CONFLICTOS Armado
CONFLICTOS Armado
CONFLICTOS Armado
Rodrigo Ayala
Gustavo Fernández
Jorge Lazarte
Fernando Mayorga
José Mirtenbaum
Fernando Prado
Gonzalo Rojas
2
CONFLICTOS
Una mirada hacia el futuro
Cuidado
de edición: Rolando Costa Benavides
Impreso en Creativa
Telf. 2 488 588
Índice
Presentación................................................................................................... 5
Glosario.......................................................................................................... 7
Los autores
.....................................................................................................................361
5
Presentación
Glosario
El proceso interno
Cambios en la estructura
1 Prólogo a Carlos Toranzo, Rostros de la democracia: una mirada mestiza, La Paz: FES-
ILDIS, 2006
18 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Pero, como ocurre en política, una cosa es la que quiere y otra la que
puede hacer. Por eso, con flexibilidad táctica, ha hecho todos los cam-
bios que las circunstancias le exigían, resultado de la correlación interna
y externa de fuerzas, sin abandonar sus fines estratégicos. Mostró esa
forma de operar en la aprobación de la Constitución. La cambió varias
veces, saltó el marco de la ley que estableció la Asamblea Constituyente
y terminó negociando el texto final en el Congreso. Pero, una vez apro-
bada, tampoco se siente particularmente obligado a respetarla. Sigue
siendo una etapa en el camino.
Es que, como ya se anotó antes, el gobierno del MAS es una de-
mocracia delegativa, en la que el mandatario asume que la obligación
del cambio es mayor que la del respeto a la ley. Es una democracia
de origen, pero de ejercicio claramente autoritario. Sin embargo, evita
cuidadosamente romper la línea de legitimidad de manera demasiado
ostensible para no perder la simpatía de los organismos internacionales
y gobiernos latinoamericanos.
Por cierto, otra de sus características es el uso sistemático de la
violencia, en la frontera de la represión. El número de muertos por
el empleo de la violencia física, en varios enfrentamientos y operacio-
nes políticas, se acerca al medio centenar, en distintos escenarios. En
Cochabamba, en ocasión del intento de toma y posterior incendio de
la Prefectura del Departamento. En Huanuni, en los enfrentamientos
entre campesinos y cooperativistas mineros. En Achacachi y varias po-
blaciones del altiplano en linchamientos públicos, en aplicación de la
justicia comunitaria. En Sucre, cuando se aprobó el texto de la Consti-
tución en un cuartel militar, rodeado por una población enfurecida por
la muerte de ciudadanos en la represión gubernamental. En Pando, en
una operación militar y política fríamente calculada y ejecutada, con la
movilización de grupos de activistas para provocar la lucha armada y
derrocar a una autoridad elegida por voto democrático y mandato rati-
ficado por referendo.
Estructura y coyuntura política 23
Correlación de fuerzas
El referendo constitucional de enero de 2009 es un buen punto de
referencia para examinar la actual correlación de fuerzas entre los dos
bandos. El del gobierno y el de la oposición.
En esa ocasión, a la luz de los resultados oficiales, el Sí ganó con
el 61% de los votos y venció en cinco departamentos (La Paz, Potosí,
Oruro, Cochabamba y Chuquisaca). El No recibió el 39% de los sufra-
gios y salió en primer lugar en cuatro departamentos (Santa Cruz, Beni,
Tarija y Pando).
Estructura y coyuntura política 29
Contexto regional
Como se ha visto, el proceso político boliviano tiene características pe-
culiares, producto de su historia y de su estructura social y económica.
Pero para interpretar esa realidad de manera correcta es necesario tomar
en cuenta los factores del desarrollo político de su entorno regional, que
condicionan e influyen en el comportamiento de los factores locales.
Las siguientes páginas se escriben con ese propósito.
Recapitularemos primero las tendencias políticas latinoamericanas;
luego, daremos una mirada a la política exterior del Gobierno actual.
Tendencias políticas latinoamericanas
Desde comienzos de este siglo, la tendencia de renovación de lide-
rato por una de izquierda nacionalista fue la dominante. Los gobiernos
de Morales, Correa, Lula, Tabaré Vásquez, Kirchner, Bachelet, Ortega
y Lugo simbolizaban ese cambio. En esa matriz creció un grupo más
radical, que tomó cuerpo institucional con la formación de la Alianza
Bolivariana de las Américas (ALBA).
Chávez y Correa ganaron referendos y elecciones con márgenes có-
modos el año 2009, y todo indica que Evo Morales será reelegido en
las elecciones generales de diciembre, de manera que la continuidad de
los tres gobiernos revolucionarios de Suramérica no corre riesgo por
el momento, aunque han aparecido indicios de deterioro en el régimen
venezolano.
32 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
cho más difícil2. En todo caso, si quiere hacerlo tendrá que reconquistar
a las clases medias que votaron contra él; para eso será indispensable un
cambio en la retórica y orientación de la política, interna y externa, del
gobierno de Cristina Kirchner, salvo que escoja el camino de la con-
frontación abierta (que a simple vista parece suicida).
En Chile, las encuestas dan ventaja al candidato de la derecha, Piñe-
ra, sobre Eduardo Frei, abanderado de una concertación dividida por
la postulación de Enriquez Ominami y debilitada por el largo ejercicio
del poder. En todo caso, los dos candidatos con las mejores opciones
para el triunfo en las elecciones de fin de año han señalado claramente
su simpatía por un régimen progresista como el de Lula.
Algo semejante ocurre con Mujica, el candidato del Frente Amplio
en el Uruguay, e incluso con Lacalle si resulta vencedor en las elecciones.
En el Brasil, a un año de los comicios, el candidato social demó-
crata del opositor PSDB, el gobernador Serra, de San Pablo, tiene una
cómoda ventaja de 16 puntos en las encuestas, pero debe esperarse que
aumente sustancialmente la fuerza de la candidatura de Dilma Rouseff,
del PT, en cuanto ponga su campaña en funcionamiento, impulsada por
el altísimo nivel de satisfacción con el gobierno de Lula. En todo caso,
cualquiera fuera el resultado, no es previsible un cambio radical en los
rasgos centrales de la política interna y externa del Brasil, es decir, de
un régimen de coalición de varios partidos basado en una democracia
plural, una estructura republicana de equilibrio de poderes, estado de
derecho e inserción plena en el sistema económico y político global.
La prioridad de la política exterior de todos estos Estados —Brasil,
México, Argentina, Chile y Uruguay— es construir un marco de esta-
bilidad regional que fortalezca su propia solidez social e institucional.
política que distingue los vínculos con Venezuela. Sin embargo, como
parte de una política de aproximación, Chile decidió ofrecer solidaridad
inalterable al gobierno boliviano. El resultado directo de esa política fue
la convocatoria a la primera cumbre extraordinaria de UNASUR, en la
que se aceptaron las denuncias bolivianas sobre la existencia de movi-
mientos separatistas y la preparación de un golpe de Estado. Entonces
se encomendó la redacción del parcializado Informe Matarollo sobre
los acontecimientos de Pando.
El marco en el que se desarrolló el diálogo entre los dos gobiernos
es el de la “agenda sin exclusiones”, acordada en Algarve el 22 de febre-
ro de 2000, durante la administración de Banzer y Frei.
Por cierto, cuando se concibió, ese diálogo tenía objetivos distintos
para las dos partes.
Chile buscaba reducir la incómoda presión boliviana en los foros
internacionales; ganar acceso a las fuentes de energía (gas natural) y de
agua; ampliar sus inversiones y su presencia comercial en el mercado
boliviano y, en la medida de lo posible, concluir el proceso de normali-
zación de las relaciones, con el intercambio de embajadores en La Paz
y Santiago. Todo, por cierto, sin pagar el precio de una salida soberana
al océano Pacífico.
Para Bolivia, en cambio, su interés dominante era el mismo de siem-
pre: avanzar sustancialmente en el proceso de negociación para recupe-
rar su cualidad marítima soberana. Pero esta vez también buscaba am-
pliar mercados para sus exportaciones agrícolas y, sobre todo, afirmar
su gravitación cultural, comercial y económica en el norte de Chile y el
sur del Perú (Iquique, Arica, Arequipa, Tacna e Ilo).
El “diálogo sin exclusiones” era pues un juego diplomático comple-
jo en el que cada unas de las partes trataba de llevar a la otra a su terreno.
Estructura y coyuntura política 45
Anotaciones finales
Al terminar estos apuntes, queda la impresión de que algo no cuadra
entre las tendencias que resultan de los cambios en la estructura de la
sociedad boliviana y los rasgos más destacados de la coyuntura política.
50 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Fernando Mayorga
3 Una interesante lectura acerca de los “actores de veto” aunque con una mención
lateral al rol opositor del Senado, en el artículo de Diego Ayo: “¿Evo Morales es
más poderoso que Víctor Paz?”, en semanario Pulso, Año 9, Número 463, 17-23 de
agosto de 2008.
4 La Ley 3836, en el artículo 1º, señalaba: “Se convoca a referéndum nacional consti-
tuyente, a realizarse el 4 de mayo de 2008 para dirimir por mayoría de votos el artí-
culo 398 de la nueva Constitución Política del Estado que no alcanzó la aprobación
de dos tercios de votos de los miembros presentes de la Asamblea Constituyente en
la fase de detalle, así como para refrendar el texto íntegro de la nueva Constitución
Política del Estado presentado al Congreso Nacional por la Asamblea Constituyen-
te el 15 de diciembre de 2007”.
5 Sobre este aspecto que pone en evidencia el uso de las reglas formales como re-
cursos de poder para menoscabar la estrategia del movimiento autonomista: “Se
interpreta el artículo 6º parágrafo III de la Ley 2769 en sentido de que en tanto no
existan gobiernos departamentales, entendiéndose a éstos como gobiernos con-
formados por órganos ejecutivos y órganos deliberantes elegidos ambos por voto
popular en el marco de la autonomía departamental, el referéndum departamental
será convocado exclusivamente por el Congreso Nacional” (Art. 1º. Ley 3538).
56 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
13 Esta alternativa no era mera retórica, como no fue superflua la presencia de Evo
Morales. Algunos dirigentes, como la Senadora Leonilda Zurita y Fidel Surco, voce-
ro de la CONALCAM, manifestaron: “Vamos a pedir el cierre del Congreso, para
qué queremos gente sin compromiso”, “los parlamentarios tienen hasta mediodía
para sesionar y aprobar la ley. De lo contrario, vamos a cerrar el Congreso” (La
Razón, 20 de octubre de 2008, en http://www.la-razon.com/versiones/20081020_
oo6431/nota_249_693381.htm). Para evitar esa situación, los avances en la nego-
ciación fueron continuamente evaluados con los dirigentes de la CONALCAM,
en algunos casos, mediante visitas esporádicas del Presidente de la república al
contingente movilizado. Testigos relataron que, en las horas decisivas de la ne-
gociación, grupos de mineros y de los denominados “ponchos rojos” intentaron
ingresar por la fuerza al recinto parlamentario, pero fueron contenidos personal-
mente por Evo Morales, quien hacía vigilia con los marchistas en la plaza Murillo.
Asimismo, su presencia en el inicio y en el final de la marcha tuvo el propósito de
orientar sus objetivos, bajo el criterio de que “se convierta en fiesta y no en presión
al Congreso” (La Razón, 21 de octubre de 2008, en http://www.la-razon.com/
versiones/20081021_oo6432/nota_249_694173.htm). Además, los avances en la
negociación eran continuamente evaluados con los dirigentes de la CONALCAM
para que las consignas de la marcha no contradigan las posturas del gobierno.
14 Según un reportaje basado en declaraciones del Senador Carlos Böhrt: “El trabajo
de la mesa ‘clandestina’ fue iniciado con el Ministro Carlos Romero y luego fue
comunicado al jefe de PODEMOS, Jorge Quiroga, quien autorizó a sus represen-
tantes que continúen con el trabajo que ya habría sido gestado durante el diálogo
entre prefectos y gobierno en Cochabamba […]En septiembre fuimos dos sena-
dores (Böhrt y Ruiz) a proponerle al vicepresidente Álvaro García una nueva posi-
bilidad de concertación para el país y, pese a fracasos anteriores, el vicepresidente
aceptó iniciar las gestiones[…] Posteriormente, el presidente Evo Morales instruyó
que se iniciara nuevamente el diálogo nacional y, en esas circunstancias, el Senador
Roberto Ruiz fue a Tarija y mediante gestiones con las autoridades departamenta-
les, logró que se emitiera la primera decisión de[…] nombrar como portavoz del
CONALDE al Prefecto Mario Cossío. Tarija había decidido que sus autoridades
pasa a la p. 87
Conflictos y acuerdos políticos 2006-2008 87
viene de la p. 86
vayan al diálogo con el gobierno y arrastró a los prefectos de Santa Cruz, Beni y
Chuquisaca. Luego entramos a Cochabamba, se pactó la autonomía y finalmente
vinimos al Congreso”. (El Nuevo Día, 22 de octubre de 2008, en http://elnuevodia.
info/versiones/20081022_007616/nota_249_694943.htm).
15 La elaboración de un par de estudios comparativos del proyecto de nueva Consti-
tución y los estatutos autonómicos promovida por la Fundación Boliviana por la
Democracia Multipartidaria (FBDM) formaron parte de este esfuerzo. En general,
como señala una separata periodística del Instituto para la Democracia y la Asistencia
Electoral (IDEA), el trabajo de esa mesa “se facilitó, como han reconocido sus prin-
cipales actores, por el trabajo de acercamiento […] que realizó un grupo de institu-
ciones de apoyo a la democracia boliviana”.
88 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Rodrigo Ayala
Cuadro 1
Población del departamento de Tarija
Departamento Área urbana Área rural Total
Cuadro 2
Población por provincia y municipio
Provincia Municipio Área urbana Área rural Total
Cercado 153.457
Primera Sección 135.783 17.674 153.457
Aniceto Arce 52.570
Primera Sección
Padcaya. 19.260 19.260
Segunda Sección
Bermejo. 26.059 7.251 33.310
Provincia Gran Chaco 116.318
Primera Sección
Yacuiba. 64.611 18.907 83.518
Segunda Sección
Caraparí. 9.035 9.035
Tercera Sección
Villamontes. 16.113 7.652 23.765
Provincia Avilés 17.504
Primera Sección
Uriondo. 12.331 12.331
Segunda Sección
Yunchará. 5.173 5.173
Provincia Méndez 32.038
Primera Sección
Villa San Lorenzo. 2.752 18.623 21.375
Segunda Sección
El Puente. 10.663 10.663
Provincia Burnet 19.339
O’Connor
Primera Sección
Entre Ríos. 2.418 16.921 19.339
98 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Los actores
Una élite inconsistente
Uno de los rasgos que diferencian a la élite de Santa Cruz de la de
La Paz, es la de su absoluto dominio sobre el campo. La élite camba
ha estructurado su poder en el área rural en base a la constitución de
la gran propiedad, relación a la que se suman muchas otras de carácter
económico, político y cultural. En el caso de La Paz, sin embargo, tene-
La difícil tarea del equilibrio: el rol de Tarija 99
La élite chaqueña
Si uno viaja en avioneta de la ciudad de Tarija a Villamontes o Ya-
cuiba, puede descubrir tres hileras de montañas que separan el valle del
Chaco. Esa realidad geofísica que en el terreno de la biodiversidad le
ha otorgado al departamento una enorme riqueza, gracias a los impor-
tantes reservorios naturales de transición que allí se encuentran, en el
terreno de lo político e institucional le ha dado la mayor de sus debili-
dades: la fractura de la capital con el Chaco, convertida en la mayor de
las asignaturas pendientes de la élite departamental, asignatura que por
cierto, a estas alturas del devenir político, parece muy difícil de superar.
En la actual estructura institucional del Chaco son los “alcaldes”
quienes gozan de mayor prestigio en la medida en que se trata de autori-
dades electas, sin embargo tienen una dura competencia con el “subpre-
fecto” en el caso de Yacuiba y con los “corregidores” en los casos de
Villamontes y Caraparí, quienes son nombrados por el prefecto y llevan
adelante la ejecución del dinero de las regalías. Junto a ellos se encuen-
tran los presidentes de comités cívicos, quienes generalmente tienen
una fuerte capacidad de movilización. Finalmente hay que decir que en
el panorama institucional del Chaco, los militares que tienen una enor-
me presencia práctica y simbólica heredada del conflicto bélico de 1932,
juegan un rol de gran influencia política y social.
Tres son las actividades principales de la élite chaqueña: la ganade-
ría, el comercio, pero sobre todo el ejercicio de la política y la gestión
pública.
En el primer caso se trata de una ganadería débil, que sirve para el
autoconsumo, la venta a las ciudades intermedias y a la capital departa-
mental, y en los últimos años, en alguna medida, para la venta a centros
de engorde en Santa Cruz. El comercio por su parte tiene una fuerza
enorme en la ciudad de Yacuiba, uno de los centros de frontera más
La difícil tarea del equilibrio: el rol de Tarija 103
El autotransporte
En Bolivia el transporte sindicalizado está conformado por peque-
ños, medianos y grandes propietarios, y tiene una fuerte vocación cor-
porativa, por lo que no es de extrañar que casi de manera permanente se
haya apegado a causas conservadoras. Tarija no es la excepción.
En el departamento el sector siempre ha sido uno de los puntos
de apoyo más fuertes del comité cívico. En los distintos paros que ha
protagonizado éste, el paro de los transportistas garantizaba el cese de
actividades y el uso de sus unidades como instrumentos de bloqueo
para la paralización del tránsito en la ciudad.
Esta tradición, sumada a las expectativas que el uso de los ingresos
departamentales concitó en el sector al inicio de la actual gestión, hicie-
ron que éste se convirtiera en otro de los pilares sociales de la gestión
prefectural.
En general no puede dudarse de la adscripción del sector a esta ten-
dencia, sin embargo ciertas actitudes de su actual dirigencia nos hacen
pensar en que irá evolucionando a una línea de conducta más calculada,
guiada probablemente por el peso específico que el gobierno central
tiene en algunas de las temáticas centrales del sector: la conversión de
sus vehículos a Gas Natural Vehicular (GNV) o la manutención de ca-
rreteras por ejemplo.
Los bagalleros
Los bagalleros son los que transportan la mercancía que se interna
de Argentina a Bolivia y viceversa, en Yacuiba. Se trata de trabajadores
que al margen de las difíciles condiciones que tienen que soportar en su
trabajo son doblemente afectados por las disposiciones legales y admi-
nistrativas que se dictan a uno y otro lado de la frontera. Constituyen
un sector que tiene una enorme capacidad de presión porque simple
116 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
los restantes actores como parte de la identidad tarijeña, todavía les res-
ta ganar un grueso trecho de terreno sobre todo en el terreno cultural.
A pesar de que la prefectura ha hecho variados esfuerzos para acer-
carse a sus organizaciones mediante diversos proyectos y los ha incor-
porado a su andamiaje institucional (desde el inicio de la gestión, en el
marco de la Secretaria de Desarrollo Rural hay un director de pueblos
indígenas, cargo que actualmente detenta el guaraní Andrés Segundo),
los pueblos indígenas se han alineado claramente con el bando guber-
namental. También han sido una de las organizaciones que por lo me-
nos en la retórica, ha insistido a momentos con gran vehemencia, en la
necesidad de crear un nuevo departamento en el Chaco, probablemente
porque vislumbra ese espacio con mayores posibilidades para obtener
cuotas de poder o porque siguiendo el ejemplo de sus coterráneos crio-
llos, piensa que puede utilizar la reivindicación como una carta efectiva
de negociación con el gobierno departamental.
Movimiento sin Techo, desocupados, otros
En los últimos años, a la luz del crecimiento del MAS y de los movi-
mientos sociales que lo sustentan, son varios los grupos afines que han
pretendido organizarse en Tarija, aunque con éxito relativo. De todos
ellos, quizás los más importantes han sido los desocupados y el Movi-
miento sin Techo. Los primeros prácticamente se disolvieron luego de
la implementación masiva del Programa de Empleo Urgente (PEU) que
llevó a cabo la prefectura (por otra parte hay que decir que un movi-
miento de este tipo era difícilmente justificable en los años de bonanza
de la construcción que vivió recientemente el país y el departamento).
El Movimiento sin Techo por su parte, ha quedado reducido a un pe-
queño grupo que se balancea entre los distintos programas de vivienda
propuestos tanto por la prefectura, como por el gobierno central.
118 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
a ese propósito, por supuesto que pesan las rivalidades existentes entre
los dirigentes de los distintos sectores de este partido.
Cuadro 3
Resumen de conflictos en las páginas departamentales
y locales del periódico El País
Cuadro 4
Resumen de conflictos en páginas nacionales del periódico El País
Variable 2006 2007 2008 Total
Poder constituyente 31 34 34 99
Conflicto social 22 20 30 72
Total 171
tes del oriente. En general puede decirse que en los tres últimos años
la relación entre ambos niveles de gobierno ha estado gobernada por
la desconfianza; así como el Presidente Evo Morales denuncia perma-
nentemente ante la comunidad internacional la existencia del golpe de
Estado cívico-prefectural, Mario Cossío está convencido de la intención
oficialista de defenestrarlo a la primera oportunidad. Esta desconfianza
mutua es uno de los rasgos centrales de la profunda polarización que ha
caracterizado la situación política en este período, lo cual obviamente
ha dejado pocas opciones para generar mecanismos efectivos de nego-
ciación política.
En este período, la situación política de la prefectura al interior del
departamento ha sido cuando menos delicada. A la oposición perma-
nente de la Federación de Campesinos se ha sumado la difícil relación
con el Chaco, amén de otros conflictos sociales menores. Y en el terre-
no puramente político el prefecto ha tenido que lidiar con las posiciones
“terceristas” que a momentos parecían debilitarlo en su enfrentamiento
con el gobierno.
Sin embargo la prefectura hasta el momento ha sido capaz de sortear
estos obstáculos en la medida en que, frente al conjunto de la población,
ha logrado posicionarse como la cabeza de la lucha por la reivindicación
autonomista. En resumen, el equipo de Cossío ha logrado superar fla-
quezas y debilidades varias, amparándose en la ansiedad autonomista
del conjunto de la población.
En este período la adhesión de la ciudad de Tarija a las distintas
movilizaciones llevadas adelante por la “media luna” ha sido completa,
a diferencia de la del Chaco y las de las áreas rurales, que han sido par-
ciales y han dependido de la negociación política del momento.
Sin embargo la vocación conciliadora de Tarija y la posibilidad de
conjugar su principal reivindicación: la autonomía departamental ple-
na, con las medidas de inclusión social impulsadas por el gobierno del
130 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Cuadro 5
Resultados electorales referéndum constituyente 2009
Provincia SI NO
Numeral % Numeral %
Cercado 24.778 33,66 48.825 66,34
Sección Capital 24.778 33,66 48.825 66,34
Ciudad Tarija
Arce 10.508 59,48 7.157 40,52
Primera Sección 5.065 77,71 1.453 22,29
Padcaya
Segunda Sección
Bermejo 5.443 48,83 5.704 51,17
Gran Chaco 15.924 47,43 17.649 68-72
Primera Sección
Yacuiba 11.057 49,85 11.122 50,15
Segunda Sección
Caraparí 1.630 55,39 1.313 44,61
Tercera Sección
Villamontes 3.237 38,30 5.214 61,70
Avilés 3.554 57,66 2.610 42,34
Primera Sección
Uriondo (Concepción) 2.304 49,67 2.335 50,33
Segunda Sección
Yunchará 1.250 81,97 275 18,03
Méndez 5.826 54,55 4.854 45,45
Primera Sección Villa
San Lorenzo 3.283 46,22 3.820 53,78
Segunda Sección El
Puente 2.543 71,09 1.034 28,91%
O’Connor 3.164 58,29 2.264 41,71
Primera Sección
Entre Ríos 3.164 58,29 2.264 41,71
Total 63.754 43,34 83.359 56,66
134 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Cuadro 6
Resultados electorales referéndum dirimidor 2009
Provincia 10.000 hectáreas 5.000 hectáreas
Numeral % Numeral %
Cercado 16.991 35,60 30.742 64,40
Sección Capital 16.991 35,60 30.742 64,40
Ciudad Tarija
Arce 2.382 20,29 9.359 79,71
Primera Sección
Padcaya 729 14,59 4.269 85 ,41
Segunda Sección
Bermejo 1.653 24,51 5.090 75,49
Gran Chaco 6.415 41,96 13.654 68,04
Primera Sección
Yacuiba 4.360 31,65 9.415 68,35
Segunda Sección
Caraparí 471 26,60 1.300 73,40
Tercera Sección
Villamontes 1.584 35,02 2.939 64,98
Avilés 821 22,39 2.846 77,61
Primera Sección
Uriondo (Concepción) 671 25,03 2.010 74,97
Segunda Sección
Yunchará 150 15,21 836 84,79
Méndez 1.786 27,61 4.682 72,39
Primera Sección Villa
San Lorenzo 1.357 31,59 2.939 68,41
Segunda Sección El
Puente 429 19,75 1.743 80,25
O’Connor 851 23,29 2.696 76,01
Primera Sección
Entre Ríos 851 23,99 2.696 76,01
Total 29.246 31,37 63.979 68,63
La difícil tarea del equilibrio: el rol de Tarija 135
tamento. No se puede olvidar que Tarija, a pesar del boom del gas, sigue
siendo un departamento aislado, en el que los servicios básicos no están
plenamente implementados.
Un conflicto que permanentemente ha aparecido en este período
ha sido el de la paralización de las obras de la carretera Tarija-Potosí.
Se trata de una reivindicación central para Tarija y para los pueblos del
sur, que ha sido opacada por el conflicto constituyente. Por otra parte
objetivos como el de la integración de Tarija a la red eléctrica nacional
están fuera de la agenda pública.
A manera de conclusión
La experiencia de los últimos años demuestra que los pactos “chicos”
y los avances parciales sobre determinados temas no tendrán una inci-
dencia importante en la vida diaria de la sociedad, si es que no se rea-
lizan bajo un paraguas mayor, en este caso un gran pacto nacional que
termine con la crisis política y viabilice el proceso de reestructuración
constituyente que vive el país. El que ese acuerdo nacional no se haya
alcanzado hasta ahora es lo que ha provocado que nuestra vida cotidia-
na haya tenido como denominador común la incertidumbre. Lo que es
importante también es tener la convicción de que las transformaciones
pueden forjarse a partir de movilizaciones sociales, pero necesitan de la
estabilidad política para consolidarse.
La negación absoluta de los contrarios sólo puede conducir a la
fragmentación, en la medida en que las realidades sociales no desapare-
cen por decreto (la insurgencia de los movimientos sociales en un caso,
los diversos sectores autonomistas en el otro), más aun cuando ambas
reivindicaciones caminan “en el sentido de la historia”.
En un escenario ideal, un nuevo período de convivencia y entendi-
miento debería darse a partir del próximo ejercicio electoral; sin embar-
140 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
go si nos detenemos a pensar con cuidado, para que éste se lleve con
normalidad, el pacto tendría que estarse discutiendo en estos momentos
con dos propósitos: viabilizar de la mejor manera la aplicación de la
nueva Constitución y enfrentar la crisis económica, que de agudizarse
podría llevar al país otra vez al borde del precipicio. En todo caso queda
claro que los sueños de la eliminación completa del “otro”, sólo nos
conducirán a nuevos bloqueos en el futuro.
En cualquier escenario futuro es impensable que la inclusión social y
la autonomía no estén integradas, y es en ese terreno donde Tarija pue-
de jugar un rol preponderante; para ello debe iniciar una amplia acción
política interna y externa, subsanando las brechas sociales y regionales
que existen a su interior y acercando a los sectores moderados de los
bloques nacionales.
Conflicto y pacto político 2006-2008
Una visión desde Santa Cruz*
Análisis de las características específicas de los
conflictos y los pactos políticos con sus actores,
eventos y resultados
Introducción
Durante más de 20 años, a partir de 1982, Bolivia ha sido básicamente
un país de pactos, sin que esto implique que no hubieran conflictos. Los
hubieron, pero las resoluciones casi siempre se dieron mediante el pacto
político, más que con la profundización o solución del conflicto mismo.
En gran parte esta situación se explica porque los actores políticos
—en este caso los partidos políticos— en realidad no eran tan distintos
entre sí, y ninguno de ellos era portador de un proyecto político radi-
cal que le impidiera llegar a un consenso o a un punto intermedio con
los demás. Y nos acostumbramos a esa Bolivia, la de los pactos. Inclu-
so los levantiscos departamentos autonomistas se desenvolvían en un
bajo perfil, al extremo que Gonzalo Sánchez les reiteró más de una vez:
“¿descentralización? ¡por sobre mi cadáver!”. Y nadie dijo nada.
No es por tanto extraño que Gonzalo Sánchez haya huido por Santa
Cruz y que incluso se le haya sugerido que gobernara desde Santa Cruz.
Conflicto y pacto político 2006-2008. Una visión desde Santa Cruz 143
Primera parte:
Cronología de conflictos y pactos
Este hecho posteriormente ocupará gran parte del año 2008 y de-
terminará las primeras fracturas dentro de los partidos de la oposición,
sobre todo en PODEMOS y sobre todo en Santa Cruz. Sin embargo
a través de él quedaron claras las diferencias de visión y las profundas
contradicciones entre los políticos nacionales y los radicales líderes lo-
cales. Los políticos de oposición tuvieron que escoger entre su fidelidad
al partido —y sobre todo a sus jefes nacionales— o su fidelidad a la re-
gión, o por lo menos a los grupos que dicen representarla. Por otro lado
creemos que esta contradicción merece ser analizada posteriormente
con detenimiento, porque es fundamental entenderla y resolverla, para
desbloquear la situación política del país.
El segundo huracán o “presente griego” que se siembra para el año
2008 es el de los estatutos autonómicos. Ante la imposibilidad de frenar
el proyecto de la nueva Constitución Política del Estado aprobado en
Oruro y en ausencia de otras posibles estrategias, que no sean las de la
simple subversión, la dirigencia del movimiento cívico prefectural con-
sidera que había llegado el momento de activar la preparación y aproba-
ción de ese documento, como alternativa a la Constitución, que, al decir
de todos, no reflejaba las aspiraciones autonomistas cruceñas ni de las
otras regiones opositoras.
En este sentido se acelera el trabajo de la Asamblea Autonómica de
Santa Cruz, para preparar y entregar un proyecto de “Estatuto Auto-
nómico” para Santa Cruz. Esta asamblea estaba ya conformada meses
antes, a partir de todos los representantes elegidos por voto popular en
cualquier instancia administrativa o territorial, lo que incorporaba con-
cejales, diputados y senadores, además de otras personas escogidas por
su trayectoria cívica. Fueron los abogados cruceños constitucionalistas
quienes dieron la estructura y los contenidos básicos al documento.
Según declaraciones de sus propios autores, los estatutos autonómi-
cos eran la respuesta a la exclusión de la autonomía en la nueva Cons-
titución. Se elaboraron con una “vara alta” de contenido muy radical,
pues eran concebidos como instrumento de negociación frente a la
158 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Segunda parte
Identificación y análisis de los principales conflictos,
actores y pactos
Cuadro 1
Conflictos y medios para su resolución
Conflictos entorno a Conflictos entorno a Formas, instrumentos o
temas político temas socioeconómicos medios utilizados para la
institucionales resolución del conflicto
Resultados
Las prefecturas no lograron acuerdo alguno, por lo que se produjo
una merma de sus recursos. La consolidación del “Bono dignidad” sig-
nificó una derrota política para ellas.
Conflicto 7: Reglamentación de la nueva Ley INRA
Sobre este tema se desarrollaron dos conflictos: el primero por la
aprobación de la reglamentación de la nueva Ley INRA, a la que se
oponía CONFEAGRO y en general el sector agropecuario, pero que de
todas formas se produjo, sin acuerdo con los productores.
El segundo fue que a esta aprobación le siguieron las acciones de
saneamiento, muy conflictivas, sobre todo en las provincias Cordillera y
Guarayos. Un primer intento de saneamiento en Cordillera fue repelido
por la fuerza. Un segundo intento se hizo con apoyo policial. No hubo
pacto ni acuerdo alguno y el tema ha generado una situación muy tensa
y de profundos resentimientos.
Conflicto 8: Referéndum revocatorio para Presidente y prefectos
Se trata de una propuesta hecha originalmente por el Presidente, en
una anterior crisis y retomada de forma extemporánea (según la opo-
sición) por PODEMOS en el Senado, con la virulenta oposición de
los sectores cívico prefecturales, quienes no entendían por qué, cuando
tenían al gobierno “a las cuerdas” como dicen, les llega esta medida que
cambia el escenario y les hace perder el terreno político ganado.
Esta discutida y polémica decisión política de PODEMOS, conver-
tida en acuerdo parlamentario con el MAS, encontró fuerte oposición
en las regiones opositoras y sus prefecturas, y fue causa de denuncias,
renuncias y acusaciones en el seno del mismo grupo opositor. Lo cierto
es que las explicaciones que dieron los principales jefes de PODEMOS
no parecieron convincentes a los sectores autonomistas que ya estaban
en las calles.
180 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Cuadro 2
Sinóptico de los pactos, sus actores y sus resultados
Temas en conflicto Actores y medios Pactos y acuerdos Resultados
9. Decisión de tomar por Grupos de choque No hubo ningún tipo Aparte el daño físico
la fuerza las oficinas de los comités cívicos de pacto o acuerdo a bienes del Estado,
públicas por parte de los departamentos relevante. el daño mayor fue
de las regiones opositores, con apoyo al prestigio del mo-
opositoras. de las prefecturas. vimiento cívico opo-
Se destruyó, quemó sitor, que en pocos
y saqueó decenas de días perdió mucho
oficinas públicas y del capital político
privadas. acumulado.
10. Matanza en Pando Los actores fueron No ha habido pacto Estas acciones
campesinos y norma- alguno. Es confusa la significaron un
listas que iban a una relación de los hechos gran deterioro para
reunión a Porvenir (a previos al drama. La los movimientos
Cobija, según otros) acción campesina fue autonomistas. Los
que fueron acribilla- provocadora pero excesos fueron
dos por gente armada la reacción ha sido de tal magnitud
ligada a los movi- totalmente despro- que no se pueden
mientos de oposición porcionada. negar. El informe de
(prefectura, cívicos y UNASUR da apoyo
otros). Sin embargo el internacional y el
primer muerto es de CONALDE quedó
este segundo grupo. muy maltrecho y
perdió una prefec-
tura.
188 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
11. Modificación del Los actores son los El pacto se expresa El documento es
proyecto de Constitu- cuadros especializados en un nuevo texto de considerado como
ción, para llevarlo a del MAS y de los par- la Constitución, que un importante avan-
referéndum. tidos políticos, sobre cambia más de 100 ce por el MAS, que
todo de PODEMOS, artículos. Se inició admite haber cedido
que a la sombra de las en las reuniones en muchos puntos,
negociaciones presi- de prefectos con y es presentado por
denciales, iniciaron un el Presidente en Quiroga como un
complejo proceso de Cochabamba, en las fruto de PODE-
acuerdos. que trabajaron los MOS, señalando que
Los profesionales de equipos técnicos de así había viabilizado
los sectores cívico ambos lados. Este las autonomías y
prefecturales partici- trabajo continuó casi cortado los excesos
paron parcialmente y clandestinamente. del MAS. Esta
no quisieron formali- Los movimientos visión pragmática es
zar esa participación, cívicos instruían que fuertemente comba-
pues no contaban no se negociara. tida por los cívicos,
con el aval de sus quienes no aceptan
mandantes. el nuevo texto.
12. Ley de referéndum Los actores de este El pacto produce una Con este pacto se
para aprobación o pacto son, de nuevo ley para llevar a refe- cierra una discusión
rechazo del proyecto los partidos políticos réndum el proyecto que no llevaba a
de Constitución. con representación de Constitución. ninguna parte y se
parlamentaria. entrega de nuevo al
Hubo fuerte presión voto la posibilidad
de los movimientos de definir el futuro
sociales indígenas que del país, aunque es
se movilizaron a la muy probable que
plaza. sus resultados no
Los actores cívico sean aceptados por
prefecturales se arti- la oposición cívica
culan como oposición prefectural.
a dicho pacto.
Tercera parte
Un ensayo prospectivo
Los posibles escenarios
Esquema 1:
Posibles escenarios a partir de la aprobación de la Constitución Política
***1.1. Actores cívico
regionales se radicalizan y
asumen posiciones antisistema.
Tendencia a la separación.
***Trayectoria Partidos políticos nacionales
1: actores cívico se refuerzan viabilizando
regionales no aceptan demandas sectoriales.
resultados ni negociar
leyes de aplicación de
la Constitución. Los *1.2. Actores cívico regionales
partidos políticos sí plantean modificaciones
aceptan. a la nueva Constitución
en acuerdo con partidos.
Se aprueba la
***2.1. Presión conjunta de
Constitución en
partidos y cívicos logra plegar
referéndum
al MAS al mismo tiempo que
(con razonable apoyo,
permite a los políticos
aunque perdiendo *Trayectoria 2: actores ir asumiendo su rol nacional
en tres o cuatro cívico regionales y a los cívicos su rol regional.
departamentos) aceptan resultados y
participan en leyes de
aplicación, junto con **2.2.Movimientos cívico
partidos políticos. regionales desechan a los
partidos nacionales
y crean su propia estructura
político partidaria nacional.
Bibliografía
En este entendido los recientes conflictos entre los años 2006 al 2008
en Bolivia están intrínsecamente relacionados a un proceso constituyen-
te que empezó en 1990 con la “Marcha por el territorio y la dignidad”,
cuya demanda explícita era la construcción de un “nuevo contrato so-
cial” en el pleno sentido de J.J. Rousseau.
Considerando los tramos constitucionales bolivianos desde la fun-
dación hasta 1936, Fernando Molina sostiene que:
…Bolivia vivió una ficción jurídica: contaba con una normativa repu-
blicana, pero el régimen político factual poseía otra naturaleza: era ‘ce-
sarista’ y exaltaba al poder a distintas facciones de una élite militar… A
partir de 1938 las cosas nuevamente cambiaron. Cuajó, en oposición
al liberalismo, aquella que a la larga sería la más importante ideología
boliviana y que podemos describir como una combinación de nacio-
nalismo y socialismo, la cual ve al Estado como el gran remedio para
los males nacionales1.
2 Quiroga, José Antonio, en: Las piezas del conflicto. Fundación UNIR. La Paz, Bolivia,
2005. P. 17.
210 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
3 Diamond, Stanley: De la sociedad primitiva a la civilización. Editorial ERA. México. 1982. P. 12.
Las características de los conflictos y pactos políticos 2006-2008 211
6 Habermas, J.: La inclusión del otro: Estudios de teoría Política. Ediciones Paidos. Barce-
lona, España. 1999. Pp. 82-84.
7 Por ejemplo el Convenio 167 de la OIT de 1990.
216 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
9 Según Lewis Coser, el conflicto desde el ámbito sociológico supone “la lucha o
reclamo por obtener valores, estatus, poder o recursos, en los cuales los objetivos
de las partes son neutralizar, herir o eliminar a sus rivales”. The Functions of Social
Conflict. New York: The Free Press, 1956.
10 Para entender el significado de la filosofía de la complementariedad de los opuestos
se sugiere las lecturas de las obras de Dominique Temple, Javier Medina y Filemón
Escobar.
220 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
11 Geografía del conflicto. Claves para decodificar la confrontación social y política. UNIR-
Plural Editores. La Paz, Bolivia. 2008. Pp. 128-46.
Las características de los conflictos y pactos políticos 2006-2008 221
14 Los ciclos de larga duración se refieren a horizontes de tiempo que son impercep-
tibles a los actores sociales que están involucrados en el ciclo y lo perciben como
coyunturas de corta duración.
226 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
(Continuación).
Los límites a los que se llegó en los enfrentamientos fueron más allá de lo que real-
mente eran imaginados. La ciudad de Cochabamba, caracterizada por su carácter
neutral en muchas de las divisiones que vive Bolivia, de pronto fue un escenario pa-
radigmático de la gran división que vive Bolivia en los últimos años. Posiblemente
Cochabamba era un escenario muy propicio para este enfrentamiento, ya que por
un lado tiene al prefecto más ferozmente enfrentado al gobierno central, y por otro
lado, al movimiento cocalero, cuna del actual Presidente de la república”.
Las características de los conflictos y pactos políticos 2006-2008 231
17 García Linera, A.; Chávez, M. y Costas Monje, P.: Sociología de los movimientos sociales
en Bolivia. OXFAM-DIAKONÍA. Plural Editores. La Paz, Bolivia. 2004. P. 204.
236 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
20 Juan Carlos Urenda fue Asesor Jurídico del Gobierno Departamental de Santa
Cruz y es el principal estudioso de los procesos autonómicos en Bolivia.
21 En efecto el Plan Bohan de 1940 identificó a Santa Cruz como el sitio para am-
pliar la frontera agrícola de Bolivia, a través de masivas colonizaciones de cam-
pesinos bolivianos pertenecientes a culturas andinas que se asentaron en zonas
como el Chapare y Yapacaní. Este plan de “colonización” fue ejecutado durante
le gobierno del MNR.
22 Para una explicación del “hecho social” consultar la teoría de Emilio Durkheim
en cualquier texto de sociología.
23 Este concepto pertenece a la escuela del intelectual Franz Fanon, que en su argumen-
tación a favor de los derechos del África, sostenía que se debería entrar en un proceso
de “descolonización” de las potencias europeas que habían incidido en la construc-
ción ficticia de naciones africanas.
246 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
24 Por Estado nacionalista se entiende aquel que se inició en los marcos de la refor-
ma constitucional de 1938 y finalmente fue iniciado por la revolución de 1952.
25 “Anomia” también es un concepto de la sociología de Durkheim.
Las características de los conflictos y pactos políticos 2006-2008 247
28 Para una explicación teórica de las “acciones comunicativas” ver, Habermas, Jür-
gen: Teoría de la acción comunicativa: complementos y estudios previos. Cátedra Ediciones.
Madrid, España. 1994.
29 Esta tesis política del vicepresidente García Linera está relacionada a los escritos
teóricos de Nicos Poulantzas en su trabajo sobre Estado y socialismo. Ver, Poulant-
zas, Nicos: Estado, poder y socialismo. Siglo XXI editores. Madrid, España. 1979.
250 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
33 El tema del mestizaje dentro de este documento tiene que ver con las adaptacio-
nes culturales y no está asociado a ninguna característica biológica, de fenotipos,
ni genotipos.
256 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
tural y por ende una nueva forma de ciudadanía incluyente de todas las
vertientes culturales, étnicas y políticas. Lamentablemente, esa tercera
opción no se ha materializado ni política, ni socialmente en el texto del
proyecto de Constitución.
Más bien estamos en una especie de laberinto sociopolítico34 a causa
de una falta de claridad para entender los procesos históricos, tanto des-
de una perspectiva constitucional, como también desde la perspectiva
de la lógica del sistema tradicional de partidos. El MAS, como parte de
un sistema tradicional de hacer política, ha tomado decisiones que no
permiten que el ciclo del nacionalismo revolucionario se disuelva como
un paradigma que ya no es útil para resolver los problemas de la cons-
trucción de Nación primero y Estado después, tomando en considera-
ción el contexto de una sociedad internacional cada vez más globaliza-
da. Sin embargo Evo Morales proyecta una imagen internacional que
utiliza conceptos de una forma de pensar andina, aunque en su política
interna es una presidencia absolutamente tradicional en el manejo del
poder estatal.
35 Jimena Costa en: Crónica de Buen Gobierno. Nº 33. Febrero. 2009. La Paz. P. 5.
264 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Ahora recién viene el reto, porque aunque sigan en campaña para di-
ciembre, la inflación de expectativas es monumental y la gente espera
la refundación y el país de las maravillas que decían implicaba la nueva
Constitución Política del Estado. La población exigirá resultados de
gestión no discursos, y en eso al gobierno no le ha ido muy bien.
36 Alarcón, Carlos en: Hacia una Constitución, democrática, viable y plural. Tres miradas.
FES-ILDIS-IMD-FBDM. La Paz, Bolivia. 2008. P. 145.
Conflictos y pactos políticos en el
período 2006-2008.
Una mirada desde La Paz*
Introducción
El presente documento se ciñe a los requerimientos solicitados, como
a continuación se resume y en algún caso se extiende en elementos de
contexto y de índole teórica, en los márgenes de la brevedad. Contiene
cinco apartados donde se analiza y propone, según el caso:
1. Las características específicas de los conflictos, donde se destaca
la lógica de “todo o nada” de inspiración guerrera, de confronta-
ción de unos contra otros. La instauración de esa dinámica per-
versa ha generado el agravamiento del conflicto, pues cada parte
encuentra en las acciones del otro la justificación y el aliento para
sus propios excesos. Aparece así la votación como medición de
fuerzas y los votantes como fuerza de combate, así sea simbó-
1 Al respecto el examen que realiza Xavier Albó (2008) es muy elocuente de las
posibilidades del grupo “bisagra”, que hubiera podido conectar a los bloques
enfrentados.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 269
3 El recuento realizado no es exhaustivo, aunque hay ecos de los hechos del atenta-
do a una televisora en Yacuiba y de los sangrientos hechos en Pando, que tienen
un nivel de opacidad y controversia mayor que los aquí mencionados; pero sería
muy en contrasentido que su incorporación modifiquen la orientación de la in-
terpretación aquí planteada. Del mismo modo, al cierre de este trabajo, la acción
policial en un hotel de Santa Cruz con la muerte y captura de individuos, incluidos
dos bolivianos con doble nacionalidad y tres europeos, cuyo líder tiene notables
antecedentes de lucha armada.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 273
5 Incluso una mirada por lo demás sugerente sobre Evo Morales (Mayorga, en
prensa) que rescata la noción de “carisma situacional” no puede apartarse del
encuadre carismático para explicarse su rol.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 275
8 Un ejemplo que aún persiste en la nueva Constitución Política del Estado (Art.
148), es mantener al Senado con cuatro senadores por departamento repartidos
proporcionalmente, cuando actualmente tienen tres y por su manera de confor-
mación —da cabida a sólo dos fuerzas— le da fortaleza a la oposición.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 279
Se trata, en efecto, del desafío más importante que podría dar lugar a
que la alta politización boliviana sea fértil y promisoria. Como en todas
la grandes palabras ya hay una disputa, también en el ámbito académico,
para fijar el significado de este concepto (Paz, 2007), pero lo que tene-
mos en el proyecto constitucional es un buen referente. No se trata de
persistir en el proyecto del mestizaje —aunque tampoco negar ese largo
proceso—, como tampoco de la exclusiva reivindicación de las culturas y
pueblos en gran medida subordinados, ni mucho menos el revanchismo.
Sí, en cambio, el diálogo democrático horizontal que pretende el trato en-
tre iguales, pero sabe de las asimetrías y de ello no se deriva ni arrogancia
ni venganza, sino proyecto común que no invisibiliza las diferencias y es
capaz de enriquecerse de ellas mutuamente. Y no puede ser el mestiza-
je, porque aunque implica mezcla, por las condiciones históricas, se dio
inevitablemente con claro predominio del mundo ibérico occidental y ni
siquiera el período republicano cambió drásticamente esa herencia, aun-
que los períodos de mayor cohesión, convivencia y de democratización
abonaron los cambios que hoy vivimos, mayormente en el siglo XX.
Lo difícil, pero por eso mismo que invita a la creatividad y respon-
sabilidad, es construir institucionalidad estatal capaz de proporcionar el
ámbito para su desarrollo. La nueva Constitución Política del Estado,
con razón, pone el énfasis en el campo de la educación y en particular
de la educación superior. Implica ello desarrollo conceptual y delibe-
ración que concite un paradigma para nuestra circunstancia, donde la
presencia decisiva de los pueblos indígenas, más allá de la discusión de
mayoría o minoría, son inexcusables en la conformación plena de la
nación boliviana.
En el mundo occidental democrático, las soluciones han pasado por
el diseño de “discriminación positiva” o “acción afirmativa”; es decir,
por el tratamiento de minorías. En términos generales, de Bolivia en su
conjunto, ese no es el caso; aunque sí lo sea en las tierras bajas, digamos
es la característica estructural de lo que se ha llamado la “media luna”.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 285
12 La violencia en Pando ha mostrado los ribetes que puede alcanzar cuando unos y
otros disponen de armas de fuego y la disposición para la confrontación. Imagi-
nar esto en cualquier otro departamento, todos de mayor densidad demográfica,
es ya hablar, sin hipérbole, de catástrofe.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 289
13 Incluso en Francia —que se pretendió uno de los estados centrales más homogé-
neos— una figura mayor como la de Touraine (1997 y 1998) habla de la necesidad
de pensar y aplicar la “cuadratura del circulo” para articular igualdad y diversidad,
en la tarea de vivir juntos, planteamiento que no es nuevo en América Latina (Ka-
plan 1990) y desde luego menos en Mesoamérica y la América Andina, y aun en
nuestro país.
Conflictos y pactos políticos en el periodo 2006-2008 291
14 Dadas algunas contradicciones evidentes (e.g. Art. 146. VI y VII versus Art. 147.III),
seguramente será posible que una comisión del Congreso, similar a la concertadora,
pueda actuar como instancia de “concordancia y estilo” en línea del espíritu de la
concertación política de octubre reciente (que en nuestro ejemplo debiera simple-
mente eliminarse ese tercer parágrafo).
292 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Bibliografía
Jorge Lazarte R.
Introducción
El escenario de la crisis
La dimensión simbólica de la política
Ya es una banalidad decir que Bolivia vive no sólo una crisis, sino
la crisis más profunda de su historia. Y como en toda crisis, el proceso
es una sucesión de situaciones de alta volatilidad en las que las acciones
de los distintos actores adquieren una importancia y gravedad que ha-
bitualmente no las tienen, porque de sus decisiones, siempre inseguras,
dependerá en gran parte no sólo la salida de la crisis, que puede mar-
car al país por largo tiempo, sino su propia preservación y lugar en la
post-crisis. No en vano se dice que el país vive a la vez una transición
histórica.
Saber cuáles son esos actores y entre ellos saber cuáles son los que
cuentan, es una tarea necesaria para hacer inteligible el proceso. Pero no
se trata de saber quiénes son, sino principalmente de saber qué pueden
hacer y saber, por tanto, qué puede ocurrir. Esta ha sido siempre una
tarea a la que se han dedicado esfuerzos prospectivos, a veces muy refi-
298 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
2 Sin lugar a dudas esta comprensión de la acción social mediada por “sistemas
simbólicos” reivindica de algún modo una idea muy kantiana, expresada y di-
fundida en las ciencias sociales por Weber, de que el “sentido” es inseparable de
la acción social. Contemporáneamente Ricoeur ha prolongado y profundizado
este enfoque analítico en su “hermenéutica”. Esta forma de pensar lo social es
bastante distinta y hasta opuesta a una cierta tradición cientificista que hace de
los “intereses sociales” “hechos” sociales dados por sí mismos, que deberían ser
descubiertos por un trabajo de develamiento que haga pasar la conciencia falsa a
la conciencia verdadera. En cuanto a Ricoeur, puede verse —entre otros, fuera de
su texto más conocido sobre Ideología y utopía, Gedisa, Barcelona, 1989— una se-
lección de sus escritos más importantes sobre el tema en Paul Ricoeur, Anthologie,
Editions du Seuil, Paris, 2007.
300 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
una sociedad desbordada por sus conflictos. Fue crisis del sistema de
mediación política: crisis de la democracia representativa cuestionada en
su legitimidad por la democracia participativa; y del sistema de partidos
reemplazados por agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas. Es la
crisis del todo el sistema de justicia sin apoyo público.
Pero la crisis es también la crisis de los otros ámbitos estatales. Es
el duro cuestionamiento del modelo económico privatista implantado
desde 1985, que no había asegurado un crecimiento y por el contrario
había debilitado el aparato productivo nacional sin producir eficiencia
empresarial, sino excepcionalmente. La crítica alcanza en el más largo
plazo a una forma o “matriz” de hacer funcionar la economía basada en
la exportación de ciertos productos de enclave sin efecto virtuoso sobre
el resto de la economía.
Es igualmente el rechazo de un modelo social que ha producido a
los nuevos pobres y a los que son y se sienten excluidos de la otra Bo-
livia: son las desigualdades sociales crecientes en un país que es uno de
los más desiguales del continente en la distribución del ingreso y que
están en la base de las protestas y en el sentido de justicia o injusticia de
los movilizados.
En suma es la crisis de todo el sistema institucional y de políticas
de gobierno, que no pudieron vencer la hostilidad generalizada en la
población a pesar de los significativos procesos de reforma de los años
noventa.
Pero la crisis englobó más extensivamente al modelo de Estado
“centralizador” al que se le opone el modelo de Estado de autonomías;
y al Estado “monocultural” frente al cual se reivindica el reconocimien-
to de derechos históricos de los pueblos indígenas.
Es la crisis de un Estado que nunca pudo ser plenamente moderno,
garante del orden político, fuerza de integración y de cohesión social;
306 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Actores y percepciones
El MAS y el nuevo código de “refundación” del poder
MAS sino de la cultura política del país según la cual cada sector se
piensa el “pueblo”— sino que ellos son el “pueblo”, que en esto siguen
la tradición populista muy conocida. Esta fusión entre representados
y representantes da como resultado la sustitución de unos por otros.
Por ello es que se explica que aún cuando ese “pueblo” nunca hubiera
sido consultado, sin embargo se decida que es él el que ha decidido
cuando en realidad son otros los que lo reemplazan, los que decidieron.
Con este razonamiento puede entenderse lo que quiere decir la fórmula
“mandar obedeciendo”, que termina siendo exactamente lo contrario
de lo que se quiere dar a entender, que es lo que ocurre cuando ese
“pueblo” reducido a sus portavoces masistas sigue la voluntad del Pa-
lacio, tal como puede ilustrarse si pensamos en los avatares de las auto-
nomías regionales.
Pero si este es el núcleo “populista”7 del discurso masista, ello no
quiere decir que se trate de un discurso propiamente “populista”, en el
sentido en que en el pasado se denominaba “populismo” por referen-
cia a los regimenes “populistas” de base social urbana emergida de los
procesos de industrialización sustitutiva. Ahora se trata de un populis-
mo discursivo, pero que se expresa en la conformación de un régimen
político no populista. El “populismo” del MAS es de geometría variable
que se modula según las cuatro fracturas arriba mencionadas. Cuando
dice “pueblo” puede estar refiriéndose a “pueblo originario”, “andino”,
“pobre”, o de “izquierda”. Estos cuatro referentes se encuentran alter-
nativamente en el discurso del MAS. De ahí proviene su fuerza, pero
a la vez puede ser fuente de conflicto, por ejemplo entre la vertiente
izquierdista clásica y la vertiente originaria. Pero no se trata de una al-
ternancia sin vector ordenador. La matriz “plurinacional” de la nue-
por tanto, el trato que deben recibir tiene que ser congruente con esta
condición. En esta visión maniquea no hay pacto posible, excepto el ar-
misticio. La solución histórica es la victoria final sobre ellos, a cualquier
precio, a como dé lugar, como se suele repetir, pero mejor sería si se
doblegaran voluntaria y pacíficamente. Si hay acuerdo es sobre nuestras
reglas, dirían en su fuero interno.
La democracia de la calle.
8 Aquí liberal quiere decir derechos civiles y derechos políticos, sin los cuales no
hay democracia. Y democracia quiere decir que es más que liberalismo, pero vin-
culado a él porque lo democratiza en los términos actuales de democracia. En
términos de M. Gauchet, lo que se llama “neoliberalismo” fue la liberalización de
la democracia, y la “democracia” actual, fue la democratización del liberalismo,
por haber incorporado en su sentido el componente “social”.
318 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
9 Esta idea del poder “total” es nueva en Bolivia, y fue explicitada en primer lugar
en la propuesta “Refundar Bolivia” que el MAS hizo circular durante la campa-
ña electoral para la Constituyente el 2006. En este documento se declaraba que
habían ganado el gobierno( en diciembre de 2005) y que necesitaban ahora el
poder. La extensión a poder “total” la hizo el Vicepresidente; García Linera en
un discurso el 20 de septiembre del 2006 en una provincia aymara, donde además
de decir que había sido allí donde había aprendido a “amar y a matar”, afirmó
que habiendo ganado el gobierno del país ahora había que encaminarse a tener la
“totalidad” del poder. Aunque pueda aparecer como un exceso, no podemos dejar
se subrayar la semejanza lexical entre la búsqueda de la “totalidad” del poder, o el
poder “total” con la fórmula nada democrática forjada por C. Schmitt, de “totale
Staat”( que a su vez es la traducción de su equivalente italiano anterior) de la que
ya se sabe cómo ha acabado cuando se la puso en marcha.
Crisis y percepciones en la crisis. Actores y estrategias 323
so, que es una cierta idea del poder y de la política. que las sostiene y re-
fuerza. No es por ello fortuito que se haya forjado la fórmula de “poder
popular”, que es lo mismo que convertir a un actor en poder, o al revés,
disolver el poder en el pueblo. Como se sabe, ambas alternativas no son
admisibles democráticamente, no son posibles en la práctica.
10 Nos referimos sobre todo a las movilizaciones organizadas desde el poder y para
el poder. Pero es extensivo aún a otros movimientos que se “empoderan” de la
calle para imponer su voluntad. En la literatura académica suele existir una confu-
sión entre fines y medios, y se califica estos movimientos de democráticos, cuando
son no-democráticos y antidemocráticos por los medios de protesta y de acción,
aunque sus demandas puedan considerarse como democráticas. De nuestra parte,
seguimos pensando que la democracia primeramente quiere decir “formas”, que
es el criterio diferencial por el cual las “democracias populares” nunca fueron
democráticas. La apuesta por la “justicia social” puede darse en regímenes antide-
mocráticos.
326 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
11 Esta inclinación a violar la ley cuando obstaculiza los propósitos del gobierno ha
sido expresada a veces de manera perifrástica, pero nunca de manera tan contun-
dente por el Presidente al revelar con una franqueza que hay que reconocerle, que
cuando algún jurista le observa que lo que hace es ilegal, él responde que “yo le
meto por más que sea ilegal”, y que “si es ilegal” les pide a los abogados que hacen
la observación, “legalicen ustedes”, que para eso “han estudiado”. El principio en
el que se funda esta pauta de comportamiento es el convencimiento de que “por
encima de lo jurídico, está lo político”. Ver La Razón de 29 de julio de 2008. Tam-
bién La Prensa del mismo día ha registrado la declaración, pero menos completa.
328 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
Los que nunca pensaron que eran poder, aunque sí lo eran de ma-
nera fáctica, ahora sienten que son porque pueden mandar y ser obede-
cidos, o por lo menos reclamar obediencia. El poder atrae, fascina, y su
ejercicio repetido transfigura hasta sentirse distinto de lo que se era. Es
como si en el poder la incompletitud de la condición humana encontra-
ra su completitud. Lo que no pudieron llegar a ser, ahora lo consiguen
por mediación del poder. No es el poder el que corrompe, como se
repite, sino que uno se corrompe en el poder, es el poder que pone a
prueba las debilidades. El poder revela todas las flaquezas humanas.
Esto puede explicar que los que se construyeron sin mucho esfuerzo
una imagen de incorruptibilidad desde la oposición, hubieran cedido a
las tentaciones tan fácilmente cuanto menos blindados estaban. Frente
a los que tienen el poder se sitúan los que le deben reverencia, a veces
hasta la humillación, porque sienten que sin ellos estarían peor de lo
que están. O mejor, sienten también que son poder porque siempre
encontrarán hombres más abajo, a los cuales puedan mandar, y que los
cure de tanta humillación real o imaginaria sufrida. En el peor de los
casos, no incompatible con lo anterior, es la oportunidad no diferible de
hacerse un lugar en la vida. Por esta vía no se está lejos del poder como
obsesión, del poder como adicción.
Este componente no material del poder es una dimensión que debe
tomarse en cuenta para explicar el comportamiento de quienes están aho-
ra subsumidos en el poder, pero también el comportamiento de los que
nunca se sintieron poder y ahora creen que lo son. En un sentido, sobre
todo para los primeros, es el tránsito entre el poder como medio de ac-
ción al poder que se tiene como fin en sí mismo. Pero esta misma realidad
puede conducir a una suerte de pragmatismo por el cual se avengan a
acuerdos pensados como recursos para conservar lo que se tiene.
Este poder no podría ser más poder sin una marca ideológica de
poder. El sello ideológico del poder es uno de los componentes que
más llama la atención y que constituye la particularidad de esta izquier-
da “populista”, con respecto a sus homólogos en América Latina. Esta
Crisis y percepciones en la crisis. Actores y estrategias 329
12 La NCPE dice que esta diversidad étnico-cultural es la “base esencial” del Estado
“Plurinacional Comunitario”( art. 98). Esta base puede leerse desde el capítulo
primero del “Modelo de Estado”.
330 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
tesquieu que sólo el poder limita al poder. Pensadas así las cosas, casi
no hay mucho lugar para una política democrática de concertación, de
acuerdos sustantivos o pactos constitutivos, que requieren un espíritu
disponible para construir esos acuerdos por convicción y no solamente
por razón de fuerza. En democracia la concertación es una virtud, pero
según la concepción masista concertar es develar una debilidad, y si
se ha hecho necesaria es porque la correlación de fuerzas no permitió
otro juego, pero que cambiadas las relaciones de fuerza los términos
del acuerdo también tendrán otro sentido, como fue el caso de la Ley
de Convocatoria a la Asamblea Constituyente. Es la táctica conocida de
un paso atrás para dar dos adelante. Y para ello vale la política enten-
dida como maniobra, en la que suelen encontrar delectación los que se
piensan a sí mismos como eximios estrategas. Más aún si estos juegos
maquiavélicos se justifican con los altos fines morales que se proclaman,
lo que quiere decir a su vez que existe una moral propia que santifica los
excesos. Es la moral del poder.
Entonces, si la política es poder y el poder lo es todo, entonces la
política lo es todo, lo invade todo, y todo se interpreta en términos de
política pura. Todo se hace desde la política y el poder, y todo se orienta
hacia ellos. Esto es distinto a pensar la política como un nivel central de
la sociedad, que es compatible con la idea de que las otras esferas tienen
campos de acción distintos y autónomos. Uno de los indicadores más
visibles de esta sobre politización de la sociedad es lo que aparece como
la confusión entre lo político y lo social (el “MAS es el instrumento
de los movimientos sociales”), que es más bien absorción del segundo
por el primero, y que se ejemplifica por la conversión de los llamados
movimientos sociales en instrumentos del poder, con lo que dejan de
ser movimientos sociales que sólo pueden ser tales si mantienen su au-
tonomía respecto del poder.
De ello puede inferirse lo que podría querer decir “poder popu-
lar”, que no es poder del pueblo, por una imposibilidad de hecho. Es
Crisis y percepciones en la crisis. Actores y estrategias 333
Finalmente toda esta matriz que todo lo piensa desde y para el po-
der, tiene su correlato en carácter del discurso, que no es sólo discur-
so de poder, sino que es inherentemente de combate, de conflicto, de
confrontación que no pocas veces adquiere los acentos de discurso de
guerra.
tereses no existen por sí mismos, sino que ellos mismos están sujetos
al valor que les asignan los distintos agentes, y por tanto, a cómo esos
intereses son percibidos, o no son percibidos en una suerte de falsa
conciencia, expresión clásicamente conocida. En los marcos analíticos
que usamos, podríamos decir que los intereses suponen conciencia de
esos intereses y que esta conciencia a su vez depende de los filtros del
poder. O si se quiere, de la variedad infinita de lo que pueden ser inte-
reses. En el caso que exponemos, existen unos intereses que podemos
llamar intereses del poder, que a su vez están estrechamente mediados
por la idea de poder que se sustenta, y por lo que se espera del poder
como resultado de su acción. Es decir, que tampoco en este caso son
puros intereses de poder, sino de lo que se consideran principios valo-
rativos que justifican un cierto uso del poder. En el MAS ambos apa-
recen entremezclados: están los intereses de los que habiendo llegado
al poder ya no están muy dispuestos a abandonarlo por los beneficios
que les procura; pero están también los otros para los que cuenta la di-
mensión moral de justicia histórica o de valores irreductibles que hacen
de fundamento para no desear abandonarlo. Pero para ambos el poder
es instrumento y en ello están de acuerdo. Esta idea instrumental del
poder —que oculta su necesidad estructural en el funcionamiento de la
sociedad— induce a un uso instrumental de todo lo demás.
Ahora bien, como es fácilmente deducible, en todo lo que llevamos
expuesto pueden reconocerse muchas claves de la política nacional, y en
ello el MAS es la continuación no el cambio de los parámetros políticos
tradicionales. Con la diferencia de que en el MAS ese pasado ha sido lle-
vado a su término, lo que quiere decir que ha franqueado un umbral más
allá del cual no pocos no se reconocerán en esa proyección amplificada
hasta hacerse irreconocible, como todo lo que se estira más allá de su
propio límite y se quiebra, que es el poder “total”, que sólo puede pre-
tender serlo autodestruyéndose. Es como si en mucha gente del MAS
se hubiera sedimentado lo que hay más de autoritario en los espesores
Crisis y percepciones en la crisis. Actores y estrategias 335
13 Debemos decir, por otro lado, que toda esta visión es extensible a las relaciones
internacionales, a los cambios de alineamiento político, a la propuesta de crear
otra Naciones Unidas, a la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), a la Ley
de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (ATPDEA, por
pasa a la p. 294
336 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
viene de la p. 293
14 Esto pudo evidenciarse en una primera encuesta en la que una mayoría de más del
50 por ciento aseguraba que votaría contra ella en el referendo ratificatorio por
considerarla ilegal. Ver: Informe especial de coyuntura política. Mori, 18 diciem-
bre 2007. Más tarde esta percepción varió por la enorme propaganda del gobier-
no, martillando frases escogidas y sueltas que por sí mismas no fueron motivo de
disputa, pero dejando de lado sus componentes estructurales y contextuales. No
deja de ser significativo institucionalmente que la III Cumbre del Poder Judicial
haya también calificado de ilegal el proyecto y que por tanto, al no haber “nacido
a la vida jurídica del país no puede ser objeto de un referéndum”. Ver: Correo del
Sur, de 17 de enero de 2008.
Crisis y percepciones en la crisis. Actores y estrategias 353
15 Fueron convocados por los prefectos de departamento, cuando debían serlo por
el Congreso Nacional, como dice la ley del referendo a falta de gobiernos departa-
mentales. La Corte Nacional Electoral desconoció las convocatorias, ocasionado
una ruptura con los organismos departamentales, bajo cuya jurisdicción se reali-
zaron los referendos.
16 El gobierno hizo todo para impedir estos procesos autonómicos, a los que siem-
pre denunció como “oligárquicos”, lo que le impidió ver los fuertes sentimientos
regionales en los que se asienta y expresa, y que desbordan los intereses de las
élites dominantes. Este punto ciego fue el factor principal por el cual en el mes de
julio de 2006 el gobierno pidiera votar contra las autonomías, en un error político
estratégico, reconocido como tal mucho más tarde, pero que marcó una fractura
cada vez más profunda con el oriente, hasta el punto de que el gobierno pareció
durante un buen tiempo haber perdido su propia jurisdicción en estos territorios
en favor de los que realmente cuentan como autoridades, que son sus prefectos.
354 Conflictos. Una mirada hacia el futuro
18 En la pregunta del referendo esta usurpación fue presentada como “ajustes”. Del
mismo modo en la ley se dice que es facultad del Congreso Nacional hacer “ajus-
tes” al texto constitucional aprobado por la Asamblea Constituyente, pero no se
menciona ningún fundamento constitucional que le sirva para auto conferirse esta
nueva facultad constitucional. Los artículos 1, 2 y 4 de la Constitución de 1967
no tenían nada que ver con estas nuevas funciones del Congreso, que constitu-
cionalmente sólo tenía atribuciones para reformar parcialmente una Constitución
existente, y no un proyecto constitucional.
Crisis y percepciones en la crisis. Actores y estrategias 357
de cerca del 40 por ciento, con la oposición de todo el oriente, donde ganó
con más contundencia el NO, y el voto negativo de la mayor parte de las
capitales de departamento. Ahora el país cuenta con una nueva Constitu-
ción Política del Estado que una buena parte del país no reconoce como
suya por no haber sido pactada, porque es discriminante “positivamente”
y divide, y porque va a enfrentar problemas delicados de implementación.
ción frontal del otro poder, para ser uno solo, lo que implica el uso de un
alto potencial de poder, que por el momento no existe, y estar dispuesto a
asumir los costos demasiados altos para acabar con las resistencias. Es el
escenario catastrófico.
Los autores