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Nutricionista

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HAMBRE CERO

¿Por qué es importante?


¿Cuál es el objetivo en este caso?
Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y
promover la agricultura sostenible.
¿Por qué?
El hambre extrema y la malnutrición siguen siendo un enorme obstáculo para el
desarrollo sostenible y constituyen una trampa de la que no es fácil escapar.
El hambre y la malnutrición hacen que las personas sean menos productivas y más
propensas a sufrir enfermedades, por lo que no suelen ser capaces de aumentar sus
ingresos y mejorar sus medios de vida. Hay casi 800 millones de personas que padecen
hambre en todo el mundo, la gran mayoría en los países en desarrollo.
Con alimentos suficientes para dar de comer a todos los habitantes del planeta,
¿por qué hay tantas personas que pasan hambre?
Las malas prácticas de recolección y el desperdicio de alimentos han contribuido a la
escasez de alimentos. Las guerras también han afectado negativamente a la
disponibilidad de alimentos y han provocado la destrucción del medio ambiente, que es
fundamental para cultivar alimentos.
¿Por qué debería importarme?
Todos queremos que nuestras familias tengan suficientes alimentos para comer, y que
estos sean seguros y nutritivos.
Un mundo con hambre cero puede influir positivamente en nuestra economía, así como
en la salud, la educación, la igualdad y el desarrollo social generales. El hambre cero es
una pieza clave de la construcción de un futuro mejor para todos. Además, como el
hambre frena el desarrollo humano, no podremos lograr los otros Objetivos de
Desarrollo Sostenible, como la educación, la salud y la igualdad de género.
¿Cuánto costará lograr este objetivo?
Para poner fin al hambre en el mundo en 2030, necesitaremos, por término medio, unos
267.000 millones de dólares más al año. Será necesario invertir en las zonas rurales y
urbanas y en protección social, a fin de que los pobres tengan acceso a los alimentos y
puedan mejorar sus medios de vida.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
Se pueden hacer cambios en la vida cotidiana —en el hogar, en el trabajo y en la
comunidad—, apoyando a los agricultores o a los mercados locales y tomando
decisiones sostenibles sobre la alimentación, apoyando la buena nutrición para todos y
luchando contra el desperdicio de alimentos.
También podemos utilizar nuestro poder como consumidores y votantes, exigiendo que
las empresas y los gobiernos tomen las decisiones y realicen los cambios que hagan
posible lograr el objetivo del Hambre Cero. Podemos participar, ya sea en las
plataformas de las redes sociales o en nuestras comunidades locales.
¿Cómo erradicar el hambre en el mundo?
Hoy día, sabemos a ciencia cierta que se puede erradicar el hambre en el mundo. No es
una suposición, ni un deseo, sino una realidad. Sin embargo, todavía estamos lejos de
cumplir este reto planetario, pues, según la FAO, todavía hay 815 millones de personas
que padecen hambre crónica. De estos, 155 millones son menores de cinco años con
malnutrición crónica y, los últimos datos que se han podido contrastar hablan de 2.000
millones de personas con carencias de micronutrientes, lo que se conoce como “hambre
encubierta”.

Incluso con estos trágicos datos, hay margen para el optimismo, pues el Índice Mundial
del Hambre de 2016 mostraba claramente cómo, pese al aumento de la población
humana, el hambre seguía disminuyendo, algo que no puede alejarnos de la realidad en
el sur de Asia y el África subsahariana, dos de las regiones donde escasea el alimento
por razones tan diversas como la guerra, los conflictos armados y la corrupción política.
En paralelo, países como Myanmar, Ruanda y Camboya han reducido su tasa de
hambruna un 50% tras la estabilización de las regiones y la acogida de una
responsabilidad pública y social por parte de sus gobiernos. Como ellos, otros 19
estados han logrado grandes avances en la lucha contra el hambre. Pero, ¿qué pueden
hacer estas poblaciones y qué podemos hacer nosotros para comprometernos a alcanzar,
entre todos, un mundo más justo y sin hambre? Te presentamos ocho grandes vías que
están ayudando a combatir el hambre en el mundo para que compruebes que todos
podemos hacer mucho más.

Acabar con el hambre en el mundo


La ciencia, la tecnología y los avances sociales de muchas de nuestras sociedades en las
últimas décadas nos han permitido empezar a mirar hacia un mundo mejor. En lo que se
refiere al hambre, hoy, contamos con conocimientos y estrategias que no hubiésemos
imaginado hace unos pocos años. Algunas de ellas son:

1. Superalimentos para cambiar el mundo


Desde aprovechar el potencial nutritivo y económico de las legumbres (que incluyen
micronutrientes, vitamina A, yodo, hierro) fomentando el cultivo local y el consumo de
alimentos tradicionales entre los consumidores hasta sacar partido al consumo de bayas,
semillas, algas y superalimentos como el jengibre, la granada, la moringa, el
aguaymanto o la acerola. Parte del trabajo de salud alimentaria de las ONG y las
instituciones es integrar aquellos productos que mejor crecen y más aceptación tienen en
las poblaciones, así como priorizar su consumo para algunos segmentos de esta:
embarazadas, mujeres que amamantan, niños hasta los 3 años…
2. Enseñar el camino hacia el éxito
A menudo, la tecnología no tiene sentido si no se da una necesaria curva de aprendizaje.
Para erradicar el hambre en el mundo, hay que crear una cultura de
autoabastecimiento y mejorar la eficiencia del sector primario en los países en vías de
desarrollo.

3. Reducir los residuos alimentarios


Más allá de una buena cosecha, las técnicas de almacenamiento y conserva son
prioritarias en zonas como el sur de África. La implantación de fruta deshidratada en
estos países mediante secadores puede ser la diferencia entre comida para varios años o
comida para un mes.

4. Mejorar la fertilidad del suelo agrícola


Incluso en espacios tan fértiles como en buena parte de África es necesario generalizar
el uso de abonos y cultivos de cobertura para poder seguir produciendo alimentos. En la
actualidad, se empieza a temer por un descenso notable en la producción.

5. Empoderamiento de la mujer
Feminismo y lucha contra el hambre van de la mano cuando el problema sucede en
sociedades patriarcales. Nuestro apoyo por empoderar a las mujeres en sus comunidades
permite que haya más manos para trabajar en agricultura o aumentar la capacidad
productiva del país. Un mundo que, en estas comunidades, ha sido vetado
tradicionalmente para todas ellas.
6. Comprar productos de comercio justo
Aportar a estas comunidades es tan sencillo, a veces, como cambiar de marca de café o
comprar textiles en espacios que no contribuyen a la explotación laboral. Luchar contra
la erradicación de medidas arancelarias para productos de países en desarrollo, también
es una vía para la solidaridad mientras la pobreza no permita la igualdad de
oportunidades entre los distintos países.

7. Donar a una ONG o hacer un voluntariado


La posibilidad de unir el trabajo propio al de miles de manos para combatir un problema
global es, probablemente, una de las mejoras formas de invertir nuestro tiempo o la
contribución económica que deseemos hacer. En este caso, desde Ayuda en Acción, te
recomendamos siempre que analices en qué proyecto y cómo se destina tu aportación.

8. Concentrar nuestros mayores esfuerzos en zonas rurales


Aunque las ciudades son una vía de entrada de ayudas, la realidad es que las personas
pobres y en riesgo de hambre viven, en un 80 % de los casos, en entornos rurales. Por
ello, José Graziano da Silva, miembro de la FAO, defendía en Planeta Futuro, del
diario El País, lo importante que es seguir luchando por los objetivos de desarrollo
sostenible aprobados por la comunidad internacional para impulsar el desarrollo rural,
mitigar la migración y reforzar las inversiones en seguridad alimentaria.
En la actualidad, además, debemos adaptar la agricultura al cambio climático —una
realidad que parece imparable— para intentar dar a los jóvenes que viven en zonas
rurales los medios para un futuro digno de paz y seguridad alimentaria.
Como has podido comprobar, hay múltiples razones para el optimismo, pero pese a la
implicación y los esfuerzos de muchos de nosotros, todavía queda un largo camino hasta
erradicar por completo el hambre en el mundo: algo que depende de todos nosotros por
igual y que es justo, bueno y necesario para un mejor futuro a lo largo y ancho de
nuestro planeta.
Los nutricionistas pueden jugar un papel crucial en el logro del Objetivo de Desarrollo
Sostenible 2 (ODS 2), especialmente en la lucha contra la malnutrición y la promoción
de una alimentación saludable y sostenible. A continuación, se presentan algunas formas
en que los nutricionistas pueden contribuir:

*Prevención y tratamiento de la malnutrición*

1. Evaluación y asesoramiento nutricional para personas en riesgo de malnutrición.


2. Desarrollo de programas de suplementación nutricional para grupos vulnerables
(niños, embarazadas, ancianos).
3. Educación sobre alimentación saludable y hábitos alimenticios sostenibles.

*Promoción de la alimentación saludable y sostenible*

1. Desarrollo de guías alimentarias y recomendaciones para una alimentación


equilibrada.
2. Educación sobre etiquetado nutricional y elección de alimentos saludables.
3. Promoción de la producción y consumo de alimentos locales y sostenibles.

*Apoyo a la agricultura sostenible*

1. Colaboración con agricultores y productores locales para promover prácticas


agrícolas sostenibles.
2. Desarrollo de programas de educación nutricional en comunidades rurales.
3. Apoyo a la creación de mercados locales y sistemas de distribución de alimentos
sostenibles.

*Investigación y políticas públicas*

1. Investigación sobre la relación entre nutrición y salud.


2. Análisis de políticas públicas y recomendaciones para mejorar la seguridad
alimentaria y la nutrición.
3. Colaboración con organismos gubernamentales y no gubernamentales para
desarrollar programas y políticas nutricionales.

*Educación y capacitación*

1. Educación continua para profesionales de la salud y nutrición.


2. Capacitación para trabajadores de la salud y educadores sobre nutrición y
alimentación saludable.
3. Desarrollo de programas de educación nutricional para escuelas y comunidades.

Los nutricionistas pueden trabajar en diversas instituciones, como:

- Hospitales y clínicas
- Organizaciones no gubernamentales (ONG)
- Ministerios de Salud y Agricultura
- Universidades y centros de investigación
- Escuelas y comunidades

En resumen, los nutricionistas pueden contribuir significativamente al logro del ODS 2


a través de la prevención y tratamiento de la malnutrición, la promoción de la
alimentación saludable y sostenible, y la colaboración con otros profesionales y
organismos.
Los nutricionistas pueden jugar un papel crucial en el logro del Objetivo de Desarrollo
Sostenible 2 (ODS 2), especialmente en la lucha contra la malnutrición y la promoción
de una alimentación saludable y sostenible. A continuación, se presentan algunas formas
en que los nutricionistas pueden contribuir:

*Prevención y tratamiento de la malnutrición*

1. Evaluación y asesoramiento nutricional para personas en riesgo de malnutrición.


2. Desarrollo de programas de suplementación nutricional para grupos vulnerables
(niños, embarazadas, ancianos).
3. Educación sobre alimentación saludable y hábitos alimenticios sostenibles.

*Promoción de la alimentación saludable y sostenible*

1. Desarrollo de guías alimentarias y recomendaciones para una alimentación


equilibrada.
2. Educación sobre etiquetado nutricional y elección de alimentos saludables.
3. Promoción de la producción y consumo de alimentos locales y sostenibles.

*Apoyo a la agricultura sostenible*

1. Colaboración con agricultores y productores locales para promover prácticas


agrícolas sostenibles.
2. Desarrollo de programas de educación nutricional en comunidades rurales.
3. Apoyo a la creación de mercados locales y sistemas de distribución de alimentos
sostenibles.

*Investigación y políticas públicas*


1. Investigación sobre la relación entre nutrición y salud.
2. Análisis de políticas públicas y recomendaciones para mejorar la seguridad
alimentaria y la nutrición.
3. Colaboración con organismos gubernamentales y no gubernamentales para
desarrollar programas y políticas nutricionales.

*Educación y capacitación*

1. Educación continua para profesionales de la salud y nutrición.


2. Capacitación para trabajadores de la salud y educadores sobre nutrición y
alimentación saludable.
3. Desarrollo de programas de educación nutricional para escuelas y comunidades.

Los nutricionistas pueden trabajar en diversas instituciones, como:

- Hospitales y clínicas
- Organizaciones no gubernamentales (ONG)
- Ministerios de Salud y Agricultura
- Universidades y centros de investigación
- Escuelas y comunidades

En resumen, los nutricionistas pueden contribuir significativamente al logro del ODS 2


a través de la prevención y tratamiento de la malnutrición, la promoción de la
alimentación saludable y sostenible, y la colaboración con otros profesionales y
organismos.

BIBLIOGRAFÍA:
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/wp-content/uploads/sites/
3/2016/10/2_Spanish_Why_it_Matters.pdf
https://ayudaenaccion.org/blog/ayuda-humanitaria/erradicar-el-hambre/
Título
Unidos contra el hambre

Introducción

El hambre es un problema global que afecta a millones de personas,


comprometiendo su salud, bienestar y calidad de vida.

Como nutricionista, considero fundamental abordar este desafío mediante un


enfoque integral y sostenible. Es por eso que presento “Unidos contra el
Hambre”, un programa diseñado para reducir la tasa de personas que padecen
hambre en el mundo.

Objetivo general

Reducir la tasa de personas que parecen hambre en el mundo

Objetivos específicos

1. Mejorar la calidad de la alimentación y reducir enfermedades


relacionadas con la malnutrición.

2. Fomentar la educación nutricional y conciencia sobre la importancia de


una alimentación saludable.

Desarrollo

Como nutricionista propongo un programa integral para abordar el problema


del hambre en nuestra comunidad.

Este programa combina estrategias de educación, intervención y colaboración


para mejorar el acceso a alimentos saludables y promover hábitos alimenticios
adecuados que se basará en intervenciones de distribución de alimentos
saludables , programas de alimentación y asesoramiento nutricional
individualizado.

Cómo también colaboraciones con organizaciones benéficas , empresas


sociales y profesionales de la salud para ampliar el impacto .

El cual desarrollará beneficios como la mejoría en la salud y el bienestar de las


personas y nuestras comunidades cómo haci la reducción de enfermedades
relacionadas con la mala nutrición y el fortalecimiento de la comunidad a través
de la colaboración y el apoyo mutuo .

Juntos podemos hacer una diferencia y erradicar el hambre en nuestro mundo.


Apoyar a “ Unidos contra el hambre “ que contribuye a crear un futuro más
saludable y próspero para todos .

Referencia bibliográficas

https://www.who.int/es

https://nutriclinicacolombia.org/

https://www.undp.org/es

Hambre cero
1. Introducción

El hambre cero es el segundo de los

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Establecidos por las Naciones Unidas, con la meta de erradicar el hambre,


garantizar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover la
agricultura sostenible para 2030. Aunque el planeta produce suficiente alimento
para toda la población, más de 800 millones de personas sufren hambre
crónica, lo que representa una barrera significativa para el desarrollo global.

2. Importancia del Hambre Cero

El hambre y la malnutrición no solo afectan la salud y el bienestar individual,


sino que impactan negativamente en el desarrollo económico y social. Las
personas que padecen hambre tienden a ser menos productivas, más
vulnerables a enfermedades y tienen menos capacidad de mejorar su calidad
de vida, lo que perpetúa ciclos de pobreza. Además, la desnutrición infantil
tiene efectos irreversibles en el desarrollo cognitivo y físico, reduciendo las
oportunidades futuras para millones de niños.

3. Factores que Contribuyen al Hambre

Existen multiples factores que dificultan el acceso a alimentos de calidad y en


cantidad suficiente:

• Desperdicio de alimentos:Un tercio de la producción mundial de alimentos se


desperdicia, lo que agrava la inseguridad alimentaria.

• Conflictos y guerras:Las crisis humanitarias destruyen tierras de cultivo,


interrumpen los mercados y obligan a desplazamientos masivos, afectando la
producción y distribución de alimentos.

• Cambio climático:Sequías, inundaciones y cambios en los ciclos agrícolas


perjudican la producción sostenible de alimentos, afectando principalmente a
las comunidades rurales.

• Corrupción y falta de inversión en áreas rurales:La escasa inversión en


infraestructura agrícola y servicios sociales perpetúa la pobreza en zonas
rurales, donde vive el 80% de las personas en situación de hambre.
4. Estrategias para Erradicar el Hambre

Erradicar el hambre es posible mediante acciones combinadas que aborden


tanto la producción de alimentos como su distribución equitativa:

• Superalimentos y cultivos locales:Promover el cultivo de alimentos nutritivos


como la moringa, las legumbres y las algas puede garantizar la nutrición en
comunidades vulnerables.

• Tecnología y formación agrícola:Introducir nuevas tecnologías y capacitar a


agricultores en técnicas más eficientes y sostenibles es esencial para mejorar
la producción local.

• Reducción del desperdicio:Invertir en sistemas de almacenamiento


adecuados y fomentar el consumo responsable puede prevenir pérdidas de
alimentos.

• Empoderamiento de la mujer:Involucrar a las mujeres en actividades agrícolas


mejora la productividad y reduce la desigualdad de género, lo que favorece la
seguirdad alimentaria en sus comunidades.

• Comercio justo:Comprar productos de comercio justo permite apoyar a


pequeños productores de países en desarrollo, promoviendo la equidad y
sostenibilidad.

5. El Rol de la Sociedad y los Gobiernos

La FAO estima que se necesitan aproximadamente 267.000 millones de


dólares anuales para alcanzar el Hambre Cero en 2030. Esta inversión debe
dirigirse principalmente a:

• Protección social: Garantizar que las personas vulnerables tengan acceso a


alimentos básicos.

• Desarrollo agrícola:Mejorar la infraestructura rural y promover la agricultura


climáticamente inteligente.
• Adaptación al cambio climático:Implementar cultivos resistentes y sostenibles
para asegurar la producción en escenarios adversos.

6. Casos de Éxito y Optimismo

Algunos países han demostrado que el

Hambre Cero es alcanzable con esfuerzos sostenidos. Por ejemplo, Myanmar,


Ruanda y Camboya lograron reducir la malnutrición en un 50% tras estabilizar
sus economías y promover políticas sociales inclusivas. La experiencia de
estos países demuestra que, con la combinación adecuada de políticas
públicas y compromiso comunitario, es posible avanzar hacia un futuro sin
hambre.

7. Conclusión

Lograr el Hambre Cero es un reto ambicioso, pero alcanzable. Requiere la


cooperación entre gobiernos, empresas y la sociedad civil para generar
soluciones sostenibles y garantizar que todas las personas tengan acceso a
alimentos seguros y nutritivos. Además de mejorar la salud y bienestar de
millones, erradicar el hambre tendrá efectos positivos en la economía, la
educación y la igualdad global, sentando las bases para un futuro más justo y
próspero para todos.

Bibliografía

Organización de las Naciones Unidas

(ONU). (2016). Por qué importa el Hambre Cero. Recuperado de https://


www.un.org/sustainabledevelopment/es/.

Wp-content/uploads/sites/

3/2016/10/2_Spanish_Why_it_Mat-
Ters.pdf

• Ayuda en Acción. (2021). Cómo erradicar el hambre en el mundo: 8 formas de


combatir el hambre global. Recuperado de https://ayudaenaccion.org/blog/
ayuda-humanitaria/erradicar-el-hambre/.

• Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

(FAO). (2016). Indice Mundial del

Hambre. Consultado en diversas fuentes sobre informes de desarrollo


sostenible.

• Planeta Futuro, El Pais. (2016). El desarrollo rural como clave para reducir la
pobreza y mitigar la migración.

• Naciones Unidas (2023). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de


https://www.un.org/ sustainabledevelopment/es/.

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