Completo JUAN
Completo JUAN
Completo JUAN
Juan 1
V. 1 La primera causa y el origen del comienzo de la etapa ERA (de SER) la expresión
divina, y esa expresión era lo mismo que Dios porque era Dios. (En la creación Jesús le
da SER a la expresión divina) (La creación es la expresión que Dios hizo de sí mismo
hacia el exterior)
V.2 Su existencia era Dios en esencia y sustancia.
V. 3 Todo lo que es manifiesto llegó a suceder por Él, y sin Su SER, nada habría
llegado a manifestarse hacia el exterior.
V. 4 En Él está el sentido (la emanación o razón de ser) de la vida, y esa vida sería
transferida a los hombres.
V. 5 Esa vida transferida hace visible el reino del pecado, y ese reino del pecado no
tiene control sobre ella.
V. 6 Hubo un mensajero de Dios que se llamaba Juan.
V. 7 Él vino como testigo y para exponer esa vida, y que cada uno tuviera la certeza a
través de él.
V. 8 Dejó en claro que él no era la razón de ser de la vida, sino que estaba dando por
verdadera y cierta esa vida.
V. 9 Aquella emanación de la vida era real y genuina, que se daría a conocer a los
hombres y volvería al sistema de este universo.
V. 10 Él ya estaba existiendo en el sistema de este mundo, y el universo llegó a existir
por medio de Él, pero el sistema inteligente del mundo no tenía una experiencia
personal con Él.
V. 11 Vino a lo que fue creado por Él, y no le reconocieron ni le dieron el
nombramiento que le correspondía.
V. 12 Pero a los que recibieron su beneficio, a los que consideran como verdadero lo
que Él es, les concedió facultades en nombre y naturaleza para llegar a ser hijos de
Dios.
V. 13 Los cuales no tiene su origen en la sangre humana, ni por los deseos de la
naturaleza de la carne, ni por los deseos de un varón, sino en Dios.
V. 14 Y esa expresión divina se manifestó en un cuerpo físico, y fueron perfeccionadas
todas las manifestaciones parciales anteriores de Dios en una manifestación
esencialmente personal y discernimos espiritualmente su poder supremo
sobrenatural, porque es único en su tipo ante el Padre, la encarnación completa de la
veracidad, rectitud, fidelidad y realidad.
V. 15 Juan habló muy bien de Él y gritaba diciendo: Yo les hablé de su Nombre, y les
dije: se manifestará el que es mayor en rango que yo porque sus realidades son desde
el principio de los siglos.
V. 16 Porque de todo lo que reside en Él, los hombres tomaremos la plenitud del
nuevo pacto.
V. 17 La ley fue entregada por medio de Moisés, pero el nuevo pacto y la fidelidad
llegaron a existir por medio de Jesucristo.
V. 18 Nunca nadie ha podido comprender alguna percepción de Dios, el Hijo
Incomparable y Singular, que es la parte interna del Padre, lo revela detallada y
cuidadosamente.
V. 19 Esto es lo que dijo Juan cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas de
Jerusalén para que lo interrogaran: ¿tú quién eres?
V. 20 Afirmó de manera enfática y actuó sin interés propio: yo no estoy en el lugar del
Mesías.
V. 21 Entonces lo interrogaron: ¿eres Elías? Y dijo NO, ¿eres el profeta anunciado por
Dios? (Dt. 18:15) Y dijo NO.
V. 22 Dinos quién eres para que demos una respuesta a los que nos dieron esta
encomienda. ¿Cómo te nombras a ti mismo?
V. 23 Soy la voz de un ser humano, que habla en voz alta para persuadir a quienes no
están dispuestos a recibir razones o ejemplos, diciéndoles: Sujeten su modo de vida al
Señor, como dijo el profeta Isaías.
V. 24 Y los mensajeros eran de la secta judía de los fariseos.
V. 25 Y le solicitaron una explicación: ¿Por qué lavas ceremonialmente por medio del
agua si no eres el Cristo ni Elías ni el Profeta anunciado por Dios?
V. 26 Juan les contestó: Yo lavo ceremonialmente por medio del agua, pero para
mediar entre ustedes, se ha erigido uno y ustedes no se han dado cuenta.
V. 27 Este es mayor en rango que yo porque sus realidades son desde el principio de
los siglos, y yo no soy valioso ni siquiera para soltar el cinturón de cuero de sus
sandalias.
V. 28 Estas cosas sucedieron en Betania (no es la misma ciudad donde vivía Lázaro),
al otro lado del Jordán donde Juan estaba bautizando.
V. 29 Al siguiente día fijando sus ojos en Jesús quien venía hacia él, dijo: Él es el
Cordero de Dios que alza y se lleva fuera el estado de pecaminosidad de los que están
alejados de Dios. (Levítico 4:15; 16:15, 21, 22; y cf. Isaías 53:6–12; 2 Corintios 5:21)
(cf. NOTA 1 al pie de página).
V. 30 Él es de quien dije que era mayor en rango que yo porque sus realidades son
desde el principio de los siglos.
V. 31 Yo no lo conocía, pero para que el Señor fuera presentado ante Israel, por eso yo
estuve lavándoles ceremonialmente por medio del agua.
V. 32 Y Juan ratificó: Vi al Espíritu del Santo bajar del cielo en forma de paloma y se
quedó sobre Él.
V. 33 Yo no lo conocía, pero el que me envió a lavarlos ceremonialmente con agua me
dijo: sobre quien veas bajar el Espíritu del Santo y quedarse con Él, ese es el que va a
sumergirlos en manifestaciones especiales del poder y de la presencia de Dios.
V. 34 Yo vi que eso ocurrió y soy testigo de que Él es el Hijo de Dios.
V. 35 Al día siguiente estaba Juan con uno de sus discípulos
V. 36 y viendo que Jesús andaba por los alrededores dijo: Él es el Cordero de Dios.
V. 37 Al escucharlo, sus discípulos se fueron detrás de Jesús.
V. 38 Viendo Jesús que venían tras Él, estableció una relación con ellos y les preguntó:
¿qué intentan saber de mí?, ellos respondieron: Maestro, dónde habitas?
V. 39: Les dijo: vengan a ver. Fueron y vieron dónde habitaba y se quedaron con él
porque eran ya como las cuatro de la tarde.
V. 40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los que al escuchar a Juan se fue
detrás de Jesús.
V. 41 Andrés se encontró a Simón y le dijo: Hemos encontrado al Mesías (al que Dios
escogió especialmente para ungirlo)
V. 42 Y lo llevó con Jesús. Y lo miró fijamente Jesús y le dijo: Tú eres Simón hijo de
Jonás, serás llamado Pedro (que significa suelo rocoso, con frecuencia descrito como
una delgada capa de tierra sobre lecho de roca o con grandes rocas bajo la superficie).
V. 43 Al siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, donde encontró a Felipe y le dijo:
acompáñame.
V. 44 Y Felipe era de Betsaida, al igual que Andrés y Pedro.
V. 45 Felipe encontró a Natanael y le dijo: Hemos encontrado a aquél de quien escribió
Moisés en la Ley (cf. Génesis 3:15, Dt. 18:18-19, Juan 5:46), así como los profetas, (cf.
Is. 52:13–53:12; Dn. 7:13; Mi. 5:2; Zac. 9:9), a Jesús el hijo de José de Nazaret.
V. 46 Natanael dijo: ¿de Nazaret con su mala reputación? Felipe le dijo: Ven hasta Él y
experiméntalo.
V. 47 Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, dijo de él: Aquí hay un hombre
listo a seguir donde la verdad pueda guiarlo.
V. 48 Natanael le dijo: ¿Cómo sabes acerca de mí? Jesús le dijo: Antes de que Felipe te
llamara, tú has vivido seguro y confiado en la Verdad de Dios. (cf. NOTA 2 al pie de
página).
V. 49 Natanael asombrado dijo: ¡Maestro, tú eres el Hijo de Dios, eres el Rey de Sion y
Mesías!. (cf. Sal. 2:6–7, Is. 11:1–2).
V. 50 Jesús le respondió: ¿Por qué te dije que vives seguro en la verdad crees? Voy a
dejar que veas cosas mucho más importantes en cuanto a mi posición.
V. 51 Te aseguro verdaderamente que desde ahora estarás viendo cómo se ha abierto
la morada de Dios y mensajeros suyos trayendo mensajes para que el Hijo del hombre
esté COMUNICANDO la voluntad de Dios. (cf. NOTA 3 al pie de página).
NOTA 1. En Juan 1:29, 36 se podría considerar que el Bautista estaba describiendo a
Jesús como el siervo de Dios que quita el pecado del mundo en una ofrenda vicaria de
sí (Is. 53). Pero el escritor, en griego, percibe una referencia al cordero pascual (cf. Jn.
19:36) cuya sangre borra los pecados (→ αἴρω) mediante la expiación. En todo caso la
descripción de Jesús como ἀμνός expresa: 1. su paciencia en el sufrimiento (Hch.
8:32), 2. su impecabilidad (1 P. 1:19), y 3. la eficacia de su muerte vicaria (Jn. 1:29; 1
P. 1:19), la cual, como la Pascua, inicia una nueva edad, trae la redención (del
pecado), y establece el pueblo de Dios (ampliado ahora a los creyentes de todas las
naciones).
NOTA 2. Debajo de la higuera. Esta expresión significaba a menudo tener seguridad
o recreación (cf. 1 R. 4:25; Mi. 4:4; Zac. 3:10). Quizá aquí la higuera era un lugar
destinado a la meditación (cf. el comentario de Jn. 1:50–51). Salmos 139 amplía el
tema del conocimiento detallado que Dios tiene de la vida de una persona.
NOTA 3. 1:50–51. Jesús prometió a Natanael que vería cosas mayores que serían la
base para que creyera, refiriéndose probablemente a los milagros de los capítulos 2–
12. Basándonos en 1:48, 51 se puede inferir que Natanael estaba meditando en la
vida de Jacob, particularmente en el incidente registrado en Génesis 28:12. Jacob vio
los ángeles subiendo y bajando de una escalera. Sin embargo, Natanael vería a los
ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. Así como
Jacob vio ángeles del cielo comunicándose con la tierra, así Natanael (y los otros;
aunque en 1:50 dice “verás”, el v. 51 usa el pl. “veréis”) vería a Jesús como
comunicación divina entre el cielo y la tierra. El Hijo del Hombre, sustituyendo a la
escalera, es la conexión de Dios con la tierra (cf. Dn. 7:13; Mt. 26:64). Quizá Jesús
estaba indicando también que él es el nuevo “Bet-el”, lugar donde mora Dios (Gn.
28:17; Jn. 1:14).
Juan 2
V. 1 Al tercer día se hizo una fiesta de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre
de Jesús.
V. 2 Y también fueron invitados a la fiesta de bodas, Jesús y sus discípulos.
V. 3 Cuando comenzó a agotarse el vino, la madre de Jesús le dijo: “el vino está a
punto de terminarse”.
V. 4 Jesús le dijo: ¿Eso qué tiene que ver conmigo mujer? Todavía no llega mi hora.
(cf. Nota 1)
V. 5 Su madre le dijo a los sirvientes: hagan todo lo que Él les diga.
V. 6 Y había ahí seis tinajas de piedra para agua conforme al rito de purificación de los
judíos (Marcos 7:4), en cada una cabían como dos o tres cántaros.
V. 7 Jesús les dijo: llenen las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
V. 8 Entonces les dijo: Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo encargado del
banquete. Y se lo llevaron.
V. 9 El mayordomo encargado del banquete probó el agua hecha vino sin saber de
dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, y llamó al
esposo
V. 10 y le dijo: todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando han quedado
satisfechos, sirven el inferior, mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
V. 11 Este fue el comienzo del período de señales sobrenaturales de Jesús en Caná de
Galilea, manifestando ampliamente su señorío y poder, y sus discípulos confiaron
plenamente en Él.
V. 12 Después de esto, bajaron a Capernaún, Él, su madre, sus hermanos y sus
discípulos, y estuvieron ahí no muchos días.
V. 13 Estaba cerca la festividad de la cena pascual de los judíos y subió Jesús a
Jerusalén.
V. 14 Y halló en el patio de los gentiles, a quienes vendía bueyes, ovejas, palomas y a
los cambistas allí sentados.
V. 15 y haciendo un látigo de cuerdas, echó fuera a todos, a los bueyes, las ovejas y
esparció las monedas de los cambistas y volcó las mesas. (cf. Nota 2).
V. 16 Y a los que vendían palomas les dijo; quiten esto de aquí y no hagan de la casa
de adoración a mi Padre un lugar de comercio de mercancías.
V. 17 Entonces los discípulos se acordaron de la Escritura que dice: El celo por tu casa
me consume.
V. 18 Los jefes de los judíos protestaron diciendo: ¿Con qué acto sobrenatural
compruebas que lo que dices (que Dios es su Padre) es cierto?
V. 19 Jesús les dijo: Destruyan este templo y en tres días lo levantaré.
V. 20 Ellos dijeron: En cuarenta y seis años fue construido el atrio del templo ¿y tú
dices que en tres días lo levantarás?
V. 21 Mas Él se refería a su cuerpo físico donde moraba la presencia misma de Dios.
V. 22 Por eso cuando Él se levantó por encima de la muerte, sus discípulos recordaron
que había dicho estas cosas y confiaron plenamente en las Escrituras y las palabras
que Él había dicho.
V. 23 Estando en Jerusalén, en la fiesta de la Pascua, muchas personas confiaron
parcialmente en lo que Él era porque experimentaron sobrenaturalmente cosas que Él
hacía.
V. 24 Pero Jesús no confiaba en ellos porque los conocía bien.
V. 25 Y no hacía falta que nadie le hablara con respecto a los hombres porque Él sabe
cómo son los seres humanos.
NOTA 1. La frase: ¿qué tienes conmigo? era una forma común del gr. que expresaba
una diferencia de ámbitos o relaciones. Los demonios usaron estas palabras cuando
Cristo los confrontó (“¿Qué tienes con nosotros?” [Mr. 1:24]; “¿Qué tienes conmigo?”
[Mr. 5:7]).
NOTA 2. 2:13–14. Como era la costumbre de los judíos (Éx. 12:14–20, 43–49; Dt.
16:1–8), subió Jesús a Jerusalén a celebrar la pascua (cf. otras dos celebraciones
de la pascua: una en Jn. 6:4, y otra en Jn. 11:55; 12:1; 13:1). Esta era para recordar la
gracia de Dios al librarlos de la esclavitud en Egipto; este era el tiempo propicio para
que el Señor iniciara su ministerio.
Templo aquí se refiere al atrio de los gentiles, un gran patio que rodeaba al cerco
sagrado del templo (V. “Sitio del templo de Jerusalén” en el Apéndice, pág. 342).
Probablemente, se había justificado la compra y venta en esa área argumentando que
era más conveniente para los peregrinos que venían a Jerusalén. Sin embargo,
surgieron los abusos y el comercio con los peregrinos se convirtió en una fuente de
ingreso muy importante para la ciudad. Como la atención estaba puesta en las
ganancias, la adoración a Dios se había corrompido. Otra comodidad que existía para
los peregrinos eran los cambistas. Las cuotas para el templo debían pagarse en
moneda tiria y los cambistas cobraban un alto porcentaje por cambiar las monedas.
2:15. Malaquías predijo que uno vendría repentinamente al templo a purificar la
religión de la nación (Mal. 3:1–3). Motivado por su indignación moral, Jesús inició una
pequeña estampida de ovejas y bueyes … y volcó las mesas.
Juan 3
V. 1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un líder entre los
judíos. (cf. Nota 1)
V. 2 Buscó a Jesús una noche con gran expectación y le dijo: Reconocemos que eres
un Maestro venido de Dios, porque nadie puede crear el proceder de Dios en sus actos
a menos que viva o tenga existencia en Él. (cf. NOTA 2).
V. 3 Respondió Jesús y le dijo: Estoy cierto en lo que digo y que no te quepa duda que
el que no tenga un cambio desde su origen en su visión espiritual mediante una
revolución completa de su hombre interior, no es apto para la experiencia de ver el
reino de Dios.
V. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre ser capaz de regenerarse desde su
origen si ya es adulto? ¿Puede entrar de nuevo en la matriz de su madre y ahí adquirir
un cambio rotundo en la totalidad de su persona?
V. 5 Estoy cierto en lo que te digo y que no te quepa duda de que si no hay revolución
fundamental y permanente en su manera de pensar, de sentir y de obrar, con
referencia a cosas espirituales y una completa purificación mediante el Espíritu nadie
puede ser introducido en la esfera de la autoridad y salvación de Dios.
V. 6 Lo que tiene su origen en la condición corrompida, vive en completa sujeción a la
ley de la caída, (cf. Romanos 8:1–9 Job 14:4; Salmo 51:5) y lo que se origina en el
Espíritu de Dios, tiene su naturaleza santificada. (cf. NOTA 3).
V. 7 No estés tan extrañado de que te dije que es necesario que haya un cambio
desde tu origen en tu visión espiritual mediante una revolución completa de su
hombre interior.
V. 8 El propósito del soplo del viento es un misterio, y puedes percibir con los oídos su
sonido, pero no conoces ni su origen ni su destino, así es todo hombre que no tiene
control sobre la obra soberana y misteriosa del Espíritu en su alma.
V. 9 Nicodemo preguntó: ¿cómo puede llegar a realizarse esto?
V. 10 Respondió Jesús: ¿Estás en un puesto de instructor para Israel y no te has dado
cuenta de esto? (cf. NOTA 4).
V. 11 Estoy cierto en lo que te digo y que no te quepa la menor duda, lo que les
hemos dicho está basado en la verdad, y ratificamos los actos que hemos visto ( cf.
Jn.1:7, 8, 34) y ustedes (los fariseos) no reciben como verdadero lo que les decimos.
V. 12 Si consideran increíbles estas cosas terrenales, que Dios hace dentro de la
esfera de la experiencia del hombre, ¿cómo van a considerar ciertas las cosas como el
plan eterno de Dios de enviar a su Hijo al mundo para la redención de la humanidad?
(cf. 3:16), pues son cosas que están completamente fuera del alcance de la
experiencia del hombre.
V.13 Nadie abarca todas las cosas del cielo, sino el que procede de ahí; el Hijo del
hombre que existe por la eternidad.
V. 14 Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así se necesita que el Hijo
del hombre sea levantado.
V. 15 para que cualquiera que confíe totalmente en Él, no sea destruido
completamente sino que experimente un estado de vida perpetuo.
V. 16 De un modo tal, mostró Dios su amor a los que estaban alejados de Él, que
provocó que la gente experimentara a su Hijo, para que los que le confíen su bienestar
espiritual (a Cristo), no sean destruidos sino que se aferren a la vida que perdura sin
fin.
V. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para declarar culpable a la gente, sino
para hacerlos salvos.
V. 18 El que confía totalmente en Él no es declarado culpable, pero el que no confía
totalmente en Él ya ha sido declarado culpable por no confiar plenamente en el Hijo
de Dios único en su tipo.
V. 19 Y esta es la razón de que sean culpables: Que Dios se manifestó siendo claro con
la gente, y los seres humanos sintieron un deleite más fuerte por la maldad que por lo
que Dios les dio a conocer, porque tenían un celo atractivo por lo perverso e inútil.
V. 20 Porque todo el que está involucrado con lo que tiene mala naturaleza, tiene
aversión a lo que Dios manifiesta con claridad, y no se relaciona con Dios para que no
sea mostrada su propia culpa.
V. 21 Mas el que se hace hábil viviendo en la realidad que es firme y sólida, percibe lo
que Dios da a conocer, y se ve con claridad que sus actividades las hace en
conformidad con Dios.
V. 22 Después de esto vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea y estando allí
con ellos, bautizaban.
V. 23 Juan bautizaba también en Enón junto a Salím porque había allí abundante agua,
la gente venía y eran bautizados.
V. 24 Esto antes de que Juan fuera llevado a la cárcel.
V. 25 Se generó una disputa entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de los ritos
de purificación.
V. 26 Y vinieron unos, junto con un judío a Juan a decirle: Maestro, este hombre (el
judío) dice que aquél de quien tú hablaste con respeto en el Jordán, está bautizando a
toda la gente y se la lleva consigo.
V. 27 Juan contestó: Ningún hombre puede tener algo verdadero en posesión,
legalmente y con éxito, si no es porque existe en la voluntad soberana de Dios.
V. 28 Les dije a ustedes que no subiré al lugar de mi Señor, yo NO soy el Cristo, yo
sólo tengo una obra señalada por Dios delante de Él.
V. 29 ¿De quién es la novia sino del Esposo? Me basta ser amigo del Esposo y unir al
Salvador con los que él vino a salvar. Yo reconozco su valor y hago conforme a lo que
le escucho decir y tengo salud y alegría en lo que dice el esposo, yo hago la obra
prescrita por Dios, si me dejan a mí para ir con Él, mi obra está cumplida y eso
culmina mi ser más allá de mí mismo.
V. 30 Es necesario que Él aumente en su condición (como Cordero de Dios que quita el
pecado) y que yo sea inferior en categoría.
V. 31 El que es de origen celestial, es absoluto sobre todos, el que procede del polvo
es terrenal, y habla cosas relacionadas con eventos terrenales, pero el que tiene el
cielo como su propiedad es supremo.
V. 32 Y lo que sabe y entiende, es lo que afirma pero nadie lo recibe como verdadero.
V. 33 El que lo recibe como verdadero, ratifica que Dios es real.
V. 34 Porque el que Dios envió, habla sobre los asuntos de Dios y lo hace con la
facultad ilimitada del Espíritu.
V. 35 El Padre tiene un afecto muy fuerte por el Hijo, y todo se lo ha dado como un
don sobrenatural para que tenga todo el poder de controlarlo.
V. 36 El que considera verdadero al Hijo, ha recibido la capacidad de vivir en forma
perpetua, pero el que se niega a creer en el Hijo, no experimentará la vida en forma
perpetua , sino que Dios está esperando vénganse de él.
NOTA 1. Nicodemo pertenecía al partido de los fariseos. Parece que este partido tuvo
su origen durante el período anterior a las guerras macabeas. En realidad representa
la cristalización de una reacción contra el espíritu secularizador del helenismo.
Aquellos que en el siglo II antes de Cristo se opusieron a las costumbres idolátricas de
los griegos y que durante la terrible persecución religiosa dirigida por el monstruoso
Antíoco Epífanes permanecieron firmes y se negaron a abandonar su fe, recibieron el
nombre de hasidhim (pietistas o santos). Ellos fueron los precursores de los fariseos
(separatistas), que empezaron a aparecer con este nombre durante el reinado de Juan
Hircano (135–105 antes de Cristo). Nicodemo pertenecía a este partido de salvación
por obras. Su posición era prominente. Era un principal entre los judíos. Cf. también
1:10 y 7:50, lo cual indica que era miembro del Sanedrín, y también escriba: es decir
que su profesión era estudiar, interpretar y enseñar la ley.
NOTA 2. La señal difícilmente puede ser la cruz, o el propio Hijo del Hombre, pero es
claro que da a entender que la parusía es inminente. Por una parte σημεῖον (señales)
figura con verbos que denotan actividad humana o que la hacen objetiva de modo que
uno pueda preguntar por ella, verla, o bien aceptarla o negarla. Por otra parte, viene
del cielo o de Dios. En el caso de la señal del Hijo del Hombre en Mt. 24:30, lo que se
indica está más allá de la competencia humana, pero entra en la esfera humana por
medio del σημεῖον. (la señal o manifestación de Dios)
Juan 4
V. 1 Cuando el Señor percibió que los fariseos comenzaban a prestar atención a lo que
se decía: “Jesús hace y bautiza más discípulos que Juan”.
V. 2 aunque Jesús no bautizaba sino sus discípulos.
V. 3 Salió de Judea y se fue otra vez a Galilea.
V. 4 Y le era necesario pasar por Samaria.
V. 5 Vino pues a una ciudad de samaria llamada Sicar, al lugar que Jacob le heredó a
José.
V. 6 Y estaba allí el pozo de agua de Jacob. Jesús estaba fatigado por el viaje y se
sentó junto al pozo. Eran como las 6:00 de la tarde.
V. 7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: dame de beber.
V. 8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar algo de comer.
V. 9 La mujer samaritana le dijo: ¿cómo tú siendo judío me pides a mí de beber que
soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan amistosamente.
V. 10 Respondió Jesús y le dijo: Si entendieras el significado de lo que Dios ha
entregado gratuitamente a los hombres, y quién es el que te dice: Dame de beber, Tú
le pedirías con diligencia y él te concedería agua para volver a vivir.
V. 11 La mujer dijo: Señor pero no tienes con qué sacar el agua y el pozo es hondo,
¿dónde pues está el agua para volver a vivir?
V. 12 ¿Acaso tú tienes una posición más elevada que nuestro Padre Jacob, que nos dio
este pozo y del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
V. 13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiera de esta agua, sólo se va a
satisfacer en sus necesidades superficiales,
14 mas el que experimente beber del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino
que el agua que yo le daré, será en él un manantial profundo que brotará de su
interior por toda la duración de la vida.
V. 15 La mujer le dijo: Dame de esa agua para que no tenga yo sed ni venga aquí a
sacarla.
V. 16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido y ven acá.
V. 17 Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: es cierto lo que has
dicho: No tengo marido.
V. 18 porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido, has
dicho la verdad.
V. 19 La mujer dijo: Señor, me parece que eres profeta.
V. 20 Nuestros padres adoraron en este monte, y ustedes dicen que el lugar donde
debemos dar reverencia a Dios es en Jerusalén.
V. 21 Jesús le respondió: Mujer; viene el tiempo definido y favorable cuando ni en este
monte ni en Jerusalén darán reverencia al Padre.
V. 22 Ustedes aún no han comprendido el significado de la adoración, nosotros
sabemos la razón para adorar ya que el medio por el cual se experimenta la salvación
viene de los judíos.
V. 23 Mas el tiempo favorable es ahora, y los que tengan un conocimiento claro y
definido de Dios, adorarán al Padre desde su alma racional (o ser interior) y por la
realidad eterna (la salvación), no limitada por hechos históricos, ya que el Padre
quiere que los que están en esta condición (de ser salvos) le adoren.
V. 24 Dios es completamente espiritual en su esencia, por eso es inevitable adorarle
con el alma racional (o ser interior) y por la realidad eterna (la salvación).
V. 25 La mujer le dijo: Sé que va a venir el Mesías, al que Dios ha elegido
especialmente, y él nos va a enseñar todas las cosas.
V. 26 Jesús le dijo. Yo soy, el que habla contigo.
V. 27 En eso llegaron sus discípulos y estaban asombrados de que estuviera hablando
con una mujer, pero ninguno le preguntó qué hablaba con ella.
V. 28 La mujer dejó su cántaro, se fue a la ciudad y dijo a los demás:
V. 29 Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho, ¿no será el
Cristo?
V. 30 Entonces salieron de la ciudad y vinieron a él.
V. 31 Mientras los discípulos le rogaban que comiera algo.
V. 32 Yo he estado comiendo de una comida que ustedes no conocen.
V. 33 Entonces los discípulos se preguntaban entre sí ¿alguien le habrá traído algo de
comer?
V. 34 Jesús les dijo: Lo que me satisface por completo y deleita mi alma es que haga la
voluntad de quien me ha enviado y que realice la obra del Padre.
V. 35 ¿Ustedes aseguran que falta un período de cuatro meses para la cosecha?
Perciban que esta región está lista para la cosecha, el grano brilla porque está maduro
para cortarse.
V. 36 Y el que recoge la cosecha recibe un premio y reúne fruto para la vida
perdurable y así el que siembra y el que cosecha se alegran juntos.
V. 37 Porque lo que afirmamos es verdad: uno es el que esparce las semillas y otro el
que cosecha el fruto.
V. 38 Yo los he enviado a cosechar lo que ustedes no labraron, ustedes solo han sido
parte de la labor.
V. 39 Y un gran número de samaritanos creyeron en Él por lo que la mujer les decía:
Me ha dicho lo que he hecho.
V. 40 Entonces vinieron los del pueblo de Samaria a él y le pidieron que se quedara
con ellos, y se quedó por dos días.
V. 41 Y muchos más creyeron al escuchar lo que hablaba.
V. 42 y le decían a la mujer: ya no creemos solamente por lo que tú nos dijiste, sino
porque nosotros mismos hemos oído y nos damos cuenta que él es el Salvador del
mundo, el Cristo.
V. 43 Dos días después se fue de allí a Galilea.
V. 44 porque Jesús mismo dijo que ningún profeta tiene honra en su propia tierra.
V. 45 Cuando vino a Galilea, los galileos lo recibieron, habiendo mirado con atención
las cosas que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues ellos también habían
estado ahí.
V. 46 Nuevamente vino Jesús a Caná de galilea, donde había convertido el agua en
vino. Y había en Capernaum un funcionario del rey que tenía enfermo a su hijo.
V. 47 Cuando supo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino y le rogó que
bajara y sanara a su hijo que estaba a punto de morir.
V. 48 Entonces Jesús le reprendió con ternura: No crees en mi personalidad divina ni
en mi palabra a no ser que vaya acompañada de un milagro. (cf. Nota 1)
V. 49 El funcionario del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
V. 50 Jesús le dijo: Ponte en marcha hacia tu casa, porque tu hijo goza de vigor y
salud. El hombre creyó en la palabra que Jesús le dijo (aún si haber visto la obra
porque avanzó en su fe) y se fue.
V. 51 Cuando él volvía, sus siervos salieron a recibirle y le hablaron del sorprendente
restablecimiento de su hijo y le decían: ¡tu hijo está vivo!
V. 52 Entonces él les preguntó a qué hora había sido ese repentino restablecimiento, y
le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre.
V. 53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en la que Jesús le dijo: tu hijo
goza de vigor y salud, y creyó en él con toda su casa.
V. 54 Esta segunda señal hizo Jesús cuando fue de Judea a Galilea.
Juan 5
V. 1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos y subió Jesús a Jerusalén.
V. 2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas (puerta por donde entraban
los animales para los sacrificios) un estanque llamado en hebreo Betesda (casa de
misericordia) y en arameo Bethzatha (casa del olvido), el cual tenía cinco paseos
cubiertos sostenidos con columnas.
V. 3 Ahí permanecían recostados gran cantidad de enfermos: ciegos, cojos y
paralíticos que esperaban el movimiento del agua.
V. 4 Porque de tiempo en tiempo el agua del estanque se agitaba y el que primero
llegaba al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviese. (cf. Nota. 1)
v. 5 Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
V. 6 Cuando Jesús lo vio en el suelo tendido y supo que ya tenía mucho tiempo así, le
dijo: ¿quieres llegar a tener una buena salud?
V. 7 El hombre respondió: Señor, no tengo a alguien que me pueda dejar caer en el
estanque cuando se agita el agua, y mientras yo puedo llegar, alguien baja antes que
yo.
V. 8 Jesús le dijo: ponte de pie, carga tu catre y vive tu propia vida.
V. 9 Y al instante, aquél hombre quedó en un estado correcto de salud, cargó su catre
y comenzó a andar por los alrededores, y era día de reposo.
V. 10 Entonces los judíos dijeron al que había sido sanado: es día de reposo, no
deberías estar cargando tu catre.
V. 11 Él les respondió: el que me sanó, él mismo me dijo que tomara mi catre y
caminara.
V. 12 Entonces le solicitaron que les dijera quién le había dicho eso.
V. 13 Y el que había sido sanado no sabía quién fue porque Jesús se había alejado y
nadie en aquel lugar lo había visto.
V. 14 Después Jesús lo encontró en el templo y le dijo: Ya has sido puesto en lo
correcto, no continúes pecando para que no vuelvas a estar en una mala condición.
V. 15 El hombre se fue y avisó a los judíos que Jesús era quien lo había sanando.
V. 16 Por eso los judíos seguían a Jesús para matarle, porque hacía estas cosas en el
día de reposo.
V. 17 Precisamente ahora mi Padre hace una obra de preservación y redención, y yo
hago lo mismo.
V. 18 Por eso los judíos querían matarle, porque además de quebrantar el día de
reposo, decía que Dios era su propio padre, haciéndose tan precioso como Dios.
V. 19 Entonces Jesús les dijo: Ten por cierto lo que te digo, y que no te quepa duda de
que el Hijo no tiene la capacidad de hacer ninguna cosa sino lo que el Padre hace que
suceda, porque todo lo que el Padre hace que sea, el Hijo lo produce igualmente.
V. 20 Porque el Padre se deleita en el Hijo y le muestra el significado y el sentido de lo
que Él hace que suceda, y cosas más asombrosas que éstas le hará conocer para que
ustedes se queden sorprendidos.
V. 21 Porque como el Padre le da existencia a todo lo muerto e ineficaz, así también el
Hijo hace vivir a los que Él desea.
V. 22 Porque el Padre no decide por sí solo sobre el asunto legal de la justicia en
ninguna persona, sino que toda la autoridad y el fundamento para juzgar se lo ha
designado al Hijo.
V. 23 Para que todos muestren respeto y reconocimiento al Hijo así como lo hacen con
el Padre. El que no muestra respeto y reconocimiento por el Hijo, no lo hace con el
Padre que lo asignó.
V. 24 Ten por cierto lo que te digo y que no te quepa duda que el que entiende la
proclamación que Dios ha dicho en mí, y considera verdadero al que me envió, tiene
vida perdurable y sin fin y no habrá fundamento para condenarle, pues ha terminado
su estado de condenación por el pecado y ahora tiene la actividad de la sustancia de
Dios en su interior.
V. 25 Ten por cierto lo que te digo y que no te quepa duda que el tiempo favorable es
ahora, en que todos aquellos que están muertos y son ineficaces, entenderán la
autoridad y la fuerza del Hijo de Dios y volverán a tener la actividad de la sustancia de
Dios en su interior.
V. 26 porque como el Padre tiene sustancia en sí mismo, también ha hecho que el Hijo
tenga sustancia en sí mismo.
V. 27 y también le dio autoridad de de decidir sobre el asunto legal de cada persona
porque es el Hijo del Hombre (el que comparte la misma naturaleza de los que han de
ser juzgados).
V. 28 No se asombren de esto, porque viene el momento en el que todos los que están
en las tumbas van a percibir su esencia divina.
V. 29 y los que fueron de buena naturaleza se levantarán para tener un nuevo ser y
nueva vida, y los que fueron necios y perversos, a l dictamen legal de su condena.
V. 30 Yo no tengo la capacidad de hacer nada por mí mismo, hago conforme a lo que
escucho y así es como juzgo, y lo que hago es íntegro porque vivo solamente para
ejecutar la voluntad de mi Padre.
V. 31 Si yo doy testimonio de mi mismo, a ustedes les parece que no soy verdadero.
V. 32 Alguien diferente es el que habla bien de mi, y lo que Él dice de mí lo habla con
verdad e integridad.
V. 33 Ustedes enviaron mensajeros a Juan y él les habló de lo que concuerda con los
hechos que están sucediendo.
V. 34 Pero yo no me baso en el testimonio de un hombre, sino que les digo todo esto
para que ustedes puedan ser rescatados.
V. 35 Él (el Bautista) era como una lámpara que los atrajo por su luz un poco de
tiempo, y por algún tiempo ustedes se alegraron en su enseñanza.
V. 36 Pero yo tengo una mucho mayor evidencia que la de Juan, porque las cosas que
el Padre me ha enviado a hacer son el testimonio demostrativo de que tengo el sello
de la aprobación del Padre y de que Él me ha enviado.
V. 37 También el Padre que me envió ha hablado bien de mí. Ustedes nunca han
captado el sonido de su Palabra y nunca han visto su forma o aspecto,
V. 38 tampoco tienen Sus Palabras de forma permanente en sus corazones porque no
confían en el que Él ha enviado.
V. 39 Traten de investigar a profundidad las Escrituras, porque ustedes suponen que
comprenden lo que está escrito en ellas y que con eso participarán de la vida
perdurable, pero se rehúsan a reconocer que ellas hablan de mí.
V. 40 Y ustedes no quieren comprender que esa vida perdurable viene a través de mí.
V. 41 No busco que los hombres me reconozcan con palabras de honor.
V. 42 De lo que me doy cuenta es que en el corazón de ustedes no hay amor por
Dios.
V. 43 Yo he venido a revelar al Padre y ustedes no me aceptan, pero aprueban a
hombres que ignoran el favor y la verdad de Dios.
V. 44 ¿Cómo pueden decir que su fe es verdadera si buscan al hombre y no a Dios?
V. 45 No crean que yo voy a presentar cargos contra ustedes ante el Padre, los cargos
los presentará Moisés, porque ustedes piensan que la ley los salvará.
V. 46 Si realmente confiaran en la autoridad de la ley de Moisés, entonces me darían
el crédito a mí, porque hacia mí apuntó él.
V. 47 Si no aceptan la veracidad de lo que él escribió, no podrán comprender mis
palabras.
NOTA 1. Después de 5:3, tanto la versión Reina-Valera como la Revisada 1960 dice
lo siguiente: Versículo 3b: “… que esperaban el movimiento del agua”. Versículo 4:
“Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el
que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano
de cualquier enfermedad que tuviese”.
Sin embargo, ninguno de los mejores y más antiguos manuscritos contienen estas
palabras. Pero, por otra parte, Tertuliano (hacia 145–220 d.C.) ya da muestras de
conocer este pasaje; pues dice:
“Un ángel, con su intervención, agitaba el estanque de Bethsaida. Los que estaban
aquejados de alguna enfermedad lo esperaban; porque el que primero descendía a
aquellas aguas, después de lavarse cesaba su dolencia” (Del Bautismo V).
A continuación damos una posición razonable sobre toda esta narración, y en
particular en cuanto a las palabras que se omiten en los mejores manuscritos
antiguos:
(1) Probablemente sería mucho más difícil explicar cómo se omitieron estas
palabras de los mejores manuscritos si realmente eran parte del texto original, que
explicar en qué forma se han introducido en el texto (p.ej., como glosa marginal
dirigida a explicar la agitación del agua, mencionada en 4:7, atribuyéndola a la visita
periódica de un ángel).
(2) Basándonos en el texto que encontramos en los mejores manuscritos (es decir,
omitiendo 4:3b y 4) no hay necesidad de creer que la agitación del agua se debía a
una causa sobrenatural. Además, la idea de que el primero en descender después del
movimiento de las aguas quedaba curado, no se presenta aquí necesariamente como
la creencia del escritor del cuarto Evangelio ni como la enseñanza del Espíritu Santo,
sino como la opinión implícita del hombre enfermo (4:7b).
(3) Por otro lado, es completamente cierto que no se debe descartar la posibilidad
de una actividad sobrenatural y angélica. Nunca se debe olvidar que una interpolación
marginal en el texto puede ser correcta. En los días del ministerio terrenal de nuestro
Señor, el ministerio de los ángeles aparece prominentemente una y otra vez, y
poderes y fuerzas poco comunes representan un importante papel.
Juan 6
V. 1 Después de esto, se fue Jesús al mar de galilea el de Tiberias.
V. 2 Y un gran número de personas le seguían porque veían las cosas sobrenaturales
que hacía con los enfermos.
V. 3 Entonces Jesús subió a una montaña y se sentó allí con sus discípulos.
V. 4 Y se acercaba la fiesta de la pascua.
V. 5 Cuando Jesús alzó la vista, miró que había venido mucha gente y dijo a Felipe:
¿De dónde compraremos comida para todos éstos?
V. 6 Pero esto lo dijo para poner a prueba el carácter de Felipe, porque Él sabía lo que
iba a llevar a cabo.
V. 7 Felipe respondió: Doscientas monedas de plata no alcanzaría para comprar ni un
poco de pan para cada quien.
V. 8 Uno de los discípulos, Andrés, hermano de simón Pedro dijo:
V. 9 Aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces, pero esto
no es nada ante tanta gente.
V. 10 Jesús les dijo: Hagan que la gente se acomode para comer. Y había mucha plata
pequeña. Y se acomodaron y eran como cinco mil hombres.
V. 11 Tomó Jesús aquellos panes, expresó palabras de gratitud y lo dio a los discípulos
quienes a su vez lo dieron a los que estaban recostados, lo mismo hicieron con los
peces, les dieron tanto como cada quien quería.
V. 12 Y cuando estaban satisfechos con lo que habían comido, dijo a los discípulos:
recojan los trozos que sobraron para que no se destruya lo que sobreabundó.
V. 13 Recogieron y llenaron doce canastas grandes de los trozos de pan que de los
cinco panes de cebada había sobreabundado después que todos comieron.
V. 14 Entonces los hombres, al ver este acontecimiento extraordinario que Jesús había
realizado (relacionado con la obra de redención y de la naturaleza de Dios), dijeron:
seguramente este es el profeta que había de venir al sistema de este mundo. (Dt.
18:15)
V. 15 Jesús se dio cuenta de que ellos querían hacer poderoso para ponerlo bajo el
control de ellos, se fue él solo al monte.
V. 16 Por la noche los discípulos descendieron al mar.
V 17 Se embarcaron y comenzaron a cruzar el mar hacia Capernaúm, estaba oscuro y
Jesús no había regresado a ellos.
V. 18 Y se agitaba el mar fuertemente a causa del gran viento que soplaba.
V. 19 Cuando habían remado unos cuatro kilómetros y medio, vieron a Jesús que
caminaba sobre el mar hacia ellos y tuvieron miedo.
V. 20 Mas él les dijo: Yo soy, no se alarmen.
V. 21 Ellos con gusto lo recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a donde iban.
V. 22 Al día siguiente la gente que estaba ahí se dio cuenta de que solamente había
habido una sola barca, y que Jesús no se había embarcado cuando lo hicieron los
discípulos, sino que ellos habían partido solos.
V. 23 Pero otras personas llegaron a Tiberias, en el lugar donde se había efectuado la
alimentación de los cinco mil.
V. 24 Cuando la gente se dio cuenta que ni Jesús ni sus discípulos estaban ahí, se
fueron a Capernaúm a buscarlos.
V. 25 Cuando lo vieron al otro lado del mar le preguntaron: Rabí, ¿cuándo llegaste
acá?
V. 26 Jesús les respondió diciendo: Voy a exponerles la causa verdadera por la que se
han esforzado por encontrarme; me buscan solamente porque han comido y se han
saciado, pero las señales que hago, para ustedes solamente son un medio para
conseguir lo que quieren.
V. 27 Esfuércense no solamente por la comida física que es de corta duración, sino por
el alimento espiritual que conduce a la vida eterna. El hijo del Hombre les dará esta
comida porque el Padre lo ha declarado la comida del cielo.
V. 28 ¿Cómo podemos esforzarnos para hacer lo que Dios quiere?
V. 29 Jesús les dijo: La voluntad de Dios es que confíen su bienestar espiritual en el
que Él ha enviado.
V. 30 Le dijeron: ¿Qué señal puedes hacer para que verifiquemos como cierto lo que
nos dices? ¿qué obra práctica haces?
V. 31 Nuestro s padres comieron un alimento que mostraba la provisión de Dios en el
desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio para alimentarlos.
V. 32 Jesús les dijo: estoy cierto en lo que digo: No fue Moisés quien les dio el pan del
cielo, es mi Padre quien les da el auténtico pan del cielo.
V. 33 El auténtico pan de Dios que descendió del cielo ofrece vida al mundo.
V. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre de ese pan.
V. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida espiritual y eterna, el que está en relación
conmigo, encuentra una satisfacción eterna y no temporal, y el que cree en mí, tiene
el único manantial de satisfacción consciente, permanente y todo suficiente.
V. 36 Pero aunque han tenido el privilegio de verme, no han percibido con su
entendimiento.
V. 37 Mi obra no es ineficaz, porque el Padre capacitará a la gente para que venga
hacia mí, y el que en mí busca salvación, no lo voy a alejar de mí.
V. 38 Porque he descendido del cielo no para llevar a cabo mi propósito personal, sino
para el propósito de aquél que me asignó un determinado destino.
V. 39 Y el determinado destino que el Padre me asignó es que de todo lo que me
diera, nada caiga para perecer sino que yo los traiga en incorrupción y gloria, y los
presente en cuerpo y alma, perfectos y enteros, sin que nada falte, a Aquel que me los
dio.
V. 40 Y este es el propósito del que me ha enviado: que todo aquél que ve y cree en el
Hijo para salvación tiene su destino eterno asegurado y nada de él se perderá porque
yo le resucitaré en el día postrero.
V. 41 Los judíos se inconformaban porque les había dicho: Yo soy el pan que vino del
cielo.
V. 42 Y argumentaban: ¿No es éste Jesús el hijo de José y María a quienes nosotros
conocemos? ¿Cómo dice que ha descendido del cielo?
V. 43 Jesús les dijo: No murmuren entre ustedes.
V. 44 Nadie puede tener una atracción divina hacia mí si mi Padre que me envió no
ejecuta una obra interna y eficaz y yo haré que ellos se pongan de pie en el último día
de este tiempo.
V. 45 Los profetas lo anticiparon: Todos recibirán esta “enseñanza” de Dios que se
refiere a su obra interior, que predispone a la gente a escuchar y aceptar la verdad
acerca de Jesús y a responder a él.
V. 46 Nadie ha visto al Padre, sólo el que vino de Dios puede dar el acceso directo al
Padre.
V. 47 Que no quede duda de que el creyente se caracteriza porque tiene la vida como
posesión presente y permanente.
V. 48 Yo soy el sustento de esa vida.
V. 49 Los padres de ustedes comieron el pan que les proveyó una vida física temporal
y finalmente murieron.
V. 50 Este pan es de una clase diferente, viene del cielo para que los que coman de él
vivan para siempre.
V. 51 Yo soy el pan que vive y que descendió del cielo, el que disfrute comiendo este
pan, tiene la vida como posesión presente y permanente, y el pan que yo daré es mi
cuerpo físico, el cual daré para que la gente tenga vida del Espíritu de Dios.
V. 52 Los judíos discutían entre sí diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su
cuerpo físico?
V. 53 Les aseguro que si no comen la carne del hijo del Hombre y beben su sangre, no
tendrán vida del Espíritu de Dios.
V. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene una vida impartida aquí abajo y
recibirá la completa redención de su cuerpo en el último día de este tiempo.
V. 55 Porque mi carne es verdadera comida espiritual y mi sangre es verdadera
bebida que les sustenta.
V. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene existencia en mí y yo habito en él.
V. 57 Como me envió el Padre para comunicar su vida, y yo soy el ser del Padre, así
mismo el que me come, también vivirá por causa de mí.
V. 58 Este es el pan que descendió del cielo, no como sus padres comieron del maná y
murieron. El que come de este pan vivirá por siempre.
V. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
V. 60 Al oírlo muchos de sus discípulos dijeron: Estas palabras son muy violentas,
¿quién puede ser capaz de entenderlas?
V. 61 Sabiendo Jesús lo que sus discípulos murmuraban les dijo: ¿Esto les ofende?
V. 62 Pues ¿tampoco serían capaces de ver al Hijo del Hombre en su verdadera
naturaleza, la que tenía primero?
V. 63 El Espíritu es el único que comunica vida, la carne no puede aprovechar nada,
las cosas que les he hablado son vida para su ser interior.
V. 64 Pero hay algunos de ustedes que no consideran cierto lo que digo. Porque Jesús
sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar.
V. 65 Por eso les he dicho que nadie puede tener una atracción divina hacia mí si mi
Padre que me envió no ejecuta una obra interna y eficaz.
V. 66 Desde entonces muchos de sus discípulos ya no andaban con él.
V. 67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Quieren irse ustedes también?
V. 68 Señor ¿a quién iremos? Sólo tú tienes las palabras del regalo de la vida eterna.
V. 69 Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
V. 70 Jesús les respondió: ¿No los he escogido yo mismo a los doce y uno es un diablo?
V. 71 Se refería a Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que lo entregaría y
era uno de los doce.
Juan 7
V. 1 Después de estas cosas, Jesús caminaba por los alrededores de Galilea, no quería
estar en Judea porque los judíos intentaban matarlo.
V. 2 Estaba cerca la fiesta de los tabernáculos. (cf. NOTA 1)
V. 3 Sus hermanos le dijeron: Sal de aquí y ve a Judea para que tus discípulos de allá
vean y entiendan tu propósito.
V. 4 Pues nadie que quiere ser conocido públicamente, realiza sus obras en lo secreto.
Haz visible tu comportamiento ante toda la gente.
V. 5 Porque ni aún sus hermanos confiaban en él.
V. 6 Jesús les dijo: Mi tiempo adecuado fijado desde la eternidad en el plan de Dios (el
momento de apresarlo y matarlo) todavía no ha llegado, pero para ustedes, cualquier
momento es el oportuno para ir a la fiesta.
V. 7 La jerarquía religiosa de este mundo no los aborrece a ustedes, pero a mí me
odian porque yo afirmo que el resultado de su trabajo es inútil y sin valor.
V. 8 Vayan ustedes a la fiesta, yo todavía no iré porque mi tiempo aún no tiene
cumplimiento.
V. 9 Después de decirles esto se quedó en Galilea.
V. 10 Pero después de que sus hermanos habían subido a la fiesta, él también subió,
no haciéndose públicamente visible sino un poco oculto.
V. 11 Y lo buscaban los judíos en la fiesta y decían ¿dónde está?
V. 12 Y muchos en la multitud murmuraban de él con descontento. Unos decían: es de
buna naturaleza. Pero otros decían: No, sino que desvía de la verdad al pueblo.
V. 13 Pero nadie hablaba abiertamente de él porque tenían miedo a los miembros del
concilio.
V. 14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo y enseñaba.
V. 15 Los judíos se sorprendían y decían: ¿Cómo es que enseña como erudito si nunca
ha sido discípulo de un rabino? (cf. NOTA 2)
V. 16 Jesús les respondió: El contenido de mi enseñanza no es la expresión de mis
ideas. Yo hablo lo que he recibido del que me envió.
V. 17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, comprobará por la experiencia personal
que esta enseñanza proviene de Dios y no de mí.
V. 18 El que enseña lo que tiene dentro de sí, busca que le digan palabras de honor y
gloria, pero el que busca la honra y alabanza de quien lo envía, ese es veraz y no hace
el mal.
V. 19 ¿No les dio Moisés la ley y ninguno de ustedes la cumple? Entonces ¿por qué
quieren matarme?
V. 20 Respondió la multitud (que no sabían de la conspiración de los judíos): demonio
tienes, ¿quién trata de matarte?
V. 21 Jesús les dijo: Una obra hice (refiriéndose a la sanidad del paralítico en Betesda
hacía año y medio) y todos se sorprendieron. (Porque era día de reposo cuando lo
hizo).
V. 22 Moisés les dio la señal de la circuncisión por el pacto que había con nuestros
padres, y podías circuncidar aunque fuera día de reposo sin violar la ley.
V. 23 Si la ley permite cuidar una parte del cuerpo de un hombre en el día de reposo,
¿por qué consideran como falta a la ley el haber hecho sano por completo en su ser a
un hombre en el día de reposo?
V. 24 No evalúen en base a su conocimiento superficial de las Escrituras sino hagan su
veredicto administrando justicia.
V. 25 Decían entonces unos de Jerusalén. ¿No es éste a quien buscaban para matarle?
V. 26 Está hablando públicamente y ¿no le dicen nada? Tal vez los gobernantes habían
reconocido que este era el Cristo.
V. 27 Sabemos de dónde es este, y cuando venga el Cristo, nadie conocerá su origen.
V. 28 Jesús entonces dijo con voz alta a manera de enseñanza: Tienen información de
mí y saben de dónde vengo, sin embargo no he venido por mí mismo, y el que me
envió es digno de confianza, pero ustedes no lo reconocen.
V. 29 Pero yo sí lo reconozco porque soy idéntico a Él y Él me envió.
V. 30 Entonces trataban de arrestarlo pero no lo pudieron hacer porque todavía no era
el tiempo en que se manifestara (en su muerte y resurrección).
V. 31 Y muchos creyeron en Él y decían: Si éste no es el Cristo, ¿qué podrá hacer
Cristo, cuando venga, que no haya sido anticipado y eclipsado por este hombre?”
V. 32 Los fariseos escucharon a la gente murmurar de él estas cosas; y los principales
sacerdotes y los fariseos enviaron a los policías para que lo apresaran.
V. 33 Jesús les dijo: Todavía un poco de tiempo más estaré con ustedes, e iré al que
me envió.
V. 34 Más adelante, aunque me busquen, no me van a encontrar y a donde yo voy,
ustedes no pueden ir.
V. 35 Entonces los judíos se preguntaban entre sí: ¿A dónde se va éste que no lo
hallaremos? ¿Se irá a los dispersos con los griegos? ¿Enseñará a los griegos?.
V. 36 ¿Qué quiso decir con: aunque me busquen, no me van a encontrar y a donde yo
voy, ustedes no pueden ir.
V. 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz diciendo: Si
alguno tiene una necesidad espiritual de Dios, pasen a través de mí y experimenten.
V. 38 El que crea hasta el punto de confiar plenamente en mí, tendrá en su espíritu
humano una fuente de satisfacción que le proveerá vida continuamente, como dice la
Escritura. (cf. Isaías 58:11; Joel 3:18; Zacarías 14:8; Ezequiel 47:1–12).
V. 39 Esto dijo del Espíritu que iban a tomar en posesión los que creyeran (y por Su
operación en el alma renovada, asegura una corriente permanente de vida
eterna).Pues todavía el Espíritu no era (todavía no era la satisfacción, regeneración,
guía y poder de Dios dentro del creyente) porque todavía no había sido la muerte,
resurrección y ascensión de Jesús.
V. 40 Entonces, algunos de entre la gente que eran capaces de oír y entender éstas
palabras decían: realmente éste es el profeta.
V. 41 Otros decían: Éste es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el
Cristo?
V. 42 ¿No dice la Escritura que del linaje de David y de la aldea de Belén ha de venir el
Cristo?
V. 43 Hubo entonces disensión en la gente a causa de él.
V. 44 Y algunos de ellos quería apresarlo pero ninguno le echó mano.
V. 45 Loas alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los profetas y ellos les
dijeron: ¿Por qué no lo han atrapado?
V. 46 Los alguaciles respondieron: Nunca habíamos escuchar a alguien hablar como
este hombre.
V. 47 Entonces los fariseos respondieron: ¿También ustedes se han dejado engañar?
V. 48 ¿Han visto que haya creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos?
V. 49 Esa gente del pueblo que es ignorante de la ley, está bajo maldición porque no
la obedecen.
V. 50 Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche y que era uno de ellos:
V. 51 ¿Acaso nuestra ley permite juzgar a un hombre sin primero haberlo escuchado?
V. 52 Respondieron diciéndole: ¿Eres tú también galileo? Escudriña la Escritura y date
cuenta que de galilea jamás se ha levantado un profeta.
V. 53 Cada uno se fue a su casa.
NOTA 1. La fiesta de los tabernáculos era una de las tres fiestas principales de los
judíos. Josefo dijo que ésta era la fiesta más santa e importante (Antigüedades de los
judíos 8. 4. 1). Esta fiesta, también denominada la fiesta de la cosecha, era un tiempo
de acción de gracias por la siega y una ocasión alegre. Durante siete días, los judíos
devotos moraban en tabernáculos hechos con ramas de árboles, en recordatorio de la
provisión que Dios hizo en el desierto durante la peregrinación de sus antecesores. La
fiesta también recordaba el hecho de que Dios mora con su pueblo.
NOTA 2. Jesús nunca había recibido instrucción en escuelas rabínicas. En términos
modernos, se podría decir que no tenía ningún título de alguna institución reconocida.
Por tanto, ¡todo lo que dijera debía estar equivocado! No sabía de “letras” (γράμματα,
a. letras del alfabeto, Gá. 6:11; b. carta, Hch. 28:21; c. Escrituras, 2 Ti. 3:15;
finalmente, como aquí, aprendizaje; sin embargo, el aprendizaje judío se centraba en
los escritos sagrados y su interpretación). Se daba a entender que Jesús simplemente
expresaba sus opiniones personales acerca de asuntos religiosos; y, por tanto, había
que negarse a seguir escuchándolo.
Juan 8
V. 1 Y Jesús fue al monte de los Olivos
V. 2 Por la mañana volvió al templo, todo el pueblo vino a Él y sentado les enseñaba.
V. 3 Entonces los escribas y fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio y
la pusieron en medio,
V 4. Y le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido encontrada cometiendo adulterio
V. 5 Y la ley de Moisés nos mandó apedrear a esta clase de mujeres, ¿tú qué opinas?
V. 6 Le decían esto para examinar su respuesta y en base a ello poder acusarle. Pero
Jesús estaba inclinado hacia el suelo escribiendo con el dedo en la tierra.
V. 7 Y como insistían en la pregunta, se enderezó y les dijo: el que de ustedes sea
inocente de haber cometido algún pecado, sea el que comience a apedrearla.
V. 8 E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en la tierra.
V. 9 Cuando oyeron esto, ellos fueron confrontados en lo íntimo de su ser y
comenzaron a irse uno por uno, empezando por los líderes y mayores en rango hasta
los del pueblo, quedando solamente Jesús y la mujer.
V. 10 Jesús se enderezó y vio que no había nadie sino solo la mujer y le dijo: Mujer,
¿dónde están los que te acusaban?, ¿ninguno te impuso el castigo que demanda la
ley?
V. 11 Ella le dijo: Ninguno, Señor. Entonces Él le dijo: Ni siquiera yo te voy a culpar,
vete y no cometas de nuevo la misma falta.
V. 12 Otra vez Jesús le habló al pueblo diciendo: Yo traigo a la existencia la luz que
contrasta con la oscuridad del ser humano, el que es capaz de ir en mi compañía y
obedecerme no estará cubierto de tinieblas, sino que será capaz de experimentar la
vida que yo origino.
V. 13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú hablas bien de ti mismo y eso no es honesto.
V. 14 Jesús les respondió: Aunque yo hablo bien de mí mismo, lo que digo es verdad
porque sé cuál es mi origen y hacia dónde voy y ustedes no han entendido ni de
dónde vengo ni a dónde voy.
V. 15 Ustedes evalúan las cosas sin ninguna comprensión espiritual, yo no sentencio a
nadie.
V. 16 Y si yo hago un veredicto, el tal es verdadero porque no lo hago yo solo sino que
lo hacemos yo y mi Padre que me envió.
V. 17 Y en la ley está escrito que si dos testifican, entonces lo que se dice es
verdadero.
V. 18. Yo hablo bien de mí mismo y el Padre que me envió ratifica lo que digo.
V. 19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: No saben nada de mí ni
de mi Padre, si me reconocieran a mí, reconocerían al Padre.
V. 20 De estas cosas habló Jesús en el atrio del templo donde eran depositadas las
ofrendas y los instruía y nadie pudo arrestarlo porque no había llegado el momento
preciso determinado por Dios.
V. 21 Jesús les dijo nuevamente: Yo me voy y ustedes me van a buscar para tratar de
obtener cierto estado o condición, pero se quedarán en su estado de pecaminosidad
con profundas implicaciones espirituales, yo voy a experimentar un cambio
significativo, pero ustedes no son aptos para llegar a esa condición. (La condición de
ser justificados que Jesús lograría para ellos con su muerte).
V. 22 Decían los judíos: ¿Se destruirá a sí mismo y por eso dice que nosotros no
podremos llegar a esa condición?
V. 23 Y les dijo: Ustedes son de donde habitan los muertos (cf. Ef. 4:9), yo soy de un
mundo supremo donde Dios está a la cabeza (cf. Juan 13:1), ustedes pertenecen al
sistema del mundo donde gobiernan los valores mundanos e impíos, y yo no me
gobierno por ellos.
V. 24 Por eso dije que se quedarán en su estado de pecaminosidad con profundas
implicaciones espirituales si no creen hasta el punto de confiar plenamente en mí, en
su estado de pecaminosidad se quedarán.
V. 25 Le dijeron: ¿tú quién eres? Jesús respondió: desde el principio se los he estado
diciendo.
V. 26 Y les tengo que dar a conocer y evaluar muchas cosas de ustedes, pero el que
me envió, es Verdadero, y solamente hablo lo que he oído a Él decir, y eso es lo que
declaro a la gente.
V. 27 Pero no entendieron lo que les hablaba del Padre.
V. 28 Entonces Jesús les dijo: Cuando exalten y reconozcan el poder sobrenatural del
Hijo del hombre, entonces sabrán que YO SOY, y que nada hago por mí mismo y
conforme a lo que me enseñó mi Padre, así hablo.
V. 29 Porque el que me envió, está existiendo en mí, y el Padre no me deja existir sin
Él, porque yo hago lo que Él desea.
V. 30 Hablando él de esto, muchos le creyeron.
V. 31 Entonces Jesús les dijo a los que le creyeron: Si ustedes continúan viviendo en
las palabras que les he dicho de mí, tengan la certeza de que seguirán cerca de mí.
V. 32 Y aprenderán por la experiencia personal la realidad del contenido del Evangelio
y esa experiencia personal los pondrá en libertad de la culpa.
V. 33 Le respondieron: somos descendientes de Abraham y nunca nos han
esclavizado, ¿cómo dices que seremos puestos en libertad?
V. 34 Jesús les respondió: ten por seguro lo que te digo, y que no te quede duda que
todo el que está en estado de pecaminosidad, es esclavo de la culpa.
V. 35 Y el esclavo no tiene un vínculo natural con los de la casa, como lo tiene el hijo
que mora en casa para siempre.
V. 36 Pero si por el vínculo que el Hijo tiene son manumitidos (libertados), el
parentesco de ustedes será real, legítimo y permanente.
V. 37 Sé que son descendientes de Abraham y sin embargo se esfuerzan por matarme
porque las cosas que les digo no penetran es ustedes.
V. 38 Yo hablo conforme a lo que he visto por mi cercanía con el Padre, y ustedes
hacen lo que observan al estar cerca de su padre.
V. 39 Respondiendo le dijeron: Nuestro padre es Abraham, Jesús les dijo: Si fueran
hijos de Abraham, harían lo que él hizo.
V. 40 Ahora quieren matarme a mí, que soy un hombre que les ha hablado lo que
corresponde a la realidad, lo cual he oído de Dios, y eso no fue lo que hizo Abraham.
V. 41 Ustedes son la expresión real de su padre. Entonces le dijeron: nosotros no
fuimos engendrados por la fornicación; un Padre tenemos que es Dios.
V. 42 Jesús les dijo: Si su padre fuera Dios, entonces me amarían porque yo procedo
de Dios, pues no he venido por mí mismo sino vengo de Dios.
V. 43 ¿Por qué no reconocen mi manera de hablar? ¿por qué no son capaces de recibir
mi enseñanza?
V. 44 El padre de ustedes es el diablo y los deseos de su padre quieren ejecutar. Él ha
sido homicida desde el principio y no ha permanecido en lo que es verdadero porque
no hay nada íntegro en él. Cuando habla, solo puede hablar de lo irreal porque es
falsario y habla de lo que le pertenece y engendra el engaño.
V. 45 Y no me creen a mí aunque les hablo lo que es verdad.
V. 46 ¿Quién de ustedes tiene una prueba convincente de que yo haya cometido una
transgresión que me haga culpable? Yo digo la verdad, ¿por qué no consideran cierto
lo que les digo?
V. 47 El que procede de Dios, entiende las palabras de Dios, por eso ustedes no las
pueden entender porque no proceden de Dios.
V. 48 Respondieron los judíos y le dijeron: ¿No decimos bien? Eres un hereje y
perverso. (cf. NOTA 1)
V. 49 Jesús respondió: No me guía un espíritu maligno, lo que hago es mostrar respeto
y reconocimiento por mi Padre y por eso ustedes me infaman.
V. 50 Yo no busco grandeza o alabanza, hay quien me lo ha dado (el Padre) y pleiteará
con ustedes en juicio.
V. 51 Tengan por seguro lo que les digo y que no les quepa duda de que si se
mantienen viviendo en mi palabra, nunca experimentarán el castigo de la muerte.
V. 52 Entonces los judíos le dijeron: ahora confirmamos que eres un hereje, Abraham
murió y los profetas murieron y tú dices: que si se mantienen viviendo en tu palabra,
nunca experimentarán el castigo de la muerte.
V. 53 ¿Eres tú de un grado más elevado que Abraham en cual murió? Y ¡los profetas
murieron! ¿quién pretendes ser tú?
V. 54 Jesús respondió: Si yo hablo bien de mí mismo, eso no significa nada, mi Padre,
el que ustedes dicen que es su Dios, es el que me ha dado un lugar de honor.
V. 55 Pero ustedes no han aprendido a conocerlo, pero yo sí le conozco, y si dijera que
no le conozco sería mentiroso igual que ustedes, pero yo sí lo conozco y vivo en su
palabra.
V. 56 Abraham, el padre de ustedes estaba extremadamente gozoso porque entendió
que vería mi obra, y la vio y se regocijó.
V. 57 Entonces le dijeron los judíos: ¿ni cincuenta años tienes y has visto a Abraham?
V. 58 Tengan por seguro lo que les digo y que no les quepa duda, antes de que
Abraham existiera, yo existo.
V. 59 Tomaron piedras con el fin de lanzárselas, pero Jesús se cubrió y pasando por en
medio de ellos se alejó del Templo y se fue.
NOTA 1. 8:48. Los samaritanos eran una raza mixta y tenían una religión que los judíos
consideraban apóstata (cf. el comentario de 4:4). El hecho de llamar a Jesús
samaritano era un insulto, pues se usaba para referirse a un hereje, o a alguien que
realizaba una adoración equivocada. Su acusación en el sentido de que Jesús estaba
poseído por un demonio (cf. 7:20; 8:52; 10:20), sugiere que pensaban que estaba
loco, o que era inmundo y perverso. ¡Qué irónico que después de que les dijo que el
padre de ellos era el diablo (8:44), ellos comenzaran a decir que él estaba poseído por
un demonio!
Juan 9
V. 1 Al pasar Jesús vio a un hombre que padecía una ceguera congénita.
V. 2 Y los discípulos le preguntaron: Maestro, ¿quién falló? ¿este hombre (en el vientre
de su madre9 o sus padres para que haya nacido ciego?
V. 3 Jesús les respondió: esta ceguera no la causó ningún pecado en específico de él ni
de sus padres, esto sucedió para que la expresión práctica de Dios quedara
claramente expuesta ante él.
V. 4 Es preciso causar las expresiones del que me comisionó para hacerlo mientras,
tengo tiempo, porque viene el límite establecido por Dios (o sea la muerte de Jesús)
cuando nadie apto habrá para causarlo.
V. 5 Mientras que yo exista en el sistema del mundo, seré una expresión manifiesta
para la gente.
V. 6 Entonces Jesús escupió en la tierra e hizo lodo con la saliva y untó con ese lodo
los ojos del ciego.
V. 7 Y le dijo: ve a lavarte al estanque de Siloé (que traducido es; Enviado), fue, se
lavó y regresó viendo.
V. 8 Entonces los vecinos y quienes antes habían visto que era ciego decían: ¿no es
éste el que era ciego y pedía limosna?
V. 9 Unos decían: él es. Otros decían: a él se parece. Y el hombre decía: yo soy.
V. 10 Y le dijeron: ¿De qué forma te fue quitada la ceguera?
V. 11 Respondiendo dijo: Aquél hombre llamado Jesús hizo lodo y me untó los ojos y
me dijo: ve al Siloé y lávate. Fui, me lavé y recibí la vista.
V. 12 Y le preguntaron ¿dónde está él? Y respondió: No sé.
V. 13 llevaron al que había sido ciego ante los fariseos.
V. 14 Y era sábado cuando Jesús hizo el lodo y le dio la vista.
V. 15 Y los fariseos le hicieron la misma pregunta acerca de cómo había recibido la
vista. Él dijo: me puso lodo sobre los ojos, me lavé y ahora veo.
V. 16 Entonces algunos de los fariseos decían: ese hombre no procede de Dios, porque
no guarda el día sábado. Pero otros decían: si fuera pecador no haría estas señales. Y
había contrariedad en las opiniones.
V. 17 Dijeron nuevamente al ciego: ¿qué opinión tienes del hombre que te dio la vista?
Y é dijo: que es profeta.
V. 18 Los judíos se negaban a creer que había nacido ciego y que Jesús le dio la vista
hasta que llamaron a sus padres.
V. 19 Y les dijeron: ¿Es este su hijo el que dicen que nación ciego? ¿cómo es que ve
ahora?
V. 20 Sus padres dijeron: Éste es nuestro hijo y ciertamente nació ciego;
V. 21 Pero cómo ve ahora, no lo sabemos, ni quién le haya dado la capacidad de ver,
tampoco lo sabemos, pregúntenle a él y se los dirá por sí mismo.
V. 22 Esto dijeron los padres porque tenían miedo de los judíos, ya que habían
acordado que cualquiera que reconociera a Jesús como el Mesías sería expulsado de la
sinagoga.
V. 23 Por eso dijeron los padres: edad tiene, pregúntenle a Él.
V. 24 Volvieron a llamar al hombre que había sido ciego y le dijeron: debes retractarte
de darle crédito a ese hombre pecador y dala el reconocimiento a Dios.
V. 25 Él les respondió diciendo: Si es pecador, eso no lo sé, pero una cosa sé, que yo
era ciego y ahora veo.
V. 26 Le preguntaron de nuevo: ¡qué te hizo? ¿cómo te abrió los ojos?
V. 27 Él respondió: ya se los dije y no me quieren oír, ¿por qué quieren que se los diga
de nuevo? ¿a caso ustedes desean seguirlo también?
V. 28 Le ofendieron verbalmente y le dijeron: tú eres un seguidor suyo, pero nosotros
vivimos conforme a Moisés.
V. 29 Nosotros sabemos que las ordenanzas de Moisés provienen de Dios y son
divinas, pero de ése no sabemos de dónde proviene su autoridad.
V. 30 Por cierto, esto es algo asombroso (literalmente, en esto está la maravilla), que
vosotros (que pretendéis saber tanto) no sabéis de dónde es, y sin embargo a mí me
abrió los ojos”.
V. 31 Sólo los que son de Dios—es decir, los que temen a Dios (literalmente, “adoran a
Dios”) y hacen su voluntad—son escuchados por Dios, de forma que pueden abrir los
ojos a los ciegos de nacimiento.
V. 32 Abrió los ojos de un ciego de nacimiento, y con ello realizó un milagro tan
grande como nunca se había oído desde el principio del mundo (literalmente, “desde
antiguo”).
V. 33 Este hombre es de Dios. Si no lo fuera, nada podría hacer.
V. 34 Ellos le dijeron: tú eres completamente malvado y ¿quieres instruirnos a
nosotros? Y lo expulsaron de la comunidad religiosa de Israel.
V. 35 Oyó Jesús que lo habían expulsado y fue a buscarlo, y al hallarlo le preguntó:
¿Confías totalmente en el Hijo de Dios?
V. 36 Respondiendo el hombre le dijo: ¿Quién es Señor para que yo confíe en Él?
V. 37 Jesús le dijo: Tú lo has visto a él y aquél que habla contigo, él es.
V. 38 El hombre cae de rodillas diciendo: ¡Creo Señor!
V. 39 Para recompensa y castigo he venido al mundo: para que los que los que
carecen de la luz de la salvación (que están sin verdadero conocimiento de Dios, sin
justicia, sin santidad, sin gozo), y que lamentan su condición, y, por la gracia
preparatoria de Dios, sienten el anhelo de recibir la luz, puedan ser colocados en
plena posesión de la misma. Y para aquéllos que dicen constantemente, “vemos”
(9:41), pero que se engañan a sí mismos rechazando la luz, puedan al fin ser
completamente separados de ella (cf. en 7:34).
V. 40 Algunos de los fariseos que estaban escuchando le dijeron: ¿Acaso nosotros
somos ciegos e incapaces de entender?
V. 41 Si no veis lo grande de vuestros pecados y miserias, no podéis gozar de
verdadero consuelo. El pecado permanece en ustedes, porque rechazan la salvación
de Dios.
Juan 10
V. 1 Tengan por cierto lo que les digo y que no les quepa duda de que el que no entra
por la puerta al aprisco donde están las ovejas, sino que entra por otra parte, ese es
maleante y rebelde.
V. 2 Pero el que entra por la puerta, es el que guarda, guía y apacienta las ovejas.
V. 3 El portero le abre, y las ovejas comienzan a salir al escuchar su voz llamarlas por
su nombre.
V. 4 Y cuando han salido todas las que a él le pertenecen, camina delante de ellas y
las ovejas le siguen porque reconocen el sonido de su voz.
V. 5 Mas no se van a dejar llevar por el extraño (que es incompatible con ellas) sino
que se alejan velozmente porque no reconocen el sonido de la voz de los extraños.
V. 6 Esta narración de enseñanza moral dio Jesús, pero ellos no comprendieron lo que
dijo.
V. 7 También Jesús les dijo: Yo simbolizo la puerta de las ovejas.
V. 8 Todos los que antes de mí vinieron son maleantes y rebeldes y las ovejas no les
prestaron atención.
V. 9 Yo soy la entrada principal y el que pasa a través de mí permanecerá salvo y
comenzará a experimentar lo que sale de mi y recibirá su alimento.
V. 10 El maleante y rebelde solo viene a robar, asesinar con crueldad y provocar ruina
espiritual.
V. 11 Yo ofrezco beneficios superiores, y el que ofrece beneficios superiores da vida
desde lo más íntimo de su ser, a aquellos que tiene bajo su cuidado.
V. 12 Mas el que sólo es el obrero contratado, del que no son suyas las ovejas, mira a
la gente cruel y abandona a las ovejas y las deja expuestas a la gente cruel ataca a
las ovejas y las trata con desprecio.
V. 13 Así que el obrero contratado se va huyendo y no le preocupan las ovejas.
V. 14 Pero yo ofrezco beneficios superiores a mis ovejas y ellas se familiarizan
conmigo por medio de la experiencia personal
V. 15 así como el Padre me conoce íntimamente y yo conozco al Padre íntimamente,
desde esa intimidad doy vida a las ovejas.
V. 16 También tengo unas ovejas que son diferentes que no son de este redil, necesito
traerlas para que escuchen mi sonido y puedan entender mi voz, para que sean mis
seguidores y se familiaricen conmigo por medio de la experiencia personal.
V. 17 Por eso el Padre tiene un amor por mí, único en su especie, porque yo doy de lo
íntimo de mi vida a las ovejas y esto lo hago por mi propia voluntad.
V. 18 Nadie me obliga, sino que tengo la autoridad suficiente para darles toda mi vida
y después resucitar. Así me mandó el Padre que lo hiciera.
V. 19 Volvió a haber división de parecer entre los judíos por estas afirmaciones de
Jesús.
V. 20 Muchos de ellos decían: está incitado al mal y ha perdido la razón. ¿porqué le
prestan atención?
V. 21 Otros decían; estas palabras no son de un loco. ¿Un incitado por el mal podría
abrir los ojos de los ciegos?
V. 22 Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación (Ver Nota 1), era invierno.
V. 23 Y Jesús andaba en el templo cerca del portal de Salomón.
V. 24 Y lo cercaron los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos vas a mantener en
suspenso? Si eres el Cristo dínoslo con claridad.
V. 25 Jesús les respondió: ya se los dije pero ustedes no consideran cierto lo que les
digo, las obras que yo hago en Nombre de mi Padre, les hablan de mí.
V. 26 Pero ustedes no lo consideran cierto porque como ya les dije, ustedes no me
pertenecen a mí.
V. 27 Los que me pertenecen conocen y obedecen mi sonido, y yo estoy familiarizado
con ellas y andan por el mismo camino que yo.
V. 28 Y yo les doy vida ilimitada desde el principio de los tiempos y jamás serán
destruidos y nadie las va a llevar fuera de mi protección.
V. 29 Mi Padre fue quien me las confió, y Él es el más fuerte de todos, por eso nadie
las puede alejar de su poder.
V. 30 Mi Padre y yo existimos en una sola unidad.
V. 31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras en las manos con la intención de
apedrear a Jesús hasta matarle.
V. 32 Jesús les dijo: Muchas obras buenas les he mostrado de mi Padre, ¿por cuál de
ellas me van a apedrear?
V. 33 Le respondieron diciendo: No te apedreamos por las obras, sino por el lenguaje
insultante que usas, pues siendo hombre dices que eres idéntico a Dios.
V. 34 Jesús les respondió: ¿no está escrito en la ley de ustedes? Yo dije que pueden
ser jueces justos como Dios?. (Salmo 82:6)
V. 35 Si fueron llamados dioses o jueces justos, aquellos a quienes se les encomendó
el mensaje divino para pregonarlo, según lo dice la Palabra que no puede ser puesta
en duda.
V. 36 ¿a mí que el Padre me ha hecho sin culpa y me ha dado un mensaje para el
mundo, ustedes dicen que blasfemo porque digo Hijo de Dios soy?
V. 37 Si no llevo a cabo la tarea que el Padre me ha encomendado, entonces no me
crean.
V. 38 Pero si la llevo a cabo, entonces no me crean a mí sino crean en esa tarea, para
que puedan comprobar que el Padre es en mí y yo en él.
V. 39 Procuraron nuevamente apedrearle pero él se les escapó de las manos.
V. 40 Y se fue nuevamente al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado
bautizando, y se quedó allí.
V. 41 Muchos venían a él y decían. Juan no hizo ninguna señal, pero todo lo que dijo de
éste hombre es cierto.
V. 42 Y muchos creyeron en él allí.
NOTA 1. Después de la profanación del templo efectuada por Antíoco IV, (alrededor
del año 165 a.C.) los judíos se rebelaron contra él y el Templo fue restaurado y re
dedicado a la gloria del Dios de Israel. Se estableció una fiesta de ocho días, y se le
llamó Hanuká (en hebreo: dedicación). Cada año, comenzando en el veinticinco de
Kislev, la comunidad judía conmemora un milagro doble: el milagro del aceite, así
como la victoria militar milagrosa.
Juan 11
V. 1 Estaba entonces un hombre enfermo llamado Lázaro de la aldea de Betania, la
aldea de María y de Martha su hermana.
V. 2 María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió los pies del Señor
con perfume y los secó con su cabello.
V. 3 Enviaron las hermanas a decir al Jesús: Señor, el que amas está enfermo.
V. 4 Cuando Jesús oyó esto dijo: Esta debilidad no es para muerte, sino para que sea
hecha una demostración del extraordinario poder de Dios y para que le atribuyan una
posición elevada de valor excepcional al Hijo de Dios debido a esa demostración de
poder.
V. 5 Y Jesús tenía un fuerte afecto por María, Martha y Lázaro.
V. 6 Cuando oyó que estaba enfermo se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
V. 7 Después de esto le dijo a sus discípulos: vamos a Judea otra vez.
V. 8 Los discípulos le dijeron: Rabí, justo ahora los judíos quieren matarte a pedradas y
¿quieres ir precisamente allá?
V. 9 ¿No hay un tiempo específico para andar en el plan de luz? El que sigue el plan de
Dios no le ocurrirá nada hasta el tiempo estipulado.
V. 10 El que vive sin la luz se tropieza, porque no anda en el plan de la luz.
V. 11 Después les dijo: nuestro amigo Lázaro duerme y voy a despertarlo.
V. 12 Los discípulos dijeron: Si duerme entonces va a ser restituida su salud.
V. 13 Jesús hablaba de la muerte de Lázaro y ellos pensaban que reposaba en el
sueño.
V. 14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto.
V. 15 y me alegro por ustedes de no haber estado allí. Vamos ahora para que ustedes
tengan la certeza de las verdades reveladas por Dios.
V. 16 Dijo entonces Tomás (el gemelo) a sus condiscípulos: vamos y si Jesús muere
apedreado por los judíos, moriremos nosotros junto con él.
V. 17 Al llegar Jesús se enteró de que hacía ya cuatro días que Lázaro había sido
sepultado.
V. 18 Betania estaba cerca de Jerusalén, aproximadamente a dos kilómetros.
V. 19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María para consolarlas por su
hermano.
V. 20 Cuando Marta oyó que Jesús venía salió a encontrarle y María se quedó en su
casa.
V. 21 Marta le dijo: Señor, si hubieses estado aquí mi hermano no estaría muerto.
V. 22 Mas también se que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (cf. NOTA 1).
V. 23 Jesús le dijo: tu hermano resucitará.
V. 24 Marta le dijo: yo sé que resucitará en el día postrero.
V. 25 Yo soy la vida que da fuerza interna sustancial, el que pone su confianza en mí,
aunque muera volverá a vivir.
V. 26 Y todo el que vive y considera cierto lo que le digo no morirá por toda la
duración de la vida, ¿lo crees?.
V. 27 Le dijo: sí Señor, yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que ha venido
al mundo.
V. 28 Luego Marta fue a la casa y llamó a María diciéndole: El maestro está aquí y te
llama.
V. 29 Ella se levantó de prisa y vino a él.
V. 30 Jesús todavía no entraba en la aldea sino que se quedó en el lugar donde Marta
lo había encontrado.
V. 31 Los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que
María se había levantado de prisa y había salido la siguieron y dijeron: va al sepulcro a
llorar allí.
V. 32 Cuando María vio a Jesús se postró a sus pies diciendo: Señor, si hubieras estado
aquí mi hermano no habría muerto.
V. 33 Jesús entonces al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también
llorando, sintió un fuerte sobresalto en su interior y se perturbó.
V. 34 Y dijo: ¿dónde le pusieron? Y le dijeron: ven y ve.
V. 35 Jesús respiró de manera profunda y entrecortada a causa del llanto.
V. 36 Los judíos dijeron: ¡Miren cómo le amaba!
V. 37 Y algunos dijeron ¿no podía éste que abrió los ojos al ciego, hacer que Lázaro no
muriera?
V. 38 Jesús profundamente perturbado otra vez vino al sepulcro, era una cueva con
una piedra puesta encima.
V. 39 Jesús dijo: quiten la piedra. Marta la hermana del que había muerto dijo: Señor,
hiede ya porque es de cuatro días.
V. 40 Jesús le dijo: ¿NO te he dicho que si crees verás la existencia gloriosa de Dios?
V. 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto, Jesús alzando
los ojos dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.
V. 42 Yo sé que siempre me oyes, pero lo digo por causa de esta multitud que está
alrededor para que crean que tú me has enviado.
V. 43 Y habiendo dicho esto clamó a gran voz: ¡Lázaro ven fuera!
V. 44 Y el que había muerto salió atados los pies y manos con vendas, y el rostro
envuelto en un sudario. Jesús les dijo: desátenlo, pues su deuda ha sido perdonada.
V. 45 entonces muchos de los judíos que habían venido a acompañar a María y vieron
lo que hizo Jesús, pusieron su confianza en él.
V. 46 Pero algunos de ellos fueron con los fariseos y les dijeron lo que Jesús había
hecho.
V. 47 Entonces los fariseos reunieron al concilio y dijeron ¿qué haremos? Porque este
hombre hace muchas señales.
V. 48 Si dejamos que siga, todos van a considerar cierto lo que él dice y entonces
vendrán los romanos y van a acabar con nuestra cultura y nuestro territorio.
V. 49 Entonces Caifás, que fungía en ese año como sumo sacerdote les dijo: ustedes
no saben nada
V. 50 porque no han notado que si un hombre muere, quedaremos bien con Roma, y
así no perderemos nuestro territorio.
V. 51 Esto no lo decía por sí mismo sino que como era el sumo sacerdote, profetizó,
sin darse cuenta, que Jesús moriría por el pueblo.
V. 52 Y no solamente por su nación judía sino por todos aquellos que serían hijos de
Dios y que estaban dispersos.
V. 53 Así que en ese momento comenzaron a planear cómo matarle.
V. 54 Por eso Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de
allí y se fue a la ciudad llamada Efraín y se quedó allí con sus discípulos.
V. 55 Se acercaba la fiesta de la pascua de los judíos, y muchos subieron a Jerusalén
antes de la fiesta para celebrar el rito de la purificación (cf. NOTA 2).
V. 56 Y trataban de encontrar a Jesús y al no verlo se preguntaban si acaso Él no
estaría en la fiesta.
V. 57 Y los principales sacerdotes y los fariseos habían ordenado que si alguien
descubría dónde estaba, lo informaran para ir a arrestarlo.
NOTA 1. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará podrían
implicar por sí solas que ella confiaba en que Lázaro sería resucitado. Sin embargo,
sus acciones ante la tumba (Jn. 11:39) y sus palabras hacia Jesús (v. 24) contradicen
esa interpretación. Su dicho puede tomarse como una declaración general de la
bendición del Padre sobre Jesús.
Nota 2 PURIFICACIÓN.- Esta palabra significa purificación cultual (Nm. 8:7) o
dedicación (Nm. 5:5) en conexión con un voto (Hch. 21:26).
Juan 12
V. 1 Seis días antes de la pascua vino Jesús a Betania donde estaba Lázaro el que
había muerto y se había levantado de la muerte.
V. 2 Y le hicieron allí una cena, Martha servía y Lázaro era uno de los que estaban con
él a la mesa.
V. 3 Entonces María tomó una onza (28.410 mil.) de nardo original de alto precio y lo
derramó en los pies de Jesús y los secó con su cabello y la casa se llenó del olor del
perfume.
V. 4 Y Judas Iscariote, el discípulo que lo traicionaría dijo:
v. 5 ¿Por qué no fue vendido este ungüento por trescientas monedas de plata (cf.
NOTA 1) y repartido entre los pobres?
V. 6 Pero lo dijo no porque realmente pensara en los pobres, sino porque como él
tenía la bolsa del dinero, robaba de lo que se juntaba.
V. 7 Jesús dijo: Déjala, ella conservó este unguento para el día de mi sepultura.
V. 8 A los pobres siempre los tendrán pero a mí no.
V. 9 Gran multitud de los judíos supieron que Jesús estaba allí y vinieron no solamente
para ver a Jesús sino también a Lázaro el que había estado muerto y lo resucitó.
V. 10 Pero los principales sacerdotes acordaron que también matarían a Lázaro.
V. 11 porque a causa de él, muchos judías se apartaban y creían en Jesús.
V. 12 Al día siguiente, al venir grandes multitudes a la fiesta y saber que Jesús estaría
en Jerusalén,
V. 13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle diciendo: hô hôhi’ânnâ, que
significa: “Salva, ahora, te rogamos,
v. 14 ¡Gloria al que viene en Nombre del rey de Israel!
V. 15 Y halló Jesús un asnillo y montó sobre él como estaba escrito:
V. 16 No temas hija de Sión, he aquí que tu Rey viene montado en un pollino de asna.
V. 17 Al principio los discípulos no entendían estas cosas, pero al ver que la gente lo
aclamaba, recordaron que todo esto estaba escrito acerca de él.
V. 18 Y la gente que estaba con él, contaban a otros cómo Jesús llamó a Lázaro del
sepulcro resucitándolo de los muertos. También por eso mucha gente vino a recibirle,
porque habían escuchado de esa señal.
V. 19 Los fariseos decían entre sí: No estamos avanzando en nuestro plan, ¡la gente se
va tras él!
V. 20 Había ciertos griegos prosélitos que solían asistir a las fiestas anuales.(cf. NOTA
3)
V. 21 Ellos se acercaron a Felipe que era de la misma comarca de Galilea y le
expresaron su deseo por tener la experiencia de ver a Jesús.
V. 22 Felipe lo dijo a Andrés y ambos fueron a decirlo a Jesús.
V. 23 Jesús les dijo: Este es el momento en que el Hijo del Hombre se verá glorioso.
V. 24 Ten por cierto lo que te digo y que no te quepa duda que si la semilla de trigo no
es enterrada bajo tierra para que desarrolle su potencia, entonces muere, quedando
como uno solo en su especie, pero si es enterrado bajo tierra y desarrolla su potencia,
entonces demuestra la realidad de lo que es.
V. 25 El que tiene un amor básico para complacerse a sí mismo se va a destruir, pro el
que rechaza complacerse a sí mismo con los valores mundanos, será vivo
perpetuamente.
V. 26 El que se rinde ante mi gobierno, se unirá a mí y será idéntico a mí en su
existencia. El que se rinde ante mi gobierno será enaltecido públicamente por mi
Padre por su semejanza conmigo.
V. 27 Ahora mi ser tiene un estado de gran angustia, ¿retrocederé a la profunda
sujeción a mi Padre? El propósito de mi venida es hacer su voluntad.
V. 28 Padre, haz que se manifieste públicamente el valor de tus majestuosos
atributos, entonces vino un sonido de la morada de Dios; Mi nombre ha sido puesto en
una posición elevada de valor excepcional, (en el bautismo y la transfiguración de
Jesús) y del mismo modo será nuevamente (con la muerte de Jesús).
V. 29 La multitud presente había escuchado el sonido pero no entendieron lo que era y
decían que había sido un trueno. Otros decían que un ángel le había hablado.
V. 30 Jesús les dijo: No ha venido ese sonido para que solo yo lo escuchara sino para
que lo escucharan ustedes también.
V. 31 Ahora mismo es el tiempo del dictamen legal sobre la humanidad, y al que
juzgaba y sentenciaba a la humanidad se le quitará el efecto de su gobierno sobre las
naciones.
V. 32 Y cuando yo emerja de la tierra, haré que sean regenerados los corazones de los
hombres de toda nación.
V. 33 Y decía esto para dar a entender que moriría crucificado.
V. 34 La gente le dijo: Nosotros hemos visto en las Escrituras que el Mesías
permanecerá para siempre, ¿y dices que el Hijo del Hombre debe ser levantado?
¿Acaso el Mesías es el Hijo del Hombre?
V. 35 Jesús les respondió: Queda poco tiempo de oportunidad para que ustedes
puedan tener una percepción espiritual experimental e íntima de Dios para que vivan
conforme a ello, y así no serán dominados por la falta de entendimiento, porque el que
vive con falta de entendimiento no sabe lo que sucede ni a dónde se dirige.
V. 36 Entre tanto que tienen la oportunidad de percibir espiritual, experimental e
íntimamente a Dios, crean en Dios para que sean hijos de Dios. Y habiendo dicho esto,
Jesús se fue alejándose de ellos.
V. 37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en Él.
V. 38 Para que se cumpliera lo que dijo el profeta Isaías: “Señor, ¿quién tiene la
capacidad de oír y considerar cierta nuestra noticia? ¿A quién le manifestarás tu acto
divino efectivo y certero?
V. 39 Y es que no tenían la capacidad de creer, como también dijo Isaías:
V. 40 Los privó de visión y ofuscó su entendimiento para que no fueran sensibles ni
consideren en lo profundo de su corazón, para que no haya un cambio de opinión en
sus actos y yo no los haga como una nueva cosa.
V. 41 Esto lo dijo Isaías porque había visto su gloria y habló de Él.
V. 42 Sin embargo, muchos de los gobernantes creyeron en él pero lo callaban por
temor a los fariseos, para que no los excluyeran de la sinagoga.
V. 43 Porque deseaban seguir recibiendo los halagos de los hombres en lugar de ser
aceptados por Dios.
V. 44 Jesús dijo en voz muy alta: El que considera cierto lo que digo, pone toda su
confianza en el que me encomendó esta obra.
V. 45 y el que me experimenta a mí, experimenta al que me encomendó esta obra.
V. 46 Yo he venido al sistema de este mundo para que todo el que pone su confianza
en mí, no viva siendo dominado por la falta de entendimiento.
V. 47 El que escucha lo que digo y no da crédito, no seré yo quien tome una decisión
legal sobre él, porque yo no vine a tomar decisiones legales sobre el sistema del
mundo sino a librar de la muerte a la gente.
V. 48 El que se niega a reconocer la validez de lo que digo, tiene quien lo condene
culpable; el mensaje que he hablado, éste le condenará en el último día.
V. 49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, el Padre que me envió me dio
instrucciones acerca de lo que he de decir.
V. 50 Y sé que su instrucción es eternidad, así que lo que hablo contiene lo que el
Padre ha dicho.
NOTA 1. Denarion (δήναριον, 1220), moneda romana, denarius, algo menor que el
valor de la dracme griega (véase DRACMA). Se estima que equivalía a casi 4 gramos
de plata, el salario diario de un jornalero en la época de nuestro Señor.
NOTA 2. En la Biblia la palmera, con su verdor perpetuo y su notable longevidad
(constantemente reabastecida de savia nueva suministrada por sus profundas raíces),
su crecimiento majestuoso y su aspecto señorial (con el tronco que se yergue recto
desde la tierra, y la fronda de una magnífica copa), es símbolo de la justicia y el vigor
espiritual de los hijos de Dios (Sal. 92:12).
El sostener en una mano el lulav—palma con ramas de mirto y sauce a cada lado—
según el mandato divino (Lv. 23:40), y el agitarlo, era la forma en que Israel
manifestaba su gozo durante la fiesta de los Tabernáculos. Aquí en Juan 12 el
simbolismo es el mismo. La multitud agitó ramas de palmera en muestra de regocijo y
triunfo. Ahora, por fin, la victoria (prosperidad, “salvación”, concebida en términos
terrenales) parecía segura, porque si Jesús resucitó a alguien que había estado cuatro
días en la tumba, ¿cuáles eran los límites de su poder? ¡Bajo tal líder se podía sacudir,
incluso, el yugo de los romanos!
NOTA 3. Tal vez el Señor entonces estaba en aquella parte del templo a la cual los
prosélitos gentiles no tenían acceso. “Estos hombres del occidente, al fin de la vida de
Cristo, representan lo que los magos del oriente representaron en su principio; pero
aquéllos llegan a la cruz del Rey, así como éstos a su pesebre”
En la petición de los griegos Jesús ve su linaje, es decir, posteridad espiritual
abundante. Esto le había sido prometido al Mesías como fruto de su sacrificio
voluntario: “Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje” (Is.
53:10).
En esta culminación de humillación seguida de inmediato de la gloriosa exaltación, el
Hijo del Hombre (véase sobre 12:34) es glorificado: el esplendor de su gracia y la
majestad de su verdad se ponen claramente de manifiesto. El Padre, al entregar al
Hijo para que muera en la cruz, y al otorgarle la recompensa prometida, manifiesta los
atributos divinos (amor, justicia, omnipotencia, fidelidad, etc.) en toda su majestuosa
e indescriptible hermosura. Se manifiestan en forma pública para que todos los ojos
los contemplen.
Juan 13
V. 1 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que estaba a punto de salir del
ámbito humano, les manifestó el gran afecto que siempre les tuvo a sus discípulos .
V. 2 Y cuando cenaban, y como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas
Iscariote hijo de Simón que lo traicionara,
V. 3 y sabiendo Jesús que el Padre le había confiado todo y en todos los sentidos, y
que él procedía de Dios y ahora volvía a Él,
V. 4 se levantó durante la cena, se quitó su manto, tomó una toalla y se la sujetó
apretadamente.
V. 5 Luego puso agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulos y
los secaba con la toalla que se había sujetado.
V. 6 Vino Simón Pedro y le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?
V. 7 Jesús le dijo: Ahora no comprendes el significado de esto, pero llegarás a
entenderlo absolutamente.
V. 8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: si no te lavare, no
tendrás la porción que te une a mí.
V. 9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no solo mis pies sino también mis manos y mi cabeza.
V. 10 El que ha sido justificado, solo necesita la libertad del pecado, pues ha sido
purificado, y ustedes están puros, aunque no todos.
V. 11 Porque sabía quién le iba a entregar, por eso dijo: no todos.
V. 12 Después que les lavó los pies, tomó su mando y volvió a la mesa, y les dijo:
¿comprenden el significado de lo que he hecho?
V. 13 Ustedes me llaman Maestro y Señor y es correcto lo que dicen.
V. 14 Si yo, el Maestro les he atendido su necesidad de libertad del pecado, ustedes
también deben atender esta necesidad los unos a los otros.
V. 15 Ya les puse el ejemplo para que hagan lo que yo he hecho. (Enseñar la libertad
del Reino a otros)
V. 16 Tengan por cierto lo que digo y que no les quepa duda que el hombre que está
bajo el dominio de su Señor, no puede superarlo en importancia ni en fuerza, ni el que
ha sido encomendado es más importante que el que ha dado la encomienda.
V. 17 Si reconocen estas cosas (que yo soy el Maestro y que he atendido su
necesidad), tendrán un estado espiritual íntimo con la naturaleza de Dios si se
comportan igual con los demás. (Siendo humildes y llevando libertad del pecado a los
demás).
V. 18 No todos ustedes tendrán un estado espiritual íntimo con la naturaleza de Dios,
yo conozco a los que he elegido para hacer esta encomienda, mas para que se
complete lo que dice la Escritura, elegí a otro que aunque fue incluido en la
familiaridad íntima, se volvió contra mí , agregando insulto al daño.
V. 19 Se los digo desde ahora, y así cuando suceda, sabrán que Yo Soy.
V. 20 Tengan por cierto lo que digo y que no les quepa duda que el que se afianza de
aquellos que me han experimentado, se afianza de mí, y el que se afianza de mí, tiene
en posesión al que causa que yo sea experimentado.
V. 21 Después de decir esto, Jesús se perturbó en su ser interior y dijo: Uno de ustedes
me va a someter a la voluntad que tienen los hombres para gobernar.
V. 22 Los discípulos se miraban confundidos sin comprender de quién hablaba.
V. 23 Y uno de los discípulos amados de Jesús, estaba reclinado, comiendo al lado
suyo.
V. 24 A él le hizo señas Pedro para que le preguntara a Jesús de quién hablaba.
V. 25 Él entonces se recostó en Jesús cerca de su pecho y le dijo: Señor ¿quién es?
V. 26 Respondiendo Jesús le dijo: A quien yo dé el pan mojado, aquél es. De inmediato
mojó un trozo de pan y lo dio a Judas Iscariote. (Cuando un anfitrión daba un pan
mojado a un invitado, era símbolo de amistad)
V. 27 Judas tomó el pan y luego de comerlo, un espíritu del mal vino a él. Entonces
Jesús le dijo: Haz inmediatamente lo que tienes que hacer.
V. 28 Ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo eso.
V. 29 Algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Jesús lo había
enviado a comprar algo para la cena o a dar una ofrenda a los pobres.
V. 30 Judas entonces salió. Ya estaba avanzada la noche.
V. 31 Cuando Judas salió Jesús dijo: Ahora será magnificada ante ustedes la opinión
que tienen del Hijo del Hombre y le darán honor a Dios porque reconocerán su ser, sus
atributos y sus actos en el Hijo.
V. 32 Si Dios es reconocido en su ser, sus atributos y sus actos, en la persona del Hijo,
también Dios revelará y manifestará en Él (en el Hijo) todo lo que Dios es y posee, y
por su justicia natural lo hará resucitar.
V. 33 Ustedes son como niños pequeños, y yo estaré con ustedes un poco más de
tiempo, sé que les haré falta, pero como dije a los judíos, así les digo a ustedes ahora,
yo voy a experimentar un cambio significativo, pero ustedes no pueden experimentar
lo mismo.
V. 34 Les dejo un encargo anteriormente desconocido, que se vinculen en su persona
interna unos con otros así como yo me he vinculado en mi persona interna con
ustedes.
V. 35 De esta forma los demás tendrán una experiencia personal conmigo tal como la
tuvieron ustedes cuando se vincularon en su persona interna conmigo.
V. 36 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿cómo vas a experimentar un cambio significativo?
Es un cambio significativo que ustedes no pueden experimentar ahora, pero lo harán
después.
V. 37 Pedro le dijo: Señor ¿por qué no puedo experimentarlo ahora? Mi vida está
puesta intensamente en ti.
V. 38 Jesús le respondió: ¿Has puesto tu vida intensamente en mí? Ten por cierto lo
que te digo y que no te quepa duda que para cuando amanezca (el gallo cante)
habrás negado tres veces que me conoces.
Juan 14
V. 1 No sigan agitados en su interior, sigan confiando en Dios y sigan confiando en mí.
V. 2 En el linaje de mi Padre habitarán todos los que tienen su origen en Él, ¿acaso no
ya se los he dicho?, por medio de mi humillación y exaltación, les estoy preparando un
lugar en ese linaje; y sin mi ascensión y el envío del Espíritu, no estarían preparados
para el lugar.
V. 3 Después de prepararlos para ese lugar, vendré otra vez y les daré la bienvenida y
estaremos cara a cara en íntima comunión.
V. 4 Ustedes me conocen y saben el camino para que ustedes lleguen a ser linaje del
Padre.
V. 5 Tomás le dijo: Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
V. 6 Jesús le dijo: Yo mismo soy el camino, porque yo mismo soy la fuente confiable
que revela al Padre, y yo mismo los llevo a la comunión con Él. Por mí pueden conocer
quién es el Padre.
V. 7 El que tiene una experiencia personal conmigo, también la puede tener con el
Padre, ustedes ya han experimentado y reconocido al Padre.
V. 8 Felipe le dijo: Señor, haz que conozcamos al Padre y con eso será suficiente para
nosotros.
V. 9 En todo el tiempo que he estado con ustedes, ¿no has aprendido a reconocer mi
carácter espiritual, Felipe? Yo soy la esencia divina de Dios, ¿en qué otra forma puedo
darte a conocer al Padre?
V. 10 ¿No crees que el Padre y yo somos uno en esencia? Por medio de las palabras
que yo hablo, el Padre realiza su obra redentora, sus milagros y señales porque Él
existe en mí.
V. 11 Tengan la esperanza firme de que el Padre y yo somos uno en esencia, las
mismas obras testifican que esto es verdad.
V. 12 Tengan por cierto lo que les digo y que nos les quepa duda que el que considera
cierto lo que yo digo, hará las obras físicas que yo hago y hará también obras
espirituales (la conversión de muchos otros judíos y de los gentiles), gracias a que yo
voy al Padre (y entonces vendría el Espíritu Santo).
V. 13 Y todas esas obras que pidas que el Padre haga, yo las haré en ustedes y así los
atributos esplendorosos de Dios brillarán en toda su hermosura en estas obras y por
medio de ellas.
V. 14 Y si me pides a mí algo, conforme a mi naturaleza, yo mismo lo concederé.
V. 15 Ustedes van a demostrar el amor que me tienen porque van a retener lo que les
he dicho. (Que Él es uno en esencia con el Padre, que Él es el camino, la verdad y la
vida, etc.)
V. 16 Y yo rogaré al Padre y Él les enviará otro de la misma esencia, y él se quedará
con ustedes para siempre.
V. 17 Es el Espíritu de la realidad eterna no limitada. La gente no es apta para recibirlo
porque no lo pueden ver y no lo conocen, pero con ustedes, Él establecerá una
relación muy íntima y habitará dentro de ustedes.
V. 18 No los voy a dejar sin protección o resguardo, yo me uniré a ustedes.
V. 19 Dentro de unos pocos días, la gente dejará de verme, pero ustedes seguirán
teniendo una experiencia personal conmigo porque yo daré vida a ustedes, y por
cuanto yo tendré comunión con ustedes, ustedes tendrán vida espiritual.
V. 20 Cuando venga el Espíritu de la realidad eterna no limitada, ustedes podrán
reconocer la relación íntima que hay entre el Padre y yo, y ustedes y yo estamos
unidos por el Espíritu.
V. 21 El que constantemente vive en los preceptos que tiene como posesión, muestra
un amor constante por mí, y el que muestra un amor constante por mí, será deleite de
mi Padre, y yo le concederé un valor y me haré manifiesto a él por mi Espíritu.
v. 22 Le dijo Judas (no es Iscariote) Señor, ¿cómo es que te harás manifiesto a
nosotros y la gente dejará de verte?
V. 23 Respondió Jesús: El que tiene un amor constante por mí, retiene lo que he
hablado, y éste será deleite de mi Padre y ambos, el Padre y yo haremos de él nuestra
morada por medio del Espíritu.
V. 24 El que no tiene un amor constante por mí, no retiene lo que he hablado, y el
mensaje que he dado no lo he hablado yo sino que lo envió mi Padre.
V. 25 Les digo esto ahora que estoy con ustedes.
V. 26 Mas el Espíritu Santo a quien el Padre enviará con mi naturaleza, Él les dará los
medios para que puedan aprender el mensaje completo, y hará que ustedes sean
conformados con todo lo que yo les he dicho.
V. 27 Pueden quedarse libres de toda preocupación, quédense tranquilos, con una
tranquilidad esencial y eterna, no pasajera. No tienen que estar afligidos en su
corazón no tengan recelo por un daño futuro.
V. 28 Ya han entendido lo que les he dicho: Voy y regreso a ustedes (muerte,
resurrección, ascensión) y regreso (en el Espíritu en Pentecostés). Si se dieran cuenta
que esta partida me traerá gloria, ustedes estarían muy felices, porque les he dicho
que voy al Padre y Él es mayor en gloria que yo.
V. 29 Se los he dicho antes que suceda, y cuando suceda sabrán que era cierto lo que
les dije.
V. 30 No hablaré mucho más ya con ustedes, porque viene el que tiene el dominio
sobre la gente, pero no tiene dominio sobre mí.
V. 31 Pero para que la gente reconozca mi amor por el Padre, haré lo que el Padre me
ha mandado a hacer. Levántense y vámonos de aquí.
Juan 15
V. 1 Yo soy la Vid real, mi Padre protege y cultiva la vid.
V. 2 Los sarmientos verdes que no se sustentan de mí, no pueden desarrollar y
proteger la semilla (de la Vid), y será puesto arriba (o alzado), y al que se desarrolla y
protege la semilla le quitará las ramas superfluas que no sirven para que produzca
gran cosecha.
V. 3 A ustedes ya se les han quitado las ramas superfluas que no sirven por medio de
la expresión divina de Dios que les he declarado.
V. 4 Sigan sustentándose en mí. Como los sarmientos verdes no pueden proteger la
semilla por sí mismos, si no son sustentados por la Vid, así tampoco ustedes si no
siguen sustentándose en mí.
V. 5 Yo soy la Vid real, ustedes los sarmientos verdes, el que se sustenta de mí
conserva la mayor parte de la semilla, porque si interrumpen su sustento en común
conmigo, no son aptos para realizar ninguna tarea o acción de Dios.
V. 6 El que no se sustenta de mí tendrá una condición de sarmiento enfermo, que
pierde su verdor y su vigor y será desarraigado y echado al fuego hasta que se
consuma.
V. 7 Si siguen sustentándose en mí y en la expresión divina que les he declarado,
pueden desear como propósito el estar en armonía completa con lo que les he
revelado de mí mismo y lo experimentarán.
V. 8 En esto se refleja el propio ser de mi Padre, que desarrollen y protejan la semilla y
vivan así conforme a lo que les he revelado de mí mismo.
V. 9 El Padre es amor en su esencia misma, y en mí se ha hecho carne su perfecta
esencia de amor. Susténtense de esta perfecta esencia mía.
V. 10 El que constantemente vive en los preceptos que tiene como posesión, puede
sustentarse de esta perfecta esencia mía, así como yo vivo en los preceptos que tengo
como posesión y me sustento de la esencia del Padre.
V. 11 Les he mostrado el significado de los efectos de sustentarse en mí para que la
perfecta alegría que yo tengo (por dichos efectos ) los haga estar repletos hasta llegar
al final.
V. 12 Deben seguir dándose a sí mismos los unos por los otros así como yo lo he
hecho con ustedes.
V. 13 Nadie (sólo Cristo) puede darse a sí mismo de una forma mayor que muriendo
en lugar de un amigo.
V. 14 Ustedes son mis amigos porque viven en los preceptos que tienen como
posesión.
V. 15 Ya no serán llamados mis siervos, porque el siervo no sabe los deseos íntimos de
su señor. Les garantizo que son mis amigos porque les he hablado de los deseos
íntimos de mi Padre.
V. 16 El origen de esta amistad no está en ustedes, sino en mí (cf.v 14) y los he
colocado en esta posición (de amigos) para que desarrollen y protejan la semilla y
para que esa semilla se mantenga sin mutación en su estado y calidad, y todo lo que
necesiten (para esta encomienda) pídanlo al Padre en mi Nombre y él lo producirá.
V. 17 Niéguense a sí mismo el uno para el otro.
V. 18 Si la gente los rechaza, dense cuenta que a mí me rechazaron antes que a
ustedes.
V. 19 Si ustedes pertenecieran al sistema de este mundo, éste les amaría porque ama
lo suyo, pero como no son del sistema del mundo, debido a que yo los elegí de entre
ellos, por eso los aborrecen.
V. 20 Acuérdense de lo que les he dicho, que el hombre que está bajo el dominio de su
Señor, no puede superarlo en importancia ni en fuerza, ni el que ha sido encomendado
es más importante que el que ha dado la encomienda. Si a mí me han perseguido con
recelo, también lo harán con ustedes, pero los que han retenido lo que yo les he
hablado, también retendrán lo que ustedes les hablen.
V. 21 Todo esto se los harán por causa mía, pues no reconocen la alta posición de mi
Padre.
V. 22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, ellos no serían culpables de su
condición de pecado, pero ahora quedan expuestos a la condenación por su condición
de pecado.
V. 23 El que me rechaza a mí, también rechaza a mi Padre.
V. 24 Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que hice, y que nadie más ha hecho
jamás, no quedarían bajo la condenación de su pecado, pero aunque han visto las
obras nos han aborrecido a mí y a mi Padre.
V. 25 Pero esto es para que tenga cumplimiento lo que los profetas dijeron: Sin motivo
ni fundamento me rechazaron.
V. 26 Pero cuando venga el Consejero y Mediador, al cual yo haré que ustedes
experimenten porque viene del Padre, el Espíritu de la realidad eterna no limitada, el
cual tiene su origen en el Padre, El les hablará abiertamente sobre mí.
V. 27 Y entonces ustedes también podrán hablar abiertamente de mí porque existen
(son parte de) en mí desde el origen y la razón fundamental de toda la duración de la
vida.
Juan 16
V. 1 Les he alertado cobre estas cosas para que no abandonen su fe.
V. 2 Los apartarán con violencia de la junta religiosa de los judíos, y llegará el
momento en que cualquiera que los mate pensará que está tributando amor a Dios,
V. 3 y harán esto porque ellos no han experimentado en sus personas ni al Padre ni a
mí.
V. 4 Pero les digo todo esto para que cuando llegue el momento se acuerden que ya
se los había dicho. No se los había dicho antes porque yo estaba con ustedes.
V. 5 Pero ahora ya no estaré con ustedes porque voy con quien me envió, y ustedes;
¿quieren saber el propósito de mi partida?
V. 6 Ustedes se han llenado de aflicción en su interior por las cosas que les he dicho.
V. 7 Pero les estoy explicando lo que en realidad ocurre, ustedes serán beneficiado
cuando yo me vaya, porque si no me fura, el Consejero y Mediador no vendría a estar
con ustedes, pero si yo me voy, yo se los otorgaré.
V. 8 Y cuando Él venga, probará la culpabilidad de todas las personas, intensificará el
deseo de lo que es recto y determinará la culpabilidad o la inocencia.
V. 9 La culpabilidad de las personas es porque no tienen la verdad sobre mí en su
consciencia.
V. 10 Intensificará el deseo de lo que es recto porque yo estaré ante el Padre y ya no
podrán ver mi ejemplo.
V. 11 Traerá la libertad de ser santos porque el poder de esclavizar y arruinar a los
hombres ha sido destruido.
V. 12 Aún poseo una gran cantidad de cosas que debo manifestarles, pero ustedes no
son aptos porque son cosas difíciles de comprender.
V. 13 Pero cuando venga el Espíritu de la realidad eterna no limitada, Él los guiará en
el aprendizaje completo y ya no podrán dudar.
V. 14 Porque no los guiará en un aprendizaje de sí mismo, sino que les va a relatar los
sonidos que perciba para hacer que ustedes lleguen a donde yo estoy ahora.
V. 15 Él hará que se maravillen cuando les relate los sonidos que perciba de lo que yo
tengo en posesión.
V. 16 Todavía van a experimentar mi presencia un poco de tiempo, pero luego ya no
me podrán ver, sin embargo después de poco tiempo experimentarán mi presencia
nuevamente porque estaré con el Padre.
V. 17 Entonces los discípulos dijeron entre sí ¿qué quiere decir esto de que un poco de
tiempo experimentaremos su presencia y luego ya no podremos verle porque estará
con el Padre?
V. 18 Decían: ¿Qué quiere decir con todo esto? No lo entendemos.
V. 19 Jesús supo lo que se preguntaban y les dijo: ¿Se preguntan sobre esto que les he
hablado? de que un poco de tiempo experimentarán mi presencia y luego ya no
podrán verme?
V. 20 Tengan por cierto lo que les digo y que no les quepa duda que ustedes van a
llorar y a gemir, y la gente se alegrará mucho, pero el dolor que ustedes sientan será
lo que traerá su mayor felicidad.
V. 21 La mujer que da a luz tiene dolor cuando llega el momento, pero después ya no
se acuerda de la angustia por la felicidad que siente por el nacimiento de su hijo.
V. 22 Ahora ustedes tienen dolor y tristeza, pero cuando me vuelvan a ver, recibirán
una felicidad tan grande que nadie podrá destruirla.
V. 23 En ese día no tendrán dudas porque la plenitud del Espíritu de la realidad eterna
no limitada será completa. Pidan al Padre su revelación redentora que se centra en el
Hijo, y sobre la base de su amor por el Hijo y del sacrificio de éste, y se los concederá.
V. 24 Hasta ahora no han pedido la revelación redentora que se centra en el Hijo, y
sobre la base de su amor por el Hijo y del sacrificio de éste; pídanla y la recibirán y así
estarán repletos y llegarán hasta el final.
V. 25 Les he hablado todo esto de forma breve y resumida, pero viene el tiempo que
ya no les hablaré así sino que abiertamente voy a relatarles quién es el Padre.
V: 26 En ese día ustedes acudirán al Padre directamente en la base de la revelación
redentora que se centra en el Hijo, y sobre la base de su amor por el Hijo y del
sacrificio de éste.
V. 27 Pues el Padre les ha dado su esencia misma porque ustedes constantemente
viven en los preceptos que tiene como posesión, y consideran cierto que yo provengo
del Padre.
V. 28 Procedo el Padre y he venido al mundo, y de nuevo dejo el mundo y regreso al
Padre.
V. 29 Le dijeron sus discípulos: Ahora sí hablas claramente y entendemos lo que dices.
V. 30 Entendemos que sabes todas las cosas porque procedes del Padre y no hay
necesidad de que te hagamos más preguntas.
V. 31 Jesús les dijo: ¿Ahora saben que todo es cierto?
V. 32 Ha llegado el momento en que se separarán cada uno por su lado, y se alejarán
de mí pero no me quedo solo porque el Padre está conmigo.
V. 33 Les he hablado todo esto para que queden libres de preocupación, y aunque en
el sistema del mundo tendrán dificultades pueden tener valor porque yo he sujetado y
derrotado al sistema del mundo.
Juan 17.
V.1 Estas cosas dijo Jesús y con una mirada de felicidad dijo: Padre este es el tiempo
que designaste para tu voluntad, pon en mí la plenitud inmensurable de tu Espíritu y
la autoridad para salvar a toda carne y darles eternidad, para que así tu amor
redentor, sabiduría y poder sean conocidos y tengas el más alto honor.
V. 2 como le has dado (al Hijo) autoridad para gobernar sobre toda la naturaleza física
humana, para que les de la potencia sobre la cual se basa la vida a todos los que le
has dado.
V. 3 Y esta es la potencia sobre la cual se basa la vida: estar familiarizado contigo a
través de una experiencia íntima personal y de manera sin fin, ya que eres el único
Dios viviente, y una experiencia del que escogiste como salvador con la inferencia de
tu divinidad, con abundancia de poder y autoridad para salvar a tu pueblo.
V. 4 yo he sido tu imagen impactante en la tierra, he cumplido las exigencias de tu
voluntad redentora,
V. 5 ahora Padre colócame en tu parte interna como en el principio, con la gloria
preexistente del Verbo de Dios.
V. 6 He hecho visible tu carácter a los hombres del mundo a quienes has dado la
gracia, tú eres dueño de ellos por creación y elección, y han respondido a la realidad
de tu Palabra.
V. 7 Ahora ellos reconocen que mi designación divina para salvar proviene de ti
V. 8 la Verdad definida que me diste les he transmitido y ellos la han experimentado y
saben absolutamente que en realidad procedo de ti y consideran cierto que tú me
diste un propósito definido.
V. 9 Pido que los preserves, no así al mundo, porque está en incredulidad, sino
preserva a los que tienen tu gracia, porque te pertenecen por creación y elección.
V. 10 Todo entre tú y yo nos es común absolutamente, y ellos reconocen esta realidad
en mí.
V. 11 y yo ya no tengo lugar en el mundo, pero ellos permanecen en él, para llevar a
cabo tu plan, y yo vuelvo a ti. Como perfecto en tu naturaleza de Padre, retenlos en tu
gracia, ejercitados en tu carácter benigno y santo para que tengan una misma
voluntad y propósito igual que tú y yo.
V. 12 Cuando yo estuve con ellos yo los protegí de la hostilidad con tu voluntad y con
tu poder, y ninguno de ellos fue destruido, solamente el que seguía la perdición y
estaba privado de la esperanza eterna, para dar cumplimiento a tu voluntad.
V-13 Ahora voy a ti pero hablo esto para que sepan que tienen mi justicia plenamente
en ellos.
V. 14 Yo les he declarado la verdad definida y están en enemistad con el mundo.
V. 15 Porque no tienen afinidad con el mundo al igual que yo.
V. 16 No pido que los remuevas del conflicto y la hostilidad, sino que no dejes que la
obra de ellos quede incompleta.
V. 17 Hazlos progresar en el perfeccionamiento de la expresión de tu naturaleza, para
que sean congruentes con ella, para que vivan en integridad de lo que les has
comunicado.
V. 18 Así como tú me diste un propósito definido en el mundo, así les he dado a ellos
un propósito definido en el mundo.
V. 19 Yo tomo de tu naturaleza (Espíritu) por ellos, para que también tu naturaleza
verdadera (Espíritu de la Verdad) esté en ellos.
V. 20 No pido que esto suceda solamente con ellos, sino con todos los que van a
confiar en mí por el mensaje de ellos.
V. 21 Para que todos sean como una misma persona identificada por tu naturaleza
(Espíritu de la Verdad) tal como lo somos tú Padre y yo, que también ellos tengan la
esencia y el fundamento de lo que somos nosotros, para que los demás reciban la
gran impresión de que tú me diste una misión divina.
V. 22 La presencia de mi Espíritu en ellos, el honor de ser aceptado, el carácter santo
y toda la gracia que me diste, yo la he puesto en ellos para que sean
consumadamente una misma persona identificada por tu naturaleza así como tú y yo
lo somos.
V. 23 Yo habitando en ellos y tú en mí estaremos perfectamente vinculados por tu
Espíritu de Verdad, para que el mundo aprenda a conocer que me diste una misión
divina y que te deleitas en ellos con el valor que les has otorgado igual como te
deleitas en mí.
V: 24 Padre, que esos hombres a quienes les has dado la gracia, asciendan al lugar
donde YO SOY, para que experimenten la presencia de mi Espíritu, el honor de ser
aceptado, el carácter santo y toda la gracia que me has otorgado porque te deleitaste
en mí desde antes que declararas el inicio del universo.
V. 25 Padre, te has revelado al mundo, pero los del mundo no quisieron reconocer tu
justicia, pero yo te tengo en posesión (como la realidad intemporal que me domina), y
éstos te han visto revelado en mí.
V. 26 Yo les he hecho experimentar tu carácter redentor, y los haré conocerte aún
más, para que el amor único en su especie con el que me has amado a mí, esté en
ellos y donde Yo Soy , ellos sean.
Juan 18.
V.1 Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos a la orilla del río en el
valle de Cedrón, donde había un huerto y ahí entró con sus discípulos.
V. 2 Y también Judas, el que lo traicionó, conocía ese lugar porque muchas veces Jesús
se reunió allí con los discípulos.
V. 3 Judas, con un grupo de soldados y sirvientes de los principales sacerdotes y de los
fariseos llegó ahí, e iban con linternas, antorchas y armas.
V. 4 Pero Jesús, teniendo todo el control de las cosas que estaban por suceder, se
adelantó y les preguntó: ¿Contra quién están confabulados? ¿A quién buscan?
V. 5 Le respondieron: a Jesús el nazareno. Jesús les dijo YO SOY ÉL (Es así como Jesús
reclama para sí la eternidad. Así como él es igual al Padre (5:18ss), lo que se atribuye
al Padre se le atribuye también a él). Y estaba con ellos Judas para entregarle.
V. 6 Cuando él dijo: YO SOY Él, ellos titubearon, se tambalearon y quedaron tirados en
el suelo.
V. 7 Él volvió a preguntarles: ¿Contra quién están confabulados? ¿A quién buscan?
V. 8 Ellos dijeron: a Jesús nazareno.
V. 9 Les he dicho que YO SOY ÉL, así que ya me han encontrado, dejen ir a éstos.
V. 10 para que diera se cumpliera en sustancia y en forma aquello que había dicho
antes: De los que me diste, ninguno fue destruido.
V. 11 Entonces Simón Pedro, quien tenía una espada la desenvainó e hirió al siervo del
sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco.
V. 12 Jesús le dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; ¿Acaso voy a evitar vivir la
experiencia que el Padre ha dispuesto?
V. 13 Así que los soldados, su comandante y los sirvientes tomaron preso a Jesús y le
ataron.
V. 14 Y lo llevaron primero ante Anás porque era el suegro de Caifás, quien era el
sumo sacerdote aquél año. Era Caifás quien había dicho que era mejor que un solo
hombre muriera por todo el pueblo.
V. 15 Y seguían de lejos a Jesús Simón Pedro y otro discípulo, el cual era conocido del
sumo sacerdote y por ello le permitieron entrar con Jesús al patio del sumo sacerdote
V. 16 mas Pedro estaba afuera, a la puerta. Salió el discípulo que conocía al sumo
sacerdote y habló con la portera para hacer entrar a Pedro.
V. 17 Entonces la portera dijo a Pedro: ¿no eres tú uno de los discípulos de ese
hombre? Pedro dijo: no lo soy.
V. 18 Y estaban ahí el grupo de soldados y los sirvientes, calentándose al fuego de una
fogata, y Pedro se acercó al fuego para calentarse.
V. 19 Y el sumo sacerdote le preguntó a Jesús si sus discípulos eran un partido secreto
y si sus ideas eran religiosas o políticas.
V. 20 Jesús le respondió: Lo que hablo en público es lo que enseño, tanto los que se
reúnen en la sinagoga y en el templo me han escuchado y nada he hablado en oculto.
V. 21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que me han oído, ellos saben lo que
yo he dicho.
V. 22 Cuando dijo esto, uno de los sirvientes le dio una bofetada diciendo: ¿por qué
respondes así al sumo sacerdote?
V. 23 Jesús le dijo: Si me he dirigido incorrectamente a él, explícalo con seguridad y
verdad, y si he hablado de la realidad, ¿por qué me golpeas?
V. 24 Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
V. 25 Estaba Pedro en pie calentándose y le dijeron: ¿no eres tú uno de los discípulos?
Él dijo: no lo soy
V. 26 Uno de los sirvientes del sumo sacerdote, pariente de Malco le dijo: ¿no te vi yo
en el huerto con él?
V. 27 Negó Pedro otra vez y enseguida cantó el gallo.
V. 28 Llevaron a Jesús de casa de Caifás a la residencia oficial del gobernador romano
en Jerusalén, era de mañana y ellos no entraron en la residencia oficial del gobernador
para no contaminarse y poder comer la pascua.
V. 29 Entonces salió Pilato y les preguntó: ¿qué acusación legal traes contra este
hombre?
V. 30 Si éste no fuera un criminal sin valor, no lo hubiéramos traído ante tu autoridad.
V. 31 Entonces les dijo Pilato: Llévenselo y tomen ustedes una decisión legal conforme
a sus reglas. Los judíos le dijeron: a nosotros no se nos permite matar por castigo
(crucificar) a nadie.
V. 32 para que se cumpliera lo que Jesús les había dicho acerca de la forma en la que
iba a morir.
V. 33 Entonces Pilato volvió a entrar y le dijo a Jesús: ¿eres tú el rey de los judíos?
V. 34 Jesús le dijo: ¿Dices tú esto por ti mismo o porque otros te lo han dicho de mí?
V. 35 Pilato le respondió: ¿soy acaso judío? Tu nación y los sacerdotes te han
entregado a mí, ¿qué has hecho?
V. 36 Jesús le respondió: mi reino no tiene su origen ni su naturaleza dentro de este
mundo, si mi reino tuviera su origen y su naturaleza dentro de este mundo, mis
servidores contenderían contra los judíos por mí.
V. 37 Le dijo Pilato: entonces, ¿eres tú rey?, Jesús le dijo: es como tú lo dices. Yo me
he encarnado para elevar el espíritu de los hombres hacia la Verdad, y todo el que es
elevado en su espíritu, escucha mi sonido.
V. 38 Pilato le dijo: ¿Qué es la verdad? Y salió otra vez a hablar a los judíos y les dijo.
Yo no hallo en él ninguna falta.
V. 39 Pero como ustedes tienen la costumbre de que les suelte a uno en la Pascua,
¿quieren que suelte al rey de los judíos?
V. 40 Todos gritaron diciendo: no sueltes a este sino a Barrabás. Y barrabás era un
ladrón.
Juan 19.
V.1 Entonces Pilato tomó a Jesús y mandó que lo golpearan con un látigo.
V. 2 Los soldados tejieron una corona de espinas y la clavaron en su cabeza y le
pusieron un manto de color rojo y púrpura,
V. 3 y le decían: que tengas felicidad y larga vida, rey de los judíos. Y lo abofeteaban.
V. 4 Entonces Pilato salió otra vez y les dijo: Mírenlo, entiendan que ningún delito
encuentro en él.
V. 5 Y salió Jesús con la corona de espinas y el manto rojo y púrpura y les dijo ¡aquí lo
tienen!
V. 6 Cuando le vieron, tanto los principales sacerdotes como los sirvientes gritaban
¡crucifícalo!, Pilato les dijo: llévenselo ustedes y crucifíquenlo porque yo no hallo delito
en él.
V. 7 Los judíos respondieron: nosotros tenemos una ley, y según ella él debe morir
porque se dice a sí mismo Hijo de Dios.
V. 8 Cuando Pilato oyó esto, aumentó su temor.
V. 9 Volvió de nuevo a hablar con Jesús y le dijo: ¿de dónde eres? Pero Jesús no
respondió.
V. 10 Entonces Pilato le dijo: ¿no me respondes? ¿no sabes que tengo facultad para
soltarte o para matarte?
V. 11 Jesús le dijo: No tendrías ninguna facultad sobre mí si en el Principio no se te
hubiera delegado, pero al sumo sacerdote no se le ha delegado esta facultad, así que,
al entregarme a ti, su culpa es mayor que la tuya.
V. 12 Pilato procuraba soltarle, pero los judíos gritaban diciendo: si lo sueltas no eres
amigo del Emperador, porque todo el que se dice ser rey, usurpa el lugar del
Emperador.
V. 13 Al oír esto, Pilato puso afuera a Jesús y se sentó en la silla del juicio que estaba
puesta sobre un lugar en que el piso era hecho de loza y más alto que el resto del
piso.
V. 14 Era el día de la preparación de la cena del cordero pascual, ya era medio día,
entonces dijo a los judíos: Aquí tienen a quien los gobierna.
V. 15 Ellos gritaron: ajustícialo, destrúyelo. Pilato les dijo: ¿Quieren que ajusticie a su
Rey? Respondieron los jefes de los sacerdotes: No tenemos más rey que el
Emperador.
V. 16 Entonces Pilato le entregó a Jesús para que lo crucificaran, ellos se lo llevaron.
V. 17 Él tomó la cruz y salió hacia el lugar de ejecución llamado de la Calavera.
V. 18 Ahí le crucificaron junto a otros dos, uno a cada lado de Jesús.
V. 19 Pilato escribió un título que pusieron sobre la cabeza de Jesús que decía: Jesús
nazareno, Rey de los judíos.
V. 20 Muchos judíos que pasaban leyeron el título porque el lugar estaba cerca de la
ciudad. El letrero estaba escrito en hebreo, griego y latín.
V. 21 Dijeron a Pilato los principales sacerdotes: No escribas: Rey de los judíos, sino
que él se dice ser Rey de los judíos.
V. 22 Pilato respondió: Lo que yo he escrito, he escrito.
V. 23 Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus cuatro prendas;
el pañuelo de la cabeza, las sandalias, el cinturón y el manto, y cada soldado se quedó
con una de ellas, y tomaron también la túnica que era de una sola pieza y sin
costuras.
V. 24 Entonces acordaron no cortarla sino sortearla para ver quién se quedaría con
ella. Esto cumple lo escrito que dice: Repartieron entre sí mis vestidos y sortearon la
túnica. Así lo hicieron los soldados.
V. 25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María la
mujer de Cleofas y María Magdalena.
V. 26 Cuando Jesús vio a su madre y al discípulo junto a ella le dijo: Mujer, aquí tienes
a tu hijo.
V. 27 Después dijo al discípulo: Aquí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el
discípulo la recibió en su casa.
V. 28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba completo dijo: tengo sed.
Esto para que se cumpliera la escritura. (Sal. 42:1–2; 63:1).
V. 29 Junto estaba una vasija llena de vino agrio, entonces empaparon una esponja y
la pusieron en una vara de hisopo y se la acercaron a la boca.
V. 30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre dijo: todo terminó completo, inclinó la
cabeza en señal de haber entregado el espíritu.
V. 31 Entonces, como era la preparación de la pascua, los judíos no deseaban que su
cuerpo quedara en la cruz el día de reposo, rogaron a Pilato que se les quebrasen las
piernas para que pronto murieran y los quitaran de ahí.
V. 32 Vinieron entonces los soldados y le quebraron las piernas al primero y luego al
otro que había sido crucificado.
V. 33 Cuando llegaron a Jesús, como ya estaba muerto, no le quebraron las piernas.
V. 34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y al instante salió
sangre y agua.
V. 35 Y el que lo vio lo relata y este relato es verdadero, y se dice la verdad para que
ustedes también crean.
V. 36 Esto sucedió para cumplir lo que estaba escrito: No serán quebrados sus huesos.
V. 37 Y también la escritura que dice: Mirarán al que traspasaron.
V. 38 Después de esto, José de Arimatea que era discípulo de Jesús secretamente,
pues tenía miedo a los judíos, rogó a Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de
Jesús y Pilato se lo permitió.
V. 39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo
un compuesto de mirra y áloes, como cien libras.
V. 40 Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas
tal como era la costumbre para sepultar a alguien entre los judíos.
V. 41 En el lugar donde le habían crucificado había un huerto, y en el huerto un
sepulcro nuevo, en el cual no habían puesto a nadie.
V. 42 Ahí le pusieron porque era la preparación de la pascua y porque el sepulcro
estaba cerca.
Juan 20.
V.1 El primer día de la semana, María Magdalena fue muy temprano cuando aún
estaba oscuro, al sepulcro y vio quitada la piedra.
V. 2 Entonces corrió a buscar a Simón Pedro y al otro discípulo y les dijo: Se han
llevado al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
V. 3 Salieron Pedro y el otro discípulo y fueron al sepulcro.
V. 4 Corrían los dos juntos pero el otro discípulo corrió más a prisa que Pedro y llegó
antes al sepulcro.
V. 5 Y se agachó a mirar y vio los lienzos ahí pero no entró.
V. 6 Luego llegó Simón Pedro y entró al sepulcro, y vio los lienzos allí.
V. 7 Y el trozo de tela que había estado puesto sobre la cabeza de Jesús, no estaba
puesto junto a los lienzos sino enrollado aparte.
V. 8 Entonces entró el otro discípulo que había llegado primero, y al ver, creyó.
V. 9 Pero aún no habían entendido la Escritura que era necesario que Él resucitara de
los muertos.
V. 10 Y volvieron los discípulos a donde estaban los demás.
V. 11 Pero María se quedó llorando fuera del sepulcro y mientras lloraba se inclinó
para mirar dentro del sepulcro.
V. 12 Y vio dos seres que sirven al Señor como mensajeros, estaban vestidos con ropa
radiante y estaban sentados uno a la cabecera y otro en el otro extremo, donde había
estado el cuerpo de Jesús.
V. 13 Y le preguntaron: Mujer, ¿por qué lloras?, ella dijo: porque se llevaron a mi Señor
y no sé dónde está.
V. 14 Cuando volteó vio a Jesús que estaba ahí pero no le reconoció.
V. 15 Jesús le dijo: Mujer ¿por qué lloras? ¿a quién buscas? Ella pensando que era la
persona que cultivaba el huerto le dijo: si tú te lo llevaste, dime dónde lo pusiste y yo
me lo llevaré cargando.
V. 16 Jesús le dijo: ¡María! Ella volteó y le dijo: ¡mi Maestro!
V. 17 Jesús le dijo: ¡No me toques porque todavía no asciendo al Padre! Ve a mis
hermanos y diles que subiré a donde está mi Padre y el Padre de ustedes, a mi Dios y
al Dios de ustedes.
V. 18 Fue entonces María Magdalena a decirle a los discípulos que había visto al Señor
y lo que Él le dijo:
V. 19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los
discípulos estaban reunidos a puerta cerrada por miedo a los judíos, entonces vino
Jesús y puesto en medio de ellos les dijo: tengan paz.
V. 20 Y al decirles esto les mostró las manos y el costado y los discípulos se pusieron
muy felices por ver al Señor.
V. 21 Entonces les volvió a decir: tengan paz. Tal como a mí me envió el Padre, así yo
los envío.
V. 22 Y luego sopló y les dijo: reciban al Espíritu del Santo.
V. 23 A quienes lleven a poner sus culpas en otro, se les quitarán las culpas. A los que
no lleven a poner sus culpas en otro, no les serán quitadas.
V. 24 Y Tomás, uno de los doce llamado el Gemelo no estaba con ellos cuando Jesús
vino.
V. 25 Los discípulos le dijeron: hemos visto al Señor. Tomás dijo: si no veo en sus
manos las marcas de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos y mi mano en
su costado, no creeré.
V. 26 Una semana después estaban otra vez los discípulos reunidos y con ellos Tomás.
Llegó Jesús estando las puertas cerradas y se puso en medio de ellos y les dijo: tengan
paz.
V. 27 Luego le dijo a Tomás, Pon aquí tus dedos y mira mis manos, acerca tu mano y
métela en mi costado y no seas incrédulo sino confiado.
V. 28 Tomás le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!
V. 29 Tomás, porque me viste consideraste cierto lo que les dije, qué afortunados son
los que no ven y pueden considerar cierto lo que les digo.
V. 30 Hizo Jesús muchas señales ante sus discípulos, las cuales no se escribieron.
V. 31 Pero éstas se han escrito para que consideren cierto lo que ha dicho que Él es el
Cristo, y para que al considerar cierto lo que Él ha dicho, vivan en la revelación
redentora que se centra en el Hijo, y sobre la base de su amor por el Hijo y del
sacrificio de éste.
Juan 21.
V.1 Después de esto Jesús volvió a hacerse visible a los discípulos junto al mar de
Tiberias y lo hizo de la siguiente manera:
V. 2 Estaban juntos Tomás, Simón y Natanael el de Galilea, los hijos de Zebedeo y
otros dos discípulos.
V. 3 Simón Pedro dijo: voy a pescar. Ellos le dijeron: vamos contigo. Fueron y entraron
en una barca, y aquella noche no pescaron nada.
V. 4 Cuando ya iba amaneciendo, llegó Jesús a la playa, pero ellos no sabían que era
Jesús.
V. 5 Él les dijo: Hijitos, ¿tienen algo de comer? Le respondieron: no
V. 6 Él les dijo: echen la red por el lado derecho de la barca y obtendrán peces. La
echaron y no la podían sacar debido a la gran cantidad de peces.
V. 7 Entonces el discípulo que era más cercano a Jesús le dijo a Pedro: ¡Es el Señor!
Cuando Pedro oyó esto, se puso la ropa (porque se había despojado de ella) y se echó
al mar.
V. 8 Los otros discípulos vinieron con la barca arrastrando la red con los peces, pues
no estaban lejos de la playa, a unos metros.
V. 9 Al bajar a tierra vieron unas brazas encendidas y un pez encima de ellas y pan.
V. 10 Jesús les dijo: Traigan de los peces que acaban de pescar.
V. 11 Subió a la barca Simón y sacó la red a la tierra, llena de grandes peces, ciento
cincuenta y tres y aunque eran tantos la red no se rompió.
V. 12 Jesús les dijo: vengan y coman, y ninguno de los discípulos se atrevía a
preguntarle ¿tú quién eres? Porque sabían que era el Señor.
V. 13 Jesús entonces tomó el pan y les dio, y también les dio pescado.
V. 14 Era ya la tercera vez que Jesús se hacía visible a los discípulos después de haber
resucitado.
V. 15 Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás,
¿Me tienes un afecto más fuerte que el de éstos? Él respondió: sí Señor, tú sabes que
te tengo un fuerte afecto. Jesús le dijo: instruye a los que son posesión de Dios.
V. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón hijo de Jonás ¿estás vinculado conmigo en
tu corazón? Pedro le dijo: Sí Señor, tú sabes que sí. Jesús le dijo: Guía y ayuda a los
que son posesión de Dios.
V. 17 Le dijo la tercera vez: Simón hijo de Jonás, tu apego hacia mí es deliberado y de
tu voluntad? Pedro se sintió apesadumbrado de que le preguntara por tercera vez y le
respondió: Señor, tú conoces todo, tú sabes que mi apego hacia ti es de mi voluntad.
Jesús le dijo: Cuida a los que están al cuidado y en posesión de Dios.
V. 18 Ten por cierto lo que te digo y que no te quepa duda que hasta tu juventud, tú
has llevado tu vida por dónde has querido, pero cuando envejezcas, extenderás los
brazos y otros decidirán por ti a lo que no quieres.
V. 19 Esto dijo dándole a entender que entonces sí tendría el honor de morir por Su
Nombre para glorificar a Dios. Y añadió: Sígueme. (No era un andar literal, sino
“sígueme” por toda tu vida)
V. 20 Pedro volteó y vio que el discípulo más apegado a Jesús estaba muy cerca de él,
el mismo que en la cena estaba al lado de él, y le había dicho: Señor ¿quién es el que
te va a entregar?
V. 21 Pedro le dijo a Jesús: Señor, ¿y qué pasará con éste?
V. 22 Jesús le dijo: Si quiero que él quede para conocer las cosas finales, (la segunda
venida, etc.) ¿qué a ti? Tú sigue el mismo camino que yo.
V. 23 Este dicho se extendió entre los creyentes que pensaban que Juan no moriría,
pero Jesús no dijo eso, sino que él quedaría para conocer las cosas finales (la segunda
venida, etc.)
V. 24 Ese es el discípulo que atestigua todas estas cosas, y escribió estas cosas, y lo
que dice es verdad.
V. 25 Y hay muchas otras cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran todas,
pienso que ni en todo el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.