Pautas comentario Lorca
Pautas comentario Lorca
Pautas comentario Lorca
TEMAS. El mundo poético lorquiano es trágico y violento, y en él el tema dominante es el destino trágico. En él
englobó otros temas como el amor, la soledad, la pena, la frustración existencial o histórica, la naturaleza y la
muerte. Estos temas se presentan en la poesía del autor de modo muy personal:
1. El amor. Este sentimiento otorga validez a cualquier inclinación erótica. El sexo, verdadera fuerza vital, es fuente
de energía y plenitud. Sin embargo, la relación amorosa se ve condenada a la frustración, ya sea por carencias
individuales o por imposiciones sociales.
2. La muerte. El fracaso amoroso puede desembocar en la muerte, cuya presencia es un misterio que impregna
situaciones, personajes e historias, y ejerce una poderosa atracción. A pesar de los presagios que la anuncian, el
hombre se dirige hacia ella, inevitablemente cumpliendo su destino.
3. La infancia. Esta etapa de la vida constituye la edad de la inocencia, que ha de recrear la obra poética. El escritor
debe asumir una actitud semejante a la del niño y adoptar en los poemas una mirada infantil.
4. Lo social. La presencia de la sociedad se manifiesta en una doble vertiente: por un lado, las imposiciones morales,
que crean vidas frustradas, y por otro, una realidad que siempre castiga al indefenso.
La producción de Lorca se caracteriza por la búsqueda de una estética propia. Dentro de la obra poética de Lorca
pueden apreciarse dos etapas:
1. Primera etapa. Abarca sus primeras obras hasta 1928. En ellas hay una clara influencia de la lírica popular y
tradicional. Su primera obra, Libro de poemas (1921), muestra todavía a un Lorca inseguro, que luchaba por
encontrar un lenguaje propio y en el que las fuentes populares y tradicionales son claramente visibles. Hay influjos
de Bécquer, del Modernismo, de Machado y de Juan Ramón. El tono es retórico y sentimental. Las estrofas
predominantes son el romance y la silva. El contenido es muy variado, pero ya domina aquel hondo malestar. Los
siguientes libros manifiestan la convivencia de elementos tradicionales, cultos y populares, con otros vanguardistas:
Canciones (1927), Romancero gitano (1928), Poema del cante jondo (1931).
En Canciones hay menos sentimentalismo, menos subjetivismo y más perfección formal. Los poemas son más
breves, más cerrados y estructurados. Hay en él poesía pura, vanguardismo, brillantez y hasta puro juego; pero
persiste su nostalgia de la niñez, de la pureza. Algunas de estas canciones, como la “Canción del jinete” están entre
las piezas más famosas del repertorio de García Lorca.
El Romancero gitano es su libro más famoso y neopopularista. Es un canto a los gitanos andaluces, que, por tener su
mundo propio, bello y libre, se ven abocados a la marginación y a la muerte. Eleva el mundo de los gitanos a la altura
de un mito moderno, parejo en fuerza a los grandes mitos clásicos. El significado de ese mito es el tema del destino
trágico que late en toda su obra. Hay en el poemario una síntesis perfecta entre narración y descripción, lirismo y
dramatismo. A pesar de su popularidad, es una obra complicada, debido a los extraños simbolismos y a la audacia de
las metáforas (fusión de lo culto y lo popular). En los poemas se establecen oposiciones entre el gitano (símbolo de la
libertad y el primitivismo) y la Guardia Civil (representación del orden y la represión, y entre la plenitud erótica y el
amor trágico, que lleva a la muerte.
En el Poema del cante jondo hay una mayor concentración estilística y originalidad, pues Lorca ha asimilado y hecho
suyo lo tradicional. La presencia de la muerte es una constante en el libro. El libro posee una compacta unidad: es el
libro de la Andalucía del llanto, un libro lleno de ayes, de dolor, de muerte. Lorca expresa su propio dolor de vivir a
través del dolor que rezuman los cantes hondos de su tierra. Por otra parte, su lengua poética alcanza aquí su
primera plasmación eminente: esa personalísima identificación con lo popular y esa elaborada estilización culta. Se
inscribe en la lírica neopopularista de la Generación del 27.
2. Segunda etapa. Incluye las obras que escribió entre 1929 y 1936. En este periodo Lorca, sin abandonar sus raíces,
es más universal y difícil.
Poeta en Nueva York está escrito a partir de su experiencia en la gran urbe estadounidense, donde vivió entre 1929 y
1930, durante la crisis económica y social del crack de la bolsa. Alza su protesta contra una civilización brutal,
deshumanizada e indiferente al hombre, desconocedora de los valores del espíritu. Su ataque virulento a la sociedad
capitalista se extiende también a la Iglesia católica. La ciudad estadounidense constituye el tema central, símbolo
máximo de la civilización moderna industrial. Esta realidad hostil produce un clima de angustia: no hay cabida para el
amor, la felicidad o la naturaleza, que ha sido destruida. La soledad y el sufrimiento son constantes en el mundo de
la civilización, presidido por la riqueza material, el egoísmo, la lucha y la crueldad. Junto a la ciudad, aparece el dolor
de la voz poética, su deseo de amor, su soledad; su sufrimiento le lleva a solidarizarse con el de los demás; de ahí
que los otros temas son las injusticias sociales, la opresión de los explotados y marginados, los negros, la guerra, el
ser humano como depredador y la degradación de la naturaleza y la muerte. Como preocupación más personal
aparece la homosexualidad y la religiosidad. Emplea imágenes visionarias del lenguaje surrealista, sin caer por ello
en la escritura automática, el carácter irracional de las metáforas y símbolos hacen muy difícil la comprensión de los
versos de este libro. Se aprecia en los poemas una enorme coherencia, un orden estructural basado
fundamentalmente en la anáfora y la alternancia de imágenes. Junto al verso libre, se advierte el uso del verso
medido (octosílabo, eneasílabo, endecasílabo y alejandrino). El libro consta de diez partes: las ocho primeras tratan
de Estados Unidos, y las dos últimas, del viaje de regreso a España. Destacan los poemas “La aurora”, “Oda al rey de
Harlem”, “Oda a Walt Whitman” y “Grito hacia Roma”. Tras Poeta en Nueva York, Lorca se dedicará
preferentemente al teatro, en el que vierte su acento social.
El Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935) es un libro breve y perfecto. Es una sentida elegía de incontenible dolor y
emoción por un amigo, un torero sevillano, amigo de la Generación del 27 y muerto de una cogida en una plaza de
toros, y una meditación sobre la muerte. En sus cuatro partes, de ritmos distintos, vuelven a combinarse lo popular y
lo culto: el ritmo de romance o de soleá alterna con el verso largo, y la expresión directa con las más audaces
imágenes surrealistas. La tercera parte del poema, “Cuerpo presente”, es de clara estética surrealista. El resultado,
impresionante por su patetismo, es una de las más hermosas elegías de nuestra literatura.
Escribe también Diván de Tamarit(1940), escrito en 1935, es un libro de poemas íntimos y doloridos de atmósfera o
sabor oriental, inspirado en las colecciones (diwanes) de la antigua poesía arábigo-andaluza. El tema central es el
amor sujeto a experiencias frustrantes y amargas, y su lenguaje, hermético, está muy próximo al de Poeta en Nueva
York. Lorca recrea la tradición de las formas poéticas de la casida y la gacela de la lírica árabe.
La última obra importante de Lorca se cierra con los Sonetos del amor oscuro, no conocidos hasta 1984. Los sonetos,
escritos entre 1935-1936 responden a la tendencia general de vuelta hacia esta forma clásica que se produjo en
nuestra literatura en los años inmediatamente anteriores a la guerra. Se ha visto en ellos un claro deseo del poeta de
regresar a los clásicos y se han señalado conexiones con el mundo poético de Shakespeare, San Juan de la Cruz,
Quevedo y Góngora. La intención del poeta era crear un conjunto poético en el que el amor fuese el principal
protagonista. Considerado por parte de la crítica como un poeta maldito- heredero de Baudelaire y los simbolistas-,
su mayor influencia se ha dejado sentir entre los poetas españoles del malditismo. Lorca es el ejemplo más hondo de
esa trayectoria que va del yo al nosotros. Y lo prodigioso es que es su humanidad, su arraigo popular y su hondura
trágica.
En este poema describe el rasgueo “llanto” de la guitarra, elemento propio del flamenco y característico del mundo
andaluz, que aparece personificada. El cante jondo enlaza con la pena negra de los gitanos y con la frustración que
acompañará siempre la poética de Lorca. Se utilizan abundantes negaciones (inútil, imposible) o imágenes negativas
(llora flecha sin blanco) y personificaciones (llora el agua). Los temas que aparecen son la muerte y la insatisfacción
del deseo, junto al cancionero andaluz
Se enmarca en la primera etapa (neopopular) pues presenta la métrica característica de la poesía popular (verso
corto y libre, rima asonante). Existe un afán renovador entre las nuevas tenencias (aparición de la guitarra como
elemento narrativo) y la tradición literaria española (sentimentalismo).
Este poema forma parte de una serie de poemas breves, anecdóticos, coloristas y populares, marcados por la
musicalidad y su tono infantil, recordemos, en este sentido, “La tarara”, inspirada en unas coplas populares que se
cantaban el siglo XIX, cuya protagonista estaba tarara (loca). Desarrolla la idea la frustración (“Aunque sepa los
caminos nunca llegaré a Córdoba”) y el destino trágico (el camino como transcurso de la vida y Córdoba como su
futura muerte), visibles en toda la composición.
El romance asume las características comunes del resto del poemario del Romancero gitano: se alterna lo culto y lo
popular, además de lo espontáneo y lo reflexivo. El folclore andaluz se muestra en ejemplos como el siguiente:
“cuando vengan los gitanos te encontrarán sobre el yunque con los ojillos cerrados (símbolo del trabajo en la fragua)
Metáforas: “sus senos de duro estaño” (sensualidad y frialdad, aunque puede considerarse también como el símbolo
de la madre que lo atrae) o “no pises mi blancor almidonado” (luz de la luna)
Personificación: “huye luna, luna, luna” (ante la llegada del gitano y su venganza) o “mueve la luna sus brazos” (baile
sensual con el que enamora al niño).
Su temática gira en torno al sentimiento de pena de una gitana que se sumerge en el mundo del despecho. Se basa
en un ambiente popular y se demuestra la influencia de otros autores como Jorge Manrique o Machado, al concebir
la imagen del mar con la muerte.
Metáfora: “cobre amarillo, su carne” (símbolo del color de los gitanos)
Imagen: “Las piquetas de los gallos…” (Homenaje al Cid “apriessa cantan los gallos e quieren quebrar albores”)
Alternancia de formas métricas clásicas e innovadoras. Poesía neopopular con influencia surrealista, donde se
expresa un rechazo hacia la deshumanización del mundo. La frustración y el destino trágico son los dos temas
principales a los que se hace referencia en los versos.
Imagen: “ojos de fría plata” (muerte), “soñando en la mar amarga” (referencia al gitano contrabandista herido).
Símbolos: se representa un paisaje lleno de símbolo como el color verde y la luna gitana, como imagen del amor y de
la muerte.
Metáforas: “farolillos de hojalata” refiere a la madrugada y al rocío. “Sobre el rostro del aljibe/se mecía la gitana”
describe la superficie del estanque donde flota el cuerpo de la muchacha que parece mecerse con el viento.
- Las gentes que vacilan insomnes son aquellas que no pueden descansar y que por lo tanto no pueden soñar, no
pueden esperar nada mejor.
- Todo finaliza trágicamente, en el vero veinte, con el naufragio de sangre: un naufragio aún más lúgubre y pésimo
de lo normal, que al añadirle la sangre es lo más negativo expresable.
Aparecen también anáforas (la aurora de Nueva York, la aurora de Nueva York...) y paralelismos (a los juegos sin
arte, a sudores sin fruto).
Y múltiples bimembraciones que otorgan cierto ritmo al poema: unión de los términos que aparecen al mismo nivel
y a veces se contraponen o se suman: (ni mañana ni esperanza), (taladran y devoran), (ni paraísos ni amores), (cieno
de números y leyes), (cadenas y ruidos).
Aparecen antítesis como aurora-cieno, negras-palomas, agua-agua podrida...
El tema representa la ciudad como lugar en el que reina la desolación y la falta de esperanza en el futuro. La ciudad
es un elemento que arremete y aliena al individuo.
Muestra influencia de las corrientes vanguardistas, especialmente del surrealismo. Las referencias culturales
(“Saturno”) se alternan con la presencia del intimismo (“estás aquí bebiendo mi sangre”, con estilo expresionista).
El lenguaje es desgarrador, como en “matando en mí la burla y la sugestión del vocablo” y mezcla la poesía culta
(“así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes”) con la referencias al mundo agrícola en estilo surrealista (“allí
donde mugen las vacas que tienen patitas de paje”). Hay hallazgos metafóricos y juegos de palabras inesperados.
El uso del verso libre, una abundante adjetivación, como por ejemplo, “larga, oscura, triste lengua” o la recurrencia a
la negación, son características que nos permiten afirmar su pertenencia a la Generación del 27. Se ensalza la figura
del torero, a partir de la sangre en la arena como vemos en “y su sangre ya viene cantando”.
Imagen: “Buscaba su hermoso cuerpo y encontró su sangre abierta” (Juega con la metonimia y el contraste).
Metáfora: “Que no hay cáliz que la contenga” (juego de referencia religiosa por lo sagrado de la sangre del torero).
CASIDA DEL LLANTO: DIVÁN DEL TAMARIT (1936)
El libro es una combinación de poemas bajo el nombre de “casidas” y “gacelas” en honor de los poetas árabes
granadinos. El ritmo en este poema se ve reforzado por las repeticiones de palabras como “llanto”, “ángel” o
“inmenso”, con lo que el poeta trata de afianzar la idea trágica del poema con figuras de corte popular. Se muestra,
asimismo, la recurrencia al uso de imágenes (“el llanto es un perro inmenso”, de corte surrealista) y está
influenciado por la vanguardia, observable en algunos versos del poema: “las lágrimas amordazan al viento”.
Incluido en la última etapa de la poesía lorquiana y en la segunda de la Generación del 27. El uso del soneto nos
avanza la admiración hacia la poesía culta del Siglo de Oro; estos versos también se encuentran condicionados por el
intimismo de Bécquer. El neorromanticismo surge en este poema al hablar de forma intimista del dolor y la alegría
que le causa su amado, donde al final pide que recuerde su amor. El tema amoroso se muestra desde una óptica
pesimista y este se resigna a que si pierde su amor al menos quede en su memoria los momentos felices que han
vivido.
Imagen negativa: “el gusano de mi sufrimiento”, roza la metáfora expresionista.
Símbolos: la vida (“aguas de tu río”) y los recuerdos (“huyas de mi otoño enojado”)
Metáforas: “ojos de estatua” y “la solitaria rosa de tu aliento”, donde priman los contrastes, figura clave del poema.
http://elpuig.xeill.net/Members/fgallar3/poemas/Comentarios/federico-garcia-lorca
En el enlace podéis encontrar notas muy útiles a algunos poemas de Lorca.
5 IES Hernán Pérez del Pulgar