Menopausia
Menopausia
Menopausia
El climaterio es un
acontecimiento fisiológico
de la vida de la mujer, que
se manifiesta de una
forma evidente en el
aparato genital por la
pérdida de la función
reproductiva, pero ese
cambio incluye numerosos
procesos que ocurren
simultáneamente en
diferentes órganos y
sistemas.
Durante el climaterio, sucede
el último sangrado menstrual,
al cual médicamente se le
llama menopausia. Este es el
cambio de un estado
reproductivo a un estado no
reproductivo.
La menopausia es un estado fisiológico de la
mujer, parte del proceso natural de
envejecimiento, caracterizado por el cese de la
secreción hormonal ovárica, dando lugar a
cambios que afectan el aparato urogenital, sistema
cardiovascular y óseo. La Organización Mundial de
la Salud define la menopausia como el cese
permanente de la menstruación, tras un periodo
de doce meses consecutivos de amenorrea, sin
otra causa aparente patológica ni psicológica.
Se reserva el término de perimenopausia para el
periodo de tiempo que precede a la última regla y
los doce meses posteriores, y posmenopausia para
todos los años que siguen tras la última regla.
Climaterio viene del griego "klimakter", en latín
"climacter" que significa escalera, peldaño, escalón
en la vida de una persona, momento difícil de
superar. Es una etapa del desarrollo humano que
marca la transición entre la edad adulta y la vejez.
Por lo tanto, se puede dividir de la siguiente
manera: los primeros diez años (35 a 45) el
climaterio temprano, los segundos diez años (45 a
55) el climaterio perimenopáusico, y los últimos
diez (55 a 65) el climaterio tardío.
Cuando los ovarios fallan se altera no
solo el proceso reproductivo,
frecuentemente manifestándose como
trastornos menstruales, sino que
modifica la influencia de las hormonas
sexuales, especialmente estrógenos,
sobre el resto del organismo.
Signos y sintomas.
En medicina son importantes los signos y los
síntomas para llegar a un diagnóstico de lo que
sucede en el organismo, y desarrollar un plan o
ruta crítica de estudios para confirmarlo, que
permita la certeza del tratamiento adecuado.
Dependerán entonces de la etapa del climaterio en
que se encuentre la mujer, los signos y síntomas
que manifieste.
Tanto los bochornos como los
episodios de sudoración, tienen
como origen un desajuste en el
funcionamiento de las
estructuras del sistema nervioso,
encargadas de regular el control
de la temperatura y los vasos
sanguíneos, por lo que se han
llamado cambios vasomotores.
Conviene saber que aunque no todas
las mujeres los padecen, estos
trastornos que la mayoría sufre, no
tienen nada de imaginarios como
popularmente se ha dicho, y que se
conoce mucho de lo que hay detrás
de estos, especialmente los niveles
cada vez menores de estrógeno que
alteran el balance de los
neurotransmisores.
Es común que el bochorno tenga una duración
entre 30 segundos a 5 minutos, comience con una
sensación de calor, acompañada de aumento de la
temperatura, especialmente en la parte superior
del tronco, la cara y el cuero cabelludo, seguida de
enrojecimiento de estas partes y a continuación
inicio de sudoración, para finalmente terminar con
escalofrío.
El signo que a la vez es
síntoma, que puede
aparecer a continuación es
la irregularidad, solamente
una de cada 10 mujeres
deja de menstruar
súbitamente, es decir, viene
menstruando cada mes
hasta que de pronto deja de
aparecer la menstruación.
Aunque no hay una enfermedad específica en el
ámbito psicológico asociado a la deficiencia de
estrógenos, sí se conoce toda una gama de
alteraciones ligada a esta.
Juegan también un papel
fundamental dos aspectos: la
confrontación con el
envejecimiento y de la mano de
esta conciencia, la posibilidad de
la muerte; y por otra parte la
actitud del grupo social al que
pertenece la mujer, con respecto
tanto al envejecimiento como a la
pérdida de la capacidad
reproductiva.
Se ha reportado una frecuencia
alta de dolores articulares y
musculares asociados a la falta
de estrógenos; muchas veces se
pueden demostrar. Ahora se
conoce que es probable que
estos síntomas se deban a la
repercusión de la falta de
hormonas sexuales sobre el
tejido conectivo y músculos del
cuerpo.
Al menos una de cada dos mujeres sufre por la
atrofia de sus genitales, manifestada por
adelgazamiento del recubrimiento de la vagina,
que además se estrecha y acorta. Los labios
mayores y los menores se adelgazan y encogen y
el clítoris se expone más de lo habitual,
disminuyendo su sensibilidad también. La uretra
dirige su apertura hacia abajo y atrás como
consecuencia de esta atrofia, lo que la vuelve más
susceptible de infectarse, al igual que la vagina.
Una de las primeras
manifestaciones urinarias es que
aumenta la frecuencia con que la
mujer tiene que orinar,
particularmente aumenta el
despertar nocturno para vaciar la
vejiga, ya que disminuye su
capacidad. Las estructuras que dan
continencia se debilitan y responden
menos bien a los estímulos
normales, lo que favorece la
aparición o acentuación de
incontinencia urinaria de esfuerzo
Otro órgano que expresa el
efecto a mediano plazo de la
carencia de estrógenos, es la
piel. Normalmente los
estrógenos intervienen en el
balance de la producción de
colágena que permite la
hidratación de la piel y se
expresa en la tersura de esta.
Otro órgano que es afectado por la
falta de estrógenos y que no
produce síntomas francos hasta
que se expresan sus
consecuencias, en este caso las
fracturas, es el esqueleto, que
desarrolla osteoporosis hasta en 4
de cada 10 mujeres
posmenopáusicas sin tratamiento.
Todos estos síntomas y signos tienen remedio y
mucho del daño ocasionado puede detenerse y
hasta revertirse, ya que cada mujer puede influir
en cómo vive su futuro informándose y tomando
parte activa del cuidado de su salud, siempre
orientada por su médico.
En las últimas tres décadas
se ha avanzado mucho en
cuanto a mejorar su salud
con múltiples opciones, entre
las cuales figura el uso de la
terapia hormonal de
reemplazo (THR). Las vías de
administración de la THR han
sido ampliamente difundidas,
pero por mucho tiempo su
uso dependerá de la
preferencia y estado físico de
la paciente.
Cuando está contraindicado el THR son
recomendados los fitoestrógenos, compuestos
químicos naturales derivados de ciertas plantas.
Los dos grupos más importantes encontrados en la
alimentación humana son las isoflavonas y las
lignonas. Las primeras se encuentran en la soja,
frutas cítricas, piel de la uva y el vino; las
segundas en los granos enteros, linazas y ciertos
frutos y verduras. Las isoflavonas también tienen
propiedades antioxidantes
De forma general, el conocimiento de los
elementos esenciales del climaterio y la
menopausia, permite mirar con optimismo el
futuro de las mujeres climatéricas, y confiar en
que durante la menopausia es posible mantener
una buena calidad de vida.