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Mineros y radicalismo agrario
JAMES PETRAS Y MAURICE ZEITLIN
Generaimente, los análisis empmcos de las clases sociales y de la política, se enfocan sobre las oportunidades relativas que hay para ciertos
tipos de comportamiento político en las diferentes clases, mientras que
se descuida la interacción de estas clases y las consecuencias políticas de
dicha interacción. Además, aun cuando se hace referencia a la posible
importancia política de dicha interacción, se ha dado mayor importancia a la influencia asimétrica, esto es, a la forma en que las clases
privilegiadas podrían moderar la tendencia política de los no privilegiados. 1 La posibilidad de que la clase obrera, por ejemplo, pudiera
modificar el comportamiento político de, digamos, la clase media, apenas ha sido tratada. El posible impacto de los obreros en el desarrollo
de la conciencia política en otras clases explotadas; ha sido explorado.
Esto último es precisamente lo que tratamos en este artículo: el impacto de los obreros organizados en Chile sobre el desarrollo de la
conciencia política entre el campesinado.
En Chile, las relaciones agrícolas se han modernizado gradualmente,
y los controles sociales tradicionales se han relajado considerablemente.
En el valle central, donde la población agrícola de Chile está concentrada, la modernización, favorecida por las clases propietarias chilenas,
puede ser la causa directa del crecimiento del radicalismo rural. Como
dice un escritor: "El impacto principal del avance de la tecnología y
la racionalización de las granjas, la sido el de minar la segura aunque
empobrecida posición de los trabajadores agrícolas que ha sido una
característica importante del sistema de empleo tradicional. Los sueldos
escasamente se han mantenido al nivel de las alzas en los precios al
consumidor y estos sueldos pueden haber bajado recientemente. Así,
además de que los intentos para aumentar la productividad no han
sido muy satisfactorios, han llevado a cambios que afectan adversa-
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REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
mente al trabajador sin tierras. Estos cambios en la agricultura chilena
pueden conducir a demandas de una transformación más radical en el
futuro. 2 Este relajamiento de la tradicional estructura social rural,
el crecimiento de un "proletariado rural" y el surgimiento de demandas
de reformas radicales en la estructura agraria, podría permitir que otros
grupos relativamente oprimidos, que tienen demandas similares y están
altamente organizados, proporcionaran dirigentes para el campesinado
en el momento en que éste entra en la pugna política en Chile. La
clase obrera más organizada y políticamente consciente que se encuentra
en Chile, se halla en los centros municipales mineros desde donde su
influencia política puede ser difundida a los campos circunvecinos.
POLÍTICA DE LA CLASE OBRERA ORGANIZADA EN CHILE
En Chile, tanto el movimiento del gremio obrero organizado como
el surgimiento de partidos políticos insurgentes, empezó en las regiones
situadas al norte de Tarapacá y Antofagasta, donde el 40 por ciento
de la fuerza laboral estaba ya empleada en las minas desde 1885. Poco
después de la mitad del siglo pasado, conflictos sociales en grande escala,
rivalizando con insurrecciones similares en Europa, ocurrían con creciente frecuencia e intensidad. 3 !quique, ciudad norteña productora de
nitrato, y Lota, región sureña de minas de carbón, fueron escenarios
de frecuentes pugnas que alcanzaron proporciones de una guerra civil,
en las que cientos, si no miles, de obreros fueron muertos. La primera
huelga general en 1890 se originó en !quique y se extendió a todo
el país. A pesar de la violenta reacción de las autoridades públicas, las
primeras organizaciones laborales empezaron a surgir predominantemente en las minas de nitrato del norte. 4 La Federación de Obreros
Chilenos fue fundada en I 908, por conservadores, como una sociedad
de ayuda mutua. Para 1917 llegó a ser un militante gremio obrero;
dos años más tarde clamó por la abolición del capitalismo. Entre
1911 y 1920 hubo 293 huelgas en que participaron 130 000 obreros.
En 1919 la Federación de Obreros Chilenos (FOCH) se afilió a la
Federación del Gremio Obrero Rojo. La FOCH, la más numerosa unión
nacional, tenía aproximadamente 136 000 miembros, de los cuales 10 000
eran mineros del carbón y 40 000 mineros del nitrato, lo que sumaba
casi el 37 por ciento del total de los miembros de la unión. De todas
las industrias, únicamente en la minera la mayoría de los obreros estaban
organizados. En I 906, el primer líder socialista de la clase obrera, Emilio Recabarren, salió de una región minera -aunque no le fue permitido hacerse cargo de su puesto.
El Partido Socialista, que surgió del establecimiento de la llamada
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
1285
"República Socialista" 5 (junio 4-16 de 1932), tuvo su base obrera más
fuerte entre los mineros del cobre. Aun cuando el Partido Socialista
condenó a la Segunda y Tercera Internacionales, se declaró partidario
del marxismo y del establecimiento de un gobierno de obreros organizados como su meta. Los comunistas también lograron su más sólida
base en las regiones mineras. En las elecciones municipales de 1947,
las últimas, elecciones relativamente libres antes de la proscripción del
Partido de la Comunidad (1948-58), los comunistas recibieron el 71
por ciento de los votos de los mineros del carbón, 63 por ciento de los
votos de los mineros del nitrato y el 55 por ciento de la votación de
los mineros del cobre; en contraste, en el resto de la nación, recibieron
sólo cerca del 18 por ciento de los votos.
Las once mayores municipalidades mineras aportaron el 20 por ciento
del total de la votación comunista nacional. 6
Su historia de conflictos de clase y su actividad política organizada,
claramente establece a los mineros como la fuerza revolucionaria más
activa en la sociedad chilena. Su radicalismo político concuerda con el
radicalismo de los mineros en todo el mundo, 7 en gran parte es el resultado de la estructura de la "comunidad ocupacional" de los mineros.
Del alto grado de interacción entre ellos, resulta una organización social bastante unida. Por estar concentrados y relativamente aislados,
física y socialmente de las influencias de las clases dominantes en la
sociedad, hay muchas probabilidades de que se desarrolle una sociedad
con puntos de vista comunes, basados en el reconocimiento ele sus intereses generales.
El problema que tratamos aquí es el impacto, que estos mineros políticamente radicales y altamente organizados, pudieran tener sobre la
clase rural pobre, tradicionalmente conservadora.
FUERZA LABORAL RURAL
Han existido grandes divisiones entre los sectores urbanos y rurales
de la fuerza laboral chilena. Un factor fundamental en la estabilidad,
continuidad y poder de las clases propietarias fue la condición social
y las actitudes de la fuerza laboral rural. El sistema de trabajo rural
establecido en el tiempo colonial, continuó a través del siglo veinte,
pues fue poco el cambio logrado por la Revolución de Independencia,
o por un siglo y cuarto de democracia presidencial y parlamentaria.
Aunque formalmente libre, la fuerza trabajadora rural estaba confinada a la tierra, por el hecho de que los hacendados vecinos rehusaban
emplear a un inquilino que hubiese abandonado una hacienda por estar
inconforme con su parte. La condición económica del inquilino fue la
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REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
misma a través del siglo diecinueve y gran parte del siglo veinte. Unos
pocos centavos al día de salario, una casa de uno o dos cuartos, una
ración de comida por cada día trabajado y un pequeño pedazo de
tierra. Usualmente se le exigía trabajar unos 240 días al año. La servidumbre por deudas era común y las oportunidades del inquilino para
liberarse de su condición y convertirse en un agricultor económicamente
independiente, eran nulas. La vida religiosa y social del inquilino era
limitada por los hacendados que preferían que sus trabajadores tuvieran
el menor contacto posible con extraños. Los hacendados organizaban
las fiestas, las diversiones y la "jurisdicción civil", siempre dentro de la
hacienda ("fundo"). A mediados de 1930, estos fundos eran aproximaciones del "tipo ideal" de un sistema autoritario de control y rígida
estratificación social.
Dentro de sociedades más grandes donde algunas asociaciones voluntarias que defendían los intereses de la clase obrera pudieron establecerse, el trabajador rural pobre vivía en condiciones en que el aparato
de violencia y fuerza era controlado por un solo dueño o familia, las
fuentes de información externas estaban prohibidas y las asociaciones
voluntarias estaban vedadas. Los partidos parlamentarios de la clase
media, como por ejemplo el de los Radicales, no abogaban por un
programa de reforma socio-económico del sistema de tierras tradicional.
Estaban imposibilitados para movilizar al campesinado y a la población
rural más baja, en contra del gobierno de los hacendados. A su vez,
esto obligó a los partidos de la clase media a impulsar un dinámico
y significativo programa para el desarrollo democrático e industrial y
permitió a los socialistas y comunistas y después a los demócratas-cristianos, convertirse en voceros de la clase rural pobre y de la reforma
agraria.
Con el control del inquilino, el hacendado retuvo un efectivo contrapeso contra cualquier programa de desarrollo económico y social
que afectara negativamente a sus intereses. La alianza de los inversionistas extranjeros, hacendados poderosos y algunos empresarios unidos
con ellos, dependía del control que los hacendados ejercían sobre el
inquilino; ésta era la condición sine qua non para su continuada hegemonía política.
Además del inquilino, existía un sector de fuerza laboral rural, que
no estaba sujeta a la tierra y consecuentemente el dominio de los hacendados no le afectaba directamente. Estos "trabajadores libres" han
constituido alrededor de un tercio de la fuerza trabajadora rural; desde
hace tres décadas se decía que ellos "tienen fama de provocar bastantes
dificultades en las relaciones entre el inquilino y el hacendado". 9
Los trabajadores libres tenían la reputación de ser más independientes
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
l287
en sus puntos de vista y estar más dispuestos a oponerse a cualquier
exceso cometido por los hacendados en contra de los trabajadores. Con
la gradual mecanización de la agricultura y el aumento de salarios en
años recientes, la población rural general ha desarrollado semejanzas
con los trabajadores rurales a sueldo.
MINEROS Y CAMPESINOS: EL PROCESO DE DIFUSIÓN
Sólo con el desarrollo industrial, especialmente en minería, la fuerza
laboral agrícola en Chile empezó a tener cierta conciencia política,
impulsada principalmente por su contacto con los trabajadores industriales. La estrategia de los hacendados había sido aislar al inquilino de
la clase obrera urbana, prohibiendo su organización independiente. Restringiendo sus experiencias al fundo únicamente, el patrón reprimió el
desarrollo de su conciencia política. Con el rápido crecimiento de la clase
obrera urbana en el periodo de la Primera Guerra Mundial, las huelgas
se propagaron a los distritos rurales por primera vez en la historia del
país. Ocurrieron levantamientos en algunos fundos. Los mineros tomaron la iniciativa de esta temprana tentativa hacia la organización
rural. En 1919, en la región de Cometa en el Valle del Aconcagua abortó
un intento para organizar a los inquilinos dentro de una federación
nacional; "la intención era confederar a los inquilinos con una organización de mineros." 10 Otra vez en la década de 1930, se suscitó un vasto
movimiento de unificación de campesinos, apoyado por sectores de la
clase obrera urbana, el cual fue violentamente reprimido por el Estado
y políticamente propagado por la estrategia electoral que los partidos
izquierdistas adoptaron en el Frente Popular. 11
En años recientes este cerrado sistema de grandes fundos empezó a
cambiar bajo el impacto del crecimiento de relaciones sociales y económicas comercial-capitalista y, lo que es más importante, a medida que
la organización política, los sindicatos y las cadenas de comunicaciones
foráneas han podido minar el monopolio de información de los grandes
hacendados.
En la elección presidencial de 1958, importantes sectores del campesinado chileno cambiaron su filiación tradicional derechista. La coalición socialista-comunista, Frente de Acción Popular (FRAP) y el Partido
Demócrata Cristiano, están compitiendo por la adhesión de esta importante y apenas surgiente fuerza social; han formado sus propias "uniones" campesinas y abogado por programas de reforma agraria. Tanto en
las elecciones de 1958 como en las de 1964, la FRAP hizo activa campaña
rural. Ante los cambios efectuados en los antiguos alineamientos políticos y en el equilibrio de las fuerzas sociales, los principales partidos
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REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
políticos consideraron que la dirección que tome el campesinado chileno,
será un importante factor para determinar el futuro del país. El papel
decisivo que los mineros pueden representar en determinar la dirección
tomada por el campesinado se aclarará con nuestro examen.
Nuestro análisis está basado en los resultados electorales de las elecciones presidenciales de 1958 y 1964, con especial atención en los 195
municipios agrícolas. Un análisis ecológico de los resultados de esta
elección es aceptable, ya que estos resultados no fueron afectados en
forma considerable ni por el soborno ni por la deshonesta manipulación
de votos. En estas elecciones, los programas políticos en competencia,
incluyendo el socialista, fueron presentados al campesinado chileno en
el momento en que éste surge como una fuerza política nacional. Nuestra
atención aquí se enfoca sobre el impacto político que tuvieron los centros mineros organizados sobre el campesinado y las diferentes reacciones
políticas de los diferentes tipos de campesinos.
RESULTADOS
Definimos como municipios agrícolas aquellos en los que el 50 por
ciento o más de la población económicamente activa está dedicada a la
agricultura. 12 Municipios mineros son aquellos en los que al menos
500 individuos y el 50 por ciento o más de la población económicamente
activa está en el sector minero. "Satélites" mineros son los municipios
directamente adyacentes a cualquier municipio minero. Cada uno de los
296 municipios en el país fue localizado en un mapa (en Mattelart,
Atlas Social de las Comunas de Chile) 12 y cada municipio que directamente colinda con cualquier municipio minero, se clasificó como "satélite". El número de municipios mineros con los que cada "satélite"
colinda, varía de uno a cuatro.
El voto por Salvador Allende, candidato presidencial de la coalición
socialista-comunista (FRAP) , se toma como índice del comportamiento
político radical. Definimos como votación "alta" por Allende, en 1958,
al 30 por ciento (el promedio nacional) o más en el municipio, y votación "baja" al 20 por ciento o menos; en 1964 votación "alta" es el 40
por ciento (el promedio nacional) y más, en el municipio y votación
"baja" es el 25 por ciento o menos. 13
Suponiendo que sea correcto que los municipios mineros son, no solamente centros de radicalismo político sino también centros de propagación de radicalismo a las zonas circunvecinas no mineras, entonces encontraremos que mientras mayor sea el número de municipios mineros
con los que un "satélite" colinda, más grande será la probabilidad de
obtener una votación "alta" para Allende, el candidato presidencial
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
1289
de la FRAP. Los municipios que no son mineros ni están adyacentes a
éstos, son los menos inclinados a otorgar una votación "alta" para
Allende. Como la tabla 1 enseña, esto es precisamente lo que encontramos tanto en los municipio agrícolas como en los no-agrícolas, en los
años de 1958 y 1964. La misma relación se mantiene cuando vemos los resultados de la votación o la votación "baja" para Allende (tabla 2);
Tabla I
SATÉLITES MINEROS Y EL VOTO MASCULINO
PARA ALLENDE EN
1958
1964
Y
Porcentaje de votación "alta" para Allende
MunicijJios
agrícolas
Municipios
no-agrícolas
1958
1964 (N)
1958
1964 (N)
En todo el país
1958
1964 (N)
Municipios
no-mineros
no-satélites
45
67
(58)
31
51
(162)
35
55
(320)
'Satélites" •
73
93
(15)
60
80
( 30)
69
82
( 45)
Municipios
mineros
93
93
(28)
( 3)
93
93
( 31)
mientras más numerosos los municipios mineros adyacentes, más grande
la probabilidad en un municipio de que Allende recibiera una votación
"alta" (y menos la probabilidad de una votación "baja"). Las mayores
diferencias políticas se encuentran entre los municipios mineros y los
municipios que no son ni mineros ni "satélites".
• Un examen más profundo de los "satélites" de acuerdo con el número de municipios mineros que los rodean, también produce una relación directa entre la proximidad a los centros mineros y el radicali~o político. Sin embargo son muy pocos
los casos en que se puede encontrar esta relación entre los municipios no-agrícolas.
Entre los municipios agrícolas el 58 por ciento de los "satélites" de un municipio
minero (N
19) dio a Allende una votación "alta" en 1958 y el 82 por ciento de
los "satélites" de dos a cuatro municipios mineros (N
11) le dio una votación
"alta". En 1964, las figuras respectivas son: 74 por ciento y 91 por ciento. En todo
el país en 1958, del primer grupo "satélite" (N
25) Allende recibió una votación
"alta" de un 65 por ciento y del segundo grupo, 7!", por ciento lle los municipios.
Los porcentajes respectivos en 1964 en estos grupos son del 76 por ciento y el 90
por ciento.
=
=
=
2901
REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
Tabla 2
SATfLITES MINEROS Y EL VOTO MASCULINO NACIONAL
PARA ALLENDE EN
1958
Y
1964
Porcentaje de votación "baja" para Allende
Municipios
no-agrícolas
1958
1964 (N)
Municipios
agrícolas
1958
En todo el país
1964 (N)
1958
1964 (N)
Municipios
no-mineros
no-satélites
21
10
(58)
49
20
(162)
41
17
(220)
"Satélites"
7
o
(15)
20
3
( 30)
16
2
( 45)
Municipios
mineros
4
o
(28)
3)
3
o
( 31)
(
Aparte de esta demostración del impacto político que los mineros
tienen sobre las zonas adyacentes no mineras, debe notarse lo siguiente:
l. Los municipios agrícolas cualquiera que sea su proximidad a los centros mineros, tienen proporcionalmente menos municipios de votación
"alta" para Allende entre ellos que entre los no-agrícolas. A pesar del
apreciable crecimiento en la fuerza de la FRAP en las zonas agrícolas,
los municipios no-agrícolas, los industriales y los urbanos, aún proveen
la más importante base electoral de la izquierda.
2. Sin embargo, la fuerza de la izquierda creció entre los municipios
agrícolas de 1958 a 1964. Esto indica que los frapistas están penetrando
e incrementando su apoyo entre el campesinado en general y no solamente entre ciertos "sectores" campesinos, un punto al cual volveremos
más adelante.
3. Aunque está fuera del tema de este artículo, se debe mencionar que
la influencia política de los mineros, aparentemente se extiende a otros
trabajadores, aun quizá a los comprendidos en la "clase popular" pobre,
compuesta por una variedad de vendedores ambulantes, artesanos y
obreros manuales. La influencia política de los mineros como una comunidad organizada, coherente políticamente consciente, es crítica, no
solamente entre el campesinado sino también entre otras clases más
bajas. La existencia de una importante población minera cuya influencia
política alcanza a otras clases sociales explotadas, explica el porqué
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
1291
la política basada en la conciencia de clases, surgió más claramente en
Chile que en otros países de América Latina, que aunque tienen una
numerosa clase social urbana y rural pobre, carecen de centros obreros
vigorosos. 14
LA CIENCIA POLÍTICA DE LOS MINEROS
El alto grado de conciencia política radical en las zonas mineras de
Chile, quedó demostrado por los resultados de las elecciones del gremio
unido, que se verificaron poco después de que tropas del gobierno mataron a siete e hirieron a 38 mineros durante una ocupación militar de
la zona minera de cobre en huelga en abril de 1966. El Mercurio, diario
conservador anticomunista, dijo en un editorial antes de las elecciones:
"La elección de funcionarios de la unión que se llevará a cabo en El
Salvador, Potrerillos y Barquito, será realizada en una atmósfera de libertad adecuada para que los obreros expresen su preferencia, sin sombra de una presión gubernamental que pese sobre los votantes o candidatos. Estos actos son de importancia considerable porque demostrarán
la determinaci6n espontánea de los obreros, lo que realmente es cuando
no se sienten amenazados o intimidados por agitadores ... Ahora los
obreros podrán aprovechar el nuevo ambiente en las minas y podrán
formar comités dentro de la Unión que servirán a sus intereses en lugar
de subordinarse a políticas partidaristas." 15 La "detcrminaci6n" espontánea de los obreros result6 en una arrolladora victoria para los candidatos de la FRAP, aun cuando las elecciones fueron supervisadas por
el gobierno. 16 Lo cierto es que la forma en que los mineros votaron
en las elecciones presidenciales representa un verdadero apoyo para la
izquierda -un alto nivel de conciencia política que puede ser y es trasmitida al campesinado.
En Chile, las comunidades "aisladas" de obreros mineros organizados,
tienen un alto nivel de participaciém en actividades, controversias y
asuntos de organizaci6n que son esenciales en una sociedad demócrata.
La razón puede ser, como Lippset lo sugiere, que la "frecuente interacción de los miembros de la uni6n en todas las esferas sociales . . . da
por resultado un alto nivel de interés en los asuntos de sus sindicatos,
lo que se traduce en una gran participaci6n en la organización local y
una mayor potencialidad democrática y de influencia de sus miembros". 17
Más importante es que estos mismos mineros conscientemente buscan
influir la política de otros. El Siglo, diario comunista, recientemente
publicó que: "Los doscientos delegados que asistieron al Octavo Congreso Nacional de la Federación de Mineros ... ha adoptado la resolu-
2921
REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
ción de que, en todo el país prestará su más activa solidaridad a los
trabajadores del campo, en sus luchas en defensa de sus derechos y por
la conquista de una verdadera reforma agraria. Hace unos días las
poderosas uniones (de mineros del nitrato) María Helena, Pedro de
Valdivia y Mantos Blancos en la provincia de Antofagasta adoptaron
una resolución similar." 18 La politización del campesinado por los mineros es, al mismo tiempo, un esfuerzo consciente y un "proceso natural".
La izquierda, consciente de la difusión de ideas radicales a través de
comunicación informal entre la clase obrera y el campesinado, interviene
para aprovechar las ventajas de esta situación, acentuando y ahondando
el proceso de la propagación de ideas radicales. La importancia que la
izquierda atribuye a esta interacción entre los obreros conscientes de las
clases sociales y el campesinado, se demuestra por las observaciones de
Luis Corvalan, secretario general del Partido Comunista:
Los vínculos políticos y culturales entre la ciudad y el campo, entre
el proletariado y los campesinos, se han desarrollado en muchas formas. Los niños de los campesinos que van a trabajar en la industria,
aprenden muchas cosas que ellos mismos pronto enseñarán a sus parientes y amigos que han permanecido en el fundo o en la villa y con
quienes conservan contacto. Miles de inquilinos . .. y pequeños propie..
tarios se han convertido en obreros en la construcción de plantas
hidroeléctricas, caminos, depósitos de agua y canales, o se han incorporado a la naciente industria maderera y azucarera y viven al lado
de numerosos miembros del proletariado que han venido de las ciudades. Además, las crisis y las medidas represivas empleadas en contra
de la clase obrera urbana, han sido causa de que muchos ele los obreros en las minas y fábricas regresen al campo. En todo Chile, en los
fundos y en las villas, hemos visto muchos obreros, incluyendo a algunos que eran líderes de las uniones en el nitrato, carbón y cobre (industrias). Se comprende que el trabajo político de los partidos populares y especialmente de nosotros los comunistas, deba también figurar
entre los principales elementos que han influido y están influyendo
la creación de una nueva donciencia social en el campo. 19 (Cursivas
nuestras.)
Así como la urbanización e inclustrializaciém han invadido el medio
rural y causan las migraciones de su fuerza laboral, así también se ha
elevado la conciencia política de los individuos que tienen raíces en
ambas culturas. Ellos llevan las nuevas ideas de lucha y solidaridad
de clase a sus amigos y parientes que aún viven en las zonas rurales y se
emplean en la agricultura. De la efectividad de los partidos políticos
izquierdistas para organizar y politizar a estos trabajadores industriales
recién reclutados depende la eficacia de la difusión del radicalismo en
el campo.
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
l293
LA DIFUSIÓN DE LA "CULTURA POLÍTICA" Y LA ESTRUCTURA
DE LA FUERZA LABORAL AGRÍCOLA
En otro artículo, 2º discutimos la relación entre la estructura de la
fuerza laboral agraria -o la composición de las clases sociales ruralesy la votación presidencial de la FRAP. Encontramos que la relación
entre la proporción de propietarios en la fuerza laboral agrícola de un
municipio y la probabilidad de que Allende recibiera una votación
"alta" era inversa. Mientras más alta la proporción de propietarios agrícolas en un municipio, menor la probabilidad de obtener una votación
"alta" para Allende. Esto coincidió con nuestros hallazgos respecto a la
relación entre la proporción de trabajadores a sueldo en la fuerza laboral
agrícola en el municipio y la votación: mientras más alta la proporción
de trabajadores a sueldo, mayor la probabilidad de que el municipio
diera a Allende una votación "alta".
De esta evidencia concluimos que la posición de clase es un factor
determinante del comportamiento político campesino y que el proletariado rural, distinguiéndolo de los campesinos propietarios, aparentemente es la principal base social de la FRAP en la campiña chilena.
La cuestión ahora es saber qué impacto tienen los centros políticos
organizados, los municipios mineros y sus satélites, en la determinación
de votar entre los campesinos. Encontramos que las diferencias políticas
basadas en la posición de las clases entre los campesinos, tienden a
desaparecer en los municipios mineros y satélites. En los municipios
no-mineros no-satélites, sin embargo, la estructura de las clases continúa
determinando los patrones de votación.
Es más probable que los satélites mineros, cualquiera que sea la estructura de la fuerza laboral agrícola (o composición de clases del campesinado) den a Allende una votación "alta", que los municipios nomineros no-satélites (tabla 3). El punto teórico es claro: Las zonas
mineras y adyacentes desarrollan una cultura política distinta, radical y
socialista en contenido, que tiende a eliminar la importancia de las diferencias de clases entre el campesinado y a unificar a los campesinos a
través de las diferencias de clase.
La verdad es que, la izquierda chilena no solamente dirige a sus activistas de la clase obrera en los siridicatos, a unirse con el campesinado
en apoyo de sus demandas, sino que también subraya la parte que ellos
pueden tener para unificar a las diferentes clases campesinas: El Siglo,
diario comunista chileno dice: "Todos los obreros en todas las uniones
deberían unirse a los campesinos, dondequiera que las uniones se encuentren cerca de propiedades agrícolas, en donde los campesinos estén iniciando luchas en defensa de sus intereses. Las uniones mineras debeP
2941
REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
Tabla 3
LA RELACIÓN ENTRE SATÉLITES MINEROS, PROPIETARIOS AGRÍCOLAS Y EL VOTO
MASCULINO RURAL PARA ALLENDE
(1964) •
Porcentaje de votación "alta"
Tipo de agricultura
Municipio
Porcentaje de propietarios en un municipio
50-69
30-49 menos de 30
sobre 70
Municipios no mineros
ni "satélites"
29 (35)
46 (24)
51 (37)
80 (54)
83 ( 6)
100 ( 3)
87 ( 8)
90 (10)
"Satélites" mineros
'----
Municipios mineros
89
100 ( 1)
___,
89
100 ( 1)
o
100 ( 1)
• Dividida en dos, la relación es como sigue:
Porcentaje de votación "alta"
Porcentaje de propietarios en un municipio
50 o más
menos de 50
Municipios no mineros
ni "satélites"
36 (59)
68 (91)
Municipios mineros y
"satélites" mineros
91 (11)
90 (19)
estar presentes para ayudar en la organización a las uniones campesinas.
Todos nuestros compañeros mineros deben estar presentes para dar
todo su ayopo moral y material a los campesinos que luchan por la
posesión de tierras." ·2 1 El secretario general del Partido Comunista
recomienda que "la forma de organización deberá ser de acuerdo con
los deseos de los campesinos; pero nosotros los comunistas creemos que
la mejor forma de organización es la de una unión independiente, con
oficinas generales en la aldea, donde están agrupados los trabajadores
de varios fundos y todos los componentes de los sectores modestos de la
población rural, desde los ayudantes a sueldo hasta el pequefío propietario, incluyendo al peón, el campesino pobre, etcétera". 22 La estrategia
comunista de organización, la formación de organizaciones independientes que incluyen a todos los "sectores modestos (rurales) desde el ayudante a sueldo hasta el pequeíio propietario", agrega un elemento
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
1295
consciente para fomentar el proceso general de interacción social y propagación de conciencia política que une a obreros y pequeños propietarios en las zonas adyacentes a los centros mineros.
CONCLUSIONES
La habilidad de organización de los mineros y su competencia política,
la proximidad de las minas a la campiña, su posición común de clases explotadas y la elección política consciente, capacita a los mineros
para politizar y radicalizar a la campiña chilena. El sentido de ciudadanía y la necesidad de tener sus propios líderes que se desarrolla en las
comunidades mineras, donde los mismos mineros, mejor que "otra clase
u organismo", manejan sus asuntos, también se manifiesta en la dirección política e influencia que sus comunidades ejercen en las zonas
rurales circunvecinas. Además, los mineros pueden aportar los recursos
legales, políticos y económicos necesarios para una ayuda concreta a los
campesinos, demostrándoles así el poder de la organización de la lucha
en defensa de sus intereses comunes en contra de los hacendados. Donde
los mineros tienen una organización política poderosa, los campesinos
propietarios y trabajadores agrícolas a sueldo, son igualmente susceptibles al radicalismo. Hombres políticos, como los mineros chilenos, que
hacen un esfuerzo para organizar o influir a los campesinos propietarios diseminados por la campiña y relativamente aislados, pueden ser
un enlace entre ellos. La dirección e ideología de los mineros, da a los
campesinos una forma de comunicación y un modo de compartir sus
experiencias, lo que los capacita para reconocer y poder actuar sobre
sus intereses comunes.
1 C. F. Seymour Martín Lipset, Political Man (New York: Doubleday & Co., 1960),
pp. 231 y s.
2 Marvin Stenberg, "Chilcan Land Tenure and Land Reforms" (Unpublished
Doctoral dissertation), University of California, Berkeley, California, 1962, pp. 132-1'.l!I.
a M,ls de un tercio de tocias las huelgas y demostraciones populares que ocurrieron
en el periodo ele 1851 y 1878, implicaban a mineros, según Hermln Ramírez Necochea en Historia del mU11imienlo obrero en Chile: Antecedentes siglo XIX (Santiago:
Editorial Austral, sin fecha), pp. 133-134
4 Una de. las peores masacres en la historia laboral, ocurrió en Chile cuando diez
mil mineros del nitrato que marchaban en !quique fueron ametrallados, resultando
dos mil de ellos muertos. Julio César Jobet Erisa)'<> crítico del desarrollo ecorió-micosocial de Chile. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1!)55, p. 138.
Ei Siguiendo al régimen militar de lh;ííiez, en medio de una crisis económic,, la
"República Socialista" consistió en una su-ie de cuatro Juntas, que empezaron en
junio 14 de J!J32 y tennin::rron el día :m de ese mismo mes. Los oficiales no tenían
ningún programa social y su única proeza fue el establecimiento de un Partido
Socialista bajo el mando de uno de ellos, Marmaduke Grove.
2961
REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGÍA
6 LA VOTACIÓN COMUNISTA EN LOS CENTROS MINEROS
18
(1947) •
(VOTACIÓN NACIONAL
+
POR CIENTO)
Zonas mineras
del cobre
Chuquicamata
Potrerillos
Sewell
Total
%
68
47
50
55
Zonas mineras
del nitrato
!quique
Pozo Almonte
Lagunas
Toco
Pedro de Valdivia
%
34
70
64
79
72
63
Zonas mineras
del carbón
%
Coronel
Lota
Curaniliahue
68
83
63
71
• Ricardo Cruz Coke, Geografía electoral de Chile, Santiago de Chile: Editorial
del Pacífico, 1952, pp. 81-82.
7 Lipset, Political Man, pp. 242-246. Ver también "The Interindustry Propensity
to Strike -An Intemational Comparison", de Clark Kerr y Abraham Siegel en Arthur
Komhauser, Robert Dubin and Arthur Ross, Industrial Conflicts (New York: McGraw
Hill, 1934), pp. 200-201.
s George McBride, Chile: Land and Society (New York: American Geographical
Society, 1936), pp. 148-155.
1l Ibid., p. 164
10 El agricultor, mayo, 1920, p. 113 mencionado en McBride, p. 166.
11 Luis Vitale, Historia del movimiento obrero (Editora! POR, Santiago de Chile,
1962), p. 88
12 Los datos se recopilaron de diferentes fuentes. Censo nacional agrícola ganadero,
volúmenes 1-1v (Santiago, servicio nacional de estadísticas y censos, República de Chile,
1955) ; Censo de Población (Santiago, Dirección de estadística y censos de la República
de Chile, 1960); Armand Mattelart, Atlas Social de las Comunas de Chile (Santiago,
Editorial del Pacífico, 1966) .
13 Hemos usado los terminas "alta y "baja" de la gráfica de votación como un
indice de radicalismo porque nos interesan los municipios como unidades sociales y
el relativo radicalismo como un atributo del municipio. Así, un municipio con una
votación "alta" para la FRAP es un municipio "radical". Este procedimiento se diferencia del que consiste simplemente en tomar el promedio de la votación para la
FRAP en el municipio y por lo tanto enfocando sobre simples diferencias cuantitativas,
cualquiera que fuese la votación real. Ninguno de estos procedimientos es esencialmente "correcto". Uno es más útil, dependiendo del enfoque del análisis; cuando
buscamos determinantes de radicalismo político en análisis ecológicos, creemos que
nuestro procedimiento es más útil.
14 Esperamos tratar extensamente este punto en otro artículo. El censo agrícola hace
posible medir el impacto de los mineros en ciertas clases agrícolas pero un censo
similar para las áreas no-agrícolas no existe. El censo regular no incluye una clasificación de ocupaciones. Dicho análisis requerirá indicadores indirectos de la estructura
de clases.
15 El Mercurio, abril 15 de 1966, p. 3
16 Los candidatos ele la FRAP obtuvieron 16,227 votos, el Partido Radical 3,287 y
los Demócrata Cristianos 3,263. De la l<'RAP fueron electos siete ele los diez nuevos
oficiales de la: unión, reemplazando a tres Demócrata Cristianos. Ultima Hora, abril
19 ele 1966 p. 2
17 Political Man, p. 408
18 El Siglo, febrero 20 ele 1966, p. 10
MINEROS Y RADICALISMO AGRARIO
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19 Luis Corvala "The Comunists' Tactics Relative to Agrarian Reform in Chile"
en T. Lynn Smith (editor), Agrarian Reform in Latin America (New York: Knopf
Publishers, 1965) , p. 139.
20 James Petras and Maurice Zeitlin "Agrarian Radicalism in Chile", venidero.
21 El Siglo, febrero 20, 1966, p. 10
22 Corvalan, op. cit., p. 141