Desde los años noventa, la migración se ha multiplicado y diversificado en muchas de las áreas metropolitanas del mundo. Se habla del “planeta nómade” en el que ese torrente humano se asocia a las ciudades globales. En ese orden de ideas,...
moreDesde los años noventa, la migración se ha multiplicado y diversificado en muchas de las áreas metropolitanas del mundo. Se habla del “planeta nómade” en el que ese torrente humano se asocia a las ciudades globales. En ese orden de ideas, los estudios de la relación migración-ciudad comprenden un complejo entramado de vínculos sociales y de formas de espacialización, en el cual las estrategias del transnacionalismo migrante ejercen una causalidad central; es que el capital social comprende estrategias culturales de reproducción identitaria del origen en el nuevo destino. Las implantaciones residenciales de migrantes en las grandes ciudades demuestran la formación de espacios diferenciados, donde aparecen marcas culturales, expresión de esa identidad de origen o identidad étnica. Así entendemos los Little Italy y los China Town, expresiones consolidadas de paisajes étnicos.
El objetivo de esta ponencia es identificar y explicar la conformación de paisajes étnicos en espacios residenciales de migrantes bolivianos en la periferia metropolitana de Buenos Aires. El solo hecho de reconocer la existencia de este tipo de paisaje habla de fronteras culturales, materiales y/o simbólicas, que se negocian o suponen estados de tensión con la sociedad local. Uno de los primeros elementos que caracterizan los paisajes étnicos es la bandera de origen y el uso de sus colores en diferentes artefactos visuales. Su sola introducción busca estimular su visibilidad y avivar vivencias, vivencias del “allá en el aquí”.
Para explicar la conformación de paisajes étnicos, es necesario identificar el dónde y es en los barrios de migrantes donde se conforman. El tratamiento metodológico de triangulación aplicado combina técnicas cuantitativo-cartográficas que alumbran sobre la distribución de concentraciones, la observación in situ y las técnicas de recolección de fotografías que captan el mundo de las prácticas sociales en espacios de vecindad y el abordaje etnográfico, para construir trayectorias migratorias, mediante entrevistas en profundidad a los migrantes. Se analizan y comparan dos casos de estudio de periferia metropolitana, con implantaciones residenciales de migrantes bolivianos, una gestada en los años setenta y la otra desde fines de los años dos mil.
El 68 por ciento de los migrantes bolivianos del total del país viven en Buenos Aires y su región metropolitana; el formar parte de la construcción de las periferias es un hecho reciente, demandante de explicaciones. Este colectivo, que primero se instaló en el área central, en villas de emergencia con modalidades de acceso a la vivienda propias de esos asentamientos, luego prosiguió con fases de relocalización en áreas suburbanas de la periferia metropolitana. Se ha comprobado que en esos espacios residenciales, construidos ex nihilo o por repoblamiento, se combinan diversos paisajes étnicos, en relación a los usos y funciones del habitar urbano. El “estar en el mundo” de los migrantes, justificado desde una postura fenomenológica y cultural, permite identificar varios tipos de paisajes: los residenciales, los comerciales, los de la espera, los del ocio, los festivos y los de la religiosidad. Cada uno tiene su temporalidad, tiene sus ritmos, tiene su funcionalidad económica y sus representaciones. Estos paisajes hablan de fragmentos, de rupturas y de modos de reestructurar y reinventar la vida urbana a través de procesos migratorios transnacionales.