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Educere ISSN: 1316-4910 educere@ula.ve Universidad de los Andes Venezuela Morales, Oscar Alberto Estudio Exploratorio sobre el Proceso de Escritura Educere, vol. 6, núm. 20, enero-marzo, 2003, pp. 421-429 Universidad de los Andes Mérida, Venezuela Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35662009 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE EL PROCESO DE ESCRITURA Resumen OSCAR ALBERTO MORALES UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE ODONTOLOGÍA - DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN Este estudio forma parte de una investigación multidisciplinaria más amplia sobre el proceso de escritura de estudiantes universitarios titulada “La revisión multidisciplinaria de textos expositivos para el desarrollo de las competencias de escritura de estudiantes de Odontología” que se está desarrollando desde el año 2001 en la Facultad de Odontología de la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. El presente trabajo tiene como propósito fundamental conocer qué proceso o procesos de escritura sigue un grupo heterogéneo de escritores. El grupo de estudio estuvo conformado por 15 participantes, 11 eran usuarios de la escritura a distintos niveles, de los cuatro restantes se obtuvo información sólo de testimonios escritos, aparecidos en distintas publicaciones. La investigación se realizó bajo el paradigma cualitativo. Se utilizaron herramientas etnográficas, tales como: entrevista no estructurada, diario y análisis de documentos escritos. Como unidades de análisis, se crearon las siguientes categorías: preparación para la escritura, elaboración de borradores, control sobre las ideas, revisión, esfuerzo mental y el papel de las intenciones en el proceso de escritura. Como resultado se encontró que los participantes seguían un proceso similar de escritura, independientemente de la tarea de escritura, la audiencia y las intenciones. Palabras clave: proceso de escritura, preescritura, acto de escritura, reescritura, revisión. Abstract A PILOT STUDY OF THEWRITING PROCESS This study is part of wider multi-disciplinary research on writing processes in university students entitled “ Multidisciplinary revision of expository texts to develop writing skills in dentistry students” in progress since 2001 in the Dentistry Faculty of the University of Los Andes, Mérida, Venezuela. The main purpose of the present work is to discover what writing process or processes a heterogeneous group of writers use. Fifteen people made up the group under study, eleven of whom had different writing skills; information about the other four was only obtained from written texts in different publications. A qualitative paradigm was used for the research. Ethnographical methodology consisted of unstructured interviews, journals and analysis of written documents. For the purposes of analysis, the following categories were used: prewriting, rough drafts, control of ideas, revision, mental effort and the role of intentions in the writing process. Results showed that the participants used a similar writing process, regardless of the task in hand, the audience or intentions. Key words: writing process, pre-writing, act of writing, rewriting, revision. OSCAR ALBERTO MORALES 421 I n t r od u c c i ón EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBRERO - MARZO, 2003 e l estudio de la escritura estuvo centrado, hasta hace unos treinta años, en el producto, en los aspectos formales como: puntuación, caligrafía, sintaxis, ortografía. De I nvestigación aquí que se le diera mayor importancia a la transcripción y al desarrollo de las habilidades psicomotrices y que las prácticas escolares centraran sus esfuerzos en que el niño desarrollara destrezas para modelar, memorizar y copiar grafías (lamentablemente esta práctica aún está muy extendida). Más recientemente, a partir de los avances en las teorías psicolingüística, psicogenética y sociolingüística, se logró un importante cambio en la concepción de la escritura: comenzó a ser considerada como proceso y no como producto (Hairston, 1986). Este cambio de concepción dirigió la investigación hacia lo que el individuo hace, lo que sucede en él antes, durante y después del acto de escritura. Las investigaciones que han centrado sus estudios en el proceso de la escritura han arrojado comprensiones variadas sobre la naturaleza de este objeto de estudio. Algunos investigadores, entre quienes se encuentran Bereiter y Scardamalia (1983), Hairston (1986), y Elbow (1995), han encontrado, a partir de sus investigaciones y de sus propias reflexiones, que existen varios procesos de escritura. De acuerdo con estos teóricos, el tipo de proceso que se siga dependerá de la naturaleza de la tarea de escritura y de la postura que asuma el escritor frente a ésta. De acuerdo con Hairston (1986), los diferentes tipos de tareas de escritura no se realizan de la misma manera, puesto que la prosa expositiva no es toda igual. Cada texto, de acuerdo con su naturaleza, requiere que se siga un proceso de escritura particular. La autora propone tres tipos de escritura, que a su vez representan tres procesos distintos: - La escritura tipo I: representa la escritura de mensajes y está dirigida a mantener en funcionamiento las relaciones personales (notas, recordatorios, memos). - La escritura tipo II: ésta representa a las tareas de escritura relativamente complejas, extensas y autolimitantes (monografías, informes técnicos, artículos informativos, proyectos). - La escritura tipo III: incluye aquellas tareas de naturaleza reflexiva y extensa (ensayos, reflexiones, poesía, narrativa). Hairston (1986) indica que estos procesos no son 422 OSCAR ALBERTO MORALES excluyentes entre sí. Durante una misma tarea de escritura, el escritor podría transitar, armoniosamente, el continuo entre las dos últimas categorías, es decir, puede incorporar elementos reflexivos a una tarea autolimitante. Similarmente, Bereiter y Scardamalia (1983) sostienen que la escritura se puede realizar a través de dos procesos distintos. Esto depende de la postura que asuma al escritor frente a la escritura y el uso que le dé a su capacidad mental. Puede transitar la vía alta, lo cual implica asumir la escritura como un proceso de autoconstrucción en el que se reformula la tarea de escritura a partir de sus demandas. En esta vía, el escritor está constantemente tomando riesgos, poniéndose metas que tiene que lograr durante la escritura. El escritor asume la escritura como un proceso de creación de significado sobre la marcha del proceso y de desarrollo del pensamiento. El escritor reconstruye la tarea a un nivel más complejo del exigido e invierte toda la capacidad mental disponible en resolver los problemas que se plantea. La otra postura que puede asumir un escritor frente a la escritura, según estas autoras, es la vía baja. En esta postura se considera la escritura como un proceso que consiste en superar y obviar los obstáculos que implica la tarea, para lo cual invierte su capacidad mental. En esta vía la construcción de significado ocurre a través de un proceso de selección: el escritor selecciona la información disponible en su memoria de acuerdo con lo que le exige la tarea y la escribe, es decir, escribe las ideas que ya han sido formuladas. Peter Elbow (1995), igualmente, propone que pueden asumirse dos posturas frente a la escritura: se puede asumir el rol de escritor, o el rol de académico. En el rol de escritor, se concibe la escritura como un proceso de descubrimiento de significados que ocurre durante la escritura misma, no antes de ésta. El escritor comprende lo que conoce, piensa y siente en el mismo momento cuando ocurre la escritura. El escritor descubre el significado escribiendo y no sabe lo que escribirá ni como lo hará sino hasta que esté escribiendo. La segunda postura, el rol de académico, consiste en apuntar las ideas que ya han sido elaboradas previamente, ya sea en el papel o en la mente. La escritura, bajo esta postura, consiste en registrar los resultados de lo que se ha investigado, experimentado, pensado, o de la documentación. Otros, entre quienes se encuentran: Smith (1981a; 1981b), Murray (1980; 1984), Moffett (1983), Tierney y Pearson (1982) y Britton (1980), han encontrado en sus investigaciones, basadas en algunos casos en estudios de otros y en sus propias reflexiones, que existe sólo un proceso de escritura. Murray (1980) sostiene que la composición es un proceso en el que la escritura se separa del escritor y encuentra su propio significado, en algunos casos, distinto a lo intentado por éste. De acuerdo con el autor, la escritura obtiene su propio significado a través de la interacción de tres subprocesos: ensayar, elaborar borradores y revisar. Estos subprocesos o etapas no ocurren secuencialmente, sino simultáneamente durante el proceso de escritura; sin embargo, en algunos momentos de éste se hace más énfasis en uno que en otro. Ensayo: Representa la etapa en la que el escritor se prepara para escribir, ya sea en la mente o en el papel, incluso antes de estar seguro de que habrá escritura. Elaboración de borradores: Ésta es la etapa central del proceso de escritura. Representa los experimentos tentativos de producción de significado. La escritura del borrador, acto del que el escritor no tiene control consciente, le permite conocer lo que la escritura puede tener que decir en la búsqueda de su propio significado. Revisión: En este subproceso, la escritura se aparta del escritor, quien interactúa con ésta para saber lo que tiene que decir, y para ayudarla a que lo diga más clara, legible y elegantemente. En esta etapa, el escritor se convierte en lector y realiza desde un sondeo general del texto hasta una edición línea por línea. De igual forma, Smith (1981a; 1981b) sostiene que la escritura es un proceso de producción de significado, del cual el escritor no tiene control consciente, sino después de que las ideas están escritas. El autor afirma que las ideas se producen mientras se escriben; surgen en ese mismo momento y no antes. Smith (1981a) indica que existen tres episodios (etapas o subprocesos) en el proceso de escritura. Estos episodios son inseparables y están en constante interacción entre sí durante todo el proceso. El autor se refiere a la preescritura (período de preparación o incubación), escritura y reescritura. - La preescritura representa el período de incubación en el que el escritor, de alguna manera, se prepara para lo que será escrito. Esta preparación puede ser para la escritura de un borrador, pero también para la escritura de una palabra, una frase, un párrafo, o un texto. - La escritura implica el momento en que las palabras, fuera del control consciente del escritor, fluyen y encuentran un significado que puede o no haber sido intentado por el escritor. En este episodio las palabras se manifiestan por sí mismas para expresar cualquier idea que subyace a éstas. Las ideas no son ni premeditadas ni predecibles, sino producto del acto mismo de la escritura. - La reescritura, por su parte, constituye el episodio en el que el escritor modifica y pule, hace legible lo que ha sido escrito, y le da sus propias respuestas. Este subproceso contempla dos aspectos: la revisión y la edición. En la revisión el escritor realiza modificaciones y reelaboraciones del texto, cambios totales y parciales de las ideas, la organización, el estilo. La edición, por su parte, implica arreglos y modificaciones sólo en lo que respecta a los aspectos formales de la escritura. La revisión debe ser realizada exclusivamente por el propio escritor; la edición, en cambio, puede ser encargada a otra persona. Estos tres episodios interactúan en los distintos momentos, en cada borrador de la escritura. En algunos casos, por ejemplo, la reescritura (o la revisión) se convierte en la preescritura o ensayo del siguiente borrador (palabra, frase, párrafo, o del texto completo). El proceso de composición, según Smith (1981a), tiene como plataforma, como guía general, como marco de referencia las intenciones del escritor. En este sentido, las intenciones (o la especificación para el texto) representan las bases sobre las que se forma el texto e indican cómo podría ser el texto una vez terminado. Ésta puede representar desde los propósitos generales de la escritura (intenciones globales) hasta las intenciones sobre la próxima palabra a escribir (intenciones puntuales). Las intenciones sólo orientan cuando el escritor piensa en lo que escribirá, cuando lo escribe y cuando revisa lo escrito para decidir si eso era lo que había intentado. La escritura puede no representar las intenciones del escritor, puesto que éstas son flexibles y varían durante el proceso. Al final puede encontrar un significado distinto a lo que éste quería. De igual forma, Moffett (1983) sostiene que existe sólo un proceso de escritura, el cual consiste en una forma de meditación. Este proceso implica la modificación del aspecto verbal de la corriente interna del escritor: el habla interna. Durante la escritura se manipula dicha habla interna para redirigirla y transformarla. La modificación del habla interna implica que la escritura desarrolla el pensamiento y el aprendizaje. Sin embargo, el autor se refiere exclusivamente al acto de composición de autoría auténtica y no al plagio glorificado de ideas de otros. La escritura como meditación (como el proceso de modificación del habla interna: reducir, enfocar, editar y revisar el habla interna) consiste básicamente en apuntar el habla interna, transcribir pensamientos, en un proceso de autodictado. Esto ocurre a través de un proceso de selección, en el que el escritor elige y combina los temas y los códigos, y dirige el habla interna hacia el logro de los propósitos que persigue. Durante la escritura hay descubrimiento: el escritor produce ideas que son nuevas para él, que lo transportan a lugares donde nunca ha estado. El escritor, durante el proceso de composición, procede recursivamente: apunta ideas, OSCAR ALBERTO MORALES 423 EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBRERO - MARZO, 2003 reacciona a éstas, reflexiona sobre el tema mientras no está escribiendo y revisa lo que ha sido escrito, y prescriptivamente: pensando en el lector, en la audiencia, y organizando la escritura de acuerdo con ésta. Asimismo, Britton (1980) sostiene que la escritura es un proceso espontáneo e inconsciente de producción de ideas, las cuales toman forma sólo al momento de la emisión (durante el acto de escritura) y no antes. Este es un proceso de descubrimiento en el que se escucha a la voz interna dictar las formas de la lengua escrita más apropiadas a la naturaleza de la tarea de escritura que se está realizando. En este sentido, la producción de significado ocurre a través de un proceso de contemplación en el que el escritor usa sus experiencias interpretadas (conocimientos previos o experiencias) para darle forma a la escritura: reflexionando sobre lo escrito y lo que vendrá, y dándole forma para la audiencia intentada. Tierney y Pearson (1982) también proponen que existe sólo un proceso de escritura, en el cual el escritor, valiéndose de sus conocimientos previos y sus experiencias, produce significado, genera ideas, que serán, en borradores posteriores, adecuadas a su lector ideal, a sus conocimientos y experiencias previas. Según estos autores, el proceso de composición contempla los siguientes episodios o subprocesos: planificación, producción de borradores, alineación, revisión y monitoreo. Estos subprocesos ocurren simultáneamente durante el proceso de composición. A partir de las posturas teóricas de los autores mencionados, se podría concluir que existen dos tendencias respecto de la escritura como proceso: según la primera, hay más de un proceso de escritura; de acuerdo con la segunda, existe sólo un proceso. Pr op ós i t o Asumiendo la escritura como proceso, el propósito fundamental de este estudio es conocer qué proceso o procesos sigue el grupo de informantes. Se persigue responder, de manera general, las siguientes interrogantes: ¿cómo es, o son los procesos que siguen?, ¿qué tareas de escritura realizan?, ¿qué hacen cuando escriben dichas tareas?, ¿ocurre lo mismo cuando escriben distintas tareas?, ¿es el proceso (o los procesos) de escritura un hecho consciente? Met od ol og ía 3.1 Participantes: En este estudio participaron 15 informantes: 11, usuarios de la escritura a distintos niveles y los cuatro restantes, escritores profesionales de quienes se obtuvieron datos sólo a través de testimonios 424 OSCAR ALBERTO MORALES escritos publicados en revistas, periódicos y libros. - Cuatro (4) escritores profesionales: Gabriel García Márquez, Virginia Wolf, L. M. Alcott y Anthony Browne. - Una (1) escritora merideña, quien ha publicado dos libros: uno de narrativa y otro de poesía. - Tres (3) estudiantes de postgrado: dos (2) cursantes de una maestría en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Los Andes (ULA) y una estudiante de maestría en la Universidad Bicentenaria de Aragua. - Tres (3) estudiantes de pregrado de la ULA: uno estudiante de la licenciatura en Educación Mención Castellano y Literatura del Núcleo de Trujillo, con algunas experiencias en la escritura de cuentos, ensayos y poemas; una estudiante de Ingeniería Civil de la Facultad de Ingeniería y una estudiante de Economía. - Dos estudiantes de 3ra etapa de Educación Básica pública: Uno de zona rural y el otro de zona urbana. - Una secretaria de una escuela ubicada en una zona rural, estudiante, además, de la licenciatura en Educación. - El investigador, a través de sus reflexiones. Los informantes, en su mayoría, habían realizado distintas tareas de escritura, tales como: cartas, listas de compra, ensayos, poemas, diarios, informes, monografías, tesis, entre otros. Esto permitió que se indagara, en lo posible, lo que ocurría en las distintas tareas. Los informantes, con estas características, para efectos de este estudio, en adelante se llamarán escritores. 3.2 Procedimiento La recolección de los datos se realizó a través de tres fuentes: -Entrevistas no estructuradas y semiestructuradas a diez de los informantes. -Análisis de testimonios escritos sobre el proceso de escritura que siguen cuando escriben de cuatro de los informantes. -Las propias reflexiones del investigador sobre el proceso de escritura que sigue cuando escribe distintas tareas, registradas en un diario. Las indicaciones para realizar el estudio con esta orientación metodológica se tomaron de Murray (1980). El autor sostiene que para realizar estudios sobre el proceso de escritura se pueden tomar diferentes fuentes, entre las cuales están: entrevistas a teóricos y estudiantes, las propias reflexiones del investigador, examinar testimonios de escritores en publicaciones y testimonios de compositores, artistas y científicos. Tomando en cuenta los distintos testimonios, sostiene el autor, se podrá especular, con alguna autoridad, sobre cómo la escritura encuentra su propio significado. Para la recolección de los datos se tomaron como referencia los siguientes indicadores: - Tipos de tarea de escritura que realiza. - Sigue el mismo proceso. - Proceso que sigue en cada una de estas tareas. - Descubrimiento de ideas durante el proceso de escritura. - Sorpresa ante lo que se escribe. - Presencia de control sobre lo que se escribe. - Presencia de etapa de preparación para la escritura. - Forma como fluyen las ideas cuando escribe. - Presencia de revisión de lo escrito. - Aspectos que revisa. - Forma de hacer la revisión. Se realizaron dos entrevistas a los 10 informantes de 30 minutos cada una. Hubo la necesidad de profundizar para buscar aclarar ideas, puesto que los datos suministrados en la entrevista anterior no eran claros, o no satisfacían los propósitos de la entrevista. Entre los inconvenientes que se encontraron en la recolección de los datos (tanto en las entrevistas como en las reflexiones) está el carácter inconsciente del proceso de escritura. Cuando se le pidió a algún informante que hablara o reflexionara sobre su proceso de escritura, se hizo muy difícil que diera respuestas pertinentes y satisfactorias, puesto que nunca antes se había detenido a pensar acerca de lo que hacía cuando escribía. En los casos en que los informantes no escriben con frecuencia, se observó que no recordaban lo que hacían cuando escribían determinada tarea. Dos de ellas dijeron que llevaban un diario, pero no recordaban lo que hacían, ni como lo hacían porque de eso había pasado mucho tiempo. Entre los tipos de tareas considerados para este estudio están no sólo aquellos en los que hay una producción original total por parte del escritor (Moffett, 1983), sino también aquellos que, por su naturaleza, requieren cierta reelaboración de lo que otro ha dicho o escrito. En este sentido, se considera el aporte del escritor en cuanto a organización, pertinencia, coherencia de las ideas, es decir, al sentido que le da a un significado que ha reconstruido para presentarlo a otros. Se buscó que los informantes no pertenecieran al área de educación en la que pudieran recibir información sobre el proceso de escritura. Esto con la finalidad de evitar que la información que pudiera tener en relación con el proceso de escritura influyera sobre las respuestas. Por su parte, los testimonios de los escritores se refieren a la escritura de literatura: poesía, ensayo y narrativa. Estos testimonios fueron tomados del “Papel Literario” de “El Nacional”, El Diario Frontera, la Revista “Letras”, el libro “El Olor de la Guayaba” (Apuleyo Mendoza y García Márquez, 1982) y el libro “Confesiones Literarias de 35 Narradores Latinoamericanos” (Cartay, 1984). Las reflexiones se efectuaron luego de realizar algunas tareas de escritura, tales como: cartas personales y comerciales, resúmenes, ensayos, reflexiones, monografías, informes. Estas se registraron en forma de diario. En esas reflexiones se presenta lo que hace el investigador -lo que cree hacer- durante el proceso de escritura: la fase de preparación anterior al acto de escritura, la etapa de elaboración de borradores y la fase de revisión (incluyendo la revisión y la edición). Res u l t ad os y d i s c u s i ón Los resultados que se presentan a continuación se obtuvieron luego de analizar cualitativamente los datos, a partir del análisis surgieron las siguientes categorías, con las cuales se intentó dar respuesta a las preguntas que guiaron esta investigación: preparación para la escritura, elaboración de borradores, control sobre las ideas, revisión, esfuerzo mental y las intenciones en el proceso de escritura. A pesar de que la mayoría de los informantes sostuvieron que seguían diferentes procesos cuando escribían diferentes tareas de escritura, se encontró que todos siguen un mismo proceso, independientemente de la tarea que estén escribiendo, de la audiencia y de sus intenciones. En algunos casos, al final de la entrevista, los mismos informantes concluyeron que parecía que seguían el mismo proceso, retractándose así de lo que habían dicho al inicio de la misma: son procesos distintos. 4.1 PERÍODO DE PREPARACIÓN (preescritura o ensayo) Todos los informantes manifestaron que, antes de comenzar a escribir un primer borrador (el único, en algunos casos) de cualquier tarea de escritura, había un período de preparación. Éste podría ocurrir en el papel: bosquejos, esquemas, notas, revisión bibliográfica, registro de trabajos de campo, memos, entre otros; en la mente: esquemas mentales, imágenes visuales, reflexiones, evocación de recuerdos y sentimientos, búsqueda de motivos e ideas a través de discusiones, conversaciones, observaciones, vivencias. Este período puede estar representado sólo por una idea general, la cual se desarrollará durante la escritura misma. En cuanto al insumo para la escritura, L. M. Alcott indicó que como sus experiencias personales le habían aportado poca materia prima para sus escritos, buscaba OSCAR ALBERTO MORALES 425 EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBRERO - MARZO, 2003 crónicas, reportajes y noticias para escribir. García Márquez, por su parte, sostuvo que la nostalgia de las experiencias de su infancia es su materia prima. Los estudiantes de postgrado indicaron que cuando hacían las asignaciones académicas que exige la universidad, primero buscaban los datos, revisaban la bibliografía y hacían notas pertinentes al trabajo, luego escribían partiendo de esa información. Quienes habían escrito listas de compras indicaron que la preparación consiste en revisar para saber qué hace falta y pensar en lo que quieren comprar. Una vez hecho esto, ya podían escribir. Este período de preparación puede llevar años, meses, días y horas. Esto varía de individuo a individuo y de acuerdo con la tarea. García Márquez indicó que la preparación es la etapa más difícil en el proceso de escritura. En “Cien Años de Soledad”, por ejemplo, este período fue de muchos años (más de 15 años), pasó mucho tiempo pensando en cómo escribirla, sin poder iniciarla. Igualmente, para comenzar a escribir su novela “El General en su laberinto”, por su parte, indicó que tardó alrededor de diez años, en los que tuvo que realizar una larga documentación. Mientras escribía esta novela, realizó revisión bibliográfica y conversó con conocedores del tema para preparar lo que quería escribir. El período preliminar de preparación es variable: algunos dijeron que preparan todo en la mente antes de escribirlo; otros indicaron que antes de escribir tienen sólo un marco de referencia, una idea vaga, luego, durante el acto de escritura, la idea se va desarrollando. Anthony Browne, por su parte, indicó que prepara todo en su mente antes de escribirlo, ya sabe cuantas páginas e ilustraciones tendrá y todo lo que pasará en el cuento. Los informantes, en su mayoría, decían tener total control sobre lo que hacían en este período. Cuando se están preparando para la escritura de algún texto, consciente o inconscientemente seleccionan el registro, el código y el género a utilizar, establecen las intenciones y delimitan el tema sobre lo que se escribirá. Sin embargo, Virginia Wolf indicó que cuando escribe sus novelas, lo que hace está fuera de control, se escapa de intereses e intenciones. 4.2 PERÍODO DE ELABORACIÓN DE BORRADORES Un alto porcentaje de los informantes indicó que hacían varios borradores cuando escribían distintas tareas de escritura. Sin embargo, cuando escribían cartas familiares, diarios, o listas de compra, hacían sólo un borrador por motivaciones personales, pero sabían que era necesario reescribir. Indicaron que si releyeran las 426 OSCAR ALBERTO MORALES cartas verían la necesidad de hacer reelaboraciones, ciertas modificaciones que cambiarían lo que el escrito dice y habría necesidad de cuestionar lo escrito; en consecuencia, no enviarían las cartas. Los informantes indicaron que hacen varios borradores, porque siempre hay necesidad de cambiar palabras, frases, párrafos, o hasta el texto completo, además se busca conocer qué hace falta para agregarlo. Adicionalmente, en los borradores sucesivos, encuentran la posibilidad de orientar la escritura de acuerdo con sus intenciones y con la audiencia de la tarea. Algunos indicaron que en los borradores sucesivos buscan darle claridad, coherencia y estructura a la escritura. Escriben el último borrador cuando ya han encontrado un texto conveniente, satisfactorio respecto de sus intenciones. Se encontró, en la mayoría de los casos, que en la etapa de la escritura de borradores se encuentran presente, simultáneamente, la preescritura (ensayo o preparación) y la reescritura (revisión). Desde el primer intento de componer el significado en el papel, los informantes están revisando lo escrito para, a partir de la revisión y la reflexión del momento, decidir lo próximo que será escrito. En este sentido, la etapa de revisión se convierte en la de preparación. La reescritura de una frase, párrafo o texto se transforma en la preescritura del siguiente. En la escritura de los borradores sucesivos se estructura, se ordena el texto, se seleccionan las ideas pertinentes y se cambian o se eliminan las que no lo son. En cada pausa del acto de escritura, según la mayoría de los informantes, se lee lo anterior, se revisa lo ya escrito, para preparar lo que se escribirá, para tratar de conectarlo y para saber si concuerda con lo que se quiere escribir. Este proceso, según algunos informantes, influye sobre el escritor. Al respecto García Márquez indica: “ ...uno atiza al tema y el tema lo atiza a uno.” (Cartay, 1984, p: 121) La mayoría de los informantes indicó que es en esta etapa donde las ideas que sirven como marco de referencia toman forma, cobran significado. Algunos informantes indicaron que leen lo escrito para enterarse de lo que dice; consecuentemente, pueden pensar en lo que le hace falta al texto. 4.3 CONTROL SOBRE EL FLUIR DE LAS IDEAS Un bajo porcentaje de los informantes indicó que las ideas, las palabras, salían sin control alguno del escritor. Una estudiante de pregrado indicó: “las ideas salen sin que se pueda decidir cuáles salen y cuáles no”. Otra dijo: “No hay control sobre el fluir de la escritura. Hay cierto control sólo antes de comenzar a escribir y después, cuando ya está en el papel. Se puede elegir el tema, el género, el código, el estilo, pero no el significado que fluye al momento de escribir. Otros, por el contrario, sostuvieron que tenían control total sobre lo que escribían. Esto, sin embargo, parece contradictorio, puesto que indicaron que después de escribir" (de lo que estaban conscientes, aparentemente) un texto, se dedicaban a cambiar, eliminar o modificar lo que no correspondía, no les gustaba, lo que no era coherente con el resto del texto y con sus intenciones. Esto podría indicar que no tenían tal control, y que hay descubrimiento de ideas, en cierto modo, durante el acto de escritura, puesto que ésta encuentra su propio significado, en algunos casos, distinto al intentado. Cuando las ideas escritas corresponden con las intenciones del escritor, se quedan; cuando no, se cambian o se eliminan. Algunos indicaron que en tareas de escritura como la poesía, los diarios, las cartas, entre otros, el acto de escritura se convierte en un proceso de descubrimiento de ideas. Las ideas fluyen y el escritor se entera de lo que dicen cuando ya están escritas en el papel, no antes. 4.4 PERÍODO DE REVISIÓN (reescritura) La totalidad de los informantes indicó que hacen revisión de lo que han escrito; tanto revisiones parciales, durante el acto de escritura, como revisiones al final de cada borrador y de cada tarea. Cuando ya están satisfechos con lo que han escrito, le dan el último acabado para presentarlo adecuadamente de acuerdo con la audiencia. A pesar de que consideran la revisión como una etapa estrictamente necesaria para la escritura, algunos de los informantes, en ciertas tareas, releen sólo para enterarse de lo que quiere decir la escritura, mas no para modificar lo escrito. Esto se debe, como ya ha sido mencionado, a motivaciones personales (en el caso de las cartas familiares, quieren que la audiencia lea las primeras impresiones de la escritura). Se encontró que en esta etapa se realizan modificaciones en cuanto a: organización, coherencia, y pertinencia de las ideas. Para esto se cambian, o se eliminan palabras, párrafos, e incluso hasta el texto completo. Se encontró, en un porcentaje significativo de los casos, que consideran desde el inicio del proceso los aspectos formales de la escritura: la caligrafía, la ortografía, la puntuación y la sintaxis; además, hacen especial énfasis en esto al final, en donde tratan de pulir lo escrito, hacerlo accesible, legible a una audiencia (la edición, según Smith, 1981 a). Algunos indican que hay que hacer que alguien que no conozca nada del tema pueda captar las ideas claramente. García Márquez indicó que él, con ayuda de un grupo de amigos muy allegados, realiza la edición (darle el acabado final a lo escrito) de sus libros (Cartay, 1984). La mayoría indicó que considerar dichos aspectos no requiere de gran esfuerzo mental, puesto que es algo automático; por lo tanto, no obstaculiza la producción de ideas. 4.5 ESFUERZO MENTAL Se observó que para un alto porcentaje de los informantes la escritura requiere de esfuerzo mental. Éste, sin embargo, varía de acuerdo con el tipo de tarea. Para algunos, ciertas tareas requieren de mayor esfuerzo mental, mayor concentración (el ensayo, la poesía, la narrativa, los reportes de investigación). Esto se debe a que las exigencias de la audiencia requieren de una mejor elaboración. Otras tareas, sin embargo, como las notas, memos, lista de compras o el diario personal, no requieren de una gran concentración, una mayor elaboración, puesto que la audiencia es el mismo autor. De acuerdo con la mayoría de los informantes, cualquier intento de escritura, cualquier tarea, independientemente de la audiencia y de las intenciones, requiere, en cierto modo, concentración, esfuerzo mental. OSCAR ALBERTO MORALES 427 EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBRERO - MARZO, 2003 4.6 LAS INTENCIONES EN EL PROCESO DE ESCRITURA Algunos informantes indicaron que las intenciones están claramente definidas desde el inicio del proceso. Las ideas, los propósitos, la organización y el estilo se conocen desde el inicio. Esto guía el desarrollo de la escritura. Teniendo los propósitos claros, bien definidos, se evita la divagación. En ciertas tareas, indicaron algunos informantes, la estructura, la organización de las ideas, el estilo, los determina la audiencia. Limitan la extensión, las partes, todo (presentar algún artículo en una revista científica, un reporte de investigación). En este tipo de tarea, la escritura se va canalizando a medida que se hace. Mientras escriben, algunos informantes van buscando que la escritura se ajuste a sus intenciones, se ven en la necesidad de reordenar, cambiar, o sustituir lo escrito. Esto podría corroborar la idea de que el escritor no tiene control sobre el fluir de las ideas. En este sentido, se observa que las intenciones del escritor, en algunos casos, no se ven reflejadas en la escritura, y cuando el escritor no está satisfecho con lo que ésta dice, la cambia, total o parcialmente. En otras tareas (cartas, diarios, poemas), las intenciones son más generales y no limitan la escritura. Algunos indicaron que se persigue sólo escribir, dejar que los sentimientos, las emociones fluyan en el papel. De acuerdo con algunos informantes, las intenciones en la escritura son variables. García Márquez indicó que al inicio sólo se tiene una intención global, una idea general, en el curso del libro ocurren cosas imprevisibles (Apuleyo M. y García M., 1982). Con c l u s i on es El propósito de este estudio era describir si los participantes seguían uno o varios procesos cuando realizaban distintas tareas de escritura. A partir de los datos recolectados en las entrevistas, en los testimonios escritos y de las propias reflexiones del investigador, se encontró que todos los informantes siguen un proceso de escritura similar, independientemente de la tarea, de la audiencia y de las intenciones, a pesar de que indicaron, en su mayoría, que seguían distintos procesos. Esto podría sustentar la concepción sobre la escritura de Murray (1980); Moffett (1983) y Smith (1981a), quienes sostienen que ocurre sólo un proceso de escritura, el cual consiste en un proceso de composición de significado del que el escritor no tiene control consciente, en el cual las palabras fluyen de manera independiente a las intenciones y motivaciones del escritor. 428 OSCAR ALBERTO MORALES El grupo de informantes era bastante heterogéneo: escritores sin experiencia, medianamente experimentados, académicos y escritores de profesión. Se encontró que la experiencia en la escritura no determina el proceso que siguen los informantes. Tanto en los escritores con poca experiencia como usuarios de la lengua escrita, como en aquellos que tenían poca o mucha experiencia como escritores académicos y profesionales se encontró que seguían un mismo proceso. Se observó que las etapas, episodios, o subprocesos presentados por Murray (1980) y Smith (1980a) ocurren simultáneamente, de manera recursiva, durante todo el proceso de escritura: preescritura (o ensayo), escritura de borradores y reescritura (o revisión). En los casos estudiados, la etapa de preescritura consiste en la preparación, tanto en la mente como en el papel, para lo que se escribirá. Esta puede ocurrir antes de que haya intenciones de escribir: un período preliminar al primer borrador; o dentro de la etapa de la escritura del borrador: un período de preparación para la siguiente palabra, frase, párrafo o texto. Cuando se revisa una frase, un párrafo, o un texto se está reescribiendo, de alguna manera, la escritura de lo que continuará, es decir, la etapa de la revisión (o reescritura) se convierte en ensayo (o preescritura) (Murray, 1980; Smith, 1981a). Se encontró que la duración de la preescritura, como etapa preliminar a la escritura de borradores, es muy variable y depende del escritor. Puede ser un período de minutos, días, meses y hasta años de incubación de las ideas antes de decidir escribirlas. Algunos de los informantes dijeron tener control consciente sobre el fluir de las palabras en el acto de escritura. Indicaron que escribían lo que ya estaba elaborado en la mente. A pesar de esto, se encontró que cuando revisan lo escrito, hacen modificaciones: cambian parcial o totalmente lo escrito, reordenan las ideas y eliminan lo que no es pertinente. Esto podría indicar que no hay control consciente sobre las palabras en el momento que están fluyendo. Sólo hay control antes y después de escribir las ideas. Antes de escribir puede elegir qué y cómo escribir, el código y el género en que escribirá. Después, cuando las palabras están en el papel, puede decidir qué es pertinente de acuerdo con las intenciones; por lo tanto, puede cambiar lo escrito (Smith, 1981a; Murray, 1980). En este sentido, existe, en cierto modo, descubrimiento de ideas en la etapa de escritura de borradores. Es en ese momento en el que la escritura encuentra el significado con forma concreta. Como lo han expuesto algunos informantes, algunas veces es ahí donde se enteran de qué es lo que dice, o quiere decir la escritura. Se encontró que las intenciones en el proceso de escritura son variables y, por lo general, las del escritor no corresponden con las del texto. Por esto, el escritor constantemente está buscando orientar lo escrito como él quiere que sea. En otros casos, cuando la escritura logra un significado que no es satisfactorio para el escritor, él lo cambia o lo elimina. En este estudio se describe, a grandes rasgos, el proceso que siguen 15 escritores cuando realizan distintas tareas de escritura. Existe la posibilidad de que al estudiar con mayor profundidad otro grupo de informantes con experiencias distintas, tomando en cuenta otros elementos y bajo otras condiciones, se encuentren otros resultados. E Bi b l i og r af ía Apuleyo M., P., & García M., G. (1982). El olor de la guayaba. Barcelona: Cinco Estrellas, Burguera, S.A. Bereiter, C., & Scardemalia, M (1983). Does learning to write have to be so difficult? En A. Freeman, I. Pringle, & J. Yalden (Eds.), Learning to write: First language, second language (pp. 20 - 33). New York: Longman. Britton, J. (1980). Shaping at the point of the utterance. En T. Donavan, & B. McClelland (Eds.), Eight approaches to teaching composition (pp. 13-19). 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