Las técnicas de reproducción asistida plantean desafíos éticos porque pueden lesionar la dignidad humana al manipular embriones y desvincular la procreación del acto conyugal. Si bien es válido el deseo de los esposos por concebir, estos métodos a menudo tratan a los embriones como objetos y dividen los roles parental es de una manera que puede dañar al niño y a la familia. La Iglesia enseña que la vida humana merece respeto desde la concepción y que los hijos deben ser
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Las técnicas de reproducción asistida plantean desafíos éticos porque pueden lesionar la dignidad humana al manipular embriones y desvincular la procreación del acto conyugal. Si bien es válido el deseo de los esposos por concebir, estos métodos a menudo tratan a los embriones como objetos y dividen los roles parental es de una manera que puede dañar al niño y a la familia. La Iglesia enseña que la vida humana merece respeto desde la concepción y que los hijos deben ser
Las técnicas de reproducción asistida plantean desafíos éticos porque pueden lesionar la dignidad humana al manipular embriones y desvincular la procreación del acto conyugal. Si bien es válido el deseo de los esposos por concebir, estos métodos a menudo tratan a los embriones como objetos y dividen los roles parental es de una manera que puede dañar al niño y a la familia. La Iglesia enseña que la vida humana merece respeto desde la concepción y que los hijos deben ser
Las técnicas de reproducción asistida plantean desafíos éticos porque pueden lesionar la dignidad humana al manipular embriones y desvincular la procreación del acto conyugal. Si bien es válido el deseo de los esposos por concebir, estos métodos a menudo tratan a los embriones como objetos y dividen los roles parental es de una manera que puede dañar al niño y a la familia. La Iglesia enseña que la vida humana merece respeto desde la concepción y que los hijos deben ser
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Son los diversos procedimientos técnicos
encaminados a lograr la concepción de un ser humano
por una vía diversa de la unión sexual varón-mujer: Fecundación in vitro Inseminación artificial Otros: clonación e hibridación
Fecundación artificial heteróloga
Fecundación artificial homóloga Heteróloga Homóloga Concepción humana Se denomina así a la obtenida mediante la unión concepción humana obtenida de gametos de al menos un donante diverso a la pareja. artificialmente dentro de la Se puede distinguir en pareja. estos casos una disociación en los roles de la Puede ser In vitro o paternidad genética, gestacional y educativa por inseminación artificial. Puede ser In vitro o por inseminación artificial. La instrucción Donum Vitae puso en evidencia la eliminación voluntaria de alta cantidad de embriones humanos. Algunos han pensado que ese hecho se debía al uso de una técnica aún parcialmente imperfecta. La experiencia posterior ha demostrado que todas las técnicas de fecundación in vitro se desarrollan de hecho como si el embrión humano fuera un simple cúmulo de células que se usan, se seleccionan y se descartan. Se objeta a menudo que, la mayoría de las veces, las pérdidas de embriones se producirían contra la voluntad de padres y médicos. Se afirma que se trataría de riesgos no muy diferentes de los relacionados con el proceso natural de generación. Sin embargo podemos afirmar que en muchos casos el abandono, destrucción o descarte de embriones son previstas e intencionales. Es praxis común estimular el ciclo femenino para obtener un alto número de óvulos que son fecundados. Varios de ellos se transfieren al seno materno para asegurar la implantación de al menos un embrión. Los demás se congelan. Esto demuestra un trato puramente instrumental de los embriones. En ningún otro ámbito de la medicina se aceptaría un técnica con una tasa tan alta de resultados negativos y fatales. Sólo el 33% de las parejas que utilizan éstos métodos tienen éxito.
En muchos países son cada vez más frecuentes
los casos de parejas no estériles que acuden a éstos métodos con fines eugenésicos. El 5 de junio de 2013 la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la Ley Nacional de Fertilización asistida 26.862. Casi la totalidad de la cámara votó a favor: Los principales fundamentos tenían que ver con el acceso a estos medios en igualdad de condiciones. En contra del negocio de las clínicas privadas. Se celebró como una importante reivindicación de justicia y equidad. La Ley tiene como objetivo garantizar el acceso de todos a las Técnicas de Reproducción Humana Asistida: “Fecundación in vitro, inseminación artificial, transferencia de embriones, transferencia intratubárica de gametos y cigotos; sin exclusión de las nuevas técnicas desarrolladas mediante los avances científicos.” (Art. 3) Se observa muchas veces una mirada pragmática y utilitarista de la vida humana. No hay valoración ética sino al final del recorrido, una vez obtenidos los resultados favorables, entonces sí es adecuado el método. La deontología de referencia supone que el embrión no merece pleno respeto cuando está en competición con un deseo que hay que satisfacer. Hay una gran contradicción, en la que la sociedad se hace defensora y promotora de los derechos humanos, a la vez que los niega de forma trágica. “En el plano cultural y sociopolítico, hay una preocupante tendencia cada vez más frecuente a interpretar muchos delitos contra la vida como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben reconocerse y ser protegidas como verdaderos y propios derechos.” (EV 18) Desde un tecnicismo no unitario, es que queda la vida humana confiada en manos de especialistas, y su éxito determinado por su capacidad técnica. Se instaura el domino de la técnica por sobre el destino de la persona, siendo esto contrario a su dignidad. El origen de una persona humana es en realidad el resultado de una donación. Sin embargo es aquí un “producto” de la intervención médica, subordinando su llegada al mundo a condiciones de eficiencia mensurables en parámetros de control y dominio. También se debe considerar el sufrimiento de los esposos al no poder concebir. Es válida la intención y el deseo de los esposos. Sin embargo se comprueba ante estas situaciones, un gran subjetivismo, que busca evitar u ocultar el dolor. Aparecen entonces éstos métodos como vías de escape. La profunda validez de este deseo es justificación suficiente para “producir” un hijo. Se intenta “obtener” un hijo independientemente de las consecuencias, como si fuera una decisión que dependiera directamente de la medicina y la técnica. A modo de síntesis, las técnicas médicas deben respetar: El derecho a la vida y a la integridad física de cada ser humano desde la concepción hasta la muerte natural. La unidad del matrimonio, que implica el respeto recíproco del derecho de los cónyuges a convertirse en padre y madre solamente el uno a través del otro. Los valores específicamente humanos de la sexualidad, que exigen que la procreación de una persona humana sea querida como el fruto del acto conyugal específico del amor entre los esposos. El respeto de la unidad del matrimonio y de la fidelidad conyugal exige que los hijos sean concebidos en el matrimonio; el vínculo existente entre los cónyuges atribuye a los esposos, de manera objetiva e inalienable, el derecho exclusivo de ser padre y madre. El recurso a los gametos de una tercera persona constituye una violación del compromiso recíproco de los esposos y una falta grave contra aquella propiedad esencial que es la unidad. La fecundación artificial heteróloga lesiona los derechos del hijo, lo priva de la relación filial con sus orígenes paternos y puede dificultar la maduración de su identidad personal. “El hijo es la imagen viva del amor de sus padres, la síntesis viva e indiscutible de su dimensión paterna y materna” (FC 14). Motivada por la ruptura de la unidad de paternidad genética y gestacional, se da una alteración en las relaciones personales dentro de la familia, que luego tiene repercusiones en la sociedad civil. Todo ser humano debe ser acogido siempre como un don y bendición de Dios. Sin embargo, desde el punto de vista moral, sólo es verdaderamente responsable, para con quien ha de nacer, la procreación que es fruto del matrimonio. Se puede comprobar que éstos métodos son contrarios a la unidad del matrimonio y a la dignidad de la procreación de la persona humana. Estas características esenciales del matrimonio no deben ser descuidadas, y la procreación no admite ningún tipo de delegación sustitutiva.
La intimidad de los esposos propia del acto
conyugal, favorece el respeto a la dignidad humana. La disociación ya mencionada al contrario, contribuye a debilitar tal conciencia. Existen terapias que, dentro del matrimonio, sí pueden aceptarse por no reemplazar el acto conyugal y son coherentes con la paternidad responsable: Tratamiento quirúrgico de la endometriosis Tratamiento hormonal de la infertilidad de origen gonádico Desobstrucción de las trompas Restauración microquirúrgica de la perviedad de las trompas Recientemente hubo manifestaciones públicas, donde parejas que no podían concebir, exigían las medidas legislativas necesarias para que el Estado haga cumplir la ley en vigencia. Las prepagas y obras sociales no están cubriendo todos los costos. La Conferencia Episcopal Argentina comunicó su postura ante la ley en un sintético pero claro documento. Algunos puntos importantes: La vida humana goza de tal dignidad que no puede estar sometida a procedimientos técnicos. Está afectado el derecho a la identidad de los niños. Hay preocupación por la implementación, que generará sin dudas nuevas formas de manipulación de vidas humanas en la etapa embrionaria. Insta a reconocer el inicio de la vida humana desde esta etapa. La investigación científica intrínsecamente exige el respeto incondicionado de los criterios fundamentales de la moralidad. El rápido desarrollo de la ciencia exige que esto sea todavía más urgente: “Nuestro tiempo, más que tiempos pasados, necesita de esa sabiduría para humanizar más todas las cosas nuevas que el hombre va descubriendo. Está en peligro el destino futuro del mundo, a no ser que surjan hombres más sabios.” (GS 15) Ley Nacional de Fertilización Humana Asistida N° 26.862. Catecismo de la Iglesia Católica. Congregación para la Doctrina de la Fe: “Instrucción Donum Vitae”. Ciudad del Vaticano. 1987. Congregación para la Doctrina de la Fe: “Instrucción Dignitas Personae”. Ciudad del Vaticano. 2008. Pablo VI: “Constitución Pastoral Gaudium et Spes”. Ciudad del Vaticano. 1965. Juan Pablo II “Familiaris Consortio”. Carta Encíclica, Ciudad del Vaticano. 1981. Juan Pablo II “Evangelium Vitae”. Carta Encíclica, Ciudad del Vaticano. 1995. Sgreccia, Elio: “Manual de Bioética: Fundamentos y Ética Biomédica”. Biblioteca de Autores Cristianos. 2009. Flecha, José Román: “Bioética: la fuente de la vida”. Sígueme. 2005.