DOSSIER
Presentación Dossier.
Entre golpes y resistencias: cultura, política
y violencia en América Latina
Entre golpes e resistências: cultura, política e violência na
América Latina
MICHEL GOULART DA SILVA*
*Pós-doutorando no Programa de Pós-Graduação em História da Universidade do Estado
de Santa Catarina (UDESC). Doutor em História na Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC). Atua no Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia Catarinense (IFC).
O presente texto se insere nas discussões realizadas no estágio pós-doutorado em curso
no Programa de Pós-Graduação em História da UDESC.
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Vol II • Num. 7 • Quito • Trimestral • Septiembre 2017
pp. 9-12 • ISSN 2477-9083
El 31 de agosto de 2016, el senado brasileño votó por la destitución de la
presidenta Dilma Roussef. Esta votación corona el proceso de movilización en
defensa del impeachment defendido por sectores conservadores de la sociedad,
por medio de una articulación jurídica y parlamentaria, con apoyo de manifestaciones callejeras que contaron con la masiva participación de la clase media, que
apuntaba al derrocamiento del gobierno encabezado por el Partido de los Trabajadores (PT). Los gobiernos del PT, iniciados en 2003, signiicaron una ruptura
en el proyecto político neoliberal que venía siendo implementado por los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso (PSDB) en Brasil. Este cambio en el grupo
político a controlar el Estado brasileño signiicó, a pesar de los pocos cambios en
los principios de la macroeconomía, la implantación de iniciativas para una mejor distribución de la renta para las poblaciones más pobres, a través de políticas
de inclusión social y, en el marco de la política exterior, un intento de construir
alianzas con los países llamados “emergentes”, como China e India.
Este dossier se inserta en el proceso de relexiones acerca de esa experiencia golpista, así como de las demás tensiones políticas que vienen ocurriendo
en América Latina. En él están reunidos un conjunto de artículos que, a partir
de diferentes perspectivas, discuten el fenómeno de los golpes de Estado y de
las dictaduras en América Latina, constituyendo tres bloques de textos. En el
primer bloque se realizan relexiones de cuño teórico acerca de la naturaleza del
Estado, su papel en la construcción del consenso y de la cohesión y, además, sus
transformaciones en contextos de disputas y crisis sociales. En el segundo bloque
están reunidos textos que discuten diferentes experiencias de golpes de Estado y
dictaduras a lo largo del siglo XX, relejando incluso acerca de las consecuencias
de las diversas formas de transición hacia regímenes democráticos. Por último,
en el tercer bloque de textos se discute las experiencias golpistas ocurridas en el
continente en los últimos años, así como la organización de fenómenos de movimientos políticos conservadores.
El golpe ocurrido en Brasil no se trata exactamente de una novedad. En
2012, en Paraguay, el presidente Fernando Lugo también fue expulsado por medio de una articulación jurídico-parlamentaria, sin que hubiera el uso de fuerzas
militares. Sin embargo, esta no fue la forma más recurrente de golpes ocurridos
en el continente. Considerando las tres experiencias más estudiadas - Brasil en
1964, Chile en 1973 y Argentina en 1976 - todos fueron marcados por el uso de
gran violencia por las fuerzas golpistas. Además, incluso en los años recientes de
RELIGACIÓN. REVISTA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
Universidade do Estado de Santa Catarina, Brasil
michelgsilva@yahoo.com.br
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regimes democráticos-burgueses, nos quais os elementos democráticos
mostram-se, logicamente, majoritários, podem, por vezes, conter elementos ditatoriais (residuais ou em fermentação) em proporção inferior
àqueles, o que é possível de ser percebido quando observamos democracias liberais que apresentam aspectos como uma exagerada força do Poder Executivo e da burocracia na condução do país, a subordinação do
Legislativo e de seus partidos às imposições do Executivo, uma parti-
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América Latina, hay al menos una experiencia de lo que podríamos llamar intento de golpe clásico, como el ocurrido en Venezuela, en el intento de derrocar al
presidente Hugo Chávez en 2002.
Conceptualmente, el golpe de Estado puede ser entendido como “ um
fenômeno político de caráter excepcional, radical e, na maioria dos casos, violento”, constituyéndose en “ uma ação liderada por políticos que atuam dentro do
aparelho do Estado, embora haja casos de golpes tramados por grupos situados à
margem dos órgãos estatais” (FERREIRA, NUMERIANO, 1993: 9). Los agentes políticos y la naturaleza de esas situaciones pueden cambiar según la coyuntura política y el cuadro socioeconómico, dependiendo de esos factores también la
preparación, la delagración y la consolidación del proceso golpista. Por otro lado,
hay que tener en cuenta que “acima dos homens que integram o grupo golpista de
um determinado país, existem condicionamentos estruturais nas relações econômicas traduzindo-se em choques políticos variados e complexos, sendo o golpe
um dos relexos dessa situação” (FERREIRA, NUMERIANO, 1993: 18).
Los golpes, aunque sean una acción política que pueden semejarse con
procesos políticos ocurridos desde la antigüedad, está directamente asociado a la
consolidación del Estado moderno, “com sua burocracia proissional e suas forças
armadas permanentes” (LUTTWAK, 1991: 23). Esta burocracia tiene dos aspectos cruciales que viabilizan el golpe: “o estabelecimento de uma distinção clara
entre a máquina permanente do Estado e a liderança política, e o fato de que,
como a maioria das grandes organizações, a burocracia possui uma hierarquia de
comando muito bem deinida” (LUTTWAK, 1991: 23).
En el caso de América Latina, las experiencias golpistas que pusieron en
escena las fuerzas militares deben ser consideradas apenas como un ejemplo posible de golpe. En general, cuando se habla de golpe de Estado, se hace referencia
a la interrupción forzada en el proceso institucional, provocado o no por acciones
violentas, encabezada o apoyadas por sectores militares, en que hay o una transformación del régimen político o, al menos, un cambio de gobierno. Aunque no
haya cambio en el régimen, hay un relativo recrudecimiento de la represión, sea
por la violencia abierta, sea por el cambio en aspectos de la legislación.
Estos elementos teóricos, utilizados en el análisis de la reciente experiencia golpista en América Latina, considerando principalmente los casos de Brasil
y Paraguay, permiten pensar en la hipótesis de que estamos ante un nuevo tipo
de golpe o que experiencias golpistas menos regulares pueden tornarse más frecuentes. Esta característica de los golpes más recientes puede tener relación con
cambios en el propio régimen político de esos países, en la medida en que, como
en el caso brasileño, la democracia “ demonstrou dispor de mecanismos internos
que lhes permitem eliminar um governo incômodo sem ter que conjuntamente
eliminar a si mesma”(DEMIER, 2017, p.16).
Por tratarse de un régimen característico del Estado en el capitalismo, en
el que prepondera el poder económico de la burguesía, la democracia presenta elementos de coerción y represión, que viabilizan la defensa de la propiedad privada.
En ese sentido,
Dossier
Michel Goulart da Silva
cipação quase incontinenti das Forças Armadas nos assuntos políticos,
e severas limitações às atividades sindicais e políticas da classe trabalhadora por meio da repressão policial ou de normatizações restritivas
(DEMIER, 2017, p. 24).
En los límites impuestos a los gobernantes por su disposición a defender
los intereses de la propiedad privada, el uso de los elementos de represión o de
coerción puede variar, incluso a partir de las características de cada gobierno. Un
ejemplo son los gobiernos progresistas o de izquierda, como los que vienen siendo
víctimas de golpes en los años recientes en América Latina, que, a pesar de un
eventual uso de fuerza, normalmente optan por cooptar los liderazgos de las organizaciones de masas de los trabajadores, que ha sido relativamente fácil debido
a que muchos de los partidos gobernantes tienen una inluencia decisiva en estas
organizaciones. Cabe señalar, en este sentido, que
a gradação atingida pelos elementos ditatoriais na composição química
desses regimes democráticos-burgueses depende sempre do tipo de governo (e, mais precisamente, da linha política implementada por este)
que, por períodos maiores ou menores, assume o controle do aparelho
estatal. Não custa lembrar que tais governos, muitas vezes, também
não apresentam naturezas politicamente puras, sendo constituídos por
alianças e acordos partidários instáveis e, por conseguinte, marcados
por acalorados tensionamentos internos” (DEMIER, 2017, p. 24).
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Los procesos golpistas vivenciados en América Latina tienen relación con
la propia construcción del modelo democrático en el continente, después de terminada las dictaduras. Los procesos de transición, de forma general, fueron marcados por acuerdos entre segmentos de los gobiernos dictatoriales y sectores de
la oposición, dando orígenes a regímenes que mantenían en mayor o me menor
grado elementos de la dictadura que terminaba. El caso más emblemático ciertamente es Brasil, donde se realizó un proceso electoral indirecto en el que un importante liderazgo de la oposición de la dictadura, Tancredo Neves, encabezó una
placa cuyo vicepresidente era un importante líder de la dictadura, José Sarney. En
otros países, incluso donde los crímenes cometidos por los dictadores fueron juzgados y castigados, como en Argentina y Chile, hubo acuerdos que tenían como
objetivo hacer una transición segura y lenta y, principalmente, que no pusiera en
escena el protagonismo de organizaciones independientes de los trabajadores.
Una de las consecuencias más evidentes de esta transición limitada se
da en el legado en lo que se reiere a la violencia. Por un lado, como fenómeno
más aparente, se percibe que el mantenimiento de un régimen controlado por la
burguesía hace que la violencia institucional y la represión sean todavía elementos
predominantes en esas sociedades, permitiendo pocos espacios de actuación fuera
de instituciones controladas por el Estado, en gran medida, limitándose a los partidos ya los sindicatos. En este caso, se puede utilizar el concepto de “democracia
fuerte”, entendida como
uma variedade de república burguesa na qual a vigência de mecanismos
especíicos de segurança em favor dos estratos estratégicos das classes capitalistas não adquira muita saliência e tais mecanismos possam ser concentrados em certas funções do Estado, sem que assuma o caráter explícito de
ditadura e seja combatido como tal (FERNANDES, 1982, p. 10).
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El otro aspecto central de la violencia se debe a su propia manifestación dentro
de la sociedad. Los procesos dictatoriales están marcados por la construcción del
odio a un enemigo, lo que, en el caso de América Latina, estuvo constantemente
asociado a la aproximación, en la retórica de la dictadura, de los gobiernos progresistas o de izquierda con el comunismo. El comunismo, como gran enemigo del
orden establecido por Estados Unidos, tendría sus brazos en los distintos países y
cabría a las dictaduras, con sus sectores civiles y militares, derrotar en deinitiva
a esa peligrosa (SILVA, SOUSA, 2011). Con eso, las propias sociedades parecen
haber absorbido cierta cultura de la violencia, que puede manifestarse tanto simbólica y físicamente, en la cual la identiicación de cualquier enemigo debe ser
motivo de una incansable cacería. De nuevo un ejemplo fundamental puede ser
sacado del derribo de Dilma:
O cheiro de povo acirrou, claro, o ódio ao povo, o tradicional ódio de
classe cultivado pelos estratos superiores brasileiros, e nada melhor do
que a típica igura de Lula, ou de uma mulher por ele feita presidente,
para fazer verter para si todo esse sentimento (DEMIER, 2017, p. 89).
Estas problemáticas se abordan a lo largo de los textos que componen
este expediente, cuyo principal mérito es presentar un panorama de la historia de
diferentes países de América Latina a lo largo del siglo XX, mostrando no sólo
la violencia desencadenada por las élites económicas y estatales, sino también la
resistencia de los oprimidos en la defensa de sociedades más justas e igualitarias.
Además, permite analizar conceptualmente e históricamente la trayectoria de violencia y odio promovida por los sectores golpistas y conservadores y que, en los
años recientes, lamentablemente viene ganando gran apoyo de parcelas signiicativas de la población.
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REFERENCIAS
Fernandes, Florestan. A ditadura em questão. 2ª ed. São Paulo: T. A. Queiroz,
1982.
Ferreira, Mario; NUMERIANO, Roberto. O que é golpe de Estado. São Paulo:
Brasiliense, 1993.
Luttwak, Edward. Golpe de Estado: um manual prático. Rio de Janeiro: Paz e
Terra, 1991.
Silva, Michel Goulart da; SOUSA, Fernando Ponte de (Org.). Ditadura, repressão
e conservadorismo. Florianópolis: Em Debate / UFSC, 2011.
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Demier, Felipe. Depois do golpe: a dialética da democracia blindada no Brasil.
Rio de Janeiro: Mauad X, 2017.