Resumen Daiana
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Resumen Daiana
Resumen realizado en base a apuntes de clases más material del aula virtual.
Apuntes de clase:
Barucca: “El dcho. Procesal es la rama del derecho que estudia el fenómeno jurídico llamado proceso y los
problemas que le son conexos (todos los problemas que se pueden presentar hasta llegar a la sentencia)”. Este
derecho se estructura en torno a la ACCIÓN.
El derecho procesal civil es la rama de la ciencia jurídica que estudia la naturaleza, desenvolvimiento y eficacia del
conjunto de relaciones jurídicas denominado procesal.
En la definición propuesta se señala como primer elemento de esta rama del saber jurídico, la determinación de la
naturaleza del proceso; se trata de responder a la pregunta ¿qué es el proceso? La investigación de esta ciencia es de
carácter ontológico, tiende a determinar a que categoría corresponde el objeto de conocimiento que se está
examinando.
En segundo lugar, se fija como contenido de esta ciencia el comportamiento externo, formal del proceso; se trata de
responder a la pregunta ¿cómo es el proceso? Por último, propone la determinación de los fines o resultados del
proceso. La respuesta aspira a satisfacer la pregunta ¿para qué sirve el proceso?
Distintas denominaciones
Esta rama del derecho ha ido cambiando, sucesivamente, de contenido y aun de denominación. Hasta el S. XVIII su
contenido, en los países de cultura latina, era el de la simple práctica (los libros se denominaban Práctica Judicial,
Práctica Civil (Alvarado)
En el siglo XIX la voz procedimiento sustituye a la práctica. Hasta ese momento no se puede hablar aún de ciencia;
sus cultores han sido denominados procedimientalistas.
A comienzos del S XIX empieza a abrirse camino entre los países de formación latina, una concepción sistemática y
coherente. Dígase entonces, derecho procesal.
En cuanto a la locución procesal dice relación con el objeto estudiado: el proceso. No es el estudio del
procedimiento, que solo es el lado externo del proceso. La idea del proceso es una idea teleológica. Se halla
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necesariamente referida a un fin. El proceso es un procedimiento apuntado al fin de cumplir la función jurisdiccional
(Couture)
JURISDICCIÓN (juez)
El derecho procesal incluye el estudio de tres temáticas centrales: la jurisdicción, la acción y el proceso, esto es, lo
atinente:
* a los órganos judiciales y sus auxiliares (competencia, facultades, deberes, incompatibilidades,
etc.);
* a los justiciables (partes o peticionarios, según se trate de asuntos contenciosos o sólo de asuntos
propios de la llamada jurisdicción voluntaria) y a sus auxiliares (a este punto se halla vinculado lo concerniente a la
acción -como derecho de hacer valer la pretensión- y la pretensión -como objeto del proceso-);
* a la tramitación del proceso a través de los diferentes procedimientos y actos que lo integran.
Entonces, el derecho procesal no es sólo el derecho del proceso judicial, pues éste no es el único ni acaso el más
importante objeto de estudio, al punto que cierta doctrina prefiere denominarlo derecho jurisdiccional
(ver infra 1.4.d).
El derecho procesal es, en un doble sentido: primero, el conjunto de normas y principios que regulan el proceso
judicial , la acción y la jurisdicción; y segundo, es la disciplina científica que aborda el estudio de esas normas y
principios.
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Orígenes de la ciencia
a- La práctica forense.
Durante los siglos XVI a XVIII las facultades de leyes de las universidades hispánicas no formaban juristas para la
aplicación cotidiana del derecho. Las universidades formaban juristas expertos en derecho romano, pero el derecho
que, con terminología de la época, debemos llamar patrio, que era el que debían aplicar los tribunales en primer
lugar, no se estudiaba en ellas, debiendo aprenderse después, una vez obtenido el título de bachiller o licenciado,
por medio de la pasantía en los estudios de abogados.
En síntesis, los elementos caracterizadores de esa práctica forense eran:
1) Los destinatarios de los libros de práctica forense no eran los estudiantes universitarios, sino los jueces,
escribanos y abogados, respecto de los que se pretendía suplir las deficiencias de la enseñanza universitaria.
2) Los autores de los libros no eran normalmente profesores universitarios, sino prácticos (jueces, escribanos,
abogados), personas con experiencia judicial que pretendían transmitir conocimientos no adquiridos científicamente,
sino a través de su vida profesional.
3) Esos autores no aspiraban a hacer ciencia sino a enseñar el modo de proceder de los tribunales, el estilo de la
curia, la práctica.
4) Las obras de práctica forense no están escritas en latín que era la lengua científica de la época y en la que escribían
los autores teóricos.
5) la fuente principal de los prácticos no fuera la ley, sino el estilo de los tribunales y la opinión de otros prácticos.
A comienzos del siglo XIX en España la práctica forense ingresó en la universidad como una asignatura más, con el
objeto de formar a los bachilleres y licenciados en leyes en el llamado derecho patrio, frente al anterior dominio casi
exclusivo del derecho romano; se pretende sustituir a la pasantía.
Lo más novedoso en este inicio del siglo XIX es que doctrinalmente se asiste a un auge del valor de la ley, como
consecuencia de la ideología liberal, y legislativamente se tiende a la codificación; todo lo cual va a repercutir en las
fuentes de los prácticos, que ya empiezan a centrar su consideración en la ley.
En resumen, la práctica forense apareció como un intento de atender, desde la realidad, a la necesidad de que los
juristas que aplicaban el derecho cotidianamente conocieran la manera de actuar de los tribunales, y por eso se
limitó a enseñar lo exterior, la actividad judicial reducida a formas, trámites, plazos, clases de juicios, modelos de
escritos. A principios del siglo XIX las universidades quisieron hacerse cargo de esas enseñanzas, pero no hicieron
sino recoger lo que existía. No cabe hablar de una consideración científica de los tribunales ni del proceso, sino
simplemente de exposiciones de lo que los tribunales hacían; la práctica forense es mera descripción de la actuación
de los tribunales.
b- El procedimentalismo.
Si en el Antiguo Régimen la ley emanaba de la voluntad del soberano, para Rousseau y para los revolucionarios era la
expresión de la voluntad general (art. 6 de la Déclaration des Droits de 1789). En este cambio radical se encuentra la
base de la hipervaloración de la ley, e incluso de su deificación; también de aquella concepción que verá en los
códigos la fuente de todo el derecho, la plenitud del ordenamiento jurídico.
Desde esta posición ideológica se realizan los códigos napoleónicos, y en concreto el Code de procédure civile de 14
de abril de 1806 y el Code d’instruction criminelle de 17 de noviembre de 1808, y se afronta su estudio por la escuela
de la exégesis. Como reacción se pretende desconocer la práctica de los tribunales y la jurisprudencia, hasta el
extremo de que Robespierre pretendía borrar la palabra jurisprudencia de los diccionarios de la lengua. Síntesis de
esta concepción es la célebre frase de Buguet: «Yo no conozco el derecho civil, yo enseño el Código de Napoleón»,
frase que puede referirse a todas las ramas del derecho.
La procédure era así el conjunto de formas que los ciudadanos debían seguir para obtener justicia y que los
tribunales habían de observar para otorgarla (Garsonnet), pero esas formas eran siempre las establecidas por la ley.
Esta describía la forma de los actos procesales, y el autor procedimentalista describía, a su vez, cómo la ley describía
los actos. Todo se reducía, pues, a descripciones de formas legales, y el mejor sistema para ello era, naturalmente, el
de la exégesis.
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c- El derecho procesal (procesalismo).
La tercera etapa, la del derecho procesal, se inicia en Alemania a mediados del siglo XIX.
Libres los autores alemanes del siglo XIX de la interpretación de un código (las Ordenanzas procesales civil y criminal
son de 1877), pudieron plantearse desde la raíz los problemas que la realidad que es el proceso suscita, sin quedarse
en las formas del procedimiento, sin reducir el análisis a la descripción del desarrollo temporal de los distintos
procedimientos. Como destacó Kohler, se atendió a la calidad jurídica del fenómeno procesal y no simplemente al
devenir fáctico de los actos judiciales.
Desde este planteamiento cabe registrar dos pasos fundamentales:
1.º) De la polémica entre Windscheid y Muther (1856 y 1857) resultó la autonomía del derecho de acción frente al
derecho subjetivo material, siendo concebido aquél como un derecho, de naturaleza pública, frente al Estado en sus
órganos jurisdiccionales, a obtener la tutela jurídica. Si el destinatario de la acción no es el demandado, sino el
Estado, han quedado distinguidas dos esferas jurídicas; el derecho privado material y el derecho de acción, los cuales
tendrán contenido, sujetos y efectos distintos.
2.º) La obra de Bülow (1868) puso de manifiesto que, aparte de la relación jurídica de derecho material que se
deduce en el proceso, éste en sí mismo constituía otra relación jurídica, la cual es siempre de derecho público. Esta
relación tiene sujetos, presupuestos y contenido distintos de la primera, se desarrolla de modo progresivo entre el
tribunal y las partes, haciendo surgir derechos y deberes procesales.
A partir de aquí se desarrollará la doctrina procesalista, tanto en Alemania (Wach, Kohler, Hellwig, Kisch) como en
Italia (Mortara, Chiovenda, Carnelutti, Calamandrei, Redenti), de modo que para todos ellos el concepto clave es el
de proceso, en torno al que gira todo lo demás.
Científicamente el derecho procesal hispanoamericano encuentra su origen, primero, en la influencia italiana y
después en la alemana.
En Argentina el impulso inicial es de Tomás Jofré, pero el año grande del derecho procesal en el Río de la Plata es
1941, cuando se publican el tomo primero del Tratado de derecho procesal civil de Hugo Alsina, la Jurisdicción y
competencia de David Lascano, la Teoría y técnica del proceso civil de Hugo Podetti y los Fundamentos de derecho
procesal civil de Eduardo Couture. Poco después aparece la Revista de Derecho Procesal y ya más recientemente
Morello [7], Palacio, Colombo, Velez Mariconde, Clariá Olmedo entre los continuadores.
A pesar de matices trascendentes en un conjunto tan grande de autores y obras, los elementos comunes son:
El Derecho Jurisdiccional
El derecho procesal se define hoy, bien como el conjunto de normas que regulan el proceso, bien como la ciencia
jurídica que atiende al estudio del proceso, pero a pesar de estas definiciones, que centran toda la disciplina en
torno al proceso, la doctrina ha sido consciente de que otras realidades, aparte de la del proceso, son reguladas por
normas que ella misma califica de procesales y, dando un salto en el vacío en la línea argumentativa, incluye dentro
del derecho procesal algo más que el proceso; ese algo más suele ser la acción (y/o la pretensión) y sobre todo la
jurisdicción, y por esa vía la organización judicial y todo lo relativo al personal judicial.
De lo anterior resulta que el derecho procesal no es sólo el derecho del proceso, pues éste no es ni el único ni el más
importante concepto de aquél, a pesar de lo cual la tradición lleva al sector mayoritario de la doctrina española a
seguir hablando de derecho procesal. Ahora bien, si se trata de identificar a una rama jurídica atendiendo a su
concepto principal, que es el poder judicial o jurisdicción, y no a un concepto subordinado, que es el proceso, dígase
de una vez: derecho jurisdiccional.
En conclusión, el derecho jurisdiccional ha de ser el derecho del poder judicial, que aborde los principios y normas
informadores del poder judicial, de la acción y del proceso; a todo ese conjunto normativo atiende el derecho
jurisdiccional y en torno a él se centra el objeto de estudio de esta rama de las ciencias jurídicas.
En sentido amplio, son fuentes todas aquellas normas positivas o morales, principios, reglas o estándares, que se
acuerdan para explicar la naturaleza de una ciencia.
En el derecho procesal, las fuentes llegan tanto desde el derecho positivo como de la conducta con sus valores y
arquetipos. Ellas son las que permiten al juez adoptar criterios de solución, y los que las partes y sus abogados,
aprovechan para la argumentación jurídica (exposición del caso).
En orden de importancia son fuentes: a) la ley y la costumbre; b) la jurisprudencia, y c) la doctrina.
Entre las leyes hay una jerarquización que pone en la cima del sistema a la Constitución Nacional y los Tratados y
Convenciones internacionales que el Estado argentino ha incorporado en la ley fundamental (art. 75, inc. 22). Luego
se aplican las leyes federales, teniendo presente que el código procesal suele establecer diferencias entre estas y las
leyes comunes (v.gr.: art. 352, CPCCN) por considerar que la primera es de orden público, y la segunda admite el
pacto de foro prorrogado (es decir, que las partes de común acuerdo resuelvan transferir hacia otro juez la
competencia). La jurisprudencia en nuestro país tiene un uso diverso. Suele aplicarse como obligatoria (art. 303,
CPCCN) cuando las salas de una Cámara Nacional dicta un fallo plenario, y a veces, cuando los tribunales superiores
de provincia, resuelven un caso determinado en vía de casación. Pero la regla suele ser otra, en función de la libertad
que tienen los jueces para apreciar los hechos y resolver aplicando el derecho que se estime pertinente. Esto es
propio del sistema de control de constitucionalidad difuso como veremos más adelante. Finalmente, la doctrina,
entendida esta como la interpretación que realizan los juristas sobre temas y problemas del derecho de fondo o
adjetivo, propiciando soluciones o caminos alternativos, que los jueces o abogados, pueden adoptar en sus
sentencias o alegaciones, respectivamente.
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EJE TEMÁTICO 2: FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO Y DEL DERECHO PROCESAL
“Análisis de los parámetros indispensables que la Constitución fija para un debido proceso y los sistemas y principios
que se aplican a los distintos procedimientos”.
El debido proceso constitucional, sus parámetros indispensables. Los principios procesales. Sistemas
procesales. Distintas posturas doctrinarias. Funciones.
Conceptos de proceso:
Dr. Vargas: Conjunto de actos procesales concatenados y secuenciados teleológicamente orientados hacia el dictado
de una sentencia que ponga fin al conflicto intersubjetivo de intereses.
Alvarado Velloso: el proceso es una serie lógica y consecuencial de instancias bilaterales conectadas entre sí por la
autoridad (juez o árbitro).
Serie: conjunto de elementos relacionados entre sí y que se suceden unos a otros. La lógica de la serie procesal es su
propia composición ya que siempre habrá de exhibir cuatro fases en el siguiente orden:
La serie consecuencial está formada por instancias de las partes en litigio: acción del autor y reacción y reacción del
demandado; cada instancia debe ser necesariamente bilateral lo que significa que debe ser conocida por la parte
que no la ejerció a fin de poder afirmar, negar o confirmar lo que sea respecto de ella.
1- No es factible comenzar un proceso sin ejercitar una acción (mediante una demanda)
2- No es posible evitar la fase de negación que es la que permite al demandado oponerse a la pretensión del
actor.
3- Tampoco se podría evitar la fase de confirmación.
4- Por último, es lógicamente imposible cercenar la fase de evaluación.
Para que un proceso sea tal y no otra cosa, debe estar constituido siempre por la totalidad de los elementos antes
enunciados y colocados en el orden lógico ya señalado.
PROCESO PROCEDIMIENTO
Especie Género
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A partir de que se ha concebido a la acción procesal como una instancia necesariamente bilateral, el proceso
adquirió una categoría propia que no puede ser subsumida en otra categoría general. De tal modo, el proceso es
proceso y punto, lo que lleva a sostener que no es un contrato, no es un cuasicontrato, no es una relación, etc.
Para Couture, a la idea de proceso se llega por confrontación con las otras soluciones posibles para dirimir conflictos
de intereses con relevancia jurídica. Esas soluciones posibles son:
a) La llamada autotutela, es decir, la reacción directa y personal de quien se hace justicia con manos propias.
Esta reacción se halla normalmente prohibida por la ley, la que ha llegado a tipificarla como delito en el art.
198 del C.P. Pero no toda forma de autotutela es ilícita; la huelga ha sido declarada derecho gremial en el
art. 57 de la C.N.; la legítima defensa ha sido considerada eximente de responsabilidad en el art. 26, C.P.
En las situaciones de autotutela se ahorra, por lo menos momentáneamente, el proceso. La autodefensa constituye
una solución parcial del litigio de carácter público.
b) La sumisión o renuncia total o parcial. En este caso la parte perjudicada por el quebrantamiento de la norma
sacrifica todo o parte de su derecho. Es la renuncia o la remisión de la deuda. La doctrina llama a estas
formas autocomposición, es decir, solución del conflicto por las propias partes.
c) El proceso: en este caso las partes dirimen su controversia ante la autoridad y quedan sometidas a la
decisión de ésta.
El proceso resulta ser, entre los actos jurídicos, un medio idóneo para dirimir imparcialmente, por acto de juicio de la
autoridad, un conflicto de intereses con relevancia jurídica.
El proceso es uno solo, aunque el conflicto se produzca en distintos ámbitos del derecho. Sostiene Alvarado Velloso
que la idea de proceso es única y como tal, indivisible e inclasificable.
Cuando el hombre supera su estado de soledad y comienza a vivir en sociedad, aparece la idea de conflicto.
Conflicto intersubjetivo de intereses: fenómeno de coexistencia de una pretensión y de una resistencia acerca de un
mismo bien en el plano de la realidad social.
Autocomposición directa: (opera sin la ayuda de nadie), las propias partes llegan espontáneamente a la
composición del conflicto, a base de uno de los tres posibles medios:
- El desestimiento: el pretendiente renuncia unilateralmente al total de su pretensión.
- El allanamiento: el resistente renuncia unilateralmente al total de su resistencia. Otorga lo
pretendido.
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- La transacción: ambos contendientes renuncian en forma bilateral, simultánea y recíproca a parte
de sus posiciones encontradas. Ambos terminan ganando.
Medios de autocomposición indirecta: (operan con ayuda de otro) las partes permiten que un tercero
efectúe actividad conciliadora con el fin de acercar los intereses contrapuestos. Esta actividad puede
presentarse con tres distintas gradaciones:
- Amigable composición: (o simple intento de acercamiento) El tercero se limita a intentar la
conciliación, dando consejos y haciendo ver los beneficios de evitar el litigio. El tercero constituye
solo un medio de acercamiento.
- La mediación: el tercero asume un papel preponderante en las tratativas; ya no se limita a acercar
amigablemente a los interesados, sino que asume la dirección de las tratativas y hace proposiciones.
- La decisión: el tercero, a pedido de las partes, asume un papel aún más preponderante; no sólo
intenta el acercamiento, no sólo brinda propuestas de soluciones, sino que, emite decisión que
resuelve definitivamente el conflicto.
Es un medio unilateral cuya iniciación depende solo de la voluntad del pretendiente; ante la falta de satisfacción de
su pretensión por parte del resistente, el pretendiente ocurre ante el órgano de justicia pública requiriendo de él la
sustanciación de un proceso susceptible de terminar en sentencia.
La erradicación de toda fuerza ilegítima dentro de una sociedad dada para mantener un estado perpetuo de paz.
Mantener la paz social evitando que los particulares hagan justicia por mano propia.
Doble función:
a- Privada: es el instrumento que tiene todo individuo en conflicto para lograr una solución del Estado.
b- Pública: es la garantía que otorga el Estado a todos sus habitantes en contrapartida de la prohibición
impuesta respecto del uso de la fuerza privada. Para efectivizar esta garantía, el Estado organiza su Poder
Judicial.
¿Qué son los actos procesales? Son una especie de ACTOS JURÍDICOS.
Desde la presentación de la demanda hasta la sentencia, hay una serie secuenciada y concatenada de actos. Todo el
proceso está orientado a llegar a la sentencia.
SUJETOS ACTOR Sujetos principales (también hay terceros como, por ejemplo, peritos,
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Conflicto
Acreedor Deudor
Protegidos)
Traba de la Litis
Son grandes directrices que, expresa o implícitamente, brinda el legislador para que el método de enjuiciamiento
pedal operar eficazmente de acuerdo con la orientation filosófico-política de queen ejerce el poder en un tiempo y
lugar determinado.
1- Igualdad de las partes: esencialmente, todo proceso supone la presencia de dos sujetos (carácter dual del
proceso) que mantienen posiciones antagónicas respecto de una misma cuestión (pretensipon y resistencia).
Si ello no ocurre se está ante un simple procedimiento y no ante un proceso. Tan importante es esto que
todas las constituciones del mundo consagran de modo expreso el derecho de Igualdad ante la ley. En el
campo del proceso, Igualdad significa paridad de oportunidades y de audiencia.
2- Imparcialidad del juzgador: impartial, imparcial, independiente. El juzgador no ha de estar colocado en
situación de parte (impartialidad) ya que nadie puede ser actor o acusador y juez al mismo tiempo; debe
carecer de todo interés subjetivo en la solución del litigio (imparcialidad) y debe poder actuar sin
subordinación jerárquica respecto de las dos partes (independencia).
3- Transitoriedad del proceso: la duración del conflicto como medio de debate debe estar adecuadamente
equilibrada para lograr que actúe como remedio sin ocasionar un nuevo conflicto. De ahí que todo proceso
deba ser necesariamente transitorio, es decir, que alguna vez ha de terminar sin posibilidad de reabrir la
discusión.
4- El principio de eficacia de la serie procedimental: para que el proceso pueda funcionar como adecuado
medio de debate es imprescindible que la serie consecuencial que lo instrumenta sea apta para que en ella
se dearrolle armónicamente el diálogo querido por el legislador. Para que una serie procedimental sea eficaz
a este efecto debe estar constituida por los pasos ya enunciados.
5- El principio de moralidad procesal: si la razón de ser del proceso es erradicar toda suerte de fuerza ilegítima
de una sociedad, no puede concebirse que el legislador norme un medio de debate en el que pueda ser
utilizada la fuerza bajo la forma de traición. De ahí que la regla moral debe presidir el desarrollo del proceso
al igual que debe hacerlo en todos los demás actos de la vida jurídica.
Un proceso solo es tal cuando cuándo se desarrolla conforme a la totalidad de los principios enunciados.
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El concepto de DEBIDO PROCESO
La doctrina en general se ha abstenido de definir en forma positiva al debido proceso, haciéndolo siempre
negativamente: así, se dice que no es debido proceso legal aquel por el que, por ejemplo, se ha restringido el
derecho de defensa o port al o cual otra cosa.
Para Velloso, se podría decir que el debido proceso supone el derecho a la jurisdicción , que es imprescriptible,
irrenunciable y no afectable por las causas extintivas de las obligaciones nip or sentencia. Implica el libre acceso al
tribunal, la posibilidad plena de audiencia, la determianción previa del lugar del juicio y el derecho del reo de
explicarse en su propia lengua; comprende el derecho de que el procedimiento eficaz y sin dilaciones .
En cuanto a la confirmación, comprende el derecho de probar con la utilización de todos los medios legales
procedentes y pertinentes y el de que el juzgador se atenga solo a lo regular y legalmente acreditado en las
actuaciones respectivas.
En cuanto a la sentencia comprende el derecho de que sea dictada por un juez objetivo, imparcial e independiente,
que emita su pronunciamiento en forma completa , legítima, lógica, motivada y congruente. La sentencia que no
cumple tales condiciones es calificada habitualmente como arbitraria.
“Desarrollo del principio de supremacía constitucional y los mecanismos de control del mismo”
El Poder Judicial Argentino. Origen histórico. El Federalismo y las bases de la organización judicial. Origen,
fundamentos y alcances del control de constitucionalidad. El acto politico. Diferentes Sistemas en el derecho
comparado.
El Poder Judicial de la Nación es ejercido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y por los demás tribunales
inferiores, establecidos por el Congreso en el territorio de la Nación en función de la potestad prevista en el art. 75,
inc. 20 de la C.N.. Con la reforma constitucional de 1994, al Poder Judicial se le incorporaron dos organismos: el
Consejo de la Magistratura (art. 114) y el Jurado de Enjuiciamiento (art. 115). Estos son los encargados de la
administración del Poder Judicial.
Luego del año 1810, con el gobierno patrio las funciones del Estado fueron distinguidas en legislativas, ejecutivas y
judiciales, aunque la división de poderes no fue exacta. El Poder Judicial recién tuvo un papel importante en los
textos constitucionales, en los cuales se impuso la independencia de este poder con respecto a los otros dos. En
1812, la Real Audiencia fue reemplazada por la Cámara de Apelaciones, siendo los oidores sustituidos por conjueces
criollos. Sus cargos duraban mientras durase su buena conducta y sus atribuciones fueron exclusivamente judiciales.
En los comienzos patrios, los jueces tuvieron clara dependencia del Poder Ejecutivo y, en segundo lugar, de la
asamblea legislativa; los jueces dependían del Poder Legislativo pues no podían interpretar la ley -debiendo aplicar
su texto expreso-, y elevar toda duda al respecto al mencionado poder.
El antiguo art. 91 de la Constitución Nacional de 1853 establecía: El Poder Judicial de la Confederación será ejercido
por una Corte Suprema de Justicia compuesta de nueve jueces y dos fiscales, que residirán en la Capital, y por los
demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Confederación
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A imagen y semejanza con la Constitución de Estados Unidos de 1787, el Poder Judicial Federal estará compuesto
por el órgano superior denominado Corte Suprema de Justicia y los tribunales inferiores. En cuanto al número de
miembros de la Corte Suprema de Justicia, tuvo algunas modificaciones, atento que el antiguo art. 91 de la
Constitución Nacional de 1853 establecía, que “la Corte Suprema de Justicia compuesta de nueve jueces y dos
fiscales, que residirán en la Capital, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio
de la Confederación” (ARGENTINA, 1853, p. 285). La determinación del número de miembros de la Corte Suprema, la
obligación de que su residencia sea en la Capital, y la cantidad de fiscales que actuarían ante la Corte, fue derogado
con la reforma de 1860. Por otro lado, en cuanto a su competencia, también sufrió muchas modificaciones a lo largo
de los años.
La competencia federal y provincial Como se dijo, el sistema federal adoptado constitucionalmente por la República
Argentina ha determinado la distinción entre la competencia federal y la provincial, constituyendo un Poder Judicial
de la Nación y los Poderes Judiciales de las Provincias. Esta potestad provincial de crear su propia justicia está
determinada por el art. 5 de la C.N. Al respecto hay que tener en cuenta que, luego de la reforma constitucional de
1994, se ha incorporado al federalismo judicial, el Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Las funciones de los poderes federales son delegados, no son propios, y uno de los poderes delegados por las
provincias al Gobierno Federal es el judicial, siempre que la cuestión en pugna verse sobre una materia relacionada a
la defensa de intereses públicos de carácter general que custodia el poder central. Así lo tiene determinado el
artículo 121 de la C.N., que determina: Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al
Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación
(ARGENTINA, 1994, p. 21).
La intervención de un tribunal federal puede quedar determinada a partir de ciertas características del caso. Se
encuentra justificada la competencia del fuero federal cuando existen ciertas temáticas que, al afectar intereses
nacionales -relacionados al correcto desenvolvimiento del comercio nacional e internacional-, exceden los intereses
de una provincia determinada. Entre ellos tenemos el Derecho Marcario; Narcotráfico; Falsificación de moneda;
Trata de personas y Secuestro Extorsivo; Delitos contra la administración pública nacional; Delitos de lesa
humanidad; Lavado de activos de origen ilícito.
Determinación de la competencia federal por la materia: La C.N. y las leyes nacionales fijan la competencia
federal en razón de la naturaleza del caso en el que debe entender el tribunal, entre otros, en los siguientes
casos: causas especialmente regidas por la C.N.; causas especialmente regidas por leyes del Congreso de la
Nación y que no están comprendidas en las materias que corresponden a los códigos civil, comercial, penal,
de minería, del trabajo y de la seguridad social; causas especialmente regidas por los tratados con las
naciones extranjeras; causas de almirantazgo y jurisdicción marítima.
Determinación de la competencia federal por la investidura del sujeto: En ciertas ocasiones, la investidura o
ciertas características de los sujetos involucrados en la causa, pueden determinar que corresponda la
competencia federal. Entre otros, esos casos son: las causas en que la Nación sea parte; causas que se
susciten entre habitantes de diferentes provincias; las causas que se susciten entre un ciudadano argentino
y otro extranjero; causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros.
Determinación de la competencia federal por el lugar: La competencia territorial en materia civil y comercial
se determina por la naturaleza de las pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas
por el demandado. El único supuesto en el que se admite la prórroga de la competencia territorial ante el
acuerdo de las partes es en asuntos exclusivamente patrimoniales. Mientras que, en materia penal, se
establece que será competente el tribunal de la circunscripción judicial donde se ha cometido el delito.
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Existen lugares de absoluta y exclusiva jurisdicción federal como ser: lugares extraprovinciales que integran
la República Argentina comprendidos en la expresión “territorios nacionales”: islas y ríos y puertos
argentinos; lugares interprovinciales adquiridos por compra o cesión para utilidad pública nacional; los
delitos cometidos en alta mar a bordo de buques nacionales.
La determinación relativa a si una causa es de competencia federal u ordinaria no siempre resulta una tarea
automática y simple, pues, a fin de determinar la competencia, hay que aplicar a cada caso concreto el marco
teórico sobre justicia federal referenciado anteriormente.
La designación de los ministros de la Corte es una atribución que le corresponde al Presidente de la Nación, con
acuerdo de los dos tercios de los miembros presentes del Senado -en sesión pública convocada al efecto-, de
conformidad con el art. 99 inc. 4 de la C.N. La Corte Suprema de Justicia de la Nación está conformada por un
presidente y un vicepresidente. Estos serán elegidos por mayoría absoluta de votos de los ministros del Tribunal y
durarán tres años en el ejercicio de sus funciones.
El presidente de la Corte integra la línea de sucesión presidencial en caso de acefalía. Asimismo, presidirá la Cámara
de Senadores en los casos en que la Cámara de Diputados formule acusación en juicio político al presidente de la
República. En lo que respecta a la composición y residencia de la Corte, la Constitución Nacional de 1853
(ARGENTINA, 1853) dispuso, en su artículo 91, que el Poder Judicial de la Nación sería ejercido por una Corte
Suprema de Justicia compuesta por nueve jueces y dos fiscales. Posteriormente, la reforma de 1860 (ARGENTINA,
1860) suprimió la residencia obligatoria en la Capital, como también lo referente a la cantidad de jueces, para que el
Congreso fijara el número que considerara adecuado. En 1862, la Ley Orgánica de la Justicia Federal (ARGENTINA,
1862) -Ley 27- determinó que la Corte estaría integrada por cinco miembros y un procurador general. En 1960, por
ley del Congreso de la Nación, se llevó a siete el número de jueces, hasta que en 1966 se volvió a la composición
anterior de cinco jueces y un procurador general, integración que se mantuvo hasta 1990, cuando se elevó
nuevamente el número a nueve (ley 23.774) (ARGENTINA, 1990). La ley 26.183 (ARGENTINA, 2006b), aprobada en
ambas Cámaras y promulgada el 15 de diciembre de 2006, dispuso la reducción del número de jueces de la Corte
Suprema a cinco.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación es el más alto tribunal de la República Argentina. Órgano máximo dentro
de uno de los tres poderes del Estado y su misión consiste en asegurar la supremacía de la Constitución, ser su
intérprete final, custodiar los derechos y garantías en ella enunciados y participar en el gobierno de la República. La
Corte es un órgano de gobierno, y está a cargo del Poder Judicial de la Nación como instancia final en el ejercicio de
la función jurisdiccional. Asimismo, la función de control que desempeña es la de un poder llamado a equilibrar el
sistema político. Tiene como fin garantizar la eficacia en el logro del bien común, la legitimidad y juridicidad de la
actuación estatal y la activa defensa de los derechos humanos (artículos 116 y 117 de la C.N.).
Luego de una serie de modificaciones constitucionales y legales, el Poder Judicial de la Nación es ejercido por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación y por los demás tribunales inferiores -art. 116 de la C.N.-, que serán
establecidos por el Congreso en el territorio de la Nación en función de la potestad prevista en el art. 75, inc. 20 de la
C.N. (art. 108, C.N.). En uso de esa facultad, a partir de la ley 24.050, el Congreso Nacional dispuso la división del
territorio nacional en diecisiete (17) distritos judiciales federales:
1. Comodoro Rivadavia (incluye las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego);
2. General Roca;
3. Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires -1-);
4. Mendoza;
12
5. Córdoba (incluye la Provincia de La Rioja);
6. Tucumán (incluye las provincias de Santiago del Estero y de Catamarca);
7. Salta;
8. Resistencia (incluye la provincia de Formosa);
9. Corrientes;
10. Posadas;
11. Paraná;
12. Rosario;
13. Mar del Plata (provincia de Buenos Aires -2-);
14. Ciudad de Buenos Aires;
15. San Justo (provincia de Buenos Aires -3-)4 ;
16. La Plata (provincia de Buenos Aires -4-); y
17. San Martín (provincia de Buenos Aires -5-).
Cada uno de los diecisiete (17) distritos cuenta con diversos Juzgados Federales de Primera Instancia distribuidos en
la extensión territorial.
Aunque las competencias de estos juzgados federales no son iguales, pues dependen de la densidad de población y
el grado de conflictividad, se desarrollaron diferentes modos de distribución de sus competencias. Por ejemplo, en la
Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense, debido a la gran densidad poblacional se ha generado no
sólo que el territorio se divida en una mayor cantidad de jurisdicciones, sino también que los juzgados federales allí
establecidos tengan una competencia más específica según la materia en la que entienden: penal, electoral, civil,
comercial, penal económicos, etc. También existen con competencia exclusivamente penal y otros en cuestiones
civiles y comerciales, como ser los de San Martín, Azul, Mar del Plata. Por el contrario, en las jurisdicciones con
menor densidad poblacional, los juzgados federales suelen tener competencias federales múltiples (penal, civil,
comercial, laboral, seguridad social, contencioso administrativo y electoral). Ejemplos de ello son los Juzgados
Federales de Primera Instancia de Río Grande, de Caleta Olivia, de Dolores, de Paso de los Libres y de San Luis. Ante
cada juzgado federal, Cámara Federal o Tribunal Oral Federal intervienen dependencias del Ministerio Público Fiscal
y de la Defensoría Pública Oficial. En materia penal, existe la Cámara Federal de Casación Penal constituida en la
Capital Federal, que constituye el tribunal superior y que actúa como órgano revisor de las Cámaras Federales de
Apelaciones y de las sentencias dictadas por los Tribunales Orales Federal en todo el país.
Consejo de la Mgistratura de la Nación
La composición del Poder Judicial, es decir, Corte Suprema de Justicia de la Nación, los Tribunales Inferiores y el
Ministerio Publico (Fiscal y de la Defensa), no tuvo variación alguna hasta la reforma constitucional de 1994. En dicha
reforma constitucional, se crearon el Consejo de la Magistratura (art. 114, C.N.5 ) y el Jurado de Enjuiciamiento.
Estos son órganos políticos dentro del Poder Judicial.
Por otro lado, el Ministerio Público se separó del Poder Judicial y se conformó como un Poder independiente, con
autonomía funcional y autarquía financiera, según lo establecido por el artículo 120 de la C.N., aunque en la práctica
no ha logrado en su completitud sus potestades constitucionales, siendo seudo autónomo e independiente. El
Consejo de la Magistratura o Consejo de la Judicatura, son organismos que fueron creados en Europa (España, Italia,
Francia, etc.) y seguidos por algunos países de América, tales como: Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, México,
Paraguay, Perú y República Dominicana. Es un órgano importante del Estado y del sistema de justicia de algunos
países. Puede ser un organismo autónomo que si bien es un órgano estatal, no integra ninguno de los tres clásicos
poderes del Estado; en otros países -como Argentina-, pertenece al Poder Judicial e incluso lo encabeza. Su función
principal es la de nombrar y ratificar a los jueces que imparten justicia, y a los fiscales del ministerio público;
13
asimismo le corresponde al Consejo de la Magistratura procesar disciplinariamente a los jueces y fiscales, y,
eventualmente, destituirlos.
En Argentina la elección de los jueces federales, a excepción de los Ministros de la Corte Suprema de Justicia que
sigan con el anterior sistema6 - se inicia en el Consejo de la Magistratura, debiendo este organismo confeccionar las
ternas de carácter vinculante de los candidatos para los tribunales inferiores del Poder judicial, para que luego sean
designados por el Presidente de la Nación en acuerdo con el Senado. El Consejo de la Magistratura tiene a su cargo
también la administración del poder judicial, el control de la actividad de los jueces y la imposición de sanciones. En
caso de causas graves es el organismo que abre el juicio político para resolver sobre la destitución de los jueces ante
el Jurado de Enjuiciamiento7 , ante el cual actúa como acusador.
Control de Constitucionalidad
¿Dónde acude un ciudadano que se ve perjudicado por una ley? A esto responde el constituyente argentino Juan del
Campillo: acude a un tribunal con facultades constitucionales; más “no se trata de dar al Poder Judicial facultades
extraordinarias, ni la suma del poder público, sino la atribucion de aplicar la Constitucion y las leyes en los casos
contenciosos particulares”. El control de constitucionalidad constituye:
De aquí la importancia de determinar los lpimites con que debe ser ejercido.
Para Bidart Campos, el principal fundamento y sustento del Control de Constitucionalidad es la necesidad del
aseguramiento de la vigencia de la Supremacía Constitucional, la cual se tornaría ilusoria de no existir un modo o
proceso que la salvaguarde.
Siguiendo a Bidart Campos, la constitucion es suprema porque es el primer fundamento del orden jurídico y del
estado; ella hace que todo lo demas sea de una manera determinada y no de otra. Esto hace que todo Estado cuente
con un sistema de control de constitucionalidad, entendido como la herramienta hábil para lograr que todas las
normas jurídicas inferiores se adecuen a lo proscripto por la Constitución.
Origen
En nuestro país, hasta antes de la última reforma de nuestra Carta Magna, la mayoría de la doctrina pretendió
fundar la recepción constitucional de la supremacía en el art. 31 de la CN, olvidando que existen otras cláusulas de
supremacía como ser el art. 27 (supremacía de los tratados) y el art. 28 (supremacía sobre la ley, tambien
denominado principio de razonabilida)
La reforma introducida en el año 1994, establece con respecto a los Tratados internacionales, dos tipos de
gradación: los del art. 75 inc. 22, que los ubica dentro del Bloque de Constitucionalidad junto con nuestra
Constiución; y los del art. 75 inciso 24, que se encuentran por debajo de la CN, pero con jerarquía superior a las
leyes.
Pirámide jurídica:
1) Bloque de Constitucionalidad: CN (Art. 27, 28 y 31) Inst. Intern. Der. Humanos (art 75, inc. 22, párr. 2º y 3º)
2) Todos los restantes instrumentos Internacionales sin rango constitucional. (art. 27 y 75, inc. 22, párr. 1º, in
fine, e inc. 24, parr.1º in fine)
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3) Leyes Federales y Nacionales del Congreso (art. 28) Reglamentos del PEN: de necesidad y urgencia (DNU)
(art. 99, inc. 3º, párr. 2º, 3º y 4º) y autónomos (art. 99, inc. 1º y 100, inc. 1º y 2º)
4) Reglamentos del PEN: de ejecución (art. 99, inc. 2º) y delegados (art. 76)
5) Derecho Local: provincias (art. 5, 31 y 123) y Ciudad de Buenos Aires (art. 129)
Art. 75 inciso 22, “Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el
Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar
de la jerarquía constitucional”.
Actualmente siguiendo el mecanismo mencionado, se han dotado de jerarquía constitucional a dos nuevos
Instrumentos Internacionales, a saber: Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas por
Ley 24.820 (B.O. 29/05/1997) y la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los
Crímenes de Lesa Humanidad por Ley 25.778.
Control de Convencionalidad
La misión primera de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, está en llevar a cabo una inspección de
convencionalidad “comparando” la norma del derecho interno en relación a la convención y desentrañar si aquélla
violenta a ésta. Indaga si la legislación transgrede la CADH (y otros tratados) y si advierte esa falencia, se lo hace
saber al país infractor para que modifique los actos ejecutados por cualquiera de sus tres poderes.
A partir de la reforma del año 1994 de nuestra Carta Magna, y al encontrarse en el primer peldaño de la gradación
jerárquica el llamado “Bloque de Constitucionalidad”, ya no solo hablamos de control constitucional, sino que al
estar incorporados los Instrumentos Internacionales a dicho bloque, debe existir por parte de quien ejerce el control
de el llamado “control de convencionalidad” y tanto uno como otro consiste el sentido estricto en cotejar la norma o
acto impugnado con la norma perteneciente al Bloque de Constitucionalidad y en caso de verificar su incongruencia
tanto formal (algún vicio en el procedimiento de su creación) como material (algún vicio en el contenido), declarar a
los primeros de “inconstitucionales”.
Nuestro país sigue el modelo norteamericano, por lo que es realizado por el Poder Judicial; es el sistema Difuso ya
que el control de constitucionalidad puede ser llevado a cabo por cualqueir juez. A partir de la reforma de nuestra
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Carta Magna del año 1994, el sistema de control de la supremacía constitucional es mixto. De este modo, no toda
declaración de inconstitucionalidad tendrá sólo efecto inter partes, sino, a modo de ejemplo, en cuanto el Poder
Ejecutivo disponga de medidas legislativas al margen de la Constitución, la inconstitucionalidad tendrá efectos erga
ommes.
Existen sistemas políticos de control donde no hay jueces sino organismos especiales que trabajan antes de la
sanción de las leyes, ejerciendo un análisis a priori de la conformidad constitucional; y sistemas jurisdiccionales que
reconocen opciones diversas. Existen dos modelos institucionales primarios del derecho occidental que presentan
diferencias sustanciales en cuanto al órgano encargado de ejercer el control de constitucionalidad.
a) Por un lado, está el esquema de revisión judicial o judicial review, por el cual se deja en manos de los jueces
que integran el Poder Judicial la tarea de interpretar y aplicar la ley en el caso concreto, respetando en sus
sentencias el principio de la supremacía constitucional. Este sistema denominado difuso confiere a todos los
jueces la tarea de control. O sea que todos los jueces son jueces de legalidad y de constitucionalidad.
b) Por otro lado, se presenta el sistema concentrado del modelo europeo, que centraliza el ejercicio del control
de constitucionalidad en un único órgano, que se denomina Tribunal Constitucional y no forma parte del
Poder Judicial.
c) Este nuevo modelo “mixto” instala dentro del Poder Judicial a jueces especializados que, actuando como
Sala dentro del Tribunal Supremo, como Corte independiente, o aun situando en el máximo órgano de
justicia nacional la función de controlar la constitucionalidad, decide que sea un único organismo el que
tenga la palabra final sobre la interpretación constitucional aunque se permita el control difuso de los jueces
comunes.
La otra diferencia sustancial entre ambos sistemas se refiere a los efectos de las decisiones. En principio: a) Las
decisiones de los Tribunales Constitucionales tienen efectos erga omnes (y en muchos casos la ley declarada
inconstitucional queda derogada, actuando el tribunal como un legislador negativo). b) Las decisiones de los
jueces en el sistema difuso solo tienen efectos inter partes, aunque pueden llegar a constituir un precedente
con fuerza diversa según el caso. Vemos la fuerza diversa en el sistema estadounidense, donde el precedente es
obligatorio, y en el argentino, donde debe seguirse solo por su fuerza moral y para evitar dilaciones y recursos
innecesarios.
En América, a los fines del control de constitucionalidad, adquiere particular relevancia la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; y mucho más
aún, en esta especialísima materia de los derechos humanos, el mantenimiento de la cúspide de la facultad
interpretativa en el orden interno o el reconocimiento de este tribunal supranacional como intérprete último y
final.
El caso “Marbury vs. Madison” influyó decisivamente en el armado del sistema de control constitucional que
adoptaron los Estados Unidos y puede sostenerse que sus principios están todavía vigentes. A partir de
“Marbury”, quedó en claro que: 1) son los jueces los encargados de ejercer control constitucional; 2) no existe
un tribunal específicamente encargado de realizar esa tarea, sino que está a cargo de todos los jueces, sin
perjuicio de su ejercicio final por parte de la Corte Suprema.
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EJE TEMÁTICO 4: ELEMENTOS ESTRUCTURALES. LA JURISDICCIÓN (Prof. Barucca)
a) Teorías objetivas y subjetivas relativas a su naturaleza. La funcion jurisdiccional del Estado. Origen y
fundamentos constitucionales. Relación con el derecho de acción y el proceso.
La voz jurisdicción es otra de las tantas que se utilizan equívocamente en el ambito del deercho, provocando
desconcierto entre los juristas. Se emplea para referir a varios fenómenos que practicamente no tienen nada que ver
entre sí, por ejemplo, indica el ámbito territorial en el cual el juez ejerce su soberanía (sería simplemente soberania);
señala el territorio en el cual esl juez cumple sus funciones (eso sería competencia territorial); muestra el conjunto
de prerrogativas de un órgano del poder público (legislativo, ejecutivo, judicial); tambien refiere a la aptiyud que
tiene un juez para entender en una determinada categoría de pretensiones y finalmente: TIPIFICA LA FUNCIÓN DE
JUZGAR.
El Estado obtiene el logro de sus fines mediante el cumplimiento de tres funciones que son: la legislativa, la
administrativa (ejecutiva) y la jurisdeccional (judicial). A esta distinción primaria obedece la creación y separación de
Poderes efectuada por el constituyente (Montesquieu).
Aunque parezca que existe una correspondencia entre cada función y Poder, ella no se presenta en la vida jurídica:
salvo el caso del poder Ejecutivo, que no puede ni debe efectuar tarea jurisdiccional, cada una de las funciones
mencionadas es cumplida de modo concurrentepor cada uno de los Poderes que actúan en el Estado organizado
constitucionalmente. En Argentina, por ejemplo:
a- La funcion legislariva es cumplida por el Poder Legislativo, a cuyo cargo esta la sanción de la ley en sentido
formal (art. 86 CN); por el Poder Ejecutivo, a cuyo cargo esta la promulgación de la ley formal (art. 86 y 40
CN) y la reglamentación mediante decretos, de las leyes del congreso (CN 86,20); por el Poder Judicial a cuyo
cargo esta la de emitir acordadas con carácter de norma general y fallos plenarios, con carácter de norma
vinculante para ciertos jueces (CPCN 303).
b- La función administrativa es cumplida primordialmente por el Poder Ejecutivo (CN 86,
10,70,100,130,140,160,170,200,220, etc.); por el Poder Legislativo, al designar con facultad exclusiva sus
propios empleados subalternos (CN, 67); por el Poder Judicial, al designar su propio personal (CN, 94).
c- La funcion jurisdiccional es cumplida primordialmente por el Poder Judicial en todas sus sentencias; por el
poder Legislativo en el exclusivo caso del juicio político (CN 45, 51 y 52). Pero NO PUEDE NI DEBE SER
EJERCIDA POR EL PODER EJECUTIVO (CN 95).
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De esta manera, surge la necesidad de establecer con claridad en que consiste la esencia de la actividad que
concretamente desempeñan los diferentes Poderes, que realizan mediante leyes (acto exclusivo del P.L.); Decretos
(acto que primordialmente realiza el P.E.) y Sentencias (acto que primordialmente realiza el P.J. y que NO debe
efectuar el P.E.)
Estos actos representan los distintos modos por los cuales se expresa el Estado para regular la convivencia de sus
integrantes.
Comparar la funcion legislativa (ley) con la función jurisdiccional (sentencia) es sencillo y sus diferencias son obvias:
La ley:
La sentencia:
Por estas diferencias, ley y sentencia nunca han sido confundidas por la doctrina, a pesar de que ambas son normas
jurídicas.
¿Puede definirse la función jurisdiccional por la persona u órgano que la cumple? NO, hay que determinar cuál es su
esencia y para ello analizar las actividades que realiza cada uno de los Poderes para así distinguir entre las formas
que adopta el Estado para normar.
Al momento de comparar la función jurisdiccional (sentencia) con la función administrativa (decreto), se han
sostenido variadas teorías, que pueden clasificarse inicialmente en tres grandes grupos en orden a sus enfoques
material o formal del tema.
El criterio materual refiere al contenido u objeto del acto; a la estructura del acto y a la finalidad del acto.
El criterio formal refiere a la organización del oficio judicial; al prodedimiento que precede a la sentencia y a la fuerza
atribuida a la sentencia.
La teoría que más se acerca, para Alvarado, a la tipificación de la esencia de la función ve en la jurisdicción una
SUSTITUCIÓN DE LA ACTIVIDAD PRIVADA POR LA PÚBLICA, a dos niveles: INTELECTIVO y VOLITIVO. Tal sustitución se
opera en la sentencia (la autorida, que es neutral, resuelve el litigio de un modo alterutral –uno y otro al mismo
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tiempo-, colocándose en la posición de cada uno de los contendientes para conocer qué es lo que ocurrió en el
pasado a fun de establecer cuál fue la conducta cumplida para subsumirla luego en el tipo contenido en la norma
legal) y, eventualmente, en la ejecución coactiva del mandato impuesto en la sentencia (si el condenado no cumplee
spontáneamente la conducta ordenada, se hace efectiva por medio de un acto de fuerza).
Lo que interesa remarcar acerca de esta teoría es que parte de la base de un CONFLICTO (como mínimo entre dos
sujetos) cuyos afectados son sustituidos por la autoridad (tercer sujeto), con lo cual muestra un fenómeno jurídico
que reúne necesariamente a tres sujetos diferentes para poder arribar a su solución. En otras palabras, el acto
juridico sentencia (una de las formas de expresarse el Estado en su actividad de gobernar) supone por esencia la
contempotránea presencia de tres sujetos determinados. No ocurre otra cosa igual en todo el orden jurídico. (en las
demás tareas por ejemplo, legislar o administrar solo intervienen dos).
Entonces, la esencia de la actividad jurisdiccional, que la tipifica de modo inconfundible por ser irrepetible en el
derecho, es la sustitución que cumple la autoridad respecto del intelecto y de la volicion de los particulares.
Relación con el derecho de acción y el proceso: la acción si o si se debe realizar ante un tribunal y la forma para
llegar a la jurisdicción es a través de la acción.
Se acepta, mayoritariamente, que la jurisdicción es la facultad que tiene el Estado para administrar justicia en un
caso concreto por medio de los órganos judiciales instituidos al efecto.
Para que tal facultad pueda ser cumplida adecuadamente, se reconoce que el ejercicio de la función se compone de
los siguientes elementos (o atribuciones concurrentes de los jueces):
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d) Los órganos de la jurisdicción: unipersonales y colegiados. La pluralidad de instancia judicial: naturaleza y
finalidad.
- Organos unipersonales: una sola persona. Generalmente, los órganos de primera instancia son
unipersonales. Juez de Primera Instancia; lo que él decide es revisado en segunda instancia que es
pluripersonal.
- Organos colegiados o pluripersonales: segunda instancia, es un órgano colegiado donde intervienen
tres jueces.
En Sta Fe, todas las cámaras de apelaciones son de tres miembros; cuando hay más, se divide en salas (por ejemplo,
3 salas con 3 jueces cada una). La Cámara elige un presidente por un año. La Corte Suprema es un órgano colegiado.
En los procedimientos administrativos, sí o sí necesito luego un control judicial, salvo las llamadas cuestiones
políticas no judiciables, por ejemplo, el estado de sitio.
Las pautas atributivas se refieren a los criterios que determinan la competencia jurisdiccional. Es decir, son las
normas y principios que establecen cuál es el tribunal adecuado para conocer y resolver un determinado asunto
judicial.
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EJE TEMÁTICO 5: ELEMENTOS ESTRUCTURALES. LA ACCIÓN
Conceptos elaborados por la doctrina. Teorías relacionadas con su autonomía. Naturaleza jurídica. La acción como
poder abstracto. Fundamento constitucional. Clasificación.
Dr.Vargas: “la acción es el derecho constitucional de poner en movimiento el proceso. Es un derecho subjetivo,
público y abstracto”.
Entonces ¿qué es la acción? Es un derecho (todos los ciudadanos) subjetivo (lo tienen los sujetos del derecho
(personas físicas y jurídicas) público (reclamo al juez) abstracto (difiere del derecho sustancial, siendo la teoría que
se impone) y autónomo.
Para Couture: la acción es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales
para reclamarles la satisfacción de una pretensión.
El Dcho. Procesal moderno ya no habla de Dcho de accion sino de TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
El art. 8 inc 1 mas el art. 25 conforman la tutela judicial efectiva (es lo que se denomina así por la CIDH). La tutela
judicial efectiva debe darse a quien lo necesita (los jueces deben tratar de que no se frustre ningún derecho)
Couture:
La acción es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para
reclamarles la satisfacción de una pretensión.
la doctrina ha logrado aislarlo y determinar su esencia; tiene un carácter rigurosamente privado pero al mismo
tiempo, en la efectividad de ese ejercicio está interesada la comunidad, lo que le asigna carácter público. Es por esto
que, en tanto el individuo ve en la acción una tutela de su propia personalidad, la comunidad ve en ella el
cumplimiento de la realización efectiva de las garantías de justicia, de paz, de seguridad, consignadas en la
Constitución (fundamento constitucional)
• Jorge Peyrano sostiene que el derecho de acción es un “derecho subjetivo, público, abstracto, autónomo
que goza toda persona natural o jurídica para postular el ejercicio de la actividad jurisdiccional”.
• Devis Echandía:“Acción es el derecho público, cívico, subjetivo, abstracto y autónomo, que tiene toda
persona natural o jurídica, para obtener la aplicación de la jurisdicción del Estado a un caso concreto
mediante una sentencia, a través de un proceso, o para pedir que se inicie una investigación penal previa al
proceso”.(Pag. 180 – Teoría General del Proceso).
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Características de la acción
Evolución histórica
En la concepción romana, la acción y el derecho subjetivo son una misma cosa y precisamente en ese orden, primero
la acción, y luego el derecho subjetivo, no existiendo por ello en esta época teoría alguna que busque explicar el
alcance y contenido de la acción.
Recién con Savigny, al invertirse los términos hasta entonces aceptados desde el Derecho romano, pasando así a
primer lugar el derecho subjetivo, y apareciendo sólo despues el derecho de acción, es que se inicia la tentativa de
autonomizar el concepto de acción, respecto al derecho subjetivo, conceptuando este autor a la acción como el
aspecto particular que todo derecho asume a consecuencia de su lesión, esto es, el derecho en estado de defensa,
considerado como momento en el proceso de la vida de los derechos no como derecho por sí mismo, negándose así
en todo momento a la acción la calidad de derecho autónomo.
Es a mitad del S. XIX que Winscheid, al contraponer el ordenamiento jurídico romano con aquel vigente entonces en
Alemania, pone de relieve el error de interpretación realizado anteriormente por Savigny en relación a esta primera
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institución, desembocando en una concepción de la acción que aún perdura, de una u otra manera, hasta nuestros
días.
En tal sentido, para Windscheid la actio (acción) no es la facultad de invocar tutela para un derecho sino sólo la
facultad de imponer la propia facultad en vía judicial, y el ordenamiento jurídico romano no era el ordenamiento de
los derechos, sino de las pretensiones judicialmente perseguibles y, en tal sentido, en Roma lo decisivo no era tener
derecho sino poder accionar. Por ello, en cualquier caso, el derecho subjetivo y la acción siguen siendo una misma
cosa, manteniéndose en el campo del derecho privado. De esta manera, este autor puso las bases para configurar a
la acción como un poder dirigido a la obtención de tutela judicial.
Por su parte, Muther considera que el derecho y la actio son dos derechos distintos, de los cuales uno es
presupuesto del otro, si bien pertenecen a diversas esferas jurídicas, puesto que uno es público y el otro privado.
Corresponde así a este autor, el desarrollo de las bases para el posterior desarrollo de la autonomía de la acción, así
como la consideración de su carácter público.
Chiovenda, desarrolló una de las teorías más originales esbozadas en torno a la acción dentro de la doctrina
procesal, basada principalmente en dos afirmaciones: 1) que la acción no es un derecho frente al Estado, sino frente
al adversario, y 2) que aquella no es un derecho a una prestación, sino que es un derecho meramente potestativo,
esto es, un poder jurídico de producir efectos jurídicos. En tal sentido, la acción es el derecho de provocar la
actividad del órgano jurisdiccional frente al adversario.
Existe, por otro lado, un sector de la doctrina que con Rocco entiende que la acción no es un derecho potestativo,
sino más bien un derecho público de obligación, esto es, un derecho que tiene por objeto una prestación de derecho
público, y precisamente la prestación por parte del Estado de su actividad jurisdiccional. Se entiende así, que la
acción es un derecho subjetivo público y, por tanto, un derecho frente al Estado, el cual a través de sus órganos
jurisdiccionales realiza la prestación de tutela con que tal derecho se satisface, constituyendo un derecho totalmente
distinto a los derechos subjetivos privados. Y con tal parecer, D 'onofrio considera a la acción como un derecho
subjetivo público dirigido hacia el Estado con efectos hacia la contraparte, el cual como consecuencia de su
naturaleza pública es irrenunciable.
Una gran parte de la doctrina conceptúa correctamente a la acción como un poder jurídico, entendiendo que aquella
constituye el poder atribuido a los justiciables de provocar una sentencia por parte de los tribunales.
Para Wach, propulsor inicial de esta corriente doctrinal, la acción constituye la pretensión o derecho a la tutela
jurídica, entendida como el derecho al pronunciamiento de una sentencia favorable, pre-existente a la proposición
misma de la demanda judicial, dirigida contra el Estado y también frente al adversario. Siendo seguido en tal parecer
por algunos autores, como Calamandrei, quien entiende a la acción como un derecho subjetivo autónomo y
concreto, es decir, dirigido a la obtención de una sentencia favorable.
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En esta perspectiva teórica la acción viene concebida como el derecho de las partes a acudir al órgano jurisdiccional,
con el correspondiente desarrollo de un proceso y la obtención de una sentencia, independientemente del
contenido de esta última. A esta teoría adhiere López, autor del artículo.
Según Couture, la acción civil en el proceso penal tiene como finalidad la reparación del daño causado por el delito,
distinguiéndose así de la acción penal cuyo objetivo es la sanción del culpable.
En el marco de este proceso, la víctima puede optar por ejercer la acción civil conjuntamente con la acción penal o
seaparadamente en un juicio civil independiente.
1- Unidad del proceso: la acción civil y la acción penal pueden coexistir en un mismo proceso, lo que agiliza la
reparación del daño y evita duplicidad de juicios.
2- Independencia de las acciones: aunque se tramiten conjuntamente, la acción civil es independiente de la
penal. esto significa que, aunque el acusado sea absuelto en lo penal, la acción civil puede prosperar si se
demuestra el daño y la responsabilidad civil.
3- Facultades del juez penal: el juez penal tiene competencia para resolver sobre la acción civil adherida, lo que
implica que puede determinar la indemnización correspondiente al daño causado por el delito.
4- Beneficios para la víctima: la posibilidad de tramitar ambas acciones en un solo proceso facilita a la víctima la
obtención de una reparación rápida y efectiva, evitando la necesidad de iniciar un nuevo proceso en el
ámbito civil.
En resumen, Couture subraya la importancia de la acción civil en el proceso penal como un mecanismo eficiente para
la reparación del daño, respetando la independencia de ambas acciones y favoreciendo los intereses de la víctima.
La pretensión procesal es una declaración de voluntad en cuyo mérito de solicita una actuación del órgano
jurisdiccional, buscando la satisfacción de un interés concreto y frente a la una persona distinta del autor de la
declaración.
a. Sujetos (actor-demandado)
b. Objeto: Petitum (ej. $100) (es la petición).
c. Causa: Pretendi: hechos y derechos por los cuales pido.
“Mientras el petitum especifica lo que se pide, la causa pretendi explica por qué se pide”.
En su caso, el escrito de demanda será acompañado del acta de finalización del procedimiento de mediación
prejudicial obligatoria.
La demanda es el acto procesal que contiene la pretensión. Art. 142 CPCC sta fe. Contestación de la demanda.
Objeto de la pretensión
Es lo que se pide en la demanda, en los procesos contenciosos se identifica con el objeto, no es la cosa material
sobre que versa, sino la relación jurídica o el derecho material que se persigue y que puede variar respecto de una
misma cosa.
El petitum de la demanda persigue una sentencia favorable que acceda a lo que en él se contiene.
Es obtener una sentencia favorable que otorgue lo que en el petitum de la demanda se reclama.
Causa petendi, se refiere a la pretensión, al petitum de la demanda, la forman los hechos constitutivos, modificativos
e impeditivos de la relación jurídica sustancial pretendida, discutida o negada.
Elementos de la pretensión
La pretensión comprende:
El objeto del litigio (la cosa o el bien y el derecho que se reclama o persigue). Lo que se persigue con ella, y
la afirmación de que lo reclamado se deduce de ciertos hechos que coinciden con los presupuestos fácticos
de la norma jurídica cuya actuación se pide para obtener esos efectos jurídicos.
El objeto de la pretensión lo constituye el determinado efecto jurídico perseguido ( el derecho o la relación
jurídica que se pretende)
La causa jurídica (causa petendi) que sirve de fundamento a la petición.
La razón se identifica con la causa jurídica (causa petendi) que sirve de fundamento a la petición.
La razón de la pretensión es el fundamento que se le da, y se distingue en :
a) Razón de hecho: conjunto de hechos que constituyen el relato histórico de las circunstancias de donde se
cree deducir lo que se pretende.
b) La razón de derecho: La afirmación de la conformidad con el derecho en virtud de determinadas normas de
derecho material o sustancial.
El Juez debe resolver sobre ambos elementos, sea para acceder a lo solicitado o para rechazarlo.
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El objeto litigioso no se confunde con la pretensión, sino que es el objeto de ésta.
• La acción : La pretensión:
- Es un derecho. – Es una declaración solemne.
- Es abstracta. – Es concreta
- Es subjetiva. – Es objetiva
- Tiene por objeto la sentencia, favorable o desfavorable. – Persigue una sentencia favorable que acceda a lo
Que en él se contiene.
La pretensión es sólo un estado de la voluntad jurídica; no es un poder jurídico. ¿y la acción? La acción como poder
jurídico de acudir a la jurisdicción, existe siempre; con derecho material o sin él; con pretensión o sin ella, pues todo
individuo tiene ese poder jurídico, aun antes de que nazca su pretensión concreta. El poder de accionar es un poder
jurídico de todo individuo, existe aun cuando no se ejerza efectivamente.
La pretensión es la afirmación de un sujeto de derecho de merecer tutela jurídica y la aspiración concreta de que
ésta se haga efectiva. (Couture). La pretensión NO es la acción. La acción es el poder jurídico de hacer valer la
pretensión.
La oposición
Es la declaración de voluntad del agente pasivo de la relación procesal (demandado), a través de la cual ejercita su
derecho de contradicción, formulada ante el órgano jurisdiccional, y en vista a que no prospere (total o
parcialmente), la pretensión en su contra, o que el proceso se suspenda o se extinga de manera anómala.
La extinción de la acción se refiere a las formas en las que se puede poner fin a una acción judicial sin que se llegue a
una resolución sobre el fondo del asunto. Para Couture, los modos de extinción son:
El agotamiento de la acción es un concepto del derecho procesal que se refiere a la situación en la que una acción
judicial ya no puede ser ejercida debido a que ha sidocompletamente tramitada y decidida por una autoridad
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judicialcompetente. Este agotamiento implica que el proceso ha llegado a su fin y que se ha obtenido una resolución
final que pone término al litigio.
Fin de la acción
Es la tutela del interés particular del pretendiente, puntualizado en la demanda, mediante sentencia favorable.
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EJE TEMÁTICO 6. EL DERECHO DE DEFENSA (Prof. Barucca)
Todo lo que diga una parte debe ser respondido por la otra. Es una garantía para el demandado, pero tambien para
el actor.
REACCIÓN-------DERECHO DE INSTANCIA- DE INSTAR
ACCIÓN REACCIÓN
Siendo el proceso un método de debate, constituye un medio para que se desarrolle un diálogo entre las partes; la
idea lógica de proceso es que las partes se hallen en pie de perfecta igualdad, es menester que todo lo que una parte
afirme o confirme respecto de la otra sea conocido por ésta a fin de poder controvertir la afirmación o confirmación.
Ambas actividades-la del actor y la del demandadao- se diferencian sólo por el tiempo sucesivo en el cual se realizan:
una es necesartiamente anterior a la otra. Por eso es que se utilizan los vocablos acción y reacción. Pero, el
demandado no está obligado siempre a contradecir, puede adoptar otras actitudes una vez iniciado el proceso.
El proceso comienza con una fase de afirmación: exteriorizando el ejercicio de la acción, el actor presenta ante la
autoridad (juez o árbitro) una demanda conteniendo una pretensión respecto del demandado.
La fase siguiente está concebida como de eventual negación, y es apta para que el demandado resista dicha
pretensión, oponiéndose a ella. Pero puede suceder que éste no oponga resistencia sino que, por el contrario acepte
someterse a la voluntad del actor. Del mismo modo puede suceder que el demandado se desinterese por completo
del debate, aun sabiendo que corre el riesgo de ser condenado en la sentencia. Por último es posible que el
demandado utilice el mismo procedimiento ya iniciado por el actor para hacer valer en él una propia pretensión.
Por lo tanto, desde la optica de la actividad o inactividad que se cumple en el proceso, el demandado puede adoptar
alguna de estas cuatro posibles actitudes: de abstención, de sumisión, de oposición y de reconvención.
Puede suceder que el demandado no consurra al proceso, porque no ha conocido su iniciación, lo que dará lugar a
ciertas impugnaciones oporque no le interesa sostener la discusión propuesta por el actor.
Puede ocurrir tambien que, luego de concurrir al proceso cuando el juez lo cita a comparacer ante él, guarde silencio
en la fase de negación, durante el cual debe expresarse so pena de surgir algun efecto contrario a su posición en el
litigio.
De ahí que las leyes procesales, al regular los efectos de la inactividad o inactividad de alguna de las partes, deban
establecer cuál es el valor del silencio en el campo del proceso.
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En el derecho privado, por lo general, rige norma similar a la contenida en el art. 919 del Código Civil argentino: “el
silencio opuesto a actos o a una interrogación, no es considerado como una manifestación de voluntad, conforme al
acto o a la interrogación, sino en los casos en que haya una obligación de explicarse por la ley o por las relaciones de
familia, o a causa de una relación entre el silencio actual y las declaraciones procedentes”
Ejemplo: “cuando una mujer separada de su marido le denuncia su embarazo, el silencio de éste es una confesión de
paternidad” “cuando se guarda silencio a las interrogaciones de los jueces, el silencio se tiene por confesión del
hecho sobre el que se pregunta”
El el campo procesal debe suceder otro tanto. En la tarea de procesar, el juez se concreta a conectar las instancias de
las partes, a cuyo efecto les genera cargas cuyo incumplimiento debe revertir necesariamente en contra del interés
de incumpliente. En este sentido es que tiene que se comprendido el vocablo obligación utilizado en la norma recien
mencionada. Por tanto, el guardar silencio cuando el juez coloca al demandado en la carga de contestar (fase de
negación) es obvio que debe producir algún efecto contrario al interés de éste porque, caso contrario, el proceso
sería absolutamente inútil como medio de debate.
El silencio entonces, genera una presunción establecida por la ley, que siempre es de carácter relativo y por ende,
admite prueba en contrario por parte del demandado.
CCCN- ART. 263.- Silencio como manifestación de la voluntad. El silencio opuesto a actos o a una interrogación no es
considerado como una manifestación de voluntad conforme al acto o la interrogación, excepto en los casos en que
haya un deber de expedirse que puede resultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de
una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.
En este sentido, nuestra Corte Suprema de Justicia Provincial ha sostenido en autos "Mutio c. Rigato" que: "Los
términos claros y precisos del artículo 143 del Código Procesal Civil y Comercial, señalan que la falta de contestación
de la demanda, importa el reconocimiento de los hechos articulados por el actor y no la admisión de la pretensión.
En otras palabras, tal situación genera una presunción juris tantum y no una jure et de jure, a punto tal que la validez
procesal de aquel reconocimiento lo es sin perjuicio de la prueba en contrario que produjera el demandado o
reconvenido …
y que el órgano jurisdiccional llamado a dictar sentencia, aunque no medie contestación de la demanda y aunque
medie una admisión expresa de los hechos, debe rechazar la pretensión actora si advierte la inexistencia de alguno
de los elementos de la acción." (CSJSF, fallo del 20-05-1992, Base de datos de jurisprudencia de la Corte, Cita:
3097/12).
Es este un básico principio del proceso. La no contestación de la demanda hace surgir una presunción juris tantum
de veracidad de los hechos afirmados en la demanda, presunción que puede desvirtuarse por prueba en contrario, a
cargo, claro está, del demandado.
Capel Circ. Santa Fe « ALARCON, SILVIA ESTELA c/ MUNICIPALIDAD DE SAN JOSE DEL RINCON s/ ORDINARIO « Cita:
1148/16
«y que el órgano jurisdiccional llamado a dictar sentencia, aunque no medie contestación de la demanda y aunque
medie una admisión expresa de los hechos, debe rechazar la pretensión actora si advierte la inexistencia de alguno
de los elementos de la acción." (CSJSF, fallo del 20-05-1992, Base de datos de jurisprudencia de la Corte, Cita:
3097/12).
Es este un básico principio del proceso. La no contestación de la demanda hace surgir una presunción juris tantum
de veracidad de los hechos afirmados en la demanda, presunción que puede desvirtuarse por prueba en contrario, a
cargo, claro está, del demandado.
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Capel Circ. Santa Fe « ALARCON, SILVIA ESTELA c/ MUNICIPALIDAD DE SAN JOSE DEL RINCON s/ ORDINARIO « Cita:
1148/16
El demandado se somete a la pretensión del actor (allanamiento); lo que se reconoce es la pretensión del actor, no
se reconocen los hechos ni los derechos.
Puede suceder tambien, que incoado un proceso (dar inicio a un proceso), el demandado decida someterse a la
pretensión del actor, efectuando la prestación reclamada por éste en la demanda. Esta actitud implica no oponer
resistencia alguna en el litigio, aunque cabe suponer que ella existió en el plano de la realidad pues de otra forma no
puede ser explicada la existencia del conflicto.
La sumisión debe ser considerada sólo como eso: por tanto, no implica reconocimiento del derecho invocado por el
actor y cuando se presenta en el proceso éste debe terminar toda vez que no hay nada para discutir en lo que sólo
es un medio de debate. Se llega así a una de las soluciones autocompositivas estudiadas anteriormente.
Procesalmente, la sumisión del demandado se designa con la denominación de allanamiento que, como tal, es
realizable en cualquier momento del proceso. Pero para que éste pueda operar es menester que la relación jurídica
litigiosa verse acerca de un derecho que sea disponible (transigible) para las partes.
De ahí que no pueda aceptarse judicialmente el allanamiento recaído respecto de pretensión fundada en derecho
indisponible (por ej. Si el actor pretende la declaración de nulidad de un matrimonio, poco importa que el cónyuge
demandado se allane o no, pues siempre deberá el actor acreditar ante el juez los hechos que fundamentan la
pretensión.
Como en cualqueir sistema la actitud de sumisión importa la voluntad de no litigar, las leyes procesales en general
estimulan mediante una suerte de compensación que premia el espontáneo aquietamiento de las pasiones. Y así,
cuando el allanamiento es oportuno (debe presentarse sólo en la fase de la negación, al tiempo de estar vigente el
plazo para contestar la demanda), real (debe surgir inequívocamente de la actuación respectiva la voluntad de no
litigar), incondicionado (debe ser puro y simple, no formulado subsidiariamente o con reservas o condiciones), total
(debe comprender la totalidad de la pretensión actora) y efectivo (debe cumplir la prestación reclamada cuando se
trata de pretensiones de condena), el demandado se exime de cargar con el pago de las costas devengadas en el
proceso (si es que no se dan otros supuestos).
Sin que medie allanamiento puede ocurrur que el demandado admita los hechos invocados por el actor (pero no el
derecho) o, a la inversa, admita el derecho pero no los hechos: esto se conoce con las denominaciones respectivas
de confesión y de reconocimiento.
LA CONTRADICCIÓN DEL DEMANDADO (debe operar en la fase de negación y se puede presentar de dos
maneras: mediante la negación del hecho o mediante la confirmación de un hecho extintivo, invalidativo del
hecho constitutivo) ejemplo: presto dinero; la otra parte puede decir “no me prestaste” (niega el hecho) o
puede decir “ya te lo devolví” (invoca un hecho de carácter extintivo del hecho constitutivo que sería el
préstamo).
Puede suceder tambien que el demandado oponga una resistencia a la pretensión demandada contradiciéndola en
el proceso. Esto es lo que va a originar el desarrollo de toda la serie procedimental, y de no mediar una solucion
autocompositiva durante su curso, desembocará en las entencia (objeto del proceso) que resolverá el litigio.
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La contradicción debe operar en la fase de negación del proceso y puede presentarse de dos maneras: mediante una
simple negativa acerca de la existencia del hecho constitutivo de la obligación cuya prestación pretende el actor o
mediante la afirmación de un hecho extintivo, impeditivo o invalidativo del hecho constitutivo invocado por el
actor.
Por ejemplo: si Juan demanda a Pedro pretendiendo cobrar una suma de dinero que dice que le prestó y no le
devolvió, Pedro puede contradecir la pretensión diciendo simplemente a Juan que no le debe o tambien, que ya le
pagó.
Entonces, la contradicción significa una verdadera resistencia a la pretensión demandada y puede consistir en:
- Oposición: el demandado se limita a negar la existencia de los hechos o del derecho invocados por el
actor.
- Excepción: el demandado no se limita a negar. Al contrario, afirma la existencia de un hecho de
carácetr impeditivo, extintivo o invalidativo respecto del hecho constitutivo afirmado por el actor en
su demanda para causar su pretensión o de carácter impeditivo del progreso de la serie
procedimental.
Hecho constitutivo: es el que sostiene todo pretendiente al imputar responsabilidad civil o demandar la declaración
de un derecho con basamento en ese específico hecho del que afirma que emerge el efecto pretendido.
Hecho extintivo: es el que afirma todo resistente para liberarse de la responsabilidad imputada o de la declaración
del derecho pretendido a base del hecho constitutivo, pues implica la inexistencia de tal responsabilidad o derecho.
Hecho invalidativo: es el que afirma todo aquel contra quien se ha opuesto un hecho constitutivo o un hecho
extintivo del hecho constitutivo alegado para fundar la respectiva pretensión que invalida o le resta validez para
lograr su cometido.
Hecho convalidativo: es el que afirma todo aquel contra quien se ha opuesto un hecho invalidativo de un hecho
extintivo de un hecho constitutivo, alegando que la invalidez alegada fue purgada o convalidada de alguna manera.
Hecho impeditivo: es el que afirma una parte sosteniendo la ausencia en el hecho constitutivo o en el hecho
extintivo de alguno de los requisitos generales que son comunes a todas las relaciones jurídicas o, tambien la
existencia de una cuestión de procedibilidad que evita la formación o la continuación del proceso ya incoado.
Excepciones perentorias: son aquellas excepciones o defensasn que se presentan para oponerse a las pretensiones
el demandante. Buscan poner fin al proceso. Estas defensas se basan en el derecho de fondo.
Excepciones dilatorias: son aquellas defensan que versan sobre el proceso y no sobre el derecho, buscan retrasar el
procedimiento, pero no necesariamente terminarlo.
Excepciones mixtas: son aquellas que operan procedimentalmente igual que las dilatorias pero causan los efectos de
la excepcion perentoria.
Excepciones materiales: son aquellas que se refieren directamente a la cuestión de fondo del litigio. Derecho de
fondo.
Excepciones procesales: se centran en los aspectos formales o procedimentales del proceso. Derecho procesal.
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La excepción tiene lugar cuando el demandado, oponiendo resistencia a la pretensión del actor, afirma en su
contestación la existencia de un hecho de carácter impeditivo, extintivo o invalidativo respecto del hecho
constitutivo afirmado por el actor en su demanda.
Admitir: es dar curso procedimental a una pretensión. Cuando se presenta la demanda, se la admite o no. La demanda debe
contener: quién, a quién, por qué y para qué.
1) Las que atacan a la acción procesal, con el objeto de lograr su extinción o su paralización temporal.
Habitualmente son las relacionadas con los impedimentos procesales o cuestiones de procedibilidad; son las que
deben ser propuestas al comienzo mismo del proceso para impedir el desarrollo del procedimiento.
Oposición
Extinguirla
Contradicción
Las que atacan la acción procesal con el objeto de lograr su extinción, son aquellas que el excepcionante a base de
afirmar la existencia de hechos impeditivos de la formación misma del proceso y que tienen por objeto lograr la
inmediata cesación del desarrollo de la serie iniciada con la admision de la demanda.
a- Excepción de carencia de acción: el excepcionante afirma al interponerla que la acción ejercitada mediante
la demanda no es admisible por cuanto la pretensión que contiene no puede ser procesada (discutida ante
un
juez o un árbitro) ni sometida a la decisión de un tercero.
c- Excepción de incapacidad jurídica del actor para ser parte procesal (o excepcion de falta de eprsonalidad):
el excepcionante afirma, al interponerla, que el actor carece de esta capacidad por haberse extinguido su
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personalidad en el caso de personas jurídicas o por haber fallecido durante el curso de la serie, en el caso de
ser persona física (en términos mas sencillos: quien demanda no es persona o ha dejado de serlo).
Las que atacan a la acción con el objeto de lograr la paralización del proceso son aquellas que el excepcionante
deduce a base de afirmar la existencia de hechos impeditivos de la continuación del proceso y que tienen por objeto
la imediata paralización del desarrollo íntegro de la serie procedimental incoada con la admisión de la demanda.
Estas son:
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n- Excepcion de contrato incumplido: el excepcionante afirma al interponerla , el carácter bilateral del contrato
que fundamenta la pretensión de cumplimiento del actor, con el objeto de que se paralice el procedimiento
hasta tanto éste acredite haber cumplido u ofrecido cumplir su propia prestación o, en su defecto, que la
obligación es a plazo.
o- Excepcion de beneficio de excusión: el excepcionante, demandando conjuntamente en su calidad de fiador
simple de su coparte, afirma al interponerla que aun no se han excutido todos los bienes del deudor
principal, con el objeto de que se paralice el procedimiento hasta tanto el actor acredite la escusión o su
imporcedencia.
p- Excepción de prohibición de iniciar juicio petitorio estando pendiente un juicio posesorio sobre la misma
cosa (art. 2271 CCC): mediante esta excepción el demandado en juicio petitorio afirma que existe pendiente
un juicio posesorio entre las mismas partes y sobe la mismas cosa, con el objeto de lograr el archivo de la
causa o su paralización, hasta tanto se demuestre que ha finalizado la instancia posesoria.
q- Excepcion de prohibición de inciar el juicio petitorio antes de haber satisfecho las condenaciones
pronunciadas en un juicio posesorio anterior (art. 2272 CCC). Mediante esta excepcion el demandado en
juicio petitorio (acto vencedor en un juicio posesorio anterior) afirma que el actor (demandado vencido en
dicho juicio posesorio), no ha satisfecho plenamente las condenaciones pronunciadas en el juicio posesorio ,
con el objeto de lograr el archivo de las actuaciones o de paralizar el procedimiento en curso mientras no se
acredite tal circunstancia.
r- Excepcion de falta de intimación previa al deudor en la demanda contra el tercero poseedor art. 2200 CCC :
mediante esta excepción el demandado en calidad de adquirente de una cosa hipotecada para que abone al
actor la deuda hipotecaria, afirma que éste no intimó previamente al deudor originario por el pago del
capital y de los intereses, con el objeto de que se paralice el curso del procedimiento hasta que ello ocurra.
s- Excepción de falta de pago del sellado de actuación emergente de un proceso anterior incoado para lograr el
beneficio de litigar sin gastos (art. 338 CPsal. Sta. Fe.) No se podrá iniciar nueva solicitud de declaratoria de
pobreza sin reponer el sellado de la anterior rechazada y del principal y sin invocar motivos posteriores.
Mediante esta excepción el demandado por quien pretende obtener el beneficio de litigar sin gastos afirma
que el actor no obló el sellado de actuación en el juicio anterior realizado ni el del principal, con el objeto de
lograr la paralización del procedimiento hasta que ello ocurra.
t- Excepción de falta de cumplimiento de las condenas impuestas en un juicio ejecutivo anterior a uno
ordinario (art. 553 C. Procesal Civil de la Nación) : mediante esta excepción, a la cual la propia ley le otorga
carácter previo, el demandado en juicio ordinario posterior a otro ejecutivo en el cual resultó vencedor
afirma que aún se hallan pendientes de cumplimiento las condenas impuestas en éste, con el objeto de que
se paralice el curso del procedimiento mientras ello no se acredite.
Son las que, teniendo fundamento en la ley de fondo o en la propia ley procesal, se oponen en la contestación de la
demanda (fase procesal de negación) con el objeto de lograr que el juez rechace al sentenciar la pretensión
deducida por el actor en su demanda.
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1) Excepciones fundadas en causas extintivas de las obligaciones: en la legislación argentina coinciden con
todos los medios de extinción de las obligaciones enunciadas en el CCC y su objeto en general es lograr que
el juez declare extinguida la obligación cuya prestación se reclama.
a- Excepción de pago: mediante ella el excepcionante afirma haber cumplido la prestación que hace al objeto
de la pretensión reclamada (art. 865 CCC).
b- Excepción de novación: mediante ella el excepcionante afirma que la obligación cuya prestación reclama el
actor se ha transformado en otra que extinguió a la anterior (art. 933 CCC).
c- Excepción de compensación: mediante ella el demandado, reconociendo su calidad de deudor, afirma que es
acreedor del actor por deuda intrínsecamente compensable con la reclamada y que ambas son civilmente
subistentes, de carácter líquido, exigible, y expedito con el objeto de que el juez declare con fuerza de pago
a ambas deudas hasta donde alcance la menor y desde el tiempo en que ambas comenzaron a coexistir (art.
921-924 CCC).
d- Excepción de transacción: mediante ella el demandado afirma que en acto jurídico bilateral ha hecho
concesiones recíprocas con el actor, extinguiendo la obligación litigiosa (art. 1641 CCC).
e- Excepción de confusión: mediante ella el demandado afirma que por sucesión universal o por cualqueir otras
causa, las calidades de acreedor y deudor se han reunido en la persona del actor o del propio excepcionante
(art. 931 CCC).
f- Excepción de renuncia de los derechos del acreedor: mediante ella el demandado afirma que el actor
renunció a la obligación cuyo cumplimiento reclama y que el propio excepcionante aceptó tal renuncia (art.
944-946 CCC)
g- Excepción de remisión de deuda: mediante ella el demandado afirma que el acreedor de la obligación
creditoria reclamada le ha entregado voluntariamente el documento original en donde consta la deuda (art.
951 CCC)
h- Excepción de imposibilidad de pago: mediante ella el demandado afirma que la prestación demandada se ha
convertido, sin su culpa, en física o legalmente imposible de cumplir (art. 92 CCC).
i- Excepción de prescripción (liberatoria): mediante ella el demandado afirma que la obligación reclamada se
ha extinguido por simple inacción del acreedor durante el tiempo establecido por la ley para que pueda
demandar útilmente (art. 1897 CCC).
Coinciden con los vicios de los actos jurídicos que norma la ley civil y comercial y tienen por objeto lograr que el
juez anule, al sentenciar, el acto en el cual el actor basa su pretensión y, por ende, la rechace.
2) Enumeración de las excepciones que atacan a la pretensión, fundadas en la existencia de vicios en los
actos jurídicos.
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a- Excepción de incapacidad: mediante ella el demandado afirma que la obligación cutya prestación se
pretende fue contraída sin discernimiento, o sin intención o libertad (art. 900 CCC)
b- Excepción de error: mediante ella el demandado afirma que que al contraer la obligación que se le reclama
ha incurrido en error acerca de la naturaleza del acto, o sobre su causa principal, o respecto del objeto sobre
el que versa , o sobre su cualidad, o sobre la persona con la cual se formó la relación jurídica (art. 267 CCC)
c- Excepción de dolo: mediante ella el demandado afirma que al contraer la obligación que se le reclama fue
inducido por una aserción de lo que es falso o una disimulación de lo verdadero, por artificio, astucia o
maquinación (art. 271 CCC)
d- Excepción de simulación: mediante ella el demandado afirma que la obligación cuya prestación se reclama
encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o contiene cláusulas que no son sinceras, o
fechas que no son verdaderas, o que por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas
que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten y que alguno de estos supuestos lo
perjudica o tiene fin ilícito; o viola la ley, o fue hecho con el objeto de violar la ley , o de perjudicar a un
tercero (art. 333, 334, 335 y 958 CCC)
e- Excepción de lesión: mediante ella el demandado afirma que al contraer la obligación, el actor, explotando
su necesidad, ligereza o inexperiencia, obtuvo una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y
sin justificación (art. 332 CCC)
f- Excepción de violencia: mediante ella el demandado afirma que al contraer la obligación se empleó contra él
una fuerza irresistible o una intimidación producida por injustas amenazas que llevaron al temor fundado de
sufrir un mal inminente y grave en su persona , libertad, honra y bienes , o de su cónyuge , descendientes o
ascendientes, legítimos o ilegítimos (art. 276 CCC)
3) Enumeración de las excepciones que atacan la pretensión fundadas en el principio de segurida jurídica.
Dentro de este criterio clasificador pueden establecerse dos grupos diferenciables por los resultados que
intentan lograrse con los distintos supuestos; mediante el primero, el excepcionante ataca a la pretensión
porque, de alguna manera, ella no se adecúa con el sistema jurídico vigente en un lugar y tiempo dados, con el
objeto de que el juez la rechace al sentenciar el litigio.
Mediante el segundo grupo, el excepcionante pretende el no juzgamiento positivo del respectivo litigio para
evitar la existencia de caos jurídico.
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f- Excepción de transacción: mediante ella el demandado afirma que con anterioridad transigió con el actor el
mismo derecho reclamado (art. 1642 y 1643 CCC)
g- Excepción de litisdependencia por identidad: mediante ella el demandado afirma que coexisten dos litigios cuyas
respectivas pretensiones ostentan idénticos sujetos (actor y demandado) idéntico objeto e idéntica causa.
4) Enumeración de las excepciones que tienen por objeto lograr la postergación de de la emisión de la
sentencia.
Son las que, sin atacar a la formación misma del proceso ni a la pretensión reclamada en la demanda, opone el
demamdado con el fin de lograr que el juez postergue la emisión de la sentencia hasta tanto exista pronunciamiento
definitivo en otro litigio conexo por la causa o hasta que ambos estén en condiciones de ser sentenciados por por un
mismo juzgador en acto único de juzgamiento.
a- Excepción de prejucialidad: mediante ella el demandado afirma que existe pendiente de juzgamiento otra
cuestión conexa por el hecho causal que se encuentra pendiente de su juzgamiento , que debe ser previo.
b- Excepción de litisdependencia por conexidad causal o por afinidad : mediante ella el demandado pretende la
acumulación en un solo y único procedimiento, de dos procesos conexos por la causa y afines.
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La reconvención
La reconvención permite al demandado presentar una demanda en contra del demandante dentro del mismo
proceso judicial. Es una contra demanda que se interpone como respuesta a la demanda inicial y tiene como objetivo
resolver en un solo prodedimiento todas las controversias entre las partes involucradas.
ANEXO:
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EJE TEMÁTICO 7. ELEMENTOS ESTRUCTURALES. EL PROCESO. (Prof. Barucca)
Concepto y denominación. Proceso y litis. Noción sociológica y jurídica. Procedimiento y enjuiciamiento. Etapas. Objeto.
Contenido. Fines. Naturaleza. Teorías.
Para Alvarado Velloso, el proceso es una serie lógica y consecuencial de instancias bilaterales conectadas entre sí
por la autoridad (juez o árbitro).
Serie: conjunto de elementos relacionados entre sí y que se suceden unos a otros. La lógica de la serie procesal
es su propia composición, ya que siempre habrá de exhibir cuatro fases en el siguiente orden:
AFIRMACIÓN --- NEGACIÓN--- CONFIRMACIÓN ---EVALUACIÓN (estas fases carecen de sentido si se las aísla o si se altera su
orden lógico)
La serie consecuencial está formada por instancias de las partes en litigio: acción del actor y reacción del
demandado; cada instancia cdebe ser necesariamente bilateral lo que significa que debe ser conocida por la
parte que no la ejerció a fin de poder afirmar, negar o confirmar lo que sea respecto de ella.
1- No es factible comenzar un proceso sin ejercitar una acción (mediante una demanda)
2- No es posible evitar la fase de negación, que es la que permite al demandado oponerse a la prestación del
actor.
3- Tampoco se podría evitar la fase de confirmación.
4- Por último, es lógicamente imposible cercenar la fase de evaluación.
Para que un proceso sea tal, y no otra cosa, debe estar constituido por la totalidad de los elementos antes
enunciados y colocados en el orden lógico ya señalado.
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1- INICIACIÓN – (DEMANDA – ACUSACIÓN)
2- Juicio de admisibilidad (admitir es darle curso porcedimental a una petición)
3- Se generan cargas al demandado; una de esas cargas es la comparecencia.
4- Luego, se abre la etapa de negación (anstención, sometimiento, oposición)
5- Se pasa a la etapa de confirmación (presentación de las pruebas)
6- Se pasa a la etapa de evaluación (hasta aca el juez es pasivo)
7- Luego, autos para la sentencia; significa que el expediente judicial ha consluido todas las fases previas y se
encuentra listo para que el juez emita una sentencia. (juez activo)
El objeto del proceso es obtener la SENTENCIA; ponerle fin a un conflicto (para alguna parte de la doctrina es la
búsqueda de la verdad). La sentencia, lo que hace es heterocomponer el conflicto.
DEBIDO PROCESO: es aquel que se adecua plenamente a la idea lógica de proceso: dos sujetos que actúan como
antagonistas en pie de perfecta igualdad ante una autoridad que es un tercero en la relación litigiosa (impartial,
imparcial e independiente)
DEBERES: Son los imperativos jurídicos que, con motivo del proceso, tiene toda parte procesal y los terceros ajenos a
ellas respecto de la autoridad.
OBLIGACIONES: Son los imperativos jurídicos que, con motivo del proceso, una parte procesal tiene respecto de la
otra.
Se presentan siempre en el plano horizontal delproceso ( de una parte hacia la otra ) y su incumplimiento es
constreñible mediante el uso de la fuerza legítima que puede ejercer el estado luego de un proceso
CARGAS: Son los imperativos jurídicos que, con motivo del proceso, una parte tiene respecto de sí misma
(imperativo del propio interés)
Se presentan siempre en el plano insular que envuelve a cada una de las partes litigantes y su incumplimiento no es
sancionable ni constreñible; el incumplimiente sólo pierde una facultad, derecho o chance por falta de ejercicio
oportuno de la actividad requerida.
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Toda carga implica:
• UNA ORDEN
Son grandes directrices que expresa o implícitamente brinda el legislador para que el método de enjuiciamiento
pueda operar eficazmente de acuerdo con la orientación filosófico-política de quien ejerce el poder en un tiempo y
lugar determinado.
Aparece la alternatividad; el legislador debe elegir entre diferentes alternativas, para ello plantea interrogantes
como:
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TODOS LOS PROCESOS
DEBEN TENER LOS
CINCO PRINCIPIOS.
- Oralidad o escritura: no existe el proceso oral puro, en algún lado debe estar documentado.
- Libertad o legalidad (de formas): mayor o menor potestad de las partes para decidir sobre el
proceso. Con respecto a la legalidad, si no se respeta determinada forma el proceso será irregular y
puede ser considerado nulo.
- Economía procesal: refiere a los gastos dentro del proceso. Resulta cada vez mas dificil el acceso a la
justicia gratuita.
- Celeridad: el proceso debe lograr su objeto en el menor tiempo posible (a veces lo rápido no es
seguro y lo seguro no es rápido)
- Publicidad: el sistema dispositivo es público.
- Preclusión: una vez agotado el plazo no se puede volver hacia atrás. La unica forma de volver es que
haya habido un vicio. Los plazos son perentorios o no perentorios.
- Concentración: el proceso se debe desarrollar en un mismo acto o en un número reducido de ellos.
- Eventualidad: tramitar en forma simultánea diferentes defensas.
- Inmediación: presencia del juez.
- Adquisición: resultado de la actividad probatoria.
- Saneamiento: el juez puede tomar diferentes medidas para evitar la nulidad del proceso.
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• Preclusión: La preclusión no sólo debe operar por vencimiento del plazo acordado para ejercer un derecho o
facultad procesal sino también:
a-) Por el ejercicio de un derecho o facultad incompatible con el que está pendiente de ser realizado
b-) Por el ejercicio válido de la facultad antes del vencimiento del plazo acordado al efecto
Proceso y litis: la relación es que todo proceso encierra un litigio. El proceso es el medio a través del cual
se resuelve el litigio. La litis es el conflicto que da sentido y contenido al proceso.
El procedimiento consituye el género ya que es el objeto propio de todas las instancias y el Proceso es la especie ya
que es el objeto propio y específico de la acción procesal.
Concepto unitario del proceso. Proceso civil. Proceso penal. proceso laboral. Procesos de conocimiento.
Clases. El proceso arbitral. Procesos de ejecución. Procesos generales y especiales. El porcedimiento en
la llamada jurisdicción voluntaria, (actividad judicial no contenciosa), naturaleza, competencia, recursos.
Procesos universales. Acumulación de procesos.
Con respecto a este punto, el profesor explica que el proceso es UNICO, por tanto no admite clasificación. En
este caso, lo que se está clasificando son procedimientos o pretensiones, NO el proceso.
46
EJE TEMÁTICO 8. LOS SUJETOS PROCESALES.
Sujetos necesarios: el Tribunal y sus auxiliares. Las partes. Concepto. Noción sustancial y formal. Tipos.
Capacidad. Legitimación. Legitimación amplia. Interes. Facultades, cargas y deberes.
En el proceso intervienen tres sujetos determinados: quien pretende (actor o acusador), quien resiste (demandado)
y quien está convocado por la ley o por el acuerdo de las propias partes para heterocomponer el litigio operado
entre ellas.
SUJETOS PROCESALES EL JUEZ Todos aquellos que de alguna forma u otra intervienen o
LOS TERCEROS
Concepto:
El juez es el funcionario público que integra el Poder Judicial y que tiene como misión específica el procesar y, en su
caso, resolver los litigios presentados a su conocimiento (y en su caso, además, ejecutar lo resuelto.
Es el funcionario público con aptitud para ejercer función jurisdiccional.
La figura del juez difiere de la de otro posible juzgador (al árbitro) ya que éste no es funcionario público, no integra el
Poder Judicial y carece por completo de aptitud para ejecutar lo resuelto por él mismo.
Características:
- Designación permanente: por todo un lapso que puede variar en su extensión pero que siempre es
dilatado; y ello porque los textos constitucionales modernos prohíben el juzgamiento por comisiones
o tribunales especiales. Art. 110 CN. Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de
la Nación conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta y recibirán por sus servicios
una compensación que determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna,
mientras permaneciesen en sus funciones.
- Inamovilidad: significa que dentro del período de tiempo para el cual fue designado no puede ser
destituido sin un previo juzgamiento al efecto que sólo puede versar acerca de su incapacidad física
o mental o de su inconducta, adecuada a un hecho típico previsto con anterioridad por la ley.
- Sedentario: la función del juez es cumplida en la sede de su asiento, fijado previamente por la ley;
esto se opone al sistema en el cual es itinerante y por ende debe desplazarse desde un lugar a otro.
- Técnicos: ya que la posesión de título de abogado constituye generalmente un requisito esencial
para la designación.
- Remunerado por el Estado.
- Impartial, imparcial e independiente.
Requisitos:
- Ciudadanía: del respectivo país (o provincia en los estados de organización federal), predominando
los ordenamientos que requieren que sea nativa y no por naturalización.
- Edad: en el orden federal argentino se exigen 25 años de edad para ser juez de primer grado y
treinta para ser de segundo grado o ulterior grado.
- Título universitario: de abogado.
- Antigüedad mínima: en el ejercicio de la profesión de abogado que, al igual que la edad. También
varía respecto de los diferentes grados de conocimiento. Por ejemplo, en el orden federal argentino
se exigen 4 y 6 para ser juez de primer y segundo grado, respectivamente.
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- Una residencia inmediata: por un cierto tiempo relativamente prolongado en el lugar en el cual se
ejercerá la función judicial. En general, las leyes que establecen este requisito lo relacionan con
quien no es nativo de dicho lugar. (En Santa Fe 10 años).
- Posesión de renta: que demuestre la solvencia patrimonial del aspirante al cargo de juez. En
Argentina, este requisito es de carácter constitucional, aunque no se cumple habitualmente.
- Dignidad y decoro: demostrados en el control de los actos públicos y privados.
- Causal de inhabilidad: por ejemplo, no pueden ser jueces los que se encuentren bajo proceso penal
por delito doloso, ni los condenados judicialmente por delito doloso ni los quebrados (o
concursados) mientras no sean rehabilitados.
- Prestación de juramento: recién a partir de este acto el designado juez queda investido del cargo
respectivo.
Los sistemas adoptados por las constituciones o por las leyes para la designación de jueces son varios y disímiles. Se
puede afirmar la existencia de dos sistemas netamente diferenciados para la designación: el que la hace depender
de una elección y el que exige un nombramiento de alguna autoridad.
Aceptado como sistema en algunos Estados de los Estados Unidos de América y de la ex Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas es teóricamente el más puro y perfecto, pues el juez accede a su cargo por la voluntad de la
mayoría de los ciudadanos que creen y confían en él. Sin embargo, esto presenta un inconveniente ya que el
aspirante debe efectuar actividad proselitista para lo cual ha de contar con el apoyo de un partido político que lo
promueva para ocupar el cargo y ello genera ciertos compromisos ideológicos y partidistas que no son deseables.
Este es el sistema opuesto, rechaza de plano toda posibilidad de elección popular y exige para el acceso al cargo de
juez, el nombramiento realizado por una autoridad competente al efecto.
Como casi todos los regímenes constitucionales consagran la existencia de tres Poderes en la organización del
Estado, este sistema admite tantas variantes como posibilidades de atribuir la respectiva competencia.
a) Poder Legislativo. El nombramiento lo efectúa exclusivamente el P.L.: caso de los jueces superiores
en la Constitución de la ex URSS de 1977.
Estas dos variantes no son aceptadas de buen grado por la doctrina en aras de lograr una auténtica independencia
funcional de juez, ya que la unilateralidad de la decisión puede someter al juzgador, por lo menos, a una clara
dependencia ideológica de quien ejerce el poder político.
c) Poder Judicial: los jueces son nombrados por el P.J.; es el caso de los jueces inferiores en Uruguay,
según Constitución de 1951.
Este sistema se conoce como cooptación y procura lograr la más completa independencia del Poder Judicial y su
separación del Poder Ejecutivo. La crítica a este sistema es que permite la formación de una casta que, a la postre,
deriva seguro en un gobierno de los jueces, temido desde siempre después de la experiencia francesa que fue una
de las causas de la Revolución de 1789.
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Para posibilitar la existencia real de la deseada independencia, se han instrumentado otros tipos complejos de
designación, exigiéndose la concurrencia al acto de, por lo menos, dos Poderes del Estado. Y conforme a ello se dan
las siguientes posibilidades:
• Poder Ejecutivo a propuesta del Poder Judicial : es el caso de Bélgica, según Constitución de
1831.
• Poder Legislativo a propuesta del Poder Judicial : caso de los jueces superiores de Uruguay,
según la Constitución de 1951.
Estos dos sistemas se presentan como una variante atenuada del de la cooptación.
• Poder Ejecutivo con intervención previa del legislativo , el cual presta su acuerdo o
conformidad para la designación: es el caso de Argentina, donde los jueces de la Nación son
nombrados por el Presidente con acuerdo del Senado; también es el caso de la Provincia de
Santa Fe, donde el nombramiento lo efectúa el Gobernador con acuerdo de la Asamblea
Legislativa compuesta por los miembros de las Cámaras de Diputados y de Senadores.
Las tres variantes coinciden y terminan habitualmente en una politización del Poder Judicial ya que sus integrantes
son elegidos por el poder político de entre quienes son sus seguidores.
• Consejos de la Magistratura
Para apartarse de los anteriores sistemas que encomiendan a uno o más Poderes del Estado la designación de los
jueces, se ha generado otro que otorga la respectiva competencia a un órgano que no depende jerárquicamente de
ninguno de dichos poderes y que, por ende, se supone apolítico. Es el caso de los llamados Consejos Judiciales o
Consejos de la Magistratura, existentes por ejemplo en Italia, Francia y España.
Es habitual en los distintos Consejos que existen en el mundo, establecer un concurso de oposición de
conocimientos jurídicos para otorgar al ganador el ingreso a la magistratura. Pero ello no resulta suficiente para
integrar un Poder Judicial adecuado que pueda brinar un servicio eficaz al justiciable; y es que no existe un método
para concursar aspectos como la honestidad por ejemplo, que son muy importantes, ¿para qué quiero un juez mjuy
capaz intelectualmente si es desonhesto?
Un último sistema, vigente en Brasil es una combinación de los anteriores: el ingreso a la judicatura se hace por el
primer grado de conocimiento y depende también de un concurso de oposición (y no de meros antecedentes)
organizado por el Superior Tribunal de Justicia con la colaboración del respectivo Consejo Seccional de la Orden de
los Abogados.
Art. 18 cpccsf. los jueces y presidentes de los tribunales o, en defecto de éstos, el vocal que corresponda, recibirá por
sí las diligencias de prueba y presidirán todo acto en que deba intervenir la autoridad judicial. esta suplencia tendrá
lugar sin necesidad de decreto ni trámite alguno, por inasistencia o cualquier impedimento accidental del
presidente, vocal o juez. con acuerdo de partes, la recepción de audiencias podrá ser cometida al actuario, cuando
tratare de asuntos de jurisdicción voluntaria.
Art. 19 cpccsf. los jueces pueden disponer en cualquier momento la comparecencia personal de las partes, para
intentar una conciliación o requerir las explicaciones que estimen necesarias al objeto del pleito. esta facultad se
entenderá sin perjuicio de los términos fijados para dictar resolución o sentencia, salvo lo dispuesto en el artículo
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Art. 20 cpccsf. pueden, también, para mejor proveer, ordenar que se practique cualquier diligencia que estimen
conducente y que no sea prohibida por derecho, y prescindir de la lista de peritos cuando fueren necesarios
conocimientos especiales dentro de determinada profesión.
Art. 21 cpccsf. el debate judicial es dirigido por el juez, quien deberá adoptar todas las medidas que estime
conducentes al esclarecimiento de los hechos, a mantener la igualdad entre las partes y a obtener la mayor rapidez y
economía en el proceso. a tal efecto, podrá disponer de oficio, aun compulsivamente, en cualquier estado de la
causa, la comparecencia de los peritos y de los terceros para interrogarlos con la amplitud que creyere necesaria; y
ordenar que se agreguen documentos existentes en poder de las partes o a los que las mismas se hayan referido.
todo con las formalidades prescriptas en este código. puede también de oficio revocar sus propios decretos y
resoluciones interlocutorias que no se hubieren notificado a ninguna de las partes y disponer cualquier diligencia
que fuere necesaria para evitar la nulidad del procedimiento.
Art. 22 cpccsf. los jueces deben cuidar el decoro y orden en los juicios, el respeto a su autoridad e investidura y el
recíproco que se deben las partes. además de las facultades conferidas por la ley orgánica, tienen la de expulsar de
las audiencias a quienes obstruyen su curso o infrinjan lo dispuesto al principio y la de mandar devolver todo escrito
ofensivo o indecoroso, caso éste en el que deberá dejarse por secretaría nota sumaria del pedido. las correcciones
disciplinarias no restrictivas de la libertad personal sólo serán apelables en efecto devolutivo.
Art. 23 cpccsf. el juez y el secretario podrán exigir en todo momento la comprobación documental de la identidad
personal de los que intervinieren en los juicios, cualquiera fuere su carácter.
Las incompatibilidades son los supuestos de vida que la ley establece también previa y taxativamente para que un
juez ya designado no incurra en ellos bajo distintas penalidades que pueden llegar a la exoneración del cargo. En
otras palabras, se trata de lo que un juez en ejercicio no debe hacer para no lesionar la dignidad de la investidura
judicial.
1) Incompatibilidades propiamente dichas: se presentan con referencia estricta a la función judicial (son
funcionales) y dentro de muchas legislaciones, impiden que el magistrado continúe en el cargo cuando
incurre en alguna de ellas. Estas son:
a- Incompatibilidad por acumulación de funciones judiciales: tratan de impedir el simultáneo desempeño de
cargos judiciales (ej. Art. 34 de la CN los jueces de las cortes federales no pueden serlo al mismo tiempo de
los tribunales de provincia…)
b- Incompatibilidad por parentesco: trata de impedir que los cónyuges o los parientes dentro de ciertos grados
puedan desempeñar funciones simultáneas en un mismo tribunal o en un mismo fuero.
c- Incompatibilidad por indignidad: tambien es causal de inhabilidad, trata de impedir que el juez ya designado
caiga en ella (por ej. Un juez no puede concursarse)
d- Incompatibilidad en el régimen de vida: todo legislador ha previsto para el juez un régimen de vida correcto
a irreprochable. Se ha prohibido toda forma de conducta que de una u otra manera afecte la dignidad de su
investidura o pueda comprometer su imparcialidad. Tambien se encuentran dentro de este tipo de
incompatibilidad ciertas actividades como no aceptar dádivas, no participar en asociaciones profesionales,
no practicar deportes en calidad profesional, etc.
2) Incompatinbilidades que implican prohibiciones: están contenidas en la mayoría de las legislaciones vigentes
en resguardo de la imparcialidad que debe predominar en la función judicial. Tales prohibiciones al juez son;
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a- De realizar actividad política: conforme a ella el juez no debe efectuar propaganda ideológica, ni firmar
manifiestos, protestas o programas ni formar parte de partidos políticos, etc.
b- De realizar actividad profesional como abogado.
c- De realizar actividad mercantil o lucrativa: ciertas legislaciones prohiben al juez el ejercicio de actos de
comercio en el territorio donde ejerce su actividad y cargo en forma permanente,
d- De realizar actividad que lo coloque bajo subordinación de otro poder del Estado o de persona privada, por
obvias razones que hacen a su independencia funcional. Generalmente se excluye de esta prohibición el
ejercicio de la docencia, en especial la universitaria en materia jurídica.
e- De realizar ciertas actividades reñidas con la dignidad judicial: por ejemplo la práctica de juegos de azar y de
apuestas.
f- De realizar algunos actos jurídicos con relación a ciertos bienes: los jueces no deben comprar ni siquiera en
remate público, ni permutar ni ser cesionarios o locatarios de los bienes que están o estuvieron en litigio
ante el tribunal en el cual ejercen la función.
Se otorgan ciertos derechos y prerrogativas a los jueces que integran el Poder Judicial, como una forma de asegurar
irrestrictamente su independencia.
• Garantía de vitalicidad: como máxima garantía de separación de poderes, los cargos judiciales se cubren de
forma vitalicia, por toda la vida del nombrado o hasta que llegue a cierta edad avanzada o se halle en
condiciones legales de acogerse al retiro jubilatorio.
• Garantía de Inamovilidad: despues de comenzar sus funciones, el juez no puede ser separado de su cargo ni
cesar en el ejercicio de la judicatura por acto discrecional de la autoridad que lo designó. Por lo contrario, se
requiere un juzgamiento ad-hoc. Dentro de esta garantía existe otra que tambien se encuentra aceptada por
muchos textos constitucionales: el juez no puede ser trasladado ni ascendido sin que preste previamente su
consentimiento.
• Garantía de Intangibilidad remuneratoria: la remuneración del juez, siempre a cargo del Estado, no puede
ser suspendida ni disminuida mientras permnezca en el ejercicio de la función.
• Derecho a percibir jubilación o retiro y pensión: como consecuencia de la permanencia vitalicia o por largo
tiempo en el desempeño de la función, las leyes en general aseguran la subsistencia de los jueces cuando
lleguen a una cierta edad o cuando una imposibilidad física les impida mantenerse en el pleno ejercicio del
cargo.
• Derecho a gozar de vacaciones: se trata de un elemental y iniversalmente aceptado período de descanso que
en las leyes procesales se denomina feria judicial. En algunos países dicha feria opera durante un cierto lapso
en verano y otro en invierno para todos los jueces al mismo tiempo, lo que posibilita la suspensión de los
trámites procedimentales y por ende, el disfrute de vacaciones por parte de los abogados y litigantes.
• Derecho a juzgamiento por un foro privativo con motivo del cumplimiento de la función judicial: muchas
leyes establecen que, pro razones de incapacidad física o mental y por mal desempeño del ejercicio de la
función, el juez puede ser apartado del cargo pero con la condición de que la respectiva causal sea analizada
y juzgada por un tribunal que generalmente es de estricto carácter político (ej, el Senado) o mixto y ad-hoc
(jurados de enjuiciamiento de magistrados judiciales, compuestos por legisladores, jueces superiores, jueces
de igual jerarquía de quien se halla sometido a su juzgamiento, abogados en ejercicio pleno de la profesión,
etc)
• Derecho a no ser detenido ni ver restringida en modo alguno su libertad de actuar: este derecho es aceptado
por todas las legislaciones republicanas y se funda en la necesidad de evitar que el juez pueda ser arrestado,
entorpeciendo con ello la marcha de la justicia e impsibilitando que conozca de una determinada causa
justiciable en la cual haya intereses políticos de por medio.
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Esta inmunidad no es esclusiva de los jueces: existe una parlamentaria (al legislador) y otra diplomática (sólo
en cuando al sometimiento de embajadores, ministros y cónsules extranjeros a un foro privativo dentro del
país en el cual desempeñan sus funciones).
La judicial es la unica inmunidad absoluta (el juez no puede ser detenido ni siquiera in fraganti).
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partes, suplencia de otro juez en caso de ser menester y permanente ausencia de cualquier causal de
incompatibilidad.
2) Procesales de dirección
Son los que la ley impone al juez con relacióna la dirección y desarrollo del proceso. Como ya mencionamos, el
proceso se inicia con la deducción de la demanda y tiene un desarrollo que culmina con el llamamiento de autos.
Durante tal curso cabe al juez conectar las instancias de las partes: a esta tarea se la denomina dirección del proceso.
Para que el juez logre dirigir eficientemente un proceso, las leyes vigentes le imponen ciertos deberes que son
contingentes y por tanto, cambiantes de un código a otro.
En tanto, los deberes que surgen con relación a la pura actividad de procesar, pueden mencionarse los siguientes:
a- Presidir todo acto en el cual deba intervenir la autoridad judicial.
b- Actuar con un secretario que dé fe de lo que el juez actúe;
c- Efectuar adecuado control de los trámites atinentes a la secretaría y, congruente con ello, revocar o corregir
providencia simples dictadas por el secretario;
d- Determinar inicialmente el tipo de procedimiento a seguir en el caso concreto;
e- Vigilar para que durante la tramitación del proceso se procure la mayor celeridad y economía;
f- Concentrar las diligencias procesales;
g- Disponer toda diligencia necesaria para evitar nulidades;
h- Pronunciar de oficio nulidades de orden público;
i- Declarar la caducida del proceso;
j- Fijar los plazos procesales;
k- Controlar el pago de costas y gastos.
3) Judiciales de resolución
Se relacionan exclusivamente con la actividad de sentenciar y nada tienen que ver con la deprocesar. Cabe recordar
que la actividad de procesar es siempre idéntica en cualquier tiempo y lugar, pues la serie lógica es la misma; lo que
cambia es la actividad de sentenciar, sujeta a reglas que varían en tle impo y en el espacio y que le imponen al juez
un determinado obrar. Por ejemplo, si se procesa por delito penal, el juez debe absolver al reo en caso de duda.
El deber consiste en fallar (resolver) todos los casos justiciables presentados a sede judicial por parte interesada,
aplicando a los hechos confirmados por ellos la norma jurídica que los regule si se adecua al ordenamiento
constitucional vigente. De este concepto se extrae lo siguiente:
1) Noción de deber de fallar: esta actividad consiste en heterocomponer (resolver) todos los litigios sometidos
al conocimiento judicial aun en defecto de norma jurídica que lo regule de modo expreso.
Hoy existe un claro deber de fallar en casi todas las legislaciones, estableciéndose en muchas de ellas que
aun mas allá de la deficiencia confirmatoria los jueces no pueden abstenerse de sentenciar so pretexto de
silencio, oscuridad o insuficiencia legislativa.
2) Noción de caso justiciable: se entiende por caso todo litigio presentado ante un juez. La adjetivación
justiciable significa que, conforme con la ley, el caso puede ser sometido a la decisión judicial. Un caso no es
justiciable en cuatro supuestos: a) cuando la propia ley prohibe el procesamiento de una pretensión
determinada, b) cuado ésta carece de contenido jurídico, c) cuando no se vincula con una efectiva colisión
de intereses y d) cuando es de naturaleza política y sujeta a un control de la misma índole.
3) Noción de parte interesada: el juez debe intervenir en un litigio sólo a base de instancia de persona que
afirme la existencia de un conflicto en el plano de la realidad y que su mantenimiento afecta directa o
indirectamente su propio derecho o interés jurídico.
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4) Noción de hechos confirmados por las partes: la regla básica de la actividad de procesar consiste en la
necesaria existencia de una afirmación (juan me debe o cometió un delito) a la que puede seguir una
eventual negación. De tal modo, cuando a consecuencia de esta negación queda hechos controvertidos, uno
de los interesados tendrá que confirmar lo afirmado según ciertas reglas precisas.
5) Nocion de aplicación de la norma jurídica que regule el caso: siempre que el juez resuelve un litigio debe
hacerlo mediante una serie de operaciones lógicas que siguen un orden predeterminado:
a- En primer lugar, interpreta conductas efectivizadas en el pasado a la luz de los hecgos admitidos en su
existencua y de la confirmación de los hechos afirmados y negados;
b- En segundo lugar, individualiza la norma abstracta que preexiste en el plexo jurídico vigente a fin de subsimir
en ella la conducta de las partes ya aceptada como existente;
c- En tercer término, interpreta el contenido de la norma según ciertos sistemas admitidos por la propia ley o
por la doctrina y que fluctúan entre el dogma de la autoridad plena de la ley y el de la voluntad del juzgador.
d- En cuarto lugar, crea la norma que ha de servir para la solución del caso cuando ella no se encuentra
contenida en la ley o en la costumbre.
6) Nocion de control de constitucionalidad de la ley a aplicar: siempre que el juez aplica una norma abstracta
preexistente en la solución de un caso justiciable debe hacer un control acabado de su adecuación plena y
perfecta con el orden constitucional vigentecon facultad de apartarse del texto legal cuando se presenta
repugnante con la ley suprema que es la que da la base y otorga sentido a todo sistema de derecho.
4) Judicial de ejecución
el deber de ejecutar lo resuelto constituye una simple consecuencia del deber de fallar en función de la razón de ser
del proceso. Se trata de recomponer la paz social alterada por la existencia del conflicto que derivó en proceso.
Todo sujeto que de manera permanente o transitoria deduce en el proceso una pretensión en nombre propio o en
cuyo nombre se actúa y aquel respecto de quien se pretende.
CHIOVENDA: es parte el que demanda en nombre propio (o en cuyo nombre se demanda) una actuación de ley y
aquel contra el cual esa actuación de ley es demandada.
GUASP: parte es quien pretende y frente a quien se pretende, o, más ampliamente, quien reclama y frente a quien
se reclama la satisfacción de una pretensión.
Las partes no pueden ser mas de dos: actora y demandada (principio de dualidad de las partes). Pero, el proceso
puede desenvolverse con la actuación de más de un sujeto en la misma posición de parte.
Noción formal: Se adquiere como simple consecuencia de asumir un sujeto el papel de actor o de ser demandado
Carácter formal: es parte procesal todo sujeto que de manera permanente o transitoria deduce en el proceso una
pretensión en nombre propio o en cuyo nombre se actúa (nunca asume el carácter de parte el representante de ella)
y aquel respecto de quien se pretende.
● Actor: demanda en nombre propio (o en cuyo nombre su representante demanda) la actuación de la ley.
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2- Principales (o primarias), secundarias (o accesorias) y adjuntas: I) Principales: sostienen una pretensión
propia e independiente (actor, demandado, demandado por el reconviniente y Ministerio Público actuando
como parte autónoma). II) Secundarias: actúan en ayuda de una parte principal, pero sin pretensión propia
(tercero asistente). III) Adjuntas: actúan por mandato legal en un proceso ya pendiente, resguardando el
interés social que puede estar comprometido (Ministerio Fiscal, defensor general en actuación promiscua,
ministerio pupilar, defensor público de menores e incapaces o asesor de incapaces).
3- Permanentes y transitorias (o incidentales): I) Permanentes: carácter de parte durante todo el curso del
proceso (actor, demandado y demandado por el reconviniente). II) Transitorias: intervienen sólo en
determinadas actuaciones procedimentales con un fin preciso e interés limitado a ese fin (terceristas).
4- Necesarias y voluntarias: I) Necesarias: participan indispensablemente en un proceso para que éste pueda
obtener su objeto y resulte útil para la composición del litigio (actor, demandado, demandado por el
reconviniente y tercero interviniente necesario). II) Voluntarias: vinculadas espontáneamente al proceso por
ostentar una propia relación conexa con la litigiosa (tercero interviniente con pretensión excluyente).
5- Simples y plurales: I) Simples: posición de parte formada por un solo sujeto. II) Plurales: posición de parte
integrada por varios sujetos.
Capacidad
CAPACIDAD JURÍDICA PARA SER PARTE PROCESAL/CAPACIDAD PARA SER PARTE: Reflejo de la Capacidad de Derecho.
Es la aptitud para ser titular de derechos y deberes procesales, facultad inherente a toda persona por el hecho de ser
tal. También, es la aptitud jurídica para revestir calidad de parte procesal.
¿Quiénes la tienen?: las personas. En el caso de las personas físicas desde la concepción y hasta el fallecimiento; de
las personas jurídicas desde su creación si son públicas (ej.: Estado, Provincia, Municipio, etc.) y, si son personas
privadas (ej.: asociaciones, fundaciones, sociedades, iglesias, etc.), desde su conformación o registración si requieren
personería jurídica para funcionar.
CAPACIDAD PROCESAL PARA ACTUAR PERSONALMENTE Y POR SÍ MISMO EN EL PROCESO: (art. 30 CPCCSF) Aptitud
que debe tener el sujeto que asume el carácter de parte procesal para ejercer por sí mismo los derechos, deberes,
obligaciones y cargas. No siempre el que puede ser parte de un proceso está habilitado para actuar por sí mismo,
para ello, requiere de capacidad procesal. Carecen de esta capacidad: - Incapaces absolutos del derecho civil; -
Menores, exceptos los autorizados por ley; - Personas inhabilitadas judicialmente; - Penados. Pero, están legitimados
para ser partes procesales, pero no para actuar por sí mismos en los respectivos procesos.
CAPACIDAD PROCESAL PARA POSTULAR POR SÍ MISMO EN UN PROCESO: Sin perjuicio de que una persona jurídica y
procesalmente capaz puede litigar por sí mismo, muchas veces las leyes le niegan el derecho de postular
directamente ante la autoridad, a fin de asegurarle un correcto ejercicio del derecho de defensa en juicio. Se exige la
asistencia de un letrado. Los ordenamientos vigentes que imponen asistencia letrada otorgan el pleno derecho de
postulación a quien ostenta título de abogado; o procurador en algunos casos, y excepcionalmente, al representante
de la parte.
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Legitimación ≠ capacidad: La capacidad procesal es uno de los presupuestos procesales de la legitimación, pero son
conceptos independientes, se puede tener capacidad, pero no estar legitimado para un proceso concreto.
Legitimación: es la calidad otorgada a ciertas personas o actos, por vía legal, que las coloca dentro del ámbito y
protección del derecho, aun cuando hubieran nacido fuera de la órbita legal.
- Legitimación procesal: aptitud para actuar por sí en el proceso o por medio de representante convencional; quien
carece de la misma, debe actuar en juicio por medio de su representante legal
- Legitimación de las partes procesales: trata de investigar si una o las dos, son personas ante las cuales cabe emitir
útilmente la sentencia.
Ad causam: (no es un presupuesto procesal) Legitimación para obrar. Aptitud de los sujetos para demandar y
ser demandados. Refiere al sujeto activo de la acción.
● Ad processum: (es un presupuesto procesal). Implica la capacidad del sujeto, y al ser un presupuesto, su vicio
puede ser cuestionado en cualquier momento del proceso. Su ausencia es motivo de una excepción dilatoria
llamada “falta de representación suficiente”.
Tienen legitimación procesal los que tienen capacidad de hecho, los mayores de edad.
En definitiva, la legitimidad ad processum es la capacidad para poder intervenir, actuar, en el proceso. Mientras
que la legitimidad ad causam es la vinculación que debe existir entre actor y demandado, respectivamente, con
la relación jurídica sustancial o estado jurídico que constituye el objeto del litigio.
Son las condiciones de la acción. La legitimación es la demostración a la justicia de la calidad invocada. Y, el interés
procesal que se da cuando el accionante afirma que el derecho sustancial tutelado en su favor no ha sido satisfecho
espontáneamente por la persona contra quien acciona, de manera que no le queda otra alternativa que recurrir a la
justicia, al prohibírsele la autodefensa violenta de sus propios derechos.
Los derechos de incidencia colectiva → derechos ecológicos o ambientales, de los usuarios y de los consumidores
(anteriormente denominados: intereses difusos), se les reconoce legitimación amplia para peticionar su tutela
judicial. Los intereses difusos corresponden a un sector de personas (pertenecen a todos los que conviven en un
medio determinado). Una acción colectiva es aquella acción por la cual la búsqueda de objetivos se lleva a cabo por
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más de una persona. “Toda acción conjunta que persigue unos intereses comunes y que para conseguirlos desarrolla
unas prácticas de movilización concretas” (Funes y Monferrer)
Defensa de los intereses difusos. Hay actos u omisiones de los particulares o del estado que perjudican a las
personas integrantes de una comunidad, en su calidad de tales. Estos actos u omisiones afectan a vastas pluralidades
de sujetos siendo necesario satisfacer en forma global al grupo social interesado, por ej.: Actividades industriales
degradantes del medio ambiente, desvío del cauce de un río o arroyo con inminente perjuicio para la comunidad,
etc. En estos supuestos la ley de otorgar legitimación a cualquiera de los habitantes de la región afectada para pedir
a los jueces la cesación de dichas actitudes que perjudican a todo el grupo.
DEBERES: Instituidos en interés de la comunidad, son imperativos jurídicos establecidos a favor de una adecuada
realización del proceso. Deberes que se refieren a las partes (ej.: deber de decir la verdad, de lealtad), también
alcanzan a terceros (ej.: deber de declarar como testigo) y los que refieren a los deberes administrativos de los
magistrados y sus colaboradores (ej.: deber de residir en el lugar donde prestan sus servicios). Son éstos el de
respeto al tribunal y el de lealtad y buena fe.
CARGAS: La carga procesal es una situación jurídica instituida en la ley consistente en el requerimiento de una
conducta de realización facultativa, normalmente establecida en interés del propio sujeto y cuya omisión trae
aparejada una consecuencia gravosa para él.
- Deberes: los tiene toda parte procesal y terceros ajenos a ellas respecto de la autoridad. Incumplimiento
sancionable. Se presentan en el plano vertical del proceso.
- Obligaciones: una parte procesal tiene respecto de la otra y su incumplimiento es constreñible mediante el uso de
la fuerza legítima que puede ejercer el Estado luego de un proceso. Se presentan siempre en el plano horizontal del
proceso.
- Cargas: Una parte tiene respecto de sí misma (imperativo del propio interés) y su incumplimiento no es sancionable
ni constreñible. El incumplimiento sólo pierde una facultad, derecho o chance por falta de ejercicio oportuno de la
actividad requerida. Elementos necesarios:
● Una orden: Opera siempre que la autoridad efectúa actos de conexión, lo hace a fin de dar oportunidad a una de
las partes para que haga o diga lo que quiera respecto de la instancia ejercida por la otra.
● Un plazo: Debe ser cumplida en un plazo previamente determinado por la ley o por la propia autoridad
● Un apercibimiento: Advertencia del efecto contrario al interés de su destinatario, para el caso de que no la cumpla
en el tiempo dado. Se presentan siempre en el plano insular que envuelve a cada una de las partes.
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Art. 30 cpccsf. Toda persona puede comparecer por sí o por apoderado o por medio de sus representante legales,
con o sin la dirección de letrado, salvo lo dispuesto en la ley orgánica.
Art. 31 cpccsf. en los juicios universales y en los contenciosos ante los jueces letrados es obligatorio para los
litigantes hacerse representar por apoderado inscripto en la matrícula de procuradores, salvo: 1) cuando se actúe
con firma de letrado; 2) para solicitar medidas precautorias o urgentes; 3) cuando los abogados o procuradores
actúen en causa propia; 4) para contestar intimaciones o requerimientos de carácter personal; 5) para la recepción
de órdenes de pago; 6) para solicitar declaratoria de pobreza;
Actuación que cumple un tercero ajeno al litigio sosteniendo la defensa del derecho o interés de la parte procesal
que no puede o no quiere actuar por sí misma.
● Representación legal: la que requiere toda persona jurídica y todo incapaz de hecho para poder asumir
efectivamente la calidad de parte procesal. Es para a quienes afecta una incapacidad de hecho o/y carece de
capacidad procesal. Vinculado con la capacidad procesal de ejercer por sí mismo todos los actos procesales, dónde
aquella persona no puede optar por sí misma en el proceso por lo que debe hacer por intermedio de su
representante legal.
Art. 101 CCyC: "a. de las personas por nacer, sus padres; b. de las personas menores de edad no emancipadas, sus
padres. Si faltan los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabilidad parental, o suspendidos
en su ejercicio, el tutor que se les designe; c. de las personas con capacidad restringida, el o los apoyos designados
cuando, conforme a la sentencia, éstos tengan representación para determinados actos; de las personas incapaces
en los términos del último párr. del art. 32, el curador que se les nombre".
Representación convencional (art. 44 CPCCSF): la parte a pesar de tener capacidad procesal para intervenir
por sí misma, decide voluntariamente hacerlo a través de un representante legal (abogado apoderado,
procurador), pues de ella surge un contrato de mandato y no de la ley. Debe extender un poder (general o
especial) o mandato judicial ante autoridad competente para certificar el acto. Contrato de mandato.
Pueden ejercer la representación (conf. Ley 10.996):
- Abogados con título de Universidad Nacional (pueden ejercer simultáneamente: abogado y procurador)
ACREDITACIÓN DE LA PERSONERÍA.
La persona que se presente en juicio por un derecho que no sea propio, deberá acompañar con su primer escrito los
documentos que acrediten el carácter que inviste (conf. art. 46 CPCC).
● Procuradores o apoderados: acreditan su personería con la pertinente escritura de poder, o con una copia de éste,
si fuese un poder para realizar varios actos (art. 47 CPCC2 ).
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● Los padres que comparezcan en representación de sus hijos, no tendrán la obligación de presentar las partidas
correspondientes, salvo que el juez los emplazare a presentarlas (conf. art. 46 CPCC).
● Las personas jurídicas son representadas por quien indique el acta de constitución y los estatutos de la misma.
La “Unificación de la personería”, procede cuando en el proceso varias personas, con un mismo interés, conforman
la misma posición de parte (Ej.: Luis, Pedro y Andrés, despedidos por la misma causa, inician juicio contra su
empleador: Montse S.A.). En estos casos (que son de "litisconsorcio") el juez intimará a esas personas a que
unifiquen la personería, es decir, a que tengan un único representante para todos (art. 54). Finalidad: evitar la
repetición de escritos y trámites similares, logrando así economía procesal.
Requisitos: I) varias personas en la misma posición de parte; II) que tengan un interés común compatible.
Los abogados deben ejercer la defensa de sus clientes con lealtad y buena fe, sin tergiversar los hechos ni utilizar
maniobras incompatibles con la importante función de abogar.
Sujetos eventuales
En los sujetos eventuales del proceso (pueden intervenir o no), están quienes tienen algún interés en el resultado
final del litigio (pues de alguna manera están vinculados al conflicto) → terceros que pueden convertirse en partes
procesales y que, a partir de allí, pierden la calidad de terceros para designarse como partes procesales sucesivas.
El Ministerio Público.
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Funciona como parte adjunta. En muchos lugares funciona como un cuarto poder.
Institución estatal con competencia asignada por varias leyes, cuyo ejercicio lo convierte en una posible parte
procesal que se torna necesaria en todos los litigios de naturaleza penal y en gran parte de los no penales.
El Ministerio Público como órgano independiente, según lo dispuesto por el artículo 120 de la Constitución, que está
compuesto por
● Ministerio Público Fiscal: órgano estatal encargado de la persecución penal pública, o sea, intentar y lograr, según
el derecho que corresponde, el reconocimiento, por parte de los tribunales jurisdiccionales competentes, de la
existencia del poder penal (potestad represiva) del Estado en un caso concreto, y la imposición de la sanción que
corresponda al culpable.
Cuando varios sujetos ocupan el mismo campo -actor o demandado- y se encuentran unidos por ciertos lazos de
especial relevancia que los transforma en “litisconsortes”, es decir, partícipes de un emprendimiento apuntado a un
logro de beneficios coincidentes a través de la sentencia → se logra la formación de “litisconsorcio”, fundada en
vínculos de coincidencia entre sus integrantes.
PALACIO: Existe litisconsorcio cuando, por mediar cotitularidad activa o pasiva respecto a una pretensión única, o un
vínculo de conexión entre distintas pretensiones, el proceso se desarrolla con la participación (efectiva o posible) de
más de una persona en la misma posición de parte. En otras palabras, en un mismo proceso existen varios actores o
demandados.
Presupuesto: calidad de parte. Para ser litisconsorte se requiere ser sujeto de una pretensión y titulares de una
pretensión única o de pretensiones conexas, para lo cual necesariamente tendrían que atribuirse la titularidad
coparticipada de la relación sustancial en discusión o de otra a ella vinculada por la causa u objeto o por ambos.
EJE TEMÁTICO 9. LA ACTIVIDAD PROCESAL. Desarrollo de los elementos objetivos del proceso. Dr. Barucca
La actividad procesal. Finalidad. Objeto. Caracteres. Inactividad procesal. Clases. Principios que la
gobiernan. Iniciativa e impulso procesal. Distribución de la actividad. Preclusión procesal.
Apuntes de clases:
La finalidad de la actividad procesal es obtener una sentencia que es el modo normal de extinción del proceso.
El desarrollo del proceso tiene un fin: llegar a la sentencia que es el objeto del proceso.
Si no se llega a la sentencia, se trata de modos anormales de extinguir el proceso, por ejemplo, el allanamiento.
El impulso procesal es dispisitivo, lo impulsan las partes o de oficio. En ambos casos, el objetivo es evitar la
parálisis del procesoi y asegurar que se llegue a una resolución en un plazo razonable, garantizando así el
derecho a una tutela judicial efectiva.
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El ACTO PROCEDIMENTAL es aquel que se realiza con el objeto de iniciar, continuar o extinguir auto
compositivamente el desarrollo de la serie procedimental. Tiene vida y eficacia sólo dentro del proceso.
Finalidad: posibilitar el dictado de la sentencia con los efectos que le son propios o asegurar su resultado.
Objeto: estudia la idoneidad del acto para producir efectos (eficacia), su posibilidad jurídica, su moralidad y, la
correspondencia que debe existir entre el contenido y la forma.
Inactividad procesal
Ambas partes o una de ellas pueden quedar inactivas durante el curso del proceso, pero en diversos grados de
inactividad. El demandado puede abstenerse de cualquier actividad procesal; el actor, desde la actividad inicial
puede abstenerse de cualquier actividad posterior; se trata de “rebeldía” por lo tanto: rebeldía del actor, del
demandado o de ambos.
El actor, el demandado o ambos pueden comparecer en juicio y luego abstenerse de otras actividades. En este
caso, el pleito no se sigue en rebeldía, ni se le aplican las reglas de la rebeldía, aunque el pleito continúe durante
varias audiencias. Si solo una parte es inactiva, el pleito se va juzgando basándose en los actos de la otra parte. Si
lo son las 2, podrá el pleito incurrir con el tiempo en caducidad.
a- Actos que realizan las partes: Son siempre actos de instancia, pudiendo presentarse bajo la forma de
petición, reacertamiento, queja, denuncia y acción procesal.
b- Actos que realiza la autoridad: Un primer criterio, muestra actos de instrucción o de ordenación: implican
una conexión entre las distintas instancias mediante fórmulas legales de uso antiquísimo:
-Citaciones: la orden que emite la autoridad para que alguien –parte o tercero– comparezca al proceso para realizar
allí determinada actividad (para las partes constituye una carga; para los terceros, un deber).
-Traslados: la autoridad genera cargas procesales. Contiene siempre una orden que debe ser cumplida por el
destinatario en un término o plazo determinado por la ley o por la propia autoridad y un apercibimiento
(advertencia) acerca del efecto que sufrirá el incumpliente en contra de su propio interés.
- Vistas: la autoridad no genera carga procesal: la autoridad ordena simplemente que alguien vea una actuación
determinada a efectos de que proceda como quiera a su respecto. De tal modo, el silencio subsiguiente al traslado
produce un perjuicio al incumpliente; el que le sigue a la vista.
Un segundo criterio muestra la dirección de un acto en el cual se hallan presentes varias personas (por ej.: la
declaración testimonial de una persona, que se hace en presencia de las partes).
Actos que realizan ciertos auxiliares de la autoridad: Los auxiliares cumplen una específica misión en el proceso.
- Secretario: efectúa actos de documentación: son los que tienen por objeto incorporar al proceso las instancias
escritas o verbales de las partes, los instrumentos confirmatorios acompañados por ellas y las actuaciones escritas u
orales efectuadas por terceros, etc.
- Notificador: efectúa actos de comunicación: toda conexión procesal y todo acto de dirección debe ser notificado a
la contraparte de quien ejerció la respectiva instancia.
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Principios que la gobiernan. Iniciativa e impulso procesal. Preclusión procesal.
Dispositivo: Aquel en virtud del cual se confía a la actividad de las partes tanto el estímulo de la función judicial como
el aporte de los materiales sobre los que ha de versar la decisión del juez.
Se denomina “impulso procesal” al fenómeno por virtud del cual se asegura la continuidad de los actos procesales y
su dirección hacia el fallo definitivo. Se obtiene mediante una serie de situaciones jurídicas que unas veces afectan a
las partes y otras al tribunal.
2. PRECLUSIÓN. Refiere al orden en que las partes deben plantear alegaciones y aportar pruebas.
De acuerdo al mismo, el proceso se halla articulado en diversos períodos o etapas, dentro de cada cual deben
cumplirse ciertos actos, siendo ineficaces los que se ejecutan fuera del período o etapa que les está asignado.
El CPN se estructura en torno del principio de preclusión (el de Santa Fe también), por lo que las partes deben
ejercer sus facultades procesales dentro de los precisos momentos que marca la ley.
En un proceso de tipo preclusivo los hechos deberán ser aportados por las partes en sus escritos de demanda y
contestación, no pudiéndose agregar posteriormente otros hechos omitidos por aquellas.
Se entiende por actos procesales o procedimentales a “todo aquel que realiza un sujeto con el objeto de iniciar,
continuar o extinguir autocompositivamente el desarrollo de la serie”.
Lo típico de este acto es que tiene vida y eficacia sólo dentro del proceso en el cual se lo ejecuta y su finalidad no es
producir efectos externos sino posibilitar el dictado de la sentencia con los efectos que le son propios o asegurar su
resultado.
Por tanto, el acto procedimental se muestra como una especie del acto jurídico.
El acto procesal se diferencia del simple hecho (procesal, ejemplo, la muerte de las partes) en cuanto lleva ínsita en
su conceptualización la voluntad del agente emisor; y muestra en su estructura interna los mismos elementos del
género, sólo que modificados por la particularidad de la especie.
Los actos jurídicos procesales. Clasificación. La audiencia como acto procesal. El proceso por
audiencias. Proyectos legislativos. Derecho comparado.
Los actos jurídicos procesales son una subcategoría dentro de los actos procesales. Estos son actos específicos que
tienen la intención de producir efectos jurídicos dentro del proceso y que cumplen con ciertos requisitos de forma y
fondo para ser válidos, por ejemplo, demanda, contestación de la demanda, allanamiento.
Un acto jurídico procesal (que es una especie del acto jurídico) es un hecho voluntario y lícito que tiene por fin
inmediato crear, modificar o extinguir una relación jurídica procesal, es decir, un proceso (interponer una demanda,
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desistir de ella, reconvenir, producir una prueba, dictar sentencia, etc.). La denominación de "procesal" se debe a
que se desarrolla dentro del proceso.
COUTURE: acto jurídico emanado de las partes, de los agentes de justicia o aún de los terceros ligados al proceso,
susceptible de crear, modificar o extinguir efectos procesales.
ARAZI: todo acontecimiento que, de cualquier manera, influye en la relación procesal.
En la estructura de los actos procesales, Podetti distingue tres elementos: sujeto, objeto y forma. Con relación a los
sujetos, el acto procesal puede ser realizado por: a) el órgano y sus auxiliares; b) uno o más litigantes; c) uno o más
terceros, y d) el órgano, los litigantes y los terceros. Los sujetos deben ser capaces para el acto que realizan y estar
legitimados para cumplirlo.
El objeto del acto procesal es la finalidad que busca quien lo realiza, o el que lo pidió o quien cumple el acto. Como
acto jurídico que es, el acto procesal debe tener un objeto lícito, un fin no prohibido por la ley y reunir los requisitos
de lealtad, probidad y veracidad que exige el fin último del proceso, es decir, la justicia.
Respecto de la forma, ésta se refiere a la materialidad del acto y a la incidencia del tiempo sobre su eficacia.
1) Actos que realizan las partes: son siempore actos de instancia, pudiendo presentarsecomo petición,
reacertamento, queja, denuncia y acción. Las cuatro primeras son unilaterales (se dan solo entre quien insta
y la autoridad) en tanto que el último es necesariamente bilateral (debe tomar conocimiento de sus
existencia y contenido aquel respecto de quien se insta antes de que se emita decisión al respecto).
2) Actos que realiza la autoridad: un primer criterio muestra a los actos habitualmente denominados de
instrucción o de ordenación: implican una conexión entre las distintas instancias mediante fórmulas legales
de uso antiquísimo: citaciones, traslados y vistas.
3) Actos que realizan ciertos auxiliares de la autoridad: a la actividad procedimental concurre un conjunto de
auxiliares de la autoridad cuyo número y funciones varían de una legislación a otra: secretrario o actuario,
notificador oficial de justicia, martillero o subastador, depositarios, etc. cada uno de ellos cumple una
específica misión en el proceso que, como siemore, es contingente en los distintos códigos.
Al secretario le corresponde efectuar los actos de documentación que son aquellos que tienen por objeto incorporar
al proceso las instancias escritas o verbales de las partes, los instrumentos confirmatorios acompañados por ellas y
las actuaciones escritas u orales efectuadas por terceros, etc.
Al notificador le corresponde efectuar los actos de comunicación: toda conexión procesal y todo acto de dirección
debe ser notificado a la contraparte de quien ejerció la respectiva instancia. Para ello existen sólo dos métodos
posibles: el interesado ocurre ante la autoridad o ésta va hacia él por medio del notificador.
ACTOS DE CONCLUSIÓN O TERMINACIÓN. Objeto → dar fin al proceso. Acto normal de conclusión de todo proceso:
sentencia definitiva. Existen asimismo actos anormales de conclusión, pueden provenir de declaraciones de voluntad
formuladas por las partes (allanamiento, desistimiento, transacción y conciliación) o por consecuencia de un hecho
(caducidad de la instancia).
Otro medio de comunicación entre las partes y el juez y eventualmente con la intervención de terceros. Es el acto
por el cual el juez escuchará las peticiones que las partes formulen verbalmente, o las aclaraciones que ellas hacen a
sus requerimientos, las declaraciones de los testigos, las explicaciones de los peritos; todo esto se deja “constancia
en actas” que se agregan a los autos. Como principio son públicas.
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Notificación: las audiencias serán notificadas con anticipación no menor de 3 días, a no ser que razones especiales
exijan un término distinto. Se realizarán el día designado o el hábil siguiente si aquél fuese feriado, con el interesado
que asistiere o se tendrán por habidas si no asistiera ninguno (art. 92).
Las audiencias empezarán a la hora designada y los citados sólo tendrán la obligación de esperar 30 minutos,
transcurridos los cuales podrán retirarse dejando constancia en el libro de asistencia.
El juez debe firmar el acta cuando hubiera presidido la audiencia. Las partes podrán pedir copia del acta.
Convocatoria a audiencia - art. 202: “Los testigos serán citados con 3 días cuando menos de anticipación o dentro de
un plazo menor en caso de urgencia, por medio de cédula en que se transcriba el artículo siguiente.
Los elementos del acto procesal son: sujetos, objeto y actividad o antes que ésta, la causa y forma o, solo la forma.
- Sujetos: intervienen en los actos procesales. Deben ser capaces para el acto que realizan y estar legitimados para
cumplirlo. El acto procesal puede ser realizado por: I) órgano y sus auxiliares; II) uno o más litigantes; III) uno o más
terceros, y IV) órgano, los litigantes y los terceros.
- Forma: manera de exteriorizarse el acto, puede surgir de la ley, acordadas o costumbre. refiere a la materialidad
del acto y a la incidencia del tiempo sobre su eficacia. Algunos se exteriorizan oralmente y otros por escrito.
La forma de los actos procesales. Sistemas. Lugar. Domicilio. Domicilio procesal. Facultades judiciales.
Límites. Plazos procesales. Clasificación. Términos procesales. Actos de comunicación procesal.
Notificaciones procesales. Formas.
Las formas son imprescindibles en el proceso a efectos de asegurar su normal y correcto desenvolvimiento. Cumplen
una función de garantía y de seguridad.
La expresión “forma” se utiliza habitualmente para señalar el conjunto de solemnidades o requisitos extrínsecos que
deben acompañar al acto para ser idóneo en el desarrollo de la serie. El proceso es formalista.
Manera de exteriorizarse el acto procesal, puede surgir de la ley, de las acordadas o de la costumbre. Por lo general,
la forma del acto procesal es escrita, en idioma nacional y con tinta negra.
En cuanto a su estructura, suelen indicar: objeto o encabezamiento, datos del presentante (nombre y apellido,
constitución de domicilio, los autos en que interviene) y datos de los letrados (nombre, tomo, folio). A todos los
escritos, cuando se presentan se les deberá poner el cargo; indicación del juzgado, secretaria, fuero, día, mes, año y
hora en que fueron presentados.
Sistemas
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● Libertad de formas: las partes tienen la libertad de dirigirse al juez, en la forma que consideren más conveniente
sin necesidad de seguir un orden o sujetarse a reglas preestablecidas. No rige en Argentina.
● Legalidad de las formas: están establecidas en la ley, se debe expresar en el modo, tiempo y lugar que indica. Las
actividades se sujetan a las condiciones determinadas previamente, establecidas por la ley procesal. La
exteriorización del pensamiento no es libre, sino que se expresa en distintos modos, en el lugar y en el tiempo
preceptuado por las normas jurídicas procesales.
Lugar
Por lo general, se llevan a cabo en el lugar donde tenga su asiento el juez competente; realizándose algunos en el
edificio del juzgado (ej.: presentación de escritos) y otros fuera del juzgado (ej.: una inspección ocular; declaración
de testigos impedidos, etc.)
REGLA: en la sede del tribunal. Actos del juez y partes se realizan en la sede o recinto donde funciona el respectivo
juzgado o tribunal.
EXCEPCIONES: recepción de la prueba de confesión o testimonial en el domicilio del sujeto que se encuentra
imposibilitado de concurrir al juzgado o tribunal (art. 418 y 436 CPN); o reconocimiento judicial de lugares o cosas
(art. 479 inc. 1 CPN); inspección ocular y visitas domiciliarias; prácticas por el juez o por alguno de sus auxiliares;
constitución del juez para recibir declaración a un testigo impedido de concurrir a la sede del tribunal; subasta
judicial; asistencia del juez a la exhumación de cadáveres, etc.
Art. 382 CPN: "CUANDO LAS ACTUACIONES DEBAN PRACTICARSE FUERA DEL RADIO URBANO, PERO DENTRO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL, LOS JUECES
PODRÁN TRASLADARSE PARA RECIBIRLAS, O ENCOMENDAR LA DILIGENCIA A LOS DE LAS RESPECTIVAS LOCALIDADES". TAMBIÉN DISPONE QUE CUANDO SE
TRATARE DE UN RECONOCIMIENTO JUDICIAL "LOS JUECES PODRÁN TRASLADARSE A CUALQUIER LUGAR DE LA REPÚBLICA DONDE DEBA TENER LUGAR LA
DILIGENCIA".
Cuando se trata de actos procesales que deben realizarse fuera de la circunscripción en que ejerce competencia
territorial el respectivo juzgado o tribunal, debe encomendarse el cumplimiento de aquéllos, mediante libramiento
de exhorto u oficio, al juez de la correspondiente localidad (art. 453 CPN).
Domicilio: clases
Real - art. 73 ccyc: “la persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual. si ejerce actividad
profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones
emergentes de dicha actividad.”
Legal - art. 74 ccyc: “es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona reside de
manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones (…)”
art. 40 cpn: "toda persona que litigue por su propio derecho o en representación de tercero, deberá constituir
domicilio legal (procesal) dentro del perímetro de la ciudad que sea asiento del respectivo juzgado o tribunal (…)"
art. 40 cpccsf: “en su primera presentación, las partes deberán denunciar su domicilio real. si no lo hicieren o no
denunciaren su cambio, las resoluciones que deban notificarse en el domicilio real se notificarán en el domicilio legal
y en defecto también de éste, se observará lo dispuesto en el art. 37”
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Por otro lado, los actos de ciertos auxiliares del juez (notificadores, ujieres, oficiales de justicia) se cumplen en el
domicilio de las partes o terceros, aunque las constancias de éstos se incorporan luego al expediente. A los efectos
de realizar notificaciones, la ley impone a todo litigante el cumplimiento de una carga: constitución de domicilio
procesal dentro de un radio determinado y la denuncia del domicilio real.
Domicilio Procesal
Es el domicilio legal que fija todo el que comparezca en un proceso en su primer escrito.
Constituir el domicilio procesal consiste en fijar e individualizar un lugar físico, determinado y accesible, en donde se
practicarán todas las comunicaciones procesales relacionadas al proceso para el cual el domicilio se constituye.
Finalidad → asegurar un correcto desarrollo del proceso mediante las notificaciones a un sitio existente y
perfectamente individualizado.
El recaudo de constituirse se erige como carga procesal (imperativo del propio interés) para los que comparezcan
ante la autoridad jurisdiccional (partes, terceros coadyuvantes, martilleros, peritos, etc.). Su incumplimiento provoca
que el domicilio se constituya en la Secretaría donde se tendrán por notificadas, ministerio legis, todas las decisiones
jurisdiccionales que hubieren de notificarse en el domicilio procesal.
art. 37 cpccsf: “todo el que comparezca ante la autoridad judicial deberá constituir en el primer escrito su domicilio
legal dentro del radio urbano de la ciudad o pueblo que sea asiento del tribunal o juzgado. si no lo hiciere o el
domicilio no existiere o no subsistiere, se considerará que ha constituido domicilio legal en la secretaría y se le
tendrá por notificado de cualquier resolución o providencia en la forma y oportunidad establecida por el art. 61.”
El domicilio procesal debe ubicarse dentro del radio (ejido urbano) de la ciudad o pueblo que se sitúa el tribunal.
art. 38 cpccsf: “el domicilio legal producirá todos sus efectos desde la fecha de la providencia que lo tenga por
aceptado. se reputará subsistente mientras no se designe otro, salvo que el expediente se haya remitido al archivo o
hubiere transcurrido el término fijado para la caducidad del proceso, en cuyos casos las partes deberán constituirlo
nuevamente.”
El domicilio procesal no se tendrá por tal, o sea que no producirá efecto alguno, sino a partir de la providencia que lo
tenga por aceptado.
Éste se reputará subsistente y mantendrá todos sus efectos excepto: a) se cambie por otro, fijándose uno nuevo
(aclaración: producido el cambio de domicilio y dictada la providencia que lo aceptare, rige entonces, el nuevo
domicilio. El cambio de domicilio debe notificarse por cédula a la otra parte, art. 42 CPN; no es así en el CPCCSF); b)
el expediente se remita al archivo; c) haya transcurrido el término fijado para la caducidad del proceso. En tales
casos, las partes deberán constituirlo nuevamente.
Como regla, la eficacia de los actos procesales depende de su realización en el momento oportuno.
El plazo es el tiempo o lapso fijado -por ley o el juez- para la ejecución/cumplimiento de actos procesales (ej.: 15 días
para contestar la demanda). Los plazos tienen como fin regular el impulso procesal y hacer efectiva la preclusión de
las distintas etapas del proceso.
Los actos procesales deben practicarse en días y horas hábiles judiciales (las horas hábiles median entre las 7 y 20 hs
conf. CPN y según CPCCSF entre las 8 y 20 hs. Los días hábiles son todos los del año, excepto lo que determine el
Reglamento para la Justicia Nacional → sábados y domingos, feriados y asuetos administrativos nacionales y
provinciales, feria judicial, días festivos.), bajo pena de nulidad (conf. art. 152 CPN). Es decir, sanciona con nulidad a
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los actos cumplidos en horas y días inhábiles → nulidad relativa, pues el vicio queda convalidado si el litigante a
quien afecta no la invoca en tiempo oportuno.
Los jueces pueden habilitar días y horas cuando se tratase de diligencias urgentes, ej.: secuestros, embargos, etc.
art. 153 cpn: "a petición de parte o de oficio, los jueces y tribunales deberán habilitar días y horas cuando no fuere posible
señalar las audiencias dentro del plazo establecido, o se tratase de diligencias urgentes cuya demora pudiera tornarlas ineficaces
u originar perjuicios evidentes a las partes"
Conf. art. 156 Cód. Procesal, los plazos empiezan a correr “desde la notificación y si fuesen comunes desde la
última”. El inicio se computa a partir del día siguiente hábil, pues no se cuenta el día en que la diligencia se practica,
ni los días inhábiles.
Los plazos son susceptibles de suspensión (no iniciar el término) e interrupción (supone que el plazo cuyo cómputo
ha comenzado pierde eficacia y efectos por el tiempo transcurrido). La suspensión puede producirse de hecho, por
disposición judicial o acuerdo de partes; por orden judicial se fundamenta en el art 157. Son supuestos: muerte del
mandante o mandatario; fallecimiento de la parte que actúa personalmente; inhabilitación de una de las partes, etc.
. PLAZOS LEGALES: su duración está expresamente fijada/establecida por ley, ej.: 15 días para contestar la demanda
en el proceso ordinario (art. 338 CPN).
PLAZOS JUDICIALES: plazos fijados por el juez o tribunal (autoridad), ej.: el que el juez debe fijar para que los peritos
designados se expidan (art. 460 CPN).
Regla general: CPN establece que cuando él no fijare expresamente el plazo para realizar un acto, el juez lo señalará
conforme a la naturaleza del proceso e importancia de la diligencia (art. 155 párr. 2 CPN).
PLAZOS CONVENCIONALES: las partes pueden fijar de común acuerdo, o sea, pactado por las partes.
art. 157: “los apoderados no podrán acordar una suspensión mayor de veinte días sin acreditar ante el juez o tribunal la
conformidad de sus mandantes. las partes podrán acordar la abreviación de un plazo mediante una manifestación expresa por
escrito. los jueces y tribunales deberán declarar la interrupción o suspensión de los plazos cuando circunstancias de fuerza
mayor o causas graves hicieren imposible la realización del acto pendiente”
PLAZOS PERENTORIOS: (o preclusivo o fatal) al vencer producen la caducidad del derecho que no se usó, o sea, opera
automáticamente la caducidad de la facultad procesal para cuyo ejercicio se concedió. Todo plazo perentorio es
improrrogable, pero no todo plazo improrrogable es perentorio. El CPN consagra el principio de la perentoriedad de
todos los plazos legales y judiciales (art. 155).
PLAZOS NO PERENTORIOS: (o no fatal) aquellos que, a pesar de estar vencidos, el acto puede ejecutarse mientras la
parte contraria no pida la caducidad. Carecen de fatalidad en el vencimiento, pueden cumplirse sin fijación de plazo
alguno.
PLAZOS PRORROGABLES: cuando cabe prolongarlo a raíz de una petición unilateral en ese sentido formulada con
anterioridad a su vencimiento. O sea, hay prolongación de su vencimiento.
4.PLAZOS INDIVIDUALES: corren independientemente para cada parte, aun en el caso de que, como ocurre en el
litisconsorcio, actúe más de una persona en la misma posición de parte.
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PLAZOS COMUNES: su cómputo se efectúa conjuntamente para todos los litigantes (partes contrarias o
litisconsortes), es decir, corren conjuntamente para todas las partes.
Característica: comienzan a correr desde el día siguiente al de la última notificación (art. 156 CPN).
En los plazos individuales y comunes, los términos empiezan a correr desde la notificación.
4. PLAZOS ORDINARIOS: previstos para los casos comunes, o sea, rigen para todos los casos. Se fijan sobre la
base de que el sujeto citado tenga su domicilio dentro de la circunscripción judicial correspondiente al
órgano actuante o que el acto respectivo deba ejecutarse dentro del ámbito de tal circunscripción.
5. PLAZOS EXTRAORDINARIOS: cuando se autoriza la prolongación de ordinario. Atiende a la distancia existente
entre el domicilio de las partes y la circunscripción territorial donde funciona el juzgado o tribunal, ej.: lo
concede el juez para que conteste la demanda el demandado domiciliado o residente fuera de la jurisdicción
o de la República (arts. 342 y 158 CPN).
art. 70 cpccsf: “los términos o plazos procesales son improrrogables y perentorios. fenecen con pérdida del derecho que se ha
dejado de usar, sin necesidad de declaración judicial ni petición alguna. los escritos no presentados en las horas de oficina del
día que vence el plazo respectivo podrán ser entregados válidamente en secretaría, con o sin cargo de escribano, dentro de las
horas de audiencia del día hábil inmediato.”
Términos procesales
Es el momento preciso en el cual ha de ser realizado el acto, ej.: el día tal a tal hora. En otras palabras, el término, es
el hito que marca precisamente hasta qué momento puede cumplirse el acto procesal, en cambio, el plazo es el
lapso de tiempo dentro del cual es necesario cumplir un acto procesal.
art. 71 cpcc fe: “los términos judiciales empezarán a correr para cada litigante desde su notificación respectiva; si fueren
comunes, desde la última que se practique, no se contará el día en que tuviere lugar la diligencia ni los inhábiles. no se
suspenden sino por fuerza mayor declarada discrecionalmente por el juez o por acuerdo de partes. los términos de horas se
cuentan desde la siguiente a la de la notificación y correrán aún durante las inhábiles.”
La norma prevé 2 supuestos para que se produzca la suspensión: I) fuerza mayor, y II) acuerdo de partes.
CITACIÓN (convocatoria o llamado del tribunal para que una persona concurra ante el órgano jurisdiccional) y
EMPLAZAMIENTO (fijación de un plazo para el ejercicio de un derecho. Es el llamamiento para que una persona
dentro del término que se fije, ejecutará un acto procesal):
art. 72 cpccsf: “en los juicios contenciosos, con excepción de la ejecución hipotecaria y de prenda con registro, entablada la
demanda se emplazará al demandado para que comparezca a estar a derecho dentro del término de 3 días, si tuviere su
domicilio en el lugar del juicio; de 10, si lo tuviere dentro de la provincia; de 20 dentro de la república; y de 40 a 80, en el
extranjero; con apercibimiento de ser declarado rebelde y seguirse el juicio en la forma que corresponda.”
art. 73 cpccsf: “si el domicilio fuere desconocido o la persona incierta, el emplazamiento se efectuará por edictos que se
publicarán tres veces. el término vencerá cinco días después de la última publicación.”
art. 74 cpccsf: “cuando el domicilio del demandado se encuentre fuera del juzgado, se acompañará al oficio o exhorto la cédula
de notificación, en dos ejemplares. tratándose de notificaciones dentro de la provincia, podrán hacerse también por cédulas
postales, en la forma prevista por el artículo 66.”
art. 75 cpccsf: “si se hubieran fijado dos o más términos distintos para el comparendo, se estará al último que venza.”
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1. Cargo: es el acto en cuya virtud el funcionario que la ley designe al efecto deja constancia, al pie de todo escrito
presentado o comunicación dirigida al Tribunal, del día, hora y año en que se verifica la presentación o recepción.
Reviste las características propias de un instrumento público.
2. Notificaciones procesales. Actos procesales de comunicación/transmisión por los cuales se pone en conocimiento
de las partes o terceros, el contenido de las resoluciones judiciales. Fin: asegurar el principio de contradicción.
Formas de notificación:
POR MINISTERIO DE LA LEY (o por nota o automática): Regla general en materia de notificaciones: se presume que
las partes quedan notificadas de todas las resoluciones judiciales los días martes y viernes ("días de nota"), aunque
no hayan consultado el expediente. No se comprende a las resoluciones que se deben notificar por cédula.
art. 133: “salvo los casos en que procede la notificación por cédula y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente, las
resoluciones judiciales quedarán notificadas en todas las instancias los días martes y viernes. si uno de ellos fuere feriado, la
notificación tendrá lugar el siguiente día de nota.”
En este tipo de notificación el plazo comienza a correr desde el día siguiente hábil al día de nota. Ej.: si se notificó un
martes, el plazo comienza a correr desde el miércoles, si éste fuese hábil, de lo contrario, corre desde el jueves.
La notificación automática encuentra su fundamento en la carga que tienen las partes de concurrir a secretaría los
días hábiles mientras dure el proceso. Se exige como requisito obstativo a la operatividad de esta notificación, que el
interesado concurra a secretaría y deje prueba de su asistencia firmando el libro que, al efecto, debe llevar
personalmente el secretario. En relación al libro de asistencia, el art. 61 CPCCSF expresa que no se permitirá la firma
al litigante que tenga notificaciones pendientes, sancionándolo con multa aplicable de oficio.
TÁCITA (art. 134): el que retire el expediente (en préstamo) queda tácitamente notificado de todas las resoluciones
que haya en el expediente. Lo mismo en el caso de retiro de copias realizado por la parte, su apoderado o letrado. Se
tiene por efectuada en cuando todo el contenido del expediente, por el solo hecho de haber sido retirado por la
parte de la secretaría correspondiente.
PERSONAL (art. 135 CPN y 60 CPCCSF): la parte o su apoderado concurre al juzgado y deja una nota firmada en el
expediente expresando que se notifica cierta resolución. También debe firmar -como controlel secretario o
prosecretario. Es la que se cumple ante el actuario, haciéndose constar en autos.
La notificación personal realizada por el letrado patrocinante tiene los mismos efectos que si la realiza la parte.
art. 142 (conf. ley 25.488): "forma de la notificación personal. la notificación personal se practicará firmando el interesado en el
expediente, al pie de la diligencia extendida por el prosecretario administrativo o jefe de despacho."
art. 143 (conf. ley 25.488): "notificación por examen del expediente. en oportunidad de examinar el expediente, el litigante que
actuare sin representación o el profesional que interviniera en el proceso coma apoderado, estarán obligados a notificarse
expresamente de las resoluciones mencionadas en el artículo 135. si no lo hicieran, previo requerimiento que les formulará el
prosecretario administrativo o jefe de despacho, o si el interesado no supiere a no pudiere firmar, valdrá como notificación la
atestación acerca de tales circunstancias y la firma de dicho empleado y la del secretario."
POR CÉDULA (art. 135 CPN y 62-63 CPCCSF): una forma notificatoria de excepción. La cédula es un escrito (hecho a
máquina de escribir, por computadora o en formulario impreso) firmado por el abogado o por el secretario o
prosecretario del juzgado, que tiene como fin comunicar una resolución judicial. Deben redactarse en doble
ejemplar, permite determinar si se han cumplido con las formalidades de la ley.
Practicada por un oficial público en el domicilio del interesado, o sea, trata de una notificación expresa a domicilio.
Los funcionarios judiciales quedarán notificados el día de la recepción del expediente en su despacho. Deberán
devolverlo dentro del tercer día, bajo apercibimiento de las medidas disciplinarias a que hubiere lugar.
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La vía idónea para cuestionar la validez de la notificación por cédula es la incidental.
Otros medios de notificación: Por el art. 136 (conf. ley 25.488) en los casos en que procede la notificación por cédula,
la notificación puede hacerse por otros medios. El letrado elige el medio para notificar, y si fracasa un medio de
notificación, puede intentar con otro sin ninguna manifestación o pedido previo en el expediente.
POR ACTA NOTARIAL: o sea, mediante la intervención de un escribano público. Debe tener el mismo contenido que
la cédula. El escribano encargado de practicarla dejará al interesado copia del instrumento haciendo constar, con su
firma, el día y la hora de la entrega. El original se agregará al expediente con nota de lo actuado, lugar, día y hora de
la diligencia, suscripta por el notificador y el interesado, salvo que éste se negare o no pudiere firmar, de lo cual se
dejará constancia (conf. art. 140).
POR TELEGRAMA (con copia certificada y aviso de entrega) o POR CARTA DOCUMENTO (con aviso de entrega): Estos
deben tener el mismo contenido que la cédula. La fecha de notificación será la que conste como fecha de entrega al
destinatario. Al expediente se debe agregar copia del telegrama o carta documento enviado y la constancia de
entrega al destinatario (conf. art. 144). No está prevista en Santa Fe.
POR EDICTOS (art. 67 CPCCSF): consiste en notificar por medio de la prensa, de los diarios. ¿Cuándo procede?
Además de los casos determinados en el Código, "cuando se trate de notificar a personas inciertas o cuyo domicilio
se ignore" (art. 145), o sea, no hay conocimiento del domicilio.
Se publican los edictos (art. 146) en el Boletín Oficial y en un diario de los de mayor circulación del lugar del último
domicilio del citado (si fuera conocido) o, en su defecto, del lugar del juicio. Salvo en el proceso sucesorio, cuando los
gastos de la publicación fueren desproporcionados con el monto del juicio, se prescindirá de los edictos y la
notificación se practicará en la tablilla del juzgado.
Contenido de los edictos (art. 147): los edictos contendrán, en forma sintética, las mismas enunciaciones de las
cédulas, con transcripción sumaria de la resolución. La resolución se tendrá por notificada al día siguiente de la
última publicación.
POR RADIODIFUSIÓN O TELEVISIÓN (art 148): por pedido del interesado, el juez puede ordenar que los edictos se
anuncien por radio o televisión. Las transmisiones se harán en el modo y medio que determine la reglamentación de
la superintendencia.
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Requisitos de la notificación y forma de practicarse - art. 64 cpccsf: “las notificaciones se practicarán a más tardar el día siguiente
de ser dictada la providencia o resolución respectiva, o antes si el juez o tribunal lo ordenare o estuviere dispuesto para casos
especiales.”
Nulidad de las notificaciones y trámite - Art. 69 cpccsf: “son nulas las notificaciones efectuadas en contravención a lo
dispuesto precedentemente, en un domicilio falso o por edictos si conocía el domicilio de quien la pidió. el empleado, culpable
de omisión, demora o nulidad incurrirá en falta grave y se hará además pasible en su caso, de las responsabilidades civiles y
penales a que hubiere lugar. no serán nulas las notificaciones si el defecto que contengan no hubiere impedido al interesado
conocer en tiempo el acto judicial, su objeto esencial y el juzgado de donde procede.”
Inobservancia de las formas procesales. Irregularidad. Nulidad. Admisibilidad. Inexistencia. Nulidades procesales.
Clasificaciones. Teoría. Presupuestos. Principios. Medios. El incidente. La excepción. El recurso (ordinario y
extraordinario). La acción autónoma. La revisión.
La falta de regularidad generará: “irregularidad”, o sea, no se respeta el patrón legal. Defectuoso o viciado. La
irregularidad manifiesta una forma de violar la legalidad de las formas, pero el vicio no es grave ni produce
indefensión o crisis en el derecho al debido proceso; sino que es válido y eficaz. Suceden cuando el acto se presenta
deficitario en sus requerimientos formales, pero no dan lugar a la revocación, ni a su saneamiento.
Varias pueden ser las irregularidades de un acto procedimental: las que afectan a su admisibilidad, a su validez, a su
eficacia, a su eficiencia y a su oponibilidad. Podrá ser atacada por la vía de la inoponibilidad (en cuanto a los sujetos
que realizaron el acto) y de la anulabilidad (en cuanto a las condiciones y requisitos del acto realizado).
art. 128 cpccsf: “la irregularidad de un acto de procedimiento quedará subsanada: 1) si ha cumplido sus finalidades específicas
respecto de la parte que puede invocarla; 2) si el interesado se manifiesta sabedor del acto, así sea tácitamente, y no solicita su
anulación dentro de los tres días de su notificación o de la primera actuación o diligencia posterior en que intervenga. las
nulidades de orden público quedan purgadas por la cosa juzgada.”
El plazo de 3 días para deducir impugnación se computa desde que el interesado tomó conocimiento del acto.
Nulidad.
Nulidad: “Sanción por la cual la ley priva a un acto jurídico de sus efectos normales cuando en su ejecución no se han
guardado las formas prescriptas para ello.” (Alsina)
Nulidad procesal: privación de efectos imputada a los actos del proceso que adolecen de algún vicio en sus
elementos esenciales y que, por ello, carecen de aptitud para cumplir el fin al que se hallen destinados. No tienden a
reparar la justicia o la injusticia de una decisión judicial.
Para que proceda la declaración de nulidad es REQUISITO la petición de parte interesada, salvo que se trate de una
nulidad de orden público.
art. 125 cpccsf: “las nulidades deben declararse a petición de parte interesada. las de orden público podrán ser alegadas por
cualquiera de las partes o por el ministerio público, en todo estado y grado de la causa; el juez deberá pronunciarlas de oficio.”
TRÁMITE: Solicitada la nulidad por alguno de los interesados, se imprimirá el trámite incidental (art. 326 CPCCSF y
art. 175 CPCCN).
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PETICIÓN Y DECLARANDO: La nulidad puede ser solicitada por las partes o declarada de oficio. Las partes podrán
solicitar la nulidad si se dan los recaudos. El juez la declarará de oficio, lo hayan solicitado o no cualquiera de las
partes, cuando el vicio involucre el orden público o se encuentren comprometidos los presupuestos esenciales para
una sentencia válida.
EFECTOS: La declaración de nulidad priva de todo efecto al acto procesal, restituye al estado anterior a su realización
tal como si el acto no hubiere existido. La anulación se proyecta, consecuencialmente, a todos los actos posteriores
que han sido derivación de aquél; no a los actos anteriores ni a aquellos que no tienen conexión ni dependen del
invalidado.
Puede ocurrir que se declare la nulidad parcial del acto, o sea, la ineficacia afecte sólo una faceta o porción del acto
impugnado. En uno u otro caso (total o parcial) el Juez deberá indicar expresamente el alcance de la nulidad.
art. 174 cpccn: “la nulidad de un acto no importará la de los anteriores ni la de los sucesivos que sean independientes de dicho
acto. la nulidad de una parte del acto no afectará a las demás partes que sean independientes de aquélla.”
Inexistencia.
Es un acto que se halla desprovisto (le falta) de los requisitos mínimos indispensables para su configuración jurídica,
ej.: en el ámbito procesal, la sentencia dictada por un funcionario ajeno a la magistratura, o pronunciada oralmente,
o carente de la parte dispositiva, o provista de un dispositivo imposible o absurdo, etc.
A diferencia de la nulidad, la inexistencia no apunta, como advierte IMAZ, a la validez del acto (coherencia con los
elementos y requisitos que la ley le impone), sino a su vigencia: la posibilidad de su efectivo acatamiento.
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Presupuestos. Presupuestos a que se halla condicionada la declaración de nulidad:
● Existencia de vicio en algún elemento del acto procesal. art. 169 cpn: "ningún acto procesal será declarado nulo si la
ley no prevé expresamente esa sanción. sin embargo, la nulidad procederá cuando el acto carezca de los requisitos
indispensables para la obtención de su finalidad. no se podrá declarar la nulidad, aun en los casos mencionados en los
párrafos precedentes, si el acto, no obstante, su irregularidad, ha logrado la finalidad a que estaba destinado".
● Demostración de interés jurídico en la invalidación del acto, y que la nulidad no es imputable a quien pide su
declaración. art. 171 cpn: "la parte que hubiere dado lugar a la nulidad, no podrá pedir la invalidez del acto realizado".
Principios
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1.EXISTENCIA DE VICIO: falta, defecto o irregularidad en un elemento del acto procesal que lo ubica incumpliendo
las formas previstas en el ordenamiento y lo deja expuesto (susceptible) a la declaración de nulidad. Existencia
de un acto irregular: (con un vicio) no guarda las formas que para su validez exige el modelo patrón.
2.PRINCIPIO DE LEGALIDAD: (o principio de especificidad). El Cód. Procesal lo recepta en el art. 169 párr. 1ero:
“ningún acto procesal será declarado nulo, si la ley no prevé expresamente esta sanción”.
Consiste que la sanción de nulidad debe estar expresamente prevista en el ordenamiento o en la ley → cuando
la norma impone un procedimiento a seguir y, a la par, para su incumplimiento establece explícitamente la
sanción de nulidad (ej. art. 149 CPCCN: “Será nula la notificación que se hiciere…”)
Se prevé igualmente su declaración -aun sin sanción legal expresa- cuando hubiere omisión o grave defecto de
algún elemento sustancial que proyecte severas consecuencias materiales o procesales (ej.: la falta de una
debida integración de la litis o la omisión de nombrar defensor al rebelde que no tiene domicilio conocido).
3.PRINCIPIO DE TRASCENDENCIA: El art. 169 Cód. Procesal párr. 2do y 3ero, dice […] “sin embargo, la nulidad
procederá cuando el acto carezca de los requisitos indispensables para la obtención de su finalidad. no se podrá
declarar la nulidad, aun en los casos mencionados en los párrafos precedentes, si el acto, no obstante, su
irregularidad, ha logrado la finalidad a que estaba destinado”.
El acto viciado debe provocar un daño grave al solicitante. Se considera que el perjuicio es grave cuando, de
algún modo, ha provocado indefensión. La gravedad del vicio debe evidenciarse, o sea, la declaración de nulidad
procede si hay perjuicio demostrado, y el daño no puede recomponerse de otro modo que no sea declarando la
invalidez del acto.
Así, no se recepta la nulidad por la nulidad misma; es decir, no es atendible que su declaración sólo tenga por
objeto sindicar la irregularidad, sin que se obtenga ningún beneficio ni restitución de lo que se hubiere privado
(ej.: CPCCN exige expresar el interés en la declaración y mencionar las defensas que se ve privado de oponer).
Debe existir un interés jurídico protegible con fundamento en que el acto ocasiona perjuicio a alguna de las
partes. Al momento de decidir la declaración de nulidad de un acto, si se enfrentan 2 principios, prevalece éste,
no el de legalidad.
4.PRINCIPIO DE BUENA FE: Implica que aquél que ha contribuido a la irregularidad del acto, no podría beneficiarse
con la obtención de la nulidad. Se advierte tanto una variante del “venire contra factum” como del conocido
adagio “nemo auditur propiam turpitudem…”. Debe relacionarse con el art. 24 CPCCSF.
Muchos autores refieren como “principio de protección”, en tanto implica que la nulidad sólo puede declararse a
solicitud del interesado; no debe alegar la nulidad aquél que al actuar concurrió a cometer el vicio o sabía o
debía saber su existencia. Por lo tanto, no estaría legitimado para solicitarla el que ha coadyuvado, con su obrar
culpable, a la gestación del vicio. Del mismo modo, si la formalidad estaba prevista en favor de una sola de las
partes, no podría ser alegada por su contraria. El art. 171 establece: “La parte que hubiere dado lugar a la
nulidad, no podrá pedir la invalidez del acto realizado”. Se trata de proteger la validez del acto.
Por efecto de la preclusión, la nulidad ya no puede solicitarse y ello acarrea la purga. Desde que el interesado
toma conocimiento del vicio, tiene 3 días (CPCCSF) o 5 días (CPCCN) para solicitar la nulidad; vencido tal plazo,
sin que se ejerza impugnación, el acto queda intacto y mantiene sus efectos. Excepción, vicios de orden público
cuya declaración es procedente en todo grado o estado de la causa (art. 125 CPCCSF).
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El Cód. Procesal lo define como subsanación de los actos nulos → una persona, plenamente capaz de obligarse y
de disponer de sus bienes, que es parte en el proceso, conoce el vicio que hace anulable un acto jurídico y no
ejerce actividad alguna. La subsanación es la posibilidad de reparar o remediar el defecto que vicia el acto. Se
efectúa: I) Actuando el interesado de conformidad con el acto viciado. II) Produciendo el interesado un nuevo
acto que confirma o ratifica el acto anulable. III) El acto ha cumplido con su finalidad. IV) Indiferente a los fines
del proceso. V) Sustitución del acto viciado: su repetición con caracteres de regularidad. VI) Revalidación del acto
6. PRINCIPIO DE FINALIDAD: Consecuencia del carácter instrumental de las formas procesales, el principio tiene
lugar cuando, al estar reunidos todos los recaudos para la declaración de nulidad, el acto viciado ha
cumplido igualmente con la finalidad para la que estaba previsto. Ej.: el art. 69 CPCC SE prevé que la
notificación irregular no será declarada nula cuando ha permitido que el interesado tome conocimiento del
acto y ejerza debidamente su derecho cumpliendo así su finalidad.
Basta con que el acto carezca de alguno de los requisitos indispensables o esenciales en orden a la obtención de su
fin, para que el juez declare la nulidad.
En el CPCCN, la finalidad se trata desde 2 vertientes. Como presupuesto de nulidad cuando el acto carezca de lo
indispensable para cumplir con su finalidad (art. 169 párr. 2) y como expurgatorio cuando, no obstante, su
irregularidad, el acto ha logrado la finalidad a que estaba destinado (art. 169 párr. 3).
FUNCIONAMIENTO DE LOS RECAUDOS: Los recaudos antedichos deben funcionar de manera conjunta y sin que
ninguno de ellos haya excluido a alguno de los otros. Ej.: el acto viciado puede reunir los requisitos de 1, 2 y 3, pero
si ha sido consentido (supuesto 5) no se logrará la declaración de nulidad. Igualmente, si encaja con 1, 2, 3, 4 y 5,
pero no obstante ha cumplido su finalidad (6).
Son incidentes las cuestiones que se suscitan durante la tramitación de un pleito y que tienen alguna conexión con
él. CHIAPPINI lo define como cuestión distinta del principal asunto del juicio, pero con él relacionada, que se ventila y
decide por separado, suspendiendo a veces el curso de aquél.
- Incidente es suspensivo: su interposición provoca la paralización del proceso principal. Paralización que perdura
mientras se sustancia y hasta tanto sea definitivamente resuelta la cuestión accidental.
- Incidente no suspensivo: regla general. Su interposición no paraliza el trámite del proceso principal; esto es que la
cuestión esencial continúa debatiéndose sin que el accidente haga mella en la tramitación de aquél.
En efecto, conforme un uso judicial por todos conocido, éste corre agregado "por cuerda floja" → el expediente o
cuestión incidental que por no ser suspensivo del procedimiento debe tramitarse en pieza separada pero que va
unido por un piolín -efectivamente ligado- al expediente principal.
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La excepción o acción. Si el acto que se atacó fue realizado por la contraparte. Se contempla entre las excepciones
admisibles en el juicio ejecutivo (art. 545 CPN) frente a la hipótesis de que mediare incumplimiento de las normas
establecidas para la preparación de la vía ejecutiva.
En los procesos ordinarios (de conocimiento plenario) las excepciones siguen el camino de las dilatorias; y en los
ejecutivos corresponden a la defensa de fondo por violación de las garantías constitutivas de la instancia.
El recurso (ordinario y extraordinario). Medios por los cuales las partes que se consideren agraviadas o perjudicadas
por una resolución, puedan solicitar la revocación a modificación, total o parcial de ella, dirigiéndose para ello, según
los casos, al mismo Juez que la dictó o a otro de mayor jerarquía.
Clasificación:
- Ordinarios: son los que el Código concede en situaciones normales y tienen por objeto subsanar irregularidades
procesales (“error in procedendo”) o errores de juicio (“error in iudicando”).
Clasificación:
●Recurso de Reposición o Revocatoria (art. 238-241): establece la posibilidad que el juez revoque por contrario
imperio la misma providencia que dictada, porte o determine un vicio consecuente. Medio de más breve alcance y
efectos inmediatos, pues introduce la denuncia en la misma instancia.
●Recurso de Apelación (art. 242-252): vía típica de alegación. Elegida ésta impide ir a otra senda impugnativa.
Recurso de Nulidad (art. 253): si el acto que se atacó fue realizado por autoridad.
Si durante el proceso, alguna resolución judicial adolece de irregularidades, causando perjuicio a las partes, el medio
de impugnarla es: "recurso ordinario de nulidad". Procede cuando la sentencia tiene defectos de lugar, tiempo o
forma, o sea, violación u omisión de requisitos formales exigidos por ley.
- Extraordinarios: concedida por ley en casos excepcionales, siempre que se den condiciones expresamente
determinadas. Tipos: I) Apelación ante la Corte Suprema Nacional. II) Inaplicabilidad de la ley (288-303)
El CPN no admite la acción (pretensión) de nulidad como vía autónoma tendiente a obtener la declaración de
nulidad total o parcial de un proceso. El único supuesto de acción de nulidad es el del art. 771, que autoriza contra el
laudo de los amigables componedores en la hipótesis de haberse fallado fuera de plazo o sobre puntos no
comprometidos; debiendo entablarse dentro de los 5 días de aquél en que se hizo saber el laudo.
Fin: que se deje sin efecto una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada en caso de fraude procesal. (Arazi)
La revisión.
Según PODETTI la revisión es el remedio procesal extraordinario encaminado a examinar de nuevo una sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, cuando se ha llegado a ella por medios irregulares o ilícitos, sin culpa o
negligencia del vencido, prescindiendo o incorporando nuevos elementos de prueba en el nuevo juicio, los que de
haberse conocido con anterioridad al dictado habrían cambiado fundamentalmente la decisión.
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Se trata de un remedio procesal o pretensión invalidatoria autónoma que da vida a un proceso distinto de aquel en
el cual recayó la sentencia firme que se persigue hacer caer.
La revocabilidad de la cosa juzgada (es “res judicata”, lo decidido, lo que ha sido materia de decisión judicial. Se
puede definir como la inatacabilidad de una sentencia jurisdiccional una vez que ha quedado firme) puede obtenerse
mediante: I) ACCIÓN DE NULIDAD DE LA COSA JUZGADA: se trata de una construcción jurisprudencial pretoriana. II)
RECURSO DE REVISIÓN: vía impugnativa que se interpone por ante el órgano jurisdiccional supremo en jerarquía,
fundado en un motivo normativamente determinado y que persigue la revocación de una sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada.
Contiene una pretensión. (art. 130 CPCC) afirmar o negar los hechos.
(hechos jurídicamente relevantes) Resolución judicial Todos estos son “actos procesales”, tienen sujeto,
-Petitum (Ej. Quiero que me pague Notificar (por cédula) objeto, forma, lugar)
Lo que me debe)
Art. 130 CPCC Sta Fe.- La demanda será deducida por escrito y expresará:
1) el nombre, domicilio real y legal, nacionalidad, estado civil, profesión u oficio del demandante.
2) el nombre y domicilio del demandado, si se conocieren;
3) la designación precisa de lo que se demanda y su apreciación pecuniaria. Cuando no fuere posible fijarla con exactitud,
se suministrarán los antecedentes que puedan contribuir a su determinación aproximada;
4) las cuestiones de hecho y de derecho, separadamente. Las primeras serán numeradas y expuestas en forma clara y
sintética, omitiéndose toda glosa o comentario, los que se podrán hacer en la parte general del escrito;
5) la petición en términos claros y precisos.
En su caso, el escrito de demanda será acompañado del acta de finalización del procedimiento de mediación prejudicial
obligatoria.
Art. 145 CPCC Sta. Fe. Si hubieren hechos controvertidos o de demostración necesaria, se abrirá la causa a prueba.
Contra el auto que la deniegue, procederán los recursos de reposición y apelación en subsidio.
El término de prueba será común.
La prueba deberá recaer sobre los hechos contradichos o afirmándose en el proceso. El juez no podrá pronunciarse antes
de la sentencia sobre la pertinencia de los hechos alegados o de la prueba solicitada. Pero será desechada la que sea
notoriamente improcedente o prohibida por la ley.
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En la realidad, se producen intercambios, conductas, experiencias, interacciones y muchas están impregnadas de
análisis jurídico. Cuando se produce un conflicto intersubjetivo de intereses y es llevado al Tribunal, se produce un
recorte de la realidad; es decir, las cosas son como las cuento y no como realmente sucedió.
Los hechos controvertidos son, por lo general, todos jurídicamente relevantes. Las normas jurídicas tienen
presupuesto de hecho.
La teoría de la prueba en el proceso judicial es la teoría que viene a desarrollar el Derecho Probatorio ¿pero, qué es
el derecho probatorio? Es el conjunto de normas jurídicas que regula el ofrecimiento, la producción y la valoración
de elementos probatorios. La prueba es una actividad trascendental dentro del proceso.
Para Devis Echandía, la prueba es “es el conjunto de motivos o razones, que de los medios aportados se deducen y
que nos suministran el conocimiento de los hechos para los fines del proceso”.
De allí deduce tres aspectos de la definición: 1. SU MANIFESTACIÓN FORMAL: es decir, los MEDIOS utilizados para
llevarle al juez el conocimiento de los hechos, como testimonios, documentos, indicios, etc.; 2. SU CONTENIDO
SUSTANCIAL o ESENCIAL: o sea, las RAZONES O MOTIVOS que de esos medios se deducen en favor de la existencia o
inexistencia de los hechos; 3. SU RESULTADO SUBJETIVO: o sea, el convencimiento que con ellas se trata de producir
en la mente del juzgador.
En cambio por ÓRGANOS, se entiende a las “personas que se limitan a colaborar con el juez en la actividad probatoria, como los
TESTIGOS actuarios de las inspecciones que exigen algunos Códigos de Procedimiento, o a suministrarle el conocimiento del
objeto de la prueba, como los PERITOS, INTÉRPRETES, TESTIGOS COMUNES, FUNCIONARIOS JUDICIALES O ADMINISTRATIVOS O
DE POLICÍA que expiden copias o certificados, las PARTES que confiesan en interrogatorios y que no son las autores de los
documentos allegados al proceso, y aún los DETECTIVES Y FUNCIONARIOS DE POLICÍA Y DE LABORATORIOS FORENSES y que
investigan los hechos para suministrar los indicios, huellas digitales, pruebas de otro orden y cualesquiera de otros experimentos
científicos que tengan algún valor probatorio; por lo tanto los órganos de prueba son generalmente LOS TERCEROS NO
INTERVINIENTES Y LAS PARTES sólo cuando son autores del medio de prueba, CONFESIÓN o DOCUMENTO, pero NUNCA EL JUEZ”
(DEVIS ECHANDÍA y CLARIÁ OLMEDO).
La mayoría de la doctrina coincide en que se prueban afirmaciones (enunciados) de hechos. Las enunciaciones
pueden ser verdaderas o falsas. Como actor voy a tratar de mostrar que los hechos son verdaderos y la otra parte
tratará de mostrar que son falsos.
¿Existe en el proceso, una relación entre la verdad y la prueba? La verdad en el proceso es una verdad por aproximación.
Objeto de la Prueba
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En un sentido OBJETIVO Y ABSTRACTO significa “todo aquello sobre lo que puede recaer la prueba, lo que se puede
probar en general” (o sea, los “hechos jurídicamente relevantes”, descartando los hechos simples). Sería “todo lo que
puede ser susceptible de demostración histórica (como algo que existió, existe o puede llegar a existir) y no
solamente lógica (como sería la demostración teórica de un silogismo o de un principio filosófico), es decir, los
hechos naturales o síquicos y lo que pueda asimilarse a éstos.
En los procesos civiles, el objeto son los hechos controvertidos. En el proceso penal, el objeto es la materialidad del
hecho.
El artículo 896 del C.C. dice que los hechos son “Todos los acontecimientos susceptibles de producir alguna adquisición,
modificación, transferencia o extinción de los derechos y obligaciones”.
PALACIO define a los hechos como “Todos aquellos sucesos o acontecimientos externos o internos susceptibles de percepción o
deducción”
Esto implica que pueden ser objeto de prueba:
Los HECHOS PRESENTES, PASADOS o FUTUROS (y lo que puede asimilarse a éstos -COSTUMBRES y LEY EXTRANJERA).
Puede tratarse de HECHOS REALES, pero también de HECHOS SIMPLEMENTE HIPOTÉTICOS, no solo “futuros” (como en el caso
del lucro cesante futuro) sino “pasados”, esto es, de hechos que habrían podido acontecer en determinadas circunstancias o en
ciertas condiciones (ROSEMBERG).
En sentido jurídico se entiende por HECHOS: “a) todo lo que puede representar una conducta humana, los sucesos,
acontecimientos, hechos o actos humanos, voluntarios o involuntarios, individuales o colectivos, que sean perceptibles, inclusive
las simples palabras pronunciadas, sus circunstancias de tiempo, modo y lugar y el juicio o calificación que de ellos se tenga; b)
los hechos de la naturaleza, en que no interviene la actividad humana; c) las cosas o los objetos materiales y cualquier aspecto
de la realidad material sean o no productos del hombre, incluyendo los documentos; d) la persona física humana, su existencia
y características, estado de salud, etc.; e) los estados y hechos síquicos o internos del hombre, incluyendo el conocimiento de
algo, cierta intención o voluntad y el consentimiento tácito o la conformidad (el expreso se traduce en hechos externos: palabras
o documentos), siempre que no impliquen una conducta humana apreciable en razón de hechos externos, porque entonces
correspondería al primer grupo” (ROSEMBERG y DEVIS ECHANDÍA).
OBJETO DE PRUEBA EN CONCRETO: en un sentido CONCRETO significa “todos los hechos que interesa
que se prueben en un proceso determinado”.
*No confundir con TEMA DE PRUEBA que tiene un significado más limitado - “lo que necesita prueba en cada
proceso”-; así, los hechos presumidos o notorios o indefinidos forman parte del ‘objeto concreto de prueba en
determinado proceso’, pero no necesitan prueba y no forman parte del ‘tema de prueba’ de ese proceso.
El tema o necesidad de prueba es definido por DEVIS ECHANDÍA como “el conjunto de hechos materiales o síquicos,
en sentido amplio, que sirven de presupuesto a las normas jurídicas aplicables en cada proceso, y que la ley exige
probar por medios autorizados”.
Teoría Chiovendiana:
Está basada en la naturaleza de los hechos invocados por las partes. Tuvo su origen en el art. 1315 del Código
napoleónico y acogida por Giuseppe Chiovenda, quién clasificó los hechos en constitutivos, impeditivos y extintivos,
y partiendo de dicha trilogía sostiene que la cuestión de la carga de la prueba se reduce a establecer cuáles son los
hechos que, considerados como existentes por el juez, deben bastar para inducirlo a estimar la demanda.
En atención a ello, llegó a la conclusión que el actor debe probar los hechos:
Constitutivos: aquellos hechos que normalmente producen determinados efectos jurídicos (Ej.la
existencia del crédito)
Impeditivos: es decir, la ausencia de los presupuestos que obstaculizan que los hechos constitutivos
produzcan efectos jurídicos (nulidad de la obligación)
Extintivo, que conduce a la fulminación del hecho jurídico (ej.pago, prescripción)
Hechos excentos de prueba.
(A pesar de ser parte del presupuesto de hecho de pretensiones y excepciones) -recordemos que el DERECHO no
debe probarse <<iura novit curiae>>-:
81
A) HECHOS NO AFIRMADOS: por ninguna de las partes. Dado el principio de congruencia entre el contenido de la
sentencia y las afirmaciones formuladas por las partes -art. 163 del CPCN- la regla es que “No podrán
producirse pruebas sino sobre hechos que hayan sido articulados por las partes en sus escritos respectivos”
(art. 364, apartado 1°). En suma, como dice CARNELUTTI, los hechos no afirmados no son para el juez.
Art. 163 CPCN(…) Las presunciones no establecidas por ley constituirán prueba cuando se funden en hechos reales
y probados y cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeren convicción según la
naturaleza del juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
Excepciones: 1. hechos notorios; 2. máximas de la experiencia; 3. hechos evidentes.
CASO ESPECIAL: ----HECHO NUEVO (que debe reunir las siguientes características para ser admitido: 1. tener relación con la
cuestión controvertida; 2. ser conducente o sea prima facie, idóneo, para influir en la decisión del pleito; 3. que se
haya producido con posterioridad a la contestación de la demanda, o que, siendo anterior, llegue recién a
conocimiento de la parte; 4. que sea alegado oportunamente; y, en la alzada, a que su acaecimiento haya sido
posterior a la oportunidad prevista en el artículo 365 del CPN -5 días después de notificada la providencia de
apertura de la causa a prueba- o que haya sido indebidamente rechazado en primera instancia
b) HECHOS AFIRMADOS POR UNA DE LAS PARTES Y “ADMITIDOS” POR LA OTRA: A las partes concierne -entre otras cargas-
la de “afirmación” de sus pretensiones (positiva en el caso del actor y negativa en el caso del contradictor, aunque en
la dinámica del proceso esto es relativo y variable, ya que tanto uno como otro pueden afirmar en lugar de hechos
positivos, hechos negativos). Pues bien, con las limitaciones que surgen de la ley o de la indisponibilidad del objeto
procesal, el juez debe tener por exacto “el hecho concordantemente afirmado por las partes” (CARNELUTTI distinguía
afirmación “Unilateral” -discorde- que es condición necesaria para su posición en la sentencia, de la afirmación
“Bilateral” -concorde- que es a tal fin condición suficiente. Los hechos “no afirmados” no pueden ser puestos; los
hechos afirmados concordantemente tienen que ser puestos).
*Excepciones: 1. hechos de demostración necesaria (por virtud de la ley); 2. cuando el objeto sea indisponible para
las partes -procesos relativos al estado civil y a la capacidad de las personas-; 3. hechos manifiestamente imposibles
o inverosímiles (aunque aquí tampoco resulta concebible la producción de la prueba).
*Problema: Cuando no media admisión expresa, sino silencio o respuestas evasivas de la parte a quien se oponen. La
solución es según las legislaciones, lo normal es que se establezca una presunción en contra del contradictor que
autoriza al juez a estimar las afirmaciones como reconocidas “fictamente” (siempre que sean hechos pertinentes y
lícitos) -art. 356, inciso 1 del CPCN-. De todas maneras el perjudicado por la presunción puede ofrecer prueba para
arrostrar dichas presunción (ver. art. 143 del CPCSta. Fe.). El CPCN dice que los jueces “pueden”, mientras que el
CPCSta. Fe. implica el reconocimiento de los hechos, salvo que el rebelde se presente y pida la apertura a prueba de
la causa.
Art. 143. La falta de contestación a la demanda, aun en el juicio de rebeldía, o a la reconvención implica el
reconocimiento de los hechos articulados por el actor o reconviniente, sin perjuicio de la prueba en contrario
que produjera el demandado o reconvenido.
Omitida la contestación, se llamará los autos para sentencia, si correspondiere; decreto que se revocará si
aquéllos solicitaren la apertura a prueba.
Cuando no hay reconocimiento expreso, la doctrina dice que deben admitirse las PRUEBAS “CORROBORANTES” que
quiera aportar quien afirmó, así como las PRUEBAS EN CONTRARIO que ofrezca quien primero calló.
c) HECHOS PRESUMIDOS LEGALMENTE: Cuando un hecho goza de presunción legal (sea que admita o no prueba en
contrario) está exento de prueba. La PRESUNCIÓN “NO ES UNA PRUEBA” SINO LA EXENCIÓN O DISPENSA DE PRUEBA.
Si la parte interesada aduce pruebas sobre el hecho presumido esa PRUEBA ES SUPERFLUA O INNECESARIA O INÚTIL,
por lo cual el juez debe rechazarla, a menos que se esté impugnando; pero el hecho es objeto concreto de prueba,
aunque no requiera actividad probatoria.
La presunción legal “absoluta” exime o dispensa de prueba a los hechos presumidos (una presunción legal dice
COUTURE es una proposición normativa acerca de la verdad de un hecho. Si admite prueba en contrario, se dice que
es relativa; si no la admite, se denomina absoluta). La presunción “relativa” produce una inversión de la carga
probatoria (ARAZI).
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Ejemplos: Presunción Absoluta: artículo 3631 del C.C. (“el testamento hecho con las formalidades de la ley vale
durante la vida del testador, cualquiera que sea el tiempo que pase desde su formación. Mientras no está revocado,
se presume que el testador persevera en la misma voluntad”). Presunciones Relativas: Artículo 878 del C.C. (“siempre
que del documento original de donde resulte la deuda, se halle en poder del deudor, se presume que el acreedor se
lo entregó voluntariamente, salvo el derecho de éste de probar lo contrario”.
*Pero cuidado, SIEMPRE HAY QUE PROBAR el hecho DETERMINANTE DE LA PRESUNCIÓN (es decir, aquél del cual se
deriva la presunción de verdad del HECHO CONSECUENTE). Así, hay que probar que se tiene el Testamento o el
Documento que instrumenta la deuda, etc.
d) HECHOS MATERIA DE COSA JUZGADA O DE DECISIÓN PREJUDICIAL: Si el hecho está reconocido en sentencia con
valor de cosa juzgada o que constituya prejudicialidad, es obvio que no necesita otra prueba. Ej: en el artículo 1102
del C.C. se prevé que “Después de la condenación del acusado en el juicio criminal, no se podrá contestar en el juicio
civil (resarcitorio) la existencia del hecho principal que constituya el delito ni impugnar la culpa del condenado”. A la
inversa, el 1103 del C.C.: “Después de la absolución del acusado, no se podrá tampoco alegar en el juicio civil la
existencia del hecho principal sobre el cual hubiere recaído la absolución”. Ambas normas se explican luego con la
lectura del art. 1101 del C.C.: “Si la acción criminal hubiese precedido a la acción civil o fuere intentada pendiente
éste, no habrá condenación en el juicio civil antes de la condenación del acusado en el juicio criminal, con excepción
de los casos siguientes: 1) Si hubiera fallecido el acusado antes de ser juzgada la acción criminal, en cuyo caso la
acción civil puede ser intentada o continuada contra los respectivos herederos; 2) En caso de ausencia del acusado,
en que la acción criminal no puede ser intentada o continuada”.
e) HECHOS EVIDENTES: Estos hechos son “conocidos por todos” y se extraen de los principios elementales de la vida,
del conocimiento general de las cosas y de la experiencia de lo que ocurre normalmente en el desarrollo de las
mismas. No hace falta hacer prueba para justificar que de noche los objetos son menos visibles que de día, cuando
esto es motivo de una argumentación en un pleito de cualquier naturaleza. Es decir, es evidente (EISNER).
Está en las nociones elementales, ni siquiera de la ciencia, sino del vivir, admitir que la luz se propaga más rápido que
el sonido; que el adulto tiene más fuerza que un recién nacido. que yendo a 150 Km/h. no se puede frenar en dos
metros.
Claro está (dice EISNER) que estos hechos evidentes, aunque no necesitan de prueba por parte de quien desea
justificarlos, pueden merecer y aceptar la prueba del adversario; porque cada día el avance de la ciencia va
mostrando que hechos que se tenía por evidentes, como ciertos pacíficamente, han pasado a la historia de las ideas
científicas a raíz de otras nuevas.
f) HECHOS NORMALES: El que invoca el hecho normal no debe probarlo, pues este es un “standard jurídico” o sea
“Un nivel medio de conducta, de comportamiento, de reacciones, que la ley permite a los jueces tener como medida
de una conducta normal y, por lo tanto, admitir como cierto sin necesidad de prueba” (EISNER).
Así, los actos de comercio persiguen fines lucrativos; no sólo porque lo diga el C.Com. sino porque esto es un hecho
“normal”. Lo mismo, cuando se alega la capacidad del adulto; el que alega en pleito la capacidad normal de
discernimiento, de juicio, de voluntad de un sujeto adulto, no necesita probarlo. Podrá probar aquél que por razón de
su defensa o de su actitud en el juicio, alegue lo contrario: la falta de discernimiento, de voluntad, o sea de
capacidad. Lo mismo pasa con la BUENA FE, no sólo porque la ley la presume, sino porque es del orden normal de las
cosas. Por tanto, quien alegue la mala fe, deberá probarlo.
g) HECHOS NOTORIOS: Hecho notorio es “aquél que se conoce como cierto pacíficamente, en un medio
determinado, en un ambiente determinado, en un grado de cultura determinado”.
Así, lo que es notorio para un campesino no lo es para un hombre de ciudad (ej. cuando conviene sembrar
determinada semilla, etc.) y viceversa (el uso de los subterráneos, etc.).
Pero “la notoriedad está dada, más bien, no tanto por el conocimiento real que tenga el juez o las partes, de un
hecho difundido, sino por la posibilidad de acudir a las fuentes que están al alcance de cualquiera y confirmar la
certeza de un hecho”. Decía EISNER “es notorio que la Revolución Francesa ocurrió en el año 1789 y no he estado, ni
ustedes; y lo damos por cierto”.
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Hechos notorios TRANSITORIOS: son la mayoría de los conocidos como verdades históricas (guerras, revoluciones,
terremotos, ciclones, la clase de gobierno de un país en un época determinada y las personas que ocuparon el cargo
de reyes, dictadores o presidentes, etc.).
*Hechos notorios PERMANENTES: son los geográficos (altura de montañas, mares que existen, topografía plana o
montañosa de una región, ciudades importantes de un país, etc.).
La notoriedad NO ES EL HECHO MISMO, ni forma parte de éste, ni es cualidad esencial para su existencia, sino algo
distinto y separado del hecho, que se produce en el entendimiento de las personas que lo presenciaron o que
posteriormente lo conocen.
Si el juez está seguro de la notoriedad de un hecho que interesa al proceso “debe darle preferencia sobre el acuerdo
que en contrario existe, sea por admisión o por confesión expresa” (DEVIS ECHANDÍA).
En resumen, creemos que hay NOTORIEDAD SUFICIENTE -dice DEVIS ECHANDÍA- para eximir de prueba a un hecho,
sea permanente o transitorio, cuando en el medio social donde existe o tuvo ocurrencia, y en el momento de su
apreciación por el juez, sea conocido generalmente por las personas de cultura media en la rama del saber humano a
que corresponda, siempre que el juez pueda conocer esa general o especial divulgación y que por su parte tenga
certeza de tal hecho, en forma que no le deje dudas respecto de su existencia presente o pasada; esa doble
convencimiento del juez (sobre la existencia del hecho y acerca de su notoriedad) , puede ser resultado de sus
conocimientos previos o de la investigación privada que haga, o de la pruebas aducidas con ese propósito al proceso.
En caso de duda, EL JUEZ DEBE DECRETAR PRUEBAS DE OFICIO.
*la llamada “NOTORIEDAD JUDICIAL”: se trata de “hechos conocidos por el juez o tribunal como institución, en
razón de su actividad oficial o de procesos anteriores o de cualquier naturaleza, como explica ROSEMBERG, en virtud
de sus mismas FUNCIONES, como dicen KISH y LENT” (ej. interdicciones de incapaces, declaraciones de mayoría de
edad o de fallecimiento, nombramientos de tutores, la fusión de dos sociedades, la manía de los pleitos o las
persistentes imposturas de una de las partes”. Salvo en el derecho alemán donde existe norma que la habilita, la
noción de notoriedad judicial ha sido rechazada por la mayoría de los autores y excluida de las legislaciones. Atención
que aquí el JUEZ NO ES TESTIGO pues conoce los hechos en virtud de sus FUNCIONES.
*CONOCIMIENTO PRIVADO DEL JUEZ: No pueden ser introducidos, pues entonces el JUEZ sería TESTIGO y debería
declinar su competencia por excusación (lo que no está en el expediente no está en el mundo dicen algunos autores).
El material de los hechos es solo disponibilidad de las PARTES.
h) HECHOS IMPERTINENTES: Enseña PEYRANO que “prueba pertinente es aquella que tiende a acreditar la existencia
de un hecho controvertido materia de la litis”. Por el contrario, sería IMPERTINENTE que una de las partes ofreciera
producir la prueba de un hecho que aparentemente se encuentra totalmente desvinculado de la sustancia litigiosa.
En virtud del art. 145 del CPCSta. Fe, el juez no puede pronunciarse sino en la SENTENCIA sobre la pertinencia (o
impertinencia) de las pruebas ofrecidas y producidas, lo cual es un dispendio. Mejores sistemas (Proyecto Morello, el
actual sistema del CPCN, etc.).
Dice DEVIS ECHANDÍA que, si el hecho no puede influir en la decisión, su prueba es claramente innecesaria. En este
caso el juez debe rechazar la prueba, por economía procesal, pero sólo cuando sea absoluta o manifiesta la
impertinencia.
ALVARADO VELLOSO dice que “hecho impertinente” es igual a “hecho no articulado en los escritos constitutivos del
proceso”; en cambio, PEYRANO sostiene que “hecho impertinente es aquél que resulta prima facie ineficaz para
generar los efectos jurídicos perseguidos por quien los alega”.
g) HECHOS IMPOSIBLES: se trata de aquellos respecto de los cuales existe imposibilidad física o jurídica de probarlos.
BENTHAM enseñó que “Los hechos considerados como imposibles se pueden dividir en dos clases: primera, hechos
imposibles en su totalidad, porque de suponérselos verdaderos constituirían la violación de alguna ley de la
naturaleza, manifiesta y generalmente reconocida; segunda, hechos imposibles en cierto grado, porque son
verdaderos y tal vez se realizan todos los días en determinada medida, pero resultan falsos en el grado que les
atribuye el testimonio en cuestión”.
h) HECHOS CUYA PRUEBA PROHIBE LA LEY: En este caso la ley de fondo y puede citarse, entre otros, el art. 326 del
C.C. que prohíbe indagar la maternidad cuando sea con objeto de atribuir el hijo a una mujer casada.
*Muy diferente es el caso de la prohibición de un medio de prueba o de la exigencia de uno especial , para un
hecho determinado; entonces no hay limitación al objeto ni al tema de prueba porque el hecho puede ser probado y
necesita prueba, sino a la libertad de medios.
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La prueba del derecho.
Existe un estrecho vínculo entre la regla general de que el derecho no se prueba y el principio general que consagra
la presunción de su conocimiento; no tendría sentido la prueba del derecho, en un sistema en el cual éste se supone
conocico. El conocimiento, trae la obligatoriedad de la aplicación de la norma.
Esta regla, sin embargo, tiene algunas excepciones que son objeto de solución especial. Así, por ejemplo, cuando la
existencia de la ley es discutida o controvertida, se produce ina interferencia entre el campo del hecho y del
derecho.
A) Derecho nacional. "La ley nacional es un derecho que simplemente se alega sin depender de la prueba" dice la
nota al artículo 13 del Código Civil de la República Argentina. En realidad, el juez debe aplicar la ley nacional aun
cuando no haya sido alegada por las partes e, incluso, en caso de que éstas la hayan alegado mal, según el conocido
brocárdico "iura novit curia" que deriva del principio general acerca de la obligatoriedad de las leyes después de su
publicación, sin que pueda aducirse su ignorancia (doctrina arts. 1º y 2º Código Civil).
¿Cuál es el alcance de ley nacional?: se trata de la legislación argentina aun cuando no rija en toda la Nación. La
organización federal de nuestro país hace que existan disposiciones locales que, en oportunidades, deben aplicar los
jueces nacionales o los de provincias distintas de la que las dictó.
Las normas locales forman parte del derecho nacional y el juez tiene el deber de aplicarlas de oficio: las partes se
encuentran exentas de la carga de la prueba (conf. Francisco Carnelutti, "Sistema de derecho procesal civil", trad. N.
Alcalá Zamora y Castillo y S. Sentís Melendo, Uteha, Buenos Aires, 1944, tº II, pag. 91). Para su aplicación el juzgador
puede ordenar medidas tendientes al conocimiento de la legislación local o procurarse ese conocimiento fuera del
proceso.
B) Derecho extranjero. El artículo 13 del Código citado dice: "La aplicación de las leyes extranjeras, en los casos en
que este Código la autoriza, nunca tendrá lugar sino a solicitud de parte interesada, a cuyo cargo será la prueba de la
existencia de dichas leyes. Se exceptúan las leyes extranjeras que se hicieren obligatorias en la República por
convenciones diplomáticas, o en virtud de ley especial". Y la nota a ese mismo artículo aclara: "La ley extranjera es
un hecho que debe probarse".
La ley 22434 incorporó al CPN el siguiente texto que ahora es el tercer apartado del artículo 377: "Si la ley extranjera
invocada por alguna de las partes no hubiera sido probada, el juez podrá investigar su existencia y aplicarla a la
relación jurídica materia del litigio".
La categórica afirmación en la nota al artículo 13 del Código Civil en el sentido de que la ley extranjera es un hecho,
ha merecido justificadas críticas. Se sostiene, con razón, que las normas jurídicas no pierden su naturaleza por la
circunstancia de traspasar la frontera del Estado que las ha creado, y siempre que la relación jurídica determine
como aplicable una norma, con prescindencia de su origen, sea nacional o extranjera, se está frente a una cuestión
de derecho (Gualberto Lucas Sosa "La prueba de las normas jurídicas y la reforma procesal", L.L. 132-1229; Santiago
Sentís Melendo, "Aplicación de la ley extranjera" en "El juez y el derecho", Ejea, Buenos Aires, 1957, pag. 134).
El CPN se ha quedado a mitad de camino: el juez tiene el deber de aplicar el derecho que corresponda, con
independencia de su invocación por las partes y puede alcanzar el conocimiento de la norma fuera del proceso o por
medio de oficios a las delegaciones diplomáticas que corresponda o por consulta a reconocidos juristas en la materia
(conf. Falcón, ob. cit. pag. 257).
El término podrá incluido en el tercer apartado del artículo 377 citado es confuso; los jueces no tienen atribuciones
que pueden utilizar o no a su exclusivo arbitrio: las facultades que las leyes les otorgan son para que sean utilizadas
inexcusablemente cuando sea necesario. Además, la norma es discordante respecto del actual artículo 36, inciso 4º
del CPN que impone al juez el deber de esclarecer los hechos; con mayor razón tiene el deber de aplicar el derecho,
sea nacional o extranjero.
El artículo 13 del Código Civil no constituye un obstáculo para legislar sobre la aplicación de la ley extranjera pues,
por tratarse de una norma procesal, cualquier Código Procesal puede hacerlo.
La prueba anticipada.
Siguiendo a Couture, “se llama prueba anticipada a aquella que se produce antes de la iniciación del proceso, en
previsión de que luego no pueda practicarse. Este es el caso de los testigos que se hallan gravemente enfermos o en
trance de ausentarse, de los documentos que pueden perderse o ser destruidos , etc. La razon de ser la prueba
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anticipada está en la necesidad de hacer posible la producción de pruebas que en su oportunidad podrían no
obtenerse”.
La carga de la prueba. Reglas. Conceptos. Inversión. Falta de prueba.
Vargas: es una carga subjetiva: me dice quién tiene que probar los hechos constitutivos, los impeditivos, los
modificativos y los extintivos.
En el proceso dispositivo, no se trata sólo de reglas para el juez, sino también de reglas o de normas para que las
partes produzcan las pruebas de los hechos, al impulso de su interés en demostrar la verdad de sus respectivas
proposiciones.
Carga de la prueba quiere decir, en su sentido estrictamente procesal, conducta impuesta a uno o a ambos litigantes,
para que acrediten la verdad de los hechos enunciados por ellos.
Quien no prueba los hechos que ha de probar, pierde el pleito; puede quitarse esa carga de encima, probando, es
decir, acreditando la verdad de los hechos que la ley le señala.
Reglas
El principio general de la carga de la prueba puede caber en dos preceptos:
a- En materia de obligaciones, el actor prueba los hechos que suponen existencia de la obligación, y el reo, los
hechos que suponen la extinción de ella.
b- En materia de hechos y actos jurídicos, tanto el actor como el reo prueban sus respectivas proposiciones.
Vargas: reglas de la carga de la prueba objetivas y subjetivas; ej. Te condeno no porque sea verdad que no pagaste
sino porque no probaste que pagaste.
Santa Fe no tiene regla de la carga de la prueba, se utiliza la regla de la sana crítica.
Art. 710 CCCN. Principios relativos a la prueba. Los procesos de familia se rigen por los principios de libertad, amplitud y
flexibilidad de la prueba. La carga de la prueba recae, finalmente, en quien está en mejores condiciones de probar.
Art. 1734 CCCN. Prueba de los factores de atribución y de las eximentes. Excepto disposición legal, la carga de la prueba de los
factores de atribución y de las circunstancias eximentes corresponde a quien las alega.
Art. 1735 CCCN. Facultades judiciales. No obstante, el juez puede distribuir la carga de la prueba de la culpa o de haber actuado
con la diligencia debida, ponderando cuál de las partes se halla en mejor situación para aportarla. Si el juez lo considera
pertinente, durante el proceso debe comunicar a las partes que aplicará este criterio, de modo de permitir a los litigantes
ofrecer y producir los elementos de convicción que hagan a su defensa.
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Facultades del juez. Las medidas para mejor proveer. Modernas tendencias.
El juez tiene el deber de fallar.
Art. 3 CCCN.- Deber de resolver. El juez debe resolver los asuntos que sean sometidos a su jurisdción mediante una
decisión razonablemente fundada.
Las medidas para mejor proveer responden al principio de autoridad en el proceso desde que eleva la figura del
juez demostrando con ellas como se ejerce la autoridad dentro del proceso. Estas medidas proponen esclarecer
hechos controvertidos, con la diferencia que se ordenan cuando se ha cerrado la etapa probatoria.
Es una disposición destinada a esclarecer las circunstancias de facto, y tiene como límite el marco de la contradicción
inicial, es decir que, en principio, no puede suprimir la controversia a resolver, ni aportar medios que no fuesen
ofrecidos por los litigantes. El principio de igualdad quedaría indefenso si el juez obrara abusando de la
discrecionalidad que obtiene, llegando a ser parcial y sin la debida distancia que caracteriza su gestión
desinteresada. Sin embargo, las providencias en comentario ostentan, en nuestra opinión, una particularidad inicial
que las contiene: ellas no pueden suplir la negligencia de las partes, pero tampoco pueden evadir, a sabiendas, el
compromiso hacia la verdad y la justicia. Las etapas a superar estribarían en el ofrecimiento, la producción, y la
incorporación oficiosa de una prueba que propicie el esclarecimiento definitivo de los hechos. Por eso interpretamos
que, aun ante la ausencia de prueba ofrecida, puede el juez convocarla y producirla si considera que, mediante ella,
reportaría un elemento decisivo para solucionar el conflicto.
Asimismo, si llega a su conocimiento la existencia de una prueba que puede trascender en el proceso, y aun siendo
esta de testigos, podrá generar su desenvolvimiento sin quebrar por ello el principio de igualdad procesal, porque
con esa decisión no sustituye la actividad de alguna de las partes, sino que tiende a despejar las dudas emergentes
de la situación enojosa.
Guasp decía que el juez no podía ir en busca de testigos porque no los conoce, y aun conociéndolos lo sabe por
declaraciones que los señalan; en cambio, las otras pruebas: confesión, documentos, peritajes, reconocimiento
judicial, preexisten al proceso y llegan a él como fuentes que el propio magistrado adopta para su práctica169 . Bajo
el marco que presenta nuestro código, puede afirmarse que el juez debe procurarse el conocimiento de los hechos
controvertidos y conducentes cuando ello le sea imprescindible para poder dictar una sentencia justa, pudiendo a
esos fines valerse de todas las medidas de prueba que a su juicio sean razonables y suficientes, a condición de que
no medie agravio sustancial para el derecho de defensa, ya que una actividad pasiva o de libertad negativa que
adscribe el pronunciamiento final a una solución formal o aparente, no se conforma con el servicio de justicia.
Para Couture, la prueba difícil pone en relieve la desigualdad entre las partes en el proceso judicial, ya que una parte
puede enfrentar mayores obtsáculos para producir pruebas que respalden sus afirmaciones o defensas.
EJE TEMÁTICO 12: LA IMPUGNACIÓN PROCESAL: Conocimiento de los sistemas de revisión e impugnación judicial.
Vargas
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Impugnabilidad objetiva y subjetiva. Agravio e interés. Resoluciones recurribles. El acto de impugnación. Instancia y
motivación. Efectos de las impugnaciones. Personalidad y extensión del recurso.
1° instancia
2° instancia ORDINARIA
5° instancia (CIDH)
Lo logrado
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Garantia de los recursos: para Vargas, es convencional.
Dictada y notificada la sentencia de primera instancia, se abre una nueva etapa del procedimiento, durante la cual
ella queda a merced de la impugnación de las partes. Esa posibilidad de impugnación consiste en la facultad de
deducir contra el fallo los recursos que el derecho positivo autoriza.
Entre los numerosos recursos del derecho procesal, deben destacarse el de apelación y el de nulidad. Ambos se
hallan orientados hacia la corrección de las principales desviaciones que pueden advertirse en las sentencias.
Estos recursos son procedimientos técnicos de revisión surgidos a raíz de la impugnación formulada por la parte
lesionada. Ésta, tacha a la sentencia de nula o injusta. A partir de ese instante, el fallo queda provisionalmente
privado de sus efectos.
La impugnación del recurrente apareja la suspensión de los efectos de la sentencia. Dentro del plazo durante el cual
las partes pueden imponer los recursos (5 días), la sentencia es un acto jurídicosometido a condición suspensiva.
Los efectos del fallo de primera instancia, quedan sometidos a condición suspensiva durante la segunda instancia; y,
rechazado el recurso, cesan los efectos suspensivos, adquiriendo el acto el carácter de puro y simple desde la fecha
de su expedición.
El juez puede incurrir en error en dos aspectos de su labor. Uno de ellos consiste en la desviación o apartamiento de
los medios señalados por el derecho procesal para su dirección del juicio. Este error compromete la forma de los
actos, su estructura externa, su modo natural de realizarse. Se le llama tradicionalmente error in procedendo.
El segundo error o desviación no afecta a los medios de hacer el proceso, sino a su contenido. No se trata ya de la
forma, sino del fondo, del derecho sustancial que está en juego. Este error consiste normalmente en aplicar una ley
inaplicable, en aplicar mal la ley aplicable o en ni aplicar la ley aplicable. Puede consistir, asimismo, en una impropia
utilización de los principios lógicos o empíricos del fallo. Este error se llama error in judicando.
Por tanto, el error in judicando, cuya consecuencia natural es la sentencia injusta constituye lo que en nuestro
derecho se llama AGRAVIO. Y que la sentencia que es fruto de error in procedendo constituye lo que se conoce como
NULIDAD.
Agravio y Nulidad
Agravio es la injusticia, la ofensa, el perjuicio material o moral. El litigante a quien la sentencia perjudica afirma que
ésta le infiere agravio y acude a mayor juez a expresar agravios. El recurso dado para reparar los agravios es la
apelación. Entre el agravio y el recurso media la diferencia que existe entre el mal y el remedio.
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La nulidad, es la desviación en los medios de proceder. El recurso dado para reparar la nulidad es la anulación, en
otros términos, el recurso de nulidad.
La impugnación, stricto sensu, funciona en el proceso civil como: recursos judiciales, incidentes, excepciones, e
inclusive, situaciones particulares de revisión como el juicio ordinario posterior a un proceso ejecutivo.
Cada uno constituye una herramienta que se debe oponer en tiempo y forma oportunos, y están sujetos a requisitos
singulares.
Al hablar de los medios de impugnación de las sentencias, parte de la doctrina moderna formula una disticnión entre
remedios y recursos.
- Remedios: tienen por objeto la reparación de errores procesales y su decisión se confía al propio
juez o tribunal que incurrió en ellos;
- Recursos: persiguen un nuevo examen por parte de un tribunal jerárquicamente superior, llamado a
ejercer un control sobre la “justicia” de la resolución impugnada (vías de reexamen).
Para Palacio “cabe definir a los recursos como aquellos actos procesales en cuya virtud, quien se considera agraviado
por una resolución judicial pide, en el mismo proceso y dentro de determiandos plazos computados desde la
notificación de aquella, que un órgano superior en grado al que la dictó, o en su caso este mismo, la reforme,
modifique, amplíe o anule”
Para Podetti, es más apropiado caracterizar a los recursos como una especie dentro de los remedios que la
legislación en general acuerda a fin de complementar, rescindir, anular o modificar actos jurídicos.
Los recursos revisten dos características fundamentales que los distinguen de los simples remedios procesales, a
saber: 1º) No cabe, mediante ellos, proponer al respectivo tribunal el examen y decisión de cuestiones que no fueron
sometidas al conocimiento del tribunal que dictó la resolución impugnada.
2º) Los recursos, tanto ordinarios como extraordinarios, no proceden cuando la resolución ha alcanzado autoridad
de cosa juzgada o se encuentra preclusa.
Entre los remedios procesales, en cambio, es el caso de recordar el juicio de conocimiento posterior al juicio
ejecutivo, en el que cabe el planteamiento de cuestiones ajenas a este último, cuya iniciación es viable no obstante
la autoridad de cosa juzgada en sentido formal alcanzada por la sentencia de remate.
La clasificación básica de los recursos está determinada, en nuestro derecho positivo, por el carácter ordinario o
extraordinario de aquéllos.
La pauta fundamental para distinguir a los recursos ordinarios de los extraordinarios debe buscarse en la mayor o
menor medida de conocimiento que respectivamente acuerdan a los tribunales competentes para concer de ellos.
Mientras que los primeros, en efecto, hállanse previstos para los casos corrientes y tienen por objeto reparar
cualquier irregularidad procesal (error in procedendo) o error de juicio (error in iudicando), los segundos se
conceden con carácter excepcional, respecto de cuestiones específicamente determinadas por la ley.
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LOS RECURSOS ORDINARIOS
Son recursos ordinarios los que se plantean ante el juez que resuelvey origina así una resolución, la cual se puede
impugnar permitiendo que intervenga un control jerárquico superior que actúa revisando los hechos y el derecho
motivo de agravios.
Cuando el que decide en el recurso es el mismo magistrado ante quien se deduce la impugnación, el acto se
denomina remedio; mientras que cuando lo hace una cámara o Tribunal de Apelación, estaremos en el campo de los
recursos.
Recurso de Apelación
El recurso mas comun es el de apelación, definido por Couture como el recurso concedido a un litigante que ha
sufrido un agravio por una resolución del juez inferior, para reclamar de ella y obtener su revocación por el juez
superior.
El recurso ordinario de apelación, nace con el Derecho Romano. Se distinguen en este concepto tres elementos,
por un lado, el objeto mismo de la apelación o sea el agravio y su necesidad de reparación por acto del superior.
Por otro, los sujetos de la apelación, quienes tienen la legitimación procesal en la apelación. Y, en último término
los efectos de la apelación.
Puede deducir recurso aquel que ha sufrido un agravio en la sentencia. Y esto puede ocurrir siendo parte en el
juicio o ajeno a él.
Las partes tienen, en principio, legitimación para apelar. Solo puede hacer valer el recurso el que ha visto
insatisfecha alguna de sus aspiraciones. Si la sentencia rechaza totalmente una pretensión, es apelable
íntegramente; si la acoge sólo en parte, es apelable en cuanto desecha; si la acoge totalmente, es inapelable. Por la
misma circunstancia, el que ha triunfado no puede apelar.
Los terceros, en principio, no tienen legitimación para apelar. Pero, si bien es cierto que la sentencia solo afecta a las
partes, en determinados casos ella proyecta sus efectos hacia terceros que no han litigado. En esos casos, en
principio, se admite a favor del tercero un recurso de apelación.
Si el tercero es ajeno a los límites subjetivos de la cosa juzgada y no resulta afectado por ella, carece de recursos: no
habiendo agravio, no hay apelación. Pero si el tercero pertenece a aquellos a quienes la sentencia afecta, aun
cuando no hayan litigado, entonces la vía de la apelación queda abierta a su respecto.
Palacio define la “impugnabilidad objetiva” como un principio procesal que establece que todas las resoluciones
judiciales pueden ser impugnadas a través de los medios de impugnación previstos por el ordenamiento jurídico, con
independencia de quiénes sean las partes involucradas en el proceso.Según Palacio, este concepto se centra en la
naturaleza misma de las deciciones judiciales y en la posibilidad de su revisión para asegurar su legalidad y justicia.
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Palacio destaca que la impugnabilidad objetiva es una garantía procesal que permite a las partes afectadas
cuestionar las decisiones que consideran incorrectas o injustas, contribuyendo así a la transparencia y a la corrección
de posibles errores judiciales. Este principio se sustenta en la idea de que el acceso a la justicia y la posibilidad de
revisión son fundamentales para la protección de los derechos y garantías de las partes en un proceso judicial.
Por otro lado, define a la impugnabilidad subjetiva, como el derecho que tienen las partes involucradas en un
proceso judicial para impugnar las decisiones que consideran lesivas a sus intereses o derechos. A diferencia de la
impuganbilidad objetiva, que se refiere a la posibilidad general de recurrir cualquier resolución judicial, la
impugnabilidad subjetiva se centra en el interés y la legitimación de las partes para ejercer los recursos disponibles.
En resumen, mientras la impugnabilidad objetiva se refiere a la capacidad abstracta de de las resoluciones judiciales
de ser recurridas, la impugnabilidad subjetiva se relaciona con la capacidad concreta de las partes afectadas por una
decisión judicial para ejercer el derecho de impugnación.
Agravio e interés
Según Couture, el agravio se refiere al perjuicio o daño que una resolución judicial causa a una de las partes,
mientras que el interés se refiere a la necesidad de que la parte que interponga el recursos tenga un interés legítimo
y directo en la modificación o revocación de la resolución impugnada. Estos conceptos son fundamentales para
determinar quién tiene legitimación activa para recurrir una decisión judicial.
Resoluciones recurribles
Couture destaca que no todas las resoluciones judiciales son recurribles. Explica que las resoluciones recurribles con
aquellas que afectan los derechos o intereses de las partes de manera que justifiquen una revisión.
Los actos jurídicos en general, son susceptibles de revocación o de modificación cuando se advierte que no
responden a las exigencias económicas o sociales del tiempo y del lugar. Por la misma línea de razonamiento, una
sentencia que no satisface la necesidad de justicia, debe sustituirse por otra que la satisfaga.
El acto de impugnación
Según Couture se refiere a la acción legal de impugnar un acto jurídico, es decir, presentar una objeción formal sobre
su validez o legalidad. Esta impugnación puede basarse en diversos motivos, como violación de normas legales, falta
de capacidad de las partes involucradas, vicios en el consentimiento, entre otros. La impugnación puede realizarse
ante distintas autoridades, dependiendo del tipo de actoy de la jurisdicción correspondiente y generalmente implica
seguir un procedimiento legal establecido para resolver la controversia. El objetivo final de la impugnación es
obtener una revisión del acto cuestionado y, en casio de que se encuentren fundamentos válidos, su anulación o
modificación según corresponda.
Dictada y notificada la sentencia de primera instancia, se abre una nueva etapa del procedimiento, durante la cual
ella queda a merced de la impugnación de las partes. Es posibilidad de impugnación consiste en la facultad de
deducir contra el fallo los recursos que el derecho positivo autoriza. Los recursos se orientan hacia la corrección de
las principales desviaciones que pueden advertirse en las sentencias; se trata de procedimientos técnicos de revisión
surgidos a raíz de la impugnación formulada por la parte lesionada. Ésta, tacha a la sentencia de injusta o de nula. A
partir de ese instante, el fallo queda provisionalmente privado de sus efectos.
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