COORDINADORES:
Congresos y Cursos
CRISTINA BORREGUERO BELTRÁN
ÓSCAR R. MELGOSA OTER
ÁNGELA PEREDA LÓPEZ
ASUNCIÓN RETORTILLO ATIENZA
A LA SOMBRA
DE LAS CATEDRALES:
CULTURA, PODER Y GUERRA
EN LA EDAD MODERNA
Coordinadores:
CRISTINA BORREGUERO BELTRÁN
ÓSCAR R. MELGOSA OTER
ÁNGELA PEREDA LÓPEZ
ASUNCIÓN RETORTILLO ATIENZA
A LA SOMBRA
DE LAS CATEDRALES:
CULTURA, PODER Y GUERRA
EN LA EDAD MODERNA
2021
(CONGRESOS Y CURSOS, 75)
XVI REUNIÓN CIENTÍFICA DE LA FUNDACIÓN ESPAÑOLA
DE HISTORIA MODERNA "A LA SOMBRA DE LAS CATEDRALES"
8, 9 y 10 de Junio 2021
Imagen de cubierta: "Vista panorámica de Burgos, tomada desde San Zadornil", Pierre Aveline (1676).
Colección Gráfica del Archivo Municipal de Burgos.
Edita: Servicio de Publicaciones e Imagen Institucional
UNIVERSIDAD DE BURGOS
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C/ Don Juan de Austria, 1
09001 BURGOS - ESPAÑA
ISBN: 978-84-18465-07-9
DOI: https://doi.org/10.36443/9788418465079
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
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LA «SEGUNDA HORA NAVARRA»: DE LOS NEGOCIOS A
LAS ARMAS. LA FAMILIA SESMA
ana zabalza seguín
Universidad de Navarra
azabalza@unav.es
RESUMEN
El objeto es el cambio de trayectoria que, en torno a la década de 1740,
protagonizó una de las principales familias de comerciantes exportadores de lana
de Navarra, los Sesma, naturales de Corella, junto al cordón aduanero del Ebro.
Tras haber labrado su fortuna con el comercio de lana y haber entrado
en la red tanto de Juan de Goyeneche como de Bartolomé Flon, en el contexto
de la guerra de sucesión española, en los años 40 se advierte interés por encaminar las carreras de la siguiente generación hacia nuevos ámbitos, como el
servicio en las casas de miembros de la familia real o el ingreso en el ejército.
El texto se detiene en dos ejemplos en los que el protagonista es Zenón
Bernardo de Sesma (1700-1779), quien sirvió como oficial primero a la reina
Mariana de Neoburgo en los años en que vivió en Bayona (Francia), para
pasar a continuación a ejercer como contralor en la casa del infante Felipe,
a quien acompañó a Italia durante la guerra de sucesión austriaca. En ambos
ejemplos, Sesma interviene activamente en la entrada de varios sobrinos suyos en la casa del infante y en el ejército desplazado a ese escenario.
Todo ello contribuye a explicar que esta reorientación, en el caso de
la familia estudiada, trajo como consecuencia el alejamiento en la siguiente
generación de la ciudad en la que habían labrado su fortuna, acompañado del
abandono de los negocios en favor de la dedicación a la milicia.
Palabras clave: Siglo XVIII, “Hora navarra”, Juan de Goyeneche, Ejército,
Corella.
ABSTRACT
The object of study is to present the change of trajectory that, around
the 1740s, led one of the main families of merchants exporting wool from
Navarra, the Sesma, natives of the southern city of Corella, next to the customs
of the Ebro river.
1780
economía y Fiscalidad: los recursos materiales
Having worked their fortune mainly with the fine wool trade, which
arrived from Castile and was re-shipped to the port of Bayonne, and having
entered the network of both Juan de Goyeneche and Bartolomé Flon, in the
context of the war of Spanish succession, in those 40s there is a greater interest
in directing the careers of the next generation to new areas, such as service in
the homes of members of the royal family or joining the army.
The text presents two examples in which the protagonist is Zenón
Bernardo de Sesma (1700-1779), who served as first officer to Queen Maria
Anna of Neuburg in the years she lived in Bayonne (France), to pass next to act
as supervisor in the house of the infante Don Felipe, whom he accompanied in
northern Italy during the campaigns of the war of Austrian succession. In both
examples, Sesma actively intervenes in the entrance of several of his nephews
in the infante’s house and in the army displaced to that stage.
All this contributes to explain that this reorientation, at least in the case
of the family studied, resulted in the departure in the next generation of the
city in which they had worked their fortune, accompanied by the abandonment
of business in favor of dedication to the militia.
Keywords: 18th century, “Hora navarra”, Juan de Goyeneche, Spanish Army,
Corella.
INTRODUCCIÓN1
Hace pocos años, un autor hizo referencia a lo que calificó de “segunda
hora navarra”: tomaba la expresión que hizo fortuna a raíz de la monografía
de Caro Baroja, y la aplicaba a un ulterior momento en el que, dejada atrás
la guerra de sucesión con todas las oportunidades que había desplegado, se
observa una reactivación de la presencia de personas de esa procedencia en
la corte, en puestos neurálgicos de la Monarquía, desde donde continuaron
ejerciendo una función de patronazgo sobre nutridos grupos de paisanos2. Esta
“segunda hora” se situaría en torno a los años 40 del XVIII, y es el momento
en el que se va a centrar este texto.
El punto de partida de la familia que me propongo analizar se sitúa
al sur de Navarra, en el valle del Ebro, junto al cordón aduanero que separó
1
Trabajo inscrito en el proyecto de investigación DER2016-79292-R Instituciones y personas que actuaron como puente de enlace entre Navarra y la Monarquía Hispánica, Ministerio de Economía, Industria
y Competitividad.
2
Francisco Andújar Castillo, “De la periferia a la Corte: la integración de vascos y navarros en los
cuerpos de elite del ejército borbónico”, en Rosario Porres e Iñaki Reguera (eds.), La proyección de la
Monarquía Hispánica en Europa. Política, guerra y diplomacia entre los siglos XVI y XVIII, Bilbao,
Universidad del País Vasco, 2009, p. 191.
a la sombra de las catedrales: cultura, poder y guerra en la edad moderna
1781
ese reino tanto de Aragón como de Castilla hasta 1841. Desde el punto de
vista geográfico nos situamos en el extremo opuesto al valle del Baztán, cuna
de tantas exitosas carreras; no obstante, la ciudad de Corella, origen de los
Sesma, se benefició de una ventajosa situación que atrajo tanto el comercio,
lícito e ilícito, como a población tanto del norte y centro de Navarra como
de territorios limítrofes: de manera particular a la antigua pequeña nobleza
navarra, que tras la incorporación del reino a Castilla hubo de situarse en un
nuevo contexto3.
Sin olvidar la feracidad de sus tierras, Corella, como otras poblaciones
circundantes, se enriqueció gracias al comercio de la lana. Su localización
ofrecía la ventaja de encontrarse a poca distancia de la sierra de Cameros
riojana, con la que Corella mantenía intensos vínculos económicos y humanos. La lana que desde allí llegaba atravesaba Navarra para conducirse hasta
el puerto de Bayona, desde donde se dirigía al norte de Europa4. A partir de
mediados del XVII y hasta el comienzo del ciclo bélico de finales del XVIII
Corella vivió un periodo de prosperidad extraordinario.
No cabe duda de la importancia de la lana en este florecimiento del
valle del Ebro navarro; es indudable asimismo la importancia del cereal y del
vino. Sin embargo, otro producto agrícola tuvo muy probablemente un papel
fundamental en algunas de las carreras de la primera “hora navarra”: el cáñamo. Gracias a los trabajos de Díaz-Ordóñez y Torres Sánchez conocemos
la importancia que tuvo el suministro de este insumo, del que la Monarquía
fue permanentemente deficitaria y que resultaba indispensable para la fabricación de lona y jarcia destinada a los barcos5. Corella se encuentra enclavada en uno de los lugares de la Península donde las condiciones permitían
el cultivo de esta planta. Tal vez en este hecho radique la relación de una
ciudad situada tierra adentro con la Armada, que ha llamado la atención de
3
Los resultados de esta situación pueden comprobarse por ejemplo en Francisco J. Alfaro Pérez y Begoña
Domínguez Cavero, Sociedad, nobleza y emblemática en una ciudad de la Ribera de Navarra: Corella
(siglos XVI-XVIII), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2003.
4
Ana M. Azcona Guerra, Comercio y comerciantes en la Navarra del siglo XVIII, Pamplona, Gobierno
de Navarra, 1996, pp. 52-59.
5
Entre otros trabajos, Rafael Torres Sánchez y Manuel Díaz-Ordóñez, “Los suministros militares y los
empresarios navarros del siglo XVIII en la Hora Navarra”, en Alberto Angulo Morales y Álvaro Aragón
Ruano (eds.), Recuperando el Norte. Empresas, capitales y proyectos atlánticos en la economía imperial hispana, Bilbao, Universidad del País Vasco, 2016, pp. 329-344. Manuel Díaz-Ordóñez, “El abastecimiento militar de cáñamo para el Imperio español (1665-1808): globalización, estado y empresarios
en el largo siglo XVIII”, Espacio, tiempo y forma. Historia Moderna, 32, 2019, pp. 45-72. Con referencia a la comisión de Navarra y al papel de uno de los Sesma en ella, Manuel Díaz-Ordóñez, “Si en la
comisión de Marina te vieres… Las dificultades salariales y de promoción de un técnico comisionado
de la Armada Real en el setecientos”, Revista de Historia Naval, 95, 2006, pp. 71-88.
1782
economía y Fiscalidad: los recursos materiales
algunos investigadores6. A esta comarca le correspondió el abastecimiento de
la fábrica de lona y jarcia establecida a mediados del XVIII en el arsenal de
Ferrol, que era, de los tres departamentos de la Armada, el que se encontraba
más alejado de los centros de producción7. Aunque es muy poco lo que se sabe
acerca de la explotación del cáñamo en Navarra y las resistencias que con seguridad planteaba -pues suponía ceder tierras y trabajo que podían destinarse a
un mercado mucho más estimulante-, no cabe obviar la mención a un producto
que abrió un horizonte insospechado a algunas de las familias que, tras haber
amasado una fortuna como comerciantes y asentistas, reorientaron su trayectoria a mediados del XVIII para inclinarse por la carrera militar.
Los Sesma constituyen una de las grandes familias no solo de Corella
sino del conjunto del reino. Habían forjado su fortuna con el comercio lanar
-durante la primera mitad del XVIII se calcula que llegaron a exportar cerca de
85.000 arrobas8; pero también intervinieron activamente en el arrendamiento
de rentas y en el aprovisionamiento del ejército9. El volumen de sus ingresos
les permitió levantar en Corella, a comienzos de esa centuria, la casa conocida
como de las Cadenas, en la que se alojó Felipe V durante los meses que permaneció en la ciudad, en 1711.
La guerra de sucesión propició las condiciones para que iniciaran un
rápido ascenso social, al tiempo que se les abrían nuevos horizontes en el
marco de la Monarquía: así lo pone de manifiesto la relación que Agustín de
Sesma y Sierra mantuvo con Juan de Goyeneche, de quien es contemporáneo,
y el matrimonio, en 1710, de la hija mayor de Sesma, Isabel, con un hijo de
Bartolomé Flon, quien fue junto con Goyeneche no sólo financiero al servicio
de Felipe V, sino el gran mediador en la operación de venta de cargos que se
llevó a cabo en la Península e Indias a fin de conseguir recursos con los que
sufragar los gastos de la contienda10.
Junto con la venalidad, se ha puesto también de manifiesto la importancia de los vínculos familiares, de paisanaje y amistad a la hora de explicar
6
José Mª Imízcoz Beunza y Daniel Bermejo Mangas, “Grupos familiares y redes sociales en la carrera
militar. Los oficiales de origen vasco y navarro en el ejército y la marina, 1700-1808”, Cuadernos de
Historia Moderna, 41, 2016, pp. 517-518.
7
Rafael Torres Sánchez, “La política de abastecimiento de cáñamo a la Armada en la segunda mitad del
siglo XVIII”, Revista de Historia Naval, 116, 2012, p. 54.
8
Ana M. Azcona Guerra, Comercio y comerciantes…, op. cit., pp. 434-438.
9
Mª Concepción Hernández Escayola, Negocio y servicio. Finanzas públicas y hombres de negocios en
Navarra en la primera mitad del siglo XVIII, Pamplona, Eunsa, 2004, p. 494.
10
Francisco Andújar Castillo, Necesidad y venalidad. España e Indias, 1704-1711, Madrid, Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales, 2008, pp. 95-108; Mª Concepción Hernández Escayola, Negocio
y servicio…, op. cit., p. 494.
a la sombra de las catedrales: cultura, poder y guerra en la edad moderna
1783
determinadas trayectorias de ascenso social11. En este texto voy a detenerme
en dos ejemplos que revelan la intervención de uno de los Sesma en apoyo de
las carreras de varios parientes suyos, en otros tantos ámbitos que fueron objeto de la mencionada venalidad: los cargos en palacio y los empleos militares,
en uno y otro caso en la década de los 40 del siglo XVIII.
1. ZENÓN BERNARDO DE SESMA Y EL SERVICIO A LA CORONA
En primer lugar, es preciso presentar al protagonista de esas intervenciones. Agustín de Sesma, verdadero impulsor de su casa comercial desde el
marco comarcal al imperial y fundador del mayorazgo en 1705, falleció en
1738. De su numerosa prole, quien ejerció en la práctica el papel de heredero
fue su segundo hijo varón, Zenón Bernardo de Sesma y Escudero (1700-1779).
A diferencia de la mayor parte de sus hermanos, que permanecieron en Corella
colaborando con su padre, Zenón inició tempranamente una carrera exterior
al servicio de la reina viuda Mariana de Neoburgo, primero en Lisboa12 y luego en Bayona, donde permaneció como oficial primero de su casa hasta que
Mariana regresó al final de su vida a España, en 1738. Es probable que por
ello el matrimonio de Zenón se retrasara, pues cuando finalmente pudo acudir
a Pamplona para celebrarlo, en 1728, alguno de sus hermanos menores estaba
ya casado13. Tras la boda, se reincorporó al servicio de la reina en Bayona, y en
esta ciudad su esposa, Joaquina de Zay y Lorda, dio a luz a sus primeros hijos.
En 1728 Zenón de Sesma había cumplido 28 años, y llevaba algún
tiempo en su cargo en palacio. Hay poco espacio para dudar de que el paso
de hijo de un rico comerciante de una pequeña ciudad periférica a un cargo al
servicio de la viuda de Carlos II tuvo que deberse a la relación de su padre con
Goyeneche, quien se había hecho con la tesorería de Mariana de Neoburgo
con carácter perpetuo14. Pudo así transmitirla a dos sobrinos; pero esa tesorería ofrecía la oportunidad de situar a más allegados, y Goyeneche debió de
apreciar en Zenón las cualidades precisas. Por otra parte, Andújar ha puesto
de relieve el interés que para los financieros y asentistas de la corona tenían
los oficios en palacio o en las casas de los miembros de la familia real, por la
proximidad y la información que proporcionaban15.
11
Sobre el peso del factor familiar en el acceso a la oficialidad del ejército: Francisco Andújar Castillo,
“De la periferia a la Corte…”, op. cit., pp. 175-196. Con la perspectiva del análisis de redes: José
Mª Imízcoz Beunza y Daniel Bermejo Mangas, “Grupos familiares y redes sociales…”, op. cit., pp.
497-538.
12
Hecho ajustado de el pleito que en la Real Corte litigan D. Joseph de Samaniego, y Doña Agustina de
Sesma y Escudero, su mujer…, Pamplona, s. a., f. 243.
13
ARCHIVO GENERAL DE NAVARRA [AGN], Fondo Arteta y Goñi, caja 8/37, fº 6r y v.
14
Francisco Andújar Castillo, Necesidad y venalidad…, op. cit., p. 96.
15
Francisco Andújar Castillo, Necesidad y venalidad…, op. cit., p. 248.
1784
economía y Fiscalidad: los recursos materiales
1738 marcó un hito en la biografía de Sesma. En marzo murió su padre
en Corella, sin haber hecho testamento. Zenón viajó desde Bayona, y permaneció en su ciudad natal hasta fin de junio, tratando de llegar a un acuerdo con
su madre y hermanos acerca del modo de afrontar los negocios familiares16.
En esa fecha regresó a Bayona, donde su esposa estaba a punto de dar a luz al
tercero de sus hijos, Baltasar, nacido el 31 de agosto. Por las mismas fechas,
Mariana de Neoburgo, que había cumplido ya setenta años, fue autorizada
por Felipe V para regresar a España. La reina emprendió este último viaje al
final del verano, de manera que llegó a Pamplona a comienzos del otoño, y
se detuvo en esta ciudad hasta la primavera siguiente17. No puede descartarse
que en esta ciudad encontrara el apoyo de familias vinculadas a Goyeneche y
al propio Sesma.
Tras proseguir el viaje con la llegada del buen tiempo, Mariana y su
séquito se dirigieron a Guadalajara, pues era deseo de Felipe V que se estableciera en el palacio del Infantado. Allí transcurrió sus últimos meses, pues
murió al año siguiente, en julio de 1740. Sesma se encontraba presente, en su
calidad de guardajoyas, al momento de decidirse el destino de las piezas que
habían sido propiedad de la reina18.
Parece que, sin solución de continuidad, Sesma pasó a prestar sus servicios en la casa del infante Felipe, uno de los hijos de Felipe V e Isabel de
Farnesio, lo que le llevó a desplazarse con el ejército al norte de Italia, donde
don Felipe luchaba en la guerra de sucesión de Austria. Entre 1744 y 1747
al menos la vida de Sesma transcurrió en los escenarios de la contienda; a
comienzos de este último año era “del Consejo de Su Majestad su secretario y contralor de la Real Casa y Palacio del Serenísimo infante don Felipe
de España”19. A diferencia de lo sucedido en Bayona, durante estos años no
le acompañó su esposa, quien permaneció en Corella. En varios momentos,
Zenón le otorgó poder a fin de que pudiera gestionar sus asuntos, que manifiestan una decidida política de compra de tierras en su ciudad natal. No le fue
posible estar presente en las reuniones celebradas por sus hermanos a fin de
acordar el reparto de la herencia de su madre, Josefa Escudero, fallecida en
174620. Sus servicios en la casa del infante se vieron seguramente recompen16
AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja 10/9.
17
Naiara Ardanaz Iñarga, “Protocolo y ceremonial del Cabildo pamplonés en el siglo XVIII: Estancia
de la reina viuda, Mariana de Neoburgo en Pamplona (1738-1739)”, Cuadernos de la Cátedra de
Patrimonio y Arte Navarro, I (2006), pp. 411-432.
18
Amelia Mª Aranda Huete, La joyería en la corte durante el reinado de Felipe V e Isabel de Farnesio,
Madrid, Universidad Complutense, 1996, pp. 181-185 y 196.
19
AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja 9/57.
20
Por ejemplo, AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja 9/43 y 9/40.
a la sombra de las catedrales: cultura, poder y guerra en la edad moderna
1785
sados con la obtención del hábito de Calatrava (1743), lo que con toda probabilidad le convierte en el primer miembro de su familia en ingresar en una
orden militar; luego le seguiría su hermano menor, Miguel (Santiago, 1751) y
una larga serie de hijos y sobrinos.
1.1. “Irá instruido de todo cuanto me previenes para la carrera”:
el servicio en la casa del infante (1746)
Durante su estancia en Italia, un episodio puso de manifiesto la posición
de Zenón de Sesma en el seno de su propia familia así como su capacidad de
mediación para que un determinado candidato ingresara en la casa del infante.
Sucedió en 1746, y lo conocemos a través de la correspondencia que se ha
conservado, que es la recibida por Zenón.
El autor de las cartas es uno de sus hermanos menores, José de Sesma
y Escudero, quien había permanecido en Corella colaborando con su padre
y desempeñando diversos cargos. Casado con Mariana de Gorráiz Beaumont
y Montesa, de la correspondencia se deduce que un hijo de ambos, conocido
como Pepe, había sido enviado a los escenarios de la guerra de sucesión de
Austria para servir en la casa del infante, bajo la tutela de su tío Zenón21.
Una vez allí, el joven enfermó de tercianas, y como síntoma de esa dolencia
presentó hemorragias nasales. Todo ello aconsejó enviarlo de vuelta a casa,
con la esperanza de que se recobrase. En octubre de 1746 José de Sesma
toma la pluma en Corella para informar a su hermano mayor de que su hijo
se ha restablecido. Una serie de indicios en esta correspondencia -el temor
a que el correo se pierda, el nervioso sucederse de las cartas antes de recibir respuesta, el ofrecimiento de ciertos favores- hace suponer que José de
Sesma deseaba fervientemente que su hijo pudiera regresar a palacio para
continuar con el servicio, pero para ello le era preciso contar con la aprobación de Zenón, quien parece mostrarse reticente. Así escribe José el 30 de
octubre:
“… por ambas veo me dices que si no se pensase en otro destino para el
Pepe deberá restituirse luego a ese Palacio, y como él y yo solo esperamos
tu beneplácito para ello, luego incontinenti se ha dispuesto para la marcha,
de modo que saldrá de Casa mañana lunes para Baiona, Nimes, Arles y
Niza e irá instruido de todo cuanto me previenes para la carrera”22.
El padre del muchacho da a entender que emprende el viaje con mayor
madurez de la que debió de mostrar en su primera estancia:
21
José de Sesma y Mariana de Gorráiz se habían casado en 1727; por tanto, en 1746 su primer hijo no
podía tener más de dieciocho años.
22
AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja 9/37.
1786
economía y Fiscalidad: los recursos materiales
“Él está contento de esta disposición que más no puede ser, porque el
tiempo va haciendo su oficio para el mejor conocimiento de las cosas, y va
con grandes deseos de aplicarse y a desempeñar en cuanto le sea posible”23.
Sin dar tiempo a recibir respuesta, José se dirige de nuevo a Zenón apenas cuatro días después, el 3 de noviembre. Da cuenta de que por el correo de
Francia le han llegado varias misivas de su hermano, y le informa de que su
hijo ha emprendido ya el viaje con las mejores disposiciones:
“… el Pepe partió de ésta [Corella] el martes primero del corriente para
llegar a Bayona el día 4, desde donde continuará su viaje para Niza o al
paraje donde os halléis. Aquí no ha tenido la más mínima indisposición de
tercianas ni sangre de narices, y ha crecido bastantemente y va contentísimo y muy reconocido, de modo que me persuado se aplicará enteramente
en cuanto le sea posible al desempeño de su obligación”24.
Todos los detalles se han cuidado para que al llegar cause buena impresión:
“… en dinero efectivo le he entregado cuarenta doblones de a sesenta
reales vellón, sin otras cosuelas que se le han suplido, y lleva orden de
hacer la cuenta en Bayona cumplidamente para el gasto de su viaje, y con
lo demás un buen vestido y lo que necesite de su llevar, pues como ya se
halla hombrecillo, es menester atender a su lucimiento, por lo que discurro
te parecerá bien”25.
José de Sesma había actuado con rapidez, tratando de adelantarse a
cualquier objeción de su hermano. Aunque no se han conservado las cartas de
Zenón, el comentario que recoge José, “me dices que si no se pensase en otro
destino para el Pepe deberá restituirse luego a ese Palacio” no parece traslucir
entusiasmo ante el regreso del sobrino. Por ello, en esta misma carta el padre
del muchacho redobla sus esfuerzos para congraciarse con Zenón, a quien
indudablemente está pidiendo un favor. Por una parte le informa de que junto
con sus demás hermanos han procedido a la partición de los bienes maternos;
puesto que Zenón no ha podido hallarse presente, le promete enviar por escrito
su hijuela. Junto a ello, José se adelanta a prestarle un favor: el padre de ambos, Agustín de Sesma, seguramente había adquirido a perpetuidad la recibiduría de la ciudad de Tudela, lo que implicaba el cobro del cuartel y alcabala.
Al morir Agustín, la recibiduría se dividió entre dos de los hijos, precisamente
Zenón y José. Éste se ofrece llevar a cabo la tarea de recaudar los tributos,
pues ese mes corresponde un pago, e incluso continuar haciéndolo mientras
su hermano no regrese. Por lo que respecta al salario, cuyo monto exacto José
desconoce pero es elevado,
23
Ibídem.
24
Ibídem.
25
Ibídem.
a la sombra de las catedrales: cultura, poder y guerra en la edad moderna
1787
“… la mitad de lo que fuere dicho salario será para ti y la otra restante
para mí, pues aunque yo tenga el trabajo de su manejo, esto en nada equivale a los que tú sobrellevas por mí”26.
Zenón de Sesma contaba en aquel momento 46 años de edad y toda una
vida al servicio primero de Mariana de Neoburgo y luego del infante Felipe.
Desaparecidos sus padres y su hermano mayor, actuaba en aquel momento
como un verdadero cabeza de linaje. Se percibe aquí un decidido cambio de
rumbo en la orientación de su casa, al inclinar a la siguiente generación hacia
la carrera militar, que aportaba prestigio social y una fuente segura de ingresos27, no sometida a los vaivenes del comercio ni a las oscilaciones de la producción agraria. Sólo un año antes de este cruce de correspondencia, Zenón
había comprado para su hijo mayor, León de Sesma y Zay y Lorda, de trece
años, una coronelía, aunque hubiera que dejar pasar un tiempo antes de ejercerla28. Existían, sin embargo, otras prestigiosas vías de ascenso social, y una
de ellas era la que había seguido el propio Zenón con anterioridad a ese punto
de inflexión en la trayectoria familiar: el servicio en palacio, que no había
estado reñido con la participación en actividades comerciales.
Volviendo al joven hijo de José de Sesma, tal vez no apuntara cualidades para una carrera militar, a diferencia de su primo León, pero nada impedía
que se pusiera al servicio del infante en su casa. Desde su puesto de contralor
Zenón de Sesma podía encauzar la carrera de uno de sus sobrinos en cualquiera de estas dos direcciones, como hizo con tres de sus cuatro hijos: además del
ya citado León, Baltasar fue jefe de escuadra de la Armada y Benito teniente
de regimiento de caballería. Un cuarto hijo, Zenón Gregorio, inició la carrera
eclesiástica pero no llegó al sacerdocio por las dificultades que planteaba la
capellanía que iba a constituir el título de su ordenación; su carrera se reorientó hacia la administración, y llegó a ser oidor del Consejo Real de Navarra29.
No me ha sido posible seguir la trayectoria del joven José de Sesma y
Gorráiz. La estrecha vinculación que en años sucesivos tuvo su padre con uno
de sus yernos hace suponer que pudo morir tempranamente30.
26
Ibídem.
27
José Mª Imízcoz Beunza y Daniel Bermejo Mangas, “Grupos familiares y redes sociales…”, op. cit. pp.
500-502.
28
Francisco Andújar Castillo, El sonido del dinero. Monarquía, ejército y venalidad en la España del siglo
XVIII, Madrid, Marcial Pons, 2004, p. 432.
29
AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja 6/11.
30
En 1770, cuando José tenía cerca de setenta años, su yerno Juan Andrés Vertizverea le acompaña en el
otorgamiento de una escritura y hace propia la obligación que contrae: AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja
11/15.
1788
economía y Fiscalidad: los recursos materiales
1.2. “Para ayuda a sus ascensos en el servicio de Su Majestad”:
los hermanos Monlaur (1743-1749)
Por las mismas fechas, otra actuación de Sesma permite comprobar
cómo interviene no sólo en las carreras de los más allegados -sus hijos y los
hijos de sus hermanos varones31-, sino también en las de otros parientes más
lejanos. En este caso, se trata del apoyo a tres sobrinos huérfanos, a quienes
va a ayudar para que ingresen y asciendan en las tropas que combaten en la
guerra de sucesión austriaca.
La madre de los Sesma, Josefa Escudero Ruiz de Murillo (1666-1746)
tenía una hermana, Antonia, que como ella se había casado y residía en
Corella. De este matrimonio tuvo una hija, Micaela Jiménez Escudero, prima
hermana de Zenón. Micaela contrajo matrimonio con Bernardo Monlaur, y
fueron padres de tres hijos: Ramón, Agustín y Miguel Monlaur. Debían de ser
muy niños cuando murieron sus padres, y se nombró como tutor a otro de los
hermanos Sesma-Escudero, Felipe. Sin embargo, no tardaremos en saber que,
aunque Felipe de Sesma ejerció realmente la tutoría, sin embargo fue Zenón
quien impulsó la trayectoria de estos sobrinos segundos32. La guerra de sucesión de Austria fue la ocasión para que, al menos los dos mayores, se enrolaran
en las tropas que combatían a las órdenes del infante.
Su incorporación al ejército se produjo cuando eran aún menores de
edad, razón por la que intervino su tutor y tío. Ramón Monlaur obtuvo del rey
una tenencia en el Regimiento de infantería de Navarra a comienzos de mayo
de 1743. En ese momento se encontraba en Chambéry, capital de Saboya, muy
probablemente con las tropas que acompañaban al infante33. Ante la necesidad
de hacerse uniforme “y lo demás necesario”, su tío Zenón le prestó 800 reales
de plata de 16 cuartos, que Ramón prometió devolver. Sin embargo, su temprana muerte le impidió restituirlos.
El segundo de los hermanos, Agustín Monlaur, se encontraba en mayo
de 1744 en Niza, donde en el curso de la misma contienda las tropas españolas
y francesas se habían acantonado tras la batalla de Montalbán34 . Allí firmó un
recibo, por el que reconocía haber recibido de su tío 1.500 reales de vellón,
31
Sesma parece no intervenir en las carreras de sus sobrinos Flon-Sesma, quienes se encaminan hacia la
gestión de rentas reales y por otra parte no requerían de apoyos adicionales; ni en las de los SamaniegoSesma, en este caso debido al enconado enfrentamiento que mantuvieron por la herencia de los padres.
32
AGN, Fondo Arteta y Goñi, caja 9/65.
33
El Regimiento de infantería de Navarra se encontraba en Saboya todavía en 1748: Mª Carmen
Melendreras Gimeno, Las Campañas de Italia durante los años 1743-1748, Murcia, Universidad de
Murcia, 1987, p. 140. No me ha sido posible saber si Ramón murió en el curso de la guerra, pero es
probable que así fuera pues en octubre de 1749 había fallecido.
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Mª Carmen Melendreras Gimeno, Las Campañas de Italia…, op. cit., p. 33-43.
a la sombra de las catedrales: cultura, poder y guerra en la edad moderna
1789
con los que costeó el uniforme y otros gastos “desde que salí de Barcelona
para cadete del Regimiento de caballería de Calatrava hasta que Su Majestad
me concedió bandera en el Regimiento de Infantería de Navarra”. Antes del
Regimiento de Calatrava, Agustín había estado en el de Malta, y entonces
recibió de Sesma 180 reales de plata.
Agustín fue el único de los hermanos que no murió en plena juventud, y también el único que se casó y tuvo hijos. En octubre de 1765, la
Gaceta de Madrid recoge su nombramiento como teniente de granaderos en
el Regimiento de infantería de León35, pero debió de morir entre esa fecha y
1772.
El tercero de los hermanos, Miguel Monlaur, recibió en Barcelona, en
mayo de 1749, dos doblones de oro, igualmente con la obligación de devolverlos a su tío. En este caso se conserva el recibo, pero no se indica la finalidad
del préstamo; la única pista de que su estancia en Barcelona y el dinero prestado tenían como objetivo su ingreso en algún cuerpo del ejército la proporciona
el mismo documento donde la familia hace cuentas, ya que en él se afirma que
esas cantidades fueron aprontadas por Sesma “para ayuda a sus ascensos en el
servicio de Su Majestad”, y en el caso de Miguel “para el avío del viaje que
estaba para hacer”.
Tras la muerte de Ramón Monlaur, Sesma encargó a su hermano Felipe
que cobrara las cantidades debidas por los tres hermanos de la manera que en
aquel momento le interesaba, que era permutándola por tierra. Así, en 1749
un agrimensor valoró dos parcelas de tierra propiedad de los Monlaur, cuyo
precio estimó en 82 ducados. Como la deuda por la ayuda en los ascensos
-distinta de las cantidades ya citadas- ascendía a 54 ducados y 6 reales, Sesma
abonó tan solo 27 ducados y 5 reales. Tomó asimismo la decisión de cancelar
el resto de la deuda.
En marzo de 1775, un notario declara sobre esta cancelación de la
deuda:
“En vista de la narrativa y cuentas que forma el señor don Zenón
Bernardo de Sesma, digo que no solo está seguro en conciencia poseyendo
las heredades compradas, aunque sin permiso de la justicia, que eran de
don Agustín, don Miguel y don Ramón Monlaur, menores al tiempo de la
venta, si es que también tiene derecho del reintegro de las cantidades expendidas en utilidad de los referidos, como son las que se especifican, a no
ser que a sus herederos se les haga remisión por dicho señor don Zenón”.
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Gaceta de Madrid, nº 44, 29/10/1765, pp. 351-352.
1790
economía y Fiscalidad: los recursos materiales
CONCLUSIÓN
La trayectoria de la familia Sesma permite seguir las oportunidades
que se abrieron para los súbditos del monarca hispano antes y después del
cambio dinástico. La primera hora navarra presenció el ascenso de una figura clave, la de Juan de Goyeneche, situado en el epicentro de muchas de
las decisiones que se tomaron por aquellos años. Tras la llegada al trono de
Felipe V y el inicio de la guerra de sucesión, las oportunidades se multiplicaron, pues era preciso sostener un ejército. Goyeneche encontró en Navarra,
además de asentistas, compradores interesados en una operación venal a
gran escala, gracias a la que fue posible acceder a cargos tanto en el ejército
como en las casas de miembros de la familia real. El propio Goyeneche, al
hacerse con la tesorería de la reina, debió de encontrar en uno de los hijos
del comerciante Agustín de Sesma, Zenón, a una persona idónea para desempeñar el cargo de oficial de su casa. Aunque no hay duda sobre el origen
venal de su privilegiada posición, no puede negarse que careciera de cualidades, como lo demuestra que permaneciera al servicio de la reina Mariana
de Neoburgo hasta la muerte de ésta, y de ahí pasara a contralor del infante.
Encumbrado en ese puesto, Zenón de Sesma dio muestras de haber
aprendido el arte de moverse en el entorno de la casa de un infante. La
correspondencia personal y los recibos de ciertos pagos nos han permitido
conocer su acción de patronazgo respecto de varios de sus sobrinos, dirigiendo -en función de las condiciones personales del candidato- a uno a la
misma casa del infante en que él servía, y a otros al ejército que combatía en
el Mediterráneo y el norte de Italia. Son dos ejemplos de una política que sin
duda generó muchas otras acciones, que podrían encuadrarse en la “segunda
hora navarra”. Más allá de las circunstancias particulares de cada caso, es
interesante subrayar que Zenón de Sesma era hijo de uno de los principales
comerciantes exportadores de lana de Navarra; sin embargo, la trayectoria
que preparó a sus hijos y sobrinos se sitúa lejos de esa actividad, también
desde el punto de vista geográfico. No deja de ser significativo que Sesma
decida destinar el importe de la deuda que han contraído sus sobrinos a la
compra de tierra, aunque procurase tal vez con ello dedicarlas a la producción de vino destinado a la exportación, algo que puede deducirse de algunas
de sus decisiones.
Lo que parece haber desaparecido del horizonte de los Sesma cuando
preparan a la siguiente generación en los años 40 es el comercio. El temor de
José de Sesma cuando percibe que su hijo puede dejar pasar la oportunidad
de entrar en la casa del infante es revelador en este sentido. Y, efectivamente, cuando se inicie la crisis de la Monarquía en los años finales del siglo
a la sombra de las catedrales: cultura, poder y guerra en la edad moderna
1791
ya no quedará en la ciudad que les vio nacer ninguno de los cerca de veinte
nietos varones del comerciante Agustín de Sesma.
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