Alucema
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Alucema
TEATRO Y LITERATURA
Semestral. Julio-Diciembre de 2013
Cuarta poca
N 29
ALHUCEMA
Revista Internacional de Teatro y Literatura
Semestral. Cuarta poca Julio-Diciembre de 2013. N. 29
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TEATRO:
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CRTICA TEATRAL: p. 230
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
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EDITORIAL
Escucha uno las noticias y entran ganas de echar a correr. Entre
corruptelas, crisis, deshonestidasd, cinismos varios y toda clase de
actitudes repulsivas, no se le queda el cuerpo a uno como para mu-
chas gracias. Si la persona que tiene que exigir a un pas sacricios
porque la situacin es delicada y compleja, pierde todo su crdito y
se queda sin fuerza moral para exigir nada, qu se puede esperar?
Y en esas estamos. Falta dinero cada vez ms para cosas de mera
subsistencia, as que para la literatura que es una necesidad menos
perentoria, no va a sobrar desde luego. Y cuando, como en nuestro
caso, alguna plataforma literaria consigue subsistir, es siempre con
el canguelo de que en cualquier momento se acabe la nanciacin
y con ella la revista, al menos en formato papel (de hecho, como
sabis, el nmero 27 slo sali en papel de modo testimonial). Pero
an no es el caso. Contra viento y marea, Alhucema sigue en la bre-
cha y sin perder su indentidad: independiente, con protagonismo a
la creacin y al valor de lo que se hace ms que a los nombres y a la
mitomana, sin gavelas publicitarias ni dependencias de medios y
grupos de presin, sin corralitos varios ni crculos cerrados, abier-
ta a tendencias, estilos, pases, continentes y espritus diversos,
sin ms limitacin que la de la calidad literaria y la aunteticidad de
quienes aparecen en ella y de quienes la coordinan y hacen posible.
Por su propio mrito, las tierras americanas han ido ganan-
do protagonismo en sus pginas y no es infrecuente que haya ms
creadores en algunos de sus nmeros de Amrica que de Europa.
Y bien es cierto que no corren buenos tiempos para la lrica.
Pero sigue haciendo falta y para eso estamos. Si no se ocupan de ella
gentes sin atavismos ni ataduras, quines lo van a hacer.
Aqu nos teneis. Disfrutad el nmero y que siga la ronda.
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Poesa
YAHYA NURUL HUD Y TERESA
El minotauro y la dama blanca
Lamento del minotauro
Qu mano ha de romper la soledad
del laberinto?
Quin lograr llegar hasta la altura
profunda de las aguas de mi gruta?
La espada no me vence.
Bien al contrario,
la sangre de su herida
llama a mi corazn salvaje a su barbarie
y rompe a quien se pone a riesgo de su embate.
Ser una mano blanca,
suave como la nieve que cubre las montaas
tapando con dulzura lo agreste de sus rocas,
la que haya de alcanzarme.
Como la dama blanca que doma al unicornio,
sigo esperando el alma capaz de abrir mi pecho
para que vuelque, libre, todo mi amor indemne.
Me abruma la grandeza innita que contemplo;
esa a la que no llegan quienes se me aproximan.
Quiero sentir la leve quietud de lo pequeo
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y entre sus mansas aguas, poder abandonarme
a un dulce sueo en brazos de la amada.
Preguntas de la dama blanca
Da y noche en la tiniebla
del deambular sin tiempo
vago en mi casa de la errancia
cerrados los ojos de adentro
y hecha de preguntas:
Ser como yo sin races
entregado al viento
y a las aguas?
Un pedazo de m
o lo otro diferente?
Mutante trasvestido
entre la sombra y el fuego?
Un juego de espejos
o remanso traslcido
donde mirarme sin miedo?
Vendr con su pual
de lmina deliciosa
y empuadura orida?
Su herida arder sin n?
Al entrar en mi casa ser un ro?
Alimentndome de su numen
en el dulce cuerpo yacer
muerta de amor en su pecho?
Solo s que te espero
para salir de m
y comenzar el camino.
La voz que llama
En dnde ests, amada?
En qu lugar lejano
tu agreste palpitar mueve los hilos y las ondas?
En qu lago en la sombra
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de los bosques umbros
habita tu callado rostro
de la sonrisa serena y misteriosa?
Oh, bella dama blanca!
Cmo podr guiarte
para que entre la oscura
red de este laberinto
consigas acercarte y domear mi rienda
indomable y salvaje?
Qu canto he de entonar
por entre las cascadas
que acalle ese fragor bravo de las aguas?
Desde mi soledad, oh dulce dama blanca,
yo que no s el camino
que lleva hasta tu casa,
te llamo en el silencio.
Los que me escuchan creen
que mi llanto es un grito
de era que amenaza.
Ay, si supieran cunta
tristeza se alimenta
de su anhelo por ti.
Materia sutil
Adnde fue tu voz
que no vuelve?
Tu voz inconstil
voz del sueo y el deseo.
Fugitivo de ti remontas
este laberinto-mundo
de nieblas en ascenso.
Perdido de ti me llamas
apenas con el silencio
de tu voz y de tu cuerpo.
Y de las formas que se deshacen
sin tocar la existencia
hago amorosa las riendas.
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La historia del minotauro
Yo viv por el valle.
Era entonces un hombre feliz entre los hombres;
apenas un muchacho,
buscaba entre la gente la luz y la verdad.
Y lo que fui encontrando
fueron seres mezquinos acumulando cosas,
siempre con sus envidias y con su maquinaria
que conforme creca dejaba menos sitio
para su corazn.
Soberbios y arrogantes
mostraban sus poderes de mquina infernal.
Y mientras, su sonrisa iba perdiendo luz
hasta hacerse una mscara por entre el carnaval.
Me sub a las montaas
en busca de las aguas claras del manantial.
Mi soledad fue tanta
que mis sueos salvajes hicieron que mi rostro
se metamorfoseara.
Un da despert y mi cabeza ya era
la de este minotauro
que entre su laberinto
sigue buscando luz.
Cuando miro hacia el valle
los veo como hormigas que se afanan cuidando
su mquina infernal.
Han llegado a adorarla de tal forma que viven
esclavos de su tcnica,
ausentes de s mismos.
La alimentan a costa de su ser y de su alma.
Y se acercan a veces a mi altura gimiendo
En su desesperanza de hombres que ya no son.
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Sin historia
A ti ir desmemoriada
libre de la historia
en la sombra
del perdn y del olvido.
Todo ser increado
y prstino
en la casa del amor
con sus ritos del placer
interminable.
Juntos encenderemos el fuego.
El minotauro busca
La mujer que yo busco
ha de ser como el viento
libre de las montaas,
dulce aroma de hierbas
por entre sus cabellos,
pero fuerte y brava.
Ella podr acercarme
a los hombres del valle
y ayudarme a que logre
que ellos suban su altura
a la de hombres libres.
Sin su mano, mi rienda
es la de un solitario
que se esconde en el monte
y entre lo ms oscuro
del feroz laberinto,
slo siente desprecio
y destruye las sombras
de peleles que ve.
Es que no quedan hombres
ni mujeres del todo?
Los esbirros que suben
a llorar me exasperan.
Las que los acompaan
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son feroces y speras;
pero en sus corazones
renunciaron ha tiempo
al poder del amor.
Con su mano en mi pecho,
yo sera indomable,
libre de este tiempo,
poderoso y capaz.
En sus ojos de fuego
yo tendra alimento
y vigor en la lucha por un valle mejor.
Sin su mano soy agua
que se va desbordada;
con su mano soy ro
por un cauce valiente
que moldea las rocas
y abre pasos al mar.
A tu encuentro
Mi mano va a tu encuentro
mi mano de fuego blanco.
Caverna umbra es tu casa
y t, luminosa alma.
A ti voy anhelante
por senda errtica
de espinos.
Desnuda y descreda
a cada paso te busco
quiero llegar a tu cuerpo
espiritualmente humano.
S que en la stima morada
me esperas despojado de mundo
habitado por las aguas.
Amor es ocio de fe
n del extravo.
Amado, eres mi casa.
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El anhelo
Y cmo no soar
con tu mano en mi cuerpo!
Cuando estemos unidos
quin podr separarnos?
Es la Unin del No-Tiempo
lo que aoran los cuerpos;
el poder desatarse
de la materia inerte.
Es la Vida y la Muerte
hechas ovillo eterno
Es Ser en el No-ser,
en el ser con el otro
y no ser ms que en algo
cuyo nombre es ignoto
Y t, amada, conmigo,
con tu fuego tan dulce,
con tu fuerza tan honda,
con tu belleza alada.
Y es tu piel en mi piel
sin nada que las separe,
y es tu alma en mi alma
y tu pecho en mi pecho
y es tu boca en mi boca
y es tu ser en mi ser
y yo rendido a ti
como un ro que se extiende
y riega las besanas,
como un pozo profundo
que al recibir la luz
se hace foco y se expande
y minotauro y dama,
juntos por las montaas,
van llenando de ores
las extensas praderas.
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En las praderas del deseo
El sueo va con la vida
en las extensas praderas
del deseo.
Amor trama los cuerpos
del alma sin tiempo.
Las palabras devastadas
son de nuevo esplendentes.
Vagarosas mis palabras errabundas
recorren el camino de tu cuerpo.
Paso a paso te hago en el silencio
a nada conocido te pareces.
Y no me asusta tu dualidad.
A ella voy sedienta
porque s que vienen tus aguas
de una fuente de amor inagotable
en las praderas del deseo.
Van al encuentro del otro
los alados cuerpos ardientes
triunfadores de la muerte
rehechos en el deseo.
La puerta del deseo
Oscuridad lunar y luz en el abismo!
Oh, dulce palpitar de un cuerpo y otro cuerpo
Y cmo todo calla y el mundo se contrae
mientras tu mano trenza caminos por mi cuerpo,
mientras mi boca busca el jugo de tu verbo
Y cmo el tiempo pace la hierba del deseo
y se hace largo y lento en este des-espero!
Mi bella dama blanca,
mi alada iridiscencia de voz y de cabello
dorado como el oro que viaja por el ro.
Y cmo te deseo!
Y cmo eres la llama que yo espero y espero!
Y cmo en esta noche de sombra y de silencio,
la luna, all a lo lejos, me dice: yo te pienso.
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Y, entonces, el tormento vuelve su hiel en miel
y canto y grito y salto.
Mi soledad se enciende. Bajo la luna brilla
como estatua que alza su silueta a los cielos.
En el umbral
En la maana alba
por la luz baada
beso tu frente de luz
los agrestes ojos de montaa
la boca del silencio deliciosa
el pulsante pez de tinieblas
que siempre escapa
todo tu ser de gozo habitado.
Transida de tu amor
soy morada y lecho y torrente.
En tu sueo
Me acerqu por tu sueo y eras pura alegra.
En tus ojos serenos haba un mar a lo lejos
y yo no lo vea porque estaba a tu espalda
y tu pelo en mi cara era caricia de alas.
Yo miraba tu cuello, que era blanco y de garza
y puse en l mis labios con levedad sutil.
Toda tu piel fue esta encendida de pronto
como si por la tierra un estremecimiento
anunciara de pronto nacer la primavera.
Te mord por la oreja y mi lengua era pez
en tu lbulo acutico.
T dejaste caer tu cabeza en mis hombros
y mis dientes buscaron en tu piel las orillas
de su ocano de viento.
Y despus!
Y despus ni lo cuento.
La luz se hizo un ovillo
y en su vrtice ramos
slo motas de luz.
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En mi sueo
Lengua que nombras
y hambrienta das vida
en el luminoso placer
de los cuerpos fundidos.
Lengua amante sinuosa
que traza el camino
de la boca a tu centro.
Como or de fuego te abres
y es una esta del tacto
de los ojos de luz ciegos
de las aguas que puras corren
hacia un ro de caudal fecundo
ro absoluto de la otra muerte.
Los sacricios
Ayer lleg hasta m un hombre delirando.
Deca con tristeza: la fruta se acab.
Apenas escondido, baj a donde la gente.
Era desolacin lo que haba por el valle:
Las higueras estaban podridas y los frutos
caan acuanosos, deshechos, imposibles
Como sombras errantes, las personas vagaban
buscando no se sabe qu lugar ni qu cosa.
Al verlos que venan de nuevo me alz una ira
de ltigo y volcn. Un nuevo sacricio
vienen aqu a buscar?
En este lugar sopla
el viento con bravura y en su trueno las aguas
no entienden de blanduras
ni lgrimas serviles. Este es lugar para hombres
y si llega algn da uno valiente y noble
ni me le enfrentara. Morir bajo su espada
fuera el mayor orgullo de haber vivido y de esa
forma de terminar.
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Pero, amada, tu recuerdo,
tu mano que me tocaba, tu corazn junto a m
me hizo compadecerme y me limit a decirle:
no llores ms. Ve a tu valle
y alza la frente bravo Rompe lo podrido y siembra
en la tierra el corazn. Muestra al n tu podero
de hombre dueo de su vida.
En sus ojos confundidos vi la sorpresa. Y de pronto
dej de llorar. Volvise. Y vi, al verlo alejarse,
su mandbula resuelta y su corazn ligero.
Otra forma
En el blanco silencio
lado a lado
te siento compasivo y frgil.
S que eres real.
Mi mano que de tanto amor fulgura
busca en lo ms hondo de ti
cuando dejas tu antigua forma
y encuentras otra
leve, armoniosa, alada.
Amo tu soplo de vida
en el instante sin tiempo
en que Amor te hace imagen.
Los lamos
Como el temblor que tienen
las hojas de los lamos,
as vibra mi cuerpo
cuando tu mano entra
por todos sus rincones.
Y es un canto profundo
lo que entona mi alma,
mientras mi boca calla
aterida de hambre,
sedienta de beberte,
perdida en tus umbras.
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Vida que sobre vida
va cantando a la muerte!
Muerte que sobre muerte
va cerrando la herida
y abre el paso que el tiempo
se encarg de cerrar!
Invocacin al minotauro
Traspsame
con tu espada de vida
Clvame en tu cuerpo
delirante.
Arame la piel
y hazme renacida.
Quema con tu fuego
el largo tiempo
en que eras sombra.
Pentrame sin lmite
para ser plena de ti.
Arrncame
el corazn descredo.
Ensame la fe.
La fe, esa que mueve las montaas
Yo te dar la fe
Porque la fe es amor y es el amor, ms que la fe,
el que mueve las montaas.
Yo te dar la fe, amada, entre azucenas,
porque slo la fe mira al mundo en sus esencias
y saber discernir entre la luz y el viento
Yo te dar la fe, amor, porque el silencio
habla de los misterios que guarda nuestro cuerpo.
Acaso no escuchaste su canto desbordado
cuando la noche haca su nido en las montaas?
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Yo te dar la fe, amada, porque somos
agua por la cascada y fuego en las entraas
No sientes el volcn que pregona la vida
y que estalla en la tierra en seales y hosannas?
Yo te dar la fe, y no te la habr dado,
porque ya la tenas y nunca la escuchabas
Cmo entender si no que en su furia el latido
siembre en el corazn rosas ensangrentadas?
Mira tu corazn, amada Es que no cree?
No oyes cmo respira ms all de los tiempos
y grita por las colinas bendita sea la vida!?
Sin fe no es posible nada; porque la nada entonces
devora estos latidos que llegan de Lo Eterno
y los vuelve silencio ominoso
Gris
Denso
Ese no es mi silencio. Ese no es tu silencio
Este silencio nuestro es de amor y de luces
que vienen y que van, y que estn. Siempre estn.
Porque ellas son la esencia. Y en ella es que somos.
Nada puede la nada, as, que el amor vence.
Y es un amor que es fe y fe que es existencia.
Bendita sea la vida!
Yahya Nurul Hud, espaol, y Teresa, cubano-brasilea, ya pu-
blicaron El libro Layla y Machnn, El amor verdadero, Ed. Dauro,
2006 inspirndose en el clsico persa: Layla y Machnn. Ahora, a
partir de una recreacin del minotauro griego y la dama blanca que
bien podra ser de estirpe artrica pero tambin oriental e incluso
teutona, y de ninguna de ellas porque se abre al porvenir desde el
pasado y ms all del tiempo, desarrollan un nuevo dilogo potico
que ofrecen em esta ocasin a ls lectores de Alhucema.
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RONALD CANO
de su libro EL ANIMALISTA
II Premio de Poesa Joven Ciudad de Medelln
y su rea Metropolitana
12.Ascenso
Le qued pequea la jaula para ladrar,
Le qued pequea la coca para comer,
Le qued pequeo el patio para cagar,
Le qued pequeo el escritorio para rascarse las pulgas.
Y ahora que le agrandamos todo un poco
Usted de qu se queja?
13. Ao del Buey
La santa cruz sobre su frente lo redime de la jornada.
Se acuesta magullado por la mquina,
Su cuerpo levita en el sueo.
Cuando duerme no le interesa el tiempo,
Le da igual si un rayo parte un rbol
O si rebota contra el cielo.
Despierto
Los das le saben a estircol seco, brama.
Los hombres no le asustan, brama.
Con una sola corneada podra matar a su boyero. Brama.
Se persigna todas las noches,
Para no hacerlo.
A mi padre!
14.Ardijazz
No es frecuente adivinar en que momento comenz
La mirada sobre el grillete del tiempo.
Los das se repiten sin autorizacin de la memoria
No es el hasto una implosin sbita y palpitante?
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La levedad arrastra,
Empuja hacia la gastada ruta de las aves cadas.
Salpicado por un acantilado,
Cualquiera sobrevive al vrtigo en la otra orilla.
Mira el reloj, las profundidades se lanzaron al vaco.
Qu cmodo es dormir en paracadas cuando se olvida el salto!
15.Descenso
Un gato le parti las patas
La infeccin se mud a sus huesos
Con la punta de sus alas rasc la comezn
Aparecieron los gusanos y su venganza contra el pico
Un escarabajo la penetr hasta el cuello
Otro palomo la segua pero perdi el apetito.
La paz fue repartida en migajas,
Una rata se comi sus restos.
A un pas en llamas
16.Mr. Monky Gold
Aparece donde nadie lo ha invocado.
Usa piel de cordero a prueba de balas.
Preere el pavimento, las murallas y las reservas fronterizas.
Usa zapatillas, calcetines y algunos medicamentos para los juanetes,
Hace milenios no trepa un rbol, ahora practica el Beisbol.
Establece posiciones, coordenadas y prejuicios,
Lanza una bomba nuclear sin consultar el clima.
Usa un paraguas, un parasol, o una sombrilla.
De tanto saltar sobre la luna
aprendi a caminar erguido.
Al general
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17.Tauro
Tus cuernos, se resignan al capote rojo.
Arrodillado en presencia de un sol negro
Te entregas a la fragmentacin de tu destino.
Duermes entre los hombres,
Agonizas con la espada entre tus huesos.
Tus orejas, son el tacto de un lenguaje incomprendido.
Ojal pudieras escucharme cuando digo verano,
Cuando los campos se cubren de amantes rollizos.
Ojal mi voz no te recordara el estoque.
Quiero enraizarme sobre tu lomo
Y escapar contigo lejos
Ya viene la tormenta de arena.
Ya viene el tormento de arena.
A Pablo desde Guernica
18.Arrullo para una ejecucin
Te bautizaron en un rio con barullo.
Ungieron con plomo tu herida.
Las lavanderas relegaron
Tu canasta al olvido
Pero Fuente Grande no tiene ro
Las palabras se secaron.
Y solo queda tu llanto,
Aun as, nadie te ha encontrado.
Te imagino buscando un rbol,
Jugando escondrijo con las balas.
Pero, la poesa es profunda y mata.
La muerte es profunda poesa.
A Garca Lorca
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35
19.Lovecats
Las puertas partidas, igual las ventanas,
Los casquillos de plomo pululando sobre la carroa,
Las mquinas desvencijadas volviendo a la tierra,
La torre derruida con el peso de la ltima campanada,
El cementerio brillando a lo lejos como un altar erigido a la discordia,
Un fantasma recogiendo el silencio,
Las moscas aplaudiendo la derrota.
La plaza entera para las ratas.
-En baldos como estos,
slo hacen el amor los gatos-.
20.Arrullo para la memoria
Abatido por los achaques de la posguerra
Volv a cultivar los campos con la semilla del odio.
Mi memoria, artillera envenenada por el plomo,
Se desvanece, cuando te veo perforado por el fuego.
Hubiera preferido esconder tus tesoros en la tierra
Y esperar a que aparecieras envuelto en clera,
A esconder recuerdos en un atad fertilizado con tu polvo,
Y esperar a que germines una maana, despus de la guerra.
Pero la tierra santa
Se interpuso en el abrazo.
Al Poeta Hernndez
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N 29. Julio-Diciembre 2013
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ULISES VARSOVIA
Viajero
En qu cama dormirs, viajero,
en qu casa hallarn refugio
tu largo vagar por la tierra,
tus criaturas fugitivas.
Desde donde quieras que vengas,
y hacia donde quiera que vayas,
contigo la vieja tristeza
del que nunca tuvo cobijo.
Hars tu hogar en la guarida
de nufragos prisioneros
del azar y del destino
en las islas del extravo,
o enderezarn tus pasos
su rumbo de viajero ciego,
hacia los bosques perdidos
en la maraa de las selvas ?
Oh, dondequiera que el viento,
dondequiera que las tormentas,
que los mares y que ocanos
en la incansable geografa,
all tampoco tu destino,
all tampoco tu hogar nal,
ni tu casa, ni tu guarida,
ni tu abrigo de la soledad,
que tus huesos de vagabundo,
que tus pies de viajero sin n,
y tu barca sola y sin rumbo
por los mares de la adversidad.
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N 29. Julio-Diciembre 2013
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Lmite ltimo
De dondequiera que hayas venido
entre las tierras extraterrestres,
y cualquiera lengua del exilio
que pronuncien tus labios corruptos,
no entreabras, extranjero eterno,
las pginas de tu destierro,
no traspongas el lmite ltimo
de nuestra sacrosanta lnea,
no pises con tus pies desnudos
el umbral puro de nuestra casa.
Rprobo tu perl extrao
de una extraterrestre comarca
en las mrgenes del sol poniente,
rproba tu voz inusitada,
tu raza de diablica ndole,
tu actitud de animal perseguido.
Morirs aqu de nieve y cuchillos,
morirs de lenguas venenosas,
de formularios y agudos relojes.
Llvate contigo tus letras
de sangre impura desdibujada,
y no regreses desde ultratumba
a turbar el sueo de los nuestros.
Vsperas
Tal vez baje desde su morada,
y toque con sus dedos clidos
mis mejillas, mi frente, mis labios,
mi corazn tan tembloroso
bajo el asedio de mordeduras,
de tanta ponzoa sedimentada.
Tal vez despierte ahora, tal vez
me escuche gemir en la noche,
y su voz misericordiosa
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N 29. Julio-Diciembre 2013
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descienda hasta mi alcoba en brumas,
y endulce mi odo cantando
la misma, la misma meloda
que en mi infancia, lejos en el tiempo.
Tal vez me escuche, tal vez sienta
mis pisadas rondar en torno
de las horas, de las campanas,
de m mismo sin encontrarme.
Y si ahora gritara, y si ahora
elevara mi voz a los cielos,
y si ahora mi dolor humano
rugiera como una era herida,
me escuchara desde su morada,
despertara de sus ensueos,
descendera a aplacar mi zozobra?
(S, tal vez descenderamos,
tal vez te escucharamos gemir,
tal vez nos apiadaramos
de tu dolor humano, hermano).
Alianza
As palidezca, y mis sbditos
emancipen su servidumbre
alzndose desde las sombras,
as mi familia de fantasmas
rena sus fuerzas desgarradas
y expulse al olvido mi presencia,
as no me pertenezca, Claire,
ms que tu incomprensible lealtad,
y huyan de m mis partidarios,
y sea mi vida pasto del odio,
ay, as mi salud decaiga,
y esgrima una rosa marchita,
una rosa roja sin sangre,
t nunca capitules, amor,
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t no sueltes mi mano en la hora
ms aciaga entre todas las horas,
t sostn nuestra dura lucha
erguida en el da como una espada,
y as nos ladren los mastines,
y allen los lobos del odio,
t mantn conmigo nuestra alianza,
t sostn la lucha, esposa amada.
A lo mejor
A lo mejor brase la or
antes del trmino del tiempo,
y respiremos todos el aire
embalsamado de su vientre,
con un regocijo de rnitos
en vuelo por las sementeras,
o de clibes en el harn
de vrgenes enardecidas,
a lo mejor da frutos el huerto
en la prxima temporada,
y cortemos el pecolo
en la madurez de los senos,
despojndonos de mcula
en la penosa virilidad,
en su sazn el macho cabro
con su atributo de zngano,
o se desmorone el alczar
bajo el peso de los vnculos,
de tanto entrecruce de alas
fatigadas merodendose,
justamente cuando las puertas
atiborradas de prfugos,
y en su lecho la abeja madre
detenida en su parto ritual.
Cinco poemas de Vsperas (2012)
Ulises Varsovia. Speicherschwendi AR. Suiza
ulises.varsovia@bluewin.ch
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ALEQS GARRIGZ
DOS POEMAS ERTICOS
ORGANISMOS QUE NACEN PARA AMARSE
1
Tus clulas comunican a las mas
coloides policromticos, brillos estriados,
innitesimales anmonas efervescentes.
Y slo quiero estar all,
junto a tu miel que se derrama. Quiero ser
recipiente que contenga todas tus secreciones.
2
Desame por la tibieza de nuestra liviandad,
con la lengua, en la aurora de la perversin.
No s decir que no a tus auscultaciones;
ni por qu hay insectos azules en tu mirada.
Pero yo miro. Y obedezco.
3
Algo despierta en m si te veo orinar,
calefaccin de tegumentos, corola rebosante,
fresco csped que se deja podar.
Me atrapo entonces en la red de tus venas,
pez de plata con albedro pequeo.
4
Ahora es cuando la serpiente se enrosca en las piernas,
las nervaduras se ofrecen en bandeja de plata
y el ocano cabe en nuestras copas.
Ahora es cuando el imn de tus labios
anula el pasado y la distancia.
5
Eres msica de cntaros llenados con licor
sobre la redondez de hombros exactos.
Como una estancia acondicionada
para probar la integridad de la carne.
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FORMAS DE CONOCIMIENTO
1
La noche es un potro al que debemos domar,
sobre cuyas espaldas correremos y corremos
sin importar lluvia o truenos. Hasta la destruccin.
El mundo est tocando su auta de celebracin
y no podemos sino seguir al cortejo dichoso
que no se detiene sino ante la muerte.
2
Para tu felpa aromada, mi caricia.
Para mi cuerpo entero, tus dedos que hurgan
y me encuentran.
Dame amor en los labios. Dame erro.
Dame algo que me aniquile a tus ojos:
eres un espanto pequeo
que debo recibir en ambas mejillas.
3
Necesitara ya jalar tus cabellos
mientras penetro en tu recinto ms caliente;
apurar tus besos, vinagre de la mejor crucixin.
Necesitara establecerme contigo un colchn
y hacer malabares en el coito.
4
Copa de oro, rebosante de vida plena;
copa sostenida justo a la mitad del huerto del mundo,
a donde slo podemos llegar t y yo
henchidos de amor y de ternura;
copa de sangre, semen y sedimentos barrosos...
Eso es el amor para nosotros: bebamos.
Aleqs Garrigz (Puerto Vallarta, Mxico 1986). Empieza su ca-
rrera publicando Abyeccin (2003). Trabajos posteriores son: Lu-
ces blancas en la noche (2004), La promesa un poeta (2005), Pgi-
nas que caen (2008), Galera del sueo (2008), En la luz constante
del deseo (2012). Premio de Literatura Adalberto Navarro Snchez
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2005, otorgado por la Secretaria de Cultura de Jalisco. Premio de
Literatura 2008 de la municipalidad de Guanajuato. Ha publicado
poemas en diversos medios impresos y electrnicos de Mxico e
Hispanoamrica. Figura en una decena de antologas literarias edi-
tadas en Mxico.
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JOS DELPINO
ODOS SUCIOS
PANTALLAPLANA
(de Cercados Rotos, 2014-2015)
cae un programa apocalptico del canal de la Historia
y hay sangre seca en los costados de la blanca nevera de la General Electric
la saliva de los ngeles
que punza la tierra con su pico de evangelio
por tres noches con sus das,
el evangelio en VHS directo desde Tokio
teorema de ngel y de muerte, la androginia se deshace entre mi boca,
cida,
como un caramelo certs
que durara algunas horas
Freddie Mercury, en Stone ColdCrazy, por youtube,
maa de encaje brillante
bisutera violenta y trash metal incipiente en cuerpo de marica
sonrisa de piraa disecada, pistola de agua y confeti de guillette,
diciendo el tema
del encierro y la locura
del encierro que nos hace a todos delincuentes
diletantes fantasiosos
estetas de la llave y de la reja
transparencia refractaria, ya duras mis pupilas
el tubo de ver incrustado por la nuca
el pez disecado colgado en las baldosas
la sonrisa de pez seco, la sonrisa de don gato
el basurero de lata
el musical callejn alimenticio
el edicio en los suburbios de algn policial cualquiera
las cosas que nunca se alcanzan
el jamn navideo y la caridad de los asombros, por ejemplo,
la agenda telefnica verde, donde el desorden del bolgrafo
es pura pesadilla de madre
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veo Taxi driver
en la laptop
con la cama por el suelo
vendo mi mano con vendas blancas y sin lesin alguna, me preparo
me saco la cdula en la esquina
en los Chaguaramos, entre las palmeras de montaa,
que cada 15 das manotean transentes con sus hojas gigantes y muertas
me cdulo en el Tnel de la Trinidad
en las 3G
en las fronteras universitarias de Fuerte Tiuna
tengo ebre despus de la lluvia y hago muecas en el espejo del bao
roncando de guapo vengo virao de cticio
rezo
patuco el bravo, Al Pacino y Taxi Driver
repartiendo galletazos detrs de la multilock, con las rodillas gastadas
charrasqueao, cachondeao, compro una navaja
plastico las portadas falsas de mis discos de Harlow y Willie Coln
pongo un temazo en la sala, de El malo
pampero tranquilo escuchando salsa
veo a la madre que llama
al tero de pxeles
al tpico de los pxeles
que se desgaja de lenguas, ambulancias y festines
en el lugar donde oigo hoy
las quebradas de mi valle avanzar su peste fresca
y estas ranas de mi charcocontinuo, que hacen mis noches llevaderas
las noches de los domingos bajo el calor acumulado
en el techo de concreto prefabricado de mi padre
en El Valle
mondo mis dientes con parsimonia y con palillo
como el abuelo
obrero martimo de la Creole PetroliumCorporation,
viendo El Zorro
Walt Disney re-fundando el pasado hispnico de California a mitad del
siglo XX
veo al padre que llama en la orilla angosta
el tema del encierro y locura
los edicios demolidos
los perros de la lluvia que pierden el rastro
las magntica quimera de suburbios y pedradas
las maquetas de poema / o la maquetas de calle / de ro / de ciudad
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Cae un programa apocalptico del canal de la Historia
un padre huye con sus nios, Cherokee 2017, hacia los campos de centeno,
el asfalto apretado de saqueos
la noche empaada y los pueblos nuevos en la nada de Kentucky
patrullas vecinales y escopetas
la estoica pica del mundo desnudo de ciudades
la procesin de los automviles abandonados
con la palabra muda en la punta de la puerta abierta
cmo Bombay llega a mi recuerdo?:
negra serpiente del fango
lejana mujer dormida
(versos cocinados al ferviente clich de un programa de NatGeo)
qu tristes fantasmas traes, Bombay,
instalada en tu lenta geografa de peste
perturbas,
agitas el polvo sobre el jarrn de rosas, lleno de arena,
en un poema de T.S. Eliot ledo sobre la cama
las pisadas golpean ecos
bajan por el pasillo que no tomamos
y van hacia la puerta que nunca abrimos
hacia el jardn de rosas. As, mis palabras golpean ecos,
en tu mente
abres un pasillo en la mirada
abres un vientre que vomita tiempo,
qu tristes fantasmas traes, Bombay,
instalada en tu lenta geografa de peste
qu tristes paradojas imperiales me vendes:
ahora sobre mi cama:
aquellas mujeres en baile alrededor de la fogata
aquellos maridos que murieron en la India
que enloquecieron con tu fango, Bombay,
con tu pantano inmenso
aquellos padres ingleses
que habitan ahora sobre las praderas de camillas
aquellos huesos
aquellos despojos haciendo bulto
a veces tengo pesadillas austeras y pastosas
entre los girasoles gigantes, la lluvia y el bosque de cerezos
el juicio de la tala
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Kurosawa en VTV
la democracia petrolera que me acuna y me vomita
la marea alcalina del medioda de los aos ochenta en Maracaibo
una procesin de lobos disfrazados
el exilio del nio tras la garras azules de la lluvia
y las piedra en la frente del hijo de Sundin
La Floresta, Maracaibo
el agua cenital
la cloaca derramada insistente por un par de aos
la carcoma de los valles del asfalto
en la espalada sin agua de un puertos rido
el confort y la msica para volarse la cabeza
el intercambio de los discos y los casettes, para comer con los odos
el recuerdo rido del interior
donde no se combate al Capital sino a la espera
el mantra de nuestros aires acondicionados
y el gento enchufado a cables coaxiales y antenas directas
disparo colectivo sobre cansadas sienes
en la impaciente construccin, de la cpsula de los das
del confort
del paredn de los pxeles
oye
ms all de las ventanas
ms all de las celosas
de las pantallas mudas
(algn poema de Baudelaire cuyo ttulo no recuerdo
quiz pueda ayudar en tal tarea)
oye
ms all de las ventanas
escondidas tras el muro
como en un poema reventado perro muerto sobre la calle de al lado
oye
las bandadas de palomas
viviendo en el culo de los aires acondicionados
cagndose en la altura
y por supuesto
sobre nuestros trajes de graduados,
he aqu que el viento parte sus mil espinazos
contra el lomo del cemento inabarcable
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y mis sueos se repiten sin gastarse
y he aqu que la pezua de la jaura se lima y se pone monda
y los perro callejeros
duermen fervientes en los pasillos sin gente
donde libros en cajas azules aguardan
un corsa va full por la autopista
bien apretados, vamos,
y mientras tanto la Mertens baila sola,
dos rones y man / planta de suela caliente
hombres de collares o de uxes
mujeres expectantes de los pies
parasos de dulzura
la vida tira un hueso
la vida vianda un hueso
tiburn de buena suerte, se desgastan las rodillas
el anque intacto en la memoria
las astillas del regreso
el amboyn rojoentre racimos de glocksy caserinas
rojo amboyn y avemara
santsimo urinario amboyn
bidet masturbatorioen las colinas
Avenida LecunaCicatriz
Solano Casanova de Cuello Blanco en Alto
hacemos oraciones a puerta cierta
a puerta cerrada
a lmpara encallada en centro
a pantalla en mute
por si todo por si acaso por si nunca
a Rita Indiana embadurnada en plastilina
tomando su cumbia caf
cantando al regreso a las patrias desde el norte
y hoy
las palabras vienen hacia m
se detienen
como la mandbula del abuelo al boxeo de las 10
o los misiles lumnicos de mi infancia bautizando Babilonia
(Walter, dnde est tu ojo? Walter, dnde est tu ojo?, te pregunto)
hoy las palabras vienen hacia m
aviones de papel para la guerra
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PrismacolorOrigamiWar-Painting
cuaderno caribe de recortes de peridico
infografas blicas
de Panorama
pantalla catdica que eres mi rgano inaplazable de memoria prdida
palabras luminosas
para alguien que no duerme
y odos encerados
amurallados de msica
de adolescencia sonora y blindada
paseo por el carril de una carcajada nunca ltima
porque no era tan tarde, all, cuando nacimos
hago sumas de ceros con dientes alados
Lavapis y Reina Sofa, Guernica clich y Jazz en huertas,
Cosa latina para suecas,
helicpteros recurrentes por el cielo,
JimJarmushc en la Laptop para la paranoia inteligente
sedentaria
y los aviones a reaccin dibujando humo
hoy hago sumas de ceros con los dientes alados
en El Valle, al sur de Caracas
con los dientes buenos, todava,
y resto los segundos de la noche
prendido a la botella vaca
que siempre tuvo gusto a nada
a la birra
a la sevillana dorada
que fue descontinuada en un segundo
al tercio para salir del cuarto
agua madre de avalanchas
a la botella vaca ya de un Muga encaleta de maleta
de nuevo el tema
el tema del encierro y la locura
contaminado del exceso
de la ruina del todo
de lo que prolifera en esta cscara extensa que recibe las letras
la palabra luminosa como un estallido en la noche
la palabra luminosa que hace sumas de todo lo que no llega sobre el teclado
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
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para saber a donde sopan el viento
sobre los muros interminables de Caracas
alo canciones en la memoria con tacto relojero
y encajo el tiempo sobre el tiempo
cuando no es posible encajar nada
nada ms la pupila encaja sobre s misma
y no cesa
cae un programa apocalptico desde canal de la Historia,
y la llama fra de este hogar
ilumina mi dicha de arroz chino
de cerveza y meditado ocio
de mirar al techo con el televisor en mute
el ro de los pxeles que se alarga en mi inconsciente
grabado a fuego fro
a eco de retina
grabando la Historia
su negrura diversa
de bajo robado
de msica indigente
para pesebres
para muebles bajo lluvia
msica para canchas
para partidas de boxeo a las orillas de la carretera Panamericana
cae un programa apocalptico del canal de la Historia
y la Historia distorsiona por los bulbos circuitados
cabeza de medusa que nos dicta el recuerdo
espejo negro
que estira el rostro
nuestro rostro en la secuencia
fragmentaria
de un solo punto aladoque se transmite por los cables
recemos
entonces
una vez ms al apagar la pantalla
al colgar los audfonos
al apagar el repro
el toca discos digital
frente al ltimo destellos de la luz
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justo antes del stand by
que se quemar toda la noche
sin pausa,
en la nuca y en la espalda
(a Ands Levell)
ESPEJO Y TERRITORIO
(de Cercados Rotos, 2014-2015)
Uno mira con ojos de espejo. Uno espera el signo que abra la
puerta de un rostro. El cuerpo incesante siempre es aguijn para la
mente. Tanatorio del presente, que descoloca y desdibuja.
Sucesivos divinos narcisos en su ira pausada de ser. Sus historias
se esfuman de golpe y vuelven en algn punto. Son ros de azogue
que acarician las piedras. Terciopelos de tiza que desmoronan en su
avance. Dedos en el propio rostro. Sangre de luz blanca.
Uno mira. Forma que nadie escucha del todo, ms all de los l-
mites del propio cuerpo. Como un mar cuyo sonido nmo nunca
llegara a la otra orilla, y quedara rezagado tras las olas. El ritual in-
cesante es un ro propiedad de los narcisos, que discurren tras los
gestos, buscando. Real cordero extendido en presencias.
No hay rostro para la certeza en los gestos de su cauce. Su deseo
impronto. Paso y contrapaso es la certeza. Y qu real es a veces el
cordero: un lance de signos se apodera en territorio, y el sonido re-
zagado de las olas es presente empedernido; marca inaudible en la
arena, tangible ausencia, espejo.
Qu real es a veces el cordero: la bestia blanca que se extiende
por los lechos suaves de la piedra. El pedernal magntico que besa la
carne. Y los propios ojo degollados en su alcance hacia el azogue. No
puede saberse si aquello que se escucha son los ecos de las olas, o las
olas. La certeza no es negocio de narciso ni de eros: con qu seguro
paso va lo real por el abismo.
El tiempo, imposible, hecho supercie en algn punto del
Cuando. La ebre de unos ojos que se cierran; que en el tacto son a
sus anchas. Ojos cerrados y pausa de animales en exilio. Ojos en el
tacto. Degollados. Al espejo.
La certeza no es negocio de narciso ni de eros. Divinos narcisos
secuenciados me convocan. Fotogramas del rostro interminable.
No es que se absuelva en denitiva el sonido rezagado de las olas.
Lo real es siempre aqu, en el territorio de estas lneas?, escritura
tiroteada sobre el cielo. Aves de papel. Escrituras casi estoicas, de
sangre, que persisten en su avance. Las aves migran sordas hoy, en
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estos tiempos; pero llegan, vendadas y heridas llegan, al ritual ano-
dadante del tiempo y del nosotros.
A veces, el ro de Narciso degella su cansancio. La luz de los
espejos se diluye entonces entre las venas. Piedra roja que se lleva
entre las manos al slido ritual de los tactos. Y se vive en el envs,
entonces. Con la propiedad de una sonrisa nada ajada, se entra.
(A OrietteDAngelo)
Jos del Pino (Maracaibo, Venezuela 1981) vive en Caracas des-
de 1997 y se dedica a la poesa y al ensayo. Es melmano y entre
sus intereses ms acendrados estn la poesa, el cine, la tecnologa,
la literatura, la divulgacin del conocimiento, el teatro y la teora
crtica y cultural. Su primer libro, Fanes, gan el III Premio Na-
cional Universitario de Literatura (2009) y fue publicado por Equi-
noccio en 2010. Sus textos han aparecido en diversas revistas como
Quimera, Letralia, Las Malas Juntas, El Cautivo, Poesa, Arepa y El
Salmn. Actualmente es investigador y profesor de literatura en la
Universidad Simn Bolvar (Caracas) y trabaja en un segundo libro,
tambin de poesa, que se titula Cercados Rotos (2014-2015). Con
cierta frecuencia, publica ensayos, poemas y traducciones en su
blog, Autopista Inmvil.
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JOS MANUEL LPEZ
Los bombillos estaban alumbrados
Con las negras paredes de manchas limpias,
Las circunstancias
Fueron abaleadas por un revolver sin cartucho.
Sangre esparcida
Acompanos
A la procesin sin cruz
A la esta sin invitados
Mientras el claustro,
Nos acaricia el cabello,
Besa nuestras frentes
El pasadizo
Deje sus manos quemadas en la mesa de noche
Y la habitacin se arranque los dientes.
XIII
Olimpo con esferas de fuego
Abertura, falso marl
cruza de cordones desamarrados.
Entrando
Banco transparente
Diluyndose en fosas,
Prpados
Devorndose el crneo
Pecho seco
A dnde fue la frase del aire prometido?
V
La intranquilidad es la misma del anochecer,
las camas susurraban la voz que rasgaba la habitacin,
La voz entre despierta y dormida acelerada estaba la calma de las horas
cuando haban unas paredes que intentaban moverse y no.
An te preguntas: Para qu diablos sirve la poesa? Los barrotes de tu
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hermtica alma estn oxidados, sigues en orgas taciturnas as no sales de
tu encierro. Mientras el atardecer, est enfurecido repleto con siluetas de
encendida carne y no sales de tu encierro El punto de sordidez divinamente
te aterra, y el da estuvo como para sucumbir ante el vaco aunque l te
muerda las manos en las tardes de blasfemia.
IV
El brocal limpia los ojos,
Las paredes huyen por la atropellada avenida
Del insomnio
Hay das en que las nubes vomitan polvo
Sin que el viento se entere
Hay das en que
El aturdido silencio
Embosca los labios quemados
Que gritan y gritan
En medio del vomito sin garganta
Sin sonido
Sin.
Jos Manuel Lpez (Caracas 1990). Escritor y msico tesista de la
licenciatura en Letras mencin Historia del Arte (ULA), estudian-
te de Letras mencin Lengua y Literatura Hispanoamericana y Ve-
nezolana y de la escuela de Msica (ULA). Particip en el taller de
poesa dictado por Luis Moreno Villamediana, talleres de creacin
literaria (DAES- ULA, 2008), fu miembro del grupo experimental
de Poesa y Msica (Reejos, 2007-2009). Premio de Poesa Gelin-
do Casasola, en el marco de las jornadas de creacin literaria de la
escuela de letras (ULA-2010) Ha publicado los artculos El amor
musical existe no hay que hacerlo, crnica a Sentimiento Muer-
to (2007), Cayayo: el responsable de las sonoridades emergentes
en Venezuela (2008) ambos en el peridico Arcabuco. El texto: Una
Balacera no abolir el azar: novela policial -colectiva- (2010) por el
Perro y la Rana. Algunos de sus poemas han sido publicados en an-
tologas locales e internacionales como la del 5to Festival Mundial
de Poesa ( Mrida, 2008), peridicos nacionales como el Diario Pri-
micia (Ciudad Guayana, 2011). Letra Viva (Coro, 2012) y la revista El
Club de la Serpiente (Departamento de Literatura, ULA 2012).
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JUAN CARLOS VSQUEZ
CON ALICIA AL PAS DE LAS MARAVILLAS
Te invito a descolocar an ms tu centro
desde este efecto de desinhibicin,
te voy a mostrar algo ms all del cannabis,
te invito a viajar en ti misma,
por donde las convenciones sociales son cementerios.
Hay una terapia que consiste
en dos cuerpos solos que arrastran
el universo con las uas,
que anan la contemplacin entre
descargas orgsmicas.
Se enlazan todas las bras que al
deshacerse mataron al amor
mezclando los uidos.
Con una aguja en la lengua se dice te amo
y se cierra la boca para entrar al alma en forma
de espiral.
Te invito a ir ms all del resplandor y los sonidos,
de las palabras, de los cuerpos, del mar
donde tu corazn ejerce un efecto
ssmico y devasta el pasado,
donde las manos se vuelven cruces
y se encadenan se desencadenan,
se acaricia hasta ser huesos
formando la atraccin de donde
nos desprendemos
de cada acto y de cada da,
de esta perturbadora y estpida
Simetra y alzarnos,
repetirnos en excesos.
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SIERPECILLA
Ella con sus cerillos
yo con mi plvora,
ella con sus cuerdas ojas
yo trapecista,
ella con sus osos de peluche
yo un asesino tierno,
y vamos con nuestros raros ratos
al mundo de los encajes,
colocndonos las coronas
para re-inventar las esferas
celestiales calcinadas en los hornos,
y es que ella regresa para engendrar
un genio,
yo la examino con mis delicados garos
entre colores que arropan
encima de la lnea,
porque mientras el enemigo
trata de levantarse
entre las ruinas,
nosotros celebramos el ltimo
alarido en nuestro
nico mirar,
un cielo lejos, sbito,
al que nadie podr vaciar
con sus quejidos.
Ella es una miserable
que sufriendo proyecta luz
y que sin resentirse viene a morir conmigo,
mi dulce y tierna sierpecilla.
SANARME
Podrs encontrar en mi crneo
ese quiebre, esos hilos de memoria?
Podrs entrar con tus dedos
y operar palabra por palabra,
re-armar un ser sin cadas
y terminarlo antes de tiempo?
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
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Podrs atravesar con tus manos
el espacio, el muro inquebrantable
y grabar tus huellas,
para que salga un sueo,
para desanudar la soga
oculta y hacer escaleras?
Podrs extraer mis parpados
cargados de velas y poner
el lenguaje de tu piel,
la tonalidad debajo
de esta esfera ruinosa
que es mi sombra,
y clamar sanado?
Bajo gasas y catetes
te esmeras y observo,
desde mi sala de voces
y torturas
me absorbe tu distancia.
FORMAS
Al saltar, pensara en volver,
cayendo.
Al caer,
un ltigo partira mi espina dorsal,
todo lo que fue vida tras una silueta
marcada con tiza.
Y si fuese un disparo?
el ndice en la profundidad
sintiendo todo el peso,
esos espasmos como descargas
de miedo para apagar
la luz en una noche de vsceras.
Y si fuesen sogas?
el aire perdindose, los ojos saltando,
la sangre desvindose de la cabeza,
memorias, pintarse de rojo el rostro
como en un carnaval.
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
57
Para el ltimo viaje:
rastreando con esfuerzo
la ms frgil combinacin
de nervios,
yndose en un oleaje de
espasmos en las coordenadas
exactas.
Para el ltimo viaje
la lengua serpenteando,
un qumico en la falange,
las venas llenas
de vidrio viajando todo
el universo.
Para dormir soando con vida
una noche sorda y oscura
siempre llega masacrando
un cuerpo lleno de amor.
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
59
Prosa
FERNANDO DE VILLENA
CULTURA Y MEDIOCRIDAD
Recientemente, la segunda cadena de Televisin Espaola viene
programando algunas pelculas francesas actuales. Bastantes de las
mismas, ya sean comedias o dramas, poseen una gran calidad e in-
cluso alguna de ellas como Joyeux Nol, del director Christian
Carion, puede calicarse como obra maestra.
Despus de ver estas cintas, cualquier espaol con espritu crti-
co llegara a la conclusin de que existe una abismal diferencia entre
ese cine realizado ms all de los Pirineos y la mayor parte del que se
hace en Espaa. Aqu faltan ideas, sobra grosera y mediocridad, y
los ejemplos ms representativo de cuanto armo son las pelculas
de Pedro Almodvar.
Pero lo verdaderamente grave del asunto es que ese tipo de cine
espaol (tan lejano, ay!, del que rodaron Barden, Berlanga, Buuel,
Martn Patio o Saura) est tutelado, mimado, subvencionado por
el Ministerio de Cultura.
Como se puede leer en un lcido artculo publicado en la revis-
ta LITERATURAS.COM, la alta cultura espaola de las seis ltimas
dcadas ha estado alentada por la CIA (antes de la Democracia) o
por los Servicios Secretos del Estado (en la etapa democrtica). No
s si esto ser cierto, aunque existen libros que lo demuestran de
manera palmaria como el de Frances Stonor o el de Olga Blondys
(ambos demoledores), pero lo que resulta meridianamente claro es
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
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que desde los numerosos organismos gubernamentales dedicados a
la cultura se apoya y se mima la mediocridad, la falta de crtica, la
sumisin, lo inspido, y ello no slo en cine, sino en todas las artes y
las letras. Todo lo cual se lleva a cabo mediante el bochornoso siste-
ma de premios corruptos y subvenciones, mediante los suplemen-
tos y pginas culturales de los diarios vinculados a los dos partidos
mayoritarios y mediante el silenciamiento de toda disidencia.
Esta nefasta poltica ha llenado el panorama cultural de falsos
valores. Nunca en nuestra historia existi una distancia mayor
entre lo que verdaderamente posee calidad y lo que se nos ofrece
como paradigma. Los creadores valiosos hoy permanecen en el
anonimato, salvo en algunas contadas ocasiones como los casos
de Alejandro Amenbar o Arturo Prez Reverte. Este ltimo une
espritu crtico, calidad y reconocimiento. Cmo es que no se lo
silenci al igual que al resto de quienes cultivan con dignidad y con
estilo propio su arte o su literatura? Sencillamente: porque Prez
Reverte fue muy conocido como corresponsal de guerra y como
presentador televisivo antes que como novelista. Con ello puente
la frrea censura espaola de nuestro tiempo.
Y como ejemplo mximo de esa mediocridad elevada articial-
mente desde el poder est la obra de J. M. Caballero Bonald, ganador
este ao del premio Cervantes, un premio cada da ms despresti-
giado. Pero est claro: no nos vamos a exiliar a Francia a pesar de
que en nuestro pas la gente, cada vez ms manipulada, siga aplau-
diendo el traje nuevo del emperador. Aqu tenemos el rioja, el sol,
los amigos
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
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BRAHIMAN SAGANOGO
Universidad de Guadalajara
sbrahiman@hotmail.com
Semitica potica: anlisis de el soplo de los ancestros de Birago
Diop
Resumen: ste es un anlisis de El soplo de los ancestros de
Birago Diop desde la perspectiva de de la semitica potica, eso de-
bido al aspecto no material del discurso potico de dicho poema.
Se trata de un anlisis fundado en la determinacin de estructu-
ras tanto internas como externas de signicacin y de sus sentidos,
puesto que el texto potico se maniesta siempre como conjunto de
signicantes sonoros y articulados, conjunto que imprime de ma-
nera subyacente sus sentidos.
Palabras clave: Anlisis semitico, poema El soplo de los an-
cestros, estructuras de signicacin, sentidos.
Semiotics poetic analysis the breath of the ancestors of Birago
Diop
Abstract: Tis is an analysis of Te breath of the ancestors of
Birago Diop from the perspective of semiotics poetic, that due to
the non-material aspect of poetic discourse of the poem. Analysis is
based on the determination of both internal and external structures
of meaning and senses, as the poetic text always appears as a set of
signicant and articulate sound, set it prints an underlying their
senses.
Keywords: Analysis semiotic poem Te breath of the ances-
tors structures of meaning, senses.
El soplo de los ancestros original del senegals Birago Diop.
(1906-1989) es uno de los poemas de Leurres et leurs (1960)1; poe-
mario que gira en torno a la presentacin y a la descripcin de las
tradiciones orales africanas y la cultura francesa, quizs, alrededor
de un supuesto sincretismo cultural tras las colonizaciones euro-
peas. Congurado por un conjunto de signicantes y una ilusin re-
ferencial, El soplo de los ancestros encierra una dimensin con-
notativa, dimensin como semiosis.
Las estructuras lingsticas y no lingsticas justican de entra-
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
N 29. Julio-Diciembre 2013
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da, la consideracin del objeto de estudio como semiosis y al mis-
mo tiempo, el proceso de desciframiento del mismo por medio de
las teoras y principios metodolgicos de la semitica potica.
Por eso, la lectura semitica de El soplo de los ancestros to-
mar en cuenta los puntos siguientes a saber, la semitica potica,
el objeto de estudio como semiosis y el anlisis semitico del texto.
1.Semitica potica
La semitica como mtodo est orientado al anlisis de los textos
entendidos- en trminos de Serge Persgol- como micro-universo
semntico (Persgol,1991: 76)2, caracterizado por su aspecto na-
rrativo y una sintaxis narrativa; de ah que el texto potico como tal
(micro-universo semntico), es lugar de una narratividad puesto
que como tal, es decir, como texto, describe, segn [] por una
parte, un estado de inicio bajo la forma de una relacin de posesin
o de de-posicin con un objeto valorado y por otra parte un acto o
una serie de actos productores de un estado nuevo, exactamente
contrario al estado de inicio (Hnault, 1993:145)3.
La relacin de la semitica con la poesa se justica por el hecho
de que, el poeta como autor del texto potico, insiste en la narrati-
vidad en tanto que portadora de sentido, y la semitica por su par-
te, insiste en la aprehensin del discurso potico, discursivo como
una suma de estructura de lo imaginario.
En suma, la narratividad que caracteriza lo potico justica el
establecimiento de ste como semiosis, y la opcin de la semitica
como mtodo idneo de lectura del texto potico.
2. El objeto de estudio y su estructuracin
El soplo de los ancestros
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas,
La voz del fuego se oye,
Oye la voz del agua
Escucha en el viento
El zarzal sollozando:
Es el soplo de los ancestros.
Quienes han muerto nunca se han ido
Estn en la sombra que se alumbra
Y en la sombra que se espesa,
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Los muertos no estn bajo la tierra
Estn en el rbol que se estremece,
Estn en el bosque que gime,
Estn en el agua que corre, duerme
Estn en la choza , en la muchedumbre
Los muertos no han muerto.
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas,
Se oye la voz del fuego,
Oye la voz del agua.
Escucha en el viento
El zarzal sollozando:
Es el soplo de los ancestros.
El soplo de los ancestros muertos
Que no se han ido,
Que no estn bajo la tierra,
Que no han muerto.
Quienes han muerto nunca se han ido,
Estn dentro del seno de la mujer,
Estn dentro del nio que llora,
Y en el tizn que arde,
Los muertos no estn bajo la tierra,
Estn en el fuego que se apaga,
Estn en el peasco que se queja,
Estn en las hierbas que lloran,
Estn en la selva, en la morada,
Los muertos no han muerto.
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas,
La voz del fuego se oye,
Oye la voz del agua
Escucha en el viento
El zarzal sollozando:
Es el soplo de los ancestros.
Cada da vuelve a decir el pacto,
El gran pacto que une,
Que une nuestra suerte a la ley;
A los actos de los soplos ms fuertes
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
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La suerte de nuestros muertos que no han muerto;
El pesado pacto que nos une a la vida,
La pesada ley que nos une a los actos
Soplos que se mueren.
En el lecho y a las orillas del ro,
Soplos que se mueven
En el peasco que se queja y en la hierba que llora.
Soplos que permanecen
En la sombra que se alumbra o se espesa,
En el rbol que se estremece, en el bosque que gime
Y en el agua que corre y duerme,
Soplos ms fuertes, que han tomado
El soplo de los muertos que no han muerto,
Muertos que no se han ido,
Muertos que ya no estn bajo tierra.
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas(Diop, 1960).
La eleccin de El soplo de los ancestros se justica por su poe-
ticidad evidenciada por su aspecto fontico, las imgenes y por la
sintaxis. Por otro lado, el texto caracterizado por el rgimen de lite-
rariedad y por su compleja estructuracin, aparece como un texto
confuso difcil de dar cuenta con sus sentidos.
Del punto de vista semntico, El soplo de los ancestros tra-
ta de manera general, la creencia y el carcter cclico de vida, el
vinculo entre muerto, vivo y naturaleza; una creencia del registro
de las tradiciones orales dado que es transmitida de generaciones a
generaciones por la va de la oralidad y recordada por medio de la
declamacin tal un himno largo con un tono siempre de de invita-
cin al oyente.
En cuanto a la estructuracin externa de El soplo de los ances-
tros, sta est caracterizada por el principio estrco, con un to-
tal de sesenta y cinco versos, y por su irregularidad. El texto se se-
cuencializa en tres partes fundamentales; la primera parte insiste
en invitacin imperativa del sujeto (S1) locutor, actante destinador
y voz potica a (S2), receptor, destinatario y actante, a una realidad
(V1- V7; V17-V23; V38-V44 y V64-V65); la segunda parte gira en
torno a la omnipresencia de los muertos, quienes estaran por do-
quier (V8-V16 y V24-V37) y la tercera y ltima parte, en torno a la
implicacin de S2, sujeto receptor (V45-V63).
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
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Las secuencias y las estructuras lingsticas constituyen los sis-
temas de relaciones que conguran los modos de signicacin del
texto objeto de nuestro estudio, puesto que no puede haber signi-
cacin sin sistemas relacionales: [] la signicacin presupone
la existencia de la relacin: es la aspiracin de la relacin entre los
trminos que es la condicin necesaria de la signicacin (Greimas,
1966: 19)4
3. Anlisis semitico de El soplo e los ancestros
3.1. Esquema distribucional del campo lxico segn la gramtica, la
retorica y la potica.
Gramtica Retrica Potica
(S1): Sujeto potico,
realizador, actante,
yo implcito en el
texto.
Expresiones directas.
Escucha / Oye
(V1-V7).
Figuras y conjuntos gurativos.
Estrofa 1
Escucha muty a menudo/Ms
que a los seres a las cosas/La voz
del fuego se oye,/Oye la voz del
agua/Escucha en el viento/El
zarzal sollozando/Es el soplo de
los ancestros y dems estrofas.
(S2): Sujeto receptor;
destinatario; actante.
Cada da vuelve a
decir el pacto
Personicacin, hiprbole,
exageracin, acumulacin, entre
otras guras retricas.
Asimilado semnticamente:
Cada da vuelve a decir el
pacto
3.2. Anlisis de la primera parte (V1- V7; V17-V23; V38-V44 y
V64-V65)
Esta secuencia establecida de manera subjetiva (segn nuestra
compresin del texto), consta de cuatro estrofas V1- V7; V17-V23;
V38-V44 y V64-V65) relacionadas o anes es decir, marcadas por
su anidad del punto de vista semntico. Por eso, constituyen una
sola realidad repetida cuatro veces aunque en la cuarta, la estrofa no
termina y los puntos suspensivos estn por los dems versos.
El conjunto de las cuatro estrofas forma una especie de estribillo
(por la repeticin de la misma estrofa cuatro veces), estribillo que
imprime al texto su carcter musical.
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas,
La voz del fuego se oye,
Oye la voz del agua
Escucha en el viento
El zarzal sollozando:
Es el soplo de los ancestros
//
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas,
La voz del fuego se oye,
Oye la voz del agua
Escucha en el viento
El zarzal sollozando:
Es el soplo de los ancestros
//
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas,
La voz del fuego se oye,
Oye la voz del agua
Escucha en el viento
El zarzal sollozando:
Es el soplo de los ancestros
//
Escucha muy a menudo
Ms que a los seres a las cosas
Pero ms all de esta estructura, en las cuatro estrofas y sobre el
signicante Escucha que inicia el poema y cada una de las estro-
fas, al presente del imperativo, indica una orden y al mismo tiempo,
una invitacin del destinador o voz potica; lo que termina preci-
sando a dos sujetos, uno destinador (S1) y otro destinatario (S2),
y el objeto de valor (O) de la invitacin es decir, el soplo de los
ancestros. Se trata de una invitacin que pone en evidencia el uso
de las sensaciones auditivas escucha / oye, por parte de (S2),
y la frecuencia de este uso [] muy a menudo. Sustantivos y -
guras retoricas tales como la personicacin La voz del fuego/
la voz del agua y El zarzal sollozando, juntos a la estructura
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del estribillo y a la frecuencia, determinan la idea de urgencia y de
progresin del acto, puesto ste debe ir de lo terrenal y de concreto,
a lo abstracto y a lo concreto y a lo terrenal: Escucha muy a menu-
do > La voz del fuego se oye > Oye la voz del agua > Escucha
en el viento > El zarzal sollozando; una especie de vaivn entre
concreto y abstracto, todo dentro de la idea de un antropomors-
mo y de una abstraccin: Escucha muy a menudo/Ms que a los
seres a las cosas. Un antropomorsmo que da a entender el nivel
de abstraccin y el carcter metafsico del objeto de valor a saber,
el soplo de los ancestros que slo est en las cosas tales como
fuego/ agua / viento y en zarzal, es decir, en la naturaleza.
Los actores gurativos determinados y denominados (S1) y (S2)
y el estribillo hacen de las estrofas, una invitacin a (S2) para que
no slo ste adopte estas secuencias por su semntismo sino por su
carcter de himno a declamar muy a menudo, aspecto declama-
tivo, el ritmo y la tonalidad de las cuatro estrofas hacen que stas
entran al registro de la oralidad, de la retrica (por la implicacin
indirecta de uno de los componentes de la retrica, a saber, la me-
moria) de (S2) Escucha / oye y por ser el texto, relato de testi-
monios sobre quienes precedieron a (S2) es decir, sus ancestros.
3.3 Lectura de la segunda secuencia.
sta insiste en la omnipresencia de los ancestros muertos, ancestros
que estaran por doquier, y sta consta de dos estrofas (V8-V16 y
V24-V37).
En la primera estrofa de esta segunda secuencia, la perfrasis,
el soplo de los ancestros se precisa por otra perfrasis, se trata
en efecto, del verso quienes han muerto nunca se han ido y por
sobre todo, del pronombre demostrativo Quienes y del pronom-
bre personal sujeto implcito Ellos que est por el auxiliar estar
conjugado al presente de indicativo Estn. La idea de omnipre-
sencia se encuentra evidenciada en los procedimientos anafricos,
acumulacin y de sucesin.
Estn en el rbol que se estremece,
Estn en el bosque que gime,
Estn en el agua que corre, duerme
Estn en la choza , en la muchedumbre
Procedimientos y sustantivos tales como sombra/ rbol/ bos-
que, agua, choza// seno/nio/fuego/peasco/hierbas/ selva/mo-
rada/ que maniestan aquella omnipresencia y existencia de los
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muertos excepto bajo de la tierra; lo que termina presentando a
la muerte y sobre todo, a la de los ancestros como una nitud
nicamente biolgica: Quienes ha muerto nunca se han ido//El
soplo de los ancestros muertos/Que no se han ido/Que no estn
bajo la tierra. En realidad se trata ms all, de la presentacin de
otro existir despus de la muerte. Si los muertos no han muerto,
existen o estn encarnados; idea de reencarnacin que deja entre-
ver la losofa del ser, una losofa de tipo animista dado que es el
animismo como primera forma religiosa en la patria del poeta antes
de la llegada de las creencias monotestas. Creencia animista segn
la cual si no han muerto los ancestros, stos estara por doquier
excepto en el cielo estrellado.
Lo todo sancionado por un verso que clausura ambas estrofas:
Los muertos no han muerto verso de carcter deductivo y de
desenlace. Aqu tambin, subyacen las oposiciones entre concreto,
abstracto o sea, un vaivn.
3.4. Anlisis de la tercera secuencia.
La tercera secuencia gira en torno a la implicacin de un sujeto re-
ceptor, destinatario (S2), un sujeto dirase, colectivo.
El verso que inicia cada estrofa reitera por el fenmeno de la re-
peticin en el acto, dicha adhesin de (S2): cada da vuelve a de-
cir el pacto .El verso que inicia cada estrofa de esta tercera parte
reitera por el fenmeno de la repeticin en el acto la adhesin de
(S2): Cada da vuelve a decir el pacto. En efecto, se trata no slo
de una creencia Los muertos no ha muerto sino de un pacto, de
un contrato que da signicacin al existir de los vivos: El pesado
pacto que nos une a la vida. Un pacto que une vivos y muertos,
un pacto a manera de comunicacin entre vivos y muertos; lo
que hace de El soplo de los muertos una especie de In memorian
porque los muertos siguen vivos soplos que se mueven/soplos
ms fuertes, que han tomado/ El soplo de los muertos que no han
muerto/ muertos que no se han ido/ muertos que ya no estn bajo
tierra.
Del punto de vista smico, hay en El soplo de los ancestros
juegos de isotopas5 de la /omnipresencia de los muertos/, /vn-
culo estrecho entre vivos y muertos/ y de /creencia animista/. As
es como, la relacin entre isotopas por el efecto de la invitacin
de (S1) a (S2) da otro efecto de implicacin, de equilibrio, concor-
dia entre (S1) a (S2), efectos que vemos grcamente de la siguiente
manera:
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
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(S1) (S2)
/Invitacin/ /Aceptacin/
Equilibrio
Concordia
Creencia comn
Simpata en torno al hecho de que los muertos no han muerto
Por otra parte, el esquema narrativo de El soplo de los ances-
tros sera el siguiente:
El soplo de los ancestros como contrato:
Contrato
Invitacin de (S1)
Aceptacin y adhesin de (S2)
Existe una aceptacin fundada en isotopa de tipo animista por
la implicacin de guras y conjuntos gurativos cosmolgicos:
Estn en el rbol que se estremece,
Estn en el bosque que gime,
Estn en el agua que corre, duerme
Estn en la choza , en la muchedumbre
//
Los muertos no estn bajo la tierra,
Estn en el fuego que se apaga,
Estn en el peasco que se queja,
Estn en las hierbas que lloran,
Estn en la selva, en la morada,
Al trmino del anlisis semitico de un texto potico del regis-
tro de la oralidad, hemos intentado aportar elementos pertinentes
para la aprehensin de dicho discurso a partir de la determinacin y
del funcionamiento de algunas estructuras de signicacin. Las es-
tructuras evidenciadas han permitido dar cuenta de la pertinencia
del texto al registro de la oralitura y de una creencia en particular,
afro-tnica y sobre todo madinga segn la cual, los muertos no
han y estaran en elementos de la naturaleza.
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Nota:
1. Sueos suyos publicado por Birago Diop en 1960 por la Edito-
rial Prsence Africaine en Pars.
2. V. Persgol, Serge (1991). Posie et smiotique. Le temps
dborde de Paul Eluard. Nancy: Presses Universitaires de Nancy
(PUN).
3. Cfr. Hnault, Anne (1993). Les enjeux de la smiotique. 3era
d. Paris: Presses Universitaires de France (PUF).
4. Cfr. Greimas, Algirdas Julien (1966). Smantique structurale.
Paris: Larousse.
5. Se llama isotopa, un conjunto de signicados que contribu-
yen a la expresin de una idea central. Es tambin: [] toda itera-
cin de una unidad lingstica. La isotopa elemental comprende,
pues, dos unidades de la maifestacin lingstica. Dicho es, el n-
mero de las unidades constitutivas de una isotopa es tericamente
indenido en Rastier, Franois (1972). Systmatique des isoto-
pies en Greimas, Algirdas Julien (1972). Essai de smiotique po-
tique. Paris: Larousse.
Bibliografa
Diop, Birago (1960). El soplo de los ancestros en Sueos suyos.
Pars: d. Psence Africaine.
Greimas, Algirdas Julien
(1966). Smantique structurale. Paris: Larousse.
(1972). Essais de smiotique potique. Paris: Larousse.
Hnault, Anne (1993). Les enjeux de la smiotique. 3era d. Paris:
Presses Universitaires de France (PUF).
Persgol, Serge (1991). Posie et smiotique. Le temps dborde de
Paul Eluard. Nancy: Presses Universitaires de Nancy (PUC).
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SUSANA NICOLS ROMN
Universidad de Almera
LA FIGURA FEMENINA EN EL TEATRO DE EDWARD BOND: THE
SEA
Abstract: Edward Bond, lenfant terrible of British contemporary
theatre, has always been characterised for his depiction of violen-
ce and the criticism of inhumanity in our actual society. Te Sea,
written in 1978, has been reviewed and performed until nowadays
as one of the greatest examples of Bonds social drama. Situated in
a rural setting, Bond introduces for the rst time in his production
a female voice with possibilities to escape from ideological oppres-
sion and begin a new life of freedom.
Key words: Edward Bond- Te Sea- female role-social drama.
Resumen: Edward Bond, lenfant terrible del teatro ingles contem-
porneo, se ha caracterizado siempre por su presentacin de la vio-
lencia y crtica de la inhumanidad presente en nuestra sociedad ac-
tual. Te Sea, escrita en 1978, ha sido revisada y representada hasta
nuestros das como uno de los grandes ejemplos del teatro social
de Bond. Situada en un entorno rural, Bond introduce por primera
vez en su produccin dramtica una voz femenina con posibilidades
de escapar de la opresin ideolgica y comenzar una nueva vida de
libertad.
Palabras clave: Edward Bond- Te Sea- rol femenino-drama social.
En Te Sea, Bond ataca la colectivizacin del drama de Rose y su
proyeccin en todo el pueblo como rasgo caracterstico de la socie-
dad rural, uniendo forma y contenido en su tratamiento transversal
del papel femenino. El hecho central que marca la trama de Te Sea,
la aparicin en la playa del cadver de Colin, supone en realidad la
tragedia personal de Rose puesto que supone el n de esta relacin
y el inicio de su acercamiento a Willy. Nos parece interesante, pues,
plantear el anlisis de esta gura femenina, que representa la opre-
sin ideolgica de un entorno rural, desde la perspectiva marginal
que el autor le ofrece como personaje frente a la magnicencia de
la implicacin del resto de voces consideradas secundarias en cual-
quier otra obra convencional. La contraposicin entre la gura ma-
triarcal de Mrs Ra y la dbil Rose supone uno de los ejes centrales
en la construccin dramtica de los personajes.
Esta dicotoma queda delimitada desde el inicio durante los en-
sayos de la obra de Orpheus y Eurydice. Bond hace uso del recurso
Alhucema. Revista internacional de teatro y literatura
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teatral de una obra dentro de otra con objeto de enfatizar an ms el
carcter de irrealidad presente. A pesar de su dolor por la muerte de
su prometido, Rose se siente obligada a participar en las convencio-
nes sociales representando el papel de Eurydice con gran semejanza
a su historia real. Ante el sufrimiento que le produce a Rose ver el
mar a travs de las ventanas, Mrs. Ra cierra las cortinas, crean-
do as una atmsfera articial que evita el contacto de Rose con la
cruda realidad y la introduce en su mundo de evasin. Los intentos
de comprensin y compasin del squito de Mrs. Ra hacia la po-
bre muchacha son rpidamente eliminados por la gura dominante
pues la ternura y la humanidad no forman parte de los atributos de
la gran dama victoriana. Rose se mantiene prcticamente al margen
durante toda la representacin y slo realiza un discurso que habla
del mundo de oscuridad en el que se encuentra sumida: I am queen
of this dark place. My heart burns with a new cold re. Your love,
your fear, your hope what are they to me now? Dust scattered
over the sea (Te Sea, 130).
Orpheus/Ra intentan rescatar a Eurydice/Rose de las profun-
didades de la oscuridad pero sus gritos a Orpheus insisten en que
desista de su empeo: Go back- un rechazo a la vida que volver
a repetir cuando Orpheus/Willy intente liberarla de la desolacin
de Park House/Hades. Las implicaciones de la versin de Bond
muestran importantes cambios respecto al original: Rose encarna
a Eurydice pero, al contrario que en la leyenda, no es el persona-
je femenino quien muere sino Colin/Orpheus. De este modo, Bond
rompe uno de los estereotipos mticos ms extendidos al no pre-
sentar a la gura femenina desvalida que necesita ser rescatada de
la muerte por su amado sino que presenta una nueva Eurydice/Rose
que permanece en el inerno por voluntad propia y con un nuevo
amor, Pluto/Willy.
La representacin de la leyenda anticipa acontecimientos pos-
teriores en el desarrollo de la propia Rose, como la asociacin del
agua con un nuevo amor o la profetizacin de las cenizas de Colin
esparcidas sobre el mar. Como consecuencia de la verdad de su do-
lor, Rose realiza la actuacin ms pasional diferencindose as de la
farsa vaca y retrica elevada en la que Mrs. Ra convierte la obra.
Frente a las dems mujeres que se limitan a personicar con cier-
ta apata los papeles que Mrs. Ra les ha ordenado, Rose les otorga
una vida inesperada. Como ejemplo de dolor real en un entorno de
mentira, la voz de Rose tambin la convierte desde este momento
en la vctima potencial de la obra.
Interrumpidos los ensayos por el sonido de los disparos, Willy y
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Rose inician una conversacin sencilla e ntima en la que comparten
su dolor y que supone la yuxtaposicin de su humanidad frente a la
trivialidad de la obra. En el primer contacto que mantienen los dos
personajes, Rose se comporta como una amiga de la juventud pro-
porcionndole apoyo moral a un Willy con sentimientos de culpa-
bilidad. No obstante, mientras Willy necesita hablar de lo ocurrido
para expresar su pena, Rose, atrapada en el mundo de la inexpre-
sin de Mrs. Ra, evita la cuestin para no enfrentarse a la realidad.
En este caso preere su papel como herona trgica:
WILLY. I know hes dead, but when theres no body theres still
a chance he might be
ROSE. Mr. Carson, you must go home. (Te Sea, 131).
Willy se cuestiona sobre la accidentalidad de la muerte de Co-
lin y se rebela ante la injusticia y la pasividad de los guardacostas,
mientras que Rose acepta la realidad de forma inmutable como
parte de su mundo. La cercana de Willy y la sinceridad con la que
muestra sus sentimientos suponen una amenaza para la gura opri-
mida quien se siente asustada ante un hombre lo sucientemente
humano como para expresar su dolor. Estremecida ante una nueva
sensacin, Rose le ruega que se vaya, retomando la simbologa de
Euridyce y su rechazo a la salvacin:
WILLY. We were so near the shore. If only Id been able to get
to him. It was so dark. I went back in the water. I think I went
in four times. More.
ROSE (frightened). Please go home, Mr. Carson. (Te Sea, 132).
La escena sexta sita a Rose y Willy en la playa en una imagen
que podra ser romntica pero el cuerpo de Colin se convierte en
elemento central de la relacin entre ambos. A pesar de que du-
rante gran parte de la conversacin Rose y Willy no se percatan de
la presencia del cuerpo, Bond persigue la construccin de la me-
tfora entre muerte y resurreccin con unas direcciones escnicas
especcas de cmo debe aparecer el cadver en escena. La visin de
Colin con el jersey cubrindole la cabeza en un intento desesperado
de poder nadar proporciona una gura de crucixin clsica en la
iconografa bondiana.
Sin embargo, esta muerte signica el renacimiento de un nuevo
amor entre Rose y Willy, al igual que una resurreccin para Colin ya
que symbolically, he is resurrected by being washed up onto the
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beach even as Willy and Rose are beginning to understand one ano-
ther and the world around them (Scharine, 1976: 231). De hecho,
del mismo modo que su amor supone la resurreccin de la muerte,
los propios personajes de Rose y Willy representan la resurreccin
de Mrs. Ra y Evens puesto que su marcha del pueblo simboliza la
posibilidad de una alternativa a la sociedad asxiante en la que vi-
ven. Si contina el ejemplo de su ta, Rose se convertir en Mrs. Ra
y asumir el mismo papel de matriarca en la comunidad, mientras
que probablemente Willy se retirara a una vida ermitaa como
Evens al ser incapaz de convivir con las presiones sociales de un
mundo irracional.
No obstante, en esta conversacin con Willy, Rose muestra la
etapa inicial de su evolucin como gura dramtica puesto que an
se encuentra contaminada por los tabes sociales y la miticacin
supersticiosa de la muerte. A pesar del miedo a su aislamiento por
parte de los dems a consecuencia de creencias paganas, Rose es
consciente de la justicia corrupta que se aplicar en la investigacin
de las causas de la muerte de Colin, as como de la farsa que supon-
dr su funeral. A nuestro parecer, Rose ya muestra en esta escena la
posibilidad del cambio pues cuestiona el sistema de apariencias en
el que vive mientras que el resto de personajes como Hatch actan
conforme a la sociedad sin plantearse sus defectos.
En una muestra de su sinceridad, Willy le descubre a Rose sen-
timientos de miedo de su prometido desconocidos para ella ya que
al tratarse de un matrimonio planeado por Mrs. Ra, Colin tema
perder su amor. Al establecerse su enlace de acuerdo con las con-
venciones sociales, Donahue entiende que Colin, formando parte de
la sociedad, probablemente no abandonara el pueblo but through
his death, Colin has partially rescued Rose; perhaps if he had lived
and fullled societys expectations, her sense of his stripped vitality
would have been blurred (1979: 103). Por otra parte, la atribucin
simblica del fuego con la que Rose identica a Colin nos presenta
una visin idealizada que no le permite superar an la tragedia.
La imagen romntica que Rose tiene de Colin no le permite
avanzar en su proceso de aprendizaje y as lo demuestran algunas
de las frases llenas de tristeza que Rose pronuncia:
ROSE: No. I was always happy with him. Tere was nothing
mean and selsh in it. It seemed perfect. Now I have nothing
to live for. Teres nothing to look forward to. I dont know
what I shall do. I cant think of anything to make one day pass.
Yet I have most of my life to live. I dont know how I shall get
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through it. He was the only person who could understand me
now. (Te Sea, 147).
Posiblemente la perfeccin que Rose encuentra ahora en su re-
lacin se deba en mayor medida a la miticacin de lo ya perdido
puesto que en realidad, el trato usual entre prometidos en la poca
victoriana no se caracterizaba por su estrechez y cercana. De for-
ma casi inconsciente, Rose comienza a identicarse con el prototipo
de viuda que ha aprendido de Mrs. Ra. Mientras que Willy se en-
cuentra ya capacitado para hablar objetivamente sobre la muerte de
Colin y mirar al futuro, la viuda entristecida mantiene una postura
negativa y cercana a la desesperacin pasiva frente a los aconteci-
mientos desgraciados que han marcado su vida.
La opresin de la sociedad dominada por Mrs. Ra no le permite
aprender de su dolor utilizndolo de forma positiva en su progre-
sin hacia la madurez sino que la empuja a permanecer perdida sin
posibilidad de salida en una espiral de sufrimiento. La gura feme-
nina se encuentra an atrapada en el mundo mitolgico que repre-
sentaba Eurydice eligiendo el retiro hacia un paraso perdido muy
similar al Hades de la obra de Mrs. Ra, del que slo Willy parece
capaz de rescatarla. Sin embargo, Rose debe liberarse por s misma a
travs de una decisin personal tomada libremente y no una nueva
imposicin que volvera a connarla a la opresin y la esclavitud
ideolgica.
En el siguiente dilogo, Willy da muestras de un profundo cam-
bio, fruto de su relacin intelectual con Evens, intentando descu-
brirle a Rose la posibilidad de una sociedad racional ms all de la
supercialidad actual:
WILLY. If you look at life closely it is unbearable. What people
suer what they do to each other, how they hate themselves,
anything good is cut down and trodden on, the innocent and
the victims are like dogs digging rats from a hole, or an owl
starving to death in a city. It is all unbearable but that is where
you have to nd your strength. Where else is there?
ROSE. An owl starving in a city.
WILLY. To death So you should never turn away. If you do
you lose everything. Turn back and look into the re. Listen to
the howl of ames. Te rest is lies.
ROSE. How just. How sane. (Te Sea, 148).
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La madurez de Willy intenta imprimir coraje y valenta en una
frgil Rose utilizando la misma imagen idealizada del fuego1 pero,
en este caso de una forma positiva como smbolo de fuerza vital y
esperanza. Irnicamente, cuando Willy anima a Rose a mirar hacia
el mar sin temor, descubren el cadver de Colin que haba domi-
nado la escena y que ahora se convierte en una nueva realidad que
Rose debe afrontar. No obstante, Rose deber enfrentarse con la
profanacin del cuerpo de su prometido ya que en su acercamiento
observan a Hatch apualando el cadver inerte quien cree en su lo-
cura que se trata de Willy. Ante este incidente, Willy se muestra ob-
jetivo en su rechazo de cualquier compasin, mientras que las reac-
ciones de Rose corresponden todava a una mujer afectada: ROSE.
How terrible. How terrible. /WILLY. Why? What does it matter? You
cant hurt the dead. How can you desecrate dust?/ ROSE. But it
seems so violent. (Te Sea, 150).
De un modo analgico, la visin del cadver con su intento
desesperado de nadar hacia la vida simboliza tambin el intento
de escapar de Willy y Rose hacia una nueva realidad en donde las
alternativas al horror y la repulsin sean posibles. Con el cambio
que se observa en Willy y las posibilidades que presenta Rose, es-
tos personajes subversivos alcanzan una victoria frente al destino
de inaccin que pareca aguardarles en su intento de escapar del
dolor y aprenden a enfocar la vida de manera racional. A pesar del
sentimentalismo que algunos crticos han querido atribuir a la rela-
cin entre Rose y Willy como guras estereotipadas de los amantes,
Bond trasciende el simple romanticismo para mostrar el aprendiza-
je que ambos deben iniciar en el mundo real, alejados de la atmsfe-
ra protectora de Mrs. Ra:
Like the young couple in Te Tempest, Willy and Rose have to
create their own personal maturity. Te ideal gure is drowned
and lost he would have been impossible either to live with
or live up to and the couple have to nd their own strength
by learning to solve the problems of their own lives and their
society. Tey nd that strength in the process of learning, they
1 La simbologa del fuego fue utilizada de forma similar por el autor en la obra Early
Morning. En una conversacin mantenida por Florence y Arthur donde el protagoni-
sta intenta despertar la opresin de la gura oprimida, Arthur tambin utiliza el fuego
como imagen de vida y como contraste a la oscuridad que representa Florence/Rose:
Im like a re in the sea or the sun underground. Im alive (Early Morning, 215).
Del mismo modo, el fuego simboliza el amor que Arthur/Willy comienzan a sentir por
Florence/Rose.
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dont bring that strength to the process. (Bond en Hay & Ro-
berts, 1980: 157).
En la escena del funeral, Rose demuestra su alejamiento de las
convenciones sociales no participando del espectculo desarrollado
por Mrs. Ra que porta las cenizas de Colin y pronuncia los discur-
sos. De hecho, Rose desaparece en algn momento a lo largo del
ritual incapaz de soportar el circo vergonzoso en el que se convier-
te y ante esta actitud de rebelda, Mrs. Ra comienza a vislumbrar
las nuevas inquietudes de su sobrina. Aunque nalmente Mrs. Ra
anima a Rose a abandonar el pueblo en un ejercicio de sinceridad, la
decisin personal de Rose se basar en sus apreciaciones personales
de los efectos negativos que un dictador ejerce sobre su pueblo. En
sus palabras, observamos el profundo cambio que se ha producido
en su entendimiento del mundo y una recin adquirida fortaleza de
carcter:
ROSE. Dont feel sorry for aunt Louise. Shes such a coward.
Havent you noticed? Its safer to stay in the garden and shout
over the wall. Dont feel sorry for her. Shes a bully and only
the weak ones like being bullied. Te towns full of her cri-
pples. Teyre the ones shes nicest to. (Te Sea, 162).
En una demostracin de su progresin personal, Rose ha en-
tendido el carcter dictatorial de Mrs. Ra y su cinismo al aceptar
con indiferencia pasiva este papel, extendiendo tambin su crtica
al resto de sbditos que asumen una actitud de vasallaje en el sis-
tema victoriano. Al atribuir a sus vecinos signos de debilidad, Rose
se aleja del resto de la sociedad a la que ella haba pertenecido du-
rante mucho tiempo y se introduce en su propio sistema autnomo
de forma dubitativa. Asumiendo su criterio como nico principio
de verdad absoluta, la mujer renacida debe enfrentarse a su propia
comprensin del mundo, frente a la anterior sumisin ideolgica
que presentaba menos dicultades. De este modo, Rose duda ante
los ofrecimientos amorosos de Willy y su decisin de escapar: WI-
LLY. Te dead dont matter. / ROSE. Im not sure. / WILLY. Ten
youre like your aunt. You talk and have no courage. (Te Sea, 163).
Bond nunca establece de forma clara la decisin nal de Rose,
aunque varias acciones en las escenas nales apuntan en esta di-
reccin. En primer lugar, Rose cubre el piano de Mrs. Ra con una
sbana de los mismos colores que la manta que cubra el cuerpo de
Colin indicando la pertenencia al pasado de ambos y una nueva ac-
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titud de valenta hacia la muerte. Por otro lado, ante el anuncio de
Willy de baarse en el mar como una especie de exorcismo y reno-
vacin de su ser anterior, Rose decide acompaarle como muestra
de su superacin de la tragedia y sus recin adquiridos instintos de
supervivencia:
ROSE. Where are you going?
WILLY. For a swim.