Itzel Araceli Manzo Girn

Esttica I

REPORTE DE LECTURA: EL ORIGEN DE LA OBRA DE ARTE, MARTIN
HEIDEGGER

La hiptesis de Heidegger, a lo largo de esta obra, es que el origen, tanto del artista como
de la obra de arte, es el arte, as que desea aclarar qu sea este ltimo: Hay obra y artista
slo en la medida en que el arte existe como su origen?
1
Es decir, buscar qu tipo de
determinacin y qu condiciones nos permiten nombrar algo una obra de arte o a alguien un
artista, de dnde le viene su esencia, digamos, ligada a lo artstico.
Hace falta saber si la naturaleza del arte le permite ser origen de la obra y del artista.
Si el ser del arte slo puede inferirse
2
de una obra de arte, quiere decir que no se encuentra
en el mundo como algo que existe corporalmente y que nos es cognoscible, sino que,
siendo algo formal, se manifiesta a travs de la materia. El problema se vuelca a cmo
acercarse a lo que creemos que es una obra de arte y cmo podemos reconocer el ser del
arte en ella: Dnde y cmo hay arte?
3

Las obras de arte, segn Heidegger, estn al alcance de todos
4
y existen como el
resto de las cosas, estn ah. Parece que toda obra es una cosa
5
, cmo una cosa se
convierte en obra de arte? Contina este filsofo diciendo que la obra es smbolo
6
y el
smbolo est en la obra porque un hombre lo ha puesto en la cosa a travs de la actividad
artstica. Si podemos percibir e inteligir lo csico, y en ello est hecho la obra, debemos
comenzar a buscar en lo que tiene de cosa la obra de arte y aclarar si la obra es una cosa
con algo aadido o no es una cosa.
LA COSA Y LA OBRA
Entre las caractersticas de la cosa est el ser un ente en general, lo que no es una nada.
7

Aunque aplicamos el trmino con ciertas restricciones, parece que ni Dios ni los hombres
son cosas, sino que cosa es slo lo natural (lo inanimado y lo que usamos), aquello en lo
que se renen ciertas propiedades.

11
Heidegger, Martin, Arte y poesa, trad. Samuel Ramos, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2006,
segunda edicin, p. 35.
2
Cf. p. 36.
3
Ibid. p. 35.
4
Cf. p. 37.
5
Me remite a la idea de hypokemenon como aquello que sostiene, que permanece y que en este caso, mutans
mutandis, parece ser la condicin o aquello en lo que acontece la obra: no se hace sobre la nada, sino en algo,
en la cosa.
6
Es importante resaltar el que Heidegger haga mencin de la alegora pues hace coherente la idea de mundo y
tierra que presentar ms adelante. Prestando atencin, ambos conceptos cumplen la funcin de sealar y
ocultar, como hace la alegora.
7
Cf. p. 39. En la pg. 40 refiere que cosa-res-ens-ente son algunas de sus acepciones.
Itzel Araceli Manzo Girn
Esttica I

Los griegos pensaron la cosa, segn Heidegger, como el hypokemenon
8
, evidente
como fondo y como inmediatamente perceptible. Lo que en l se da es lo symbebekta (lo
que no pertenece necesariamente a su esencia), es decir, en l acontecen otros hechos.
Supone este autor que aqu se encuentra la experiencia fundamental del ente en general.
Los latinos trasladaron trminos griegos: hypokemenon pasa como subjectum, la
hypstasis
9
como substantia y symbebeks como accidens
10
. Algo se perdi en la
traduccin de trminos, pero es esta la visin que occidente tiene de la cosa: una substancia
con sus accidentes.
Puede existir una inteleccin ms libre e inmediata de la cosa como aisthetn: una
unidad (de lo mltiple de la cosa) que se da a los sentidos. La cosa descansando en s
misma. Una especie de interpretacin hylemorfista en la que la cosa nos ofrece su edos,
hecho sobre la base de su hyl. Ahora bien, en cuanto a la obra, la forma determina aqu el
tipo de materia de la hechura, es decir, cada determinacin de materia y forma nos ofrece
ciertas posibilidades, en muchos casos de uso y utilidad. Lo til y la obra son hechura
humano pero la primera es autosuficiente una vez que se instaura en el mundo.
Cmo acercarnos a la esencia de la cosa si esta se nos oculta al intentarlo? Una
forma de hacerlo es a travs del til, creacin humana, cuya esencia parece ser servir para
algo. Cundo es til lo til?
11
Cuando se convierte en un ser de confianza
12
, es decir, no
necesariamente mientras es usado, sino al poner al til fuera de su habitualidad sabiendo
que, de requerirlo, podr usarse.
La obra de arte hara este movimiento (althea) y nos presentara la verdad del til:
En la obra de arte se ha puesto en operacin la verdad del ente.
13
Digamos, que la obra

8
Aunque, me parece que hace una generalizacin un tanto peligrosa: l mismo, unas lneas atrs, dice que no
es cosa la persona y, si recordamos el uso que de este trmino hace, por ejemplo, Aristteles, hypokemenon
es el sustrato como sujeto y substancia, es decir, que hypokemenon tambin puede ser una persona. Ahora
bien, para ser sustrato de la cosa debe pensarse como substancia segunda o un ser concreto y material, no
formal e intelectual.
9
Es difcil, al menos para m, encontrar una diferencia clara entre hypokemenon y hypstasis. Segn el
diccionario VOX, hypkeimai es yacer, estar debajo, servir de base; estar a la vista, estar presente; subsistir.
Aparentemente, esta palabra est formada por la preposicin hyp, debajo de (de entre las muchas
acepciones), y kemai, yacer, estar tendido; estar puesto, colocado; estar depositado; estar dado. En cambio,
hypstasis, fundamento, base; sustancia, materia; realidad; parece venir de la misma preposicin hyp y de la
forma en aoristo st, que a su vez viene de hstemi, poner, colocar, apostar, disponer; erigir; establecer;
instituir, suscitar; surgir, iniciarse, etc. Podra hacerse una diferencia pensando que hypstasis, como dice una
de sus definiciones, se trata de algo real, digamos, corporalmente real. A diferencia de hypokemenon que
podra hacer referencia a una substancia no material sino intelectual, como diferencia Aristteles en su
metafsica.
10
Cf. p. 41.
11
En esta seccin propone Heidegger el ejemplo del cuadro de Van Gogh, en el que se observan las botas de
la labriega.
12
Cf. p. 54.
13
Cf. p. 56.
Itzel Araceli Manzo Girn
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asienta la verdad de un ser, un til, por ejemplo, pero no como algo singular sino, al
parecer, de su ser como especie.
Heidegger lanza una primera definicin de arte: el ponerse en operacin la verdad
del ente.
14
No es, simplemente, una verdad lgica, sino una adequatio o homoosis, una
reproduccin de la esencia (general, es decir, de la especie) de algo. La obra es una cosa,
pero no es un til (algo cuyo ser sea ser confiable) al que se le aade algo (un valor
esttico
15
); aunque la obra puede revelar el ser til del til.
16
Es un acontecer de la verdad.
LA OBRA Y LA VERDAD
Si lo que hace obra de arte a la obra de arte es el arte, hay que investigar qu es el arte. Para
ello es necesario poder concentrarnos en ella sin aquello que no le es esencial: estudiarla en
su reposo en s misma.
17

Primero, una obra posee su propio espacio existencial, su mundo.
18
En ese mundo
establece ciertas relaciones que la hacen pertenecer a ese espacio en el que abre sentidos y
posibilidades, en el que trae a la presencia al resto de los entes. Este espacio existencial de
la obra est compuesto por la tierra, que Ilumina a la ve aquello donde y en lo que funda el
hombre su morada
19
, lo que alberga
20
, lo que se retrae y se oculta
21
. Y el mundo, lo que
se ilumina, lo siempre inobjetivable y del que dependemos
22
A ese estar en un espacio se
le llama establecimiento y Ser una obra significa establecer un mundo
23
, es decir, dar
cabida a la libertad y al conjunto de relaciones entre la obra, la tierra y el mundo.
En ese ocultarse y mostrarse hay un claro en el que el ente existe y es iluminado
24
,
pero tambin tiene la posibilidad de ocultarse o darnos una falsa apariencia de s mismo, es
una representacin dialctica de la verdad que incluye a los contrarios. La esencia de la
verdad es en s misma la lucha primordial en que se conquista aquel centro abierto, dentro
del cual est el ente y desde el cual se recoge dentro de s mismo.
25

La obra es una de las formas en las que acontece la verdad, en este caso, como
creacin humana, una lucha en la que acontece dicha verdad. Si recordamos que la obra
existe en lo csico (como si ste fuera un sustento, un hypokemenon), la hechura o

14
Cf. pp. 56 y 60. Cabe sealar, que no se trata de una bella arte, sino de una instauracin de verdad.
15
Cf. p. 59.
16
Cf. p. 58.
17
Cf. pp. 60-61.
18
Cf. p. 61.
19
Ibid. p. 63.
20
Idem.
21
Cf. p. 67 y 69.
22
Ibid. p. 66.
23
Ibid. pp. 65 y 66.
24
Cf. p. 75.
25
Ibid. p. 77.
Itzel Araceli Manzo Girn
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creacin artstica es en la cosa por un artista y el origen de este ltimo y de la obra es el
arte.
LA VERDAD Y EL ARTE
Habiendo estudiado aquello en lo que es la obra y lo que acontece en ella, es tiempo de
pasar a la causa eficiente de la misma, es decir, a la actividad del artista. La creacin es una
produccin pero no como la del til, no es aquel sentido griego de tchne como arte y
artesana
26
. S, es verdad que es una poesis (actividad que busca crear algo diferente a
dicha accin
27
) de la esencia de la creacin, que se vuelve posibilidad y lmite: la esencia
de la creacin es la esencia de la obra
28

En esta obra que ya ha sido instalada, se ha mostrado el alumbramiento (althea) de
la patencia: Son la esencia del acontecer de la verdad
29
. Ahora bien, la verdad slo se
hace verdad en el ente, en el caso de arte, la verdad acontece en la obra.
30

En la lucha tierra-mundo, ocurra un corte basal, una conjuncin unitaria
31
que nos
permite entender la unidad y las caractersticas de esta lucha. Esta lucha tiene una manera
de exponerse, es decir, una forma, una composicin: ser-creatura (hechura). Entre ms
independiente sea una obra de aquello que remita a la manufactura humana, ms saca de lo
habitual al ente para presentrnoslo
32
. La obra marca la pauta de la contemplacin.
A su vez, dejar que la obra sea lo que es, es llamado contemplacin, que tambin es
una forma de crear la obra, de hacerla patente.
33
Cuando el hombre logra encontrar la
apertura del mundo, es porque sabe dirigir su querer, a travs del saber, entre lo ente. Es
una forma de desocultar el ser.
Ahora bien, lo que se revela en esa lucha, es decir, la verdad como alumbramiento
y ocultacin del ente acontece al poetizarse.
34
Esta poesis consiste en Este nombrar

26
Me parece importante recordar aqu la definicin que Aristteles hace sobre este trmino. Aunque no es el
sentido que Heidegger desea dar a su propuesta, seala que en la actividad artstica hay algo verdadero y que
es hechura humana. t. Nc., 1140 a ss: Entre las cosas que pueden ser de otra manera, estn lo que es objeto
de produccin y lo que es objeto de accin o actuacin () sern lo mismo la tcnica y la disposicin
productiva acompaada de la razn verdadera. Toda tcnica versa sobre el llegar a ser, y sobre el idear y
considerar cmo puede producirse o llegar a ser algo de lo que es susceptible tanto de ser como de no ser y
cuyo principio est en el que lo produce y no en lo producido.
27
Pienso que sigue a Aristteles en t. Nc., 1094 a, en donde diferencia la accin de la produccin, como algo
que se ejecuta cuyo fin es la accin misma y como aquella actividad que busca crear algo diferente de s, es
decir, una obra.
28
Op. cit., Heidegger, p. 82.
29
Ibid. p. 84.
30
Cf. p. 85.
31
Cf. p. 86.
32
Cf. p. 89.
33
Idem.
34
Ibid. p. 85.
Itzel Araceli Manzo Girn
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llama al ente a su ser, partiendo de l.
35
El decir trae a la presencia, se trata de algo
esencial, anterior en lo ontolgico, a la Poesa.
Poesa es la instauracin de la verdad. La palabra instaurar la entendemos aqu en
triple sentido: instaura como ofrendar, instaurar como fundar e instaurar como
comenzar.
36
Cada modo de instauracin tiene su modo de contemplacin. Esa proyeccin
potica de lo que se instaura est dentro de la historia e impele a extraer del fondo aquello
que se piensa El origen de la obra de arte, es decir, a la vez, de los creadores y de los
contempladores, es decir, de la existencia histrica de un pueblo, es el arte.
37
El acontecer
de la verdad no est fuera de la historia.
CONCLUSIONES
Escuetamente, puede concluirse que la obra es una acontecer de la verdad que se da en una
cosa. Este acontecimiento tiene un espacio y tiempo determinados en el que la obra se pone
a reposar en s misma y el hombre puede contemplarla, todo ello ocurre en un momento
histrico. El establecimiento de la obra permite establecer una red de significaciones con
otros entes: nos los presenta y abre posibilidades.
Lo que al hombre se le presenta es una lucha en la que se oculta la tierra y se
desoculta el mundo. A su vez, sobre esa lucha ocurre la desgarradura que deja ver la unidad
de dicha lucha en sus elementos. En la obra se deja ver el ser como especie y no como
individuo, esta forma de presentarse de la verdad nos muestra la esencia de las cosas y de
los tiles.










35
Ibid. p. 97.
36
Ibid. p. 98.
37
Ibid. p. 101.
Itzel Araceli Manzo Girn
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COMENTARIOS
Me parece que Heidegger sigue la idea de tchne griega. Adems de que es evidente su
alusin a los griegos a travs de los trminos, es fundamental la referencia a ese hacer en el
que lo que gua es lo verdadero y, llevado a buen trmino, tambin ser muestra de dicha
verdad. Es, de hecho, una especie de respuesta provisional que gua su pregunta: qu hace
que la obra de arte sea obra de arte? Una forma de produccin guiada por la recta razn. Es
la definicin de Aristteles para tchne.
Puede ser por la estructura de conferencia que no se haga alusin a algunos autores,
por ejemplo, a Hegel cuando se habla de la verdad y la no verdad, de los procesos
dialcticos, que podemos encontrar en la Fenomenologa del Espritu; a Herclito o a
Aristteles. Sin embargo, me parece que la exposicin hubiera sido ms clara si hubiera
trabajado explcitamente con ciertos conceptos y no hubiera tenido que dar tantos rodeos.
Finalmente, me pregunto qu criterios podran ofrecerse para saber que algo es un
acontecimiento de la verdad o, en su defecto, proponer una especie de gua como la
prudencia en Aristteles, que no da respuestas concretas a qu es bueno para cada hombre,
sino que deja a la inteligencia de cada uno el encontrarlo, pero no de manera desamparada,
sino regida por la vida buena, la felicidad, la virtud, etc.





BIBLIOGRAFA
Aristteles, tica a Nicmaco, trad. Julin Maras y Mara Araujo, Instituto de Estudios
Polticos de Madrid, Espaa, 1970.
Heidegger, Martin, Arte y poesa, trad. Samuel Ramos, Fondo de Cultura Econmica,
Mxico, 2008, segunda edicin.
S. de Urbina, Jos Mara Pabn, Diccionario Manual Griego clsico-Espaol, VOX,
Espaa 2009, vigesimosegunda edicin.