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11 - Diagnostico

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C.D.

Ana Cecilia Anticona Luna Victoria


 Un alto porcentaje de los fracasos de la PPR se
debe precisamente a la falta de un cuidadoso
diagnostico que es la condición previa e
indispensable para establecer y realizar un buen
plan de tratamiento.

 Una boca no puede ser tratada protéticamente sin


antes hacer una investigación detallada y ordenada
del paciente que va a usar la prótesis.
Radiografías,
Historia
Examen Fotografías y
Clínica Médica
Clínico de Modelos de
y Dental
estudio
 Constituye una fuente valiosa de información que puede
afectar en forma directa el éxito del tratamiento. La finalidad
primordial de la historia clínica es establecer el estado de
salud general del paciente.

 Se utiliza un cuestionario y se le indica al paciente que llene


los espacios en blanco, y se complementa con una entrevista
con preguntas clave con respecto a su salud y los datos se
anotan en el registro apropiado.
 Se debe consignar en la historia clínica los datos relacionados
con el estado actual del paciente y los antecedentes de su
salud general física y emocional.

 Es necesario saber si el paciente toma algún medicamento


que pudiera afectar el pronóstico para una prótesis bucal y
también por el riesgo que puede significar, como los
anticoagulantes, corticoides, sedantes, etc.

 Manifestaciones alérgicas a ciertos medicamentos como la


aspirina, el anestésico local, el mercurio, los antibióticos, etc.
Diabetes. Un paciente controlado puede usar una prótesis sin
mayor problema, el individuo no controlado presenta un riesgo
mínimo. El diabético suele presentar disminución salival, puede
existir macroglosia, lengua enrojecida y dolorosa, con frecuencia
se aflojan los dientes por perdida de hueso alveolar y puede haber
osteoporosis generalizada. El diabético no controlado fácilmente
presenta contusiones y su recuperación es lenta.
 Anemia. El paciente presenta una mucosa pálida, disminución de
la secreción salival, lengua enrojecida y dolorosa y a menudo
hemorragia gingival, así mismo experimenta mayor dificultad para
adaptarse al uso de la prótesis con comodidad que el paciente
normal.
Hiperparatiroidismo.
 Este paciente tiende a sufrir destrucción rápida del hueso

alveolar, así como osteoporosis generalizada.


 Las radiografías muestran pérdida parcial o total de la lámina
dura, un paciente de esta índole ofrece riesgo para una prótesis
parcial.
 Epilepsia.
Este paciente puede estar
recibiendo Dilantin sódico,
medicamento que con
frecuencia produce
hipertrofia de la mucosa
bucal. Antes de elaborar la
prótesis se suele indicar
operar la encía para eliminar
el tejido hiperplásico y se
recomienda cambiar el
fármaco por otro que no
cause efectos secundarios.
 Hipertiroidismo.
Es un paciente hipertenso que
tiende a hacerse hipercrítico y
que siempre se sienten
incómodos con facilidad.

 Artritis. Este tipo de


problema mayormente causa
problemas en la articulación
temporomandibular.
 Nos permite conocer las experiencias dentales previas. Hay
que averiguar la razón de la pérdida de los dientes. Si la causa
fue la enfermedad periodontal, el pronóstico de la prótesis
será menos favorable que si la pérdida se produjo por caries.
•Brinda una oportunidad de conocer con exactitud lo
que el paciente espera del tratamiento que solicita.
•Permite conocer los antecedentes protéticos con la
finalidad de determinar la actitud ante cualquier
prótesis que ha usado o usa actualmente, o que no ha
podido utilizar
 Receptivo, no espera tener un problema para
consultar al dentista sobre el estado de su boca, es
colaborador, comprende la necesidad del
tratamiento y acepta lo que se le sugiere.

 Escéptico, no acostumbra a ir regularmente al


dentista, espera que una emergencia lo obligue, una
vez solucionado su problema, se olvida de su boca,
falta a las citas, no termina su tratamiento y duda
lo que se le sugiere.
 Histérico, nunca está conforme. Ha visitado muchos
consultorios y en ninguno quedó contento, se
expresa mal de otros dentistas y emite juicios
personales sobre la calidad de los tratamientos que
recibió. Hay que ser cauto con el, no ofrecerle
mucho y aclarar las limitaciones del tratamiento
antes de iniciarlo.

 Pasivo, acepta todo, si la prótesis es cómoda o no,


si le agrada o desagrada la apariencia estética de su
nueva prótesis. Es el que se hace una prótesis por
algún evento especial y luego, abandona la prótesis
y no la usa. Nunca le causa problemas al dentista.
 Debe ser completo e incluir la inspección visual y la palpación en
búsqueda de manifestaciones patológicas.

 Debe llevarse a cabo con luz suficiente y adecuada, espejo,


explorador y sonda periodontal; secando con aire la saliva de
determinadas superficies antes de examinarlas.

 Se debe seguir un orden en cada etapa y utilizar una ficha


impresa, esto disminuirá al mínimo la posibilidad de pasar
inadvertido algún detalle de importancia.
 Número de dientes, posición y situación en la boca.
 Presencia de caries, susceptibilidad y restauraciones
existentes.
 Forma de las piezas dentarias.
 Higiene oral.
 Examen y estudio de las facetas de desgaste.
 Prueba de vitalidad pulpar.
 La mayor parte de pacientes candidatos a una PPR
presentan problemas periodontales crónicos, los
cuales deben ser tratados antes de confeccionar la
prótesis.

 Debe evaluarse el periodonto de los dientes pilares,


encía y existencia de bolsas, hueso de soporte y
patrones de movilidad.

 Es conveniente evaluar los esfuerzos de higiene oral


y la motivación del paciente para mantener su salud
periodontal.
 En relación al tamaño puede ser prominente, amplio
y reabsorbido.

 El tamaño ideal del reborde es aquel que no sea ni


prominente ni muy reabsorbido, debe permitir
articular los dientes artificiales y sus flancos bucal y
lingual deben tener la suficiente extensión para
brindar la estabilidad deseada, sobre todo
tratándose de una prótesis a extremo libre.
 Puede estar irregularmente cicatrizado, presentar
aristas o salientes, las cuales producirán dolor e
incomodidad al contacto con la base de la prótesis.

 Por su forma, en un corte transversal, pueden tener


flancos paralelos entre sí, convergentes hacia oclusal
o ser completamente planos y hasta cóncavos.
 Si la mucosa que cubre al reborde es gruesa,
resilente y adherida al hueso a la palpación,
constituye un factor positivo para el confort y
aceptación del paciente.

 Si la mucosa es delgada, forma pliegues, se desplaza


fácilmente sobre el hueso y es brillante, no tendrá
efecto amortiguador de fuerzas y será muy sensible
bajo la acción de la prótesis.
 Puede estar aumentada en tamaño tanto en sentido
oclusal como en bucal.

 Cuando crece hacia abajo puede chocar con el


reborde alveolar inferior a nivel de la papila
retromolar e impedir la colocación de la base y de
los dientes artificiales.

 Cuando se hipertrofia hacia bucal, no permite la


extensión de la base hasta el fondo del surco
vestibular y puede interferir con el libre
funcionamiento de la apófisis coronoides.
 El espacio ideal mínimo que debe existir entre la
tuberosidad y la apófisis coronoides debe ser de 2 a
4 mm.
 Cuando las piezas posteriores inferiores están ausentes sin
reemplazo por mucho tiempo la glándula submaxilar aumenta de
tamaño y ocupa el espacio de los molares ausentes, dificultando la
impresión de esa zona. Una vez colocada la prótesis, la glándula
vuelve a su tamaño normal después de un tiempo determinado.

 Al levantar la lengua durante el habla o la deglución, los tejidos


blandos del piso de la boca se elevan y hacen contacto con el
borde inferior de la prótesis, causando el desplazamiento de esta
o la lesión de los tejidos blandos.
Espacio anatómico disponible
 Una lengua grande, sobre todo en los extremos libres
inferiores, puede cubrir los espacios edéntulos que
deben ser ocupados por la prótesis.

 Observar la posición que adopta la lengua cuando el


paciente abre la boca. Una lengua retraída,
voluminosa no cubre el borde lingual de la prótesis,
no permite un buen sellado periférico en la zona
anterior y desplaza la dentadura de su sitio.

• La lengua que reposa sobre todo el piso de la boca


permite un buen sellado periférico y contribuye a
mantener la dentadura en un sitio.
 El tamaño, la posición, el espesor y la consistencia
de los labios tiene mucha relación con la prótesis.

 Un labio corto obliga a un mayor esmero para


disimular la prótesis que reemplaza piezas anteriores
superiores.

 Los labios gruesos y largos cubren y disimulan en


forma efectiva la presencia de la prótesis.
 Son uno de los factores limitadores de la extensión
de los flancos de la PPR contribuyendo a su
inestabilidad. A mayor cantidad, tamaño y
acercamiento de los frenillos al reborde alveolar,
menor estabilidad y mayor debilidad de la prótesis.

 Se deben examinar los frenillos labiales superiores y


laterales por su posible efecto sobre la base de la
prótesis y el frenillo lingual inferior por su relación
con el conector mayor.
 Tiene un rol protector del medio bucal y además
mejora la adhesión entre la prótesis y la mucosa
oral.

 La xerostomía asociada a procesos sistémicos como


la diabetes, nefritis, edad avanzada, uso de
tranquilizantes, falta de vitaminas del complejo B,
pone a la mucosa turgente, brillante, sensible a los
cuerpos extraños, inflamándola y produciendo
incomodidad y problemas de retención de la
prótesis.
 Cóndilo en relación céntrica sobre la región posterior
de la eminencia articular.
 Contacto prematuro próximo a la relación céntrica.
 Deslizamiento de la mandíbula a partir del contacto
prematuro en RC hasta la posición de OH.
 Discrepancia acentuada entre la RC y la OH.
 Plano de oclusión alterado.
 Dimensión vertical y espacio libre.
 Movimiento de lateralidad y protrusivo.
 Registro de la RC.
 Registro del movimiento de lateralidad y protrusivo.
 Análisis de la ATM y control de la función de los
músculos masticatorios.
 Permite determinar áreas de infección u otras
patologías.
 Detectar restos radiculares, piezas retenidas,
espículas óseas, irregularidades de la cresta alveolar.
 Presencia y extensión de caries.
 Evaluación de restauraciones existentes.
 Verificar tratamientos endodónticos anteriores.
 Evaluar el estado periodontal.
 Evaluar el soporte alveolar de las piezas pilares, y la
longitud y morfología de sus raíces.
 Áreas índice. Son las zonas de soporte alveolar que
exhiben la reacción del hueso sometido a una mayor
demanda funcional (hueso que rodea a los dientes
inclinados, pilares de puentes, con interferencia,
etc.). De acuerdo a dicho comportamiento, se
establece el pronóstico. Si el hueso se reabsorbe
frente al requerimiento funcional en éstas zonas, el
pronóstico no es bueno, pero si mantiene su altura
normal, el pronóstico es favorable.
 Complementan el examen bucal con una visión de la
oclusión desde lingual y vestibular, y son de valor
inestimable para llegar a un diagnóstico exacto del
caso, la prescripción de la prótesis y la elaboración
del plan de tratamiento.

 Deben ser una reproducción exacta de los dientes y


tejidos adyacentes, así como también de los
espacios desdentados, y deben estar correctamente
relacionados en un articulador.
 Como auxiliares en el diseño y elaboración de la
prótesis para valorar con exactitud el contorno de
diversas estructuras, así como la relación que
guardan entre sí.

 Como reproducción tridimensional para distinguir las


superficies bucales que exigen modificación para
mejorar el diseño.

 Como complemento de las instrucciones que se dan


al técnico de laboratorio.

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