Destilación
Destilación
Destilación
Las mezclas de líquidos pueden ser de varios tipos, según la solubilidad entre los
mismos. Los líquidos inmiscibles no se mezclan en absoluto, y simplemente se separan
en dos capas distintas cuando se ponen en contacto. Ejemplos de líquidos inmiscibles
son el mercurio y el agua, la parafina y el agua o el benceno y el agua. Los líquidos que,
como el agua y el éter tienen una solubilidad mutua limitada, se conocen como parcialmente
miscibles. Dos líquidos son completamente miscibles si forman una solución homogénea
cuando se mezclan en cualquier proporción. Ejemplos son el agua y el alcohol etílico, o el
benceno y el éter.
Respecto a la destilación, los líquidos completamente miscibles se pueden dividir
en dos grupos:
a) Separables por destilación fraccionada.
b) Azeotrópicos, inseparables por destilación fraccionada, ya que forman mezclas con punto
de ebullición máximo o mínimo.
Siempre que se tenga una mezcla de dos o más componentes que se diferencien
suficientemente en los puntos de ebullición, se podrá separar en sus componentes por
destilación. El comportamiento de las soluciones que siguen la ley de Raoult se puede
reflejar en un diagrama temperatura-composición a presión constante. La curva inferior
indica la composición de la fase líquida, y la superior la composición de la fase vapor que se
halla en equilibrio con la anterior. Cada segmento horizontal que une las dos curvas (por Ej.,
AB), representa un equilibrio líquido-vapor, y recibe el nombre de “plato teórico”.
Es imposible que dos líquidos sean estrictamente inmiscibles, pero para muchos de ellos,
la solubilidad es tan baja que resulta insignificante.
Mezclas azeotrópicas
Dos líquidos pueden formar soluciones cuyos diagramas de temperatura de
ebullición-composición presenten un punto de ebullición máximo o mínimo.
Destilación simple:
El líquido que se quiere destilar se pone en el balón de destilación, que no debe llenarse
nunca más de la mitad de su capacidad, y se calienta. Cuando se alcanza la temperatura de
ebullición del líquido, comienza la producción apreciable de vapor, condensándose parte del
mismo en el termómetro y en las paredes del matraz. La mayor parte del vapor pasa a través
de la tubuladura lateral del cabezal de destilación al refrigerante, donde se condensa debido
a la corriente de agua fría que asciende por la camisa de éste. El destilado, vapor
condensado, cae al matraz colector a través del refrigerante.
Durante la destilación, el extremo superior del bulbo termométrico debe quedar
justamente a la altura de la horizontal que pasa por la parte inferior de la tubuladura lateral
del cabezal de destilación, de tal forma que el bulbo sea bañado por el vapor que asciende.
La destilación debe hacerse con lentitud, pero sin interrupciones, manteniendo para ello la
calefacción adecuada.
Casi todos los líquidos tienden a sobrecalentarse, alcanzando una temperatura
superior al punto de ebullición; se encuentran entonces en un estado metaestable que se
interrumpe periódicamente al formarse súbitamente una gran burbuja en el seno del líquido.
Se observa entonces que éste hierve a saltos. Para evitar esto, antes de iniciar la destilación
se añaden al líquido uno o dos trocitos de porcelana porosa, cuyos pequeños poros
constituyen un lugar adecuado para la formación de núcleos de burbujas, hirviendo así el
líquido suavemente. A veces, al alcanzarse la temperatura de ebullición los poros de la
porcelana se llenan de líquido y ésta pierde su efectividad. Para la adición de un nuevo
trocito de porcelana, el líquido debe enfriarse por debajo de su temperatura de ebullición, ya
que la adición de un trocito de material poroso a un líquido sobrecalentado provoca una
ebullición repentina que puede ser violenta, con peligro de incendio y quemaduras.
La existencia de una capa de sólido en el fondo del balón de destilación puede ser
causa de violentos saltos, especialmente si se usa una calefacción local fuerte en el fondo
del balón. En estos casos se recomienda una calefacción por medio de un baño líquido.
También es aconsejable la utilización de baños, placas o mantas eléctricas de calefacción
cuando se calientan líquidos inflamables.
Mediante la destilación simple que acaba de describirse pueden separarse mezclas de dos
componentes que hiervan con una diferencia de puntos de ebullición de, al menos, 60-80°C.
Mezclas de sustancias cuyos puntos de ebullición difieran en 30-60°C se pueden separar por
destilaciones simples repetidas, recogiendo las fracciones enriquecidas en uno de los
componentes, las cuales se vuelven a destilar. Sin embargo, éste no es el método más
eficaz para separar estas mezclas, recurriéndose en tales casos a la destilación fraccionada.
Destilación al vacío:
Destilación fraccionada:
Esta técnica es particularmente útil cuando la sustancia en cuestión ebulle por encima de
100°C a la presión atmosférica y se descompone en su Teb o por debajo de ésta. En estos
casos resulta una técnica más ventajosa que la destilación al vacío.
Es necesario establecer que existe una gran diferencia entre una destilación por arrastre y
una simple, ya que en la primera no se presenta un equilibrio de fases líquido- vapor entre
los dos componentes a destilar como se da en la destilación simple, por lo tanto no es
posible realizar diagramas de equilibrio ya que en el vapor nunca estará presente el
componente "no volátil" mientras esté destilando el volátil. Además, en la destilación por
arrastre de vapor el destilado obtenido será puro en relación al componente no volátil
(aunque requiera de un decantación para ser separado del agua), algo que no sucede en la
destilación simple donde el destilado sigue presentando ambos componentes aunque más
enriquecido en alguno de ellos. Por lo demás, si este tipo de mezclas con aceites de alto
peso molecular fueran destiladas sin la adición del vapor se requeriría de gran cantidad de
energía para calentarla y emplearía mayor tiempo, pudiéndose descomponer si se trata de
un aceite esencial.