DERECHO ROMANO
DERECHO ROMANO
DERECHO ROMANO
Materia:
Derecho Romano
PRINCIPIOS DEL DERECHO ROMANO.
El derecho romano resultó la base del orden jurídico moderno a nivel mundial, con
excepción de las naciones en las que se aplica el derecho musulmán, hindú y
chino, además de las costumbres que no están escritas, pero se cumplen por
tradición o ética social y difieren de una cultura a otra.
Derecho antiguo (753 - 130 a. C). Fue la etapa que se caracterizó por las
normas basadas en costumbres y que fueron plasmadas en la Ley de las
XII Tablas que estaba dirigida a la población y resultaba un orden jurídico
rígido y severo.
Derecho clásico (130 a. C. - 230 d. C.). Fue la etapa que se caracterizó
por la organización de jurisprudencias del orden jurídico, como el Senado y
por formalizar al derecho como una ciencia.
Derecho posclásico (230 - 527 d. C.). Fue la etapa que se caracterizó por
el poder absoluto que ejerció el emperador para regular los ámbitos de la
vida pública y privada de los ciudadanos.
Derecho justiniano (527 - 565 d. C). Fue la etapa que se caracterizó por
una reforma legislativa que permitió recopilar las normas y leyes vigentes,
de manera formal y codificada, en un solo texto.
TEORIA DE LAS COSAS
Se entiende por cosa o bien todo objeto del mundo exterior que puede producir
alguna utilidad al hombre.
Las cosas podían estar fuera del comercio ya se por razones de derecho divino
Las que estaban fuera del comercio por razones de derecho humano
Las res communes, que son aquellas cuyo uso es común a todos los
hombres, como el aire, el agua corriente, el mar y la costa del mar.
Las res publicae, que pertenecen al pueblo romano considerado como un
ente jurídico, como las carreteras, los puertos, los ríos, los edificios públicos
y las calles de la ciudad.
Para que se entienda mejor, la palabra res, significa cosa, que en el derecho
romano era todo lo que pudiera ser objeto de derechos, pero al haber cosas que
no podían ser objeto de derecho privado; entonces se puede decir que había
cosas en el patrimonio y fuera del patrimonio. Para terminar, cabe aclarar que en
esta época se dio la clasificación de cosas de derecho divino y cosas del derecho
humano.
TEORIA DE LAS ACCIONES.
Son acciones in rem aquellas que persiguen la reivindicación del derecho sobre
una cosa, entendiendo más que cosa también patrimonios, como en el caso de las
herencias, o derechos sobre las cosas, como el usufructo.
Esta clasificación aluda a la fuente que crea la acción, así son acciones civiles
aquellas que han sido creadas por el derecho civil, y a las que por tanto el
magistrado solo les da aplicabilidad al incluirlas en edicto. Y son acciones
honorarias a aquellas que los magistrados crean para la aplicación de sus
respectivas áreas a través de su iuridictio.
Acciones directas, útiles, ficticias, in ius e in factum
Las acciones in ius eran aquellas que actuaban sobre situaciones conocidas por
derecho civil, y acciones in factum a las que se aplicaban para situaciones nuevas
y de hecho no conocidas anteriormente pero que así lo requerían.
Estas categorías clasifican a las acciones según el fin patrimonial perseguido con
la acción, si las acciones buscan que se devuelvan los bienes al accionante sin
procurar ningún enriquecimiento, serían acciones reipersecutorias, si buscan la
indemnización de unos daños, serían penals, y si buscan tanto la dovlución, como
la indemnización serían acciones mixtas.
De acuerdo a lo que se podría exigir a una persona justa en dicho negocio jurídico,
como por ejemplo en el caso de una compraventa que no delimita las condiciones
en las que debe estar el bien, pero cuyo cumplimiento de la obligación se
presupone que debe ser el de una cosa en buen estado, hablamos de acciones de
buena fe.
Acciones Arbitrarias
Así, el pretor acompañaba junto con la acción remitida al juez las palabras nisi
restituat (si no restituye) que obligaba a la contraparte de quien tuviese el derecho,
a actuar o a restituir la cosa o el agravio causado, y solo en caso de que no se
restituyera se le podía condenar.
Los Derechos Reales recaen sobre cosas (res), ya sean propias o ajenas,
atribuyendo a su titular una acción más o menos amplia, dependiendo del grado
de disfrute que tenga, tienen eficacia erga omnes, es decir, frente a cualquiera que
intente perturbar el pacífico goce que tenga el titular de un derecho sobre una
cosa.
Se satisfacen con actos propios en la medida que cumplen su fin cuando al titular
nadie intenta evitar que disfrute de su derecho. Solo aspira a disfrutar el mismo de
su objeto y se constituyen o nacen con un carácter o voluntad de permanencia, de
ahí que su titular pueda disponer por actos mortis causa quien será su titular para
cuando él fallezca. Sin embargo, los Derechos de Obligaciones desde que surgen
tienen la característica de ser limitados en el tiempo, ya que las obligaciones o
compromisos se crean para ser cumplidos y, una vez cumplidos, se extinguen.
Los derechos reales han sido enumerados limitativamente por el derecho objetivo,
y cada uno de ellos otorga diferentes facultades. El derecho de propiedad, que es
el que otorga las facultades más amplias que una persona puede tener sobre una
cosa, y también tenemos los derechos reales sobre la cosa ajena; esto es,
derechos reales sobre una cosa que pertenece a otro –iura in re aliena– como las
servidumbres, la enfiteusis y la superficie, que otorgan facultades más limitadas; y,
finalmente los derechos reales de garantía, prenda e hipoteca, que solo nos
facultan a tener algo de otra persona o a pedir su posesión, para garantizar el
pago de una deuda anterior.
ACCIONES Y OBLIGACIONES
Un sujeto activo, es el titular del derecho y está respaldado por la ley para
constreñir al deudor al cumplimiento de la obligación, puede ser de una o
más personas.
Un sujeto pasivo, es la parte que debe extinguir la obligación
1. Obligaciones ambulatorias
La obligación de pagar los daños causados por un animal, un esclavo o un
hijo, a cargo de quien sea el dominus
2. Obligaciones parciarias, mancomunadas o a prorrata
Cada uno de los sujetos tiene derecho solamente a una parte del crédito,
en el caso de que existan varios acreedores; cada uno de ellos solo deberá
pagar una parte de la deuda, si es que existen varios deudores.
3. Obligaciones correales o solidarias
en las obligaciones correales o solidarias encontramos otro caso de
obligaciones con sujetos múltiples.
Si se trata de varios acreedores, hablamos de correalidad o solidaridad
activa; si de varios deudores, de correalidad o solidaridad pasiva, y si de
varios acreedores y varios deudores a la vez, hablamos de correalidad o
solidaridad mixta.
En las obligaciones correales o solidarias, a diferencia de lo que sucede
con las mancomunadas, cada acreedor tiene derecho al crédito íntegro o
cada deudor debe pagar la deuda en su totalidad.
El comportamiento de los litigantes frente al tribunal, los pasos que deben seguirse
para lograr una sentencia, así como la organización judicial, son precisamente
materia del derecho procesal, entendido el proceso como la solución de una
controversia por un tercero –el juez–, y el procedimiento, como los pasos a dar
para llegar a esa solución. Y la acción, por su parte, es la facultad que todos
tenemos de acudir al tribunal para proclamar o realizar nuestros derechos.
De cualquier modo, en esa época la intervención del Estado era todavía incipiente;
la organización judicial, con tribunales y jueces que actúan conforme a
determinadas reglas de competencia, no apareció en Roma sino hasta la
República. Los magistrados jurisdiccionales más importantes fueron los pretores:
el urbano, por lo que toca a los ciudadanos, y el peregrino, en relación con las
causas ventiladas entre extranjeros o entre extranjeros y ciudadanos. Se
establecieron también los ediles curules con una jurisdicción más limitada, pues
administraban justicia solamente en los mercados. Tanto pretores como ediles
ejercían sus funciones en la ciudad de Roma; en las provincias la función judicial
fue desarrollada por los gobernadores de provincia y los funcionarios municipales.
El que pide que se reconozca o declare un derecho, o bien que se ejecute uno
previamente reconocido, es quien ejerce la acción: el actor o demandante; la otra
parte, que es quien desconoce ese derecho o no ha cumplido con un deber, es el
demandado, llamado reus por los romanos. Ambos podían ser representados por
un cognitor o por un procurator. El primero era un representante nombrado
solemnemente frente a la otra parte y ante el tribunal, mientras que el procurator
era un representante común y corriente, nombrado probablemente a través de un
mandato y obviamente sin requerir la presencia del otro litigante. Es importante
destacar que la representación no fue aceptada fácilmente en Roma.
Sistemas de procedimiento
Se conocieron tres sistemas, correspondiente cada uno de ellos a los diferentes
periodos histórico-políticos y a las distintas fases de evolución del derecho
privado.