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03 Cúbreme Con Tu Manto

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03 CÚBREME CON TU MANTO

Rut 3:1-18

1 después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya
bien?
2 ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta
noche la parva de las cebadas.
3 te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer
al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.
4 y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te
acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
5 y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.
6 descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un
lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.
8 y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una
mujer estaba acostada a sus pies.
9 entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu
capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.
10 y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la
primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos.
11 ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi
pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
12 y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más
cercano que yo.
13 pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te
quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.
14 y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran
reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era.
15 después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis
medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad.
16 y cuando llegó a donde estaba su suegra, ésta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo
lo que con aquel varón le había acontecido.
17 y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra
con las manos vacías.
18 entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque
aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.

A todos los que, por la gracia del Señor estamos casados, nos gusta recordar el día en que nos
conocimos con nuestra esposa, recordamos los detalles y apreciamos esa ocasión con alegría. En
este capítulo nos adentramos en ese momento especial en que se da una propuesta de
matrimonio, pero de una forma tan inusual, sorprendente y arriesgada. Nosotros recordamos el
momento en que dimos ese gran paso lleno de valentía cuando dijimos “te quieres casar
conmigo” aquí veremos lo mismo pero que sonará con un “cúbreme con tu manto” lo cual es una
expresión de pacto, es un clamor por redención.
Descubrimos en el capítulo anterior cómo una serie de eventos providenciales llevaron a Rut y
Booz a encontrase en un mismo lugar. Recordemos la gran amargura que Noemí cargaba al ver
cómo su familia se extinguía, finalmente encontró un remedio a través de Booz, un gran hombre
de Belén, ese encuentro fue una luz de esperanza para Noemí y Rut, quienes habían sufrido
mucho.

Ellas habían encontrado una posibilidad de redención, y sin saberlo un camino se está revelando
para toda la humanidad. Dios muestra su soberanía y su total control sobre los eventos de vidas
comunes y corrientes, que, por la soberana gracia del Señor, son consideradas dentro de una
gloriosa historia de amor de trascendencia universal.

Nos alegramos al ver como la amargura de Noemí va quedando atrás. Por fin ya le oímos hablar
palabras que no suenan tristes ni amargas, ella tiene palabras de alabanza a Dios, pues ahora
puede ver a Dios plenamente como soberano y bueno.

Desde aquella ocasión que se describe en el capítulo 2 ya ha pasado bastante tiempo, no podemos
negar que Booz demostró un inusual interés por Rut, pero ese interés no ha avanzado a otro
plano. El final del capítulo 2 nos dice que el tiempo pasó, se acabaron las cosechas y Rut vivía con
su suegra, Noemí entonces se determina a ayudar a que las cosas pasen, e idea un plan el cual es
muy arriesgado, que puede llegar a poner en peligro el honor y la integridad física de Rut, es un
plan que tiene muchas probabilidades de salir mal, pero que Rut valientemente acepta, pues
confía en el carácter honorable de Booz y en el poder de la ley de Dios. Hoy veremos que la
soberanía de Dios demanda la diligencia del hombre, veremos la integridad de dos corazones que
aman a Dios y la incesante actividad de Dios tras bambalinas.

Amados hermanos, debemos reconocer que necesitamos un redentor para no morir y debemos
saber que Dios ha provisto ese redentor, al ver tal necesidad nuestra y tal amor de Dios es
necesario que no quedemos impávidos, sino que clamemos con urgencia “cúbreme con tu manto”
al redentor fiel que está listo para rescatarnos.

EL ARRIESGADO PLAN DE NOEMI. V:1-5

Aparte del gran dolor de Noemi de perder a su esposo e hijos estaba el de no poder proveer
seguridad a sus nueras, ella amaba mucho a Orfa y Rut, y sin la posibilidad de que alguien cercano
a la familia de Elimelec las redimiera, en la viudez la indefensión y la extinción les esperaba. Ahora
después de que el tiempo ha pasado Noemí ve que hay esperanza para el futuro de Rut y dado
que estamos viendo eventos que ocurren en una cultura donde es común que los matrimonios
sean arreglados por los padres, Noemi cual madre se propone asegurar el bien de Rut, el cual
necesariamente significa que pueda tener un esposo. (v1)

Ella anhela para Rut que le vaya bien, la palabra “bien” en este contexto significa reposo, y este
“bien” sólo es posible que se concrete si es redimida por Booz, el pariente cercano. Cuando
hablamos de redención significa sacar a alguien de la esclavitud mediante el pago de un precio y
Booz reunía todos los requisitos que un goel debía tener para redimir a la familia de su hermano
caído en desgracia. Noemi entonces le aconseja a Rut que en esa noche ella vaya a la era donde
Booz está junto a sus criados aventando el grano de la cosecha. La era consistía en un espacio
descubierto entre la cosecha que se instalaba por costumbre en la parte más alta de la colina para
que el viento pudiera soplar a través de ella desde cualquier dirección allí los trabajadores
aventaban las gavillas cosechadas para que el viento separara la paja del grano. Ahora el
aventamiento del grano se empezaba por la tarde. Por la mañana no había brisa, pero en la tarde,
el viento empezaba a soplar y se llevaba el polvo y la arena por todas partes. Luego a la puesta del
sol, o durante la noche, el viento dejaba de soplar. Era costumbre que todas las familias que
trabajaban en determinado campo, junto al dueño, su familia y sus siervos, acamparan alrededor
de la era y generalmente al concluir esta labor, celebraran con una gran fiesta donde se compartía
alimentos en comunión amos y siervos.
Al conocer esta costumbre Noemi le da instrucciones a Rut que consisten en lo siguiente “3 Te
lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al
varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. 4 y cuando él se acueste, notarás el
lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas
de hacer.” Desde nuestra perspectiva alejada de las costumbres orientales de miles de años atrás,
esto que Noemí le ordena a Rut nos parece indecoroso cuando menos, parece que le está dando
instrucciones acerca de seducir a Booz, pero en realidad no tiene nada de indecoroso si se
observan tanto las costumbres del lugar y época como el marco legal que las ampara. Esta era la
forma correcta, conforme al uso general, de recordar a Booz el deber que le correspondía como el
pariente de su finado esposo.

Booz probablemente dormía sobre una estera o cuero. Rut debía acostarse a sus pies, posición en
que duermen los criados orientales en la misma pieza o carpa de sus amos, y si necesitan cobijas,
las costumbres les permiten cobijarse con la ropa de cama de su señor. Descansando de noche
como suelen hacerlo los orientales, con la misma ropa que llevan de día, no había nada de
indecoroso en que un extraño, e incluso una mujer, pusiera sobre sí parte de esta ropa. Pero aun
así era arriesgado, Rut corría el riesgo de ser rechazada, de ser mancillada en su honor, de que en
la oscuridad se perdiera y fuera descubierta por otros criados que la expondrían a la vergüenza
destruyendo para siempre su reputación, pero, aun así, ella estuvo dispuesta a hacer todo lo que
su suegra le mandó.

La soberanía de Dios demanda acción de sus criaturas. Sé que para muchos que no lo entienden,
la soberanía de Dios es una excusa para la inacción y la falta de diligencia. Creemos en la soberanía
de Dios, creemos en el decreto divino, creemos en la doctrina de la providencia, creemos que Dios
ordena el fin desde el principio, creemos que todo sucede porque Dios ha querido que suceda, y
que así también, él ha ordenado la forma en que las cosas decretadas sucedan. En este caso
justamente Noemí confiando en esa soberanía, toma la “iniciativa” y no va a esperar que las cosas
pasen solas, pues si algo entendía bien desde el principio era la soberanía de Dios, si Dios es
soberano el revelará su voluntad a través de una acción que es arriesgada pero que está amparada
por la ley de Dios. El que cree en la soberanía de Dios también cree en la efectividad de la
Palabra de Dios. En Deuteronomio 25 de los versos 5 al 10 encontramos una ley dada al pueblo de
Israel, leeremos los v 5 y 6 “5 Cuando dos hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no
tiene hijo, la mujer del fallecido no se casará fuera de la familia con un extraño. El cuñado se
allegará a ella y la tomará para sí como mujer, y cumplirá con ella su deber de cuñado. 6 y será
que el primogénito que ella dé a luz llevará el nombre de su hermano difunto, para que su
nombre no sea borrado de Israel”. Dios a través de esta ley preservaba dos elementos cruciales
del pacto: la descendencia y la propiedad de las familias, La Ley de Moisés prescribía que la viuda
del hermano muerto sin hijos tenía que ser tomada como esposa por el hermano sobreviviente. El
primogénito de los hijos de esta nueva unión debía heredar los bienes y el nombre del fallecido.
Con ello se buscaba mantener la integridad de la familia, e impedir la extinción de la raza y del
nombre de un hombre muerto prematuramente o privado de descendencia, además implicaba
que, si alguna familia se veía en la necesidad de tener que vender sus tierras estas en algún
momento debían volver de vuelta a la propiedad familiar, si el jefe de la familia moría sin dejar
descendencia, el pariente más cercano debía recuperar la propiedad para que la viuda no quedara
en la indefensión. El principio que está detrás de esta ley es que Dios es el dueño de la tierra, y
también es una ley que implica que hay un precio a pagar con cargo al redentor por una familia
que está en una condición de miseria. En todo sentido para el hombre que asumía esta
responsabilidad del goel, era un sacrificio, y por naturaleza lo rehúsa, por eso vemos en Genesis 38
que hubo un hombre que se llamaba Onan que rehusó a esta obligación y fue cortado por Dios.

Por eso decimos que es un plan arriesgado, ¿habrá alguien dispuesto a asumir el precio de la
miseria de otro y renunciar a sus planes de vida para hacerse cargo de vidas ajenas?

UN ENCUENTRO EN LA ERA V6 -15


Rut hizo todo lo que Noemi le instruyó, esperó el momento propicio después que todas las
actividades de la jornada habían terminado, observó el lugar preciso donde Booz fue a descansar,
y ella en silencio se acerca y descubre sus pies y se acuesta. No sabemos cuánto tiempo ella estuvo
en esa posición, pero a la medianoche Booz seguramente sintió el frio de sus pies descubiertos
despertó y encontró a Rut acostada a sus pies, como una sierva de su casa, como alguien de su
familia.

En todo este relato no hay un atisbo de inmoralidad, con mucha delicadeza el autor relata los
eventos demostrando que la integridad de ambos prevalecía en medio de circunstancias
“propicias para el pecado”, había un propósito grande que demandaba un carácter también
grande. Cuando se presenta una oportunidad para pecar se demostrará lo que hay dentro de
nosotros. Las eras en los campos eran sinónimo de pecado y fornicación, había tantas
oportunidades para el mal que muchos las tomaban, pero vemos acá como la gracia de Dios
activamente guía todas las cosas para que el Señor sea honrado en todo, el Dios soberano nunca
incitará al pecado a alguien.

La oscuridad de la noche hacía imposible reconocer a alguien así que le pregunta Booz a Rut quien
era y ella le responde “Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por
cuanto eres pariente cercano.” Ésta fue una de las escenas más hermosas de la Palabra de Dios.
Aquí estaba este hombre de guerra, hombre bueno y valiente, un hombre rico. Y también estaba
aquí la bella mujer de Moab, quien se hallaba desvalida y muy pobre. Y ella le pidió que él fuera su
pariente-redentor. Usando la misma oración de Booz del C2V12, 12 Jehová recompense tu obra, y
tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a
refugiarte. ella le pide que él sea el medio de respuesta a su propia oración, que extienda su
manto sobre ella, expresión que significa, ponme bajo tu protección, une mi vida a la tuya, se mi
redentor. Notemos que en ningún momento hay una exigencia furibunda de derechos, al parecer
las palabras de Rut dan a entender que hay una gran probabilidad de ser rechazada, ella está
consciente de que en última instancia su futuro no descansa en sus reclamos, sino que, en la
generosidad, en la integridad, en la honorabilidad del redentor. En Ezequiel 16:8 encontramos un
texto que usa esta misma figura del manto en un contexto en que Dios describe su relación con
Israel como el de un esposo “Entonces pasé junto a ti y te vi, y he aquí, tu tiempo era tiempo de
amores; extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto
contigo” —declara el Señor Dios— “y fuiste mía”. Notemos las palabras claves dentro de este
texto de Ezequiel: “extender mi manto sobre ti”, “te hice juramento” y “pacto”. Eso mismo le está
pidiendo Rut a Booz, que haga un pacto con ella, que sea su redentor, que sea su esposo. Ante tal
petición ¿Qué respondería Booz? Booz era rico, pero también íntegro, su carácter destaca sobre
sus influencia, poder, y valor y le responde sin desdén, no la maltrató, no la expulsó a gritos, sino
que pronunció para ella una bendición “Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu
postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos” la
reconoce como alguien a quien Dios ha bendecido, reconoce que el rostro de Dios está a favor de
Rut, admira su disposición a sacrificar su vida, ella ha renunciado a sus ventajas, desechó sus
derechos individuales de construir su destino como bien le pareciera, y se ha esforzado por hacer
bien a su familia y ahora pone en riesgo su futuro, su felicidad y su destino por el bien de la familia
de su difunto esposo y se acerca a él para que él sea el medio de preservación de la familia de
Noemí, ¿qué mujer estaría dispuesta a tanto? Booz ve que Rut ha renunciado a ese derecho y
siendo moabita se somete a una ley mosaica que beneficia a otra persona.
Las palabras de Booz dejan entrever que el ya admiraba a Rut, que se sentía atraído por ella, pero
se veía en desventaja seguramente por su edad, el autor no lo dice, pero nos da la libertad de
imaginar que ambos se veían como amores imposibles, pero aquí está pasando, dos vidas íntegras
preservadas por la gracia de Dios están tomando decisiones trascendentes buscando primero la
gloria de Dios.
Si hay algo que destacar es que Booz llama a Rut “una mujer virtuosa delante de todo el pueblo”.
Para nosotros la frase “mujer virtuosa” suena a un ideal de mujer inexistente en la realidad, en la
Biblia esta frase completa solo aparece aquí en Rut y en el libro de Proverbios, entonces la “mujer
virtuosa” no es solo un ideal sino que también una realidad, muchos estudiosos dicen que la mujer
virtuosa de Proverbios 31 es una descripción de Rut, de hecho en el Canon hebreo este libro está
después de los libros sapienciales, por lo tanto no sería extraño que el autor para escribir ese
capítulo se basara en su historia familiar que incluía a Rut.

Booz está dispuesto a redimir a Rut y a su familia, le dice que no tema, él hará lo que ella le pide, él
pagará el precio de la redención y lo hará porque teme a Dios y porque ama a Rut. Pero deben
considerar un obstáculo, 12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso
hay pariente más cercano que yo. Resulta que hay otro pariente más cercano que él y que tiene
prioridad en el cumplimiento de la ley, esto refleja el interés de Booz por Rut, pues ya había hecho
averiguaciones, y nos explica por qué no tomaba la iniciativa y dejó que el tiempo pasara, pero
además revela cuan en serio se toma Booz a Dios y su ley, él podría haberse quedado callado, pero
no hará eso, aunque sea lo que más desea, sino honrar primero a Dios. Luego vemos que ya está
actuando como esposo al protegerla, al cuidar su reputación y proveer para su sustento y el de
Noemí.
Recordemos que Noemi deseaba el bien para Rut, bien que se traduce del hebreo “reposo” acá
Booz le dice a Rut, en la espera del desenlace de toda esta situación, “descansa”. Podemos ver
como las cosas están coincidiendo asombrosamente y están tomando ya un rumbo, lo que hace
inevitable ver que Dios está detrás de todo lo que ocurre.

NOEMI EN LA VENTANA v 16-18


Al llegar al verso 16 Rut ya llegó a casa con Noemí, ella sabía que su plan tenía riesgos inherentes,
sin duda esa noche no debe haber pegado un ojo, y le pregunta a Rut como le fue, el informe de
Rut se reduce a mostrar la evidencia de la provisión, seis medidas de cebada y un mensaje para
Noemí “para que no vayas a tu suegra con manos vacías” ¿por qué dijo esto? Bueno, esto tiene
completa relación con las quejas de Noemí en el capítulo 1, ella decía me fui llena y ahora vuelvo
vacía, A través de Booz El Señor le está diciendo, yo te lleno nuevamente, Dios va a quitar las
quejas de los labios de Noemí a fuerza de amor y misericordia. Con esto la anciana comprende que
las cosas ya están tomando un rumbo definitivo, así que le dice con cariño a Rut, “Espérate, hija
mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que
concluya el asunto hoy” Booz le dijo a Rut a las puertas de un día crucial y definitivo para sus
vidas, “descansa” Noemí le dice a Rut en la madrugada del día decisivo “espera”, ¿acaso no son las
cosas que menos alguien haría en el día más importante de su vida? Pero Noemi tiene razones
para invitar al descanso a su nuera, y es que aquel hombre no descansará hasta que concluya el
asunto, ella confía en el redentor, él tiene ahora en asunto en sus manos, descansa porque tu
redentor no descansa.

CONCLUSIÓN.
Podemos concluir con algunas aplicaciones prácticas para nuestras vidas, una vida guiada por la
Gracia de Dios, que confía en Dios no será una vida pasiva, será diligente y comprometida con los
planes del Señor, asumiendo la responsabilidad que le corresponde, tal como dice el profeta
Daniel 11:31 “el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.”
Pero debemos también resaltar la integridad de ambos personajes, tanto Rut y Booz se mueven en
todo momento dentro de los linderos del temor a Dios, ellos han resuelto que cada paso que den
lo darán siempre y cuando honre a Dios. Que hermoso ejemplo, en estos días el amor es usado
como excusa para muchos pecados, la frase “lo hice por amor” pareciera que exime de
responsabilidad al pecador, pero la verdad es que el amor no hace nada indebido, y eso ya lo
sabían Rut y Booz miles de años antes que naciera Pablo.
Pero lo más glorioso de este capítulo es ver como Rut, acude a Booz con la frase “extiende el
borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.” Como toma la oración de
este hombre y la hace suya y reconoce que en ella hay una necesidad urgente de un redentor,
nadie acudía al pariente cercano en busca de redención sino solo cuando tenía total conciencia de
la realidad de su ruina y desesperanza, nadie necesita un redentor sino hasta que admite que lo ha
perdido todo, Rut clama a Booz por su protección, está dispuesta a vivir su vida junto a él,
entiende que necesita la redención que sólo Booz le puede dar, y este hermosamente no se lo
niega, y en una promesa el extiende su manto sobre ella y la acepta por esposa, y hará todo lo que
sea necesario para que ese voto se cumpla, y mientras él acude esa misión de redimirla le invita a
descansar.

Sin duda asistimos a una historia de amor bastante especial, pero este amor de Booz por Rut es
algo que tiene un trasfondo mucho más maravilloso para esta historia. Dios está moviendo los
eventos de vidas comunes y corrientes para que desemboquen en un gran evento histórico que
tendrá connotaciones cósmicas, es la historia de amor de Booz y Rut, pero también es la historia
de amor entre Dios y su iglesia. Una iglesia que sin Cristo está en una condición de miseria que
solo un redentor como Cristo puede remediar, y Él siendo justo y perfecto asume el precio de
nuestra redención, nos cubre con su manto, siendo enemigos nos reconoce como parte de su
familia y asume el costo de nuestra ruina y miseria, el pagó el precio que nos saca de la esclavitud
y de la ruina espiritual, y nos dice “descansa, yo voy a la cruz, yo pago el precio de tu pecado con
mi sangre, yo soy tu redentor”.
Si alguien aún no tiene a Cristo como redentor, venga confiadamente en arrepentimiento y fe y
pídale “cúbreme con tu manto” rescátame de mi miseria y hazme de tu familia, sin duda él ha
hecho todo, él lo consumó todo, Booz fue a la ciudad a negociar por Rut, Nuestro Salvador fue al
Gólgota a morir por nuestra redención, que gran redentor es Cristo, digno de toda gloria y honor.
Descansemos en sus promesas, en su pacto hallemos reposo, en su amor podemos esperar.

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