Anexo 1 Fichas de Lecturas
Anexo 1 Fichas de Lecturas
Anexo 1 Fichas de Lecturas
Conocedores de que, para el Trabajo Social, el uso adecuado del lenguaje oral y escrito es
parte de la esencia de esta disciplina y sabiendo que éste crea realidades, es que los
profesionales de lo social deben adquirir y manejar técnica y éticamente esta valiosa
herramienta.
Hoy queremos resaltar la importancia y el valor que se puede obtener de la escritura y
lectura en trabajo social. Revisaremos el valor que tiene el escribir en trabajo social y cómo
este escribir aporta a la formación del nuevo profesional y a la construcción de nuevo
conocimiento disciplinar.
“Asumir la dialéctica entre leer y escribir permite interiorizar, construir diálogos, indicios,
interpretar lo vivido. Esto implica pasión, organización, disciplina, sumergirnos, perdernos y
volvernos a encontrar en informaciones que construimos en, desde y sobre las experiencias.
La lectura de la palabra, el aprendizaje de la escritura, la comprensión del discurso, forman
parte de procesos significativos de consolidación de la ciudadanía: tomar la historia en
nuestras manos, proyectar la naturaleza social del lenguaje asociado al proceso político de
luchar por mejores vivires” (Freire, 1996).
La lectura ayuda al desarrollo del pensamiento y del lenguaje, mejora la expresión oral y
escrita y permite que el lenguaje sea más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la
redacción y ortografía y nos permite, además, experimentar todo tipo de emociones y
representar por ello, los sentires de quienes son los beneficiarios de nuestro trabajo.
Rosemarie Richardson A.
Los padres ponen límites para poder ejercer la autoridad dentro del núcleo
familiar, y este ejercicio de la autoridad parental marca las pautas del
comportamiento de los hijos y/o demás miembros de la familia. Los distintos
tipos de crianza, para Patricia Arés (2002) “garantiza la supervivencia del niño,
un aporte afectivo y un maternaje y paternaje adecuado”38 (p.18) que
repercute en el desarrollo psicológico de los individuos. Grace J. Craig (2001)
expresa que: “El control y la calidez constituyen aspectos esenciales de la
crianza. El control de los padres denota su nivel restrictivo (…). La calidez se
refiere al grado de afecto y aprobación que exteriorizan”39 (p.262- 263). De lo
planteado, podemos establecer tres tipos en el estilo para ejercer la autoridad
que varía dependiendo de la cultura y de factores psicosociales de cada región
o país. Entre los estilos de crianza podemos destacar: padres autoritarios,
padres permisivos y padres democráticos.
Padres permisivos: Los padres permisivos ejercen poco control en sus hijos,
imponen pocos límites o en el peor de los casos, no establecen reglas en el
hogar, son complacientes en todo lo que les pida sus vástagos, teniendo como
consecuencia poca orientación y una excesiva libertad, lo que conlleva, a su
vez, a problemas de conductas a medida que van creciendo. Los hijos de los
padres permisivos son muy impulsivos, agresivos y tienen poco control de sus
impulsos; algunos, pueden ser dinámicos, creativos, extrovertidos.