La historia describe cómo un niño recibió una marioneta llamada Ñeco como regalo de cumpleaños, la cual se convirtió en su mejor amigo. El niño recuerda especialmente un día lluvioso en que imaginó que Ñeco cobró vida, cantando y haciendo travesuras para alegrarlo. Aunque era producto de su imaginación infantil, el niño cree que los muñecos pueden tener vida si uno lo desea. Al final, otro niño elige una marioneta recién terminada por el carpintero Jacinto, agra
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
219 vistas3 páginas
La historia describe cómo un niño recibió una marioneta llamada Ñeco como regalo de cumpleaños, la cual se convirtió en su mejor amigo. El niño recuerda especialmente un día lluvioso en que imaginó que Ñeco cobró vida, cantando y haciendo travesuras para alegrarlo. Aunque era producto de su imaginación infantil, el niño cree que los muñecos pueden tener vida si uno lo desea. Al final, otro niño elige una marioneta recién terminada por el carpintero Jacinto, agra
La historia describe cómo un niño recibió una marioneta llamada Ñeco como regalo de cumpleaños, la cual se convirtió en su mejor amigo. El niño recuerda especialmente un día lluvioso en que imaginó que Ñeco cobró vida, cantando y haciendo travesuras para alegrarlo. Aunque era producto de su imaginación infantil, el niño cree que los muñecos pueden tener vida si uno lo desea. Al final, otro niño elige una marioneta recién terminada por el carpintero Jacinto, agra
La historia describe cómo un niño recibió una marioneta llamada Ñeco como regalo de cumpleaños, la cual se convirtió en su mejor amigo. El niño recuerda especialmente un día lluvioso en que imaginó que Ñeco cobró vida, cantando y haciendo travesuras para alegrarlo. Aunque era producto de su imaginación infantil, el niño cree que los muñecos pueden tener vida si uno lo desea. Al final, otro niño elige una marioneta recién terminada por el carpintero Jacinto, agra
Descargue como PPTX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
Escuerzo Sapo
Fue en mi cumpleaños número siete cuando me regalaron mi primera marioneta. Creo
que fue lo más hermoso que me pudieron haber regalado ya que, no sólo me regalaban un muñeco, sino también un amigo. Ni bien lo vi sabía cómo lo llamaría, Ñeco. Con él he compartido toda mi infancia, las mejores tardes de mi vida. Y es tan importante para mí que aún lo conservo en la repisa de mi casa. Recuerdo especialmente un día de lluvia, yo estaba muy triste porque era el tercer día consecutivo sin sol. Había intentado más de mil juegos y ninguno me entretenía, hasta que, de repente, mi mirada se posó fijamente en Ñeco… se le movían ligeramente los pies y las manos, y hasta puedo jurar que respiraba. Mis ojos se salían de sus órbitas. No podía creer lo que veía. Me acerqué a él y el milagro se hizo realidad, una voz aguda surgió de su boca dibujada. Era como si el sol hubiera salido nuevamente para mí y pasamos toda la tarde cantando y haciendo travesuras. ¡qué épocas!... naturalmente toda era fruto de mi frondosa imaginación infantil; pero en mi interior puedo asegurarte que estos muñecos si uno lo desea pueden tener vida.
Al terminar la historia, el niño se quedó mirando con mucha ilusión y extrañamiento a
la marioneta que Jacinto para ese entonces estaba terminando. Al notar esto Jacinto le pregunta: ¿La quieres?, ¡sí!, contesta el niño y al irse con la marioneta exclama: ¡Gracias, ahora si el sol comienza a brillar! Una vez que el niño se retiró de la carpintería con pasos firmes Jacinto tomó más madera y comenzó a fabricar una nueva marioneta…