lidia caballero

El turismo se ha convertido en un factor dinamizador para la economía de muchos países, entre los que se encuentra España. El sector turístico es especialmente vulnerable a las crisis y la vuelta a la normalidad un reto de futuro, al que mirar con optimismo, si sabemos tomar las medidas necesarias para parar la que actualmente nos azota, la pandemia sanitaria de la COVID-19. Las crisis que se derivan de un problema sanitario mundial o las crisis terroristas, no afectarán de igual forma a las grandes urbes o a las zonas rurales, y todas tendrán muy graves repercusiones económicas. De este modo, el Estado habrá de tomar medidas de contención del virus, que por cierto son las mismas que ya en su día se llevaron a cabo, con la mal llamada gripe española de 1918-1919, pero que hoy se nos antojan aún más difíciles pues a la enfermedad ha de unírsele la problemática de un mundo globalizado.