En las tres últimas décadas ha sido notable el incremento en el número y calidad de las publicaciones centradas en el análisis de la conexión existente entre la Iglesia, la sociedad y el poder en la Castilla medieval. La renovación...
moreEn las tres últimas décadas ha sido notable el incremento en el número y calidad de las publicaciones centradas en el análisis de la conexión existente entre la Iglesia, la sociedad y el poder en la Castilla medieval. La renovación historiográfica ha afectado a todos los ámbitos de estudio vinculados a esta temática, aunque se ha puesto un énfasis muy específico en las cuestiones institucionales, socioeconómicas y de carácter cultural, privilegiándose el papel desempeñado por los cabildos catedralicios: instituciones que en los siglos XIV y XV presentaban
una complejidad organizativa más notoria que la de los ayuntamientos que gobernaban las ciudades.
En los grandes núcleos urbanos los medios con que se financiaba la Iglesia local, la nómina de individuos que en ella servían y la complejidad del protocolo eclesiástico no tenían parangón con el resto de las instituciones ciudadanas, lo que
hizo que, por un lado, los principales linajes intentaran inmiscuirse en el control de la maquinaria institucional de la Iglesia –logrando sus principales puestos jerárquicos– y que, por otro, dado el poder que la institución exhibía, terminara por erigirse en un campo de batalla entre facciones . Como resultado de todo ello, los oficios eclesiásticos se convertirían en materia de disputa entre los gestores del poder –la corona, los nobles, las familias de la naciente burguesía– que buscaban
ensanchar sus redes sociales, lo que propició el advenimiento de individuos con intereses específicos a obispados, canonjías o prioratos,
y, por ende, como ha referido Susana Guijarro González para el caso de Burgos, que algunos religiosos exhibieran una reiterativa falta de moderación y autocontrol en sus gestos, palabras y comportamientos, al toparse las exigencias canónicas de una vida ejemplar con su posicionamiento en tanto que hombres “inmersos en conflictos
de intereses y relaciones determinadas por lazos de parentesco, patronazgo y clientelismo” .
En esta línea de análisis, el presente trabajo pondrá el foco de atención no tanto en la violencia a la que hubieron de enfrentarse los canónigos de Toledo como miembros de la oligarquía eclesiástica, sino más bien, mediante un examen sistemático de las actas de su cabildo, en la forma comunitaria de actuar de los canónigos desde su institución ante las circunstancias coyunturales fruto de la conflictividad ciudadana. Más allá de evaluar la violencia, las tensiones sociales y las disputas
entre los ámbitos eclesiástico y político , que también, buscará aportarse algo de luz sobre las derivaciones –por lo común limitadas en el tiempo– que para el cabildo catedralicio tuvo la conflictividad acaecida a finales del siglo XV y a comienzos del XVI; en tiempo de escándalos y alborotos, pero también en épocas de paz y sosiego,
en las que la Iglesia hubo de sufrir todo tipo de presiones.