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Antoine Fabre D' Olivet - La Lengua Hebrea Restituida

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La Lengua Hebraica Restituida

Fabre dOlivet www.upasika.com

INTRODUCCIN La obra que ofrecemos al lector en este volumen es La lengue hebraque restitue, que public el gran hebrasta Fabre d'Olivet hace aproximadamente un siglo. La labor de este hebrasta insigne es realmente formidable, y de ello se dar cuenta el lector a poco que se fije en las consideraciones que pasamos a exponer. Fabre d'Olivet quiso continuar la labor emprendida por San Jernimo y tantos otros exegetas que quisieron desentraar el sentido del libro del Gnesis, pero pronto se di cuenta de que las palabras hebreas haban ido perdiendo poco a poco su significado primitivo, y que slo conservaban una sombra bastante arbitraria del mismo. Esto no sorprender al lector versado en el conocimiento de las lenguas semitas, pues sabr que esas lenguas --verdaderamente sabias-- tenan una porcin de matices de significado expresados por una misma palabra. Se encontr, pues, Fabre d'Olivet con que el libro del Gnesis estaba traducido al griego, y de ah al latn y a los idiomas modernos a base de textos hebreos mal comprendidos, y que esa incomprensin del texto hebreo iba arrastrado a las traducciones, las cuales no podan expresar el verdadero sentido que estaba oculto en los incomprendidos trminos hebreos del texto original. Para saber lo que deca el Gnesis, precisaba, antes que nada, restituir las races y las palabras hebreas a su primitivo sentido, y a base de este nuevo sentido, traducir de nuevo el libro del Gnesis. La empresa era inmensa, pues implicaba algo as como la labor de Champolin al descifrar los jeroglficos egipcios, pero Fabre d'Olivet no se arredr (atemoriz) y puso manos a la empresa. El resultado de la misma lo puede ver el lector en la obra citada La lengue hebraque restitue, que comprende dos gruesos volmenes, y que est todava en venta en la librera Chacornac, 11, quai St. Michel, Pars. Hay en ellas las races hebreas explicadas con arreglo al sentido que les da Fabre d'Olivet con su gran autoridad de hebrasta, y va luego la traduccin del Gnesis con arreglo a este nuevo idioma hebreo, por decirlo as, que Fabre d'Olivet descubri. El autor de esta introduccin no se atreve a garantizar que el sentido que da Fabre d'Olivet a las races y a los vocablos hebreos sea su sentido primitivo, pues no tiene un conocimiento suficientemente profundo del idioma hebreo para hacer una crtica de la labor de Fabre d'Olivet en este punto. No obstante, su impresin es que el ilustre hebrasta est muy bien orientado. Pasaron muchos aos sin que se hiciese la debida justicia a la labor magna de Fabre d'Olivet, siendo su labor conocida y apreciada solamente por los hebrastas. El gran pblico cree que las cuestiones de hebreo interesan tan slo a los hebrastas, y resulta difcil convencerle de su error. Pero cuando surgi en Europa y en Amrica el actual movimiento teosfico, se despert el inters por esas cuestiones abstrusas. El conocido tesofo Eduardo Schur, prodig calurosos elogios a la obra genial de Fabre d'Olivet, y sta se ha hecho bastante conocida. No obstante, las dificultades del hebreo hacen que esa obra sea de rida lectura y de difcil manejo. De ah ha arrancado la idea de hacer una edicin que podramos llamar popular o vulgarizada de la misma, que es la que ofrecemos al

lector en este volumen. Hemos suprimido todo aquello cuya comprensin exige el conocimiento del hebreo, y hemos dejado cuanto consideramos accesible al lector dotado de una cultura general. ----Una ltima consideracin. Cuando Fabre d'Olivet escribi su obra, no existan todava tesofos, ni haba teosofa. Eso no obstante, la labor del Fabre d'Olivet es de un gran inters para el movimiento teosfico, porque con el nuevo sentido que ha dado a las races hebreas, el Gnesis adquiere un significado diferente del que corrientemente se le atribuye. Los personajes humanos del Gnesis son, segn la traduccin de Fabre d'Olivet, meras fuerzas espirituales o entelequias. Y la creacin del mundo material queda convertida en la creacin de un mundo espiritual que expresa el desenvolvimiento o trnsito de lo Uno a lo mltiple, de lo Absoluto a lo relativo, de lo No manifestado, a lo que ha adquirido manifestacin. Y los personajes del Gnesis son as fases todava no materiales ni humanas de esa evolucin. El Gnesis est as de acuerdo con las doctrinas de Valentino, Plotino y dems filsofos gnsticos de la escuela de Alejandra. En resumen, resulta una explicacin pantesta de la Creacin. Y con esos materiales es con lo que se ha hecho la teosofa. PEDRO GUIRAO

PRIMERA PARTE: De cmo se perdi el significado de las palabras hebreas.

CAPITULO I Alfabeto Hebreo - Sus Vocales: Su Origen. La primera divisin que se establece entre los signos, es la que los divide en vocales y consonantes. Sera muy pesado referir en detalle todo lo que se ha dicho en pro y en contra de la existencia de las vocales hebraicas. Estas cuestiones inspidas estaran ya de tiempo resueltas, si los que se complacan en crearlas se hubieran tomado el trabajo de examinar seriamente el objeto de su disputa. Pero esto era cosa a lo que no daban la menor importancia. Los unos no posean ms que una erudicin escolstica que no se sala del material de las lenguas; los otros, que no hubieran podido invocar la crtica y la filosofa en su ayuda, ignoraban en su mayora hasta la forma de los caracteres orientales. Yo no me explico, sinceramente, cmo el Alfabeto de los Hebreos pudo carecer de los caracteres adecuados para designar las vocales, cuando sabemos que los egipcios, que fueron sus maestros en todas las ciencias, posean estos caracteres, y se servan de ellos, segn la relacin de Demetrio de Phalera, para anotar su msica y solfearla; adems, porque se sabe, por el relato de Horus-Apolo, que dichos caracteres eran en nmero de siete, y tambin porque los Fenicios, tan prximos a los Hebreos, empleaban estos caracteres vocales para designar los siete planetas. Esto es lo que confirma positivamente Porfirio en su Comentario sobre el gramtico Dionisio de Tracia, y que confirma sin rplica la inscripcin hallada en Mileto, y sobre la cual poseemos una acabada disertacin de Barthelemy. Esta inscripcin contiene invocaciones dirigidas a los siete Espritus planetarios, estando cada Espritu designado por un nombre compuesto de las siete vocales, empezando por la vocal especialmente consagrada al planeta que aqul dirige. No dudamos, pues, en decir que el Alfabeto hebreo posee caracteres cuyo fin primitivo fue distinguir las vocales: dichos caracteres son en nmero de siete. Una vocal suave, representada por la Una vocal ms fuerte, representada por , h. Una vocal muy fuerte, pectoral, representada por , h, ch. Una vocal obscura, cerrada, representada por u, y. Una vocal brillante, representada por . Una vocal larga, representada por i. Una vocal gutural y profunda, representada por ho, who. Adems de estos caracteres vocales, hay que saber todava que el Alfabeto hebreo admite una vocal que podramos llamar consonante o vaga, puesto que es inherente a la consonante, va con sta, no se distingue de ella, y le confiere un sonido siempre sobrentendido. Estos son, indiferentemente, , o , pues no hay que creer que el sonido vocal que acompaa a las consonantes, haya sido tambin fijo en las lenguas antiguas del Oriente, como lo ha sido en las lenguas modernas de Europa. No era, pues, as. El trmino que significa un Rey, se pronunciaba, indiferentemente, mlch, mlch, moloch y an milich, con un timbre de voz apagado. Esta indiferencia en el sonido vocal no hubiera existido si se hubiera insertado una vocal escrita entre

las consonantes que la componen; entonces el sonido hubiera sido preciso y sonoro; pero con frecuencia, tambin, el sentido hubiera cambiado. As, por ejemplo, la referida palabra rey, al ser intercalada en ella la vocal suave, ya no significa simplemente un Rey, sino una emanacin divina, eterna, un Eon, un ngel. Todos los que afirman que las palabras hebreas estaban escritas sin vocales, no se han enterado bien del asunto, y Boulanger, que ha cometido esta falta en su artculo enciclopdico, me demuestra por esto slo que desconoca la lengua sobre la cual escriba. Todas las palabras hebreas tienen vocales pronunciadas o sobrentendidas, o sean vocales madres o vocales consonantes. En los orgenes de esta lengua, o mejor, en los orgenes de la lengua egipcia de la cual procede, los sabios que dieron en crear el alfabeto, confirieron un sonido vocal a cada consonante, sonido casi siempre apagado, sin aspiracin, y pasando de la a la , o de la a a la , sin el menor inconveniente; reservaron los caracteres escritos para expresar los sonidos ms fijos, aspirados o sonoros. Este alfabeto literal, cuya antigedad es desconocida, no ha llegado sin duda alguna hasta nosotros, en cuanto a sus caracteres materiales, pero s ha llegado en cuanto a su espritu, en las diversas imitaciones que de ello nos han transmitido los Samaritanos, los Caldeos, los Sirios y hasta los rabes. El Alfabeto hebreo es el de los Caldeos. Sus caracteres son notables por su forma elegante y su claridad. El samaritano, mucho ms difuso, mucho menos fcil de escribir, es visiblemente anterior y pertenece a un pueblo ms grosero. Los crticos que han dudado de la anterioridad del carcter samaritano, no lo haban examinado con suficiente atencin. Temen, adems, que una vez hubiesen convenido en la antigedad del carcter, no se les obligara a concretar la antigedad del texto; sin embargo, es un vano temor. El texto samaritano, aunque su alfabeto sea anterior al alfabeto caldeo, no es, sin embargo, ms que una simple copia del Sepher o libro del Gnesis de Moiss, que la poltica de los reyes de Asiria hizo pasar a Samaria, como lo he indicado en mi Disertacin; si esta copia difiere, se debe a que el sacerdote que de ello se encarg, como se lee en el Libro de los Reyes, o se conform con las ideas de los samaritanos, cuyo cisma quera sostener, o consult manuscritos poco fieles. Sera, sin ninguna duda, ridculo, decir con Leclerc, que este sacerdote fue el autor del Sepher todo entero; pero no hay nada de absurdo en creer que fue el autor de las principales variantes halladas en aqul, pues el inters de la corte de Asiria, que le mand, era que l alejara todo lo posible a los Samaritanos de los Judos, y que nutriera el mutuo encono por todos los medios posibles. Es, pues, absolutamente imposible negar el origen caldeo de los caracteres que componen actualmente el Alfabeto hebreo. Basta con el mismo nombre de este alfabeto para demostrarlo. Dicho nombre, as escrito, chathibah ashourit, significa escritura asiria: epteto conocido por todos los rabinos, y al cual, siguiendo el genio de la Lengua hebrea, nada impide aadir un signo formativo y local para obtener chathibah mashourith; esto es, escritura al asirio. He aqu la denominacin muy simple de este alfabeto; denominacin en la cual, por un abuso de palabras muy singular, el mismo Elas Levita, del cual hemos hablado ya, quiso ver absolutamente a los masoretas de Tiberiades, confundiendo as, sin ninguna crtica, la antigua mashora

con la massora moderna, y el origen de los puntos vocales, con las reglas infinitamente ms modernas que se siguen en las sinagogas, con relacin a su empleo.

CAPITULO II Origen de los puntos vocales As, pues, el Alfabeto hebreo, sea cual fuere la forma de sus caracteres en la poca antigusima en que Moiss escribi su obra, tena siete vocales escritas; adems, tena una vocal vaga ligada a cada consonante, y que he denominado a causa de ello, vocal consonante. Pero por una serie de acontecimientos, que depende de principios demasiado apartados de mi objeto para ser expuestos aqu, el sonido de las vocales escritas se alter, se materializ, se endureci, diramos, y cambi de tal suerte, que los caracteres que los expresaban se confundieron con las otras consonantes. Unas vocales no ofrecieron ms que aspiracin ms o menos fuerte, desprovista de todo sonido vocal; otras convirtironse en las consonantes V y W; otra se pronuncio ji, y otra tom un acento ronco y nasal, que ningn carcter actual puede expresar. Si como decan muy bien los antiguos, las vocales son el alma y las consonantes son el cuerpo de las palabras, la escritura hebrea, y en general todas aquellas que dependen del mismo tronco primitivo, se convirtieron en una especie de cuerpo, si no muerto, cuando menos en letargia, donde no resida ms que un espritu vago, fugitivo y no lanzando ms que resplandores inciertos. En esta poca, el sentido de las palabras tenda a materializarse como el sonido de las vocales, y pocos lectores eran capaces de comprender el sentido primitivo. Nuevas ideas haban cambiado su acepcin, como nuevas costumbres haban cambiado la forma. No obstante algunos sabios, y sobresaliendo entre los Asirios, los Caldeos, casta letrada y sapientsima que enormemente ha sido confundida con el cuerpo de la nacin, algunos sabios caldeos decamos, se percataron del cambio sucesivo que se operaba en su lengua, y temiendo con justificada razn que, a pesar de la tradicin oral que trataban de transmitirse de los unos a los otros, el sentido de los antiguos textos acabara por perderse completamente, buscaron un medio de fijar el valor de los caracteres vocales, y sobre todo de dar a la vocal consonante sobrentendida, un sonido determinado, que no dejara vacilar a la palabra al azar entre varias significaciones. Pues sucedi que al mismo tiempo que las vocales madres, es decir, aquellas que estaban designadas por caracteres escritos, tornronse consonantes, las consonantes, por as decirlo, se haban vocalizado por medio de la vocal vaga que se les haba agregado. El gran nmero de ideas que se haban referido sucesivamente a la misma raz, haba aportado tal concurso de vocales, que era imposible confundirla, como antes, en el lenguaje hablado; y como el lenguaje escrito no ofreca ningn recurso en este aspecto, los textos volvanse cada da ms difciles de comprender. Ahora bien, veamos el medio que los Caldeos imaginaron para obviar la confusin en constante aumento que provena de la desviacin de las vocales madres y de la fijacin de las vocales vagas. Inventaron un determinado nmero de pequeos acentos, hoy llamados puntos-vocales, por medio de los cuales pudieron dar a los caracteres del Alfabeto, bajo los cuales los colocaban, el sentido que estos caracteres tenan en el lenguaje hablado. Esta invencin muy ingeniosa, tuvo la doble ventaja de conservar la escritura de los libros antiguos, sin operar ningn cambio en

la colocacin de los caracteres literales, y permiten sealar la pronunciacin tal como el uso lo haba introducido. El punto llamado sheva, representado por dos puntos colocados perpendicularmente bajo un carcter (3 ), significa que el carcter bajo el cual est situado, carece de vocal si es una consonante, o permanece muda si es una vocal. La consonante w lleva siempre un punto ya a la derecha del que escribe, para expresar que tiene un sonido silbante como en ingls Sh, ya a la izquierda para significar que no hace sino aspirarse como en francs. Esta diferencia es muy poco importante; pero es esencial el notar que este punto substituye sobre el carcter w, al punto vocal llamado cholem, o sea . Adems de estos puntos, cuyo objetivo fue fijar el sonido de las vocales vagas y determinar el sonido vocal que quedaba inherente o que se ligaba a las vocales madres, sea que estas hubieran permanecido en su naturaleza o que se hubieran salido para convertirse en consonantes, los Caldeos inventaron como una especie de punto inferior destinado a dar ms fuerza a las consonantes o a las vocales madres dentro de las cuales estaba inscrito. Dicho punto se denomina daghesh, cuando se aplica a las consonantes y mappik, cuando se aplica a las vocales. El punto interior daghesh, se inscribe en todas las consonantes, excepto en una. Es dulce en seis de ellas, cuando son iniciales o van precedidas del punto mudo llamado sheva; es fuerte en las restantes y an en las mismas, cuando van precedidas de una vocal cualquiera; su efecto es doblar su fuerza. Algunos gramticos hebreos pretenden que este punto inscrito dentro del cuerpo de la consonante, y que se pronuncia ordinariamente ph, le da fuerza de la P simple; pero esto es rechazado enrgicamente por otros que aseguran que los Hebreos, lo mismo que los rabes, no han conocido jams articulacin de nuestra P. Vase bien que no siendo mi objeto ensear a pronunciar el hebreo, me guardar muy bien de entrar en estas disputas. No importa, en efecto, saber para comprender el nico texto hebreo que nos queda, cul era la articulacin ligada a tal o cual carcter por los oradores de Jerusaln; sino mejor cul era el sentido que a estos caracteres daban Moiss y los escritores que le imitaron.

CAPITULO III Efectos de los Puntos-Vocales. Texto Samaritano Tal fue el medio ideado por los Caldeos para fijar la pronunciacin de las palabras sin alterar los caracteres. Es imposible fijar actualmente, ni por aproximacin, la poca de esta invencin; pero se puede sin duda, no apartndose de la verdad, fijar aqulla en que fue adoptada por los Hebreos. Todo lleva a creer que este pueblo, por haber tenido ocasin durante su largo cautiverio en Babilonia, de conocer los caracteres asirios en la puntuacin caldea, encontr en su seno a hombres suficientemente ilustrados para apreciar las ventajas del uno y del otro y para sacrificar el orgullo y la preocupacin nacional que podan tenerlos aferrados a sus antiguos caracteres. El honor principal se debe a Esdras, hombre genial y de una constancia nada comn. Fue l quien, poco despus del retorno de los Judos a Jerusaln, revivi el Libro sagrado de su Nacin, repar el desorden que numerosas revoluciones y grandes calamidades le haban inferido y lo transcribi todo entero en caracteres asirios. Es intil repetir aqu cuales fueron los motivos y las oportunidades de las adiciones que l crey conveniente hacerle. Si cometi alguna falta en el transcurso de una labor tan considerable, el mal de ello resultante fue escaso; mientras que el bien del cual fue origen, fue inmenso. Porque si poseemos la propia obra de Moiss en su integridad, lo debemos a los cuidados de Esdras y a su poltica audaz. Los sacerdotes samaritanos que permanecieron obstinadamente aferrados al carcter antiguo, acabaron por desnaturalizar el texto original, y veamos cmo. A pesar de que iban alterando continuamente la pronunciacin de las palabras, crean indiferente cambiar su ortografa; como estaban desprovistos de medios para determinar el ruido de las vocales vagas que se haban establecido, incluyeron las vocales madres all donde no las haba. Estas vocales cuya degeneracin era rpida, convirtironse en consonantes; estas consonantes recibieron nuevas vocales vagas que cambiaron el sentido de las palabras, desposeyndolas adems de lo que posean de jeroglfico; en fin, la conclusin fue tal, que se vieron obligados, para comprender su Texto, a recurrir a una traduccin al lenguaje entonces hablado. As todo lo perdieron; pues los traductores, por muchos escrpulos que tuvieran en su labor, no pudieron traducir ms que lo que ellos comprendan y del modo que ellos lo entendan. Qu es lo que les sucedi, sin embargo, a los rabinos de la sinagoga juda? Gracias a la flexibilidad de la puntuacin caldea, pudieron seguir las vicisitudes de la pronunciacin sin cambiar nada en el fondo, nmero y disposicin de los caracteres. Por el contrario, la mayora, cediendo a la inclinacin de sus bastas ideas, perdan, como los Samaritanos, el verdadero sentido del texto sagrado, y este texto quedaba confuso por completo en sus caracteres, de los cuales, slo una tradicin oral conservaba su interpretacin. Esta tradicin llamada Kbala, era patrimonio sobre todo de los Esenios, que la transmitan secretamente a los iniciados, despreciando los puntos o suprimindolos completamente.

He aqu cual fue la suerte del Sepher de Moiss. Este libro precioso, cada vez ms desfigurado al comps del tiempo, primero por la degeneracin de la lengua, luego por su prdida total, abandonada a la negligencia de los ministros del Altar, a la ignorancia del pueblo, a los extravos inevitables de la puntuacin caldea, se ha conservado a favor de los caracteres, que como otros tantos jeroglficos, han legado su sentido a la posteridad. Todos los esclarecidos varones que la sinagoga ha contado en su seno, todos los verdaderos sabios que la Iglesia cristiana ha posedo, los sabios de todos los siglos han sentido esta verdad. Dejemos pues a los Maestros de la gramtica hebraizante, el cuidado minucioso y ridculo de aprender seria y concienzudamente las reglas completamente arbitrarias que los puntos-vocales siguen en sus mutaciones. Aceptemos dichos puntos en la lengua hebrea, como aceptamos las vocales que entran en la composicin de palabras de otras lenguas, sin preocuparnos de dnde vienen o cmo se colocan. No intentamos, como ya lo he dicho, hablar el hebreo, pero si comprenderlo. Que tal o cual palabra se pronuncia de tal o cual manera en las sinagogas qu nos importa? Lo esencial es saber lo que significa. Dejemos tambin las notas musicales que los rabinos llaman acentos, y sin inquietarnos por cules tonos se salmodiaba a Jerusaln en los primeros Captulos del Sepher, examinaremos cul fue el sentido profundo que Moiss habale imbudo. Y para ello, miremos de penetrar en el espritu interno del idioma egipcio que aqul emple bajo sus dos relaciones: literal y jeroglfica. Llegaremos a ello fcilmente por las exploraciones de las races, en corto nmero, que sirven de base a este idioma y por el conocimiento de los caracteres, todava en menor nmero, que son como elementos. Pues, y cuidado con ello, en las lenguas an ms ricas, las races son en corto nmero. La lengua china, una de las ms variadas del Universo, que cuenta hasta 84.000 caracteres, no tiene ms all de doscientas o doscientas treinta races que producen todo lo ms de mil doscientas a mil trescientas palabras simples, por las variaciones del acento.

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SEGUNDA PARTE: Las primitivas versiones del Gnesis. La lengua hebrea, corrompida ya por un pueblo basto, de intelectual que era en sus orgenes, vuelta a sus elementos ms materiales, fue completamente extraviada despus del cautiverio de Babilonia. Este es un hecho histrico del cual es imposible dudar, cualquiera que sea el escepticismo en que se caiga. La Biblia lo demuestra; el Talmud lo afirma; es el sentir de los rabinos ms famosos; Walton no puede negarlo; el mejor crtico que ha podido escribir sobre esta materia, Richard Simn, no deja de repetirlo. As, pues, cerca de seis siglos antes de J.C., los Hebreos, transformados en judos, no hablaban ni comprendan ya su lengua original. Empleaban un dialecto sirio llamado Arameo, formado por la reunin de varios idiomas de Asiria y Fenicia, y bastante diferente del nabateo, que segn d'Herbelot, era el puro caldeo. A partir de esta poca, el Sepher de Moiss fue siempre parafraseado en las sinagogas. Se sabe que despus de la lectura de cada versculo, haba un intrprete encargado de explicarlo al pueblo en lengua vulgar. De ello procede los llamados Targumes (del caldeo). Es bastante difcil decir hoy si dichas versiones fueron desde un principio escritas por doctores o abandonadas a la sagacidad de los intrpretes. Sea lo que fuere, parece muy cierto que volvindose cada vez ms incierto el sentido de las palabras hebreas, se levantaron violentas disputas sobre las diversas interpretaciones que se daban al Sefer. Unos pretendan poseer la ley oral dada en secreto por Moiss, queriendo que se la comprendiera en todas estas explicaciones; otros negaban la existencia de esta ley, rechazaban toda clase de tradiciones, y queran que se atuviese a las explicaciones ms literales y materiales. Dos sectas rivales nacieron de estas disputas. La primera, la de los Fariseos, fue la ms numerosa y la ms considerada; admita el sentido espiritual del Sefer, trataba por medio de alegoras lo que le pareca obscuro, crea en la Providencia divina y en la inmortalidad del alma. La segunda, la de los Saduceos, consideraba como fbulas todas las tradiciones de los Fariseos, haca burla de sus alegoras, y, como no encontraba nada en el sentido material del Sefer que probara y hasta que enunciara la inmortalidad del alma, la negaba; no viendo en lo que sus antagonistas llamaban el alma, ms que una consecuencia de la organizacin del cuerpo, una facultad pasajera que deba extinguirse con aqul. Entre estas dos sectas contendientes, se form una tercera, menos numerosa que las otras dos, pero infinitamente ms instruida; la de los Esenios. Esta, considerando que a fuerza de querer someterlo todo a la alegora, los Fariseos caan con frecuencia en visiones ridculas, y que los Saduceos, al contrario, por la sequedad de sus interpretaciones, desnaturalizaban los dogmas de Moiss, tom un partido medio. Conserv la letra y el sentido material para el exterior y reserv la tradicin y la ley oral para el secreto del santuario. Los esenios formaron, lejos de las ciudades, sociedades particulares; y poco celosos de los cargos sacerdotales desempeados por los Fariseos y de los honores civiles muy solicitados por los Saduceos, se aplicaron en gran manera a la moral y al estudio de la naturaleza. Todos aquellos que han escrito sobre las reglas y el espritu de esta secta, han hecho de ella los mayores elogios. Haba Esenios por doquier que haba Judos;

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pero los Esenios se instalaron preferentemente en Egipto. Su principal retiro era en los alrededores de Alejandra, hacia el lago y el monte Moria. Yo ruego al lector curioso de los secretos antiguos que fije su atencin en este nombre 1, pues si es verdad, como parece probarlo todo, que Moiss haya dejado una ley oral, sta se conserv entre los Esenios. Y los Fariseos, que se alababan en gran manera de poseerla, no tenan sino las solas apariencias, como se lo reprocha Jess en todo momento. De estos ltimos, de los Fariseos, descienden los Judos modernos, con excepcin de algunos raros sabios cuya tradicin secreta se remonta hasta la de los Esenios. Los Saduceos originaron los Karaitas actuales, tambin llamados Seriptuarios. Sin embargo, antes de que los Judos hubieren posedo sus Targumes (comentarios) caldeos, ya los Samaritanos tuvieron una versin del Sefer, hecha en lengua vulgar, pues estaban todava en menos condiciones que los Judos para comprender el texto original. Dicha versin, que poseemos completa, siendo la primera de todas las que se han hecho, merece, por consiguiente, ms confianza que los Targumes, que habindose sucedido y anulado los unos a los otros, no parecen de una remota antigedad; adems, el dialecto en que est escrita la versin samaritana, tiene ms relaciones con el hebreo que el arameo o el caldeo de los Targumes. Ordinariamente se atribuye a un rabino llamado Ankelos, el Targum del Sefer, propiamente dicho, y a otro rabino llamado Jonathn, el de los otros libros de la Biblia; no obstante, sera difcil fijar la poca de su composicin. Se infiere solamente, que stos son ms antiguos que el Talmud, porque su dialecto es ms correcto y menos desfigurado. El Talmud de Jerusaln, sobre todo, est en un estilo brbaro, mezclado de numerosos trminos tomados de las lenguas prximas, principalmente del griego, del latn y del persa. Era el idioma vulgar de los Judos en tiempo de Jesucristo. Sin embargo, los judos, protegidos por los monarcas persas, haban disfrutado de algunos momentos de tranquilidad; haban reedificado sus templos y haban levantado las murallas de sus ciudades. Pero de pronto la situacin de las cosas cambian: el imperio de Ciro se derrumba; Babilonia cae en poder de los griegos; todo se rinde bajo las leyes de Alejandro. Pero este torrente que se desborda en un momento sobre el frica y sobre el Asia, divide pronto sus ondas y las encauza en lechos diferentes. Muerto Alejandro, sus capitanes dividen su patrimonio. Los Judos caen en poder de los Selucidas. La lengua griega, llevada a todas partes por los conquistadores, modifica de nuevo el idioma de Jerusaln, y lo aleja cada vez ms del hebreo. El Sefer de Moiss, desfigurado ya por los comentarios, va a desaparecer completamente en la versin de los griegos. Gracias a las disputas que los sabios de los ltimos siglos suscitaron sobre la famosa versin de los Judos helenista, vulgarmente llamada versin de los Setenta, nada se ha vuelto tan obscuro como su origen. Aquellos inquiran en qu poca, el cmo y el por qu aqulla haba sido hecha; si haba sido la primera de todas, y si no existira una versin anterior en griego, en la cual Pitgoras, Platn y Aristteles hubieran bebido su ciencia; cules fueron los setenta intrpretes, y si estaban o no en Creo que no tengo necesidad de decir que el monte Moria ha sido uno de los smbolos de la masonera Adoniramita. Esta palabra significa propiamente: la luz refleja, el esplendor.
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celdas separadas mientras trabajaban en dicha obra, y en fin, si estos intrpretes seran profetas mejor que simples traductores. Despus de haber examinado detenidamente las opiniones divergentes que han sido emitidas sobre este asunto, he aqu lo que he credo ms probable. Se podra, si se quiere, reemprender este trabajo espinoso, que a fin de cuentas no producir sino los mismos resultados, si se tiene cuidado de juzgarlo con la misma imparcialidad que yo lo he juzgado. No hay duda en que Ptolomeo, hijo de Lagus, a pesar de algunas violencias que sealaron el comienzo de su reinado y a las cuales estuvo obligado por la conjuracin de sus hermanos, fue un gran prncipe. Egipto no ha tenido poca ms brillante. Vise florecer, a la vez que la paz, el comercio y las artes y el cultivo de las ciencias, sin las cuales no hay verdadero esplendor en un imperio. Gracias a los cuidados de Ptolomeo, se erigi en Alejandra la soberbia biblioteca que Demetrio de Falera, a quien aqul confiara la custodia, enriqueci con todo lo que entonces ofreca la literatura de los pueblos como ms preciados. Desde largo tiempo los Judos se haban establecido en Egipto. Yo no comprendo por qu espritu de contradiccin los sabios modernos quieren absolutamente que en un concurso de circunstancias, tal como acabo de presentarlo, Ptolomeo no tuviera la idea que se le atribuye de hacer traducir el Sefer para incluirlo en su biblioteca. Nada me parece ms verosmil. El historiador Jos es, seguramente, muy fidedigno sobre este punto, as como el autor del libro de Aristea, a pesar de algunos embellecimientos con que adorna este hecho histrico. Pero la ejecucin de este proyecto poda ofrecer dificultades, pues se sabe que los judos difcilmente comunicaban sus libros y que guardaban sobre sus misterios un secreto inviolable. Era ya una opinin muy corriente entre ellos, que Dios castigaba severamente a aquellos que se atrevan a hacer traducciones en lengua vulgar. El Talmud refiere que Jonathn, despus de la publicacin de su comentario caldeo, fue vivamente reprimido por una voz del cielo, por haberse atrevido a revelar a los hombres los secretos de Dios. Ptolomeo estuvo, pues, obligado a recurrir a la intercesin del soberano pontfice Eleazar, excitando su piedad, por la liberacin de algunos esclavos judos. Dicho soberano pontfice, ya porque se conmoviera por la bondad del rey, ya porque no se atreva a resistir su voluntad, le envi un ejemplar del Sefer de Moiss, permitindole hacerlo traducir a la lengua griega. Slo fue cuestin de elegir los traductores. Como los Esenios del monte Moria gozaban de una merecida reputacin de sabidura y santidad, todo me lleva a creer que Demetrio de Falera puso los ojos en ellos y les transmiti las rdenes del rey. Dichos sectarios vivan como anacoretas [dedicados a una vida contemplativa, aislados], retirados en celdas aparte y ocupndose, como ya lo apunt, del estudio de la naturaleza. El Sefer estaba, segn ellos, compuesto de cuerpo y espritu; por cuerpo entendan ellos el sentido material de la Lengua hebrea, y por espritu, el sentido espiritual extraviado por el vulgo. Comprometidos entre la ley religiosa, que les prohiba la comunicacin de los misterios divinos, y la autoridad del prncipe que les ordenaba traducir el Sefer, supieron salirse de un paso tan peligroso, pues dando el cuerpo de este libro, obedecieron a la autoridad civil, y reservndose el espritu, obedecieron a su conciencia. Hicieron una versin verbal todo lo exacta posible que pudieron en la expresin

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restringida y corprea, y para guardarse todava ms de los reproches de profanacin, se sirvieron del texto y de la versin samaritana en muchos pasajes, y en todos aquellos en que el texto hebreo no ofreca demasiada obscuridad. Es muy dudoso que fueran en nmero de setenta para terminar este trabajo. El nombre de versin de los Setenta, procede de otra circunstancia, que referir. El Talmud asegura que en un principio slo fueron cinco los intrpretes, lo que es casi probable, pues se sabe que Ptolomeo no mand traducir sino los cinco libros de Moiss, contenidos en el Sefer, sin preocuparse de las adiciones de Esdras. Bossuet se muestra de este parecer, diciendo que el resto de los libros sagrados fue traducido al griego expresamente para uso de los judos diseminados por Egipto y Grecia, donde no solamente haban olvidado su primitiva lengua, que era el hebreo, sino hasta el caldeo, que aprendieron en su cautiverio. Dicho escritor aade, y ruego al lector se fije en esto, que estos judos elaboraron un griego mezclado de hebrasmos, la llamada Lengua helenstica, y que los Septantes y todo el Nuevo Testamento, est escrito en dicho lenguaje. Est probado que los Judos, diseminados por Egipto y Grecia, habiendo olvidado completamente el dialecto arameo en el cual estaban escritos sus Targumes y necesitando un comentario en lenguaje corriente, deban tomar, naturalmente, la versin del Sefer, que exista ya en la Biblioteca real de Alejandra; esto es lo que hicieron. Aadironle una traduccin de las adiciones de Esdras, y enviaron el todo a Jerusaln para hacerlo aprobar como comentario. El sanhedrn acogi su demanda, y como este tribunal se encontraba entonces compuesto de setenta jueces, de conformidad con la ley, dicha versin recibi por ello el nombre de Versin de los Setenta; es decir, aprobada por ellos. Tal es el origen de la Biblia. Es una copia en lengua griega de las escrituras hebreas, donde las formas materiales del Sefer de Moiss, estn bastante bien conservadas para que aquellos que no ven nada ms all, no pudieran sospechar sus formas espirituales. En el estado de ignorancia en que se encontraban los judos, este libro disfrazado les deba convenir. Y les convino de tal suerte, que en muchas sinagogas griegas, era leda no tan slo como comentario, sino en lugar y con preferencia al texto original. De qu hubiera aprovechado el leer el texto hebreo? Desde largo tiempo que el pueblo judo no lo oa, aun en su acepcin ms restringida, y entre los rabinos, si se exceptan algunos Esenios iniciados en los secretos de la ley oral, los ms impuestos, apenas se preocupaban de remontar del griego, latn o de la jerga brbara de Jerusaln a los Targumes caldeos, que eran para ellos casi tan difciles como el texto original. En este estado de ignorancia, y cuando la Biblia griega usurpaba en todas partes el sitio al Sefer hebreo, fue cuando la Providencia, queriendo cambiar la faz del mundo y operar uno de estos movimientos necesarios, de los que creo intil exponer la razn profunda, suscit a Jess. Un nuevo culto naci. El cristianismo, en un principio obscuro, considerado como una secta juda, se extendi, se elev e invadi Asia, Africa y Europa. El imperio romano fue envuelto por l. Jess y sus discpulos haban citado siempre la Biblia griega; los Padres de la Iglesia se adhirieron a ese libro con un respeto religioso, lo creyeron inspirado, escrito por profetas, despreciaron el texto hebreo y, como lo dice expresamente San Agustn,

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ignoraron hasta su existencia. No obstante, los Judos, asombrados de este movimiento y careciendo de condiciones para apreciarlo, maldijeron el libro que lo causaba. Los rabinos, ya por poltica o ya por que la ley oral extinguise, se mofaron claramente de una versin ilusoria, la describieron como una obra falsa, y la hicieron considerar a los judos como ms funesta para Israel, que el becerro de oro. Publicaron que la Tierra haba estado envuelta en tinieblas por espacio de tres das a causa de esta profanacin del Libro santo; y como puede verse en el Talmud, ordenaron un ayuno anual de tres das en memoria de este acontecimiento. Dicha precauciones eran tardas; el depsito, mal guardado, deba cambiar de mano. Israel, parecido a un cofre basto, cerrado con un triple cierre, pero desgastado por el tiempo, no le ofreca un asilo seguro. Una terrible revolucin se aproximaba: Jerusaln iba a caer, y el Imperio Romano, cadver poltico, sera presa de los buitres del Norte. Las tinieblas de la ignorancia obscurecan ya el horizonte; los gritos de los Brbaros dejbanse oir ya en lontananza. Haba que oponer a estos temibles enemigos un obstculo invencible. Dicho obstculo era el propio libro que deba someterlos, y el cual no podran comprender. Ni los Judos ni los Cristianos podan penetrar en lo hondo de estos designios. Se acusaban recprocamente de ignorancia y mala fe. Los Judos, poseedores de un texto original, del cual no comprendan el lenguaje, anatematizaban una versin en la que slo se recogan las formas groseras y exteriores. Los Cristianos, satisfechos con estas formas, que cuando menos interpretaban, no iban ms lejos, y despreciaban el resto. Es cierto, sin embargo, que de tiempo en tiempo sobresala entre ellos algn hombre que, aprovechndose de un resto de claridad en estos das tenebrosos, se atreva a fijar la base de sus creencias, y juzgando por el fondo lo que ellos vean en sus formas, se desentendan de la Biblia, bruscamente y con desdn. Tales fueron: Valentn, Basilido, Marcin, Apeles, Bardesn y Mans, el ms terrible de los enemigos que la Biblia haya tenido. Todos trataban de impo al autor de un libro en el que el Ser bueno por excelencia estaba representado como el autor del mal, donde este Ser crea sin objeto, escoge arbitrariamente, se arrepiente, se irrita y castiga sobre una posteridad inocente el crimen de uno solo al cual prepar la cada. Mans, juzgando a Moiss por el libro que los Cristianos le imputaban, miraba a este profeta como si le hubiese inspirado el Genio del Mal. Marcin, menos severo, tan slo vea en l al rgano del Creador del mundo elemental, completamente distinto del Ser Supremo. Unos y otros causaron borrascosas discusiones, ms o menos violentas segn la fuerza de su genio. No obtuvieron ningn resultado, aunque la verdad estuviera quizs de su lado, puesto que su ataque era imprudente e intempestivo, y porque sin saberlo, llevaron sin razn ni motivo, la antorcha a un armazn rstico, preparado para sostener un edificio ms imponente y verdadero. Aquellos de entre los Patriarcas cuyos ojos no estaban del todo fascinados, buscaban el sesgo para eludir las mayores dificultades. Unos acusaban a los judos de haber llenado los libros de Moiss, de cosas falsas e injuriosas a la Divinidad; otros referanse a las alegoras. San Agustn convena en que no haba medio de conservar el sentido literal de los tres captulos primeros del Gnesis, sin atribuir a Dios cosas indignas de El. Orgenes confesaba que si se tomaba al pie de la letra la historia de la creacin, sta es absurda y contradictoria. Compadeca a los ignorantes, que,

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seducidos por el texto de la Biblia, atribuan a Dios sentimientos y acciones que no se atribuan al ms injusto y brbaro de todos los hombres. El erudito Beausobre, en su Historia del Maniquesmo (la hereja de Mans), y Petan en sus Dogmas teolgicos, citan multitud de ejemplos parecidos. El ltimo de los Patriarcas que vi la horrible imperfeccin de la versin de los helenistas y que quiso remediarlo, fue San Jernimo. Creo sus intenciones las ms justas. de un carcter apasionado y de espritu explorador, hubiera remediado el mal, si ste hubiera sido de condicin para ceder a sus esfuerzos. Demasiado prudente para causar un escndalo parecido al de Marcin o al de Mans, y demasiado juicioso para encerrarse en vanas sutilidades como Orgenes o San Agustn, vea que el nico medio de llegar a la verdad era recurrir al texto original. este era completamente desconocido. El griego lo era todo. Cosa extraordinaria y completamente extravagante! Sobre el texto griego se hicieron, a medida que hubo necesidad, no slo la traduccin latina, sino la copta, la etope, la rabe, la persa, la siria y todas las dems. Mas para recurrir al texto original haba que entender el hebreo. Y cmo comprender una lengua perdida desde haca ms de mil aos?. Los Judos, con excepcin de un corto nmero de sabios a los cuales no se lo hubieran arrancado con los mayores tormentos, no la conocan mucho mejor que San Jernimo. Sin embargo, el nico medio que quedaba a ste, era dirigirse a los Judos. Tom un maestro entre los rabinos de la escuela de Tiberiades. Al saber esta noticia, toda la Iglesia cristiana lanz un grito de indignacin. San Agustn combate denodadamente a San Jernimo. Ruffin le ataca sin miramientos. San Jernimo, vindose el blanco de estas borrascas, se arrepiente de haber dicho que la versin de los Setenta era mala; tergiversa, diciendo a lo mejor para adular al vulgo, que el texto hebreo est corrompido, como lo exalta diciendo que los Judos no han corrompido una sala lnea. Cuando se le reprocha por estas contradicciones, responde que se desconocen las leyes de la dialctica; que en las discusiones tanto se habla de un modo como de otro y que se hace lo contrario de lo que se predica. Se apoya en el ejemplo de San Pablo y cita a Orgenes. Ruffin le trata de impo, respondindole que Orgenes no se descuid jams hasta el punto de traducir el hebreo y que slo los Judos o los apstatas[quienes abandonan la religin que profesan] pueden emprender esta labor. San Agustn, menos apasionado, no acusa a los Judos de haber corrompido el texto sagrado: no trata a San Jernimo de impo y apstata; se aviene en que la versin de los Setenta es con frecuencia incomprensible. Sin embargo, l confa en la providencia de Dios, que permiti que tales intrpretes hubiesen traducido la Escritura del modo que l juzgaba ms adecuado para las naciones que deban abrazar la religin cristiana. En medio de estas numerosas contradicciones, San Jernimo tuvo el valor de proseguir su proyecto; sin embargo, otros obstculos ms terribles le esperaban. Ve que el hebreo que quiere interpretar se le escapa a cada momento; que los Judos que consulta se mueven en la mayor incertidumbre; que no coinciden jams en el sentido de las palabras, no teniendo ningn principio fijo, ninguna gramtica; que el nico lxico del cual se poda servir es la misma versin helenista que l haba pretendido corregir. Cul es pues el resultado de su trabajo? Una nueva traduccin de la Biblia

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griega, hecha en un latn quizs menos brbaro que las traducciones precedentes y confrontada con el texto hebreo, sujetndose a las formas literales. San Jernimo no poda hacer otra cosa. Si hubiese penetrado en los principios ms ntimos del hebreo, o que el genio de esta lengua se le hubiese desvelado a sus ojos, hubiese estado obligado o a callarse o a limitarse a la versin de los helenistas. Dicha versin, juzgada como el fruto de una inspiracin divina, dominaba los espritus de tal suerte, que haba que perderse como Marcin, o seguirla en su obligada obscuridad. Esta es la traduccin latina denominada ordinariamente la Vulgata. El concilio de Trento declar autntica dicha traduccin, sin hacerla, no obstante, infalible; sin embargo, la Inquisicin la ha sostenido con toda la fuerza de sus argumentos y los telogos con todo el peso de su intolerancia y de su parcialidad. No entrar en la enojosa descripcin de las controversias sin nmero que la versin de los helenistas y la de San Jernimo hicieron nacer en tiempos ms recientes. Pasar en silencio las traducciones que han sido hechas en todas las lenguas de Europa, tanto antes como despus de la reforma de Lutero, puesto que todas ellas no son ms que copias ms o menos alejadas del griego y del latn. Por ms que Martn Lutero y Agustn de Eugubio digan que los helenistas son unos ignorantes, copiando a San Jernimo, no se salen de su lxico. Por ms que Gantes Pagnin y Arias Montano traten de desacreditar la Vulgata; que Luis Cappelle pase treinta y seis aos de su vida en revelar sus errores; que el Doctor James; que el padre Henri de Bukentop, que Luc de Bruges, cuenten minuciosamente las faltas de esta obra (por unos hasta dos mil y por otros hasta cuatromil) y a pesar de que el Cardenal Cayetano y el Cardenal Belarmino, las comprueben y las declaren, no mejoran en una jota la interpretacin del texto. Las declaraciones de Calvino, los trabajos de Olivetan, de Corneille Bertrn, de Osterwald, y de una infinidad de otros sabios, no produjeron mejor efecto. Qu importa los pesados comentarios de Calmet y las difusas disertaciones de Hottinger? Qu nuevas luces se ven nacer de las obras de Bochard, de Hut, de Leclerc, de Lelong y de Michaelis? Se conoce mejor el hebreo? Perdida esta lengua desde hace veinticinco siglos, cede a las investigaciones del padre Houbigant y a las del infatigable Kenicott? De qu sirve que el uno y el otro, o los dos a la vez, registren las bibliotecas de Europa, compulsando, compilando y confrontando todos los viejos manuscritos? Para nada en absoluto. Algunas letras varan, algunos puntos vocales cambian, pero la misma obscuridad persiste sobre el sentido del Sfer. Cualquiera que sea la lengua a que se vierta es siempre la versin de los helenistas que se traduce, puesto que sta sirve de lxico a todos los traductores del hebreo. Es imposible salirse nunca de este crculo vicioso, sin adquirir un verdadero y perfecto conocimiento de la lengua hebrea. Pero cmo adquirir dicho conocimiento? Restableciendo dicha lengua perdida a sus principios originales; sacudiendo el yugo de los helenistas; reconstruyendo su lxico; penetrando en los santuarios de los Esenios; desconfiando de la doctrina exterior de los Judos; en fin, abriendo el arca santa, que, desde hace ms de tres mil aos, cerrada para todos los profanos, ha guardado hasta nosotros por un decreto de la Providencia divina, los tesoros acumulados por la sabidura de los Egipcios.

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He aqu el fin de una parte de mis trabajos. Investigando sobre el origen de la Palabra, he dado en mi camino con el chino, el snscrito y el hebreo. He examinado sus ttulos. Los he expuesto a mis lectores. Obligado a hacer una seleccin entre estos tres idiomas primordiales, escog el hebreo. He manifestado ya como compuesto en su origen de expresiones intelectuales, metafricas y universales, haba cado insensiblemente en sus elementos ms groseros, limitndose a las expresiones materiales, propias y particulares. He demostrado el cmo y el cundo, se perdi completamente. He seguido las revoluciones del Sefer de Moiss, nico libro que lo contiene. He desarrollado en qu ocasin y de qu manera se hicieron las principales versiones. He reducido estas versiones al nmero de cuatro, a saber: los comentarios caldeos o targumes, la versin samaritana, la de los helenistas (llamada versin de los Setenta) y por fin, la de San Jernimo o Vulgata. He indicado suficientemente el concepto quede ello deba formarse. Corresponde ahora a mi gramtica el restablecer los principios olvidados de la Lengua hebrea, fijarlos de una manera slida, ligndolos a resultados necesarios; corresponde a mi traduccin del Gnesis de Moiss y a las notas que le acompaan, demostrar la fuerza y la concordancia de estos resultados. Con ello me entrego sin temor a un trabajo difcil, tan seguro de su xito como de su utilidad, si mis lectores se dignan seguirme con la atencin y la confianza que ello exige 2.

Fabre d'Olivet hace aqu un detenido estudio de las races hebreas, una a una, exponiendo sus respectivos significados. Es ste un estudio de extraordinario mrito, pero que resulta pesadsimo para las personas que no estn versadas en el idioma hebreo; de ah que hayamos suprimido toda esta parte. El lector que disponga de preparacin y tiempo puede consultar la obra de Fabre d'Olivet.
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TERCERA PARTE: Traduccin literal del Gnesis segn su Primitivo Significado Hebreo CAPITULO I 3 1. En primer lugar, en principio, cre Aelohim, (determin en existencia potencial, l, los Dioses, El Ser de los Seres) la entidad de los cielos y de la tierra. 2. Y la tierra exista, potencia contingente de ser en una potencia de ser; y la obscuridad (fuerza compresiva y endurecedora) estaba sobre la superficie del abismo (potencia universal y contingente de ser), y el soplo de l --los Dioses, (fuerza expansiva y dilatante) estaba, generativo, en movimiento sobre la faz de las aguas (pasividad universal). 3. Y dijo (declarando su voluntad), l --el Ser de los Seres: --Ser hecha la luz; y fue hecha la luz (elementizacin inteligible). 4. Y consider, l --los Dioses, esta luz como buena e hizo una solucin (determin un medio de separacin l --Los Dioses, entre la luz (elementizacin inteligible) y la obscuridad (fuerza compresiva y endurecedora). 5. Y asign nombre, l --los Dioses, a la luz, Da (manifestacin universal) y a la obscuridad le asign el nombre de Noche (negacin manifiesta, mutacin de las cosas); y fue occidente y fue oriente (liberacin e iteracin [= repeticin]). Tal fue el Da primero (primera manifestacin fenomenal). 6. Y dijo, l --los Dioses: --Se har un enrarecimiento (un desatamiento, una fuerza enrarecedora) en medio de las aguas; y se har un agente separador (un movimiento de separacin) entre las aguas hacia las aguas. 7. E hizo, l --los Dioses, esta entidad de la rarefaccin (la fuerza enrarecedora: el espacio etreo); e hizo existir una separacin entre las aguas que estaban debajo (hundidas) y el espacio etreo, y entre las aguas que estaban en alto (exaltadas) y el espacio etreo; y as se hizo. 8. Y asign el nombre de Cielos l --el Ser de los Seres, al espacio etreo (las aguas rompientes, elevadas); y fue occidente y fue oriente (liberacin e iteracin [= repeticin]. Da segundo (segunda manifestacin fenomenal). 9. Y dijo, l --los Dioses: --Ellas tendern en gran manera (se inclinarn, se determinarn), por un movimiento irresistible y las aguas inferiores (del hundimiento) de los cielos, hacia un lugar determinado, nico; y se ver la aridez. Y as se hizo. 10. Y l --Los Dioses, asign el nombre de Tierra (elemento terminante y limitante) a la aridez; y a la tendencia de las aguas, le asign el nombre de Mares (inmensidad acuosa, manifestacin de la pasividad universal) y l --los Dioses, consider esto como bueno. En la obra de Fabre d'Olivet, esta traduccin va acompaada de numerosas notas que ponen de manifiesto como los significados de las races hebreas justifican los nuevos significados que se dan a numerosas palabras del texto hebreo del Gnesis. Nosotros nos limitamos en esta edicin a dar la traduccin de Fabre d'Olivet, pues las notas que omitimos carecen de inters para los lectores que desconocen la lengua hebrea.
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11. Y dijo, (declarando su voluntad) l --los Dioses: --La tierra har vegetar una hierba vegetante, germen, germinador, substancia fructuosa produciendo fruto, segn la especie suya, teniendo en s la propia simiente, sobre la tierra; as se hizo. 12. Y la tierra har salir (nacer, dimanar) una hierba vegetante, germen germinador, segn su especie, y una substancia fructuosa, teniendo en s la simiente propia (que tena y tendr) segn la especie suya; y vio, l, el Ser de los Seres, esto como bueno. 13. Y fue occidente y fue oriente (liberacin e iteracin [= repeticin], el tercer da (tercera manifestacin fenomenal). 14. Y dijo, --los Dioses: --Existirn claridades exteriores (luces sensibles) en la expansin etrea de los cielos, para hacer la particin (el movimiento de separacin) entre el da y la noche; y aqullas sern signos para el porvenir, las divisiones temporales, para las manifestaciones fenomenales universales y para las mutaciones ontolgicas de los seres. 15. Y sern como luces sensibles (focos luminosos) en la expansin etrea de los cielos, para hacer brillar (excitar la luz intelectual) sobre la tierra: y as se hizo. 16. Y l --los Dioses, hizo esta dualidad (esta germinacin, esta pareja) de claridades exteriores, las mayores: la entidad de la luz central, la mxima, para representar simblicamente el da (la manifestacin universal) y la entidad de la luz central, la mnima, para representar simblicamente la noche (la negacin manifestada) y la unidad de las estrellas (facultades virtuales del universo). 17. Y l --los Dioses las instituy en la fuerza enrarecedora (la expansin etrea) de los cielos, para excitar la luz (elementizacin intelectual) y para brillar de una manera sensible sobre la tierra. 18. Y para representar simblicamente en el da y en la noche, y para hacer la divisin entre la luz y la obscuridad; y l --el Ser de los Seres, vio esto como bueno. 19. Y fue occidente y fue oriente, cuarto da (cuarta manifestacin fenomenal). 20. Y l --los Dioses, dijo (declarando su voluntad): las aguas originarn en abundancia el generador y vermiforme alma de vida sobre la tierra y sobre la faz de la expansin etrea de los cielos. 21. Y l --el Ser de los Seres, produjo y form (cre) la existencia individual de las mayores amplitudes corpreas (legiones de monstruos marinos) y el de toda alma de vida movida por movimiento contrctil, la cual originaban en abundancia las aguas segn la especie de los mismos; y la de todo voltil de ala fuerte y rpida, segn su especie, y l, los Dioses, vio esto as, bueno. 22. Y l --el Ser de los Seres, los bendijo diciendo: --Propagad y multiplicaos y ocupad las aguas en los mares; y la especie voltil se multiplicar en la tierra. 23. Y fu occidente y fue oriente (liberacin e iteracin [= repeticin]); quinto da (quinta manifestacin fenomenal). 24. Y dijo, l --los Dioses: --La tierra har emanar un alma de vida (una animalidad) segn la especie suya, cuadrpedo (de paso altivo y resonante) movindose y viviendo de una vida terrestre, segn su especie; y as se hizo. 25. l --los Dioses hizo esta animalidad terrestre, segn su especie, y este gnero cuadrpedo, segn la propia especie, y la universalidad de todo movimiento vital

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del elemento adnico (homogneo) segn su especie, y l --el Ser de los Seres vi esto como bueno. 26. Y l --los Dioses (declarando su voluntad) dijo: --Haremos Adn a nuestra imagen, conforme a nuestra accin asimiladora; y tendrn el cetro (reinarn, ellos, Adn, el hombre universal) en los peces de los mares, en las aves de los cielos y en el gnero cuadrpedo, en toda animalidad terrestre y en toda vida movible, movindose sobre la tierra. 27. Y cre, l --los Dioses, la individualidad de Adn (similitud primera, unidad colectiva, hombre universal) a su imagen, a la imagen de l --el Ser de los Seres, l lo cre (Adn); macho y hembra cre la existencia universal de ellos. 28. Y l --los Dioses, bendijo la existencia universal de ellos y les dijo: engendrad y multiplicad y llenad la tierra, cautivadla y tened el gobierno (reinad) en el pez de los mares y el ave de los cielos, y en toda cosa moviente de un movimiento vital sobre la tierra. 29. Y dijo, l --el Ser de los Seres: --He aqu! Os he dado en totalidad la hierba germinante --germen que est sobre la faz de toda la tierra y en totalidad la substancia vegetal que tiene fruto en s; substancia germinante --germen, ser alimento para vosotros. 30. Y toda vida de la tierra, y todo voltil de los cielos y todo ser reptiforme arrastrndose sobre la tierra, que tiene en s soplo animado de vida (yo d) en totalidad la reverdeciente hierba como para alimento; y as fue. 31. Y vi, l --los Dioses, el todo que l haba hecho y he aqu! bueno en todo lo posible (segn su medida) y fue occidente y fue oriente (liberacin e iteracin [=repeticin]); da sexto (sexta manifestacin fenomenal).

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CAPITULO II 1. Y (sern) as fueron realizados (acabados, perfectos) los cielos y la tierra; y toda disposicin que lleva a ellos (la naturaleza reguladora). 2. Y l --los Dioses, llev a trmino en la sptima manifestacin fenomenal, el acto soberano que haba ejercido; y se restituy (se restableci en su inefable paz) la sptima manifestacin luminosa universal, despus de completo el acto de su soberana potencia que haba ejercido. 3. Y l --los Dioses, bendijo, en el sptimo da (sptima manifestacin fenomenal); y santific su existencia para siempre, a causa de que en ella, l se restituy (volvi a su inefable paz) despus de todo el acto soberano durante el cual haba creado, l --el Ser de los Seres, segn su modo de hacer. 4. Tal es el signo (el emblema, el monumento sagrado, --jeroglfico) de la generacin de los cielos y de la tierra, en el acto de ser creados, en el da (la manifestacin luminosa) de la accin de hacer Jehov, l --Ser de los Seres, la tierra y los cielos. 5. Y toda la concepcin de la naturaleza, antes que sta existiera en la tierra, y toda la vegetacin de la naturaleza, antes que esta germinara: por no haber hecho llover Jehov, l --los Dioses, sobre la tierra y Adn (el hombre universal) no ser (no existir en accin) para trabajar la substancia adnica (el elemento homogneo; similar a Adn). 6. Sin embargo, una emanacin virtual se elevaba con energa del seno de la tierra y empapaba la superficie toda, del elemento admico. 7. Y form, Jehov, l --el Ser de los Seres (substancializ, determinando los elementos hacia un fin), la individualidad de Adn (el hombre universal) enrareciendo (sublimando el principio) del elemento adnico; y se inspir en la facultad inspiradora suya, un ser elevado (una esencialidad) de vida, a fin de que fuese este hombre universal (Adn) segn el alma viviente. 8. Y Jehov, l --los Dioses, dispuso (traz) un recinto (una circunferencia orgnica) en la esfera sensible y temporal extrada de la anterioridad universal (de los tiempos); y situ all al propio Adn que haba formado para la eternidad. 9. Y Jehov, l --los Dioses, hizo desarrollar de este elemento adnico (homogneo) toda substancia vegetativa, todo lo bella posible a la vista y buena segn el gusto; y una substancia de vida en el centro del recinto orgnico y una substancia vegetativa del conocimiento del bien y del mal. 10. Y un ro (una emanacin) corra por este lugar temporal y sensible, para la accin de regar esta esfera orgnica; y desde all se divida a fin de ser, segn progresaba, la potencia cuaternaria multiplicadora de los principios. 11. El nombre del primero (de los principios emanados) era Phishon (la realidad fsica, el Ser aparente) el que circunscribe toda la tierra de hawila (la energa virtual), la cual es el lugar propio del oro (la reflexin luminosa). 12. Y el oro de esta tierra era bueno; lugar propio del Bedellium (separacin misteriosa), y de la piedra shoham (sublimacin universal).

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13. Y el nombre del segundo ro (del principio emanado) era Gihon (el movimiento determinante), el que est rodeando toda la tierra choush (el principio gneo). 14. Y el nombre del tercer ro (de la emanacin) era hiddekel (el rpido y ligero propagador, el fluido elctrico, magntico, galvnico, etc.), el que es intermediario (el medio de propagacin del principio primitivo de la felicidad, del orden, de la armona), y el ro (la emanacin) cuarto [el Eufrates], era el que es fecundante. 15. Y Jehov, l --los Dioses, tom al propio Adn (el hombre universal), y lo dej en la esfera temporal y sensible para elaborarla y cuidarla con esmero. 16. Y Jehov, l --los Dioses, prescribi (estituy, orden) a Adn en la accin de declarar (su palabra) que poda alimentarse de toda substancia vegetativa del recinto orgnico. 17. Pero de la substancia fsica, del conocimiento del bien y del mal, aadi, t no consumirs nada de ella; pues el da que la consumas, acabars muriendo (pasars a otro estado). 18. Y Jehov, l --el Ser de los Seres, dijo: no es bueno que Adn (el hombre universal) permanezca en su soledad. Le har una fuerza auxiliar (un sostn, una ayuda, una corroboracin, una pareja) a la imagen de l. 19. Y Jehov, l el Ser de los Seres, form (coordinando los elementos hacia su fin) del seno del adnico (elemento homogneo) toda la vida de la naturaleza terrestre y de toda especie voltil de los cielos; e hzolo venir hacia Adn para ver qu nombre le asignara (segn l) y todo espritu de vida a que Adn (el hombre universal) asign nombre (segn l) fu su propio nombre. 20. Y Adn asigno nombres a toda la especie cuadrpeda y a toda especie voltil de los cielos y a toda la animalidad de la naturaleza terrestre: y para Adn (el hombre universal) no encontraba una ayuda (una fuerza auxiliar) como un reflejo luminoso suyo. 21. Y Jehov, l --los Dioses, dej caer sobre Adn un sueo simptico (misterioso y profundo) quin durmi: y extrajo una de sus cubiertas (exteriores) y cubri con cuidado (colore) la debilidad de aqulla de forma y belleza corprea. 22. Y reconstruy (consolid, restableci a su primer estado) Jehov, l --el Ser de los seres, la substancia de la cubierta exterior, la cual haba desprendido de Adn (el hombre universal) para (dar base) a Aishah (la mujer intelectual, la facultad volitiva de Adn) y la encamin hacia Adn. 23. Y Adn dijo (declarando su pensamiento): esta es actualmente substancia universal de tu substancia y forma corprea de la forma corporal tuya; a esta misma asign el nombre de Aishah (voluntad principiante, mujer intelectual) a causa de que del principio volitivo Aish (el hombre intelectual) ella haba sido desprendida como entidad propia. 24. Sobre esto, pues, el hombre intelectual dejar a su propio padre y a su madre, y se reunir (no haciendo ms que un ser) con su mujer intelectual; y ellos no sern ms que uno, segn la forma exterior. 25. Y ellos estaban, los dos, Adn (el hombre universal) y su mujer intelectual, completamente descubiertos, y no sentan vergenza entre s.

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CAPITULO III 1. Pero la Pasin avariciosa (el inters, la envidia, el egosmo) era una pasin general (un principio ciego) en medio de toda la animalidad de la Naturaleza elemental, la cual era obra de Jehov (l --los Dioses); y ella dijo (dicha pasin) a Aishah (la facultad volitiva de Adn) con motivo de lo que declar l --los Dioses: Por qu no os alimentaris de toda substancia del recinto orgnico? 2. Y Aishah (la facultad volitiva) dijo a esta pasin avariciosa: Del fruto, substancia del recinto orgnico, nosotros podemos comer. 3. Pero del fruto de la substancia misma que se encuentra en medio del recinto orgnico, l-los Dioses, declar: No os podris alimentar con ella y no podris penetrar (aspirar vuestra alma) en l, por temor de que no hagis por morir inevitablemente. 4. Y aquella dijo, la pasin ardiente de la codicia, a Aishah (la facultad volitiva de Adn): No es con muerte con lo que os encontraris. 5. Pues sabe l --los Dioses, que en el da que alimento con l (vosotros hagis) sern abiertos a la luz vuestros ojos, y seris iguales que l --los Dioses, conociendo el bien y el mal. 6. Y Aishah consider que era buena la substancia elemental segn su gusto, que era a los mutuamente deseada y agradable en todo lo posible dicha substancia, bajo la accin de universalizar la inteligencia; y ella tom del fruto aquel y se aliment, y tambin di con intencin a su ser intelectual, unido a ella; y tambin se aliment. 7. Y fueron abiertos los ojos de ellos dos y conocieron que estaban desnudos de luz (estriles, revelados en su obscuro principio); e hicieron nacer una elevacin sombra (un velo) de tristeza mutua y de duelo; y se hicieron ropajes (vestidos de viaje). 8. Y oyeron la propia voz de Jehov, l --el Ser de los seres, propagndose en todos sentidos dentro del recinto orgnico, segn el soplo espiritual del da; y Adn (el hombre universal) se escondi y la mujer intelectual suya (su facultad volitiva) tambin de la presencia de Jehov, l --los Dioses, en el centro de la substancia de la esfera orgnica. 9. Y Jehov, l --los Dioses, pronunci el nombre de Adn: y le dijo: Dnde ests? (a dnde te llev tu voluntad). 10. Y dijo (respondiendo Adn): Esta tu voz la o en el recinto orgnico y he visto que estaba desnudo de luz (revelado en mi obscuridad), y me he escondido. 11. Y l dijo (Aelohim) Quin te ense que estabas desnudo as, sino esta substancia fsica de la cual te haba prohibido que de ningn modo te alimentaras de ella?. 12. Y Adn (el hombre universal), dijo: Aishah (la facultad volitiva) que tu me distes en compaa; fu ella quien me di de dicha substancia fsica y de sta me aliment. 13. Y Jehov, l --los Dioses, dijo a Aishah (la facultad volitiva de Adn): Por qu hiciste eso? Y Aishah (respondiendo) dijo: El orgullo avariento (la insidiosa pasin) hzome delirar, y me aliment de ella.

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14. Y Jehov, l Ser de los seres, dijo a este vicio insidioso (pasin avarienta): Puesto que t has hecho esto, maldito seas entro todo el reino animal y entre toda vida de la naturaleza elemental. Segn tu inclinacin tortuosa, actuars con bajeza y te alimentars por todos los das de tu existencia, de exhalaciones fsicas. 15. E interpondr una antipata profunda entre ti y Aishah (la facultad volitiva tuya) y entre la propagacin tuya y la de ella: Aqulla (la propagacin) conferir (restringir) en ti el principio (venenoso) y t le conferirs a ella las consecuencias (del mal). 16. A la facultad volitiva, djole: Multiplicar el nmero de obstculos fsicos de toda clase para ti y para tus concepciones; dars a luz a tus productos con trabajo penoso; y hacia tu principio intelectual tendrs tu inclinacin, y l dominar en ti (se representar simblicamente). 17. Y a Adn (el hombre universal), le dijo: Puesto que has escuchado la voz de tu esposa intelectual (tu facultad volitiva) y que t te has alimentado con dicha substancia, la cual te haba vivamente prohibido con estas palabras: "t no te alimentars de ella"; maldita sea la tierra adnica (homognea y similar a ti) en tu relacin; con tu trabajo angustioso t te alimentars de ella para todos los das de tu vida (las manifestaciones fenomenales). 18. Y las producciones cortantes, y las producciones incultas y desordenadas germinarn abundantemente para t; y te alimentars de los frutos acres y desecados de la naturaleza elemental. 19. En la agitacin continua de tu espritu, t te alimentars con alimento hasta restituirte (reintegrarte, resucitar) a la tierra adnica (homognea y similar a ti), pues tal y cual has sido sacado de ella, tal espritu elemental t eres; y al elemento espiritual debes ser restituido. 20. Y Adn asign nombre a su esposa intelectual (su facultad volitiva) Eva (existencia elemental), a causa de que ella era la madre de toda existencia. 21. Y Jehov, l Ser de los seres, hizo a Adn (el hombre universal) y a la esposa intelectual suya, como cuerpos de defensa (protecciones) y los cubri con cuidado. 22. Y Jehov, l --los Dioses, dijo: He aqu, Adn, siendo como uno de nuestra especie, segn el conocimiento del bien y del mal; y ahora, por temor de que extienda su mano y tome tambin de la substancia elemental de la vida y que l se alimente y viva segn el perodo infinito (la eternidad). 23. Entonces Jehov, el Ser de los seres, lo separ de la esfera orgnica de la sensibilidad temporal; con objeto de trabajar esta misma substancia adnica de la cual haba sido puesto fuera. 24. Y alej al propio Adn (el hombre universal) e hizo residir en la anterioridad universal de los tiempos en la esfera temporal y sensible al propio Querubn (un ser parecido a las innumerables legiones) y a la llama incandescente del ardor desvastador girando sin cesar sobre s misma, para guardar el camino de la substancia elemental de la vida.

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CAPITULO IV 1. Y Adn (el hombre universal) conoci a esta Eva (la existencia elemental), la esposa intelectual suya (su facultad volitiva), y ella concibi y di la existencia a Can (el fuerte, el poderoso; el que tira al centro, que abarca, que acumula, que asimila a s); y ella dijo: He centralizado (formado por centralizacin) un ser intelectual de la propia esencia de Jehov. 2. Y ella aadi por la accin de dar a luz, su entidad fraternal, la existencia de Abel: y fu Abel conductor (viga) del ser indefinido (el mundo corpreo) y Can fue servidor (elaborador) del elemento adnico. 3. Y de la cima de los mares, Can hizo elevar una oblacin del producto del elemento adnico (homogneo) a Jehov. 4. Y Abel, tambin hizo elevarla de las primicias de su mundo y de la quintaescencia (de la cualidad eminente) de aqullos; y Jehov se mostr salvador para Abel y para la ofrenda suya. 5. Y para Can y para su oblacin, no se mostr propicio; lo que causa vivo enojo a Can: y su faz se abati. 6. Y Jehov dijo a Can: Por qu tu levantamiento de protesta? Por qu la cada (la depresin) de tu rostro? 7. Si haces el bien, no tendrs t el signo (la imagen del bien en ti)? Y si no lo haces, el pecado se te refleja y es hacia ti su inclinacin y en l te representas simpticamente. 8. Y luego, Can declar su pensamiento a Abel, su hermano: y ello era durante la accin de existir reunidos en la naturaleza productora: y se sublev (se levant en substancia, se materializ) contra Abel, su hermano, y lo inmol. 9. Y Jehov dijo a Can: Dnde est Abel, el hermano tuyo? Y Can (respondiendo) dijo: No lo s; soy yo el guardin de mi hermano?. 10. Y Jehov dijo: Qu hiciste? La voz de las homogeneidades (de las generaciones idnticas) de tu hermano, quejndose, se eleva hasta m, desde el elemento adnico. 11. Y ahora maldito seas del elemento adnico, el cual abri su boca para recibir las homogeneidades (las generaciones futuras) de tu hermano, por tu mano. 12. As, cuando t laborars este elemento adnico, no unir a ti su fuerza virtual; vacilante (agitado por movimiento incierto) y errante, sers en la tierra. 13. Y Can dijo a Jehov: Grande es mi perversidad para la purificacin. 14. En efecto: t has expulsado en este da mi persona de sobre la faz del elemento adnico; as yo me ocultar con cuidado de tu mirada y vivir tembloroso y errante en la tierra. Y ser el que me encuentre, quien me rendir. 15. Y Jehov, declar su voluntad, dicindole as: Rindiendo a Can, aqul exaltar siete veces a Can; y Jehov puso su signo a Can a fin de que de ningn modo pudiera atacarle al encontrarle. 16. Y Can se retir de la presencia de Jehov, y se fu a habitar en la tierra de destierro (de la disensin, del temor), la anterioridad temporal de la sensibilidad elemental.

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17. Y Can posey su mujer intelectual (su facultad volitiva); y ella concibi y di a luz a Henoch (la fuerza central, el que funda); luego fue edificado un crculo de retiro (un punto fuerte) y design este crculo con el nombre de su hijo, Henoch. 18. Y fu que Henoch produjo la existencia de Whirad (el movimiento excitador, la pasin, la voluntad conductora); y Whirad, la de Mehoujael (la manifestacin de la existencia); y Mehoujael produjo la de Methoushael (el abismo de la muerte) y Methoushael produjo la de Lamech (el nudo que detiene la disolucin; el lazo flexible de las cosas). 19. Y Lamech tom para s dos esposas corporales, (las dos facultades fsicas): el nombre de la primera era Whadah, (la peridica, la evidente): y el nombre de la segunda Tzilla, (la profunda, la obscura, la velada). 20. Y Whadah pari a Jabal (el flujo de las aguas, la abundancia natural, la fertilidad) el que fu el padre (el creador) de la residencia elevada (lugar de retorno fijo y notable) y de la fuerza concentradora y apropiadora (la propiedad). 21. Y el nombre del hermano de ste fu Toubal (el fluido universal, el principio del sonido, el que comunica la alegra y la prosperidad) el que fu el padre de toda concepcin luminosa y digna de amor: (de todas las ciencias y de todas las artes tiles y agradables). 22. Y Tzilla tambin pari a Thoubal-Can (la difusin abundante de la fuerza central) aguzando todo corte de bronce y de hierro; y la afn de Thoubal-Can fu Nawhomah (la asociacin, la agregacin). 23. Y Lamech dijo a las esposas corporales suyas (sus facultades fsicas) Whadah y Tzilla: Od mi voz, esposas de Lamech; prestad odos a mi palabra: pues como el hombre intelectual (el hombre individualizado por su propia voluntad) he rendido (destruido) por la expansin (la solucin, la libre extensin) ma, la progenie (la descendencia, la familia particular) por mi creacin. 24. As se har exaltar Can siete veces y Lamech setenta y siete veces. 25. Y Adn, posey todava a su esposa intelectual (su facultad volitiva eficiente) y esta pari un hijo: y ella le asign el nombre de Sheth (la base, el fundamento) porque as l --los Dioses, fund para m (dice ella) una simiente despus del asesinato de Abel, al matarlo Can. 26. Y a Sheth le fu dado tambin engendrar un hijo; y l le asign el nombre de Aenosh (el hombre corpreo), sindole dado que sufriera con paciencia sus males con slo invocar el nombre de Jehov.

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CAPITULO V 1. Este es el libro de las caractersticas generaciones de Adn, desde el da que creando, l --los Dioses, a Adn (el hombre universal) segn la accin asimiladora de l --los Dioses, hizo la identidad suya. 2. Macho y hembra los hizo, y los bendijo, y asign este nombre universal Adn, desde el da de ser creados universalmente. 3. Y Adn existi tres dcuplos y una centena (una extensin) de mutacin temporal ontolgica, y gener segn la accin de asimilar as a imagen suya (un ser emanado) y le asign el nombre de Sheth. 4. Y fueron los das (la manifestaciones fenomenales) de Adn, despus de haberle hecho procrear la existencia de Sheth, ocho centenas de mutacin temporal; y l engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 5. Y todos los das (las manifestaciones fenomenales) que Adn (el hombre universal) vivi, fueron nueve centenas de mutacin temporal, y tres dcuplos de mutacin; y desapareci. 6. Y Sheth viv cinco mutaciones y una centena de mutacin temporal; y engendr a Aenosh (el hombre corporal). 7. Y Sheth, vivi despus de haberle hecho procrear a ste, Aenosh, siete mutaciones y ocho centenas de mutacin temporal, y l engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 8. Y los das (las manifestaciones fenomenales) completos de Sheth fueron dos y un dcuplo de mutacin temporal; y desapareci. 9. Y Aenosh vivi nueve dcuplos de mutacin temporal, y produjo la existencia de Cainn (la invasin general). 10. Y Aenosh viv, despus de haberle hecho procrear a Cainn, cinco y un dcuplo de mutacin y ocho centenas de mutacin temporal; y l engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 11. Y los das (las manifestaciones fenomenales) completas de Aenosh fueron cinco mutaciones y nueve centenas de mutacin temporal; y desapareci. 12. Y Cainn, vivi siete dcuplos de mutacin temporal; y l engendr la existencia de Mahollael (la exaltacin poderosa, el esplendor). 13. Y Cainn, existi despus de haberle hecho procrear a Mahollael, cuatro dcuplos de mutacin y ocho centenas de mutacin temporal; y l engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 14. Y los das completos (las manifestaciones fenomenales) de Cainn, fueron, diez mutaciones y nueve centenas de mutaciones temporales; y desapareci. 15. Mahollael vivi ocho mutaciones y seis dcuplos de mutacin temporal; y origin la existencia de Ired (el que es perseverante en su movimiento). 16. Y Mahollael vivi, despus de haberle hecho procrear a Ired, tres dcuplos de mutaciones y ocho centenas de mutacin temporal; y l engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 17. Y fueron los das completos (las manifestaciones fenomenales) de Mahollael, cinco y nueve dcuplos de mutacin y ocho centenas de mutacin temporal; y desapareci.

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18. Ired existi dos y seis dcuplos de mutacin y una centena de mutacin temporal; y produjo la existencia de Henoch (la potencia central y tambin el doliente, el angustioso). 19. Y despus de haberle hecho engendrar a Henoch, Ired existi ocho centenas de revolucin temporal; y engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 20. Y los das completos (las manifestaciones fenomenales) de Ired fueron dos y seis dcuplos de mutacin, y nueve centenas de mutacin temporal; y desapareci. 21. Y Henoch vivi cinco y seis dcuplos de mutacin temporal, y produjo la existencia de Methoushalah (la emisin de la muerte). 22. Y Henoch sigui (las trazas) mismas de l --los Dioses, despus de haberle hecho procrear a Methoushalah, tres centenas de mutacin temporal; y engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 23. Y el total de los das (las manifestaciones fenomenales) de Henoch fueron cinco y seis dcuplos de mutacin y tres centenas de mutacin temporal. 24. Y Henoch se excit a seguir (las trazas) de l --los Dioses, y no ser substancia suya, pues l --Ser de los Seres, lo retir hacia s. 25.Y Methoushalah vivi siete y ocho dcuplos de mutacin y una centena de mutacin temporal y produjo la existencia de Lamech (el nudo que detiene la disolucin). 26. Y Methoushalah vivi despus de hacerle procrear a Lamech, dos y ocho dcuplos de mutacin y siete centenas de mutacin temporal y engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados). 27. Y el total de los das (las manifestaciones fenomenales) de Methoushalah fueron: nueve y seis dcuplos de mutacin y nueve centenas de mutacin temporal; y desapareci. 28. Y Lamech vivi dos y ocho dcuplos de mutacin temporal; y engendr un hijo (un ser emanado). 29. Y le asign el nombre de No, declarando su pensamiento (al decir): este nos har descansar (nos aliviar, nos aligerar) de lo que constituye la obra nuestra y de lo que es obstculo fsico a nuestras manos, a causa de la tierra adnica, la cual maldijo Jehov. 30. Y Lamech existi, despus de hacerle procrear este hijo, cinco y nueve dcuplos de mutacin temporal, y cinco centenas de mutacin, y engendr hijos e hijas (una multitud de seres emanados).31 Y el total de los das (las manifestaciones fenomenales) de Lamech fueron siete y siete dcuplos de mutacin temporal y siete cntuplos de mutacin, y desapareci. 32. Y No (el reposo de la naturaleza elemental) fue hijo de cinco cntuplos de mutacin temporal; y l, No, produjo la existencia de Sem, de Cam, y de Jafet (es decir, la existencia del que es elevado y brillante, del que es inclinado y apasionado y del que es propagado).

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CAPITULO VI 1. Ahora bien, fu (ocurri) que a causa de ser deshecho (disuelto, profanado) Adn (el hombre universal) bajo la accin de multiplicarse sobre la faz de la tierra adnica, fueron abundantemente engendradas por ellos (Adn) muchas hijas (formas corpreas) 2. Y los hijas (emanaciones espirituales) de l --los Dioses, consideraron que estas hijas (las formas corpreas) eran buenas; y tomaron para esposas corporales de (facultades fsicas) ellos, a todas aquellas que prefirieron. 3. Y Jehov dijo: No se extender (no se prodigar) ni soplo (ni espritu vivificador) en Adn (el hombre universal) para la inmensidad de los tiempos y por el acto de declinarlo completamente; puesto que es forma corprea, sern sus das (las manifestaciones luminosas) un cntuplo y dos cntuplos de mutacin temporal. 4. Y los Nefileos (los hombres distinguidos, los nobles) estaban en la tierra por este tiempo; y tambin, despus que (ello ocurriera) los hijos (emanaciones espirituales) de l --los Dioses, hubieron venido cerca de las hijas (formas corpreas) de Adn (el hombre universal) y que hubieron engendrado estas mismas. Los Giboreos (los hombres superiores, los hroes, los valerosos), los cuales fueron en la inmensidad temporal, los hombres corpreos de renombre. 5. Y Jehov consdider que se multiplicaba con violencia la maldad de Adn (del hombre universal, reino hominal [= del hombre?]) en la tierra y que toda concepcin (produccin intelectual) de los pensamientos segn su corazn, extenda el mal (llenaba) todo este da (toda esta manifestacin fenomenal). 6. Y Jehov renunci completamente (se repuso del cuidado) a causa de que haba hecho la existencia de Adn (el hombre universal) en la tierra y se reprimi (se comprimi, volvise severo) para su corazn. 7. Y Jehov dijo: lavar (borrar por medio del agua) la existencia objetiva de Adn (el hombre universal) que he creado de la superficie de la tierra adnica; desde Adn (el reino hominal), hasta el cuadrpedo, el reptil, el voltil de los cielos, pues he renunciado completamente (al cuidado) para el cual yo los haba creado. 8. Sin embargo No (el reposo de la Naturaleza) mereci gracia a los ojos de Jehov. 9. He aqu las generaciones simblicas de No; No, que era el principio intelectual manifestando la justicia de las virtudes universales, en sus edades, se aplic a seguir las propias trazas de l --los Dioses. 10. Y No (el reposo de la naturaleza) engendr tres hijos (tres emanaciones): la existencia de Sem (el elevado, el brillante), de Cam (el inclinado, el ardiente) y de Jafet (el propagado). 11. Y la tierra se deprima (se relajaba, se degradaba) a la faz de l --los Dioses; y la tierra se llenaba de un ardor cada vez ms degradante. 12 Y l --el Ser de los seres, consider la existencia de la tierra, como habiendo dejado degradarse, era por va propia de degradacin de toda forma corprea sobre la tierra. 13. Y l --el Ser de los seres, dijo a No (el reposo de la Naturaleza): el trmino de toda forma corprea est aproximndose a mi vez, pues la tierra est colmada de un

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ardor depravante en toda la superficie: y heme aqu dejando degradar (destruir, envilecerse) completamente la existencia terrestre. 14. Hazte una thebah (un retiro, un refugio, un asilo mutuo) de una materia elemental conservadora; con canales (lugares propios para contener) hars el conjunto de este retiro; y unirs (untars) toda ella, por su circunferencia interior y exterior, con una materia corporizante. 15. Es as como t hars su unidad en: tres cntuplos de medida tipo (reguladora) la longitud de la thebah (el retiro sagrado), cinco dcuplos de medida su latitud y tres dcuplos de medida la solidez (materialidad) suya. 16. T hars en la thebah, dirigiendo la luz y segn la medida reguladora, la rbita (el orificio orbicular [= cavidad o cuenca de los ojos]) suyo, en lo concerniente a su parte superior; y la dilatacin (la solucin, la abertura) de este retiro lo pondrs en su parte opuesta; t le hars las partes bajas, dobles o triples. 17. Y a m, heme haciendo llegar lo que constituye la gran intumescencia de las aguas (el diluvio) sobre la tierra para aplacar (destruir) toda forma corprea, poseyendo en s el soplo de vida; por bajo de los cielos, expirar todo lo que est en la tierra. 18. Y har subsistir mi fuerza creadora contigo y t irs hacia la thebah, t y los hijos tuyos (tus producciones) y tu mujer intelectual (tu facultad eficiente) y las esposas corporales de tus hijos (sus facultades fsicas) contigo. 19. Y de toda existencia, de toda forma corprea, dos a dos t los hars ir hacia la thebah con objeto de existir contigo; y sern macho y hembra. 20. Del gnero voltil segn su especie y del gnero cuadrpedo segn su especie, de todo animal reptiforme salido del elemento adnico segn su especie, las parejas de todo acudirn cerca de ti con objeto de conservar la existencia. 21. Y t toma (retira, saca) para ti de todo alimento que pueda alimentar, que recogers hacia t; y ser para alimento tuyo y de aqullos. 22. Y No, as hacindolo, hzolo todo lo parecido a lo que sabiamente haba prescrito l --los Dioses.

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CAPITULO VII 1. Y Jehov dijo a No: Ven t y todo el interior tuyo hacia la thebah (el lugar de refugio), pues en la edad he considerado, a mi ver, tu existencia como justa. 2. De todo el gnero cuadrpedo, puro, t tomaras (retirars) para t siete a siete del principio y la facultad volitiva eficiente suya; y del gnero cuadrpedo que no es puro en s mismo, dos a dos, el principio y la facultad eficiente suya. 3. Tambin del gnero voltil de los cielos, siete a siete; macho y hembra, con objeto de hacer existir como simiente sobre la faz de toda la tierra. 4. Pues en los das (las manifestaciones fenomenales) del perodo actual, sptimo, yo mismo har llover sobre la tierra cuatro dcuplos de da (un gran cuaternario de luz) y cuatro dcuplos de noche (un gran cuaternario de obscuridad); y borrar toda esta naturaleza plstica material que hice de la superficie del elemento adnico. 5. Y No, hzolo todo semejante a lo que Jehov habale prescrito con cuidado. 6. Y No era hijo (el resultado) de seis centenas de mutacin temporal ontolgica, cuando la gran intumescencia de las aguas estaba sobre la tierra. 7. Y No y sus hijos (sus producciones) y su mujer intelectual (su facultad volitiva eficiente) y las esposas corporales de sus hijos (sus facultades fsicas) fu hacia la thebah en la superficie de las aguas de la gran intumescencia. 8. Del gnero cuadrpedo en pureza, y del gnero cuadrpedo que no estaba en la pureza, y del gnero voltil y de todo lo que est animado de un movimiento rectiforme sobre el elemento adnico. 9. De dos en dos, macho y hembra, fueron hacia No, hacia la thebah, segn prescribi sabiamente l --los Dioses, al mismo No. 10. Y fu en el sptimo de los das (manifestaciones fenomenales) que las aguas de la gran intumescencia estuvieron sobre la tierra. 11. En la mutacin ontolgica de seis centenas de mutacin, respecto a la vida de No, en la segunda renovacin lunar; en la dcimo sptima manifestacin luminosa de esta renovacin, en este da fueron soltadas todas las fuentes de la potencia de ser universal, indefinida; y las fuerzas cuaternarias multiplicadoras de los cielos fueron liberadas (abandonadas a su propia extensin). 12. Y la cada del agua (la atmsfera acuosa cayendo en masa) tuvo lugar sobre la tierra cuatro dcuplos de da y cuatro dcuplos de noche (un cuaternario completo de luz y obscuridad). 13. Desde el principio substancial del da aqul, fu No y Sem, Cam y Jafet, producciones de No, y la facultad volitiva de No y las tres facultades fsicas de las producciones suyas, juntos dentro de la thebah (el asilo mutuo). 14. Ellos y toda animalidad segn la especie suya; todo cuadrpedo segn su especie y todo reptil arrastrndose sobre la tierra, segn su especie y todo voltil segn la especie suya; toda cosa corriente, toda cosa voladora. 15. Y fueron con No (el reposo de la naturaleza) donde el retiro inaccesible, dos a dos, de toda forma corporal, poseyendo en s el soplo de vida.

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16. Y los que iban, macho y hembra, de toda forma corprea, fueron siguiendo lo mismo que les haba prescrito l --los Dioses, y Jehov concluy con el medio de su apartamiento. 17. Y la gran intumescencia tuvo lugar cuatro dcuplos de da sobre la tierra; y las aguas se cuatriplicaron (se multiplicaron) y sostuvieron la thebah que fu levantada de la superficie de la tierra. 18. Y las aguas prevalecieron con fuerza y se cuadruplicaron (aumentaron) en todo lo posible sobre la tierra; y la thebah se mova en todos sentidos, sobre la faz de las aguas. 19. Y las aguas prevalecieron todo lo posible sobre la tierra, de tal modo que fueron cubiertas todas las altas montaas que estaban por debajo de todos los cielos. 20. Las aguas prevalecieron en quince medidas tipo por sobre las cimas; y las montaas fueron cubiertas completamente. 21. As expir (desapareci) toda forma corprea movindose sobre la tierra, en lo voltil y en lo cuadrpedo, y en la existencia animal y en todo lo generador de vida vermiforme sobre la tierra; as como todo el hombre universal (el reino hominal). 22. Todos los seres que tenan una existencia elevada (una esencia) del espritu de vida en su facultad espiritual, murieron en medio de todos los que estaban en el desastre (alcanzados por el azote). 23. Y Jehov borr la existencia de toda naturaleza plstica substancial, que estaba sobre la faz del elemento adnico, desde el gnero humano, hasta el genero cuadrpedo, el reptiforme, el voltil de los cielos, y fueron eliminados de la tierra; y solo qued No (el reposo de la existencia elemental) y lo que estaba consigo en la thebah. 24. Y las aguas dominaron sobre la tierra cinco dcuplos y una centena de das (manifestacin luminosa).

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CAPITULO VIII 1. Y l --los Dioses, record la existencia de No y la de toda la existencia terrestre y la de todo el gnero cuadrpedo que estaban con aqul en la thebah (el lugar de refugio); y l --los Dioses, hizo pasar un soplo, de una a otra extremidad de la tierra y las aguas fueron vueltas a sus propios lmites. 2. Y fueron cerradas las fuentes de la potencia de ser indefinida y las fuerzas cuadruplicadoras, multiplicantes de los cielos; y fu completamente consumida la cada de agua de los cielos (atmsfera esperada que caa). 3. Y las aguas volvieron a su primer estado encima de la tierra; por su movimiento de avanzar y retroceder sobre s, y las aguas se retiraron a su propio estado al cabo de cinco dcuplos y una centena de das (manifestacin luminosa, universal). 4. Y la thebah, en el sptimo novilunio, en el dcimo sptimo da de este novilunio, repos sobre las cimas del Ararat (el curso reflejo de la luz). 5. Y las aguas estuvieron en movimiento de avance y retroceso hacia si mismas hasta el dcimo novilunio; y en este dcimo, en el primero del novilunio, fueron vistas las cumbres de las montaas (los principios de las creaciones naturales, las primicias de los elementos). 6. Y fu en el fin determinado del gran cudruplo de das, que No abri la abertura de la thebah que l haba hecho. 7. Y dej ir (liber) lo que constituye el Erebo (la obscuridad occidental) que parti con el movimiento de salir y volver peridicamente hasta el desecamiento de las aguas de la superficie de la tierra. 8. Y luego dej marchar lo que constituye el Jonah (la paloma generadora, la fuerza plstica de la naturaleza) lejos de l; para ver si las aguas se aligeraban sobre la superficie del elemento adnico. 9. Y la Jonah (la paloma generadora) no encontr un sitio de descanso para imprimir (comunicar) el movimiento suyo; y volvi a la thebah, a causa de que las aguas estaban sobre la faz entera de la tierra; y extendiendo No su mano (su potencia) la recogi y la hizo ir hacia s, en la thebah. 10. Y esper todava otro septenario de das; y repiti la emisin la misma Jonah fuera de la thebah. 11. Y la Jonah (la paloma generadora) vino hacia l al mismo tiempo que el Erebo (a la vuelta de la obscuridad occidental) junto con un ramo de olivo (una elevacin de la esencia gnea) arrancado, en su pico (tomado por su fuerza conceptiva): as No (el reposo de la existencia) supo que las aguas disminuan de sobre la superficie de la tierra. 12. Y aguard todava otro septenario de das; y dej marchar la misma Jonah y sta no repiti ya el retorno hacia l. 13 Y fu en la unidad y seis centenas de mutacin temporal, en el mismo principio, en el primero de la renovacin lunar que se consumieron (se deshicieron) las aguas de la superficie de la tierra; y No levant la tapa de la thebah y consider, en efecto, que se agotaban (las aguas) de la faz del elemento adnico.

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14. Y en el segundo novilunio, en el vigsimo sptimo da de esta renovacin, la tierra fu desecada. 15. Y l --los Dioses, inform por la palabra a No, segn estas frases: 16. Sal (hazte hacia fuera) de la thebah t y la mujer intelectual tuya (tu facultad volitiva) y los hijos tuyos (tus producciones manifiestas) y las esposas corporales de tus hijos (sus facultades fsicas) junto contigo. 17. Toda vida animal que est contigo, de toda forma corporal, en el gnero voltil y en el cuadrpedo, y en todo gnero reptiforme serpenteando sobre la tierra, haz salir (producir afuera), contigo, y que pululen en la tierra y fructifiquen y multipliquen sobre la tierra.18. Y No sali (se produjo hacia fuera) y las producciones suyas y su facultad volitiva eficiente y las facultades corporales de sus producciones juntamente con l. 19. Toda la animalidad terrestre, toda especie reptiforme y toda especie voltil, todo lo que se mueve con un movimiento contrctil sobre la tierra, segn sus familias, salieron (se produjeron hacia fuera) de la thebah. 20. Y No edific un lugar de sacrificio a Jehov; y tom de todo cuadrpedo puro y de todo voltil puro; y levant una elevacin (hizo exhalar una exhalacin) de este lugar de sacrificio. 21. Y Jehov respir este espritu oloroso de dulzura y Jehov dijo para su corazn; No repetir ya, ciertamente, la accin de maldecir la tierra adnica en relacin de Adn, pues el corazn de este hombre universal form el mal desde sus primeras impulsiones y no aadir ciertamente la accin de castigar tan violentamente a toda la existencia elemental como yo lo he hecho. 22. Para todos los das de la tierra (las manifestaciones luminosas, fenomenales) la siembra y la recoleccin, el fro y el calor, el verano y el invierno y el da y la noche no se interrumpirn (no cesarn).

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CAPITULO IX 1. Y l --los Dioses, bendijo la existencia de No y la de sus emanaciones, y djoles: --Fructificad y multiplicaos y ocupad completamente la superficie terrestre. 2. Y vuestro esplendor deslumbrante y vuestro respeto aterrador sern sobre toda la animalidad terrestre y sobre toda especie voltil de las regiones elevadas; en todo lo que recibir el movimiento original del elemento adnico y en todo pez de los mares; bajo nuestra mano han sido puestos. 3. Toda cosa movindose, poseyendo en s la vida, ser alimento para vosotros; lo mismo que la hierba reverdeciente, todo el conjunto os lo di. 4. Pero de la forma corprea teniendo en su alma su homogeneidad (la similitud), no consumiris. 5. Pues yo investigar sobre la mano de todo viviente, esta asimilacin sangunea por vosotros (que es segn vuestras almas); yo la investigar (yo perseguir la semejanza); y de la mano de Adn (el hombre universal) y de la mano de Aisha (el hombre individualizado por su voluntad, su hermano), yo vengar a esta alma adnica. 6. Al derramador de (aquel que derrame) la asimilacin sangunea de Adn (el reino hominal), por medio de Adn, le ser derramada la sangre; pues l --los Dioses, hizo la existencia de Adn a su imagen universal. 7. Y vosotros, existencia universal, fructificad y multiplicaos, propagaos en la tierra y extendeos sobre ella. 8. Y l --los Dioses, declar a No y a sus emanaciones, junto con l, con estas frases: 9. Y heme a m haciendo existir en substancia la fuerza creadora ma junto a vosotros y junto a la vuestra generacin, despus de vosotros. 10. Y conjuntamente con toda alma de vida que estaba con vosotros en el gnero voltil, en el cuadrpedo y en toda animalidad terrestre junto a vosotros, entre todos los procedentes de la thebah, comprendiendo toda la animalidad terrestre. 11. Y con vosotros har existir en el orden material esta ley creadora ma; y ya no ser cercenada ninguna forma corporal por el agua de la gran intumescencia; y no ocurrir ya una gran intumescencia para la depresin (la destruccin) de la tierra. 12. Y l --los Dioses, dijo: este es el signo de la ley creadora, la cual he interpuesto entre yo y vosotros y entre toda alma de vida, la cual ser con vosotros por las edades de la inmensidad (de los tiempos). 13. Yo he puesto este arco mo en el espacio nebuloso; y ser por signo de la ley creadora entre Yo y la tierra. 14. Y ser en mi accin de obscurecer el espacio nebuloso sobre la tierra, cuando ser visto el arco en el espacio nebuloso. 15. Y me acordar de esta ley creadora que existir entre Yo y vosotros y toda alma de vida bajo toda forma corporal; y no habr ya (una nueva revolucin) de las aguas de la gran intumescencia para deprimir (agotar) toda forma corprea. 16. Y el arco existir en el espacio nebuloso; y yo lo considerar para recordar la ley creadora de la inmensidad de los tiempos (existente) entre l --los Dioses, y toda alma viviente bajo toda forma corporal que est sobre la tierra.

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17. Y l --los Dioses, dijo a No: --Este es el signo de la fuerza creadora que he hecho existir substancialmente entre m y toda forma corporal existente sobre la tierra. 18. Y los hijos de No (sus emanaciones) que salieron de la thebah (el lugar de refugio), fueron: Shem (el que es elevado y brillante), Cam (el que es inclinado, obscuro y ardiente) y Jafet (el que es propagado); y Cam fue a su vez padre de Canan (la realidad material, la existencia fsica). 19. Tres fueron los hijos de No (los seres emanados) para los cuales fu dividida toda la tierra. 20. Y No libert (devolvi la liberad, desprendi con esfuerzo) al Hombre intelectual del elemento adnico; y cultiv (as) lo que es elevado (las producciones espirituales). 21. Y bebi en abundancia de lo que es espirituoso; y exalt su pensamiento (di un vuelo violento a su imaginacin), y se revel en el centro (en el lugar ms secreto) de su tabernculo. 22. Y Cam, padre de Canan, observ los propios secretos misterios de su padre y los divulg a sus dos hermanos en el recinto exterior. 23. Y Shem y Jafet tomaron su propio ropaje de la izquierda, y lo elevaron sobre la espalda de ambos; y marchando hacia atrs, cubrieron los misterios ocultos de su padre, estando sus rostros vueltos; as no vieron los misterios ocultos de su padre. 24. Y No volvi de su exaltacin espirituosa y se enter de lo que haba hecho el pequeo (el menor, la ltima produccin). 25. Y dijo: --Maldito sea Canan; esclavo ser de los servidores de sus hermanos. 26. Y dijo: --Bendito sea Shem de Jehov, l --los Dioses, y que Canan sea esclavo para la descendencia suya. 27. Y l --los Dioses, dar a Jafet (el extendido) extensiones; quien dirigir su morada en los tabernculos de Sem y Canan, ser servidor de su descendencia. 28. Y No viv, despus de la gran intumescencia, tres centenas de mutacin ontolgica temporal y ocho dcuplos de mutacin. 29. Y los das completos (las manifestaciones luminosas) de No fueron, nueve centenas de mutacin temporal y ocho dcuplos de mutacin, y desapareci.

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CAPITULO X 1. Y estas fueron las caractersticas generaciones de los seres emanados de No: Shem (el que es recto y brillante), Cam (el que es inclinado y ardiente) y Jafet (el que es propagado); emanaciones producidas para ellos despus de la gran intumescencia (de las aguas). 2. Las producciones emanadas de Jafet (el extendido) fueron: Gomer (la acumulacin elemental), Magog (la facultad extensiva elstica), Madai (la facultad mensurable, la de bastar siempre y dividirse al infinito), Jon (la ductilidad generativa), Thubal (la difusin, la mezcla), Meshech (la percepcin) y Thirass (la modalidad, la facultad de aparecer bajo una forma impasible). 3. Y las producciones emanadas de Gomer (la acumulacin elemental) fueron: Asheehenaz (el fuego latente, el calrico), Riphath (la rareza, causa de la expansin) y Thogormah (la densidad, causa de la centralizacin universal). 4. Y las producciones emanadas de Jon (la ductilidad generativa) fueron: Aelishah (la fuerza diluyente y amasadora), Tharshish (el principio mutuo, intenso), de los Chuteenos (los rprobos) los brbaros, los Scytas) y de los Dodaneos (los elegidos, los civilizados, los confederados). 5. Por ellos fueron diferenciados los centros de voluntad de las organizaciones sociales en sus tierras; cada principio actuando segn la lengua particular suya, para las tribus en general, en las organizaciones sociales suyas. 6. Y las producciones emanadas de Cam (el que es inclinado y ardiente) fueron: Choush (la fuerza gnea, la combustin), Mitzeraim (las fuerzas subyugantes, victoriosas, oprimentes), Phout (la sofocacin, lo que asfixia) y Canan (la existencia fsica). 7. Y las producciones emanadas de Choush (la fuerza gnea) fueron: Sceba (la humedad radical, el sabor causa de la sapidez [de spido, gustoso, sabroso]), Hawilah (el trabajo enrgico), Sabethah (la causa determinante) y Rahamah (el rayo) y Scabethecha (la causa determinada, el efecto); y las producciones emanadas de Rahamah (el rayo) fueron: Sheba (el retorno al reposo) y Dedasa (la afinidad electiva). 8. Y Choush (la fuerza gnea) procre a Nimrod (el principio de la voluntad desordenada, principio de rebelin, de anarqua, de despotismo, de toda potencia, no obedeciendo sino a su propia impulsin); el que hizo esfuerzos violentos para ser el dominador (el hroe, el elevado) sobre la tierra. 9. El que fu, frente a Jehov, el principio soberbio de todo lo que es adverso (opuesto al orden) y cre este proverbio: parecido a Nimrod (el principio de la voluntad arbitraria) el soberbio adversario a los ojos de Jehov. 10. Y tal fu el origen de su reino: Babel (la vanidad), Arech (la molicie [blandura, ocio, fig."comodidad" indulgencia?], Aehad (el aislamiento, el egosmo), Chalench (la ambicin, el apoderamiento) en la tierra de Shinehar (la revolucin civil). 11. Fuera de esta misma tierra, sali Asshour (el principio armnico, el principio iluminado del gobierno, el orden, la felicidad, resultante de la observancia de las leyes) el cual estableci Niuweh (el crecimiento exterior, la educacin de la juventud)

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y lo pertinente a las instituciones de la ciudad y Chalah (el perfeccionamiento interior, la congregacin de los ancianos, el senado). 12. Y entre Niuweh (el crecimiento exterior, la colonizacin) y Chalah (el perfeccionamiento interior, el senado), Ressen (las riendas del gobierno); y era (esta institucin central) una salvaguardia civil muy grande. 13. Y Mitzeraim (las fuerzas subyugantes) produjo la existencia de los Ludeos (las propagaciones) y la de los Whorrameos (los pesos materiales) y la de los Sehabeos (las exhalaciones inflamadas) y la de los Naphethubeos (las cavernosidades). 14. Y la de los Patherusseos (las fracturas infinitas) y la de los Chasseluteos (las pruebas expiatorias), del que salieron tambin los Phelishetheos (los extraviados, los infieles) y los Chaphethoreos (los conversos, los fieles). 15. Y Canan (la existencia fsica) produjo la existencia de Tzidon (el insidioso adversario), su primero hijo, y la de Heth (el abatimiento, la fatiga). 16. Y la de los Jebuseos (los retrocesos interiores) y la de los Aemoseos (las manifestaciones exteriores) y la de los Girgasheos (las rumiaciones reiteradas). 17. Y la de los Hiweos (las vidas animales) y la de los Wharkeos (las pasiones brutales) y la de los Scineos (las pasiones odiosas). 18. Y la de los Arwadeos (los deseos de botn), la de los Tzemareos (la sed del poder) y la de los Hawatheos (los deseos insaciables); y luego fueron dispersadas las tribus de los Cananeos (las existencias fsicas). 19. Y tal fu la extensin total de los Cananeos (las existencias fsicas), por medio de la astucia a fuerza de contraccin intestina, hasta el afirmamiento, a fuerza de obscuros rodeos, de tirana, de insensibilidad y de guerras, hasta el abarcamiento (de las riquezas). 20. Tales fueron los hijos de Cam, segn sus tribus, segn sus lenguas, en sus tierras y en las organizaciones universales suyas. 21. Y por Shem, el hermano mayor de Jafet, fueron tambin engendrados os que fueron padres de todas las producciones ultraterrestres. 22. Las producciones emanadas de Shem (el que es elevado y brillante) fueron: Weilam (la duracin infinita, la eternidad), Asshour (el poder legal, el orden inmutable, la armona, la felicidad), Arpha-cheshad (el principio mediador de la naturaleza providencial), Lud (la propagacin) y Aram (la elementizacin universal). 23. Y las producciones emanadas de Aram (la elementizacin universal fueron): Whontz (la substanciacin), Houl (el trabajo virtual), Gether (la presin abundante) y Mash (la recoleccin de los frutos, la cosecha). 24. Y Arpha-cheshad (el principio mediador providencial) produjo la existencia de Shelah (la emisin activa, la gracia divina, eficaz); y Shelah (la emisin, la gracia divina) produjo la de Wheber (el que es ultraterrestre, ms all de este mundo). 25 Y por Wheber (el que es ultraterrestre) fueron procreados dos hijos: el nombre de uno era Phaleg (la eleccin, la dialeccin [de dialectos]),a causa de que en los das suyos, fu dialectizada (dividida en dialectos) la tierra; y el nombre de su hermano fu Jaktan (la atenuacin del mal). 26. Y Jaktan (la atenuacin) produjo la existencia de Almodad (la mensuracin probatoria y divina), la de Shalep (la emisin reflejada) y la de Slotzar-mth (la escisin operada por la muerte) y la de Jarah (la manifestacin radiante, fraternal;la luna).

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27. Y la de Hadosam (el esplendor universal) y la de Auzal (el fuego depurado y divino) y la de Dikelah (el enrarecimiento etreo y sonoro). 28. Y la de Whobal (el orbe infinito) y la de Abimael (el padre de la plenitud) y la de Sheb (el retorno al reposo). 29. Y la de Aphir (el fin elemental), la de Hawilah (la virtud experimentada) y la de Jobab (el jbilo, el grito de alegra); todos ellos fueron los hijos de Jaktan (la atenuacin del mal). 30. Y tal fu el punto de retorno de ellos; desde la cosecha de los frutos espirituales, a fuerza de meditaciones de espritu, hasta la cima de la anterioridad de los tiempos. 31. Tales fueron los hijos de Sem, segn sus tribus, segn sus lenguas, en sus tierras, segn sus organizaciones universales. 32. Tales son las tribus de los seres emanados de No, segn sus caractersticas generaciones en sus organizaciones constituyentes; y por aquello mismo fueron diversificadas las organizaciones naturales en la tierra, despus de la gran intumescencia (de las aguas).

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CUARTA PARTE: El Gnesis de Moiss - Traduccin ordenada.

CAPITULO I EL PRINCIPIO 1. En el principio, Aelohim, Dios, el Ser de los Seres, cre primero lo que constituye la existencia de los Cielos y de la Tierra. 2. Pero la Tierra no era ms que una potencia contingente de ser, dentro de una potencia de ser; la Obscuridad, fuerza astringente y compresiva, envolva al Abismo, fuente infinita de la existencia potencial; y el Espritu divino, soplo expansivo y vivificador, ejerca an su accin generadora por encima de las Aguas, imagen de la universal pasividad de las cosas. 3. Despus, l dijo, Dios: --La luz ser (o sea la Luz). Y la Luz se hizo. 4. Y considerando esta esencia luminosa como buena, determin un medio de separacin entre la Luz y la Obscuridad. 5. Llam Dios a esta Luz, elemento inteligible, con el nombre de Da, manifestacin fenomenal universal, y a esta Obscuridad, existencia sensible y material, con el nombre de Noche, manifestacin negativa y mutacin de las cosas); tal fu el occidente y tal fu el oriente, el objeto y el medio, el trmino y el origen de la primera manifestacin fenomenal. 6. Declarando luego su voluntad, dijo Dios: --Habr una expansin etrea en centro de las aguas; habr un fuerza rarefaciente que operar la separacin de sus facultades opuestas. 7. Y l, el Ser de los Seres, hizo esta Expansin etrea; excit este movimiento de separacin entre las facultades inferiores de las aguas y sus facultades superiores; y se hizo as. 8. Dios design esta expansin etrea con el nombre de Cielos, las aguas exaltadas: y tal fu el occidente y el oriente, el objeto y el medio, el trmino y el origen de la segunda manifestacin fenomenal. 9. Dios dijo an ms: --Las ondas inferiores y gravitantes de los cielos, tendern irremisiblemente hacia un punto determinado, nico; y la Aridez aparecer; y as se hizo. 10. Design a la Aridez con el nombre de Tierra, elemento terminante y final, y al punto hacia el cual deberan tender las aguas, lo llam Mares, inmensidad acuosa; y considerando Dios estas cosas, vi que seran buenas. 11. Al seguir declarando su voluntad, dijo Dios: --La Tierra har vegetar una hierba vegetante que germiene de un germen innato, una substancia fructuosa llevando su propio fruto segn su especie y poseyendo en s la potencia semental; y as se hizo. 12. La Tierra hizo crecer de su seno una hierba vegetante que germin de un germen innato, segn su especie, una substancia fructuosa, poseyendo en s su potencia semental segn la suya; y Dios, el Ser de los Seres, considerando estas cosas, vi que seran buenas. 13. Y tal fu el occidente y tal fu el oriente, el objeto y el medio, el trmino y el origen de la tercera manifestacin fenomenal.

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14. Declarando siempre su voluntad, Dios dijo: --Habr en la Expansin etrea de los cielos, centro de luz, destinados a ejecutar el movimiento de separacin entre el da y la noche y a servir de signos en lo venidero para las divisiones temporales, para las manifestaciones fenomenales del universo y para las mutaciones ontolgicas de los seres. 15. Y sern dichos Centros de luz como focos sensibles encargados de hacer estallar la Luz inteligible sobre la tierra: y as se hizo. 16. Dios, el Ser de los Seres, determin la existencia potencial de esta Diada de grandes focos luminosos; destinando el mayor a la representacin del da y el ms pequeo a la de la noche; y determin tambin la existencia de las facultades virtuales del Universo, las estrellas. 17. Poniendo estos focos sensibles en la expansin etrea de los cielos para hacer estallar la Luz inteligible sobre la tierra. 18. Para manifestarse en el da y en la noche, y para operar el movimiento de separacin entre la claridad y la obscuridad; y considerando estas cosas Dios, el Ser de los Seres, vi que seran buenas. 19. Y as fu el occidente y as fu el oriente,el objeto y el medio, el trmino y el punto de partida de la cuarta manifestacin fenomenal. 20. Luego dijo Dios: --Las aguas emitirn abundantemente los principios vermiformes y voltiles de un espritu vital, movible sobre la tierra y agitndose en la expansin etrea de los cielos. 21. Y l, el Ser de los Seres, cre la existencia potencial de esas inmensidades corporales, legiones de monstruos marinos y la de todo espritu vital, animado de un movimiento reptiforme, del cual las aguas emitan abundantemente el principio,segn su especie, y la de toda ave de alas fuertes y giles, segn su especie; y considerando estas cosas, Dios vi que eran buenas. 22. Bendijo estos seres y les declar su voluntad, dicindoles: --Propagaos y multiplicaos y ocupad las aguas de los mares a fin de que la especie voltil se multiplique sobre la tierra. 23. Tal fu el occidente y tal fu el oriente, el objeto y el medio, el trmino y el punto de partida de la quinta manifestacin fenomenal. 24. Dios dijo tambin: --La Tierra emitir de su seno un soplo de vida segn su especie, animando de un movimiento progresivo, cuadrpedo y reptil, Animalidad terrestre, segn su especie; y as se hizo. 25. As l determin, el Ser de los Seres, la existencia potencial de esta Animalidad terrestre, segn su especie, y la del Gnero cuadrpedo, segn su especie; y considerando estas cosas, juzg que seran buenas. 26. Siguiendo siempre declarando su voluntad, Dios dijo: --Haremos Adn, el Hombre universal reflejo de nuestra imagen, siguiendo las leyes de nuestra accin asemejadora, y a fin de que, potencia colectiva, tenga el imperio universal y domine a la vez sobre los peces de los mares y sobre las aves del cielo, sobre los cuadrpedos y sobre todo ser que ande arrastrndose sobre la tierra. 27. Y Dios, el Ser de los Seres, cre la existencia potencial de Adn, Hombre universal reflejo suyo; bajo Su imagen lo cre, y, potencia colectiva, la identific igualmente en macho y hembra.

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28. Bendijo su existencia colectiva y les declar colectivamente su voluntad, diciendo: --Propagad y multiplicaos, poblad la Tierra y sojuzgadla; guardad el imperio universal y dominad sobre los peces del mar y las aves del cielo y sobre todo objeto que disfrute de vida sobre la Tierra. 29. Dios les manifest igualmente esto: Os he dado, sin excepcin, toda la hierba que germina de un germen innato sobre la superficie entera de la Tierra, as como toda la materia que lleva su propio fruto y que posee en s la fuerza procreadora, para que os sirva de alimento; 30. Y a toda la animalidad terrestre y a todas las especies voltiles y las que se muevan arrastrndose sobre la Tierra y poseyendo en s el principio innato de un soplo animado de vida, he dado la totalidad de las verdes plantas para alimento. Y as se hizo. 31. Considerando entonces todas estas cosas, que l hizo en potencia, como presentes ante l, Dios vi que seran buenas en su medida. Tal fu el occidente y tal fu el oriente, el objeto y el medio, el fin y el origen de la sexta manifestacin fenomenal.

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CAPITULO II LA DISTINCIN 1. As, antes de ser acabados, se realizaron en potencia los Cielos y la Tierra y la Ley reguladora que debera presidir su desenvolvimiento. 2. Y el Ser de los Seres, habiendo terminado la sptima manifestacin fenomenal, el acto soberano que haba concebido, volvi a su primitivo estado en este sptimo perodo, despus de la completa realizacin de la obra divina que haba efectuado. 3. Es as que Dios bendijo esta sptima manifestacin fenomenal y santific para siempre su existencia simblica, siendo ste el tiempo de su vuelta al primitivo estado despus de la acabada realizacin del acto soberano del cual haba hecho el designio segn su potencia eficiente. 4. Tal es la manera de generarse los Cielos y la Tierra, siguiendo su creacin, el da en que Jehov Dios, desplegando su fuerza creadora, hizo en principio los Cielos y la Tierra. 5. Y la completa concepcin de la Naturaleza, antes que la Naturaleza existiera sobre la Tierra y su fuerza vegetativa y an antes de que pudiera vegetar, pues Jehov, El Ser de los Seres, no hizo que lloviera sobre la Tierra, y el universal Adn no exista todava en substancia actual para elaborar y estar al servicio del Elemento adnico. 6. Pero una emanacin virtual que suba con energa del seno de la Tierra, regaba toda la extensin de este elemento. 7. Despus, Jehov, El Ser de los Seres, habiendo formado la substancia de Adn de la sublimacin de las partes ms sutiles del Elemento adnico, infundi en su entendimiento una esencia emanada de la Vida y desde entonces Adn, el Hombre universal , volvise una imagen del Alma viviente universal. 8. Inmediatamente, Jehov traz un cerco orgnico en la esfera de la sensibilidad temporal, extracto de la prioridad universal de los tiempos, y en l situ a Adn que l haba formado para la eternidad. 9. Orden a dicho elemento que hiciera crecer toda clase de especie vegetal, tan bella a la vista, segn su naturaleza, como agradable al gusto, y quiso al mismo tiempo que el principio substancial de la Vida se desarrollara en medio del cerco organizado con la materia propia del bien y del mal. 10. Con todo esto, una emanacin luminosa, cual un vasto ro, manaba de la esfera sensible para la vivificacin del cerco organizado; partase all y apareca al exterior segn la potencia cuaternaria multiplicadora, bajo cuatro principios. 11. El nombre del primero de estos principios emanantes, fu Phishon; es decir, la realidad fsica, el ser aparente; circundaba completamente la tierra de Havila, la energa virtual, origen del oro. 12. Y el oro de aquella tierra, emblema del reflejo luminoso, era bueno. Era tambin patria del Bdellio, divisin misteriosa, y de la piedra Shham, sublimacin universal. 13. El nombre del segundo de estos principios era Gihon, el movimiento formativo; rodeaba completamente la tierra de Choush, el principio gneo.

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14. El nombre del tercero de dichos principios que manaban, era Hiddekel, el rpido propagador sirviendo de vehculo al principio de la felicidad. El cuarto, en fin, recibi el nombre de Eufrates, a causa de la fecundidad de que era fuente. 15. As pues, Jehov, el Ser de los Seres, habiendo tomado a Adn, el hombre universal, lo situ en el recinto organizado de la sensibilidad temporal, para que l lo labrara y cuidara con el mejor cuidado. 16. Y Jehov le recomend vivamente, declarndole su voluntad: "puedes alimentarte sin temor de todas las substancias vegetativas del recinto organizado," 17. "Mas de la materia propia del conocimiento del bien y del mal, gurdate de hacer el menor consumo, pues en el mismo da que t te nutrirs de l, te volvers mudable y morirs". 18. Luego Jehov, el Ser de los Seres, dijo: --No es bueno que Adn est en la completa soledad. Le crear una compaera, una ayuda elemental, emanada de l mismo, y formada segn su imagen. 19. Ahora bien, l haba formado fuera del elemento adnico toda la animalidad de la naturaleza terrestre y todas las especies voltiles de los cielos; los hizo ir hacia Adn para ver qu nombre relativo a s mismo asignara este Hombre universal a cada especie; y todos los nombres que asign a estas especies, en sus relaciones con l, fueron la expresin de sus relaciones con el Espritu viviente universal. 20. As, pues, Adn confiri nombres a la especie completa de los cuadrpeda, a la de las aves y, en general, a toda la animalidad de la naturaleza; pero fu muy difcil de encontrar la compaera, esta ayuda elemental, que emanada de l mismo y formada en la reflexin de su luz, deba ofrecerle su imagen reflejada. 21. Entonces Jehov, el Ser de los Seres, dej caer un sueo profundo y simptico sobre este Hombre universal, que se durmi repentinamente, y rompiendo la unidad de sus cubiertas, tom una de ellas y revisti de forma y belleza corporal su pobreza original. 22. Luego restableci esta envoltura que haba extrado de la propia materia de Adn, para hacerla servir de base de la de Aishah (Eva) su compaera intelectual y la dirigi hacia l. 23. Adn, declarando su pensamiento dijo: esto es verdaderamente materia de mi materia y forma de mi forma, y la llam Aishah, facultad volitiva eficiente, a causa del principio volitivo intelectual Aish, del cual ella haba sido arrancada en substancia. 24. He aqu el por qu el hombre intelectual, Asih, tuvo que dejar a su padre y a su madre y reunirse a su compaera intelectual, Aisha, su facultad volitiva, con objeto de no formar con ella ms que un solo ser bajo una misma forma. 25. Adems, estaban completamente descubiertos el uno frente al otro, sin que ningn velo corporal disfrazara sus concepciones mentales, el universal Adn y su facultad volitiva, Aisha, y no se guardaban entre s el menor pudor.

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CAPITULO III 1. Empero, Nahash, la Atraccin original, el Deseo, este deseo interno, apetecedor, era la pasin avasalladora de la vida elemental, el principio interior de la Naturaleza, obra de Jehov. Ahora bien, esta Pasin insidiosa dijo a Aisha, la facultad volitiva de Adn: Por qu os recomend Dios que no os alimentrais de toda la materia de la esfera organizada? 2. Y la Facultad volitiva respondi a este Deseo ardiente: --podemos alimentarnos sin temor del fruto primordial del recinto organizado. 3. Pero en cuanto al fruto de la substancia misma que est en medio de este recinto, Dios nos dijo: no os alimentaris con l, no hagis aspirar vuestra alma en l, pues corris peligro de alcanzar la muerte. 4. Entonces Nahash, la atraccin original prosigui: no, no es inevitablemente con la muerte con lo que se os castigar, 5. Sino que sabiendo Dios perfectamente que el da en que os alimentaris con este fruto, vuestros ojos se abrirn a la luz, teme que vosotros no seis iguales a l, que conozcas el bien y el mal. 6. Aishah la facultad volitiva, habiendo considerado que en efecto este fruto, mutuamente deseado por el sentido del gusto y por el de la vista, pareca bueno, y halagada con la esperanza de universalizar su inteligencia, tom del fruto y comi, y di parte tambin con intencin, a su principio intelectual, Aish, al cual estaba estrechamente unida, quien lo comi. 7. Y de repente sus ojos se abrieron igualmente y se dieron cuenta que estaban desprovistos de virtud, de luz propia, que eran estriles y estaban revelados en un obscuro principio. Entonces crearon por encima de ellos una nube sombra, velo de tristeza y de duelo mutuos y se hicieron ligeros ropajes. 8. No obstante oyeron la propia voz de Jehov pasendose por el cerco organizado, conforme el soplo espiritual de la luz del da. El universal Adn se escondi de la presencia de Jehov con su facultad volitiva, en medio de la materia del recinto organizado. 9. Pero Jehov, el Ser de los Seres, hizo que le oyera Adn y le dijo: A dnde te llev tu voluntad?. 10. Y Adn respondi: He odo tu vos dentro del recinto y, viendo que estaba desnudo de virtud, estril, revelado en mi obscuro principio, me escond. 11. Y el Ser de los Seres, prosigui: Quin te ha descubierto que estabas desnudo as, si no ha sido el usar de la nica fruta que expresamente te indiqu no comieras? 12. Y Adn respondi a su vez: Aisha, la facultad volitiva que me distes por compaera, es quien me ofreci de este fruto y de l com. 13. Entonces Jehov dijo a la Facultad volitiva: --Por qu hiciste eso?. Y Aisha respondi: Nahash, la pasin insidiosa caus mi extravo, y com del fruto. 14. Y Jehov, dijo a Nahash, la atraccin original: --Puesto que t has causado esta desgracia, t sers una pasin maldita en el seno de la especie animal, en medio de todo lo que vive en la Naturaleza; por tu inclinacin perfidiosa actuars del modo ms bajo, y te alimentars toda tu vida de las emanaciones ms ordinarias.

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15. Crear una profunda antipata entre t, Pasin ansiosa, y Aisha, la facultad volitiva; entre tus producciones y las suyas; las suyas imprimirn en ti el principio del mal y las tuyas imprimirn en ella las consecuencias de su falta. 16. Dirigindose a Aisha, la facultad volitiva le dijo: multiplicar el nmero de obstculos fsicos de todas clases opuestos a la realizacin de tus deseos, aumentanto asimismo el nmero de tus quimeras morales y de tus partos. Con trabajo y con dolor dars el ser a tus simientes e irs hacia tu principio intelectual, arrastrada por tu inclinacin, pero sufrirs su dominio, enseorendose ste de ti. 17. Y al hombre universal, Adn, dijo luego: Puesto que has odo a la luz de tu facultad volitiva y que t te nutriste con aquel fruto del cual te prohib expresamente hicieras uso, maldito sea el elemento adnico, homogneo y similar a ti y para ti; con fatiga estars obligado a comer de ella en todos los momentos de tu vida. 18. Y las creaciones espinosas, incultas y desordenadas, germinarn abundantemente para ti; te nutrirs de los frutos speros y secos de la Naturaleza ms elemental. 19. Con ellos te nutrirs en la agitacin continua de tu espritu hasta el momento de tu reintegracin al Elemento adnico, homogneo y similar a ti; pues como procedes de dicho elemento y del cual eres una emanacin vaporosa, a esta emanacin vaporosa debes t ser reintegrado. 20. Entonces el universal Adn asign a su facultad volitiva Aisha el nombre de Eva, existencia elemental, a causa de que ella era el origen de todo lo que constituye esta existencia. 21. Y Jehov hizo para Adn y para su compaera intelectual unos ropajes protectores, con los cuales los visti cuidadosamente. 22. Y habl Jehov, por l los Dioses: He aqu a Adn, el Hombre universal, transformado en un semejante nuestro por su conocimiento del bien y del mal. Mas entonces, temiendo que alargara la mano y cogiera tambin del elemento substancial de la Vida, comiera de l y siquiera en el estado en que se hallaba por toda la eternidad, 23. Jehov lo alej de la esfera organizada de la sensibilidad temporal, para que elaborara y cuidara este elemento adnico, del cual haba sido tomado. 24. As alej de su puesto a este Hombre universal y desde el principio de anterioridad de los tiempos hizo residir en la esfera sensible y temporal a un ser colectivo llamado Querubn, semejante a la potencia multiplicadora universal, armado de la llama incandescente de la exterminacin, agitndose sin cesar de todos lados, para guardar el camino de la materia elemental de la Vida.

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CAPITULO IV LA TRANSFORMACIN 1. Con todo eso, Adn, el hombre universal, conoci a esta Eva, la existencia elemental, como su facultad volitiva eficiente, y ella concibi y pari a Can, el fuerte y el poderoso transformador, el que centraliza, abarca y asimila a s; y ella dijo: He formado, segn mi naturaleza, un principio intelectual de la esencia misma de Jehov y semejante a l. 2. A este parto sigui el de su hermano Abel, el dulce y pacfico liberador, el que desata y suelta, el que disipa y huye del centro. As Abel estaba destinado a dirigir el desenvolvimiento del Mundo corpreo, y Can a labrar y cuidar el Elemento adnico. 3. De este modo fu como de la cima de los mares, Can hizo elevar hacia Jehov una ofrenda de frutos de este mismo elemento, 4. Al paso que Abel ofreci tambin una ofrenda de las primicias del Mundo que l diriga y de las virtudes ms eminentes de sus creaciones. Pero habindose mostrado Jehov propicio hacia Abel y su ofrenda, 5. No hizo lo mismo con Can y su oblacin; lo cual caus un violento disgusto en ste, el fuerte y poderoso transformador, que descompuso su fisonoma y le dej completamente abatido. 6. Entonces Jehov dijo a Can: Por qu este disgusto por tu parte? De qu proviene tu semblante tan descompuesto y abatido? 7. No es verdad que si hicieras el bien, t llevaras el signo? Y si t no lo haces, al contrario, el vicio se dibuja en tu frente? Qu te arrastra, convirtindose en tu inclinacin y que te reflejas exactamente en l? 8. Luego, declarando Can su pensamiento a Abel, su hermano, le manifest su voluntad. Y acaeci mientras ellos estaban juntos en medio de la naturaleza fecunda, que Can, el violento centralizador, se alz con vehemencia contra su hermano Abel, el dulce y pacfico liberador, lo abrum con sus fuerzas y lo inmol. 9. Y Jehov dijo a Can: Dnde est tu hermano Abel? A lo que Can respondi: -No lo s; es que soy su guardin?. 10. Y Jehov prosigui: --Qu has hecho? La voz lamentadora de las generaciones que debieron proceder de tu hermano y serle semejantes, se levantan hasta m desde el elemento adnico. 11. Ahora, pues, maldito seas, por este mismo elemento cuya avidez ha podido absorber, por obra de tu mano, a las generaciones homogneas que debieron proceder de tu hermano. 12. Cuando t lo laborars, no juntar su fuerza virtual a tus esfuerzos. Agitado por un movimiento de duda y espanto, andars errante por la tierra. 13. Can dijo entonces a Jehov: --Que mi inquietud sea grande, para lograr la purificacin. 14. Mira. T me echas hoy del Elemento adnico: yo me debo apartar completamente de tu presencia; presa de un movimiento de duda y espanto, andar errante sobre la Tierra, y as cualquier ser que me halle podr matarme. 15. Pero Jehov, exponiendo su voluntad, le habl as: --Todo ser que creer matar a Can, el fuerte y poderoso transformador, ser al contrario, quien lo ensalzar siete

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veces. Luego, Jehov puso una seal a Can para que ningn ser que pudiera encontrarle, le perjudicara. 16. Y Can se apart de la presencia de Jehov, y se fu a vivir a la tierra del destierro, de la discordia y el terror, que es el principio anterior de la sensibilidad temporal. 17. No obstante, Can conoci su facultad volitiva eficiente y sta concibi y di a luz a Henoch, la fuerza central y fundadora; luego psose a edificar un circuito esfrico, un recinto fortificado, al cual di el nombre de su hijo Henoch. 18. Y a este mismo Henoch le fu concedido el dar la existencia a Whirad, el movimiento excitador, la causa motriz; y Whirad di origen a Mehoujael, la manifestacin fsica, la realidad objetiva, y Mehoujael di vida a Methoushael, el atrayente abismo de la muerte, y Methoushael engendr a Lamech, el nudo que detiene la disolucin, el lazo flexible de las cosas. 19. Ahora bien, Lamech tom para s como esposas corporales, dos facultades fsicas; el nombre de la primera era Whadah, la evidente, y el de la segunda, Tzilla, la profunda, la obscura, la velada. 20. Whadah di a luz a Jabal, principio acuoso, del que manan la abundancia y la fertilidad fsicas, padre de aquellos que habitan las viviendas fijas y elevadas y que reconocen la propiedad. 21. Y Jabal tuvo por hermano a Toubal, fludo universal, el principio areo, de donde manan la alegra y la prosperidad moral, padre de aquellos que se dedican a las concepciones luminosas y dignas de amor: las ciencias y las artes. 22. Y Tzilla tambin di nacimiento a Thoubal-Can, la difusin central, principio mercurial y mineral instructor de aquellos que se entregan a los trabajos mecnicos, que excavan las minas y forjan el hierro. Y la hermana de Thoubal-Can fu Nawhomah, el principio de unin y asociacin de los pueblos. 23. Entonces Lamech, el nudo que detiene la disolucin, dijo a sus dos facultades fsicas, Whadah y Tzilla: Od mi voz, esposas de Lamech; prestad atencin a mis palabras: Pues, del mismo modo que yo he destrudo al intelecto individualizado por su facultad volitiva, para ensancharme y extenderme, asimismo he destrudo el espritu de raza para construirme en cuerpo de pueblo. 24. As como ha sido dicho que el que quisiera matar a Can, el poderoso transformador, septuplicara sus fuerzas constitutivas centralizadoras, aquel que quiera matar a Lamech, el flexible lazo de las cosas, le aumentar setenta y siete veces la potencia unificadora. 25. Sin embargo, Adn, el Hombre universal, conoci de nuevo a su facultad volitiva eficiente y ella le di un hijo, al cual haba dado el nombre de Sheth, la base, el fondo de las cosas, pues haba dicho: Dios fij en m la base de otra generacin, producida por la desaparicin de Abel, en el momento en que fu inmolado por Can. 26. Y fu concedido igualmente a Sheth el poder engendrar un hijo, al cual di el nombre de Aenosh, o sea el ser mudable, el hombre corpreo: y desde entonces le fu permitido esperar un consuelo a sus males invocando el nombre de Jehov.

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CAPITULO V LA COMPRENSIN FACULTATIVA 1. Este es el libro de las generaciones caractersticas de Adn, el Hombre universal, desde el da en que Dios lo cre, siguiendo las leyes de su accin asimilatriz, y determin su existencia potencial, 2. Crendolo de manera colectiva: macho y hembra, causa y medio; bendicindolo bajo este nexo colectivo y dndole el nombre universal de Adn, el mismo da en que lo haba creado universalmente. 3. Ahora bien, Adn exista ya haca tres dcuplos y un centenar de mutaciones ontolgicas temporales, cuando le fu dado engendrar por medio de su facultad asimilatriz y reflejado en su imagen, un ser emanado, al cual di el nombre de Sheth, estando destinado ste a ser la base y el propio fondo de las cosas. 4. Y los perodos luminosos de Adn, despus que pudo engendrar a Sheth, fueron en nmero de ocho centenas de mutacin; y di origen a otros seres de l emanados. 5. As, el nmero total de perodos luminosos de Adn durante los cuales existi, fu de nueve centenas enteras y tres dcuplos de mutacin ontolgica temporal; y desapareci. 6. Sin embargo Sheth, la base de las cosas, llevaba ya cinco mutaciones temporales y una centena de mutacin cuando engendr a Aenosh, el ser mudable, el hombre corpreo. 7. Y Sheth vivi, an despus de esta generacin, siete mutaciones temporales y ocho centenas enteras de mutacin; y cre otros seres de l emanados. 8. As, los perodos luminosos durante los cuales Sheth existi, fueron en conjunto: dos mutaciones temporales, un dcuplo y nueve centenas enteras de mutacin; luego muri. 9. A su vez Aenosh, el hombre corpreo viva ya haca nueve dcuplos de mutacin temporal, cuando di el ser a Cainan, es decir aquel que se apropia, que invade, que abarca la generalidad de las cosas. 10. Y Aenosh vivi todava despus de esta generacin, cinco mutaciones temporales, un dcuplo y ocho centenas enteras de mutacin y engendr a otros seres dimanados de l. 11. As el nmero total de perodos de Aenosh se eleva a cinco mutaciones temporales y nueve centenas completas de mutacin; despus desapareci. 12. Mientras tanto Cainan, el abarcamiento general, llevaba siete dcuplos de mutacin temporal cuando engendr a Mahollael, la exaltacin poderosa, el esplendor. 13 Y Cainan vivi, an despus de esta generacin, cuatro dcuplos de mutacin temporal y ocho centenas completas de mutacin; y produjo otros seres dimanados de l. 14. As, los perodos luminosos de Cainan, fueron en total: diez mutaciones temporales y nueve centenas enteras de mutacin y se extingui.

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15. A su vez Mahollael, la exaltacin poderosa, el esplendor, llevaba viviendo ocho mutaciones y seis dcuplos de mutacin temporal, cuando engendr a Ired, el movimiento perseverante en exaltacin o en decadencia. 16. Y Mahollael vivi, an despus de esta generacin, tres dcuplos de mutacin temporal y ocho centenas enteras de mutacin; y cre otros seres dimanados de l. 17. As el nmero total de perodos luminosos de Mahollael, la exaltacin glorificada, fu de cinco mutaciones temporales, nueve dcuplos y ocho centenas completas de mutacin; luego muri. 18. Tambin Ired, el movimiento perseverante, llevaba viviendo dos mutaciones temporales, seis dcuplos y una centena completa de mutacin, cuando di el ser a Henoch, el movimiento de centralizacin y de contricin, que hace estable y consolida el bien o el mal. 19. Ahora bien, Ired todava vivi despus de esta generacin, ocho centenas enteras de mutacin temporal; y cre otros seres dimanados de l. 20. As en total los perodos luminosos de Ired, el movimiento perseverante en exaltacin o en decadencia, fueron en nmero de dos mutaciones temporales, seis dcuplos y ocho centenas enteras de mutacin; y despus desapareci. 21. A su vez Henoch, el movimiento de centralizacin, haba vivido ya cinco mutaciones temporales y seis dcuplos, cuando di a la existencia a Methoushale, la emisin de la muerte. 22. Y Henoch, el movimiento de contricin y sentimiento de penitencia, sigui siempre los pasos de Aelohim, Dios, despus de esta generacin y engendr otros seres emanados de l. 23. Y el nmero de sus perodos luminosos fu de cinco mutaciones temporales, seis dcuplos y tres centenas de mutacin. 24. Como continu siguiendo constantemente los ejemplos de Aelohim, Dios, dej de existir sin dejar de ser, pues el Ser de los Seres le llev hacia s. 25. A su vez Methoushale, la huella dardo de la muerte, llevaba viviendo siete mutaciones temporales, ocho dcuplos y siete centenas enteras de mutacin cuando engendr a Lamech, el nudo que ata la disolucin y la detiene. 26. Ahora bien, Methoushale vivi todava, despus de esta generacin, dos mutaciones temporales, ocho dcuplos y siete centenas enteras de mutacin y produjo otros seres emanados de l. 27. As los perodos luminosos de Methoushale, la emisin de la muerte, fueron en total nueve mutaciones temporales, seis dcuplos y nueve centenas de mutacin, y acab su vida. 28. Mientras tanto Lamech, el flexible lazo de las cosas, haba vivido dos mutaciones temporales, ocho dcuplos y una centena entera de mutacin cuando engendr un hijo. 29. Le confiri el nombre de No, el reposo de la Naturaleza elemental, dicindose: ste dulcificar nuestra existencia y aliviar los trabajos cuyo peso insoportable abruma nuestras facultades, a causa del Elemento adnico cuyo principio ha maldecido Jehov con fuerza.

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30. Ahora bien, Lamech vivi todava despus de haber dado nacimiento a este hijo, cinco mutaciones temporales, nueve dcuplos y cinco centenas enteras de mutacin y engendr otros seres de l dimanados. 31. El nmero total de perodos luminosos de Lamech, el dulce lazo de las cosas, fu de siete mutaciones temporales, siete dcuplos y siete centenas enteras de mutacin y acab su vida. 32. As No, el reposo de la existencia elemental, era el hijo de cinco centurias de mutacin temporal ontolgica, cuando di vida a Shem, el que es encumbrado y brillante, a Cham, el encorvado y fogoso ardiente, y a Japhet, el que es propagado.

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CAPITULO VI LA MEDIDA PROPORCIONAL 1. Y fu una consecuencia necesaria de la cada de Adn y de la disolucin de este Hombre universal, el que formas sensibles y corpreas naciesen de sus divisiones sobre la faz de la tierra, y fueran engendradas abundantemente. 2. Es as que los seres emanados de Aelohim, Dios, efluvios espirituales, habiendo considerado estas formas sensibles, las hallaron agradables y se unieron como facultades generadoras a todas las que les pluguieron [o placieron] de preferencia. 3. No obstante Jehov haba dicho: mi soplo vivificador no se prodigar ya jams en la inmensidad de los tiempos, en el Universal Adn, cuya generacin es tan rpida como general; puesto que se ha vuelto corpreo, sus perodos luminosos no sern mas que un centenar y dos dcuplos de mutacin temporal. 4. En aquel tiempo, los Nefileos, los elegidos entre los hombres, los Nobles, existieron sobre la tierra; procedan de la reunin de los efluvios espirituales con las formas sensibles, despus que los seres emanados de Dios hubieron fecundado a las producciones corpreas del Universal Adn; fueron los ilustres valerosas, los hroes, esos famosos hiperbreos cuyos nombres han sido clebres en la inmensidad de los tiempos. 5. Entonces Jehov, considerando que la perversidad de Adn aumentaba cada vez ms en la Tierra, y que este ser universal no conceba ms que malos pensamientos, anlogos a la corrupcin de su corazn y llevando con ellas el contagio del vicio sobre todo este perodo luminoso, 6. Renunci completamente a la esmerada conservacin que daba a la existencia de Adn en la Tierra, reprimiendo a su propio corazn y convirtise en severo. 7. Y dijo: De la faz del Elemento adnico har desaparecer la existencia de este hombre universal que he creado; la extinguir desde el reino hominal hasta el cuadrpedo, desde el reptil hasta los pjaros del cielo, pues he renunciado enteramente al excelente cuidado a causa del cual yo los haba hecho. 8. No solamente, el reposo de la Naturaleza elemental, hall gracia a los ojos de Jehov. 9. De este modo fueron las generaciones caractersticas de No; de No, principio intelectual, manifestando la justicia de las virtudes universales en los perodos de su vida; de No siempre dispuesto a seguir los pasos de Aelohim, Dios. 10. No, el reposo de la existencia, haba engendrado una triada de seres emanados; Sem, la brillante preeminencia; Cham, la obscura inclinacin, y Japhet, la extensin absoluta. 11. As pues, la Tierra envilecida, rebajada, se degradaba ante los ojos de Dios, revistindose cada vez ms de un ardor tenebroso y devorador. 12. Y Dios, considerando la Tierra, vi que su degradacin tena por causa el envilecimiento de toda corporeidad viviente, en la cual la ley se haba relajado. 13. Entonces exponiendo su idea dijo a No: el trmino de toda corporeidad viviente se aproxima a mis ojos; la Tierra est colmada de un ardor tenebroso y devorador que la degrada y envilece de un extremo al otro; heme aqu, dejando nacer de esta misma degradacin, el envilecimiento que ella aporta y la destruccin.

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14. Hazte una Thebah, un encierro grato; hazla de una materia elemental conservadora; compnla de cmaras y bodegas de comunicacin; y unta la envoltura, tanto interior como exterior con una materia condensada y bituminosa. 15. Del siguiente modo hars t esta vivienda misteriosa, esta Thebah; le dars tres cntuplos de la unidad de medida en longitud, cinco dcuplos en latitud y tres dcuplos en grosor. 16. Segn la misma medida reguladora, t hars la perforacin orbicular de este encierro en su parte superior, accesible a la luz y dirigindola; pondrs su dilatacin en la parte opuesta y hars las partes inferiores dobles o triples. 17. Y heme aqu, a m mismo, conduciendo sobre la Tierra el gran flujo de las aguas para destruir y consumir completamente en ella toda materia corprea poseyendo en s el soplo de Vida; todo lo que est sobre la Tierra y bajo los cielos, expirar. 18. Pero dejar subsistir mi fuerza creadora cerca de ti: e irs a la Thebah t y tus hijos, los seres dimanados de ti y la facultad volitiva eficiente y las facultades corporales de los seres emanados de ti, junto contigo. 19. Y t hars ir a la Thebah a ese refugio misterioso, a los seres de toda condicin y toda forma, pareja por pareja, a fin de que sigan existiendo contigo; sern todos estos seres macho y hembra. 20. Del gnero voltil y del cuadrpedo, segn su especie, y de todo animal reptiforme oriundo del elemento adnico; las parejas de cada especie irn contigo para conservar all su existencia. 21. Y t, no obstante, toma de todo alimento capaz de nutrir; gurdalo contigo, para que te sirva de sustento, para ti y para ellos. 22. Y No, haciendo todas estas cosas, se conform en todo lo que sabiamente le haba prescrito Aelohim, Dios.

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CAPITULO VII LA CONSUMACIN DE LAS COSAS 1. Y Jehov dijo a No: Ven, y contigo todo lo tuyo, al interior de la Thebah, el asilo mutuo; pues tu naturaleza se ha mostrado buena a mis ojos en estos tiempos de perversin. 2. Toma del gnero cuadrpedo siete parejas de cada especie pura, y compuesta cada pareja del principio y su facultad volitiva eficiente; y dos parejas de cada especie impura, compuesta igualmente del principio y su facultad volitiva eficiente. 3. Toma tambin del gnero voltil de los cielos siete parejas de cada especie, macho y hembra, con objeto de conservarles la existencia semental en la tierra. 4. Pues en el sptimo perodo actual de las manifestaciones fenomenales, yo har mover el elemento acuoso sobre la Tierra durante cuatro dcuplos de da y cuatro dcuplos de noche, a fin de extinguir completamente en el elemento adnico esta naturaleza substancial y plstica que le cre. 5. Y No se aplic con exactitud a todo lo que sabiamente le haba recomendado Jehov. 6. Con todo eso, No proceda de seis centenas completas de mutacin temporal ontolgica, es decir, que l haba dimanado como reposo de la Naturaleza elemental, cuando la gran intumescencia de las aguas comenz a verificarse sobre la Tierra. 7. Y No, acompaado de los seres emanados de l, de su facultad volitiva eficiente y de las facultades fsicas dependientes de sus creaciones, fuese hacia la Thebah, la vivienda misteriosa, a fin de evitar las aguas de la gran intumescencia. 8. Del gnero cuadrpedo y del gnero cuadrpedo impuro, del gnero voltil y de todo lo que est animado de movimiento reptiforme sobre el Elemento adnico: 9. Las parejas de toda especie, macho y hembra, se fueron hacia No, el reposo de la existencia, en el asilo mutuo de la Thebah, como lo haba sabiamente indicado El Ser de los Seres. 10. As fu como en la sptima manifestacin fenomenal las aguas de la gran inundacin se hallaron sobre la Tierra. 11. En el sexto cntuplo de la mutacin ontolgica de las vidas de No, durante el segundo novilunio, en el dcimo sptimo perodo luminoso de este novilunio, en el mismo da, fueron abiertas todas las fuentes del abismo potencial y desatadas en los cielos las fuerzas multiplicadoras de las aguas entregadas a su natural movimiento de dilatacin. 12. Y la cada de la atmsfera acuosa, proyectndose en masa y sin interrupcin sobre la Tierra, tuvo lugar durante cuatro dcuplos de da y cuatro dcuplos de noche. 13. En el comienzo mismo de esta sptima manifestacin fenomenal, No, el reposo de la existencia elemental, habase retirado a la Thebah junto con Shem, la exaltacin brillante, Cham, la inclinacin tenebrosa y Japheth, el espacio dilatado, generaciones emanadas de l, su facultad volitiva eficiente y las tres facultades fsicas de sus generaciones.

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14. Y con ellos la Vida entera de la Naturaleza animal, segn su especie; todo cuadrpedo, todo reptil arrastrndose sobre la Tierra, todo voltil, cada uno segn su especie; todo ser corredor, todo ser volador. 15. Todos, pareja por pareja, furonse cerca de No, en la Thebah, cualquiera que fuera su forma y poseyendo en s el soplo de Vida. 16. Avanzando simultneamente macho y hembra, de todas formas y apariencias, dispuestos a seguir el movimiento imprimido por el Ser de los Seres y de los cuales Jehov seal el fin, por su alejamiento. 17. Mientras tanto, la gran inundacin continuaba teniendo lugar sobre la Tierra, cuatro dcuplos de da, las aguas aumentaron cada vez ms su caudal y llevaron en su seno la Thebah, elevada por encima de la Tierra. 18. Ellas invadieron y dominaron la Tierra entera y se crecieron en todos sentidos, mientras que, siguiendo todos sus movimientos, la Thebah flotaba en la superficie de las olas. 19. Las aguas prevalecieron en fin segn todo el alcance de sus fuerzas, y de tal modo, que las montaas ms elevadas que se encuentran bajo el cielo, fueron cubiertas por aqullas. 20. Sobrepasaron por encima de sus cimas cinco unidades y un dcuplo de medida, y cubrieron completamente toda las alturas. 21. As fu disuelta y desvanecida toda forma corprea movindose sobre la Tierra, en el ave, en el cuadrpedo, en la existencia animal, en la Vida original y vermiforme, salida de la Tierra y todo Hombre universal, todo Adn. 22. Todo aquello que posea una esencia emanada del espritu de Vida en su comprensin espiritual, desapareci alcanzado por las olas destructoras. 23. El menor rastro de la naturaleza material y plstica fu borrado del Elemento adnico, desde el reino hominal hasta el cuadrpedo, desde el reptiforme hasta el ave de los cielos; y todos los seres, destrudos por igual, desaparecieron de la Tierra. No qued ms que No, el reposo de la Naturaleza elemental, y lo que estaba junto a l dentro la Thebah, el sagrado retiro. 24. Y las aguas prevalecieron sobre la Tierra y dominaron cinco dcuplos y un centenar de perodos luminosos.

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CAPITULO VIII EL HACINAMIENTO DE LAS ESPECIES 1. Pero Dios se acord de la existencia de No, de la de la vida animal y de todo el gnero cuadrpedo, encerrados juntos en la Thebah, el refugio sagrado, e hizo pasar, de Oriente a Occidente, un viento sobre la Tierra que contuvo la invasin de las aguas. 2. Y las fuentes del abismo potencial fueron cerradas, las fuerzas multiplicadoras de las aguas se detuvieron en los cielos y la atmsfera acuosa que ca en masa se agot. 3. Agitadas por un movimiento de flujo y reflujo, las aguas, mecidas sobre la tierra, volvieron en fin a su primer estado; volvieron a donde estaban, al cabo de cinco dcuplos y una centena entera de perodos luminosos. 4. Y en la sptima renovacin lunar, en el decimosptimo da del mismo, la Thebah se detuvo a las alturas del Ararat; es decir, en los primeros fulgores del curso reflejo de la luz. 5. Pero las aguas, agitadas continuamente por este flujo y reflujo, fueron presa de este doble movimiento de progresar y retirarse, hasta el dcimo novilunio. Sin embargo, no fu sino hasta el primero de este dcimo Novilunio, cuando aparecieron las primicias de los elementos, los principios de las creaciones naturales, las cspides de las montaas. 6. Y acabados los cuatro dcuplos de da, No, abriendo la ventana que haba hecho en la Thebah. 7. Solt el Erebo, la obscuridad occidental, que tomando un movimiento alternativo de entrada y salida, sigui y seguir este movimiento peridico hasta el completo desecamiento de las aguas sobre la Tierra. 8. Luego, dej irse con aqulla a Jona, la fuerza plstica de la Naturaleza, con objeto de reconocer si las aguas se extendan sobre la superficie del Elemento adnico. 9. Pero no encontrando Jona ningn sitio de descanso para comunicar su accin generadora, volvi hacia la Thebah, puesto que las aguas ocupaban an toda la superficie terrestre; despleg No su fuerza, y habindola alcanzado, la hizo entrar con l en la Thebah. 10. Y cuando hubo dejado pasar otro septenario de perodos luminosos, mand de nuevo a Jona fuera de la Thebah. 11. Pero esta facultad plstica de la Naturaleza no retorn hasta la hora del Erebo, cual una paloma huyendo del negro cuervo; una sublimacin de la esencia gnea fu acogida por su facultad conceptiva, de suerte que No reconoci con este signo que las aguas haban descendido sobre la Tierra. 12. Sin embargo, esper todava otro septenario de das, pasado el cual, envi de nuevo a Jona; pero esta facultad generadora una vez salida, no volvi ya a l. 13. Fu, pues, en el seiscientos una mutacin temporal, en el primer comienzo, en primero del novilunio, cuando las aguas se agotaron y desaparecieron de la superficie de la Tierra; entonces No, levant el techo de la Thebah, consider y vio en efecto que las aguas se haban apartado de la superficie del Elemento adnico.

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14. As, desecada la Tierra en el segundo novilunio, en el da vigesimosptimo del mismo, 15. Dios habl, diciendo a No: 16. Sal de la Thebah, y contigo tu facultad volitiva eficiente, tus creaciones emanadas y las facultades fsicas de tus generaciones. 17. Y has salir al mismo tiempo a toda Vida animal, de todas las formas corpreas, pjaro, cuadrpedo o especie de reptil arrastrndose sobre la Tierra; que por ella pululen, fructifiquen y se multipliquen en abundancia. 18. No sali, pues, de la Thebah, l y las generaciones de l emanadas, su facultad volitiva y las facultades fsicas de sus generaciones; todos consigo. 19. Toda especie animal, reptiforme o voltil, todo lo que se agita con un movimiento contrctil sobre la Tierra; estos seres diversos se instalaron fuera de la Thebah, segn sus varias tribus. 20. Entonces No edific un altar a Jehov y escogiendo de toda especie pura de cuadrpedo y toda especie pura de ave, hizo emanar hacia los cielos una exhalacin santa de este lugar de sacrificio. 21. Y Jehov, respirando el hlito oloroso de esta suave ofrenda, dijo en el fondo de su corazn: No maldecir jams el Elemento adnico por la sola causa de Adn; pues el corazn de este ser universal concibi el mal desde sus primeros impulsos. Tampoco castigar a toda la existencia elemental tan violentamente como lo he hecho. 22. Mientras los perodos luminosos se sucedern en la Tierra, la siembra y la recoleccin, el fro y el calor, el verano y el invierno, el da y la noche, no cesarn de sucederse.

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CAPITULO IX LA RESTAURACIN CONSOLIDADA 1. Luego bendijo Dios la existencia de No y la de los seres de l emanados y les dijo: --Fructificad y multiplicaos y habitad toda la superficie terrestre. 2. Que el esplendor deslumbrante y el ruido aterrador que os rodear, llene de temor a la animalidad entera, desde el ave de las regiones ms elevadas hasta el reptil que recibe el movimiento original del Elemento adnico y los peces del mar; bajo vuestra mano han sido todos puestos igualmente.. 3. Usad como alimento todo aquello que posea en s el principio de la vida y del movimiento; yo os lo d sin excepcin del mismo modo que los verdes vegetales. 4. Pero en cuanto a la masa corprea que posea en su propia alma el principio homogneo de su asimilidad sangunea, no lo emplearis como alimento. 5. Pues perseguir la venganza de esta asimilacin sangunea, cuyo principio reside en vuestras almas, de la mano de todo ser viviente; proceder contra la mano del Hombre universal y de su hermano, el hombre individualizado por su principio volitivo; al uno y al otro pedir cuentas de esta alma adnica. 6. Aquel que derramara la asimilacin sangunea de Adn, el Hombre universal, ver su sangre vertida por medio del propio Adn, pues es a su imagen reflejada, como Dios cre la existencia de Adn, el Hombre universal. 7. Y vosotros, existencia universal, fructificad y multiplicaos, propagaos sobre la tierra y extendeos por ella. 8. Y Dios, declarando su voluntad a No y a los otros seres dimanados de l, les dijo: 9. He aqu que segn mi promesa, voy a establecer substancialmente mi fuerza creadora en vosotros y en la posteridad naciendo de vosotros, despus de vosotros. 10. Igualmente voy a establecerla en toda alma de vida que se encuentre con vosotros, tanto voltil como cuadrpedo; en toda la animalidad terrestre, en todos los seres en fin, habidos de la Thebah, segn su naturaleza animal y terrestre. 11. Har existir esta Ley creadora en vosotros, en el orden fsico; de suerte que el agua de la gran intumescencia no podr jams destruir la forma corprea ni causar un diluvio que oprima la Tierra y la degrade completamente. 12. Y Dios aadi: --He aqu el signo caracterstico de esta Ley creadora que establezco entre Yo y vosotros y toda alma viviente: Ley para la eternidad inherente en vosotros, en las edades de la inmensidad de los tiempos. 13. El arco que he puesto en el espacio nebuloso, ser el signo caracterstico de esta fuerza creadora existente entre Yo y la Tierra. 14. Cuando har que obscurezca en la Tierra, cubrindola de nubes, este arco aparecer en el espacio nebuloso. 15. Yo me acordar entonces de esta Ley creadora establecida entre Yo, vosotros y toda alma viviente, de cualquier forma, y as no habr jams una nueva revolucin en las aguas de la gran intumescencia que suprima completamente la masa corprea. 16. Este arco, apareciendo en el espacio nebuloso, lo considerar en memoria de la Ley creadora establecida para la eternidad entre El Ser de los Seres y toda alma de vida y toda forma corporal existente sobre la Tierra.

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17. Y Dios prosigui: --Este ser el signo de la fuerza creadora que he hecho existir substancialmente entre Yo y toda forma corprea existente sobre la Tierra. 18. Y los hijos de No, reposo de la Naturaleza elemental, que salieron de la Thebah, fueron: Shem, el sublime y brillante, Cham, el encorvado, inclinado, obscuro y apasionado, y Japhet, el propagado; y Cham, fu el padre de Chanahan, la existencia fsica y material. 19. As los seres emanados de No y para los que la Tierra fu dividida, fueron en nmero de tres. 20. Y fu No, quien arrancando con fuerza el principio volitivo intelectual del Elemento Adnico, le devolvi la libertad, y cultiv las altas creaciones de la espiritualidad. 21. Pero habiendo bebido en demasa del espritu de esta creacin, embriag su pensamiento, y en esa exaltacin, revelse en el centro mismo y en el lugar ms secreto de su tabernculo. 22. Y Cham, padre de la existencia fsica y material, habiendo considerado los misterios secretos de su padre, los revel a sus dos hermanos y los profan al exterior. 23. Entonces Shem tom con Japhet las vestiduras, y habindose levantado por encima de ellos, fueron andando hacia atrs a cubrir los misterios secretos de su padre, de suerte que como ellos tenan el rostro vuelto, no vieron aquellos misterios que les deban permanecer ocultos. 24. Sin embargo, No, al salir de su embriaguez, supo lo que haba hecho el menor de sus hijos. 25. Y dijo: --Maldito sea Chanahan, la existencia fsica y material; ser el servidor de los servidores de sus hermanos. 26. Y bendito sea Jehov, el Dios de Shem, y que Chanahan sea el siervo de su pueblo. 27. Que Dios extienda los dominios de Japhet y le haga habitar en los tabernculos de Shem, la brillante eminencia, y que Chanahan, la existencia fsica y material, le sirva con su pueblo. 28. Y No vivi todava, despus de la gran intumescencia de las aguas, tres centenas completas de mutacin temporal ontolgica y ocho dcuplos de mutacin. 29. As los perodos luminosos de No, el reposo de la Naturaleza elemental, fueron en total nueve centenas de mutacin temporal y ocho dcuplos de mutacin, y muri.

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CAPITULO X EL PODER DE COHESIN Y FORMADOR 1. Ahora veamos cules fueron las generaciones caractersticas de los hijos de No: Shem, Cham y Japhet, y las creaciones emanadas de ellos, despus de la gran intumescencia de las aguas. 2. Las producciones emanadas de Japhet, la extensin absoluta, fueron: [Gomer] la Acumulacin elemental o fuerza agregadora, [Magog] la Elasticidad, [Madai] la Divisibilidad, [Jon] la Ductilidad generativa, [Thubal] la Difusibilidad, [Meshech] la Perceptibilidad y [Thirass] la Modalidad o facultad de aparecer bajo una forma determinada. 3. Y las producciones emanadas de [Gomer] la Acumulacin elemental fueron: [Asheehenaz] el Fuego latente, el calrico, [Riphath] el Enrarecimiento o causa de la expansin y [Thogormah] la Densidad o causa de la Incorporacin universal. 4. Y las producciones emanadas de [Jon] la Ductilidad generativa fueron: [Aelishah] la fuerza disolvente y amasadora, [Tharshish] el Principio simptico de las [Chuteenos] Repulsiones [y los brbaros Scytas] y de las [Dodaneos] Afinidades naturales. 5. Por medio de estas dos ltimas facultades, la una repulsiva y la otra atractiva, es como los centros de voluntad fueron diferenciados en la Tierra, en los cuerpos organizados, tanto particulares como generales, inteligibles o naturales. 6. Las producciones emanadas de Cham, la inclinacin tenebrosa y clida, fueron: [Choush] la Fuerza gnea o combustin, [Mitzeraim] las Fuerzas subyugantes o cautivantes, [Phout] la Exhalacin o aze y [Canan] la Existencia fsica y material. 7. Y las producciones emanadas de [Choush] la Fuerza gnea fueron: [Sceba] la Humedad radical, causa universal de toda sapidez [de spido, gustoso, sabroso]), [Hawilah] la Energa natural, [Sabethah] el Movimiento determinante o causa y [Rahamah] el Trueno y [Scabethecha] el Movimiento determinado o efecto. [Rahamah] El Trueno engendr a su vez [Sheba] la Reintegracin de los principios y [Dedasa] la afinidad electitiva o Electricidad. 8. Y [Choush] la Fuerza gnea di tambin origen al [Nimrod] Principio de la Voluntad desordenada, principio de rebelin, de anarqua, de despotismo, de toda potencia, tanto particular como general, no obedeciendo ms que a su propio impulso; el que hizo violentos esfuerzos para ser el dominador de la Tierra. 9. El que, soberbio adversario a los ojos de Jehov, dio lugar al proverbio: "parecido al [Nimrod] Principio de la Voluntad anrquica, soberbio adversario a los ojos de Jehov". 10. Y el origen de su dominio fue en el seno de las [Shinehar] las Revolucin civil, [Babel] la Vanidad, [Arech] la Molicie o la relajacin de las costumbres [blandura, ocio, fig."comodidad" indulgencia?], [Aehad] el Aislamiento o egosmo, [Chalench] la Ambicin o deseo de poseerlo todo. 11. Pero del seno mismo de estas Revoluciones civiles [Shinebar] sali [Asshour] el Principio armnico, el Principio manifiesto de gobierno, de orden, el bienestar resultante de este principio; el cual estableci lo concerniente al [Niuweh] desarrollo exterior, la educacin de la juventud, y lo que concierne a las Instituciones internas

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de la ciudad; lo concerniente al [Chalah] perfeccionamiento de las leyes, la congregacin de los ancianos, el Senado; 12. Tambin lo concerniente al [Ressen]] Poder legislativo o las riendas del estado, situado entre [Niuweh] la fuerza exterior y [Chalah] la interna, la accin y la deliberacin, la juventud y el senado: Poder altsimo y salvaguardia de la sociedad. 13. No obstante, [Mitzeraim] las Facultades subyugantes y cautivadoras, nacidas de la Fuerza gnea [Choush], engendraron [Ludeos] las Propagaciones fsicas y [Whorrameos] los Entorpecimientos de las potencias, [Sehabeos] las Exhalaciones inflamadas y [Naphethubeos] las Cavernosidades. 14. Tambin crearon el [Patherusseos] principio de las Roturas infinitas y el de las [Chasseluteos] Pruebas expiatorias de donde salieron los [Phelishetheos] Expulsados y los [Chaphethoreos] Conversos. 15. Y [Canan] la Existencia fsica y material cre al [Tzidon] Insidioso adversario o Astucia, su primer vstago y hijo, y el [Heth] Relajamiento moral o envilecimiento. 16. Asimismo engendr [Jebuseos] los Rechazos interiores, [Girgasheos] las Deliberaciones reiteradas, [Aemoseos] las Manifestaciones exteriores. 17. Di nacimiento a [Hiweos] las Vidas animales, [Wharkeos] a las Pasiones brutales, a [Scineos] las Pasiones odiosas. 18. Engendr en fin los [Arwadeos] Deseos de usura, [Tzemareos] la Sed del Poder y [Hawatheos] la Avaricia insaciable. Luego las tribus [de los Cananeos (las existencias fsicas)] se dispersaron. 19. Estos son los lmites generales que alcanzaron las emanaciones de [los Cananeos] la Existencias fsicas y material, desde el nacimiento del Insidioso adversario [Tzidon]: a fuerza de convulsiones intestinas, llegaron a la limitacin de su dominio: a fuerza de obscuros manejos, de intrigas, de sordos amaos, de tirana, de insensibilidad y guerras, se convirtieron en el sumidero de las riquezas. 20. Estos fueron los hijos de Cham, el tortuoso, inclinado, tenebroso y ardiente, segn sus tribus, segn sus lenguas, sus regiones y sus organizaciones diversas. 21. Y he aqu cules fueron los de Shem, la culminacin brillante, hermano mayor de Japhet, la extensin absoluta, al cual le fu concedido el ser padre de todas las creaciones ultraterrestres. 22. As las generaciones emanadas de Shem fueron, pues: [Weilam] la Duracin infinita, Eternidad; [Asshour] el Principio de poder legal, el orden inmutable, la armona y la felicidad que de ellos resulta; [Arpha-cheshad] el Principio mediador de la Providencia, [Lud] la Propagacin intelectual y [Aram] la Universal dispersin. 23. Y las generaciones emanadas [de Aram] (del Principio Universal de dispersin de los Elementos, fueron: [Whontz] la Substanciacin, [Houl] el Trabajo virtual, [Gether] la Presin abundante y [Mash] la Recoleccin de los frutos espirituales. 24. Y [Arpha-cheshad] el Principio mediador Providencial di el ser a [Shelah] la Emisin activa; y [Shelah] la Emisin activa o gracia divina produjo lo que es [Wheber] Ultraterrestre; es decir, lo que pasa ms all de este Mundo. 25 Y le fu concedido [a Wheber] al Ultraterreno el engendrar dos hijos. El primero recibi el nombre de Phaleg, o sea la clasificacin, a causa de que su aparicin fu en la poca en que la Tierra fu dividida en diferentes clases; el segundo fu llamado Jaktan, o sea la Atenuacin o reduccin en tomos espirituales.

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26. Y [Jaktan] la Reduccin en tomos espirituales di el ser a la [Almodad] Mensuracin probatoria y divina), [Shalep] a la Emisin refleja, [Slotzar-mth] a la Escisin operada por la Muerte y [Jarah] a la Manifestacin radiante y fraternal, o sea la Luna. 27. Esta Atenuacin espiritual [Jaktan] produjo el [Hadosam] Esplendor universal, [Auzal] el Fuego purificador y divino y [Dikelah] el Enrarecimiento etreo y sonoro). 28. Engendr tambin [Whobal] el Orbe infinito y [Abimael] el Padre de la Plenitud y [Sheb] la Reintegracin o Redencin. 29. Y, en fin, fu el origen del [Aphir] Fin Elemental, [Hawilah] de la Virtud reconocida y del [Jobab] Jbilo celeste. 30. Y tal fu el curso y sede de la Reintegracin de sus creaciones, desde la poca de la Recoleccin de los frutos espirituales, a fuerza de trabajo del espritu, hasta el principio generador de la Anterioridad de los tiempos. 31. Estos fueron los hijos de Shem, el que es recto, culto, sublime y brillante, segn sus tribus, sus lenguas, sus regiones, sus organizaciones diversas. 32. Y estas fueron las tribus todas de los hijos de No, reposo de la existencia elemental, segn sus generaciones caractersticas y sus organizaciones constitucionales, y por su intermedio las organizaciones particulares y generales fueron diseminadas por la Tierra, despus de la gran intumescencia de las aguas.

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