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Texto Argumentativo

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Objetivos:

- Aprender las características fundamentales del texto argumentativo y sus requerimientos


de lectura.
- Reforzar lo aprendido mediante preguntas de comprensión.
- Leer textos argumentativos para reconocer sus características y practicar sus
requerimientos de lectura.
 El texto argumentativo presenta una tesis y argumentos, pues su intencionalidad es
influir en el receptor para que este acepte o adhiera a nuestro punto de vista, realice
cierta acción, reafirme alguna convicción ya existente, o la modifique.

 Formulas empleadas:

- Convencer: Mediante argumentos (ámbito de la racionalidad) Ejemplo: Discurso


forense.
- Conmover o persuadir: Apelando a las emociones (ámbito de influencia y motivos)
Ejemplo: Discurso publicitario
 El componente lógico-racional otorga un rol protagónico al lenguaje verbal, ya sea
oral o escrito;
 El componente retórico-afectivo, en cambio, presenta junto con el lenguaje verbal
una importante presencia del lenguaje no verbal ya en sus aspectos kinésicos (una
sonrisa o una mirada), proxémicos (en una argumentación judicial, acercarse al
jurado para crear una atmósfera de intimidad y confianza) o icónicos (en el mismo
caso anterior, mostrar una fotografía como prueba).
a) Divulgativa: (exigen conocimientos generales, básicos) Por ejemplo, revistas de
divulgación, artículos periodísticos, documentales para la televisión, etc.

b) Especializada: (Exigen conocimientos específicos), Por ejemplo revistas


académicas, ensayos, tesis de grado, etc.
A. Características de la situación de comunicación argumentativa.

• Carácter polémico: campo problemático o diferentes puntos de vista. Cuando la


posición controversial o discutible se sostiene para defenderla o refutarla se forma
una TESIS.

• Carácter dialógico: Se basa en el intercambio de argumentos para alterar la opinión


del receptor a quien debe suponerse como parte de la situación argumentativa. Esto
significa que en este diálogo se suponen las posibles objeciones de parte del
receptor, aunque no las explicite. No obstante lo anterior, el carácter dialógico del
texto argumentativo, también ocurre en el monólogo, es decir, el diálogo interno en el
cual el emisor, por habla o pensamiento, argumenta o delibera sobre la solución que
debe dar a una determinada problemática.
B. Características lingüísticas del texto argumentativo.

En el texto argumentativo al momento de introducir la tesis (la opinión o punto de vista


que se desea sostener), es habitual utilizar modalizaciones discursivas apreciativas (de
opinión). Son muy comunes las oraciones subordinadas ejemplificativas, comparativas,
condicionales, causales o consecutivas para introducir argumentos a favor o contra una
tesis.
 Cuando domina el componente lógico racional es habitual el lenguaje neutral, se
tienden a evitar las connotaciones, por tanto hay un lenguaje referencial. El
vocabulario, comúnmente tiende a ser especializado, propio del tema de que se trata,
y muchas veces se utilizan sustantivos abstractos.
 Cuando domina el componente afectivo retórico es habitual el uso de figuras
(metáforas, hipérboles) o recursos expresivos como repeticiones o analogías.
 Modalizaciones discursivas en el texto argumentativo.

 Se llama modalizaciones discursivas a los medios por los que un locutor manifiesta el
modo en que considera su propio enunciado. Por ejemplo, los adverbios quizá,
seguramente, los incisos por lo que yo sé, según creo, etc., indican que el enunciado
no se ha aceptado totalmente e implican un punto de vista subjetivo que debe ser
demostrado. En cambio, expresiones como sin lugar a dudas, obviamente, de hecho,
etc., manifiestan que lo afirmado se acepta como verdadero.
 En la argumentación, los modalizadores se pueden emplear para manejar la
recepción de ciertas afirmaciones en el discurso. Si son presentadas como hechos,
muchas veces no son discutidas por el contendor, en cambio, cuando se presentan
con menos certeza (incluso si son datos ciertos), tienen a volverse discutibles.
 El hablante expresa certeza o duda.
 Se entrega información.
 Se da cuenta de la realidad.
 Se enfatiza el valor de verdad o falsedad, necesidad o posibilidad de lo que se está
diciendo.
 Es una actitud frecuente en textos argumentativos y expositivos. Hay típicas frases que
introducen, con diversos matices, la certidumbre o duda del hablante.

 Frases que introducen certeza: es indudable, no tengo ninguna duda, es obvio, ciertamente,
estoy seguro de, etc.
 Frases que introducen probabilidad/improbabilidad: es probable que, es improbable que, a
lo mejor, podría ser que, quizá, tal vez, etc.
 Frases que introducen posibilidad/imposibilidad: es posible que, resulta imposible, no creo
que (no es cierto que), creo que (es cierto que) etc.
 El hablante se expresa comunicando emociones, sentimientos, opiniones, etc. Hay un
énfasis en la visión propia, ofreciendo un juicio o apreciación sicológica o
sociocultural.
 Expresiones como: creo que (pienso que), siento que, amo que, odio que, me carga
que, me encanta, etc. dan a conocer, por ejemplo, opiniones, miedos, deseos y
aprecios.
 Es una actitud presente en textos como: autobiografías, cartas personales, recados, y
en el diálogo conversacional, entre otras formas.
Designaciones y calificaciones en el texto argumentativo

 Para expresar puntos de vista, la tesis, o para expresar los argumentos es útil la
selección precisa del vocabulario utilizado, pues las propias palabras conllevan un
significado que favorece o perjudica una argumentación o la presentación de la tesis.
En términos generales, cuando nos referimos a designaciones en la argumentación
corresponde a expresiones sustantivas que informan una determinada opinión o
argumento. Compare:
 Por su parte, cuando nos referimos a calificaciones en la argumentación corresponde
a expresiones adjetivas o adverbiales que caracterizan una determinada opinión o
argumento. Así, ante el estreno de un filme el crítico de espectáculo puede referirse al
director calificándolo:
 Asocie cada concepto del recuadro con su definición o ejemplo.
Componente afectivo - retórico

Modalizaciones discursivas

Modalizaciones apreciativas o
de opinión

Intencionalidad argumentativa

Calificaciones de la
argumentación
Carácter polémico

Coponente lógico - racional


 El texto expositivo se dispone según los principios de orden, claridad y precisión.
Estos no son incompatibles con el texto argumentativo, pues facilitan la
comunicación.
 Podemos agregar al respecto del texto argumentativo un principio de causalidad,
según el cual se presenta un orden objetivo que explica por qué un hecho sucede así
y no de otra forma; el principio de causalidad subordina a una causa un resultado, el
cual se considera como una causa para otros resultados consiguientes. También se
rige por un principio de probabilidad.
 Las tesis, en cuanto opiniones, no son verdaderas ni falsas y, por su parte, los
argumentos, en el discurso verbal, no dan apoyo absoluto, no demuestran la verdad
de la tesis, solo la hacen más o menos aceptable para el lector. Con respecto al
orden de las ideas del texto argumentativo, se reconocen fases en su estructuración.
 La estructura externa de los textos argumentativos corresponde a la estructuración
tradicionalmente aceptada, y conocida, de introducción, desarrollo y conclusión.
 La estructura interna de los textos argumentativos corresponde a la estructuración
lógico- racional de la información cuyo objetivo es convencer al lector.
 Se pueden agrupar a partir de la forma en que se plantean los argumentos.

a) Argumentación secuencial: consiste en la exposición de la tesis y los argumentos


que la apoyan como un encadenado de afirmaciones consecutivas desde la tesis hacia
los argumentos o viceversa, siendo de esta forma deductiva (la tesis se presenta en la
introducción y luego se proporcionan las bases, garantías y respaldos que sustentan la
argumentación) o inductiva (se proporcionan primero los respaldos, garantías y bases,
para luego enunciar la tesis en la conclusión).
b) Argumentación dialéctica: Si tenemos en cuenta que la argumentación se realiza
como parte de un proceso de interacción comunicativa, en el que los roles de emisor y
receptor se alternan, es posible que en algún momento los hablantes estén en
desacuerdo con el mensaje emitido y, por ende, se produzca una “disputa”. En este
caso, uno de los participantes presentará una TESIS y su contendor una
CONTRATESIS, que se fundamentarán en argumentos y contraargumentos,
respectivamente, buscando refutar el punto de vista y las razones esgrimidas por el
oponente. Se establece así una situación dialógica donde la argumentación se
transforma en dialéctica.
1. Razonamiento POR SIGNOS (por indicios, señales o síntomas): Las razones se presentan
en forma de signos (por indicios, señales o síntomas) que conducen a una conclusión. Se usa en
casos en que existe una asociación confiable o concomitancia entre un fenómeno y su señal, es
decir, una alta probabilidad de que ante una cualidad o señal dada también se dé otro fenómeno
asociado.

El razonamiento por signos no es seguro, sino probable; se basa en un conocimiento de mundo por
parte de quien argumenta. Se sustenta en evidencias concretas que se aprecian con facilidad.
2. Razonamiento por CAUSA (instrumentales o de nexos causales): Las razones
se presentan como la causa que provoca la conclusión o como un medio para lograrla.
Se establece una conexión causal entre dos hechos. Se afirma que las premisas o
razones son la causa de la tesis o conclusión.

Esta conexión es bastante más fuerte que la anterior, pues ya no solo afirma la relación
entre dos elementos, sino que uno es causa del otro. El efecto es la tesis y las causas,
los argumentos que la sostienen.
3. Razonamiento por ANALOGÍA (Analógicos): Una analogía es el razonamiento
basado en la existencia de atributos semejantes en seres o cosas diferentes. La
conclusión se establece comparando dos situaciones diferentes, pero que son
semejantes en algún aspecto.

La analogía resulta muy útil para explicar lo nuevo, pues quien la emplea compara,
aspecto por aspecto, un fenómeno o un objeto desconocido por los receptores con otro
que les resulta familiar, facilitando la comprensión.
4. Razonamiento por generalización: A partir de varios casos similares, puedo
generalizar una tesis común a todos ellos, proyectándola a otros casos del mismo tipo.
Vale decir, si existen los suficientes y variados casos particulares necesarios, puedo
sustentar de este modo la conclusión.

Este es un razonamiento por aproximación, pues es muy difícil afirmar la certeza de


una información general. Este razonamiento se da también en el ámbito de lo posible.
5. Razonamiento por autoridad: Se puede fundar una tesis citando una autoridad
sobre la materia, valiéndonos del prestigio de un experto, alguien conocido, alguien
validado o hasta alguien famoso (un político, un artista, etc.). Aunque no es una
garantía de validez, en algunos casos puede ser legítimo recurrir a una autoridad
reconocida o con reputación sobre el tema (en una argumentación judicial la palabra o
criterio del médico forense, por ejemplo). La autoridad puede ser tanto una persona
como una institución.
 Un “buen argumento” es aquel que es sólido en términos del camino que propone
para llegar de las premisas a la conclusión; un “mal argumento”, en cambio, presenta
un camino lleno de desvíos, peligros o trampas en las que uno puede caer sin darse
cuenta. Estas formas de argumentación que encierran errores las llamamos falacias,
es un razonamiento aparentemente válido, cuya conclusión no se desprende de las
premisas. Sin embargo, rara vez los argumentos son totalmente buenos o totalmente
malos y generalmente pueden mejorarse mediante la crítica.

 Cabe agregar que las falacias, siendo inválidas, son muchas veces altamente
persuasivas, y, por ello, muy utilizadas. Sin duda, todos las hemos utilizado y la
relevancia de su enseñanza es poder reconocerlas, y objetarlas si cabe, e incluso
utilizarlas en discusiones informales.
1. Suficiencia: Las premisas deben aportar apoyo suficiente para llegar a la conclusión. A
veces basta con mostrar un caso, una investigación, una causa o un síntoma, pero en
otras ocasiones se requiere mostrar un gran número de casos para que la conclusión
sea aceptable.

2. Relevancia: Las premisas deben estar relacionadas y ser pertinentes con el contenido
de la conclusión y no referirse a otro tema.

3. Aceptabilidad: Las premisas deben poder ser aceptadas por cualquier persona que
conozca el tema. Esto tiene que ver con lo adecuado o inadecuado de estas o con su
credibilidad. Por ejemplo, si se presenta como prueba un estudio estadístico, podré
aceptarlo o no si se realizó de manera seria, si sus resultados son fidedignos.
1. Generalización o conclusión apresurada: Falta la suficiencia, pues no proporciona la cantidad de
casos necesarios para sostener la conclusión. Hay una transgresión del principio de generalización.

2. Causa falsa: Cuando la razón que damos para apoyar nuestra tesis puede tratarse solo de una
circunstancia que no incide en la constitución de la conclusión y que, por lo tanto, no es suficiente
como prueba.
3. Falsa analogía: Se produce cuando se comparan dos situaciones porque presentan similitudes
en ciertos aspectos, pero no suficientes como para establecer una comparación.

4. Razón irrelevante: Falta al principio de la relevancia y, generalmente, constituye un cambio de


tema: las razones hablan de algo distinto a lo que apunta la conclusión.
 5. Ataque al oponente (ad hominem): Se ataca al argumentador (a la persona, al oponente que
plantea una idea) y no a su argumento. Existen tres subtipos:

5.1. Ataque directo (Ad hominem abusivo): Refutamos la tesis por venir de una persona
determinada, es decir, descalificamos al oponente. Una falacia ad hominem consiste en afirmar que
un argumento de alguien es erróneo solo por algo acerca de la persona, no por problemas en el
argumento en sí. “...consiste en debilitar al oponente poniendo en duda su experiencia, inteligencia,
carácter o buena fe”. Frans H. van Esmeren, Argumentación, comunicación y falacias, 2002, p. 131

5.2. Ataque indirecto (Ad hominem circunstancial): Se descalifica al oponente no por una
característica propia, sino por su situación. No se dirige abiertamente contra la persona sino contra
las circunstancias en que se encuentra: sus vínculos, sus relaciones, sus intereses, etc.
“...se hacen aparecer como sospechosas las motivaciones del oponente para presentar su punto de
vista o su duda: él tiene un interés personal en el asunto, y, por lo tanto, está sesgado en esa
dirección”. Frans H van Esmeren, Argumentación, comunicación y falacias, 2002, p. 131
5.3 Ataque por contradicción: Se descalifica al oponente por tener alguna conducta
inconsecuente con lo que defiende.

6. Envenenar el pozo: Descalificamos la fuente de información sobre la cual se construye la


argumentación, de manera que anula la validez de los argumentos.

7. Apelar a la popularidad (Ad populum): Se valida un punto de vista a partir del apoyo masivo
que este pueda tener.
8. Apelar a una élite: Se valida un punto de vista porque una minoría selecta lo apoya.

9. Apelar a la misericordia: En reemplazo de razones que apoyan la tesis, se apela a la


bondad de la persona.

10. Apelar al temor: En vez de utilizar razones nos valemos de amenazas para que la persona
acepte nuestra tesis.
11. Falsa apelación a la autoridad: Cuando se cita como razón lo que ha dicho alguien que no
es autoridad o que no lo es en la materia de la tesis.

12. Premisa problemática: Falta al principio de aceptabilidad, la razón que apoya la conclusión
no es por sí sola admisible.

13: Circularidad: Argumentamos a favor de nuestro punto de vista, entregando una razón que
es equivalente a este. El argumento es circular cuando la premisa es la misma que la
conclusión.

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