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Salud & enfermedad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no aparición de enfermedades o afecciones sino que va más allá de eso. En otras palabras, la idea de salud puede ser explicada como el grado de eficiencia del metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro (celular) y macro (social). El estilo de vida, o sea el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona, puede ser beneficioso para la salud, pero también puede llegar a dañarla o a influir de modo negativo sobre ella. Para mantener la salud física en óptimas condiciones, se recomienda realizar ejercicios de forma periódica y tener una dieta equilibrada y saludable, con variedad de nutrientes y proteínas. La salud mental, por su parte, apunta a aglutinar todos los factores emocionales y psicológicos que pueden condicionar a todo ser humano y obligarlo a emplear sus aptitudes cognitivas y su sensibilidad para desenvolverse dentro de una comunidad y resolver las eventuales demandas surgidas en el marco de la vida cotidiana. Se denomina enfermedad al proceso y a la fase que atraviesan los seres vivos cuando padecen una afección que atenta contra su bienestar al modificar su condición ontológica de salud. enfermedad es entendida como una idea opuesta al concepto de salud: es aquello que origina una alteración o rompe la armonía en un individuo, ya sea a escala molecular, corporal, mental, emocional o espiritual. Algunas acepciones del término, pero relacionadas con la definición antes dada son: Enfermedades bacterianas: aquellas producidas por una bacteria conocida y que desarrolla síntomas conocidos. Enfermedades virales: Las que se producen por un virus cuyas consecuencias son medianamente predecibles. Enfermedades venéreas: Aquellas enfermedades de transmisión sexual que producen síntomas y consecuencias más o menos graves. La desnutrición en sus diversas formas es la más común de las enfermedades. Sus causas se deben en general a deficientes recursos económicos o a enfermedades que comprometen el buen estado nutricional. 3.- Causas - Disminución de la ingesta dietética. - Malabsorción. - Aumento de los requerimientos, como ocurre por ejemplo en los lactantes prematuros, en infecciones, traumatismo importante o cirugía. - Psicológica; por ejemplo, depresión o anorexia nerviosa. Leer más: http://www.monografias.com/trabajos15/desnutricion/desnutricion.shtml#ixzz59iQV9xV0Clasificación clínica Se manifiesta en 3 enfermedades: Marasmo: déficit de proteínas y energía Kwashiorkor: sólo falta de proteínas, aporte energético adecuado Kwashiorkor marásmico: mixta Características del Marasmo: - Apariencia muy delgada, emaciada - Debilitamiento muscular evidente y pérdida de grasa corporal - Habitualmente se manifiesta en menores de 18 meses de edad - Piel arrugada, caída del cabello, apatía - Sin edemas Leer más: http://www.monografias.com/trabajos15/desnutricion/desnutricion.shtml#ixzz59iQigfSO5.- Síntomas    Los síntomas varían de acuerdo con cada trastorno específico relacionado con la desnutrición. Sin embargo, entre los síntomas generales se pueden mencionar: fatiga, mareo, pérdida de peso y disminución de la respuesta inmune. Leer más: http://www.monografias.com/trabajos15/desnutricion/desnutricion.shtml#ixzz59iTEgH1V6.- Signos y exámenes    Los exámenes dependen del trastorno específico y en la mayoría de las intervenciones se incluye una evaluación nutricional y un análisis de sangre. 7.- Tratamiento    http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000404.htm - top#top Generalmente, el tratamiento consiste en la reposición de los nutrientes que faltan, tratar los síntomas en la medida de lo necesario y cualquier condición médica subyacente. Leer más: http://www.monografias.com/trabajos15/desnutricion/desnutricion.shtml#ixzz59iTbuyL3Leer más: http://www.monografias.com/trabajos15/desnutricion/desnutricion.shtml#ixzz59iP2NVDu Qué es La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Causas Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Además de una mala alimentación o la falta de ejercicio físico, también existen factores genéticos y orgánicos que inducen su aparición. También pueden influir los factores socioeconómicos. En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto. Síntomas La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo. La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y otras complicaciones. La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda (lumbalgia) y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos. Los trastornos cutáneos son también frecuentes. Dado que las personas obesas tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas. Prevención Llevar una dieta sana y equilibrada, junto con la práctica regular de ejercicio físico son claves para la prevención de la obesidad. Los expertos aconsejan realizar un mínimo de cinco ingestas de alimentos al día en raciones reducidas, así como seguir un patrón alimentario cercano a la dieta mediterránea, es decir, bajo en grasas y rico en frutas y verduras. En cuanto al deporte, la constancia es fundamental. La recomendación es practicarlo de forma habitual al menos tres veces por semana durante 45 minutos. La intensidad debe adecuarse a las necesidades y al estado físico de la persona. Tipos La obesidad se clasifica en dos tipos: central o androide y periférica o imoide. La primera es la más grave y puede conllevar importantes complicaciones patológicas. La obesidad central localiza la grasa en el tronco y predispone a sufrir complicaciones metabólicas (especialmente la diabetes tipo 2 y las dislipemias). La obesidad periféricaacumula el depósito de grasa de cintura para abajo y produce problemas de sobrecarga en las articulaciones. Diagnóstico La forma más común de determinar si un paciente padece obesidad es calcular su índice de masa corporal, por el cual se obtiene la cantidad de grasa corporal y, dependiendo de los resultados, cuáles son los posibles riesgos para la salud. A partir de esto, el especialista podrá determinar si se ha producido algún daño colateral en el resto del organismo y diagnosticarlo para su tratamiento.  Tratamientos La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola y para ello, debe detectarse precozmente en los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso. Los médicos consideran que una persona obesa debe ser considerada como un enfermo crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica. La La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos. La propia obesidad del enfermo.   Obesidad materna.   Muerte o enfermedad de un ser querido.   Separación de los padres.   Alejamiento del hogar.   Fracasos escolares.   Accidentes.   Sucesos traumáticos. Síntomas Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.   Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.   Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.   Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea). Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor abdominal, vómitos, etcétera. Pero es la familia la que detecta los síntomas que dan la voz de alarma: Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos.   Constante sensación de frío.   Reducción progresiva de los alimentos.   Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte.   Utilización de trampas para evitar la comida.   Hiperactividad. Prevención Al tratarse de un trastorno que suele iniciarse en la adolescencia, la observación por parte de la familia es crucial para detectar en el menor hábitos que supongan una señal de alerta. Estos son algunos factores de riesgo: Malos hábitos de comidas: muchos adolescentes comen solos mientras ven la tele o se comunican con sus amigos vía whatsapp. La falta de horarios fijos y de supervisión por parte de los padres acerca de lo que comen incrementan las probabiidad de desarrollar un trastorno de la alimentación.   Mala comunicación con los padres: conocer las preocupaciones de los hijos, sus gustos y su círculo de amigos puede ayudar a prevenir este tipo de desorden o a detectarlo en una fase inicial. Tipos En la anorexia nerviosa se pueden distinguir dos subtipos: Subtipo restrictivo: la reducción de peso se consigue mediante dietas o ejercicio físico intenso y el enfermo no recurre a sobreingestas, atracones o purgas.   Subtipo bulímico: El enfermo recurre a las purgas aunque haya ingerido una pequeña cantidad de alimento. Diagnóstico La anorexia nerviosa se diagnostica, generalmente, basándose en una intensa pérdida de peso y los síntomas psicológicos característicos. La anoréxica típica es una adolescente que ha perdido al menos un 15 por ciento de su peso corporal, teme la obesidad, ha dejado de menstruar, niega estar enferma y parece sana. Tratamientos Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos: ¿Qué es la Bulimia? La bulimia y la anorexia son similares. En el caso de la bulimia, quien la padece se da grandes atracones de comida (comiendo en exceso) y después trata de compensarlo con medidas drásticas, como por ejemplo el vómito inducido o ejercicio físico excesivopara evitar subir de peso. Causas En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar. El enfermo de bulimia siempre está muy preocupado por su peso, aun cuando es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Además, los bulímicos no se encuentran bien consigo mismos (no sólo físicamente, tampoco se valoran).Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos. Síntomas Atracones o sobre ingesta de alimentos: El enfermo come una gran cantidad de alimentos en un espacio de tiempo muy corto y no tiene control sobre la ingesta: presenta tal ansiedad que cree que no puede parar de comer. Uso de laxantes: Para prevenir el aumento de peso y compensar el atracón o el exceso de comidas, el enfermo se provoca vómitos, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la práctica abusiva de actividades deportivas.   Repetición: Los ciclos de atracones y vómitos se manifiestan un mínimo de dos veces por semana.   Baja autoestima. Además de las manifestaciones generales se pueden distinguir: Alteraciones psicológicas Los enfermos con bulimia nerviosa se caracterizan por una gran impulsividad y un bajo autocontrol. Esto puede provocar que, además de los atracones, los bulímicos tiendan a meterse en situaciones peligrosas o a entrar en discusiones con facilidad, teniendo grandes cambios de humor. Además, como la autoestima la tienen muy baja es frecuente que aparezcan síntomas de depresión y ansiedad y que abusen del alcohol y las drogas. Los bulímicos también pueden ser cleptómanos y ludópatas. Síntomas físicos En cuanto a los signos físicos que evidencian la enfermedad se encuentran la debilidad, dolores de cabeza; hinchazón del rostro por el aumento de las glándulas salivales, sobre todo las parótidas, problemas con los dientes, mareos, pérdida de cabello, irregularidades menstruales, y bruscos aumentos y reducciones de peso, aunque generalmente no sufren una oscilación de peso tan importante como la que se manifiesta en la anorexia. La bulimia puede ir acompañada de otros trastornos, como la promiscuidad sexual. Las consecuencias clínicas son: Arritmias que pueden desembocar en infartos. Deshidratación. Intestino irritable y megacolon. Reflujo gastroesofágico. Hernia hiatal. Caries dentales. Pérdida de masa ósea. Perforación esofágica. Roturas gástricas. Pancreatitis. Prevención La prevención de la bulimia tiene que realizarse con un enfoque multidisciplinar. Los especialistas destacan la importancia que tiene la prevención social y la colaboración de modelos, diseñadores, presentadores de televisión, publicistas y deportistas, entre otras profesiones para reducir los mensajes que se lanzan a la población que inciden en la pérdida de peso de forma no responsable y engañosa y en las tallas de la ropa. Tipos En esta enfermedad se pueden distinguir dos subtipos: Purgativo Durante el episodio de bulimia nerviosa el enfermo recurre a los vómitos u otros métodos purgativos, como laxantes y diuréticos, para evitar el aumento de peso. No purgativo En este caso el bulímico emplea otras conductas compensatorias como el ayuno o el ejercicio físico compulsivo, pero no recurre a vómitos, diuréticos o laxantes con el fin de no engordar. Diagnóstico El médico sospecha de una bulimia nerviosa si una persona está demasiado preocupada por el aumento de su peso y presenta grandes fluctuaciones, en especial si existen signos evidentes de una utilización excesiva de laxantes. Tratamientos El tratamiento de este trastorno de la alimentación tiene que ser multidisciplinar y adaptarse a cada paciente de forma individual. Las dos aproximaciones al tratamiento son la psicoterapia y los fármacos. Es mejor que la psicoterapia la realice especialista con experiencia en alteraciones de la conducta alimentaria. Éste decidirá además si el paciente necesita seguir una terapia con antidepresivos que ayude a controlar la bulimia nerviosa. Qué es La vigorexia es un trastorno no estrictamente alimentario, pero que sí comparte la patología de la preocupación obsesiva por la figura y una distorsión del esquema corporal; es más frecuente en hombres de entre 18 a 35 años Causas Las características más frecuentes en personas que sufren este trastorno son las siguientes: Mirarse constantemente en el espejo y aun así sentir que no se alcanzan las características estéticas que establece como necesarias la propia persona.   Pesarse varias veces al día y hacer comparaciones con otras personas que hacen fisicoculturismo.   Las personas con personalidad obsesiva, en especial consigo mismas, así como aquellas que sufren diversos problemas emocionales en sus relaciones personales y profesionales, son más propensas a desarrollar vigorexia.   También es común que la padezcan aquellas personas que han sufrido acoso escolar o bullying por su aspecto físico durante la infancia. Síntomas El síntoma principal que presenta la vigorexia es que el paciente elabora un programa de entrenamiento que se caracteriza por una intensidad constante y una gran dureza. Este programa se centra en ejercicios que aumenten el tono muscular, por lo que la práctica más común es el levantamiento de pesas. Este estilo de vida, que termina convirtiéndose en obsesión, implica un distanciamiento de las labores cotidianas, incluyendo, muchas veces, el abandono del trabajo o de las relaciones sociales. Prevención Las pautas principales para prevenir la vigorexia implican las siguientes recomendaciones: A la hora de llevar a cabo un programa de ejercicios, es necesario que estén supervisados por un entrenador profesional.   Es aconsejable realizarse exámenes  físicos que determinen el estado de salud, además de las necesidades y capacidades del individuo para adaptar los ejercicios a realizar.   Los especialistas recomiendan establecer ejercicios que se adecúen al nivel físico de la persona, evitando actividades que requieran sobreesfuerzos innecesarios.   Es importante detener el ejercicio en el momento en el que se presente fatiga, cansancio o dolor muscular excesivos. Es necesario que la persone evite pensamientos negativos acerca de su estado físico, ya que pueden convertirse en obsesión.  Tipos Actualmente, no existe una clasificación de la patología.  Diagnóstico Para diagnosticar la vigorexia, el especialista llevará a cabo un análisis de sangre para determinar si el paciente consume algún tipo de droga o suplemento alimenticio relacionado con este trastorno. Después, procederá a plantear cuestiones sobre la frecuencia con la que la persona realiza ejercicio físico y cuál es la intensidad del mismo. Asimismo, el especialista establecerá si el paciente tiene alguna carencia alimenticia ya que es uno de los primeros puntos a corregir que se integran en el tratamiento. Tratamientos Si bien se ha comprobado la existencia de trastornos en los niveles de diversas hormonas y mediadores presentes en la transmisión nerviosa, los principales factores desencadenantes involucrados son de tipo cultural, social y educativo, a los que estas personas están expuestas continuamente. Por ello, el tratamiento debe enfocarse a modificar la conducta y la perspectiva que tienen sobre su cuerpo. El entorno afectivo cumple una función muy importante en su recuperación, al brindarle apoyo cuando intentan disminuir su programa de ejercicios a rutinas más razonables. Qué es La ortorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en la obsesión por la comida sana. Las personas que sufren esta patología se ven obligadas a seguir una dieta que excluye la carne, las grasas, los alimentos cultivados con pesticidas o herbicidas y las sustancias artificiales que pueden dañar el organismo. Loa ortorexia puede acarrear carencias nutricionales e incluso puede causar una enfermedad psiquiátrica. Causas Suele manifestarse en personas con comportamientos obsesivo-compulsivos y predispuestas genéticamente a ello. Se ha observado también, que muchos pacientes que han sufrido anorexia nerviosa, al recuperarse, optan por introducir en su dieta sólo alimentos de origen natural, probiótico, cultivados ecológicamente, sin grasa o sin sustancias artificiales que puedan causarles algún daño. “Paradójicamente, este comportamiento en vez de evitar la enfermedad, llega a provocarla", apunta la especialista.  Evalúa tus síntomas Síntomas El síntoma principal que caracteriza a esta enfermedad es la preocupación excesiva por todo lo que se ingiere. Los pacientes invierten un gran número de horas al día planificando y preparando las comidas. Suelen ser tan estrictos que incluso se sienten culpables cuando lo incumplen y se castigancon dietas y ayunos aún más rígidos. Del mismo modo, eliminan por completo determinados alimentos en su dieta, no sólo carnes y grasas, sino también otras sustancias como el azúcar. A diferencia de otros trastornos alimenticios, los ortoréxicos son personas muy abiertas con sus reglas de alimentación y no se abstienen en mostrarse orgullosos de ellas frente a otras personas. Del mismo modo, menosprecian a aquellas que no siguen reglas dietéticas, por lo que el paciente puede verse abocado al aislamiento social. La ortorexia nerviosa suele comenzar con hábitos de vida saludables que se convierten en obsesión y puede provocar en los pacientes grandes pérdidas de peso. Además, pueden perder la capacidad de comer intuitivamente, es decir, dejan de saber cuándo tienen hambre o cuándo se encuentran saciados.  Prevención Para evitar llegar a la obsesión por la alimentación sana, los especialistas recomiendan seguir los siguientes consejos: Regirse por una comida sana que incluya la cantidad y variedad de alimentos que el organismo necesita para funcionar correctamente.   Es importante que se incida en la educación de los niños a través de consejos como la tolerancia de uno mismo o de los demás y educar en base a modelos de belleza y conducta no estereotipados.  Tipos Actualmente, la ortorexia no se encuentra clasificada en tipos.   Diagnóstico   Debido a que existe una fina línea entre la comida sana y la obsesión por la misma, se debe recordar que la clave para el diagnóstico de cualquier enfermedad de tipo mental es que el trastorno cause daño al paciente, tanto físico, social, como emocional. Para detectar la ortorexia, los especialistas han establecido una serie de preguntas: ¿Se preocupa más por las características saludables de lo que come que por el placer de comerlo?   ¿Pasa más de tres horas al día pensando en comida saludable?   ¿Se siente superior respecto a otras personas que no comen como usted?   ¿La calidad de su vida disminuye a medida de la calidad de su dieta ha aumentado?   ¿Se siente culpable si se salta su régimen? Tratamientos El tratamiento de las personas que sufren ortorexia debe combinar la terapia psiquiátrica con la farmacológica, a través de medicamentos que puedan volver a incorporar a la dieta los nutrientes de los que carece. El especialista suele aconsejar que el paciente vuelva a recurrir a la “intuición”: debe comer cuando tenga hambre y dejar de hacerlo cuando se sienta satisfecho. Se recomienda que se incorporen poco a poco todos los nutrientes que fueron descartados y que, aunque se prosiga con una alimentación saludable, se ingieran cantidades suficientes de todos los alimentos.