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Psicodrama, Familia, Adolescencia y Autoridad

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Psicoterapia y Psicodrama

Vol. 1, n 1, 2012. Pgs. 7-10.


Psicodrama, Familia, Adolescencia y Autoridad
Dalmiro Manuel Bustos
El ser humano ha nacido para crear, J.L. Moreno.
Hace unos 30 aos, cuando la terapia centrada en el ncleo familiar era algo lejano que se
encontraba en un estado embrionario, me consult una seora con su marido. Habamos
pasado por ese traumtico y trgico hecho que fue la guerra de Las Malvinas. Muchas familias
estaban en crisis y asist a varias de los ncleos familiares que se encontraban en un grave nivel
de angustia debido a que sus hijos se encontraban luchando una guerra absurda que reflejaba
el desprecio de ambos pases en conflicto por la vida humana. A pesar de estar en la misma
situacin que ellos, el ser un Sociodramatista me colocaba en una posicin activa y me sacaba
de la impotencia. Claro que ninguna tcnica ni teora era posible aplicar. Pero ayudaba, sin
darme cuenta, los escritos de Moreno sobre sociodrama con familias. Ayud. Cmo? Segn
ellos encontraban alguien que aplicara el principio de autoridad en forma creble. Era un
parmetro confiable frente al caos.
El rol se fue enriqueciendo posteriormente, con la prctica, el distanciamiento que permite ir
armando una metodologa que permita un abordaje claro. An cuando la claridad y
sistematizacin muchas veces naufraga frente a lo complejo que significa entrar en la
intimidad de una familia. Pero lo que ms fuertemente se afirm dentro de m como padre y
terapeuta fue lo importante que es el principio de la autoridad como eje de la dinmica
familiar.
Cmo se va gestando el principio de autoridad?
Desde el punto de vista de los condicionantes sociales, el concepto de autoridad fue
evolucionando desde el absoluto: o sea la ley del ms fuerte en el que la norma o ley se
transforma en un mandato indiscutible. El ms fuerte fsicamente dominaba o destrua al
inferior. Y creo vlido preguntarse si hemos recorrido mucho terreno o simplemente hemos
cambiado el modo de dominacin. Y tambin es vlido preguntarse si la forma primitiva
realmente no permanece. La violencia de gnero, pasando por el bulling, demuestra que el
hombre primitivo se ha sofisticado y travestido. El otro en sus diversas formas tales como
las tiranas y las frmulas reactivas de salida, que acababan por recrear el poder cambiando
simplemente la o las personas que lo ejercan y sus mtodos. Poder que exiga la participacin
de las personas a las que va dirigido.
La democracia marca principios ideales de convivencia. El problema no est en la democracia,
sino en los demcratas, ya que la tendencia ha sido apoderarse de lo que simplemente
deberan representar. Ningn latinoamericano ignora los sufrimientos que hemos tenido por
este problema. Y como parte del sufrimiento, la falta de modelo creble que obre como
referencia para el ejercicio del poder, una forma de autoridad que supere los opuestos de
autoritarismo y desidia. La corrupcin imperante en los integrantes de los diferentes
gobiernos, llevan a un descreimiento que contamina la subjetividad social que sirve de asiento
para la familia. La palabra firmeza no tiene muchos ejemplos prcticos de referencia. La
convivencia desde la diversidad existe como utopa pero muy difcilmente es vista en la
prctica, que es la gran maestra. La falta de credibilidad social, crea un caos en su clula
central que es la familia.
La iglesia es otra de las fuentes que histricamente propone valores deseables, normas de
vida ideales. Pero son raros los ejemplos crebles como institucin. Muchos de sus valores se
basan en principios medievales. Donde la diversidad que propugna la libertad de credos y
conductas siempre que no lastimen o someta a los dems, estn muy daados. Pedofilias no
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castigadas, formas de dominacin econmica, y lo peor, que es el invocar el poder divino para
que sus criterios sean incuestionables. Dios lo dice as. Si fueran coherentes y no falaces,
esto servira para sostener y crear seguridad. Pero
Todo esto siempre ocurri, en algunos casos ms que ahora. Pero los medios de
comunicacin, que antes tenan menos poder, ahora difunden y amplifican o simplemente
inventan todos los hechos de corrupcin y esto que parece libertad de prensa es en realidad
una explotacin de los sucesos negativos en busca de su propio inters. Lo cual aumenta la
falta de credibilidad. El control a travs de provocar el pnico, deja sin capacidad de reaccin y
tiende a pasivisar a quien es objeto de la manipulacin.
La institucin educativa, como fuente de formacin, ha sido durante siglos un alivio y apoyo
para los padres. La escuela es el segundo hogar). El principio en general era la pasividad del
alumno. Al tener como supuesto bsico que por ser alumno no se sabe y que se debe
permanecer pasivo y repetir lo que aquel que sabe lo colonice con sus ideas y teoras sobre
la vida. No haba participacin y el mejor alumno era aquel que repeta literalmente los
contenidos aprendidos. Recuerdo claramente mi total aburrimiento y mi capacidad de repetir
sin comprender el sentido bsico de los conceptos. Era premiado sistemticamente, cuadros
de honor, abanderado, etc. Comenc a huir de esos mbitos, acelerando mi estada, haca dos
aos en uno, lo que me vali llegar a ser mdico a una edad inusual. Mi refugio eran los libros
de los clsicos que dejaban participar y repensar los contenidos. Y la pintura que me sustraa
del tenebroso modelo de conservas culturales. Me apartaba del ser un robot para poner en
juego mi creatividad, esencia del ser humano.
ltimamente el sagrado mbito educativo que de todas maneras permita el acceso al saber,
ha comenzado a trastabillar. Mtodos participativos sacan el aprendizaje del lugar de
estatismo que lo caracterizaba. Pero siempre con gran resistencia. No olvidemos que an hoy
hay escuelas en New York que sostienen que la teora de la evolucin de Darwin es un pecado
mortal.
Y el adolescente?
Volvamos a la clula familiar. Hace unos aos me consulta una familia. Padres profesionales. l
fue un militante que estuvo preso durante un ao. La madre, arquitecta, una mujer muy
contenida, severa, conduce la casa con mano firme. La familia se compone de tres varones de
12, 13 y 16 aos. El de 16 aos tiene el diagnstico de moda: dficit de atencin. Repite de
ao, siendo que su cociente intelectual es muy alto. Lo medican pero el muchacho se niega a
tomar la medicacin. Los hermanos comienzan a mostrar seales de angustia y descubren que
el menor fuma marihuana. El padre se deprime y su terapeuta indica terapia familiar. En la
primera consulta estn presentes solo los dos padres. Una vez que sent que haba un margen
razonable de rapport, les pido que hagamos de cuenta me venan a visitar una vez terminada
la terapia. Esta futurizacin me permite investigar los motivos subyacentes de la consulta.
Apuntan primero a que Jaime, el hijo mayor, descubri que no era falta de atencin lo que
padeca sino mucho desprecio por la imagen de los adultos. Su dispersividad era su rebelda
por usar sus cualidades al servicio de la hipocresa. Y que sus padres vivan peleando y los
senta inseguros. El segundo quedaba en el medio, angustiado por su hermano menor, que no
quera salir de la niez, pero cuando oy a su padre asumir su rabia contenida, se alivi mucho.
Pregunto cul fue a su juicio, la sesin que marc un antes y un despus en la dinmica
familiar. Que me digan cual fue la que cada uno sinti como central. De diversas maneras
apareci la necesidad de admitir sin tapujos la agresin contenida. El menor (los padres
haciendo su rol) insiste en la soledad que reina, se siente sin conduccin, nadie manda, solo los
retan y se pelean entre s. El que se rebela es visto como enfermo o el loco. Y el que muestra
su dolor, representa el dbil.
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Ya en la sesin a la que asisten todos, Jaime cuenta que un da volvi llorando de la escuela. Un
compaero dice que sus padres le dijeron que su padre estuvo preso por comunista, era un
subversivo y lo deberan haber matado. Era una escuela ultra catlica, a la que asistan sus
hermanos. Todos se unieron al bulling. Cuando lo cuenta a sus padres se encuentra con medias
palabras y desvos de la conversacin. La madre dice que fueron sueos locos de adolescentes.
Siente que es intil buscar proteccin y como descarga patea al gatito llamado Hrcules, el que
muere de inmediato.
Fue el centro del trabajo. Cada uno en su turno hace el rol de Hrcules. La sensacin de ser
objeto impotente del desamparo frente a poderes mayores (militares, desamparo por la
ausencia del marido preso, la escuela etc.) Se comienza a trabajar sobre el desamparo y su
forma de responder a esa temida condicin.
Construyendo el ejercicio de la autoridad a partir de la Teora de Clusters
Desde hace mucho tiempo he ido elaborando la teora de CLUSTERS a partir de los desarrollos
de la teora de roles de Moreno. Desde all busco comprender el desarrollo del ser humano.
(Manual de Psicodrama. Editorial Vergara Argentina. Dalmiro Bustos- Elena Noseda 2007).
Desde este ngulo me he de referir aqu a la construccin de la funcin de autoridad.
Sabemos que la total dependencia en el que nace el ser humano, hace necesario un entorno
contenedor que supla sin angustias las necesidades bsicas, imprimiendo el hecho de ser
ayudado y cuidado como siendo parte natural de la vida. Es un perodo inexorable para ir
construyendo la seguridad de asumir los muchos momentos en los hemos de necesitar ser
cuidados. El desamparo en esta etapa puede conducir a extremos como la muerte por
carencias psicofsicas hasta la construccin de una temprana autonoma. No puedo contar
con nadie. Sobre la endeble columna de la negacin de las necesidades se erige la dureza y la
descarga violenta en lugar de la fuerza constructiva. Ser dueo de s mismo, decidir
firmemente sin daar permiten tanto dar apoyo desde los aspectos vinculares, como saber
afirmar las decisiones a lo largo de la vida. La firmeza y la violencia son opuestos. Pero sin la
ternura esencial (clster uno o materno) asumida sin angustia, no hay lugar para la firmeza
(clster dos o paterno), siempre se buscar un Hrcules para descargar la tensin. Y el
compartir, ideal de la vida adulta, (clster tres o fraterno) se torna IMPOSIBLE.
Poder soar con ideales, trazar objetivos que signifiquen el desarrollo de los potenciales de
cada uno, hace falta saber depender, saber tomar decisiones autnomas, correr riesgos y
poder tener la osada de compartir y vivir en grupos que puedan cambiar el orden violento que
nos caracteriza. Se construye un ensimismamiento donde las metas individuales superan y
esconden las que reflejen el bienestar comn. La soledad y el desamparo se insertan dentro de
los ideales individuales, generando conquistas plenas de vacios existenciales.
Histricamente, en esos momentos se busca alguien que asuma el poder absoluto en el que se
encuentren respuestas. Y siempre hubo y habr mistificadores que aprovechen esta situacin
para prometer falsas salidas. Los mercenarios del desamparo, lucran con estas falsas salidas.
Los ejemplos abundan: Hitler, Thatcher, Videla, Franco, etc etc. Todos necesitaban construir un
enemigo claro para justificar el dominio y el autoritarismo. En un nivel menos lejano el bulling
representa esa dinmica. Buscar alguien al que se caracteriza como dbil, por tanto
despreciable, en vez de vulnerable, por tanto mereciendo una ayuda solidaria.
La autoridad flexible, creble y participativa, que no sea solo un ideal sino que genere
credibilidad y hechos compartidos, no es solo necesaria para que el adolescente pueda crecer
con lmites claros, sino para la convivencia adulta. Y debe ser participativa y DELEGADA para no
generar un rol complementario pasivo dependiente. El respeto por los que ejercen la
autoridad en todos los mbitos, se ha perdido peligrosamente, dando lugar a salidas ilusorias
como la droga que permita soar qumicamente sin un posible devenir de un proyecto parido
por el sueo. La ESPONTANEIDAD debe necesariamente pasar a travs de la ADECUACIN, la
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cual contiene las normas deseables de convivencia, LA TICA QUE CONTIENE. Son lmites
necesarios que no permiten que la libertad se convierta en daino caos. Las descargas
agresivas de los adolescentes frente a la hipocresa de los que ejercen la autoridad, son
muestras trgicas de la necesidad de reconstruir el ejercicio de la autoridad. Y frente a esta
amenaza que leemos diariamente en los peridicos y en la televisin, el que debe ejercerla
teme hacerlo. Al no poner lmites con conviccin, el adolescente se siente dueo del poder,
que al no poder ejercerlo adultamente, se descarga destructivamente.
Hrcules no puede morir.
Moreno vivi soando con un mundo formado por seres libres en donde se conviva con las
diferencias y se posibilite el nutrirse de ellas. Como el mundo adulto que genere estas
condiciones se ve amenazado constantemente por guerras absurdas o injusticias flagrantes el
adolescente sustituye los ideales con contenidos crebles, desplazndolos hacia la imagen, que
sustituye el contenido. Como un Dorian Grey al revs. La realidad es escondida y se muestra la
imagen, que al tratar de no envejecer, evita el aprendizaje que diga por experiencia tangible,
que el ideal del ser humano se basa en su trascendencia, en logros que permitan vivir mejor.
El Psicodrama no es una panacea, pero es un instrumento vlido en esencia, que nos conduzca
hacia crear condiciones de convivencia diferentes a la actuales. Ayer mismo estaba tomando
un bao con hidromasaje, relajndome despus de un da de trabajo. Enciendo la televisin y
las imgines muestran que a escasos kilmetros de mi casa haba enorme cantidad de familias
que trataban de sobrevivir sin agua potable. Las caritas de esos nios teniendo que recorrer
grandes distancias para conseguir el preciado lquido me conmovi. Una imagen vale ms que
mil palabras. Esto ocurre en muchas partes del mundo y muchas veces a pocos pasos de
nosotros. El frescor del agua que me haba acariciado minutos atrs se convirti en una
sensacin de malestar. Mezcla de culpa, impotencia, banalidad. Desde el individualismo
imperante solo se puede responder con depresin que solo no sirve para resolver nada sino
para hacer del sufrimiento una forma abrigo frente a la realidad. La negacin es otro recurso.
Yo me ocupo de lo mo, ojos que no ven corazn que no siente dicho esto se enciende un
cigarrillo y se bebe tranquilamente una bebida alcohlica. Es decir que la negacin es solo una
fantasa que el cuerpo denuncia en su falacia.
Solo el grupo puede generar respuestas posibles. No puedo resolver el problema solo, pero
eso no quiere decir que no puedo desde mi modesto lugar hacer algo. Como es por ejemplo
tratar de contribuir escribiendo estas palabras. Moreno dijo que si volviera a nacer querra
hacerlo como un grupo.
No dejemos a Hrcules morir.
Bibliografa
Bustos, D. y Noseda E. (2007). Manual de Psicodrama. Buenos Aires: Vergara.
Bustos, D. (2005). Manual para un hombre perdido. Buenos Aires: Letra Viva.
Bustos, D. (1992). Peligro Amor a la vista. Sao Paulo: Lugar Editorial.
Moreno J.L. (1978). Who Shall Survive. New York: Beacon House Editors.

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