Este documento presenta las reflexiones de Humberto Maturana sobre dos temas relacionados con un artículo de C.R. Austin: los estudios sobre fertilidad humana y el momento en el desarrollo embrionario o fetal en que se puede hablar del comienzo de lo humano. Maturana argumenta que los estudios sobre fertilidad requieren prácticas educativas para regular responsablemente la procreación y evitar la comercialización. También sostiene que lo humano surge con la culturización del individuo y no antes, por lo que el embrión o f
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
146 vistas4 páginas
Este documento presenta las reflexiones de Humberto Maturana sobre dos temas relacionados con un artículo de C.R. Austin: los estudios sobre fertilidad humana y el momento en el desarrollo embrionario o fetal en que se puede hablar del comienzo de lo humano. Maturana argumenta que los estudios sobre fertilidad requieren prácticas educativas para regular responsablemente la procreación y evitar la comercialización. También sostiene que lo humano surge con la culturización del individuo y no antes, por lo que el embrión o f
Este documento presenta las reflexiones de Humberto Maturana sobre dos temas relacionados con un artículo de C.R. Austin: los estudios sobre fertilidad humana y el momento en el desarrollo embrionario o fetal en que se puede hablar del comienzo de lo humano. Maturana argumenta que los estudios sobre fertilidad requieren prácticas educativas para regular responsablemente la procreación y evitar la comercialización. También sostiene que lo humano surge con la culturización del individuo y no antes, por lo que el embrión o f
Este documento presenta las reflexiones de Humberto Maturana sobre dos temas relacionados con un artículo de C.R. Austin: los estudios sobre fertilidad humana y el momento en el desarrollo embrionario o fetal en que se puede hablar del comienzo de lo humano. Maturana argumenta que los estudios sobre fertilidad requieren prácticas educativas para regular responsablemente la procreación y evitar la comercialización. También sostiene que lo humano surge con la culturización del individuo y no antes, por lo que el embrión o f
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4
COMENTRIO Arch. Biol. Med. Exp.
23: 273-275 (1990)
Printed in Chile ^Cundo se es humano? Reflexiones sobre un artculo de CR. Austin Human, when? Reflections on a paper by C.R. Austin HUMBERTO MATURANA Departamento de Biologia, Facultad de Cincias, Universidad de Chile, Casula 653, Santiago, Chile. Quisera hacer algunas reflexiones sobre dos temas relacionados con el artculo de Austin (1990): los estdios sobre fertilidad humana y la pregunta por el moment o dei desarrollo dei embrin o feto en el que se puede hablar dei comienzo de lo humano. Hay dos aspectos de los estdios de fer- tilidad humana que me preocupan. Uno es el aspecto biolgico, el ot ro es el aspecto cultural. Desde el punt o de vista biolgico, los estdios sobre la fertilidad humana son tan interesantes como el estdio de cual- quier ot ro aspecto de lo vivo. ^Cmo podr a pensar distinto? Soy un cientfico, y entre estos un bilogo, por lo t ant o, estoy abier- to a todas Ias preguntas. Ms an, en mi vivir como cientfico t odo fenmeno, toda experincia, es una oport uni dad para la reflexion y una invitacin a buscar una explicacin cientfica en el deseo de am- pliar mi comprensin dei vivir. Ocurre, sin embargo, que soy tambin miembro refle- xivo de una comunidad y pertenezco a una cultura en la que he aprendido a reflexionar sobre t odo, incluso sobre mis actos y sobre la cultura a que pertenezco. Es en este mbito que me pregunto sobre si son de- seables o no los estdios sobre fertilidad, y tengo una respuesta que quiero presentar. Vivimos un moment o de la historia de la humanidad en que el crecimiento de la po- blacin humana constituye una amena- za, no slo para la vida humana misma, sino para t odo el planeta. Desde mi punt o de vista este es el problema ms grave que hemos vivido en nuestra historia, t ant o por sus consecuencias en el mbito ecolgico en general, como en el mbi t o humano en particular. Ya somos demasiados. Esto se not a en t odas partes. Al mismo tiempo nuestra cultura occidental es una cultura patriarcal centrada en la apropiacin y el control, que valora y protege a la procrea- cin, y, por lo t ant o, abierta al crecimiento continuo de la poblacin. De hecho, la medicina y la oposicin religiosa a Ias prcticas de regulacin de la natalidad han hecho de este crecimiento un crecimiento desorbitado. Ms an, nuestra cultura occi- dental est tambin abierta a un mercan- tilismo dispuesto a comercializado t odo. . . vidas y rganos... embriones y nifios... Yo pienso que los cientficos somos, quizs ante t odo, miembros de una comu- nidad humana que nos sustenta y acoge, y no creo que la cincia y el conocimiento sean valores en s. Por esto, considero que como cientfico es tambin mi responsa- bilidad opinar sobre Ias consecuencias que mis investigaciones, o ciertos tipos par- ticulares de investigaciones, pueden tener en la comunidad a que pertenezco. En estas circunstancias, mi opinion es la si- guiente: Me parece que los estdios de fertilidad humana, que inevitablemente van a llevar, y ya estn llevando, a crear condi- ciones de aument o de la fertilidad y de la procreacin, requieren de prcticas educa- 274 MATURANA tivas de la comunidad que permitan una regulation consciente y responsable de la procreat i on, que reduzca o suprima el cre- cimiento de la poblacin. Tambin pienso que los estdios de fertilidad humana re- quieren ir acompanados de la creation de prcticas culturales y legales que impidan la comercializacin de la procreat i on. Por l t i mo, pienso que es responsabilidad de los cientficos mismos preocuparse de estos temas. Mi segundo comentrio se refiere al mo- ment o de la constitucin de lo humano en el desarrollo embrionrio o fetal. Pienso que nosotros los seres humanos somos seres culturales, no biolgicos, aunque seamos biolgicamente Homo sapiens sapiens. Me explico. En mi opinion lo humano surge en la historia evolutiva de los primates b pedos a que pertenecemos, con el lenguaje. Guan- do esto ocurre, el vivir en el lenguaje se hace parte del fenotipo ontognico que define a nuestro linaje como linaje cultural, y en torno a cuya conservation se dan to- das las variaciones estructurales que llevan al ser biolgico Homo sapiens sapiens (ver Maturana, 1988). Pero en esta historia, el lenguaje y el lenguajear permanecen siempre como ras- gos fenotpicos que se establecen de novo en cada indivduo en el mbito de su vivir cultural. A esto agrego que considero que las culturas son redes de conversaciones, modos de vivir en el entrelazamiento del lenguajear y emocionar, y que el ser cultu- ral implica el vivir en una tal red de conver- saciones. En consecuencia, al decir que el ser humano es un ser cultural, lo que digo es que lo humano surge en la culturizacin del Homo sapiens sapiens, no antes. En otras palabras, digo que somos concebidos Homo sapiens sapiens no humanos, y que nos hacemos humanos en el vivir humano aunque nuestra biologia de Homo sapiens sapiens sea el resultado de nuestra deriva filognica cultural humana. ^Cuando ocu- rre esto? Por lo que acabo de decir, pienso que la humanizacin dei embrin o el feto no es un fenmeno que tenga lugar co- mo parte de su desarrollo, sino que sur- ge como parte de la vida de relacin cul- tural de este. Pero ^cuando? Yo pienso que la culturizacin y, por lo t ant o, la humanizacin del Homo sapiens sapiens en desarrollo empieza cuando el embarazo comienza a ser un estado deseado por la madre, y esta se desdobla en su sentir y reflexion, dando origen en su vientre a un ser que tiene un nombre y un f ut ur e Esto no ocurre en un moment o fijo; no es un fenmeno fisiolgico, aunque afecte de ma- nera total las fisiologas de la madre y del embrin o feto; es un fenmeno psquico, esto es, de la vida de relacin. Si hay un abort o antes de este moment o, desaparece un ser vivo, un embrin o feto, pero no un ser humano. Despus, en cambio, se pierde un hijo. Aqui quiero hacer un comentrio aclaratorio. He dicho que lo psquico per- tenece al mbi t o relacionai dei ser vivo, es decir, al mbito dei fluir de sus interaccio- nes. Por lo t ant o, digo que lo que connota- mos cuando hablamos de lo psquico adquiere su forma experiencial desde la dinmica estructural dei ser vivo, y tiene consecuencias en esa dinmica. Veamos un ejemplo. Con frecuencia, si tenemos una pena (fenmeno psquico), nos enferma- mos, nos hacemos sensibles a la accin de grmenes o virus que estn normal ment e presentes, pero no nos afectan. ^Cmo pasa esto? Todas las superficies corporales co- rrientemente expuestas a la presencia de grmenes y virus estn normal ment e siendo lavadas por un continuo flujo de secrecio- nes que arrastran teles grmenes y virus. La pena, que es un fenmeno psquico en el espacio relacionai, se da desde un operar fisiolgico, que transcurre como una din- mica corporal que entre otras cosas inter- fiere con el flujo de tales secreciones, y cuando esto pasa, Ias superfcies celulares quedan expuestas al cont act o con los fila- ment os de fijacin de Ias bactrias y vrus, permitiendo su reproduecin local o su penetracin. El resultado es una infection que aparece desde la pena como consecuen- cia de un proceso que la pena inicia, pero que no es causada por esta. Algo parecido pasa en la relacin materno-infantil, duran- te el embarazo, de modo que necesaria- mente no es lo mismo, aunque an no podamos decir como, el que el embarazo curse como algo deseado o como algo rechazado. La epignesis es en cada caso ACUANDO SE ES HUMANO? 275 diferente <,Muy diferente? No lo s; no s que seria muy diferente, pero s pienso que an ignoramos mucho de la plasticidad estructural de la epignesis, y no sabemos cun pequena puede ser la variacin epige- ntica que resulte en un gran cambio dei espacio psquico dei nino. Y esto es as entre otras cosas por dos razones, una por- que al no saber mirar nos parece que la epignesis se repite, y la otra porque esta- mos maravillados por el determinismo gentico y no ent endemos que la epignesis es siempre y necesariamente un proceso relacionai entre organismo y medi o, y que en un sentido estricto no hay ni puede haber determinismo gentico, aunque lo gentico acote el campo de variabilidad fenotpica dei ser vivo. En fin, por l t i mo, quiero agregar que considero que los seres humanos haremos de lo humano lo que, de hecho, hagamos al vivir, porque nada de lo que hagamos en el vivir ser incuo para nuestra biologia, ya que el devenir de nuestro linaje de Homo sapiens sapiens seguir el curso de nuestro vivir. Como Jorge Mpodozis y yo mantuvimos en la Reuniin Anual de la So- ciedad de Biologia en noviembre de 1990, pienso que la conservacin transgeneracio- nal dei modo de vida o fenotipo ontognico que constituye un linaje, acota y guia el camino de cambio filognico dei genotipo t ot al en el curso evolutivo de tal linaje, y, de hecho, determina este curso acotando su variabilidad. La consecuencia fundamental de esto es que en el devenir evolutivo, la gentica sigue al fenotipo ontognico, y no al revs. Si nos damos cuenta de esto, no podremos dejar de darnos cuenta, tambin, de que el decir que el destino humano de- pende de nuestro hacer, no es una metfora ni en el mbito cultural ni en el mbito biolgico y esto nos hace responsables de tal devenir de un modo fundamental, preci- samente porque nos damos cuenta que nuestra biologia depende dei mundo que vivamos. <,Qu mundo queremos vivir? REFERENCIAS AUSTIN, CR. (1990) The significance of fertilization. Arch. Biol. Med. Exp. 23: 13-15. MATURANA, H.R. (1989) Lenguaje y realidad: El Origen de lo Humano. Arch. Biol. Med. Exp. 22: 77-81.