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Jose Romulo Sosa Ortiz, mejor conocido como “José José” o “El príncipe de la

canción” nació un 17 de Febrero de 1948 en la Ciudad de México. Hijo del tenor


de ópera; José Sosa y la concertista de Piano; Margarita Ortiz. Creció con
recursos económicos limitados gracias a la profesión de su padre. Su padre era
Alcohólico por lo que era muy normal el sufrir ataques por su parte, lo que
provoca un mal rendimiento académico e insomnio a un joven José José. A los
15 años, gracias a que en una llamada, su madre descubre que su padre tiene
una amante, lo que desencadena el abandono del mismo, el cual antes de irse,
se despide de sus hijos recordándoles que los ama, y termina con un “Perdón,
no soy tan malo como parece, lo que pasa es que me da mucho miedo la vida”.
El que su padre se haya ido le da mucha libertad para experimentar con la
música, saliendo de la música clásica, tocando en los bares e incluso formando
un trío con su primo y un amigo con quienes ofrecen serenatas para obtener
algo de dinero. El tocaba la guitarra y era la voz principal, gracias a que tenía
una voz única, cautivadora y privilegiada. Cada que cantaba, el cerraba sus
noches bebiendo de manera recurrente siguiendo los pasos de su padre en su
vicio por el alcohol. Durante una de sus serenatas, María Eugenia; la secretaria
ejecutiva del máximo dirigente de Orfeón Records, queda deslumbrada por la
voz de José y lo invita a hacer una prueba de grabación. El acepta y gracias a su
talento se gana su primer contacto con una disquera, donde tiempo después
graba y presenta su primera canción llamada “El Mundo”. José se decepciona
por no oír su canción en la radio, y a la par vive un momento difícil, pues recibe
una llamada en donde se le notifica que su padre ha perdido la vida. Tiempo
después, se une a un grupo de Jazz y Bossa Nova llamado “Los Peg”, donde
tocaba el contrabajo y también cantaba, sin pena ni gloria, hasta que un día es
escuchado por Rubén Fuentes, un destacado compositor que le ofreció un
contrato con RCA y bajo el seudónimo de José José, inició un nuevo capítulo en
su vida.

Con una nueva disquera, graba su álbum “Cuidado” con el cual no llega tan lejos
gracias a la mezcla entre baladas, jazz y bossa nova que no le resultan tan
atractivas al público general. Luego de muchas idas y vueltas, tocó el éxito con
su canción “La Nave del Olvido”, siendo un impulsor para su carrera. Fue
invitado al Segundo festival de la canción latina de 1970, en donde compitió con
nada más y nada menos que su canción “El Triste”. Canción que lo catapultó de
manera internacional, recibiendo un disco de oro en Hollywood y conociendo a
la modelo Ana Elena Noreña. Gracias a su éxito y talento, el mismísimo Frank
Sinatra lo invito a colaborar, aunque no se pudo realizar dicha colaboración por
acuerdos de sus disqueras. Se convirtió en víctima de malas amistades que lo
inclinan al consumo de sustancias ilícitas y siempre con alcohol de por medio,
lo cual le empezó a causar estragos en su vida profesional y personal. El era
muy bueno para generar ingresos, pero muy malo para administrarlos,
teniendo un estilo de vida muy exigente. Su popularidad le abrió puertas en el
cine, permitiéndole protagonizar algunas películas, a la par que conoce a
Natalia Herrera Calles (Kiki), quien se convertiría en su primera esposa por
solo dos años.

En 1972 su salud empeora, y es internado por un paro respiratorio derivado de


una neumonía fulminante, que afectó a su pulmón izquierdo, dejándolo más
pequeño, y casi costándole su carrera, y su vida. Gracias a esto, inicia una
rehabilitación lejos de los escenarios, en donde se da cuenta que se encuentra
solo, ya que ninguna de las que creía sus amistades se presenta al momento de
ser hospitalizado. Su única compañía fue Ana Elena, con quien más tarde
formaría una familia de dos hijos, convirtiéndose a su vez en un gran apoyo
emocional y profesional, administrando sus finanzas y organizando sus
actividades profesionales. Cada día, su consumo de sustancias seguía en
aumento, en donde curaba la resaca con alcohol y formando un círculo vicioso
que parecía no tener fin. Su adicción se volvió pública, pues en entrevistas se le
notaba una forma peculiar de hablar, decidiendo por voluntad propia ir a
centros de rehabilitación para desintoxicarse y posteriormente hablar
públicamente de ello, concientizando a la sociedad de como el alcoholismo es
una enfermedad que te quita la dignidad y la voluntad. Su siguiente paso
importante fue llenar por tres días seguidos el auditorio nacional,
convirtiéndolo en el mayor exponente del romanticismo en Mexico, así mismo,
viaja a España en donde graba el álbum más importante en su carrera;
“Secretos” y su película biográfica “Gavilán o Paloma”, que rompió récords en la
pantalla.

No todo era miel sobre hojuelas, los problemas causados por el alcohol y el
forzamiento de su voz, comenzaron a arruinar su carrera, pues sus fanáticos
podían reconocer como le costaba llegar a las notas a las que solía llegar con
tanta facilidad, este desgaste se debió a la falta de descanso, el forzamiento de
sus cuerdas vocales, su exceso de cortisol y el alcohol, mismo que terminó
provocándole problemas en el estómago, el cual afectó incluso su garganta y
todo su cuerpo. Y cuando pensaba que nada más podría salir peor, su relación
con Ana Elena se termina, llevándolo a lugares donde no debería estar, llegando
a consumir al rededor de tres litros de tequila diarios con la esperanza de partir
de este mundo después de hacerlo. En 1993 el sello BMG le organiza un
homenaje por el trigésimo aniversario de su carrera, en donde su divorcio, la
pérdida parcial de su voz y su recaída con el alcohol le jugaron en su contra, lo
que lo arrastró a hacer algo atroz, concluyendo en que su única salida era dejar
este mundo por cuenta propia, poniéndose una pistola en el paladar, pero al
momento de disparar, esta se atasca, siendo una “señal del universo”, de que
aún, no era su momento de partir.
En medio del caos conoce a la cubana Sara Salazar en una fiesta de Miami, y al
mismo tiempo gracias a sus amigos es transportado a un centro de
rehabilitación en Minnesota. Al salir del mismo, se reencuentra con Sara, y
deciden estar juntos, casándose y concibiendo a una hija, Sara lo acompaño en
sus problemas de salud y lo apoyo en sus momentos difíciles. Siendo este un
punto determinante para José, decidiendo ponerle un punto definitivo a su
alcoholismo. Aunque sus pulmones ya en este punto de su vida, son
diagnosticados con un enfisema, y pese a sus limitaciones para hablar y para
cantar, con la ayuda de Juan Gabriel graba “Tenampa” su último álbum de
estudio, el cual no recibió el éxito comercial esperado. Sus problemas de salud
continuaron y en 2007 fue diagnosticado con parálisis de bell y en 2008 se le
diagnosticó la enfermedad de Lyme, que le paralizó parte del cuerpo, le
dificultó cerrar un ojo, comer y hablar debido a la falta de aire en sus pulmones.
Teniendo un impacto en sus cuerdas vocales, volviéndole imposible el poder
cantar.

La última vez que el canto fue en los Latin Grammy del 2008, allí recibió el
premio a la excelencia musical, un premio que se les otorga a los artistas que
han hecho contribuciones a la música latina. Inicia con el poema al cantante y
termina con la canción “Seré”. Después de vivir ese momento tan especial, su
esposa Sara sufre un derrame cerebral que la pone al borde de la muerte y a
José al borde de la bancarrota. La combinación de la mala administración
financiera, problemas legales, altos gastos médicos, problemas personales, etc.,
lo llevaron a enfrentar serios problemas económicos. Marco Antonio Solís fue
un factor clave para la salud de José José, pues el lo apoyo económicamente en
sus gastos médicos. En 2017 le encontraron un tumor cancerígeno en su
páncreas, lo que le causó un estado de extrema delgadez. Tristemente tras
varias quimioterapias, fallece el 28 de septiembre de 2019 en Florida a causa de
complicaciones derivadas de su cancer, siendo este un duro golpe para sus
seguidores y para la comunidad latina. El siempre dijo que quería ser recordado
como un amigo íntimo, como alguien que le canto al amor y como un
compañero de vida. Su música seguirá acompañando a las viejas y nuevas
generaciones en los momentos en el que el amor les sonría, y en el que el amor
les enseñe su peor cara.

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