SALUD PUBLICA
SALUD PUBLICA
SALUD PUBLICA
Sede Aragua
Estudiante: Docente:
Salud y Sociedad
Algunos autores, como Jaime Breilh, prefieren el término «salud colectiva» al considerar
que «salud» tiene un significante más amplio que «medicina» y que la palabra «colectiva»
implica una participación ciudadana activa, que no solo se limita a la acción de las
instituciones «públicas» de la salud pública convencional.
Durante el Imperio Romano, Santa Fabiola de Roma junto a San Pamaquio, un senador
cristiano, fundaron el nosocomium, que constituye el primer ejemplo de "medicina social".
Este estudio comenzó formalmente a principios del siglo XIX. La Revolución Industrial y
el consiguiente aumento de la pobreza y la enfermedad entre los trabajadores expresaron su
preocupación por el efecto de los procesos sociales en la salud de los pobres.
El término «medicina social» fue acuñado por el médico francés Jules R. Guérin (1801-
1866) en la Gazzette Médicale de París en 1848. Sin embargo, el uso del término no se
extendió sino hasta un siglo después.
Más adelante, durante la época de los años 30 del siglo XX, la medicina social tuvo como
pionero al médico belga René Sand, quien publicó la obra Vers la Medicine Sociale. Sand
influiría en el desarrollo de esta disciplina y señaló que se debían profundizar los lazos
entre las ciencias de la salud y las ciencias sociales. Al mismo tiempo, otro pionero
contemporáneo fue el alemán Alfred Grotjahn quien publicó Soziale Pathologie, donde
destacaba que las clases trabajadoras tenían problemas de salud distintos a los de los ricos,
a las que se refirió como «patología social». De igual manera, Grotjahn lideró un
movimiento por la higiene social que se contraponía a la visión de higiene pública sin
consideraciones sociales.
La salud pública como ciencia tiene apenas poco más de un siglo de existencia, pero las
manifestaciones del instinto de conservación de la salud de los pueblos existe desde los
comienzos de la historia de la humanidad. Sin embargo la inclusión de la restauración de la
salud es una adquisición relativamente reciente.
Los egipcios, según Heródoto, eran unos de los más grandes sabios de la historia en la
vida de la salud. Practicaban la higiene personal, conocían gran número de fórmulas
farmacéuticas, construían depósitos de arcilla para las aguas de bebida y canales de
desagüe para las aguas residuales.
Los indostaníes, según Charaka y Shusruta de la medicina ayurveda, eran los pioneros
de la cirugía estética, y de programas de salud pública que se basaban en conformar
patrones de alimentación, sexualidad, de descanso, y de trabajo y las violaciones.
Los hebreos llevaron todavía más lejos las prácticas higiénicas, al incluir en la ley
mosaica, considerada como el primer código de higiene escrito, el Levítico, datado en
1500 años antes de JC. En este código se describe como debe ser el aseo personal, las
letrinas, la higiene de la maternidad, la higiene de los alimentos, la protección del agua.
La civilización griega presta más atención a la limpieza personal, al ejercicio físico y a
las dietas alimenticias que a los problemas del saneamiento del medio.
El imperio romano es famoso por sus actividades en los campos de la higiene personal
con la construcción de baños públicos y de la ingeniería sanitaria con la construcción de
acueductos.
En América Prehispánica, la civilización Tehotihuacana contó con grandes obras que le
permitían llevar agua limpia a la ciudad, así como de deshacerse de agua sucia, Lo
mismo sucede en la cultura Azteca. Esta última se crea en islotes dentro de un gran
lago, por lo cual desarrolla diversas medidas para evitar su contaminación. Se dice que
los aztecas aprendieron a vivir con el lago, mientras que los conquistadores españoles,
quisieron vivir contra el lago teniendo que sufrir constantes inundaciones (algunas que
duraron años) e hicieron del viejo y limpio Tenochtitlan una de las ciudades más sucias
del mundo.
En la Edad Media, presidida por el catolicismo, se produjo una reacción contraria a
todo lo que recordaba al imperio romano y al paganismo. El desprecio de lo mundano y
la "mortificación de la carne" pasaron a ser las normas preferidas de conducta, por lo
que el descuido de la higiene personal y del saneamiento público llegó hasta tal punto
que junto con los movimientos migratorios bélicos y los bajos niveles
socioeconómicos, se produjeron las grandes epidemias de la humanidad. La lepra se
consiguió erradicar de Europa con la marginación y el exterminio de los leprosos. Con
respecto a la peste bubónica se establecieron medidas de cuarentena en los puertos
marítimos y cordones sanitarios en tierra.
En 1485 la República de Venecia establece un tribunal permanente de supervisores de
salud con especial atención en la prevención de la propagación de epidemias en su
territorio desde el extranjero. Los tres supervisores inicialmente eran designados por el
Senado Veneciano y más tarde por el Consejo.
El Acta de Fábricas de 1802 permitía que los magistrados locales nombrara inspectores
de salud a eclesiásticos y jueces de paz para la inspección de las condiciones de las
fábricas.
En el siglo XIX hubo un desarrollo considerable de la Salud Pública en Europa y en los
Estados Unidos. En Inglaterra Edwin Chadwick impulsó las Leyes de Salud Pública
que contemplaban un conjunto de medidas para la sanidad, sobre todo en las ciudades
industriales. Con esas medidas se logró reducir la mortandad por algunas de
las enfermedades infecciosas que azotaban a la población trabajadora que vivía en
pésimas condiciones y de insalubridad.
Funciones
En 2021, Venezuela obtuvo un puntaje de 20.9 sobre 100 en el GHS Index, lo que
lo posicionó como el país con peor desempeño en América Latina.
2. Enfermedades infecciosas