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Pue 03

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Directorio

Lic. Mario Marn Torres Gobernador Constitucional del Estado de Puebla y Presidente Honorario de la Junta de Gobierno del Instituto Poblano de la Mujer Lic. Alejandro Armenta Mier Secretario de Desarrollo Social y y Presidente Ejecutivo de la Junta de Gobierno del Instituto Poblano de la Mujer Direccin General Amrica Soto Lpez Directora General del Instituto Poblano de la Mujer Vernica Vlez Macuil Adriana Hernndez Espinoza Maricela Moreno Snchez Felipe Cruz Espinosa Susana del Carmen Moreno Jaimez Luis Daz Gonzlez Carlos Alberto Zamudio Castaeda Mauricio Romo Gargallo Mario Israel Razo Zafra Mara del Roco Espndola Garca Direccin Estratgica para la Institucionalizacin de la Perspectiva de Gnero Claudia Gray Verboonen Directora Mara Catalina Reyes Santos Lucina Jaimes Cruz Mara del Rosario Sanjuampan Montero Brenda Meja Morales

Direccin de Asuntos Jurdicos y Orientacin Psicolgica Jorge Arroyo Martnez Subdirector Gabriela Paredes Olgun Laura Anglica de Lara Herrera Martha Lpez Garca Claudia Cisneros Prez Cristal Meja Guarneros Yahadira Ruz Martnez Israel de Jess Martnez Abundis Maribel Morales Fuentes Patricia Reyes Snchez Jacqueline Snchez Rojas Mara Margarita Estela Nieto Morales Fabiola Estrella Razo Zafra Montserrat Nalleli Gonzlez Cabrera Vernica Mendivil Pacheco Alfredo Hernndez Pia Direccin de Operacin Regional Gloria Sols Gutirrez Directora Jos Fausto Gutirrez Ramrez Ma. Guadalupe Dives Len Alejandra Contle Ramrez Illiana nimas Meja Roberto Carrasco Roldn Adriana Concepcin Lpez Corts Alma Rosala Alarcn de Martino Mara del Carmen Roco Zepeda Islas Mara Antonia Bauelos Garca Selene Barrera Chilaca Unidad de Desarrollo Administrativo, Planeacin e Informtica Mara del Consuelo Anaya Arce Titular Jos Miguel Vlez R. Moreno Miguel Zrate Rivera Mara Antonia Atanacio Serrano Mara Patricia Roco Escalante Gonzlez Guillermo R. Gutirrez Barranco

ndice Modelo de atencin psicolgica Introduccin Porqu el IPM trabaja en el combate a la violencia familiar. Objetivos del modelo, a quin va dirigido. 1. Caracterizacin de la violencia Concepto Tipos Ciclo de la violencia Incidencia Perfil del agresor/a y de el/la receptor/a Consecuencias de la violencia familiar Sndromes asociados a la violencia familiar 2. Marco terico. Teoras y enfoques para el abordaje de la violencia familiar en el mbito psicolgico Postulados principales de cada teora y enfoque Modelo integrativo para la atencin integral: El modelo ecolgico con enfoque de Gnero. 3. Los tipos de atencin y la actitud de el/la profesional: Atencin breve y de emergencia Terapia prolongada Terapia de grupo 4. La atencin psicolgica de casos de violencia familiar y de gnero en el Instituto Poblano de la Mujer El equipo de trabajo (Quines dan la atencin, sus roles y atribuciones, perfil de puesto) Vas de acceso a la atencin en el IPM Modelo de atencin psicolgica Etapa 1. Preparacin para la interaccin Etapa 2. Entrevista inicial. Etapa 3. Continuidad del proceso de atencin breve y de emergencia 5. El cuidado del personal que da atencin teraputica Referencias bibliogrficas

Presentacin
Uno de los derechos humanos que ha reclamado la mayor atencin mundial, es la aspiracin a una vida libre de violencia. Esta demanda ha sido motor de accin para las mujeres durante toda la historia y en todas las sociedades. La especificidad de la violencia de gnero, gan reconocimiento hasta hace pocos aos por la Organizacin de las Naciones Unidas, que ha condenado ampliamente la existencia de la violencia hacia las mujeres, cuyo origen estriba en el abuso del poder. Si bien en Mxico la posibilidad de vivir sin violencia y de ejercer una ciudadana plena, ha sido una demanda del movimiento amplio de mujeres, es reciente el establecimiento de mecanismos pblicos de atencin a este grave problema. En la ltima dcada, a nivel nacional y en cada entidad federativa, se ha avanzado notablemente en materia legislativa, en la creacin de centros de atencin, en la sensibilizacin social y en la capacitacin de servidoras/es pblicos para atender y prevenir la violencia familiar y de gnero. Sin embargo, los esfuerzos no han sido ni los suficientes, ni los esperados. En 2006, el H. Congreso de la Unin por primera vez aprob recursos para atender esta problemtica desde los estados, a travs del Programa de Apoyo a Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF). Gracias a ello, se implementaron acciones de prevencin de la violencia de gnero, lo que constituy uno de los logros ms significativos para los institutos de las mujeres permitiendo el desarrollo de estrategias simultneas. En Puebla, en el marco del PAIMEF llevamos a cabo procesos formativos y otras acciones de fortalecimiento institucional que han permitido ampliar y mejorar las capacidades de atencin a las personas en situacin de violencia. Como parte de estos procesos, con mucha satisfaccin presentamos este Manual del Modelo de Intervencin Psicolgica, que resulta de la sistematizacin de la experiencia de trabajo en el Instituto Poblano de la Mujer. Este material busca constituirse en un referente y una gua para otras organizaciones gubernamentales, sociales y privadas, vinculadas al trabajo de atencin y prevencinde la violencia familiar y de gnero. Consideramos que en este esfuerzo es valioso retomar las experiencias que en conjunto hemos podido construir los diversos actores sociales. En el diseo de este manual, hemos estado acompaadas de las integrantes de Caminos Posibles, A.C., quienes con su experticia, profesionalismo y, sobre todo, calidad humana, nos ayudaron en esta tarea de redescubrimiento y de valoracin de procesos que han cambiado la vida de cientos de personas. Este cambio incluye a las mujeres que han tenido el valor y la confianza de acercarse al Instituto Poblano de la Mujer, as como a quienes han prestado los servicios de asesora durante estos aos. Conscientes de que este manual es una mera propuesta en papel, creemos que en la medida en la que sea ledo e implementado, podr integrarse como una herramienta de lucha a favor de los derechos de las mujeres.

M.D. Amrica Soto Lpez Directora General Instituto Poblano de la Mujer

Introduccin
El fenmeno de la violencia y el maltrato dentro del mbito familiar no es un problema reciente. Los anlisis histricos nos revelan que ha sido una caracterstica de la vida familiar tolerada, aceptada desde tiempos remotos. Sin embargo, dcadas atrs, expresiones como nios maltratados, mujeres golpeadas o abuso sexual, tal vez eran comprendidas pero no consideradas como sinnimo de graves problemas sociales (Corsi, 1994). A comienzos de los aos sesenta, empieza a hablarse de la violencia familiar como un problema social grave y no es sino hasta principios de la dcada de los setenta, con la influencia del movimiento feminista, que se logra atraer la atencin de la sociedad sobre las formas y las consecuencias de la violencia contra las mujeres. En lo que respecta a la investigacin, asistencia y prevencin de la violencia familiar, son los pases anglosajones quienes tomaron la iniciativa y han venido produciendo conocimientos sobre el fenmeno y generando polticas gubernamentales y no gubernamentales para dar respuesta al problema. En los pases latinoamericanos la preocupacin por el tema de la violencia familiar como un problema, ha ido creciendo en los ltimos diez aos, dando lugar a diversas iniciativas que, de acuerdo con las respectivas particularidades, han enfatizado uno u otro aspecto del problema (Corsi, 1994) As, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China, 1995, Mxico asumi el compromiso de incorporar la perspectiva de gnero a las polticas pblicas, a fin de favorecer relaciones de mayor equidad entre hombres y mujeres. Es decir, que las diferencias biolgicas existentes entre ambos no deriven en desigualdades sociales, econmicas, polticas y culturales (Campos, 2000) Mxico realiz acciones institucionales para la prevencin y atencin de la violencia familiar a partir de 1999, durante el gobierno del Presidente Ernesto Zedillo, con la creacin del Programa Nacional para la Prevencin y Atencin de la Violencia Familiar 1999 (PRONAVI), cuyas acciones fueron continuadas por la administracin actual, a travs de la creacin del Instituto Nacional de las Mujeres y la implementacin del Programa Nacional por una Vida Sin Violencia 2002-2006. Actualmente todos los estados del pas cuentan con Programas Estatales de la Mujer, en los cuales est prevista la prevencin y atencin de la violencia familiar, incluido en ellos, el Estado de Puebla. A su vez, de 1999 a la fecha se ha incrementado de 4 a 12 el nmero de albergues para mujeres que viven violencia. (Campos, 2003) No obstante, esta infraestructura an es insuficiente para atender casos en los que est en riesgo la vida de las personas que viven violencia. Adems, se requiere de un esfuerzo coordinado que articule a distintos actores para atender esta problemtica desde sus diversas facetas y para construir pautas de convivencia familiares que solucionen los conflictos de manera no violenta, con equidad y respeto, lo que implica situar los esfuerzos en una dimensin de prevencin.

El Instituto Poblano de la Mujer en el combate a la violencia familiar


Dentro del marco del federalismo, en varias entidades del pas se instalaron oficinas especficas para la operacin del Programa de la Mujer. En Puebla el Grupo Plural de Mujeres Poblanas impuls esa iniciativa y el Ejecutivo Estatal le dio cauce instalando en octubre de 1997 el Subcomit Especial Alianza para la Equidad dentro del Comit de Planeacin para el Desarrollo del Estado de Puebla (COPLADEP) e instruy la creacin del Programa Estatal de la Mujer, que definira el sentido de las acciones de coordinacin y planeacin de ese Subcomit (IPM, 2004). La Coordinacin del Programa impuls la formacin de un Consejo Consultivo en el que se consider pertinente incorporar a mujeres que desarrollaban actividades dentro de la academia y las organizaciones polticas, sociales y civiles. Dos aos ms tarde el Titular del Ejecutivo del Estado, Licenciado Melquades Morales Flores, present a la LIV Legislatura Local la iniciativa de ley para crear el Instituto Poblano de la Mujer. El Instituto Poblano de la Mujer fue creado con el propsito de coordinar y ejecutar acciones orientadas a promover el desarrollo integral de las mujeres a fin de garantizar su plena participacin en la vida econmica, poltica, cultural y social de la entidad. Para ello impulsa el diseo de polticas pblicas con perspectiva de gnero y la ejecucin de acciones especficas en coordinacin con Dependencias y Entidades del Sector Pblico Federal y Estatal, los Poderes Legislativo y Judicial, con los Ayuntamientos, as como con instituciones educativas, organismos privados y de la sociedad civil (IPM, 2004). El Instituto Poblano de la Mujer creado por decreto el 24 de marzo de 1999 como un organismo pblico descentralizado del Gobierno del Estado de Puebla, sectorizado a la Secretara de Desarrollo Social del estado, cuenta con personalidad jurdica, patrimonio propio, autonoma de gestin y con domicilio en la capital del estado, pudiendo tener representaciones en la entidad a travs de Coordinaciones Regionales. Tiene como atribuciones buscar el desarrollo integral de las mujeres para lograr su plena participacin econmica, poltica, cultural y social. (Gobierno Constitucional del Estado de Puebla, 2006: 3) Desde entonces a la fecha, el Instituto Poblano de la Mujer, a travs del Programa Estatal de las Mujeres desarrolla acciones para combatir la violencia familiar y de gnero. Entre sus logros principales destaca entre enero y octubre de 2006, haber proporcionado atencin a 28,568 mujeres y 5,422 hombres, a travs de los distintos servicios que presta (Anaya, 2006). El Instituto Poblano de la Mujer ha establecido un Sistema de Atencin y Respuesta a la Mujer (SARA) que permite contar con un formato nico de registro que capta la informacin de las usuarias, el cual se constituye en una estrategia innovadora en materia de seguimiento de casos que abre numerosas posibilidades para la investigacin y la consolidacin de las polticas estatales en materia de prevencin y atencin de la violencia familiar (IPM, 2006; Anaya, 2006).

La atencin psicolgica a personas que viven violencia familiar


El modelo de atencin de violencia familiar (IPM, 2004b) lo desarrolla la Direccin de Asuntos Jurdicos y Apoyo Psicolgico del IPM, la cual implementa acciones asistenciales y de prevencin, proporcionando servicios de asesora jurdica y apoyo psicolgico, que contemplan orientacin individual, de pareja y familiar, con previa cita, as como la tramitacin legal en juzgados y denuncias por violencia ante la agencia del ministerio pblico. Tambin realizan talleres de prevencin ligados a temticas de autoestima y toma de decisiones. El Departamento de Psicologa es el rea responsable de dar atencin psicolgica a las mujeres que viven violencia familiar. Esta rea cuenta con 2 psiclogas y 1 psiclogo y tres personas de servicio social. Este departamento trabaja con un modelo de ocho sesiones mximo, pero si la situacin lo amerita se puede dar un poco ms, cada persona cuenta con su propio expediente. Las citas se agendan previamente, pero si hay un caso muy grave se puede dar una atencin inmediata. Desde la formacin del Instituto Poblano de la Mujer se ha prestado este servicio, el cual cuenta con una elevada demanda. Tan slo en lo que va del ao se han atendido 602 casos por primera ocasin, 88 casos por infidelidad, 151 de baja autoestima, 55 por adicciones y 82 por duelo emocional. Todos estos casos estn vinculados a la vivencia de algn tipo de violencia (Moreno y Hernndez, 2006:1).

Poblacin objetivo
Las mujeres adultas, mayores de 18 aos, son la poblacin prioritaria del rea de atencin psicolgica, las mujeres adolescentes, nias y nios que acuden a solicitar el servicio son canalizados a otras instancias.

Objetivos del modelo, a quien va dirigido


Este modelo de atencin es un material de consulta para que el personal responsable de brindar atencin psicolgica a mujeres que viven violencia familiar obtenga las herramientas tericas, metodolgicas y actitudinales necesarias para el buen desempeo de su trabajo con calidad y calidez. Se cre a partir de la revisin de modelos de atencin psicolgica desarrollados en Mxico y en Amrica Latina, as como de entrevistas con el personal del rea para conocer la ruta crtica que siguen al dar la atencin. Recupera la experiencia desarrollada por el personal del Departamento de Atencin. Este modelo se bas tambin, en los resultados de un diagnstico participativo realizado con el personal del Instituto Poblano de la Mujer, facilitado por Caminos Posibles s. c., en donde cada rea realiz un anlisis de sus fortalezas, oportunidades y amenazas, as como en las propuestas de integrantes del Departamento de Atencin Psicolgica y de otras reas del Instituto Poblano de la Mujer, elaboradas a manera de trabajo final (Mendivil y Pacheco, 2006; Lpez y Martnez, 2006; Moreno y Hernndez,

2006; Anaya, 2006; Meja y Gray, 2006), en el marco de un diplomado en Polticas de prevencin y atencin de la violencia familiar, financiado por el Instituto Nacional de Desarrollo Social, con recursos del Programa PAIMEF, de octubre a noviembre de 2006 y ejecutado por Caminos Posibles s. c. en el marco de ejecucin del Proyecto para la formacin y el fortalecimiento de los programas de prevencin y atencin de la violencia familiar del Instituto Poblano de la Mujer, ejecutado de agosto a diciembre de 2006.

1. Caracterizacin de la violencia
Concepto
El trmino Violencia y su raz etimolgica nos remiten al concepto de fuerza. Corsi (1994) define a la Violencia, en sus mltiples manifestaciones, como una forma de ejercer el poder mediante el empleo de la fuerza (fsica, psicolgica, econmica, poltica.) e implica la existencia de un arriba y un abajo, reales o simblicos, que asumen roles complementarios: padre hijo, hombre mujer, maestro alumno, patrn empleado, joven viejo, etc. El uso de la violencia supone un abuso de poder, es un intento de doblegar la voluntad del otro, de anularlo, en su calidad de otro. La violencia implica una bsqueda de eliminar los obstculos que se oponen al propio ejercicio de poder, mediante el control de la relacin (Corsi, 2003: 23-24). Violencia de Gnero Se define como todas las formas mediante las cuales se intenta reproducir el sistema de jerarquas impuesto por la cultura patriarcal. La violencia dirigida hacia las mujeres con el objeto de mantener o incrementar su subordinacin al gnero masculino, tendiente a acentuar las diferencias apoyadas en los estereotipos de gnero, conservando las estructuras de dominio que se derivan de ellos (Corsi, 2003).

Tipos
Violencia fsica Actos de agresin intencional, repetitivos, en el que se utilice alguna parte del cuerpo, algn objeto, arma o sustancia para sujetar, inmovilizar o causar dao a la integridad fsica de su contraparte, encaminado hacia su sometimiento y control. Se puede expresar a travs de: Sujecin (control) Lesiones con puo, mano o pie Lesiones con objetos Golpes

Ingestin forzada de drogas o bebidas alcohlicas Mutilaciones y deformaciones Quemaduras con lquidos o cigarros Privacin de alimentos Sobrealimentacin Descuido fsico Violencia psicoemocional Se liga a patrones de conducta que consisten en actos u omisiones repetitivos, cuyas formas de expresin pueden ser prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones, amenazas, actitudes devaluatorias, de abandono y que provoquen en quien las recibe, deterioro, disminucin o afectacin a la estructura de su personalidad. Algunas expresiones de maltrato psico emocional son: Aislamiento Controlar a travs del miedo Gritar Indiferencia Humillar Pobre o nula estimulacin emocional Rechazo Irrespetar los sentimientos Negligencia Abandono Violencia sexual La violencia sexual est ligada a un patrn de conducta consistente en actos u omisiones repetitivos, que pueden expresarse a travs de: negar la satisfaccin de las necesidades sexo afectivas, la induccin a la realizacin de prcticas sexuales no deseadas o que generen dolor, practicar la celotipia para el control, manipulacin o dominio de la pareja y que generen dao. Comprende actos como: Manoseos Hostigamiento sexual Violacin Forzar a ver o presenciar actos con carga sexual Violencia econmica Se expresa en patrones de conducta vinculadas a controlar a alguien hacindola econmicamente dependiente. Incluye el control y manejo del dinero, las propiedades y, en general, de todos los recursos de la familia. Por lo general se da por parte del hombre. Algunas manifestaciones de este tipo de violencia son (Venguer et al., 1998; Ziga, Campos y Snchez, 2004):

Hacer que la persona receptora de violencia tenga que dar explicaciones cada vez que necesita dinero, ya sea para uso de la familia o del suyo propio. Dar menos dinero del necesario, a pesar de contar con liquidez. Inventar que no hay dinero para gastos que la persona considera importantes. Gastar sin consultar con la mujer cuando el hombre quiere algo o considera que es importante. Disponer del dinero de la persona afectada (sueldo, herencia, etc.) Que el hombre tenga a su nombre las propiedades derivadas del matrimonio. Privar de vestimenta, comida, transporte o refugio. Abandono El Diario Oficial de la Federacin del 8 de Marzo de 2000, determina como Abandono al acto de desamparo injustificado hacia uno o varios miembros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de las disposiciones legales y que ponen en peligro la salud. Se refiere al incumplimiento de obligaciones por parte de quien est comprometido a proveer cuidados y proteccin. Puede reflejarse en la falta de alimentacin, de higiene, control o cuidados rutinarios, as como en la desatencin emocional y del desarrollo psicolgico y en la insatisfaccin o satisfaccin tarda de diversas necesidades de salud. Tambin abarca el abandono en lugares peligrosos y la negacin de ayuda cuando la persona receptora de violencia est enferma o herida. Se presenta en todas las etapas de la vida de las personas afectadas, en la infancia, tercera edad o en condiciones de discapacidad. (Ziga, Campos y Snchez, 2004)

Ciclo de la violencia
De acuerdo con Ziga, Campos y Snchez (2004), la preparacin de la secuencia violenta tiene un carcter ritualizado constituido por tres elementos: espacial, temporal y temtico. El espacial se refiere al territorio donde se origina la violencia, si ste es pblico o privado, dentro o fuera, con la presencia o no de terceros. El momento temporal en que se desatan los hechos est predeterminado. Es comn que la violencia de hombres a mujeres se d los fines de semana y por las noches. Con los nios, al hacer las tareas o durante la comida. El aspecto temtico se refiere a los acontecimientos, temas o contenidos comunicativos que desencadenan las interacciones violentas (por ejemplo: el trabajo, los parientes, los celos, etctera). Cada actor de la interaccin violenta sabe que palabras daan o enfurecen al otro y en que tema esto se agudiza. Si se da algn cambio en estos tres aspectos, se pierde la rigidez del consenso implcito. El consenso no est claramente explicado para los actores, de ser as se mostrara el carcter ilusorio del conflicto. Algunos estudios sealan la existencia de un activador que anuncia la interaccin violenta. En una intervencin es preciso identificarlo, pues puede ser clave para el tratamiento y rehabilitacin de los actores. Las familias con comportamientos violentos tienen un sistema de creencias que refuerza la aparicin de los actos violentos. Este se manifiesta en vivir las diferencias como grandes amenazas, y en la conformacin de exigencias y expectativas que son inalcanzables por los actores. Muchas de ellas derivan de roles genricos que exigen a las mujeres un comportamiento sumiso, sentimental, maternal y pasivo, y a los hombres, un rol de proveedores, no demostrar sus sentimientos, dirigir y controlar. Dichos roles terminan convirtindose en negaciones del deseo propio y la individualidad, en una especie de camisa de fuerza.

Eleonor Walter en 1979 describi el carcter cclico del fenmeno de la violencia e identific tres fases o momentos: Dinmica/ Ciclo de la relacin abusiva

FASE I Acumulacin de Tensiones

FASE II Episodio Agudo

FASE III Luna de Miel

Distintos autores como Corsi, J. 1992, Ferreira, G. 1989, Walter, E. 1979, entre otros, describen la Escalada de Violencia como el proceso de ascenso paulatino de la intensidad y duracin de la agresin en cada ciclo consecutivo. Las conductas violentas contra la mujer aparecen generalmente desde que inicia la relacin y se agravan con el paso del tiempo. El fenmeno de la violencia es de carcter cclico y de intensidad creciente que se caracteriza por tres fases o momentos en el ciclo violento de la relacin de pareja. (Canntrell, 1986) 1. Fase de Acumulacin de Tensin: Esta fase se caracteriza por la sucesin de acontecimientos que incrementan la tensin, la hostilidad y ansiedad entre la pareja, variando en intensidad y frecuencia. Se produce una dinmica marcada por la tolerancia al conflicto y la acumulacin de tensiones resultantes de ellos. La duracin de esta fase del ciclo es diferente en cada pareja y puede durar desde meses hasta pocas horas. 2. Fase del Episodio Agudo: Durante esta fase se produce la descarga incontrolada de las tensiones acumuladas durante la fase anterior. Esta descarga puede variar en gravedad y abarcar desde un empujn hasta el homicidio. Esta fase tiende a incrementar tanto su ocurrencia como la gravedad de la violencia o bien, puede suceder que permanezca igual durante algn tiempo, antes de aumentar, caracterizndose por ser incontrolable e impredecible.

3. Fase de la Luna de Miel o reconciliatoria. Esta fase se distingue por la actitud del agresor, extremadamente amorosa y arrepentida. Manifiesta sentirse arrepentido, prometiendo que nunca se volver a repetir lo ocurrido, mostrndose carioso y considerado con la mujer. Muchas veces se produce una negacin de lo ocurrido, minimizando la gravedad del acto violento, se intentan renegociar los trminos de la relacin. Frente a esta actitud conciliadora del agresor, la mujer experimenta confusin, perdona la gravedad de los hechos y permanece en la situacin violenta, buscando argumentos que justifiquen las agresiones sufridas. Es importante tener en cuenta que esta etapa no siempre se presenta en el ciclo, si la situacin se encuentra muy deteriorada, el agresor no pide disculpas por su conducta y constantemente arremete a su compaera. A medida que el ciclo se repite, los episodios se tornan ms severos, se incrementa el grado de violencia y los periodos de calma son cada vez ms breves; puede ocurrir que las fases se acorten o desaparezcan, esto se denomina escalada. En el momento de llevar a cabo la intervencin, es importante identificar la etapa en la que se encuentra la persona que pide apoyo para el diagnstico y la implementacin de acciones preventivas. La Escalada guarda relacin con la aparicin sucesiva de las diferentes manifestaciones de violencia. Mientras menor es la intensidad de la escalada, menor es el riesgo y mejor el pronstico al momento de intervenir. La violencia sexual es la manifestacin ms grave y de mayor deterioro de la relacin.
Informacin til para detectar la fase en la que se encuentra la persona dentro del ciclo de la relacin violenta

FASE
FASE I Acumulacin de Tensiones
Se produce una dinmica marcada por la tolerancia al conflicto y la acumulacin de tensiones resultantes de ellos.

CARACTERISTICAS

IMPORTANTE TENER EN CUENTA QUE

Se caracteriza por la sucesin de acontecimientos que incrementan la tensin, la hostilidad y ansiedad entre la pareja, variando en intensidad y frecuencia. Se producen agresiones menores, la mujer maneja estas agresiones a travs de conductas que antes le han resultado exitosas. La mujer deja que la pareja sepa que acepta su abuso, con la idea de que ste no se enoje y explote. La mujer se niega a s misma que est enojada, racionaliza, llegando incluso a justificar la agresin.

Informacin til para detectar la fase en la que se encuentra la persona dentro del ciclo de la relacin violenta

FASE

CARACTERISTICAS
Estos episodios aislados tienden a ser minimizados y atribuidos a factores externos, pensando que no puede hacer nada para modificar la situacin. A travs de la repeticin de una misma defensa psicolgica, la mujer niega el terror a la inevitable segunda fase, intentando creer que puede tener todo bajo control. La duracin de esta fase vara en cada pareja, algunas permanecen por largos perodos de tiempo, pero una situacin externa puede romper el equilibrio, razn por la que muchas mujeres intentan controlar las posibles influencias o situaciones externas que puedan alterar dicho equilibrio. Cuando va aumentando el nivel de tensin entre la pareja, se hace ms difcil soportarse. En los hombres aumentan las conductas posesivas y violentas; en la mujer los sentimientos de rabia duran largos perodos de tiempo, hasta que la tensin se vuelve insostenible e imposible restaurar el equilibrio.

IMPORTANTE TENER EN CUENTA QUE

Se distingue por la descarga de tensiones acumuladas en la fase anterior, se pierde el control y el grado de agresin aumenta. La mujer siente que ya no es posible controlar su terror, rabia y ansiedad. Esta fase es ms breve que la primera y tercera, el grado de violencia es impredecible e incontrolable. La sensacin de terror y tensin incontrolables generan insomnio, inapetencia o a la inversa, ganas de dormir y comer mucho. Slo el hombre puede poner fin a esta segunda fase, la opcin para la mujer es encontrar un lugar donde mantenerse a salvo. El por qu los hombres se detienen, no queda muy claro, pero cualquier reaccin de la mujer puede enfurecerlos an ms. Al finalizar esta fase le sigue un shock: negacin e incredulidad de que haya

FASE II Episodio Agudo


Durante esta fase se produce la descarga incontrolada de las tensiones acumuladas durante la fase anterior.

La mayora de las mujeres no buscan ayuda inmediatamente despus del ataque, a menos de que estn muy heridas y requieran de atencin mdica, ya que la actitud que muestran es similar a la de las vctimas de catstrofes, de colapso emocional: indiferencia, depresin y sentimientos de desamparo, llegando incluso a aislarse hasta 24 horas o varios das posteriores al ataque. Es en este momento de crisis, cuando la mujer esta ms dispuesta a solicitar y recibir ayuda.

Informacin til para detectar la fase en la que se encuentra la persona dentro del ciclo de la relacin violenta

FASE

CARACTERISTICAS
sucedido; ambos encuentran la manera de racionalizar la gravedad del ataque.

IMPORTANTE TENER EN CUENTA QUE

FASE III Arrepentimiento o Luna de Miel

Fase caracterizada por el Esta es la fase donde las mujeres arrepentimiento y la demostracin de afecto suelen solicitar ayuda, el momento en el que por parte del hombre intentando reparar lo se sienten capaces de salir de la situacin. hecho; se siente culpable por su comportamiento y pide perdn asegurando Sin embargo, son presa de la culpa por que no volver a ocurrir. desear abandonar el hogar, aunque estn conscientes de no sentirse felices. La tensin acumulada y manifestada, desaparece. Los hombres durante esta fase intentan convencer a otras personas que deben El hombre realmente cree que no ayudarle a recuperar a su mujer. volver a pasar y que ser capaz de controlar su enojo, inclusive intuye que le ha enseado Las personas cercanas a la relacin le una leccin a su pareja, con lo cual ella pedirn a la mujer que vuelva con su pareja dejar de hacer lo que haca y l no porque ste necesita de su ayuda. Se observa necesitar recurrir de nuevo a la violencia. grandes intentos de persuadirla. Se produce una negacin de lo En esta fase prevalece la idea de que ocurrido, minimizando la gravedad del acto quienes se quieren pueden superar toda violento, se intentan renegociar los trminos situacin adversa. de la relacin. Las mujeres eligen creer que la Frente a esta actitud conciliadora del conducta que observan les muestra a su agresor, la mujer experimenta confusin, verdadero marido, advirtiendo cun frgil e perdona la gravedad de los hechos y inseguro es y cunto necesita de ella. permanece en la situacin violenta, buscando argumentos que justifiquen las La mujer se convence a s misma de agresiones sufridas. que l ha cambiado y podr lograr lo que le ha ofrecido. Revive como un reflejo fugaz su Su duracin no ha sido determinada, sueo original, lo hermoso que es el amor. parece ms corta que la primera y ms larga que la segunda. l le recuerda que la necesita y amenaza con la idea de que pasarn cosas horribles si no lo persona (suicidio amenaza comn) Las mujeres se ven as mismas como un refugio, la nica salvacin de su pareja. La dependencia entre ambos se vuelve evidente. Las mujeres creen que las otras fases no volvern a suceder y que triunfar su visin idealizada de la relacin. Una vez que atraviesan varias veces por el ciclo, por los sueos de esa visin idealizada, sienten odio y vergenza de s mismas.

Quienes ayudan a las mujeres que viven violencia, este es el momento en el que pueden desesperarse, ya que ellas retiran las

Informacin til para detectar la fase en la que se encuentra la persona dentro del ciclo de la relacin violenta

FASE

CARACTERISTICAS

IMPORTANTE TENER EN CUENTA QUE


acusaciones, abandonan el intento de separacin y tratan de arreglar las cosas.

Incidencia
Como se observa en la Grfica 1, de a cuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Violencia contra las mujeres 2003 (ENVIM), el 21.5 % de las mujeres viven en situacin de violencia de pareja actual, 34.5 % ha sufrido violencia en cualquier momento de sus relaciones de pareja en la vida, en tanto que el 60.4 % ha sido vctima de violencia alguna vez en su vida, ya sea de su pareja, por familiares u otra persona. Es decir, una de cada cinco usuarias de los servicios de salud sufren de violencia de pareja actual, una de cada tres han sufrido violencia de pareja alguna vez en su vida y dos de cada tres mujeres han sufrido violencia alguna vez en su vida, ya sea por su pareja, de familiares u otra persona. (Modelo Integrado para la prevencin y Atencin de la Violencia Familiar y Sexual, 2004: 9)

21.50%

60.40% 34.50% V iven violencia con su pareja actual Ha sufrido violencia en cualquier m om ento de sus relaciones de pareja en la vida Ha sido vctim a de violencia alguna vez en su vida ya sea por su pareja, fam iliares u otra persona

Grfica 1. Incidencia de la violencia contra las mujeres

En cuanto a los tipos de violencia, la Encuesta Nacional sobre las Dinmica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2003) encontr que un 35.4 % present violencia psicolgica, el 27.3 % violencia econmica, el 9.3 % violencia fsica y el 7.8 % violencia sexual como se muestra en la Grfica 2.

7.8% 9.3% 35.4%

27.3%

Sexual

Fsica

Econm ica

Psicolgica

Grfica 2. Prevalencia de violencia segn tipo de violencia

Estudios hechos en 35 pases indican que de 25% a 50% de todas las mujeres han experimentado violencia fsica de parte de su pareja actual o anterior. (Heise,1994). En distintas partes del mundo, por lo menos una de cada cinco mujeres ha sido violada o agredida sexualmente. (OMS/OPS, 1998). Cada ao cuarenta millones de nios y nias menores de 15 aos son vctimas de maltrato o negligencia familiar, suficientemente graves como para requerir atencin mdica. (ONU, 2001).

a. Perfil del agresor/a y de el/la receptor/a


Perfil del agresor/a Suelen estar afectados por numerosos sesgos cognoscitivos relacionados con creencias equivocadas sobre los roles sexuales y que consideran inferiores a las mujeres, as como ideas distorsionadas sobre la legitimacin de la violencia como forma de resolver conflictos. Suelen ser Individuos con poca tolerancia a la frustracin. Habilidades de comunicacin muy limitadas. No poseen estrategias adecuadas para solucionar los problemas (incapacidad para manejar conflictos). Tienen dificultad para expresar sus emociones y sentimientos.

Rasgos de personalidad acentuados

Dependencia emocional. Agresividad generalizada. Problemas en el control de la ira. Impulsividad. Baja autoestima. Celos.

De acuerdo con algunos resultados de investigaciones documentadas por Bertelli (1999), las y los agresores se caracterizan por: 1. Deseo de control. Desea controlar todos los actos que realiza su pareja. 2. Celos excesivos. 3. Tiene una doble fachada. En pblico son amables y amorosos y en lo privado violentos. 4. Falta de seguridad personal. Siente constantemente amenazado su poder. 5. Baja autoestima. Tiene una dbil imagen de si mismo. No confa en sus logros. 6. Represin de sentimientos. Siente que pierde poder si manifiesta sus emociones. 7. Dificultades en la comunicacin. No logran establecer comunicaciones efectivas. Se comunica a travs de roles estereotipados que no le comprometen como persona. 8. Aislamiento emocional. Socializa con las dems personas pero no se compromete afectivamente. 9. Incapacidad de alternativas ante el conflicto. Reacciona impulsivamente, no cuenta con herramientas para solucionar conflictos. 10.Agresin silenciosa. Usa el lenguaje no verbal para agredir. 11.Actitud negadora. Niega la realidad, niega su violencia. No se responsabiliza de sus actos. 12.Manipula a sus hijas e hijos a familiares y amigos cercanos para hacerles sus aliados. 13.Abusa del alcohol, drogas o de medicamentos u otras adicciones. 14.Tiene gran resistencia al cambio. Su pensamiento es rgido. Perfil del/la receptor/a Las y los receptores de violencia se caracterizan por (Castro, 2004; Centro Nacional de Equidad de Gnero y Salud Reproductiva, 2004): 1. Soportar el maltrato emocional no percibiendo si quiera, el deterioro del que se han apropiado, al recibirlo en forma permanente. 2. Cuando solicitan ayuda en la mayora de los casos lo hacen para sus parejas. 3. Dudan de su salud mental, se ven anuladas en su auto confianza no pudiendo discriminar lo importante y urgente de lo intrascendente. 4. Suelen justificar la accin de quien ejerce violencia porque le consideran enfermo o porque atribuyen su comportamiento a la incidencia de factores externos.

5. Se asumen como culpables, responsables y merecedoras de tales castigos, pues no logran atender y cubrir en su totalidad con las expectativas de quien les agrede. 6. Existe una exagerada propensin a la vergenza, culpa y al miedo (slo se es alguien con un hombre a su lado). 7. Consideran que no tienen salida. Se victimizan. 8. Su pensamiento es rgido. 9. Su autoestima y confianza es dbil. 10.Consideran que pueden hacer algo para cambiar a la persona que las arremete. 11.Creen que su destino es vivir al lado de quien las violenta. 12.Dudan de sus capacidades. 13.Cansancio y fatiga crnicos. 14.Problemas de memoria y concentracin. 15.Cefaleas crnicas. 16.Disminucin en el inters para participar en actividades significativas. 17.Miedo intenso, desesperanza, culpa, vergenza y horror. 18.Recuerdos perturbadores recurrentes e intrusivos. 19.Ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos. 20.Hipervigilancia o estado de alerta constante, palpitaciones. 21.Depresiones severas. 22.Trastornos del sueos (dificultad para dormir o mantenerse dormido/a) y pesadillas 23.Ideas romnticas en exceso 24.Ideas y actos suicidas 25.Tolerantes ante el abuso de poder 26.Sndromes diversos De acuerdo a lo establecido por las UAPVIF (Unidades de Atencin y Prevencin de la Violencia Intrafamiliar) del DF, el perfil psicolgico de las mujeres receptoras de violencia comparte una serie de caractersticas de personalidad (EAPVIF, 2000): Baja autoestima Asertividad deficiente Escasa capacidad de iniciativa Adopcin de conductas de sumisin Falta de autoconfianza

Consecuencias de la violencia familiar


En el Informe del Banco Mundial para la Reconstruccin y el Desarrollo y de la Organizacin Panamericana de la Salud, se establece que la estimacin exacta de la carga sobre la salud por violencia contra la mujer, se ve dificultada por la falta de datos sobre la incidencia y el impacto del abuso sobre la salud, as como por el sub registro de los mismos. Sin embargo, se sabe que la carga oculta para la salud fsica, mental y social de las mujeres vara dependiendo del tipo de violencia, intensidad de la

misma, pero representa casi un ao de vida perdido por cada cinco aos de vida saludable o bien la muerte a edades ms tempranas (Heise, Pitanguy y Germain, 1994). En los ltimos aos, se ha puesto mayor atencin a las consecuencias de la violencia masculina sobre la salud de las mujeres, se ha encontrado que es un factor determinante en muchos padecimientos femeninos y se sabe que arrasa con la identidad y la subjetividad, excluyendo a las mujeres del terreno de la palabra y la significacin (Velzquez, 2003). Consecuencias fsicas Estas consecuencias se pueden considerar como una manifestacin inmediata a la violencia fsica, sin embargo, es posible observar una serie de situaciones que se derivan de la violencia que van desde lesiones leves: moretones, raspones, torceduras, hasta las llamadas lesiones graves: las cuales ocasionan dao permanente o irreversible como la muerte Adems de las en alteraciones fsicas que se manifiestan como: Agotamiento fsico Alteraciones del aparato gastrointestinal Trastornos de columna Dificultades respiratorias, palpitaciones e hipertensin Dolores de cabeza Mareos Tics faciales Cada del cabello Dermatitis Trastornos de la alimentacin Temblores incontrolables

Consecuencias Psicolgicas La violencia tiene profundos efectos psicolgicos como: Depresin (signos depresivos que incluyen: desgana, apata, abatimiento; autoevaluacin negativa, perspectivas futuras aterrantes; inhabilidad para la accin, ausencia o baja motivacin; astenia, alteraciones del sueo, rechazo de la sexualidad, prdida del apetito) Prdida de autoestima Sentimientos de culpa Aislamiento social Dependencia emocional Ansiedad y Angustia extrema y generalizada Trastorno por estrs agudo Trastorno por estrs postraumtico Alerta y sobresalto permanentes

Sndromes asociados a la violencia familiar


El Modelo Integrado para la Prevencin y Atencin de la violencia familiar y sexual (2004), seala que los sndromes que se encuentran asociados a la problemtica de la Violencia Familiar son: Si la violencia es fsica o emocional/psicolgica Sndrome de la Indefensin aprendida Es la obediencia pasiva al entorno cuando todos los esfuerzos por transformarlo no logran causar ningn efecto, ni la situacin se modifica. Los resultados son resignacin, desgaste, depresin y culpa entre otros que se reflejan en cansancio fsico y emocional. La indefensin aprendida es el resultado de la reiteracin a la vctima de su incapacidad de sobrevivencia lejos del agresor y de que lo que ocurre es su culpa y responsabilidad. La mujer trata de complacer y no molestar a su agresor, y evade toda la confrontacin para no ser lastimada. Al desencadenarse los episodios de violencia, las mujeres confirman la impotencia y falta de recursos para resolver la situacin y se mantiene el temor. El miedo a la represalias, la dependencia econmica y / o la esperanza de que el agresor cambie hacen que la mujer permanezca en el ciclo de la violencia. Sndrome de Estocolmo Se caracteriza por la relacin afectiva de las personas en el contexto de la violencia con el agresor. Sus indicadores son: Agradecer intensamente las pequeas amabilidades del abusador. Negar o justificar la violencia recibida. Negar la propia rabia hacia el agresor. Estar en constante estado de alerta para satisfacer las necesidades del agresor. Dificultad para abandonarlo an cuando tenga alguna posibilidad. Tener miedo de que el agresor regrese an cuando est muerto o en la crcel. Presentar sntomas de estrs postraumtico

Sndrome de la mujer maltratada: Caracterizado por sentimientos de abatimiento, miedo vergenza, culpa y desaliento; todo ello en deterioro de los aspectos emocionales, cognitivos, motivacionales y conductuales de la vida de las mujeres en situaciones de violencia. Lo anterior se manifiesta en ideas aterradoras e inmovilizadotas sobre el futuro y en repercusiones en el estado bienestar fsico, como alteraciones del sueo, prdida de apetito y rechazo de la sexualidad.

Dohmen (1994), seala que estas mujeres llegan a dudar de su propia salud mental debido a las estrategias de poder utilizadas por el agresor. Suelen presentar consciente o inconscientemente las creencias tradicionales respecto al rol de gnero (labores domsticas y la creencia de que la mujer vale slo si tiene a un hombre al lado). Si la violencia es sexual se presenta: Sndrome de trauma por violacin En este sndrome destacan dos momentos: 1. La fase aguda: Se presenta inmediatamente despus de un ataque, presentndose una desorganizacin en todos los aspectos de la vida. Manifestando ansiedad, pnico, ira, inseguridad, incredulidad, llanto incontrolado, sollozos, risas, insomnio, tensin muscular, irritabilidad, desconfianza y temor hacia todo lo que le rodea, as mismo se presentan sentimientos de humillacin, vergenza, fuertes deseos de venganza, impotencia y auto culpabilidad, as como sentimientos de vulnerabilidad e indefensin. 2. La fase de reorganizacin: En la cual la persona presenta un visible aumento de la actividad motora. Hay una bsqueda de alternativas que le permitan reiniciar su vida. Ya sea bsqueda de apoyo profesional o slo alguien que la escuche y comprenda. Trastorno de estrs postraumtico: Se presentan despus del evento traumtico grave, y se caracteriza por: 1. Presencia de recuerdos recurrentes e intrusivos. 2. Dificultades para conciliar el sueo o bien, pesadillas acerca del evento traumtico. 3. Comportamientos evasivos ante situaciones asociadas al trauma. 4. Disminucin de la capacidad de respuesta en general. 5. Aumento de la irritabilidad. 6. Dificultad para concentrar y respuestas exageradas de sobresalto. Lo anterior conlleva un malestar general que se refleja en un deterioro social, laboral y de todas las reas de su vida.

CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA Conducta Emociones/ sentimientos Fisiolgicas

CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA Culpa Miedo Enojo Minusvala Ansiedad Tristeza Autoevaluacin negativa Angustia Dificultades respiratorias Palpitaciones Hipertensin Trastornos de columna Dolores de cabeza Mareos Tics faciales Cada del cabello Dermatitis Trastornos gastrointestinales Alteraciones del sueo

Perdida de apetito Alteraciones del sueo. Rechazo a la sexualidad

2. Marco terico. Teoras y enfoques para el abordaje de la violencia familiar en el mbito psicolgico.
Postulados principales de cada teora y enfoque
Cada una de las teoras u enfoques psicolgicos presentados a continuacin, parten de un determinado marco conceptual terico para el abordaje teraputico de la violencia familiar (Aumann, 2003): Enfoque Conductual La teora Conductista es creada por Watson (1878-1958), la cual postula que el objeto de estudio de la psicologa es la conducta del ser humano, siendo sta fuente de datos psicolgicos. La terapia conductual parte de la idea de que la mayor parte de la conducta (incluida la inadaptada) es aprendida y que es posible emplear los principios descritos por las teoras del aprendizaje en la prctica clnica. El tratamiento se centra en la modificacin de las conductas observables inadecuadas. Se concede especial importancia al mtodo experimental como instrumento necesario en la descripcin, prediccin y control de la conducta. El abordaje conductual se caracteriza por ser concreto, operativo y estructurado. Para el estudio de la conducta anormal se basan en tres paradigmas del aprendizaje:

a) Condicionamiento clsico: Cuando estmulos nuevos provocan respuestas automticas al asociarlo con otro estmulo. El recondicionamiento plantea la ruptura de los estmulos temidos y la ansiedad y la sustitucin por respuestas ms adecuadas utilizando para las siguientes tcnicas de relajacin, desensibilizacin sistemtica, entrenamiento asertivo, implosin, entre otras. b) Condicionamiento operante: Se refiere a conductas que estn controladas por el medio ambiente. Establece una relacin en donde si la respuesta se refuerza con frecuencia la conducta se consolida, de lo contrario tender a extinguirse. De esta manera el condicionamiento operante est dirigido al desarrollo, el establecimiento, el fortalecimiento o la eliminacin de conductas consideradas como problemticas. Algunas de las tcnicas de este condicionamiento son: Modelado, contrato de contingencias, castigo, costo de respuesta, entre otras. c) Modelado o aprendizaje observacional: En el cual un observador puede aprender una conducta compleja observando la ejecucin que realiza un modelo. Consta de dos fase: Adquisicin: en donde el sujeto observa cmo el modelo hace la conducta y Ejecucin: en donde el observador ejecuta la conducta a partir de su representacin simblica. El objetivo de los tratamientos conductuales es la modificacin de conductas inadaptadas. Son tratamientos breves que tienen un limitado nmero de sesiones. Su eficacia se enfoca en la tcnica no en la relacin teraputica. El terapeuta conductual instruye al cliente con las herramientas suficientes para solucionar problemas, adems de reforzar y modelar las conductas objeto de tratamiento. Se habla de sntomas como producto de ansiedades especficas ante estmulos especficos, no de enfermedad.

Aportes del enfoque conductual al abordaje de la Violencia Familiar Al observar la conducta de una persona violenta y sus efectos, el modelo conductual aporta conceptos como: Doble fachada: el agresor muestra dos caras, lo pblico solo tiene cualidades positivas, buenos vecinos, respetuosos, excelentes profesionistas, divertidos, etc., en lo privado, la intimidad y secreto de su hogar muestran totalmente lo opuesto, son controladores y ejercen poder sobre los miembros de su familia. Desequilibrio de poder, la persona violenta somete a su pareja a travs de abusos intermitentes que intercalan con detalles y atenciones. Reforzando as el ciclo de la violencia. Baja autoestima. El hombre violento necesita una mujer que cubra la sensacin de sentirse disminuidos y as negar su baja autoestima Dependencia en su relaciones privadas, los hombres violentos temen ser abandonados por sus parejas por ello muestran celotipia y un excesivo control sobre ellas.

Indefensin aprendida, la autoinculpacin unida a la imposibilidad de reaccionar frente a la violencia del hombre la conduce a una trampa que la consume cada vez ms. Aprendizaje observacional, una persona con historia familiar de maltrato y de violaciones, puede a estar predispuesta a recibir violencia sin poder defenderse. La educacin familiar, a travs del aprendizaje observacional, propicia una discriminacin hacia la mujer que genera desigualdad entre gneros. o Las responsabilidades domsticas, cuidado de la casa de y los hijos. o Mayor exigencia a las mujeres en su carrera laboral. o Los estereotipos sociales que hacen que la mujer no elija actividades que requieran autoridad y poder. o La falta de modelos femeninos con los cuales identificarse generan miedo e inseguridad para ocupar puestos que por tradicin han ocupado los hombres. Adems de mayor exigencia por parte de sus pares varones quienes no permiten que se equivoquen, y acoso sexual. o En cuestin de logros, tradicionalmente se ha orientado a las mujeres a un mercado de trabajo secundario y poco lucrativo.

En la figura 1 se muestra el proceso de evaluacin y modificacin de conducta mostrando dos vertientes: una en caso de que la meta teraputica o bien la conducta inadaptada se modifica alcanzando la meta, lo cual da por terminado el proceso con un seguimiento y otra en donde no se cumple la meta y se tiene que reiniciar el proceso.

Terapia Conductista T
Su objeto de estudio es la Conducta. Se basa en la psicologa experimental utilizando procedimientos y tcnicas de evaluacin y verificacin. El objetivo es disminuir o eliminar conductas inadaptadas, as como instaurar o incrementar conductas adaptada. Sus tcnicas de intervencin estn basadas en el condicionamiento clsico, operante y el modelado. Como saturacin, relajacin, desensibilizacin sistemtica, entrenamiento asertivo, implosin, biorretroalimentacin, el refuerzo y castigo, as como el tiempo fuera

Formulacin y evaluacin del problema

Formulacin de hiptesis

Seleccin de conductas clave a modificar TRATAMIENTO Establecimiento de metas teraputicas Seleccin del programa de tratamiento

Seleccin de variables a modificar

Evaluacin y control de variables contaminadoras

Aplicacin del tratamiento

Evaluacin de resultados

Reconsideracin del proceso en sus diferentes niveles: problema, hiptesis, conductas clave y tratamiento

No se han alcanzado metas teraputicas

Se han alcanzado las metas teraputicas

Finalizacin de la terapia

Seguimiento

Figura.1.Proceso de evaluacin y modificacin de conducta segn Fernndez y Ballesteros y Carrobles

1. Enfoque Cognitivo. Su principal exponente es Aaron Beck, quien desarroll la terapia cognitiva como un tratamiento para la depresin. Esta terapia es una aproximacin activa, enfocada, directiva y de corta duracin que supone que las cogniciones imperfectas subyacen a las conductas y afectos desadaptativos. Con una duracin de entre cinco y veinte sesiones con una duracin de una hora (Ackermann - Engel, 2000). Las cogniciones ocupan un primer plano y estas son, las formas de expresin verbal (ideas, pensamientos, creencias, suposiciones) y las imgenes basadas en actitudes o supuestos desarrollados desde las experiencias tempranas. Le teora Cognitiva enfatiza el rol que tienen las cogniciones en el procesamiento de la informacin, determinando las experiencias emocionales particulares y del entorno. La psicoterapia cognitiva parte del concepto de que los afectos y la conducta del individuo estn determinados en gran medida por el modo como el individuo estructura el mundo, es decir, depende de sus cogniciones. El objetivo de la terapia cognitiva es la reestructuracin cognitiva, la correccin de creencias distorsionadas y de supuestos que obstaculizan, a fin de modificar conductas y afectos. Se gua al paciente para que reconozca, controle y registre los pensamientos disfuncionales, negativos, exagerados o inadecuados. Cuando las percepciones y las interpretaciones de los hechos se vuelven muy selectivas, egocntricas y rgidas, se producen disfunciones que deterioran el procesamiento cognitivo normal.

El mtodo consiste en detectar las cogniciones desadaptativas que estn en la base de las creencias, las cuales se someten a prueba a travs de tcnicas conductuales especiales y son puestas a discusin bajo la mirada de la lgica, con el objeto de buscar su validez o evidencia y su valor adaptativo o a travs de un incremento de las conductas o actitudes positivas. Se enfoca en dos tipos de creencias: Las centrales, que se constituyen en la infancia y son consideradas como verdades absolutas por ejemplo Soy incompetente y las intermedias que consisten en actitudes, reglas y presunciones a menudo no expresadas. La psicoterapia es entendida como un esfuerzo de colaboracin mutua en la cual paciente y terapeuta cooperan como equipo. Se considera fundamental que el terapeuta se muestre activo, sealando problemas y dificultades, centrndose en aspectos concretos, proponiendo y representando roles y animando al sujeto a llevar a cabo experimentos controlados, ya que se cree que los sujetos son capaces de reflexionar y realizar nuevas atribuciones de significado por medio de la reformulacin o cognitiva.

Aportes del enfoque cognitivo al abordaje de la Violencia Familiar Cuando se encuentra instalada la violencia en una familia, los hombres violentos se basan en un sistema de creencias que sustentan mitos acerca de la masculinidad y sobre estos mitos definen qu es ser hombre y qu es ser mujer, creyendo que son ellos quienes ejercen el poder en la casa, mientras que mujeres y nios deben obedecerle. El hombre violento sustenta pensamientos y creencias, cogniciones distorsionadas, basadas en una percepcin de la realidad distorsionada y estructurada. No permite que sus ideas sean revisadas, las cosas son tan cual l las dice y pone todo el poder en la mujer de hacer reaccionar al hombre ella me provoc. Los mecanismos que estn en la base de las distorsiones cognitivas: 1. Inferencia Arbitraria: Ante determinados datos de la realidad, el hombre violento llega a una conclusin diferente; sin tener evidencia suficiente distorsiona el significado. 2. Abstraccin Selectiva: El hombre violento selecciona entre todos los elementos de la realidad aquellos que tiene a su disposicin, de acuerdo a sus creencias y aquellos que confirman su hiptesis o teora irrefutable. 3. Generalizacin Excesiva: El hombre violento establece leyes generales a partir de incidentes aislados. Uso de trminos como: nada, todo, nadie, nunca, siempre, todos. 4. Maximizacin: Exageran la magnitud de sucesos triviales, los cuales toman dimensiones descomunales y se convierten en motivos para desencadenar la violencia. 5. Minimizacin: El hombre violento le resta importancia y magnitud a los actos violentos o las conductas referidas a s mismo. 6. Pensamiento dicotmico: El hombre violento percibe la realidad en trminos antinmicos, esto es, si no quiere estar conmigo es porque no me quiere, pensamientos extremistas todo o nada.

7. Personalizacin: Interpreta los datos de la realidad de manera autorreferida: todo lo que se hace o se dice es referido a su persona. En la Figura 2 se muestra el modelo cognitivo ejemplificando una las creencias a modificar en mujeres que viven violencia.

Terapia Cognitiva T
Su objeto de estudio son las Cogniciones (ideas, imgenes, expectativas, pensamientos y creencias) Es educativa y est destinada a resolver problemas actuales. Plantea la hiptesis de que las percepciones de los eventos (el modo en que los interpreta) influyen sobre las emociones y el comportamiento de las personas El objetivo es identificar pensamientos automticos que generan distorsiones cognitivas (creencias, actitudes y suposiciones) acerca de s mismo y del mundo. Los pensamientos automticos se consideran como hiptesis a comprobar. Su principal Estrategia de intervencin es el Mtodo Socrtico para reestructurar cogniciones distorsionadas (Cul es la evidencia para creer esto?, Que es lo peor que podra pasar en esta situacin?). A travs de la reestructuracin cognitiva se generan pensamientos adaptativos.

Creencia Central

Soy sumisa

Creencia Intermedia Tuvo razn en pegarme, la comida debe ser perfecta: Soy una tonta

SITUACION Mi pareja me golpeo

Pensamientos Automticos

Reacciones

Emocional Debo tener ms cuidado Nunca hago las cosas bien. Yo tuve la culpa. Malestar Comportamiento Llorar Fisiolgica Dolor de cabeza

Figura 2. Modelo Cognitivo. Fuente: Beck Judith (2000), Terapia Cognitiva: conceptos bsicos y profundizacin. Gedisa Barcelona p. 37 (Adaptacin propia aplicado a un caso de violencia)

Enfoque Psicodinmico El trmino psicodinmico hace referencia al psicoanlisis, en el cual, el conflicto psquico tiene un papel central. El creador de la teora psicoanaltica es Freud (1856-1939). El psicoanlisis abarca tanto una teora de la estructura y del desarrollo de la personalidad como una psicopatologa, la relacin teraputica y el proceso teraputico. Encontramos los conceptos bsicos del psicoanlisis formulados en cinco modelos de las estructuras psquicas: a. Modelo topogrfico. Freud introduce los conceptos de Inconsciente (nivel determinante de la conducta, gobernado por sus propios principios, ilgico y atemporal), Preconsciente (vagamente definido, mediador entre el ICC y el C) y Consciente (es la razn, el responsable de las actividades cognitivas y de relacin con el mundo exterior). b. Modelo dinmico. Los fenmenos psquicos son resultado de fuerzas en conflicto. Los conflictos a su vez, surgen de la necesidad de descargar la tensin generada por las presiones instintivas sexuales y por las defensas construidas para inhibir la expresin consciente de esos instintos.

c. Modelo econmico. Concepto bsico: libido, la cual se ocupa de la distribucin, transformacin y el gasto de energa que regula la conducta y la vida psquica. El proceso primario responde al principio de placer y el proceso secundario responde al principio de realidad. d. Modelo de desarrollo gentico. La personalidad se forma a travs de las fases de desarrollo psicosexual: oral (un ao), anal (segundo ao), flica o edpica (tres a cinco aos) y genital (adulto). Los conceptos de fijacin y regresin son claves para la comprensin psicoanaltica de la personalidad. e. Modelo estructural. Divisin del aparato psquico en estructuras: Yo, Ello y Sper Yo, las cuales se desarrollan a partir de la maduracin biolgica y la interaccin social. El Principal objetivo del mtodo psicoanaltico es hacer consciente lo inconsciente.

Aportes del enfoque psicoanaltico al abordaje de la Violencia Familiar El enfoque psicoanaltico establece que los antecedentes de quienes ejercen violencia, hacen referencia a situaciones de abandono o abuso grave durante la infancia y privaciones vividas con gran dolor: dificultades en la constitucin de la subjetividad y en la constitucin del yo, lograron identificarse con el agresor de la familia, afianzando as la pertenencia y la filiacin a un grupo dominante diferenciado de aquellos a quienes vive como inferiores (mujeres y nios). Lo anterior nos habla del lugar que ocupan los hijos y la transmisin generacional de la violencia familiar. La persona que ejerce violencia es alguien que no puede poner en palabras ni conectar con sentimientos (tienden a racionalizarlos) la situacin violenta, las palabras aparecen despus y como justificacin de lo ocurrido, tratando de generalizar sus acciones. Se observa una marcada inhabilidad para comunicarse y se distinguen por no poder hablar de s mismos, ni utilizar la primera persona del singular. Los hombres violentos niegan la responsabilidad de lo ocurrido, intentan justificar su conducta violenta a travs de argumentos y racionalizaciones que sostienen esa negacin, poniendo la responsabilidad en su pareja.

Terapia Psicodinmica T
Su objeto de estudio el conflicto psquico Su objetivo es hacer consciente lo inconsciente. Sus principales tcnicas: Transferencia y contratransferencia, asociacin libre e interpretacin de los sueos, anlisis y reconocimiento de las resistencias, interpretacin e insigth (al lograr el insigth se logra la cura)

Modelo Sistmico Sus principales exponentes: Ackerman, Fromm, Hornet y Sullivan. Los objetivos de este modelo se centran en la modificacin de patrones de interaccin interpersonal. El desarrollo de los modelos sistmicos ha estado unido a la evolucin de la terapia familiar. La teora general de sistemas incluye conceptos como: suprasistema, subsistema, sistema cerrado y sistema abierto. Sistema es, un conjunto de elementos estructurados dinmicamente, su totalidad genera propiedades que son independientes de aquellas que poseen los elementos por separado. La familia, sistema abierto donde se produce un intercambio de informacin con su medio externo, capaz de adaptarse a las exigencias sociales, que varan en el tiempo, para asegurarles a sus miembros continuidad y crecimiento psicosocial. Para este modelo, el miembro de la familia que presenta el sntoma o la disfuncin, se lo considera una expresin de la disfuncin del sistema familiar. Por lo tanto, se considera el rol del ambiente psicosocial en el origen de la enfermedad. La teora clnica de la Comunicacin Humana realiza aportaciones para entender los modelos sistmicos. El modelo realiza una distincin entre las dos formas de relacin interpersonal didica: las relaciones simtricas (caracterizadas por la igualdad en la relacin, cualquiera puede tomar la iniciativa, dar un consejo o tener una actitud critica, tendientes a ser competitivas) y las relaciones complementarias (se da un mximo de diferencia en la relacin, posicin desigual entre sus miembros: uno de ellos siempre est en una posicin superior con respecto al otro.)

Aportes del enfoque sistmico al abordaje de la Violencia Familiar

Los sistemas familiares en los cuales se ha estructurado un comportamiento patolgico en uno de los miembros tienden a repetir transacciones dirigidas a mantener reglas cada vez ms rgidas al servicio de la homeostasis. El sistema familiar desempea y diferencia sus funciones a travs de subsistemas, estos se forman ya sea por generacin, sexo, inters o funcin; las dadas como: maridomujer, madre-hijo pueden ser subsistemas. En la evolucin de una familia existen distintas fases que requieren la negociacin de nuevas reglas familiares, apareciendo nuevos subsistemas, para los cuales deben trazarse nuevas lneas de diferenciacin. Los lmites de los subsistemas deben ser firmes pero lo suficientemente flexibles como para permitir una modificacin cuando las circunstancias cambian. El modelo de familia patriarcal, se encuentra sustentado en una jerarqua de poder en la cual el padre es el jefe de familia, la relacin con la pareja es asimtrica y posee autoridad vertical sobre la mujer y los hijos. En el caso del maltrato emocional, se produce la descalificacin, uno de los interlocutores desestima el mensaje del otro mediante gestos o actitudes. En el caso de abandono se da una desconfirmacin: uno omite a la otra persona, no existe para l y el otro se siente inexistente. El aislamiento social que vive el hombre violento es un aislamiento vinculado con lo afectivo, ha incorporado la regla de no compartir sus sentimientos con otros hombres, ya que lo relaciona con debilidad. Predomina su inhabilidad para comunicarse, para resolver conflictos en forma no violenta, su miedo a la soledad y dependencia hacia la mujer, su inseguridad y dficit de recursos, visualizndose todo como un sistema circular. Las conductas orientadas al control y al dominio del otro se encuentran enraizadas en la socializacin del gnero, sustentando valores sexistas.

Terapia Sistmica T
Su objeto de estudio la interaccin personal. Las caractersticas de la organizacin del sistema. Considera el ambiente psicosocial como el origen de la enfermedad. Los sistemas son considerados como estructuras dinmicas. Su objetivo es modificar los patrones disfuncionales de interaccin, formulando hiptesis sobre el problema. Sus principales tcnicas: Alianza alternante, reformulacin, uso de la resistencia, la intervencin paradjica y contraparadjica, la prescripcin de tareas, preguntas reflexivas, la ilusin de alternativas, el uso de analogas, provocar interacciones familiares y el Interrogatorio circular

Modelo integrativo para la atencin integral: El modelo ecolgico con enfoque de Gnero
El modelo multidimensional est basado en el paradigma integrativo para entender esto Corsi (2005) recurre a la siguiente fbula oriental. Haba una vez en Japn, un chico que viva en una granja. Se llamaba Saburo, pero, como siempre estaba haciendo tonteras la gente le deca Saburo, el tonto. Nunca poda recordar ms de una cosa a la vez, y sus padres estaban muy preocupados, pero le tenan mucha paciencia porque confiaban en que cuando creciera se convertira en un muchacho ms inteligente. Un da su padre le dijo: - Saburo, por favor, ve hasta el terreno de las papas y desentirralas. Despus de que las hayas desenterrado, desparrmalas cuidadosamente para que se sequen al sol. - Entiendo dijo Saburo, y cargando la azada al hombro se encamin hacia el terreno donde estaban plantadas las papas. Al rato, estaba ocupado desenterrando las papas cuando de repente su azada golpe algo dentro de la tierra. Cav mas hondo y encontr una gran olla vieja llena de monedas de oro. Era un tesoro que alguien haba enterrado all hace mucho tiempo.

- Pap me dijo que primero debo desenterrar las cosas y luego desparramarlas para que se sequen al sol -murmur Saburo-. Entonces, desparram cuidadosamente las monedas sobre el terreno y se fue hacia su casa. Cuando lleg, dijo: - Encontr una olla llena de monedas de oro y las desparram al sol para que se secaran. Sus padres se sorprendieron mucho al orlo y corrieron hacia el terreno de las papas, pero ya alguien se haba llevado todo el oro. No quedaba siquiera una moneda. - La prxima vez que encuentres algo le dijo ms tarde el pap- lo debes envolver con mucho cuidado, y traerlo a la casa, no lo olvides hijo. - Entiendo asegur Saburo -. Al da siguiente, cuando encontr un gato muerto en el campo, lo envolvi muy cuidadosamente y lo llev a su casa. Estaba muy orgulloso de haber recordado lo que tena que hacer, por eso se puso triste cuando su padre le dijo: - No seas tan tonto, Saburo. Cuando encuentres algo como esto, debes arrojarlo al ro. Al da siguiente, Saburo encontr una enorme raz de rbol. Pens durante un rato y record lo que su pap le haba dicho acerca del gato muerto. Entonces tomo la raz y la arroj al ro. En ese momento pasaba un vecino, que, al ver lo que estaba haciendo Saburo le dijo: - No debes tirar una cosa de tanto valor. Esta raz hubiera servido para prender un buen fuego. Deberas haberla partido en pedazos y llevado para tu casa. - Entiendo dijo Saburo, e inici el regreso a su casa. En el camino vio una tetera y una taza de porcelana que alguien haba dejado junto al camino. -Oh!, aqu hay una cosa de mucho valor exclam -. Y tomando su azada, rompi la tetera y la taza en mil pedazos. Despus de las llev a casa. -Hola, mam dijo cuando lleg -. Mira lo que encontr en el camino. Y le mostr a la madre los pedazos de la porcelana.

-Oh, por favor!Qu has hecho? Grit la mam - Son la tetera y la taza que le llev a tu padre con el almuerzo, este medioda! Las arruinaste por completo! Al da siguiente sus padres le dijeron: - Todo lo que haces, lo haces mal. A partir de hoy iremos nosotros solos a trabajar nuestro campito y t te quedars en casa. Estamos cansados de tonteras, Saburo. Y lo dejaron solo. - Realmente no entiendo por que la gente me llama Saburo, el tonto murmur muy enojado si siempre estoy haciendo exactamente lo que los dems me ordenan que haga. En la atencin a la violencia, tambin nos encontramos Saburos que intentan aplicar el esquema teraputico aprendido a diversas situaciones clnicas que se presentan. Sin embargo, hay diferentes tcnicas de diversos modelos teraputicos que son eficaces en determinados casos. Por ello es necesario un modelo integrativo multidimensional para tener en cuenta la amplia gama de determinantes que operan sobre las situaciones humanas, y trabajar con recursos que sean lo suficientemente flexibles para actuar en las diferentes dimensiones del problema. Que abarque tanto la dimensin terica, como la clnica (Corsi, 2005). La violencia contra las mujeres no se puede atribuir a una sola causa, es un problema que obedece a factores sociales, psicolgicos, legales, culturales y biolgicos. Tampoco puede ser abordado desde un solo enfoque De esta manera, el Modelo denominado Ecolgico ha sido recomendado por especialistas en el tema (OMS, 2002; De Bruyn M., 2001; Corsi comp., 1999; y Heise L. Pitanguy J., Germain A., 1994 citado en Modelo Integrado para la prevencin y Atencin de la violencia familiar y sexual, 2004). Los intentos por explicar y abordar la violencia se han limitado al modelo utilizado enfocndose en factores personales o familiares, sin embargo para entender integralmente el fenmeno es necesario tomar en cuenta la multicausalidad de la violencia. El modelo ecolgico enfoca el problema desde la perspectiva de los distintos contextos en los que se desarrolla una persona (a nivel Individual, familiar/relacional, de la comunidad y de la sociedad) y ayuda a identificar los distintos niveles en los que se manifiesta la violencia, los factores que influyen en ella, y proporciona un marco para explicar la interaccin entre dichos factores (Figura 3)

MACROSISTEMA Creencias y valores culturales acerca de la mujer el hombre los nios y la familia. Concepcin acerca del poder y la obediencia EXOSISTEMA Legitimacin institucional de la violencia Modelos violentos (medios de comunicacin) Victimizacin secundaria

MICROSISTEMA

Historia personal (violencia en la familia de origen) Aprendizaje de resolucin violenta de conflictos. Autoritarismo en las relaciones familiares. Baja autoestima. Aislamiento.

Factores de riesgo Estrs econmico Desempleo Aislamiento social Alcoholismo

Carencia de legislacin adecuada Escasez de apoyo institucional para las vctimas Impunidad de los perpetradores

Actitudes hacia el uso de la fuerza para la resolucin de conflictos. Concepto de roles familiares, derechos, y responsabilidades.

Figura 3. Modelo Ecolgico aplicado al campo de la violencia familiar (Corsi, 1994)

Un enfoque de atencin integral: El modelo ecolgico con enfoque de Gnero. La violencia contra las mujeres no se puede atribuir a una sola causa, es un problema que obedece a factores sociales, psicolgicos, legales, culturales y biolgicos. El modelo ecolgico propuesto por Urie Bronfenbrenner, postula que la realidad familiar, social y cultural se puede entender organizadas como un todo, como un sistema compuesto por diferentes subsistemas que se articulan entre s de manera dinmica. Intenta lograr una mirada abarcativa e integradora de todos los sistemas y entornos que intervienen en el desarrollo de una persona. Bronfenbrenner, presenta una perspectiva terica para estudiar a la persona en desarrollo, el ambiente y la interaccin entre ambos. Por un lado el individuo en un constante desarrollo va interactuando y reestructurando el medio en el que vive. As como su percepcin del mismo construyendo su realidad.

Parte de la idea de que el ser humano puede ser entendido, si adems de sus caractersticas individuales se tienen en cuenta las del ambiente en el que se desarrolla. Ya que funcionan como sistemas (dinmicos, pueden modificarse y expandirse, en donde las personas y el entorno se influyen, adaptan y ajustan mutuamente, lo cual es una caracterstica de la ecologa del desarrollo humano. Por ello, un cambio en cualquier punto del esquema ecolgico (ya sea en la persona o en el ambiente) puede afectar al resto y generar nuevos cambios que, por un efecto de carambola, influirn de nuevo en el punto inicial (Monzon, 2003). Las estructuras del modelo estn en forma concntrica, cada una de las cuales est incluida dentro de la siguiente. Se conforma de tres niveles que son: 1. Microsistema: Representa a la familia y el grupo social inmediato en que se desenvuelve la persona. Pero fundamentalmente el contexto familiar en donde se desarrollan los intercambios cara a cara ms intensos. 2. Exosistema: Representa la estructura social de la comunidad, por ejemplo, el mundo laboral, los sistemas sociales de la vecindad y las estructuras gubernamentales comunitarias. 3. Macrosistema: Es la mas grande de las estructuras contextuales e incluye lo valores culturales y sistemas de creencias y los estilos de vida que prevalecen en una cultura o subcultura en particular. En la figura 3, se despliega cada uno de los sistemas y sus dimensiones tomando en cuenta la interaccin recproca entre los mismos. De esta manera, la persona en desarrollo es una entidad dinmica que se adentra progresivamente, y reestructura, el medio en el que vive. Existiendo una relacin bidireccional entre el individuo y su ambiente con una influencia recproca, que se acompaar inevitablemente de modificaciones en todos los subsistemas representados en este modelo.

3. Tipos de atencin

La vctima de violencia sufre un acto sbito y severo, perpetrado en contra de ella o de sus posesiones, un trauma que puede resultar debilitante tanto fsica como psicolgicamente. El dao psicolgico persiste ms all de lo que ha necesitado la cicatrizacin del cuerpo. La vctima se ve asaltada por preguntas como: pude haber prevenido este acto?, de alguna forma lo alent?, es posible evitar la recurrencia?. (Bellak, 1970: 312)

Intervencin en crisis y de emergencia


Slaikeu (1996), define la intervencin en crisis como un proceso de ayuda dirigido a auxiliar a una persona o familia a sobrevivir un suceso traumtico, de modo que la probabilidad de efectos debilitantes (estigmas emocionales, dao fsico) se minimiza y la probabilidad de crecimiento (nuevas habilidades, perspectiva y opciones en la vida) se maximiza. La crisis es un estado temporal de trastorno y desorganizacin, caracterizado principalmente por la incapacidad del individuo para manejar situaciones particulares utilizando mtodos acostumbrados para la solucin de problemas y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo (Slaikeu, K. 1990). Temporalidad El estado de emergencia tiene una corta duracin, en general 4 o 6 semanas. Al pasar el tiempo, en general, se establece el potencial para el cambio positivo (resolucin) o el cambio negativo (pseudo equilibrio). Todas las personas contamos con un conjunto de recursos biolgicos, fisiolgicos y metablicos para lograr la homeostasis (equilibrio) permitiendo sobrevivir a las amenazas ambientales. De lo contrario, se encontrara la muerte. Por tal motivo la desorganizacin y el desequilibrio no son tolerables por largos periodos de tiempo prcticamente en ningn ser humano.

TIPOS DE CRISIS

CIRCUNSTANCIALES -Accidentales o impredecibles, -Se apoyan en factores ambientales, -Pueden causar impactos devastadores sobre comunidades enteras o individuos. Ejemplos: Prdida de un ser querido, catstrofe, desempleo, divorcio etc.. DE DESARROLLO -Surgen del paso de una etapa de crecimiento a otra, -Son predecibles Ejemplo: adolescencia, menopausia, andropausia, etc..

Etapas del periodo de crisis Las reacciones psicolgicas de este proceso no representan un trastorno mental, ya que son respuestas ms o menos tpicas a la vida fsica y psicolgica. Etapa 1. Desorden: Primera reaccin ante un hecho amenazante y puede manifestares en llanto, angustia, gritos, desmayo o lamentos. Etapa 2. Negacin: Conduce al amortiguamiento del impacto. Puede acompaarse por un entorpecimiento emocional, no pensar en lo sucedido o la planeacin de actividades como si nada hubiera pasado. Etapa 3. Intrusin: Intentos de explicacin, recuerdos o pesadillas involuntarias. Regularmente mencionan aunque no quiera, todo me viene a la mente una y otra vez. Algunas personas pasan de la etapa 1 a la tres. Otras al llegar a la etapa 3, regresan a la 2 y oscilan entre ambas fases, sin avanzar a las siguientes. Etapa 4. Translaboracin: Se expresan, identifican, divulgan pensamientos, sentimientos e imgenes de la experiencia de crisis. Algunas personas progresan y reelaboran estos sentimientos y experiencias naturalmente, y otros lo hacen nicamente con ayuda externa. Hay dominio cognitivo, las explicaciones anteriores carecen de sentido y es necesario buscar nuevas interpretaciones. Encontrar significado a las experiencias traumticas y estar en contacto con personas que sufrieron eventos similares es de gran ayuda. Etapa 5. Consumacin: Es la ltima y aqu es posible integrar la experiencia a la vida personal. En el caso de mujeres maltratadas no solo se admite la situacin de maltrato y se encuentra una explicacin, sino que se identifican y expresan sentimientos y pensamientos. Admite que est pasando por un periodo de desorganizacin, pero reconoce los mecanismos o estrategias para salir adelante. Son caractersticas de esta etapa: restauracin del equilibrio, comprensin real y no errnea del problema, identificacin de nuevas estrategias de enfrentamiento y cambios del comportamiento. Caractersticas de una crisis Desorganizacin y desequilibrio emocional. Sentimientos de cansancio, desamparo, culpa, inadecuacin, confusin, ansiedad, ira y depresin. Perturbacin. Abundancia de pensamientos automticos que no permiten identificar y asimilar con claridad el problema, provocando un derrumbe de las estrategias de enfrentamiento.

Vulnerabilidad y reduccin de las defensas. La sobrecarga del suceso deja a la persona confundida y se siente incapacitada para salir adelante, teniendo la sensacin de que no queda nada por defender. Lmites de tiempo. Se considera estado de crisis agudo, al ataque repentino de corta duracin y al estado crnico aquel que puede durar meses y hasta aos. Por lo tanto una cosa es reestablecer el equilibrio y otra la resolucin de la crisis. Primeros auxilios psicolgicos ante una crisis Los primeros auxilios psicolgicos ante una crisis tienen el objetivo de restablecer el equilibrio emocional de manera inmediata dando apoyo, reduciendo la mortalidad y enlazando con recursos de ayuda. La intervencin en crisis tiene dos fases: Fase 1. Primeros auxilios psicolgicos Puede ser brindada por una amplia variedad de asistentes y personal no Profesional. Para brindarla, es importante que realicemos un contacto psicolgico con la persona, analicemos las dimensiones del problema, sondeemos las posibles soluciones y por ltimo, asistamos a la persona en una situacin concreta. Esta intervencin la puede realizar la psicloga o psiclogo que realizan la primer entrevista con quien vive violencia familiar.
Ten en cuenta que:

Estos primeros auxilios concluyen cuando vemos una seal de calma. En la mayora de los casos el paso a seguir es la exploracin de opciones de seguridad y disminucin del riesgo para la integridad de la usuaria. Indiquemos los pasos a seguir para hacer un plan de seguridad. Cerciormonos de que la informacin proporcionada fue comprendida por la persona y verifiquemos que el estado de crisis ha sido cambiado por el inters de atencin especializada por parte de la mujer. Pidamos a la persona recapitular lo que har de acuerdo con las indicaciones dadas.

Fase 2. Terapia en crisis De acuerdo con Slaikeu (1996) se brinda por trabajadores de la salud mental (psiclogos, psiquatras y trabajadoras sociales formadas en psicoterapia). Esta terapia surge despus de la implementacin de los primeros auxilios psicolgicos, cuando el consultante tiene claro el proceso de reconstruccin para su propia vida, consecuencia de la crisis que dej lo violencia. Es un proceso ms intenso que los primeros auxilios, requiere ms tiempo (regularmente de 1 a 6 sesiones o ms) y un nivel alto de entrenamiento para el terapeuta.

No todas las personas que enfrentan una crisis necesitan una terapia para resolverla. Muchas personas reelaboran las crisis por s mismos con el consejo de amigos, lecciones recordadas del pasado o con estrategias aprendidas sin la ayuda de un terapeuta. Las energas del (la) terapeuta se dirigen para ayudar al consultante a: 1. Sobrevivir fsicamente a la experiencia de crisis. 2. Identificar y expresar sentimientos que acompaen la crisis. 3. Obtener un dominio emocional de la crisis. 4. Realizar adaptaciones en su forma de vida para superar la crisis. El tratamiento tiene como funcin principal traducir la crisis en un lenguaje de tareas. Para el proceso de reelaboracin se toman como ejes principales las 4 reas anteriores. La terapia se desarrolla en relacin al tratamiento de cinco subsistemas de la personalidad: Conductual: Patrones de trabajo, interaccin con los dems, descanso, ejercicio, hbitos de comida, comportamiento sexual, hbitos de sueo y uso de drogas (tabaco y alcohol). Presencia de: Actos suicidas, homicidas o de agresin. Mtodos para salir delante de la tensin. Afectivo: Exploracin de sentimientos tales como :Ansiedad, ira, alegra, depresin, culpa, etc. Favorecer la expresin de sentimientos. Somtico: Funcionamiento fsico en general. Presencia o ausencia de tics, dolores de cabeza, malestares estomacales. Estado general de relajacin-tensin. Interpersonal: Relaciones con la familia, amigos, vecinos y compaer@s de trabajo. Papel asumido en las relaciones personales: pasivo independiente, lder, de iguales. Estilo de la resolucin de conflictos: Asertivo, agresivo y aislado (pasivo). Cognoscitivo: Sueos. Representaciones mentales del pasado o el futuro. Autoimegen. Metas vitales. Creencias religiosas. Filosofa de la vida. Presencia de sntomas de neurosis o psicosis. Reaccin ante la crisis La manera en la que reacciona una persona ante una situacin de crisis depender de los recursos con los que cuenta. I. Recursos materiales (situacin econmica, vivienda, empleo, transporte, otros medios de sustento). II. Recursos personales (fuerza del yo, historia previa de enfrentamientos a situaciones tensionantes, problemas de personalidad o del pasado no resueltos). III. Recursos sociales (personas que le rodean, familiares, amistades, relaciones laborales).

Una situacin de crisis se puede dar en: La primera entrevista, en la entrevista a profundidad, en la psicoterapia, en la atencin mdica o la mujer puede llegar a solicitar el servicio en estado de crisis. En la intervencin de primera mano el objetivo principal es apoyar a la mujer para recuperar el control de sus emociones y eliminar la angustia. Tengamos presente que: Un estado de crisis es una respuesta esperada a eventos traumticos. Un estado de crisis involucra expresiones como el llanto incontrolado y lamentos, pero tambin risas, tensin, sentimientos de vergenza, pnico, ira, inseguridad e indefensin. Las tareas de la resolucin de la crisis son: Supervivencia fsica en las secuelas de la crisis. Expresin de sentimientos relacionados con la crisis. Dominio cognitivo de la experiencia completa.(expectativas, metas, autoimagen) Los ajustes conductuales/ interpersonales que se requieren para la vida futura.

La intervencin en crisis, en sus dos modalidades, toma lugar dentro de una perspectiva de sistemas generales en la teora de la crisis que considera al individuo en el entorno de una familia, el grupo social, la comunidad, y la cultura.

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLOGICOS


1. CONTACTO PSICOLOGICO Invita a hablar Escucha hechos y sentimientos, Sintetiza y refleja hechos y sentimientos, Declara empata, Muestra inters por comunicarte, Toca/abraza (tiene un efecto calmante a una situacin intensa). Puedo sentir, por la manera en que usted habla cun perturbada se siente respecto a lo que pas. Parece que usted est enojado acerca de lo que pas. 2. EXAMINACION DE LAS DIMENSIONES DEL PROBLEMA Indaga: Pasado inmediato: Que precipito la crisis, Funcionamiento CASIC (Previo a la crisis Fortalezas - Debilidades) Presente: Funcionamiento actual CASIC (fortalezas debilidades) Recursos personales (internos), Recursos sociales (externos) mortalidad. Futuro inmediato: Decisiones inmediatas: para esta noche, fin de semana, etc. 3. ANALIZAR POSIBLES SOLUCIONES Preguntar: Que ha intentado hasta ahora?, Examinar: Qu es lo que puede o podra hacer ahora? Proponer nuevas Alternativas: Nuevo comportamiento, Redefinicin del problema, Asistencia externa, Cambio ambiental 4. ASISTIR EN LA EJECUCION CONCRETA Si: La mortalidad es baja y la persona es capaz de actuar en su propio beneficio, entonces: ACTITUD FACILITADORA: Hablamos, Tu actas se hace un contrato para actuar entre el asistente y el paciente. Va desde escuchar hasta dar consejos Si: La mortalidad es alta o la persona no es capaz de actuar en su propio beneficio, entonces: ACTITUD DIRECTIVA: Hablamos, Yo puedo actuar en tu beneficio y el contrato para la accin puede incluir a la familia y otros recursos comunitarios. Va de la movilizacin activa de recursos, hasta el control de la situacin 5. SEGUIMIENTO Asegurar la identificacin de informacin, examinar posibles procedimientos para el seguimiento, establecer un convenio para recontactar (Slaikeu, 1996)

Terapia individual
La atencin individual en casos de violencia, permite profundizar en aspectos emocionales relativos al tema de la violencia y la historia personal de la consultante, contando con mayor tiempo para ser escuchadas y atendidas. Es posible realizar este tipo de atencin desde los distintos enfoques abordados con anterioridad. Por lo regular, las organizaciones o instituciones que trabajan en la atencin y prevencin de la violencia familiar no suelen emplear a modo de intervencin un formato de terapia psicolgica individual de duracin prolongada, esta suele ser proporcionada bajo un formato de Terapia Breve por un perodo no mayor a las 12 sesiones, llevndose a cabo de forma peridica (semanal o quincenal), segn se requiera. Aquellas mujeres que presentan un deterioro emocional severo; alto grado de parlisis para actuar; dificultades significativas para expresar lo que ocurre, para ubicarse temporalmente respecto de los episodios de violencia pasados o se encuentran en un estado fuerte de depresin, melancola o ideacin suicida; recibirn contencin, apoyo y sern derivadas al servicio de atencin individual por un lapso de tiempo relativo, hasta que puedan ser incorporadas en el grupo de mutua ayuda.

Terapia de grupo
Un grupo esta constituido por un conjunto de personas con una tarea, proyecto u objeto comn; brinda pertenencia e intimidad. En un grupo se estructuran relaciones identificatorias (con el resto de los miembros del grupo) y transferenciales (con el coordinador). La disposicin circular de los integrantes, provoca efectos ms all de lo espacial, facilitando la creacin de un juego de miradas. Dohmen (1994) realiza una diferenciacin entre los Grupos de Autoayuda y los Grupos de Mutua Ayuda. Ambos son homogneos ya que responden a un objetivo limitado, son tiles para abordar situaciones/conductas patolgicas especficas y se caracterizan por la reunin de personas que comparten un problema en comn. Sin embargo, las diferencias entre uno y otro radican en: Grupos de Autoayuda. El saber se encuentra concentrado en quienes padecen el problema/situacin/enfermedad/conducta. Es a travs de la experiencia de su propio padecimiento y de la ayuda ofrecida por sus pares, que resuelven el problema. Grupo de Mutua Ayuda. El saber circula desde la/el profesional que coordina el grupo, el llamado saber tcnico, como desde sus integrantes, el saber de la experiencia. La coordinador/a capacitada, informa, seala, orienta, contiene, posibilita las relaciones grupales multidireccionales, induce e incentiva a compartir las experiencias de cada uno de los miembros. Dohmen (1994) considera que el grupo de Mutua Ayuda es el modelo grupal que debe adoptarse para el abordaje de la violencia familiar-de gnero.

Este grupo se caracteriza por ser heterogneo en cuanto a la diversidad de edades, aos de unin, estado civil, nivel socioeconmico, nmero de hijos, nacionalidad, etc. Sin embargo esta heterogeneidad se desdibuja frente al motivo que las convoca a participar en el grupo, todas son mujeres que han sido maltratadas y la tarea comn que las une est dirigida a liberase de cualquier tipo de abuso. Este fin se implementa a travs del intercambio con otras mujeres que viven la misma problemtica de maltrato y la orientacin que brinda la psicloga que coordina el grupo. Otorgando la posibilidad de reflexionar y sentir alivio, al ver que hay muchas otras mujeres que padecen la violencia y por lo mismo no estn solas. El grupo las provee de instrumentos, de conocimientos, de la posibilidad de desarrollar lazos sociales con otras mujeres, de analizar alternativas y caminos a seguir para poner fin al aislamiento en el que hasta ahora han estado viviendo, otorgndoles fundamentalmente apoyo social. Existen dos modalidades de este tipo de grupo. Grupo Abierto. Permite la incorporacin de nuevas integrantes en distintos momentos, no limita el nmero de participantes, ni el nmero de reuniones a las que deben asistir. Resulta efectivo, ya que los nuevos ingresos provocan movilizaciones a las integrantes de mayor tiempo, al mismo tiempo que estas ltimas comparten sus aportes y experiencias, de este modo se retroalimenta el circuito grupal. La duracin de las sesiones puede variar entre tres y tres horas y media. Grupo Cerrado. Slo se permite un nmero limitado de miembros (de 10 a 12 mujeres) y una vez completado el cupo, no ingresan ms personas, de este modo se facilita la programacin por etapas, con objetivos especficos y el desarrollo de un clima grupal que lo caracterizan. La duracin de las sesiones es de dos horas y media y tres horas. Este tipo de grupo, una vez consolidado transita por tres niveles: 1er nivel Objetivo bsico-poner fin al maltrato fsico. Se trabaja sobre la victimizacin recibida, el ciclo de la violencia, el sndrome de la indefensin aprendida, la revalorizacin de la mujer como individuo, el aumento de la autoestima, el establecimiento de redes que derriben la barrera del aislamiento. 2 nivel Se trabaja para revertir el deterioro emocional de la mujer, la autovaloracin, la independencia econmica y emocional, planificacin de proyectos, desarrollo de aptitudes y el respeto a s misma, exigiendo a su vez el respeto de los otros. 3er nivel Se trabaja sobre el lugar que ocupa la mujer como sujeto singular (toma de decisiones y desempeo de aptitudes de forma autnoma) y como sujeto social (hacer valer sus propios derechos y hacerse cargo de sus obligaciones. Incluye el desdibujamiento de los estereotipos tradicionales y el

cuestionamiento de los roles sobre las obligaciones naturales para el gnero femenino. Dohmen (1994) apunta que en cualquiera de los dos formatos de grupo, ya sea cerrado o abierto, es posible sealar la estimulacin que se efecta desde la coordinacin, as como la motivacin personal de muchas mujeres, de brindarse ayuda mutua de forma extragrupal, con el objeto de apoyarse en los momentos duros y continuar con el proceso iniciado. Lograr esta tarea se debe justamente al clima, el estilo y la entrega que se establece junto con la coordinadora del grupo, ya que las modalidades de intercambio y la posibilidad de interrelacionarse, contenerse, brindarse afecto estn basadas en el manejo y gua del grupo. El trabajo de la coordinacin debe ser eficaz, para orientar el trabajo hacia el logro de los objetivos deseados. Debe establecer una coherencia interna, a travs de la explicacin de los sucesos que se presentan en el grupo, por medio del incentivo y la adjudicacin del compromiso que necesita generarse en las participantes. de incentivar y adjudicacin Uno de los instrumentos que emplea la profesional encargada de la coordinacin del grupo es, la pregunta, la cual posibilita la palabra de la mujer maltratada, adems de permitir investigar, conocer, rastrear antecedentes y servir como vnculo para poder estructurar la relacin entre experto-consultante. Lo anterior le ofrece seguridad psicolgica a la mujer maltratada y es desde ah donde se les seala y orienta a que tomen decisiones. Una de las tareas que es capaz de desarrollar el grupo es, trabajar sobre los contra discursos de la violencia, pero para que surja y se construya el contra discurso, se debe propiciar el desarrollo de un proceso de autonomizacin que requiere tiempo y paciencia. Esto las ayuda a des responsabilizarse acerca de su culpabilizacin, desmitificando la ideologa y las creencias que legalizan la inferioridad de la mujer y aprueban que se ejecute la violencia sobre ellas. Otro de los logros del grupo, es incitar a la mujer a dejar o disminuir el tener que dar explicaciones y justificaciones sobre su accionar. A travs del apoyo y la contencin circulante, el grupo otorga confianza y seguridad. El trabajo grupal debe configurarse en un abordaje feminista ms no sexista, en el sentido de igualar los derechos y los deberes entre hombres y mujeres. Hyde y Rosenberg (citados en Dohmen, 1994) definen la asertividad o autoafirmacin como la defensa de los propios derechos, teniendo en cuenta los de los otros. Ser asertivo es opuesto a ser pasivo, tanto como a ser agresivo. La asertividad es uno de los instrumentos necesarios para el proceso de rehabilitacin en el trabajo de grupo. El objetivo es logar que las mujeres puedan expresarse libremente, manifestando sin temores, sus sentimientos, necesidades y deseos, autoafirmndose en el lugar de sujeto, que acta, decide, piensa y elige.

Sin embargo, suele suceder que se producen situaciones de agresin por parte de algunas integrantes, hacindose evidente la falta de respeto y la poca tolerancia para aceptar las diferencias. Estos momentos permiten demostrar, el manejo que hace la profesional que coordina el grupo sobre este tipo de situaciones, debiendo efectuar intervenciones puntuales, profundas e incisivas, a travs de sealamientos, con el objeto de trabajar sobre la agresin y movilizar al grupo a que se comprometa frente al conflicto. Se apunta hacia la interrelacin que se construye en el grupo, al intercambiar sentimientos, vivencias y problemas que las mantienen atrapadas; descubriendo as los problemas que tienen en comn, lo cual alivia la creencia de ser la nica que vive el problema de la violencia familiar. Independencia; incremento de la actividad y expansin de las tareas; aumento de la autoestima; conocimiento de sus inquietudes, necesidades e intereses; lucha por la igualdad de derechos con los hombres; revisin del estereotipo tradicional femenino como esposa y madre; revisin del rol genrico masculino; comprensin del enojo y la posibilidad de manifestarlo sin temor, son algunos de los cambios que propicia el trabajo grupal. Los Grupos de Mutua Ayuda en las instituciones que atienden el problema de la Violencia, adquieren un carcter teraputico en el momento en el que permiten realizar una labor de reparacin del mundo interno daado, a travs de la experiencia de contacto/intercambio con otras mujeres con problemticas semejantes y diferenciadas que tambin se encuentran en esa bsqueda reparatoria consciente (Yagupsky, 1994). Es importante mencionar que dentro de los grupos de Mutua Ayuda tambin operan simultneamente aspectos resistenciales al cambio que son los que desde el rol del profesional psicolgico hay que ir sealando cuando emergen. El grupo de Mutua Ayuda acta como un sistema de identificaciones, en el que las mujeres pueden verse en el espejo de las otras, las compaeras se comprometen con el sufrimiento de las dems, poniendo nfasis en encontrar alternativas o narrando sus propias historias, como motor para encaminar el proceso de las que se encuentran en circunstancias similares (Dohmen, 1994).

4. La atencin psicolgica de casos de violencia familiar y de gnero en el Instituto Poblano de la Mujer


El equipo de trabajo
El equipo de trabajo que se dedica a la atencin y prevencin de la Violencia Familiar debe ser un equipo interdisciplinario, donde las y los integrantes posean un marco terico compartido por todos, con el objeto de acordar las estrategias y competencias que la labor requiere. La identidad profesional debe estar constantemente en discusin, evalundola, investigndola, analizndola en sus diversas formas de intervencin y participacin: ste es un punto de referencia prioritario (Dohmen, 1994: 68) Siendo las Psiclogas y psiclogos quienes se encargan de brindar la atencin psicolgica dentro de las Instituciones que atienden la problemtica de la Violencia Familiar, a continuacin se presenta la definicin del rol y sus atribuciones como profesionales de la salud mental en este campo. Actitud de la Psicloga y del psicolgo En un Modelo de Atencin Ecolgico con enfoque de Gnero, la actitud de la o el terapeuta ante los roles genricos tiene mayor importancia que el gnero al cual ste pertenece. La actitud de el psiclogo o la psicloga que realiza la atencin e intervencin en una institucin que trabaja con la problemtica de la violencia familiar, debe brindar seguridad, templanza, sobre todo en los momentos conmovedores de las entrevista y/o de las sesiones, por la gravedad que encierran. Las intervenciones deben de ser focalizadas, precisas, significativas, orientadas a terminar con la situacin de violencia y maltrato y a obtener la valorizacin de la mujer (Dohmen, 1994). Haley (citado en Dohmen, 1994: 88) considera que la flexibilidad, espontaneidad y la experiencia, son requisitos indispensables para la psicloga/o que atiende la problemtica de la violencia familiar y realiza las entrevistas de admisin, coordina los grupos de mutua ayuda o brinda atencin teraputica individual. Lograr establecer el modo de asistir dicha problemtica, requiere de un conocimiento adquirido por la propia experiencia y por el bagaje cognoscitivo aprendido y aprehendido que se posee. El rol de la psicloga que coordina los grupos de Ayuda Mutua, requiere un desempeo que incluya: elevado criterio, precisin oportuna y mxima claridad, para poder orientar el trabajo grupal hacia los logros deseados. Erikson (citado en Dohmen,1994) habla de la importancia de que la psicloga logre crear un buen rapport con la solicitante, tanto en el momento de la admisin como en el grupo de mutua ayuda y la atencin individual ya que este permite desarrollar un

sentimiento de confianza y compresin con la persona consultante o el participante del grupo. La contratrasferencia Erikson (citado en Dohmen,1994) plantea que las/los psiclogas/os que trabajan con el problema de la violencia familiar, debern poner atencin y cuidado al proceso contratransferencial que les genera cada caso. Esto es, cuando determinadas situaciones les provocan angustia, fuerte enojo, intolerancia, rechazo hacia la consultante o identificacin con determinados aspectos de la mujer, quedando entrampadas en la situacin etc., los terapeutas debern atenderlo y llevarlas a supervisin, aceptando los lmites de sus posibilidades. Para Erikson, el terapeuta debe estructurar un campo con el paciente, donde se focalice el desarrollo de las capacidades y recursos propios, con el fin de orientar y abrir el camino hacia la solucin del problema. Funciones del personal de atencin psicolgica Velzquez (2003) habla de tres funciones principales que debe desempear la/el profesional. 1. Funcin de sostn: La psicloga/o debe llevar a cabo una labor de contencin, de sostenimiento emocional, que posibilitar el pasaje por la situacin crtica. Esta funcin, la cual depender de las necesidades de la consultante, tendr la finalidad de sostener los afectos y los fragmentos de la experiencia vivida que no pudieron ser depositados en otras situaciones o personas. Esta contencin generar un despliegue de recursos psquicos que la vctima utilizar para protegerse de aquellas situaciones y emociones vividas como peligrosas. De este modo, el y la profesional ayuda a integrar y resignificar la experiencia de violencia. En esta funcin de contencin intervienen varios factores: la actitud postural del profesional, la eleccin de las palabras, su tono de voz, la secuencia y el ritmo de las preguntas, el asentamiento con la cabeza, sostener la mirada, cualquier recurso que le brinde a la consultante una presencia positivamente contenedora. 2. Funcin de cuidado: La psicloga/o debe mostrarse confiable y sensible a las necesidades de cuidado, atencin y escucha de la consultante. Es importante no rechazar o juzgar lo que sta dice o siente o lo que no dijo o no hizo en el momento del ataque. Esta funcin implica tanto la identificacin de la profesional con los sentimientos experimentados por la mujer, como la facilitacin del pensamiento y la puesta en palabras de dichos sentimientos. Hay que reconocer y respetar los lmites de lo que la mujer quiere o no quiere contar en relacin con los detalles de la violencia padecida, evitando toda intromisin. La ansiedad desorganizante, producto del trauma, tiene como consecuencia un aumento de tensin intrapsquica que es preciso neutralizar, esta funcin consiste entonces en transformar las ansiedades displacenteras en experiencias asimilables.

3. Funcin nutricia: Rabia, enojo, desesperanza y retraimiento, son algunos de los sentimientos experimentados a consecuencia de la violencia. Es por esto que las consultantes tienen una gran necesidad de ser entendidas y acompaadas; requieren de palabras y actitudes que las calmen y las sostengan para reducir la tensin. Lo cual implica proveerle cierto grado de seguridad y estimular que continu las relaciones con el exterior que reduzcan esas tensiones. El equipo del Departamento de Atencin Psicolgica

Organigrama del Departamento de Atencin Psicolgica Subdireccin TECH PALEWI Jurdica S.C

Jefa del Departamento

SUPERVISIN (Realizada por la Jefa del Dpto.)

PSICOLOGO/A

PSICOLOGO/A)

Funciones de la Jefa del Departamento de Atencin Psicolgica (IPM, 2004): Supervisar el trabajo efectuado por las y los analistas psicolgicos del Departamento. Apoyar al Departamento jurdico en la definicin de las personas que requieren apoyo psicolgico. Brindar orientacin psicolgica individual, de pareja y familiar a la poblacin usuaria de los servicios jurdicos, previo anlisis de caso. Participar en las reuniones de ndole psicolgico, en coordinacin con las diversas instancias, promoviendo la perspectiva de gnero en las acciones a ejecutar. Coordinar y ejecutar las acciones de carcter psicolgico para grupos de mujeres utilizando tcnicas de dinmica grupal. Integrar los expedientes de quienes reciben el apoyo psicolgico para el seguimiento y evaluacin del problema tratado hasta su conclusin.

Realizar un informe mensual y trimestral de consultas de cursos internos y externos, asistencia a programas de radio y de las visitas domiciliaras que se llevaron a cabo . Apoyar a la dems reas del Instituto, cuando se requiera. Las dems que le asigne la Subdireccin Jurdico Psicolgica.

Funciones de las psiclogas y psiclogos Dar atencin psicolgica a las personas que canalice la Jefatura del Departamento de Atencin Psicolgica. Mantenerse debidamente actualizado/a en los temas relacionados con la violencia hacia las mujeres, perspectiva de gnero y atencin psicolgica. Apegarse a los lineamientos y estrategias de atencin contenidas en el modelo de atencin. Registrar adecuadamente los datos necesarios para la conformacin de la base de datos. Conocimientos necesarios del personal Amplio conocimiento de perspectiva de gnero en teora, anlisis y aplicacin a proyectos. Convenios y tratados internacionales en materia de derechos de las mujeres. Decreto de Creacin del Instituto Poblano de la Mujer. Derecho Civil, Familiar y Penal. Experiencia en manejo de personal. Legislacin. Ley de Responsabilidades de los Servidores Pblicos del Estado. Leyes, reglamentos, decretos y organismos de la Administracin Pblica Federal, Estatal y Municipal. Legislacin. Experiencia en manejo de personal. Caractersticas Especiales Requeridas Trato amable Facilidad de Palabra Creatividad Capacidad organizativa Facilidad de socializacin Amabilidad Atencin al pblico Dinamismo Sensibilidad para percibir situaciones emocionales. Facilidad para comunicarse verbalmente. Actitud de servicio y sentido de ayuda. Respeto y tolerancia. Capacidad de empata, Capacidad de interpretar la comunicacin no verbal Actitud objetiva y propositiva.

Vas de acceso a la atencin en el IPM

Una institucin u organizacin que labora en la atencin de la Violencia Familiar como lo es el IPM, debe ser capaz de recibir, contener, esclarecer, orientar y promover la salud biolgica, psicolgica y social de los miembros de una comunidad determinada. La Recepcin a este tipo de instituciones es uno de los momentos y espacios donde mayor contencin debe darse, ya que las mujeres que acuden solicitando ayuda llegan con una fuerte carga de angustia, sentimientos de soledad, culpa, temor a ser descubiertas y/o aterrorizadas por las vivencias traumticas de violencia previas. El proceso de consulta implica, para la mujer que pide ayuda profesional, ingresar a un cdigo que se refiere a la violencia. Esto significa poner palabras al dao sufrido en su cuerpo, a las emociones experimentadas, a los pormenores del ataque y a su vergenza. Este proceso de comunicar supone para la consultante, ser mirada y escuchada con el temor de que sus interlocutores la juzguen y/o la critiquen. Por otro lado, es frecuente que ella se culpabilice por lo sucedido y por no pude evitar quedarse dentro de la situacin violenta. A pesar de eso, hay algo que nadie ms sabe: los sentimientos provocados por el impacto que la violencia ejerci sobre ella. En esto consiste su saber personal e intransferible y es por esto que la mujer puede tener dificultades para relatar los hechos violentos padecidos (Velzquez, 2003: 256). Yagupski (1994: 241) establece que la posibilidad de ser recibido por miembros de la institucin que le hagan lugar a estas mujeres es parte de la contencin inicial y sugiere que para este momento se ofrezca desde una silla, material de lectura adhoc a la problemtica, un breve taller de reflexin, material audiovisual y un/a profesional atento/a a las primeras demandas de las consultantes, capaz de contener desde el inicio a quienes lo requieran. Atencin Psicolgica. La orientacin psicolgica se hace bajo el modelo de prevencin de salud que se adapt para el estado de Puebla, relativo a atencin de la violencia. A las usuarias se les atiende de forma directa, mediante primeros auxilios psicolgicos y de contencin en intervencin de una posible crisis. Para ello se realiza una primera entrevista, que consiste en una terapia breve y de emergencia que va de 8 a 10 sesiones, la cual se puede prolongar por 1 ao; en todo este proceso se evala el nivel de riesgo. Cabe aclarar que hace algn tiempo haba un tope de 6 sesiones, pero ello mostr que no era tiempo suficiente para la atencin de una persona en crisis. Posterior a la primera entrevista, se procede a abrir un expediente en el cual se ha explorado en una primera instancia el nivel de riesgo y se procede a adecuar un modelo de atencin psicolgico. Los datos son registrados en el Sistema de Administracin y Respuesta A la Mujer (SARA), a travs de una computadora. La atencin inicia en el modulo de recepcin, donde la encargada del mismo comenta a las usuarias, los distintos servicios disponibles en el IPM, una vez identificada la demanda la canaliza al rea de asesora psicolgica para realizar la entrevista de

primera vez. Despus de esta entrevista, se agenda una nueva cita, si es que la persona est interesada en incorporarse a una terapia psicolgica. Otra posibilidad es que se observe la necesidad de canalizarla al servicio de atencin jurdico del IPM o a otra instancia como pueden ser los servicios de salud. Esta canalizacin puede realizarse en forma paralela a que inicie su tratamiento psicolgico.

Modelo de intervencin psicolgico


Etapa 1. Preparacin para la interaccin Antes de iniciar el contacto para la primera entrevista la psicloga y el psiclogo requieren estar en condiciones ptimas para entrar en el dilogo, a fin de dar una atencin emptica, en los siguientes aspectos: a) Contar con el espacio ptimo en el cual se sienta lo suficientemente cmodos para interactuar con la usuaria. El espacio debe garantizar condiciones de privacidad, buena ventilacin e iluminacin, sin colores fuertes, con plantas o algunos objetos que inviten al relajamiento y la apertura emocional. b) Haber cubierto necesidades bsicas como dormir, comer e ir al bao; preparar materiales de trabajo, equipo de cmputo y telefona antes de iniciar la jornada de trabajo con el fin de estar bien preparado. c) Desprenderse de sentimientos o preocupaciones generadas a lo largo del da o de la llamada anterior, que de no controlarlas pueden afectar la forma de actuar ante la siguiente llamada. Para ello, es fundamental apoyarse de la supervisora o supervisor en turno y de sus compaeras y compaeros. Etapa 2. Entrevista inicial Establecer empata La entrevista psicolgica es una relacin de ndole particular que se establece entre dos o ms personas, consiste en una relacin humana en la cual uno de sus integrantes debe de tratar de saber que es lo que est pasando en la misma y debe de actuar de acuerdo a ese conocimiento para cumplir los objetivos ya sea de investigacin, diagnstico, orientacin o establecer una teraputica particular. La regla bsica es obtener datos completos de su comportamiento total en el curso de la entrevista, que incluye lo que se recoge a travs de escuchar, vivencias y observar. La Entrevista Inicial La entrevista inicial o de admisin, es la primer herramienta que se emplea en la atencin psicolgica en el IPM con personas vctimas de violencia que acuden solicitando ayuda.

De acuerdo con Nieto Cardoso (1994), la Entrevista Inicial tiene una importancia clave para el proceso psicoteraputico, pues es el primer contacto o encuentro del individuo con el terapeuta. Este encuentro tiene como objetivos establecer una alianza y rapport teraputico y un diagnstico inicial de la persona. Una relacin el la cual el terapeuta pretende comprender al paciente y el paciente mismo que se entrega o retrae al contacto con el otro. En este sentido Nahoum (1990) refiere el arte clnico no consiste en hacer responder, sino en hacer hablar libremente y en descubrir las tendencias espontneas en lugar de canalizarlas y ponerles diques Qu hacer en la Entrevista Inicial? Establecer empata es con la finalidad de estar en sintona con la mujer que vive violencia para percibir sus sentimientos y comunicarle con nuestro lenguaje verbal y no verbal que tenemos toda la disposicin de apoyarle. Para establecer empata es importante la escucha activa, consiste en atender con cuidado los mensajes de la usuaria, sus emociones manifiestas en el tono de voz y el contenido de su discurso, con el propsito no slo de entender las palabras, sino de ligar los significados, las formas y contenido con su expresin no verbal, su lenguaje corporal, gestos, actitudes. Presentar e informacin del servicio.Se realiza con calidez y se invita a la usuaria a hablar sobre la situacin que en ese momento la conflictua. Cuando esta forma de iniciar la comunicacin no es suficiente debido a la pena, el temor o la incertidumbre de la persona usuaria, es necesario dar informacin acerca de la confidencialidad, el respeto y la disposicin total para escuchar y apoyar, al fin de generar un clima de confianza. Dar contencin emocional. Es probable que al iniciar la comunicacin a la usuaria se le desborde la emocin. Se recomienda que la psicloga o psiclogo faciliten la expresin de emociones, sentimientos y temores y evite pedirle a la persona que se tranquilice, esto sera como solicitarle que negara sus sentimientos y es probable que otros problemas puedan salirse de control. Elaborar una serie de preguntas generales que se presenten en forma de tema de entrevista para cumplir los siguientes objetivos (Nahoum, 1990): o Dirigir lo menos posible el desarrollo de la entrevista o Dejar que la persona aborde el tema como quiera con los detalles que desee y si es necesario para ayudarle a seguir con su idea se puede decir Si..., es interesante...,se puede pensar as etc., o cortos silencios o No discutir una opinin ni argumentar, ni siquiera para justificar el punto de vista expuesto; principalmente si se trata de sentimientos personales o actitudes afectivas; las preguntas destinadas a incitar al sujeto a desarrollar sus ideas deben ser neutras y no acarrear ninguna sugestin en si tono; se dir, por ejemplo :Cmo advirti usted eso?, Por qu pens que ocurre as?, Tiene algo ms que decirme sobre ese punto?, etc.

o Evitar que la persona fije su atencin en conceptos o marcos de referencia mediante preguntas directas que reflejan la forma de pensar del entrevistador o Ampliar los temas, las intervenciones del psiclogo o psicloga deben ser tales que la persona sienta no slo que puede hacer digresiones, sino que tambin son apreciadas como puntos de vista nuevos e interesantes, por lo que la actitud del entrevistador, su mirada, su sonrisa, las inclinaciones de cabeza, etc., lo alentarn. o Cuidar la transicin de un tema a otro. Aquellas intervenciones que provienen de la iniciativa de la persona pueden indicar su orientacin de pensamiento o reacciones afectivas, lo que a veces lleva a continuar rpidamente. Se traducir esto por medio de silencios, frases inconclusas, gruidos, etc. Se debe de tomar nota de estos temas y volver luego a ellos diciendo, por ejemplo: Me dijo usted hace un momento... Hace un momento hablamos de... o Especificar el marco de referencia, es decir, cuando un tema se ha encarado, se debe lograr que la persona defina los conceptos o la situacin de la cual habla, descripcin de la situacin. o Significacin, de cuerdo a un concepto, una situacin o una actitud provocan reacciones personales, en donde el sujeto concede mayor o menos importancia segn su personalidad, su experiencia y su filosofa de la vida. Preguntar lo que siente en determinada situacin y no lo que recuerda o piensa. Recursos para establecer una relacin afectiva y reflexiva con la usuaria (Nieto Cardoso, 1994) o Asegurarse de establecer una atmsfera emotiva adecuada entre la/el terapeuta y la usuaria que se traduce en una acogida respetuosa, clida y sencilla, es decir, establecer el rapport teraputico. Aqu se debe dar a conocer al paciente el objetivo de la entrevista p. e. El objetivo de sta consulta inicial es conocerle a usted, como persona, saber como se percibe as mismo y la manera como siente que los dems le perciben y saber lo que usted piensa que puede ayudarme a formular con profundidad una imagen suya en relacin con lo que le aqueja dentro de este tiempo limitado, de manera que podamos decidir lo que ms conviene a usted. o Evaluar la condicin general de la usuaria, sus respuestas (cooperativas, temerosas, sospechosas u hostiles), apariencia fsica (aliado o no), comunicacin verbal (fluida, entrecortada, imprecisa, esquiva, agresiva) capacidad de insight y su motivacin para la terapia. o Reunir datos generales de la usuaria para el proceso teraputico (datos personales, motivo de consulta, historia y desarrollo del mismo, otros sntomas actuales y tratamientos previos). o Establecer un diagnstico, estableciendo los signos, sntomas y los rasgos ms significativos que presenta. o Formular las dinmicas teraputicas tentativas.

o Estimar el pronstico de resolucin del la problemtica considerando diferentes factores (edad, duracin del problema, motivacin para la terapia, ganancias secundarias de sus males, redes de apoyo, etc.) o Hacer arreglos prcticos para la psicoterapia o Eleccin de tratamiento ( de soporte, reeducativo, o reconstructivo) o Frecuencia de consultas o Duracin de la terapia o Manejo de retrasos y ausencias a las citas o Referencia a otros profesionistas en caso de requerirlo o Anticipacin de casos emergentes ( depresin severa o intentos de suicidio) o En caso de requerirlo asegurar las consultas apropiadas con otros especialistas p. Ej. mdico, psiquiatra, etc. o Manejo de la posible reticencia de la usuaria hacia la terapia. o Aclaracin de malos entendidos o dudas sobre la terapia. Qu no hacer en una Entrevista Inicial Algunas de las indicaciones que hacen Nahoum (1990) y NietoCardoso (1994) son: No comenzar la entrevista si no se siente en condiciones de concluirla y si no se encuentra en un estado emocional adecuado. No hacer esperar a los interesados ms de algunos segundos. No formular preguntas que sugieran respuestas. No ser intolerante y agresivo. No discutir. No olvidar sonrer. Dejar hablar a la persona. No tratar a la persona como no sera ser tratado. Argumentar, minimizar o retar al paciente Alabarle o darle seguridades falsas Hacerle falsas promesas de curacin Interpretar o especular sobre los dinamismos del problema. Darle un diagnstico contundente del problema (aunque insista el Paciente). Cuestionar en reas sensibles de su vida personal que no se puedan manejar an. Aliarse con los ataques del paciente a sus padres, cnyuge o compaeros. Participar en las crticas que hace de otro u otros psicoterapeutas y sus mtodos.

Objetivos de la Entrevista Inicial Fernndez y Rodrguez (2001), a. Realizar una evaluacin del problema (Que pasa?), la demanda (Por que ahora), posibilidades de tratamiento (Qu ser capaz de hacer para lograr lo que quiere?), posibilidades de la relacin teraputica (Cmo podramos trabajar para lograr esto?), contratransferencia (Qu problemas me puede

causar esto?) y el contexto (Cmo repercutir esto en el entorno y viceversa?). b. Construccin de la alianza teraputica, consiguiendo con la primera sesin que haya una segunda a travs de una alianza de trabajo que implica la colaboracin entre la usuaria y el terapeuta en tres escenarios: Tareas: acuerdo entre paciente y terapeuta en cuanto a que las actividades que se llevan a cabo durante las sesiones ( en caso de las que surjan en el espacio teraputico y las que se tengan que realizar en casa) es pertinente y til para tratar el problema del paciente. Objetivos: es decir, qu es lo que se pretende lograr con la intervencin, y Vnculos: se refiere a la relacin entre ambos e incluye aspectos como la confianza, la aceptacin la empata, es decir, el rapport, que es el grado de contacto afectivo entre paciente y terapeuta. c. Establecer un contrato verbal que explicite el horario, que sucede en caso de urgencia y que se espera de cada una de las partes, Un contrato debe referirse al menos a tres reas diferentes. o La primera el foco, esto es el tema o narrativa principal sobre la que versar la terapia, hacer partcipe a la usuaria sobre la hiptesis de qu le pasa a travs de una exposicin fundamentada en donde se incluya el pronstico para justificar una propuesta de tratamiento. o En segundo lugar el contrato debe referirse al encuadre, es decir personas incluidas en el proceso (individual, de pareja, familiar o grupal), lugar donde se llevar a cabo, horario frecuencia y duracin de las sesiones, manejo de incidencias como retrasos, citas perdidas o canceladas, urgencias o citas extras, duracin predecible, etc. o Por ltimo el contrato debe establecer los objetivos del tratamiento y explicitar las expectativas de ambos participantes. Los objetivos deben ser limitados, realistas y evaluables. En caso de abuso sexual la Entrevista Inicial Kaplan (2001), plantea la siguiente estructura de Entrevista Inicial: Orientar policial. hubiera Plantear para que reciba atenciones de primera instancia mdico, ginecolgico y Referir a la persona de manera rpida para ser tratada de las lesiones que podido sufrir durante la agresin. Descartar posibilidades de embarazo. en un futuro la realizacin de una prueba de VIH.

Intervencin en crisis, psicoterapia de apoyo, animar para hablar de la agresin para ventilacin de sentimientos en un ambiente seguro y de confianza. Animar a la paciente a emprender acciones legales sealando la existencia de redes de apoyo social para las personas que han vivido estas agresiones. Evaluar redes de apoyo familiar y de amigos.

Evaluar la posible existencia de estrs postraumtico que puede ser que no se presente en forma inmediata y explicar la posibilidad de presentar sntomas aos ms tarde como son: reexperimentacin del hecho (flash back), preocupacin con la experiencia, sentirse sucia o incapaz de sentirse limpia, miedo a ser seguida por la calle o a andar sola, a volver a pasar por el lugar donde sufri la violacin (a veces el propio domicilio o una casa cercana), pesadillas, insomnio y patrones de alimentacin alterados. Pueden aparecer sntomas somticos como cefaleas, nausea, vmitos o malestar general. Adems la paciente puede desear evitar tener relaciones sexuales. Referir a la paciente a psicoterapia si es necesario, sta debe centrarse en reestablecer el adecuado sentido de control sobre el medio, reduciendo los sentimientos de desesperanza y dependencia y afrontando y procesando los pensamientos obsesivos que pudieran aparecer acerca del abuso o violacin. Evaluar la presencia de sntomas psiquitricos (p. e., Esquizofrenia, dependencia de sustancias o trastorno de la personalidad) que pudiera causar un juicio alterado o colocar a la paciente en situaciones de riesgo para sufrir abuso o violacin. Si existe trastorno psiquitrico referir a la paciente para su adecuado tratamiento. Referir a la paciente a terapia de grupo para vctimas de violacin o abuso sexual. Este tipo de grupos resultan de mxima utilidad. Dohmen (1994) divide a la entrevista en tres momentos, implementados de acuerdo al estado de deterioro emocional que presentan las solicitantes. Primer momento. Se ofrece a la entrevistada la posibilidad de que cuente cmo se encuentra, que descargue la angustia contenida. Normalmente es el momento de mayor duracin. La entrevistadora adopta la funcin de contener, informar y aclarar, se coloca en un lugar de escucha, con la intencin de conocer la situacin. No se efectan intervenciones y slo se realizan preguntas cuando algo en el relato de la entrevistada no ha quedado claro o se considera necesario que se explaye un poco ms sobre el hecho que est narrando. El objetivo en este primer momento es, obtener la mayor informacin posible y de la manera menos confusa posible. Segundo momento. Para este momento, se espera que la entrevistada se encuentre ms calmada para que sea posible realizar una Ficha de Admisin, los puntos que incluye esta ficha dependern de cada institucin. Este segundo momento tambin sirve para efectuar un diagnstico diferencial, con el objeto de descartar si se presenta algn padecimiento psiquitrico. Tercer momento. En este tercer momento, Dohmen (1994) recomienda entregarle a la mujer una ficha sobre el ndice de abuso hacia la mujer, el cual puede ser presentado con frases que permiten medir el grado de victimizacin que ha experimentado la

mujer en la relacin con su pareja. Las frases deben describir modalidades distintas de maltrato fsico, emocional y sexual. A cada una de las frases las mujeres deben asignarles un nmero, el cual corresponde a la frecuencia con la que se dan las distintas modalidades de maltrato: 1-Nunca, 2-A veces, 3-Generalmente, 4-Siempre. Es tambin recomendable que para este momento, se solicite a la mujer que dibuje una figura humana en la que debe marcar los lugares del cuerpo en los que ha sido golpeada por su pareja. Este mtodo proyectivo, permite la posibilidad de que la mujer pueda verse desde otro lugar, en un papel, como una especie de fotografa para poner en marcha la consolidacin del proceso teraputico adecuado para terminar con la violencia. Es necesario tener en claro las estrategias de atencin que se seguirn. Brindarle contencin, asesoramiento, compresin, apoyo, seguridad es ayudarla a encaminar los pasos que debe ejecutar para neutralizar la victimizacin. No debe ocultrsele a la usuaria la situacin real en que se encuentra, ni hacerle falsas promesas de que todo saldr bien porque se transformara en un obstculo cuando, inevitablemente, se le presente dificultades en el proceso, y pierda la confianza depositada en el profesional que la asiste, lo que lleva, en mucho de los casos, a abandonar el tratamiento (Dohmen, 1994). Es importante alertar a las mujeres sobre las dificultades que pueden presentarse durante el proceso, de este modo se busca proveerlas de herramientas que les permitan enfrentar dichos obstculos. La y el profesional deben aprovechar al mximo la primera entrevista para contener/orientar a la mujer, incorporando una seguridad que las encamine en el proceso de ponerle fin a la violencia. La importancia de encuadrar la problemtica de la demandante es fundamental. Durante la entrevista de admisin se disear una estrategia para investigar el medio/contexto social prximo a la entrevistada, de manera sutil se interroga sobre personas que puedan conocer sobre su situacin intrafamiliar, las actitudes que han adoptado ante la problemtica. Para Yagupsky (1994) la entrevista inicial es parte de un contacto minucioso entre las y los profesionales entrenados para tal fin y las consultantes. Durante la entrevista, la cual se distingue por ser de carcter privado y confidencial, el entrevistador ir proporcionando aclaraciones, orientaciones y consignas que apunten a su proteccin y a medidas de accin/cuidado que deber tener con su persona y sus hijos. En la entrevista inicial, se considera imprescindible como la primera tarea a desarrollar por parte del profesional, velar por el supervivencia y el resguardo de la vida de la mujer que acude a la institucin solicitando ayuda, evaluando el grado de riesgo que corre la consultante.

Algunos recursos (mensajes clave que resultan convenientes en casos de violencia familiar para fortalecer a la persona que la vive J Campos (2006): Nadie merece ser maltratado en ninguna circunstancia. Existen muchas mujeres que han vivido lo que usted y hoy han logrado superar la situacin. Es usted una persona que vale mucho. Existen leyes que la protegen porque la violencia es un delito. La violencia no es su culpa, es responsabilidad absoluta de quien la agredi. No est sola (indagar sobre redes de apoyo familiares), ni es la nica mujer que vive esto. Hay personas especializadas en este lugar que la podemos ayudar. Aqu y en este momento est segura. Comprendo lo que le sucede.

Evaluacin del riesgo El abordaje profesional, durante la entrevista de admisin, incluye la desmitificacin del rol tradicional del gnero femenino como madre, esposa y ama de casa. Se trabaja sobre los prejuicios y expectativas que llevan incorporados respecto del estereotipo sumiso, estimulndolas a la valoracin de s mismas que significan independientemente del rol o la posicin social que ocupan. Durante la admisin, la psicloga encargada o el psiclogo orientan el enfoque hacia la solucin del problema. Evaluacin del riesgo a partir de la capacidad de violencia de l Tiene antecedentes de trastorno mental Posee armas Tiene adicciones Mantiene relaciones con otra mujer y sta ha golpeado a la receptora Ha cometido algn delito Su familia lo apoya y alienta

Evaluacin del riesgo a partir de la indefensin de ella Nunca ha denunciado lesiones graves Ha ocurrido abuso sexual hacia sus hijos o hijas La condicin de pobreza es extrema Nunca ha trabajado fuera de la casa

Evaluacin del riesgo a partir de las condiciones de aislamiento de ella No le ha contado a nadie lo que le ocurre Es profesionista y le da vergenza que los dems se enteren. Su familia dice que ya no la apoyar

Si en su trabajo se enteran la despedirn Plan de seguridad y emergencia Comprende tres mbitos: 1.Cuidado de si misma, sus hijos e hijas: Actitud y acciones frente a situaciones de extrema violencia. 2. Proteccin de los bienes: Medidas preventivas respecto a las propiedades y accesos a su casa. 3. Ubicacin de redes de apoyo: Medidas que permitan contar con alguien en casos extremos. En caso de tener que dejar el domicilio conyugal Buscar apoyo de los dems familiares o vecinos, Tener preparados los documentos principales: actas de nacimiento (propia y de los hijos), ttulos de propiedad de posesiones personales (auto, casa, etc). Disponer de algn dinero para sobrevivencia bsica. No avisar al agresor de la partida, se puede dar un episodio grave de violencia fsica que arriesgue la salud y la vida de la persona violentada.

Canalizacin a un albergue para mujeres que viven violencia familiar Los albergues o refugios son espacios protegidos para las mujeres que viven violencia y sus hijos e hijas menores de edad. Su estancia puede ser de 1 o varios das y hasta por tres meses. Tienen el objetivo de proporcionar un modelo de atencin integral, en un espacio especfico, a mujeres y sus hijas e hijos, que han sido receptores de violencia familiar; con servicios multidisciplinarios que ofrezcan un proceso de reflexin, anlisis y construccin de planes de vida sin crculos de violencia, a travs de diversas aportaciones y prcticas profesionales, que incluyen procesos re-educativos ante el fenmeno de la violencia familiar. Actualmente operan en el pas 36 refugios para mujeres que viven violencia en 28 entidades federativas, como parte del Programa Nacional por una Vida Sin Violencia instrumentado por el Instituto Nacional de las Mujeres que integran la Red Nacional de Refugios, organismo dependiente del mencionado instituto. Es importante comentarle a la usuaria los servicios que prestan los albergues y sealarle que son gratuitos. Estos servicios son: Atencin psicoafectiva: individual, familiar y grupal Atencin a la salud: servicios de salud, atencin mdica de emergencia, capacitacin para el autocuidado de la salud Asesora y acompaamiento legal (asesora legal, representacin y gestin)

Asistencia social (fortalecimiento de redes sociales, capacitacin tcnica y reinsercin laboral) Apoyo logstico y administrativo (funcionamiento interno del albergue, apoyo secretarial, abastecimiento y mantenimiento)

Tambin es fundamental que informes a la usuaria que no es conveniente que d la direccin del albergue a otra persona vinculada con el agresor, pues ste podra acudir al lugar y ponerla en riesgo. Recuerda que es importante canalizar a los albergues a travs de oficios para facilitar que las usuarias sean atendidas oportunamente. Previa consulta telefnica de la disponibilidad del albergue (cupo) para atenderla. Fase 3 Continuidad del proceso de atencin breve y de emergencia Finalizadas las entrevistas de admisin, se procede el anlisis social de la situacin, as como el abordaje legal pertinente para cada caso. (Dohmen, 1994; Garca, 2004) La atencin teraputica posterior a la primera entrevista puede continuar de 8 a 10 sesiones ms, durante las cuales se espera trabajar en algunos procesos que permitan : Dimensionar el problema Detectar los factores de riesgo Identificar recursos personales y sociales Precisar lmites y alcances Elaborar un plan de accin para detener la violencia

Estos proceso no tienen un orden cronolgico y a veces, no se cubren todos en las 10 sesiones, depende de cada situacin en particular. Lo que no debemos olvidar es que el objetivo bsico es detener la violencia. Algunos de estos temas, incluso, se abordan en forma diagnstica en la entrevista inicial. Identificar recursos personales y sociales Los personales se refieren a las habilidades, conocimientos, actitudes, estado de salud, informacin y experiencia que posee la usuaria y que le ayudarn a resolver su situacin. Los sociales, son las personas e instituciones con las que cuenta la usuaria y que conforman sus redes de apoyo, pueden ser, dependiendo de las reas, el acceso a servicio de terapia o rehabilitacin, el conocimiento de abogados o el acceso a los servicios de salud, los familiares y amigos. Identificar expectativas de su proyecto de vida. Se intenta identificar lo que la usuaria espera de s y para s misma en el futuro para que las decisiones prximas a tomar sean congruentes con sus expectativas de vida.

La solucin de un conflicto no slo se debe dar de cara al presente, sino tambin de cara al futuro. Lo importante es tomar decisiones de las cuales las personas no se arrepientan despus. Identificar y establecer los lmites y alcances del servicio del personal de atencin psicolgica Cuando las demandas exceden la oferta institucional, el psiclogo o la psicloga deben mencionrselo a la usuaria y que por tanto no puede atender su solicitud. Se le ofrecen referencias de alguna otra institucin u servicio alternativo que puedan servirle. Para ello es importante: Asegurarnos que tenemos clara cual es la peticin de la receptora. Ofrecer alternativas realistas Advertir sobre posibles complicaciones. Alentar para realizar acciones inmediatas con nuestro apoyo (llamadas, comentar con hijos e hijas, etc.) Proporcionar nmeros de emergencia. Elaborar un plan de accin (construccin y eleccin de alternativas). Se centra en perfilar la respuesta probable a la duda o problema. La respuesta puede estar en funcin de conocer datos o informacin, de ejercitar alguna habilidad, de tomar decisiones o de realizar acciones que combinan varios de los elementos anteriores. El proceso durante esta etapa puede considerar diversas rutas de atencin, dependiendo de la complejidad de la situacin y de los elementos requeridos para su solucin. No obstante, se presentarn algunas etapas bsicas, reiterando que el proceso se flexibiliza a las caractersticas de las personas usuarias, al rea donde aplica el modelo y/o de acuerdo a la solicitud de apoyo. Es importante tener en cuenta que en casos en los que peligra la vida de la persona que pide el servicio, ser necesario elaborar un Plan de Emergencia, lo que implicar prever la canalizacin de esa persona y sus hijos e hijas a un albergue para mujeres que viven violencia. Anticipacin de consecuencias La psicloga o el psiclogo promueven en la usuaria la identificacin de las posibles consecuencias al implementar su plan de accin. Esto es posible a travs de la imaginacin, con la cual se gua a la usuaria hacia la visualizacin de un escenario posible o diferente a sus expectativas, con el objeto de pensar en las posibles acciones para evitar que aparezcan o est preparada para las situaciones no deseadas.

Desarrollo de habilidades para la ejecucin del plan. Consiste en detectar, rescatar, reforzar o desarrollar las habilidades necesarias en la usuaria que le puedan ser de utilidad para resolver su problema. La psicloga y el psiclogo promueven la identificacin de la habilidad o habilidades necesarias para realizar el plan de accin de la usuaria. Estas pueden ser entre otras: Comunicacin asertiva. Manejo adecuado de informacin. Manejo de valores, es decir reconocimiento de los valores propios y de los valores de los otros (familia, iglesia, comunidad, etc.) Autorregulacin de la conducta (donde, como y con quien comportarse de determinada manera). Manejo de sentimientos (donde, cmo y con quien expresar los sentimientos) Habilidades para decidir y planear. Reconocimiento y clasificacin de metas personales. Anticipacin y planeacin. Identificacin de recursos y obstculos. Autoestima. Toma de decisiones. Establecimiento de lmites. Desarrollo de habilidades socio afectivas para contactar apoyos sociales e institucionales.

Rescate de habilidades La orientadora rescata las habilidades de la usuaria y la invita a ponerlas en prctica con motivo de resolver su situacin actual Desarrollo de habilidades Cuando la habilidad requerida no forma parte del repertorio de recursos de una persona lo procedente es la realizacin de ejercicios, a fin de desarrollar su potencialidad. En ocasiones este proceso es demasiado complejo y requiere de ms de una sesin o de la asistencia de la gente a instituciones donde pueden inscribirse a procesos de desarrollo de mediano plazo. Motivar la ejecucin de la habilidad La psicloga o el psiclogo promueven la aplicacin de la habilidad en escenarios imaginarios de la persona a manera de ensayo durante la interaccin telefnica. Durante el ensayo se pueden cambiar los roles, se pueden asumir comportamientos muy parecidos a los posibles y as la persona usuaria logra aproximarse a la realidad. Cierre del proceso terapetico

Cerrar un proceso teraputico es tan importante como hacer una buena apertura de ste. En la fase final se concluyen los procesos de atencin y se establecen las bases para acciones subsecuentes el seguimiento del caso o la referencia institucional. Es importante para el proceso de evaluacin, conocer el resultado de la interaccin, es decir, si la atencin cubri la expectativa y necesidad de la usuaria. Se intenta elaborar de manera conjunta una sntesis de lo acontecido durante la interaccin, rescatando el estado emocional inicial y el actual, la problemtica y la solucin, la duda y la informacin, las decisiones, el plan de accin, las expectativas y los resultados. Una intencin de la recapitulacin es lograr que la usuaria tome conciencia del proceso completo efectuado durante la consulta bajo la perspectiva de contribuir no solo a resolver la situacin original sino de incidir en un proceso formativo ms permanente. Codificacin de la orientacin Consiste en solicitar informacin sobre los datos generales de la persona aclarar que es para fines estadsticos, destacar el respeto de la confidencialidad y respetar su decisin en caso de rehusarse a proporcionarlos. En todas las llamadas se introduce una clave de codificacin para llevar un registro ordenado del servicio. Los datos de la persona que llam son codificados en la base del Sistema de Administracin y Respuesta A la Mujer (SARA), el cual est enlazado en un sistema Intranet que permite la elaboracin de reportes y la consulta de los datos en forma gil, as como el seguimiento de los casos. Vinculacin con otras reas de atencin del IPM Dohmen (1994) propone que el equipo de trabajo que brinde atencin y asistencia a las vctimas de violencia sea un equipo interdisciplinario, conformado por abogados, psiclogos y trabajadores sociales, pudiendo incluirse mdicos, socilogos y antroplogos, con el objeto de brindar una atencin integral al problema de la violencia familiar. Para poder consolidar este equipo interdisciplinario, se considera necesario que el rea Psicolgica de atencin a la Violencia Familiar del IPM, se vincule con el: rea legal rea de Mediacin

Consolidar el equipo, requiere de la creacin de espacios de reflexin permanentes sobre el tema de la violencia y sobre el rol tcnico-profesional que juega cada uno de los miembros en la atencin; con la apertura de participar y colaborar con distintas instituciones. Las y los integrantes deben enfocar interdisciplinariamente la tarea, esto es, que exista la posibilidad de que todos hablen con un mismo lenguaje, se conozcan y comprendan

las acciones y competencias que desarrolla cada integrante, para as poder definir los roles que desempaar cada uno, de acuerdo con su especialidad y capacitacin, de este modo, se alcanza un alto grado de eficiencia y eficacia en el equipo. Evaluacin Es importante se lleve a cabo una evaluacin constante del trabajo que llevan a cabo las y los integrantes del equipo, de este modo se logra hacer efectivo el accionar conjunto, se fortalecen los logros de un abordaje ptimo, as como el acceso a las mejores alternativas para cada situacin.

5. El cuidado del personal que da atencin teraputica.


El personal que atiende casos de violencia familiar est expuesto a presentar estrs laboral, como cualquier profesional, pero adems, al ocuparse de cuidar de otras personas, est expuesto tambin a presentar una forma de estrs conocida como burn out. Desde 1974 Herbert Fredeunberger acu este termino para referirse a un cuadro caracterizado por agotamiento y la prdida de inters en el trabajo en los profesionales junto con la aparicin paulatina de ansiedad y sntomas de depresin. El burnout afecta a las y los operadores cuyo trabajo est basado en una relacin de sostn y ayuda a las personas. Su manifestacin es progresiva y tiene diversas causas: el contacto continuo con hechos traumatizantes, la demanda de las personas que sufren y la relacin con el resto de los grupos de trabajo, sobre todo con los superiores. (Velsquez, 2003: 289). Se ha comprobado (Ziga, Campos y Castro 2005 y 2006) que las personas que atienden casos de violencia familiar tienden a reproducir los roles que presenta una relacin violenta, si no cuentan con espacios donde se ventilen las emociones que va produciendo en el equipo de trabajo la atencin de casos. Por ello, es importante identificar necesidades de contencin emocional y generar estrategias adecuadas para ello, a fin de que los conflictos que el Departamento de Atencin Psicolgica busca resolver, no terminen reproducindose al interior del equipo de trabajo. Susana Velsquez (2003: 233) hace hincapi en la observancia del equipo de trabajo ya que existe un supuesto en el que los profesionales que trabajan en violencia son por definicin altruistas, disponibles, incondicionales, sin embargo estas caractersticas no dan elementos tericos ni tcnicos para trabajan con ellos. Es lo que la prctica cotidiana genera en las y los profesionales, esto es, las presiones que suelen ejercer las vctimas, por las urgencias que tantas veces plantean, pueden tener el efecto de violentar a los operadores. Esto puede constituirse en una fuente de conflictos que suele expresarse mediante microviolencias en la prctica cotidiana. Microviolencias que suelen manifestarse en los silencios, en los pequeos gestos, en actitudes indiferentes al sufrimiento, en las modalidades para preguntar. Ceder a esos violentamientos y suponerse bueno y disponible termina siendo una formacin reactiva por la cual la violencia puede buscar manifestarse en algn momento, no slo en una entrevista sino tambin en otros profesionales o en el equipo de trabajo, generando nuevos circuitos violentos.

Velsquez (2003) habla del fuerte impacto que produce la experiencia profesional de trabajar con el tema de la violencia puede inscribirse en el psiquismo del personal que brinda la atencin, en forma traumtica. Es importante que se busque un espacio grupal e institucional que facilite su elaboracin, ya que este tipo de prctica puede constituir un factor de riesgo para la salud fsica y mental. Es necesario ser cuidadosos con este aspecto de la prctica para que esa violencia no ejerza influencia alguna en el campo de lo personal, en el espacio de la entrevista y/o en el interior del grupo. Es de suma Importancia buscar estrategias (personales y grupales) para ayudar y sostener a las consultantes, pero que al mismo tiempo permitan mantener ciertos lmites que protejan a los profesionales. La comprensin emocional no slo consiste en comprender a quien consulta, sino tambin a comprenderse a uno mismo en la funcin profesional. (Velsquez: 268) Vale la pena que las y los profesionales se pregunten Qu me pasa con/ De qu forma me toca lo que escucho?, Cmo me siento?, Cmo lo proceso?

Algunas manifestaciones del Burn out


A nivel psicosomtico: - Fatiga crnica - Dolor de cabeza - Trastornos del sueo - lcera y otros trastornos gastrointestinales - Dolores musculares - Bajo nivel de energa - Prdida o aumento de peso - Aumento de la presin arterial - Alteracin de elementos como el colesterol, la glucemia o el cido rico - Disminucin de resistencia a enfermedades A nivel conductual: - Ausentismo laboral - Conductas adictivas (alcohol, drogas, frmacos, etc.) - Incapacidad para relajarse - Conductas violentas - Comportamiento de alto riesgo A nivel emocional y psicolgico: Distanciamiento afectivo Aburrimiento Actitud cnica Impaciencia Irritabilidad Crisis de pnico y otras fobias (sociales o especficas) Incapacidad de concentracin

- Fallos de atencin y memoria - Resentimiento - Baja autoestima - Culpabilidad - Sentimientos de desamparo y frustracin - Depresin A nivel Laboral: Disminucin de rendimiento en el trabajo Disminucin de la calidad de atencin a clientes Prdida del sentido de responsabilidad ante el trabajo Hostilidad, sarcasmo Comunicacin deficiente

La experiencia del trabajo de contencin realizado en otros proyectos (Ziga, Campos y Castro 2005 y 2006) permite identificar algunas reas en las que es importante lograr un manejo adecuado de parte del equipo de trabajo para prevenir el burn out. Esto se logra estableciendo sesiones peridicas de contencin, donde una o un terapeuta externo al Departamento de Atencin Psicolgica, realice un trabajo teraputico con el equipo de trabajo de la lnea, a fin de que se procese el estrs laboral generado en la atencin en lnea y por las presiones laborales cotidianas. A su vez, se recomienda que en la contencin y a manera de plan de auto cuidado del equipo del Departamento del rea Psicolgica se fomente el manejo de habilidades sociales como: el uso de la asertividad, una buena comunicacin, el manejo de relaciones interpersonales adecuadas, canalizacin positiva del estrs y el desgaste profesional a travs de mecanismos como la administracin eficaz del tiempo, la empata con la poblacin que vive violencia familiar, la comunicacin adecuada con el equipo de trabajo, el manejo no violento de conflictos y la revisin de las experiencias y actitudes personales violentas entre otros. El auto cuidado puede desarrollarse desde perspectivas tan diversas como las propuestas por Lpez y Martnez (2006), utilizando la dramaterapia, a travs de talleres como sugieren Mejia y Gray (2006) o utilizando un enfoque de autocuidado con rostro humano lo cual supone desarrollar estrategias para la bsqueda del bienestar integral en la vida cotidiana. Su logro supone estrategias que fortalezcan la autoestima como motor de practicas deliberadas de auto afirmacin, auto valoracin, auto reconocimiento y auto expresin; impulsar una lgica de vida saludable y armonizar comportamientos con los conocimientos. En la medida en que el personal del Departamento de Atencin Psicolgica se auto procuran bienestar, estarn en condiciones de procurarlo para las usuarias de la Lnea Telefnica.

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