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Veredicto Causa Pingüinos

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En la ciudad de Rawson, Provincia del Chubut, siendo el día 07 de noviembre

de 2024, se constituye en esta Sala de Audiencias del STJ el Tribunal


Colegiado de Juicio integrado por los Señores Jueces Penales Dr. Carlos
Richeri conectado vía webex desde la ciudad de Esquel, y las aquí
presentes Dra. Eve Ponce y quien les habla María Laura Martini, a
efectos de dar lectura al veredicto dictado en la Carpeta Judicial N° 7629
Legajo Fiscal Rw 24.721 en autos caratulados “MINISTERIO PÚBLICO
FISCAL S/ INVESTIGACIÓN MALTRATO ANIMAL- PUNTA
TOMBO”, autos en los que tuvieron debida participación la Sra. Fiscal
General Dra. Florencia Gómez en representación del MPF, el Dr. Martín
Castro en representación de la parte querellante Fiscalía de Estado de la
Pcia. de Chubut; el Dr. Eduardo Hualpa representante letrado de las
querellantes: Asociación Civil de Abogados, Abogadas y Profesionales
Ambientalistas (aadeaa), Fundación Greenpeace Argentina y Fundación
Patagonia Natural; y el Dr. Federico RUFFA Defensor Particular del
imputado en autos Sr. Ricardo Adolfo La Regina.

Luego de haber concluido el debate y el proceso de deliberación, de


conformidad con lo preceptuado por el artículo 331 del CPP, se procederá
a la lectura del veredicto y sus fundamentos sintéticos.-

En primer lugar, adelanto que el Tribunal considera probada la materialidad y


autoría de los tres hechos traídos a juicio conforme la propuesta del MPF y las
querellas; no así el único tramo diferente propuesto en el Hecho N° 2 de la
querella representada por el Dr. Hualpa.

Así se tuvieron por probados los hechos acusados ocurridos en la Estancia “La
Perla” entre los días 10 y 14 de agosto de 2021; 10 y 14 de septiembre de
2021; y 26 de noviembre y 4 de diciembre del año 2021.

En el marco de esos tres hechos, Ricardo Adolfo La Regina, sin autorización


administrativa previa sobre impacto ambiental y mediante la utilización de
maquinaria pesada (retro excavadora) procedió al desmonte completo de
vegetación nativa y remoción de suelo provocando daños irreversibles a la
fauna y flora autóctonas del lugar, dañando el hábitat reproductivo del
Pingüino de Magallanes y en el último de los hechos también, arrollando un

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alto número de pingüinos vivos de diferentes edades, matándolos,
lastimándolos y causándoles sufrimiento como así también arrollando huevos
en etapa de incubación.

Como puntos no controvertidos por las partes resultaron los siguientes:

a. El lugar de los hechos

Resultó acreditado y no controvertido que los hechos materia de imputación


ocurrieron en La Estancia “La Perla” Lote 20 C de la sección C 3 Fracción A
y B del Departamento Florentino Ameghino de la Provincia de
Chubut.

Asimismo resultó no controvertido que al tiempo de los hechos y hasta la


actualidad la Administración del lugar está a cargo del imputado Ricardo
Adolfo La Regina, hijo de Ricardo Omar La Regina (habiéndose acreditado el
vínculo paterno filial con copia certificada del acta de nacimiento del aquí
imputado acaecido el día 08 de mayo de 1987 en la ciudad de Trelew
resultando ser sus progenitores Ricardo Omar La Regina y Ana Beatriz Plaza
conforme ACTA 449 TOMO I AÑO 1987).

Asimismo, su calidad de administrador de la Estancia resultó acreditada con


copia certificada de la sentencia n° 61/2019 dictada en el marco del Expte.
1130/2009 caratulado “Asesoría de Familia s/ Revisión de Capacidad de
Ricardo Omar La Regina”, mediante la cual la Sra. Jueza de Familia Gladys
Susana Rodriguez restringió la capacidad de Ricardo Omar La Regina DNI n°
13.160.331 y designó como figura de apoyo a su hijo Sr. Ricardo Adolfo La
Regina.

b. La existencia de las obras cuestionadas y su realización en las fechas


imputadas.

No fue controvertido que en la Estancia de mención administrada por el


Sr. Ricardo Adolfo La Regina, se realizaron las obras producto de las
conductas atribuidas al nombrado.

Así, no resultó controvertido que el “CAMINO A” fue realizado entre los días
10 y 14 de agosto de 2021, para la colocación de un alambrado; el “Camino
B” fue realizado entre el 10 y 14 de septiembre de 2021, y por último el
“Triángulo y Desmonte”, lugar al que La Regina denominó: “el tajamar” fue

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realizado entre los días 26 de noviembre de 2021 y el 04 de diciembre de
2021.

Ello surge especialmente de los dichos del Sr. Alberto La Regina, de la Sra.
Norma González, del testimonio de los biólogos Pablo García Borboroglu y
Laura Reyes, de las filmaciones y fotografías obtenidas y exhibidas en juicio
por Daniel Feldman y Maximiliano Jonas, del testimonio del Director de
National Geographic Samuel Guilford, como así también del testimonio de la
Ing. Mariana Horlent, entre otros.

A ello se suma la inspección ocular realizada en el lugar con presencia de este


Tribunal el día 30 de octubre de 2024 que permitió corroborar las
características y ubicación de las obras realizadas; y, especialmente, los
propios dichos del imputado que confirman lo expuesto por los testigos.

c. Empleo de maquinaria pesada o retroexcavadora para la realización


de las obras.

El acusado reconoció que compró una retroexcavadora lo que resultó


acreditado con la copia certificada de rendición de cuentas presentada el 08 de
septiembre de 2021 en el marco del Expte. 1130/2019 del Juzgado de Familia.

Ello, permite inferir a este Tribunal que fue esa la maquinaria utilizada para la
realización de las obras en cuestión sin haber sido controvertido por la
Defensa, sumado a ello el rastro de una máquina pesada observado en las
imágenes fotográficas y filmaciones exhibidas en el debate.

d. Ausencias de permisos y estudio de impacto ambiental.

Ricardo La Regina relató que las mejoras dentro del campo antes se hacían sin
necesidad de permiso alguno, y que de todas las propuestas de actividades
productivas, como las turísticas, presentadas por él ante los organismos
correspondientes, nunca obtuvo respuesta favorable alguna. Eso permite
inferir su conocimiento sobre la necesidad de autorización para realizar obras
en el lugar que pudieran afectar a la colonia de pingüinos y su hábitat.

Por otra parte, la necesidad de permisos y estudios de impacto ambiental surge


de la Leyes nacionales y provinciales que regulan la temática.

e. Desmonte y remoción de suelo

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Este punto no solo resultó acreditado con la prueba testimonial y de informes
que se viene mencionando, a las que se suman las declaraciones del
especialista en suelo Mario Rostagno y de Mariana Harlent; sino también con
los dichos del propio Ricardo La Regina quien explicó en su declaración la
necesidad de realizar el denominado CAMINO A por los Acusadores, para la
colocación de un alambrado a los fines del resguardo de su ganado vacuno
reconociendo incluso las consecuencias negativas que no son gratis para su
actividad productiva por la consecuente remoción de suelo que implica la
realización de un desmonte, y el riesgo a la desertificación.

En igual sentido explicó el motivo de realización del “Tajamar” para brindar


agua a su ganado vacuno e impedir que pasaran hacia el campo vecino.

Tampoco desconoció la traza del denominado Camino B.

Dijo que, por demoras del agrimensor, el desmonte para la colocación del
alambrado lo tuvo que realizar “a las apuradas”, antes de la llegada de los
pingüinos en septiembre.

El acusado explicó que al momento de construir el Tajamar (entre el 26/11/21


y el 04/12/21), tuvieron la precaución de evitar hacerlo en zona de nidos y
pingüinos.

También explicó su larga experiencia trabajando cerca de la colonia y


colaborando con investigadores y expertos.

Es decir, la autoría resulta acreditada con el propio reconocimiento que de ello


realiza el imputado a lo que se agrega lo declarado por su tío Jorge Plaza, y la
testimonial brindada por la periodista Silvina Cabrera en el marco de la cual se
expusieron las entrevistas por ella realizadas al imputado y a su tío; sumando a
ello la documentación que da cuenta de la compra de la retro excavadora por
parte de La Regina.

II. Lo controvertido

Expuestos los puntos no controvertidos, podemos concluir que la discusión


giró en torno a si el Sr. La Regina con su accionar afectó el hábitat natural
de la especie del pingüino de Magallanes como así también si ello
comprendió la realización de actos de crueldad animal por ocasionar la
muerte de numerosos pingüinos de diversas edades.
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Los acusadores han demostrado en juicio que el “Camino A” atraviesa la zona
de alta nidificación de la colonia para llegar al mar.

Pudimos ver en videos, fotos y presencialmente al momento de la inspección,


cómo a medida que la traza del “Camino A” se acerca al mar, aumenta la
cantidad de nidos de un lado y del otro del desmonte (conf. por ejemplo con lo
que resulta de las testimoniales de Maximiliano Jonas, y Daniel Feldman).

También los profesionales Dres.


García Borboroglu y Reyes, y las guarda faunas Romina Turco y Carla
Verónica Poleschi, y el Sr.
Sergio Cassin) nos explicaron dónde se ubicaba la zona de alta nidificación
incluso explicaron los motivos de ello.

Fueron determinantes las imágenes y videos en los que se observaban nidos


pegados al borde del “Camino A”, especialmente en aquellos que mostraban
dos entradas, una natural y otra producto del desmoronamiento del techo por
el paso de la maquinaria pesada (Dr. Borboroglu y Dra. Reyes).

Así, la presencia de nidos colapsados junto a la huella del “Camino A”, como
las bases de los nidos que antes se encontraban en la franja donde se realizó el
desmonte, son elementos que nos convencen de que efectivamente se
destruyeron nidos de pingüinos para dar paso al “Camino A”, sobre todo
considerando que se realizó atravesando la colonia a la mitad.

Asimismo, atento la información producida en el debate con relación al


alcance geográfico de los nidos de la colonia, más lo observado por este
Tribunal en la inspección ocular del lugar, podemos inferir que en el “Camino
B” como en el “Triángulo y Desmonte” o Tajamar, también comprendían una
una zona de nidificación, aunque de menor concentración.

Ahora bien, considerando la época de comisión de cada hecho pudimos tener


por acreditado que, con el accionar descripto en el hecho nro. 3 “Desmonte y
Triángulo” o Tajamar, al efectuar el desmonte y remoción de suelo el
imputado no sólo dañó el hábitat del pingüino de Magallanes y la flora
autóctona del lugar, sino que también arrolló gran número de huevos en
incubación y de pingüinos vivos, matándolos, lastimándolos y causándoles
sufrimiento.

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Esta última conducta también fue imputada a La Regina por la querella
representada por el Dr. Hualpa, en el hecho nro. 2 es decir, la realización del
“Camino B”; no obstante lo cual, este Tribunal no lo ha tenido por
suficientemente acreditado.

El Dr. Borboroglu explicó la técnica con la que proyectó un número mínimo


de referencia para calcular la cantidad de nidos destruidos por metro cuadrado,
para lo que tiene en cuenta también zonas de alta, media y baja nidificación.

Con ello, calculó que en la zona del “Camino B”, que significó el desmonte de
202 m2, se destruyeron 26 nidos; y en la zona del “Triángulo y Desmonte”,
que significó el desmonte de 1180 m2, se destruyeron 35 nidos.

Sin perjuicio de dicha cantidad de nidos determinada, lo que este Tribunal no


puede tener por probado con el grado de certeza necesario en esta instancia es
que la realización del Camino B haya implicado la producción de un acto de
crueldad animal mediante arrollamiento en atención a la época en que ocurrió,
y a la ubicación del Camino B -zona de baja densidad-.

Se escuchó en juicio que en ese período (entre el 10 y 14 de septiembre) los


pingüinos recién estaban arribando al lugar, que lo hacen a partir de la
segunda mitad de septiembre. Es decir, se estaba en plena etapa migratoria,
con lo cual no pudimos tener por acreditado con el grado de certeza necesario
que la traza del camino B conllevara la matanza de pingüinos, imponiéndose
la duda en favor del imputado.

Otro punto discutido y que generó diferentes posturas y planteos, fue lo


observado en el video donde se exhiben dos pichones de pingüinos muertos
dentro del nido colapsado y a su padre junto a ellos.

Sin perjuicio de lo conmovedor de la imagen, lo cierto es que ello no fue parte


de ninguna de las plataformas fácticas. El lugar donde se hallaban estos dos
pichones y su padre, era al costado del “Camino A” en relación al cual sólo se
acusó por lo ocurrido durante los días 10 y 14 de agosto de 2021, por lo que
los pichones recientemente fallecidos hallados a fines de noviembre en ese
lugar no fueron incorporados a la plataforma fáctica de ninguno de los
acusadores.

No obstante esa salvedad, lo cierto es que esa circunstancia sí resulta un fuerte


indicio de que ambos pichones murieron producto del trabajo de una persona
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que con el paso de una camioneta o maquinaria pesada provocó el colapso del
nido en el mes de noviembre –época de alta presencia de la especie en el
lugar-, lo que significó el desmoronamiento del techo sobre los pichones y su
consecuente deceso. Así, inferimos que en las obras que se realizaron en el
hecho nro. 3 tampoco se tuvo el cuidado necesario para evitar colapsar nidos
con pingüinos, huevos y/o pichones dentro, teniendo así por probado que en el
hecho 3 se aplastaron pingüinos, pichones y huevos.

III. Calificación jurídica

En atención a lo que se viene manifestando este Tribunal coincide con las


Acusadoras en cuanto a la calificación escogida para los tres hechos
endilgados en cuanto a que configura el delito de daño agravado previsto en el
art. 184 inc. 5 del CP.

A diferencia de la atipicidad propuesta por el Sr. Defensor, consideramos


adecuado el encuadre jurídico de los hechos acusados.

Más allá de la organización de los tipos penales en relación a los bienes


jurídicos protegidos, lo cierto es que éstos suelen contener más de uno, y es un
ejemplo de ello los agravantes del daño previstos en el art. 184, como por
ejemplo el inciso 1, que agrava la figura si la intención del daño está dirigida
hacia una autoridad, no porque ésta sea propietaria de una cosa, sino por su rol
y decisiones.

El defensor diferencia las cosas de los bienes para señalar que estos últimos no
son los protegidos por el tipo penal, sin embargo el inciso imputado -el 5to.
del art. 184- expresamente se refiere a ‘bienes’.

Resulta claro que el concepto de cosa conforme el art. 16 del Código Civil y
Comercial de la Nación, a diferencia de lo que pretende el defensor, no
excluye ni la flora autóctona ni los animales silvestres, en especial si se lo
analiza a la luz de los artículos 225 (a propósito de la flora autóctona), 227 (la
fauna silvestre), y 240 y cctes. del mismo cuerpo normativo.

También subraya la necesidad de la ajenidad, y para ello hace referencia a que


la flora autóctona y los nidos resultan accesorios a su suelo, por lo que forman
parte de su propiedad. La ley 22421 prohíbe apropiarse del animal silvestre y
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su hábitat, en concordancia con lo establecido por la ley 25.675; como así
también con lo regulado a nivel provincial en la Ley XI N°10 Ley de la
Conservación de la Fauna; Ley Pcial. n° 4032/94 de Evaluación de Impacto
Ambiental; Ley General de Ambiente Provincial n° 4563, por mencionar
normativa nacional y provincial que tiene el mismo fin de protección e interés
público en materia de medio ambiente.-

Es por ello, que no puede considerarse propietario de la flora autóctona y en


especial de los nidos de los animales silvestres, más aún si estos y su hábitat
están protegidos por leyes locales e internacionales.,

Por lo expuesto, este Tribunal no tiene dudas que el hábitat del pingüino de
Magallanes resulta un bien de interés y uso público en los términos del art.
184 inc. 5°.
Por último, atento los fundamentos ya expuestos, también consideramos
aplicables la ley de maltrato animal, en especial la figura de crueldad en los
términos de los artículos 1° y 3° Inciso 7° de la Ley 14.346 de Malos Tratos y
Actos de crueldad a los animales; en relación al hecho n° 3.

Si bien el Sr. Defensor cuestionó la acusación de la querella en relación al


delito de crueldad animal concursado idealmente en el hecho 2 apartándose la
dicha querella de lo acusado por la Fiscalía; toda vez que este Tribunal tuvo
por no acreditada la comisión de ese delitos, su tratamiento deviene abstracto.

IV. Delito Continuado

Asiste parcialmente razón a la defensa en cuanto a la forma en que se vincula


el hecho 1 y el 2, no así el nro. 3, por cuanto los primeros dos son un mismo
delito en modalidad continuada.

Para ello, advertimos la identidad en el objeto de ambas obras, en la


funcionalidad, en la modalidad en la que se realizó, la herramienta empleada,
del lugar e identidad del autor.

La única diferencia que presentó el acusador fue la diferencia de fechas entre


ambos, sin embargo, este elemento diferenciador no es congruente con la
afirmación de que el hecho nro. uno se habría realizado en por lo menos

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cuatro días, y en igual sentido, el hecho acusado como nro. 2 también habría
sido realizado en por lo menos cuatro días.

En este sentido, entendemos que el conjunto de similitudes entre el hecho uno


y dos nos significan un mismo hecho, y ante ello, en coincidencia con lo
propuesto por la Defensa, entendemos que la descripción fáctica del hecho 1 y
el 2, son en realidad un mismo hecho, y así lo vamos a considerar.

En cambio, el hecho nro. 3, la realización del tajamar, el objeto, la


planificación, la oportunidad, la función, son diferentes al hecho anterior. Por
lo que lo consideraremos un hecho independiente.

Quedando así, dos hechos de daño, el primero comprende los hechos nro. 1 y
2, y otro que comprende el hecho nro. 3.

DOLO

El imputado nos relató con detalle su rol en el campo de su familia desde


temprana edad ante la situación de salud que atraviesa su padre y la necesidad
de darle sustento a su familia; por lo que más allá de la administración del
campo que ostenta legalmente, también pudimos ver los alcances de su rol en
la toma de decisiones y ejecución de planes productivos.

Cuando el imputado desarrolló los comportamientos endilgados por los


acusadores, sabía que estaba afectando el ecosistema donde habitan pingüinos,
aves y vegetación autóctona protegida internacionalmente.

Respecto al dolo confirgurativo del delito vale decir que en primer lugar
debemos considerar la propia declaración de L R, quien refirió haber vivido
desde siempre en cohabitación con la flora y fauna silvestre del lugar.

Mas allá del reconocimiento referido, de la prueba producida, surge que La


Regina conocía claramente las consecuencias de la “erosión” o daño del
suelo, vale decir que ello queda en claro cuando explicó porque no podía
concentrar la actividad ganadera en un solo cuadro del campo.

La Regina declaró la necesidad de delimitar su propiedad y proteger su


hacienda vacuna, y con ello reconoció el desmonte para el alambrado con
boyero y el desmonte y remoción de suelo para el tajamar.

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Sin embargo, cuando hablo del desmonte en general y su costo, se refirió al
riesgo y costo de la perdida de la vegetación, y también se refirió a la
problemática de emplear un sólo cuadro para alimentar su ganado, y lo
vinculó al riesgo de la desertificación que significaría que los animales coman
la vegetación hasta la raíz.

Allí, afirmó que si se sacaba la vegetación de raíz esta no volvía a crecer y que
la zona semi desértica o desértica donde se encontraba el campo podía
provocar voladero de tierra y el inicio de una desertificación que podría
avanzar sobre el resto del campo sin control.

Por otro lado, explicó cómo de joven trabajó junto a investigadores y


científicos que venían a estudiar al pingüino, incluso mostró su oposición a
ciertas concesiones que otorga el plan de manejo en las áreas protegidas con
relación al permiso del ganado sobre la zona de nidificación que a su entender
no es correcto.

Con ello, entendemos que no puede negar conocer que la vegetación que se
desmontó y los sedimentos que se removieron del suelo, provocaron una
alteración al hábitat natural del pingüino de Magallanes; y que la vegetación
autóctona, como el hábitat del pingüino se encuentran protegidos y su
actividad productiva no puede alterarla.

En conclusión, lo reseñado sumado a la propia documentación ofrecida or la


defensa en cuanto al requerimiento de diferentes solicitudes o puesta en
conocimiento de determinadas situaciones irregulares por él observadas,
permiten tener por acreditado el conocimiento de La Regina de las
consecuencias de su accionar,

Su insistente alegación de la omisión estatal frente a sus reiterados reclamos,


no justifica la realización de comportamientos contrarios a la ley.

Por todo lo expuesto este Tribunal Colegiado por unanimidad FALLA:

I.- DECLARANDO al Sr. Ricardo Adolfo LA REGINA, con DNI nro.


33.059.018, como autor penalmente responsable de los delitos de DAÑO
AGRAVADO, dos hechos en modalidad de delito continuado (hechos 1 y 2)
ocurridos entre el 10 y el 14 de agosto y el 10 y el 14 de septiembre de 2021;

10
en concurso real con DAÑO AGRAVADO (hecho 3) ocurrido entre los días
26 de noviembre y 04 de diciembre de 2021, este último en concurso ideal
con el delito de CRUELDAD ANIMAL (Artículos 1° y 3° Inciso 7° de la Ley
14.346); todos ellos realizados en la Estancia La Perla Lote 20 C de la sección
CIII Fracción A Y B dpto.. Florentino Ameghino Pcia de Chubut.

II.- ABSOLVIENDO al Sr. Ricardo Adolfo LA REGINA, con DNI nro.


33.059.018 por el delito de CRUELDAD ANIMAL (Artículos 1° y 3° Inciso
7° de la Ley 14.346) que le fuera atribuido como ocurrido entre los días 10 y
14 de septiembre de 2021.

III.- CONVOCANDO a las partes, para la realización de la cesura de pena


conforme lo prescripto en los artículos 304 y 343 del CPP, para el día lunes 11
de noviembre a las 08:30 horas.

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