Texto Argumentativo
Texto Argumentativo
Texto Argumentativo
Formulas empleadas:
Se llama modalizaciones discursivas a los medios por los que un locutor manifiesta el
modo en que considera su propio enunciado. Por ejemplo, los adverbios quizá,
seguramente, los incisos por lo que yo sé, según creo, etc., indican que el enunciado
no se ha aceptado totalmente e implican un punto de vista subjetivo que debe ser
demostrado. En cambio, expresiones como sin lugar a dudas, obviamente, de hecho,
etc., manifiestan que lo afirmado se acepta como verdadero.
En la argumentación, los modalizadores se pueden emplear para manejar la
recepción de ciertas afirmaciones en el discurso. Si son presentadas como hechos,
muchas veces no son discutidas por el contendor, en cambio, cuando se presentan
con menos certeza (incluso si son datos ciertos), tienen a volverse discutibles.
El hablante expresa certeza o duda.
Se entrega información.
Se da cuenta de la realidad.
Se enfatiza el valor de verdad o falsedad, necesidad o posibilidad de lo que se está
diciendo.
Es una actitud frecuente en textos argumentativos y expositivos. Hay típicas frases que
introducen, con diversos matices, la certidumbre o duda del hablante.
Frases que introducen certeza: es indudable, no tengo ninguna duda, es obvio, ciertamente,
estoy seguro de, etc.
Frases que introducen probabilidad/improbabilidad: es probable que, es improbable que, a
lo mejor, podría ser que, quizá, tal vez, etc.
Frases que introducen posibilidad/imposibilidad: es posible que, resulta imposible, no creo
que (no es cierto que), creo que (es cierto que) etc.
El hablante se expresa comunicando emociones, sentimientos, opiniones, etc. Hay un
énfasis en la visión propia, ofreciendo un juicio o apreciación sicológica o
sociocultural.
Expresiones como: creo que (pienso que), siento que, amo que, odio que, me carga
que, me encanta, etc. dan a conocer, por ejemplo, opiniones, miedos, deseos y
aprecios.
Es una actitud presente en textos como: autobiografías, cartas personales, recados, y
en el diálogo conversacional, entre otras formas.
Designaciones y calificaciones en el texto argumentativo
Para expresar puntos de vista, la tesis, o para expresar los argumentos es útil la
selección precisa del vocabulario utilizado, pues las propias palabras conllevan un
significado que favorece o perjudica una argumentación o la presentación de la tesis.
En términos generales, cuando nos referimos a designaciones en la argumentación
corresponde a expresiones sustantivas que informan una determinada opinión o
argumento. Compare:
Por su parte, cuando nos referimos a calificaciones en la argumentación corresponde
a expresiones adjetivas o adverbiales que caracterizan una determinada opinión o
argumento. Así, ante el estreno de un filme el crítico de espectáculo puede referirse al
director calificándolo:
Asocie cada concepto del recuadro con su definición o ejemplo.
Componente afectivo - retórico
Modalizaciones discursivas
Modalizaciones apreciativas o
de opinión
Intencionalidad argumentativa
Calificaciones de la
argumentación
Carácter polémico
El razonamiento por signos no es seguro, sino probable; se basa en un conocimiento de mundo por
parte de quien argumenta. Se sustenta en evidencias concretas que se aprecian con facilidad.
2. Razonamiento por CAUSA (instrumentales o de nexos causales): Las razones
se presentan como la causa que provoca la conclusión o como un medio para lograrla.
Se establece una conexión causal entre dos hechos. Se afirma que las premisas o
razones son la causa de la tesis o conclusión.
Esta conexión es bastante más fuerte que la anterior, pues ya no solo afirma la relación
entre dos elementos, sino que uno es causa del otro. El efecto es la tesis y las causas,
los argumentos que la sostienen.
3. Razonamiento por ANALOGÍA (Analógicos): Una analogía es el razonamiento
basado en la existencia de atributos semejantes en seres o cosas diferentes. La
conclusión se establece comparando dos situaciones diferentes, pero que son
semejantes en algún aspecto.
La analogía resulta muy útil para explicar lo nuevo, pues quien la emplea compara,
aspecto por aspecto, un fenómeno o un objeto desconocido por los receptores con otro
que les resulta familiar, facilitando la comprensión.
4. Razonamiento por generalización: A partir de varios casos similares, puedo
generalizar una tesis común a todos ellos, proyectándola a otros casos del mismo tipo.
Vale decir, si existen los suficientes y variados casos particulares necesarios, puedo
sustentar de este modo la conclusión.
Cabe agregar que las falacias, siendo inválidas, son muchas veces altamente
persuasivas, y, por ello, muy utilizadas. Sin duda, todos las hemos utilizado y la
relevancia de su enseñanza es poder reconocerlas, y objetarlas si cabe, e incluso
utilizarlas en discusiones informales.
1. Suficiencia: Las premisas deben aportar apoyo suficiente para llegar a la conclusión. A
veces basta con mostrar un caso, una investigación, una causa o un síntoma, pero en
otras ocasiones se requiere mostrar un gran número de casos para que la conclusión
sea aceptable.
2. Relevancia: Las premisas deben estar relacionadas y ser pertinentes con el contenido
de la conclusión y no referirse a otro tema.
3. Aceptabilidad: Las premisas deben poder ser aceptadas por cualquier persona que
conozca el tema. Esto tiene que ver con lo adecuado o inadecuado de estas o con su
credibilidad. Por ejemplo, si se presenta como prueba un estudio estadístico, podré
aceptarlo o no si se realizó de manera seria, si sus resultados son fidedignos.
1. Generalización o conclusión apresurada: Falta la suficiencia, pues no proporciona la cantidad de
casos necesarios para sostener la conclusión. Hay una transgresión del principio de generalización.
2. Causa falsa: Cuando la razón que damos para apoyar nuestra tesis puede tratarse solo de una
circunstancia que no incide en la constitución de la conclusión y que, por lo tanto, no es suficiente
como prueba.
3. Falsa analogía: Se produce cuando se comparan dos situaciones porque presentan similitudes
en ciertos aspectos, pero no suficientes como para establecer una comparación.
5.1. Ataque directo (Ad hominem abusivo): Refutamos la tesis por venir de una persona
determinada, es decir, descalificamos al oponente. Una falacia ad hominem consiste en afirmar que
un argumento de alguien es erróneo solo por algo acerca de la persona, no por problemas en el
argumento en sí. “...consiste en debilitar al oponente poniendo en duda su experiencia, inteligencia,
carácter o buena fe”. Frans H. van Esmeren, Argumentación, comunicación y falacias, 2002, p. 131
5.2. Ataque indirecto (Ad hominem circunstancial): Se descalifica al oponente no por una
característica propia, sino por su situación. No se dirige abiertamente contra la persona sino contra
las circunstancias en que se encuentra: sus vínculos, sus relaciones, sus intereses, etc.
“...se hacen aparecer como sospechosas las motivaciones del oponente para presentar su punto de
vista o su duda: él tiene un interés personal en el asunto, y, por lo tanto, está sesgado en esa
dirección”. Frans H van Esmeren, Argumentación, comunicación y falacias, 2002, p. 131
5.3 Ataque por contradicción: Se descalifica al oponente por tener alguna conducta
inconsecuente con lo que defiende.
7. Apelar a la popularidad (Ad populum): Se valida un punto de vista a partir del apoyo masivo
que este pueda tener.
8. Apelar a una élite: Se valida un punto de vista porque una minoría selecta lo apoya.
10. Apelar al temor: En vez de utilizar razones nos valemos de amenazas para que la persona
acepte nuestra tesis.
11. Falsa apelación a la autoridad: Cuando se cita como razón lo que ha dicho alguien que no
es autoridad o que no lo es en la materia de la tesis.
12. Premisa problemática: Falta al principio de aceptabilidad, la razón que apoya la conclusión
no es por sí sola admisible.
13: Circularidad: Argumentamos a favor de nuestro punto de vista, entregando una razón que
es equivalente a este. El argumento es circular cuando la premisa es la misma que la
conclusión.