Publicado en: NEXOS. Economía y Sociedad. Octubre 29, 2019
https://economia.nexos.com.mx/?p=2648
La regulación institucional del desprecio
Johanna Lozoya
Las muecas de asco, de desprecio …
Eso es lo que pensamos que este país ya no va a repetir.
Entrevista de Julio Scherer García con el subcomandante
Marcos, EZLN Documentos y comunicados, 2000-2001
¿Es el racismo un factor de violencia en México? ¿Los conflictos interraciales entre connacionales y con
extranjeros deberían ser indicadores estratégicos a tomarse en cuenta en los protocolos de seguridad pública y
ciudadana?
En tiempos de pensamiento crítico es necesario reconocer que la extrema vulnerabilidad social y económica
de la población nacional y extranjera en México es endémica. Si bien en pocas décadas hemos sido testigos de
una severa crisis en las relaciones de confianza, reciprocidad, cooperación y solidaridad civiles en lo público y
en torno a lo institucional, esta situación no le ha detonado ni el capitalismo neoliberal ni el narcotráfico. Estos
complejísimos sistemas, en todo caso, han sido escenarios idóneos para el recrudecimiento de prácticas
discursivas y operativas nacionales marcadas por la etnificación de la política, y la inveterada incapacidad de
construir o negociar la figura de un ser ciudadano autónomo de un modelo esencialista y racial.
En México, los antagonismos culturales y los conflictos de clase tienen un andamiaje sociopolítico «entre
bastidores»: un racismo positivo y operativo a través del cual los conflictos de clase se sostienen sobre las
diferencias culturales y las diferencias culturales se sostienen sobre conflictos interraciales. Una democracia, ya
pronto centenaria, en la que la retórica de Estado mantiene un modelo étnico-identitario nacional(ista), a la vez
que niega una naturalización del racismo. «En México no hay racismo», aseguramos contundentes1 .
¿Discriminación o vulgar odio?
En 2010 el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y el Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM realizaron la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México. Los
resultados indicaron que los mexicanos consideran que la edad, género y clase social son mucho más
determinantes que la raza en su vida cotidiana.
Sin embargo, en 2016/17 AmericasBarometer 2 llevó a cabo un estudio estadístico sobre discriminación en
los países de América Latina utilizando indicadores sobre la relación entre el tono de piel y dos factores: la
El imaginario nacional reconoce los conflictos interétnicos pero no los interraciales. En México, se dice, hay
discriminación étnica pero “no hay racismo”.
2 LAPOP AmericaBarometer son encuestas apoyadas fundamentalmente por la United States Agency for International
Development (USAID) y Vanderbilt University. La version 2016/17 también fue auspiciada por el Inter-American
Development Bank, el UNDP, la Open Society Fundation y convenios académicos y de investigación en las Américas.
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riqueza material y las posiblidades educativas. Se consideraron la etnicidad, locación urbana y rural, la región
subnacional y las constantes genéricas de los entrevistados en correspondencia con una escala estandarizada
sobre tonos de piel (un registro numérico de once intensidades –desde el rango más claro al más oscuro–
denominado escala o paleta LAPOP ). Los resultados bajo este modelo fueron radicalmente distintos a los datos
CONAPRED. En México, el efecto del tono de color de piel sobre las posibilidades de acceso a educación y
trabajo es mayor que cualquier otra variable socioeconómica. Esto es decir, no sólo el color de piel predice
negativamente el logro económico y educativo en territorio nacional, sino que estas implicaciones negativas se
encuentran entre las de mayor impacto en la región de Latinoamérica y el Caribe. México ocupa el tercer lugar,
después de Trinidad Tobago y Ecuador, en el impacto del color de piel en acceso a riqueza material, y el cuarto
lugar, tras Ecuador, Uruguay y Bolivia, en el efecto de piel oscura sobre oportunidades de educación 3.
De hecho, la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2017 (INEGI)
revela que la identificación racial está directamente ligada a los sistemas de producción rural y urbano a través
de la compleja sobreposición de identidad racial-étnica y clase social. En ello se sostiene la lógica de que lo
indígena es campesino, de que todo campesino es indígena y finalmente, de que lo indígena y lo campesino son
sinónimos.
La noticia, sin embargo, no es nueva. Doce años antes, los resultados de la Encuesta Nacional sobre
Discriminación en México 2005 (ENADIS) organizada por la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y el
CONAPRED llevaron a la siguiente conclusión: “Somos una sociedad con intensas prácticas de exclusión,
desprecio y discriminación hacia ciertos grupos; la discriminación está fuertemente enraizada y asumida en la
cultura social y se reproduce por medio de los valores culturales” 4.
Gachupines, gringos, oaxacos, indios cochinos, hijos de la India María, chino cochino o nuestros inditos. El México [no
tan] profundo se expresa cotidianamente con pristina hostilidad. El Consejo para Prevenir y Eliminar la
Discriminación de la Ciudad de México, indica que diariamente se difunden en las redes sociales entre 15,000
y 20,000 mensajes de odio por razones de género, raza y orientación sexual. El portal internet Hatebase indicó
que en 2013 México ocupaba el noveno lugar entre los quince países que a nivel internacional reportan la mayor
circulación de expresiones de odio a través de las redes sociales. “Cinco de cada diez palabras o expresiones de
odio estan relacionadas con la etnicidad, 26% [de las expresiones] con la nacionalidad, 6.85% con la religión y
el resto con la discapacidad, la orientación sexual y la clase social”5. Los hashtag discriminatorios de índole racial
más frecuentes son naco, indio y güila 6.
LAPOP es una la paleta de colores diseñada por el Princeton Project on Ethnicity and Race in Latin America (PERLA).
Véase Daniel Zizumbo-Colunga e Iván Flores Martinez, “Is Mexico a Post-Racist Country? Inequality and Skin Tone
Across the Americas”, AmericasBarometer: Topical Brief of Latin American Public Opinion Project, 2017. Disponible en:
https://www.vanderbilt.edu/lapop/insights2017.php
En México el detrimento sobre el color de la piel en oportunidades de acceso a riqueza material es de 51.5% (aún
cuando hay otras variables reguladoras). En acceso a educación, los mexicanos con piel clara obtienen en promedio 11
años de estudios y los más oscuros un promedio de 5.3 años.
4 Encuesta Nacional sobre Discriminación /ENADIS 2010. 2011. Resultados generales. México: Consejo Nacional para
Prevenir la Discriminación, 2ª edición corregida junio 2011, p. 6. Disponible en:
http://www.conapred.org.mx/userfiles/files/Enadis-2010-RG-Accss-002.pdf
5 Alexandra Haas Paciuc, “Políticas públicas y discursos de odio”, Defensor Revista de Derechos Humanos , num. 2, año XV,
febrero 2017, p. 15.
6 Enrique Alanis Guzmán, “Panorama en México(discursos del odio)”, sección Infográfica, Defensor Revista de Derechos
Humanos, p. 34.
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Cabe recordar que legislación de nuestro país atiende a tratados internacionales sobre discriminación y
derechos humanos 7 que obligan a renunciar a “toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya
incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia” 8.
México está lejos de una era post-racial.
Alteridad construida desde el colonialismo
La producción institucional de mecanismos para el control del complejo antagonismo racial, étnico y
cultural en la doxa mexicana requiere una revisión de su propio andamiaje ideológico. La enorme operatividad
del discurso racial-étnico en las luchas de reconocimiento sociopolítico entre connacionales y extranjeros en
México impone la urgencia de reconocer el problema.
Desde su fundación en 1945 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) identificó a los países de América Latina como democracias raciales. Una paradoja para la
ideología liberal en la región ya que ésta intenta convencernos de que el estado liberal se ha desprendido de la
piel étnica-particularista y ha emergido de una forma cívica, universalista y culturalmente limpia y raza es un
indicador identitario que ha quedado en el pasado. Sin embargo, el racismo operativo y positivo mexicano
(raza, y no etnia) en la democracia mexicana se mantiene como un componente de cohesión identitaria en las
genealogías nacionalistas mexicanas durante el siglo XX, en las relaciones internacionales del nacionalismo en
la región y en el aspecto sistémico de la (re)producción de la identidad nacional.
El Estado mexicano, paradójicamente, no se reconoce a si mismo como una democracia racial y los
conflictos interraciales e interétnicos entre las comunidades nacionales rurales y urbanas se disuelven tras una
retórica que invisibiliza el propio concepto de raza. Para México este racismo operativo no es una vergüenza
internacional, el problema racial no es un tema central en la articulación política, ni se contempla la
negociación de las relaciones interraciales. Por el contrario, la alteridad mexicana se piensa en dimensión
interétnica en el contexto de una bipolaridad nacional (pueblos originarios y el resto de la población9)
Un botón de muestra. En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se privilegia el concepto
etnia . En el artículo 1º, Título Primero, Capítulo I: De los derechos humanos y sus garantías se indica que,
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular
o menoscabar los derechos y libertades de las personas. 10
La única mención a raza en toda la Constitución se encontrará en un apartado sobre discriminación en el
Artículo 3º en IIc dedicado al criterio que orientará la educación nacional,
México se incluye en la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial
(ICERD), en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
8 Pacto Internacional de Derecho de Civiles y Políticos por la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución
2200 A/XXI 16 de diciembre de 1996, artículo 20)
9 Cabe señalar que la realidad nacional no es dialéctica y el Estado mexicano tiene un pobre entendimiento sobre la
dimensión multi y pluricultural de la población en territorio nacional.
10 Véase CPUM 2017. En la edición 2006 se titulaba “De las garantías individuales”. En el 2006 decía las capacidades
diferentes en la reforma del 2011 aún vigente las discapacidades; las preferencias cambian a las preferencias sexuales.
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[La educación] Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que aporte a fin de
robustecer en el educando, junto con el aprecio para la dignidad de las personas y la integridad de la
familia, la convicción del interés general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar
los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de
razas, de religión, de grupos, de sexos e individuos. 11
Esto es decir, origen étnico o nacional (incorporado hace diez años el 4 de diciembre de 2006) y no raza se
vincula con discriminación y esto en el marco de derechos humanos, no de derechos ciudadanos, cuando que
racismo o subordinación racial (en su connotación y causalidad pública más inmediata como referencia al color de
piel ) no necesariamente equivale a discriminación de origen étnico.
El desprecio es una emoción moral que presenta en armónico contrapunto con el odio y el asco. Es similar al
odio pero implica un sentimiento de superioridad. Los que expresan una postura racista, tienen una constitución
de ellos mismos en base a una diferencia fenotípica, cultural y etnicizada. El extremo racismo habla de lo que
el racista asume que es, tanto como lo que desprecia del otro.
El 43% de los mexicanos opinó que los indígenas tendrán siempre una limitación social por sus
características raciales. Uno de cada tres opina que lo único que tienen que hacer los indígenas para salir
de la pobreza es no comportarse como indígenas. El 40% manifestó estar dispuesto a organizarse con
otras personas para solicitar que no permitan a un grupo de indígenas establecerse cerca de su
comunidad. 12
Cabe recordar que las luchas generalizadas por el reconocimiento conducen inevitablemente a una forma de
sociedad en la que el desprecio alcanza cotas epidémicas.
Johanna Lozoya
Escritora, historiadora cultural, arquitecta e investigadora titular en el Centro de Investigaciones en
Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la Facultad de Arquitectura (UNAM) en donde coordina el laboratorio
de ideas Grupo Estudio de las Emociones-México. Entre sus libros: Los monstruos del silencio. Apuntes sobre la
angustia contemporánea y Ciudades sitiadas.
Véase CPUM 2006, 2001. Constitución, Título Primero, Capítulo I, Art. 3º, IIc : 23. En las reformas del 2012 y 2013
se incorporó “contribuirá a la mejor convivencia humana, a fin de fortalecer el aprecio y el respeto por la diversidad
cultural” e “igualdad de derecho de todos, evitando los privilegios de razas” y se mantiene “razas”. En 2011 se
reforma capacidades por discapacidades, las preferencias por las preferencias sexuales. En ninguna se menciona raza.
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Cristina Ohmichen, “Violencia en las relaciones interétnicas y racismo en la ciudad de México”, Cultura y Representaciones
Sociales, vol.1, num.2, marzo 2017.
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