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Revista de Estudios de Género. La ventana ISSN: 1405-9436 revista_laventana@csh.udg.mx Universidad de Guadalajara México Suárez de Garay, María Eugenia Reseña de "Una breve historia de la misoginia. Antología y crítica" de Anna Caballé Revista de Estudios de Género. La ventana, núm. 26, noviembre, 2007, pp. 247-251 Universidad de Guadalajara Guadalajara, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88432610 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto 247 EN LA MIRA MARÍA EUGENIA SUÁREZ DE GARAY dejado la misoginia explícita en tantas HUELLAS DE LA MISOGINIA y tantas obras y autores clásicos en la pervivencia del pensamiento misógino en la sociedad española de hoy, no Caballé, Anna. Una breve historia de sólo por parte de los hombres sino la misoginia. Antología y crítica. también de las mismas mujeres. Lumen, Barcelona, 2006. Anna Caballé, en la introducción de su libro, da cuenta del desdén con el La misoginia no es una enfermedad de que se ha tratado la literatura escrita nuestros días, sino que posee una apre- por mujeres y constata los innumera- tada y lejana historia. Decía André bles signos de la involución actual que Glucksmann, filósofo francés, que “el cree ver en la imposibilidad de superar odio más largo de la historia, más mi- el androcentrismo dominante, adscri- lenario aún y más planetario que el del biéndose de esta manera al pesimismo judío es el odio a las mujeres”. Anna actual sobre la evolución del feminis- Caballé recoge esta idea en su mo. Y aunque ciertamente la misogi- magnifica antología Una breve historia nia literaria es un reflejo de las distintas de la misoginia. Y es que Caballé al abor- variantes en la consideración peyorati- dar la historia de la misoginia en Espa- va de la mujer, ha jugado un papel pre- ña o, mejor dicho, la representación ponderante en la legitimación de una literaria de la misoginia —desde la edad marginación histórica. De ahí que men- media hasta el siglo el periodo cione dos hechos que en España per- barroco, el siglo XVIII, el XIX y el XX— y mitan sostener esta tesis de la ofrecer textos testimoniales del des- involución: la violencia contra las precio, odio y descalificación de las mujeres que se mantiene y la forma mujeres, confirma las huellas que ha exponencial en la que han crecido los LaVentana26-08.pmd XVI, 247 11/02/2008, 10:51 a.m. 248 LA VENTANA, NÚM. 26 / 2007 espacios que fomentan la obsesión mero sorprende su abrumador despre- femenina por el aspecto físico. Por ello, cio por las prostitutas y por las muje- con cierta voluntad vindicativa, dedi- res con deseos de “aculturarse”. Y del ca este ensayo a las mujeres jóvenes segundo, su fijación con esa idea de hoy y les dice “para que sepan lo demoníaca que atribuía a las mujeres. que se dijo y aun se dice de ellas”. En ambos casos, sus ideas y perturba- El libro reúne por capítulos a los ciones son bastante corrientes, pero grandes misóginos medievales —Don por desgracia parece que siguen vigen- Manuel, Jaume Roig o Pere Torroella, tes en muchas mentes hasta el mo- pasando por los Siglos de Oro, mento en que escribo estas líneas. Quevedo—, el siglo XIX hasta llegar al El capítulo cuatro, titulado “Petu- donde aparecen textos de autores lantes y petimetras”, está dedicado al como Ortega y Gasset, y otros con- siglo XVII, tiempo de la ilustración, épo- temporáneas de Gabriel Albiac o Fran- ca en que se debate con cierta serie- cisco Umbral. Caballé parte de la edad dad sobre la presencia femenina en los media, justo en la época de florecimien- espacios sociales. Para la autora se trata to del ideal del amor cortés, donde se de una época que marca un punto de vitupera a las damas en los poemas de inflexión entre los antiguos prejuicios juglares más populares. Con la novela sobre la inferioridad de la mujer y sus La Celestina, de Fernando de Rojas, nuevas exigencias en todos los ámbi- según señala la autora, la figura de la tos vitales: “Las mujeres siguen sien- alcahueta sin escrúpulos alcanza su do objeto de reflexión hostil y de máximo esplendor. El capítulo tres, crítica, pero ahora se trata de abordar “Donde hay rosas, hay espinas”, situaciones prácticamente inéditas que Caballé lo dedica a Francisco de tienen que ver con determinadas aspi- Quevedo y a Baltasar Gracián. Del pri- raciones femeninas, vinculadas a una XX, LaVentana26-08.pmd 248 11/02/2008, 10:51 a.m. 249 EN LA MIRA clase aristocrática y mundana —las sumisión, resignación, recato, domes- madames o petimetras— que se erige ticación: “sin su colaboración a todos en principal motivo de las sátiras mas- los niveles de la vida doméstica no hay culinas” (Caballé, 2006: 184). Sobre verdadero hogar (burgués)” (Idem.). De todo porque se les atribuye la respon- ahí que la abnegación se convierta, en sabilidad de la decadencia de las cos- muchos de los escritos, el modelo na- tumbres y el “endeudamiento de las tural de actuar en la vida y en función familias a causa del gasto excesivo que de esa nueva concepción de la mujer supuestamente contraen en su arre- hay que prever y juzgar su comporta- glo personal” (Idem.). Sin embargo, las miento. peculiaridades del contexto desenca- En este vasto recuento de la miso- denan a su vez escritos en defensa de ginia no se salva nadie. Por ello a ra- las mujeres. Así el siglo se abre con la tos no resulta tan agradable leer esta Defensa de las mujeres, de Feijoo, re- antología, sobre todo si se contempla dactado entre 1725 y 1727 y se cierra que hay que enfrentarse con la devas- con otras dos defensas, esta vez es- tadora misoginia de autores que se critas por dos autoras ilustradas, Jo- consideran de “grueso calibre”. Por sefa Amar e Inés Joyes. ejemplo, Miguel de Unamuno escribe repre- “Una señora o señorita en un salón, sentó un retroceso respecto al anterior. en un baile, en una solemnidad, en un Si en el siglo Sin duda alguna, el siglo XIX se impuso, aunque palco de teatro, no me interesa abso- fuera en las clases altas y aristocráti- lutamente nada; interésame, sí, cuan- cas un ideal de la mujer mundana e do vuelve a ser ama de casa, mujer de inteligente, en el deviene “objeto su hogar o trabajadora de su campo”. (y víctima) de un nuevo y necesario Destacan o ¿desalientan? las palabras arquetipo” (Ibid.: 237). Ahora se le pide de Alfonso X el Sabio, que consideraba LaVentana26-08.pmd XVIII XIX 249 11/02/2008, 10:51 a.m. 250 LA VENTANA, NÚM. 26 / 2007 a la mujer “Confundimiento del hom- talento creador reservado por Dios a bre, bestia que nunca se harta, peligro inteligencias varoniles”, o un comen- que no guarda medida”, o de Gregorio tario de la escritora Carmen Martín Marañón, “En todas las que han deja- Gaité que arranca con un contunden- do un nombre ilustre en la historia, se te: “La influencia de las mujeres, ¡qué pueden descubrir los rastros del sexo sarta de mentiras!”. O los juicios de masculino”; o del mismo Quevedo, que Almudena Grandes, “Entre las escri- dice de la mujer “Es bueno cuando está toras de mi edad hay muchas que son en la sepultura”. Asimismo las de Pío unas petardas, que van llorando por Baroja, “La mujer actual elegante no ahí, convertidas en unas pobres chi- tiene vida interior ninguna. Parece que cas tiernas a las que los críticos quie- el poco cerebro que tenía se le ha eva- ren tocar el culo y se sienten acosadas porado. Lo único que le queda fuerte sexualmente, y reclaman apoyo por ser es la religión, pero como una ramifica- chicas. Para aclarar mi postura, diré que ción del egoísmo. Como la mayoría hay pocas mujeres en las que se pue- creen que después de la muerte se va den detener los libros de literatura”. a volver a vivir, se quieren preparar un ¿Traiciones de género, frivolidades ren- sitio confortable para más allá; lo mis- tables en el mercado mediático o mo que se piensa en invierno en la vi- guiños de ironía femenina jugando al lla que se va a alquilar en verano”. equivoco? Sea como sea, lo cierto es Respecto a la misoginia de las pro- que Caballé hace una denuncia crítica pias mujeres, también hay de todo. de la misoginia de estas mujeres de Mujeres complacientes con el sistema, manera precisa y acertada con la se- como el caso de Pilar Primo de Rivera lección de sus citas, justo en estos que declaró: “las mujeres nunca des- tiempos donde la hegemonía del dis- cubren nada. Les falta, desde luego, el curso masculino “feministamente co- LaVentana26-08.pmd 250 11/02/2008, 10:51 a.m. 251 EN LA MIRA rrecto”, y su hipocresía, lo inundan reproducir. De ahí que en este camino todo. insidioso y sinuoso que nos está to- Una breve historia de la misoginia tiene un gran valor en términos de cul- cando vivir no está de más recordar esta breve historia de la misoginia. tura literaria, pero quizás su más grande Anna Caballé es especialista en gé- aportación es la valentía crítica con que neros biográficos, profesora de litera- su autora se lanza a este recorrido pe- tura española e hispanoamericana en culiar, itinerario contra fémina ilustra- la Universidad de Barcelona. Entre sus do con citas de las letras hispánicas obras destacan La vida escrita por las que sin duda nos ayuda a comprender mujeres (Lumen); Francisco Umbral: una realidad que ha ensombrecido la El frío de una vida (Espasa-Calpe); y Car- vida de tantas mujeres al teñirla de los Castilla del Pino: cinco conversa- prejuicios y estereotipos. Dice Oliver ciones sobre la psiquiatría, la felicidad, Sacks, el famoso escritor americano, la memoria, los libros (Península). que recordar es siempre reconstruir, no LaVentana26-08.pmd 251 11/02/2008, 10:51 a.m.