ANA MADRE DE SAMUEL
ANA MADRE DE SAMUEL
ANA MADRE DE SAMUEL
Ana
1 SAMUEL 1: 10-11
10
ELLA CON AMARGURA DE ALMA ORÓ A JEHOVÁ, Y LLORÓ ABUNDANTEMENTE.
11
E HIZO VOTO, DICIENDO: JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, SI TE DIGNARES MIRAR A LA AFLICCIÓN
DE TU SIERVA, Y TE ACORDARES DE MÍ, Y NO TE OLVIDARES DE TU SIERVA, SINO QUE DIERES A
TU SIERVA UN HIJO VARÓN, YO LO DEDICARÉ A JEHOVÁ TODOS LOS DÍAS DE SU VIDA, Y NO
PASARÁ NAVAJA SOBRE SU CABEZA.
ESTER 4: 15
Ester una mujer que sobresale en la biblia como una mujer que intercedió por su
pueblo. la biblia nos narra la historia de ella que fue una de las doncellas
escogidas para el rey.
a Ester se le encomendó una gran labor Dios había preparado todo para que en el
tiempo debido, Ester se levantara a interceder por el favor de su pueblo. ella sabia
que no se podía presentar delante del rey sin ser llamada. pero algo muy
importante de destacar en la vida de Ester es que ella primero busco el respaldo
de Dios. pidió a todos los judíos que ayunaran y oraran por ella.
Oración: señor te pido que pueda ser entendida en tus tiempos y te pido que cada
dia me des el corazón de ser una intercesora para poder pedir por muchas mas
mujeres que necesitan que las llevemos en oración.
Características de Ana
En todo esto que le tocó vivir a Ana ella actuaba de la forma correcta,
destacándose las siguientes características:
Ana todos los años viajaba a Silo con Elcana a adorar y ofrecer
sacrificios a Dios en el templo, en uno de esos viajes Ana oró a Dios en
gran angustia, pues se negaba tener una vida sin hijos, por lo que
procedió a orar con gemidos delante de la presencia de Dios, con una fe
inquebrantable, mostrando a Dios el anhelo de su corazón.
«Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E
hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la
aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva,
sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos
los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza» (1ra. Samuel
1:10-11)
En esta oración hecha por Ana resalta las condiciones con las que la
hizo, pues se dirigió a Dios de una forma muy respetuosa, con mucha
fe, confiando en el poder que Él tenía, teniendo además una actitud
de humildad sobre el Todopoderoso. Ana le ofrecía su hijo que aún no
tenía para el servicio especial del Señor.
Durante ese momento de oración la observaba Elí, el sacerdote del
Tabernáculo, él supuso a verla llorar y estar tan quebrantada, pensó que
Ana estaba borracha y la reprendió para que dejara de beber, por lo que
ella de una forma respetuosa le negó esa suposición.
«Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y
su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria. Entonces le dijo Elí: ¿Hasta
cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada
de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma
delante de Jehová. No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque
por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta
ahora» (1ra. Samuel 1:13-16)
De ese modo el sacerdote Elí comprendió que ella le había hecho
una petición a Dios de una forma genuina, por lo que él le dio su
bendición.
«Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición
que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y
se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste” (1ra.
Samuel 1:17-18)
Ana tenía mucho respeto a todo lo que era relacionado con la obra de
Dios, mostrando un respeto además por el siervo de Dios, Elí de
quien aceptó su bendición, para seguir el camino confiada en que de la
forma en que el sacerdote le había dicho así lo viviría, ella tuvo mucha fe.
Esto demuestra que Dios no solo respondió a esa primera oración sino
que produjo la multiplicación de esa bendición, trayendo consigo
nuevos hijos al vientre de Ana, quien ya no sería esa mujer estéril, sino
en una madre de muchos más.
De esta manera, esta Ana es un ejemplo para todas las mujeres que
elevan oraciones ante el altar de Dios y hacerlo de una forma genuina,
con un corazón quebrantado, como lo hizo esta mujer que mostró su
absoluta dependencia a Dios, para poder ver en su regazo su anhelo
cumplido.
Se puede ver que la vida de Ana enseña que Dios si escucha
y responde las oraciones de aquellos que acuden a Él con esa fe
absoluta, y que a pesar de las dificultades que puedan enfrentar en el
mundo que los rodea, Dios siempre estará para ayudarlos, ya que la
oración cambia el rumbo de las cosas cuando se tiene una fe auténtica
como la de Ana.
“No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay
refugio como el Dios nuestro” (1ra. Samuel 2:2)
Le abrió su corazón a Jehová
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1, 2. a) ¿Por qué no se siente feliz Ana mientras prepara el viaje? b) ¿Cómo nos
puede ayudar el relato de Ana?