Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Expo.2 2022-1

Descargar como pptx, pdf o txt
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 52

SEMIOLOGÍA BÁSICA

Docente: CD. Claudio Bonilla Leyva

Maestría en Odontología – USMP-FO


Maestría en Gerencia de Servicios de Salud – USMP-FMH
Diplomado de Atención Integral con Enfoque en Salud Familiar y Comunitaria – MINSA
Miembro activo de las ONG “Operación Sonrisa Perú” y “Olimpiadas Especiales Perú”
Coordinador de la Asignatura “Medicina Estomatológica I” en USMP-FO
Presidente de la Junta Electoral del Colegio Odontológico Región Callao
Presidente de la Comisión de Relaciones Interinstitucionales del Colegio Odontológico Región Callao
IMPORTANTE :
1. Sé puntual.
2. Mantén micrófono y cámara desactivados.
3. Para hacer preguntas usa el chat
únicamente, espera indicaciones de la
maestra.
4. Al terminar la clase, todos los alumnos
deben salir de esta.
5. Se respetuoso en todo momento.

RECUERDA:
6. Pon atención, pregunta al final para que
puedas usar el tiempo designado para
resolver dudas

Recuerda que la clase en línea puede estar


siendo grabada y nuestro reglamento de
conducta se aplica para Cualquier falta a este.
¡Disfruta la clase!
SESIÓN DE
APRENDIZAJE 02

SÍNTOMAS Y SIGNOS NEUROPSIQUIATRICOS




Comprender que es un Síndrome Neuropsiquiátrico.
Identificar los signos y síntomas característicos del OBJETIVOS
DE LA SESIÓN
Síndrome Neuropsiquiátrico.
• Conocer la definición de:
Cefalea
Mareos y Vértigos
Astenia
DE
Nerviosidad y Ansiedad
Depresión APRENDIZAJE
Hostilidad
Insomnio
Los trastornos neurológicos producen, como es de esperar, una frecuente alteración en el
estado emocional, neurocognitivo, cognitivo y comportamental que se traduce con
frecuencia en alteraciones psicopatológicas relevantes y candidatas a tratamiento.

La historia de la medicina, en los que a estos síntomas se refiere, nos muestra un


momento en el tiempo en el que hacemos una separación platónica entre lo físico y lo
mental, o lo orgánico y lo psiquiátrico.

A pesar de que la neurociencia cada día nos demuestra más que dicha diferenciación no
solo es absolutamente artificial, en la practica clínica seguimos utilizando términos,
conceptos e intervenciones que insisten en la diferenciación de estos dos puntos de vista,
e incluso insistimos en pelear esa batalla histórica entre quienes consideran que pensar en
términos biológicos simplifica la complejidad de la salud mental y quienes consideran que
las intervenciones psicoterapéuticas y la complejidad de las relaciones interpersonales e
intrapsíquicas son un elemento secundario y técnico del tratamiento.
¿Qué es un Síndrome Neuropsiquiátrico?

En las últimas clasificaciones del DSM (Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos


Mentales), el DSM-IV y el DSM-IV-TR, se usan dos categorías para englobar a los
tradicionalmente llamados síndromes neuropsiquiátricos:
1.- Delirio, Demencia, Amnesia y otros Trastornos Cognitivos.
2.- Trastornos mentales secundarios a Condiciones Médicas.

Estos grupos diagnósticos se caracterizan por presentar trastornos cognitivos o del


comportamiento asociados con una alteración cerebral, transitoria o permanente,
documentada.
En la actualidad debido al reconocimiento de que cada comportamiento y experiencia
subjetiva tiene una correlación neurofisiológica, la distinción entre trastorno neurogénico y
trastorno psicogénico es exclusivamente semántica y viene determinada por la sofisticación de
nuestros conocimientos de neurofisiología.

Se han encontrado ya sustratos neurogénicos en un gran número de trastornos clásicamente


psiquiátricos (esquizofrenias, hiperactividad, trastornos afectivos, ansiedad..) y del mismo
modo se han descrito alteraciones en el campo emocional, cognitivo y en el comportamiento
de personas con distintos tipos de lesiones cerebrales.

En esta línea, en las últimas clasificaciones del DSM-IV desaparece la antigua categoría del
DSM-III de “Síndromes y Trastornos Mentales Orgánicos” ya que esta designación implica que
los “Trastornos Mentales No-orgánicos” no tienen una base biológica.
Existen numerosos instrumentos de valoración pero vamos a intentar resumir los signos
y síntomas en una serie de preguntas que abarcan las distintas áreas del pensamiento.
Recordaremos que los signos según el criterio clásico son datos objetivos y que los
síntomas son datos subjetivos.

¿Existe aturdimiento o reducción de la claridad de la conciencia?


¿Hay alteración o inversión el ciclo sueño-vigilia?
¿Hay un cambio marcado en el nivel de actividad psicomotora?
¿Está alterada la capacidad de cambiar, concentrar o mantener la atención?
¿Existen malas interpretaciones, ilusiones o alucinaciones?
¿Se ha reducido la capacidad para procesar información?
¿Mantiene un humor llano, apático e indiferente? ¿Está alterado el juicio social?
¿Existe perspicacia o previsión?
¿Son fluctuantes los síntomas?
¿Hay un deterioro en el pensamiento abstracto?
¿Hay una pérdida del contenido intelectual en general?
¿Existen ideas sobrevaloradas o ilusorias, o bien extrema suspicacia?
¿Hay evidencia de afasia (fluida o no fluida) o discurso incoherente, apraxia o dificultad en la
construcción, o agnosia?
¿Existe habilidad para aprender información nueva y transferirla a la memoria a corto y
largo plazo?
¿Existe habilidad para recordar información conocida en el pasado?
¿Hay dificultad para el recuerdo o el reconocimiento?
¿Hay dificultad en la memoria visual o verbal? ¿Está el paciente orientado en el tiempo, en
el espacio y como persona?
¿Está el humor predominantemente deprimido, ansioso, irritable, agresivo o jocoso?
Cefalea:
La cefalea se define como una sensación dolorosa de intensidad variable localizada en la
bóveda craneal, parte alta del cuello o nuca y mitad superior de la cara (frente). El dolor
percibido en la mitad inferior de la cara se denomina algia o dolor facial.

Es un síntoma muy frecuente en la población constituyendo el motivo de consulta del 20%


de los pacientes que acuden a los servicios de neurología. Casi todas las personas han
padecido este síntoma en algún momento de su vida. Se estima en estudios
epidemiológicos que la prevalencia de este trastorno es de un 10-20% de la población.

Aun cuando cabe admitir que la cefalea no es una enfermedad peligrosa en la gran
mayoría de los casos, debe tomarse en serio, pues puede poner al médico en la pista de
otra enfermedad grave.
Actualmente se admite la clasificación de
la Sociedad Internacional de Cefalea
(1988), agrupándolas en trece tipos
diferentes (tabla 1). De ellos, los cuatro
primeros corresponden a cefaleas
primarias, es decir, cefaleas sin signos
físicos ni complementarios específicos, y
cuyo diagnóstico vendrá dado por el
interrogatorio del paciente; los nueve
tipos restantes son cefaleas secundarias a
diversos procesos neurológicos y
sistémicos.
Ante una cefalea aguda, de poco tiempo de evolución, debemos tener el máximo
cuidado, no estando indicado practicar la automedicación. En este caso, el
farmacéutico debe recomendar al paciente que visite a su médico para que éste
realice el diagnóstico y descarte todas las causas de cefaleas secundarias.

Asimismo, en las fases iniciales de una cefalea primaria crónica o recurrente, el médico
planteará las exploraciones complementarias para descartar otras causas. Una vez
diagnosticada la cefalea con certeza, es cuando solamente estaría autorizada la
automedicación con analgésicos con la ayuda y el asesoramiento del farmacéutico

La cefalea o cefalalgia (término empleado más en algún síndrome en el que la cefalea


es violenta o paroxística) aparece como resultado de la inflamación o distorsión
(tracción o compresión) de las estructuras encefálicas sensibles al dolor.
Las más importantes y de mayor significado en la etiología de las cefaleas son:
• ­Piel, tejido subcutáneo, músculos, arterias y periostio del cráneo.
• Ojos, oídos, senos y cavidad nasal.
• Senos venosos intracraneales y sus venas tributarias.
• Algunas partes de la duramadre de la base del cráneo y las arterias de la duramadre y la piamadre.
• ­Trigémino, glosofaríngeo, vago y los tres primeros nervios craneales.

La estructura ósea, las partes de la duramadre de la convexidad del cráneo, el parénquima cerebral
y los plexos coroideos son insensibles al dolor. De todo ello se deduce que los mecanismos que
producen dolor en las cefaleas son los siguientes:
• ­Tracción o dilatación de las arterias intracraneales o extracraneales.
• ­Tracción o desplazamiento de las venas intracraneales.
• ­Comprensión, tracción o inflamación de los nervios craneales o espinales.
• ­Espasmo de los músculos cervicales.
• ­Irritación meníngea y aumento de la presión intracraneal.
En las cefaleas migrañosas, el dolor aparece por dilatación de la arteria temporal o sus ramas
con edema periarteriolar y estimulación de las estructuras sensibles que rodean estas arterias.
En la arteritis de Horton las trombosis arteriales y la hipertensión arterial, las cefaleas tienen
mecanismos similares.

También los dolores provocados por el alcohol, nitritos e insuficiencia respiratoria


hipercápnica se deben a la vasodilatación cerebral que se produce. Las masas intracraneales
suelen provocar cefalea por tracción, deformación o desplazamiento de los vasos sanguíneos
intracraneales y, en las fases finales, por hipertensión intracraneal.

La cefalea secundaria a la meningitis se atribuye a aumento de la presión intracraneal,


dilatación e inflamación de los vasos meníngeos o irritación de las terminaciones nerviosas de
las meninges y raíces raquídeas.
La cefalea pos punción lumbar se debe a hipo presión del líquido cefalorraquídeo. Las
cefaleas de origen ocular se localizan en la órbita, la frente o la sien, y suelen aparecer
después de un trabajo visual prolongado. En la hipermetropía y el astigmatismo, la
cefalea se produce por contracción sostenida de la musculatura extraocular.

En la uveítis y el glaucoma se invoca el aumento de la presión intraocular como causa


de la cefalea. En las cefaleas por infecciones o bloqueo de los senos paranasales, el
dolor aparece por aumento de presión en los senos e irritación de sus paredes. Las
cefaleas que acompañan a las alteraciones osteoarticulares vertebrales se deben a
enfermedades propias de ligamentos, músculos o espacios apofisarios.

Las cefaleas que acompañan a las alteraciones osteoarticulares vertebrales se deben a


enfermedades propias de ligamentos, músculos o espacios apofisarios
Diagnóstico:
Probablemente, en ninguna situación clínica sea tan importante realizar una anamnesis
minuciosa y una exploración física detallada para poder orientar el diagnóstico de una
cefalea o, al menos, dilucidar si se trata de una afección trivial o, por el contrario, el
enfermo padece una enfermedad grave que precise ingreso en un centro hospitalario. Al
realizar la historia clínica deben valorarse: la forma de inicio, la edad, los antecedentes
familiares y personales, las características del dolor y la sintomatología y enfermedades
acompañantes.

En un primer momento hay que precisar si el paciente presenta una cefalea aguda o si se
trata de un enfermo con antecedentes de cefaleas crónicas o recurrentes. Las cefaleas
agudas e intensas en pacientes sin historia previa revisten especial importancia, ya que
obligan a descartar enfermedades graves como una hemorragia subaracnoidea o un
proceso expansivo intracraneal. Las cefaleas crónicas o recurrentes suelen ser de origen
vascular (migrañas) o psicógenas.
Respecto a la edad de inicio de las cefaleas, los pacientes jóvenes (10-30 años) suelen
presentar cefaleas de origen vascular, mientras que las que ocurren en individuos mayores
de 60 años obligan a descartar otros procesos, como una arteritis de la temporal, una
proliferación cerebral, o incluso una cefalalgia vascular.

Las cefaleas vasculares suelen presentarse en brotes, con períodos de intercrisis en los que
el paciente se halla asintomático. En los casos de masas expansivas intracraneales, la
cefalea suele aumentar con la tos, la maniobra de Valsava y los cambios de posición de la
cabeza. Asimismo, este dolor suele despertar al paciente por la noche; este dato, aunque
típico, no es específico, ya que también puede observarse en otras cefaleas, como la
hipertensiva o la cefalea acuminada de Horton.

La cefalea tensional aumenta durante el día y llega a su máxima expresión por la noche. La
migraña clásica y la común suelen desaparecer cuando el paciente consigue dormir.
La reducción de las frecuencias de las crisis se lleva a cabo con medicamentos profiláctico
que se administran a diario durante temporadas. La sintomatología que acompaña al dolor
puede ayudar en el diagnóstico de la enfermedad. Así, la presencia de un aura visual
minutos antes del inicio del cuadro define a la migraña clásica.

En general, con una anamnesis y una exploración física adecuadas, el clínico puede
formarse una idea sobre la etiología de las cefaleas y rara vez es necesario practicar otras
exploraciones. No obstante, en ocasiones hay que confirmar las hipótesis diagnósticas con
ayuda de exploraciones, como TAC, punción lumbar u otras.

La TAC craneal debe practicarse sin dilación ante la sospecha de cualquier tipo de lesión
expansiva intracraneal (tumor, absceso o hematoma) o en los casos de cefaleas agudas
cuyo diagnóstico no sea evidente, en las postraumáticas y en aquellas con focalidad
neurológica
https://www.youtube.com/watch?v=dEOZrlXxR4k
Mareos:
Es un término inespecífico que engloba un amplio grupo de síntomas que incluyen desde la
visión borrosa, la inestabilidad, sensación de mecerse, el vértigo, balanceo, etc. Por lo que se
ha propuesto denominarlo como síndrome de mareo del anciano.

Es uno de los motivos de consulta geriátrica, neurológica y otorrinolaringológica más


frecuente. En el paciente geriátrico, la prevalencia comunicada oscila entre el 13 y el 38% .
Diversos factores convierten al mareo en un síntoma difícil de evaluar y tratar.

Se puede corresponder con múltiples procesos y sintomatologías, predominantemente


benignas y también malignas. La descripción que hace el paciente de lo que ocurre puede ser
francamente difícil de entender, complicando su valoración.

Precisar la etiología, resulta a menudo problemático, pues en la mitad de las ocasiones son
múltiples las causas potenciales y en muchos casos exige un abordaje multidisciplinario.
Clasificación:
Según un enfoque de orientación sintomática se puede clasificar:
Vértigo: sensación de movimiento, habitualmente rotatorio.
Presíncope: sensación de caída inminente o desmayo.
Desequilibrio: sensación de inestabilidad en la marcha, sin percepción de giro de objetos.
Mareo inespecífico: en él se engloban los no incluidos en grupos anteriores, como el mareo
psicógeno y el multisensorial.
Mareo mixto: cuando coexisten dos o más de los previos.
Mareo fisiológico (cinetosis): es el provocado por los movimientos. Aparece en personas
sanas.
Vértigo:
Es un síntoma que consiste en una falsa percepción de movimiento; el paciente nota que él o
el entorno se desplazan sin que en realidad exista movimiento alguno. Por ser una sensación
subjetiva, es preciso que el paciente se encuentre consciente, lo que elimina del concepto
vértigo otras situaciones que a veces se confunden con él; ictus, síncopes, lipotimias.

El vértigo es un síntoma no excluyente, esto es, se acompaña de otros síntomas en función de


la patología que lo origina y son éstos los que orientan su posible etiología. Suele ser de inicio
brusco y generalmente se acompaña de síntomas vegetativos e indica afectación del sistema
vestibular.

Es necesario diferenciar si es de origen central o periférico.


1. Periférico: sospecha ante afectación audiológica.
2. Central: presencia de síntomas o signos de afectación neurológica; menos frecuente que el
periférico, se da en el 20% de los ancianos. Son muchas las causas que pueden originar vértigo
tanto de origen periférico como central.
Vértigo posicional paroxístico: Es el más frecuente de los vértigos de origen periférico en
ancianos. Supone del 10 al 20% de pacientes que refieren mareo. El 60% son idiopáticos, con
un pico de incidencia posterior a los 60 años.

Pronóstico:
En un alto porcentaje el mareo se resuelve en días o meses, aunque en uno de cada cuatro
pacientes puede manifestarse de forma crónica o recurrente. Los secundarios a trastornos
psiquiátricos suelen ser los que tienen más tendencia a persistir. El mareo persistente se
asocia a mayor riesgo de caídas y conlleva mayor ansiedad y limitación en las actividades
diarias, aunque no es predictor de mortalidad.

Tratamiento:
El 50% se resuelven de forma espontánea y en otros casos cuando se corrigen las causas
desencadenantes. Dirigir el tratamiento a una causa concreta. La etiología suele ser
multifactorial; por tanto, la terapéutica más eficaz es la que mejora uno o más factores
desencadenantes.
• Se aconseja reposo en cama mientras dure la crisis.

• Sedantes vestibulares, se utilizarán sólo cuando los síntomas


sean intensos e incapacitantes, a la dosis mínima necesaria y
retirarlos lo más precozmente posible, porque retrasan la
recuperación vestibular y generan parkinsonismo en ancianos.

• Ansiolíticos, tratamiento coadyuvante, como benzodiazepinas


(diazepan, lorazepan, clonazepan).

• Antieméticos, como la domperidona o la metoclopramida.

• Restricción de sal y/o diuréticos en pacientes con enfermedad


de Menière, o incluso valorar la posibilidad de cirugía
otorrinolaringóloga.
https://www.youtube.com/watch?v=afJEXgPY_NQ
Astenia:
Es un síntoma caracterizado por la sensación subjetiva de incapacidad, tanto física
como intelectual, es intermitente y fluctuante, que antecede a la realización de una
actividad física inclusive en reposo, reduce la capacidad de realizar las actividades de
la vida normal diaria, más intensa en la mañana y no mejora con el reposo, su
duración debe ser menos de 6 meses; y también está presente en la mayoría de las
enfermedades agudas y crónicas.

Se identifican tres componentes:


 Lasitud: El desfallecimiento, necesidad de descanso en actividades que no las
producían. que no generan esfuerzo.
 Debilidad generalizada: sensación anticipada de dificultad para iniciar y mantener
una actividad.
 Fatiga Mental: Alteración de la concentración, pérdida de la memoria, labilidad
emocional
Es frecuente en la población en general, y es motivo de consulta principal en la Atención
Primaria alrededor del 10 al 30%, es más frecuente en mujeres que en varones en una
relación de 2/1, con una incidencia del 2%, la edad fluctúa entre 20 y 50 años.

• CLASIFICACION:
según el tiempo:
• Astenia Aguda: Duración menos de 1 semana.
• Astenia Transitoria: Menos de 1 mes
• Astenia Prolongada: Mas de 1 mes.
MANIFESTACIONES CLINICAS:
Es necesario identificar a estos pacientes, han pasado por muchas consultas y muchos
estudios complementarios sin llegar a un diagnóstico. Se puede manifestar por
• disminución de la actividad física (agotamiento, adinamia)
• Intelectual (perdida de la memoria, mala concentración y vigilancia)
• Ansiedad
• Desmotivación
• trastornos de la personalidad
• disminución de la libido
• somnolencia, insomnio, palpitaciones.

TRATAMIENTO: No Farmacológico: - Hábitos de vida saludable: (respetar las horas de sueño,


realizar ejercicio físico moderado, llevar dieta saludable y equilibrada 5 comidas al día,
Vitaminas, minerales, frutas, verduras, carne pescados, huevos.
https://www.youtube.com/watch?v=gvO4-9egYmc
La ansiedad :
La ansiedad es un fenómeno normal que lleva al conocimiento del propio ser, que
moviliza las operaciones defensivas del organismo, es base para el aprendizaje, estimula
el desarrollo de la personalidad, motiva el logro de metas y contribuye a mantener un
elevado nivel de trabajo y conducta. En exceso, la ansiedad es nociva, mal adaptativa,
compromete la eficacia y conduce a las enfermedades.

En su uso cotidiano el término ansiedad puede significar un ánimo transitorio de tensión


(sentimiento), un reflejo de la toma de conciencia de un peligro (miedo), un deseo intenso
(anhelo), una respuesta fisiológica ante una demanda (estrés) y un estado de sufrimiento
mórbido (trastorno de ansiedad).

En el campo de la psiquiatría ha sido motivo de controversia y confusión los términos


ansiedad y angustia, estrés y ansiedad, ansiedad y miedo y la utilización en psicopatología
del vocablo ansiedad como sentimiento, síntoma, síndrome y enfermedad.
Angustia viene de "anxius" y de "angor" y se relaciona con "opresión, ahogo, estrechez
que se siente preferentemente en la región precordial o abdominal" (Vallejo Najera).
Actualmente y específicamente con la edición de las clasificaciones del CIE-11 y DSM-IV,
ansiedad y angustia se consideran sinónimos.

Síntomas:
Nervios, ansias ,silicio" ataques de pánico, ataque de nervios" "Requintamiento de
nervios ,Desatino.

1. Ansiedad como síntoma (ej. "siento como si me van a dar una mala noticia" o "como
un mal presentimiento", "nerviosismo", "ansias", “temor a no se que”, etc.) forma
parte de cualquier enfermedad psiquiátrica y constituye el componente psicológico
esencial de los trastornos de ansiedad.
2. Ansiedad como sentimiento es una sensación normal de tensión provocado por
estímulos internos como recuerdos, pensamientos, fantasías o problemas.

3. El síntoma ansiedad es al trastorno por ansiedad lo que la tristeza es al trastorno por


depresión.

4. Ansiedad como síndrome es el conjunto de síntomas psíquicos, físicos y conductuales,


mediados por mecanismos neurobiológicos y asociados a diferentes etiologías. El
síndrome ansioso puede ser secundario a intoxicación, abuso, abstinencia o efecto
secundario de substancias; hipertiroidismo, hipoglicemia, insuficiencia cardíaca, epilepsia,
o bien ser producido por cualquier trastorno de ansiedad.

5. La ansiedad como enfermedad es cuando el cuadro clínico ansioso está claramente


definido, tiene su propia etiopatogenia, evolución, pronóstico y tratamiento. Es por lo
tanto un trastorno primario (ej. trastorno por pánico, trastorno obsesivo compulsivo,
trastorno por fobia social, etc)
SINDROME GENERAL DE ANSIEDAD

SINTOMAS MOTORES :
Temblor, contracciones o sensación de agitación.
Tensión o dolorimiento de los músculos.
Inquietud. SINTOMAS DE HIPERACTIVIDAD VEGETATIVA:
Fatigabilidad fácil. Dificultad para respirar o sensación de ahogo.
Palpitaciones o taquicardia.
Sudoración o manos frías y húmedas.
Boca seca.
Mareos o sensación de inestabilidad.
Nauseas, diarrea u otras molestias abdominales.
Sofocos o escalofríos.
SINTOMAS DE HIPERVIGILANCIA: Micción frecuente.
Sensación de que va a suceder algo. Dificultad para deglutir o sensación de "nudo en la garganta".
Respuesta de alarma exagerada.
Dificultad para concentrarse o "mente en blanco".
Dificultad para conciliar el sueño.
Irritabilidad.
¿CUAL ES LA CLAVE PARA RECONOCER LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD?

Para poder reconocer los trastornos de ansiedad es menester que el profesional de salud
considere los siguientes aspectos:

1. Que los tenga presente ya que son muy frecuentes en atención primaria: al menos uno
de cada diez pacientes que asisten a consulta médica tienen un algún tipo de trastorno
de ansiedad.
2. Que la queja mas frecuente de presentarse un trastorno de ansiedad o un trastorno
depresivo, es el síntoma dolor, especialmente el de espalda, rodillas, cadera, de cabeza,
abdominal y torácico.
3. Que los síndromes funcionales (ej. Colon irritable, fibromialgias, dispepsias, fatiga
crónica) tienen mas probabilidad de tener subyacente un trastorno ansioso o depresivo
https://www.youtube.com/watch?v=3BOVSMnLecs
La Depresión:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión es la cuarta enfermedad


que más incapacidad provoca en el mundo. Asimismo, la OMS considera que su frecuencia
aumentará en los próximos años y que pasará del cuarto puesto al segundo en esta lista de
enfermedades que generan más incapacidad.

La depresión es la enfermedad psiquiátrica más frecuente. Cerca del 20% de las personas
padecen a lo largo de su vida una depresión. El 70% de los pacientes con depresión son
mujeres. Puede sufrirse una depresión a cualquier edad.
Podemos clasificar la depresión en cuatro subtipos:
Depresión mayor. Los síntomas depresivos son intensos y aparecen en forma de episodios
(duran semanas o meses).

Distimia (o trastorno distímico). Los síntomas depresivos son menos intensos, pero son muy
incapacitantes porque son crónicos (duran como mínimo dos años).

Trastorno adaptativo. Los síntomas depresivos son leves, están presentes durante un
período breve de tiempo y se deben a algún problema (factor estresante agudo) que ha
sufrido el paciente.

Otros trastornos depresivos. En este apartado hay que incluir los síndromes depresivos que
pueden formar parte del conjunto de síntomas de otras enfermedades psiquiátricas (por
ejemplo, el trastorno bipolar) y no psiquiátricas (por ejemplo, anemias, esclerosis múltiple,
hipotiroidismo)
Síntomas
Ningún síntoma garantiza el diagnóstico por sí solo. El síntoma más característico de las
depresiones es la tristeza. La tristeza en el paciente depresivo es:
 Intensidad superior a la esperable para la situación ambiental en la que se encuentra el
sujeto.
 El paciente la describe como diferente a otras experiencias tristes que hubiera podido sufrir
previamente, y existe mayor sensación de pérdida de control y gran dificultad o incluso
imposibilidad para motivarse por otras cuestiones que no sean el foco de su tristeza.
 Lentitud de movimientos, gesticulación facial y corporal escasas, sensación de fatiga,
irritabilidad, llanto fácil, temor a la toma de decisiones, pérdida de apetito.
 Insomnio: Muy característico de las formas más graves, es lo que llamamos «despertar
precoz» (se duerme bien las primeras horas de la noche, y después, ya de madrugada, el
paciente se despierta y ya no puede volver a conciliar el sueño).
 Gran dificultad para pensar, bradipsiquia.
Un síntoma particularmente grave es la anhedonia, que consiste en una dificultad
enorme para disfrutar de las situaciones y condiciones de la vida que antes de enfermar
producían placer en la persona.

Síntomas físicos, como dolor de cabeza, molestias digestivas, dolor generalizado, etc.

Pensamientos pesimistas, con aumento de sentimientos de culpa por cosas hechas en el


pasado.
En casos graves las ideas pesimistas pueden llegar a ser delirantes, es decir, a no tener
ninguna lógica.

Pensamientos relacionados con la muerte, bien en forma de «sería mejor estar muerto»,
o bien, y entonces aumenta mucho el riesgo de suicidio, planificando el método de cómo
quitarse la vida.
Criterios diagnósticos de depresión mayor
Presencia de 5 (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2 semanas, que
representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser el síntoma 1 o
el síntoma 2.

1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el propio sujeto, por
ejemplo, se siente triste o vacío, o la observación realizada por otros, por ejemplo, llanto.
2.Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la
mayor parte del día, casi cada día.
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (por ejemplo, un cambio de más del 5%
del peso corporal en un mes) o pérdida o aumento del apetito casi cada día.
4. Insomnio o sueño excesivo casi cada día.
5. Inquietud o lentitud casi cada día, casi cada día.
6. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o incoherentes casi cada día.
7.Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día.
8. Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan
específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.
Causas de la depresión:
Se considera que hay diversos factores implicados.

• Factores relacionados con la personalidad del paciente: Presentar un carácter con


alguna cualidad extrema (inseguridad, dependencia, hipocondría, perfeccionismo,
autoexigencia) predispone a padecer depresiones.

• Factores ambientales: Sufrir algún problema (económico, familiar, de salud)


predispone a padecer un trastorno depresivo.

• Factores biológicos: Sobre este punto, se deben destacar diversos aspectos:


alteraciones cerebrales ,alteraciones de los neurotransmisores y alteraciones
genéticas.
https://www.youtube.com/watch?v=cxG50TuyM4E
La Hostilidad:
Es una reacción emotiva que incluye sentimientos de cólera, y, a la vez, mantiene una
connotación actitudinal que la convierte, además, en un patrón de conducta orientada
hacia la violencia.

Esta connotación actitudinal está formada en base a un sistema de creencias negativas


sobre la naturaleza humana y la sociedad. La personalidad hostil se caracteriza por
presentar atribuciones “de ser victima” debido a una sociedad injusta, mezquina,
egoísta, deshonesta y que, en esencia, representa una amenaza a su proceso de
adaptación.

El afrontamiento al estrés es un requisito básico dentro de la experiencia humana, en la


cual la hostilidad tiene un rol central y se presenta como una forma emotiva de reacción
frente a la percepción de amenaza originada por tal estrés.
El Insomnio:
Es un trastorno del sueño consistente en la imposibilidad para iniciar o mantener el sueño, o
de conseguir una duración y calidad de sueño adecuada para restaurar la energía y el estado
de vigilia normal.

El problema del insomnio se ha asociado a una disminución del rendimiento laboral y un


incremento de la tasa de accidentes de automóvil, y una mayor propensión a padecer
enfermedades médicas.

• La clasificación de enfermedades de la OMS, en su décima revisión (CIE-10), requiere para


el diagnóstico de insomnio que la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un
sueño reparador, dure al menos un mes y que, además, se acompañe de fatiga diurna,
sensación de malestar personal significativo y deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad personal.
• Los trastornos del sueño son un motivo de consulta frecuente, tanto en medicina general
como en psiquiatría. Más del 50% de los pacientes de atención primaria se quejan de
insomnio si se les pregunta por el sueño, pero sólo el 30% lo mencionan a su médico de
cabecera por iniciativa propia, y sólo el 5% acuden al médico con el objeto principal de
recibir tratamiento para este problema. Se estima que de un 10% a un 15 % de la
población adulta padece insomnio crónico.

• La prevalencia del insomnio como síntoma de alguna enfermedad es también elevada, ya


que se estima que un 50% de los adultos sufren insomnio en algún momento de la vida y
que un 25-35 % ha padecido insomnio ocasional o transitorio acompañando al estrés de
situaciones vitales. Estos porcentajes son elevados teniendo en cuenta que la depresión
tiene una prevalencia del 17%

El tipo de insomnio más frecuente es el de conciliación, seguido del insomnio de


mantenimiento y del insomnio por despertar precoz.
Los criterios diagnósticos del insomnio primario son:
Latencia del sueño >30 min
– Tiempo total de vigilias nocturnas >30 min
– Tiempo total de sueño nocturno <6,5 horas
– Afectación diurna: somnolencia excesiva y disminución del rendimiento intelectual
– Características anteriores presentes >3 veces por semana
– Duración del insomnio >1 mes

La mayoría de los casos de insomnio tienen un inicio agudo, coincidiendo con situaciones de
estrés, y en el 60% de los casos se cronifican debido a factores comportamentales y
cognitivos desarrollados tras el episodio agudo de insomnio, dando lugar al denominado
insomnio condicionado, o también llamado psicofisiológico.

Estos pacientes presentan una preocupación excesiva por dormir, importante empeño en
iniciar el sueño lo antes posible, pueden dormir fácilmente fuera de la cama y duermen bien
fuera de casa
Trastornos secundarios del sueño:
Insomnio asociado a enfermedades neurológicas
La epilepsia se acompaña de un aumento de la latencia del sueño, del número y la duración de los
despertares, de la duración de las fases 1 y 2 del sueño, y de una disminución o fragmentación del
sueño REM.

En la enfermedad de Parkinson las alteraciones más frecuentes son un aumento de la latencia del
sueño, fragmentación del sueño, despertares frecuentes y un periodo de vigilia nocturna de un
40% de la noche. Estos trastornos del sueño aparecen en un 75% de los pacientes de estos
pacientes.

En las demencias se produce también un incremento de la latencia del sueño y del número de
despertares. En la enfermedad de Alzheimer, a medida que se agrava, el ritmo circadiano pierde
su ritmicidad y se hace polifásico dando lugar al llamado síndrome del anochecer o fenómenos de
la puesta de sol (episodios de confusión vespertinos) acompañados de un incremento de la vigilia
durante la noche e hipersomnia diurna.
Insomnio asociado a enfermedades psiquiátricas
Acompaña a la casi totalidad de las enfermedades psiquiátricas. Aprox. un 40% de los pacientes
con insomnio presentan un trastorno psiquiátrico. Teniendo el 30% de los casos una depresión y
entre el 10-15% de los casos abuso de sustancias. En la esquizofrenia la cantidad de sueño REM y
el sueño de ondas lentas disminuye, y con el progreso de la enfermedad se produce una
inversión del ritmo sueño-vigilia. No se conoce la causa de estas alteraciones del sueño.

Insomnio asociado a otras enfermedades médicas


Suelen producir algún tipo de insomnio aquellas enfermedades que se acompañan de dolor y
malestar físico intenso, como trastornos cardiovasculares (insuficiencia cardiaca), digestivos
(úlceras, hernia de hiato, etc.), respiratorios (asma, síndrome de apneas del sueño), renales
(insuficiencia renal crónica, cólicos nefríticos), enfermedades osteoarticulares, alérgicas,
infecciosas, oncológicas, urológicas (hipertrofia benigna de próstata), etc.; también en situaciones
fisiológicas y cambios hormonales que afectan a la mujer en el postparto o perimenopausia, y la
toma de algunas medicaciones como los beta-agonistas, corticosteroides, diuréticos,
antidepresivos, descongestionantes, antihistamínicos, betabloqueantes, etc.
Tratamiento del insomnio:
El tratamiento del insomnio debe basarse en su origen, su
severidad y su duración. Debido a que la mayoría de los
insomnios son secundarios a alguna enfermedad, la clave de
su tratamiento está en resolver dicha causa. Mientras se
trata la causa se puede mejorar el sueño con medidas
psicológicas y farmacológicas
https://www.youtube.com/watch?v=Eb0WMpPCJe0
Referencias:
• http://www.centrelondres94.com/files/signos_sintomas_y_sindromes_neurop
siquiatricos.pdf
• https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-fisiopatologia-diagnostico-
tratamiento-cefaleas-13013472
• MAREOS Y VÉRTIGOS Florentino Prado Esteban M.ª Cruz Macías Montero M.ª
Teresa Guerrero Díaz Angélica Muñoz Pascual M.ª Victoria Hernández Jiménez
Bernardo Riva García
• ASTENIA Dra. Victoria Rodríguez Morales Médico Familiar – CIMFA CENTRAL
C.N.S
• http://www.bvs.hn/Honduras/pdf/TrastornoAnsiedad.pdf
• https://consaludmental.org/publicaciones/DvdDepresion.pdf
VIVE TU VOCACION

desde el primer día

¡GRACIAS!

También podría gustarte