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Unidad 4 - Contenido de D Reales

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UNIDAD IV: CONTENIDO DE LOS DERECHOS REALES

1) La posesión: concepto y elementos. Opinión de Savigny y Ihering. La posesión en el


código de Vélez Sarsfield.

LA POSESIÓN: CONCEPTO
El origen de la posesión está en el derecho romano clásico; denominado como animus possidendi en el
periodo clásico y animus domini en la época posclásica.
La doctrina clásica ha entendido por posesión el género relación del sujeto con la cosa, englobando a la
posesión como a la tendencia; es decir, la posesión en sentido genérico. Pero también se refiere con el
mismo vocablo a la relación que se denomina específicamente posesión, posesión en sentido estricto.

SENTIDO GENÉRICO: Es el poder de hecho sobre una cosa que permite su utilización,
independientemente del derecho real o personal cuya titularidad ostente el sujeto. La posesión, entendida
por los romanos, consiste en el hecho de tener una cosa corporal, reteniéndola en su poder, con la
voluntad de poseerla y disponer de ella como lo haría su propietario.
SENTIDO ESTRICTO: El artículo 1909 del código civil y comercial posee una definición de Posesión,
refiriéndose a la relación que tiene una persona con una cosa comportándose como titular de un derecho
real, lo sea o no.

ELEMENTOS. OPINIÓN DE SAVIGNY Y IHERING


ARTÍCULO 1909. Posesión Hay posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no
Dentro de este concepto se aprecia la adhesión a la teoría subjetiva; por lo cual la posesión se configura
por la concurrencia de dos elementos: el corpus y el animus.

TEORÍA DE SAVIGNY
También llamada clásica o subjetiva, consideraba que para que exista la posesión era necesario la
concurrencia de dos elementos: el corpus y el animus domini.
● Corpus: Es el poder de hecho sobre la cosa, el poder físico. Es la posibilidad de disponer
físicamente de una cosa. Esto no quiere decir que sea necesario el contacto físico con la cosa, ya
que es suficiente la posibilidad física de ejercer una influencia inmediata sobre ella y excluir toda
influencia externa.
● Animus Domini: Es la intención de comportarse con la cosa como lo haría su dueño. Dicho
elemento significa la actitud de no reconocer en otra persona un derecho real superior.
Si se reúne ambos elementos es posesión. En cambio, si faltan ambos, habrá yuxtaposición local, si falta
el animus domini habrá tenencia.
Ejemplo: El ladrón, quien tiene el contacto físico con la cosa robada, se comporta con ella como si fuese
su dueño y no reconoce sobre dicha cosa un derecho superior al que él está ejerciendo, posee el animus
domini y el corpus por lo tanto es poseedor. Es indiferente que él sepa que no es su dueño, ya que lo que
interesa es la intención, razón por la cual esta teoría es subjetiva.
TEORÍA DE IHERING
Esta teoría era conocida como objetiva.
Para Ihering todos los detentadores son poseedores en nombre propio y deberían gozar de la protección
posesoria. La diferencia entre posesión y detentación no radica en la intención del sujeto, sino en la
voluntad de la ley, la que, en ciertos casos niega a la tenencia por motivos prácticos de los efectos
jurídicos de la posesión.
Para obtener la posesión era suficiente con el Corpus, elemento visible y susceptible de comprobación,
siendo una manifestación externa del ánimo.
La crítica a la teoría subjetiva se basaba en las circunstancias de que al ser el ánimo un elemento
subjetivo resultaba muy difícil la prueba.
Para diferenciar la posesión de la tenencia se necesitan bases objetivas, prescindiendo de la voluntad de
quién tiene la cosa. La posesión consiste en el ejercicio de un poder de hecho sobre las cosas, es decir,
todas las relaciones entre el hombre y la cosa implican la posesión, a menos que una disposición expresa
en la ley establezca que solo hay tenencia (Se reemplaza la voluntad individual del sujeto por la voluntad
abstracta de la ley).

En el código civil y comercial el concepto de Animus Domini requiere que el sujeto se comporte como
titular de un derecho real, es decir, comportarse con la cosa sin reconocer en otra persona un derecho
real superior al que está ejerciendo. no radica en la mera voluntad íntima del poseedor, sino que apunta
la intención de exteriorizarla. Generalmente el Animus se expresa por medio del Corpus.

LA POSESIÓN EN EL CÓDIGO DE VÉLEZ SARSFIELD


La definición que adoptó el artículo 2351 del Código de Vélez, se refiere a la relación que tiene una
persona con una cosa con intención de someterla al ejercicio de un derecho de propiedad, es
decir, no sólo alude a la posesión en sentido estricto, sino que tiene el acento en el aspecto intencional,
interno psicológico del sujeto que ejerce el poder sobre la cosa. la expresión utilizada por vélez “
Someterla al ejercicio de un derecho de propiedad” posee dos interpretaciones:
● Propiedad es sinónimo de dominio, es decir, la posesión exterioriza sólo ese derecho.
● Propiedad es una extensión amplia que abarca todos los derechos patrimoniales, tanto reales
como crediticios; en este sentido todos los derechos reales que suponen una relación material con
el objeto se ejercen por posesión.
El concepto de Posesión contenido en el artículo 1909 de la legislación vigente hace referencia a dos
elementos esenciales: la cosa que se tiene por sí o por otro y el comportamiento que corresponde al
ejercicio de un derecho de propiedad, es decir una relación real exteriorizada de un derecho real que se
ejerce por la posesión. Esta definición diverge de la adoptada en el código de Vélez en cuanto:
○ No hace referencia a la voluntad o aspecto intencional sino a la exteriorización de esa
voluntad.
○ Se adopta una postura doctrinal amplia al considerar poseedores a todos los titulares de
derechos reales.
2) Relaciones de poder del sujeto con la cosa: posesión, tenencia. Servidores de la posesión.
Objeto y sujeto plural. Coposesión. Concurrencia.

RELACIONES DE PODER
ARTÍCULO 1908. Enumeración Las relaciones de poder del sujeto con una cosa son la posesión y la
tenencia.
Las relaciones de poder son aquellas relaciones que se establecen con las cosas.También conocida
como relaciones posesorias, se trata de relaciones de hecho que vinculan a una o varias personas con
una cosa. La ley menciona a la posesión y a la tenencia cómo las relaciones más significativas.

ARTÍCULO 1909. Posesión Hay posesión cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no
Este artículo establece que para que exista posesión es necesario la reunión de dos elementos; el corpus
(“… ejerce un poder de hecho sobre una cosa…”.) y el animus (“… comportándose como titular de un
derecho real, lo sea o no”).

ARTÍCULO 1910. Tenencia Hay tenencia cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, y se comporta como representante del poseedor.
La tenencia requiere de la configuración del Corpus, entendiendo este cómo contacto o posibilidad de
disponer físicamente de una cosa, pero falta en aquella el otro elemento de la posesión que es el animus.
Existe la tenencia un poder de hecho sobre la cosa, pero la posesión se ejerce en nombre de otra
persona, se reconoce un derecho superior.
La diferencia entre tenencia y posesión es que la primera no produce tantos efectos como la segunda. En
la tenencia no se puede adquirir el derecho real por prescripción, ni hacer suyos los frutos percibidos, ni
la tenencia de cosas muebles hace adquirir su propiedad. Se le reconoce al tenedor la posibilidad de
defender su situación por medio de algunas acciones posesorias y también por medio de la defensa
extracontractual.

SERVIDOR DE LA POSESIÓN
ARTÍCULO 1911. Presunción de poseedor o servidor de la posesión Se presume, a menos que exista
prueba en contrario, que es poseedor quien ejerce un poder de hecho sobre una cosa. Quien utiliza una
cosa en virtud de una relación de dependencia, servicio, hospedaje u hospitalidad, se llama, en
este Código, servidor de la posesión.
La presunción de la primera parte del artículo facilita la prueba del ánimo; la misma favorece a quien
cuenta con ese elemento objeto y, por lo tanto, ejerce un poder de hecho sobre la cosa.
Esta presunción no es absoluta sino que es Iuris Tantum, por lo que admite prueba en contrario, de modo
que quién pretenda valerse de ella le basta con demostrar la concurrencia del elemento objeto de la
posesión, y que el animus esté ausente.

En la segunda parte la norma alude a los servidores de la posesión. Dentro de los casos que pueden
existir encontramos la relación de un trabajador con sus herramientas, la de un huésped que se aloja en
una casa con las cosas existentes en ese lugar, etc. En todos los casos anteriores existe un poder de
hecho que se ejerce sobre las referidas cosas, pero esto no convierte al sujeto que lo despliega en
poseedor, ya que el vínculo de este con tales cosas no puede desprenderse de la relación principal de
dependencia, servicio, hospedaje u hospitalidad. Tampoco es tenedor, ya que este cuenta con un cierto
margen de independencia que no se condice con la situación del servicio de la posesión.
OBJETO Y SUJETO PLURAL.
ARTÍCULO 1912. Objeto y sujeto plural El objeto de la posesión y de la tenencia es la cosa determinada.
Se ejerce por una o varias personas sobre la totalidad o una parte material de la cosa.
El objeto de la posesión y la tenencia lo constituyen las cosas, las cuales deben ser ciertas y
determinadas.
En este artículo, limita el objeto a los bienes materiales, esto es a las cosas determinadas, excluyendo los
bienes que no lo sean. Sin embargo, el artículo 1883, señala la excepción en los cuales los bienes
pueden ser objeto de los derechos reales, por lo que no hay que descartar qué pueda presentarse un
supuesto de posesión sobre un derecho.
La relación de poder puede abarcar toda la cosa o una parte material. Ejemplo: el usufructo.
El objeto es una cosa determinada, por lo tanto, respecto a la relación de poder en una universalidad de
hecho, se dispone en el artículo 1927 “la relación de poder sobre una cosa compuesta de muchos
cuerpos distintos y separados, pero unidos bajo un mismo nombre, como un rebaño, abarca sólo las
partes individuales que comprende la cosa. Es decir, recae sobre las cosas individualmente
consideradas.
Cuando se habla específicamente de una universalidad de hecho o de derecho, ninguna de ellas puede
ser objeto de una relación de poder, ya que el objeto debe ser una cosa particular o singular.
Requisitos de la cosa como objeto del derecho real.
● Debe tratarse de cosas, o sea de objetos materiales susceptibles de valor. No hay derechos
reales sobre bienes que no son cosas.
● Debe ser cierta.
● Esas cosas tienen que estar en el comercio.
● Tienen que tener existencia actual, ya que no hay derechos reales sobre cosas futuras.
● Deben ser determinadas, pues no se concibe el ejercicio de un poder de hecho sobre cosas
indeterminadas.
● Las cosas deben ser singulares; una universalidad de hecho, considerada como una unidad, no
puede ser objeto de un derecho real, toda vez que éste recae sobre cada una de las cosas
singulares que la componen.
● Cuando la cosa forma un solo cuerpo, el objeto será la cosa íntegra y no una parte de ella.

La titularidad de la relación de poder corresponde a las personas, humanas o jurídicas. Si es una persona
singular, habrá tenencia o posesión; si lo es en forma simultanea por varias, cotenencia o coposesión.
COPOSESIÓN
Cuando la cosa es poseída en forma simultánea por más de una persona, y dicho objeto está indiviso,
hay co-posesión, qué puede ser paralela o no a la existencia de un condominio o de otro derecho real
que no sea exclusivo (es decir, que pueda tener más de un titular).
Cada uno de estos co-poseedores tiene una parte ideal, abstracta, de modo que no es posible que cada
uno de ellos ejerza la posesión sobre una parte concreta, determinada, de la cosa, salvo que así lo
acuerden. La co-posesión de cada uno recae sobre toda la cosa, ya que sería incorrecto afirmar que en
este caso el objeto de la posesión es una parte ideal porque la posesión siempre se proyecta sobre una
cosa.
Requisitos:
● Pluralidad de sujetos.
● Que la cosa se encuentre en un estado de indivisión.
Cada poseedor puede ejercer actos posesorios sobre toda la cosa respetando la posición de otros
coposedores, sin excluirlos. En el caso de tratarse de posesiones excluyentes entre sí, cada poseedor
soporta la concurrencia de los otros.

CONCURRENCIA
ARTÍCULO 1913. Concurrencia No pueden concurrir sobre una cosa varias relaciones de poder de la
misma especie que se excluyan entre sí
Este artículo establece el principio de que la relación de poder es exclusiva, en sentido de que no pueden
dos personas, al mismo tiempo, ser poseedoras o tenedoras de toda la cosa. Si este fuese el caso, no se
trata de una posesión o tenencia, sino de una co-posesión o de una co-tenencia.
No puede concurrir sobre la misma cosa varias relaciones de la misma especie que se excluyen entre sí,
de lo que se puede interpretar que pueden presentarse situaciones en las que la cosa sea poseída por
dos personas al mismo tiempo, pero que estas posesiones sean diferentes y no se excluyan entre sí.
Ejemplo: una cosa grabada con un usufructo, ya que concurren la posesión del propietario y del
usufructuario.
Nada impide que concurran la posesión de una persona y la tenencia de otra distinta, ya que no son de la
misma especie y no se excluyen.

3) Naturaleza jurídica de la posesión; a) teorías que la consideran un hecho, b) teorías que la


consideran un derecho. Criterio actual dominante. La cuestión en el código civil de Vélez.
a) Posesión como hecho.
Entre los defensores de esta doctrina se encuentra Savigny. Él mismo consideraba que la posesión debía
considerarse a la posesión como un hecho, y sólo en razón de sus consecuencias jurídicas entra en el
campo del derecho. Es decir, se trata de un hecho que produce consecuencias o efectos jurídicos. Entre
sus principales efectos jurídicos se hallan las defensas posesorias y la posibilidad de adquirir por
usucapión.
b) Posesión como derecho.
El principal sostenedor de esta teoría fue Ihering. Quien partía de su concepto de derecho subjetivo, el
cual definía como “Todo interés jurídicamente protegido”. Considerando lo anterior, la posesión está
jurídicamente protegida, ya que el ordenamiento jurídico brinda acciones en su defensa cuando es
violada.
Dentro de los Derechos la ubica como un derecho real, porque existe una relación directa e inmediata
entre el poseedor y la cosa.
Según Molitor, sostenía que la posesión es un derecho porque reside en ella el elemento de todo
derecho, que es la voluntad. Como la posición requiere del elemento intencional, el animus domini, es
indudable la existencia de la voluntad.
Criterio actual dominante
Los artículos del código permiten llegar a la conclusión de que la posesión consiste en un hecho que
produce efectos jurídicos.
El art. 1909 del CCyCN sigue los lineamientos del Proyecto de 1998, reiterando los términos del mismo
en este aspecto. En consecuencia, en tanto el derecho real es un poder jurídico (art. 1882), la posesión
es un poder de hecho (art. 1909).
El código se ocupa antes de la posesión y luego comienza el tratamiento de los derechos reales, lo que
permite suponer que la primera es un elemento de los segundos.
La posesión está enumerada en el artículo 1887 entre los derechos reales admitidos en el código.
Tampoco fue legislada entre los derechos personales.
El código admite que la posesión pueda ser adquirida obtenida por vicios como la violencia, lo que no es
admisible al tratarse de derechos.
La posición no tiene acceso al registro de la Propiedad Inmueble, como es en el caso de situaciones
débiles como la de un derecho real sujeto a condición resolutoria.
La posesión es un fenómeno que se detiene en la superficie, en la apariencia.
La cuestión en el código civil de Vélez
En la nota del artículo 2351 del Código de Vélez se explica; “definimos la posesión por la que tiene mayor
importancia jurídica, la que presenta todos los caracteres indispensables para los derechos posesorios, la
posesión que sirve para la prescripción, y la que da acciones posesorias adversus omnes (contra todos);
dejando para otro lugar tratar de posesión que solo sirve para los interdictos o acciones posesorias”.
El codificador no menciona la posición como un Derecho sino como aquella situación de hecho que
merece protección legal ya sea porque sirve para usucapir o para obtener legitimación activa ante una
situación de desposesión.
Cabe agregar, que Vélez ha manifestado ser partidario de la posición objetiva según la cual la posesión
es un derecho, pero tal criterio no ha sido plasmado en los textos; el artículo 2470 establece que “el
hecho de la posesión da el derecho de protegerse en la posesión propia, es decir, que si bien la posesión
es un hecho da el derecho a defenderse contra agresiones.
Por otra parte, en la enumeración de los derechos reales del artículo 2503 no se incluye la posesión
como derecho porque las cosas y la posesión son ubicadas metodológicamente antes que los derechos
reales porque constituyen sus elementos.
4) Clasificación de las relaciones de poder.

El código formula tres divisiones de la posesión conforme a las siguientes pautas:


● Según su origen o causa, la posesión puede ser legítima o ilegítima.
● Según las condiciones personales del poseedor, la posesión ilegítima puede ser de buena o de
mala fe.
● Según la forma o modo en que es adquirida, la posesión de mala Fe puede ser viciosa y no
viciosa.

● LEGÍTIMA E ILEGÍTIMA
Las relaciones de poder son LEGÍTIMAS cuando sean “el ejercicio de un derecho real o personal
constituido de conformidad con las previsiones de la ley”. Si el titular de la relación carece de título, o lo
tiene pero medía alguna irregularidad, la relación será ILEGÍTIMA.
● BUENA FE
El artículo 1918 establece que “el sujeto de la relación de poder es de buena fe si no conoce, ni puede
conocer que carece de derecho, es decir, cuándo por un error de hecho esencial y excusable está
persuadido de su legitimidad. Esto quiere decir, que el poseedor está convencido de que adquirió el
derecho real o el derecho personal de conformidad a las disposiciones del código, aunque en verdad no
sea así. En esta situación no debe provenir el error de una negligencia culpable y debe existir una
fundamentación que sea razonable. Además, para ser reputado de buena fe, el poseedor debe haber
actuado con diligencia, realizando todas las averiguaciones necesarias.
El artículo 1919 dispone “la relación de poder se presume de buena fe, A menos que exista prueba en
contrario”.
El artículo 1920 “la buena o mala fe se determina el comienzo de la relación de poder, y permanecen
variable mientras no se produce una nueva adquisición. No siendo posible determinar el tiempo en que
comienza la mala fe, se debe estar al día de la citación al juicio”.
● MALA FE
El código no lo define, pero se puede determinar que hay mala fe en todos aquellos casos en los que
falta la buena fe; esto es cuando el sujeto no está persuadido de la legitimidad de su adquisición.
Se presume la mala fe en los siguientes casos:
○ Cuando el título es de nulidad manifiesta.
○ Cuando se adquiere de persona que habitualmente no hace tradición de esa clase de
cosas y carece de medios para adquirirlas.
○ Cuándo recae sobre ganado marcado o señalado, si el diseño fue registrado por otra
persona.
● MALA FE SIMPLE O VICIOSA
Es tratada por el artículo 1921 “la posesión de mala fe y viciosa cuando es de cosas muebles adquiridas
por hurto, estafa, cuál abuso de confianza; y cuando es inmueble, adquiridos por violencia, clandestinidad
o abuso de confianza.
Puede decirse que la posesión es viciosa cuando es adquirida legalmente, sin o contra la voluntad del
poseedor, es decir, mediante desapoderamiento. Se da sin conformidad del poseedor cuando hay
clandestinidad, y contra su voluntad cuando hay violencia o abuso de confianza
○ MUEBLES
El hurto es aquel que se configura por el apoderamiento ilegítimo de una cosa mueble ajena. También la
posesión es viciosa cuando la cosa fue adquirida por robo, qué implica el uso de fuerza mayor.
Los casos de estafa están establecidas en el código penal. La posesión viciosa no es la de quién
transmite cometiendo estafa, sino la de quién adquiere la cosa mueble sabiendo la verdadera situación.
El abuso de confianza, qué es un vicio común en la posesión de cosas muebles o inmuebles, se
configura cuando alguien ha recibido la cosa con obligación de restituir pero no lo hace. El tenedor está
obligado a restituir la cosa y, además de no hacerlo, interviene su título para convertirse en poseedor.
○ INMUEBLES
La fuerza irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir un mal grave e inminente que no se
puedan contrarrestar o evitar en la persona o bienes de la parte o de un tercero es considerada
violencia. Esta violencia puede ser material o moral.
Para que haya clandestinidad se requiere que me guíe ocultamiento, es decir, que la posesión no sea
pública respecto del anterior poseedor. En principio para que una posesión sea clandestina es necesario
que no sea pública, sin embargo no es así en todos los casos, ya que el vicio se configura cuando la
situación es oculta respecto del anterior poseedor. Por lo tanto, puede concluirse que una posesión es
clandestina cuando se ejerce sin conocimiento del poseedor de la cosa.
Abuso de confianza explicado anteriormente.

5) Distintas presunciones.
PRESUNCIÓN DE POSESIÓN
ARTÍCULO 1911. Presunción de poseedor o servidor de la posesión Se presume, a menos que exista
prueba en contrario, que es poseedor quien ejerce un poder de hecho sobre una cosa. Quien utiliza una
cosa en virtud de una relación de dependencia, servicio, hospedaje u hospitalidad, se llama, en este
Código, servidor de la posesión.
La lógica y el sentido común hacen suponer que si una persona ejerce un poder de hecho sobre las
cosas es muy probable que sea su poseedor. En el caso de no ser así, esta presunción debe ser
destruida por prueba contraria (quién pretenda que quien tiene un poder de hecho sobre una cosa no es
poseedor, deberá probarlo).
PRESUNCIÓN FECHA Y EXTENSIÓN
ARTÍCULO 1914. Presunción de fecha y extensión Si media título se presume que la relación de poder
comienza desde la fecha del título y tiene la extensión que en él se indica.
Solo tiene interés esta norma cuando quien ejerce una relación de poder cuenta con un título.
● Es una presunción que admite prueba en contrario
● Si la cosa es registrable y la registración es constitutiva, se presume el inicio de la posesión desde
dicho evento.
La extensión del título es conveniente a efectos de acreditar la extensión de la posesión. En caso de esta
norma, los títulos no solamente prueban la existencia del derecho real sino también la extensión de la
posesión.
INMUTABILIDAD DE LA CAUSA. INTERVERSIÓN
ARTÍCULO 1915. Interversión Nadie puede cambiar la especie de su relación de poder, por su mera
voluntad, o por el solo transcurso del tiempo. Se pierde la posesión cuando el que tiene la cosa a nombre
del poseedor manifiesta por actos exteriores la intención de privar al poseedor de disponer de la cosa, y
sus actos producen ese efecto.
● PRINCIPIO DE INMUTABILIDAD DE LA CAUSA
Dicho principio no impide que la causa pueda transformarse en determinadas circunstancias, lo que
prohíbe es que ella pueda hacerse por mera voluntad o por el transcurso del tiempo.
La tenencia puede transformarse en posesión, o viceversa, siempre que el cambio esté permitido, qué
puede ocurrir en forma bilateral o unilateral.
El poseedor que pasa a ser tenedor continúa como tal hasta tanto se pruebe lo contrario, pero este
cambio de relación surge de circunstancias externas y no de la voluntad interna del poseedor.
● INTERVERSIÓN DE TÍTULO
La intervención de títulos puede ser unilateral, lo que ocurre cuando la voluntad de cambiar la causa se
manifiesta por actos exteriores, y esos actos producen el efecto de excluir al poseedor; es necesario que
se trate de actos concluyentes e inequívocos.
PRESUNCIÓN DE LEGITIMIDAD
ARTÍCULO 1916. Presunción de legitimidad Las relaciones de poder se presumen legítimas, a menos
que exista prueba en contrario. Son ilegítimas cuando no importan el ejercicio de un derecho real o
personal constituido de conformidad con las previsiones de la ley.
El fundamento de este artículo reside en que es natural, ordinario, que quien ejerce el contenido de un
derecho, tenga el mismo derecho que aparentemente ejercita.
ARTÍCULO 1917. Innecesariedad de título El sujeto de la relación de poder sobre una cosa no tiene
obligación de producir su título a la posesión o a la tenencia, sino en el caso que deba exhibirlo como
obligación inherente a su relación de poder.
Según el artículo, en principio el sujeto de la relación de poder nada debe demostrar. Quién pretenda lo
contrario debe cargar las pruebas correspondientes.
● Debe ser una relación actual.
● Posesión de cosas muebles.
PRESUNCIÓN DE CONTINUIDAD
ARTÍCULO 1930. Presunción de continuidad Se presume, a menos que exista prueba en contrario, que el
sujeto actual de la posesión o de la tenencia que prueba haberla ejercitado anteriormente, la mantuvo
durante el tiempo intermedio.
Tiene por objeto superar las dificultades que en los hechos implicaba para el poseedor la prueba de la
posesión durante el tiempo necesario para la usucapión. Basta con la prueba de una posesión inicial y
una posición actual para que se presuma que también se ha mantenido durante el tiempo intermedio.
PRESUNCIÓN DE ADQUIRIR A TÍTULO ONEROSO
ARTÍCULO 1895. Adquisición legal de derechos reales sobre muebles por subadquirente
La posesión de buena fe del subadquirente de cosas muebles no registrables que no sean hurtadas o
perdidas es suficiente para adquirir los derechos reales principales excepto que el verdadero propietario
pruebe que la adquisición fue gratuita.
Respecto de las cosas muebles registrables no existe buena fe sin inscripción a favor de quien la invoca.
Tampoco existe buena fe aunque haya inscripción a favor de quien la invoca, si el respectivo régimen
especial prevé la existencia de elementos identificatorios de la cosa registrable y éstos no son
coincidentes.
Se trata de una disposición que versa en la protección a favor de aquel que adquiere una cosa creyendo
en la titularidad del derecho de parte de aquel que lo transmite. Es decir, es una protección de aquel que
obra de buena fe y paga (título oneroso).
La norma se refiere a cosas no registrables puesto que, con el registro que anuncia la titularidad del bien,
mal podría alegarse buena fe comprobando de quien no figura como propietario.
PRESUNCIÓN DE POSESIÓN Y DUDA SOBRE LAS FECHAS
ARTÍCULO 2243. Prueba Si es dudoso quién ejerce la relación de poder al tiempo de la lesión, se
considera que la tiene quien acredita estar en contacto con la cosa en la fecha más próxima a la lesión. Si
esta prueba no se produce, se juzga que es poseedor o tenedor el que prueba una relación de poder más
antigua.
La actividad probatoria del actor en las acciones posesorias perseverará acreditar el ataque y la relación
de poder que lo sufre. La del demandado a buscar comprobar que no existió lesión alguna al actor y su
propia relación de poder al momento del ataque. Pero si de las pruebas dadas en el juicio posesorio no
puede determinarse quién ejercía la acción de poder sobre la cosa al tiempo de la lesión que dio origen al
proceso, Y ambos litigantes han invocado y probado las propias, ven será aquel que acredite tener la
última en el tiempo o, en su defecto, la más antigua.

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