevan la marca de ambos planos;
de suerte, pues, que los símbolos con que se expresan las funciones
de adaptación inferior tienen algo que puede calificarse como ten
dencia a la superiorización, a la sublimación: al par que contienen
el pasado, encarnan una orientación hacia el futuro. Por eso J UNG
reconoce doble valor a los símbolos de la subconsciencia, por ende,
interpretables en dos planos: en el plano objetivo y en el plano sub
jetivo: «La interpretación objetiva es analítica, porque hace la di
sección del contenido de los sueños dividiéndolo en complejos de
reminiscencias, y halla su relación con condiciones reales. La in
terpretación subjetiva es sintética porque separa los complejos
fundamentales de reminiscencias subyacentes de sus causas actua
les, considerando los símbolos como tendencias o partes del sujeto
y reintegrándolos con el sujeto. ( Experimentando yo algo, no ex
perimento meramente el objeto, sino, en primer lugar, mi mismo yo .
16 FREUD , Zur Dynamik der Uebertragung, «Zentralblatt für Psychoanalyser,
II, 1912, p. 488.
162 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

No obstante, este es el caso solamente si yo me doy cuenta de la


experiencia.) El procedimiento de interpretación sintética o cons
tructiva está basado, por consiguiente, sobre la versión en el plano
subjetivos. u
Decir que en su aspecto subjetivo , el producto psíquico - acto
sintomático , o en sueño , que en la vida mental normal es el repre
sentante del proceso psicopatológico " _es sintético («autosim
bolico », « funcional» o « anagógico » ( HERBERT SILBERER ) , signi
fica que en él se retrata la condición dinámica actual del individuo,
con sus posibilidades y esfuerzos teleológicos de solución de los
problemas de adaptación vital, tratando de conformarse a las nor
mas sociales: es como la cristalización en imágenes del anhelo pro
fundo del ego.
Este valor prospectivo de los productos subconscientes forma,
por su conjunto, la orientación subjetiva general, sintética, forma
lineas psicológicas de desarrollo individual, que en el neurópata,
como dice ALFRED ADLER, «pierden de vista a la realidad , mien
tras que en el individuo sano , «cuentan con ella tan pronto como
llega el momento de la acción y del esfuerzos. 19
Al freudoanálisis, que gracias a la apreciación del aspecto
causal o regresivo de los síntomas, por su interpretación en el pla
no objetivo, deja exhausta la psiquis de pasado patógeno, debe
suceder la psicosíntesis. El psicoanálisis pulveriza, por decirlo así,
el contenido de la subconsciencia, pero no lo destruye, por consi
guente, persiste en tanto que valor psicológico, como fuerza ele
mental, por tanto, si se quiere evitar que de nuevo se organice en
una formación patógena, es menester aprovecharla, organizándola
en forma beneficiosa: esto es, precisamente, lo que se realiza con el
método que Jung llama hermenéutico, «que consiste en agregar
analogías a las ya dadas por el símbolo: en primer lugar, analogías
subjetivas dadas por el paciente como ocurren en él ; en segundo
lugar, analogias objetivas fuera de sus conocimientos generales,
suministradas por el analista. El símbolo inicial es muy ampliado
y enriquecido, resultando un cuadro altamente complejo y de múl
tiples aspectos, el cual puede ser entonces reducido a tertia com
parationis ). 22 De ese modo se dota a la mentalidad de vías de de

11 JUNG , The Psychology of the Unconscious Processes, en Collected Papers


on Analytical Psychology, 2a. Ed. , New York, 1917, ps. 421-422.
18 Según JAMES J. PUTNAM ,no solamente los simbolos, sino todas las emociones
tienen dos faces: faz retrógrada o sensual y faz progresista o moral. - PUTNAM, An
Interpretation of Certain Symbolisms, « The Psychoanalytic Reviews, V , 2, 1918,p. 149.
1: ADLER , Ueber den nervoesen Charakter , Wiesbaden , 1912, p. 36.
** JUNG, The Conception of the Unconscious, en Collected Papers on Analy.
tical Psychology , 2a. Ed. , 1917 , ps. 468-469.
HONORIO F. DELGADO 163

senvolvimiento que son sistemas pragmáticos genuinamente per


sonales, por consiguiente estables y fecundos,-no irrealizables
en la acción como las espontáneas líneas de vida del neuropata
vías de desenvolvimiento plenas del sentido de la realidad, que son
de la mayor validez para la práctica de la vida, aunque no sean
forzosamente controladas por la lógica. Al adiestrar al paciente
en tales comercios con la imaginación, se le dota, al mismo tiempo ,
de la habilidad necesaria para operar,en todo momento, con los
productos de la subconsciencia , para estar en contacto contínuo
y en estable harmonía con ellos, lo cual es base suficiente para
el mantenimiento de la salud psíquica, para la mayor eficiencia
y para la felicidad misma.
Ya que ni el espacio ni la discreción nos permiten presentar
el psicoanálisis completo de un enfermo, a continuación sólo rela
tamos un episodio interesante, ocurrido durante la cura de un neu
rósico, en el momento en que ofrecía manifiesta resistencia al
análisis.

En la víspera de uno de los días en que debía tener con noso


tros una sesión psicoanalítica,a la que le habíamos indicado que
llevara el relato de los sueños de la última noche, nuestro enfermo,
que en el día había estado en casa de su padre y de quien había
recibido una orden que implicaba un gasto superior a su capacidad
económica actual( el padre lo ignoraba), por demás precaria , en la
víspera de una sesión de psicoanalisis, deciamos, y momentos antes
de acostarse, sin motivo aparente, vino a la mente del sujeto el dicho:
Adelante con los cirios que el diablo se lleva al muerto », expresión
que algunas veces, varios años antes, había oído decir a su padre,
la cual, sin darse cuenta, se repetía, acaso con entusiasmo, hasta
que le llegó a sorprender tal perseveración, pues comprendió que
era toda una obsesión, que acabó por ser mortificante.
Cuando nos relató el suceso y le interrogamos sobre la condi
ción anterior de su estado mental, nos declaró que había estado
muy preocupado por la dificultad en que inocentemente lo ponía
su padre, y que había tratado de olvidar el hecho, para estar tran
quilo. Respecto al motivo de la aparición de esta manifestación
hiperm nésica, el sujeto creía que se trataba probablemente de una
simple frase de estímulo , « como para darme valor»,decía el enfer
mo,«para soportar la mortificación consiguiente al hecho de no po
der servir a papá», pues ella había sucedido al deseo de olvidar la
imposibilidad de hacerlo. Este es un ejemplo precioso del proceso
de racionalización, pues, como veremos, el análisis demostró que
muy otro era el significado profundo de tal manifestación.
El sueño de la mañana del día siguiente al de la aparición de
la obsesión, arroja clara luz sobre el contenido de la expresión sin
tomática. El onirograma dice así: « Estoy en la puerta del Banco N.,
conversanado con mi amigo X ,noto que viene hacia nosotros mi sue
164 LA PSIQUIATRIA PSICOLOGICA

gro. Al verlo, mi amigo X me dice: «Ahi viene tu padre politicos. En


tonces exclamo yo irritado: « Como no se ha muerto este viejo!).
La permanencia en la puerta de un Banco indica que se va
a entar a él o que de él se sale con dinero o con un equivalente:
aquí tenemos, pues, la realización del deseo de dinero, que re
suelve la dificultad que atormentaba al sujeto durante la vigilia;
pero ésta es sólo la parte más inocente de la simbolización del
sueño; lo reprimido se manifiesta claro en las asociaciones libres
sugeridas por las partes del sueño sadas como estimulantes :
lo más ineteresante de estas asociaciones es lo siguiente:
Banco N .- « En otro tiempo mi padre depositaba su dinero
en ese banco, y yo con frecuencia he recibido algunas sumas de mi
padre en cheques de ese banco».
Amigo X .- «Es quien me ha ayudado en mi negocio , es mi
salvador . En la actualidad le debo dinero, y hace poco me ofre
ció favorecerme en el comercio a que hora me dedico».
Padre politico.- « Es persona a quien estimo sinceramente,
y le doy el título de papá. Hace muy poco tiempo estuvo grave
mente enfermo». ( El padre político no es,en el fondo,sino la imagen
manifiesta que encubre al padre, hacia quien se dirige, por consi
guiente, el deseo de muerte.)
Papa . - El sujeto recuerda una escena de su infancia . Estaría
de 46 6 años de edad: su madre, de pié, en medio de la habitación ,
lloraba quejándose de un reproche que acababa de hacerle su es
poso ( el padre del sujeto ): el niño experimenta un intenso senti
miento de adhesión y compasión por su madre, y una actitud sen
timental hostil hacia el padre, « como si fuera enemigo de nosotros
dos», dice el paciente. Recuerda haber tenido en la adolescencia
vagos, aunque conscientes deseos de que muriera el padre, preci
samente cuando la vida él le era más necesaria al sujeto. Estos
deseos le sorprendían más de lo que le mortificaban: se preguntaba
lacausa de tal aberración y de tal ingratitud, y no sabía responder
se. Después con harta frecuencia ,ha salido de su casa, con ánimo
de visitara su padre, y se ha olvidado por completo de hacerlo.

1) En la interpretación de los símbolos, el analista no juega otro papel que


el de un químico con sus substancias: las asociaciones libres son las que dan la clave
del contenido latente, como losreactivos dan la indicación de la composición mole
cular, y no la imaginación del analista. No puede ser arbitraria, sino espontánea,
la relación que se establece entre los símbolos y la experiencia del sujeto, pues él
mismo es quien hace las asociaciones: por esotambién, el criterio que debe informar
en la interpretación no ha de ser intelectualista ,sino pragmático . Esto no excluye
que el psicoanalista pueda conocer el significado de ciertos símbolos sin necesidad
de asociacones, pues hay símbolos que corresponden a la constitución psíquica de
la especie, que, por consiguiente ,son usados por todos los hombres. Andan , pues ,
errados los que,como EUGENIO RIGNANO, afirman que es evidente que gracias a
este procedimiento (de interpretación ) se puede hacer decir a un sueño todo lo que
se quierar. (Sin embargo de decir esto, el ilustre ciencista italiano reconoce, al menos,
que ees innegable que ciertos estados mórbidos, ciertas formas de histeria en parti
cular, han encontrado a veces en las teorías psicoanalíticas, que se han formado y re
templado gracias a la interpretación de los sueños, una explicación adecuada y un
tratamiento correspondiente, coronado de éxito..)— RiGNANO, La signification des
réveso, Scientian, XXIII, 5 , 1918, ps. 382 y 384.

1
--
HONORIO F. DELGADO 165

Las palabras obsesionantes de la víspera , dieron un abundante


stock de asociaciones libres, que no es posible reproducir aquí.
Ellas nos permitieron establecer la filiación causal y actual de su
simbolismo. Es una reacción compensatoria dela subconsciencia,
q'encarna el deseo de la muerte del padre,quien lo ponía en apuros,
en la ocasión actual por el problema económico q'su orden significa
ba cuya sub -base es el deseo infantil correspondiente al complejo
de Edipo - unión amorosa con la madre y deseo de desaparición
o anulación del padre — tan propio del contenido de la subconscien
cia del neuropata, La avidez de amor está muy bien simbolizada en
los cirios),una de cuyas asociaciones es con la reminiscencia del« cirio
de buen morir» que sirvió a la madre en sus últimos momentos.
Como símbolo funcional, interpretada en el plano subjetivo
la obsesión presenta muy bien la situación actual del sujeto, su
resistencia al análisis . En ella se manifiesta bien claro el estado de
regresión, de falta de socialización de sus tendencias: es una defen
sa contra la adaptación de su afectividad a las condiciones actua
les. Cirios, connota tendencia al pasado, deseo ardiente del amor
disfrutado en la infancia, el refigio de lo familiar. Muerto, repre
senta los complejos de la subconsciencia, experiencias sepultadas
del pasado. El diablo, encarna la subconsciencia, las fuerzas pro
fundas, la horrible fuente del mal, del pecado, tinieblas infernales
hacia donde quiere llevar el psicoanalista la vista de la conciencia .
En el plano objetivo, la interpretación permitió reconocer que el
diablo representa también al analista, a quien se teme algo: este es
un ejemplo del fenómeno de superdeterminación. En una palabra,
en este momento del análisis, la manifestación sintomática, como
símbolo funcional, expresa el enhelo de regresión; quiere decir:
« Que domine siempre en adelante, mi yo infantil, mi deseo de amor,
abandonemos el análisis de la subconsciencia (que el diablo se lle
ve al analista )».

HONORIO F. DELGADO
Jefe de Clinica de la Facultad de Medicina.

1
PERITAJE

Un imbecil criminal
El delito.

ELLocurrido
29 de mayo de 1916, en las primeras horas de la tarde, ha
en Pativilca uno de esos sangrientos sucesos que
tienen el doloroso privilegio de conmover hondamente a la colec
tividad por la acentuación singular de sus caracteres de agravio
social y por las diversas circunstancias que rodean , tanto al aten
tado mismo como a los personajes que en él han intervenido.
A la citada hora, hallábanse en casa de doña María Cárde
nas, ésta, mujer de avanzada edad, muy conocida y apreciada
de sus vecinos; un nieto de esta señora, don Arturo Cruz, y la
amante de este último, la « amasia », para conservar en toda su pu
reza el término regional. Los amantes se hallaban en una habita
ción , en la cual se vestía Cruz , que se preparaba a emprender un
pequeño viaje. La anciana doña María se hallaba en una de las
habitaciones interiores, dedicada a quehaceres domésticos.
Salvando los obstáculos que le ofrecía la parte posterior de
la casa de la Cárdenas, penetró en el corral un sujeto joven, ves
tido a usanza de los jornaleros de la comarca , y el cual avanzó si
lenciosa y lentamente hacia las habitaciones.Sin ser sentido, pene
tró hasta el aposento inmediato a aquel en que se hallaban Cruz
y su amante. Una vez llegado ahí, pisó fuertemente, golpeando el
pavimento como persona q' se impacienta al no hallar a nadie a
su paso , o como sujeto que procura orientarse respecto a los habi
tantes de la casa .
Al ruido que hiciera el intruso, acudió la mujer de Cruz. En
tre ellos surgió un diálogo breve: preguntó la mujer el objeto de
la visita; respondió el hombre con una interrogación a contenido
erótico: « Quieres gozar conmigo » ? Espantose la mujer, y en su

I
VALDI
HERMILIO VALDIZAN 167

espanto, lejos de volver a la habitación en que se hallaba Cruz ,


se dirigió a la calle, implorando auxilio en contra del recién venido .
Cruz, atraído por el ruido del intruso al moverse en la habita
ción, acudió a su vez . Demandó explicaciones al visitante, quien
se preparó a tomar una lampa que estaba a su mano, en un ademán
de franca agresión. Cruz siguió el camino de su amante y sólo
quedaron en la casa la pobre anciana y el misterioso visitante.
Nada se sabe respecto a lo ocurrido en aquella casa . Se for
mulan hipótesis, más o menos verosímiles; pero no se tiene noticia
alguna fidedigna. Las primeras personas que, llamadas por Cruz
y su amante, acudieron a la casa de la señora Cárdenas, fueron
testigos de un espectáculo que olvidarán difícilmente: el visitante
misterioso golpeaba con feroz encarnizamiento el cuerpo de la
anciana; tenía en las manos una pesada lampa con la cual sacudía
brutales golpes sobre el cráneo de la víctima: éste había sido ya
fracturado en múltiples fragmentos y, a los golpes de lampa del
asesino, la materia encefálica era caprichosamente proyectada el
golpeador interrumpía de vez en cuando su macabra tarea para
llevarse a los labios algunos puñados de masa encefálica que de
voraba con voluptuosa avidez, como si se tratara del más exquisi
to de los manjares que hubieran podido serle ofrecidos.
La indignación de quienes presenciaban la escena sólo halla
término de comparación en el horror que les inspiraba el antro
pófago: a golpes de piedra, a golpes de bastón, consiguieron redu
cir a la impotencia a aquel hombre, que se defendió muy brava
mente y que, en presencia del Gobernador, se manifestó sorpren
dido de su prisión .
Al día siguiente, el misterioso visitante y repugnante antro
pófago, fué llevado a presencia del señor Juez de Paz de Pativilca:
Dijo llamarse Octavio Rios Laguna, tener 18 años de edad, ser
natural de Santo Domingo (Huari), ser soltero y católico . Interro
gado respecto a los motivos de su prisión, dijo desconocerlos en
absoluto . Interrogado respecto a las heridas que presentaba (las
que le habían sido inferidas al reducirlo a prisión ), dijo que ellas
le habían sido inferidas por un cholo « abusivo » en la casa de una
mujer a la cual había dado una trompada y a la cual no conocía;
reconoció como suya la cuchilla que fué hallada en la habitación
de la Cárdenas; aseguró haber bebido un real de ron antes de pe
netrar en la casa de la Cárdenas. Hechas estas declaraciones,
Ríos Lagu na comenzó a alternar sus respuestas correctas con
respuestas disparatadas y a alternar sus palabras en castellano
con otras dichas en idioma quechua.

!
166 UN IMBECIL CRIMINAL

La vida en la Cárcel.

Octavio Ríos Laguna ingresó en la Cárcel Central de Guada


lupe el día 17 de marzo de 1917.
Desde la fecha de su ingreso, comenzó Ríos Laguna a hacer
una vida idéntica a la que actualmente lleva : vida reducida a las
más elementales manifestaciones de actividad psíquica e intensa
mente vivida en relación a la satisfacción de las propias necesi
dades. Glotón y voraz, infatigable en esta ruídosa y repugnante
ingestión de alimentos, sin preferencia selectiva alguna, con una
devoción exclusivamente cuantitativa ,tiene concentradas todas sus
simpatías en las sustancias alimenticias: estas son las únicas que
mueven aquel rostro impasible y frío, en el cual no hallan tra
ducción otras emociones que aquellas derivadas de un apetito
por satisfacer o de un apetito satisfecho.
Ríos Laguna, en cuya presencia puede ser abandonada una
suma cualquiera de dinero sin que experimente la tentación de
adueñarse de ella, la sufre invencible en presencia de alguna sus
tancia comestible o que él cree comestible.
No protesta, ni siquiera verbalmente, cuando es víctima de
la burla de algún compañero, burla que, por lo demás, parece no
comprenderla. Pero, en cambio , su protesta es airada y es solemne
cuando algún compañero le hace el gesto juguetón de arrebatarle
sus alimentos: entonces se ve a Ríos Laguna ostensiblemente
excitado: su rostro se congestiona, sus pupilas se dilatan, sus puños
se contraen espasmódicamente y el sujeto ofrece los aspectos de
una fiera pronta a lanzarse sobre la presa ofrecida a sus ojos.
Durante el período de tiempo que Rios Laguna ha perma
necido en la Cárcel Central de Guadalupe, ha ofrecido crisis perió
dicas de impulsión agresiva intensa , respecto a las cuales creemos
deber insistir . Caracterízanse estas crisis por impulsiones inmoti
vadas y violentas, que hacen del sujeto un verdadero peligro para
quienes le rodean . Durante los diecisiete meses de su permanen
cia en la Cárcel Central ha sufrido unas treinta crisis, casi a razón
de dos crisis mensuales, durante las cuales el personal superior del
Penal se ha visto precisado a encerrar al sujeto, sustrayendo así
a los compañeros del mismo a los peligros derivados de una tan
invencibles impulsividad : terminadas las crisis, que duraban unos
cuatro o cinco días, Ríos Laguna volvía a ser el sujeto tranquilo
e inofesivo de los días buenos.
Durante algunas crisis ha rechazado los alimentos y, en el
curso de una de ellas, después de haber arrojado su comida a la ba
HERMILIO VALDIZAN 169

sura que se hallaba aglomerada en un ángulo de la habitación, ha


ingerido tranquilamente aquella mezcla repugnante de alimentos
y desperdicios.
En otra oportunidad creyóse agraviado por un reo apellidado
González: tomose el cuidado de reunir prolijamente sus excretos,
esperó sin impaciencia que González se durmiera, y cuando le
sintió profundamente dormido, se aproximó sigilosamente al lecho
del preso y vertió sobre él el contendido de aquel vaso nausea .
bundo.
En dos ocasiones Ríos Laguna ha sido sorprendido en pose
sión de armas improvisadas, pero eficaces: una de ellas se trataba
de barras de hierro prolijamente aguzadas y convertidas en instru .
mentos punzantes de positiva peligrosidad. En otra ocasión, se
trataba de fragmentos de hoja de lata, aguzados cuidadosamente
y convertidos en armas cortantes, también de positiva peligrosidad.
El examen del enfermo.
La falta absoluta de elementos de examen en la Cárcel Cen
tral de Guadalupe, así como la ausencia de personal familiarizado
con la observación diaria de enfermos de mente, nos impulsó a
solicitar la traslación de Ríos Laguna al Asilo- Colonia de
Magdalena, en forma análoga a como se había hecho con el enjui
ciado John Tetzlaff, procedente de Iquitos. Desgraciadamente
no pudimos alcanzar esta concesión y hemos debido conformarnos
con lo que nos ha sido posible hacer, habiendo debido llevar noso
tros mismos nuestro instrumental, y habiendo debido improvi
sarlo en no pocas ocasiones.
a )-Notas morfológicas. - Estigmas múltiples de degenera
ción. Anomalías cráneo -faciales varias.
b)- Vida vegetativa . - Nada de particular, excepción hecha
de un hambre insaciable, siempre pronto a emprenderla con el
primer estimulante que le viene ofrecido. Coprofagia.
c) Vida de relación :
1)-Sensibilidad . - Sensibilidad objetiva ligeramente dismi
nuída. La investigación de las formas diversas de la sensibilidad
subjetiva está sujeta a la causa de error derivada de la poca aten
ción del sujeto al experiemento y de la caprichosidad del sujeto
al responder verbalmente a las estimulaciones que le vienen he
chas. A despecho de estas circunstancias nos ha parecido sorpren
der una acentuada disminución de la sensibilidad a los estímulos
térmicos y doloríficos y un notable retardo en la percepción de
las estim ulciones de la misma forma.

/
170 UN IMBECIL CRIMINAL

II) - Reflectividad. Los reflejos superficiales están dismi


nuídos. El reflejo faríngeo está totalmente abolido. Las pupilas
son iguales, con reacción pronta a la luz y a la acomodación. Así,
pues, ausencia absoluta del signo de Argyll- Robertson.
III) - Motilidad. – Buen estado tráfico de los músculos; tonus
normal. Movimientos pasivos correctos. Normal la motilidad
activa .
La marcha del sujeto evoca el recuerdo de la marcha de los
grandes monos de los Zoológicos europeos: camina burda y pesada
mente, con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante, con
los brazos pesadamente colgantes a los lados del cuerpo.
No hay signo de Romberg.
IV )-Organos de los sentidos.—No ofrecen nada de particular.
V ) -Expresión. La expresión mímica es pobre; hay hipo
mimia . Sólo hay un acentuado bosquejo de expresión mímica
cuando el sujeto se halla bajo la impresión de los dos estados emo
cionales que para él alcanzan el máximum de intensidad: la cólera
y el deseo.
El sujeto no escribe, ni dibuja: su habilidad manual es muy
deficiente: los pequeños movimientos finos de los dedos de la mano
se realizan con lentitud y con poco acierto .
La expresión fonética es ligeramente eunucoide.
El vocabulario castellano es pobre y no lo es mucho menos
el vocabulario quechua .
El sujeto se presenta en actitud temerosa, exageradamente
respetuosa . Contempla con desconfianza los aparatos que hemos
llevado para someterle a algunos experimentos. Cuando se le inte
rroga respecto al delito que se le imputa o respecto a los motivos
de su permanencia en la Cárcel de Guadalupe, suele arrodillarse,
juntar las manos en ademán suplicatorio y pronunciar estas pala
bras: «Yo no he matado, patroncito».
VI)—Notas psicológicas. - Existe en Ríos Lagunas una aten
ción voluntaria, que le hemos sorprendido cuando le hacíamos
objeto de algún experimento del cual desconfiaba. Esta atención
misma no podía ser sostenida por mucho tiempo . La atención al
comando es difícilmente constituíble y se mantiene por pequeñí
simos espacios de tiempo. En el curso de nuestros experimentos
hemos conseguido del sujeto un máximum de fijación de la aten
ción de siete segundos y tres décimos de segundo.
Estas deficiencias de atención explican la pobreza considera
ble del contenido de las senso -percepciones de Ríos Laguna.
HERMILIO VALDIZAN 171

La memoria de nuestro sujeto es muy deficiente : los ensayos


que hemos llevado a cabo sobre su capacidad de fijación, arrojan
cifras muy inferiores a la normal : de cinco cifras que se le presen
tan en un test de memoria auditiva, apenas recuerda una y ésta
una es la última , de manera que no es posible excluir el hecho de
una interpretación que tenga en cuenta la ecolalia. No nos ha sido
posible llevar a cabo una averiguación prolija sobre la memoria
anterógrada, por no ofrecer el sujeto condiciones para llevar a cabo
los múltiples experiementos que la investigación reclama. Tam
poco hemos podido llevar a cabo una investigación conveniente
respecto a la capacidad de evocación , por desconocer en absoluto
el pasado de Ríos Laguna,
La asociación de ideas es pobre, es débil, y cuando ella tiene
lugar, se verifica al tipo de contiguidad elemental: la cosa y su em
pleo; la cosa y su procedencia.
La imaginación es rudimentaria. Ríos Laguna es mentiroso
y sus mentiras tienen un sello marcadamente infantil.
Ríos Laguna está bastante bien orientado en relación al lu .
gar; no así respecto al tiempo y a las personas.
La capacidad crítica de Ríos Laguna es perfectamente rudi
mentaria: llamado a establecer diferencias entre dos nociones le
janas la una de la otra, concede toda su atención a los detalles sin
importancia, sin parar mientes en los caracteres primarios, los
más importantes y los verdaderamente diferenciales.
Hemos verificado, en diversas ocasiones, la medida de la insu
ficiencia mental con los reactivos de De Sanctis :en cuatro experi
mentos, Ríos Laguna no superó a la primera prueba; pero , en los
dos últimos experimentos, realizados con intervalos de una sema
na, superó la primera prueba. Por consiguiente, la insuficiencia
mental de Ríos Laguna es de alto grado.
La vida sentimental de Ríos Laguna no es, ni muy vasta,
ni muy intensa : ella está caracterizada por un egoísmo avasallador
y exclusivo; por un egoísmo netamente zoológico: respetuoso en
exceso , por cobardía y por miedo, lo es solamente cuando cree que
su respetuosidad le puede ser garantía de vida tarnquila y sin
molestias.
En los diecisiete meses que Ríos Laguna lleva de vida en la
Cárcel Central de Guadalupe, no ha manifestado ni gratitud ni
simpatía. No ha manifestado gratitud por el personal que le es
fuente inmediata de bien, aquel que le proporciona los alimentos,
aquel que le evita maltratos de los camaradas. Tampoco le ha ma
nifestado hácia aquellos de sus camaradas que evitan que Ríos
172 UN IMBECIL CRIMINAL

Laguna sea maltratado de los demás o sea objeto de burlas, más


o menos tolerables.
En cambio se le ve disfrutar de un verdadero placer intenso
cuando devora sus alimentos y se observa en su rostro cierta ex
presión de envidia cuando contempla las raciones aún no termina
das de algunos de sus camaradas de infortunio.
Nada se ha podido averiguar respecto a la vida sexual del
sujeto: sólo hay sospechas de onanía.
Siendo tan vivos como son los sentimientos egoistas en Ríos
Laguna, ellos le son fuente inextinguible de impulsiones conside
rables, que se traducen en hechos por la ausencia absoluta de ca
pacidades inhibitorias, de resistencias interiores a la conversión
de la impulsión volitiva en acción . En el curso de una de sus im
pulsiones agresivas en la Cárcel Central, Ríos Laguna ha hecho
exhibición de su personalidad: Creyéndose injuriado por el reo
Gonzalez, ha meditado vengarse: como ya hemos dicho, ha reu
nido pacientemente sus excretos, ha esperado el sueño profundo
de su ofensor, y entonces ha vertido el vaso nauseabundo sobre el
cuerpo del durmiente.
El hecho clinico

Los hechos hasta ahora expuestos permiten asignar a Ríos


Laguna una fórmula psíquica de déficit global, y colocarle, por
consiguiente, en el capítulo, muy enriquecido merced a los progre
sos de la Pedología, de las Psicodisgenesias.
La periodicidad de las impulsiones agresivas de Ríos Laguna
y el sello fulmíneo de ellas, pudieran autorizar una sospecha en
favor de la epilepsia; pero una investigación prolija, llevada a
cabo respecto a las circunstancias de las crisis impulsivas del su
jeto en examen nos permiten excluir este factor.
En virtud de causas que no hemos podido establecer en la
historia de Ríos Laguna, háse operado en éste un imperfecto
desarrollo cerebral, al cual corresponde un imperfecto desarrollo
psíquico. Esta imperfección no es tan absoluta que permita la
colocación de Ríos Laguna entre los idiotas, pero es suficiente
mente intensa para permitirnos colocarle entre los imbéciles.
Hemos excluido casi apriorísticamente la simulación de
los factores que pudieran darnos la clave de la personalidad de
Ríos Laguna: si fuera un simulador, su simulación debió comenzar
en Pativilca, en el momento en que, sin creerse observado, en tan
to que asestaba golpes furibundos contra el cadáver de la señora
HERMILIO VALDIZAN 173

Cárdenas, devoraba con avidez voluptuosa aquellos ensangren


tados fragmentos de encéfalo.
¿ Cómo sería posible explicar el crimen de Ríos Laguna, la
aparente premeditación de su delito y la ferocidad desplegada du
rante el asesinato ?
Todos estos hechos, que no hallarían satisfactoria explicación
tratándose de un idiota, de un sujeto cuya vida psíquica está re
ducida a la más simple expresión, la hallan en un imbécil , en quien
existe un bosquejo de actividad psíquica.
La explicación psiquiátrica es la siguiente: La bestia humana,
hambrienta o en celo, o deseosa de vengar ofensas que creía haber
recibido, penetró en la casa de la señora Cárdenas. Halló a su
paso las gentes en quienes deseaba vengarse o aquellas que recha
zando sus proposiciones le irritaron. Y entonces el imbécil agitado,
el imbécil eretístico, que es Ríos Laguna, mató y dió pábulo en
el encéfalo ensangrentado de su víctima a aquella misma copro
fagia que satisfizo un día en la Cárcel Central de Guadalupe, de
vorando glotonamente sus alimentos mezclados con inmundos
desperdicios. La bestia humana luchó bravamente al verse en pre
sencia del enemigo que quería interrumpir su cena macabra; se
rindió al número y se dejó conducir a la cárcel de Pativilca. Y , en
presencia del Magistrado, mintió, como mienten los niños sorpren
didos en una falta . Y mintió como ellos, porque no recordo bien
su mentira. Y , en cada declaración nueva, cambio de mentiras
porque su memoria no le permitía recordar la mentira anterior
mente formulada.

La imbecilidad.

Tomamos a uno de los clásicos de la Psiquiatría contempo


ránea, a KRAEPELIN, las siguientes líneas relativas a la imbecilidad:
«En el campo de la imbecilidad encontramos, principalmente,
dos grupos de cuadros clínicos que se distinguen , el uno del otro ,
por el grado de excitabilidad psíquica de los enfermos. Indicare
mos estos dos grupos con los nombres de forma apática y agitada
(forma anergética y forma eretística ). El carácter fundamental
del primer grupo es la apatía y la insensibilidad ......En las for
mas excitadas de la imbecilidad encontramos, sobre todo, una
gran desatención y una gran distraibilidad. Los enfermos perciben
con suficiente rapidez pero sin exactitud ; no se dejan encadenar
por las impresiones y, lejos de ello, se revuelven prontamente
hacia un nuevo objeto para abandonarlo prontamente. Por estos
174 UN IMBECIL CRIMINAL

motivos no llegan jamás a una profunda y general , pero ni siquie


ra a una elaboración psíquica . Las impresiones vienen percibidas
sólo superficialmente, permanecen sólo por breve tiempo en la
conciencia y desaparecen completamente de la memoria, así que
falta en ellos el fundamento estable sobre el cual edificar el suce
sivo perfeccionamiento psíquico. La memoria es insegura y sujeta
a variadas falsificaciones: frecuentemente hay marcada tendencia
a la fantasía. El humor de estos enfermos va sujeto a cambios rá.
pidos: son caprichosos, inestables, irritables. Se nota en ellos, du
rante el trabajo, una grande fatigabilidad y una acentuada depen
dencia del ambiente. Son distraidos, volubles, pierden por los más
fútiles motivos el equilibrio psíquico, presentan gran inquietud y
agitación; no pueden fijar su atención y permanecer quietos; ha
cen movimientos, muecas, ríen sin motivo, dicen todo aquello que
les viene a la mente ...... Cuando estos sujetos son heridos por
una emoción violenta o se ven precisados a tomar una decisión o
se hallan sujetos a alguna tentación, cuando el estado de cosas
reclama prudencia, energía e independencia en las acciones, se
manifiesta prontamente en ellos toda su incapacidad psíquica y
emotiva, la cual viene juzgada generalmente no como signo de
enfermedad sino como manifestación ostensible de una maldad
moral. Especialmente las exigencias del servicio militar descubren
no raramente la verdadera extensión de su debilidad mental que
se manifiesta con la incapacidad para aprender, con la obstinación
y con la insubordinación . Consecuencias de un juicio erróneo y de
un tratamiento equivocado de semejantes estados son el grave y
obstinado rechazo de obediencia, la deserción, las vías de hechos
contra los superiores y, a veces, aun las tentativas de suicidio ».
( Trattato di Psichiatria, Milano, 1907, páginas 686 y siguientes.)
Refiriéndose al asesinato entre los enfermos de mente, dice
Simon : «En los hechos que preceden , es en la locura simple o en la
epilepsia e histeria que hemos encontrado la impulsión homicida.
Esta misma impulsión se encuentra igualemnte en la imbecilidad.
Nosotros no nos extenderemos largamente aquí sobre los asesi
natos cometidos por los imbéciles, reservándonos estudiarios más
lejos. Sin embargo, es necesario indicar, de paso , que el grave acci
dente mórbido de que tratamos puede ser la razón de ciertos ase
sinatos cometidos por imbéciles, sea que la impulsión se ofrezca
como causa única del asesinato, sea que una idea loca venga a aso
ciarse. MAUDSLEY ha referido la historia de un débil de espíritu
que realizó un asesinato bajo el influjo doble de una impresión y
de una idea delirante. Este sujeto, que contaba muchos alienados
HERMILIO VALDIZAN 175

en su familia, refería haber experimentado la necesidad de matar


a alguien. Para satisfacer su deseo, él había afilado un cuchillo y
había seguido al primer venido, un muchacho, al cual había derri
bado y herido con un encarnizamiento sin igual hasta que su víc
tima sólo fué un cadáver. Además de estos deseos de matar de que
se acusaba, este imbécil daba como razón de su delito su creencia
dehaber hecho algo para realizar sus deseos de ser ahorcado. (MA
UDSLEY: Le crime et la folie,página 149.)Lo que aparece netamente
en los hechos que acabamos de citar es que los idiotas y los imbé
ciles que son delincuentes no han comprendido absolutamente la
atrocidad de la acción cometida. Aun más, las circunstancias del
acto realizado tienen algo de absolutamente anormai, de estúpido
y de monstruoso: el cachet de la ininteligencia absoluta está, en
alguna forma, impreso en estas acciones delictuosas). (Simon:
Crimes et delits dans la folie, página 80 y siguientes.)
TARDIEU refiere el caso de dos mujeres imbéciles: una de ellas
vertió piomo fundido en la oreja de un recién nacido; la ora se
entretuvo en introducir a otro recién nacido alfileres por la boca
y por los ojos . (Etude médico -legale sur la folie, páginas 137 y
siguientes.)
«El llamado D. , encontrado cerca de un hombre al cual había
muerto a golpes de zueco, fué llevado a Mareville. Este asesinato
no habría sido absolutamente la consecuencia de instintos feroces
en este alienado. Nada de tan cobarde, al contrario, ni tan fácil
de atemorizar, como este desgraciado imbécil . La vista de un perro,
de un gato, de una gallina, del más inofensivo de los animales do
mésticos, le hacía experimentar las emociones de un espanto
extremado. No debe ponerse en tela de juicio que el instinto supre
mo de conservación, yendo hasta sus límites, haya podido desper
tarse en este imbécil, obligarle a recoger todas sus fuerzas para
lanzarse en contra del sujeto que le haya atemorizado intensamen
te. Esta es la explicación verdadera de este homicidio y el hecho
en sí es una nueva prueba del peligro que pueden representar a ve
ces los seres en apariencia más inofensivos. ( MoreL: Etudes cli
niques des maladies mentales, tomo I , página 56. )
«Observación 14. - Carlitos Grandi , el asesino de niños.
En el período de tiempo comprendido entre los años de 1873-75 ,
en el país de la Incisa Valdarno, desaparecieron, sin dejar huella
alguna, cuatro niños. Creyóse que hubieran sido robados, sospe
cha que un tal Carlitos Grandi se encargó de propalar y de eri
gir en explicación satisfactoria del hecho misterioso . Otro día de
sapareció un quinto niño. Escucháronse gritos en la casa de Gran

3
176 UN IMBECIL CRIMINAL

di ; procedióse a derribar la puerta, que estaba cerrada, y se encon


tró al niño últimamente extraviado : hallósele ensangrentado y
cubierto de rasguños. Grandi afirmó que el niño se había herido
al caer. El niño, refirió a su vez , que el llamado Grandi lo había
atraído a su casa , había cerrado las puertas y, luego, lo había
arrojado a una rosa y había comenzado a cubrirlo con tierra. En
tonces había gritado el niño demandando socorro, al mismo tiem
po que se defendía del asesino. Verificose una excavación en la
casa y se descubrió entonces los cadáveres de los otros cuatro
niños : no presentaban herida alguna; era evidente que habían sido
enterrados vivos. Grandi se dejó arrestar sin ofrecer signos de
la másleve emoción .... Grandi era un imbécil». (KRAFT EBING:
Trattato di Psicopatologia Forense, Torino, 1896, páginas 94 y si
guientes .)
Conclusiones

De lo expuesto concluimos:
Primero : Octavio Ríos Laguna es un frenasténico biopático
con insuficiencia mental de alto grado (imbécil ).
Segundo: Como tal imbécil, es irresponsable de las acciones
delictuosas que haya cometido y pueda cometer en lo sucesivo .
Tercero : La defensa social exige la adopción de medidas que
tiendan a evitar los daños graves que Ríos Laguna puede ocasio
nar a la personas de su ambiente. Desde este punto de vista, Ríos
Laguna debiera, a nuestro juicio, ser internado en un Manicomio
para alienados criminales.

HERMILIO VALDIZAN
Catedrático de Psiquiatria dela Facultad de ledicina,
Médico residente del Astlo - Colonta de la Magdalena .
Noticia de libros

Las informaciones son ordenadas


según la fecha en que han sido recibi
dos los trabajos.

SMITH ELY JELLIFFE, The Technique of Psychoanalysis. Nervous


and Mental Disease Monograph No. 26. - Un volumen en 40.
de XII - 163 páginas, con 5 diagramas. Editado por la Nervous
and Mental Disease Publishing Company, New York y Wa
shington, 1918. Precio: 2 dólares.
En Norte América, el país del pragmatismo, donde no se dis
cuten las doctrinas nuevas basándose en conjeturas apriorísticas,
sino verificándolas en la práctica, ahí es donde el método psico
analítico ha tenido tțiunfal expansión y , eo ipso, donde grande es
el provecho que se saca de su aplicación clínica. El profesor JE
LLIFFE, bien conocido en el mundo científico, es uno de los psiquia
tras americanos más experimentados en el uso de la disciplina
analítica, y es también uno de los sabios que ha contribuído con
éxito a su progreso general, pues con su excelente última obra , de
que aquí damos noticia, ha llenado un vacío de la literatura psico
analítica, ya que es el primer verdadero manual metódico y sin
tético, escrito con el deliberado fin de iniciar al médico en la teo
ría del proceso psicológico de los desórdenes mentales y en la
práctica de su terapia psicoanalítica. En ella encontrará el novicio
una guía utilísima para la prosecución de su aprendizaje, per
fectamente accesible aun a los menos versados en la terminología
psicológica.
La obra está llamada a tener una gran difusión, por ser esen
cialmente clínica y de provecho inmediato , tanto para el espe
cialista como para el médico práctico, pues el método psicoanali
tico tiene aplicación en los casos complejos y en las formas atenua
das, que se presentan con tanta frecuencia con apariencias muy en
gañosas, y que no requeiren para su cura más que un análisis
elemental, para el cual está apto el médico que conoce los funda
mentos del método; o lo está, por lo menos, para, al frente de estos
casos, que no sabe comprender el que no conoce el mecanismo de
los procesos psicopáticos, para evitar desempeñar el triste papel
de interpretarlos como productos de alteraciones de sede orgánica,
178 NOTICIA DE LIBROS

«dando, sobre la supuesta absurdidad del síntoma, una interpre


tación aun más absurda ».
Por otra parte, el psicoanálisis, del cual se conoce, particu
larmente en los países de habla latina, casi sólo una caricatura
pavorosa , pues la mayoría tiene noticias de segunda mano y casi
siempre de críticos inescrupulosos que no han controlado la va
lidez de los principios que discuten - el psicoanálisis, decíamos,
como todo instrumento de la práctica médica, tiene limitaciones
y contraindicaciones: El autor ha tomado particular empeño en
señalar con precisión y claridad, qué casos vedan su empleo y cuá
les requieren precauciones especiales.
Como quiera que el método psicoanálitico no está cimentado
en teorías inmutables o rígidos dogmas, sino como toda técnica
que se robustece con la intensificación del saber - basado en hipó
tesis de trabajo cuya riqueza de verdad , y, por consiguiente, de
eficiencia, crece pari passu que la experiencia clínica y los descu
brimientos científicos—¡Ay del método terapéutico que pretenda
basarse en verdades eternas y no en adaptaciones empíricas! - , el
libro del profesor JELLIFFE lo presenta en la última fase de su pro
greso, en el mayor grado de perfección que hasta el día ha podido
alcanzar.
En los siete capítulos de que se compone la obra, se trata: del
material que debe analizarse y del que debe excluirse; de las fuen
tes de información bibliográfica y de la historia del psicoanálisis ;
de cómo debe iniciarse el análisis y de las situaciones generales
que se presentan, así como de las formulaciones preliminares; del
modelo o unidad psicológica fundamental aplicada, y de los medios
de manejarla para la cura del sujeto y su adaptación social, con
precisa indicación de los signos prácticos; del modo de vencer los
conflictos psíquicos; del uso de la interpretación de los sueños para
el manejo de la tranferencia y el dominio de la resistencia del en
fermo.

SANTE DE SANCTIS, Come vanno a finire gli anormali assistiti?.


Tirada a parte de « L'Infanzia Anormales, Siena, 1918.
No cabe una respuesta precisa a esta interrogación, que sigue
constituyendo la gran incógnita. La experiencia pone en pié una
necesidad que el Prof. De Sanctis había ya anunciado en 1901 ,
en el Congreso Psiquiátrico de Ancona: la de seguir el destino de
los anormales a su salida de los Asilos -Escuela conla doble finalidad
de verificar los beneficios de la Escuela Autónoma y de realizar la
asistencia integral de los menores anormales.
El A. presenta 24 observaciones, todas ellas muy importantes;
pero cuyo número reducido, si bien es contribución al estudio del
problema, no representa todo el valor de una constatación estadís
tica definitiva. Es a la realización de esta estadística que invita
el Prof. De SANCTIS: ella nos dirá, cuando sus cifras sean suficien
temente numerosas, la forma del beneficio incuestionable de la
asistencia de los «anormales) y ella nos dirá algo que para los


NOTICIA DE LIBROS .179

pedálogos es axiomático : la adaptabilidad , más o menos conside


rable, a la vida común, de la gran mayoría de los « anormales )
racionalmente asistidos.
«Hágase más y mejor, dice De Sanctis; desarrollese en los
Asilos- Escuela los trabajos manual y profesional y entonces el
porcentaje de los adaptados se elevará considerablemente. El
trabajo: he ahí la levadura taumatúrgica para la elevación econó
mica y moral de los anormales!».

SANTE DE SANCTIS, Utilizzazione dell' uomo in pace e in guerra, Sie


na, 1918 .

Reproducimos las hermosas palabras con las cuales el maes


tro de Roma dió término a su conferencia en el Aula Magna de los
Institutos Clínicos de Milán y que sintetizan las finalidades del
conferencista:
«No os parece que el concepto de utilización social del hombre,
que yo he desarrollado, lleve en sí algo de árido, que convenza
pero no conmueva? No hay en dicho concepto demasiado esprit
geometrique y nada de esprit de finesse? Yo creo que es así preci
samente. Hay intelectualismo en mi discurso. Y sin embargo, el
gran idealista indiano, el poeta RABINDRANATH Tagore ha escri
to: «No llegaremos jamás a un concepto justo del hombre sino lo
amamos. Débese juzgar y apreciar una civilización no de la suma
de potencia que haya adquirido, sino de la manera como ha lo
grado desarrollar y manifestar, por medio de sus leyes y de sus
instituciones, el amor por la humanidad». Palabras santas en la
hora grandiosa y terrible en que vivimos! De ellas puede sa
carse argumento igual para el ardor de la lucha y para la tranqui
lidad de los propósitos. No creeis que en ello resida el valor moral
de la guerra?
«Pero, volvamos a las obras de paz . Por cuanto se refiere a la
asistencia de los anormales, yo escribía en 1900 acerca de la nece
sidad de que el sentimiento humanitario, y no solamente la utili
dad de una organización fructífera, fuera el sosten de nuestra ac
ción y oponíame a la idea de NIETZSCHE respecto a la piedad y a
la beneficencia. En 1916 repetía losmismos conceptos en el prefa
cio de mi libro « Educazione dei deficienti» . Trátase, pues, de con
vicciones profundas y vividas y no de palabras que pudieran ser
pronunciadas por razones de oportunismo.
« Vosotros lo sabeis bien: el intelectualismo puro no es privi
legio latino: el nos viene del Norte, con aureola grandiosa, si que
reis, pero frío y temible. El secreto de nuestra civilización es di
verso. Alguien dice: es el sentimiento. No lo creo. Sería tan peli
groso el sentimentalismo meridional como el intelectualismo nór
dico y - ciertamente - menos grande. El secreto latino está en la
aplicación harmónica de todas las actividades espirituales, sea en
el arte, sea en la multiforme acción social ; está, en resumidas
cuentas, en la fusión y en la unidad de todas las fuerzas espiritua
les. Queremos ciertamente el método y el canon para la utilización
180 NOTICIA DE LIBROS

del hombre; pero queremos que en ello vibre lo bello y el bien. La


utilización del hombre debe ser hecha según normas racionales y
científicas; pero ha de derivar de las raíces de las almas fervorosas
y debe ser movida por una cálida aspiración hacia los fines supre
mos de la humanidad .
« Aceptamos de Em. Kant el deber ; pero entendamos que se
trata de un deber amado, como pretendía GOETHE. Esta síntesis
ideoafectiva es una de las más altas que yo conozco. Sería mejor,
seguramente, amar el contenido de las acciones cuya realización
constituye un deber; pero creo que sea necesario y aún suficiente
amar , por sí, el cumplimiento del deber . De todas maneras , una
cosa debemos saber y sentir todos y ello es que nuestra vida no
debe ser vivida solamente para nosotros : en ella debe palpitar el
ideal del bien de todos .)

C. G. JUNG , On the importance of the Unconscious in Psychopatho


logy . - Being a Paper read in the Section of Neurology and
Psychological Medicine at the Annual Meeting of the British
Medical Association, Aberdeen , July 1915.- Reprinted from
the «British Medical Journal », 1914 .
El autor, que es el más alto representante de la Escuela de
Psicología Analítica de Zurich , en este trabajo, precisa su modo de
comprender los procesos psicopatológicos, en harmonia con su per
sonal experiencia clínica actual .
Para el estudio de los procesos inconscientes, existen dos di
ferentes puntos de vista: el punto de vista fisiológico y el punto
de vista psicológico; según éste es que el autor prosigue sus in
vestigaciones. Lo inconsciente está formado por todos aquellos
procesos psicológicos que no son apercibidos, es decir , que están
por debajo del umbral de la conciencia. Para saber cómo se com
porta lo inconsciente en la neurosis y en la psicosis, es menester
saber cómo lo hace en el estado normal . Con un ejemplo sencillo ,
muestra el autor cómo, en un hombre corriente, de vida semejante
a la de la gran mayoría, se puede discernir en su conducta la in
fluencia de móviles ajenos a su actividad consciente, cuya conse
cuencia es compensar ora sus vicios, ora sus virtudes; en el hombre
sano, se manifiesta, pues, lo inconsciente por actos verdaderamente
sintomáticos de una función de compensación de la vida conscien
te. Los sueños pertenecen a esta categoría de fenómenos, como lo
ha descubierto FREUD. Un ejemplo histórico, muy demostrativo
de esta función del ensueño, es el de Nabucodonosor, consistente
en la visión de un árbol que se elevaba hasta los cielos, y que sin
embargo debía caer . Aquí está el contraste con el sentimiento exa
gerado de poder real que al soñador dominaba en la vigilia .
Tanto las intuiciones de valor para el comportamiento del
individuo normal, como las manifestaciones del insano, tienen su
origen en lo inconsciente. Alucinaciones, ideas delirantes, estereo
tipías, etc. , fenómenos que erróneamente se atribuye a lesiones
celulares como causa única , se presentan tanto en el hombre nor

1
NOTICIA DE LIBROS 181

mal - recuérdese la facilidad con que las gentes primitivas son


víctimas de alucinaciones ,como en el enfermo de la mente, se
deben al pasaje de lo inconsciente a través del umbral de la concien
cia. La expresión equilibrio mental» tiene un significado psico
logico real, quiere decir que la conciencia está en equilibrio sobre
lo inconsciente. La ruptura del equilibrio mental significa la pér
dida de esa estabilidad relativa, por lo que el contenido de lo in
consciente hace irrupción en la mente consciente. Según esto, las
excentricidades indican que el equilibrio es precario,por eso son tan
frecuentes en el pasado de los psicópatas. El fanatismo es tam
bién indicativo de lo mismo: una conversión brusca significa un
largo proceso subconsciente preliminar, que sólo ha tenido ne
cesidad de una circunstancia especial para penetrar de golpe en
la conciencia . El delirio de los paranoiacos no es tampoco de índo
le diferente, como lo prueba el caso que presenta el autor, en el
cual se ve claramente como el proceso patológico no es más que un
caso de compensación .
La conciencia mantiene su equilibrio reprimiendo los mate
riales de lo inconsciente, pero éstos luchan astutamente contra
tal represión, manifestándose en forma disimulada. Lo peligroso
en esta lucha es la unilateralidad exagerada, pues ella acarrea el
desequilibrio.

C. G. JUNG , On Psychological Understanding . - Read before the


Psycho -Medical Society, London , July 24, 1914. - Reprinted
from «The Journal of Abnormal Psychology», Boston, 1915.
Estudiando con interés los casos de demencia precoz, es sor
prendente la riqueza de la elaboración de delicadas fantasías sim
bólicas.
A estudios de esta índole ha dedicado el autor una obra es
pecial, intitulada « Psicología de la Demencia Precoz», editada en
1907; después ha publicado FREUD el análisis minucioso y agudo
de un caso de paranoia. En ambos trabajos se llegaba a la conclu
sión que las fantasías eran la satisfacción de deseos. FREUD demos
traba el fundamento infantil de que partían las ideas delirantes,
Por otra parte, este método de reducción causal es todavía mu
cho más aplicable a la histeria .
Aunque el método reductivo da una explicación sencilla de
los procesos psicopatológicos, sin embargo, no agota el significado
de su lujuriante simbolización. Se puede, pues, encarar la cuestión
siguiendo otra vía : Así como se interpreta el Fausto desde el punto
de vista de los motivos psicológicos propios del autor , es decir ,
como consecuencia de los íntimos conflictos del alma de Goethe,
así también se le puede contemplar desde el punto de vista de los
propósitos definidos del poeta. En el primer caso se pone en prác
tica el método analítico de «comprensión retrospectiva », en el se
gundo, el constructivo, o de « comprensión prospectivas.
El pensamiento científico es retrospectivo, sólo se ocupa de
las causas; pero en psicología es insuficiente, comporta únicamegte
j
182 NOTICIA DE LIBROS

la mitad de la terea exegética. Para apoderarse de lo que hay de


vivo, de humano , en harmonía con la experiencia íntima, en el
Fausto, no basta contentarse con su análisis objetivo. « El punto
de vista causal pregunta : ¿ Cómo esta psiquius actual ha sido cons
truida tal como se presenta hoy ? —El punto de vista constructivo
pregunta : ¿ Cómo puede construirse un puente de esta psiquis ac
tual hacia su propio futuro? » En el tratamiento de los símbolos
de los ensueños es fácil verificar la validez de estos dos puntos de
vista .
Las formaciones psicopatológicas y las mitológicas, son pro
ductos simbólicos llenos de valor psicológico, y el paralelismo entre
ambas clases de productos, es fuente de los más importantes me
dios de exploración de la mentalidad mórbida, por medio de la
comparación.
El método constructivo ha sido mal comprendido por algunos
autores, ello se explica por que hay dos tipos de mentalidad com
pletamente diferentes: el tipo de introversión, adaptable sólo por
medio de una filosofía del mundo, y el tipo de extraversión que
llega a una teoría general, pero que no la necesita previa mente
para vivir. Entre las neurosis, la psicastenia es la neurosis de in
troversión, la histeria la de extraversión. Estas enfermedades ti.
pifican la actitud general de los dos modos de encarar los fenóme
nos del mundo exterior. En el dominio de la psicología médica ,
FREUD representa la doctrina de la extraversión y ADLER la de
la introversión.
«La terminologia - extraversión e introversión - depende », dice
el autor, «de miconcepción energética de los fenómenos mentales.
Sostengo la hipótesis de una energía que designo con el nombre de
hormé. En mis publicaciones alemanas he usado la palabra libido,
la cual me parece que demasiado facilmente se interpreta mal....
El concepto hormé es una expresión energética para los valores psi
cológicos.Un valor psicológico es algo activo y determinante, de aquí
que pueda ser considerado desde un punto de vista energético ».
El tipo de introversión aplica principalmente su hormé a sí mismo,
halla los valores incondicionales dentro de sí. El tipo de extraver
sión aplica su hormé al mundo objetivo, pues él halla fuera de sí
los valores no condicionados. El uno evalúa todo desde el punto
de vista de su yo , y el otro desde el de su objeto.
El concepto hormé no puede ser comprendido científicamente:
intentarlo sería caer en la superstición; pero, según el método cons
tructivo, él garantiza la mayor utilidad práctica, pues pertenece
a aquellas imágenes simbólicas primitivas que siempre han ayuda
do a la transformación de nuestra energia vital.

LEONIDAS AVENDAÑO, La Medicina Legal en el Perú . — Tirada a par


te de los « Anales de la Facultad de Medicina) , Lima, 1918 .
El Prof. Avendaño ha publicado el estudio cuyo título en.
cabeza estas líneas y que fué motivo de la lección inaugural del
curso de Medicina Legal de 1918. Interesante exposición histórica
NOTICIA DE LIBROS 183

de la práctica médico - forense en el Perú y de la evolución de la en


señanza médico-forense entre nosotros, la erudita lección del Prof.
AVENDAÑO constituye una fuente de información muy completa.
Da término a su disertación haciendo una síntesis de los progresos
de la Medicina Legal, y planteando la conveniencia de establecer
el Instituto Médico Legal. La « Revista de Psiquiatría y disciplinas
conexas», al aplaudir la iniciativa del Catedrático de Medicina Le
gal, augura una pronta realización de ésta, que será un factor va
lioso del mejoramiento cultural de nuestros médicos y abogados.

GUILLERMO FERNANDEZ DAVILA, La autopsia médico - legal. Pro


yecto de reglamentación . Tesis para optar el grado de Doctor
en Medicina . - Un volumen en 80. de 130 páginas y 12 láminas.
Sanmarti y Ca. , Impresores, Lima, 1918.
La autopsia es el procedimiento de mayor importancia en medi
cina legal, y , por ende, el que más requiere una metodología téc
nica perfectamente ordenada y minuciosa, cuyo conocimiento debe
ser obligatorio para los funcionarios encargados de practicarla,
particularmente en países, como el nuestro, en que, como institu
ción social, la medicina forense se halla aún en estado embrionario.
En este terreno, el autor realiza labor meritoria proponiendo un
reglamento sintético, que acompaña de un comentario ampliatorio,
para su adopción inmediata y su sanción o reforma después de al
gunos años de vigencia. Este proyecto de reglamento, como la
tesis toda, es un trabajo de valor. Es de desear que no sea estéril
el esfuerzo del doctor FERNANDEZ DAVILA y que su proyecto sea
incorporado en la práctica, llenando así un grave vacío de nuestras
ordenanzas.
El sumario de la obra es el siguiente: Introdución; I. Etiología
y definición de la autopsia; II . Historia de las autopsias cadavé
ricas; III. Autopsia clínica y autopsia médico-legal; IV . Concepto
científico e importancia de la autopsia médico -legal; V. Necesidad
de una reglamentación para las autopsias médico -legales; VI. Pro
yecto de reglamentación para las autopsias médico -legales; VII .
Comentario al proyecto de reglamento; VIII . Conclusiones; Biblio
grafía.
Revista de Revistas

Anales de la Facultad de Medicina. (Montevideo ), julio -agosto


1918: 1. ALOYSIO DE CASTRO, «O systema dos orgams paraglandu
lares).- Elautor hace la presentación de la doctrina sustentada
antes por él , en colaboración con el profesor OSCAR DE SOUZA , sobre
el sistema de órganos paraglandulares, agregando nuevos concep
tos. El sistema en cuestión estaría constituido por todas las forma
ciones relacionadas anatómica, embriológica y fisiológicamente,
con las glándulas de secreción interna; de situación, volumen , dis
posición, número , etc. variables, que se estudian habitualmente
como órganos rudimentarios, supernumerarios, nódulos aberran
tes, paraganglios, etc. Serían estructuras accesorias, aptas para
desempeñar una función de suplencia, pues recién están en evolu
ción, en camino de diferenciación , por ende. Su función actual de
vicariamiento , da la clave de infinidad de hechos clínicos, inexpli
cables de otro modo.- 2. A. RICALDONI , « Tipo Brown - Séquard de
anestesia talámica».- Dos casos de lesión indubitable del tálamo
óptico, cuyos caracteres sintomatológicos manifiestan el desdo
blamiento sensitivo propio del síndrome medular de Brown Sé
quard . No hay pruebas suficientes para hacer la explicación de
este fenómeno de disociación a base de vías táctiles y termodolo
ríficas homolaterales; según el autor, sí sería posible admitiendo
una acción de traspaso de energía néurica de las fibras que están
aisladas de su centro de terminación a las que conservan integra
su vía de descarga, a nivel de su cruzamiento: así, la hiperestesia
de un lado viene a ser la compensación de la hipoestesia del opues
to.– 3. BERNARDO ETCHEPARE, « Concepto psicológico de la demen
cia».- Para la apreciación de la demencia, es de valor, tanto el es
tudio detallado de las funciones psicológicas, como la inpresión clí- .
nica de conjunto. Antes de la fase de manifiesta decadencia, hay
un período en que el enfermo se «descarrila de su modus vivendis,
se aisla del ambiente. Con frecuencia, entre las modificaciones de
primer momento están los desórdenes cenestésicos, factor del cam
bio de la personalidad. La memoria sufre, no siguiendo siempre
rigurosamente la ley de Ribot. En la demencia precoz, la pérdida
ese produce de un modo más lento , más oscuro, difícil de investi
gar dada la reactividad casi peculiar del enfermo que lo hace
tanto tiempo inespugnable al examen profícuo ». Los buenos senti
mientos, el gusto estético, el decoro, decaen . Sobreviene la incon
tinencia emotiva, las explosiones del carácter , las extravagancias.
La atención y la percepción se debilitan. El juicio y la ideación de

REVISTA DE REVISTAS 185

caen , se hacen pueriles: la interpretación del presente y la noción


lo venidero se hacen imposibles; el delirio puede aparecer entonces
por falta de lógica. El uso de tests es de provecho en la apreciación
del déficit ; el cual puede ser brusco o gradual . En la demencia pre
coz hay diferencia en el proceso :raquí hay dislocación », «en las de
más hay desagregación ». El debilitamiento cualitativo y cuanti
tativo en la acción es corolario natural de la decadencia psíquica:
son posibles las «tempestades del carácter», yendo desde la simple
irritación hasta la agitación clastómana y homicida. La demencia,
que hay que considerar como un síndrome crónico sujeto a varian
tes, es, pues, «una verdadera disolución de la personalidad». Es
creencia del autor que el concepto psicológico de la demencia no es
fundado; que no hay demencias funcionales, y en general, que no
existen enfermedades psíquicas sin lesión. Patrocina el paralo
gismo que en Psiquiatría la investigación histoquímica es más
apropiada que la psicoanalítica.

Anales de la Facultad de Medicina, setiembre-octubre 1918:


1 , Max GONZALES OLAECHEA, « Sindroma hipofisiario de origen in
fundibular. - El A. , con motivo de una interesante observación
clínica , hace la historia breve y comentada del síndrome hipofi
siario de origen infundibular, es decir , del conjunto sintomático
constituído por tres clases de perturbaciones funcionales: cir cula
torias (taquicardia ), hípnicas (narcolepsia) y reguladoras del equi
librio hídrico del organismo (polidipsia, poliuria ). Cita las opinio
nes de Camus y Roussy , ratificadas por Claude y Lhermitte, que
explican el síndrome citado por lesiones situadas en el infundi
bulum o el tuber cinereum , y las conclusiones contrarias de Salmon,
sostenidas por las observaciones de Harris y Graham y los resul
tados radioterápicos de Williams; las cuales conducen a admitir
que el cuadro clínico en cuestión se debe a alteraciones anatomo
fisiológicas del lóbulo posterior de la hipófisis, ya sea por procesos
de dicha glándula o de la vecindad. La historia clínica que refiere
el A. , es la siguiente:paciente de 35 años, sexo femenino , sin antece
dentes hereditarios y personales de importancia. En junio de 1916
se inician perturbaciones visuales, trastornos de la sensibilidad del
lado derecho de la cara, mucosa bucal y dientes del mismo lado,
hiperestesia gustativa en la mitad derecha de la lengua y reflejos
tendinosos exaltados del miembro inferior derecho. Después, anos
mia, sordera derecha , secreción salivar derecha disminuída. Deam
bulación: desviación hacia la derecha de la dirección recta. Luego
aumento de los trastornos anteriores, y aparición de paresia de
los músculos de la mitad derecha de la cara , desviación de la úvula
y de la lengua a la derecha; voz ronca y débil, disartria, disfagia
inclinación de la cabeza a la izquierda y en rotación a la dere'
cha por contracturas periódicas de los músculos respectivos. Pare
sia e hipoestesia del miembro superior derecho . Diez meses des
pués, ceguera absoluta; constractura de los músculas masticadores
paresia intestinal. Por último, narcolepsia hasta 24 horas, polidip
sia. Evolución mórbida a pirética, en los últimos días de 3706. Es
186 REVISTA DE REVISTAS

tado mental perfecto. Crisis taquicardicas al incorporarla, 140


pulsaciones. Falleció por síncope. En resumen , compromiso de los
nervios Opticos (el exámen reveló ectasia papilar doble), trigémino
derecho, acústico con su rama vestibilar, olfatorio, glosofaríngeo ,
hipogloso, espinal y neumogástrico del lado derecho. Además,
compromiso del pedúnculo cerebral izquierdo (hemiparesia , hemi
anestesia y reflectividad exagerada del lado opuesto ). Por último,
trastornos hipofisarios. El A. concluye, apoyado en los hechos cli
nicos, en el examen del líquido cefalo-raquídeo, que demostró la
existencia del bacilo de Koch y linfocitosis, en una lepto-meningitis
en placas diseminadas, pues en caso de tumor no hubieran sido res
petadas zonas intermedias de la base del cerebro , de donde emer
gen otros nervios (6culo- motor común , etc). La observación per
sonal del A. , apoya la tesis de Salmon , pues ella revela trastornos
evidentes de la hipofisis.- 2. HERMILIO VALDIZAN, « Locos de la co
lonias.-El A. , que ya se ha ocupado de la alienación mental a
través de la historia del Perú, aborda en este trabajo suyo de los
Locos de la colonia » el estudio de la alienación mental en el Perú
durante los años de la dominación española. Primer trabajo de
esta índole que se lleva a cabo en el Perú, viene a ilustrar nuestro
conocimiento de las ideas coloniales respecto a asistencia de alie
nados y respecto a la alienación mental. - 3. HONORIO F. DELGA
DO, « El Psicoanálisis. Capítulo III : Práctica del tratamiento anali
tico ).- A diferencia de los otros métodos psicoterápicos, el psico
análisis es etiocrático . No actúa super poniendo un mecanismo
psicológico que oculte el patológico, sino que reordena los procesos
mentales en anarquía, a poderándose de los hilos de su trama,y, a
partir de los más accesibles, profundiza hasta llegar al origen mis
mo del desorden , que así rectifica des de su punto de partida: de
ahí la gran estabilidad de las curaciones realizadas según esta téc
nica. Los procedimientos concretos de tal labor son: a ) el análisis
de las evocaciones, practicado gracias a las asociaciones libres;
b) la interpretación de los sueños; y c) el método experimental de
asociaciones. Para que sus frutos sean de valor, se necesita previa
mente reducir la resistencia del enfermo , que impediría el acceso
de material patógeno; ello se consigue suscitando en el sujeto una
simpatía de raigambre infantil , cual es la transferencia. Respecto
a la duración del tratamiento, sin embargo de que por regla general
es algo prolongado, ningún otro consigue tanto provecho en
iguladad de tiempo; por otra parte, cura algunas dolencias men
tales para las cuales resultan ineficaces todas las demás tera
pias.

Archives de Psychologie, Mayo 1918: 1. FRANCOIS NAVILLE,


« Mémoires d'un médecin aphasique» (Memorias de un médico afá
sico). El Prof. Naville expone y comenta con eficacia y prolijidad,
la auto-observación y las notas psicológicas del doctor Saloz, de
Ginebra. El malogrado doctor Saloz, víctima de un accidente em
bólico, fué herido por una afasia motriz total , con ceguera verbal
yagrafia absolutas, experimentando la sensaciónde hallarseeco
REVISTA DE REVISTAS 187

mo encerrado en una sepultura, en posesión de todos sus pensa


mientos, pero constatando la pérdida de los instrumentos psico
lógicos necesarios para comunicarlos a los demás». El doctor Saloz
después de llevar a cabo una paciente labor de reeducación, volvió
al uso de sus aptitudes expresivas y fué entonces que inició la
redacción de sus «Memorias» ,quetan brillantemente ha aprovecha
do el Prof. Naville. La contribución no puede ser más preciosa, ya
que son raras las buenas auto - observaciones de afásicos, las únicas
que pueden contribuir a ilustrar con eficacia el estudio de tan im
portante problema. A la exposición de las «Memorias» del doctor
Saloz, sigue la del exámen anatómico practicado a la muerte del
colega, que permitió constatar una atrofia considerable del hemis
ferio izquierdo, cuya dimensión transversal era, aproximadamente,
la mitad de la del hemisferio derecho , con atrofia igualmente con
siderable de toda la región del lenguaje. Ningún foco cortical,
ninguna laguna o lesión cortical macroscópica ; reblandecimiento
subcortical del pliegue curvo: arterioesclerosis generalizada de los
vasos de la base. Siguen a los anteriores capítulos las «Notas sobre
la historia clínica y las Memorias», en las cuales se ocupa el Prof.
Naville de la decadencia intelectual del doctor Saloz, de la preco
cidad y de la precisión del autodiagnóstico formulado, de la diso
ciación entre el dominio de las ideas y el dominio del lenguaje in
terior , del problema de las suplencias, de los « engramas » y de su
« ecforia », de las imágenes verbomotrices , de la percepción cons
ciente del lenguaje interior y, por último, de los procedimientos
didácticos y de las localizaciones anatómicas. Como puede verse
por esta exposición suscinta, trátase de estudio muy documentado
y cuyo autor ha abordado todos los puntos de vista del problema
de la afasia. - 2. Jean LARGUIER DES BANCELS, «Sur les origines
de la notion d'ame, a propos d'une interdiction de Pythagore» (Sobre
los orígenes de la noción del alma , a propósito de una interdicción
de Pitágoras).- El Prof. Larguier des Bancels toma de las inter
dicciones alimenticias, que con tanta frecuencia se constata en la
prehistoria, aquella interdicción pitagorica de la haba, que el A.
cree que haya sido creación o renovación, a la sombra de una inter
pretación simbólica , de un viejo rito cuyo sentido originario se hu
biera perdido. El A. halla en la interdicción de la haba, a cuyo res
peto se culpa la muerte de Pitágoras, un origen de la noción del
alma, que con el tracurso de los tiempos se desenvuelve en el fluído
psíquico que, más tarde todavía, había de pretenderse circulando
a través de todos los nervios del organismo. Considerando que, en
un momento de la evolución de los conocimientos humanos, el
fluído psíquico se ha confundido o identificado con el aire inspira
do, concede importancia episódica en la génesis de la noción de
alma a la función respiratoria y a los gases intestinales. Y conclu
ye su interesante estudio exhibiendo la tesis psicoanalítica, la
formulada por Jones, para quien el soplo respiratorio , con todas
las ideas de las cuales parece ser el soporte, no sería más que un sím- ,
bolo en el sentido freudiano de la palabra - el de las «flatuosida
des ». El A., que reconoce todas las vastas perspectivas abiertas
por el psicoanálisis a la prehistoria de las ideas, no se manifiesta
188 REVISTA DE REVISTAS

convencido por la interpretación de Jones.- 3. ED. CLAPAREDE,


«La conscience de la ressemblance et dela diference chez les enfants
(La conciencia de la semejanza y la diferencia en los niños).- El
Prof. Claparede estudia el orden de aparición, en el desarrolló men
tal del niño, de las nociones de semejanza y de diferencia, la últi
ma de las cuales sería el primer hecho fundamental según la teoría
clásica de los psicólogos ingleses. El Prof. Claparede ha llevado a
cabo una interesante investigación en un cierto número de niños
a los cuales ha podido establecer las analogías y diferencias exis
tentes entre ciertos objetos del ambiente familiar infantil. Las in
vestigaciones del A. le llevan a la misma conclusión: la conciencia
de la diferencia surge antes que la dela semejanza que, en un buen
número de casos, sólo es percibida por el niño como consecuencia
de la falta absoluta de una notable diferencia . El A. llama la aten
ción hacia el hecho de esta aparición tardía de la conciencia de
semejanza en los niños que, desde su edad más tierna, parecen
proceder como si la percibieran. Para el A. se trata de un caso
particular de una ley muy general del desarrollo mental , que po
dría bautizarse «Ley de la toma de conciencia» y formularse así:
« El niño, (0 ,en general, el individuo) toma conciencia de una rela
ción tanto más tarde cuanto su conducta ha implicado más tempra
no y durante mayor espacio de tiempo el uso automático (instin
tivo, inconsciente) de esta relación» . EI A. termina su artículo inv
tando a los maestros a repetir esta averiguación que él ha llevado
a cabo respecto a la conciencia de la semejanza y de la diferencia
en los niños, ya que el análisis de las respuestas les colocará en
presencia de importantes particularidades del espíritu de los esco
lares y les permitirá orientar convenientemente la labor pedagó
gica.
Crónica Médica , octubre 1918: ERNESTO ODRIOZOLA, «Corea
de Syden hamı.-A propósito de un caso , que se inició a raíz de una
infección febril , con síntomas meningeos, cuya etiología precisa
no se pudo determinar , y recordando un caso producido a conse
cuencia de una angina catarral , el autor sostiene que la corea es,
no precisamente una especie nosográfica autónoma, sino un «apa
rato sindrómico residual que puede derivar de múltiples causas
infecciosas), condicionado por disposiciones diatésicas particula
res , como el neuro-artritismo , que figura en primera línea . Hay
hechos, tal la presencia del signo de Babinski - que existió esbo
zado en el caso presentado- , que permiten presumir la naturaleza
orgánica de la patogenia de este mal.
Journal of Nervous and Mental Disease, junio 1918 : MALCOLM
S. WOODBURY, « The Psycho -neurotic Syndrome of Hyperthyroi
dism» (Síndrome psiconeurósico del hipertiroidismo). – No hay
en la literatura una formulación precisa del conjunto de síntomas
nerviosos y psíquicos en la tirotoxicosis, vacío que se propone lle
nar el autor, al menos en la medida de lo necesario para el diagnós
tico y tratamiento de los no insanos. De los 300 hipertiroideos
estudiados, 48 pacientes de bocio simple o puramente quístico,
EEVISTA DE REVISTAS 189

patógeno sólo por acción física, no presentan síntoma neuropsi.


quico alguno; 34 que sufren además de otras lesiones, son también
eliminados por ser negativos desde el punto de vista de este estudio;
los 218 restantes, casos comprobados de toxemia tiroidea, presen
tan síntomas psiconeurósicos. Los casos de psicosis clásica, en
número reducido, se deben problablemente a una acción incidental
o de excitación y no a una determinación fundamental tirógena.
Los síntomas nerviosos más frecuentes en la tirotoxicosis son:
hipertensión nerviosa, depresión, aprensión, inquietud, insomnio,
vértigo, inatención , debilitamiento del pensamiento consecutivo
(«corea mental»de Reynolds ), ligeras alteraciones de la palabra , como
celeridad, etc. , emotividad, agitación, obstinación , falta de clari
dad y de lógica en el pensamiento, hiperexcitabilidad motora. Al
principio de loscasos progresivos se nota un aumento de eficiencia,
aptitud para el detalle, locuacidad; en los casos avanzados, fatiga,
inaptitud para el trabajo. La depresión es generalmente duradera
en los casos de mediana gravedad, es decir , en los no exoftálmicos,
donde se presenta con una frecuencia diez veces mayor que en los
exoftálmicos, en que es de menor duración cada vez que se presen
ta. La depresión mental no se acompaña de ideas de autoacusación.
En los casos de mediana gravedad también es más frecuente la
fatigabilidad , la irritabilidad , la debilidad . Estos síntomas pue
den integrar un estado neurastenoide, cuya naturaleza se compro.
bará por la reacción a la adrenalina, según el método de Goetsche,
o si es posible, por la apreciación del metabolismo basal, que no
es tan fácil.

Journal of Philosophy, Psichology and Scientific Methods,


setiembre 26, 1918: 1. GRACE A. DE LAGUNA, «The Empirical Co
rrelation of Mental and Bodily Phenomena » (La correlación empí
rica de los fenómenos mental y corporal).--La cuestión de la
interacción o del paralelismo psicofísico, cuyas discusiones no han
tenido fin, es ya cosa muerta, ahora reina el concepto de su futi
lidad . La idea de un alma trascendental es una supervivencia de
antiguos modos de pensar , ya desterrados de otros dominios de la
filosofía. El paralelismo sería aceptable, pero lo indispensable es
establecer una base de correspondencia de los fenómenos, pues
tanto vale decir que los estados de conciencia se acompañan de
modificaciones cerebrales, como que tales cambios se acompañan
de variaciones de las corrientes atmosféricas. «En qué términos
deben ser descritos los fenómenos de funcionamiento del sistema
netvioso que corresponden a los fenômenos de la vida conscientes:
tal es la cuestión que importa dilucidar . Su determinación no im
plica en modo alguno la solución del viejo problema cardinal , sino
que evidencia que su formulación descansa sobre insostenibles pos
tulados. Precisar un medio absolutamente común de valorización
del proceso psíquico y del nervioso , implicaría una contradicción
de términos, o una unificación en que dejarían de considerarse los
sistemas como tales. No se puede tratar la cuestión en términos
anatómicos ni fisiológicos, porque no son significativos, ya que el
sistema nervioso no suministra una relación común con los estados
190 REVISTA DE REVISTAS

de conciencia sino a base de condiciones externas. Así, en lo que


son correlativos — y por ende individuados y clasificables por prin
cipios mútuos - en lo que son correlativos los procesos mental
y corporal es en el comportamiento del sujeto. « Es solamente con
el criterio evidente de la conducta que se puede sacar conclusiones
relativas a la función cerebral».- 2. RUPERT CLENDON LODGE ,
«The Division ofy udgments» ( División de los juicios ). -Los logistas
distinguen tres criterios en la comprensión del juicio , a saber : a)
el juicio es paradigmático, único e indivisible; 6 ) hay tantos juicios
como hechos a que ellos se aplican ; y c) los juicios tienen diversos
planos , según la proporción recíproca de los elementos sensoriales
e intelectuales que los integran , pues ni sensación ni intelecto pue
den experiementarse puros, «están más allá de nuestro pensamien
to humano . Todo nuestro pensar se mueve dentro de estos extre
mos , y participa de ambos principios en variables proporciones .
Este último criterio (c) , psicológico, es el que sirve de base al autor
para clasificarlos, estableciendo cuatro estados, correspondientes
a los cuatro estados de la inteligencia, según Platón, a saber: 10.,
juicios de percepción . Ejemplo: Este papel es blanco; 20. , juicios
de experiencia . Ejemplo: Los niños son la alegría ; 30. , juicios sim
bólicos. Ejemplo: Sócrates fué sentenciado a muerte por razones
políticas. X - Y ! = ( XY) (X- Y ); y 40. , juicios trascendentales.
Ejemplo: Las cosas en sí mismas son conocibles (o inconocibles).
Psychoanalytie Review, julio 1918: TRIGANT BURROW, The
Origin oftheInčest- Awe (El origen del temor del incesto ), - Uno
de los principios fundamentales del psicoanálisis cuya aceptación
ha despertado más resistencia es el de las tendencias incestuosas
de la voluptuosidad infantil ; y ello se explica por el arraigo que
tiene en todos los hombres la reacción moral antagónica: el horror
al incesto. La génesis de tal repugnancia innata, que para antro
pólogos, como Frazer, es un misterio, es , para la psicología diná
mica, problema de fácil solución. Es ilusorio pretender resolverlo
con sólo abstractos conceptos biológicos o sociológicos. Para la
buena solución del problema hay que distinguir la adhesión del
niño a la madre como fenómeno de adaptación espontánea , y sus
relaciones ulteriores con el mundo, como adaptaciones conscientes,
impuestas por las acciones exteriores . Lo primero corresponde a
un modo de vivir preconsciente,cuya única norma es el resultado
subjetivo ; lo segundo implica un pensameinto basado en el cono
cimiento de los fenómenos objetivos. Son en realidad dos vidas
psicológicas de valores mutuamente inconvertibles y asaz irrecon
ciliables: la afectiva, regida por el principio del placer, y la intelec
tual, regida por el principio de la realidad. Eltemoral incesto viene
a tener por base tal contradicción . La tendencia incestuosa es una
realidad psicológica en el yo homogéneo primario, incapaz, por
consiguiente, de ser pensado como posibilidad consciente; al con
trario , el yo consciente, en su comercio con el yo originario , da, co
mo producto específico, el temor del incesto. Pecado es sinónimo
de verdad, de conocimiento: esto lo prueba superabundantemente
la nsicología étnica. La inclinación a tomar conciencia de una rea
REVISTA DE REVISTAS 191

lidad biológica, implica trasgresión de las leyes morales. Ello se de


be a que la moralidad tiene como raiz la misma causa que la neu
rosis: es una reacción contra la asimilación del fondo subjetivo pri
mario. La normalidad es , pues, expresión de la neurosis genérica
de la raza .

Revista de Filosofía, julio 1918: 1. Carlos Octavio BUNGE,


Notas sobre el problema de la degeneracións. - La degeneración , que
crece de manera alarmante, se manifiesta por la producción de
tres clases de tipos anormales: degenerados superiores, degenera
dos medianos y degenerados inferiores. Los primeros, superhom
bres o genios , que sociológica y moralmente también merecen la
categoría de superiores, tienen un equilibrio mental de violencias.
Una de sus características es el hermafrodismo intelectual, o sea
la presencia de atributos propios de la psicologia femenina. Estos
y los de la categoría inferior, o subhombres, son ineducables. No
así los medianos, los más numerosos y peligrosos, que pueden sa
car inmenso beneficio de una educación ad hoc, único paliativo
real de que dispone la psiquiatría . «La educación, antes que la ha
cienda, la política y la guerra , rama capital de todo gobierno civi
lizador». Ella es profiláctica sobre todo para aquella degeneración
relativa y general, más psíquica que física, endémica y contagiosa:
distinta de la individual, que es la única que generalmente percibe
el médico, profesional que, por otra parte, colabora a la degenera
ción humana, haciendo viables individuos ineptos, que sin la ciru
gía y la terapéutica habrían sido eliminados por selección natu
ral. – 2. VICTOR MERCANTE, «Los sentimientos y la conducta du
rante la crisis de la pubertad».— Para ser provechosa la enseñanza,
hay mucho por estudiar en la evolución de la vida mental del
púber. Parece innegable, como lo demuestran diversas investiga
ciones especiales, a las que el autor ha contribuido, que existe una
estricta relación entre el desarrollo de los sentimientos, de la in
teligencia y de la voluntad , de una parte, y las aptitudes para la
instrucción, de otra; de suerte que el día en que la Pedagogía Ge
nética determine las condiciones psicológicas de las diversas eda
des , en cada sexo , se habrá resuelto el gran problema de la educa
ción, pues aprovechando a tiempo las aptitudes, con el minimum
de esfuerzo, se conseguirá el máximum de beneficio.- 3. JOSE
INGENIEROS, « Ideales viejos e ideales nuevos».- El pasado tiene
una seducción , a la cual no escapan ni los espíritus más cultos,
que es nociva si da la base de los ideales del presente, pues los que
en otro tiempo fueron tales, si legítimos, se han realizado ya , si
absurdos, sólo son supersticiones «que aletargan el espíritu de los
ignorantes». En todo terreno y en todo momento, las supersticio
nes pasadas , que tratan de eternizarse, luchan con los ideales que,
renovando el presente, tienden a crear un porvenir más perfecto.
La guerra europea es una crisis, una fase aguda de este conflic
to, aparte de su aspecto político, y ella preludia el advenimiento
de nuevas fuerzas morales: «Es visible que, en todos los pueblos,
se ha iniciado ya una renovación de ideales y de valores, cuyas
consecuencias serán más hondas que el triunfo de uno u otro de
192 REVISTA DE REVISTAS

los bandos en guerra ». El nuevo orden de cosas requiere un incre


mento enorme de la educación; ella sola es capaz de hacer mejor
el pervenir, de hacer superiores a nuestros hijos.- 4. HONORIO'F.
DELGADO, « La mentalidad místico -romántica y la filosofía cienti
ficas. - Falsea el proceso del conocimiento por la interferencia de
la mentalidad afectiva, que es producto sedimentario de la evolu
ción social prelógica. En la mayoría de los hombres, esta influen
cia acarrea, como defensa natural, la gnosofobia, la cual se mani
fiesta quintaesenciada, con caracteres particulares, en el movi
miento filosófico contemporáneo, agresivo con el pensamiento
científico. El autor discute las cuestiones relativas a las relaciones
de la filosofía científica y de la metafísica « espiritualistas con la
ética y con la estética.
Revista de Psiquiatría, Neurolojia y Medicina Legal, julio 1918
CARLOS CISTERNAS, « El problema de la hospitalización de nuestros
alienados».- La práctica del aislamiento de los alienados, que en
la gran mayoría de los casos es provechosa, sirve tanto como me
dio de seguridad cuanto de tratamiento. Un alienado, al ser separa
do de su familia , debe pasar a un «hospital psiquiátrico», que es
obligado que exista en toda población de más de 100.000 habi
tantes, donde se le observará y donde, en caso de que se trate de
una psicosis curable a corto plazo, se le tratará; sin que su ingreso
requiera trámites legales. Anexa al hospital psiquiátrico debe es.
tablecerse una policlínica de enfermedades mentales, que podrá
asimismo servir a la enseñanza del curso correspondiente. Los
casos que se considere incurabies en menos de un semestre, apenas
diagnosticados, pasarán al « Asilo», del que hay cinco sistemas:
colonial, de patronato familiar, claustral, mixto y libre. En esta
parte de su trabajo, el autor se ocupa de los dos primeros sistemas.
Ei colonial, que es, en general, el mejor,consta de «una gran culonia»,
de «una vasta colonia agrícola e industrial» con un hospital anexo.
En lo relativo a la construcción, se excluye en absoluto todo lo
que pueda dar aspecto de local de seguridad. « A la uniformidad,
a la simetría sistemática, se sustituye la variedad, la diferenciación,
la adaptación de los diferentes órganos del asilo a sus particulares
funciones. A la aglomeración de los departamentos sucede la dis
persión en un terreno de emplazamiento muy vasto». Es regla que
la mayoría de los departamentos tenga un piso además de la plan
ta baja. Las paredes altas deben no existir sino donde son absolu
tamente indispensables a los fines arquitecté nicos. «Todas aque
llas disposiciones tan penosas y tan inútiles a la par que caras de
los asilos cerrados, son reemplazadas por una esmerada clasifica
ción de los enfermos en pabellones aislados y por completo autó
nomos y cuya población varía entre 15 y 40 enfermos; por una
vigilancia asidua ejercida por un personal numeroso y adiestrado,
y por un tratamiento individual dirigido por facultativos activos
e inteligentes). Respecto al sistema de patronato familiar, tanto
el belga o de colonia familiar, como el escocés o de aislamiento fa
miliar individuai, a pesar de que están bajo el contralor del estado
y qe ia vigilancia médica, no pueden sustituir al sistema de asilo
REVISTA DE REVISTAS 193

colonia. Es un sistema,más para la custodia que para el tratamien


to, por consiguiente, de provecho sólo para los enfermos inofen
sivos que son al mismo tiempo incurables o ineducables.
Rivista Italiana di Neuropatologia, Psichiatria ed Elettrotera
pia , Agosto 1918: 1. E. Rossi, « L' intima struttura della nevroglia
umana ». ( ! .a estructura íntima de la neuroglia humana) . - ElA. ,
queviene ocupándose del estudio de la neuroglia en el sistema ner
vioso humano normal y patológico, expone el resultado de sus la
boriosas investigaciones: El método de Achucarro proporciona
datos muy interesantes respecto a la neuroglia patológica en aque
llos casos en que se consigue una buena impregnación. El estrato
cortical más externo, que escapa casi por compieto a la técnica de
Cajal, presenta mejor la reacción con la técnica de Achucarro,
una de cuyas ventajas es la de permitir el mejor estudio de las re
laciones de las fibrillas neuróglicas con el cuerpo protoplasmático
de las células respectivas y con los vasos sanguíneos. El A. distin
gue, entre las formas de neurog.ia particularmente patológicas,
las siguientes: Elementos pequeños de núcleos reducidos, en los
cualesde un sutil estrato de protoplasma parten fibrillas dispues
tas en rayo que van a confundirse en un denso piexo de fibrillas
neuróglicas. Elementos con núcleo grueso y granuloso, circunda
dos de tan pequeño estrato de protoplasma que las fibrillas de los
mismos elementos aparecen como de procedencia nuclear. Hay
además células alargadas, pequeñas e irregularmente triangula
res en cuyo protoplasma se ven diseminados algunos puntos ne
gros (corpúsculos) de diversa dimensión: son los gliosomas. Des
cúbrense también porciones surcadas de fibrillas de las cuales al
gunas atraviezan el cuerpo celular de una prolongación a otra.
Hay además, células grandes, de forma triangular o irregularmen
te poligonal, de cuyos ángulos, de las prolongaciones y del cuerpo
mismo de la célula se destacan filamentos de los cuales algunos se
observan gruesos y breves y otros largos, burdos y de raras infle
xiones y otros filamentos delgadísimos y con pronunciadas infle
xiones. No faltan elementos constituidos por haces de finas fibri
llas que, a débil aumento, parecen como constituidos por una sola
fibrilla neuroglica, en tanto que los fuertes aumentos revelan sur
cos delicados indicando precisamente el conjunto de numerosas
y finísimas tibrillas reunidas en haz. Los gliosomas se presentan
de dimensiones diversas y están esparcidos en todo el plasma ce
lular de los elementos gliales, sea en el cuerpo, sea en las prolon
gaciones plasmáticas. Dichos gránulos presentan, además, un re
flejo roseo esplendente, que falta en las fibrillas en sección. El he
cho de la ausencia de los gliosomas en los elementos gliales en que
abundan las fibrillas, hace pensar al A. en un probable origen de
las fibrillas mismas de dichos cuerpos. Sus observaciones dan al A.
la casi seguridad de la derivación de las fibrillas de la neuroglia de
la diferenciación interior del plasma glial, sea del cuerpo, sea de
las prolongaciones protoplasmáticas. Una diferenciación semejan
te ocurriría de preferencia en la masa plasmática celular más dis
tante del núcleo, a lo largo o en el interior de las prolongaciones
194 REVISTA DE REVISTAS

protoplasmáticas, así como también en los contornos del cuerpo


celular, lo que concuerda con las observaciones llevadas a cabo
por Bonome, utilizando una técnica diferente. Las fibrillas de las
células gliales están generalmente en conexión con el protoplasma
de las células mismas, en tanto que se observan otras fibrillas.com
pletamente extrañas al cuerpo celular y que lo atraviesan de un
extremo a otro. En estos últimos encuentros es casi cierta la pro
cedencia de dichas fibrillas de elementos gliales situados a alguna
distancia del plano de sección examinado o también podrían ser
diferenciadas en aquella sustancia granulosa y difusa entre los
elementos gliales, de los cuales traería origen la neuroglia difusa de
Held. Tal sustancia granulosa intermedia , cuyo origen permanece
ignorado todavía, se observa perfectamente en las preparaciones
del A. Para quien es probable que la sustancia intermedia difusa
sea un producto de las células gliales a desarrollo tan avanzado de
hallarse casi próximas a la fase involutiva.- 2. F. DEL CRECO,
« Il coraggio in guerra » ( El valor en la guerra).-El A., en una nota
psicológica, estudia la vieja y discutida virtud del heroismo. Plan
teando el problema, analiza la evolución operada por el tiem
po sobre los héroes, analiza el alma de los combatientes y pone en
evidencia la entrada en juego del instinto de conservación en la
fase defensiva y en la fase agresiva de la lucha, así como los senti
mientos del combatiente y los desarrollos complementarios y su
periores que en él se operan, y concluye su estudio planteando la
formula psicológica del acto insigne del valor y del heroismo: « El
heroismo, dice, considerado desde la altura moral) no es fe
roz, es generoso y dulce. Heroico es aquel que, sufra lo que sufra,
se sacrifica él mismo. Hay en el heroismo esta actitud de sacrificio,
de abnegación, no obstante el esfuerzo supremo, no obstante la
conciencia del fin altísimo y la cooperación grande a aquel fin. Hay
en el heroismo una fórmuia estética que mal sufre excesos y mi
serias.
Publicaciones recibidas

En la sección Noticia de libros de los


próximos números se dará información
de algunas de las publicaciones que
aqui figuran.

JOSE INGENIEROS, La evolución de las ideas argentinas. Libro I


La Revolución.-Un volumen en 80., de 544 páginas. Editado en
los Talleres Gráficos Argentinos de L.J. Rosso y Cía. , Belgrano 475,
Buenos Aires, 1918. Precio: 4 pesos.
Sumario : Introducción . La mentalidad Colonial. I El Enciclo
pedismo y la Revolución. Il Dos filosofías políticas. III La Asam
blea Revolucionaria. IV El Congreso Reaccionario . V La Reforma.
Contributi Psicologici del Laboratorio de Psicologia Sperimen
tale della R. Università di Roma. Vol . III , 1914-1917 . - Un volu
men en 80. , de 385 páginas. Presso il Laboratorio di Psicologia
Sperimentale, Roma, 1918.
Sumario: 1. SANTE DE SACNTIS, Psicologia sperimentale; 2. ID.
Di alcune tendence della psicologia contemporar.ca; 3. Id. Il metodo
nella psicologia criminale e giudiziaria; 4. Id. La psico -aralisis; 5.
ID. , L'interpretazione dei sogni; 6. ID. , Il sogno : struttura e dinami
ca ; 7.0. GUELFI,Ricerche sperimentale su le associazione dei bambini;
8. S. de SANCTIS, Organizazione cientifica del labor o mentale ; 9. ID .,
Igiene del lavoro mentale ; 10. T. SANDESKY , Ricerche inturo alla
curva del lavoro mentale ; 11. G. Pistoia, Influenza del lavoro fisico
e mentale sulla scrittura. Esperimenti con la bilancia di Kraepelin;
12. A. FANTINI e L. CIAMPI, Le modificazione del livello mentale
negli alumni della scuola chiusa e quelli della scuola all'aperto ; 13.
E. ASCHIERI, Esperienze sulla memuria. Contributo sperimentale
alla psicologia differenziale dello scolaro normale: 14. M. SORREN
TINO, La resister zaal lavoro scolastico degli alumri delle classi diffe
renziali, 15. S. DE SANCTIS, L'organizzazione scientifica della scuola
16 a 18. M. A. MACCAGNO e V. RONCAGLI, Rendiconti del Seminario
psico-pedagogico ( Roma, Universitá ), per gli anni 1914-1917; 19. y
20. A. LEONE e E. OLIVER, Rendiconte del Corso di psicologia giu
diziaria (Roma, Universitá ) per gli anni 1915-1916 .
CARLOS ENRIQUE PAZ -SOLDAN , Las Bases médico -sociales de
la legislación sanitaria del Perú: Vol. II. - Un volumen en 89, de
196 REVISTA DE REVISTAS

235 páginas. Biblioteca de « La Reforma Médicas, Imprenta « El


Incas, Lima, 1918.
Sumario: Capitulo preliminar: Los factores tradicionales de
nuestra política sanitaria . - Libro II. El presente médico -social del
Perú.- Legislación sanitaria vigente en elPerú.
Aldo Mieli , La storia della Scienze in Italia. - Un volumen
en 12 °, de 130 páginas. Libreria della Voce, Firenze, 1916. Precio :
3 liras.

ALDO Mieli, Quelques médecins et naturalistes italiens de la


Renaissance . — Tirada aparte de « Sciertias. Nicola Zanichelli, Bo
logna, 1917.
Labori e Scritti di Aldo Mieli. - Un folleto en 12 °, de 62 pági
nas. Libreria della Voce, Firenze, 1917. Precio : 2 liras.

MORRIS GROSSMAN , Plea for the Tabetic . — Tirada aparte del


« Interstate Medical Journal», 1916.
ID. , Chorea : its treatment. - Tirada parte del «New York Me
dical Journals, 1916.
ID. , Note on the stages of tabes dorsalis . — Tirada aparte del
« Medical Record », 1917.
ID ., Death in tabes dorsalis . — Tirada aparte del «New York
Medical Journal», 1917.
ID. , The selective action of spirochetes. Report of four cases
of familial ophtalmoplegia interna, due to congenital syphilis.
Tirada aparte de « The Journal of American Medical Associations,
1917 .

AMERICAN JOURNAL OF PSYCHOLOGY, Oct. 1918: Anna Berliner


The Influence of Mental Work on the Visual memory Image;Wes
ley Raymond We!ls, The Theory of Recapitulation and the Reli
gious and Moral Discipline of Children; Wesley Raymond Wells,
The Biological Value of Religious Belief; Albert Schinz, Intellec
tualism versus Intuitionism in French Philosophy since the War;
Cora L. Friedline, The Discrimination of Cutaneous Patterns be
low the Two-Point Limen ; P. T. Young, The Localization of Fee
ling; Henry Bradford Smith, Aristotle'sOther Logic; J.F. Das
hiell, Sixteen Origins of the Mind;E . B. Titchener, H. P. Weld and
E. G. Boring, Minor Studies from the Psychological Laboratory
of Cornell University; F. Cutolo, Jr. , A Preliminary Study of the
Psychology of Heat; Arthur S. Phelps, The Mental Duet.
PEDAGOGICAL SEMINARY, Sept. 1918: William H. Burnham ,
Astigmatism and Brain Work; Thomas A. Storey, Physical Trai
REVISTA DE REVISTAS 197

ning an Essential to the Better Health Defense of Society; W. W.


Chartirs, Preliminary Observation of Teaching; Ping Ling, Moral
Training of School Children in War Time; G. Stanley Hall, Some
Educational Values of War; G. Stanley Hall, A General Survey of
Child Study ; E. Leigh Mudge, Girls Collections.
JOURNAL OF APPLIED PSYCHOLOGY, Setp. 1918: Jesse Knowl
ton Flanders, Mental Test of a Group of Employed Men Showing
Correlations with Estimate Furnished by Employer ; Herbert A.
Toops and Rudolf Pintner, Variability of the Education of Unem
ployed Men; id id, An Experiment in Infant Education (With an
Introductory Statement by Lewis M. Terman ); Anna Berliner,
Aesthetic Judgments of School Children; Katharine Murdoch,
Rate of Improvement of the Feeble-Minded as Shown by Stan
dardized Educational Tests; S. L. Pressey and L. W. Pressey, A
Group Point Scale for Measuring General Intelligence, with First
Results from 1,100 School Children; Herbert R. Laslett, The Value
of Relevancy in Advertisement Illustrations; Further Communi
cations Regarding «A Plan for the Technical Training of Consul
ting Psychologists ).
PSYCHOANALYTIC REVIEW , Oct. 1918: Thomas Verner Moore,
The Hound of Heaven; Errah B. Evarts, A Lace Creation Revealing
an Incest Fantasy ; Albert R. Weinberg, Nephew and Maternal
Uncle: A Motive of Early Literature in the Light of Freudian Psy
chology; Translation: H. von Hug -Hellmuth, A Study of the Men
tal Life of the Child.

JOURNAL OF NERVOUS AND MENTAL DISEASE, Nov. 1918: S.


P. Kramer , Palliative Trephining in Cases of Tumor of the In
fundibular Region; Theodoré Diller, A Case of Cerebral Exhaustion
Mistaken for One of Paresis; L. B. Alford, Irrigation of the Subara
chnoid Space; Emanuel S. Brodsky, Clinical Review of the Sym
ptomatic Psychoses; CriticalDigest and Review : Charles Roc
kwell Payne and Smith Ely Jelliffe, War Neuroses and Psycho
neuroses .

Rivista ITALIANA DI NEUROPATOLOGIA , PSICHIATRIA ED ELET


TROTERAPIA, Set. 1918: Elia Salkind, Alcune considerazioni su
lle policlonie epilettiche.
.- Oct. 1918: Elia Salkind , Alcune considerazionisulle po
liclonie epilettiche; Giusseppe Vidoni, Ancora sulla sinestesalgia.
Revista CLINICA (Medellin) , Jun. 1918.
ANALES DE LA FACULTAD DE MEDICINA ( Montevideo), Set.
y Oct. 1918: S. C. Rossi, Concepto medico -legal del traumatismo.
LA PRENSA MEDICA ARGENTNA, 10 de noviembre de 1918:
Antonio Barbieri, Parálisis oculares complejas.
198 REVISSA DE REVISTAS

LA CRONICA MEDICA, setiembre 1918: E. Fernandez Sanz,


Epilepsia y endocrinopatías.
LA REFORMA MEDICA, Nos. 41 a 48 , 1918.
THE JOEURNAL OF PHILOSOPHY, PSYCHOLOGY AND SCIENTI
FIC METHODS , Nos . 19 a 24, 1918.
Vida Nueva, No. 10, 1918.

(No se consignan aquí las publicaciones que figuran en las dos


secciones anteriores.)
Psicopatografias del Asilo-Colonia
de la Magdalena
EL LOCO MORAL, AGITADOR POLITICO

S. R. A., de 20 años de edad , estu


diante .
Diagnóstico: La fórmula psicológi
ca es muy compleja : hállase el sujeto, a
jus to título , dentro del marco nosográ
fico correspondiente a la «personalidad
psicopáticas; pero, razones de índole no
menclatural, nos invitan a adjudicarle
la etiqueta de Locura moral.
Antecedentes y estado actual: infan
cia de hiperactivo, rebeldía a toda disci
plina. inestabilidad, tendencias macro
bióticas, empeños de teatralización de la
vida .

( Artículo inédito destinado a ser insertado en un diario de


oposición :)
« Creo que ya es tiempo de decir al público a quien se pretende
uncir nuevamente en Palacio, paréceme falta de energía emitir
una opinión sobre ello y también creo - y en el éxito confío — que
debemos lanzar de una vez la candidatura presidencial del Sr.
A. B. L.
« Desgraciadamente estoy en una red que dificulta mi libertad.
Si; porque comenzando por las relaciones caseras y de familia,
por las de ciertos vínculos en centros y clubs, siendo miembro del
Club Centro Universitario Independiente - que patrocina la can
didatura del señor J. C. B. - es tal mi situación que no sé cómo ha
podido mi sinceridad y franqueza permitir que diga lo que guar
dado debía estar. Pero no, la opinión y la simpatía es una y el in
terés y las relaciones no tienen que ver en ello .
«En consecuencia , debemos todos y cada uno de los que se
crean con derecho a emitir una opinión, y por tanto de ser capaces
de dar su voto por cualquier ciudadanohonrado, en las próximas
elecciones presidenciales, proteger - sino por el diario y los escritos
de manera franca y abierta en todo, a aquel que lleve con energía
y valor a la Presidencia de la República a don A. B. L. , ciuda fano
200 REVISTA DE REVISTAS

distinguido y notable estadista, no honesto y honrado , porque


eso queda para que lo diga C. y T. o Carlitos C. al Sr. P. - porque
eso de honesto cualquiera lo res y honrado también puede serde
tantas maneras que está hoy alejado de nuestro país por la in
gratitud de sus amigos y ex leales.
« Sí, queremos a un hombre que se afronte la responsabilidad
de la masa popular, a uno que responda al interés de la Nación,
que es el interés de los intereses!
«No va él a aumentar sus caudales, no, va a darlos al pueblo
peruano que los necesita; sí, a darle el conjunto de sus energías,
de su inteligencia y de su práctica gubernamental y administra
tiva, aporta la riqueza de su hombría de bien y la generosidad de
su corazón de acero para sus enemigos.
«Si, A. B. L. es el ciudadano llamado por el pueblo peruano,
por las armas nacionales , por la conciencia honrada para dar ....
a este país digno de mejor suerte!
«Eiactual mandatario bien le conoce , sabe él que por el Sr. L.
su administración pasada honesta y progresista fué; sabe que en
medio de la politiquería viciosa del 8 al12 gobernó sino con mu
cho tino, con sagacidad y energía indomable a todos los Poderes
Públicos que se le enfrentaban impidiendo así el desarrollo co
mercial y político de la Nación.
«El ejército reconoce también la labor de ese digno jefe cuya
memoria está en ellos tan grabada en un cadete como en un gene
ral de división . ¿Quién fuesu más grande benefactor sino L.?
«Responde pueblo peruano!
«Respondan Milicia y Marina!
« Necesitamos un Roosvelt, un Porfirio Díaz,un García Moreno
o un Portales !......
« Si, mejor dicho unhombre capaz y como ese no le hay, poz
que ese Roosvelt o ese Portales no existe en nuestro país, porque
esos ciudadanos no son nuestros, busquemos un carácter, un repú
blico, un financista; sí, busquemos a L.
«Juventud Ideal ¿ porqué no yergues majestuosa tu ardiente
primavera ?
« ¿Porqué no llamas a un hombre? Porqué no le haces sino le
hay?
«Oh indolencia! Oh mutismo!
« Salga al frente la juventud verdadera, adelante vaya, escoja ,
elija un demócrata verdadero, llame a un Nicolás de Piérola, acon
séjele, denle brújula y guíenle».
AMORES DE MANICOMIO

El sujeto interesante, en el caso


presente, no es el alienado: es la tran
quila corresponsal del enfermo. Amante
serena, sin explosiones afectuosas, in
sinúa la idea de un matrimonio , como
pudiera insinuar la de un pequeño paseo
inofensivo. Sólo que ella manifiesta un
vivo interés por el mal de su amante: es,
quizá, una convencida del origen bru
jeril de la alienación mental y una po
seedora de secretos para curarla .

« Colcabamba 27 de Enero de 1918

Sr. C. A.
Lima .
« Estimado amigo:

«Ai tomar la pulma i considerando que en mi representación


te halle bueno , yo, ya sabes que estoy siempre a lista aservirte.
«Yo estoy aquícon los chicos junto a mi mamá i hermanitas
esperando tu carta yo espero solo tu contestación no quieren re
partirme nada el mayordomo es López.
«Mándame para mantener a los chicos que lloran de tu presen
cia i necesitan para comer.
«Sin otro fín me dis pido de tí.
S. S.

(Firmado) O. A.
«D. P.- Estoy en Pilcos i pienso venirme a esos lugares a estar
junto contigo pero no podré por falta de pasaje. Si quieres casarte
reconoce a tus hijos i cuéntame de tu mal. Vale» . '

1 Quelque longue que soit la lettre d'une femme, elle n'y met jamais sa
asée la plus chére qu'à la fins. (B. Saint -Pierre ).
EDITORIAL

Los problemas nacionales de sanidad mental

E Neste momento, que, como saludable influencia de la guerra que


ha terminado sobre las instituciones civiles, se manifiesta tan
proficua la colaboración de especialistas y técnicos con los miem
bros del poder y funcionarios oficiales; en este momento, en que,
por todas partes, la cuestión que más solicita el interés de la cien
cia y del estado es el mejoramiento y el aumento de eficiencia del
hombre actual y la necesidad de que el hombre de mañana sea
superior; en este momento, por último, en que el psiquiatra es reco
nocido como el médico especialista más útil, y en que se considera
como necesidad apremiante la psicologización intensiva de la en
señanza médica ; en este momento, repetimos, creemos oportuno,
haciendo 'salir a la Revista de Psiquiatria y Disciplinas conexas de
su campo de acción puramente científico, tratar, aunque superfi
cialmente, de los principales problemas de sanidad mental del
Perú y de las necesidades que su solución implica. Así, tal vez
contribuirem's a que se haga algo efectivo en esta cuestión de tan
grande significación; o, si es cierto, como dicen, que el hombre
oficial no puede ayudarnos en cuestiones del día, por limitarse su
campo de acción únicamente a las cosas caducas, por lo menos,
como voceros de la medicina mental , habremos cumplido con el
deber moral de señalar lo grave del mal y los medios de remediarlo,
porque, dada la organización social presente, no está en nuestras
manos hacer nada de mayor efectividad .
Los problemas fundamentales de sanidad mental son los rela
tivos a la alienación , a la delincuencia y a la debilidad mental ,
desde el doble punto de vista de su tratamiento y de su profilaxia.
204 LOS PROBLEMAS NACIONALES DE SANIDAD MENTAL

Nuestra asistencia de alienados no sólo está muy lejos de te


ner una organización apropiada a la institución del tratamiento
científico, sino que aun se lucha por romper con los métodos hijos
del concepto prerracional de la alienación , todavía reinante aquí,
aunque en los países civilizados pertenece a la prehistoria de la
asistencia de los enfermos de la mente: el abandono absoluto de la
contención , la incorporación a la práctica del criterio de irrespon
sabilidad del enfermo, la adquisición de la actitud cordial hacia él,
el establecimiento de insdustrias y la organización del trabajo de
los alienados, así como la nacionalización de los asilos y la entrega
de su superintendencia al médico, etc., son ahí hechos cuya inicia
ción y realización pertenecen al pasado; son recuerdos y no pro
blemas actuales. En realidad, aquí se lucha todavía por extirpar
las condiciones que han permitido la persistencia de rutinas cuya
finalidad es el menor trabajo para el personal de la asistencia , por
medio del abandono deliberado.
La crisis aguda que atraviesa actualmente la asistencia
de alienados, a consecuencia de la cual ha surgido el reciente con
flicto entre los médicos del Asilo-Colonia de Magdalena, celosos
batalladores en pro de la mejora de tal asistencia , y las hermanas
de caridad que tenen a su cargo la administración del mismo, y
que, por encarnar la mentalidad propia de la era supersticiosa de
la asistencia de alienados, han sido el factor retardatario ,
esta crisis aguda, decíamos, no es más que la escaramuza decisiva
para pasar recién a la era filantrópica de la asistencia de aliena
dos, la cual se inicia hermosamente con el gesto magnánimo del
señor Victor Larco Herrera .
Es importante notar que el Asilo-Colonia de Magdalena, que,
siendo la única institución para la asistencia de alienados en todo
el Perú (en los EE . UU . existen 1500 hospitales para insanos!),
no contiene sino 568 enfermos de la mente,cifra que corres
ponde, aproximadamente , de la vigesima a la décima parte de la
población total de alienados del país. Hecho cuya explicación no
hay que buscar solamente en la incultura del pueblo y en la mala
organización social , sino en la triste fama que tiene esta institución,
por los defectos de su organización y lo inapropiado de los métodos
en ella usados.
Con respecto al criminal , en la práctica oficial estamos do
minados por ideas de orden primitivo, preconceptos crasamente
animistas, pues si desde el punto de vista de la máquina judicial,
desa dvirtiendo la importancia del estudio psicológico del sujeto,
se cq sidera exclusivamente el delito, desde el social, el delincuente
HONORIO P. DELGADO 205

no es tomado en consideración sino como blanco del odio, como


objeto de venganza. Pero esto no es lo más grave, sino que aun
no se trata de poner los medios de distinguir el criminal del alie
nado propiamente dicho: pues si ambas categorías de sujetos im
plican anormalidad de las funciones psicológicas , hay sin embargo
diferencias de importancia. Es un hecho comprobado q ' los agentes
del crimen son de 10 a 50 por ciento sujetos alienados de tipo clá
sico . Sin embargo, en ninguna de nuestras prisiones hay un técni
co - no criminologista, sería pedir mucho acá ,-- un técnico psiquia
tra. A pesar de eso - es curioso el hecho-son excepcionales los ca
sos en que se solicita los servicios de los alienistas para definir si
un preso debe ser considerado como alienado- esto acontece de
ordinario cuando el caso es inequivocamente de alienación mental
aun a los ojos del más profano en la materia— , lo cual es también
un reclamo a favor de la fundación de un instituto donde la psi
quiatría forense se ponga al alcance de los jurisconsultos ,
Se comprende qué graves daños causa al individuo y a la
sociedad este craso estado de cosas. A cuánto sujeto que comete
un crimen impelido por un sistema morboso de ideas , o por una
falta anormal de control de las impulsiones, o por una incapacidad
accesional de crítica , o por tiranía de la propia constitución men
tal, se le condena por faltas de que no es responsable, y lo que es
peor aún, se le priva del tratamiento que podría curar o aliviar su
mal o, si no, dotarlo de alguna eficiencia . Para la sociedad todavía
peor es el daño, pues un sujeto que ha cometido un crímen que
no es más que la expresión sintomática de su enfermedad mental ,
después de cumplida su condena inmerecida , se le pone en libertad
en el medio social, para que de nuevo lo haga teatro de sus haza
ñas, que probablemente serán de mayor gravedad . ( Es sabido que
cerca de 40 por ciento de los atentados criminales de paranoiacos,
epilépticos e hipofrénicos corresponden al homicidio. )
Con respecto a los débiles de la mente, en el Perú, el hombre
oficial está como si eso fuera planta exótica, como si nuestra raza
estuviera inmune a tales deterioros: y, sin embargo , es seguro que
tenemos algunos miles de hipofrenicos, de los q ' se salvaría muchos
cada año, si , por lo menos, hubiera inspección médica en las escuelas
y clases especiales para retardados . Cuántos de estos dejarían de
serlo si a tiempo se suprimiese la causa de su mal , cuando ella es
actual, como sucede con harta frecuencia .
Para remediar la deplorable situación en que nos hallamos en
materia de alienados y deficientes y de vigilancia de delincuentes ,
és menester legiferar en el sentido de dar una organización lo
206 LOS PROBLEMAS NACIONALES DE SANIDAD NENTAL

más científica posible a las instituciones existentes y crear otras


que son indispensables.
En el Asilo -Colonia de Magdalena no se hará el tratamiento
científico de los alienados, a pesar de las reformas que se piensa
introducir a raiz de la salida de las hermanas de caridad, cuyo
conflicto causal, que hace honor a los médicos la institución, sólo
significan, desde el punto de vista técnico, la consecución del no
restraint. Pero la gran batalla, la que determine la reforma radical,
será ganada solamente cuando la Sociedad de Beneficencia, toman
do conciencia de que es un organismo destinado al bien social
que debe aprovechar de los adelantos de la época, se decida a aban
donar su ctitud de economía sistemática en lo que tiene por impe
rativo categórico el gasto sin reparo: el no - restraint de bolsa es con
dición tan esencial al tratamiento científico de los insanos, como
el no -restraint físico lo es para su tratamiento humanitario .
No nos engañemos: con sólo conseguir que la dirección técnica
esté a cargo del cuerpo médico y que el personal subalterno sea
más numeroso y mejor preparado, no se logrará instituir el trata
miento verdaderamente científico : afirmar lo contrario sería una
mistificación. Para que en un establecimiento de 600 alienados se
instituya este género de tratamiento, siquiera en parte, se requiere
un personal de médicos infinitamente más numeroso que el actual
y ya diversificado en sus funciones y provisto de una instrumenta
lidad especial . Cinco psiquiatras tienen bastante labor con sólo la
atención del aspecto clásicamente clínico de tantos psicópatas.
Medir experimentalemnte la capacidad mental de los enfermos y
determinar sus especiales aptitudes utilizables, reconocer los con
flictos causantes de la enfermedad , hacer las investigaciones fisio
patológicas de laboratorio necesarias para poder combatir los fac
tores somatógenos de la psicosis, organizar el trabajo de los alie
nados sobre la base de las necesidades y aptitudes psicológicas y
de las conveniencias fisiológicas de cada uno, realizar la educación
de los deficientes y la reeducación de los deteriorados, practicar la
alta piscoterapia en los casos que lo requieran y la preparación de
los convalecientes para la readaptación al medio social: son otras
tantas funciones que reclaman nuevos médicos, sin los cuales el
Asilo nunca se transformará en Hospital psiquiátrico.
Tratamiento científico de los alienados -- único verdadero
tratamiento — no se puede llamar al que sólo consiste en aislarlos
de la familia, colocarlos en buenas condiciones de higiene física ,
atenderlos con solicitud y tratar sus enfermedades orgánicas inter
currantes: eso es un tratamiento sencillamente humanitario . Con
HONORIO F. DELGADO 207

siderar al alienado como enfermo en general, por decirlo así, de


una manera contemplativa --- salvo alguna fisioterapia o la admi
nistración de drogas , en vista sólo de la no validez legal o racio
nal de sus actos, es distinto de tratar o curar los desarreglos de sus
funciones mentales, de su conducta , que le son genuinamente per
sonales, pues que en la gran mayoría de los casos, dependen direc
tamente de su historia psicológica particular y de las condiciones
de su vida social, por ende , únicamente abordables por vía psico
lógica y con terapéutica psicológica.
Además de la reforma del Asilo -Colonia de Magdalena con el
fin de realizar el tratamiento científico, sería de mucha utilidad
crear un servicio de psiquiatría en cada uno de los hospitales de
Lima, donde se asistiese a todos aquellos enfermos y son muchos
-q' no son internados al Asilo -Colonia por considerarse pasajero
el trastorno o por temor de los trámites legales, q' echan una som
bra de vergüenza sobre los que han sido recluidos, lo cual priva de
tratamiento al enfermo en el comienzo de su dolencia , es decir,
en el momento en que precisamente la terapéutica es más eficaz,
no sólo para curar el acceso actual , sino para evitar que se sucedan
otros.
Los establecimientos de penalidad , repetimos, requieren di
rección científica , pues para buen número de delincuentes, las pri
siones, más que lugares de castigo (cuando no de mayor corrupción )
deben ser clínicas donde el mal sea tratado, o reformatorios donde
el vicio sea pedagógicamente desarraigado. Es anacrónico por
demás que sean profanos, empíricos los directores de nuestras ins
tituciones de esta índole, en las que no hay, ni como funcionario
subalterno, un técnico para que, por lo menos, separe criminales
de alienados criminales .
Una clínica psiquiátrica en la Penitenciaría , sino se quiere un
Asilo - prisión autónomo, es de necesidad apremiante, ya que, desde
todo punto de vista, es inconveniente que los alienados criminales
permanezcan en las prisiones, pues tampoco tienen cabida en el
Asilo -Colonia de Magdalena, que por fuerza debe ser conpleta
mente el antípoda de la prisión .
Nada decimos de la necesidad de un reformatorio ni de las
ventajas del establecimiento del patronato de excarcelados por
que, aquí, eso sería hablar más que en vano.
La fundación de una escuela - aunque también sería deseable
una colonia y una clínica especiales para niños anormales y'sub
normales, es obligada; pero para que ahí se aporte la población de
sujetos q ' de ella han menester, es indispensable que previaryente
208 LOS PROBLEMAS NACIONALES DE SANIDAD MENTAL

se organice el servicio de inspección médica escolar, pues, para


vergüenza nuestra , el Perú está todavía en el número de los muy
raros países en que no se halla establecido, a pesar de que su
inmensa utilidad es evidente al más ajeno a la materia ( Y se
llama al presente , «siglo del niño»! ) .
Al instituírse la inspección médica escolar, debe tenerse muy
presente que hoy por hoy la intervención del médico en la higiene
de la vida y del desarrollo mentales del niño, particularmente en
el aspecto afectivo de aquélla, es de sumo valor, por eso los médicos
psicólogos han de tener el primer lugar en el servicio por crear.
Para que la higiene mental se pueda realizar con la mayor
eficacia, es indispensable, ante todo, que el médico psicólogo no
sea el especialista excepcional , como es hoy : es necesario que su
número aumente incesantemente y que el médico práctico no
esté divorciado de las ciencias mentales.
La causa de que el médico psicólogo sea entre nosotros el
caso de excepción, es que la instrucción oficial no provée a su for
mación: es por eso casi milagrosa su mera existencia . En la Escuela
de Medicina se dicta, en el último año, un curso de Psiquiatría
que debe hacerse en un trimestre, cuando en las universidades
donde se le da la importancia que merece-la de Baltimore, pon
go por caso, --se dicta en el curso de tres años distintos de la ins
trucción médica, durante un semestre y dos trimestres, además
de cursos a parte de psicología.
La autonomía del curso de Psiquiatría, que actualmente está
unido al de Neuropatología, y la creación de dos cursos de Psico
logía, uno elemental, que inicie al estudiante en los hechos gene
rales y problemas prácticos de la psicología, y le haga familiares
sus métodos y su técnica, que podría dictarse en la Facultad de
Ciencias; con el cual se conseguiría, en primer lugar, quitarle to
dos los prejuicos de que generalmente las gentes quasi cultas están
Cargadas respecto a esta ciencia , cuyo aspecto académico , estéril,
es el único que conocen , quizá por lo mismo que ha evolucionado
relativamente poco desde Aristoteles hasta Wundt, pues la Psico
logía aplicada, la Psicotécnia, la Psicología individual, la Psicología
genética y analítica, que constituyen ciencia útil , humanizada,
eficaz , son de adquisición reciente; y otro curso superior de Psico
logia médica, q' dotaría al estudiante de los conocimientos y pro
cedimientos necesarios para reconocer el complicado mecanismo
tanto de las irregularidades de la conducta cuanto el de las fun
ciones orgánicas originadas por factores psicógenos; que le ini
ciaríciambién en el difícilarte dela Psicoterapia y en la ya vasta
HONORIO F. DELGADO 209

y provechosísima disciplina de la higiene'mental , que ningún mé


dico debe ignorar .
Después de tales reformas de la enseñanza de las ciencias
mentales, saldrán de la Facultad de Medicina especialistas en la
proporción requerida y, en general, el mayor número de los médi
cos de nueva edición estará en condiciones no sólo de poder ejercer
su profesión — tan necesitada de tacto psicognóstico !—con la debi
da eficacia en la esfera moral , sino que tendrá su instrumento
mental en condiciones, sino para tratar como es debido , al menos
para reconocer las causas y el mecanismo de la mayor parte de los
casos para los cuales en las condiciones actuales de preparación
profesional no puede el práctico sino tantear y errar. Nos referimos
a los infinitos sujetos víctimas de especiales trastornos funcionales
que los médicos en general no saben etiquetar, y que , según Deje
rine, forman la mitad de la clientela de todo práctico . Por su mala
preparación psicológica, el médico ordinario no alcanza a com
prender esta verdad claramente enunciada por Sir J. F. Goodhart:
«Es mi convicción , pues, - dice el eminente clínico --forzada por la
experiencia de ya muchos años, que las enfermedades que deben
su origen a una acción imperfecta del sistema nervioso son de ocu
rrencia más frecuente en la práctica de lo que son hasta la tuber
culosis, las enfermedades del corazón , el mal de Bright o las en
fermedades orgánicas del hígado , aunque éstas no son poco fre
cuentes.» (On Common Neuroses or the Neurotic Element in Disease ).
No son tampoco raros los casos de enfermedades con mani
festaciones groseramente orgánicas para cuya inteligencia y tera
péutica etiocrática es indispensable la versación en psicología mé
dica . En verdad , los conflictos intrapsíquicos son el primum mobile
de enfermedades tales como las mil endocrinopatías, la psoriasis,
la úlcera gástrica , las colitis, las autointoxicaciones de origen in
testinal, el mal de Bright , las ptosis viscerales, etc , etc. , y se expli
ca, porque la vida emocional tiene una repercusión inmediata sobre
el fisiologismo del sistema nervioso vegetativo, el cual regula, como
es sabido, -- directamente o por intermedio del sistema hormono
poiético-la dinámica material y energética del organismo.
De otro lado, muchos cuadros clínicos que parecen justificar
operaciones delicadas, no tienen más motivación que la actividad
subconsciente: si el cirujano tuviera cierta preparación psicológi
ca, evitaría, pues, algunas operaciones innecesarias, cuando no
peligrosas.
Esto nos obliga a hablar de otra ventaja inapreciable de la
cultura psicológica del médico. Tanto desde el punto de vista de
210 LOS PROBLEMAS NACIONALES DE SANIDAD MENTAL

la apreciación de la enfermedad , como del de la institución del


régimen terapéutico, el médico que desconoce las disciplinas psi
cológicas, aborda al paciente como si se tratara de un conglomera
do inharmónico de órganos y de funciones independientes: de ahí
que tan a menudo el diagnóstico Sea de «encuadramiento y el tra
tamiento puramente sintomático . Tal conducta - que implica pro
piamente prescindir del enfermo mismo en tanto que individuo
único, en tanto que entidad dinámica unitariamente regulada,
cuya vida, cuya salud y cuya enfermedad dependen del complejo
juego de su actividad química , refleja y mental - tal conducta se
debe al desconocimiento de que en la escala de valores del enfer
mo los factores anatomo-fisiológicos y psicológico -morales son
interconvertibles directa o indirectamente y que condicionan
un todo harmónico, para operar con provecho sobre el cual
se requiere, en primer lugar, abarcar, con criterio integral,
su conjunto y su dirección . A nadie se oculta que aquí está el
más grave mal de nuestra educación médica y el que justifica las
críticas acerbas de que el público hace víctima a nuestro gremio.
Es verdad que se nos dice en la cátedra y en la clínica : «no hay en
fermedades sino enfermos», pero no se nos da la instrucción de bio
logía , de psicología y de patologia filosófica que la práctica de
ese criterio exige.
Volviendo a lo inmediato de la sanidad mental, debemos ha
cer notar que, al menos desde el punto de vista médico - sociológico,
la reorganización del Asilo -Colonia de Magdalena, la creación de
servicios psiquiátricos en los hospitales, la dirección técnica de las
prisiones, la fundación de una clínica para alienados criminales, la
creación de una escuela para niños anormales, etc. , no obstante de
ser el mínimum de medidas obligados, son casi únicamente me
dios para curar los males ya causados, tratamiento sintomático,
por decirlo así, sólo indirectamente profiláctico. El medio directa
mente preventivo, el que va a las más accesibles raíces del mal , es
la atención del niño, la vigilancia inmediata y continua de su salud
física y psíquica, gracias a la institución de la inspección médica
escolar, y su educación cuidadosa y sabia por maestros dotados de
preparación científica, eminentemente psicológica, --- los maestros
que son , sin hipérbole, los sembradores de incomensurables posi
bilidades humanas. Como hemos dicho en otro lugar, el niño es un
haz de terribles fuerzas vivas que, según la educación , puede ser
un haz de promesas sublimes o un haz de amenazas espantosas
para sí y para la sociedad , ya que en la niñez el individuo está en
HONORIO F. DELGADO 211

construcción y su personalidad es un proceso esencialmente diná


mico, modificable, por ende.
Como no está en nuestras manos poner en práctica ninguna
de las medidas que hemos indicado para el mejoramiento psicosa
nitario del país, y como lo de mayor valor que puede hacerse en
este sentido es procurar una mejor preparación de los maestros,
lo cual, aunque en pequeña escala, está a nuestro alcance, verdad
que con sacrificio de personales intereses, hemos decidido -el Dr.
HERMILIO VALDIZAN y el que suscribe- , yendo contra la corrien
te, fundar un Seminario Pedológico, que funcionará desde el pre
sente año y cuyo programa es objeto del editorial que sigue .

HONORIO F. DELGADO
EDITORIAL

Nuestro Seminario Pedológico

La provechosas
conflagraciónenseñanzas,
europeaha contado, en el número de sus más
la confirmación plena de la justicia
que asistía a las naciones que concedían la más amplia atención
al problema educativo . La fuerza naclonal, la energía colectiva,
ha sido elaborada en las escuelas y han sido los maestros ele
mentos decisivos de aquel vigor de las masas que han vertido su
sangre generosa en los campos de batalla y de aquellas cuya vic
toria es el anuncio de una era nueva para la humanidad anciosa
de un má s estable imperio de la justicia y del derecho. Así, pues,
pasa a la categoría de hecho, cuanto hemos venido diciendo en di
versidad de formas y en todas las oportunidades que se nos han
presentado , aquellos bien intencionados que hemos visto con la
mayor amargura el criollo desdén con el cual han sido acogidas
nuestras iniciativas en pro de un mejoramiento inaplazable de la
enseñanza y la facilidad igualmente criolla con que se calificó de
im posible todo programa de reforma , que importaba el gasto de
sumas modestísimas de dinero , siendo así que el Perú realiza gas
tos crecidísimos en la atención solícita de cuestiones que carecen
del más leve carácter de nacionales.
Convencidos de la dificultad de hallar en las esferas oficiales
un decidido aunque modesto apoyo a nuestras iniciativas, y con
vencidos de que ellas no deben sufrir un nuevo aplazamiento,
hemos acordado emprender la obra por cuenta propia, iniciando
las labores de un modesto Seminario Pedológico, cuyas pri
mera lecciones tendrán lugar el 15 de mayo del presente año.
NUESTRO SEMINARIO PSICOPEDAGOGICO 213

La iniciación de la obra no puede ser más modesta; pero te


nemos fe en poderla ampliar eficazmente en el curso de los años
sucesivos. Contamos para el más cumplido éxito de nuestros pro
pósitos con la valiosa y decidida cooperación de un distinguido
grupo de intelectuales que compartirán con nosotros las labores
de mejoramiento cultural de nuestros maestros.
El programa inicial del Seminario Pedológico comprende
la enseñanza de las siguientes materias :
Psicología infantil,
Psicología analítica y genética,
Antropologia infantil ,
Sociologia infantil,
Psiquiatría infantil,
Higiene infantil ,
Dermatología de la Escuela,
Oftalmología de la Escuela,
Ortofrenopedia ,
Ortofonología ,
Neuropatología de la Escuela,
Criminologia infantil ,
Trabajo manual y método Montessori.
Los cursos se iniciarán el 15 de mayo y terminarán el 15 de
setiembre, fecha en la cual los alumnos rendiran sus exámenes,
que les darán derecho a un certificado de asistencia y de apro
vechamiento.
La inscripción a los cursos del Seminario Pedológico
se abrirá el 15 de abril y se cerrará el 15 de mayo . Los maes
tros de ambos sexos, que deseen inscribirse, podrán hacerlo los
días martes, jueves y sábado, de 2 a 4 p. m . , en el Consultorio
médico del Doctor Valdizán, calle de Gremios No. 435 altos. El
derecho de inscripción es gratuito y la pensión mensual es de cinco
soles de plata que se dedicarán íntegramente a los gastos que de
mande la enseñanza y a aquellos de adquisición y renovación de
los elementos de laboraorio .
LECCION CLINICA

Un caso de paraplejia de origen traumático


Es va a causar quizá estrañeza el que yo me atreva a hablar so
bre un enfermo q'no nos pertenece en rigor, pues su verdadera
colocación reside en la clínica quirúrgica. Pero la verdad es que
este enfermo ha estado en un servicio de cirujía de donde ha sido
remitido a nuestra sala y por otra parte las fronteras de esas dos
grandes ramificaciones de las ciencias médicas, llegan en muchos
casos a confundirse, sirviendo de puentes, por decirlo así, enfer
mos de la categoría del que va a ocuparnos. Vale la pena , en efec
to , discutir los grandes desórdenes que este hombre presenta y ave
riguar su importancia en relación con sus antecedentes y su signi
ficación íntima , pues el hecho de que este enfermo no haya sido
guardado en un servicio de cirujía , les está a ustedes probando que
no ha habido conformidad en la presente etiología de este caso y
de sus trastornos y que por encima de las presunciones causales ha
flotado la idea de factores internos como elementos generadores
del cuadro que hoy vemos.
El enfermo en cuestión ocupa la cama No. 39 de la sala de Sto.
Toribio e ingresó en ella el 26 de abril último.
Tiene 47 años de edad ; es natural de Santiago de Chuco . Re
fiere que su padre padecía de tos. La madre murió de «costados.
Tiene hermanos que gozan de salud. Ha tenido dos hijos que son
sanos .
Cuanto a sus antecedentes personales, sabe por referencias
que a los dos años sufrió de «viruelas) y a los cinco de « sarampións.
Más tarde, por accidente , sufrió la fractura de la clavícula izquierda;
a los 24 sufrió de « costadon. Cinco años más tarde es víctima de un
ERNESTO ODRIOZOLA 215

nuevo accidente del que resulta con la fractura del radio izquierdo
y la luxación de las dos articulaciones de la muñeca, dejando co
mo consecuencia una deformación en ambas manos. De entonces
a la fecha asegura que ha sido sano .
Este hombre que parece destinado a los grandes accidentes,
cae a los golpes de uno nuevo, punto de partida de su estado ac
tual. Refiere que el 10 de Diciembre próximo pasado, estando en
la hacienda Guadalupito, entregado a sus faenas agrícolas, se vió
precisado a salir en busca de un caballo que se le había escapado
y para lo cual montó en una mula. En la carrera emprendida se
aflojo y rompió la cincha y la baticola, siendo lanzado por la cabe
za de la cabalgadura y al levantarse del suelo recibió una fuerte
coz de la mula en la región de la nuca que le hizo perder el conoci
miento, por unos diez minutos dice él--pasados los cuales consi
guió recobrarlo, notando entonces que no podía levantarse , por
lo que permaneció abandonado en el camino desde las 9 de la ma
ñana hasta las 4 de la tarde, hora en que fué recogido y puesto en
manos de un facultativo .
Cuenta que diez dias después del accidente, el dolor que sen
tía en el sitio del traumatismo, se le extendió hacia las manos y
junto con el dolor una «comezón» ( probablemente hormigueo) que
le adormeció las extremidades superiores; que desaparecido el do
lor quedó el adormecimiento y con este una paralización de sus
brazos y una contracción de los dedos de la mano, en puño cerrado .
Cinco días más tarde el dolor principia a descender a lo largo del
cuerpo , seguido del adormecimiento , hasta que llegan a las extre
midades inferiores, las que se paralizan desapareciendo los movi
mientos voluntarios y perdiendo la sensación de los provocados.
Cualquier movimiento de cabeza le provocaba agudos dolores so
bre todo el cuero cabelludo , como si se lo traccionaran sobre el
cuello .
Dos meses más tarde, después del accidente, es trasladado al
hospital de Guadalupe (Callao ) y luego a este servicio , después de
haber permanecido algunos días en el servicio de cirujía .
Niega todo antecedente venereo ; pero sin embargo parece ha
ber sido tratado específicamente por medio de inyecciónes mercu
riales,
Ha sido, según él , un bebedor moderado.
No hay nada en el análisis de la orina .
No hay signos eléctricos de degeneración nerviosa .
Creo que ustedes no habrán olvidado el resultado de nuestro
examen . Este hombre tenía su cuello un poco rijido o por lo menos
216 UN CASO DE PARAPLEJIA DE ORIGEN TRAUMATICO

sus movimientos carecían de esa amplia libertad que existe en el


estado normal . La presión de las vértebras servicales desarrolla
dolor a la altura de las últimas; pero es muy difícil notar deforma
ción alguna apreciable.
Aunque este enfermo mueve sus piernas en la cama y las fle
xiona con facilidad , le es imposible ponerse de pié, aún ayudado
no puede sostenerse, se desploma: hay pues una paraplejia. Los re
flejos patelares están ligeramente exagerados; el reflej . , plantar
no evoca de una manera clara el signo de Babinski , Las sensibili
dades están correctas, salvo la sensibilidad al dolor que parece
muy ligeramente disminuida .
Los movimientos de los brazos son fáciles, salvo los del dere
cho que están limitados, según él , por las inyecciones que le han
puesto en su parte superior. Pero lo que es positivo es que hay muy
poca fuerza muscular, un cierto grado de atrofia muy apreciable
en las manos, en los interoseos ; marcándose además en los dedos
algunos signos incipientes de trastornos tróficos. Las sensibilida
des no han sufrido alteración . La vejiga y el recto están en buen
estado , a pesar de que el enfermo indica haber tenido trastornos
de ellos, después del accidente .
Su visión es normal ; no hay Argyll . Su inteligencia, perfecta.
Nada hay por el lado de sus pulmones ni de su corazón .
Todos estos fenómenos nerviosos, particularmente los que se
refieren a la motilidad, parece que han mejorado de una menera
muy sensible, circunstancia muy importante que merece tenerse
en cuenta para la interpretación de las lesiones que los han engen
drado .
Se ha hecho una radiografía del cuello de este hombre que aquí
les presento y en realidad es muy difícil descubrir en ella altera
ciones claras que lleven a nuestro conocimiento la existencia de
lesiones materiales,
Muy difícil sería, señores, desvincular los trastornos que aca
bamos de reconocer, del recio traumatismo que este hombre sufrió
en la nuca. Los resultados inmediatos — haber permanecido ya
rias horas sin poderse levantar-- son por sí mismos tan enfática
mente elocuentes, que no hay espíritu clínico, por rebelde que sea ,
que no se incline ante la imponente relación de causa a efecto.
Pero es cierto que hay un elemento perturbador para el crietrio
etiológico, que conviene no olvidar y que puede poner en serio pe
ligro la clara relación a que nos hemos referido: quiero habiar, se
ñores, de la histeria, como instrumento causal en este caso. Es evi
dence y nadie se atreve hoy a poner la cosa en duda, que la histeria
ERNESTO ODRIOZOLA 217

con el pretexto de un traumatismo, grande o pequeño, interviene y


desarrolla muchas veces sus más patéticos y extravagantes mani
festaciones, sin descuidar los pinceladas trágicas que en los muy
abonados realzan el cuadro morboso con extrañas y pavorosas
proyecciones. Cabría, pues la posibilidad en nuestro enfermo de
que el traumatismo que sufrió no haya producido lesiones materia
les, sino que haya sido simplemente el resorte misterioso que ha
hecho saltar de la intimidad de su existencia latente, el elemento
histeria, verdadero generador de todos los trastornos que han so
brevenido en este hombre. No es un argumento en contra , como
ustedes muy bien saben , ni su sexo ni su edad, pues la ciencia está
hoy plagada de hechos semejantes. Claro está que el asunto presen
tado en esta forma , coordinando tan sólo enseñanzas de carácter
sensacional y sorpresivo y apelando unicamente a una labor de
comparación y casi histórica, digamos así, no deja de impresionar
y confundir en primera intención , las investigaciones etiológicas;
pero , señores, tan pronto como uno profundiza el examen de los
trastornos que contemplamos, es fácil eliminar la histeria de la
manera más radical. En este hombre, en efecto, se encuentran
signos atróficos, exageración de reflejos patelares y falta de trastor
nos de la sensibilidad, que en conjunto bastan para rechazar la
idea de una histeria, como elemento productor de los trastornos.
También podría creerse y así ha sucedido , que la sífilis tenga
en ellos alguna participación, pues ya sabemos que se le han hecho
inyecciones mercuriales, pero, en primer lugar, los accidentes han
ocurrido inmediatamente después del traumatismo y, en segundo
lugar, las inyecciones no produjeron el menor resultado, De manera
que podemos concluir de todo esto que ni la histeria ni la sifilis,
pueden explicar los trastornos que se advierten en este hombre .
Si esto es así, tenemos que convenir que en este enfermo ha
habido un traumatismo vertebral que ha extendido su acción sobre
la médula . Pero ¿cuál ha sido él? es decir ¿qué clase de lesión ha
sobrevenido capaz de explicar consecuencias de tanta trascenden
cia? Lo único que se descubre en el examen de la nuca, es que a la
presión de los apófisis de las vértebras cervicales, hay dolor mani
fiesta a la altura de las últimas y rigidez y molestia cuando trata
de ejecutar movimientos de flexión , extensión o rotación . Pero
estos fenómenos nada nos indican con respecto a la indole de la
lesión .
Desgraciadamente la radiografía que se ha hecho de él y que
les presepto no es suficientemente clara para llegar a una conclu
sión categorica. Pero lo que sí podemos aceptar es que las parejas
218 UN CASO DE PARAPLEJIA DE ORIGEN TRAUMATICO

de los cuatro miembros y demás signos consignados, prueban que


el traumatismo no ha sido tan ligero, desde que dichos desórdenes
revelan que la médula ha sufrido en mayor o en menor grado.
Este hombre , después del traumatismo recibido , permaneció tira
do en el suelo por espacio de siete horas, sin poderse levantar; esta
circunstancia prueba que la médula sufrió una conmoción , por de
cir lo menos, bastante violenta , que ha ido aún más lejos, desde que
la paraplejia persiste, que hay exageración de reflejos patelares
y trastornos tróficos, fenómenos todos que denuncian una compre
sión de la médula . De manera pues que por una exclusión lógica
debemos aceptar que ha habido una contusión vertebral de una im
portancia más que vulgar, conefracción vascular tal vez, y que en
la graduación ascensional de las lesiones, cabe el pensar en una
luxación o una fractura vertebral.
Hay un punto sin emnargo que tiene un valor real, en la his
toria de los fenómenos consecutivos a su accidente y es que ellos,
según el decir de las personas que le han seguido más de cerca , han
mejorado muy sensiblemente . Si esto es cierto, hay que convenir
en que el agent compresivo se ha reducido , y si esto ha sucedido
en efecto , debemos aceptar que dicha compresión no ha sido de
carácter mecánico en el sentido original , sino más bien hemorrá
gico o inflamatorio , porque sólo en estos casos puede caber la posi
bilidad de una reducción en el grado de la compresión.
En la actualidad , es evidente que la compresión no es muy
pronunciada, desde que el recto y la vejiga funcionan normalmente,
que la exageración de los reflejos patelares no es acentuada y que
no hay trastornos de la sensibilidad, particularmente de la sensi
bilidad al dolor.
Ustedes pueden fácilmente comprender que esta variación
retrógada, en la evolución de los fenómenos tantas veces citados,
es de una importancia considerable , tanto desde el punto de vista
pronóstico como también terapéutico, porque es muy aceptable que
siguiendo las cosas en un camino descendente podríamos llegar a
un grado de mejoría muy compatible con mayores espectativas
para este pobre hombre. Y desde el punto de vista terapéutico,
no sería ya aceptable una intervención quirúrgica que habría podi
do ser muy útil al principio, pero que hoy , tal vez, partiendo siem
pre del hecho de la mejoría de los accidentes , podría ser tachada
de extemporánea , tardía y hasta peligrosa.
Pero aún suponiendo que el esfuerzo de la natura leza, en este
caso , lo conduzca por camino tan favorable, no es dudoso que nues
tra qctuación como médicos, no debe ser de simples espectadores,
ERNESTO ODRIOZOLA 219

sino que debemos cooperar con los reducidos medios que tenemos
a nuestro alcance para aligerar, si es posible, el curso de las cosas.
El masaje metódico y la electricidad , en su forma contínua, son
los medios que deben recomendarse y aplicarse con paciencia y
constancia .
Ya ven ustedes, señores, por todo lo que llevamos dicho, que
están justificados los conceptos presentados al principio y que este
caso complejo , merecía ser tratado e interpretado médicamente
al igual que en los dominios de la cirujía y que por consiguiente
no hemos usurpado extrañas funciones. ( 1 )

ERNESTO ODRIOZOLA
Decano de la Facultad de Medicina
Profesor de Clinica Médica

(1 ) Este enfermo salió del servicio muy mejorado y en condiciones de cami.


par solo y de manejar bastante bien sus miembros superiores.
CUESTION MEDICO-FORENSE

La supervivencia

" L :IMA.-Ciudad.--
4 de Febrero de 1919.-Sr. Dr. Dn . Leonidas Avendaño:
Muy señor mío : - Molesto su atención para ro
garle que, por escrito, me diga Ud . su opinión sobre la muerte de
mi hermano don Manuel Germán Ibarra y su esposa doña Eloisa
Pérez de Ibarra.-Dada su reconocida competencia en cuestiones
médico -legales, será muy importante lo que Ud . opine sobre el
punto que es materia de debate judicial. Es mi propósito que
Ud . emita dictamen razonado indicando cuál de los dos cónyuges
murió primero . Con este objeto remito a Ud. con la presente copia
de las actas de defunción, del certificado médico de defunción, de
las actas de autopsia y de lo actuado en jucio relativo al punto en
discusión . -Esperando su respuesta y anticipándole mis agradeci
mientos, me suscribo su atento amigo y S. S.- Manuel A. Ibarra.
( Firmado ) .

Lima, 20 de febrero de 1919. - Señor Manuel A. Ibarra . - Pte.


Muy estimado señor:-Me dice Ud. en su atenta carta fecha 4 de
los corrientes, que desea Ud . conocer, mi opinión médico -legal
respecto a cuál de los cónyuges, sur señor hermano Don Manuel
Germán Ibarra o su esposa la señora Eloisa Pérez de Ibarra, murió
primero en la trágica noche del 11 de marzo de 1916.
He leído con bastante atención la copia de los actuados que
ha tenido Ud. la amabilidad de enviarme; he compulsado los datos
encerrados en esos documentos; los he apreciado con severo crite
rio médico - legal; y el resultado del concienzudo estudio practicado
lo othsigno en los párrafos que van a continuación.
L. AVENDAÑO 221

Aparece de las piezas del proceso, que he tenido a la vista,


lo siguiente:
-a) Que en la noche del sábado 11 de marzo de 1916, fue
ron victimados, por medio de traumatismos excesivamente graves
inferidos por mano ajena, el señor Manuel Germán Ibarra y su es
posa la señora Eloisa Pérez de Ibarra ;
-b )—Que el asesinato se perpetró en casa de los esposos Iba
rra , ubicada en la calle de Virú (Condesa , N ... ,altos, en una finca
en cuya planta baja habían, entre otros varios, un establecimiento
de venta de licores al por menor, cena y billares, y una peluquería;
-C ) Que el agente que victimó a los esposos Ibarra, fué el
doméstico Alejandrino Montes, quien actuó sólo, sin ayuda de otra
persona , y en momentos en que en la casa únicamente se encon
traban él y su hermana Fabiana;
-d )—Que este horrendo crimen se descubrió en la mañana
del domingo 12 de marzo , a las doce horas, poco más o menos, de
haberse realizado;
e ) - Que el examen médico -legal de los cadáveres se efectuo
en la tarde del mismo día 12 de marzo , habiéndose verificado la
autopsia de la señora Ibarra a las 5 p . m . , y la del señor Ibarra a
las 7 p.m .;
-f) Que a la señora Ibarra le fueron inferidas vientitres he
ridas por instrumento punzante cortante, de las que sólo una fué
penetrante de la cavidad toráxica, con compromiso del corazón y
como tal de necesidad mortal; habiendo sido las otras veinitidos
superficiales, pues únicamente dividieron la piel y los tejidos sub
yacentes;
-8 )—Que el señor Ibarra sufrió cuatro heridas por instru
mento contundente, que le fracturaron los huesos malares, los
huesos propios de la nariz y el occipital (en el lado derecho) ; sin
que se pueda indicar la verdadera causa del fallecimiento , porque
en la autopsia se omitió (probablemente por impedimento de fuer
za mayor) la inspección de los órganos encerrados en la cavidad
del cráneo, pero pudiéndose aseverar que una seria contusión de
la masa encefálica fué la causa directa del rápido deceso;
--h - Que en la referida noche del día 12 comieron los espo
sos Ibarra, de 8 a 8 y 30 p.m. , acompañados por la profesora de
piano señora Victoria Reyes; e
--i) Que terminada la comida fueron saliendo sucesivamen
te de la casa , la cocinera Filomena Soria, el mayordomo Agustín
Andrade, el señor Ibarra y la profesora de piano doña Victoria Re
yes, que se separó de la señora Eloisa a las 9 y 30 p.m .; queda do
222 LA SUPERVIVENCIA

desde ese momento en el domicilio de los esposos Ibarra solamente


la señora, el doméstico Alejandrino Montes y su hermana Fabiana .
Conocidos estos antecedentes, procede plantear la siguiente
cuestión :-- ¿ Se trata en este caso de una cuestión de supervivencia
en su doble aspecto jurídico y médico legal?. La respuesta es cate
górica : nó.
En el diccionario de la lengua castellana se define así la super
vivencia : – « La acción y efecto de sobrevivir». En el Diccionario
de Jurisprudencia de García Calderón, se acepta esta definición,
pero se aclara el concepto del vocable refiriéndola a la muerte si
multánea , es decir : – « La muerte de dos o más personas ocurrida
a un mismo tiempo».
En lo que respecta a la legislación peruana, las cuestiones de
supervivencia deben contemplarse de conformidad con lo dispuesto
en el Arto. 632 del Cód. Civ . , que dice: “ Siempre que no fuere po
sible saber, cual murió primero de dos ó más personas que fallecie
ron en un naufragio, incendio, terremoto ú otrò acontecimiento ,
se les reputará muertas al mismo tiempo».
La supervivencia , según Foderé, notable médico legista, « es
la potencia que se supone a tal persona de haber sobrevivido a
otras en un accidente común según la escala de las circunstancias
probables y de las fuerzas vitales».
Como se vé para que pueda haber cuestión de supervivencia,
se requiere precisamente que hayan con morientes. Sujetos, dos o
más, que sucumben como consecuencia de un mismo accidente que
ha actuado a la vez sobre todos, y ocasionado el fallecimiento con
pocos segundos o minutos de diferencia. Por eso la dilucidación
de la supervivencia ocurre en los casos de incendios, terremotos,
naufragios , accidentes ferroviarios o automovilísticos, las grandes
catástrofes, en una palabra, que de cuando en cuando se desenca
denan sobre una familia o una colectividad más o menos numero
sa . Cuando se ha estudiado la supervivencia en caso de asesinato
múltiple - como en el de Pranzini , por ejemplo, que mató por medio
del puñal , en una sola acometida, a una señora, a la criada y
y a una niña hija de la señora - los peritos se han declarado in
capaces. Así procedió Brouardel , en el caso del triple asesinato de
Pranzini , que declaró serle imposible determinar cuál de las
víctimas había sido la última sobreviviente, no obstante que escu
chó la ilustrada opinión de los eminentes fisiólogos Vulpian,
Brown -Séquard, Franck y Marey, que consideraron como irreso
luble el problema .
L. AVENDAÑO 223

No encuadra en los supuestos anteriores el caso de los esposos


Ibarra: se trata de un asesinato múltiple , ya que fueron dos las víc
timas y uno sólo el agente que las ultimo; pero es indudable que
entre la comisión de uno y otro homicidio ha mediado un lapso de
tiempo bastante apreciable, y que ambos esposos han sucumbido
en momentos y en circunstancias diferentes. En efecto : al señor
Ibarra se le infirieron heridas contusas , que con toda probabilidad
determinaron la muerte por serio compromiso del cerebro, mien
tras que a la señora se la atacó con arma punzante cortante y mu
rió por el corazón , por herida de uno de las aurículas, la lesión
del órgano central de la circulación que mata con más rapidez ;
al uno se le encontró muerto en el vestíbulo de la casa , inter que a
la señora se la halló cadáver en el cuarto de baño , a algunos me
tros de distancia uno del otro;-y, finalmente , él sólo presenta cua
tro heridas, las suficientes para sacrificarlo y rematarlo, en tanto
que ella fué horrorosamente masacrada con veintitres heridas
punzantes cortantes, de las que sólo una fué de necesidad mortal,
como ya lo he dicho. Ha habido, pues, prelación entre uno y otro
crimen ; y, es esa prelación la que interesa precisar .
La solución habría sido relativamente sencilla si se hubiera
intentado resolverla en los primeros instantes subsiguientes al fa
llecimiento, sea a raiz del descubrimiento del crimen , porque en
tonces habríase podido verificar el estudio comparativo de las he
ridas, no sólo desde el punto de vista del orden en que fueron infe
ridas, sino también de la posibilidad de que alguna o algunas hu
biesen podido ser hechas después de la muerte, y también cabía la
utilización de los signos cadavéricos (livideces, rijidez, etc, etc. )
que sucesiva y ordenadamente se van ofreciendo a la observación
desde el momento del deceso hasta el inicio de la putrefacción ca
davérica. Pero eso no se hizo, y se perdieron así datos de indiscu
tible valor .
El estado del proceso digestivo en el estómago puede servir
para el objeto perseguido, siempre que se tenga oportunidad de
encontrarlo en los términos extremos: o en el principio de la diges
tión, cuando se aprecia con toda claridad la naturaleza de los ali
mentos ha poco ingeridos, o cuando se halla el estómago vacío por
haberse terminado la digestión estomacal . Es indudable que si
en dos sujetos cuya prelación de muerte se quiere fijar, se descu
bren en la autopsia las condiciones apuntadas, fluye naturalmente
la conclusión de que murió primero aquel en cuyo estómago se en
cuentran las substancias alimenticias fácilmente reconocibles.
Pero si el proceso está en plena evolución , como lo encontraron
224 LA SUPERVIVENCIA

los peritos al practicar la necropsia de los esposos Ibarra, es aven


turado basarse en tal hecho para deducir conclusiones categóricas.
Creo que el dato de mayor importancia, para la finalidad del
presente dictamen puede obtenerse del estudio comparativo de las
heridas que los señores médicos de policía describen en los proto
colos de las autopsias de los esposos Ibarra . Es indudable que si
los cónyuges hubieran estado juntos en la casa, aunque en distin
tas habitaciones, en los momentos en que Montes descargó toda
su saña sobre el primero que fué atacado, el otro se habría dado
cuenta del crimen y hubiera acudido en defensa de su consorte.
Hay, pues , que admitir que el primero sacrificado lo fué mientras
que el otro permanecía fuera del domicilio conyugal; por lo tanto
lo que interesa dilucidar es cuál de los dos ha podido ser asesinado
con mayor facilidad y seguridad por parte del agente, y en cuál
de los dos los traumatismos produjeron la muerte más rápida .
La señora Ibarra recibió veintitres heridas por instrumento
punzante cortante . De estas:-doce radicaban en la cara, regiones
antero -laterales del cuello y cara anterior del tronco (pecho y vien
tre ), incluyéndose entre ellas la penetrante del pecho , que lesiono
la aurícula izquierda del corazón y produjo la muerte inmediata,
pues es bien sabido que las heridas de las aurículas son las que oca
sionan el fallecimiento más rápido ;-una se situó en la cara poste
rior del tronco (espalda);—dos en el miembro superior derecho
( mano y brazo'); y, cinco en el miembro superior izquierdo. Esta
topografía de las heridas es bien sugestiva : revela que la víctima
se encaró con su asesino, que se defendió como buenamente se lo
inspiró el natural instinto de conservación , mientras que sólo reci
bía heridas leves, superficiales, y que sólo cayó cuando el arma ho
micida brutalmente manejada sorprendió el espacio intercostal y
corto irremisiblemente el hilo de la vida por lesión irremediable
del ultimum moriens, del corazón . Si la herida de este órgano hu
biera sido la primera, o de las primeras, entonces o Montes habría
cesado en su macabra faena, o habría esgrimido el puñal con tal
fuerza que las demás heridas precisamente hubieran sido profun
das. Se conoce que cuando Montes logró matar a la señora, quedo
fatigado por la lucha y por el esfuerzo desplegado. La señora Iba
rra ha debido lanzar algunos quejidos, seguramente gritos, que
fueron oídos por la Fabiana, y hubieran llamado la atención del
señor Ibarra a haber estado en su casa , y que si no fueron perci
bidos en la vecindad, probablemente se debió a que se perdieron
entre el barullo que siempre reina en los salones de cena y en las
peluquerías, de preferencia en las turbulentas noches de los sába
L. AVENDAÑO 225

dos, en que aumenta la población habitual de tales recintos. Es


casi seguro , pues, que la señora Ibarra estuvo sola, sin la compañía
de su esposo quando rindió la vida en desigual lucha con su impla
cable asesino .
El atentado contra la persona del señor Ibarra se limitó a
cuatro heridas contusas, pero hechas con arma terrible, piedra y
comba. Al primer golpe, asestado en pleno rostro, que destrozó los
huesos de la región y que con seguridad provocó una violenta con
moción y contusión cerebral, cayó fulminado, impotente para toda
defensa y ha debido morir en cortos instantes. Montes no se habría
atrevido a proceder así estando viva la señora : el procedimiento
empleado y la entidad de los traumatismos prueban que él ya
contaba con la seguridad de su acción .
Y como está ampliamente probado en autos, que el señor
Ibarra salió a la calle en la noche del 11 de marzo, terminada la
comida de la familia, es muy lógico suponer que cuando el ingreso
a su domicilio , después de las 10 p.m. , su esposa ya había dejado
de existir.
Por todo lo expuesto me creo autorizado para formular la
siguiente conclusión :
-Si los esposos Manuel Germán Ibarra y Eloisa Pérez de Iba
rra fueron victimados por el mismo sujeto en la fatídica noche del
11 de marzo de 1916, se puede asegurar que la señora fué la que
murió primero .
Dejo así satisfechos los deseos que expresa Ud. en su misiva
ya mencionada, habiéndolo hecho de conformidad con las enseñan
zas de la ciencia y según mi leal saber y entender.
Saludo a Ud . con los sent mientos de mi más distinguida con
sider ción . Atento amigo y S. S.
L. AVENDAÑO .
Catedrático de Medicina Legal.
Elnuevo curso de Derecho Penal en la
Universidad de San Marcas

A fines del año de 1917, se crearon , en la Facultad de Jurispru


dencia , a iniciativa de su actual decano el doctor don Manuel
Vicente Villarán , tres cátedras destinadas a ampliar y a profundi
zar el estudio del derecho. Para que se realizara eficazmente el fin
perseguido, los cursos de nueva creación se establecieron con el ca
rácter de monográficos, forma de asignatura superior, muy en boga
en las universidad europeas y americanas. Las tres cátedras creadas
fueron las de «Especialización y legislación comparada de De
recho Civil », «Especialización y legislación comparada de Derecho
Comercial » y «Especialización y legislación comparada de Derecho
Penal» . Designado yo para regentar esta última cátedra, he juzgado
util manifestar al público culto é interesado por la ciencia, que lee
esta revista, el modo como he cumplido el encargo y las inno
vaciones que he creído de mi incumbencia introducir en la enseñan
za universitaria del derecho penal .
He dicho que los nuevos cursos fueron creados con el carácter
de monográficos. Para que los que leean este artículo conozcan la
naturaleza de esos cursos, me permito reproducir parte de lo que
sobre este asunto expusiera en la nota que enviara al decano de la
Facultad de Jurisprudencia, al remitirle el programa de mi asigna
tura en el año pasado.
«El nuevo curso de «Especialización y legislación comparada
de derecho penal», decía en esa nota , ha sido creada con el cará ter
de monográfico. Ahora bien , los cursos monográficos, en cuanto a su
contenido, tienen por fin estudiar a fondo una materia , hasta ago
tarla, o poco menos. Son cursos intensivos, a diferencia de los cursos
normales que son extensivos. Estos abarcan en un año todos lo
tópicos consignados en sus programas, tratándolos de un modo, re
OSCAR NIRO QUESADA 227

lativamente, ligero : aquellos se concretan a uno o dos tópicos esen


ciales, estudiandolos con detención y profundidad. La labor de los
profesores de los cursos corrientes se parece a la de lo geógrafos
que trazan el mapa de la superficie de la tierra, abrazando la tota
lidad exterior del conjunto; la de los profesores de las asignaturas
monográficas es semejante a la de los geólogos que circunscriben su
acción a un punto determinado del globo, y penetran en las entra
ñas de la tierra, para darse cuenta detallada de la estructura de la
corteza de terrestre en el sitio escogido. Ambos cursos , pues, se com
plementan: los primeros dan la base, la cultura general q ' permite a
los alumnos emprender estudios especializados: los segundos, robus
tecen y concretan el espíritu disgregado por la multiplicidad de los
temas de los cursos extensivos. Y la verdadera capacidad mental
del estudiante sólo se forma por la compenetración armónica de am
bas tendencias.
Si del contenido de los cursos monográficos, de que me ocupaba
en el acápite de la nota que acabo de reproducir, pasamos a su
didáctica , veremos que en este aspecto tambien difieren de los
Cursos normales. Si los cursos monográficos, en efecto , en cuanto a
su contenido deben ser extensivos, en cuanto a su método, es indis
pensable que sean cursos de verdadera investigación; asignaturas
que pongan a los alumnos en contacto con los métodos científicos
que permitan estudiar a fondo, mediante la observación y la expe
rimentación , la realidad de que se trata .
Tales son las características principales de los cursos monográ
ficos: veamos dentro de ellas, las orientaciones que me ha parecido
util dar a la cátedra de Derecho penal especial .

DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGIA

Hasta hace poco tiempo, sólo se enseñaba en las universidades


europeas y americanas, el derecho penal clásico. Esta asignatura
consistía en el estudio del delito considerado como una entidad abs
tracta, con prescindencia del delincuente y del medio físico y social
en el que había sido cometido. De este estudio abstracto del delito,
con el objeto de ver a cual de las modalidades consignadas en la ley
penal vigente podía asimilarse, se deducía la pena correspondiente
establecida por el código, de modo apriorístico y tasado. Pero de
treinta años a esta parte, el desarrollo de las ciencias naturales y
sociales, y, sobre todo, el triunfo del método experimental en el mun
do científico, dió origen a un movimiento renovador en derec.) pe
228 EL NUEVO CURSO DE DERECHO PENAL

nal , ocasionado por la aplicación de ese método de investigación al


estudio de los viejos problemas penales.
La nueva orientación penal , producida por la aplicación del
método positivo al estudio del derecho penal , consiste, sintéticamen
te expresada, en emplear la observación, la experimentación y el
procedimiento inductivo, en el análisis de los fenómenos que forman
el campo propio del derecho penal . Esto ha dado origen a que el es
tudio del delincuente, antes casi olvidado, asuma importancia prin
cipal , y que el estudio del delito se haga relacionándolo con el medio
físico y social en el que se genera y realiza .
La consecuencia de esta nueva orientación ha sido que al lado
del derecho penal clásico , apriorístico, deductivo, exegético y dog
mático, se ha formado otro derecho penal , que más que derecho es
ciencia penal , cuyos caracteres son opuestos al antiguo, pues es una
ciencia a posteriori, de observeción, inductiva y positiva.
Esta nueva ciencia penal de es la Criminclogía, ncmbre sinté
tico que agrupa a su alrededor, como en torno de un núcleo vivifi
cante , el estudio científico y positivo de la realidad penal .
La moderna Criminología se divide en tres grandes capítulos:
el studio del delincuente, el estudio del delito y el estudio de la pre
vención y represión de este. Las escuelas científicas no se hallan por
completo de acuerdo en lo relativo a las subdivisiones de la Crimono
logía : los italianos siguen la división tripartita de las causas del de
lito, distinguiéndolas en causas individuales, o antropológicas, cau
sas físicas y sociales. Los alemanes, en cambio, han adoptado la di
visión bimenbre, reconociendo las causas ondógenas y exógenas
del delito .
Pero prescindiendo de estas divisiones, hay otro punto que pre
cisa aclarar: el del criterio exclusivamente médico que algunos tie
nen al apreciar la naturaleza de la Criminología. INGENIEROS por
eejmplo, divide la Criminología en tres partes q ' denomina, respec
tivamente; Etiología del delito, Clínica criminológica, y Terapéutica
criminel . El doctor don HERMILIO Valdizan , uno de los pocos
verdaderos hombres de ciencia que tenemos en el Perú, fundador
de esta revista de Psiquietría , en colaboración con el Dr. HONORIO
F. DELGADO, y de tan merecida reputación profesional, acepta de
igual modo el estricto criterio médico en Criminología , diciendo
en su notable trabajo sobre la delincuencia en el Perú, lo si
guiente:
«Etiología del delito, Clínica criminológica y Terapeútica del
delitq son los tres grandes capítilos de la criminología.
OSCAR MIRO QUESADA 229

Pues, bien, y guardando los respetos que se merecen opiniones


tan valiosas al respecto , me permito rectificar ese concepto exclu
sivamente médico de la Criminología .
Tengo para mi que existen dos yerros igualmente exagerado :
creer que el derecho penal no se relaciona en nada con la medicina
y creer que se relaciona en todo . Los clásicos del derecho penal , ca
yeron , y caen todavía, en el primero de estos yerros: los naturalistas
de la criminologia contemporánea tiende a caer en el yerro opuesto .
Es cierto que el estudio del delincuente no se puede empren
der, sobre todo en su parte psiquiátrica y antropométrica , sino con
un bagaje de conocimientos médicos bastante apreciables, y que la
represión y la prevención , en gran parte, también requieren el cri
terio naturalista y clínico para estudiarse con frutos. Pero, es igual
mente cierto, que la observación del yo del delincuente, en muchos
casos en los que no se trata de verdaderos anormales, y que el estu
dio de las causas sociales del delito y de sus sistemas carcelarios y
preventivos, escapan al puro criterio médico , y caen en ia esfera de
la sociología y de la psicología , ciencias propias del filósofo y del
estadista .
Habla de clínica criminologica , significa sostener que todo de
lincuente es un enfermo, y eso no es verdad. Está bien que se apli
quen los métodos de rigurosa investigación que se emplean en las clí
nicas, para el estudio somático y aun psíquico del delincuente , pero
no debe creerse por eso, que todo criminal , sin excepción , es un dege
nerado y un individuo q' cae bajo el dominio de la patología . A pesar
de lo q ' sostiene GAROFALO acerca del elemento psíquico diferencial
que , a sus ojos, siempre existe entre el que delinque y el que perma
nece honrado, toda la gran categoría de los delincuentes ocasionales
y aun, en muchos casos, los delincuentes emotivos, comprendiendo
entre ellos a los genuinamente pasionales, están allí para desmentir
lo. Cuando el delito no viene a ser sino el resultado de la preponde
rancia del medio o la exageración episódica de modos de sentir co
rriente en los sujetos normales, no hay razón científica para asimilar
a los que lo cometen con los enfermos y los anormales.
Es una equivocación creer que la medicina , por ser medicina,
es verdadera y que como tal debe predominar en los estudios de
criminología. No : la medicina es verdadera porque es ciencia , porque
emplea los métodos rigurosos de la investigación científica, los mé
todos positivos. Estos métodos son pues los que deben emplearse en
Criminología así resulte o no, esta ciencia, con aspectos médicos.
Cuando se parte de este criterio de la aplicación integral del método
positivo, sin exclusivismos perjudiciales, se llega a constitu .) una
230 EL NUEVO CURSO DE DERECHO PENAL

criminologia realmente científica , que no es medicina, ni legislación,


ni filosofía , ni ninguna ciencia particular, sino es la Criminolagía, es
decir, la ciencia propia de la realidad penal.
Partiendo de este criterio, divido yo la Criminología en tres
partes principales: el estudio del delincuente el estudio del delito
y el estudio de la prevención y represión de este, o lo que es lo mismo
en Antropología criminal,mesología criminal y penología LaEntropo
logía criminal,aunquees una ciencia con sustantividad propia, tiene
muchísimos puntos de contacto con la medicina, sobre todo en el
estudio somático y psiquiátrico del delincuente, en los que
casi se confunde con ella . La mesología criminal se relaciona con
las ciencias naturales en su parte geográfica y con las estadísticas
y las ciencias sociales, en su parte sociológica. La penología, por
último, en su doble aspecto preventivo y represivo, se apoya en la
sociología , en la legislación comparada y tambien en la medicina,
porque muchas de las nuevas instituciones penales, sólo pueden
aplicarse convenientemente, bajo el directo control del antropólogo
y del psiquiatra .
En resumen , mi curso monográfico de derecho especial , es una
asignatura de Criminología, de amplio cielo universitario, desarro
llable en varios años. Se divide en tres partes: Antropclogía crimi
nal ( Estudio del delincuente) ; Mesología criminal (Estudio geográ
fico y sociológico del delito) y Penología (Prevención y represión
del delito )

LA ANTROPOLOGIGA CRIMINAL

Explicadas, a grandes rasgos, las orientaciones generales que he


juzgado conveniente imprimir a mi catedra de derecho penal espe
cial , voy a terminar este artículo, dando algunos detalles sobre el
curso que dicté en el año pasado.
A pesar de lo que he dicho , acerca de la necesidad de darle va
lor sustantivo propio a la Criminología y de no confundirla con una
simple rama de la medicina, soy de los que creen en la importancia
del punto de vista naturalista, en esa ciencia.Por eso, he querido inau
gurar mi asignatura, con un curso de antropología criminal . Y así lo
hice , y en 1918 se dictó por primera vez , en nuestra universidad de
San Marcos, un curso de antropología criminal , con métodos y ten
dencias completamente diferentes al derecho penal clásico.
Como es la primera vez que se dicta un curso análogo en el Perú,
me ha parecido interesante, dar una idea sintética de su espíritu
y de contenido . Para ello, reproduzco a continuación , una espe
OSCAR MIRO QUESADA 231

cie de programa desarrollado a medias, de la segunda lección de mi


curso de Antropología Criminal. Los cultos lectores de la Revista de
Psiquiatria, subsanarán los vacíos que contienen las líneas, que más
abajo reproduzco, y que solo son, como ya he dicho, el desarrollo
sintético y fragmentario, del programa de una de mis lecciones.
Ese programa dice así:

LA ANTROPOLOGIA CRIMINAL

Su definición . - La antropología criminal es la ciencia que estu


dia al hombre delincuente empleando los procedimientos científicos
del método positivo .
Es una especialización de la antropología general.
Su espíritu . - El mismo de la antropología general. Es natura
lista y zoológico; pero asignando gran importancia a las manifes
taciones psíquicas del ser viviente que en este caso es el criminal. Por
eso se puede definir su espíritu diciendo que es una ciencia bio -psí
quica.
Su historia . Comociencia positiva es muy moderna, pues sólo
data de fines del siglo pasado y aun está en formación . Pero no ha
surgido de golpe. Desde muy antiguo hubo antropocriminólogos sin
saberlo . MARRO ha trazado la historia de la antropología criminal,
dividiéndola en tres períodos: el fisiognómico , el frenológico y el re
lativo al del la teoría de la degeneración . Este último período podría
bautizarse con el nombre de médico- naturalista , porque en él predo
minan las orientaciones bio -patológicas.
Periodo fisiognómico .--Filon de Lacedomonia sostenía que la
cabeza pequeña era signo de insensatez. PORTA descrie a Mesalina
como una hembra hirsuta cuyos cabellos le ocupaban casi toda la
frente. LAVATER , por último , estudia físicamente al hombre y adivina
inclinaciones criminales en algunos, reveladas por sus caracters
exteriores.
Período frenológico . - Gall y las localizaciones cerebrales. El es
tudio antropológico del cráneo de Orsolano por el profesor DEROLAN
DIS (1835 ). LAUVERGNE en su libro Los Forzados, considerados bajo
el aspecto fisiológico , moral e intelectual ( 1841 ), atribuye la crimi
nalidad al desarrollo exagerado de una parte del cerebelo . Obcer
vando la insensibilidad al dolor, hace los primeros estudios de psi
cología criminal conocidos. CASPER, en su Morden Phsiognomiren ,ob
serva en los asesinos el desarrollo de los temporales, la mirada fría ,
los ojos hundidos, la apatía y la indiferencia moral relativa a su de
lito .
232 EL NUEVO CURSO DE DERECHO PENAL

Periodo bio -patológico.- En 1850 FERRUS escribió una obra ti


tulada : « Los presos, la reclusión y las prisiones, en la que clasifica a
los delincuentes por los defectos de su organización biológica . Wis
LOW , en sus « Lecciones sobre la locura ,» ( 1854) estudia la frecuencia
de la locura entre los criminales. MOREL ( 1857) escribe su libro « Los
degenerados,» investigando el papel de la herencia en la locura, dan
do gran importancia a los estudios sobre la naturaleza patológica
de los delitos. DESPINE , en su «Psicologia Natural» ( 1874) y en su
«Estudio psicológico de los criminales,» traza la psicología del delito
sosteniendo que el delincuente habitual sufre una anomalía moral
constituída por la falta de conciencia y de remordimiento.THOMPSON
en su « Psicología de los criminales» (1870 ) hace un estudio bio -psi
quico de más de 5000 criminales ingleses. MAUDSLEY, en sus libros
« La responsabilidad mental » y «El delito y la locura » ( 1888) estable
ce la existencia de una zona intermedia, en la que la salud mental
confina con la locura, demostrando las analogias que existen entre
los criminales y ciertos estados de enfermedad psíquica.
Golgi, en su Clínica Psiquiátrica, busca la relación entre el de
lito y la locura.Por fin LOMBROSO realiza su primer estudio antropo
métrico de los criminales en la penitenciaría de Padua , auxiliado
por PellizARI BARRETA , publicando en 1871 , «El hombre delin
cuente . »
A partir de los trabajos de LOMBROSO se desarrolla la nueva cien
cia de modo sistemático y continuo. Bastará citar los nombrres de
los siguientes investigadores y expositores de la antropología crimi
nal . En Italia: TOMASSIA, VIRGILIO, MORSELLI , RASERI , BONO,
FERRI , GARQFALO, OTTOLENGHI, DE SANCTIS, ZUCARRI, PUGLIA,
NiceFORO, etc. , en Francia: BORDIEN , MANOUVIER, LACASSAGNE Y
TARDE ; en Bélgica: HEGER , y DALLEMAGNE; en Rusia : BIELAKOW ,
CHARKOW y TARNOWSCHY; en Alemania: BENEDIKTT, FLESCH,
SOMMER y KNNOCH ; en Austria : KRAFFT-EBBING; en España : Do
RADO MONTERO, QUIROZ, VALENTI , TALADRIZ, etc.; en la Argentina:
INGENIEROS.

El método de la Antropologia criminal.-- Metedologia general


y metodología especial .—El estudio del delincuente se propone es
tablecer sus caracteres . - Para llegar a este resultado es indispen
sable emplear el método antropológico-clínico, inaugurado por Lom
broso . Este método es antropológico, por que tiene en cuenta la ley
del desarrollo del hombre , la influencia de la raza, del sexo ,de la edad
de la región y del ambiente según la ley de la evolución, de la em
briología, de la biología y de la sociología. Es método clínico, porque
OSCAR MIRO QUESADA 233

tiene en cuenta todas las causas perturbadoras de las funciones fi


sicas y psíquicas, indicadas por la moderna patología y sigue las nor
mas que aplica la semeiótica moderna para estudiar al enfermo
y no a las enfermedades.
Sus dos procedimientos. - El método que la antropología crimi
nal emplea para el estudio del delincuente, consta de dos procedi
mientos: el examen directo del delinceunte y su examen indirecto.
El primero consiste en el estudio somático y psíquico del criminal
el segundo en su estudio anamnéstico o biográfico.
Orden del estudio. - Aunque en la clínico psiquiátrica se pue
de comenzar por el examen indirecto, en antropología criminal debe
comenzarse por el examen directo, para evitar los prejuicios y las su
gestiones. De igual modo , dentro del examen directo , el somático o
anátomo-fisiológico debe preceder al psíquico.
Examen Somático. Estudio de la conformación del exterior
del cuerpo . Este estudio debe hacerse ordenado y metódico, siguien
do la norma sistemática del señalamiento descriptivo empleado para
la identificación carcelaria. Es un orden topográfico. De acuerdo con
este orden sistemático se estudiará sucesivamente la estatura, la
constitución ósea el tronco, las extremidades y la cabeza.
El estudio de la cabeza es de la mayor importancia y debe ha
cerse completo y detallado . En ella se distingue la sección craneal
y la facial, y en éstas secciones el segmento frontal, parietal , occipi
tal , frontoorbital, naso - sigomático, auricular y maxilar. Debe estu
diar sus respectivos caracteres de volumen, de forma y de propor
ción .
Tiene importancia especial el estudio de los ojos,-macroftal
mia , microftalmia, mongolismo, exoftalmia, miosis, anisocoria ,-de
la nariz, de los labios, los dientes.
Además se estudian los órganos genitales. Especial importan
cia se concede al estudio de la piel y de sus apéndices cutáneos y las
cicatrices y tatuajes. El sistema piloso: la ipertricosis .
Se completa el examen de la conformación externa, con medi
ciones antropométricas .
Examen funcional. Se completa el examen directo somático ,
con el estudio de las funciones orgánicas del criminal o su examen
fisiológico .
El examen funcional antropológico, desde el doble punto de vis
ta del criterio clínico médico y neurológico y del criterio antropoló
gico .
El examen funcional antropológico estudia las funciones del
movimiento o motilidad y las funciones de los sentidos.
234 EL NUEVO CURSO DE DERECHO PENAL

Examen de la motilidad . Estudio de la fuerza muscular, de la


habilidad manual , de la capacidad física general para el trabajo y de
la capacidad específica .
Se examinan en seguida las reacciones vasomotoras, La dermo
grafía . El pletismógrafo de Mosso. El estudio por la observación de
los movimientos mímicos y subconscientes. Se estudia despues la
actitud y la marcha , así como el empleo de las manos, el ambides
trismo , el mancinismo , etc.
Se estudia la palabra y la escritura .
Examen de la sensibilidad. Se estudia la sensibilidad especí
fica y la sensibilidad general dolorífica .
Estudio de los sentidos.-Agudeza visual y campo visual.-- A
cumetria .-- Guestesiometria.- Osmometría.- Sensibilidad me
teórica .

Examen psíquico . - El método de observación.- Estudio de la


inteligencia . - Memoria , imaginación , abstracción , generalización,
etc.
Estudio de la aptitud sentimental. - La vida sentimental o dispo
sición del ánimo ejerce influencia notable en la generación del acto
criminal.
La acción individual depende , en gran manera del modo psí
quico general de sentir ( tono sentimental ) y de la capacidad de reac
ción ante estímilos sentimentales (los sentimientos) .
El tono sentimental es la parte estática de la afectividad, el mo
do permanente de sentir que tiene el individuo que se manifiesta
por el humor, que puede ser alegre , triste indiferente o apático. A es
te tono sentimental permanente, se une el modo de sentir episódico,
que constituye lo que se llama emociona bilidad del sujeto. El tono
sentimental y la emocionabilidad forman el temperamento.
Desde este punto de vista se debe estudiar el tono sentimental,
la constancia y la excitabilidad. Por el tono el individuo es exaltado
o deprimido. Por la constancia sentimental es más o menos variable
y por la excitabilidad, que algunos confunden con la emocionabilidad
es normal , exageradamente excitable o apático.
En la excitabilidad cabe distinguir la exagerada excitabilidad ,
la apatía y la irritabilidad. El niño , la mujer y el histérico son muy
excitables. La apatía produce el tipo frío y sardónico de algunos cri
minales. La irritabilidad se confunde con la irascibilidad.
La irritabilidad se distingue de la emocionabilidad furente en
que es un estado permanente y el otro es transitorio . La irritabilidad
es utcarácter permanente del tono sentimental y la emocionabilidad
OSCAR MIRO QUESADA 235

es una aptitud episódica . Esta distinción es muy importante para la


diagnosis diferencial entre el verdadero criminal pasional y el seudo
delincuente pasional .
La emocionabilidad oscila entre la emotividad y la frialdad
emocional . La emoción , debilidad del control .
Estudio del instinto y del sentimiento .- Tiene importancia ex
traordinaria el estudio del sentimiento moral del delincuente consi
derado como su capacidad sentimental para sentir los conceptos mo
rales. Debe estudiarse en su conducta , observada en los distintos
medios familiares y carcelarios en que habite .
Estudio de la pasión .-- La pasión es una emoción permanente .
El estado pasional es un estado emocional subagudo o crónico per
sistente. Produce monoideísmo, obsesión y debilita la inhibición.
La aptitud volitiva . - En esta parte se debe estudiar la partici
pación mayor o menor de la personalidad del sujeto en el acto rea
lizado. Debe estudiarse la sugestionabilidad, la hipobulia , el auto
matismo, volitivo , la impulsividad.
Debe estudiarse, por último, el temperamento y el carácter co
mo una síntesis de los estudios de la inteligencia, el sentimiento y la
voluntad del sejeto.
Examen indirecto.-- Ya sabemos que el examen indirecto es el
llamado anamnéstico o biográfico y consiste en el estudio de los an
tecedentes del criminal . Estos antecedentes de los criminales debe
rían ir siempre adjuntos a los expedientes criminales, pues su inda
gación por interrogatorio directo es a menudo engañosa. La policía
judicial , coordinando los datos de la cartilla escolar, de la boleta mi
litar , de la ficha antropológica profesional y de los registros mani
comiales y hospitalarios , debería allegar el material anamnéstico
indispensable para el examen indirecto del delincuente.
El examen anamnéstico se orienta hacia tres objetos particu
lares: la herencia , el ambiente y los hechos más importantes de la
vida del criminal .
Desde el punto de vista de la herencia debe averiguarse si el de
lincuente no cuenta entre sus progenitores individuos tarados con
males orgánicos o psíquicos trasmisibles, o con degeneraciones equi
valentes y criminógenas, como alcoholismo , prostitución , etc.
El conocimiento del ambiente o medio criminal es muy impor
tante, porque por él se puede explicar la eclosión de muchos de sus
actos. Este estudio del ambiente comprende investigaciones sobre
el país, la región , las costumbres, la condición social , el coeficiente
económico y la educación del delincuente.
236 EL NUEVO CURSO DE DERECHO PENAL

El estudio , por último, de los acontecimientos ocurridos al cri


minal durante su vida, es igualmente indispensable y de gran utili
dad , desde el punto de vista de su examen anamnéstico. Su conduc
ta en la escuela, en el cuartel, en el taller de trabajo, sus riñas y al
tercados, sus amistades, la influencia de la mujer amante, esposao
enamorada platónica. Los traumatismos y enfermedades infeccio
sas sufridas en la juventud, son de señalada utilidad, en la investi
gación de la naturaleza actual del delincuente estudiado.
Tales son las orientaciones fundamentales del curso de antro
pología Criminal dictado en 1918 en la Universidad de San Marcos.

Lima , 7 de marzo de 1919

OOSCAR MIRO QUESADA


Catedrático de Derecho Penal Especial, en la Fecultad de Jurisprudencia
Caledrático adjunto de Sociologia en la Facultod deLetros
PERITAJE

Interdicción por paranoia crónica

L Araza
señorita R. C. es natural de Lima y de 38 años de edad, es de
blanca, de constitución regular. Ella ha ingresado al Mani
comio de Lima en 22 de julio del año de 1911 y ha permanecido en
dicho establecimiento hasta el día 2 de noviembre del año en curso
( 1917).
Antecedentes de familia . - La señorita C. es hija legítima del
matrimonio de dos primos hermanos que contaban, en la época de
concepción de aquélla, 38 años el padre y 16 la madre; uno y otra
han fallecido: a los 44 años y por hemorragia cerebral, el padre; a
los 56 años y por fiebre tifoidea, la madre.
El padre de la señorita C. , sin ser un alcoholista, bebía vino
en sus comidas y no desdeñaba la invitación alcohólica de sus ami
gos. Fué sujeto de «mal carácters, violento a despecho de sus apa
riencias de conversador infatigable y ameno. Era poco sufridor de
la contradición de su discurso y discutidor vehemente en apoyo de
sus ideas que quería universalmente aceptadas y respetadas. Re
fiere la familia que el señor C. era un celoso y que a estos sus celos,
siempre injustificados, debió su esposa muchas y muy grandes mo
lestias, que se acentuaron durante la gestación de la señorita R.
Nada digno de particular mención acusan los antecedentes
personales de la señora C.
De los abuelos de la señorita C. , la abuela materna ha falle
cido a los 60 años de edad, víctima de una hemorragia cerebral,
después de haber sufrido, por largo espacio de tiempo , las moles
tias consecutivas a una epilepsia jacksoniana.
238 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

Un hermano de la señorita C. ha fallecido a los 41 años de edad ,


víctima de un ataque (? ) cerebral.
Un primo paterno de la señorita C. vive y es considerado co
mo un irregular. Un hermano de este primo, suicida.
Ambiente familiar mediocre , con motivo del carácter celoso
del señor C. y de las molestias conyugales derivadas de dichos
celos.
Condición económica holgada.
Antecedentes personales. - Excluído el traumatismo síquico su
frido por la señora C. durante la gestación de la señorita R. , con
motivo de los celos de su esposo , nada digno de nota acusan las
referencias familiare's en relación al alumbramiento , a la lactancia ,
a la primera infancia de la señorita R. Normal en ella la época de
irrupción de los primeros dientes y normal el orden de aparición
de estos; normal la época de articulación de las primeras palabras
y aquella de los primeros ensayos válidos de marcha.
Desde sus cinco o seis años de edad, la señorita C. manifesto
un exagerado amor filial que, entonces, no llamó la atención de
la familia. La pequeña cuidaba de estar siempre al lado de su se
ñora madre, gustaba de acariciarla y de ser de ella acariciada; pero
no disimulaba la vivísima contrariedad con la cual asistía a las
atenciones o pruebas de afecto que la autora de sus días pudiera
recibir o dar a persona que no fuera ella . En aquellas ccasiones ha
llaba siempre manera de traducir su enojo y exteriorizar sus de
seos de que «aquello no volviera a suceder .
A los 7 años de edad , la señorita C. sufrió un ataque de «perni
ciosa », con grave hiperpirexia, acompañada de violento delirio .
Asistieronla , en consulta, los doctores Sosa, Vélez y Camino, quie
nes cuidaron de advertir a la familia los peligros, así inmediatos
como remotos, del accidente morboso en presencia del cual se en
contraban. El episodio hubo una evolución favorable y no dejó en
la enfermita huella ostensible de su paso: la señorita R. volvió a
la normalidad de su vida inquieta de hija extremosa, sufriendo las
mismas mortificaciones de sus celos filiales, sempiterna buscona
de los mimos y predilecciones de la autora de sus días. La señorita
C. no hizo vida de Colegio: a la muerte de su señor padre, ella reci
bió lecciones en su casa .
En estas condiciones, ofreciendo una progresiva acentuación
de su carácter originario , la señorita C. continuó viviendo vida de
familia. Contaba ella 16 años de edad , cuando fué víctima de una
fiebre tifoidea que puso en serio peligro su vida : fué una tifoidea a
larga elución (90 días) y durante el curso de ella se presentaron
HERMILIO VALDIZAN 239

hemorragias intestinales (enterorragias) abundantes y repetidas.


El delirio tifico fué intenso y prolongado: hubo viva agitación mo
tora y aún llegó a esbozarse un estado confusional.
Por indicación del médico curante, la familia C. acordó tras
ladar a la señorita R. a Chorrillos, deseosa de hacerla beneficiar de
una cura climática durante la larga convalecencia. Fué en Cho
rrillos donde hicieron aparición insidiosa los primeros síntomas de
anormalidad psíquica que sembraron la alarma en el seno de la
familia : un día , la señorita C. había quedado en casa en tanto que
la familia, constatando los progresos de la convalecencia , realiza
ba un pequeño paseo: al regreso de los excursionistas, la señorita
R. les hizo el regalo de una crisis depresiva de singular intensidad:
ella estaba hondamente triste, lloraba sin hallar consuelo en las
palabras y en las caricias de los suyos y murmuraba entre sollozos
expresiones traductoras de un grandísimo abatimiento .
Esta crisis hubo la virtud de concentrar en la enferma toda la
solicitud y las atenciones todas de la familia : rodearonla todos, la
acariciaron todos y todos pusieron empeño en vivir exclusivamente
para la convalesciente, a la cual suponían víctima de trastornos
de cierta gravedad cuya primera manifestación había sido aquella
escena de llanto y de tristeza . La señorita R. recuperó su perdida
tranquilidad, volvió a tener sus buenos días y la reparación orgá
nica volvió a llevarse a cabo a un ritmo lisonjero para la familia
y para el médico asistente.
Pero este período de bonanza fué de breve duración; pasado
él , la señorita C. volvió a sufrir crisis análogas a la primera, idén
ticamente depresivas y , como aquella , sin vinculación lógica po
sible a causa alguna .
Con el trascurso de los años , las crisis cambiaron de forma:
agregáronse al episodio depresivo crisis solemnes de agitación, que
sobrevenían intempestivamente , muchas veces estando la familia
a la mesa o discurriendo en la mayor armonía , muchas veces du
rante aquellos momentos en que el vivir tranquilo de familia pone
quietud en los espíritus y predispone a la benevolencia. Turbaba
la placidez de estos momentos la actitud de la señorita R. que
prorrumpía en ofensas a los suyos, que los injuriaba despiadada
mente y abandonándoles corría a encerrase en sus habitaciones.
Durante las primeras crisis de agitación , la señora C. intentó
vencer la fuerza con la fuerza y contrarrestar violentamente las
violencias de su hija : el recurso no dió los benéficos resultados que
de él se esperaba y cada vez que fué puesto en práctica pudo o
servarse su resultado contrapruducente, pues que la agitación se
240 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

hacía más de temer y mayor. Convencida de ello la señora C. se


resignó a permitir que su hija repitiera aquellas crisis y las pusiera
término sistemático encerrándose en sus habitaciones.
Estas fugas de la señorita C. , estos voluntarios aislamientos
suyos se prolongaban por cinco o seis días, al cabo de los cuales la
señorita, que no habia abandonado sus habitaciones un solo mo
mento, abría las puertas y volvía a la vida común : volvía escuálida
por el ayuno; volvía demacrada , en actitud lastimosa, implorando
humildemente el perdón de la madre ofendida . Una vez obtenido
este perdón, la señorita R. desplegaba una actividad muscular enor
me: como si deseara recuperar el tiempo perdido en su voluntario
encierro, despojábase de su calzado, cubría sus cabellos con un pa
ñuelo y dedicábase a la labor de lavar pisos y de limpiar paredes y
techos, con una actividad infatigable, tan infatigable como inútil,
desde que no faltaba en la casa servidumbre obligada a realizar
aquella labor.
Estas crisis de agitación no tardaron en hacerse únicas: desa
parecieron las crisis depresivas y la vida de la enferma se deslizó
entre los episodios de agitación que hemos descrito y algunas tre
guas de vivir tranquilo, durante las cuales la enferma daba pábulo
a su misticismo , entregándose fervorosamente a las prácticas devo
tas. Olvidábamos manifestar que durante sus voluntarios encierros,
la señorita R. no prestaba la menor atención a cuanto sucedía en la
casa : encerrada en sus habitaciones , ella percibía los ruidos de alar
ma y de angustia que se hacía en la casa cada vez que la abuela he
mipléjica tenía sus comvulsiones jacksonianas. La señorita R. es
cuchaba el llanto de los suyos, sus voces demandando auxilio, sus
exclamaciones de espanto y de desesperación; pero ella no rompió su
aislamiento una sola vez, no hizo siquiera el ademan de abrir sus
puertas y observar el motivo de aquellos ruidos confusos que llega
ban hasta ella; continuó tan herméticamente cerrada como si aque
lla casa en alarma no fuera la suya y como si no fuera suya aquella
familia atribulada .
La frecuencia de estas crisis hacía desagradable la vida en co
mún: fué, pues, sin grandes dificultades, que en el año de 1906, la
señora C. permitió a su hija irse a vivir en compañía de un hermano
de ésta. El documento No 1 que adjuntamos a este pericia, prueba
a las claras cual era el estado de ánimo de la señorita C. frente a fren
te de la autora de sus días. Ese recibo del auxilio económico materno,
mo que un documento familiar es un documento legal, traductor de
una situación de poca cordialidad entre la señora C. y su hija .
HERMILIO VALDIZAN 241

Después de esta primera separación, la señorita R. volvió al lado


de los suyos, a quienes les fué dado observar que la ausencia no ha
bía modificado, ni siquiera escasamente, el «modo de ser » de la seño
rita : como única novedad constataron que se había acentuado el
misticismo de ella . Gustaba de pasarse horas enteras en el templo de
San Francisco y no en pocas ocasiones sólo abandonó la iglesia cuan
do la invitaba a abandonarla la voz imperativa del sacristán buscón
de fieles rezagados.
Durante este periodo de su vida , la señorita R. hizo blanco de
sus enojos en una vecina , una señorita costurera de la familia C. , de
la cual era muy estimada . Procuro molestar a esta señorita en cuanto
le fué posible y llegó a manifestar deseos de matarla, sin justificar
en forma alguna el origen de esta animadversión .
Fué también durante esta época que ocurrió el episodio más
vivamente recordado por la familia de la señorita R. Una noche,
esta señorita ha abandonado sus habitaciones; ha avanzado cau
telosamente hasta penetrar en la alcoba de una sobrinita de pocos
años, objeto del cariño y de la benevolencia de toda la familia . Se
ha detenido ante la pequeña dormida , la ha contemplado larga
mente y ha pensado estrangularla. Algún movimiento involunta
rio que hizo la señorita R. despertó a la criatura: incorporóse ésta
en su lecho y al contemplar la actitusd de la tía, dió voces. La se
ñorita se volvió a sus habitaciones y aquel propósito homicida ,
vengador del cariño que la inocente criatura inspiraba a los suyos,
quedó en propósito solamente.
Al siguiente día, la señorita R.refirió a su madre el grave episo
dio de la noche anterior y su relato hubo plena confirmación en el
de la criatura q ' estuvo a punto de ser víctima del impulso homicida
de su tía . La señorita R. terminó esta relación solicitando, con la
grimas en los ojos, su internación en el Manicomio, como recurso
único capaz de salvarla de una probable pérdida de control frente a
frente de una tentación homicida como la que había sufrido .
El doctor Matto visitó a la enferma , procuro desvanecer sus te
mores y comunicarla una serena confiaza en sí misma: la enferma
se tranquilizó por unos días, al cabo de los cuales insistió formalmen
te en su demanda : el doctor Matto accedió a ésta y la señorita R. C.
ingresó al Manicomio del Certado en 22 de julio de 1911 .
La permanencia en el Manicomio . - La señorita C. no ha sido
enferma dócil , ni fácil de asistir : aquellas sus crisis de agitación han
continuado produciéndose, en la misma forma , con idéntica ausencia
de motivos lógicos. La enferma ha continuado abandonando la vida
en común, encerrándose en sus habitaciones , negándose a tomar a
242 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

limentos, explosionando en crisis de violencia tal que ponía a dura


prueba la benevolencia de las religiosas y enfermeras. Estas crisis
no eran contínuas: sucedíanse con intervalo más o menos largo de
tranquilidad , durante el cual la señorita R. aceptaba de buen grado,
al menos ostensiblemente, la disciplina de la casa ; concurría a la sala
de trabajo y no esquivaba su presencia en el hall de recreo .
Procuro siempre mantenerse a distancia de las enfermeras, co
mo si alguien hubiera manifestado propósito de nivelarla a ellas; le
jos de ganarse la voluntad de estas enfermeras que debían ser sus
compañeras obligadas de vida manicomial , no desperdiciaba opor
tucidad de zaherirlas y de ofenderlas, obsequiándolas con la deno
minación genérica de zambas y cholas. Una de estas enfermeras fué
objeto preferente de los odios de la señorita R .: fué el núcleo de ellos
y de sus envidias y de sus celos.
La señorita C. escribía a su familia:
« Hasme el favor de
favor de venir mañana o si no puedes
* venir llámame por teléfono para decirte todo lo que me ha hecho
* esa mujer Emilia Plantigoso pasan por delante de mi (aparece bo
* rrada la palabra puerta) cuarto para fastidiarme echo la chola un
* papel sucio de porqueria que soy gringa sucia que toda mi familia
* son perros que te estás robando mi herencia que he tenido hijos
* en la calle me dicen todo esto por amolarme y más me desespero
« dice pues que lo que quiere es vajarme el orgullo , no tiene por que
* bajarme el orgullo porq' desde q'he nacido así nunca me he nive
« lado a unas cholas y zambas como son éstas ordinarias mujeres
« las madres les apollan todo esto y yo no puedo decir nada por que
* me matan a (aparece borrada la palabra a) golpes no me dan de
« comer me meten en la tina debajo del agua dicen está loca pero no
* ven las malacrianzas de sus sirvientas por que son los ídolos queri
* dos a mi no me conviene hablar con el Director aquí , después me
hacen pasar vergüenza delante de él me encierran me dan empujo
« nes y le dicen no sabe lo que habla por que está loca y más me agi
« tan yo me siento peor cada día por éstas vandidas ( aparece borrada
* palabra yoro) lloro día y noche de todo lo que me hacen me van
« quitando la vida (aparece borrada la palabra paulatinamente) pau
« latinamente desde el primero de Enero no cesan de fastidiarme has
#ta el día de hoy digo que tengo hambre y me sirven poca comida al
« propósito lo hacen por fastidiar lo que deves hacer es ir dondo el
« Director (aparece borradas las palabras a esa) para q ' la boten a esa
« mujer Emilia (aparecen borradas las palabras la Guardiana) Plan
« tigoso no sirve para Guardiana por que (palabra intercalada) es una
« cesla muy ordinaria tu no deves de tener consideración con esa chola
HERMILIO VALDIZAN 243

* conmigo si por que soy tu hermana quedanda una como es devido la


« botaran a esa chola sino la botan me sacarás pronto tu estás gosan
* do y yo sufriendo bastante te digo todos los meses quiero que arre
* gles todo esta semana por que (aparecen borradas las palabras si no
* por) si no voy a llamar a mitía L. y arreglará todo no me haces caso
« tu (palabra intercalada) de lo que te digo yo y entonces me daran mi
« parte desde que me cuidan mi herencia deven de cuidarme a mi tam
« bién si arreglas tu que la boten a esa chola Emilia quedaré contenta
* con tigo y me quedaré aquí (aparece borrada una palabra que puede
* Ser son o con) esa chola es la que manda todo es la más querida asi es
« que hace lo que le da la gana nadie la puede ver a ti te pueden enga
« ñar pero a mi no por que yo estoy aqui es una malvada pero la ( a
* parecen borradas las letras ma con las cuales comenzaba una línea
« que ha quedado interrumpida) madre superiora (entre esta línea
« y la siguiente aparece borrada una palabra ilegible) dice que es una
* criatrora (criatura? ) inocente el Director no (entre la línea y la si
guiente aparece borrada la palabra R. firma de la carta ) viene así
« no más. R.» (Documento No 2, original ) .
En esta carta reveladora de una cultura mediocre, llaman la
atención los hechos siguientes:
La finalidad agresiva del documento, encaminado a vengar las
pretendidas ofensas de la Pantigoso. Estas son , a juicio de la se
ñorita C., de una intensidad tal , de tan excepcional gravedad, que
escribe a su hermana: «tu estás gosando y yo sufriendo bastante te
digo todos los meses quiero que arregles todo en esta semana por
que sino voy a llamar a mi tía L. y arreglará todo no me haces caso
tu de lo que te digo yo y entonces me darán mi parte, desde que cui
dan mi herencia deven cuidarme a mi tambiens. En estas líneas la
señorita C. revela Su íntimo convencimiento del beneficio que reporta
a su familia la permanencia de ella en el Manicomio: ella amenaza
suprimir este beneficio , solicitando el apoyo de la tía L. como medio
eficaz para obtener la repartición de la herencia. Pero, inmediata
tamente después de escritas esas líneas,como si la señorita R. pusiera
en duda el éxito de la amenaza , agrega: « si arreglas tu que la boten
a esa chola Emilia Plantigoso quedaré contenta contigo y me quedaré
aquír. Como puede verse fácilmente, se trata de una verdadera tran
sacción: la señorita R.ofrece a su hermana el obsequio de una resig
nada permanencia en el Manicomio y solicita, en cambio , a título
de premio de su resignación, saborear el manjar de los Dioses y apu
rar, siquiera modestamente, el discutible deleite de una verganza
vulgarísima.
244 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

¿Por qué este odio a la Pantigoso, por qué este mal querer que
llega al extremo de obligar a la señorita R. a sacrificarse y a per
manecer resignadamente en el Manicomio ? Examinemos las acusa
ciones que la enferma hace a la enfermera :
La Pantigoso pasaba por delante del cuarto de la enferma; pasa
ba para fastidiarla.
La arrojó un papel sucio de porquería.
La dijo ser perros todos los mienbros de la familia C.
La dijo que la estaban robando su herencia.
La dijo que había tenido hijos en la calle.
La dijo que quería bajarle el orgullo .
Las religiosas y las enfermeras eran autoras de mayores y más
tremendas torturas: «me matan a golpes escribía la señorita R.
no me dan de comer, me meten en la tina debajo del agua dicen está
loca ...... me encierran , me dan de empujones .. me van qui
tando la vida ...... no cesan de fastidiarme ...
La señorita C. faltaba a la verdad : ella mentía. Pero su mentira
era obra exclusiva de sus deficencias de crítica que la llevaban a in
currir en toda una serie de despropósitos interpretativos: La señorita
C. atribuye un rol agresivo torturador a la balneación terapéutica,
atribuye idéntico carácter de hostilidad a las rondas que las enfer
meras están obligadas a realizar ante los cuartos de los enfermos que
hacen la tan valiosa cura clinoterápica (cura de reposo al lecho); la
señorita C. interpreta como ofensas y como ultrajes a su buena repu
tación y a la de los suyos palabras inócuas o gestos perfectamente
inocentes de las enfermeras. Y , en este equívoco interpretativo va
tan lejos que llega a poner en labios de ellas ( enfermeras o religio
sas? o enfermeras y religiosas?) una sospecha que es exclusiva sos
pecha de la enferma: aquella del robo de la herencia.
La señorita R. ha tenido la precaución de indicarnos en esta
primera carta suya, los verdaderos motivos de su odiosidad para con
Emilia Pantigoso:
«pero no ven ( las religiosas) las malacrianzas de sus sirvientes,
por que son los idolos queridos . ... »
« esa mujer Emlia Plantigoso no sirve para Guardiana por que
es una chola muy ordinaria ... »
«tu no deves tener consideración con esa chola, conmigo si por
que soy tu hermana .... )
«esa chola es la que manda todo, es la mas querida....
vęs, una malvada pero la madre superiora dice que es una cria
tura inocente . ... >>
HERMILIO VALDIZAN 245

La verdadera acusación a la Pantigoso está en los pasajes de


la carta que acabamos de copiar; setá en esas líneas que hablan de
ídolos queridos entre los cuales no se cree incluida la señorita R ; en
esas líneas que hablan de la mas querida distinta de la señorita R.;
en esas líneas en las cuales la señorita R. teme tanto del prestigio de
la Pantigoso que se pone en el caso de que ésta pueda merecer a la
hermana de la enferma más consideraciones que la enferma misma .
La señorita C. está horriblemente celosa, celosa de lo que ha ocurri
do y de lo que pueda ocurrir: eso es todo.
Pero en esta carta, hay más todovia: a los celos de la enferma,
que se manifiesta agresiva con las religiosas y con su hermana, con
las que miman a la Pantigoso y con aquella que puede llegar a mimar
la , agrégase la noción de un exagerado sentimiento del propio valer .
La señorita C. protesta de que pretendan bajarle el orgullo, a e
lla que, desde que ha nacido, ha sido así y nunca se ha nivelado a las
cholas y a las zambas. Ella no quiere hablar con el Director para no
pasar vergüenzas, sintiéndose llamar loca . Ella desea echar a la Pan
tigoso para quedar como es devido. Ella cree que puedan engañar a su
hermana, pero a ella no.
A despecho de sus protestas, la señorita C. se expresa en su car
ta con una vulgaridad rayana en la coprolalia en el pasaje del papel
sucio de porquería (pleonasmo coprolálico) y en aquel otro de las mo
lestias de que la hacen víctima por amolarla, aquellas enfermeras
entre las cuales no hay un solo representante de la raza blanca, ya
que todas son cholas y zambas y, por añadidura, ordinarias y bandi
das.
Poco tiempo después de escrita la carta que hemos comentado,
la señorita C. escribe una segunda, así concebida:
« H : ya te lo he dicho varias veces que hasta que no des
« una queja al Director no cesara de fastidiarme esa mujer Emilia Plan
« tigoso es muy atrebida ya no la puedo aguantar más. mucho he su
« frido con esa mujer habla con Director para que la boten de aquí.
• De las madres no digas nada por que seria buscar pleito. yo la quiero
* y le obedezco a la madre Grabiela en todo, por eso es que me tiene
* envidia esa mujer Emilia y trata de hacerme cuanto mal puede al
« punto de tenerme humillada para burlarse de (ha escrito entre lí
* neas las tres palabras siguientes) mi esa chola, todos los meses que
* que vienes te digo lo mismo la queja al Director que yo conozco que
* así hay enmienda de las Guardianas, yo no la necesito para nada,
* por que (la palabra siguiente ha sido escrita sobre la palabra borra
• da no) yo me hago todo por consiguiente no me deven de fastidiar
* ten la bondad de ir donde el Director para que boten a esa mujer
246 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

• Emilia porque como vengas y no hayas dado la queja VOY A PRO


CEDER YO TAMBIEN COMO QUIERO Y TENDRAS QUE SA
CARME DE AQUI PRONTO . ( No hay firma ; a la vuelta de la ho
« ja en que ha sido escrita esta carta hay escritas unas palabras que,
* probablemente, corresponden a un pedido: «Punta limpia, un Jabón
de reuter alfileres y orquillas.») (Documento Nº 3, original)
Esta segunda carta es renovadora de las solicitaciones y ame
nazas contenidas en la primera. La señorita R. insiste en la cam
paña en daño de la Pantigoso; insiste en la necesidad de despedirla ;
pero , explica diversamente los móviles de sus reiteradas gestiones:
ya no es la Pantigoso el ídolo querido, la criatura inocente, la dueño
de voluntades en el Manicomio ; a favor de los errores interpretati
vos de la señorita C. , la situación ha cambiado radicalmente :
ahora es la señorita R. la más querida, la dócil, y obediente a las
órdenes de la madre Grabiela y, por serlo, es objeto de las envidias
de la enfermera. La señorita C. no ha sido generosa, al pasar de la
categoría de envidiosa a la de envidiada, no tiene para la rival ven
cida una frase de olvido y de perdón , insiste en su deseo de alejarla
definitivamente de la casa e insiste con las mismas promesas y las
mismas amenazas de que se valía cuando consideraba triunfadora
a la enfermera .
Fiel a su nueva interpretación, la señorita R. que, en la carta
anterior, incluía a las religiosas en sus graves acusaciones, en esta
segunda las excluye de sus cargos y recomienda a su hermana el di
simulo para con ellas, para no buscarles pleito y refiere a su
hermana cuánto quiere y con cuánta docilidad obedece a la madre
Grabiela .
Como las cartas anteriores de la señorita C. la tercera, que copia
mos en seguida, no tiene fecha . Ella dice así:
« Mota de polvos.
« Un corsé directorio con faja de gebe.
* 5 soles que los necesiro mucho para el sábado.
« Hágame el favar de apurarse en mis asuntos, por que aquí las
« están criticando mucho y dicen que se están gastando mi heren
* cia ; yo quiro ( quiero? ) que sea mi apoderado T. M. que (esta
« palabra aparece escrita por encima de la palabra por , que ha sido
« borrada ) el procederá honradamente» ( No hay firma ) (Documento
No 4 , original ) .
Esta lacónica carta corresponde al período terminal de la per
manencia de la señorita C. en el Manicomio , al período en el cual la
enferma ofrecía , al profano , todos los aspectos de una curación com
pleta , e una restitución ab integrum al ejercicio de sus funciones
HERMILIO VALDIZAN 247

psíquicas. Y , sin embargo, en esta laconica carta, en esta carta de


pocas líneas, hay elementos suficientes para demostrar el error de
semejante optimista apreciación.
En esta carta la señorita R. parece olvidada de Emilia Pantigos
parece no guardar memoria del idolo querido que más tarde viniera
a menos en el Manicomio y se concreta a amenazar: dice interesarse
por el buen nombre de la familia, parece dolerse del menoscabo de
esta reputación, cuando escribe: «las están criticando mucho y dicen
que se están gastando mi herencia». pero ella concluye por traicio
cionarse a sí misma , por manifestar a la familia que los críticos y los
murmuradores del Manicomio están única y exclusivamente cons
tituídos por la misma señorita C. que escribe: «yo quiero que sea
mi apoderado T. M. que el procederá honradamente». La seño
rita R. no ha hallado a mano mejor manera de acusar a su her
mana de administradora poco escrupulosa de los intereses de familia
En esta última carta hay agresividad desde la forma de ella : la
carta no es dirigida a persona alguna : la señorita R. ha llevado su e
nojo hasta el extremo de hacérsele molesto escribir el nombre de su
hermana . En la carta hay un tratamiento de ustad, reemplazando
al familiar tu que se halla empleado en otras cartas. La señorita R.
ha escrito esta carta en son de guerra .
Antes de llegar al estado de ánimo que traduce la carta que aca
bamos de comentar, la señorita C. había manifestado , en el Mani
comio, ideas de persecución galante, que vamos a explicar en sus
orígenes y en su forma:
La señorita C. durante la gran parte de su vida manicomial, fué
una fervorosa onanista , la sorprendieron muchas veces encerrada
en su cámara , despojada de sus ropas, en actitud francamente ero
tica y entregada , en forma que no dejaba lugar a dudas, a las prác
ticas nocivas de la Venus Solitaria . Irritábala la sorpresa del perso
nal de asistencia y reaccionaba brutalmente contra quienes se ha
cían dueños de su secreto . No necesitamos manifestar que nada pu
do dominar estas peligrosa's satisfaciones sexuales, los sanos conse
jos, las palabras afectuosas, los ofrecimientos de premios a la abs
tención , no lograron el más pequeño resultado satisfatorio . Y era i
nútil que manifestáramos que la onania, originadora del desgaste
nervioso intenso en sujetos mentalmente sanos, lo provocaba y enor
me en la señorita R. , que solía acusar, a continuación de sus excesos,
cefalalgias más o menos vivas y estados vertiginosos de una cierta
intensidad
El médico curante, informado de los hábitos de la señoring R. ,
procuraba, como era su deber, combatir aquella onania , dictando las
248 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

medidas impuestas por el caso y procurando hacer ver a la señori


ta C. la influencia que aquella practica ejercía en la evolución de
su enfermedad . Para no herir las susceptibilidades de la enferma, el ,
médico la interrogaba con alguna frecuencia : «Como va aquello?s. Y
muy discretamente , comprendía en aquella frase una interrogación
que , hecha con mayor claridad, hubiera podido mortificar a la in
terrogada .
Sobre la frágil base de aquella interrogación discreta , edeficó la
señorita R. toda una persecución galante, solapada, asidua e infa
tigable: se negó a recibir en su cámara la visita diaria del personal
médico y salió al hall del departamento, en el cual recibía la dicha
visita , rodeada de las demás enfermas. Pero, no creyéndose a salvo
todavía , concibió y ejecutó todo un programa de defensa . Solicitó
la presencia de un religioso, pretextando la necesidad espiritual de
una confesión . Ignoramos si la confesión llegó a realizarse; pero
fuera de la confesión , si la hubo, la señorita C. dio a conocer al sa
cerdote el gravísimo peligro en que se hallaba y le suplicó propor
cionarle un amparo contra la amorosa persecución de su médico. Di
jo la señorita R. que el médico enamoradizo, si bien no le había he
cho declaración amorosa alguna , la asediaba con palabras de doble
sentido que representaban para ella una equivalente de aquellas de
claraciones. Es de creer que el religioso concedió crédito a cuanto re
fería la señorita C.; pues se apresuro.a poner el hecho en conocimien
to de la familia .
En los primeros meses del año , la señorita R. comenzó a olvi
darse de esta persecución galante y comenzó a exigir su salida del
Manicomio, declarando estar curada y en condiciones de abandonar
el Asilo. Fué entonces que comenzó a hablar de la explotación de la
cual era objeto y a comentar, con poca indulgencia, la actitud de la
familia al permitir que se prolongara por más tiempo la internación
en el Manicomio .
A este último período de tiempo corresponden dos hechos, que
debemos mencionar: el primero se refiere a la tercera carta de las que
hemos copiado en el curso de esta pericia; el segundo se refiere a la
devolución sistemática que la señorita R. hacía a su familia de las
prendas de vestir que le eran enviadas. Merced a este procedimiento
pudo conseguir abandonar el Manicomio en posesión exclusiva de las
ropas que aquel día llevaba puestas: era el camino de una acusación :
la de abandono. Camino para trazar el cual olvidaba la señorita C.
haber escrito en algunas cosas urgentes de sus cartas listas de pedi
dos argentes.
HERMILIO VALDIZAN 249

La señorita C. ha abandonado el Manicomio el día 2 de noviem


bre del año en curso . El médico jefe del departamento de mujeres
de ese Instituto, ha exigido la firma del documento que, en copia,
adjuntamos a la presente pericia. ( Documento Nº 5, cuyo original
se halla a disposición del juzgado, en poder d 1 Dr. Pardo Figue
roa) .
Estado actual de la enferma . - Nada digno de especial mención
acusa el examen de la señorita C. en relación a sus órganos y funcio
nes incluídas las del sistema nervioso. No sucede otro tanto con
el examen de las funciones de relación y, singularmente , con el de
sus funciones psíquicas:
La expresión mimica de la señorita C. es de la persona que pone
empeño en disimular sus estados de ánimo y sustraerse a la observa
dora mirada del interlocurto. Durane el curso de un interrogatorio,
con gran frecuencia, ella fija la mirada al suelo o desvía la mirada de
los ojos de quien la dirije la palabra. Ella esquiva, a favor de una e
nigmática sonrisa , la indole categórica de una respuesta . La expre
sión mímica es reticente y acusa una gran desconfianza .
La expresión gráfica actual no ofrece mucho de particular: la
disgrafia mecánica está representada por la innecesaria separación
de sílabas y de letras que, dicho sea de paso, caracterizaba también
la escritura de la señorita C. durante su permanencia en el Manico
mio .
La expresión fonética es , como la expresión mimica, reticente.
La señorita C. presta atención suficiente y durante tiempo bas
tante prolongado ; sus procesos asociativos se llevan a cabo con una
cierta rapidez; sus capacidades mnemonicas están en condiciones bas
tante satisfactorias.
La señorita C. , que juzga mediocremente cuanto trata de cues
tiones completamente ajenas a ella, no juzga correctamente cuando
de estas cuestiones se trata. En este último caso, su capacidad críti
ca aparece bastante disminuida. En presencia de U. , señor Juez,
le fué planteada a la señorita C. la posibilidad de una malversación
de fondos por parte de sus actuales administradores. Ella, a pesar
de participar de esta sospecha, no fué capaz de fundamentarla en
forma alguna : creyéndose explotada dijo ser vecina a la suma de
sesenta soles de plata la renta mensual que le correspondía y recono
cido ser muy superior a esta suma aquella empleada por la familia
en mantener a la señorita R. en el Manicomio , ya que sólo la pensión
abonada a la Beneficencia , excluídos los gastos de lavado y otros,
llegaba a aquella suma de los sesenta soles mensualmente. Este de
claración de un saldo en contra de la señorita C. no es el argumento
250 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

más válido en favor de una sospecha de explotación ; pero sí es ar


gumento válido en favor de una debilidad de crítica en la enferma:
si se dice explotada, pudo establecer su renta en cifra superior a
aquella suma y provocar un saldo en su favor, cuya no entrega se
ría base de explotación .
Sobre éstas sospechas sin fundamento, sobre la base de este
error interpretativo, ha edificado la señorita C. todo un sistema de
persecución economica: su hermana la explota, se aprovecha de
su renta, disfruta de las satisfacciones que proporciona el dinero, Un
examen superficial de los hechos podría hallar algo de verosimilitud
y de lógica en el edificio mental de la señorita R.; pero ni ese mismo
examen conseguiría destruir la indiscutible fragilidad de la base , cu
ya fórmula concreta sería esta : «Explotan a la señorita C. por que
ella se conceptua explotada .»
La señorita R. en conformidad con sus falsas sospechas, ha
modificado sus sentimientos y sus acciones y su conducta .
Sale del Manicomio sin conceder en su salida participación al
guna a su hermana la señorita H. , como si pretendiera que su salida
es desagradable a esta última y contraria a los propósitos de esta,
frente a frente de la cual adopta una actitud franca de enojo: Con
fecha 15 de noviembre de este año escribe la señorita R. la carta cu
yo original adjuntamos a esta pericia ( Documento Nº 6, original).
Es una carta en la cual , bajo las apariencias de la mayor corrección,
se lée enojo y reto: la señorita R. ha suprimido el más frío de los vo
cativos familiares y le dice a su hermana: « Espero que no tendrás in
conveniente y según recibo que él te otorgara me remitas lo siguiente:
Correctamente, la señorita R. adopta, dirijiéndose a su hermana, una
forma epistolar de índole legal y la anuncia prepararse a algo, ya que
la envía un apoderado que deberá recibir unos objetos y unas pren
das de uso personal, otorgando recibo.
Esta carta, cuya ortografía es algo mejor que la de las cartas
que la señorita R. escribía en el Manicomio , significa para nosotros,
junto con la actitud de la enferma , la declaración categórica de que
ella se mantiene dentro de su círculo persecutorio , la señorita H., ex
plotadora de su hermana, ha reemplazado a la señorita costurera ,
a la sobrinita en peligro de morir estrangulada a manos de su tía,
a Emilia Pantigoso, envidiosa y malévola, al médico enamoradizo
a la sombra de sus palabras de doble sentido. En una palabra: de ha
tocado el turno a la señorita H. !».
Examen de hechos .--Una contemplación global de la vida psi
quica dela señorita C. no permite dejar en pié la posibilidad de un
normal desarrollo psíquico: desde su infancia, desde aquella época
HERMILIO VALDIZAN 251

de la vida que LAFONTAINE llamó « sin piedad», la señorisa C. ha re


velado una anormalidad de carácter que, lejos de modificarse por la
obra moderadora de los años y de la vida en familia, por obra de la
personal experiencia que adquirimos a medida que avanzamos en la
jornada, ha ido acentuándose hasta llegar a aquellas solemnes reve
laciones de celos y de egofilia que decidieron a la enferma a solicitar
su internación y a la familia a hacer suya tal solicitud .
No es discutible el hecho, de banal observación para la Pedotécni
ca comtenporánea, de q' muchos niños normales hayan presentado,
en algunos momentos de su vida, sentimientos análogos a los celos
de la señorita R.: el niño es egoísta y es egocéntrico y, por serlo, reser
va sus más rudas protestas, sus llantos y sus egresiones, para todos
aquellos casos en los cuales se cree perjudicado por tercera persona
en el goce de afecciones delascuales se juzga el legítimo monopoliza
dor. Pero, si es egoísta el origen de la sentimentalidad humana , esta
evoluciona, en las sociedades cultas, alejándose más y más de su o
rigen humildísimo y es, merced a esta evolución que, desde el punto
de vista sentimental, como desde otros puntos de vista, el niño no
permacene impávido al paso de los años. Cuando sobre el estrato
afectivo originario van yuxtaponiéndose, por decirlo así, los estratos
afectivos que nos obsequia la vida , aquellos que adquirimos en la
casa , en la escuela y en la personal experiencia del vivir cuotidiano,
aquellos sentimientos egoístas,egofílicos y egocéntricos, van perdien
do en intensidad , son relegados a término secundario y los niños,
que han dejado de serlo, ofrecen el desarrollo gradual y progresivo
de su sentimentalidad altruística y se hacen tanto más dueños de
velar sus egoísos, cuanto mayor y más honda ha sido la huella de
jada en sus espíritus por los modificadores de la actividad sentimen
tal que hemos anotado brevemente. Los niños que no dejan de serlo
con el paso de los años; los niños cuyos cuerpos crecen y cuyos espí
ritus permanecen idénticos, sustraídos al desarrollo general , muchos
de aquellos sujetos q ' vienen llamados los sujetos del alma de niños
no caben dentro del cartabón severo de una normalidad psíquica .
La anormalidad de carácter de la señorita C. no carece de res
ponsables etiológicos capaces de explicarla: gravitan sobre la sujeta
elementos indiscutibles de tara sicopática; la madre de la enferma ha
sido víctima, durante la gestación de la enferma, de traumatismos,
síquicos de una cierta intensidad, a estos elementos de índole ori
ginaria, se ha agregado, a los siete años de edad de la señorita C.,
aquella perniciosa con hipertermias considerables y con delirio vio
lento , delirio que, por si solo, basta para autorizar fundadisimas sos
pechas en la fragilidad síquica de la enferma .
252 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

Sobre este terreno frágil , sobre este psiquismo vigoroso , ha


actuado más tarde una fiebre tifoidea grave, en el curso de la cual se
presentaron hipertermias considerables, y como en la perniciosa de
la infancia, violento delirio que llegó a adquirir algunos de los ca
racteres de la confusión mental . Durante esta tifoidea se presenta
ron asimismo, enterorragias de una amenazadora frecuencia y de
una abundancia que despertó las mayores alarmas de los médicos
asistentes. Y es sabido que las grandes hemorragias se cuentan entre
los factores etiológicos de los disturbios mentales.
En estas condiciones, después de haber sufrido todas las accio
nes nocivas que hemos señalado, la señorita C. , ya cumplidos sus 16
años de edad , aparece ante nosotros, a través de su historia clínica,
como conservando de su infancia , a despecho de los años, aquella
egofilia absorvente, traducida en sus celos injustificados y vehemen
tísimos. Los trastornos síquicos de la señorita C. , correspondientes
a su enfermedad actual, comienzan por un estado depresivo intenso
e inmotivado, estado con pequeñas remisiones de breve duración,
que despertaron en la familia la sospecha de un trastorno síquico
formal . Sobrevinieron después las reacciones de defensa de la enferma
en presencia de sus ideas delirantes, ya que no tienen interpreta
ción más sencilla aquellas verdaderas explosiones de enojo de la se
ñorita R. cuando nada auguraba una de éstas violencias motoras, ya
que no caba mejor explicación, ni más conveniente , a aquellas vo
luntarios alejamientos de la vida de familia , a aquellos voluntarios
encierros que traducían bien nítidamente el deseo de la enferma de
poner una valla más o menos severa entre su persona y las personas
de su ambiente .
El episodio más dolorosamente recordado por la familia C. mar
ca bien la conservación, por parte de la enferma, de sus capacidades
de control : una noche, cuando todos dormían en la casa, la enferma
ha abandonado su lecho y ha marchado, con cautelas de ladrón, ha
cia la alcoba de la sobrinita culpable del cariño que inspiraba a los
suyos; se ha detenido junto a aqualla inocente dormida, la ha con
templado durante largo período de tiempo y ha discutido consigo
misma la estrangulación de aquella mimada inocente . En ese mo
mento supremo de su vida , la señorita C. , colocada en el límite pre
ciso que separa al sujeto normal del sujeto sicopático, creyendo asis
tir al naufragio de sus resistencias inhibitorias frente a frente de lo
ilícito, ha experimentado la tremenda angustia de que hiciere confi
dentes a su señora madre y al doctor Matto y ha implorado de ellos
el aislamiento salvador, el tutelar abandono de un ambiente propi.
cio a graves tentaciones.
HERMILIO VALDIZAN 253

Una vez en el Manicomio , la señorita C. parece olvidar su


mundo anterior: olvida a la señorita costurera, olvida a la sobrinita
engreída. Pero ella encuentra en el Asilo objetos que den vida a su
idea delirante: lejos de adaptarse a la disciplina de la casa , lejos de
captarse las simpatías de las enfermeras, procura enemistarse con
éstas, a las cuales no sabe dar otro tratamiento que el de « cholas
y «ambas» . Esta odiosidad colectiva evoluciona lentamente ha
cia la odiosidad personal a una de las enfermeras y es en esta que
la señorita C. hace recaer todos sus enojos: es en aquella
Emilia Pantigoso, cuyo delito más grave consiste en ser la «prefe
rida de la madre Grabiela» . No es menester cultura siquiátrica espe
cializada para comprender que este episodio de la vida manico
mial de la señorita R. es solamente la reproducción del episodio
familiar de los celos de la enferma: cabe decirse que sólo han cam
biado los personajes y el decorado; pero que la acción sigue sien
do la misma: tratada con poco afecto por la familia, desdeñada
por ésta en favor de una extraña (la señorita costurera ) y de una
criatura (la sobrinita); no se le guardan en el Manicomio los debi
dos respetos y las debidas atenciones y es pospuesta a una «chola
ordinaria » (la Pantigoso ).
Después de una prolongada guerra con la Pantigoso , la se
ñorita C. llega a olvidarla y entonces pone en pié la persecu
ción amorosa de su médico. Tal vez si esta idea delirante tiene el
mismo origen de las anteriores: tal vez si la señorita C. se
encuentra tratada por el médico con menores atenciones que al
guna otra enferma ; tal vez si se cree pospuesta a otra enferma y
edifica sobre la base de este poco acatamiento el edificio de una
amorosa asiduidad . Fuera de esta explicación esta idea delirante
erótica puede ser explicada por el pa'saje de una interpretación justa
a una interpretación erronea: sabiendo la enferma que las palabras
de doble sentido del médico se referían a sus hábitos de onanía , lle
ga a atribuirlas a amorosas proposiciones. Este pasaje significaría
la más rotunda prueba de la gravedad del trastorno crítico en la
señorita C. y daría muestra de a cuánto puede llegar ella en
sus errores de interpretación.
Después de haber sufrido durante tiempo bastante prolonga
do las molestias de esta idea delirante, la señorita C. concluye
por olvidarla; pero, como si le fuera indispensable un objetivo para
llenar el vivísimo marco persecutorio de su espíritu inquieto ,
busca este objetivo en la explotación familiar. Para iniciar esta
aventura persecutoria la señorita C. comienza por porter sus pen
samientos y sus opiniones en labios ajenos: «dicen - escribeque
254 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

se están robando mi herencias. Y es ella la que lo dice, y es ella la


que lo piensa ; pues concluye su carta solicitando como apoderado
a un caballero en cuya honradez fía.
La señorita C. durante sus crisis persecutorias ha adoptado uno
de dos caminos: o ha protestado ruidosamente, injuriando, ofen
diendo e intentando extremar su agresividad verbal , o se ha sustrai
do al ambiente encerrándose en sus habitaciones, abandonando la
casa materna , solicitando su reclusión en el Manicomio . Y, en ambos
casos ella no ha dejado de implorar socorro , de reclamar auxilio: ella
le ha pedido a su señora madre el permiso de abandonarla y ha pe
dido hospitalidad a un hermano suyo; ella se pasaba tardes ente
ras en la iglesia de San Francisco , ella pedía a los suyos y a su mé
dico la salvadora reclusión de en el Manicomio; ella pedía a la herma
na protección en contra de la Pantigoso; ella ha solicitado de un sa
cerdote auxilio en contra del médico galante; ella concluye soli
citando el amparo de unos parientes en contra de su hermana
explotadora .
Períodos de aparente integridad síquica, treguas a sus exal
taciones deliranntes, a sus reacciones de perseguida, no han sido
raras durante la permanencia de la señorita C. en el Manicomio: ella
ha tenido sus días buenos y muchas veces éstos se han agrupado
en semanas y en meses, pero , trascurridas estas semanas o estos me
ses, la enferma ha vuelto a sus ideas delirantes de persecución, con
servando los sujetos de esta o cambiándolos 'caprichosamente.
Una síntesis de los trastornos síquicos de la señorita C. nos per
mite concret arlos en la siguiente fórmula: « Delirio de persecución
de sistematización a contenido algo inestable, exento de alucinaciones,
acompañado de reacciones agresivas y de defensa y cuya base se halla
constituida por exiguo y parcial deterioro intelectual.»
El delirio de persecución es sindrome que pertenece a varias
entidades morbosas: es así que se halla en la locura sistematizada
secundaria , en la locura razonante, en la demencia precoz de forma
paranoide, en el delirio agudo sistematizado, en los delirios alcohó
licos, en los delirios infecciosos, en los originados por autointoxica
ción,en el delirio epiléptico, en la demencia paralítica, en la demencia
senil y, con una mayor frecuencia y adoptando una gran variedad
de formas, en las llamadas locuras sistematizadas crónicas.
Analicemos sumariamente estas sicopatías con el objeto de de .
terminar a cual de ellas corresponde el delirio de persecución de la
señorita C.
Excluírgos la locura sistematizada secundaria, ya que, como el
nombe de esta enfermedad lo indica , ella es consecurtiva a una
HERMILIO VALDIZAN 255

afección primitiva, cuya existencia no está comprobada en los an


tecedentes de la señorita C.
Excluimos, asimismo , la locura razonante por faltar en nuestra
enferma el carácter abierto, dis cutidor y razonador de esta sicopatía,
así como por la falta de alucinaciones que son regla en las locuras
razonantes.
También nos es posible excluir la intervención de la demencia
precoz de forma paranoide por que el delirio de esta forma de la De
mentia precox está carecterizado por una grande incoherancia, por
un polimorfismo bastante acentuado , que no ha existido en el deli
rio de la señorita C. El delirio de nuestra enferma no ha sido acom
pañado de alucinaciones, tan frecuentes en la demencia precoz, sico
patía en la cual predominan hasta hacerse permanentes síntomas
confusionales que la señorita C. no ha presenrtado .
En el delirio agudo sistematizado es de regla el verdadero tumul
to de las ideas delirantes; además, las alucinaciones son frecuentí
simas y suelen ser acompañadas de viva excitación . Las ideas deli
rantes tumultuosas y las alucinaciones han faltado absolutamente
en la señorita C.
La ausencia de antecedentes ilustrativos nos permite excluir la
intervención de los delirios alcohólicos. Y , por si esta falta de ante
cedentes no fuera motivo bastante a la exclusión diagnóstica, esta
rían en favor de esta la ausencia de signos característicos de una in
toxicación alcoholica prolongada y la de los elementos caracterís
ticos de los delirios alcoholicos que suelen iniciarse como delirios de
sueño y que son acompañados siempre de vivísimas alucinaciones
visivas .
La ausencia de alucinaciones, la conservación de una atención
suficiente, la falta de incoherencia ideativa, son elementeos que nos
permiten excluir la posibilidad de un delirio infeccioso, de un de
lirio que , en el presente caso habría asumido los caracteres del deli
rio post tífico, que habría podido presentarse en la señorita C. como
secuela de la grave infección eberthiana sufrida a los 16 años de e
dad . También permite excluir este delirio post tífico la ausencia en
la señorita C. del polimorfismo del delirio que es característico de
aquel trastorno sicopático.
Los conmemorativos de la señorita C. , su prolongada observa
ción en el Manicomio de Lima , el tipo evolutivo de su idea delirante,
nos permiten excluir la intervanción del delirio epiléptico.
La ausencia de antecedentes, la ausencia absoluta de elementos
somáticos, la ausencia de un estado demencial en seis años evo
lución de la enfermedad sin empleo de medicación antiluética alguna
256 INTERCICCION POR PARANOIA CRONICA

permiten excluír del diagnóstico la sospecha de una demencia para


lítica .
La edad de la enferma , la existencia de una sistematización y
la ausencia de un estado demencial , alejan toda probalidad de de
mencia senil.
Si la fórmula sicológica de la señorita C. nos ha permitido ex
cluir las sicopatías que hemos pasado en revista , la exclusión es im
posible si pretendemos englobar en ella las locuras sistematizadas
crónicas, aquellas paranoias que tomaron nombre del trastorno del
raciocinio que es característico de ellas, aquellas paranoias cuyas
características clínicas de cronicidad, de reacciones en armonía con
la naturaleza del trastorno intelectual y de parcialidad de las per
turbaciones funcionales se encuentran en la señorita R. C.
Refiriéndose a la paranoia, dice Emilio KRAEPELIN ( « Trattato
di Psichiatriar, tomo II , pág. 488 y siguientes):
* Parece que el desarrollo de esta enfermedad se realiza siem
* pre gradualmente. El inicio que, a menudo, dura años enteros, está
* constituido por leve depresión, desconfianza, y aun trastornos so
« máticos indeterminados y por temores hipocondriacos. El enfer
« mo no está contento de su posición, se siente olvidado, no se considera
* tratado por sus padres y por sus hermanos con el debido afecto; sa cree,
« por el contrario, poco apreciado: su carácter no es comprendido. Así se
« desarrolla una oposicón secreta entre el y su ambiente; se siente
« extraño en frente de sus parientes,como persona de un mundo di
« verso; sus relaciones con ellos son frías, superficiales, no naturales
« y aun hostiles .... Por eso se aleja de los suyos, se muestra áspero
* con ellos, les rechaza y busca la soledad.
* Poco apoco los presentimientos y pensamientos morbosos
* comienzan a influenciar hasta las percepciones del enfermo. El no
* ta que en esta o aquella ocasión, no ha sido acogido tan afablemente
como antes,dice que se han mostrado fríos con él , que le evitan y que
* a despecho de todas las protestas de amistad, que el considera hi
* pócritas, no queiren nada con él . En consecuencia de esto, el enfer
« mo se hace más sensible y desconfiado: comienza a sospechar en
Kuna observación inocua , en un gesto casual, en una mirada que lo
« gra sorprender, ofensas e indicios ocultos de intenciones hostiles.
« De una conversación hecha a la mesa deduce la existencia de un a
* cuerdo secreto ; las mismas frases vienen repetidas con grande in
« sistencia ......
« Por la continuada elaboración, en sentido desfavorable , de sus
« obsen'aciones, cree el enfermo que se trama en contra suya una
* vastísima conjuración . Se refiere calumnias acerca de él; se dice que
HERMILIO VALDIZAN 257

« ha adquirido , por su vida desordenada , una enfermedad nervio


« sa .... Quiere libertarse de él, oprimirle por la fuerza, volverle
« loco ....
« Junto con el desarrollo del delirio de persecución, evolucionan,
• por lo general , ideas de grandeza. A veces éstas permanecen en los
« limites de un elevadísimo sentimiento de sí mismo ....
« La aparición de todas estas imágenes delirantes tiene lugar
« esencialmente por la interpretación morbosa de acontecimientos
& reales. Alguna vez percepciones reales vienen interpretadas en sen
« tido de daño . Impresiones enteramente indiferentes adquieren pa
#ra el enfermo una relación secreta con la propia persona: una man
« cha sobre el vestido , un agujero en el calzado no son , a juicio del
enfermo, consecuencia natural del deteriorc , sino un hecho impor
atante que sólo puede explicarse invocando circunstancias particu
olares, con la intervención de acciones hostiles ....
* Verdaderos disturbios sico - sensoriales son mucho más raros
« que la elaboración delirante de observaciones reales. Sólo en casos
excepcionales, numerosas alucinaciones, principalmente del oído
y del olfato, acompañan por largo tiempo el desarrollo de la enfer
• medad ....
* En la formación de las ideas delirantes, tomadas singularmen
« te, paréceme que tengan , a menudo, una parte importante las fal
• sificaciones de la memoria: aun muchos de los acontecimientos
aparentemente alucinatorios, pueden , en realidad , tener este ori
« gen ..
« El carácter común a todas las ideas delirantes surgidas por las
« vías más diversas, es la absoluta imposibilidad de removerlas, que
se puede hacer depender, de un lado, del tono emotivo del enfermo
« y , de otro, de una cierta debilidad de crítica del mismo ....
« El humor del enfermo está en estrecha relación con sus repre
* sentaciones delirantes. El percibe las supuestas persecuciones co
• mo una verdadera «tortura espiritual»; se siente permanentemente
« inquieto y atormentado ; se hace sospechoso, misántropo, irritable.
Por otra parte, los enfermos están contentos de si mismos; son
presuntuosos, soberbios y quieren tener la razón en todo .
« La actitud y la conducta de los enfermos pueden permanecer ,
« por un tiempo relativamente largo, sin evidentes alteraciones ....
Sospechando por todas partes conjuraciones secretas, no perma
necen largamente en ninguna parte: se alejan, escriben cartas ofen
• sivas a extraños ; hacen, a veces, a los amigos y parientes, escenas
« que éstos conceptuan incomprensibles. Muchos de éstos enfermos se
hallan todavía en condiciones de encerrar dentro de ellos, durade
258 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

« ramente, sus luchas y sus deseos, de modo que sólo el siquiatra se da


« cuenta del estado patológico de los enfermos, en tanto que, en la
* vida cuotidiana no es reconocible acción morbosa alguna ...
« Para huir a las persecuciones y a los ataques continuados, el
« enfermo cambia improvisadamente , bajo pretextos insignificantes,
* de empleo u ocupación o emprende un viaje. Este remedio, no
« raramente, es eficaz por algún tiempo ....
« El curso ulterior de la enfermedad es, por regla general, muy
« lento y , generalmente, permanece estacionario por muchos años.
« Los enfermos están tranquilos, conscientes, mantienen en modo
« durable una actitud exteriormente ordenada y llegan, a menudo,
« a ponerse en condiciones de ocuparse convenientemente en labor
« intelectual .... Sólo en el curso de varios decenios suele manifes
« tarse una debilidad siquica que aumenta lentamente y una dismi
« nución de la actividad intelectual , mientras el sistema delirante
« se extiende gradualmente ... »
Los trastornos síquicos de la señorita C. ofrecen numerosas
similitudes con la descripción kraepeliana:
Hay en la señorita C. el inicio gradual, constituído por crisis
depresivas: hay en ella el descontento de su posición, el temor de
no recibir de los suyos toda aquella cantidad de afecto y de solici
tud que ella cree merecer; hay aquella oposición entre ella y los
suyos que aparece tan nítidamente en la indiferencia con la cual
asiste, desde su encierro familiar, a la desolación provocada en su
familia por las crisis convulsivas de la abuela hemipléjica. Por al
teración morbosa de estas relaciones de familia , la señorita C. re
chaza a los suyos procurando aquellos voluntarios aislamientos;
por alteración morbosa de estas relaciones, ella rompe sistemáti
camənte la aparente armonía familiar, obsequiando a los suyos
aquellas escenas de éstos tenidas como incomprensibles.
La familia C. no se curó de averiguar el origen de los odios de
la señorita R. para aquella señorita costurera; pero, para que esta
odiosidad hubiera llegado al extremo de expresar ideas de muerte
en daño de dicha señorita , es de creerse en la posibilidad de una
idea delirante a contenido silenciado por la enferma; es de creerse
en una falsa interpretación justificadora de aquel odio infrenable.
Y es posible que un error interpretativo análogo hubiera sido el
origen real de aquellas escenas sobrevenidas impensadamente du
rante las horas serenas de la vida de familia: es probable que una
palabra inocente, mal interpretada por la enferma constituyera la
clave de aquellas escenas lamentables que la señorita C. obsequia
ba a lo suyos.
HERMILIO VALDIZAN 259

Posible aún que sea análogo el gérmen de aquella antipatía a


la sobrinita ; posible que sobre la base real de un hecho insignifi
cante, la enferma levantara el edificio de un daño en contra suya
y , en actitud neta de defensa, hubiera llegado tan a las proximida
des de la agresión homicida.
En el Manicomio , la señorita C. se cree objeto de la observa
ción y del comentario de quienes la rodean : se dice de ella que es
una gringa sucia, que su familia es una familia de perros; que ella
ha tenido hijos en la calle y que los suyos le están robando su he
rencia .
Las ideas delirantes de la señorita R. en el período de su vida
pasado en el maincomio aparecen edificadas todas sobre una base
real que constituye el único requisito de verosimilitud de su delirio :
la señorita R fué asistida por la enfermera Emilia Pantigoso ; ella
escuchó , de labios de su médico, frases de doble s ntido . La false
dad ha residido en la interpretación.
Las ideas delirantes de la señorita C. han ofrecido aquella
imposibilidad de remoción a que alude KRAEPELIN: durante el epi
sodio persecutrio de la Pantigoso, nadie consiguió convencer a la
señorita C. de la obligación de la enfermera de rondar las cámaras
abiertas de las enfermas; durante el episodio de la persecución amo
rosa , nadie pudo demostrar a la enferma que las frases de doble sen
tido correspondían a una interrogación respecto a las prácticas
masturbadoras. En la actualidad será difícil discutir con ella y será
vano también, acerca de la pretendida explotación .
Junto con estas ideas delirantes de persecución, la señorita C.
ha presentado algunas ideas de grandeza, traducidas por aquel
empeño suyo de diferenciarse de las enfermeras, por aquella decla
ración de haber sido asís desde su nacimiento, por aquella protesta
de que pretendieran bajarla el orgullo. Como puede verse, todo se
ha reducido a una exageración de su auto -estima, a un concepto
elevado de sí misma.
La señorita C. , por último , ha pretendido, en más de una opor
tunidad , librarse al ambiente persecutorio, como queda dicho: sus
encierros voluntarios en la casa , su separación de la familia, su in
ternación en el Manicomio, sus encierros voluntarios en el Mani
comio, son otras tantas pruebas de estas huidas, que tal vez por
razón de su sexo y de su educación, no han sido a mayor distancia.
La señorita C. ha tenido algunos meses buenos antes de salir
del Manicomio: durante este tiempo, fuera de sus quejas de carác
ter epistolar, no ha hecho pública demostración de sus ideas deli
rantes. La ha hecho ligeramente el día de la visita del señor Juez ,
260 INTERDICCION POR PARANOIA CRONICA

como la ha hecho en la carta que escribiera a su hermana, después


de haber abandonado el Asilo .
Pero, aún en el caso de que la señorita C. no hubiera dado
esas manifestaciones de sus ideas delirantes, el hecho no tiene, no
puede tener para nosotros, el significado de una curación . Sabe
mos, por dictamen de los clásicos de la Siquiatría y por personal
experiencia que los paranoicos suelen velar sus ideas delirantes
con el objeto de mejor servirlas: un paranoico al cual se le insinúe
la conveniencia de silenciar sus quejas como medio de abandonar
el Asilo que él quiere abandonar, realizará el prodigio de voluntad
de silenciar cuanto no sería capaz de reservar a no mediar aquel
propósito interesado . Y , aparte de estas disimulaciones, aparte
de estas ocultaciones de ideas delirantes, hay en los paranoicos,
como lo manifiestan KRAEPELIN y muchos otros psiquiatras, ver
daderas treguas de aparente salud psíquica, durante las cuales ve
el profano , en cada paranoico internado, una víctima de la igno
rancia o de la malicia de los médicos del Asilo.
Conclusiones. -De cuanto llevamos expuesto, nos juzgamos
autorizados a formular las siguientes conclusiones:
Primera . - La señorita R. C. sufre un delirio sistematizado de
persecución, crónico (paranoia ).
Segunda. - La enfermedad de que adolece la señorita R. C. ,
la incapacita para el libre ejercicio de sus derechos civiles.

HERMILIO VALDIZAN
Catedrático de Psiquiatria de la Facultad de Medicina
Médico residente del Asilo - Colonia de Magdalena
Noticia de libros

JOSE INGENIEROS, La evolución de las ideas argentinas. Libro !.


La Revolución . - Un volumen en 80. , de 544 páginas. Editado
en los Talleres Gráficos Argentinos de L. J. Rosso y Cia . ,
Belgrano 475, Buenos Aires, 1918. Precio: 4 pesos argentinos.
Ha dado a luz Ingenieros una obra más, de gran valor, como
todas las suyas. En ella presenta el gran argentino, siempre honra
do en la exposición y bien informado de los hechos , con su maestría
habitual en el manejo de las ideas, no perdiendo nunca de vista lo
grande, por saber mirarlo a través de lo pequeño, y original asimis
mo gracias sólo a la robustez de su lógica y a la buena inspiración
de su filosofía, en ella presenta el progreso histórico de lamenta
lidad nacional de su patria. No es un estudio meramente analítico
con pretensiones pedantescas, ni un relato limitado de los fenóme
nos concretos, no, es un monumento en que se integran, formando un
organismo harmónico, los frutos de la investigación histórica con
los de la interpretación filosófica; de aquí que sea legítimo que
desee ser para la juventud de su país «un breviario de moral cí
vica ».
La obra toda consta de tres partes: La Revolución, La Res
tauración y la Organización , además de una introdución sobre las
Mentalidad Colonial. El grueso volumen presente sólo se ocupa
de la primera parte. En ella nos conduce su autor con mano segura,
desde la época colonial, en que dominaba el absolutismo oscuran
tista, hasta la Reforma emprendida en 1822, cuyo distintivo ideo
lógico prominente fué la transmutación favorable de valores, par
ticularmente en la esfera educacional y en la religiosa.
Cada etapa del laborioso proceso histórico es examinada con
esmero, poniendo siempre de manifiesto la causalidad ideológica.
Pues, en todo momento de la evolución política argentina, lo esen
cial esla lucha de dos mentalidades incompatibles:la renovadora,
hija de la filosofía de los enciclopedistas, que aspiraba a un cambio
de régimen en el sentido liberal y democrático , y la rezagada, fruto
de los errores del pasado y de los intereses creados, que se empe
ñaba en obstaculizar la liberación democrática, oponiéndole como
ideal una menguada secesión administrativa . La Reforma encarnó
el triunfo de la primera tendencia, la cual , en un principio, cayó en
el extremo censurable del jacobinismo, que, históricamente juzga
do, resulta necesario contrapeso al fanatismo teocráfico. Con la
Reforma, « la Revolución pasaba del jacobinismo crítico allibera
lismo constructivos.
262 NOTICIA DE LIBROS

Es lamentable que una noticia de esta índole no pueda tener


la extensión que requiere un verdadero comentario, pues el libro
del ilustre y admirado maestro es muy digno de tal .
H. F. D.

Contributi psicologici del Laboratorio di Psicologia Sperimentale de


lia R. Università di Roma. Vol. III. 1914-1917. -Un volumen
en 80. , de 385 páginas. Presso il Laboratorio di Pesicologia
Sperimentale, Roma , 1918.
1 , S. DE SANCTIS: La Psico -analisi e il suo valore come metodo
del'onirologia scientifica ».---- El A. , que nos anuncia un examen de
la doctrina freudiana, se limita a algunas observaciones de crítica
general y a la discusión del valor del psico-análisis como método
de la Onirología científica . Es un examen tranquilo del problema
planteado por la entrada en el mundo científico de las teorías del
psicólogo vienés, en el cual cree encontrar De Sanctis una doctrina
a la que espera un brillante porvenir, ya que ella tiende a comple
tar y a poner en conexión grupos incompletos y dispersos, tendien
do a formar en la conciencia una síntesis capaz de revelar el signi
ficado de los ensueños, que equivale a decir la conexión entre el
contenido manifiesto de éstos con otros contenidos conscientes o
subconscientes, pertenecientes a un período cualquiera de la expe
riencia del soñador .
2, A. FANTINI e L. CIAMPI : « Le modificazioni del livello mental
negli alunni della Scuola chiusa e in quelli della Scuola all'aperto,
durante un anno scolasticon.-- Los autores llevaron a cabo, en el
año 1913-1914, una interesante averiguación psicopedagógica
comparativa a la cual tuvimos oportunidad de concurrir y de pres
tar nuestra modesta colaboración. He aquí las conclusiones a las
cuales Vegan los doctores Fantini y Ciampi , asistentes del Prof.
De Sanctis: « De la exposición de los resultados de nuestra averi
guación , que no es sino una primera nota a la cual hará continua
ción una serie de averiguaciones análogas, se deduce, seguramente,
la utilidad de la escuela al abierto. Dada la exiguidad de nuestras
investigaciones no es posible sacar conclusiones generales: sólo
pondremos en relieve algunos resultados de los más importantes:
La escuela al abierto además de mejorar las condiciones físicas de
los alumnos, representa un poderoso factor de nivelación mental .
Alumnos que presentan, al inicio del año escolar, un nivel intelec
tual inferior a su edad y notablemente más bajo que aquel de otros
alumnos de la misma ciase y del mismo barrio, después de varios
meses de permanencia en la Escuela al abierto , sobrepasan el pro
pio nivel intelectual de su edad y adquieren ei de los otros alumnos
de la escuela común . El provecho para los alumos de la Escuela
ai abierto no es igual para todos ni se verifica en la misma medida
en los varios períodos de observación : es el último trimestre el que
se manifiesta más proficuo para los alumnos de la Escuela al abierto
mientras es menos útil para los alumnos de la escuela cerrada;
lo que significa que las buenas condiciones higiénicas compensan
NOTICIA DE LIBROS 263

los daños de la fatiga escolar. Además de esto, puede observarse


que entre los alunos de la Escuela al abierto son los pobres, esto es
aquellos que no se nutren suficientemente, aquellos que obtienen
el máximo provecho en la escuela al abierto. Así, pues, sería la
indigencia un factor que detiene ei normal desarrollo de la inteli
gencia. Estos niños pobres, expuestos al aire todo el día, alimen
tados con tres refecciones abundantes, que el Municipio les otorga,
adquieren después de cuatro o cinco meses, una verdadera acelera
ción en el ritmo de su desarrollo mental . Es, en vista de estos resul
tados que cree ei Prof. De Sanctis que la escuela ai abierto pueda
resolver, en gran parte al menos, ei problema de los «falsos anor
males
H. V.

CARLO ; ENRIQUE PAZ -SOLDAN , Las Rases médico -sociales de la


legislación sanitaria del Perú. Vol. 11. - Un volumen en 80. ,
de 235 páginas. Biblioteca de « La Reforma Médica ». Im
prenta «El Inca», Lima , 1918 .
Esta es una obra doblemente digna de aprecio , pues, de una
parte, llega a su tiempo: era una necesidad: su no existencia impli
caba un vacío lamentable en nuestra literatura médico -social; de
otra parte, nadie se hallaba en mejores condiciones que el Dr. Paz
Soldán para poder tratar cuestión que tan a fondo el conoce, y en
verdad la trata con el vigor y la ampiitud de miras que ella merece.
En el primer volumen de Las Bases, el autor encaró todas las
cuestiones referentes al pasado médico - social del país. En este segun
do tomo, es el presente médico - social que estudia, analizando cui
dadosamente la realidad actual de nuestra vida sanitaria , sus di
versos y difíciles problemas, como el de la raza , el de las diferencias
fundamentales de las cuestiones sanitarias según las zonas del te
rritorio nacional, los de la vida urbana (alojamiento, endemias,
epidemias), los de la vida rural , el del trabajo . Presenta, asimismo ,
todo el sistema de leyes vigentes actualmente en materia de asis
tencia sanitaria , y demustra cómo la ley, en vez de adaptarse
a la realidad para así poderla enfrenar de manera efectiva, general
mente no la ha comprendido en su verdadero significado .
El presente médico - social del país es sencillamente desastroso,
según lo pinta el autor, es un cuadro espantable, que deja el espí
ritu lleno de amargura, pues, convence con la evidencia dolorosa
de las cifras estadísticas, ante la que no cabe la duda . El autor hace
ver cómo carece de unidad nuestra organización sanitaria , como se
dispersa estérilmente la acción médico -social, por el hecho de estar
encomendada a las instituciones más diversas e inapropiadas, y ,
por añadidura, enteramente desligadas entre sí ; cómo, sin la cen
tralización científica y administrativa de la asistencia , no será po
sible el progreso en esta materia .
No obstante el lamentabilísimo estado de cosas, el autor no
se muestra pesimista, por el contrario, alimenta entusiasta la lespe
ranza meliorista de una « vigorización nacionals, considera que com
264 NOTICIA DE LIBROS

pulsando como es debido los factores y procesos que han determi


nado en el pasado y determinan en el presente el fracaso de la po
lítica sanitaria , como él lo ha hecho, se podrá elaborar una nueva
legislación sanitaria, que sea el paladión de la salud pública en el
futuro. Tal empresa de orientación prospectiva, intenta acometer
en el próximo volumen de su obra .
Ni una palabra hemos encontrado en el libro relativa a la sani
dad mental ; pero eso no es culpa del autor, que analiza lo existente,
pues al presente, en el Perú se preocupan tan poco del asunto, que
a los legisladores no se les había ocurrido que podía legiferarse en
esta materia. Es de esperar que el autor se ocupe del asunto, con
la amplitud que merece, al precisar lo que hay que hacer en el
futuro .
No podemos terminar esta noticia sin recomendar la
lectura de esta obra, que será verdaderamente edificante, pues
mucho del mal , cuyos «viejos álveos» ha sabido descubrir y pre
sentar el autor, se debe a la ignorancia en que vive el médico pe
ruano en lo relativo a la realidad médico -social de su país.
H. F. D.
Revista de revistas

A morican Journal of Psychology, octubre 1918 : 1. ANNA


BERLINER, « The Influence of Mental Work on the Visual Memory
Images (La influencia del trabajo mental sobre la memoria de las
imágenes visuales).-El estudio experimental del asunto demuestra
que el tiempo necesario para fijar la imágen en la memoria es más
corto antes del trabajo mental que después; que la duración media
de la imágen es mayor también en el primer caso ; que el número de
imágenes tiende apenas a ser mayor antes que después del trabajo;
y que el tiempo necesario para despertar la primera imágen es sólo
excepcionalmente más pequeño antes que después de la labor men
tal. -2. WESLEY RAYMOND Wells, « The Theory of Recapitulation
and the Religious and Moral Discipline of Children » ( La teoría de
la recapitulación y la disciplina religiosa y moral del niño ).- Las
necesidades morales y religiosas, como las fisiológicas, son diferen
tes en el niño y en adulto. Hay más, en el niño varían con cada pe
ríodo de su evolución, por ende, la educación moral y religiosa de
que es objeto, debe ajustarse a las demandas espontáneas de cada
momento de su vida . Ahora bien , como no se conoce circunstan
ciadamente la evolución de las necesidades espirituales del niño,
y como alcanzar este conocimiento requiere mucha observación y
experimentación, que es cosa por hacerse, y como, por otra parte
la educación de esta índole es apremiante , hay que recurrir a una
hipótesis más o menos fundada indirectamente, para inspirarse en
ella: tal hipótesis es la de la correlación entre las etapas de la evo
lución de la especie y la de la evolución individual, que en la acti
vidad psicológica, como en la biológica, parece realizarse con algu
nas limitaciones. Con Stanley Hall, los períodos de la vida del
individuo se dividen en infancia (0-2 años) , niñez (2-8 ), juventud
(8-12 o 13) y adolescencia ( 13-25 y 30 ), cada uno corresponde a
una etapa de la evolución humana, así, el primero corresponde al
período símio y el tercero al del salvaje. Cada período del pro
greso humano tiene también un tipo especial de religión , pasando
de la forma primitiva del tabú a la de moralidad , para llegar a la
superior, de redención. La disciplina religiosa y moral del niño
debe seguir el mismo camino, lo cual harmoniza con las enseñan
zas de Freud relativas a la sublimación de la energia sexyal.
H. F. D.
266 REVISTA DE REVISTAS

Anales de la Facultad de Medicina ( Lima), noviembre - di


ciembre 1918: HONORIO F. DELGADO, « El Psicoanálisis, Capítulo
IV: Crítica y Modificaciones de la doctrina».— Los principales pun
tos que han sido atacados por los detractores del psicoanálisis son :
la imprecisión de algunos términos, la importancia del factor se
xual , la interpretación de los símbolos y el peligro del tratamiento .
Pero ningún crítico ha tenido como defensa la autoridad de la ex
periencia propia , pues, quienes han practicado el psicoanálisis,
aunque se hubiesen dedicado a ello sólo con el fin deliberado de
comprobar pretendidas deficiencias, se han convertido en sus de
fensores. Es indudable que su armazón doctrinal no es totalmente
invariable , algunas hipótesis serán modificadas, otras sustituídas,
a medida que progrese la experiencia; pero el psicoanálisis, en tan
to que método, como es reconocido por todos los que piensan en
armonía con la realidad, es una conquista definitiva. Las modifi
caciones introducidas por Adler y Jung, en lugar de disminuir el
valor de la disciplina, lo aumentan , pues, agregan nuevos vislum
bres de la realidad psicológica profunda. El primero ha hecho ver
el fondo de inferioridad orgánica como punto de arranque del
deseo y la orientación finalista de la suprerestructura psíquica.
Jung ha revelado el valor actual y funcional del simbolismo.
H. F. D.

Archives of Neurology and Psychiatry, enero 1919: 1. Co.


LIN K. RUSSEL, « War Neuroses: Some Views on Diagnosis and
Treatment» ( Neurosis de guerra: algunas consideraciones sobre su
diagnóstico y tratamiento ).- La guerra ha manifestado de manera
especial la importancia de dos ramas del arte de curar: la cirugía
ortopédica y la neuropsiquiatría. Felizmente, los médicos com'en
zan a darse cuenta de que los desórdenes mentales tiene un origen
psicológico: lo cual con frecuencia olvidan cuando se hallan en pre
sencia de casos de tal índole, como la neurosis de guerra, llamada
incorrectamente shell shock. Que tal neurosis no tiene patogenia
orgánica lo evidencian hechos como la constatación de que no se la
encuentra entre los prisioneros de guerra y sí en los soldados en
servicio , que gracias a la enfermedad pueden dejar los peligros del
campo de batalla, y, de otra parte, que no se la encuentra en indi
viduos con heridas encefálicas. El valor es la acción frenadora de
los centros superiores, de reciente adquisición , sobre los inferiores,
primitivos. Si el desarrollo de esos centros superiores es menguado
o si su acción se debilita por una actividad largamente continuada,
los inferiores toman el dominio de la conducta, por eso es más fre
cuente la neurosis en los sujetos débiles de mente, y en los que
han permanecido largo tiempo en las trincheras sin descansar. En
los grandes peligros, los centros inferiores, que son los de autopre
servación, son activamente estimulados, y los síntomas neurósicos
no vienen a ser sino una defensa más o menos laboriosa de la per
sonalidad . El tratamiento debe variar con el caso, pero debe ser
siempy causal. - 2. W.F.SCHALLER, « Complete Division of theSpinal
Cord in Lowe Dorsal Region » ( División completa de la médula espi
REVISTA DE REVISTAS 267

nal en la región dorsal inferior).-- Se trata del caso de un sujeto


cuya médula fué seccionada a consecuencia de la fractura de la X
vértebra dorsal, cuya observación, hecha más de un año después de
la lesión, manifestó la existencia de una exageración de los reflejos
tendinosos del segmento inferior, con signos de compromiso pira
midal , intensas reacciones de defensa, lo mismo que tonus y clonus
patelar, con ausencia de movimientos voluntarios, parálisis de los
esfínteres, úlceras de decúbito ; del lado de la sensibilidad: anestesia
competa por debajo de la XI y XII dorsales. Practica da la lami
nectomía , se intentó suturar los extremos libres, pero sin resul
tado. - 3. E. E. SOUTHARD, « i he Genera in Certain Great Groups
or Orders of Mental Diseases ( Los géneros en ciertos grandes gru
pos u órdenes de las enfermedades mentales).-En este artículo,
el autor hace la subdivisión sistemática , para facilitar el diagnós
tico per exclusionem in ordine, de los once grandes grupos de la cla
sificación propuesta por él a la American Neurological Association
en 1917, cuyo único defecto , a nuestro juicio , es considerar la para
noia en un grupo muy alejado de las esquizofrenias. Cuando ana
lizamos la excelente clasificación de Southard a que se hace re
ferencia, A Key to the Practical Grouping of Mental Disease, indi
camos la conveniencia de colocar la paranoia en el primer grupo ,
de las esquizofrenias, dando al grupo el nombre de Parafrenosis.
( Anales de la Facultad de Medicina, mayo -junio 1918, p . LIV ) ]
H. F. D.

Arehivos Brasileiros de Medicina, Octubre 1918: 1. ESPO


SEL Y REZENDE, « A proposito da sindrome de Brown Séquard».- Pre
sentan los autores dos observaciones del síndrome referido, reco
gidas con grande escrupulosidad clínica, muy interesantes ambas
y de las cuales no cabe análisis , siendo muy de recomendar al es
pecialista.-- 2. ALMEIDA , « Sobre un caso atípico de tabes senil» .- El
A. presenta un caso de tabes, digno de especial mención por los
hechos siguientes: por su evolución clínica, por la edad avanzada
de la paciente (70 años), por la sintomatologia de la afección y por
el factor étnico. Entre otras constataciones importantes expues
tas por el Dr. Almeida se halla la de escapar el caso que él presenta
a aquel doloroso privilegio de los tabéticos amauróticos, quienes,
al decir de Benedikt y de Dejerine y Martin, tienen la compensa
ción de la paralización de los daños causados por la enfermedad ,
para lo cual ha sido reservado el nombre de tabes benigna. La en
ferma presentada por el Dr. Almeida es amaurótica y atáxica.-
3. ESPOSEL, « Meningitis).- En pocas páginas expone el autor los
más interesantes problemas de medicina práctica relativos a la
meningitis, expuestos con sencillez y acierto didáctico.
--Nov . 1918 : 1. Almeida , « Um caso de paralysia geral fe
minina juvenils . - Conceden vivo interés a la observación del Dr.
Almeida el hecho de la heredo-lues comprobada por el examen
somático del padre y por la reacción de Wassermann positiya en
la sangre de la madre de la enferma y en la de una hermanita de
268 REVISTA DE REVISTAS

ésta , así como la evolución rápida hacia la demencia y la presencia


de alucinaciones, que han sido raramente señaladas por los autores
en el curso de la demencia paralítica . - 2 . ESPOSEL, « Encephalites).
-El A. publica una nota de medicina práctica respecto a la ence
falitis, muy concisa y tan interesante como las anteriores notas
neurológicas de Medicina Práctica .
H. V.

Journal of Applied Psychology, setiembre 1918: 1. Louis


M. TERMAN, Ar experiment in Infant Education » ( Un experimento
en la educación del niño ).- Es la historia de un caso de enseñanza
de la lectura a una niña perfectamente normal, que apenas pasados
los dos años de edad puede leer con relativa facilidad. Antes de
los 18 meses, el padre había tratado infructuosamente de enseñarle
a conocer algunas letras; a esa edad comenzó a usar otros métodos
que resultaron eficaces: consistían en solicitar la atención del niño
sobre las letras por medios indirectos; así, por ejemplo, colocaba
grandes mayúsculas delante de los cuadros, o entre las hojas de li
bros de paisajes, y trataba de desbordar el entusiasmo del niño de
las figuras hacia las letras. De esta suerte logró que a los 19 meses y
13 días supiese reconocer y pronunciar todas las mayúsculas; que
un mes más tarde supiese también las minúsculas, y cuarenta
días después de esto, leyera 35 palabras y comenzase a darse
cuenta de que las palabras en conjunto representan ideas. Más tar.
de, con métodos siempre variados para explotar el efecto de la
novedad - con métodos más directos de estimular el interés de la
niña, y aún castigándola ligeramente, se consiguió mayores progre
sos: a los 23 meses conocía 75 palabras; a los 24, ya 200 y a los 26,
llegaban a 700. El sentido matemático de la niña ha permanecido
inestimulable antes de los 23 meses, pero a los 24 ya podía leer nú
meros impresos hasta más de la cifra 100 y contar correctamente
grupos de objetos hasta 10. El vocabulario de la niña llega a más
de dos mil palabras, y su capacidad de retención es infinitamente
superior a la de niños y adultos de cualquiera edad , particularmen
te después de cuatro a seis horas de haber despertado. El tiempo
que elpadre ha podido dedicar a esta labor pedagógica ha sido pe
queñísimo y no siempre cotidiano . Este caso hace pensar que no
entraña peligro alguno ejercitar precozmente las funciones menta
les del niño en trabajo útil ; parece que así lo que se hace no es más
que emplear de manera beneficiosa la energía que se desperdicia
en el juego ; los golpecitos dados al niño con este mismo objeto ,
probablemente no tendrán más consecuencia psicológica que desviar
el campo del interés. 2. S. L. PRESSEY and L. W. PRESSEY, «A
Group Point Scale for Measuring General Intelligence, with First
Results from 1,100 School Childrens ( Una escala compuesta para la
medida general de la inteligencia , con los primeros resultados de
1,100 escolares).-- La tarea de realizar una investigación en gran
escala de la capacidad mental , hizo experimentar a los autores la
necesi'ad de tests que llenaran los requisitos siguientes: a) ser
aplicable a sujetos de las más diferentes edades que posible ; b) po
REVISTA DE REVISTAS 269

der controlar de manera apreciable la atención de los niños menores;


yc) ser de manejo fácil y requerir poco tiempo. Comoninguna de las
escalas usadas satisficiera todas estas necesidades, los autores ela
boraron una, compuesta de diez tests, dividido cada uno en veinte
partidas, aplicables a niños de instrucción o mentalidad correspon
diente a edades entre 8 y 16 años; el cual da una medida de la capa
cidad mental mucho más adecuada de lo que puede dar cualquier
sistema de examen artificial ; siendo sus resultados concordantes
con otras evidencias sociológicas y educacionales. El método es, ade
más, ventajoso , tanto para las necesidades de la práctica psicope
dagógica, como para las exigencias de la investigación científica.
3. HERBERT R. LASLETT, « The Value of Relevancy in Advertisment
Nlustrations» ( Valuación de los anuncios ilustrados desde el punto
de vista de la réclame).--Las investigaciones de laboratorio, desde
este punto de vista de la piscología comercial, realizadas por el
autor, demuestran que los anuncios con ilustraciones llamativas
son recordados diez veces más a menudo que los que tienen f guras
poco llamativas. La firma comercial, o el nombre del objeto anun
ciado, es aprehendida de dos a tres veces más rápidamente en la
primera categoría que en la segunda. También se confirman los
resultados de psicología del anuncio , ya conocidos, relativos a la
influencia del tamaño, la frecuencia de la aparición, la intensidad
del contraste de sus ilustraciones, de los tipos, etc.
H. F. D.

Journal of Nervous and Mental Disease, noviembre 1918:


S. P. KRAMER, « Palliative Trephining in Cases of Tumor of the In
fundibular Region» (Trepanación paliativa en casos de túmor de
la región infundibular).--Es menester escoger un sitio apropiado
para la trepanación con fines paliativos, sobre todo, para atenuar los
síntomas generados por la compresión de los nervios ópticos; en
los casos de tumor de la región infundibular, pero no es posible
determinarlo sistemáticamente para todos los casos, pues la presión
del tumor no depende de condiciones hidrostáticas; sin embardgo,
la trepanación por la región frontal ofrece ventajas.-- 2. L. B. AL
FORD, « Irrigation of the Šubarachnoid Space » ( Irrigación del espacio
subaracnoideo ).— Siguiendo procedimientos adecuados, se puede
hacer pasar soluciones de un extremo a otro del espacio subarac
noideo en los cadáveres. En los de los animales la solución llega a po
nerse en contacto con toda la superficie del sistema nervioso cen
trai ; en el del hombre sóio alcanza la base y las partes de la conve
xidad próximas a la trepanación superior. Se han empleado diver
sas substancias antisépticas. Lo que tienen de útil estas investiga
ciones es el conocimiento de que, cuando se trate de infecciones
meningeas, se puede tener seguridad de que el suero y los agentes
terapéuticos inyectados van a ponerse en contacto con determi
nadas regiones cerebrales. También abren nuevas vías para inves
tigaciones de fisiología de las meninges. -- 3. EMANUEL S. BRODS
RY , «Clinical Review of the Symptomatic Psychoses» Revista cli
nica de las psicosis sintomáticas).-- Los desórdenes mentales de ori
270 REVISTA DE REVISTAS
gen extranervioso , salvo los asociados a la enfermedad de Addison ,
å la de Graves, a la tetania crónica , que son entidades clínicas defi
nidas, y los dependientes de tóxicos minerales o alcaloides exógenos,
constituyen las psicosis sintomáticas. Se dividen en dos grupos
fundamentales: exógenas y endógenas. El primero comprende las
psicosis por infección : delírio (febril , infeccioso y post -infeccioso ),
confusión aguda y estados de agotamiento mental; el segundo
comprende los trastornos mentales causados por autointoxica
ción , debida a lesiones de diversos órganos.
H. F. D.

Journal of Philosophy, Psychology and Scientifie Methods,


enero 2, 1919: 1. MARGARET FLOY WASHBURN , « Dualism in Ani
mal Psychology» ( El dualismo en la psicología animal).- El criterio
dualista tiene un argumento de valor contra el criterio de la con
ducta (behaviorist), cual es, que si es cierto que una sensación pue
de ser apreciada exteriormente por los cambios o efectos manifes
tados por el sujeto , no lo es menos que la propia reacción subjetiva
sobre la sensación , distinta de la sensación misma, es un fenómeno
inaccesible al observador del comportamiento. - 2 . HENRY Rut
GERS MARSHALL ,«Of Outer-World Objects» ( De los objetos del mun
do exterior).--Cuando en un sujeto, dos experiencias aperceptivas,
siendo una más frecuente y anterior, tienen algún elemento en
común, este elemento hace que siempre que se presentan las con
diciones exteriores de la experiencia menos frecuente, se infiltran
en ella factores de la otra experiencia , llegando a interpretar el
sujeto la experiencia actual en términos de la otra. Esto que su
cede tomando aisladamente dos apercepciones, tiene lugar tam
bién de una amenra general en la experiencia del mundo exterior:
la experiencia anterior, desde la obscuramente realizada durante
los últimos períodos de la vida intrauterina , revive en cada una
de nuestras apercepciones actuales. Es justo, según esto , distin
guir la conciencia y el mundo exterior, pues la conciencia tiene
la carga de las impresiones del pasado, en tanto que el mundo
exterior, como percepción , no implicaría más procesos mentales
que los suscitados de manera actual.
H. F. D.

Pedagogical Seminary, setiembre 1918: 1. WILLIAM H. BURN


HAM, « Astigmatism and Brain Work » ( El astigmatismo y el trabajo
cerebral).- La mayor parte de los individuos es astigmata,aunque
sea en grado infimo. La mitad de los casos de visión defectuosa es
debida al astigmatismo . Esta anomalía de la visión causa desórde
nes fisiológicos variados y molestos, siendo los nerviosos lo sufi
cientemente graves para limitar la eficiencia del sujeto, como cefa
lalgia, fatiga , nerviosidad, hipocondría , etc. , aparte de los reflejos,
como náusea, vértigos, etc. En la escuela se debe investigar y co
rregir sistemáticamente este defecto visual, cuyosefectos sobre las
funciones nerviosas y mentales son explicables, basándose en los
- REVISTA DE REVISTAS 271

modernos estudios experimentales, y de acuerdo con los casos clí


nicos analizados por Gould, no por trastornos inmediatos de la
circulación, sino por la constitución de reflejos condicionales, es
decir, que si el sujeto al ejercitar su visión en algo que le interese
se pone en cierto estado emocional que hace entrar en actividad
los órganos de secreción interna, como las suprerrenales, siempre
que tengan que hacer el esfuerzo anómalo de acomodación se pro
ducirá el mismo estado fisiológico, que por su frecuencia es causa
suficiente para originar los desarreglos que se presentan en los
astigmatas. - 2.THOMAS A. STOREY,«Physical Training an Essential
to the Better Health Defense of Society» (La educación física como me
dio esencial para la mejor defensa de la salud de la sociedad ).- Las
condiciones generales e individuales de salud y longevidad, sólo
son condicionables por el Estado hasta cierto límite, más allá de él
se requiere la colaboración activa del individuo mismo , la cual sólo
es posible gracias a una educación sistemática que crée en el sujeto
sabios preceptos de higiene y sanos hábitos de defensa del propio
vigor. Los ejercicios físicos, con sus consecuencias beneficiosas
para la vida intelectual, moral y estética , son el medio « enormemen
te activo» de luchar contra la salud precaria, las enfermedades
evitables y la muerte prematura . Con este fin debe organizarse, en
primer lugar, la inspección médica escolar, para realizar riguroso
e inmediato control de la salud ; en segundo lugar, debe organizarse
la instrucción del cuidado del organismo y del conocimiento de las
leyes de la salud; y, por último, establecer la práctica de los ejerci
cios que han de convertirse en hábitos de recreo activo, para toda
la vida . Tal orientación será un hecho positivo para el Estado de
Nueva York, pues las leyes inspiradas en tales principios han sido
aprobadas. De este modo, los dos millones de niños que se educan
en ese Estado, tienen asegurada una vida mejor y más prolongada
que la de las generaciones anteriores. 3. G. STANLEY HALL, « Šome
Éducational Values ofWar» ( Algunas ventajas pedagógicas dela gue
rra ).--- Esta guerra , a'es el fenómeno más importante de la historia,
y cuyos añosde duración tienen más significado para la humanidad
que los milenios del pasado , nos pone a la puerta de un nuevo orden
de cosas. La estupenda tarea que ha de seguir a la guerra , será de
reconstrucción en la vida industrial, económica , social, política ,
higiénica, moral y religiosa de las instituciones. Lo que antes pare
cía sólido, hoy se presenta plástico e invita a ser remodelado , para
cambiar totalmente la estructura a nuestra civilización , haciendo
de ella una mansión más noble para el alma humana . Es un nuevo
cosmos que está a punto de plasmarse, y es nuestra tremenda tarea
usar estas oportunidades e incentivos en vista de hacer el mundo
mucho mejor, pagando los horribles sacrificios que significa la
guerra con la creación de condiciones tales, que la generación na
ciente viva en un nuevo reino del hombre . En este momento , la
obligación de todo maestro , es utulizar en absolto la formidabie
energia del interés de cada educando , inundando el sistema de edu
cación con el más puro espíritu de lealtad , de valor, de solidaridad,
de sacrificio . Es de los niños que pasan hoy por la escuela age de
pende el resultado de la gran guerra de después de la guerra . Muy
272 REVISTA DE REVISTAS

sabiamente se ha aprovechado la oportunidad para la enseñanza de


geografía , historia, cultura física etc.; pues una instrucción adecua
da, basada en los acontecimientos actuales, es de más provecho para
el sujeto que todos los años de instrucción rutinaria . La confección
de poemas sobre la guerra ha sido grandemente estimulada en
Alemania, lo cual es de mucho valor, pues la poesía es la lengua ma
dre del corazón , y la disposición del corazón es decisiva para la
actividad del espíritu. Los estudios especiales en colegios y univer
sidades, también han sufrido hondas modificaciones, de provecho
inmediato y de valor para el porvenir. - 4. G. STANLEY Hall, «A
General Survey of Child Study» ( Observaciones generales sobre el
estudio del niño ).- La pedologia ocupa hoy, muy merecidamente,
lugar privilegiado, ya que es ella la ciencia más humana y la que
reporta los mayores y más duraderos beneficios a la sociedad . Entre
las recientes adquisiciones en el terreno del conocimiento de la vida
infantil , la valorización del interés es muy digna de notarse, pues el
interés es verdaderamente el Espíritu Santo de la escuela; pero
se debe considerar «como lo más notable de todas las contribucio
nes de la pedología , aquellas que nos han venido de los psicoanalis
tas) . Los mecanismos mentales descubiertos por ellos, son de tal
importancia teórica y práctica, que puede asegurarse que no hay
en la historia de la psicología nada que se asemeje en valor. Los
descubrimientos en cuestión, que descansan sobre la solida base de
miles de observaciones clínicas, son : 1º. , la existencia de dos tipos
de carácter, activo y pasivo, para mandar y para obedecer, para
actuar y para pensar. El estudio de estos tipos, ha permitido, ade
más, el mejor conocimiento del temor, sentimiento cuya utlidad
pedagógica es inmensa ; 2°. , el atributo, propio del niño, de acumular
y descargar fácilmente grandes cantidades de energía, el « eretismos,
cuya conservación en ulteriores épocas posible según la psicología
genética - puede ser decisivo para el éxito de la vida; 30. , la pro
pensión al egoísmo y al altruismo, a la maximación del yo a des
pecho de los intereses ajenos o a la minimización del yo , con la ten
dencia al sacrificio : propensiones que si toman su libre expansión
pueden engendrar tipos cuyos paradigmas, según el cristianismo,
son Satanás y Jesús; 40.. la instalación durante los primeros años
de la vida de la actitud fundamental del individuo hacia la auto
ridad, pues de la conducta que observan con sus padres cuando
niños, depende su modo de ser en el campo de las actividades po
lítica , social , religiosa y económica, cuando adultos; 50. , el princi
pio de compensación, es decir, la tendencia consciente e incons
ciente a contrabalancear, en alguna forma, las deficiencias perso
nales ; 60. , la naturaleza múltiple de la psiquias, cuyos elementos
disociados tienden a excluirse, lo que hace necesaria una disci
plina que favorezca su harmonía y organización . Los principios
del psicoanálisis permiten gobernar la actividad afectiva en su ori
gen,cuando puede ser fuente del bienestar y grandeza del hombre,
o de su locura o criminalidad. Por lo demás, es hoy un método del
que se pueden sacar múltiples beneficios « sin ofensa para los instin
tos males y con formidable ganancia para la salud y la eficiencia
mentales». Todos los progresos en el estudio del niño, y en el amor
REVISTA DE REVISTAS 273

a éste, que es un distintivo de nuestra época , nos son como una


llave de oro que nos permite abrir las puertas de una mansión es
pléndida para el espíritu humano.
H. F. D.

Prensa Médica Argentina, diciembre 30, 1918: Nerio Ro


jas , « El cerebro de la demencia senil. - La vejez es un proceso pato
lógico crónico, que como la demencia senil , es determinado por fac
tores tóxicos. La demencia senil se diferencia anatómica y clínica
mente de la arterioesclerosis cerebral , aunque con frecuencia coe
xistan : la primera es un proceso de esclerosis difusa , la segunda de
termina lesiones en foco. En 100 casos estudiados por el autor, la
muerte se produjo por marasmo en 30, en los demás por nefritis,
bronconeumonía , enterocolitis, miocarditis, reblandecimiento, etc.
La dilatación ventricular se presentó en 79; la atrofia cerebral en 74;
lesiones meningeas en 50; reblandecimientos en 24. El peso del ce
rebro se constató disminuído, oscilando entre 1150 y 1250 (cerebelo
protuberancia y bulbo inclusive) . Las lesiones microscópicas con
sisten en la regresión de los elementos nobles, degenerando primero
las partes más evolucionadas, la sustancia cromática en primer tér
mino. Entre la ancianidad o vejez lúcida, sin lesiones, y la demencia
senil, con lesiones típicas, hay un estado intermedio, con pocas le
siones, que el autor denomina senilismo, de capacidad y responsa
bilidad dudosas.
H. F. D.

Psychoanalytie Review , octubre 1918 : 1. THOMAS VER


NER MOORE, « The Hound of Heaven » ( El sabueso del cielo).
-El poeta inglés Francis Thompson, en su mejor obra, el poé
ma titulado «The Hound of Heaven» , hace, de manera primorosa ,
la historia de la evolución que siguiera en su vida el juego de las ten
dencias de su libido, o sean las impulsiones de sus deseos íntimos y
las exigencias morales de su conciencia. Se ve a través del simbolis
mo poético cuál es la dirección de esta lucha y cómo termina . Al prin
cipio, es la sensualidad desenfrenada del muchacho egoísta, después,
poco a poco y con muchos accidentes, algunos de los cuales lo pu
sieron a las puertas de la demencia precoz, ilaga a realizarse la subli
mación , orientándose en el sentido de la purificación religiosa. En la
obra poética de Thompson se puede comprobar, conociendo su bio
grafía, como los pecados del pasado se convierten en poemas del fu
turo. Así, pues, el conflicto entre las leyes de la carne y los ideales
del espíritu , que había sido reconocido y formulado claramente des
de San Pablo, y cuyas manifestaciones extremas son los procesos
neurósicos y psicósicos, se manifiesta por la creación artística en
los individuos dotados de genio .—2 . ARRAH B. EVARTS «A Lace
Creation Revealing an Incest Fantasy» (Una labor de encaje reve
ladora de fantasías incestuosas). - La expresión de lo íntimo
del alma de cada sujeto es el hecho soberano en la vida mental,
y su modo de realizarse es lo que señala el valor de los produaps del
espíritu humano , pues aunque la obra genial de un artista, por caso ,
274 REVISTA DE REVISTAS

y los desvaríos de un alineado son obra de los mismos factores, su


valor es radicalmente diferente, pues el uno corresponde a
una lucha por la autoafirmación coronada por el éxito de
las aspiraciones superiores, en tanto que el otro no pasa de
ser el aborto de un juego de fuerzas muy desiguales. Para alimen
tar su necesidad de expresión, la mujer tiene, entre otros medios, el
trabajo de aguja , con el cual ciertos alienadas expresan libremente
sus más ocultos secretos. Evarts, presenta el caso de una psicópata
que en una obra de crochet simbolizó.de la menera más concreta ,los
motivos subconscientes de su conflicto patógeno,como lo demostró
el análisis realizado después: cada personaje del tejido es la encarna
ción de una persona que ha intervenido activamente en su vida sen
sual reprimida ; cada uno es un símbolo que tiene cabida en sus fan
sías, cuya base es el complejo de Edipo . - 3. ALBERT K. WEINBERG,
« Nephew and Maternal Uncle: A motive of Early Literature in the Light
of Freudian Psichology» ( Sobrino y tio materno: Un motivo de la li
teratura primitiva a la luz de la psicología freudiana ).- Es de una
sorprendente frecuencia en la literatura antigua el hecho de hallar
se glorificada la relación entre sobrino y tío materno, lo cual obedece
indudablemente a una causa, que es lógico suponer que sea de orden
psicológico . Weinberg considera que ello es debido a un desplaza
miento del libido materno de parte del hijo, y a un desplazamiento
del libido para la hermana hacia el hijo de ésta, de parte del tío: des
plazamientos obligados por la censura, pues la atracción libidinosa
tanto hacia la madre como hacia la hermana, es incestuosa , por ende,
reprimida . Por otra parte, tío y sobrino están unidos de una manera
especial, por que ambos tienen por enemigo (subconsciente) al pa
dre -cuñado. Considerando al sobrino desde el punto de vista del he
roísmo, se comprende que psicológicamente es más correcto decir
que en las leyendas son «héroes por ser sobrinos» que decir simple
mente que son «héroes y sobrinos», pues el fondo subconsciente del
heroísmo es la afirmación del yo libre, vencedor de toda esclavitud,
y la más profunda de las esclavitudes es la sujeción del niño al padre.
H. F. D.

Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal, julio


-agosto 1918: HONORIO F. DELGADO, « La rehabilitación de la
interpretación de los sueños».--La onirocricia gozo de gran auge
otrora, en todos los pueblos; después, los hombres de ciencia, to
mando la cosa con demasia da ligereza, la descalificaron , conside
rándola mero producto de la mentalidad supersticiosa de las socie
dades inferiores; pero «como no hay desdén que no acabe pronto o
tarde por cambiarse en compresión », la psicología del día ha pues
to a luz su fundamento real, separando lo que hay en ella de inge
nua ilusión. Es a Freud que la ciencia debe el magno descubrimien
to del valor de los sueños y de la técnica de su interpretación. El
ensueño , que es el guardián del sueño, es decir, la defensa contra el
despertar, tjene por función descargar la subconsciencia de su con
tenido de complejos ideoafectivos reprimidos, lo cual consigue sólo
indirectamente por medio de símbolos arcaicos. El mecanismo de
REVISTA DE REVISTAS 275

la realización de los sueños es semejante al de los trastornos psí


quicos funcionales, por eso puede considerarse como la imagen nor
mal de todas las formaciones psicopatológicas. El verdadero fon
do psicológico del ensueño es la satisfacción de deseos, la cual se
realiza veladamente, sufriendo el contenido una transmutación
aparente de valores, sin la cual no podría ser tolerada por la cen
sura de la conciencia, que aun durante el sueño permanece vigi
lante. La técnica de la interpretación consiste en seguir rigurosa
mente los mismos principios del método científico usados siempre
que se hace un estudio comparado. El sueño se descompone en sus
partes, y con cada uno de los elementos se suscitan en el sujeto to
das las asociaciones espontáneas que sean necesarias, hasta agotar
la serie de recuerdos, remontándose hasta la infancia ; esto , bien
hecho, da material suficiente para la reconstitución del drama oni
rico. La interpretación tiene, pues, por antecedente necesario una
«confesión científicamente organizada ». El contendio de los sueños
encarna, al mismo tiempo que una regresión al pasado y una com
pensación de las dificultades de la vida actual , encarna actitudes
mentales de orientación hacia el futuro. Por eso la interpretación
de los sueños es la mejor vía para conocer a ciencia cierta el estado
psicológico profundo del sujeto y poder, por consiguiente, actuar
de la mejor manera en pro de su bienestar y de su felicidad.
H. F. D.
--Nov - Dic . 1918: 1. HelvIO FERNANDEZ , « Impotencia psiquica
y nulidad de matrimonio » .— Interesante estudio médico legal de un
caso de nulidad de matrimonio fundada en los hechos siguientes:
la degeneración fisiopsíquica del marido , afecto de psicastenia con
obsesiones ideativas contrarias a la función sexual reproductora,
obseción sexual electiva y particularizada en la esposa ( idiogamia ).
La cónyuge provoca en el sujeto ideas, imágenes, sentimientos y
percepciones sensoriales que inhiben la función medular erogena.
Esta función no presenta el valor fisiológico normal (facultas eri
gendi- hipofunción ). El marido es un impotente psíquico con res
pecto a la mujer; esta impotencia psíquica está puesta en relieve
por la incólume virginidad de la conyuge, después de un connubio
de once meses; es absoluta con respecto a la esposa , por ser esta el
punto de partida y de origen del contraestímulo obsesivo que in
hibe el erotismo del marido y, por ende, su «facultas erigendis; es
anrerior al matrimonio, pues la virginidad de la esposa y la confe
sión de las partes prueban la no consumación del matrimonio .-- 2.
A. AustrEGESILO, «La pereza patológicas.--- El A. absuelve esta
interrogación : ¿Es la pereza pecado o enfermedad , aspiración o
superioridad Acepta, con Haury, las perezas psicológicas y aque
llas patológicas, bastante más frecuentes de lo que pudieracreerse
y que suelen depender tanto del estado físico como del estado men
tal y que se hallan caracterizadas por el desmedro del ergonio , como
propone llamar el autor al coeficiente de actividad física o psíquica
que todo ser humano posee . Analiza el A. los diversos estados
psicopáticos en los cuales es puesta en evidencia la pereza mfbida
y concluye llamando la atención hacia el valor de ella en la averi
276 REVISTA DE REVISTAS

guación clínica . - 3. H.VALDIZAN ,« Las neurosis en la época colonial ».


-Continuando el autor su labor de Paleontopsiquiatría, estudia,
en este capítulo de sus «Locos de la colonia » la frecuencia de las
neurosis en el Perú bajo la administración colonial .
H. V.

Rivista di Psicologia , Setiembre -- diciembre 1918: 1. GRA


DENIGO E GEMELLI : « l reattivi psicologici per la scelta del personale
militare navigante neli'aria ». -No es posible, sintetizar, dentro de
los estrechos límites de una nota bibliográfica, el muy interesante
estudio de los autores relativo a la intervención, hoy ineludible,
del psicólogo en la elección del personal encargado del manejo de
aquella nueva arma muy eficaz en la última tremenda guerra. Los
A. A. plantean, entre las questioni fundamentali del problema, el
estudio de las diversas organizaciones sanitarias a que ha dado
lugar el aprovechamiento militar de la aeronavegación y estable
cen el hecho de la evolución operada en las grandes orientaciones
del criterio de selección de los candidatos a aviadores militares, q '
ha concluido por conceder al examen somático tan sólo un valor ne
gativo selectivo y que, en cambio, concede la máxima importancia
al examen del complejo de la actividad psicomotriz. Los A. A. ex
ponen la técnica italiana del exámen somático, del examen de los
órganos de los sentidos, y, por último , del exámen psicofisico. Y
llegan a las siguientes conclusiones: «Estos son los tests adoptado
por los repartos psicofisiológicos de Aviación Militar. La institu
ción de los repartos para la selección preventiva de los pilotos del
aire y para el control periódico de sus aptitudes para el vuelo , re
presenta, sin duda, una se las más fecundas y útiles aplicaciones
de la ciencia a objetivos de práctica utilidad. Podemos afirmar con
viva satisfacción que los resultados ya obtenidos en Italia han lo
grado disminuir, en buena medida, el número de las eliminaciones
tardías de los candidatos y pilotos de los campos de aviación y ha
permitido seguir a los pilotos y observadores en su carrera aviato
ria, sugiriendo medidas tendentes a evitar un gasto rápidamente
grave y destinadas a favorecer un empleo fundado sobre datos ob
jetivos y constantes.-- 2 . PORTIGLIOTTI, «Organi, funzioni e senti
menti (Rileggendo l'epistolariodi Abe.ardo ed Elgisa )».— Para quie
nes cultivamos, con mayor voluntad que provecho, la Paleontopsi
cología, el artículo de Portigliotti nos ha sido de verdadero regalo.
El A. estudia, en las cinco únicas cartas que sobreviven a la corres
pondencia de los clásicos amantes de personalidad un tanto defor
mada por la leyenda de la bella e intelectual sobrina del Canónigo
Fuebert y de su infortunado amante , Las cartas de los dos aman
tes son en su mayoría, evocadoras de un pasado lejano; pero es
distinto el matiz de la evocación : Eloisa evoca un pasado que de
sea , « vibra todavía , aún sobre los sacros velos, a los impulsos de
la carne y, olvidada del claustro y de sus funciones de Abadesa,
suspira nostálgicamente la perdida voluptuosidad». Abelardo, en
cambio, evoca ese pasado para execrarlo y para aconsejar a la aman
te el cambio de sendero y recomendarla el amor de Dios. Pero el
origen de esta conducta no es meramente cerebral; es, más que
EEVISTA DE REVISTAS 277

cerebral . . . . . . endocrínico. El Canónigo Fuebert ha vengado el


honor mancillado de su sobrina haciendo que manos mercenarias
robaran a Abelardo los elementos orgánicos de su sexualidad otrora
inrefrenable. Y es el eunuco el que asoma en el epistolario ; es el
eunuco el q'execra a quella función que ya no es capaz de realizar y
que constituyó, a cuanto él mismo asevera, el más intenso atrac
tivo que ejerció Eloísa sobre él . Eloísa, en la integridad de sus ór
ganos, añora el bienestar funcional ; Abelardo, el mutilado , la exe
cra. Si el Canónigo Fuebert hubiera ovariotomizado a Eloísa, el
epistolario sería bien distinto ; es más aún , no habría existido.-3.
Botti, «r servazioni di ottica in montagnar.-- El autor da cuenta de
una observación , realizada en montaña y a la cual atribuye una sig
nificación psicológica en el más libre sentido de la palabra a des
pecho de su significación especial en el campo de la óptica. Expone
los puntos fundamentales de esa y de otras observaciones perso
nales y manifiesta la necesidad de someterlas a un exacto control ,
sobre todo por medio de rigurosas medidas cuantitativas. - 4. Bo
tti, « Breve nota sul comico .-- Elautor aborda este arduo tema del
cómico y aporta al estudio de este argumento ,que ya ha sido obje
tivo de interesantes y conocidos estudios de Bergson, de Lipps, de
Levi , de Gemelli y de otros autores, nuevas y muy atinadas obser
vaciones. Para el A. el sentido del cómico se resolvería en aquella
situación de ánimo en virtud de la cual la representación externa
objetiva de la expresión de un acto humano personalmente digno
contrasta en modo inmediato y máximo con el significa do comple
tamente opuesto del acto mismo, o viceversa, sin que por esto se
cambien los elementos representativos objetivos o subjetivos sen
timentales y emotivos; por el contrario, neutralizándose todos los
elementos perturbadores que pudieran turbar aquella especie de
equilibrio inestable y de coincidencia fundamental a base de los
elementos destinados a su inconcebible contradicción de aque
llo que se dice cómico. De donde se sigue que el cómico está en ra
zón directa de tal inconcebibilidad de contradicción, así como de
la indiferencia sentimental y emotiva. Así encuentra confirmada
el A. la hipótesis que considera real la ausencia, en el cómico o en
lo cómico, del juicio lógico , del sentimiento, y, mucho menos, del
querer y que, por el contrario, la contradicción sufrida sea cómi
ca precisamente por su falta de correspondencia con dichas mani
festaciones de la actividad psíquica . - 5. FERRARI , « Germania re
pubblicana ?s . - El ilustre maestro de Imola estudia en la «Note e
discussionis de su Revista aquello de legítimo y de legal que pueda
haber en el empeño de los diversos estados de habla teutona en ha
cer abdicar o en destronizar a aquellos que, hasta ayer, constitu
yeron verdaderos semidioses de estos mismos pueblos que hoy les
repudian. El Prof. Ferrari cree necesaria una severa vigilancia de
la obra de los pangermanistas socialistas que se han adueñado del
poder y cree deber evitarse que dicha agrupación, poniendo tér
mino al socialismo y al bolshevikismo, no intente nuevamente el
programa de invasión y de predominio que el Kaiser no ha logrado
realizar.
H. V.
278 REVISTA DE REVISTAS

Rivista Italiana di Neuropatologia , Psichiatria ed Elet


troterapia, Noviembre 1918: SCARPINI, « Paralizi dissociata del po
pliteo interno per ferita del tronco dello sciatico » ( Parálisis disociada
del popliteo interno por herida del tronco del ciático ).— Expone
5 observaciones, ampliamente presentadas, para llegar a las
siguientes conclusiones: 10_La topografía fascicular del ciático no
explica por qué en las heridas del tronco de este nervio sea excep
cional la parálisis disociada del popliteo interno ,en tanto q ' es fre
cruentísima la parálisis disociada del peroneo ; 20 - Ocurre admitir,
en cambio , aun para los traumatismos, la más fácil vulnerabilidad
de las fibras del peroneo, lo que concuerda con su más fácil morbili
dad de frente a otras causas muy diversas; 30 — La frecuencia de los
traumatismos del ciático aun sin verdadera discontinuidad de fi
bras, explica por qué, con el compromiso global del tronco nervioso ,
el peroneo, por las razones indicadas, manifieste su menor resisten
cia con el sindrome disociado, que es el que más comúnmente se
observa .

--- Dic . 1918: PICCIONE, « L'epidemia d' influenza nel centro


neuro - psichiatrico di Catania (La epidemia de influenza en el
Centro Neuropsiquiátrico de Catania ).— El autor expone la evolu
ción de la epidemia de influenza en el centro neuropsiquiátrico di
rigido por el Prof. D'Abundo y refiere dos observaciones interesan
tes: En una de ellas se trataba de sujeto cuya integridad renal in
vitó al A. a realizar, con exito, la inyección endovenosa del sublima
do corrosivo. En una segunda observación, fundado en la ley de Beh
ring, el A. inyectó a un sujeto víctima de la infección gripal 4 c. c.
del suero de un conveleciente de influenza. El A. , con muy buen sen
tido clínico, no concede a estas sus observaciones un valor definitivo
y espera que ulteriores investigaciones arrojen mayor luz sobre el
particular.
H. V.

Siglo Médico, diciembre 28 , 1918: CESAR JUARROS, « Sindrome


neurastenico en un azoúrico ».- Presenta el auor una observación
interesante, que es la primera de esta índole publicada en español,
de un caso diagnosticado por largo tiempo de neurastenia, que al
ser minuciosamente examinado, resultó ser de azoúria o diabetes
nitrogeneda , diagnóstico reafirmado por el éxito del tratamiento
empleado. Se trata de un hombre de 48 años, de un temperamento
exageradamente emotivo, que poco después de la muerte de su ma
dre, «en quien tinía puestos los cariños todos», comenzó a decaer
orgánica y psíquicamente, atribuyéndolo todo a la causa moral . Más
tarde se inició polifagia y polidipsia y algo de poliuria, quedando el
sujeto en un estado lamentable. En este estado se presentó al autor,
quien indicó se le hiciera un análisis de orina, el cual reveló indica
nuria , oxaluria y úrea en exceso (32 gr. 40 ).Con un tratamiento con
sistente en reposo en cama, dieta con predominio lactovegetal , fer
mentos lácticos, tónicos nerviosos (opoterapia cerebral, lecitinas)
convenientemente ordenado , la agitación nerviosa a base de gran
ansied cedió prontamente y el estado general siguió halagüeño cur
REVISTA DE REVISTAS 279

so . Después de una recaída, con 43 gr. 72 de úrea por litro, se insti


tuyó de nuevo el mismo régimen, que fué igualmente eficaz, pues
tanto entonces como antes dela recaída,el sujeto no aquejaba más
que de ligera astenia nerviosa, inestabilidad del humor y apetito
excesivo. Este caso enseña que antes de dar el diagnóstico de neu
rastenia, hay quedescartar clínicamentela posibilidad de que no se
trata de un estado puramente sintomático .
H. F. D.
Publicaciones recibidas

ARCHIVES OF NEUROLOGY AND PSYCHIATRY, Febr. 1919.


Esta nueva publicación, que ha salido a luz por ser una nece
sidad , dada la importancia que ha adquirido el estudio de las enfer.
medaeds nerviosas y mentales, tiene por fin cardinal «elevar el
tipo general del conocimiento del sistema nervioso y sus enferme
dades). La mejor garantía para ello es, sin duda, el personal de
redacción, pues está constituído por los siguientes especialistas
distinguidos: Hugh T. Patrik , Pearce Bayley, August Hoch, E.
E. Southard, Frederick Tilney y T. H. Weisenburg.
Los ARCHIVES comienzan muy bien , tanto por lo escogido de la
colaboración cuanto por la presentación material . Siendo mensual,
cada número consta más o menos de 140 paginas, con numerosos
grabados.
EL SIGLO MEDICO, 14 Dic. , 21 Dic. 1918, 4 Enero 1919.
La gran revista española, en su número de 28 Dic. , publica una
nota sobre la Revista de Psiquiatria y disciplinas conexas, firmada
por el Dr. Pérez Valdés. La amabilidad con que saluda a nuestra pu
blicación es tanta, que nos obliga a expresar nuestra gratitud sin
cera, haciendo constar que es un gran honor para nosotros que des
de las columnas del viejo y muy estimado semanario médico se nos
digan palabras de aliento.
THE JOURNAL OF THE AMERICAN MEDICAL ASSOCIATION
( Edición en Españo! ), Enero 1 , En . 15, Febr. 1 , 1919 .
Es una empresa de gran significado científico y moral la de
sacar en español esta gran revista. La gratitud de todos los médicos
de habla castellana eatá comprometida por este inmenso beneficio
que les hace la gran asociación de médicos de ese país admirable, en
el cual la alta filantropía es la característica ética distintiva.
En nombre de los médicos de nuestro país, saludamos a la nue
va publicación y hacemos votos por su progreso, particularmente
en lo relativo a la calidad de la traducción.

RIVISTA DI PSICOLOGIA , Set . -Dic. 1918.


LA PRENSA MEDICA ARGENTINA, En . 20, Febr. 10, Febr. 20,
1919.

PEDAGOGICAL SEMINARY , Dic. 1918.


PUBLICACIONES RECIBIDAS 281

JOURNAL DE MEDECINE DE BORDEAUX ET DE LA REGION DU


SUD -OUEST, Nov. 1918.

THE JOURNAL OF PHILOSOPHY, PSYCHOLOGY AND SCIENTIFIC


METHODS, Dic. 19, 1918, En . 16, En . 30, Febr. 13, 1919.
LA CRONICA MEDICA, Nov. , Dic. , 1918, En . , Febr., 1919.
THE PSYCHOANALYTIC REVIEW , En . 1919.
LUCE E OMBRA, Set.- Oct. 1918.

LA REFORMA Medica, Nov. - Dic. 1918, En . 1919.


THE JOURNAL APPLIED PSYCHOLOGY, Dic . 1918.
HIGIA, Oct., Nov. , Dic. 1918.
ARCHIVOS BRASILEIROS DE MEDICINA , Set. 1918.

REVISTA DE CRIMINOLOGIA , PSIQUIATRIA Y MEDICINA-LEGAL,


Nov. - Dic . 1918 .

THE JOURNAL OF NERVOUS AND MENTAL DISEASE, Dic . 1918 ,


En. 1919 .

VIDA Nueva, Nov. , Dic. , 1918.


REVISTA MEDICA DEL URUGUAY, Oct. , Nov. , Dic. , 1918.
REVISTA DEL CIRCULO Medico ARGENTINO Y CENTRO Estu
DIANTES DE Medicina , Nov.-Dic. 1918.
THE AMERICAN JOURNAL OF PSYCHOLOGY, En . 1919.
Necrologia

JAMES JACKSON PUTNAM

La correspondencia del último correo nos trae la triste noticia


de la muerte de este eminente médico psicólogo norteamericano,
ocurrida el 4 de noviembre del año pasado.
Nacido en Boston, en octubre de 1846 , de familia distinguida,
y dotado de una inteligencia poderosa, adquirió una educación só
lida y amplia, que le permitió alcanzar figuración en primera línea,
como maestro y como investigador, en el campo de la neuropatolo
gía, de que era profesor - Professor Emeritus - en la Universidad de
Harvard .
Este gran hombre, cuya desaparición es una pérdida insustuí
ble para la ciencia americana, y en general para la del mundo, era
un idealista del tipo más elevado, pues a su atlética cultura , uría un
gran sentido práctico, dinamizado por enérgicos y exquisitos senti
mientos. Era de esos raros médicos que, a la vez que profesionales
y sabios, son hombres y, además de hombres, filósofos, es decir, los
seres más perfectos y más socialmente constructivos.
Particular importancia tiene la figura del profesor Putnam en
la evolución de la psiquiatría de su patria y de la asistencia de los
enfermos de la mente, en especial, por ser él quien, después de no
recibir con simpatía las doctrinas de Freud, mientas no las conoció
por la práctica personal, quien llegó a capitanear decididamente el
movimiento psicoanalítico, y cuyo aprovechamiento por los menta
listas mejor dotados, y su empleo en los más adelantados hospita
les psiquiátricos, consultorios y dispensarios de ese país, hecho re
velador del triunfal éxito del incomparable método, se debe en gran
parte al extraordinario prestigio de que gozaba el extinto como de
fensor de la verdad y como modelo de probidad.
H. FD.
NECROLOGIA 283

ARTURO GALCERAN Y GRANES

A última hora, también, nos viene la infausta nueva del falleci


miento de este reputado neuropatólogo español, acaecida en Bar
celona .
El Dr. Galcerán y Granés se distinguió por su talento, por su va
lormoraly por su carácter, prueba de ello ha dado en sus numerosas
publicaciones, cuyo mérito ha sido justamente apreciado dentro y
fuera de su patria, y en su frecuente y acertada intervención en los
procesos psiquiátrico -forenses. Entre sus obras prácticas de mayor
significado, debe contarse el Manicomio de Reus, instituto importan
tísimo, que, graciasa su talento y a su energía, hizo nacer de las ruinas
del Manicomio de San Baudilió de Llobregat, según cuenta su ilus
tre compañero el profesor Rafael Rodriguez Méndez. El Dr. Gal
cerán y Granés también dirigia una revista de la especialidad, que,
si no estamos mal informados, es la única de tal indole que ultima
mente se ha publicado en España.
H. F. D.
CRONICA

Con el fin de informar a los lectores de la REVISTA DE PSIQUIA


TRIA Y DISCIPLINA CONEXAS sobre lo sucedido recientemente en el
Asilo -Colonia de Magdalena, reproducimos aqui lo publicado sobre
el particular por LA CRONICA MEDICA en su número de febrero úl
timo, pues en el editorial dedicado a la sanidad mental nos hemos co
locado «au -dessus de la mélées.
Respecto al curso actual de los acontecimientos, parece que todo
concurre a que la solución de la cuestión del gobierno de la institución
sea de acuerdo con el principio universalmente sancionado de la di
rección absolutamente médica— principio que ha sido muy claramen
te definido por James V. May en el gran tratado «Modern Treatment
of Nervous and Mental Diseasesı, editado por White y Jelliffe, que
es de una autoridad indiscutible,ya q'sus colaboradores son del núme
ro de los más conspicuos especialistas de Norte - América, Gran Bretaña
y Alemania: dice así: «El sistema de direción dual,con un profano eje
cutivo comocabeza de la institución y un médicodirector bajo su cargo,
nunca ha sido beneficioso. La administración de un hospital, aunque
a menudo implica gran responsabilidad financiera, es esencialmente
un problema médico y siempre permanecerá como tal.» (Vol. I , pág.
823.)
H. F. D.

EL CONFLICTO SUSCITADO EN EL ASILO COLONIA DE


ALIENADOS DE MAGDALENA POR EL PERSONAL RE
LIGIOSO DE ASISTENCIA .
El arcaico, defectuoso y anticiéntifico régimen de nuestros
hospitales está en crisis. Ha bástado que el Reglamento interno del
nuevo Hospital Nacional de Alienados Asilo Colonia de la Magda
lena, confeccionado sin pretensiones de reforma, pero si, saturado
de las ideas dela época que, por constituírla orientación dominante,
forman parte del aservo común, ha bastado, decimos, que estatuya
algunas disposiciones científicamente concebidas, para que los ele
mentos movpolizadores del empirismo, llenos de espanto, susciten
actos e rebeldía que, para felicidad de los enfermos, precipitarán
la reforma , por algunos sentida y vivamente anhelada por otros,
CRONICA 285

comprendida pero acallada por rancias preocupaciones y pretéritas


doctrinas.
Cuando la asistencia al hombre enfermo ha dejado de ser el
fruto dela caridad, cuando se ha convertido en obligación del Es
tado ,cada día más imperiosa y unánimamente reconccida, no puede
sostenerse que continúe empirica, ella debe ser científica y bajo la
dirección médica exclusiva a fin de que reporte todos los beneficios
de que es capaz.
Lo que sucede en el Manicomio no es un hecho aislado ; repre
senta la manifestación inequívoca de la necesidad de reformar el
régimen interno de nuestros hospitales, sobre todo del dedicado a
atender a los enfermos de la mente, a los locos, que no puede asis
tírseles teniendo por lema aquel dicho de que « el loco por la pena es
cuerdo .
Cuando la agrupación piadosamente fundada por Vicente de
Paúl, ha ejercido,durante casi cincuenta años, entre nosotros la asis
tencia de los alineados imbuída de estas ideas, no tiene derecho pa
ra revelarse cuando se le quita el poder omnimodo que poseía en el
Hospital de Alienados y se le coloca bajo la dirección técnica de los
médicos. Que continúe siempre en el Asilo cumpliendo sus virtudes
cristianas, si es que sinceramente las profesa, pero que lo haga diri
gida por el personal científicamente preparado.
No puede negarse que el conflicto planteado por el personal
religioso del Asilo de Alineados, al comunicar que se retira , no es
como hemos dicho un, hecho aislado. Todos nuestros hospitales re
quieren en el día revisar sus reglamentos de acuerdo con el personal
médico y reformar su organización estableciéndolos bajo la direc
cian médica, que controle y dirija su funciomaniento y oriente su
asistencia por los senderos de los más esmerados y más científicos
cuidados a fin de que no se repitan en esta época , hechos que desdi
cen de nuestro progreso médico social y jurídico, por cuanto son
ejecutados por personas indoctas que carecen de personalidad res
ponsable .
A los que dirigen la gestión gubernativa, a los que están obli
gados a solicitar el concurso de la ciencia para resolver los proble
mas de conservar el capital humano, a ellos nos dirigimos en nom
bre de los componentes desvalidos del agregado social, para que
revisen cuanto antes nuestra vetusta organización médico social
curativa y la organicen dentro de las orientaciones modernas. No
es posible que las sociedadesde Beneficencia continúen constituídas
en la forma actual. Si les está encomendada la asistencia médica
labor q' absorvela mitad de sus atribuciones - justo es que su perso
nal se encuentre formado con numeroso elemento médico, una cuar
ta parte del total de sus miembros por lo menos, que con sus luces
iluminen el delica do campo de acción de dichas Sociedades en lo que
se refiere a asistencia médico - social; si no se les reforma oportuna
mente, están fatalmente condenadas a inhibirse de la asistencia hos
pitalaria , dando lugar a la realización del proyecto de centralizar
en un organismo autónomo y nacionalizado, todo lo que se refiere
a tutelar la salud de la colectividad.
C. A.B.
286 CRONICA

El conflicto suscitado entre el personal médico y el elemento


religioso que presta sus servicios en el Asilo Colonia de Alienados
de Magdalena ha mantenido en viva espectativa a la Sociedad; el
diarismo de la localidad ha prestado y presta su concurso valioso
porque el asunto no ha sido aun resuelto por la Sociedad de Bene
ficencia ; justo es que desde las páginas de esta Revista de Medicina
expresemos nuestro agradecimiento a la prensa diaria, por que su
opinión ha orientado a la colectividad , sobre los móbiles de este con
flicto, que puede ser resuelto en la forma más inesperada, pero que
fué iniciado haciendo un gesto generoso y poco común entre noso
tros y que por esto mismo comstituye un acto que enorgullecerá al
cuerpo médico del Hospicio de Alienados.
He aquí los párrafos más saltantes de las notas editoriales
de « La Prensa » .

« Se ha producido en el nuevo asilo-colonia de la Magdalena un


conflicto de orden administrativo, que la Sociedad de Beneficencia
de Lima no ha resuelto aún, y que es necesario dar a conocer al pú
blico en sus menores detalles, para impedir que, por razones sim
plementes sentimentales, perduren en nuestros establecimientos
de asistencia hospitalaria métodos y sistemas que en le actualidad
pueden ser considerados completamente anacrónicos.
« En efecto, la administración de nuestros establecimientos de
asistencia caritativa , y los detalles intimos del funcionamiento de
esos institutos se realizan hoy en la misma forma en que se efectua
ban hace sesenta años, cuando la actividad de esos establecimien
tos y su control curativo y de administración se hallaban inspira
rados en un concepto meramente caritativo y piadoso ; y hacían de
esa función más bien un deber religioso, que el cumplimiento de una
obligación jurídica de asistencia social, con carácter higiénico y cien
tífico . La natural evolución que el arte de tratar enfermos ha expe
rimentado en los últimos cincuenta años, hizo que lentamente los
métodos curativos, los regímenes alimenticios, la educación de
personal auxiliar de asistencia , y hasta el aspecto mismo de nos edi
ficios y salas de asistencia ,variaran radicalmente, en armonía con
las necesidades positivas de la ciencia ; y sin embargo de ello , el ré
gimen administrativo, la disciplina interior y la alta dirección de
dichos establecimientos permanecieron idénticos, subordinándose
de esta suerte la misión principal de aquellos asilos, a los viejos mol
des de administración religiosa,por el cual fueron regidos desde su
iniciación . »
« La traslación del personal de asilados al nuevo local de la
Magdalena , la persistencia de ias referidas religiosas en la adminis
tración del establecimiento , transportadas con sus viejos métodos
dei antiguo local del Cercado, y la carencia de un personal suficien
temente cducado de enfermeros y de vigilantes, hacía , desde luego ,
que fuera fatal el conflicto , que hoy ha estauado entre los médicos,
deseosos de que a la reforma del loca ! corresponda también una re
voución terapéutica y administrativa , y las antiguas gestcras dei
asilo , empeñadas, como es naturai , en la conservación de una dis
ciprina de un método que su experiencia errónea y sus ideas con
CRONICA 287

servadoras, presentan como los mejores que pudieran emplearse.


« El cor.flicto , como se ve, no ofrece asidero para una sclución
contemporizadora , como pretenden a.gunos. C ios hospitales y
asilos de beneficencia son simp.es rerugios gobernados por ideas de
caridad y por métodos de administración sustraídos a coda direc
ción técnica ; o ellos constituyen establecimientos modernos de
asistencia y de curación . Si aceptamos la primera premisa , es nece
sario llegar a la conclusión de que en esos institutos están demás los
médicos , los enfermeros, y todas las tentativas de mejoramiento
científico y de bienestar higiénico; y como tal despropósito no es
posible que halle sustentadores, debemos concluir en que se impo
ne la entrega de la alta administración de los establecimientos a un
personal médico, lo suficientemente bien rentado para que haga en
dichos asilos no el centro de una actividad caritativa, sino verda
deras casas de salud, y de asistcncia social del desvalido .
« El Comercios expresó su opinión en los siguientes términos:
«Es digno del apoyo y del aplauso público todo esfuerzo que,
como el que hoy realizan el doctor Vaidizán y sus colegas de Asilo
Colonia de la Magdalena, va encaminado a humanizar la asistencia
de los infelices seres a quienes el destino privó cruelmente de la razón
y por lo tanto, de la capacidad de defenderse contra los torpes mé
todos de tratamientos a que antes de ahora era frecuente sujetar
JOS.
« Los médicos del establecimiento sólo están en contra de sis
temas que terminaron en Europa con los últimos resplandores de
la Revolución Francesa ; nada han soiicitado ni nada han pedido
fuera de la humanización de la asistencia de los enfermos; y no po
demos dudar de que la Sociedad de Beneficencia, prestará su apoyo
decidido a ese facultativo y a sus compañeros del asilo, para que lo
gren aquel generoso y noble propósito ; porque hay el deber moral
en quienes tienen a su cargo la asistencia de los alienados de tratar
los con humana bondad , con dulzura afectuosa , para hacerles me
nos desgraciada y cruel su triste y dolorosa situación.»
« Explicados los móbiles científicos y generosos que han impul
sado a los médicos del Asilo para redactarel nuevo reglamento que
organiza sobre bases científicas el funcionamiento de ese instituto;
han perdido ya todo el valor ficticio con que se las expusiera en los
primeros momentos las argumentaciones de quienes se oponen a
que la asistencia de los alienados alcance en el Perú el grado de pro
greso que ha obtenido ya en todos los países civilizados de la tierra ..
«Muchos años hace que la sociedad entera clama porque los
servicios de asistencia humanitaria se organicen con la amplitud
y el criterio científico que aconseja la experiencia adquirida en
otros pueblos del mundo; y cuando la Sociedad de Beneficencia ha
ce todo género de nobles esfuerzos para realizar este propósito y los
médicos de uno de los institutos que ella sostiene tratan de coad
yuvar a esa obra en forma altamente satisfatoria ; no es explicable
ni puede tolerarse, sin duda, que el personal empírico de esos esta
blecimientos, a nombre de su comodidad o de absurdos pre, aicios,
288 CRONICA

se yerga para impedir que pueda llevarse a buen término la refor


ma saludable que imponen el prestigio y el bienestar de la colecti
tividad .
« Al menos, este parece ser el pensamiento de la generalidad,
interesada vivamente, como es natural, en que se produzca la re
forma en nuestros institutos de asistencia social y en que a la voz
autorizada de los profesionales que, como los doctores Valdizán y
Caravedo, han perfeccionado sus estudios especialistas en países
donde se ha alcanzado el máximun de progreso, no se oponga el
interés o el capricho egoísta de quienes no tienen autoridad para juz
gar ni razón para imponerse ..

«El Tiempos dijo lo que sigue:

« Con la inauguración del nuevo manicomio en la Magdalena,


los facultativos hallaron campo necesario para innovar el sistema
de la curación de los enagenados, pero no contaron con la oposi
ción que a las reformas que pretendían implantar iban a hacer las
madres religiosas que tienen a su cargo la administración y los ser
vicios del Asilo -Colonia. Ellas, creyendo obrar bien o con justicia,
y en nombre de viejos principios, de sistemas que han sido desecha
dos por que otros modernos han dado mejores resultados y se pres
tan mayormente a coordinar la humanidad con las fórmulas indis
pensables para un buen tratamiento de los enfermos, han amenaza
do con dejar el establecimiento si es que se les obliga a aceptar las
innovaciones que el cuerpo médico pretende establecer de acuerdo
con los adelantos de la siquiatría .
«Frente a este conflicto ya se ha pronunciado la prensa de Li
ma, dando la integra razón a los médicos, .... tenemos la obliga
ción de terciar en este asunto, para manifestar quela Sociedad
de Beneficencia procedería con un criterio retrógrado , de ahora cien
años, si no apoyase resueltamente al cuerpo médico del Asilo - Colo
nia. Todo el interés que la sociedad tiene para con los elementos
que se han puesto al margen de la vida independiente y que necesi
tan del Estado auxilio por medio de sus sociedades de Beneficencia,
exige que en las casas asilos -colonias, como en los hospitales u or
felinatos, se implanten los progresos de la ciencia médica ,como cual
quier otro progreso, que tienda a humanizar y garantir el trata
miento y curación de los pacientes. »
« Los servicios prestados por las religiosas han sido muy gran
des, pero si eilas no quieren hacerse al método que se trata de im
poner en nombre de ia ciencia contra el emprirismo con que aten
dieron a los enfermos, no queda , en nombre delinterés general, más
que dejarlas partir, que antes que una razón de piedad está la ur
gencia de quenuestras casas de salud se hallen en estado florecien
te y de acuerdo con los últimos progresos de la humanidad . Proce
der de manera contraria sería entender mal la misión de la Benefi
cencia que por definición y por misión , está obligada a ser la prime
L
ra en sasten el cuerpo médico que reclama mejoría en el sistema
de curación de los alineados.
CRONICA 289

«Así pues, el problema planteado es muy claro y no necesita


de grandes consejos para ser resuelto tal como lo insinúan los alie
nistas. Ellos hablan en nombre de la ciencia mientras que las mon
jas y los empleados lo hacen en nombre de la costumbre y de la ru
tina que no quieren innovar. La razón crítica señala que el doctor
Valdizán y sus compañeros pisan terreno sólido, porque su causa,
además de encarnar la verdad, es noble y es humana. Por eso
«El Tiempos, siempre consecuente con sus doctrinas, manifiesta su
plena adhesión a los facultativos del Asilo -Colonia que quieren rom
per un sistema caduco de cosas, cuya supervivencia significaría un
bochorno para la ciencia médica nacional.
El diario «La Crónica , glosó el conflicto del Manicomio así:
«Tiene apasionada a la opinión publica el incidente surgido en
trelos distinguidos profesionales que intergran el personaldel asi
lo de alienados de la Magdalena, y las hermanas de caridad que du
rante largo número de años han prestado sus servicios en dicha ins
titución. El asunto tiene especial trasecendencia porque envuelve
problema que por personas ignotranes de las verdaderas causas que
lo han producido es comentado antojadizamente, despojándolo de
su importancia virtual .»
«És doloroso , que por puntillos de amor propio las religiosas de
dicadas a la asistencia de los alineados muestren un gesto de rebel
día ante precisos dictados de la ciencia, y pretendan en un momen
to dado dar fuerza a sus reclamaciones indicando que abandonarán
la obra de caridad en la que están empeñadas. Todo se ha reducido
a un cambio de horas en la asistencia de los enfermos, a unas cuan
tas medidas dictadas más en armonía con las prescripciones de la
psiquiatría moderna , medidas y cambio que los profesionales que
actúan en el asilo de la Madgalena han establecido con todo el impe
rio de su autoridad y de sus conocimientos. No obstante, las man
sas palomas del Señor se han rebelado . Han juzgado que ello inva
día derechos que , ciertamente, no poseen, y de mantener sus pro
pósitos puede crearse un conflicto muy de lamentar porque con ello
iría a perjudicarse, por lo menos, momentáneamente, la atención
de los numerosos enfermos que allí se asisten . Y , las hermanas de
caridad que actúan al servicio de los alienados no pretenderán cre
erse indispensables, con ser muy grande la importancia de sus ge
nerosos servicios .>>
Los médicos del Asilo Colonia de Alienados vivamente intere
sados, como se comprende, en que el problema planteado sobre el
régimen interno de ese Nosocomio se debatiera ampliamente, han
expresado por intermedio de la prensa diaria sus puntos de vista
y sus anhelos. De estos reportajes tomamos los sigiuentes acápites:
El doctor H. Valdizán, médico residente, dijo :
« Los médicos del Asilo Colonia conscientes de su misión de bien
cerca de los enfermos, no estamos ni en favor ni en contra las re
ligiosas; sólo estamos en contra de sistemas que terminaron en Eu
290 CRONICA

ropa con los últimos respiandores de la revolución francesa y que se


mantienen todavía entre nosotros. Nosotros los médicos del Asilo
nada hemos solicitado, ni nada hemos pedido fuera de la humaniza
ción de la asistencia de los enfermos y no es de creer que las Hijas
de Vicente de Paul, el inagotable bueno, el humilde de corazón , mi
ren en esta actitud nuestra, asomos de agresión que justifiquen cier
tas actitudes de defensa verdaderamente inconcebibles. El cuerpo
Médico del Asilo , en vista de los rumores que han circulado con rela
ción a su actitud y en vista de las erróneas informaciones de ella,
se propone, a pesar suyo hacer una minuciosa exposición de he
chos que hubieramos preferido silenciar. Dicha exposición, que dare
mos a la publicidad oportunamente, será amplia justificación de
nuestra actitud y proyectará luz vivísima acerca del estado actual
de la asistencia de alienados y acerca de sus remedios.
El doctor E. Pardo Figueroa, médico de uno de los departa
mentos de alienadas, se expresó así:
«Yo no soy enemigo sistemático de la asistencia de los enfermos
por hermanas de caridad. Creo que éstas, estando bajo el dominio
del cuerpo médico y obedeciendo sus órdenes, podrían prestar
útiles servicios. Pero creo , también , que las actuales harmanas del
Asilo deben ser, por lo menos, reemplazadas por otras, quienes, me
jor inspiradas en sus deberes y más al corriente de los progresos de
la asistencia moderna de los alienados, podrían entonces prestar
importantes servicios, ayudando al cuerpo médico en la labor de re
forma en que se ha empeñado..
«No quiero entrar en los detalles de una acusación minuciosa
sobre las muchísimas faltas que he tratado de remediar en el Mani
comio durante los 21 años que le presto mis servicios. Esos detalles
irán en una exposición que el cuerpo médico del asilo presentará al
señor inspector, para que lleguen a conocimiento de la Sociedad de
Beneficencia, y se vea , así, que nosotros, al implantar las reformas
que el nuevo reglamento introduce en la asistencia de los alienados,
no hemos hecho ctra cosa que sostener para esos pobres enfermos,
los beneficios que la actual instalación debe reportarles, para la
rápida curación de unos, y para hacerles más humanitaria la vida
a los que por enfermedad deben permanecer muchísimo tiempo en
el establecimiento ..

El doctor B. Caravedo , médico de la sección de alienadas cró


nicas, epilepticas, gatosas y tranquilas, manifestó lo siguiente:
«Es creencia general y podría decir que es error colectivo, atri
buír a las religiosas condiciones especiales para el cuidado y trata
miento de enfermos. Nada hay más falso. Las enfermeras pueden
reemplazarlas con mucha más ventaja, puesto que, por regla co
mún, éstas son jóvenes, llenas de una actividad que no la tienen las
otras. Además, y esto es lo esencial,hacen estudios especiales y dedi
can to sus esfuerzos para adquirir los conocimientos aconsejados
por la ciencia médica y que tan admirables resultados dan en la prác
CRONICA 291

tica . Por el contrario, las religiosas no hacen ningún estudio, ni se


preocupan por adquirirlos. La clase de vida que llevan por una parte
y la edad avanzada de ellas por otra, les impide toda iniciativa..
El doctor S. Lorente, jefe de los departamentos de alienados
gratuitos, dijo lo que sigue:
«Me es completamente indiferente que existan religiosas o ele
mento laico en el Asilo; pero debo declarar que cualquiera que él sea,
es indispensable que tengan concepto o conozcan un Asilo, y que
sepanlo que es tratamiento de los alienados. Por lo demás, está uni
versalmente reconocido y domina en la conciencia de nuestro me
dio, el que las religiosas no constituyen un elemento irremplazable
en la asistencia hospitalaria .)
Ponemos término a esta información que hubiéramos deseado
hacer más completa, pues, interesa que quede bien delineada en
nuestros anales médicos, a fin de que sea suficientemente conocida
por las futuras generaciones profesionales, la simpática labor de los
médicos del Manicomio al tratar de revindicar los fueros y situacio
nes que corresponden al personal técnico en los nosocomios.
!!
.

Indice de autores

(Las cifras gruesas corresponden a los artículos originales, las


delgadas a los libros y artículos de revistas analizados.)

Alford , L. B... 269 Fantini, A ... 262


Almeida, Waldemar de 114, 267 Fernández, Helvio .. 275
Alurralde, Mariano .. 114 Fernández Dávila, Gui
Austregesilo, A ... 275 llermo ... 183
Avendaño, Leonidas. 182, 220 Ferrari.. 277

Bambarén , Carlos A . : .:. 137 Gemelli 276


Berliner, Anna 265 GonzalesOlaechea ,Max. 133, 185
Bode, B. H ... 119 Gradenigo 276
Botti 277 Greco , F del . 194
Brodsky, Emanuel S.. 269
Bunge , Carlos Octavio .. 191 Hall , G.Stanley .. 121 , 271 , 272 .

Burnham , William H ... 270


Burrow , Trigant 190 Ingenieros, José . .... 191 , 261
Castro, Aloysio de .... 184 Jelliffe, Smith Ely .... 177
Ciampi , L. 262 Juarros, César 278
Cisternas, Carlos 192 Jung, C. G. 180. 181
Claparéde , Ed . 188
Kramer, S. P .. 269
Delgado, Honorio F ... 37, 78 ,
118, 146, 186 , 192, 203, 266 , Laguna, Grace A. de .. 189
274 Larguier des Bancels, J. 187
Dewey, John . 120 Laslett, Herbert R ..... 269
Downey, Helen M. 121 Ling, Ping .... 121
Lodge , Rupert Clendon . 190
Espejo , Luis D........11,
11 , 118
Esposel .. . 267 , 268 Marshall, Henry Rutgers 270
Etchepare, Bernardo ... 184 Mercante, Victor 191
Evarts, Arrah B ....... 273 Miro - Quesada, Oscar 226
294 4
Moore, Thomas Verner.. 273 Russel, Colin K. 266
Mulford , Henry Jones.. 116
Sanctis, Sante de 178, 179 , 262
Naville, Francois ...... 186 Scarpini 278
Schaller, W.F. 266
Odriozola, Ernesto .. 188 , 214 Southard. E. E. 267
Ogden , R. M. 118 Storey, Thomas A ... , 271

Paz- Soldán , Carlos Enri Tello, Julio C. .51, 112


que 263 Terman , Luis M. 268
Piccione 278 Toops, Herbert A. 119
Pintner, Rudolf ..... 119, 122
Ponce Rodriguez, E..... 56 Valdizán, Hermilio.25, 62, 166 ,
Portigliotti 276 186 , 237, 276
Pressey, L. W. 268
Pressey, S. L... 268 Washburn ,Margaret Floy 270
Weinberg, Albert R .... 274
Rezende 267 Wells, Wesley Raymond 265
Ricaldoni A. 184 Woodbury, Malcolm C. 188
Rocha, Franco da.. 44
Rojas, Nerio .... .273 Young, Paul Thomas 116
Rossi, E. 193

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